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LA EVOLUCIÓN

DE
LA FLAUTA TRAVESERA

PABLO MUÑOZ REDONDO


5º E.P.
• ÍNDICE
Introducción………………………………………….. 1
Definición………………………………………………. 2
Flautas primitivas…………………………………… 3
Flautas en la época medieval…………………. 4
Flautas en el Renacimiento……………………. 5
Flautas en el Barroco……………………………… 6
Flautas en el Clasicismo…………………………. 7
Flautín…………………………………………………… 8
La escritura para flauta (siglo XVIII).......... 9
Los compositores virtuosos del siglo XIX.. 10
La flauta en la música de cámara.............. 11
La flauta en la orquesta............................ 12
La flauta en el Jazz.................................... 13
Flautistas virtuosos................................... 14
Conclusión................................................ 15
Cuando empezamos en el Conservatorio solo
nos preocupamos por tener un instrumento
bonito, uno que luzca, de esos que todos
conocen… ¿Nos preocupamos realmente por
conocerlo nosotros?
En mi caso todos sabemos cómo es la flauta
travesera en la actualidad (aunque solo la
hayamos visto los domingos por la mañana en
los conciertos de la 2), pero… ¿No sería mejor
conocer su evolución, sus antepasados, etc.?
Hoy voy a intentar ayudaros a conocer aún
mejor este instrumento, lo cual también me va
a ayudar a mí.

-Pablo
LA FLAUTA ES…
La flauta (sea dulce o travesera ), es un instrumento de viento
por excelencia como lo indica su nombre, el cual proviene
del latín “flatus” (aliento, viento, soplar). Al igual que en el
resto de los instrumentos aerófonos, el sonido se produce al
poner en vibración una columna de aire. Según el volumen
de aire que vibre, la flauta producirá un sonido más agudo o
más grave.
En este instrumento, el intérprete se halla más inmediatamente
ligado al mismo que otros músicos, pues produce los sonidos
con su propio aliento. El ser humano se extingue con su
“último aliento”, y sus expresiones más inmediatas aparecen
derivadas de la transformación del aliento en sonidos: risa,
alegría, suspiros…
FLAUTAS PRIMITIVAS Y DE LA ANTIGÜEDAD…
Las flautas dulces existen desde hace milenios. Es difícil
determinar cuándo apareció el antecesor de nuestra flauta
travesera moderna, pero es seguro que los dos tipos han
existido desde siempre en todos los pueblos. Por tanto,
podemos afirmar que es un instrumento universal.
En los pueblos primitivos, el material más utilizado para la
fabricación de las flautas era el hueso y la caña. Se utilizaron
también cuernos de animales como cuerpo de las flautas.
En las flautas de cuerno, el orificio se encuentra siempre en el
extremo más ancho del mismo. Como el otro extremo está
cerrado, al tapar todos los agujeros obtenemos un sonido
una octava más baja que la que corresponde al volumen
entero del cuerpo. De ahí que el sonido sea más calmado,
más dulce, más “cerrado”.
Se cree que el primer instrumento fue una flauta originada con
el fémur de un oso, hace 8000 años. (Aprendido este año en
“historia de la música”)
FLAUTAS EN LA ÉPOCA MEDIEVAL…
En la actualidad, se tiene la certeza de que la flauta dulce ya
existía en la época medieval, utilizándose principalmente en
el contexto profano.
En la Edad Media, el material utilizado para la fabricación de
estos instrumentos era muy diverso: hueso, madera, caña,
cerámica, metal… Un elemento común de estas flautas es
que están hechas de una sola pieza. Su sonido puede ser
dulce y encantador, pero también agudo, agresivo y
cortante.
Según el musicólogo y flautista inglés Edgar Hunt, la flauta dulce
no habría aparecido en Europa hasta finales del siglo XIV.
Gustav Reese, gran estudioso de la música medieval, afirma
que durante los siglos XII y XIII se construyeron flautas
dulces de 6 agujeros.
LAS FLAUTAS EN EL RENACIMIENTO…
La época renacentista marca un punto de inflexión en la
concepción de la interpretación musical con flauta, puesto
que es el periodo en el que los constructores, siguiendo los
avances en física acústica que se iban produciendo,
comienzan a fabricar flautas dulces y traveseras agrupadas
por familias cada vez más ricas y variadas.
Del período comprendido entre 1530 y 1650, se conservan
aproximadamente 150 ejemplares de diferentes flautas
dulces. Ello nos da una idea de la popularidad que adquirió
este instrumento durante la época del renacimiento. En los
Museos de París, Frankfurt, Viena y Bruselas pueden
encontrarse magníficas colecciones de flautas.
La flauta dulce del renacimiento es generalmente de una pieza y
recta, en forma de bastón. Sólo la boquilla y el pabellón
están ligeramente marcados. Sus paredes son espesas, casi
cilíndricas y muy vaciadas. La boquilla suele ser bastante
larga con un orificio estrecho.
Hacia finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII, la flauta
dulce ya aparece especificada en las partituras.
En el renacimiento, las flautas dulces se encontraban muy
extendidas por toda Europa, existiendo colecciones en las
principales casas reales del continente, así como en la alta
aristocracia. En Inglaterra, la corte de Eduardo VI contaba
con cinco flautistas.
LAS FLAUTAS EN EL BARROCO…
La flauta travesera de aquella época, que ciertamente se llama
flauta traverso, comienza a ser modificada para adaptarla a
las intenciones musicales del momento.
Este virtuoso, compositor y fabricante introduce considerables
cambios en las flautas. En primer lugar, incorpora una llave
que permite tocar un mi bemol grave con el meñique de la
mano derecha, lo que convierte al instrumento en
cromático. Esta llave, la primera que se añade al
instrumento, viene a sumarse a los seis orificios digitales de
que consta. Además, hace ligeramente cónica la flauta desde
el cuerpo central del instrumento convirtiéndola en cilindro-
cónica, lo que influye en su timbre mejorando su afinación.
Por otro lado, la flauta, de más de dos octavas de extensión,
adquiere en este momento un estatus predominantemente
solista.
Durante el siglo XVIII, su tesitura se extiende hacia el agudo y se
adaptan a la evolución de los diapasones. Así, la mayoría de
las flautas construidas a partir de 1720, están realizadas en
cuatro tramos: cabeza, cuerpo central superior, cuerpo
central inferior y pie.
El principal representante de la flauta traverso es Johann
Joachim Quantz, mi compositor barroco favorito.
LAS FLAUTAS EN EL CLASICISMO…
Hasta el Clasicismo la flauta travesera no sufre grandes
modificaciones comparado con la revolución que se produce
en el XIX. Las únicas que se acometen van dirigidas a
extender la tesitura del instrumento hacia el agudo haciendo
más estrecho el taladro y, desde comienzos del siglo XIX, a
facilitar la obtención de ciertas alteraciones mediante la
adición de llaves. La flauta clásica es más brillante que la
barroca y tiene en torno a seis llaves.
En esta época comienzan a acelerarse los cambios técnicos en la
flauta. Entre 1726 y 1847 aparecieron gran variedad de
mejoras y de nuevos mecanismos para modernizar la flauta,
ya que ésta necesitaba tocar partituras cada vez más
cromáticas, y tocarlas cada vez más fuerte, debido al
aumento de componentes de la orquesta. Todos estos
nuevos inventos técnicos fueron adaptando
progresivamente la flauta a las nuevas necesidades, pero el
gran cambio se produjo con la aparición en 1847 del sistema
Boehm, que solucionó prácticamente todos los problemas
del mecanismo, y que es el que, con pequeños cambios, se
mantiene hasta hoy día.
FLAUTAS EN EL ROMANTICISMO…
En esta época, la flauta concertante conoce un período agitado,
pues los compositores románticos prefieren por lo general la
voz humana, el piano, el violín o el violoncello; y van
dejando cada vez más de lado los instrumentos de viento.
La flauta sigue el curso que había comenzado en al Clasicismo,
con un papel bastante importante dentro de la orquesta,
pero en declive en cantidad y calidad de las composiciones
de cámara y solos para flauta. Además, la flauta en este
período está mutando constantemente su sistema de llaves;
se encuentran simultáneamente sistemas de tres, cuatro,
cinco y seis llaves; cada flautista intenta imponer el suyo. Se
produce una gran confusión, y todavía no están resueltos los
problemas de amplitud del sonido, afinación y cromatismo.
Los virtuosos prefieren componer ellos mismos sus obras, ya
que conocen el instrumento, en vez de hacer encargos a los
grandes compositores. La flauta se abandona
momentáneamente, dado que las disputas provocadas
hacen que los compositores dejen de componer para ella; en
definitiva, el siglo XIX es pobre en buena música para flauta,
pero rico en cambios y transformaciones técnicas.
FLAUTÍN…
El flautín o pícolo (del italiano flauto piccolo: (‘flauta pequeña’)
es un instrumento de viento-madera originalmente en la
tonalidad de Re bemol y posteriormente a finales del siglo
XX, fabricado casi exclusivamente en tonalidad de Do.
Se trata de una flauta pequeña. Físicamente, el piccolo es como
la flauta travesera pero con un menor tamaño. El timbre es
parecido, pero una octava más alto. Por ello, se dice que el
piccolo es un instrumento transpositor; es decir, su sonido
real es diferente al escrito: las notas a interpretar en el
piccolo se escriben una octava más baja que su sonido real,
para evitar demasiadas líneas adicionales en el pentagrama.
La escritura para flauta en el siglo XVIII
La polivalencia instrumental impone algunas reglas de escritura
que permiten pasar cómodamente de un instrumento a otro.
Por ello, prácticamente todas las obras de esta época limitan la
tesitura utilizable. La flauta se utiliza sobre todo por sus
cualidades expresivas, y los registros medio y grave, muy
ligeros y coloreados, son en particular los más solicitados. Por
lo demás, si bien el mito del instrumento que no podía tocar a
gran velocidad era ya refutado, es compresible que, las
dificultades técnicas fuesen de orden distinto, lo que obligaba a
ciertas preocupaciones en la escritura:
– Utilizar tonalidades de pocas alteraciones (en particular
bemoles). Una o dos se controlan bien, a partir de tres
empiezan los problemas que tanto dificultan, por ejemplo,
la Sonata en Mi mayor, de J. S. Bach.
– Escribir los movimientos melódicos rápidos utilizando
mayoritariamente grados conjuntos, evitando saltos a
registros demasiado alejados entre sí (lo cual, de todas
maneras, correspondía al gusto de la época).
El interés que suscita la flauta es enorme, y los virtuosos de la
época arrastran tras de sí una cohorte de creadores que
edificarán un repertorio, en el que este instrumento
resultará omnipresente.
Los compositores virtuosos del siglo XIX
La flauta concertante conoce entonces un periodo agitado, de
grandes movimientos contradictorios que van a significar para
ella un siglo de mutaciones decisivas. Los compositores
románticos se interesan más bien por la voz humana, el piano,
el violín o el violonchelo y dejan de lado cada vez más los
instrumentos de viento. Es necesario comprender que la flauta,
en este periodo, descansa en falso sobre la música de la época,
que hace necesarias cualidades como el virtuosismo y como la
amplitud de tesitura utilizable. Este desfase se daba ya a finales
del siglo XVIII (quizá esto explique el desinterés de Mozart por
la flauta), época en la que nacía el temperamento, no ajustando
bien este último con los instrumentos salidos de la tradición
barroca.
A menudo encargos de protectores ricos o bien la incitación de
un artista de gran talento a la creación de una obra, enardecían
de pronto grandes pasiones para tal o cual instrumento: de esta
manera Buffardin fue ciertamente el que incitó la composición
de numerosas obras de J. S. Bach o incluso solo sus últimas
cantatas, y se cree igualmente que Schubert compuso sus
variaciones sobre “Trockne Blumen” para un flautista al que
escuchó en una de sus veladas.
La flauta en la música de cámara (s. XX)
Considerada antaño como instrumento pastoril y demasiado
confinada a papeles descriptivos, la flauta irá adquiriendo
independencia, y será tomada cada vez más por sí misma, por
sus cualidades técnicas y sonoras e irá perdiendo la faz
anecdótica heredada del siglo XVIII y del apego a la Antiguedad.
Varias obras puente, desde este punto de vista, anuncian una
nueva flauta y la importancia que adquirirá en los años
cincuenta.
La música de Cámara de Claude Debussy...
Debussy hizo un importante uso de la flauta travesera y,
además de utilizarla en la orquesta, escribió para ella cuatro
obras solistas o concertantes, consideradas actualmente como
grandes clásicos del repertorio.
Los registros más empleados son el medio y el grave,
reservando a los agudos solamente breves incursiones fugaces.
Las Canciones de Bilitis (1901), serie de piezas breves para dos
flautas, dos arpas y celesta, fueron compuestas a petición de un
amigo para acompañar la recitación con música de sus poemas.
El trío para flauta, viola y arpa es una de las últimas obras de
Claude Debussy.
La flauta en la orquesta...
Los instrumentos de viento están presentes en la orquesta desde
hace ya mucho tiempo. Uno de los primeros en hacer intervenir la
flauta fue Guillaume de Machaut (hacia 1300-1377), en su famosa
Misa para los instrumentos de viento.
La orquesta de Mozart, cuyo cuarteto está más provisto, consta a
menudo de dos flautas, dos oboes, trompas y fagotes. Por otra
parte, el piccolo hace su primera aparición con la Flauta mágica.
Desde entonces los solos de flauta empiezan a resultar más
frecuentes.
La flauta se emplea aquí en los registros medio y medio-agudo
esencialmente, registros que suenan bien sin necesidad de un
esfuerzo particular.
La flauta en el Jazz...
La penetración de la flauta en el jazz fue bastante tardía. Sin
duda parecía difícil igualar con este instrumento las
sonoridades de los saxofones, metales, pianos y baterías que
fueron en todas las épocas los instrumentos reyes en esta
expresión.
La pasión por la flauta de jazz crece rápidamente y aparecen
nuevos nombres: Herbie Mann, Sam Most, Roland Kirk...
Actualmente, Sahib Shihab, James Netwon, Michel Roques
destacan por una prodigiosa invención sonora.
Estos músicos son por lo común saxofonistas de formación: su
acercamiento: su acercamiento a la flauta se ve por ello
alterado. Es a menudo una flauta salvaje, de sonoridad cargada
de aire, de chasquidos de lengua, que puede transformarse
según la voluntad de instrumento melódico.
Flautistas...

– Henri Altes (1826-1889)


– Georges Bayr (1773-1833)
– Michel Bravet (1700-1768)
– Theobald Boehm (1794-1881)

Flautistas contemporáneos:
– Robert Aitken
– Julius Baker
– Gaston Crunelle
– Michel Debost
– James Galway
– Maxence Larrieu
Conclusión…
Realizar este trabajo me ha servido para
conocer mucho mejor mi instrumento, ese que
llevo tocando durante 9 años una media de 4-5
veces en semana…
Es una pena que solo nos fijemos en lo
material, en tocar para aprobar y pasar el
bache cuanto antes… no somos conscientes de
lo que estamos desperdiciando.
Gracias Jorge.

-Pablo

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