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Resumen.

En esta clase nos avocaremos a la lectura personal. Hablaremos de los pasos que se requieren
para realizarla, y de otros aspectos como el cuaderno, el momento y el espacio a utilizar.
También nos adentraremos en lo que sucede durante una lectura, la conexión con la vibración
superior y sus efectos en la vida del lector.
Por último, hablaremos del rol de la mente en la práctica y la diferenciación entre lo que
pensamos y sentimos.

La técnica de lecturas se basa en los siguientes pasos


1. Oración de apertura de lectura de Registros Akáshicos. En este momento se realiza la
conexión con la divinidad existente en nuestro corazón, mediante la atención al
momento presente, nuestros latidos, respiración, sensaciones corporales. La oración
busca dirigir esa atención a vibrar en amor y en frecuencias más elevadas.
2. Preguntas. Aquí se busca manifestar el propósito de cambio y evolución en algún
aspecto de nuestra vida que requiere respuestas, mediante preguntas que invoquen la
información y los mensajes que estamos necesitando.
3. Respuestas. En esta fase van apareciendo esos mensajes que hemos convocado,
solicitado con cada pregunta. Se da un balance de las energías masculina de intención
y pedido, con la femenina de recepción y aceptación. Se reconocen las emociones,
imágenes, palabras, que luego serán puestas en forma de mensajes que podemos
comprender en el momento, o más adelante. Es posible que luego de recibir
respuestas, aparezcan nuevas preguntas, y se vaya haciendo un proceso de ida y
vuelta entre ambas situaciones
4. Oración de cierre de la lectura de registros Akáshicos. Aquí se busca cambiar la
atención, pasando de nuestro corazón sutil y el campo energético de Akasha, al cuerpo
nuevamente para sentir el momento presente y seguir con la cotidianeidad. Aquí
también buscamos integrar lo vivenciado en la lectura mediante una actitud sincera de
agradecimiento, tomando los mensajes como nutrición para el camino del consultante.

La lectura de registros Akáshicos siempre tiene los momentos mencionados.

Cuaderno de lecturas.
Para nuestro proceso de práctica necesitaremos un cuaderno personal donde registrar todo
nuestros aprendizajes. En este escribiremos las lecturas que realicemos, las preguntas que
hagamos y los mensajes que recibamos, como también podremos libremente acotar todo lo
que creamos necesario para expresar que nos estaba pasando en ese momento de práctica,
generándose así un espacio íntimo para contar todo lo que despierta el proceso de aprendizaje
con la seguridad de que nadie lo va a revisar o corregir.
Al anotar los mensajes que vamos recibiendo en las lecturas, el cuaderno también funciona
como archivo al que podemos recurrir para revisar nuestro recorrido personal, ya que cuando
recibimos un mensaje, si bien se aplica un momento o temática en particular, también abarca
todo un proceso que va más a allá de esa fecha. Por eso, parte del ejercicio del practicante es
revisar cada tanto esos mensajes. Así también podremos ir corroborando la coherencia de los
mensajes con la realidad, y supervisar así nuestro proceso como practicantes de la técnica.
Antes de comenzar con la práctica debemos conseguir un cuaderno (que puede ser físico, o
podemos hacerlo en archivos de texto en la computadora) para ir volcando las lecturas que
vayas haciendo. En cada lectura pondremos la fecha, la intención de la lectura y el deseo que
la motiva, y las preguntas que deriven de ese deseo y los mensajes que vayan surgiendo en la
lectura.
También podemos anotar situaciones personales que puedan influir en la práctica, por
ejemplo “no me sentía bien físicamente” “me estoy mudando” “tengo mucho estrés”.

¿Cómo realizar lecturas personales?


Comenzaremos a hablar en este apartado de la posibilidad de realizar lecturas de registros
Akáshicos con preguntas sobre aspectos del propio lector. A esto le llamaremos en adelante
lecturas personales, para diferenciarlas de las lecturas en que el consultante y lector no son la
misma persona.

En qué momento y en qué espacio realizo la lectura.


No existen momentos del día específicos ni lugares particulares para realizar lecturas. El único
requisito es estar en conexión con el silencio, darse la posibilidad de disfrutar del momento y
sentirnos seguros. Por eso, más que un lugar y momento específicos, busca situaciones y
espacio que te faciliten estas condiciones.

Duración de las lecturas.


La duración de las lecturas personales varía según cada lector y también según en el momento
de práctica que se encuentre. Es probable que al principio recibamos mensajes más escuetos y
concisos, palabras sueltas, imágenes desconectadas. Pero a medida que avancemos en la
práctica, las lecturas se vuelven más fluidas y amplias, abarcativas y a la vez específicas, gracias
a ir ejercitando la relajación, la conexión y el disfrute.

¿Qué necesito para realizar lecturas?


Realizar una lectura es como usar el dial de la radio para “sintonizar” con la emisora que
estamos buscando. Lo más importante es recordar que las lecturas suceden únicamente en la
sintonía del amor y por lo tanto todo lo que debemos hacer es vibrar en frecuencias similares.
La frecuencia del amor incondicional corresponde al chakra cardiaco y está íntimamente
relacionado con la aceptación, la plenitud, el perdón, la confianza y el disfrute. Por el contrario,
hacer una lectura sintiéndonos inseguros, con desconfianza en uno mismo o en la técnica,
cansados, temerosos, son vibraciones que dificultan esa sintonización con la vibración del
amor y los sentimientos que ello implica.
Por eso, si bien no hay ejercicios recomendados para hacer previos a una lectura, todo lo que
nos permita vibrar en esa sintonía de amor incondicional es útil para hacer la lectura. Por
ejemplo bailar, meditar, hacer yoga, todo suma y complementa la búsqueda y la
predisposición de la búsqueda de esas frecuencias.
También es importante la conexión con el proceso interior, ya que es lo que permite
conectarse con el deseo, a la vez que podemos captar en que sintonía estamos vibrando. Si
estamos vibrando con inseguridad, miedo, debemos darnos el momento para soltar las
tensiones y relajarnos para luego entrar en conexión con nosotros mismos y con Akasha.

Sugerencias para realizar lecturas.


 Vibrar en confianza y disfrute.
 Poner nuestra intención de cómo queremos vivir la experiencia. A que nos estamos
predisponiendo.
 Reconocer nuestros deseos de recibir luz y comprometernos.

La frecuencia vibratoria de una lectura.


Cada vez que realizamos una lectura el corazón hace de antena receptora de las frecuencias
elevadas que provienen de Akasha. Estas frecuencias pasan por nuestro cuerpo, siendo este el
vehículo material que las recibe. Cada vez que hacemos una lectura, estamos recordando
nuestra habilidad esencial de conectar con la frecuencia esencial: el amor. Lo que sucede al
sintonizar y ser un recipiente del caudal de energía amorosa, nos organizamos internamente
de manera diferente a la que veníamos viviendo, por lo que los problemas, dolores, conflictos,
angustias, se captan desde esta perspectiva del propósito del alma y el amor. Así, la
desorganización empieza a vivenciarse como lo que está en nuestro campo de frecuencias
energéticas, pero que no está vibrando en coherencia con nuestra naturaleza de plenitud y
armonía. Cabe aclarar que esto no implica que lo organizado sea lo bueno y lo desorganizado
es malo, estas son categorías divisorias que crea la mente. Lo que sucede es que hay aspectos
y maneras de percibirnos que están alineados con el propósito del amor (creación, movimiento
y expansión, disfrute, confianza, plenitud) otras que no (miedo, egoísmo, inseguridad). Por eso
una lectura es una oportunidad de percibir como estamos vibrando, como creamos nuestra
realidad y desde que posicionamiento tomamos decisiones para nuestra vida.
Podemos ser la mejor versión de nosotros mismos.

El lenguaje de las lecturas, lo simbólico


Es importante tener en cuenta antes de comenzar con la práctica que el lenguaje de la lectura
es simbólico. Esto quiere decir que en el mensaje se siente y se percibe a través de símbolos, o
sea imágenes cargadas de emoción y sentido. Es por eso que una de las funciones del lector es
recibir el mensaje, para luego desarrollar una interpretación del mismo. Puede suceder que al
comienzo la información aparezca entrecortada o sin coherencia, pero con la práctica se va
haciendo cada vez más fluido y claro. Ahondaremos en este punto en la próxima clase, pero
podemos decir que si por ejemplo aparece la imagen de un gato y una sensación de frio, desde
la mente racional esos dos elementos pueden asociarse con otros o incluso ser desechados por
no tener sentido o relación con lo que se consulta.
Por eso como lectores la actitud correcta en ese momento es aprovechar que estamos
conectados con Akasha y usar ese canal para seguir preguntando por la correcta interpretación
de esa imagen y como puede ser aplicada en la vida, hasta que se sienta que hemos llegado a
una respuesta clara. En este ejemplo se puede seguir indagando ¿cuál es la relación entre el
gato y la sensación de frío? ¿Qué significan para mí y cuál es su relación con la consulta
realizada?
Por eso no hay preguntas estándar o guías de preguntas, eso lo define el lector en relación con
cada lectura en particular, y se pueden ir agregando preguntas en base a cómo se reciban los
mensajes recibiendo mensajes. A veces puede llegar un mensaje completo y extenso y otras
veces puede aparecer una palabra, y ahí debemos tener la flexibilidad necesaria para ir
adaptando la lectura a lo que vaya surgiendo.
Otra situación que cabe aclarar en los momentos en que se recibe una imagen o una sensación
y no se comprende su significado o que hay que hacer con ello, es posible que no aparezca
más información, o la que aparezca siga siendo incomprendida. En esos casos es importante
anotar hasta donde lo recibiste y dejarlo.
Esto puede suceder por dos causas:
 Puede ser que con lo que se recibe es suficiente y seguramente en otro momento se
termine de comprender la información.
 Puede pasar que este costando como lector sostener mucho tiempo la atención en las
preguntas. Esto se va corrigiendo con la constancia en la práctica y la paciencia.

Efectos de la lectura.
Una lectura es una experiencia introspectiva, donde nos conectamos con nuestro ser, nuestro
corazón, nuestras emociones, con nuestro momento presente. Lo que se busca con esto es
conectarse con Akasha, para que el mensaje que se reciba aporte claridad y nos genere
plenitud y sensación de certeza. Pero al conectarnos con Akasha, nos estamos abriendo a
percibir una frecuencia más elevada, y así podemos captar lo que nos pasa con una mirada
más integral, podemos observar más claramente que es lo que nos gusta y lo que nos disgusta
de nuestra vida. Esto puede tener diversos efectos en cada uno, dependiendo de la
personalidad del lector, reaccionando con mayor sensibilidad, llanto, risas, enojo, alegría.
Puede pasar que al finalizar nos relajemos tanto que durmamos más horas de las habituales, o
queramos hacer cosas no tan extrovertidas o exigidas físicamente.
Además, recordemos que al hacer una pregunta estamos enviándole al universo una señal de
lo que estamos deseando para nuestras vidas, por eso puede también suceder que sigamos
recibiendo mensajes o comprensiones en sueños o en vigilia durante cierto tiempo luego de la
lectura propiamente dicha.
Lo importante es recordar que cada experiencia de lectura es distinta, está íntimamente
relacionado con lo que necesitamos, y debemos conectarnos con el proceso de la manera más
receptiva posible para ir conociéndonos en los modos de realizarlas pero también en sus
efectos en nuestra vida.

Por qué “sanan” las lecturas.


Cuando en registros Akáshicos hablamos de sanar o cambiar la percepción nos referimos a
poder sintonizar con la vibración del amor incondicional, que es la frecuencia esencial de
nuestro corazón sutil y de Akasha, para así poder ver nuestra vida desde esa nueva
perspectiva.
Cuando hacemos una lectura de registros Akáshicos podemos cambiar la precepción que
tenemos sobre nosotros mismos y nuestra vida. De esta manera es que podemos comprender
que una lectura sea “sanadora”, liberadora, que abra los chakras, porque lo que hace es
facilitar el retorno a la frecuencia del corazón, abriéndonos a experimentar los cambios de
punto de vista y de acciones que esa frecuencia elevada nos propone.
Es por eso que consideramos a la sanación no como una cuestión inmediata y “por arte de
magia”, sino que tiene más que ver con un proceso de conexión interna y la posibilidad de
generar cambios para vivir coherentemente con la plenitud del corazón.

¿Cómo diferencio los pensamientos de lo que siento con el


corazón?
Lo principal de esto es saber que la lectura no es solo un mensaje o información, sino que es
una experiencia donde sentimos una nueva perspectiva sobre algún aspecto de la vida, y que
viene acompañada por un mensaje o entendimiento. Por eso, para discernir si la información
que recibimos proviene de un pensamiento o del corazón, debemos sentir que lo que
recibimos nos genera paz y plenitud.
Estos puntos pueden servir como guía para identificar de donde proviene el mensaje:
 El mensaje del corazón es simple, y se comprende desde alma. Nos entrega certeza y
comprensión. Podemos sentir que la información resuena internamente, y nos permite
vibrar en amor. Se siente paz y plenitud.
 Permiten descubrir dentro de cada uno lo que se necesita para sentirse aún mejor.
 Los pensamientos o la información que no proviene de Akasha, dejan más dudas, y
como carecen de certeza y claridad, nos dejan tejiendo pensamientos y suposiciones
sobre lo que puede significar.
 Si no se siente que el mensaje resuena, o pareciera que primero hay que entender algo
para comprender esa información que recibimos, seguramente el mensaje provenga
del pensamiento y no de Akasha.
 Los mensajes que provienen de nuestros pensamientos nos indican órdenes, o bien
expresan desamor y confusión.
La mente en una lectura, el foco de atención, los pensamientos
y los juicios en una lectura.
La mente es una parte integral de nuestro ser y es una herramienta en el momento de hacer
una lectura, ya que lo que buscamos es conectarnos con el silencio que nos permite estar en
estado de receptividad, y así luego poder captar mensajes a través de sensaciones y
emociones. En este sentido, la mente es la herramienta que tenemos para describir con los
recursos con que cada uno cuenta como son esas sensaciones y emociones, pudiendo así
avanzar y profundizar en la lectura.
Por eso para hacer una lectura no hace falta dejar de pensar, dejar de formular juicios o callar
la mente, como se dice en forma habitual. Por el contrario, la mente es necesaria en el proceso
de la lectura, es una herramienta y un recurso a ser usado. Pero al principio debemos priorizar
el silencio y la introspección, sin aferrarnos a cualquier idea que ande dando vueltas, buscando
estar en el momento presente.
Lo importante es reconocer esa tendencia habitual a poner toda nuestra atención en las ideas
que van apareciendo, o a creer en ciertos juicios que realizamos como si fueran definitivos.
Todo esto proviene de la mente, y no podemos ni debemos eliminarlos o silenciarlos. Lo que
debemos hacer es cambiar nuestro foco de atención para priorizar otros aspectos de la mente
y del ser integral que somos, poniendo siempre nuestra intención en la lectura.
Entonces, parte de la práctica de las lecturas no es negar o silenciar la mente, las ideas y los
juicios, sino identificar nuestra relación con esos aspectos. Seguramente los juicios que
aparecen durante una lectura también aparecen en otros aspectos de nuestra vida, y poder
reconocerlos puede servir para llevarlo más allá de las lecturas.
Lo que aconsejamos es tomar una actitud de observación que permita contemplar e integrar
todo lo sucede en el momento presente, ya sean los juicios, las ideas, el ruido interior. Por eso
no hay que forzarse por estar de una manera determinada, o alcanzar un estado específico.
Solo hace falta priorizar y conectar con el silencio y la contemplación cuando sientas que es
necesario, y seguir. Tanto en las lecturas como en otros aspectos de la vida.
Con ejercitación y paciencia se ira haciendo cada vez más fácil cambiar el foco de atención y
ponerse en ese estado de receptividad.

Resumen.
 La técnica de lecturas se basa en los siguientes pasos:
1. Oración de apertura de lectura de Registros Akáshicos.
2. Preguntas
3. Respuestas
4. Oración de cierre de la lectura de registros Akáshicos
 Para nuestro proceso de práctica necesitaremos un cuaderno personal donde registrar
todo nuestros aprendizajes. Funciona como archivo al que podemos recurrir para
revisar nuestro recorrido personal. Así podremos ir corroborando la coherencia de los
mensajes.
 No existen momentos del día específicos ni lugares particulares para realizar lecturas.
El único requisito es estar en conexión con el silencio y darse la posibilidad de disfrutar
del momento y sentirnos seguros.
 La duración de las lecturas personales varía según cada lector y también según en el
momento de práctica que se encuentre. A medida que avancemos en la práctica, las
lecturas se vuelven más fluidas y amplias.
 Las lecturas suceden únicamente en la sintonía del amor y por lo tanto todo lo que
debemos hacer es vibrar en frecuencias similares. La frecuencia del amor incondicional
corresponde al chakra cardiaco y está íntimamente relacionado con la aceptación, la
plenitud, el perdón, la confianza y el disfrute.
 Al sintonizar y ser un recipiente de energía amorosa, nos organizamos internamente
de manera diferente a la que veníamos viviendo, por lo que los problemas, dolores,
conflictos, angustias, se captan desde esta perspectiva del propósito del alma y el
amor.
 El lenguaje de la lectura es simbólico. Esto quiere decir que en el mensaje se siente y
se percibe a través de símbolos, o sea imágenes cargadas de emoción y sentido. Por
ello una de las funciones del lector es recibir el mensaje, para luego desarrollar una
interpretación del mismo.
 Cada experiencia de lectura es distinta y está relacionada con lo que necesitamos.
Debemos conectarnos con el proceso de la manera más receptiva posible para ir
conociéndonos en los modos de realizarlas pero también en sus efectos en nuestra
vida.
 Cuando hacemos una lectura de registros Akáshicos podemos cambiar la precepción
que tenemos sobre nosotros mismos y nuestra vida. De esta manera es que podemos
comprender que una lectura sea “sanadora”.
 Para discernir si la información que recibimos proviene de un pensamiento o del
corazón, debemos sentir que lo que recibimos nos genera paz y plenitud.
 La mente es necesaria en el proceso de la lectura, es un recurso a ser usado. Pero al
principio debemos priorizar el silencio y la introspección, sin aferrarnos a cualquier
idea que ande dando vueltas, buscando estar en el momento presente.

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