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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERU

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS HUMANAS

CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

TAREA ACADEMICA 2
“Situación de los D.D.H.H en República Dominicana”

Trabajo que, como parte del curso de Derechos Humanos, presentan los alumnos del Equipo N° 5

DOCENTE:

ANDRES MUSSOLINE CAYRO

INTEGRANTES:

• Hernández Chire, Arleth Giannina


• Rivadeneira Rodríguez, Claudia Miluska
• Tello Guerrero, Narda Antonella
• Gonzales Astonitas, Milagros Maciel
• Purilla Conislla, Wilson Chande

Arequipa,20 de febrero del 2023


INTRODUCCIÓN

En la actualidad, existe un verdadero edificio de normas que están elaborados a nivel universal como
regional y a la par, se crearon órganos que su principal función es asegurar el respeto de las normas
que los estados internacionales han implantado para la protección de los derechos humanos. Las
Naciones Unidas ha creado una normativa integral, que es un código protegido de manera universal
e internacional, el cual se encuentra en la Carta de las Naciones Unidas y en la DUDH, esto se da con
el fin de establecer a los gobiernos una obligación, de buscar un actuar determinado y de abstenerse
de ciertas acciones, con la finalidad de promover y proteger los derechos donde se ayudará a los
Estados a ejercer sus responsabilidades de manera eficaz. A pesar de ello, existen países que vulneran
los derechos humanos y para ello hablaremos en este informe sobre República Dominicana donde
analizaremos la situación de los derechos humanos con casos que fueron planteados y resueltos por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

República Dominicana es una democracia constitucional, que participó de la creación de la DUDH


(1948) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1959), así también se ratificó en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (19/05/1078). Sin embargo, República
Dominicana fue el Estado que se convirtió en el principal violador de los derechos humanos, esto se
mostró por las constantes denuncias que recibió la Corte IDH, un ejemplo claro fue lo que pasó en el
año 1965 en el que se inició un movimiento revolucionario, denominado Guerra Civil Dominicana,
que afectó la estabilidad del país y provocó la muerte de miles de personas e innumerables violaciones
de los derechos humanos, como, derecho a la vida, libertad y seguridad de las personas, al derecho
de la protección contra el arresto arbitrario e inviolabilidad del domicilio; a consecuencia de ello, se
registraron más de 200 casos de desapariciones y ejecución de personas con golpes y torturas, así
mismo, fue más de 100 casos de daño, destrucción y saqueo de propiedades.

Finalmente, cabe señalar que existieron diversos casos, de los cuales analizaremos solo tres; dichos
casos , se titulan: Caso de González Medina y familiares, Caso de las Niñas Yean y Bosico , y Caso
Nadege Dorzema y otros, en los cuales, vulneran los derechos que están establecidos en los artículos
1(obligación de respetar los derechos),17(protección a la familia), 19(derecho deniño),25(protección
judicial), 4(derecho a la vida),5(derecho a la integridad personal); 7(derecho a la libertad personal),
8(garantías judiciales), 12(libertad de conciencia y de religión), 18(derecho al nombre), 20(derecho a
la nacionalidad), 21(derecho a la propiedad privada ),22(derecho a la circulación y de residencia),
etc, asi tambien como tratados, tales como la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar
la Tortura, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, Convención sobre los Derechos del Niño, Convención Internacional
sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares y
Convención de Belém do Pará , entre otros.

DESARROLLO

En primer lugar, el siguiente caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la
desaparición forzada de Narciso González Medina por parte de agentes militares, así como por la falta
de investigación y sanción de los responsables.

Según la Corte IDH (2019) los derechos violados de la Convención Americana son los siguientes:

Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos.) , Artículo 13 (Libertad de pensamiento y


expresión) , Artículo 17 ( Protección a la Familia) , Artículo 19 (Derecho de niño) , Artículo
2 (Deber de adoptar disposiciones de derecho interno) , Artículo 25 (Protección Judicial) ,
Artículo 3 (Derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica) , Artículo 4 (Derecho a
la vida) , Artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal) , Artículo 7 (Derecho a la libertad
personal) , Artículo 8 (Garantías Judiciales)

Los hechos que acontecieron en el presente caso se refieren al señor González Medina fue un
reconocido activista y crítico del régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo, así como de Joaquín
Balaguer. El señor Narciso González Medina fue desaparecido forzadamente el 26 de mayo de 1994,
sin que se conozca su paradero hasta la presente fecha.

El 28 de mayo de 1994, los familiares del señor González Medina interpusieron una denuncia por su
desaparición ante la Policía Nacional. A partir de entonces se difundió la desaparición por los medios
de comunicación y los familiares recibieron múltiples llamadas telefónicas, comunicaciones
anónimas, “pasquines” y visitas de personas que daban diferentes versiones sobre lo ocurrido al señor
González Medina, con indicaciones de lugar, fecha y hora, en algunas de ellas, indicando que se
encontraba en instalaciones militares o policiales. Se interpusieron una serie de recursos. No obstante,
no se realizaron mayores investigaciones ni se sancionaron a todos los responsables.

En el análisis de fondo la Corte encuentra suficientemente acreditado que el señor Narciso González
Medina fue desaparecido forzadamente el 26 de mayo de 1994, sin que se conozca su paradero hasta
la presente fecha, con base en: (1) el contexto en la época de los hechos; (2) la influencia de Narciso
González Medina en la sociedad dominicana y repercusiones públicas de sus intervenciones y
escritos; (3) el seguimiento al que se vio expuesto el señor González Medina antes de su desaparición;
(4) los testimonios de cuatro personas que declararon haber visto o conocido de la presencia de
Narciso González Medina en dependencias estatales, y (5) la falta de esclarecimiento de los hechos
por parte del Estado. A los efectos y propósitos de la Sentencia de esta Corte, los elementos de
convicción que surgen del acervo probatorio resultan suficientes para arribar a la conclusión de que
Narciso González Medina fue desaparecido forzadamente por la República Dominicana.

El Tribunal considera razonable presumir, con base en los elementos del acervo probatorio, que el
señor González Medina sufrió maltratos físicos y psicológicos mientras se encontraba en custodia
estatal, lo cual fue agravado por la falta de atención a su enfermedad epiléptica, ya que es probable la
imposibilidad de acceso a los medicamentos que necesitaba.

En razón de lo expuesto, el Tribunal considera que el señor Narciso González Medina sufrió tratos
crueles, inhumanos y degradantes cuando se encontraba bajo custodia estatal y, por lo tanto,
configuran una violación de los artículos 5.1 y 5.2 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 del mismo instrumento.

Finalmente, en virtud de todas las consideraciones anteriores, el Tribunal concluye que la República
Dominicana incurrió en responsabilidad internacional por la desaparición forzada de Narciso
González Medina iniciada el 26 de mayo de 1994, sin que se conozca hasta el momento su paradero,
por lo cual violó los derechos reconocidos en los artículos 7, 5.1, 5.2, 4.1, y 3 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del señor Narciso González
Medina.

En cuanto a las reparaciones la Corte IDH dispone que:

El Estado debe continuar y realizar las investigaciones y procesos necesarios, en un plazo razonable,
con el fin de establecer la verdad de los hechos, así como de determinar y, en su caso, sancionar a los
responsables de la desaparición forzada de Narciso González Medina.

El Estado debe efectuar, a la mayor brevedad, una búsqueda seria, en la cual realice todos los
esfuerzos para determinar el paradero del señor Narciso González Medina.

El Estado debe brindar, de forma inmediata, el tratamiento médico y psicológico o psiquiátrico a las
víctimas que así lo soliciten.

El Estado debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional por los
hechos del presente caso.
El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 313, 314, 320 y 329 de la Sentencia de
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, por concepto de indemnizaciones por
daños materiales e inmateriales, y por el reintegro de costas y gastos, en los términos de los referidos
párrafos, así como reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas la cantidad establecida en el
párrafo 332 de la Sentencia de Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.

Finalmente, la Corte IDH ha resuelto de la siguiente manera:

La Corte decide,

Desestimar la excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre incompetencia ratione temporis
en relación con la desaparición forzada y las alegadas violaciones en perjuicio del señor Narciso
González Medina, así como aceptar parcialmente dicha excepción preliminar en lo correspondiente a
las alegadas violaciones en perjuicio de sus familiares, por hechos ocurridos con anterioridad al
reconocimiento de la competencia del Tribunal por parte del Estado.

La Corte declara que,

El Estado es responsable por la desaparición forzada del señor Narciso González Medina y
consiguientemente por la violación de los derechos a la libertad personal, a la integridad personal, a
la vida y al reconocimiento de la personalidad jurídica, protegidos en los artículos 7, 5.1, 5.2, 4.1 y 3
de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del señor
Narciso González Medina, a partir de la fecha del reconocimiento de la competencia de esta Corte
por parte de la República Dominicana.

El Estado es responsable del incumplimiento de su obligación de garantizar los derechos indicados


en el punto declarativo primero, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana y
con los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, en
perjuicio del señor Narciso González Medina, por la ausencia de una investigación efectiva de la
desaparición forzada.

En segundo lugar, se tiene el siguiente caso en particular que aborda la responsabilidad internacional
del Estado por negarse a expedir partidas de nacimiento a Dilucia Oliven Yen y Violetta Bosico Coffi
a través del Registro Civil y las nefastas consecuencias que han tenido para ellas las referidas
circunstancias. Para sustentar podemos decir que, se alegó que la supuesta violación a los derechos
de las niñas Yean y Bosico ocurrió el 5 de marzo de 1997.
La Corte IDH (2019) en su ficha técnica menciona que los derechos que se están vulnerados son las
siguientes:

Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos.) , Artículo 12 (Libertad de conciencia y de


religión) , Artículo 17 ( Protección a la Familia) , Artículo 18 (Derecho al nombre) , Artículo
19 (Derecho de niño) , Artículo 2 (Deber de adoptar disposiciones de derecho interno) ,
Artículo 20 (Derecho a la nacionalidad) , Artículo 21 (Derecho a la propiedad privada) ,
Artículo 24 (Igualdad ante la ley) , Artículo 25 (Protección Judicial) , Artículo 3 (Derecho al
reconocimiento de la personalidad jurídica) , Artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal)
, Artículo 8 (Garantías Judiciales).

El Estado presupone la admisión del derecho del Tribunal a resolver cualquier controversia relativa
a su jurisdicción.
El hecho comenzó el 5 de marzo de 1997, cuando comparecieron ante el juez de instrucción de Sabana
Grande de Boyá la madre de Violeta Bosico, de 10 años, y la prima de su madre, Dilcia Yean, de 12.
Arrozales. Solicitar registro tardío de nacimiento. Las niñas nacieron en República Dominicana y son
de ascendencia haitiana. – Se denegó el registro de la niña a pesar de los documentos requeridos. A
pesar de presentar una denuncia en nombre de las niñas, esta fue desestimada. Para sustentar podemos
decir que El Estado adoptó diferentes posturas durante el trámite del caso ante el sistema
interamericano de protección de los derechos humanos.
La CIDH (2019) menciona que:
Esta situación refleja que en la República Dominicana no existe un criterio uniforme para la
exigencia y aplicación de los requisitos para la inscripción tardía de nacimiento de los
menores de 13 años de edad. En consideración del deber del Estado de otorgar la
nacionalidad a quienes nacieron en su territorio, la República Dominicana debió adoptar
todas las medidas positivas necesarias para garantizar que Dilcia Yean y Violeta Bosico,
como niñas dominicanas de ascendencia haitiana, pudieran acudir al procedimiento de
inscripción tardía en condiciones de igualdad y no discriminación y ejercer y gozar en
plenitud su derecho a la nacionalidad dominicana.

De acuerdo a los hechos del presente caso, las niñas Dilcia Yean y Violeta Bosico nacieron en la
República Dominicana, el 15 de abril de 1996 y el 13 de marzo de 1985, respectivamente, y ahí han
vivido y crecido. Igualmente, sus madres, las señoras Leonidas Oliven Yean y Tiramen Bosico Cofi,
son de nacionalidad dominicana y han vivido en la República Dominicana, y los padres de las niñas
son haitianos. Asimismo, el Estado debe garantizar que, en el momento del registro, la persona sea
inscrita con el nombre elegido por sus padres, sin restricción de derechos ni interferencia en la
decisión de elegir un nombre. Una vez registrada una persona, se debe garantizar su capacidad para
conservar y restaurar su nombre y apellido. Los apellidos y nombres de pila son fundamentales para
establecer formalmente los vínculos de varios miembros de la familia con la sociedad y el Estado,
pero la República Dominicana no los garantiza a las niñas Yen y Bosico.

El Estado alegó que los recursos internos más apropiados en este caso eran los recursos jerárquicos
presentes en el derecho administrativo, y las víctimas no ejercieron plenamente su derecho a solicitar
la revisión previa. Además, desde 1978 ninguna víctima ha interpuesto un recurso de
inconstitucionalidad contra la denegación de regla de los derechos.

El Estado alegó el 1 de noviembre de 1999 que la Comisión estaba dispuesta a llegar a una solución
amistosa, un procedimiento aceptable para la República Dominicana por las partes. Por lo tanto, el
proceso de solución no terminó con el acuerdo expreso de las partes de cerrar el caso. En
consecuencia, el tribunal desestimó la segunda excepción preliminar interpuesta por el Estado.

La Corte estima necesario resaltar que, si bien la denegación de la solicitud de inscripción tardía de
nacimiento en el registro civil de las niñas ocurrió el 5 de marzo de 1997 y la decisión del Procurador
Fiscal que confirmó dicha denegación fue dictada el 20 de julio de 1998, ambos hechos determinaron
que las niñas Dilcia Yean y Violeta Bosico estuviesen sin nacionalidad hasta el 25 de septiembre de
2001. Consecuentemente, dicha denegación persistió después del 25 de marzo de 1999, fecha de
reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte por la República Dominicana, razón por
la cual este Tribunal afirma su competencia para conocer de dicha denegación.

Tenemos como conclusión que el Estado debe organizar una acción pública en un plazo de seis meses
para reconocer la responsabilidad internacional y pedir disculpas a las víctimas Dilucia Yen y Violeta
Bosico, Leonidas Oliben Yen, Tiramen Bosiko Kofi y Teresa Tuscent Mena. Difundido en los medios
de comunicación (radio, prensa, televisión). Las acciones antes mencionadas tienen un efecto
satisfactorio y sirven como garantía de no repetición.
Estado debe pagar los daños inmateriales, los montos, beneficios, indemnizaciones y costas
determinados en el párrafo 226 del recurso preliminar, y los montos determinados son las mismas
sentencias para la joven Púrpura Bosico.
La corte sostuvo el Estado violó los derechos a la nacionalidad y a la igualdad ante la ley consagrados,
respectivamente, en los artículos 20 y 24 de la Convención Americana, en relación con el artículo 19
de la misma, y también en relación con el artículo 1.1 de este instrumento, en perjuicio de las niñas
Dilcia Yean y Violeta Bosico, en los términos de los párrafos 131 a 174 de la presente Sentencia.
Para sustentar podemos definir que el Estado violó los derechos al nombre y al derecho al
reconocimiento de la personalidad jurídica consagrados, respectivamente, en los artículos 3 y 18 de
la Convención Americana, en relación con el artículo 19 de la misma, y también en relación con el
artículo 1.1 de este instrumento, en perjuicio de las niñas Dilcia Yean y Violeta Bosico, en los
términos de los párrafos 131 a 135 y 175 a 187 de la presente Sentencia. El Estado violó el derecho a
la integridad personal consagrado en el artículo 5 de la Convención Americana, en relación con el 1.1
de la misma, en perjuicio de las señoras Leonidas Oliven Yean, Tiramen Bosico Cofi y Teresa Tucent
Mena, en los términos de los párrafos 205 a 206 de la presente sentencia.

Por último, se tiene un caso emblemático en el año 2000 sobre la responsabilidad internacional del
Estado por la muerte y afectaciones a la integridad de migrantes haitianos por parte de agentes
militares. Asimismo, se puso en conocimiento que existió una falta de investigación de los hechos
suscitados. Por consiguiente, este caso (Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana) fue
llevado a la Corte Interamericana de los Derechos Humano para que se tomen decisiones con respecto
a este tema.

Según la Corte IDH (2019) los derechos violados de la Convención Americana son los siguientes:

Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos), Artículo 2 (Deber de adoptar disposiciones


de derecho interno), Artículo 22 (Derecho de circulación y de residencia), Artículo 24
(Igualdad ante la ley) , Artículo 25 (Protección Judicial) , Artículo 4 (Derecho a la vida) ,
Artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal) , Artículo 7 (Derecho a la libertad personal) ,
Artículo 8 (Garantías Judiciales).

Los hechos que sucedieron, se han relatado de manera clara y concisa para ver que exactamente
sucedió. Todo comenzó cuando 30 haitianos, entre ellos un menor de edad y una mujer embarazada
ingresaron a territorio dominicano. Luego de haber pasado por dos puestos de control, en este último
se encontraban cuatro militares pertenecientes al Destacamento Operativo de Fuerza Fronteriza
abordaron su patrulla e iniciaron la persecución del vehículo que no se había detenido. Por ello,
decidieron los militares realizar disparos al camión en movimiento. Posteriormente, el camión se
volcó a orillas de la carretera. Donde lamentablemente un grupo de personas personas fallecieron
producto del accidente y por los disparos de los militares. Varias personas fueron trasladadas al
hospital, pero se dio la atención médica de manera precario, días después todos esos sobrevivientes
quedaron detenidos y llevados a un cuartel militar donde recibirían una serie de amenazar de
explotarlos laboralmente o sino tenían que pagar una cantidad de dinero de manera ilegal. El 5 de
marzo de 2004 el Consejo de Guerra de Primera Instancia emitió sentencia en el proceso penal militar
contra los agentes involucrados en los hechos, en la cual se encontraron culpables de homicidio a dos
personas y se les condenó a cinco años de prisión.

Ante todo, esto, se derivó a la Corte IDH años después donde la misma sacaría un informe detallando
un análisis profundo del tema y la responsabilidad que se tenían que asumir ante estos hechos.Se
señalo que el Estado no cumplió con su obligación de garantizar los derechos a la vida y a la
integridad personal mediante una adecuada legislación sobre el uso de la fuerza, donde los militares
que llevaron a cabo el operativo hicieron el uso indiscriminado de sus armas ,donde según varias
leyes solo pueden usarlo en caso de peligro inminente a su vida. En este sentido debe dotar a los
agentes de distintos tipos de armas, municiones y equipos de protección que le permitan adecuar
materialmente su reacción de forma proporcional a los hechos en que deban intervenir, restringiendo
en la mayor medida el uso de armas letales que puedan ocasionar lesión o muerte.

Con respecto a esto la Corte IDH señala lo siguiente:

No se acreditó la legalidad ni absoluta necesidad que motivara accionar la fuerza letal


durante la persecución, ya que no se estaba repeliendo una agresión o peligro inminente.
Como consecuencia, la grave situación ocasionada fue el resultado, al menos negligente, del
uso desproporcionado de la fuerza imputable al Estado por el actuar de los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley. Asimismo, la Corte observa que, en el contexto de
discriminación contra migrantes, el uso de la fuerza desmedido en el caso, demostró la falta
de implementación de medidas razonables y adecuadas para lidiar con esta situación en
perjuicio de este grupo de personas haitianas.

La Corte ha establecido que cuando los agentes estatales emplean la fuerza ilegítima,
excesiva o desproporcionada, como en el presente caso, dando lugar a la pérdida de la vida,
se considera una privación arbitraria de la misma. Como consecuencia, las muertes de cuatro
personas por disparos de arma de fuego, ocasionadas durante la persecución del vehículo
(…), constituyen privaciones arbitrarias de la vida, atribuibles al Estado en perjuicio de Fritz
Alce, Ilfaudia Dorzema, Nadege Dorzema y Máximo Rubén de Jesús Espinal. (…)
La Corte encontró probado (…) que los detenidos recolectaron dinero, se lo dieron a los
agentes militares, y en horas de la tarde del 18 de junio de 2000 fueron trasladados al poblado
de Quanaminthe (Wanaminthe), en Haití. Al respecto, la Corte resalta que la referida
privación de libertad no fue registrada o justificada formalmente en ninguna oportunidad.
Además, el traslado de los migrantes desde el DOIF de Montecristi al cuartel militar de
Dejabón no fue autorizado por orden escrita y motivada, y en ningún momento los detenidos
fueron puestos en presencia de una autoridad competente, en este caso el Inspector o el
director general de Migración, como requería la Constitución vigente.

Además, se ve que ha habido una especie de impunidad en el fuero militar, donde la misma CIDH
señala que no es la vía idónea para dar sanciones correspondientes a los delitos cometidos. Donde
tendrían que ser llevados es al derecho penal donde se llevara a cabo una serie de investigaciones para
dar las sanciones que corresponda por la gravedad de los delitos que se cometió en el año 2000.

Asimismo, la corte ha mencionado que el estado de Republica Dominicana no respeto ni garantizo


sin discriminación los derechos de este grupo de migrantes haitianos violando así puntos importantes
de lo que regula el derecho internacional y la Convención Americana. Al no darse las garantías del
debido proceso y darse un trato denigrante a las personas que fallecieron. Por último, se decidió
declarar de responsable a este estado de violar diversos derechos humanos contenidos en esta
convención donde los más destacables son el derecho a la vida, derecho a la integridad personal,
derecho a la libertad personal por las detenciones arbitrarias y de garantías judiciales. Por ello, el
Estado debe reabrir la investigación de los hechos del caso, a fin de individualizar, juzgar y, en su
caso, sancionar a todos los responsables de tales hechos y determinar el paradero de los cuerpos de
las personas fallecidas, repatriarlos y entregarlos a sus familiares, en el plazo de un año a partir de la
notificación de la sentencia.

Esto nos da una reflexión de que en pleno inicio del siglo XXI se suscitaron muchos casos de graves
violaciones de D.D.H.H en el estado de República Dominicana donde han pasados cosas muy graves
en sus contexto histórico y cultural, donde muchas veces migrantes de países vecinos son tratados de
manera inhumana y donde se pierde uno de los derechos mas valiosos ,el derecho a la vida .Esto hace
que el estado tome en cuenta lo que se ha suscitado a lo largo de las décadas y que se pueda fortalecer
el mecanismo de protección de los derechos fundamentales no solo de sus ciudadanos, sino también
de cualquier ser humano.
CONCLUSIONES

Para finalizar reconocemos las siguientes conclusiones:

En el primer caso: La Corte declara que, el Estado de República Dominicana es responsable por la
desaparición forzada del señor Narciso González Medina, por ello sostuvo que la desaparición
forzada viola el derecho a la integridad física, ya que sufrió tratos crueles que degradan la vida
humana, por consiguiente, se le debe de realizar un pago por indemnización por daños materiales e
inmateriales, entre otros.

Segundo caso: La responsabilidad internacional del Estado por la negación de la emisión de las actas
de nacimiento a favor de las niñas Dilcia Oliver Yean y Violeta Bosico Cofi a través del Registro
Civil, generaron terribles consecuencias con ello la vulneración los derechos a la nacionalidad, a la
igualdad ante la ley y a tener una identidad, en definitiva, el Estado Republicano deberá de realizar
un acto público asumiendo la responsabilidad internacional y una petición de disculpas por la falta
grave atentando a un fundamental derecho.

Tercer caso: La responsabilidad internacional del Estado por la muerte y afectación a la integridad de
migrantes haitianos por parte de agentes militares, en efecto la Corte reconoció que el uso ilegal y
excesivo de la fuerza por parte de los agentes del Estado dan como resultado la pérdida de la vida lo
que conlleva a la privación arbitraria de la vida, sin embargo, la Corte consideró que el Estado violó
puntos importantes de lo que regula el derecho internacional y la Convención Americana vulnerando
así el derecho a las garantías judiciales y a la protección jurídica, así como a la vida y la integración
de las personas.

Finalmente, podemos destacar que el Estado de Republica Dominicana ha aportado mucho a la


realización de los Derechos Humanos pero también ha vulnerado a gran escala a los mismos,
evidenciados en los casos presentados respectos a tortura y otros tratos crueles relacionados con temas
judiciales y penales, pero más que todo, lo que tenemos que tener en cuenta es que los ciudadanos
Republicanos y Haitianos están acostumbrados a los maltratos realizados y a que se violenten
constantemente sus Derechos Humanos que están garantizados por la constitución y por la
convenciones que dicho país pertenece, donde se demuestra que no solo el estado perjudica los
derechos, sino todos los poderes del estado que ven más que todo sus intereses que por la salud o
bienestar de la ciudadanía y que esto viene siendo un problema grave y sumamente preocupante para
toda la población que tienen que salir afuera de su país para buscar mejores condiciones de vida
aunque ponga en peligro su vida.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

SECCIÓN A: DATOS DEL CASO Nombre del caso Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República
Dominicana Víctima(s) Grupo de migrantes haitianos. (2019). Corteidh.or.cr. Recuperado el 18 de
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De, S., García Ramírez, S., Alirio, P.; Burelli, A., Jackman, O., Trindade, AAC, & Robles, MEV
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