Está en la página 1de 10

elDial.

com Jurisprudencia Doctrina Legislación Modelos de escritos elDialExpress Liquidador laboral  Tienda 

 (5411) 4371-2806

Doctrina Abril  23, 2023


Inicio / Doctrina

Doctrina iud carolina 

RESUMEN DE LA DOCTRINA VOLVER >

Una aproximación a la noción de consumidor en la Unión Europea


Por Sara L. Feldstein de Cárdenas y Luciana B. Scotti

“En el presente artículo, nuestro objetivo es analizar la noción de consumidor en la Unión Europea. Para ello, estudiaremos,
principalmente, las normas comunitarias dedicadas a la protección de los consumidores y usuarios, y la jurisprudencia del
Tribunal de Justicia de la UE en la materia, así como las legislaciones de los países miembros, para buscar similitudes y
diferencias. Finalmente, realizaremos nuestras conclusiones sobre los avances logrados y las asignaturas pendientes.”
Citar: elDial.com - DC17F4

Publicado el 23/03/2012
Copyright 2023 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumán 1440 (1050) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires -
Argentina

TEXTO COMPLETO

Una aproximación a la noción de consumidor en la Unión Europea(*)

Por Sara L. Feldstein de Cárdenas** y Luciana B. Scotti *** 


Resumen:
elDial.com
  Jurisprudencia Doctrina Legislación Modelos de escritos elDialExpress Liquidador laboral  Tienda 
En el presente artículo, nuestro objetivo es analizar la noción de consumidor en la Unión Europea. Para ello, estudiaremos, principalmente, las normas
comunitarias dedicadas a la protección de los consumidores y usuarios, y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE en la materia, así como las
legislaciones de los países miembros, para buscar similitudes y diferencias. Finalmente, realizaremos nuestras conclusiones sobre los avances logrados y
las asignaturas pendientes.-
 
Palabras clave:
Consumidor – Unión Europea – Integración jurídica – Armonización.-
 
Abstract:
In this paper, we aim to analyze the notion of consumer in the European Union. We studied, mainly, the Community rules about consumers and users
protection, and the jurisprudence of the Court of Justice of the EU, as well as the laws of member states to search similarities and differences. Finally, we will
make our conclusions on the progress achieved and pending issues.-
 
Key words:
Consumer - European Union - Legal integration - harmonization.-
 
Sumario:
 
I. Introducción. II. La integración jurídica en la Unión Europea. III. El modelo de protección del consumidor en la Unión Europea. IV. Noción de consumidor en
la Unión Europea. 1. Situación normativa en la Unión Europea. 2. La noción de consumidor en la Jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE. 3. La
noción de consumidor en las legislaciones de los Estados miembros de la UE. V. Reflexiones finales.-
 
I. Introducción
 
1. En tiempos posmodernos, la protección de los consumidores ha dejado de ser un objetivo exclusivamente nacional. En este sentido, conviene
recordar que el concepto de postmodernidad (postmodernismo, post modernización, postmoderno), expresión muy empleada en el área de las ciencias
sociales que ha sido “traída de la mano de las escuelas arquitectónicas que querían superar el frío racionalismo y funcionalismo moderno, para denotar
una época de especial complejización, fragmentación y borrosidad de nuestra estructura social”[1].-
 
2. Tal como describe la Profesora Lima Marques: “Con la apertura de los mercados a productos y servicios extranjeros, con la creciente integración
económica, la regionalización del comercio, las facilidades del transporte, el turismo masivo, el crecimiento de las telecomunicaciones, de la conexión en
red de computadoras, del comercio electrónico, es imposible negar que el consumo ya sobrepasa las fronteras nacionales. Los bienes extranjeros están
en los supermercados, los servicios son ofrecidos por proveedores con sede en el exterior, a través del telemarketing, de la televisión, la radio, la
internet, la publicidad de masas cotidiana para la mayoría de los ciudadanos de nuestras metrópolis regionales. Ya no es necesario viajar, ser un
consumidor activo, un consumidor turista, ni trasladarse para ser consumidor, contratando en forma internacional o relacionándose con proveedores de
otros países”. En definitiva, “consumir en forma internacional es típico de nuestra época”.[2]
 
3. En efecto, la autora destaca que no hay nada más posmoderno que las relaciones virtuales, desmaterializadas, que involucran a una pluralidad de
agentes, típicas de la sociedad de la información, fluidas, rápidas, visuales, interactivas, simultáneas, despersonalizadas, y, a su vez, globalizadas y
culturalmente niveladas, atemporales, internacionales, desterritorializadas, típicas de la economía pos - fordista, de servicio, de hacer, de lo inmaterial, lo
desregulado, lo tercerizado, lo individual.[3]
 
4. Así, la protección del consumidor se inserta en este contexto como válvula de escape de los conflictos posmodernos, pues representa jurídicamente la
garantía de una norma mínima de seguridad y adecuación de los servicios y productos, nacionales o importados, comercializados en los mercados
abiertos de hoy.[4] La necesidad de normas claras que regulen las relaciones que se desarrollan en el espacio virtual es aún más notoria cuando de
aquéllas participan “ciberconsumidores”.-
 
5. Teniendo en cuenta ello, la Unión Europea se ha ocupado en numerosas normas de la protección de los consumidores en general y en los últimos
años, se ha abocado al reconocimiento y garantía de sus derechos cuando opera en Internet. Desde esta perspectiva, la consolidación del mercado
interior, la creación de un espacio donde se garantiza la libre circulación de las mercaderías, las personas, los servicios y los capitales, ha lanzado al
consumidor a comprar bienes o contratar servicios, para su uso particular, sea en otro Estado de la UE, bien porque se ha desplazado a ese país para
realizar la transacción, o porque el proveedor o vendedor, establecido en otro país de la UE, ha dirigido su oferta comercial al país de residencia del
consumidor.-
 
II. La integración jurídica en la Unión Europea
 
6. Al día de hoy, en la Unión Europea, existe una marcada tendencia hacia la “comunitarización” del Derecho Internacional Privado. Sin embargo, ello no
fue así desde un principio, sino que cobró impulso recién a partir de la entrada en vigor del Tratado de Amsterdam, el 1° de mayo de 1999.-
 
7. En efecto, el artículo 3 inciso H del Tratado de Roma del 25 de marzo de 1957 (en vigor desde el 1° de enero de 1958) se limitaba a enunciar dentro
de la acción comunitaria “la aproximación de las legislaciones nacionales en la medida necesaria para el funcionamiento del mercado común”.-
 
8. Según expresa Esplugues Mota, “en la medida en que en el marco de un mercado único van a desarrollarse esencialmente, operaciones y
transacciones reguladas por reglas de Derecho Privado es imprescindible lograr la armonización de las mismas para coadyuvar a la consecución de los
objetivos económicos deseados”.[5]
 
9. En igual sentido, se pronuncia Feldstein de Cárdenas: “… Se trata de una función subordinada a las necesidades del mercado común, de tal modo
que la aproximación no se erige en un fin en sí mismo sino que está al servicio de otras acciones para el logro de los objetivos del área integrada”.[6]
 
10. Tal como podemos apreciar el Tratado de Roma hacía referencia a la “aproximación” de legislaciones, un proceso de armonización de índole mucho
más restringida, limitada respecto de cualquier tentativa de unificación de normas a nivel comunitario.-
 

11. Asimismo, el Tratado de Roma disponía que los Estados Miembros entablaran negociaciones para asegurar a favor de sus nacionales la
elDial.com Jurisprudencia
simplificación DoctrinaparaLegislación
de las formalidades Modelosydeejecución
el reconocimiento escritos de
elDialExpress
sentencias yLiquidador laboral
laudos arbitrales.  Tienda
Bajo este paraguas, fue celebrada 
la célebre
Convención de Bruselas de 1968 sobre Competencia Judicial, Reconocimiento y Ejecución de Decisiones en materia Civil y Mercantil. En 1988, se
celebra el Convenio de Lugano sobre la misma cuestión con Estados europeos no Miembros. A su turno, en 1980, se firmó el Convenio de Roma sobre
Ley aplicable a las Obligaciones Contractuales. También podemos mencionar al Convenio de Bruselas sobre procedimientos de insolvencia de 1995,
que, sin embargo, nunca llegó a entrar en vigencia.-
 
12. No obstante, tratándose de tratados internacionales, requerían la ratificación de los Estados Miembros y con la progresiva ampliación de la Unión, se
debían celebrar convenios de adhesión. Además, debían contar con un Protocolo de interpretación para poder ser interpretados por el Tribunal de
Luxemburgo.-
 
13. Por otra parte, el instrumento propiamente comunitario utilizado en este contexto fueron las Directivas, generando, según un importante sector de la
doctrina, serias dificultades e inseguridad jurídica, en primer lugar porque la directiva no excluye el pluralismo normativo y en segundo lugar, porque es
susceptible de transposiciones incorrectas, incompletas, o tardías. [7]
 
14. Las Directivas son normas comunitarias de derecho derivado, que gozan de primacía en relación con las normas de derecho interno de los Estados
miembros de la UE, pero los obligan en cuanto al resultado que debe conseguirse. No obstante, son las autoridades nacionales quienes eligen la forma
y los medios para ello.-
 
15. Para que los objetivos contemplados en la directiva tengan efecto para los ciudadanos es preciso que el legislador nacional proceda a un acto de
transposición, mediante el cual el Derecho nacional se adapta a los objetivos determinados en la Directiva. Es este acto jurídico que da lugar a la
transposición de la directiva al Derecho nacional el que en esencia confiere derechos e impone obligaciones al ciudadano.-
 
16. Por lo tanto, existe una obligación de transposición en el plazo establecido por la directiva. A tales fines, los Estados miembros elegirán las
modalidades internas más adecuadas para garantizar la eficacia del Derecho comunitario. Las directivas deben transponerse mediante disposiciones
jurídicas vinculantes internas que satisfagan los criterios de seguridad y claridad jurídicas y que no sirvan de justificación para el individuo de una
situación jurídica reclamable.-
 
17. Sin embargo, si bien, en principio, las directivas no son directamente aplicables, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) ha
decidido que excepcionalmente las disposiciones de una directiva también pueden ser directamente aplicables en un Estado miembro, sin necesidad de
un acto de transposición previo de un Estado miembro (jurisprudencia constante desde Rec. 1970, 1213 y sig.) cuando 1) el plazo de transposición haya
vencido y la directiva no haya sido traspuesta o lo haya sido deficientemente; 2) las disposiciones de la directiva sean de contenido suficientemente
claro, y 3) las disposiciones de la directiva confieran derechos al ciudadano individual. De acuerdo con ello, si se reúnen estas condiciones, el ciudadano
puede remitirse a las disposiciones de la directiva frente a cualquier órgano del poder público (efecto directo vertical).-
 
18. Además, según la jurisprudencia del TJCE ("Francovich", Rec. 1991, 5357 y sig.), el ciudadano tendrá derecho a reclamar una indemnización de
daños y perjuicios al Estado si 1) la directiva está destinada a conferir derechos al individuo, 2) el contenido de los derechos puede determinarse sobre
la base de la directiva, y 3) existe relación causal entre la no observancia de la obligación de transposición y el perjuicio causado al individuo. La
responsabilidad del Estado miembro no requiere determinación de culpa. Cuando un Estado miembro tenga poderes discrecionales a la hora de
trasponer la legislación, la violación debe ser considerada, además de los tres criterios antes mencionados, como transposición insuficiente o
inexistente, es decir, considerable y evidente (TJCE, Brasserie du Pêcheur/Factortame, de 5 de marzo de 1996, Asuntos 46/93 y 48/93, Rec. I-1029)[8].-
 
19. Por su parte, el Tratado de la Unión Europea (Maastricht, del 7 de febrero de 1992, en vigor desde el 1° de noviembre de 1993); en particular, el
Título VI relativo a la cooperación en los ámbitos de la justicia y de los asuntos de interior, en su artículo K.1.6 hizo expresa referencia a la cooperación
judicial en materia civil como cuestión de interés común de los Estados miembros para la realización de los fines de la Unión. A este respecto el artículo
K.3.2 establece que se podrá, “sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 220 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, celebrar convenios
recomendando su adopción a los Estados miembros según sus respectivas normas constitucionales”. Tales convenios “podrán disponer que el Tribunal
de Justicia sea competente para interpretar las disposiciones de los mismos y dictar sentencias en los litigios relativos a su aplicación, de conformidad
con las modalidades que puedan haber establecido”.-
 
20. Pero el gran impulso lo brinda recién el título IV del Tratado de Amsterdam del 2 de octubre de 1997, en vigor desde el 1° de mayo de 1999, que
habilita al Consejo de la Unión Europea para adoptar medidas en el ámbito de la cooperación judicial en materia civil y penal con alcance transfronterizo
para contribuir al funcionamiento correcto del mercado interior, con especial énfasis en visados, asilos, inmigración y otras cuestiones vinculadas a la
libre circulación de personas.-
 
21. En efecto, una de las innovaciones más importantes del Tratado de Amsterdam en relación al tema que nos ocupa es que por primera vez se
introdujo una mención expresa a las normas sobre conflicto de leyes y de jurisdicciones, así como el desplazamiento de la cooperación judicial en
materia civil desde el tercer pilar (anterior Título VI TUE, relativo a la cooperación en los ámbitos de la justicia y de los asuntos de interior) hasta el
dominio estrictamente comunitario.[9]
 
22. Desde entonces, “este sector, que tradicionalmente se entendía como una materia de pura cooperación entre los Estados, se convierte ahora, tras el
Tratado de Amsterdam, en una competencia comunitaria no exclusiva, incluyendo además, no sólo el sector del reconocimiento y ejecución de
resoluciones judiciales extranjeras, sino también de forma genérica, y por primera vez, el de los conflictos de leyes y de jurisdicción”. [10]
 
23. La base jurídica del desarrollo del Derecho Internacional Privado Comunitario europeo son principalmente los artículos 61 y 65 del Título IV sobre
visados, asilo, inmigración y otras políticas relacionadas con la libre circulación de personas.-
 
24. El artículo 61 dispone: “A fin de establecer progresivamente un espacio de libertad, de seguridad y de justicia, el Consejo adoptará:
a. En un plazo de cinco años a partir de la entrada en vigor del Tratado de Amsterdam, medidas destinadas a garantizar la libre circulación de personas
de conformidad con el artículo 14, conjuntamente con las medidas de acompañamiento directamente vinculadas con aquélla y relativas a los controles
en las fronteras exteriores, el asilo y la inmigración, de conformidad con lo dispuesto en los puntos 2 y 3 del artículo 62, en la letra a) del punto 1 y en la
letra a) del punto 2 del artículo 63, así como medidas para prevenir y luchar contra la delincuencia de conformidad con lo dispuesto en la letra e) del
artículo 31 del Tratado de la Unión Europea;
b. Otras medidas en los ámbitos del asilo, la inmigración y la protección de los derechos de los nacionales de terceros países, de conformidad con lo 
dispuesto en el artículo 63;
c. Medidas en el ámbito de la cooperación judicial en materia civil, de conformidad con el artículo 65;
elDial.com Jurisprudencia
d. Medidas adecuadas para Doctrina
fomentar eLegislación Modelos
intensificar la de escritos
cooperación elDialExpress
administrativa, Liquidador con
de conformidad laboral
el artículo 66;  Tienda 
e. Medidas en el ámbito de la cooperación policial y judicial en materia penal destinadas a garantizar un alto grado de seguridad mediante la prevención
y la lucha contra la delincuencia dentro de la Unión, de conformidad con lo dispuesto en el Tratado de la Unión Europea.” (el destacado nos pertenece)
 
25. Por su parte, el artículo 65 reza: “Las medidas en el ámbito de la cooperación judicial en materia civil con repercusión transfronteriza que se adopten
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 67 y en la medida necesaria para el correcto funcionamiento del mercado interior, incluirán:
a. Mejorar y simplificar:
-    El sistema de notificación o traslado transfronterizo de documentos judiciales y extrajudiciales;
-    La cooperación en la obtención de pruebas;
-    El reconocimiento y la ejecución de resoluciones en asuntos civiles y mercantiles, incluidos los extrajudiciales;
b.Fomentar la compatibilidad de las normas aplicables en los Estados miembros sobre conflictos de leyes y de jurisdicción;
c.  Eliminar obstáculos al buen funcionamiento de los procedimientos civiles fomentando, si fuera necesario, la compatibilidad de las normas de
procedimiento civil aplicables en los Estados miembros.” (el destacado nos pertenece)
 
26. En definitiva, la principal consecuencia que se deriva de esta reforma “es que la adopción de medidas en el ámbito de la cooperación judicial en
materia civil pasa a ser competencia comunitaria (art. 65 TCE), lo que significa que el Consejo de la Unión podrá adoptar actos plenamente vinculantes,
y controlables por el Tribunal de Justicia.”[11]
 
27. A tales fines, la UE optó principalmente por el Reglamento para elaborar normas comunitarias y uniformes de Derecho Internacional Privado.
Ejemplos son el Reglamento (CE) N° 2201/2003 relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia
matrimonial y de responsabilidad parental; el Reglamento (CE) N° 44/2001 relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de
resoluciones judiciales en materia civil y mercantil (Bruselas I), el Reglamento (CE) N° 1348/2000 relativo a la notificación de los actos judiciales y
extrajudiciales en materia civil y comercial, el Reglamento (CE) N° 1346/2000 sobre los procedimientos de insolvencia, el Reglamento (CE) N° 120/2001
sobre la cooperación interjurisdiccional en el campo de la obtención de pruebas en materia civil y comercial en el extranjero, el Reglamento (CE) N°
743/2002 por el que se establece un marco general comunitario de actividades con el fin de facilitar la cooperación judicial en materia civil, el
Reglamento (CE) N° 805/2004 por la que se crea un título ejecutivo europeo para créditos no impugnados, y los más recientes: el Reglamento (CE) N°
864/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de julio de 2007 relativo a la ley aplicable a las obligaciones extracontractuales (Roma II) y el
Reglamento (CE) Nº 593/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de junio de 2008 sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales
(Roma I).-
 
III. El modelo de protección del consumidor en la Unión Europea
 
28. La UE está comprometida a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Dada la apertura de las fronteras al comercio gracias al mercado único y
la moneda única, y ante el creciente uso de Internet, el auge del comercio electrónico y la expansión del sector de servicios, la protección del
consumidor se ha convertido en un imperativo para la Unión.-
 
29. Con el paso del tiempo, se han ido introduciendo medidas que protegen los intereses generales del consumidor en ámbitos tan variados como los
siguientes: prácticas empresariales leales, publicidad engañosa y comparativa, indicadores y etiquetado de precios, cláusulas contractuales abusivas,
venta a distancia y a domicilio multipropiedad y vacaciones combinadas; derechos de los viajeros.-
 
30. Sin embargo, la protección de los intereses del consumidor no fue consideraba inicialmente una política comunitaria. En efecto, el Tratado de Roma
de 1957, fundacional de la Comunidad Económica Europea, se centraba en la idea de la armonización económica a través de la realización del mercado
común europeo, sin referirse de forma directa al tema de la protección al consumidor[12].-
 
31. Recién durante la Cumbre de París, de octubre de 1972, los jefes de Estado y de Gobierno decidieron encomendar a la Comisión Europea la
elaboración de un programa de política estratégica sobre el consumo así como la creación, en 1973, del Comité Consultivo del Consumidor.-
 
32. El primer Programa de protección de los consumidores fue adoptado en el año 1975, con el fin de “mejorar la calidad de vida” de los ciudadanos
europeos. Enunciaba un catálogo de cinco derechos fundamentales de los consumidores: 1) el derecho a proteger la salud y la seguridad, 2) el derecho
a proteger los intereses económicos, 3) el derecho a reparación, 4) el derecho a la información y a la educación, 5) el derecho a representación (derecho
a ser oído).-
 
33. De esta manera, comenzaron a sucederse programas que aunque no tenían carácter vinculante, contribuyeron al desarrollo de la defensa del
consumidor al definir la dirección del desarrollo de la política sobre el consumidor. En ellos, se advierte un aumento progresivo en el nivel de protección
de los consumidores.-
 
34. Un paso significativo, en aras a la protección de los consumidores de la UE, fue la introducción en el Tratado de Roma del Artículo 100a, lo que se
logró a través del Acta Única Europea de 1987 (AUE). Dicha norma impone sobre la Comisión Europea el requisito de adoptar un alto nivel de protección
del consumidor con respecto a las actividades que les conciernen. El estándar de protección al consumidor en el Artículo 100a del AUE estaba referido a
las actividades legislativas de la Comunidad que tenían por objetivo la armonización de las leyes nacionales de los Estados Miembros que afectan el
funcionamiento adecuado del mercado interno. Posteriormente, con el Tratado de Maastricht de 1992, se reconoció como una política autónoma. En
efecto, introdujo el “Título XI: Protección del Consumidor” que crea el marco jurídico para las iniciativas legislativas de la Comunidad con el fin de
disponer de un alto nivel de protección jurídica para el consumidor, como se menciona en el Artículo 129a (1) del mencionado Tratado. La nueva norma
reconoce, asimismo, que los postulados de protección del consumidor deberían tomarse en cuenta en el proceso de realización de otras políticas y
actividades comunitarias que lleven a completar el mercado interno, así como a través de apoyar y complementar las actividades de los Estados
Miembros con respecto a la protección de la salud, la seguridad, los intereses económicos y la información del consumidor.-
 
35. La inclusión en el Tratado de Amsterdam, de una nueva disposición en el Título XIV: el Artículo 153, extendió el alcance de la protección del
consumidor, ya que le brindó a la Comunidad el derecho a adoptar, además de medidas de promoción, los instrumentos legislativos que le permitan
brindar una política de consumidores autónoma.-
 
36. El instrumento utilizado con absoluta preferencia en materia de protección del consumidor han sido las Directivas, con los alcances que enunciamos
sobre esta norma. Las más relevantes que podemos enumerar son: 
·  Directiva del Consejo 85/577/CEE del 20 de diciembre de 1985 para proteger al consumidor con respecto a los contratos que se negocian fuera de los
elDial.com Jurisprudencia
establecimientos Doctrina Legislación Modelos de escritos elDialExpress Liquidador laboral
mercantiles.-  Tienda 
·    Directiva del Consejo 87/102/CEE del 22 de diciembre de 1986 para aproximar las leyes, reglamentaciones y disposiciones administrativas de los
Estados Miembros concerniente al crédito del consumidor.-
·  Directiva del Consejo 90/314/CEE del 13 de junio de 1990 sobre paquetes de viajes, de vacaciones y de turismo.-
·  Directiva del Consejo 93/13/EEC del 5 de abril de 1993 sobre términos injustos en los contratos de los consumidores.-
·  Directiva 94/47/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 26 de octubre de 1994 sobre la protección de los compradores con respecto a ciertos
aspectos de los contratos relacionados con la compra de un derecho para utilizar bienes inmuebles bajo el sistema de tiempo compartido.-
·    Directiva 97/7/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 20 de mayo de 1997 sobre la protección de los consumidores con respecto a los
contratos a la distancia.-
·  Directiva 98/6/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 16 de febrero de 1998 sobre la protección de los consumidores en la indicación de los
precios de los productos que se ofrecen a los consumidores.-
·  Directiva 98/27/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 19 de mayo de 1998 sobre medidas cautelares para la protección de los intereses de los
consumidores.-
·  Directiva 1999/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de mayo de 1999 sobre ciertos aspectos de la venta al consumidor de bienes y las
garantías relacionadas.-
·  Directiva 2002/65/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 23 de septiembre de 2002 concerniente a la comercialización a distancia de servicios
financieros al consumidor y que enmienda la Directiva del Consejo 90/619/EEC y las Directivas 97/7/EC y 98/27/EC.-
·  Directiva 2008/122/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 14 de enero de 2009 sobre contratos de aprovechamiento por turno.-
 
37. Vale recordar, tal como adelantamos, que la aplicación del método de armonización mínima – a través de directivas - resulta en la fragmentación de
las normas y no previene divergencias posteriores en los estándares de protección del consumidor por encima del estándar mínimo requerido en las
Directivas.-
 
38. En diciembre de 2006, la UE adoptó un nuevo programa de protección de los consumidores para el periodo 2007-2013, dotado con un presupuesto
total de 157 millones de euros (Decisión Nº 1926/2006/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de 2006). Dicho programa tiene
dos grandes objetivos: un alto nivel de protección de los consumidores gracias a una mejor información, consulta y representación de sus intereses; y la
aplicación efectiva de la normativa de protección de los consumidores mejorando la cooperación, la información, la educación y las vías de recurso.-
 
39. Se definen once acciones para alcanzar esos dos objetivos; en concreto, para el objetivo 1: la recopilación, intercambio y análisis de datos e
información, así como la creación de herramientas de evaluación; asesoramiento jurídico y técnico, incluidos estudios, seminarios y conferencias; y
contribución financiera para el funcionamiento de las organizaciones de consumidores europeas. En lo que respecta al objetivo 2, las acciones tienen
por finalidad garantizar la aplicación efectiva de la normativa comunitaria, entre ellas: acciones de coordinación de seguimiento y de cooperación entre
las autoridades nacionales; acciones de seguimiento y de evaluación de la seguridad de los servicios y los productos no alimentarios; acciones sobre
información, asesoramiento y vías de recurso, o acciones de educación de los consumidores.-
 
40. Para la aplicación efectiva de las normas de la UE, la Comisión Europea ha desarrollado mecanismos alternativos de resolución de conflictos,
económicos o gratuitos. En tal sentido, los consumidores disponen de la Red de Centros Europeos del Consumidor (Red CEC).-
 
41. En suma, la política europea de los consumidores persigue los mismos objetivos de protección de los intereses, la salud y la seguridad de los
consumidores, que están enunciados en el Artículo 169 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (Tratado de Lisboa). Esta política promueve
el derecho de los consumidores a la información y a la educación, así como a organizarse para defender sus intereses.-
 
IV. Noción de consumidor en la Unión Europea
 
1. Situación normativa en la Unión Europea
 
42. La calificación de consumidor en la UE ha cambiado considerablemente a lo largo de los años. La primera concepción, de corte económico, colocaba
a los consumidores como los beneficiarios de las actividades del mercado común. En cambio, con el tiempo, se reconoció a los consumidores como
sujetos de derecho especiales, cuya protección se brindó a través de diversas normas comunitarias.-
 
43. El concepto de consumidor, calificación que excede el campo jurídico para insertarse en el marco multidisciplinario, puede ser considerado en
sentido estricto o en sentido amplio[13], y conviene recordar que la noción amplia aparece tempranamente en la Resolución del Consejo de la
Comunidad Europea del 14 de abril de 1975[14], que establece que “el consumidor no es considerado ya solamente como un comprador o un usuario de
bienes o servicios para un uso personal, familiar o colectivo, sino como una persona a la que conciernen los diferentes aspectos de la vida social que
pueden afectarle directa o indirectamente como consumidores[15].-
 
44. La primera definición que hallamos en un instrumento jurídico corresponde al Programa de protección del consumidor de 1975. Se definía entonces
al consumidor como “comprador y usuario de los bienes y servicios para fines personales, familiares y grupales”.-
 
45. El derecho de la UE actualmente no tiene una calificación unívoca del concepto de consumidor. En cambio, nos encontramos con definiciones
específicas, subordinadas y delimitadas por las diversas Directivas enumeradas anteriormente, que no obstante coinciden en aspectos significativos.-
 
46. Veamos las definiciones comunitarias:
·  Directiva 85/577/CEE del Consejo, de 20 de diciembre de 1985, referente a la protección de los consumidores en el caso de contratos
negociados fuera de los establecimientos comerciales (Diario Oficial núm. L 372 de 31-12-1985 p. 31-33). “Artículo 2: Para los fines de la presente
Directiva, se entenderá por: «consumidor», toda persona física, que para las transacciones amparadas por la presente Directiva , actúe para un uso que
pueda considerarse como ajeno a su actividad profesional.”
·    Directiva 87/102/CEE del Consejo de 22 de diciembre de 1986 relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y
administrativas de los Estados Miembros en materia de crédito al consumo (Diario Oficial núm. L 42 de 12-2-1987 p. 48-53). “Artículo 1: 2. A
efectos de la presente Directiva, se entenderá por: a) «consumidor»: la persona física que, en las operaciones reguladas por la presente Directiva, actúa
con fines que puedan considerarse al margen de su oficio o profesión.”
·  Directiva 90/314/CEE del Consejo, de 13 de junio de 1990, relativa a los viajes combinados, las vacaciones combinadas y los circuitos
combinados (Diario Oficial núm. L 158 de 23-6-1990 p. 59-64). “Artículo 2: “A efectos de la presente Directiva se entenderá por: 4) Consumidor: la 
persona que compra o se compromete a comprar el viaje combinado («el contratante principal»), la persona en nombre de la cual el contratante principal
se compromete a comprar el viaje combinado («los demás beneficiarios») o la persona a la cual el contratante principal u otro beneficiario cede el viaje
elDial.com Jurisprudencia Doctrina Legislación Modelos de escritos elDialExpress Liquidador laboral
combinado («cesionario»).-  Tienda 
· Directiva 93/13/CEE del Consejo, de 5 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores (Diario
Oficial núm. L 095 de 21-4-1993 p. 29-34). Artículo 2: “A efectos de la presente Directiva se entenderá por: b) «consumidor»: toda persona física que, en
los contratos regulados por la presente Directiva, actúe con un propósito ajeno a su actividad profesional”.-
· Directiva 94/47/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 1994, relativa a la protección de los adquirentes en lo relativo
a determinados aspectos de los contratos de adquisición de un derecho de utilización de inmuebles en régimen de tiempo compartido (Diario
Oficial núm. L 280 de 29-10-1994 p. 83-87). “Artículo 2: A efectos de la presente Directiva, se entenderá por: «adquirente»: toda persona física a la que,
actuando en los contratos comprendidos en el ámbito de la presente Directiva, con fines que se pueda considerar que no pertenecen al marco de su
actividad profesional, se le transfiera el derecho objeto del contrato, o sea la destinataria de la creación del derecho objeto del contrato.-
· Directiva 97/7/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de mayo de 1997, relativa a la protección de los consumidores en materia de
contratos a distancia (Diario Oficial núm. L 144 de 04-06-1997 p. 19 – 27). “Artículo 2 Definiciones: A efectos de la presente Directiva, se entenderá
por: 2) «consumidor»: toda persona física que, en los contratos contemplados en la presente Directiva, actúe con un propósito ajeno a su actividad
profesional”.-
· Directiva 98/6/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de febrero de 1998 relativa a la protección de los consumidores en materia de
indicación de los precios de los productos ofrecidos a los consumidores (Diario Oficial núm. L 080 de 18-03-1998 p. 27 – 31). “Artículo 2: A efectos
de la presente Directiva se entenderá por: e) «consumidor»: cualquier persona física que compre un producto con fines ajenos a su actividad comercial o
profesional.”
· Directiva 1999/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de mayo de 1999, sobre determinados aspectos de la venta y las garantías
de los bienes de consumo (Diario Oficial núm. L 171 de 7-7-1999 p. 12–16). “Artículo 1 Ámbito de aplicación y definiciones: 2. A efectos de la presente
Directiva se entenderá por:
a) "consumidor": toda persona física que, en los contratos a que se refiere la presente Directiva, actúa con fines que no entran en el marco de su
actividad profesional”.-
·  Directiva 2000/31/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 8 de junio de 2000, relativa a determinados aspectos jurídicos de los
servicios de la sociedad de la información, en particular el comercio electrónico en el mercado interior (Directiva sobre el comercio
electrónico) (Diario Oficial núm. L 178 de 17-07-2000 p. 01 – 16). “Artículo 2 Definiciones: A efectos de la presente Directiva, se entenderá por: e)
"consumidor": cualquier persona física que actúa con un propósito ajeno a su actividad económica, negocio o profesión”.-
·  Directiva 2002/65/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de septiembre de 2002, relativa a la comercialización a distancia de
servicios financieros destinados a los consumidores, y por la que se modifican la Directiva 90/619/CEE del Consejo y las Directivas 97/7/CE y
98/27/CE (Diario Oficial núm. L 271, de 9-10-2002 p. 16 a 24). “Artículo 2 Definiciones: A efectos de la presente Directiva, se entenderá por: d)
"consumidor": toda persona física que, en los contratos a distancia, actúe con un propósito ajeno a su actividad comercial o profesional”.-
·  Directiva 2005/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de mayo de 2005, sobre prácticas desleales de las empresas a los
consumidores en el mercado interior, que modifica la Directiva 84/450/CEE del Consejo, las Directivas 97/7/CE, 98 / 27/EC y 2002/65/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo y el Reglamento (CE) n º 2006/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo (Directiva sobre prácticas comerciales desleales »).
(Diario Oficial núm. L 149, de 11-06-2005 p. 22-38) Artículo 2 Definiciones: A efectos de la presente Directiva, se entenderá por: a) «consumidor»:
cualquier persona física que, en las prácticas comerciales contempladas por la presente Directiva, actúe con un propósito ajeno a su actividad
económica, negocio, oficio o profesión.”
 
47. Tal como podemos apreciar, en términos generales, las normas comunitarias se refieren a “consumidor” como una persona física que lleva a cabo
actividades “no comerciales” o “no profesionales”.-
 
48. En efecto, las Directivas de consumo invariablemente aluden a la “persona física” –ninguna de ellas contempla las personas jurídicas en su ámbito–
que con un fin o propósito “ajeno a su actividad comercial o profesional” (Directiva 98/6 sobre indicación de precios, art. 2.e; Directiva 2002/65 sobre
comercialización a distancia de servicios financieros, art. 2.d; Directiva 2008/48 sobre crédito al consumo, art. 1.2.a;) o “a su actividad económica,
negocio o profesión” (Directiva 2000/31 sobre comercio electrónico, art. 2.e) o a “su actividad económica, negocio, oficio o profesión” (Directiva 2005/29
sobre prácticas comerciales desleales, art. 2.a; Directiva 2008/122 sobre contratos de aprovechamiento por turno, art. 2.f).-
 
49. La misma noción se encuentra presente en la Propuesta de Directiva de Derechos de los Consumidores de 2008: “cualquier persona física que, en
las prácticas comerciales contempladas por la presente Directiva, actúe con un propósito ajeno a su actividad económica, negocio, oficio o profesión”
(art. 2.1 PDDC).[16]
 
50. Ahora bien, esta Propuesta limita su ámbito de aplicación a las relaciones contractuales entre profesionales y consumidores (artículos 1 y 30.1),
dejando al margen y por tanto, a la libertad de los Estados miembros, la regulación de los contratos celebrados entre profesionales y entre no
profesionales, aun cuando estos últimos actúen a través de mediadores o mandatarios profesionales. En efecto, tal y como surge del citado artículo 2.1,
el legislador comunitario sigue ignorando la existencia de personas tales como las asociaciones y fundaciones, aún entes sin personalidad, extrañas al
ejercicio de una actividad profesional, que indudablemente, se encuentran frente al empresario con quien contratan en una situación de inferioridad
económica y técnica, que lo asemeja a la persona física. A su turno, como se advierte la noción de consumidor por encontrarse relacionada con la
finalidad del contrato concluido y su vinculación (o no) al marco de actividad profesional del oferente, implica adherir a una concepción restrictiva del
consumidor protegido.-
 
51. También podemos destacar las definiciones de dos Reglamentos recientes y de vital importancia. Así, el Reglamento 44/2001 del Consejo UE, de 22
diciembre 2000, sobre competencia judicial en materia civil y mercantil (Reglamento Bruselas I) introduce, tal como veremos, un foro de competencia
especial en su art. 15.1 para “contratos celebrados por una persona, el consumidor, para un uso que pudiere considerarse ajeno a su actividad
profesional”. Y, por su parte, el Reglamento 593/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 junio 2008, sobre la ley aplicable a las obligaciones
contractuales (Reglamento Roma I, que sustituye al Convenio de Roma de 1980)[17] contempla también en su art. 6 los “contratos de consumo”,
entendidos como los celebrados “por una persona física para un uso que pueda considerarse ajeno a su actividad comercial o profesional (‘el
consumidor’) con otra persona (‘el profesional’) que actúe en ejercicio de su actividad comercial o profesional”.-
 
52. Asimismo, la definición de consumidor que prevalece en las normas comunitarias se refleja además en el texto del Artículo 1:201, Principios de
Derecho Contractual Comunitario (los “Principios Acquis") en los que un consumidor significa “cualquier persona física quien principalmente actúa con
fines que se encuentran fuera de la actividad comercial de esta persona.” También el Anteproyecto de Código Europeo de Contratos de la Academia de
Pavía se atiene al concepto de las Directivas (art. 9.2: “persona física que actúa fuera del ámbito de sus actividades profesionales”).-
 
2. La noción de consumidor en la Jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE 
 
53. A su turno, la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) desarrolló su propio concepto del consumidor que no
elDial.com Jurisprudencia
necesariamente Doctrina
coincide con Legislación
el modelo Modelos
generalizado que de
lo escritos elDialExpress
cataloga como Liquidador
la parte más débil laboral
del contrato[18]. deTienda
De hecho, el Tribunal 
Justicia de
Luxemburgo rechazó en varias ocasiones el modelo de consumidor inexperimentado, irresponsable y sensible para las prácticas comerciales
engañosas. Por el contrario, la posición adoptada en la jurisprudencia acepta el modelo de un consumidor, que es un actor bien educado en el mercado
interno y entiende correctamente la información provista y quien puede además evaluar de forma crítica el contenido de las transacciones jurídicas. Por
ejemplo, en el caso “Estee Lauder”[19], el TJUE expresó que el consumidor “debería ejercitar algún grado de atención y conocimiento”.-
 
54. De esta jurisprudencia, se deduce que la máxima autoridad judicial en la UE rechaza la protección automática del consumidor por la sola aceptación
de su posición como la parte más débil del contrato, aun cuando no es un dato que pueda perderse de vista. Así lo entiende el propio Tribunal que no
deniega la protección de los consumidores con fundamento en la desproporción económica de las partes contractuales (fallos “Benincasa”, “Shearson
Lehmann Huston”, “Gruber v. Bay Wa AG”, entre otros).-
 
55. Por otro lado, del análisis de la jurisprudencia del TJUE en la materia que nos ocupa, se advierte que adopta una definición estricta de consumidor
en tanto persona física, negando, en general, protección no sólo a personas jurídicas, como las pequeñas empresas, sino también a los profesionales,
aún cuando celebren transacciones no comerciales. Así, en el caso “Benincasa”, el Tribunal sostuvo que “sólo los contratos que se celebran con el
propósito de satisfacer las necesidades propias de un individuo en términos de consumo privado caen bajo las disposiciones diseñadas para proteger al
consumidor como la parte considerada más débil económicamente. La protección específica que se busca de conformidad con esas disposiciones no se
encuentra garantizada en el caso de contratos con fines de una actividad comercial o profesional”[20]. El TJCE ha enfatizado que esas disposiciones
“sólo se refieren al consumidor final privado que no participe en actividades comerciales o profesionales” (STJCE 21 junio 1978, asunto “Bertrand”;
STJCE 19 enero 1993, asunto “Shearson Lehman Hutton Inc.”; STJCE 11 julio 2002, asunto “Gabriel”; STJCE 20 enero 2005, asunto “Gruber”; STJCE
20 enero 2005, asunto “Engler”), “sólo engloban los contratos celebrados para satisfacer las propias necesidades de consumo privado de un individuo” y
el concepto de consumidor “debe interpretarse de forma restrictiva” (STJCE 3 julio 1997, asunto “Benincasa”), “pues cuando una persona celebra un
contrato para usos relacionados con su actividad profesional debe considerarse que aquélla se encuentra en igualdad de condiciones con su
cocontratante” (STJCE 20 enero 2005, asunto “Gruber”).-
 
3. La noción de consumidor en las legislaciones de los Estados miembros de la UE
 
56. Respecto de las nociones de consumidor en las legislaciones nacionales de los Estados Miembros de la UE, el panorama no es uniforme, máxime
teniendo presente el carácter inherente de la Directiva como instrumento legislativo, que brinda a cada Estado la facultad de determinar el alcance de la
definición del consumidor, por lo que pueden aplicar una definición más amplia o restringida del consumidor.-
 
57. Así, por ejemplo, la posibilidad de que las personas jurídicas sean consumidoras es reconocida por varias legislaciones internas de los Estados
Miembros de la UE, apartándose claramente de las normas comunitarias y de la interpretación restrictiva del TJUE. Es el caso de la legislación de
Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Hungría, República Checa y Eslovaquia.[21]
 
58. Por otro lado, vale señalar que ni siquiera, todos los países consagran una noción general de consumidor. En efecto, mientras que algunos Estados
miembros de la UE reconocen una definición genérica de consumidor, otros, en cambio (Bélgica, Estonia, Lituania, Portugal, Eslovaquia) prevén distintas
nociones generales. Por otra parte, Chipre, Francia, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Rumania, Reino Unido, por el contrario, no reconocen ninguna
definición jurídica general de consumidor en sus legislaciones internas, sino que lo definen en cada ley de transposición u optan por omitir todo tipo de
calificación. Es el caso de Francia que no define en absoluto qué entiende por consumidor en su legislación, aunque la jurisprudencia se ha ocupado de
desarrollar tal concepto ante cada caso en concreto.[22]
 
59. Sin embargo, la Comisión no está contemplando la posibilidad de ampliar el concepto de consumidor a las personas jurídicas (Libro Verde de 2007 y
Propuesta de Directiva de Derechos de los Consumidores de 2008).-
 
60. Siendo ello así, si esta Propuesta de Directiva de máximos llegará a integrar el Derecho de la UE, tales Estados deberían necesariamente modificar
sus legislaciones, eliminando la inclusión de las personas jurídicas.[23]
 
V. Reflexiones finales
 
61. La UE ha transitado un progresivo e incesante camino hacia la protección integral de los derechos de los consumidores en el espacio comunitario.
Sin embargo, no ha logrado aún una noción jurídica general de consumidor. En especial, los Estados miembros no han transpuesto las Directivas en la
materia incluyendo una definición unívoca de consumidor. Esta circunstancia se debe, principalmente, a la modalidad de armonización legislativa elegida
por las instituciones de la UE. Las directivas han permitido, hasta el momento, dejar librado a cada Estado la concepción de consumidor.-
 
62. Sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar que la modalidad elegida como técnica legislativa por el legislador comunitario de aproximación sectorial y
armonización mínima, se encuentra en miras de ser superada, destinada “a simplificar, actualizar las normas existentes, eliminando las incoherencias y
colmando las lagunas” (Exposición de Motivos, p. 3), impidiendo a los Estados miembros mantener e introducir en su derecho nacional disposiciones
divergentes a las establecidas, en particular más o menos estrictas para garantizar un nivel de protección de los consumidores diferente.[24] En este
ámbito, se inserta esta propuesta armonizadora de máximos, como es la que se avizora, que aportaría un trascendental avance en materia de
protección de consumidor, al proponerse la refundición de varias directivas en un único texto comunitario.-
 
63. Precisar la noción de consumidor, en cualquier ámbito, no es una cuestión baladí, sino antes bien una necesidad que se impone a fin de evitar
disparidades nocivas que suelen operar en contra de los intereses de los consumidores. Tal como vimos, en la UE algunos textos poseen una
calificación muy amplia, como los supuestos de la Directiva 85/374/CEE sobre responsabilidad derivada de productos defectuosos, y de la Directiva
84/450/CEE del Consejo relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en materia
de publicidad engañosa. En cambio, otras como la Directiva 94/47/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 1998 relativa a la protección de los
adquirentes en lo referente a determinados aspectos de los contratos de adquisición de un derecho de utilización de inmuebles en régimen de tiempo
compartido, que entiende como consumidor, a “la persona que actúa para un uso que pueda considerarse como ajeno a su actividad profesional”.
Asimismo, cabe señalar tal como surge de lo analizado, que ciertas Directivas tales como la 87/102/ CEE del Consejo de 1986 relativa a la aproximación
de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas en materia de créditos de consumo, excluyen a la persona jurídica. Aunque, en términos
generales, las Directivas parecen enrolarse dentro de una línea de pensamiento que excluye a las personas jurídicas dentro de la calificación como
consumidores. Sin embargo, no menos llamativa resulta la Directiva 2000/31 relativa a determinados aspectos jurídicos del comercio electrónico cuando
califica al “destinatario del servicio” como “cualquier persona física o jurídica que utilice un servicio de la sociedad de la información por motivos 
profesionales o de otro tipo, y especialmente, para buscar información o para hacerla accesible”.-
 
elDial.com Jurisprudencia
64. Respecto Doctrina
a las legislaciones Legislación
nacionales Modelos
conviene de escritos
señalar evidenteselDialExpress
disparidades.Liquidador laboral
Así, por ejemplo, en el Código Belga de Derecho Tienda
 Internacional
Privado del 2004, la figura del consumidor solamente abarca a las personas físicas (art. 97), mientras que la legislación española, concretamente la Ley
20 del 19 de julio de 1984 para la defensa de los consumidores y usuarios, en el artículo 1.2 incluye “a las personas físicas o jurídicas, que adquieren,
utilizan o disfrutan como consumidores finales, bienes muebles o inmuebles, productos, servicios, actividades o funciones, cualquiera que sea la
naturaleza pública o privada, individual o colectiva, de quienes los producen, facilitan, suministran o expiden”. A su turno, la ley 7 de 23 de marzo de
1995 de crédito al consumo define al consumidor como “la persona física que en las relaciones contractuales regidas por esta ley actúa con un propósito
ajeno a su actividad empresarial o profesional”. Y finalmente, la ley 21 del 6 de julio de 1995, en materia de viajes combinados, estipula que consumidor
“es cualquier persona en la que concurra la condición de contratante principal, beneficiario o cesionario”. Por otro lado, el Código de Consumo italiano de
2005 establece que “a los fines del presente Código, se entiende “por consumidor o usuario a la persona física que obra con fines distintos a la actividad
empresarial o profesional”.-
 
65. Asimismo, tal como se ha analizado, la jurisprudencia del TJCE se muestra vacilante, ya que en algunos de sus fallos adhiere a una interpretación
estricta de la noción de consumidor, mientras que en sentencias más recientes se ha abierto a una línea de pensamiento más amplia, abarcativa.-
 
66. En suma, el legislador comunitario, parece haberse equivocado en el rumbo, dejándose llevar por su afán legislativamente omnicomprensivo,
terminando por tejer una suerte de telaraña, que no solamente provoca una peligrosa opacidad normativa, sino que como el hilo suele cortarse por la
parte más delgada, y convierte en ilusorios los derechos de los consumidores, esto es, los derechos de todos. Un paso en la dirección correcta, es la
Propuesta del 2008 mencionada precedentemente.-
 
Bibliografía
 
-Calvo Caravaca, Alfonso L. y Carrascosa González, Javier, Conflictos de leyes y conflictos de jurisdicciones en Internet, Ed. Colex, Madrid, 2001.-
-Cámara Lapuente, Sergio, “El concepto legal de consumidor en el Derecho Privado Europeo español: aspectos controvertidos o no resueltos”,
Cuadernos de Derecho Transnacional, Marzo de 2011, Vol. 3, N°1, pp. 84-117. Disponible en: www.uc3m.es/cdt [Consultado en octubre de 2011].-
-Corrêa Jacques, Daniela, “Direito internacional privado e direito do consumidor: adequação dos métodos de direito internacional privado para a
proteção do consumidor”, Cadernos do Programa de Pós-Graduação em Direito - PPGDir./UFRGS, Universidade Federale do Rio Grande do Sul, Porto
Alegre; Vol 1, 2004
-De Miguel Asensio, Pedro Alberto, Derecho Privado de Internet, segunda edición, Ed. Civitas, Madrid, 2001.-
-Dickie, John, Internet and Electronic Commerce Law in the European Union, Hart Publishing, Oxford Portland Oregon, 1999.-
-Draetta, Ugo, “Internet et commerce électronique en droit international des affaires”, Recueil des Cours, Académie de Droit International de La Haye,
Tome 314, 2005.-
-Feldstein de Cárdenas, Sara L., Contratos internacionales, Ed Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1995, pp. 11-49.-
Jurisdicción internacional en materia contractual, Ed Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1995.-
-Feldstein de Cárdenas, Sara L., Medina, Flavia A., Rodríguez, Mónica S., Scotti, Luciana B., y Klein Vieira, Luciane, “La protección de los
ciberconsumidores desde la mirada del Derecho Internacional Privado argentino”, Suplemento mensual de Derecho Internacional Privado y de la
Integración N° 59, www.eldial.com, Ed Albremática, fecha de publicación: 29 de abril de 2011.-
-González Martín, Nuria, "Comercio electrónico y protección del consumidor: acercamiento al contexto mexicano", Cuestiones Actuales del Derecho
Mercantil Internacional, Ed. Colex, Madrid, 2005.-
-Guillemard, Sylvette, “Le cyberconsommateur est mort, vive l´ahérent”, Journal du Droit International n° 1 (janvier – fevrier – mars ), Juris Classeur,
131e année, París, 2004.-
-Hondius, Ewoud, “La Noción del Consumidor: la Unión Europea versus los Estados Miembros”, Sydney Law Review 2006, Vol. 28, pág. 89.-
-Iud, Carolina, “Mecanismos de protección al consumidor ante un acuerdo de prórroga de jurisdicción”, Suplemento de Derecho Internacional Privado y
de la Integración (elDial.com - DC91C) , Ed. Albremática, junio de 2006.-
-Jayme, Erik, “Identité culturelle et intégration: Le droit internationale privé postmoderne”, Recueil des Cours de l’ Académie de Droit International de la
Haye, 1995, II.-
-Lima Marques, Claudia, Confiança no Comércio Eletrônico e a Proteção do Consumidor. (um estudo dos negócios jurídicos de consumo no comércio
eletrônico). Editora Revista dos Tribunais. São Paulo, 2004.-
“La insuficiente protección del consumidor en las normas del Derecho Internacional Privado – De la necesidad de una Convención Interamericana (CIDIP)
sobre la ley aplicable a algunos contratos y relaciones de consumo”, extractos del Curso: “La protección del consumidor: aspectos del derecho privado
regional y general”, Curso de Derecho Internacional, CJI/OEA, Washington/Río de Janeiro, 2001. Publicado en:
http://www.oas.org/dil/AgreementsPDF/CIDIPVII_home_temas_cidip-vii_proteccionalconsumidor_leyaplicable_apoyo_propuestabrasil.pdf
-Lorenzetti, Ricardo Luis y Schötz, Gustavo Juan (coordinadores), Defensa del consumidor. Ábaco. Buenos Aires, 2003.-
-Macierzyńska-Franaszczyk, Elwira, “Evolución de la protección al consumidor en la Unión Europea”. Disponible en:
http://www.laweuropa.com/Spanish/index.php?d=tuketici&mod=Ab_Esp_Tuketicinin_1_Introduction [Consultado en marzo de 2011].-
“Conceptos relativos al consumidor en la Unión Europea”. Disponible en: http://www.laweuropa.com/Spanish/index.php?
d=tuketici&mod=Ab_Esp_Tuketicinin_2_Introduction [Consultado en marzo de 2011].-
“Derecho europeo del consumidor”. Disponible en: http://www.laweuropa.com/Spanish/index.php?d=tuketici&mod=Ab_Esp_Tuketicinin_3_1 [Consultado en
marzo de 2011].-
-Matos Santolim, Cesar, “A aplicação dos princípios de proteção do consumidor ao comércio eletrônico no direito brasileiro”, Cadernos do Programa de
Pós-Graduação em Direito - PPGDir./UFRGS, Universidade Federale do Rio Grande do Sul, Porto Alegre; Vol 1, 2004.-
-Najurieta, María Susana, “Conflicto de Jurisdicciones en caso que involucran a Consumidores”, Revista de Derecho Comercial y de las Obligaciones,
1991 – A, año 24, Ed. Depalma, p. 212.-
-Paisant, Gilles, “La defensa del consumidor en la Unión Europea”, Derecho del Consumidor: Doctrina, Jurisprudencia, Legislación, Instituto Argentino
de Derecho del Consumidor, La Plata; Vol. 11, 2000.-
-Perugini Zanetti, Alicia, Derecho Internacional Privado del Consumidor, XVIII Congreso Ordinario de la Asociación Argentina de Derecho
Internacional. Sección Derecho Internacional Privado. Rosario, 2005.-
-Pessóa Cavalcanti, Marise, “A proteçâo do consumidor no Mercosul e na Uniâo Européia”, JurisPoiesis: revista do Curso de Direito da Universidade
Estácio de Sá, Universidade Estácio de Sá, Rio de Janeiro, Vol. 8, 2005.-
-Schulte-Nölke, H, Twigg-Flesner C., y Ebers, M. (dirs.), EC Consumer Law Compendium. The Consumer Acquis and its transposition in the
Member States, München, Sellier, 2008, pp. 456-457 (también disponible en
http://ec.europa.eu/consumers/rights/docs/consumer_law_compendium_comparative_analysis_en_final.pdf [Consultado en marzo de 2011]).-
-Scotti, Luciana B., “La (des)protección de ciberconsumidor en América (Una mirada desde la Argentina y el Mercosur)”, Protección de los
Consumidores en América, Libro publicado con motivo de las Jornadas del mismo nombre celebradas en Asunción del Paraguay, con la organización del 
Centro de Estudios de Derecho, Economía y Política (CEDEP), los días 5 y 6 de octubre de 2007. Ed. La Ley, Asunción, 2007, pp. 519 - 546.-
“La protección del consumidor en los contratos internacionales de consumo celebrados por medios electrónicos”, Revista Jurídica del Departamento de
elDial.com Jurisprudencia
Derecho Económico, Doctrina
Año 2, n° Legislación
2. Facultad Modelos
de Derecho de escritos Nacional
de la Universidad elDialExpress
de MarLiquidador laboral
del Plata, Mar del Plata, diciembre de 2008, pp. 337 Tienda
- 369.- 
“Nueva ley para fortalecer la protección del ciberconsumidor en Francia”, Suplemento mensual de Derecho Internacional Privado y de la Integración n° 34,
Diario Jurídico elDial: www.eldial.com, Ed Albremática, fecha de publicación: 28 de marzo de 2008.-
-Tilman, Vincent y Montero, Etienne, "La nueva directiva europea sobre comercio electrónico", Revista Jurídica La Ley 2002-C, 1093.-
-Uzal, María Elsa, “La Protección del consumidor en el Derecho Internacional Privado”, Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, Año 24,
1991 – A, Ed. Depalma, Buenos Aires, pp. 254 – 255.-
 

* Trabajo realizado en el marco del Proyecto UBACyT “El derecho aplicable en materia de contratación electrónica con consumidores: bases para la
armonización legislativa en el MERCOSUR”, dirigido por la Dra. Sara Lidia Feldstein de Cárdenas, con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas  y Sociales "Dr. Ambrosio L. Gioja" (Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires). Aprobado por CS el 11 de agosto de 2010.
** Doctora en Derecho. Catedrática  de Derecho Internacional Privado UBA. Directora de la Maestría en Derecho Internacional Privado (Facultad de
Derecho. UBA) Investigadora Permanente del Instituto de Investigaciones Ambrosio L. Gioja.
*** Doctora en Derecho. Prof. Adjunta de Derecho Internacional Privado y de Derecho de la Integración. UBA. Coordinadora de la Maestría en Derecho
Internacional Privado (Facultad de Derecho. UBA) Investigadora Permanente del Instituto de Investigaciones Ambrosio L. Gioja.
[1] L. E. Alonso, “Los grandes centros comerciales y el consumidor postmoderno”, Revista Distribución y consumo N° 48. Disponible en
www.dialnet.larioja.org
[2] Cfr. C. Lima Marques, “La insuficiente protección del consumidor en las normas del Derecho Internacional Privado – De la necesidad de una Convención
Interamericana (CIDIP) sobre la ley aplicable a algunos contratos y relaciones de consumo”,  extractos del Curso: “La protección del consumidor: aspectos
del derecho privado regional y general”, Curso de Derecho Internacional, CJI/OEA, Washington/Río de Janeiro, 2001. Publicado en:
http://www.oas.org/dil/AgreementsPDF/CIDIPVII_home_temas_cidip-vii_proteccionalconsumidor_leyaplicable_apoyo_propuestabrasil.pdf
[3] Cfr. C. Lima Marques, Confiança no Comércio Eletrônico e a Proteção do Consumidor. (um estudo dos negócios jurídicos de consumo no comércio
eletrônico). Editora Revista dos Tribunais. São Paulo, 2004
[4] Cfr. E. Jayme,  “Identité culturelle et intégration: Le droit internationale privé postmoderne”, Recueil des Cours de l’ Académie de Droit International de la
Haye, 1995, II.
[5] Cfr. C. Esplugues Mota,  "Nuevas perspectivas en el proceso de armonización del Derecho Privado y del Derecho internacional privado en Europa",
en Revista de Derecho Comunitario, Ed. Rubinzal, 1999, p. 483.
[6] Cfr. S. L. Feldstein  de Cárdenas, "Armonización Legislativa en áreas integradas", Revista Temas de Derecho Privado N° XII, Departamento de
Derecho Privado, Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2000, p.204.
[7] Cfr. C. Esplugues Mota, "Nuevas perspectivas en el proceso de armonización del Derecho Privado y del Derecho internacional privado en Europa",
Revista de Derecho Comunitario, Ed. Rubinzal, 1999, p. 486. En igual sentido, P. A. De Miguel Asensio, “Integración Europea y Derecho Internacional
Privado”, Revista de Derecho Comunitario Europeo, 1997, n° 2, p. 418.
[8] Puede verse: S. L. Feldstein de Cárdenas, "Responsabilidad por Daños en el Tercer Milenio", en "La Responsabilidad Civil según la Corte de Justicia
de la Unión Europea", Libro Homenaje al Prof. A. A. Alterini. XVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil. Autora. Abeledo Perrot. 1997.
[9] Cfr. P. A. De Miguel Asensio, “La evolución del Derecho Internacional Privado Comunitario en el Tratado de Amsterdam”,  Revista Española de
Derecho Internacional, vol. L, 1998, n°1, ps. 373 – 376. Puede verse asimismo: J. C. Fernández Rozas,  “Comunitarización del Derecho internacional
privado y Derecho aplicable a las obligaciones contractuales”,  Revista Española de Seguros nº 140, 2009, ps. 595-616.
[10] Cfr. C. Esplugues Mota, "Nuevas perspectivas en el proceso de armonización del Derecho Privado y del Derecho internacional privado en Europa", 
Revista de Derecho Comunitario, Ed. Rubinzal, 1999, p. 494.
[11] Cfr. J. C. Fernández Rozas, “Los modelos de integración en América Latina y el Caribe y el Derecho internacional privado”, Iberoamérica ante los
procesos de integración. Actas de las XVIII Jornadas de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, Madrid, BOE, 2000, p. 12.
[12] El Tratado de la CEE del año 1957 no se refiere en ningún momento explícitamente a una política para la protección del consumidor. Es cierto que hay
alusiones al respecto, tales como en el Preámbulo cuando se define como objetivo esencial “la constante mejora de las condiciones de vida y de trabajo de
los ciudadanos”, o bien cuando se establece como misión de la Comunidad, “una elevación del nivel de vida”. 
[13]Cfr.  G. BOTANA GARCIA y M. RUIZ MUÑOZ,  Curso sobre protección jurídica de los consumidores. MacGraw, Madrid, 1999, p. 60 y ss.
[14] Se trata, de allí su relevancia de la primera definición en un instrumento jurídico corresponde que pertenece al Programa de protección del
consumidor de 1975, dentro de una concepción que alcanza al consumidor como “comprador y usuario de los bienes y servicios para fines personales,
familiares y grupales”.
 
[16] COM (2008) 0614. Esta Propuesta es el resultado de la revisión del acervo comunitario en materia de protección de los consumidores, lanzado en 2004,
con el fin de simplificar la legislación y crear las condiciones de un mercado interior más productivo para los consumidores. La propuesta prevé la sustitución
de las directivas relativas a los contratos negociados fuera de los establecimientos comerciales, las cláusulas abusivas, los contratos negociados a distancia
y la venta y la garantía de los bienes de consumo. Puede consultarse su contenido resumido en:
http://europa.eu/legislation_summaries/consumers/protection_of_consumers/co0003_es.htm
[17] De conformidad con los artículos 1 y 2 del Protocolo sobre la posición de Dinamarca anejo al Tratado de la Unión Europea y al Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea, Dinamarca no ha participado en la adopción del Reglamento. Dicho país, por lo tanto, no está vinculado por el mismo ni sujeto a su
aplicación.
[18] Debemos recordar el caso “Cassis de Dijon” (sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE), 20 febrero 1979), definió por
primera vez “el principio de reconocimiento mutuo”, al establecer que cualquier producto fabricado y comercializado en un Estado miembro, y conforme a las
normas de ese Estado, debe ser admitido, en principio, en cualquier otro Estado miembro. Esta sentencia fijó los elementos esenciales para la realización de
los objetivos de protección de la salud pública y de la protección de los consumidores.
[19] Fallo del TJUE del 13 enero 2000, C‑220/98, “Estée Lauder”.
[20] Fallo del  TJCE, 3 julio 1997, C-269/95, “Francesco Benincasa y Dentalkit s.r.l.”
[21] Ver, para más detalles: H. Schulte-Nölke, C. Twigg-Flesner, y M. Ebers (dirs.), EC Consumer Law Compendium. The Consumer Acquis and its
transposition in the Member States, München, Sellier, 2008, pp. 456-457 (también disponible en:
http://ec.europa.eu/consumers/rights/docs/consumer_law_compendium_comparative_analysis_en_final.pdf ).
[22] Puede verse: H. Schulte-Nölke, C. Twigg-Flesner, y M. Ebers (dirs.), Ibidem.
[23] Cfr. S. Cámara Lapuente,  “El concepto legal de consumidor en el Derecho Privado Europeo español: aspectos controvertidos o no resueltos”, 
Cuadernos de Derecho Transnacional, Marzo de 2011, Vol. 3, n°1, pp. 84-117. Disponible en: www.uc3m.es/cdt
[24] Propuesta de directiva relativa a los derechos de los consumidores (COM 82008) del 8 de octubre del 2008.


Citar: elDial.com - DC17F4
elDial.com Jurisprudencia Doctrina Legislación Modelos de escritos elDialExpress Liquidador laboral  Tienda 

Publicado el 23/03/2012
Copyright 2023 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumán 1440 (1050) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires -
Argentina

JURISPRUDENCIA DOCTRINA DOCTRINA JURISPRUDENCIA JURISPRUDENCIA


Responsabilidad Firma Consejo de la Defensa de la Publicaciones
por publicación electrónica Magistratura competencia. en Facebook
sin A pesar del uso El Dr. Francisco Junyent WhatsApp Hacen lugar a demanda
consentimiento. extendido de la firma Bas analiza el tema de la Fallo ratifica resolución por daños y perjuicios,
La CNCIV analiza el electrónica, la doctrina y integración del Consejo de la Secretaría de sufridos como
derecho a la intimidad y jurisprudencia no son de la Magistratura, a la Comercio Interior que consecuencia de una
el derecho a la propia pacíficas en cuanto a los luz del art. 114 de la CN y ordenó a Facebook publicación realizada en
imagen de una persona efectos que cabe de los recientes fallos suspender las políticas un grupo de Facebook,
fotografiada en un asignarle. ¿Sería posible de la CSJN. de privacidad de junto con
parque nudista. para las partes disponer WhatsApp dado que descalificaciones
sobre los efectos de la podría tener lugar una personales vertidas en
firma electrónica? ¿Se práctica anticompetitiva las redes hacia el actor

Leer más > Leer más > Leer más > Leer más > Leer más >

Planes Accedé a nuestra tienda Contactanos Newsletter


online
Beneficios  (5411) 4371-2806 Suscribite GRATIS a nuestro
Quiénes Somos info@albrematica.com.ar Newsletter
Cómo Anunciar Tucumán 1440 (1050) CABA
email
    
 Enviar

Directora editorial: Romina A. Lozano - Propietario: Albrematica S.A.

Copyright 1997 - 2023 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumán 1440 (1050) Cap. Fed. Telfax (5411) 4371-2806 - E-Mail: info@albrematica.com.ar

ISSN Nro. 2362-3527

Política de Privacidad | Aviso de derecho de autor | Defensa del Consumidor | Términos y condiciones de uso | Datos personales | Cómo anunciar | Subscribirse | Botón de Arrepentimiento

También podría gustarte