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1.

-Liam
El aumento de enfermedades no transmisibles como la obesidad, la diabetes, patologías
renales, entre otras, es la muestra de que en el país no existe una política nacional sobre
nutrición ni una adecuada educación alimentaria, afirmó la presidenta del Colegio de
Nutricionistas y Dietista de Bolivia, Miriam Lupaca.

La especialista indicó que para tener una buena salud todo inicia en qué y cómo
comemos, es decir los hábitos alimenticios que pueden llevarnos a adquirir
enfermedades. 

“Por los malos hábitos alimenticios tenemos enfermedades como la hipertensión


arterial, la trigliceridemia, la dislipidemia, el cáncer, la osteoporosis, gastritis,
enfermedades gastrointestinales, y a partir de la obesidad hoy en día no hablamos
solamente de la desnutrición, hablamos de una desnutrición escondida, porque se
puede ver a un niño gordito, bonito, y ese niño tiene anemia nutricional por falta de
hierro, este es un problema latente”, dijo Lupaca consultada por ANF.

Explicó que hoy en día se habla de la triple carga nutricional debido a que una
persona puede estar obesa y puede estar con desnutrición por falta de vitaminas y
minerales, y también puede estar anémica.

“Ahí tenemos un problema a nivel nacional que se nos viene encima, y que el
Estado no está tomando la atención debida, como Colegio de Nutricionistas nos
hemos cansado de hacer notas y las seguimos haciendo para que el Ministerio de
Salud nos puede atender en esta situación”, dijo. 

2.-Neytan

Refirió que les hubiera encantado que haya en el país una política nacional de
nutrición. Reconoció que actualmente solo está la ley sobre la lactancia materna,
políticas para dar chispitas nutricionales a los niños, el Carmelo para los adultos
mayores, el subsidio, entre otros, pero que no aportan lo suficiente debido a que
no hay educación alimentaria nutricional.

“Mucha de la alimentación que podría otorgar el Gobierno puede coadyuvar solo


en bajo porcentaje a la alimentación de las personas, por eso necesitamos que
exista un lineamiento de la parte nutricional”, apuntó.

Recordó que en la gestión 2020 salió la Resolución Ministerial 442 alertando sobre
la “Epidemia Nacional de Malnutrición por Exceso, Sobrepeso y Obesidad en
Bolivia”, pero “solamente quedó en alerta y no estamos implementando ninguna
política pública que cubra y dé espacio a la parte nutricional”.

En octubre de la gestión pasada, el ministro de Salud, Jeyson Auza, afirmó que la


desnutrición en Bolivia “antes estaba cerca del 30% y se ha logrado reducirla a
casi la mitad”. El ministro también expresó preocupación por los niveles de
sobrepeso y obesidad en el país, para lo cual, dijo, “tenemos que tomar los
mecanismos necesarios para seguir incentivando una alimentación saludable que
evite sufrimiento dolor y enfermedad en nuestra población”.

De acuerdo a la Unicef, en Bolivia la prevalencia de desnutrición aguda está por


debajo del 5%, pero hay una tendencia al incremento, que podría crecer por la
crisis alimentaria ocasionada por la pandemia del Covid-19.

3.-Fabiana

Del mismo modo, refirió, existe la Ley 775 de Promoción y Alimentación Saludable
promulgada en la gestión 2016 que hasta la fecha no tiene reglamento, por lo que
no existe una implementación de parte del gobierno central, de las gobernaciones
y de los municipios.

“Dentro de norma está todo lo que es educación alimentaria nutricional, todo lo


que es etiquetado nutricional, porque hoy en día una persona compra los
alimentos, pero no se fija en la etiqueta nutricional, sobre qué estamos
consumiendo, pero no se aplica”, enfatizó.

Lupaca señaló que hay alimentos ricos en azúcar, ricos en sodio como la sal,
pero, al no haber la reglamentación de la Ley, “no alertamos a la población que
eso les puede dañar, por tanto, no se pone en práctica el etiquetado nutricional y
ese es un problema que tenemos actualmente”.

El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Luis Larrea, coincidió en que en el


país no se aplica una política de educación alimentaria nutricional, que mediante la
Ley en 2016 había planteado “desnutrición cero”.

“Se piensa que con el hecho simplemente de dar ‘chispitas’ o de dar algún
suplemento se ha cumplido con la población y eso no es así, el complemento tiene
que ser el hecho de que en los segundos o primeros niveles de salud se tenga
profesionales en nutrición para que puedan orientar a las mamás en todo lo que
debe alimentarse el niño, y también a aquellas personas que sufre de
desnutrición”, señaló a ANF.

Refirió que pese a la Resolución Ministerial 442 de la gestión 2020 no se ha hecho


nada hasta el momento respecto al incremento de casos de obesidad que ha ido
derivando en enfermedades cardiológicas y metabólicas.

4.-Milan

La falta de nutricionistas en el sector salud por los limitados ítems que dispone el
Gobierno incide en que no exista una política de prevención de la enfermedad y
mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes, señaló Lupaca.
“Imagínese, cuando una persona va a ir a hacerse atender por diabetes o por
dislipidemia o por otra enfermedad, la parte médica le receta los medicamentos
que debe tomar, pero no todos los médicos envían a esa persona enferma hacia la
nutricionista, porque no existe en los consultorios muchas nutricionistas”, dijo.

“Lastimosamente se tiene un programa que no piensa en la cantidad de


nutricionistas que debería tener cada hospital, y eso es algo que pasa
seguramente debido a que no hay una política, por eso es que en este momento
en los hospitales no tenemos la cantidad necesaria de nutricionistas”, agregó el
presidente del Colegio Médico de Bolivia.

Y las pocas nutricionistas que hay, agregó Lupaca, están totalmente copadas
cuando ese debería ser el conducto para evitar las enfermedades, al enviar a la
persona enferma a la nutricionista.

5.-Matias

Dijo que si bien se le dota de medicamentos a los pacientes, no es suficiente


debido a que “por la boca sigue entrando el mal, entonces tiene que haber
planificación, un trabajo con los hábitos alimentarios de la persona diabética o con
la persona que tenga algún tipo de enfermedad, para enseñarle cómo tiene que
alimentarse, hasta estabilizarse o hasta mejorar de su cuadro de enfermedad”.
Indicó que lamentablemente ese trabajo coordinado -que el médico envíe al
paciente al nutricionista- no existe por la falta de profesionales, “y muchas
personas se van a su casa felices porque los medicamentos le han dado alguna
mejoría, pero qué hay de lo que tiene que comer, y ahí la persona sigue y sigue, y
algunos se vuelven crónicos, algunos empeoran”.

Señaló que el Gobierno al carecer de una política nutricional para mejorar los
hábitos alimenticios de la población, gasta más dinero en medicamentos y
atención al no invertir en un nutricionista, y es “una lógica que no terminamos de
entender”.

“Y luego estamos dando en la parte de salud diálisis y gastando más dinero por no
tener un nutricionista, y eso como profesionales no logramos entender, ¿cuál es la
lógica del Gobierno para atender a la población en la enfermedad? Nos necesitan
y ellos no se dan cuenta hasta ahora”, apuntó

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