Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tiempo
De pronto un grito me despertó…
abro los ojos, pero no puedo ver nada, todo está muy obscuro, alcanzo a
escuchar como algo susurra, sin embargo, por más que trato no logro entender
nada de lo que dice, todo es muy extraño aquí, por un momento he sentido
como las paredes y el piso logran moverse, pero de una manera muy extraña
como si todo lo que está adentro de ahí tratara de escapar. Sigo sin ver algo
con claridad, todo sigue igual, pero de un momento a otro siento como dos ojos
totalmente enormes y totalmente negros están observándome por detrás, y en
el momento que decido girar pude alcanzar a percibir como una ligera luz
blanca salía de esa obscuridad y profundidad que habitan en aquellos ojos, una
luz que por instinto decidí seguir.
Así fue como fui adentrándome cada vez más en aquella mirada que se perdía
y se penetraba en mí. Pude notar como un rostro que cubría todo aquel lugar
trataba de decirme algo y como este se reía al mismo tiempo haciendo que
todo fuera muy confuso y difícil de entender, pero sin prestar más atención
decido seguir mi camino. Cada vez que intento acercarme este se hace más y
más largo, el piso es muy pegajoso, puedo notar que en cada paso que doy se
va complicando la facilidad de moverme, y así mismo en cada paso que voy
dando me voy derritiendo junto con aquel camino. Puedo notar como muchas
miradas sin rostro empiezan a adherirse a mí, como si fuera un imán, más que
un imán, como si estuviesen penetrándose en todo mi ser. Nada tiene color,
nada es claro, el camino se hace cada vez más difícil y aquella luz parece no
tener fin.
Me siento perdido, desesperado, no sé qué hacer, así que solo me detengo y
decido no seguir más. Puedo notar que todo aquello que me envuelve va
desapareciendo junto con aquel camino que iba tras aquella luz y al ver como
todo por fin se va despegando de mí decido salir rápido de aquellos ojos,
tropezando con aquellas miradas volví a caer en aquel rostro que aún no logro
percibir con claridad, solo alcanzo a escuchar una risa muy encantadora, la
cual me hizo querer seguirla y adentrarme en ella.