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ANTES DE LA HOMILÍA
Enseguida los va llamando uno por uno, y ellos responderán cuando estén al frente
diciendo:
Presente, Cristo Vive!
Luego los candidatos serán ubicados en la nave central frente del presbiterio.
HOMILÍA
El ministro dirige unas breves palabras a la comunidad en donde destaque la
importancia del servicio de los monaguillos.
Ministro:
Queridos niños y adolescentes, al presentarse delante del Altar de Dios y en la presencia de
la familia Parroquial. ¿Qué piden a la Iglesia?
Ministro:
Sabes si estos candidatos están convenientemente preparados para servir con piedad,
dedicación y fe a tan importante servicio de la Iglesia.
Coordinador:
Me consta que durante varios encuentros, estos candidatos han recibido la adecuada
preparación espiritual, litúrgica y doctrinal, mostrándose aptos y dispuestos para servir al
altar como monaguillos, y han dado testimonio de perseverancia en el servicio por las cosas
de Dios.
INTERROGATORIO A MONAGUILLOS
El ministro, dirigiéndose a los candidatos los interroga diciendo:
Queridos hijos, desde el día de su bautismo son hijos de Dios y forman parte de la Iglesia
Católica. Ahora, animados por sus padres y por esta comunidad quieren servir al Señor con
una mayor dedicación ayudando a los ministros en la liturgia de la Iglesia.
Han sido llamados por el Señor a su servicio y yo en nombre de la Iglesia los acepto para que
sirvan al Señor en sus sagrados misterios. Serán servidores del altar y colaboradores del
sacerdote en las acciones sagradas que Cristo nos ha dejado para la salvación de la
humanidad. Traten de hacerlo de modo digno, para que cada celebración resulte decorosa y
ordenada.
Compórtense como discípulos de Jesús, llenos de caridad, generosos y disponibles, alegres y
limpios, tanto en el altar como en la vida, ya que así lo espera de ustedes esta comunidad.
La Iglesia los acoge para este propósito y ruega a Dios por ustedes, pero antes de iniciar su
servicio litúrgico deberán expresarán libremente su compromiso y disposición:
¿Quieren servir con alegría al Señor y su Iglesia, realizando los servicios que les sean
encargados durante las celebraciones litúrgicas aprobadas por la Iglesia?
Monaguillos:
Sí, queremos.
Ministro:
¿Se comprometen a cumplir con abnegación, alegría y responsabilidad su servicio litúrgico
y las normas del ministerio de los monaguillos?
Monaguillos:
Sí, nos comprometemos.
Ministro:
¿Se comprometen ser obedientes a los ministros de la Iglesia y a respetar a sus compañeros
dando buen ejemplo a la comunidad parroquial?
Monaguillos:
Sí, nos comprometemos
Ministro:
¿Se comprometen a cumplir con fervor, dedicación y diligencia su servicio en el Altar y el
fiel cuidado y preparación de los ornamentos y vasos sagrados?
Monaguillos:
Con la ayuda de Dios queremos cumplir con este servicio lo mejor posible.
Ministro:
Prometen ser constantes en la oración, visitar asiduamente el Santísimo sacramento y
Confesarse frecuentemente
Monaguillos:
Sí prometo, con la gracia del Señor.
Ministro:
Demos gracias al Señor, quien les ha colocado en sus corazones estos buenos deseos y le
pedimos que no les falte su ayuda para servir con fidelidad en su Altar y dar testimonio vivo
de su fe en todo lugar.
Los Padres de los monaguillos se acercan con la sotanilla y la sobrepelliz en sus manos
y se ubican delante del ministro, quien bendice las bendice con la siguiente oración:
Ministro:
Señor Jesucristo, tanto amaste a los niños que dijiste: “dejen que los niños se acerquen a mí,
pues de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos”.
Bendice estas + túnicas con las que serán revestidos tus pequeños servidores del altar,
ayúdalos a que la usen con reverencia y dignifiquen con su conducta estas vestiduras,
destinadas a las celebraciones sagradas y santificadas por tu bendición. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Todos dicen:
Amén.
Luego dice:
Reciban ustedes la sotana y la sobrepelliz que los identifica como servidores del altar de
mano de sus padres y ministros, para que así como el velo del templo en la antigua alianza
custodiaba la parte más sagrada del santuario, de la misma manera estas vestiduras litúrgicas
guarde al que sirve con su vida a Dios.
Todos dicen:
Amén.
Se colocan de pie.
Ministro:
Antes de recibir la cruz, deben manifestar su deseo de aceptar libremente esta nueva
condición haciendo un compromiso ante Cristo Nuestro Señor y ante la comunidad cristiana
aquí presente.
Ministro:
¿Quieren llevar el signo de la cruz, aceptando que para ser verdadero discípulo de Jesús hay
que cargar con la cruz de cada día?
Monaguillos:
Sí, quiero
Ministro:
¿Prometen amar cada día más a Jesús, puesto que Él nos ama verdaderamente desde su cruz?
Monaguillos:
Sí Prometo
Monaguillos:
Amén
ORACIÓN DEL MONAGUILLO
Una vez que se les ha impuesto la cruz harán la oración del Monaguillo:
Señor te agradezco el honor y la alegría que me das, al poder servir en el altar.
Concédeme el don de la piedad, la virtud de la pureza, y el conocimiento de la doctrina
cristiana.
Aumenta mi fe en tu divina presencia en el altar, y motiva mi adoración sincera.
Haz que cada día sea mejor y sirva de buen ejemplo a los demás. Bendice a todos los
monaguillos y acólitos, para que ayuden al decoro de las celebraciones, y para que florezcan
entre nosotros las vocaciones consagradas. Amén.
Ministro:
Los Monaguillos también son custodios de la doctrina, por eso en este momento harán su
profesión de fe:
(RECITAN EL CREDO)
Terminado el Credo el ministro y luego los monaguillos antiguos les darán un abrazo
litúrgico (doble), como signo de bienvenida, mientras los fieles pueden aplaudirlos.