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Festuca orthophylla (Iru-Ichu) es una gramínea perenne en macollos con hojas acuminadas
punzantes, de crecimiento radial. Los macollos más viejos presentan la parte central
declinada y forma áreas anulares de césped, un detalle señalado también por TROLL (1941).
Parastrephia lepidophylla puede considerarse como una especie asociada bastante frecuente.
En algunas áreas, Parastrephia muestra mayor número de ejemplares que Festuca. En estos
casos se podría hablar de una formación arbustiva en escala pequeña (matorral).
Parastrephia lepidophylla se presenta en forma aislada también en la puna de Festuca
dolichophylla. Parastrephia, al igual que muchas especies micrófilas y también muy
resinosas de Baccharis, se cuenta entre las tolas. Diferentes topónimos y nombres de
lugares (en el área limítrofe entre Arque y Bolívar) probablemente señalan la presencia de
Parastrephia: cerro Thola Loma, estancia Thola Pampa, Thola Pata Pampa.
En las depresiones, donde los suelos son más húmedos, se presentan típicamente los cojínes
planos de Azorella diapensioides. También SEIBERT & MENHOFER (1991, 1992)
consideran esta especie como indicadora de humedad ligeramente elevada del suelo.
Lachemilla pinnata y Sporobolus indicus, conocidos indicadores de humedad, son plantas
asociadas características.
Casi todas las plantas representativas de esta comunidad fueron también encontradas en la
puna de gramíneas en macollo de Festuca dolichophylla.
En cuanto el hombre priva las superficies de vegetación natural para cultivar en ellas, se
establecen otras plantas de crecimiento espontáneo, que a veces pueden competir con las
plantas cultivadas o dificultar la cosecha de las mismas, por lo que son indeseadas por el
hombre 10 . Estas plantas se definen como malezas de los cultivos y generalmente son plantas
anuales con un alto potencial de multiplicación y difusión. Muchas veces no se trata de
elementos de la flora natural, sino de arqueófitas que inmigraron al comienzo de la
agricultura o bien de neófitas introducidas por el hombre accidentalmente en épocas más
recientes (parte II). Las malezas de los cultivos se encuentran también en sitios expuestos a
una perturbación general como en lechos fluviales, bordes de caminos, terraplenes y a veces
constituyen elementos de los primeros estadíos de sucesión vegetacional.
En los pisos bajos no se observaron puntos de salida de agua. Se pudo encontrar algunas
áreas pequeñas de césped de Eleocharis albibracteata, en las que pastorea intensamente el
ganado. El grado de cobertura asciende al 100%.
En el área del matorral de Baccharis polycephala y Satureja boliviana con Stipa ichu se
presentan con mayor frecuencia manantiales, cuyos elementos más importantes ya se
especificaron como especies de los pastos herbáceos con Lachemilla pinnata. Junto con la
especie característica Lachemilla pinnata, son especialmente frecuentes Hypsela reniformis,
Sporobolus indicus, Lobelia nana, Castilleja pumila y Cotula mexicana.
10 Sin embargo, existen algunas "malezas" que no corresponden a esta definición estricta porque son útiles
como p.ej. Brassica rapa ssp. campestris, que es planta forrajera y medicinal.
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SEIBERT & MENHOFER, 1991; SEIBERT 1993) se desarrollan gracias al acceso
permanente al agua y ocasionalmente se inundan en la época de lluvias. Esta formación
produce mucho humus bruto y aparenta el aspecto de bofedal (en la provincia no se
presentan bofedales propiamente dichos conformados por la Juncácea, Disticha muscoides,
cuya distribución principal se encuentra a altitudes mayores de 4.300 m.s.n.m.). En el
césped de Plantago crece un gran número de plantas herbáceas, bordeándolo y en forma
epifítica, que en parte se presentan también en las formaciones de Lachemilla pinnata de los
pisos inferiores, o bien en forma aislada en la puna próxima de gramíneas en macollos como
Werneria pygmaea, Castilleja pumila, Cotula mexicana, Lysipomia pumila, Cerastium
crassipes, Montia fontana, Rorippa cf. palustris, Stellaria weddellii, Lilaeopsis macloviana,
Hydrocotyle ranunculoides, Gentiana sedifolia, Aciachne acicularis.
5. Comunidades rupestres
En todos los pisos altitudinales se observan despeñaderos sin vegetación o muy escasamente
poblados de plantas zonales, con dominio de especies saxícolas, que no tienen que arraigar
en suelos más o menos profundos.
En los pisos bajos de los valles se observaron varios tipos de comunidades rupestres:
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Tillandsia cardenasii (2800-3300 m.s.n.m.):
Es una especie muy parecida a T. koehresiana. Se observan tanto colonias monotípicas
como asociaciones con T. capillaris.
Entre las plantas características de cantos rodados en lechos fluviales por debajo de los
3.300 m.s.n.m., figura sobre todo Nicotiana glauca, que se presenta también en laderas
erosionadas; en raros casos produce árboles de hasta 5 m de altura. A mayores altitudes, en
los ríos estrechos se encuentran especies sucesionales que se dan en las formaciones de
matorrales (p.ej. Senecio clivicolus, Senna aymara, Baccharis spp.).
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7. Formaciones limnéticas
En la Provincia Arque no existen cuerpos hídricos importantes. Por lo tanto las comunidades
de plantas acuáticas son completamente insignificantes. En pequeños estanques (muchas
veces en el área del lecho fluvial) se encontraron plantas acuáticas, tales como Mimulus
glabratus o Callitriche heteropoda. En pequeños arroyos o en fuentes crecen Limosella
aquatica, Hydrocotyle incrassata y Ranunculus flagelliformis. Lachemilla diplophylla y
Lemna gibba, por ejemplo, se encontraron en pequeñas acumulaciones de agua cerca a
comunidades pantanosas de Plantago tubulosa. Notable también es una comunidad limnética
de Isoetes spec. en pequeñas lagunas sobre 4.000 m.s.n.m.
La colonización de los Andes bolivianos tal vez se inició hace unos 30.000 años (IBARRA,
1986). Durante 10 a 20.000 años el hombre vivía como cazador, colector y pescador.
Debido a que las regiones montañosas tropicales están representadas por recursos naturales
utilizables por el hombre (LAUER, 1984), se pobló y utilizó preferentemente los valles
intraandinos (BRUSH, 1982). Para el esqueleto humano más antiguo encontrado en la
región de Cochabamba se fijó una edad de 13.200 años (CESPEDES, 1986a). Hace
aproximadamente 6.000 años se empezaron a domesticar llamas (GRESLOU, 1990) y se
establecieron las primeras explotaciones agrícolas en la región de Cochabamba (CESPEDES,
1986b). Las primeras hachas de piedra de la época temprana perteneciente a la cultura de los
túmulos, encontradas en el región de Cochabamba (1.000 - 500 años a. de J.C.) (IBARRA,
1986), facilitaron por primera vez intervenciones efectivas en la vegetación natural. A la
misma época corresponde el establecimiento más intenso de asentamientos humanos
(KLAHSEN, 1983).
El pueblo de Arque fue fundado por indios de Challacollo, pertenecientes a la tribu de los
soras de Paria (según el gobernador Viedma, 1788, citado por CIPLADE, 1989). Ellos
formaban un grupo linguístico separado (mapa de MASON, J., en IBARRA, 1985). Su
territorio, incluyendo la capital Paria, comprendió las regiones de Tapacarí, Sipe-Sipe,
Capinota, y otras (IBARRA, 1985).
Alrededor del año 1470 los habitantes de las regiones vallunas de Cochabamba fueron
sometidos por el Inca Tupac Yupanqui. Seguidamente tuvo lugar una "quechuarización" y
reasentamiento de la población de la actual Provincia Arque en el valle de Cochabamba
(IBARRA, 1985), hecho que llevó a la alienación del propio territorio y, probablemente, en
parte a la declinación de los sistemas agrícolas tradicionales. En la región de Arque se
encuentran restos del dominio de los incas como las ruinas en el cerro Inca Pucara.
Aproximadamente 70 años más tarde penetraron los españoles en la región de Cochabamba.
Después de su llegada tuvo lugar una fase principal de degradación en los valles secos de
condiciones térmicas más favorables, pero al mismo tiempo muy sensibles al uso inadecuado
de la tierra (POSNANSKY, 1982; BASTIAN, 1985).
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inundación del pueblo Arque (gobernador VIEDMA, 1788, citado en CIPLADE, 1989), lo
cual permite concluir que ya estaba bastante destruída la vegetación de la cuenca hidrográfica,
dando lugar a una escorrentía superficial masiva del agua de lluvia. En 1881 (4 de febrero)
una inundación destruyó el poblado, el cual tuvo que ser reconstruído más al oeste de su
ubicación anterior. Los restos de la antigua capital fueron sepultados por completo por
inundaciones subsiguientes.
1. Bosques
1.1. Bosque de ribera de Alnus
La presencia de numerosos ejemplares de Alnus acuminata (aliso) en diferentes arroyos, a
altitudes de 3.000-3.600 (3.700) m.s.n.m. y sobre todo el hallazgo de un chaparral boscoso
relictual de alisos en la orilla de un río, pueden considerarse como pruebas de que Alnus
acuminata presenta un gran potencial en estos ambientes. Se debe prever un bosque ribereño
de Alnus por lo menos en ambientes de altos niveles freáticos, es decir en la proximidad de
ríos y en arroyos húmedos. Se trataría de bosques ricos en especies, con alturas de hasta
15 m, que se caracterizan por el dominio de Alnus acuminata, la presencia de otras especies
arbóreas más pequeñas (p.ej. Escallonia resinosa, Polylepis besseri, Schinus microphyllus,
Berberis cf. commutata) y de epífitas y lianas, con helechos en el sotobosque. Esta
formación típica del bosque de Alnus se limitaría probablemente a un rango altitudinal de
3.200-3.300 a 3.600-3.700 m.s.n.m. En los pisos inferiores, también es concebible la
presencia de Alnus en los bosques ribereños (ver Bosque de ribera de Schinus molle), pero
probablemente no en forma dominante.
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1.2. Bosque de Polylepis
El papel que desempeñaron los bosques y chaparrales de Polylepis en los Andes, es objeto
de una vieja controversia. ELLENBERG (1958, 1979) parte del supuesto que una gran
parte de los Andes habría estado cubierta de bosques. La presencia aislada de árboles hasta
4.000 m.s.n.m., la extensión que tenía en el pasado y que podría tener potencialmente el
límite superior de los bosques, ya que según ELLENBERG (1966) no existen límites de
árboles ("Baumgrenzen")- sino solamente límites de bosques ("Waldgrenzen"). Recién el
hombre habría exterminado los bosques en las fajas limítrofes de las altas montañas, de
tal manera que ahora se puede distinguir entre un límite de bosque y un límite de árboles
ubicado más arriba del anterior. Las formaciones de gramíneas en macollos de la puna serían
comunidades sustitutas antropozoogénicas (ELLENBERG, 1975).
A este criterio se oponen TROLL (1959), RAUH (1977, 1988) y WALTER & BRECKLE
(1984), entre otros. Según ellos, la presencia de los chaparrales y bosques de Polylepis se
limita a ambientes especiales, tales como quebradas favorables. LAUER (1986, 1987)
discute que Polylepis podía haber formado el límite superior del bosque en la época de un
óptimo climático. El clima, en la fase postglacial de máximo calor, fue más cálido y más
húmedo que hoy (LAUER & ERLENBACH, 1987). En el transcurso del enfriamiento de
los últimos 6000-8.000 años el descenso del límite del bosque, se debería principalmente a
causas climáticas. Pese al descenso del límite general del bosque, se hubiesen podido
mantener relictos de Polylepis en ambientes favorables, por encima de este límite.
De hecho, esta teoría tendrá validez por ejemplo para la presencia de Polylepis tarapacana a
más de 5.000 m.s.n.m. en el Sajama. En algunas regiones se encuentran rodales de Polyle-
pis, aun a menores altitudes, solamente en sitios especiales: p.ej. en la región Kallawaya
(SEIBERT 1991; MENHOFER 1992; SEIBERT 1993), de modo que parece muy aven-
turado prever una ampliación adicional de su presencia en la vegetación natural potencial.
La magnitud destructiva de los bosques, que seguramente existía, todavía depende también
de factores socioculturales y demográficos en espacios pequeños. La historia y estructura de
las comunidades vecinas pueden diferir en los Andes de tal manera que en una comunidad no
queda ni un sólo relicto en el paisaje degradado que indique la presencia de un chaparral de
Polylepis y que según informes de testigos oculares existía efectivamente, mientras que en
otra comunidad se conservan chaparrales extensos de Polylepis.
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Bosque de Polylepis
Bosque de galería de
Alnus acuminata
Otro elemento de estos bosques probablemente sería Salix humboldtiana, el único sauce
originario de Sudamérica, distribuído en estas zonas (BURKART et al., 1987). En Arque se
comprobó la presencia de algunos ejemplares, pero no se pudo aclarar si fueron plantados.
Entre las especies arbustivas figuran Acalypha plicata y Escallonia millegrana.
1.4. Bosque seco con Schinopsis
El bosque seco predominantemente deciduo, que se puede considerar como la vegetación
natural potencial de los valles intraandinos secos, de clima templado, alcanza la Provincia
Arque en sus últimas ramificaciones. TROLL (1952) describe un bosque de este tipo,
compuesto de Schinopsis haenkeana, Aspidosperma quebracho-blanco y Prosopis para la
Provincia Ayopaya. HERZOG (1923) denomina Schinopsidetum a una comunidad vegetal
de este tipo, muy difundida en la región intraandina, integrada por las dos especies de
quebracho, Carica quercifolia y Acacia macracantha, entre otras. PEDROTTI et al. (1988)
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concluyen de sus estudios realizados en Capinota, que un bosque de Schinopsis-
Aspidosperma constituiría la comunidad climax más importante de esa región. Este tipo de
formaciones de bosques naturales se pueden encontrar en Capinota . hasta el presente.
El carácter de mosaico de la vegetación real pone de manifiesto la gran diversidad que podría
caracterizar este bosque seco potencial, a partir del supuesto que algunas especies arbóreas,
que formaban parte de la vegetación original, se extinguieron en el pasado y otras son
comprobables solamente en forma de relictos dispersos casuales.
Queda sin aclarar el papel que podría desempeñar Prosopis cf. chilensis en la vegetación
natural potencial. Las especies de Prosopis suelen ser árboles pioneros con gran
requerimiento de luz, poco exigentes con respecto a los suelos y al abastecimiento de agua
(LAMPRECHT, 1986). En el bosque seco de Schinopsis, Prosopis ocupa un rango más
bien secundario en el sotobosque. Un matorral/chaparral de Prosopis se limitaría
seguramente a las superficies de gravas, más secas, pedregosas, de las zonas ribereñas, y
como comunidad pionera a las superficies erosionadas, que pueden formarse también bajo
condiciones naturales.
La especie Kageneckia lanceolata, a la que HERZOG (1923) asigna una posición principal
en los chaparrales del interior de la Cordillera, cumple las condiciones necesarias para
constituir una especie arbórea importante dentro de este bosque de transición. En la Provincia
Arque muestra una presencia acumulada a altitudes comprendidas entre 3.000 y
3.500 m.s.n.m. La especie tiende claramente a formar chaparrales y puede alcanzar alturas
mayores de 5 m.
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"lloque-lloque" es el nombre quechua de Kageneckia lanceolata. De hecho, este árbol sigue
teniendo una presencia regular en este cerro. Del mismo modo, las declaraciones de testigos
oculares, los cuales recuerdan rodales de Kageneckia de 8 a 10 m de altura en la Provincia
Arque, pueden valorarse como una prueba de que esta especie tenía gran importancia en la
región.
El hecho de que Kageneckia se puede encontrar regularmente dentro de un intervalo
altitudinal determinado, pese a que su madera es muy solicitada, sugiere una presencia
considerable de estos bosques en el pasado.
Especies asociadas potenciales serían tal vez Citharexylum punctatum, Proustia cuneifolia,
Buddleja tucumanensis y Escallonia schreiteri, que es un pequeño árbol casi extinguido en
Arque.
Chaparrales
Es de suponer que no existen chaparrales en la vegetación natural potencial o bien existen
solamente en pequeña escala - p.ej. en superficies que presentan una sucesión natural,
ubicadas en zonas ribereñas.
Matorrales
Mientras que no parece muy difícil construir la vegetación natural potencial en los
pisos altitudinales hasta 4.000-4.100 m.s.n.m. y por tanto tener una idea de la vegetación
original, tal descripción sólo quedaría especulativa para las regiones ubicadas a altitudes
mayores. Las áreas de la puna húmeda, que se caracterizan por la gramínea en
macollos Festuca dolichophylla, son superficies de pastoreo. Es inevitable que el
pastoreo modifica la vegetación. Queda sin aclarar, hasta qué punto el hombre eliminó
también formaciones de matorrales eventualmente existentes en esta altitud. En esta región
están presentes algunas especies arbustivas - no se sabe, sin embargo, si podrían llegar a
formar un matorral. Es probable que la vegetación a más de 4.000 m.s.n.m. experimentó
una degradación menor, en comparación con las formaciones ubicadas en los pisos
inferiores.
Con respecto a la región Kallawaya suponen SEIBERT & MENHOFER (1992) (ver también
SEIBERT, 1993) que la vegetación natural potencial está representada, en los pisos
altitudinales entre 3.900 y 4.500-4.600 m.s.n.m. por un paisaje de praderas de Festuca
dolichophylla. Esta hipótesis se basa en la presencia regular de esta especie en la región y
sobre todo en el hecho de que muestra un fuerte desarrollo en áreas cercadas, protegidas del
pastoreo.
La toponimia en el área de la puna seca - Puna de gramíneas en macollos de
Festuca orthophylla con Parastrephia lepidophylla tola]) (p.ej. Tola Pampa) hace
suponer que los arbustos de tola son muy importantes desde hace mucho tiempo.
Probablemente, al cesar la influencia del hombre en estos lugares, se establecería una
formación de matorrales, cuyas características exactas no se pueden deducir de la vegetación
real.
4. Otros
La vegetación natural potencial comprendería también comunidades rupestres (p.ej. con
Tillandsia spp.), que tendrían las mismas características que la vegetación real y la original.
Además existirían comunidades limitadas a pequeños espacios en función de las condiciones
edáficas, p.ej. en sitios húmedos.
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Conclusión
La vegetación de Arque todavía es testigo de las potencialidades de un espacio natural
muy diverso - pero se está perdiendo y degradando con una dinámica increíble. Si no se
logra frenar el proceso destructivo, en pocos años no se va a creer que esta zona tenía
vegetación en el pasado. Por la disminución de los potenciales del espacio natural, los
campesinos de Arque están perdiendo su base de vida. Conociendo esta situación es
importante empezar con medidas adecuadas de un desarrollo sostenible y efectivo. Sin la
conservación y la recuperación de los recursos naturales de la Provincia de Arque, la
población humana no tiene futuro en esta provincia. Pero sin respetar y satisfacer las
necesidades básicas de los hombres no existe ninguna posibilidad de salvar las potenciales
biológicos de esta zona. Si se apoya a los arqueños, se contribuye simultáneamente a la
conservación de otros ecosistemas en peligro de degradación: La zona de Arque ya está
expulsando campesinos a regiones de colonización como el Chapare o el Parque Nacional
Isiboro-Securé.
Resumen
Flora y Vegetación de la Provincia Arque, Departamento
Cochabamba, Bolivia
Parte III: Vegetación
En el marco de un proyecto boliviano-alemán de la cooperación técnica (PROSANA -
GTZ/CORDECO) se investigó la vegetación de la Provincia Arque. Se elaboraron
inventarios florísticos según el método de Braun-Blanquet y además se interpretaron
fotografias aéreas del Instituto Geográfico Militar. Se describen las comunidades
vegetales según criterios fisonómicos. Las unidades de vegetación importantes son en
las bajas altitudes (aprox. 2700-3000 m.s.n.m.) chaparrales y matorrales de Prosopis y el
matorral de Dodonea viscosa. En las altitudes medianas (aprox. 3000-4000 m.s.n.m.) se
encuentra un matorral de Baccharis polycephala, Satureja boliviana y Stipa ichu, chaparrales
de Polylepis y un chaparral de Alnus. En el piso altitudinal más alto (aprox. 4000-4500
m.s.n.m.) domina la puna de Festuca dolichophylla, que en el sudoeste de la provincia
más seco, está sustituído por la puna de Festuca orthophylla con Parastrephia lepidophylla.
También se caracterizan las comunidades vegetales menos extensas como p.ej.
roquedales. Se constata que los matorrales y chaparrales son comunidades de sustitución de
bosques destruidos en la historia. Potencialmente la provincia sería cubierta con un bosque
hasta altitudes de 4000-4100 m. s.n.m. La destrucción de la vegetación es una causa
principal para la gran pobreza de los arqueños. Cualquier proyecto, que quiere enfrentarse
con este problema, tiene que considerar la conservación y estabilización de la vegetación
natural.
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Abstract
Flora and Vegetation of Province Arque, Department of
Cochabamba, Bolivia
Part III: Vegetation
In the frame of a German-Bolivian project (PROSANA - GTZ/CORDECO) the vegetation of
the Province Arque was studied. Floristic inventories using the Braun-Blanquet method
were elaborated and aerial photos of the Instituto Geográfico Militar were interpreted. The
description of the plant communities follows physiognomic criterions. Important units of
vegetation are at lower altitudes (2700-3000 m abo ye sea level) woodlands and scrubs with
Prosopis and the Dodonea viscosa scrub. In the intermediate altitudes (3000-4000 m aboye
sea level) a scrub of Baccharis polycephala, Satureja boliviana and Stipa ichu, Polylepis
woodlands and a woodland of Alnus are found. In the higher altitudes (4000-4500 m .above
sea level) dominates the puna of Festuca dolichophylla and - in the drier southwest of the
province - the puna of Festuca orthophylla with Parastrephia lepidophylla. Some small scale
plant communities like the vegetation of rocks are characterized. The secondary character of
the scrubs and woodlands is pointed out. Potentially the province would be forested up to
the altitude of 4000/4100 m abo y e sea level. The destruction of the vegetation is a principal
cause for the extreme human poverty in Arque. All projects facing this problem have to
consider the conservation and stabilization of the natural vegetation.
Zusammenfassung
Flora und Vegetation des Provinzes Arque, Departamento
Cochabamba, Bolivien
3. Teil: Vegetation
Im Rahmen eines deutsch-bolivianischen Projektes der technischen Zusammenarbeit
(PROSANA - GTZ/CORDECO) wurde die Vegetation der Provinz Arque untersucht. Dazu
wurden floristische Inventare nach der Braun-Blanquet-Methode durchgeführt sowie
Luftbilder des Instituto Geográfico Militar interpretiert. Die Darstellung der
Pflanzengemeinschaften erfolgt gemáB ihrer Physiognomie. Wichtige Vegetationseinheiten
sind in den Tieflagen (ca. 2700-3000 m) Gehülze und Gebüsche mit Prosopis sowie das
Dodonea viscosa-Gebüsch. In den mittleren Lagen (ca. 3000-4000 m) finden sich ein
Gebüsch mit Baccharis polycephala, Satureja boliviana und Stipa ichu sowie Polylepis-
Gehülze und ein Alnus-Gehólz. In den Hochlagen (ca. 4000-4500 m) dominiert die Festuca
dolichophylla-Horstgraspuna bzw. im trockeneren Südwesten der Provinz . die Festuca
orthophylla-Horstgraspuna mit Parastrephia lepidophylla. Auch kleinráumige
Gemeinschaften wie z.B. Felsfluren werden charakterisiert. Es wird festgestellt, da13 die
Gebüsche und Gehólze Ersatzgesellschaften von in der Geschichte vernichteten Wáldern
sind. So wáre die Provinz potentiell bis ca. 4000-4100 m ü.N.N. bewaldet. Die
anthropogene Vegetationszerst0rung ist eine wesentliche Ursache für die gro& Armut der
Bevólkerung von Arque. Jegliches Vorhaben zur Armutsbekámpfung in Arque muB die
Erhaltung und Stabilisierung der natürlichen Vegetation zum vorrangigen Ziel haben.
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Agradecimientos
El contenido del presente estudio es parte de una tesis de diploma asesorada por los Prof. Dr.
W. Barthlott y Prof. Dr. W. Lauer. Los estudios de campo fueron apoyados
económicamente por la GTZ, Eschborn, y la Richard-Winter-Stiftung, Bergisch-Gladbach.
El autor quiere agradecer además al Dr. Hans Schoeneberger y al equipo de PROSANA por
haber hecho posible y facilitar la estadía en Bolivia. El Dr. Stephan Beck revisó una primera
versión del presente texto y apoyó generosamente con varias sugerencias y consejos. La
población de muchas comunidades de Arque no sólo se mostró tolerante frente a mi
presencia en sus tierras, sino me ofreció también su hospitalidad y buena disposición de
ayudarme. Lic. Patricia Rojas me acompañó en algunos viajes al área del estudio y participó
en la realización de algunos inventarios florísticos. Sobre todo tengo que agradecer a mi
esposa Claudia quien ayudó intensivamente durante todos los pasos del estudio.
Referencias
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Weidegesellschaften im Wassereinzugsgebiet des Flusses Tambillo Mayu, Provincia
Ayopaya, Departamento Cochabamba, Bolivien und deren Medizinalpflanzen.-
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Traducción publicada: BAAR, R. (1992): Comunidades de pastos en la cuenca del río
Tambillo Mayu, Prov. Ayopaya, Cochabamba - Bolivia, y sus plantas medicinales.-
Traducción por U. Jentsch de Vargas. Informes ecológicos. Tomo 4. Ed. A.
Schulte, ECO, Cochabamba, Bolivia.
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Okosystemforschung in den bolivianischen Anden.- Naturwissenschaftliche
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TROLL, C., 1952.
Die Lokalwinde der Tropengebirge und ihr EinfluB auf Niederschlag und
Vegetation.- Bonner Geographische Abhandlungen, 9, 124-182.
Pierre L. Ibisch
Botanisches Institut
Universitüt Bonn
Meckenheimer Allee 170
53115 Bonn - Alemania
ADDENDA
Dryopteridaceae:
Woodsia montevidensis (Sprengel) Hieron. (PI93.38) 3600 m.s.n.m.
Asteraceae:
Gochnatia curvifolia (Griseb.) O. Hoffm. (P193.515) 2800 m.s.n.m.
Onagraceae:
Oenothera sandiana Hasskarl (PI93.63) 3400 m.s.n.m.
Phytolaccaceae:
Galium mandonii Britt. (PI93.65) 3400 m.s.n.m.
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