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Educación formal, no formal

e informal
Publicado en 1 agosto, 2011
Gilda L. de Romero Brest

De la educación global, que incluye la totalidad de las acciones sociales de enseñanza-


aprendizaje de los comportamientos esperados en cada sociedad, se recorte para su
tratamiento aquí el conjunto de las acciones organizadas y de carácter consciente y
deliberado. Ese conjunto de acciones educativas puede categorizarse analíticamente a partir
de diversos criterios.
En la actualidad, tiende a generalizarse la distinción entre educación formal, no
formal e informal. Este criterio presenta algunas dificultades derivadas principalmente de
carácter no unívoco de la expresión “formal”. En efecto, varios pueden ser los referentes
aludidos con tal expresión: la formalización política, la formalización jurídica, la
administrativa o pedagógica.
1. La Formalización Política: Frecuentemente, la expresión formal alude al campo de
acción “oficial” que se define de acuerdo con las políticas gubernamentales en cada
momento histórico en lo relativo a orientación y objetivos de la oferta, fijación de
prioridades y metas, asignación de recursos, determinación de clientela, y también en
cuanto a elección de estrategias y mecanismos de implementación. Es decir, desde
esta perspectiva lo “formal” equivale a “sistema de educación”, o en forma restricta a
“sistema escolar”, oficial o reconocido oficialmente. Y se entiende por sistema el
conjunto integrado de los servicios ofrecidos.
2. La Formalización Jurídica: A veces la expresión formal designa acciones educativas
revestidas de requisitos legales. Vale decir, las que se hallan regladas por normas
positivas específicas. Estas normas, por lo común, ordenan las acciones del sistema
escolar, pero eventualmente pueden reglar también el “derecho diferido” a la
educación, la calificación en el trabajo, etc. Esto es, avanzar hacia la cobertura del
“sistema de educación”, campo más comprensivo y amplio que el de “sistema
escolar”.
3. La Formalización Administrativa: La nota de formal puede asimismo hacer
referencia a la educación reglada, controlada por un aparato administrativo de gestión
y por normal o pautas organizativas destinadas a ordenar los servicios de las diversas
instituciones educativas.
En tal caso, suele considerarse formal la educación que, además de ser gestionada por un
órgano específico, está regida por reglamentos, requisitos y exigencias expresas y de
cumplimiento imperativo para el personal y los usuarios (horarios, calendario lectivo,
inscripción, asistencia, etc. para los alumnos; títulos habilitantes, número tope de horas
semanales de clase, etc. para los docentes).
1. Por último, la Formalización Pedagógica: Desde esta perspectiva puede aludirse al
uso sistemático de la amplia batería de herramientas profesionales propias del
quehacer educativo (planes, programas, métodos, secuencias y estándares de
aprendizaje, medios para el control y la verificación del rendimiento, formas de
acreditación de logros, etc.).
De las aclaraciones precedentes resulta claro que los ámbitos de los referentes empíricos
aludidos con la expresión formal no son mutuamente excluyentes y de igual alcance. En
efecto, cuando el término formal se usa para desinar al sistema escolar (o la educación)
oficial, u oficialmente reconocido, el ámbito de los referentes empíricos resulta inclusivo
de los otros tres. Pues lo oficial implica siempre (o casi siempre) además de formalización
política de las acciones educativas gubernamentales, formalización jurídica, administrativa
y pedagógica. En cambio, el término formal aplicado a lo jurídico y, sobre todo, a lo
administrativo o pedagógico tiene un alcance restricto que, sobre todo en los dos últimos
casos, puede hacer referencia exclusiva al aspecto o dimensión respectiva.
De todos modos, en su empleo más común, la expresión formal hace referencia al sistema
escolar oficial y oficialmente reconocido (incluyendo los estudios superiores universitarios
y extrauniversitarios). Pero, para avanzar en la distinción entre educación formal, no formal
e informal, por presencia y ausencia o variaciones de los indicadores, creemos preciso
proceder a una desagregación analítica de las diversas dimensiones del problema.

A tal fin tomamos en cuenta cuatro dimensiones que, en términos generales, se


corresponden con las perspectivas señaladas más arriba. La primera dimensión corresponde
a las manifestaciones concretas de los servicios en sus grandes líneas. La segunda, a las
normas que regulan los servicios. La tercera, a su administración, control de gestión y
correspondientes medios de acción. Y la cuarta, a la operación pedagógica, sus instrumentos
y “modus operandi”.
Sobre estas bases intentamos enumerar los indicadores y sus correspondientes variaciones,
que permitirían diferenciar la educación formal, no formal e informal.

Educación Formal:
1. Se concreta en los servicios del “sistema escolar” (incluyendo la universidad) oficial
u oficialmente reconocido. El sistema presenta:
 Objetivos generales de formación inicial, básica y global de largo alcance,
teóricamente acordes con los intereses nacionales y en cada momento histórico
conformados según las líneas políticas establecidas por el poder administrador.
 Planes de estudio globales (por niveles, ciclos, modalidades, carreras) que se integran
en conjuntos articulados y seriados de materias y actividades.
 Estructura por niveles, ciclos, modalidades, carreras.
 Sistema de credenciales: grados, títulos, certificados que acrediten logros globales
por niveles, ciclos, carreras.
 Red de establecimientos escolares (o similares: academias o institutos que imparten
enseñanza de tipo escolar).
 Clientela constituida prioritariamente por las generaciones jóvenes.
 Personal docente “profesional”, oficialmente habilitado, reconocido o autorizado.
 Financiamiento público, privado o mixto concurrente.
1. Se regula por medio de un sistema legal específico para el sector.
2. Se controla la gestión a través de un aparato o normas administrativas de carácter
público.
3. Se implanta mediante el generalizado y sistemático uso de un conjunto casi siempre
prescripto de instrumentos pedagógicos propios del campo profesional docente y que
incluye:
 Programas de materias (y actividades).
 Métodos de enseñanza-aprendizaje sistemático.
 Estándares y verificación de logros.
 Identificación de clientela y control de presencia (matriculación o inscripción,
registro de asistencia).

Educación No Formal:
1. Se concreta en servicios generalmente no “escolares” que presentan:
 Objetivos de formación focalizados sobre áreas específicas del conocimiento o
actividad, generalmente de carácter instrumental a corto plazo y por lo común
establecidos a partir de los requerimientos de demandas particulares. Se orienta casi
siempre hacia la actualización, ampliación, completamiento, especialización o
reconversión de la formación inicial, básica –general o profesional-. A veces puede
ofrecer formación supletoria de la educación escolar en áreas específicas.
 Planes de estudio o de aprendizaje sistemático limitados a ciertas áreas específicas.
 Organización por “cursos” aislados (o series de cursos focalizados); cursillos(series
breves de clases), o prácticas programadas, sistemáticas y regulares de actividades
diversas (artísticas, de taller, deportivas, etc.).
 Acreditación (eventual) de logro en áreas específicas: títulos o certificación de
aprobación; certificados de asistencia o registro de cumplimiento de requisitos en
legajos personales.
 Impartida en diversas instituciones generalmente extraescolares (oficiales o
privadas) tales como empresas, asociaciones voluntarias (profesionales, sindicales,
científicas, culturales, etc.); a veces también en establecimientos del sistema escolar
aunque al margen de los planes globales regulares.
 Clientela principalmente adulta o de edad “postescolar”.
 Personal docente: se admite personal no “profesional” (aunque a veces habilitado) y
por lo común idóneos, expertos, especialistas o profesionales de campos diversos.
 Financiamiento por lo común privado, a veces con apoyo oficial parcial y en casos
sostenido con fondos públicos.
1. Se regula habitualmente mediante normas legales de carácter general (no
necesariamente referidas a la educación) aplicable a la organización de instituciones
de diverso tipo y funciones varias y a las actividades públicas en general. En algunos
casos las normas pueden referirse específicamente a la educación; por ejemplo,
aquellas que regulan el derecho diferido de la educación y la calificación laboral.
2. Se controla corrientemente la gestión por medio de los mecanismos y normas
internas de las instituciones privadas que dispensan el servicio (salvo cuando se trata
de servicios oficiales, en cuyo caso rigen los esquemas del sector público).
3. Se implementa mediante un instrumental pedagógico diverso que incluye junto a las
herramientas profesionales tradicionales un vasto repertorio de recursos diferentes;
algunos surgidos de la innovación profesional al margen del sistema escolar, otros
elaborados en la praxis pre o no profesional, y que globalmente tienden a configurar
un nuevo estilo tecnológico pero que de todos modos aparecen en:
 Programas de materias o actividades (contenidos generalmente extraídos del
“curriculum social” aunque en algunos casos reproducen total o parcialmente
curricula escolares).
 Métodos de enseñanza-aprendizaje, generalmente sistemáticos.
 Estándares y verificación de logros (frecuentemente).
 Identificación de clientela y registro de presencia.
Educación Informal
1. Se concreta en servicios u oportunidades de educación, principalmente extraescolar
que se manifiesta por:
 Objetivos, por lo común, de promoción y estímulo educacional, focalizados y
limitados sobre áreas específicas del conocimiento, actividades y quehaceres, o
manifestaciones culturales diversas, unas veces de carácter instrumental aplicables a
corto plazo, en otros casos de carácter general y a más largo plazo, determinados ya a
partir de políticas oficiales o de instituciones (o empresas) ya sobre las exigencias
particulares de la demanda; se orientan hacia la continua actualización, ampliación,
completamiento de la formación inicial básica aunque en forma poco estructurada.
Usualmente apuntan hacia la expansión personal pero pueden procurar una formación
experiencial de tipo instrumental (trabajo, salud, vida familiar, social, política, uso
del tiempo libre).
 La oferta no se presenta como plan de estudios o de aprendizaje programado sino
como oportunidades de:
– Práctica libre y sistemática de actividades: “culturales” (debates, foros, etc.); artísticas,
artesanales y de taller; hobbies, deportivas, etc.
– Contacto o exposición voluntaria a manifestaciones o expresiones culturales, políticas,
etc. (conferencias, museos, bibliotecas, exposiciones, conciertos, MCM: implica actividades
como asistir, mirar, escuchar, leer.
– Aprendizaje experiencial (“aprender haciendo”) para quehaceres definidos: el trabajo,
el liderazgo comunitario, etc.(el autodidacto por lecturas y otras formas de aprendizaje o el
“self made man” constituyen ejemplos de productos de esta educación informal).
 No existe acreditación específica y directa de estos aprendizajes (puede darse empero
un reconocimiento social o institucional del aprendizaje logrado por el autodidacto,
también por el trabajador que acreciente su capacitación en la tarea misma).
 Ofrecida usualmente en instituciones extraescolares –oficiales y no oficiales
privadas- bibliotecas, museos, entidades culturales, asociaciones voluntarias, centros
de adultos o jóvenes, el trabajo, etc.
 Clientela: población de toda edad, aunque quizás preferentemente adulta.
 Personal generalmente no docente profesional (especialistas, expertos, idóneos,
animadores, etc.).
 Financiamiento oficial y privado o mixto.
1. Se regula mediante normas legales de carácter general (no necesariamente referida a
la educación) aplicable a la organización de instituciones de diverso tipo y funciones
varias y a las actividades públicas en general. En algunos casos las normas pueden
referirse específicamente a la educación; por ejemplo, aquellos que regulan el
derecho diferido a la educación y la calificación laboral.
2. Se controla la gestión mediante mecanismos y normas del sector público o los
propios de las instituciones privadas, según corresponde.
3. Se implementa mediante acciones no típicamente pedagógicas sino principalmente de
“animación”, información, difusión, promoción, motivación, estímulo, orientación,
asistencia y apoyo.
Por tanto no opera (de modo manifiesto) con la batería de herramientas propias del
quehacer “docente” (planes de estudio o de actividades de aprendizaje; programas de
materias o actividades; métodos de “enseñanza”; estándares preestablecidos y control del
aprendizaje; identificación de clientela y registro de presencia).

Los “contenidos” que circulan o se ofrecen corresponden preponderantemente al


“curriculum social”.

Los métodos y técnicas tienden a constituir una nueva tecnología o estilo tecnológico
adecuado y crecientemente requerido por las acciones de “animación”; información masiva;
promoción; orientación; asistencia, etc.

Se trata esencialmente de una metodología tendiente a crear situaciones favorables,


proporcionar elementos, materiales, y proveer la asistencia estimulante y experta para el
autoaprendizaje.

Todos estos aprendizajes conscientes y deliberados se recortan del vasto campo de los
aprendizajes no intencionales e inestructurados que fluyen continuamente de la vida
cotidiana; es decir, del interjuego del hombre con su ecosistema específico donde es
menester un continuo aprender para vivir (conducirse, actuar) manejando señales y
mensajes, información, objetos, situaciones.

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