> PROCEDIMIENTOS INTRAVENOSOS
Física e irrigaciones: razones cientíicas
que apoyan lo que hacemos
Deborah E. Davenport, MSN, RN, CNE, y Virginia Ann Utterback, PhD, RN, CNE
COMPRENDER las razones nos ayuda a
interiorizar las novedades y a modiicar
de forma consciente la práctica habitual.
Aunque son muchos los elementos
necesarios para utilizar y mantener de
forma segura los dispositivos de acceso
vascular (DAV), puede ser beneicioso
comprender el razonamiento que
aportan las técnicas de irrigación
basadas en la evidencia1. Este artículo
explica la importancia del tamaño de
la jeringa y las técnicas de presión
positiva para la irrigación de los DAV,
haciendo énfasis en los sistemas de
desplazamiento negativo de líquidos.
El tamaño importa
Según los estándares propuestos por la
Infusion Nursing Standars of Practice,
el objetivo de las irrigaciones de los
DAV es mantener la permeabilidad y
evitar el contacto entre medicamentos
o líquidos incompatibles para prevenir
su precipitación1,2. Aunque el volumen
de la solución de irrigación varía
según el tipo de DAV (tunelizados, no
tunelizados, catéteres venosos centrales,
catéteres centrales de inserción
periférica o reservorios subcutáneos),
siempre debe usarse una jeringa de
10 ml.
Al considerar el tamaño de la jeringa
para las irrigaciones, el elemento más
importante a tener en cuenta es el
diámetro de su depósito o cilindro1.
El volumen de la solución de lavado
debería ser como mínimo dos veces
superior a la capacidad del DAV u otros
dispositivos3. El volumen de solución a
perfundir en las irrigaciones depende de
varias consideraciones: el tipo de DAV,
las recomendaciones de su fabricante, su
localización y el volumen corporal del
paciente.
Independientemente del volumen
necesario para irrigar el DAV, preste
mucha atención al diámetro del
40 Nursing. 2011, Volumen 29, Número 10
depósito de la jeringa. El diámetro
del cilindro de una jeringa de 10 ml
es de 14,5 a 15,9 mm, dependiendo
del fabricante. Éste es el diámetro
mínimo recomendado para prevenir
complicaciones, asociadas al uso de
jeringas con diámetros inferiores1,4,5. El
uso de una jeringa de menor tamaño
puede dañar el catéter y aumentar el
riesgo de formación de trombos1,3. El
uso de jeringas de un tamaño superior a
10 ml proporciona las mismas ventajas
en cuanto a protección y al mismo
tiempo permite la administración de un
mayor volumen de líquido de lavado3.
El volumen de la irrigación oscila
generalmente entre 1 y 20 ml, pero
tenga en cuenta que la administración
de pequeños volúmenes requieren un
diámetro de jeringa mayor6.
Considere la física
La base racional para recomendar el
uso de jeringas de 10 ml se fundamenta
en la física: las jeringas de pequeño
diámetro generan más presión que las
de diámetros superiores1. La presión
adicional ejercida por el uso de jeringas
de pequeño diámetro aumenta el riesgo
de causar daños en la punta del DAV y,
en consecuencia, incrementa el riesgo de
formación de trombos.
La irrigación rutinaria requiere ejercer
la suiciente presión en el émbolo para
desplazar el líquido de la jeringa a la
luz del catéter. Es de esperar un cierto
incremento de la presión intraluminal
durante la administración de la irrigación.
Pero las diferencias en la fuerza
ejercida manualmente complican la
determinación o el establecimiento de un
estándar de presión a aplicar al émbolo.
La excesiva aplicación de presión en el
émbolo para superar la resistencia del
catéter podría producir una rotura del
mismo, independientemente del tamaño
de la jeringa1,3.
Para comprenderlo mejor es necesario
que entienda el concepto de “libra por
pulgada al cuadrado” (LPC), equivalente
a kilopondios por centímetro cuadrado,
que es la unidad esencial de medida de
la presión. La LPC se deine como la
presión que ejerce un gas o un líquido en
las paredes del contenedor en el que se
encuentra, sea una botella de oxígeno, un
tanque de buceo o una cámara4.
Debido a la complejidad para
estandarizar la fuerza al émbolo de
la jeringa, los cálculos de la presión
a 3,5 LPC tanto en una jeringa de 3
como de 10 ml pueden ser útiles para
ilustrar este concepto. (Véase el cuadro
anexo Comparación de las presiones
intraluminales). La utilización de jeringas
de 10 ml reduce de forma marcada la
presión intraluminal durante la irrigación
y es el estándar de los fabricantes de
jeringas de 10 ml con solución de
irrigación preparadas3,7.
Evite el reflujo
Otra de las consideraciones a tener en
cuenta en relación con las irrigaciones
es la prevención del relujo de sangre
hacia la luz del DAV1,2. Las irrigaciones
de la luz del DAV requieren la aplicación
de presión manual positiva. Cuando
se ha administrado toda la solución de
irrigación del catéter puede producirse
una compresión de la punta del catéter
cuando el émbolo llega al extremo del
cuerpo de la jeringa. En este momento
dejará de ejercer presión en el émbolo
e iniciará la desconexión de la jeringa
de la luz del catéter. Al dejar de ejercer
presión en el émbolo, puede producirse
el relujo de sangre hacia la luz debido
a la reexpansión de la punta del catéter
que había sido comprimida. Tanto
la compresión en el émbolo como la
desconexión de la jeringa/sistema pueden
producir relujo hemático hacia el interior
de la luz1.
 Para evitar el problema del relujo, Los dispositivos de desplazamiento de un DAV de uso intermitente evita
los fabricantes han generado sistemas negativo (p. ej., una cánula penetrante, el relujo y es ya un procedimiento en
de desplazamiento negativo, neutral o una jeringa con punta Luer estándar o algunos centros.
positivo de líquidos8. Estos dispositivos un equipo i.v.) permiten el relujo de En caso de reservorios, la aplicación
requieren técnicas de irrigación sangre a la luz cuando se desconectan de presión positiva durante la aspiración
especíicas. Es esencial comprender el las tubuladuras o la jeringa1. Para reduce la incidencia de relujo en casi un
tipo de sistema que se va a utilizar antes compensar el relujo se requiere una 80%9. En ausencia de presión positiva, el
de realizar el lavado. Los sistemas con técnica de irrigación con presión relujo puede aumentar signiicativamente
desplazamiento negativo utilizan presión positiva. La presión positiva se dependiendo del diámetro del septum y
positiva en el émbolo mientras se clampa describe como una fuerza constante del calibre de la aguja.
la luz del catéter o del equipo intravenoso en el interior de la luz del DAV que
(i.v.). Los sistemas de desplazamiento evita el relujo hemático. Esta técnica Confíe en la ciencia
positivo permiten la irrigación realizando puede realizarse mediante el clampaje Es importante comprender las técnicas
posteriormente el clampaje, y los durante la inyección o aspirando la luz de lavado de los DAV y seguir las
dispositivos de desplazamiento neutral no e instilando1,7,8. El uso del clampaje recomendaciones de los fabricantes10.
dependen de una técnica especíica8. durante los lavados con presión positiva La práctica basada en la evidencia es la
clave para comprender cómo realizar un
uso y mantenimiento adecuados de los
DAV. Con la información y la formación
Comparación de las presiones intraluminales6 se promueven prácticas seguras y se
La aplicación de 3,5 LPC en el émbolo de una jeringa de 3 ml produce contribuye a aplicar métodos de lavado
aproximadamente 29 LPC en el interior de la luz del catéter. Las recomendaciones de DAV adecuados para la educación del
basadas en la evidencia para la seguridad de los pacientes establecen que las paciente, la familia o los allegados. N
presiones intraluminales no deberían exceder los 15 LPC5. La aplicación de 3,5 LPC
en el émbolo de una jeringa de 10 ml produce sólo 11 LPC, por debajo del máximo
recomendado1. La aplicación de 5,0 LPC en el émbolo de una jeringa de 3 ml BIBLIOGRAFÍA
genera aproximadamente 55 LPC en la luz del catéter. Por el contrario, la aplicación 1. Hadaway L. Technology of l ushing vascular
access devices. J Infus Nurs. 2006;29(3):129-145.
de 5,0 LPC en el émbolo de una jeringa de 10 ml genera 20 LPC. En el siguiente
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gráfico, los números en el eje Y representan las presiones intraluminales. of practice. J Infus Nurs. 2011;34(1 suppl):S1-109.
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Jeringa de 3 ml Jeringa de 10 ml Deborah E. Davenport es profesora en la Escuela de

Enferrmería Annita Thigpen Perry en el Texas Tech
University Health Sciences Center de Lubbock (Texas),
y Virginia Ann Utterback lo es en el Texas A&M Health
Science Center College of Nursing de Bryan (Texas).

Nursing. 2011, Diciembre 41