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Contexto Mundial: Las inquietudes de carácter económico, político, social y filosófico que
prevalecieron en el siglo XVIII, provocaron cambios radicales en la manera de vivir,
pensar y organizarse de los hombres en Europa y América. Las conquistas territoriales de
Francia, logradas en el periodo de la revolución, de 1789 a 1804, despertaron el celo de
otros países europeos que se unieron para frenar su avance político e ideológico. Durante
las guerras de la Legislativa, la Convención y el Directorio, fueron anexados a la
República Francesa los territorios de Aviñón, Niza, Sabolaya, Bélgica y la orilla izquierda
del Rhin. Más adelante, en el periodo del Consulado, y con la brillante actuación militar de
Napoleón Bonaparte, se integraron el norte y el centro de Italia. Además, es importante
señalar la campaña de Egipto realizada por él, aunque fracasó, tuvo relevancia militar.
Cuando estalló El golpe militar el 18 de brumario que acabó con el gobierno del Directorio,
se terminó imponiendo el consulado que en un principio estuvo compuesto por Napoleón
Bonaparte Sieyes y Roger ducos.
Coronado Emperador Napoleón contaba con un gran poder dentro del gobierno y al
poco tiempo nombró nuevos cónsules que le permitieron asegurar las relaciones con los
católicos y con los monárquicos logrando de esta forma cierta tranquilidad política, estos
cónsules ejercían el poder político.
Afianzado en el poder y aplicando sucesivas reformas, se encontró ante la posibilidad de
perpetuarse y logró que el senado, lo nombrara Cónsul Vitalicio, mediante la Constitución
del año X promulgada el 28 de julio de 1802. Ante la buena imagen que había dejado por
sus campañas militares, su poder político se acrecentaba cada vez más. Napoleón
consiguió que el Senado presentara una moción para que se lo declarará emperador de
los franceses el 18 de mayo de 1804.
Fue coronado en Notre Dame como Emperador y Jefe de los ejércitos de la República.
Le ciñeron en la cabeza la Diadema Imperial minuciosamente copiada de la que había
usado Carlomagno y colgó de la cintura la espada que suponía, aunque están sus dudas,
que era la que había servido Carlomagno esto se hizo para simbolizar su poder, además
nos muestra los grandes delirios de poder que tenía Napoleón Bonaparte.
Napoleón era absolutamente consciente que debía traer el orden a Francia y su
pacificación, sobre todo en el orden político, económico y administrativo para que Francia
recuperara la posición que había tenido en épocas anteriores.
Relaciones con la Iglesia Católica Cuando Napoleón Bonaparte aún gobernaba como
parte del consulado, logró en 1801 junto al papa Pío VII, un concordato que permitía
nuevamente las relaciones entre la Iglesia y el Estado francés, interrumpidas desde 1795.
Desde la revolución, la iglesia había sido suprimida y expulsado sus miembros,
expropiados sus bienes y perseguidos sus fieles por este motivo a Napoleón firma este
convenio no por que profesaba la fe católica pero sí porque era conveniente arreglar este
problema ya que el pueblo francés era católico y él sabía que esto traería Paz social.
A través del Concordato, se estableció la restauración política del Culto Católico, aunque
el nombramiento de los Obispos sería por parte del Emperador, del Papa recibirían la
investidura canónica, de esta manera también se nacionalizaban los bienes de la Iglesia y
para mantener aún más su dominio se les reconocía una compensación económica por
parte del gobierno francés, de esta manera quedaba sujeta a los caprichos del
Emperador.
Creo el “Catecismo Imperial”, donde hablaba de amar a Dios y al Emperador, hablaba de
la responsabilidad del cristiano hacia los príncipes que les gobiernan, y en particular, las
obligaciones hacia Napoleón, el Emperador.
Expansión del imperio Napoleón tenía pensado dos imperios uno con capital en París y
el otro con capital en Rusia para llevar a cabo estas campañas, va a ir tomando todos los
países vecinos.
Estas campañas importantes van a ser, la de Rusia y la de España. La campaña de
Rusia va a ser la más definitiva y va a estar marcada por el fracaso, ese mismo fracaso,
que marcó Alejandro Magno y también a Hitler y que fue por las condiciones climáticas
conocidas como el “General Invierno” y también las poblacionales que hacen muy difícil
de conquistar A Rusia, si bien el ejército francés contaba con 600,000 hombres y su
principal virtud era la caballería, nada tuvo que hacer frente a este gran invierno, además
se vieron superados por los cosacos y Napoleón tuvo que retirar gran parte de las tropas
para enviarlas a España, donde había que controlar sí o sí el territorio, por ser frontera de
Francia y esto no porque los españoles fueran realmente un peligro, sino porque habían
comenzado a ingresar las fuerzas británicas desde el sur y estos era una gran amenaza
para Napoleón.