CARNÉ: 0501-21-6212 Alocución Matrimonial. Este acto que se está celebrando se requiere el respeto e igualdad de derechos ahora que se va a formar una familia a través de esta institución como lo es el matrimonio con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar, educar a sus hijos y auxiliarse mutuamente para así el matrimonio sea duradero y satisfactorio. De conformidad con el artículo 78 del Código civil establece que “El matrimonio es una institución social por la que un hombre y una mujer se unen legalmente, con ánimo de permanencia y con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí”. Así mismo el articulo 79 del Código Civil indica “El matrimonio se funda en la igualdad de derechos y obligaciones de ambos cónyuges…”. Sentada la institución del matrimonio sobre el Principio de la igualdad de derechos y obligaciones de los cónyuges, ha de procurar cada uno ceder de lo suyo en beneficio de los dos: la paz del hogar que nace de la mutua comprensión, permite a los casados contar con un refugio seguro cuando los embates de la vida ponen prueba nuestras fuerzas, la voz de aliento que galvaniza las energías desfallecientes, la voz de alerta que nos proviene de los peligros; todo ello tiene su natural puesto en el hogar donde nuestra pequeñez nos hace grandes, donde la apatía se entorna en optimismo, la infelicidad en alegría y el decaimiento en fuerza que nos capacita para triunfar en la lucha por la vida. Por lo tanto, como lo indica en el código civil, articulo 109.- Representación conyugal. La representación conyugal corresponde en igual forma a ambos cónyuges, quienes tendrán autoridad y consideraciones iguales en el hogar, de común acuerdo fijaran el lugar de su residencia y arreglaran todo lo relativo a la educación y establecimiento de los hijos y a la economía familiar. En caso de divergencia entre los cónyuges, el juez de familia decidirá a quien le corresponde. Asimismo, el artículo 110 del código civil. - Protección a la mujer. El marido debe protección y asistencia a su mujer y está obligado a suministrarle todo lo necesario para el sostenimiento del hogar de acuerdo con sus posibilidades económicas. Ambos cónyuges tienen la obligación de atender y de cuidar a sus hijos, durante la minoría de edad de estos últimos. Por otra, el articulo 111.-Obligaciones de la mujer en el sostenimiento del hogar. La mujer deberá también contribuir equitativamente al sostenimiento del hogar, si tuviere bienes propios o desempañare algún empleo, profesión, oficio o comercio; pero si el marido estuviere imposibilitado para trabajar y careciere de bienes propios, la mujer cubrirá todos los gatos con los ingresos que reciba. Así pues, en el artículo 112.- Derechos de la mujer sobre los ingresos del marido. La mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo, salario o ingresos del marido, por las cantidades que correspondan para alimentos de ella y de sus hijos menores. Igual derecho compete el marido en los casos en que la mujer tenga la obligación de contribuir en todo o en parte para los gastos de la familia. En conjunto la familia se organiza sobre la base jurídica del matrimonio y la ley consagra su valor y crea las mejores condiciones para que se desenvuelva, sus miembros deriven las ventajas que de ellas proceden y la sociedad se perfeccione a medida que aquella robustezca sus vínculos y se haga cada día más grande y mejor. Por eso que se encuentran ustedes en el pórtico del hogar, deberán saber que al entrar en el asumen graves responsabilidades: el hogar que forma por el matrimonio es como cualquier mecanismo delicado, que ha de cuidarse y mantenerse; por ello es tarea de todos los días que una y otra parte han de desempeñar con celo e interés, con espíritu de sacrificio, pensando en ello se cifra al máximo de los bienes terrenales: la felicidad conyugal. Limar asperezas, compadecer, comprender, alentar, perdonar y admirar son las formas de acción de esta tarea cotidiana que a cada cónyuge toca en la elaboración de la obra maestra que ha de ser la familia perfecta del hogar bien organizado. Por lo tanto, el estado protege y reconoce a la familia, se fundamenta en el artículo 47 de la Constitución Política de la Republica. – Protección a la familia. El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y el derecho de las personas a decidir libremente el número y espaciamiento de sus hijos. Hecha la declaración anterior, el que haya verificado el matrimonio, leerá a los nuevos cónyuges lo siguiente: Os encontráis en uno de los momentos más solemnes y trascendentales devuestra vida, cual es el en que verificáis vuestro matrimonio, considerado por la ley que lo garantiza y ampara, como el único medio de fundar la familia, ycomo una institución social por el que un hombre y una mujer se unen con elfin de vivir en el mismo hogar en el seno de la más íntima amistad, de procrear y de auxiliarse mutuamente. Habéis contraído por este acto la obligación de crear, alimentar y educar a los hijos que tengáis; deber sagrado e instintivo que la misma naturalezagrabara en todos los corazones, y que, sin duda, cumpliréis con el cuidado ycariñosa solicitud que engendra el amor. No olvidéis que ellos serán el vínculomás querido entre vosotros. Ante esos tiernos lazos de vuestro afecto,dominad vuestras pasiones; dadles solo sanos ejemplos, e inculcadles que lamoralidad y el trabajo son los timbres más preciados del hombre, ya que es undeber vuestro preparar una generación honrada y feliz de ciudadanos dignos ala patria. No olvidéis tampoco que la sociedad bendice, considera y alaba alos buenos padres, por el gran bien que le hacen, dándole cumplidosciudadanos, y que la misma sociedad censura y desprecia con justicia a los que por abandono, por mal entendido cariño, o por su mal ejemplo, corrompen elinapreciable propósito que la naturaleza les confió. La esposa, por la dulzura de su carácter y por las demás dotes de susexo, está llamada principalmente a evitar las desavenencias que amenacenturbar el orden y tranquilidad de la familia; y debe dar y dará al maridoobediencia, en todo lo que no sea contrario a la moralidad y a las leyes,agrado, asistencia y consuelo, tratándolo siempre con la veneración que sedebe a la persona que nos apoya y defiende. El hombre, más vigoroso que la mujer, está obligado a protegerla y aejecutar los trabajos fuertes y penosos; tratándola siempre como a la parte másdelicada y sensible de si mismo, y con la benevolencia generosa que el fuertedebe al débil. Está igualmente obligado a tener en su casa a su esposa y asuministrarle todo lo preciso para las necesidades de la vida, según susfacultades y situación, debiendo la mujer conformarse con ésta, y ayudar a,sucompañero a sufrir en todas las situaciones penosas en que pueda encontrarsela familia. Ambos debéis prudenciar y atenuar vuestras faltas; y nunca os diréisinjurias, porque las injurias entre los casados, deshonran al que las dice y prueban su falta de tino o de cordura en la elección, ni menos os maltratéis deobra, porque es villano y cobarde abusar de la fuerza. Ambos, por último,debéis prepararos para la importante condición de padres de familia, para quecuando lleguéis a serlo, vuestros hijos hallen en vosotros buen ejemplo y unaconducta digna de servirles de modelo. La autoridad, que previa una información acerca de vuestras calidades,interviene para la validez de vuestro enlace, velará porque se cumplan lasdisposiciones legales relativas al matrimonio, y, media siempre, que lo lodemanden las elevadas miras sociales de tan importante institución. Sed, pues felices en el seno de vuestro hogar, e id con la seguridad de que, cumpliendo fielmente con vuestros deberes, obtendréis la dicha que proporciona el matrimonio. Concluida con la lectura que se contrae el art. 7 del acuerdo, se levantará el acto del caso, que firmarán la autoridad que haya hecho el matrimonio, los contrayentes, los padrinos, ai los hubiere, los testigos y el secretario respectivo, pudiendo entre tanto sentarse los concurrentes. El acto se levantar según el modelo que se agrega, y de ella se mandará copia certificada al depositario del Registro Civil. Así concluyendo recibirá de cada uno de los cónyuges su consentimiento expreso de tomarse, respectivamente, como marido y mujer y, en seguida, los declarará unidos en matrimonio.