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Universidad Mariano Gálvez

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Curso de Derecho Civil I
Ma. Lic. Daniel Matta

CATHERINE KRISTHELL SANIC TEVALAN


CARNÉ: 0501-21-6212
Alocución Matrimonial.
Este acto que se está celebrando se requiere el respeto e igualdad de derechos ahora
que se va a formar una familia a través de esta institución como lo es el matrimonio con
el fin de vivir juntos, procrear, alimentar, educar a sus hijos y auxiliarse mutuamente
para así el matrimonio sea duradero y satisfactorio.
De conformidad con el artículo 78 del Código civil establece que “El matrimonio es una
institución social por la que un hombre y una mujer se unen legalmente, con ánimo de
permanencia y con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y
auxiliarse entre sí”. Así mismo el articulo 79 del Código Civil indica “El matrimonio se
funda en la igualdad de derechos y obligaciones de ambos cónyuges…”. Sentada la
institución del matrimonio sobre el Principio de la igualdad de derechos y obligaciones
de los cónyuges, ha de procurar cada uno ceder de lo suyo en beneficio de los dos: la
paz del hogar que nace de la mutua comprensión, permite a los casados contar con un
refugio seguro cuando los embates de la vida ponen prueba nuestras fuerzas, la voz de
aliento que galvaniza las energías desfallecientes, la voz de alerta que nos proviene de
los peligros; todo ello tiene su natural puesto en el hogar donde nuestra pequeñez nos
hace grandes, donde la apatía se entorna en optimismo, la infelicidad en alegría y el
decaimiento en fuerza que nos capacita para triunfar en la lucha por la vida.
Por lo tanto, como lo indica en el código civil, articulo 109.- Representación conyugal.
La representación conyugal corresponde en igual forma a ambos cónyuges, quienes
tendrán autoridad y consideraciones iguales en el hogar, de común acuerdo fijaran el
lugar de su residencia y arreglaran todo lo relativo a la educación y establecimiento de
los hijos y a la economía familiar.
En caso de divergencia entre los cónyuges, el juez de familia decidirá a quien le
corresponde.
Asimismo, el artículo 110 del código civil. - Protección a la mujer. El marido debe
protección y asistencia a su mujer y está obligado a suministrarle todo lo necesario
para el sostenimiento del hogar de acuerdo con sus posibilidades económicas.
Ambos cónyuges tienen la obligación de atender y de cuidar a sus hijos, durante la
minoría de edad de estos últimos.
Por otra, el articulo 111.-Obligaciones de la mujer en el sostenimiento del hogar. La
mujer deberá también contribuir equitativamente al sostenimiento del hogar, si tuviere
bienes propios o desempañare algún empleo, profesión, oficio o comercio; pero si el
marido estuviere imposibilitado para trabajar y careciere de bienes propios, la mujer
cubrirá todos los gatos con los ingresos que reciba.
Así pues, en el artículo 112.- Derechos de la mujer sobre los ingresos del marido. La
mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo, salario o ingresos del marido,
por las cantidades que correspondan para alimentos de ella y de sus hijos menores.
Igual derecho compete el marido en los casos en que la mujer tenga la obligación de
contribuir en todo o en parte para los gastos de la familia.
En conjunto la familia se organiza sobre la base jurídica del matrimonio y la ley
consagra su valor y crea las mejores condiciones para que se desenvuelva, sus
miembros deriven las ventajas que de ellas proceden y la sociedad se perfeccione a
medida que aquella robustezca sus vínculos y se haga cada día más grande y mejor.
Por eso que se encuentran ustedes en el pórtico del hogar, deberán saber que al entrar
en el asumen graves responsabilidades: el hogar que forma por el matrimonio es como
cualquier mecanismo delicado, que ha de cuidarse y mantenerse; por ello es tarea de
todos los días que una y otra parte han de desempeñar con celo e interés, con espíritu
de sacrificio, pensando en ello se cifra al máximo de los bienes terrenales: la felicidad
conyugal. Limar asperezas, compadecer, comprender, alentar, perdonar y admirar son
las formas de acción de esta tarea cotidiana que a cada cónyuge toca en la elaboración
de la obra maestra que ha de ser la familia perfecta del hogar bien organizado.
Por lo tanto, el estado protege y reconoce a la familia, se fundamenta en el artículo 47
de la Constitución Política de la Republica. – Protección a la familia. El Estado
garantiza la protección social, económica y jurídica de la familia. Promoverá su
organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos de los
cónyuges, la paternidad responsable y el derecho de las personas a decidir libremente
el número y espaciamiento de sus hijos.
Hecha la declaración anterior, el que haya verificado el matrimonio, leerá a los nuevos
cónyuges lo siguiente:
Os encontráis en uno de los momentos más solemnes y trascendentales devuestra
vida, cual es el en que verificáis vuestro matrimonio, considerado por la ley que lo
garantiza y ampara, como el único medio de fundar la familia, ycomo una institución
social por el que un hombre y una mujer se unen con elfin de vivir en el mismo hogar
en el seno de la más íntima amistad, de procrear y de auxiliarse mutuamente.
Habéis contraído por este acto la obligación de crear, alimentar y educar a los hijos que
tengáis; deber sagrado e instintivo que la misma naturalezagrabara en todos los
corazones, y que, sin duda, cumpliréis con el cuidado ycariñosa solicitud que engendra
el amor. No olvidéis que ellos serán el vínculomás querido entre vosotros. Ante esos
tiernos lazos de vuestro afecto,dominad vuestras pasiones; dadles solo sanos
ejemplos, e inculcadles que lamoralidad y el trabajo son los timbres más preciados del
hombre, ya que es undeber vuestro preparar una generación honrada y feliz de
ciudadanos dignos ala patria. No olvidéis tampoco que la sociedad bendice, considera
y alaba alos buenos padres, por el gran bien que le hacen, dándole
cumplidosciudadanos, y que la misma sociedad censura y desprecia con justicia a los
que por abandono, por mal entendido cariño, o por su mal ejemplo, corrompen
elinapreciable propósito que la naturaleza les confió.
La esposa, por la dulzura de su carácter y por las demás dotes de susexo, está
llamada principalmente a evitar las desavenencias que amenacenturbar el orden y
tranquilidad de la familia; y debe dar y dará al maridoobediencia, en todo lo que no sea
contrario a la moralidad y a las leyes,agrado, asistencia y consuelo, tratándolo siempre
con la veneración que sedebe a la persona que nos apoya y defiende.
El hombre, más vigoroso que la mujer, está obligado a protegerla y aejecutar los
trabajos fuertes y penosos; tratándola siempre como a la parte másdelicada y sensible
de si mismo, y con la benevolencia generosa que el fuertedebe al débil. Está
igualmente obligado a tener en su casa a su esposa y asuministrarle todo lo preciso
para las necesidades de la vida, según susfacultades y situación, debiendo la mujer
conformarse con ésta, y ayudar a,sucompañero a sufrir en todas las situaciones
penosas en que pueda encontrarsela familia.
Ambos debéis prudenciar y atenuar vuestras faltas; y nunca os diréisinjurias,
porque las injurias entre los casados, deshonran al que las dice y prueban su falta de
tino o de cordura en la elección, ni menos os maltratéis deobra, porque es villano y
cobarde abusar de la fuerza. Ambos, por último,debéis prepararos para la importante
condición de padres de familia, para quecuando lleguéis a serlo, vuestros hijos hallen
en vosotros buen ejemplo y unaconducta digna de servirles de modelo.
La autoridad, que previa una información acerca de vuestras
calidades,interviene para la validez de vuestro enlace, velará porque se cumplan
lasdisposiciones legales relativas al matrimonio, y, media siempre, que lo lodemanden
las elevadas miras sociales de tan importante institución.
Sed, pues felices en el seno de vuestro hogar, e id con la seguridad de que,
cumpliendo fielmente con vuestros deberes, obtendréis la dicha que proporciona el
matrimonio.
Concluida con la lectura que se contrae el art. 7 del acuerdo, se levantará el acto del
caso, que firmarán la autoridad que haya hecho el matrimonio, los contrayentes, los
padrinos, ai los hubiere, los testigos y el secretario respectivo, pudiendo entre tanto
sentarse los concurrentes.
El acto se levantar según el modelo que se agrega, y de ella se mandará copia
certificada al depositario del Registro Civil.
Así concluyendo recibirá de cada uno de los cónyuges su consentimiento expreso de
tomarse, respectivamente, como marido y mujer y, en seguida, los declarará unidos en
matrimonio.

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