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Melanie Klein

Seminarios de
introducción a su obra
Horacio Etchegoyen
Luis Minuchin
• *

C a p ítu lo 1

B io g r a f ía d e M e l a n ie K l e in

H. E.: A lo largo de este libro estudiaremos la obra de Melanie Klein.


Nos proponemos una visión panorámica, es decir, una idea general del
pensamiento de esta autora. Con ese propósito, nos ocuparemos de los
elementos fundamentales de la escuela inglesa fundada en Londres, alre­
dedor de 1926, por Melanie Klein.
Trataremos, sin duda, de una de las figuras más sobresalientes del
psicoanálisis del siglo XX. Si bien existen otras grandes personalidades,
consideramos que Jacques Lacan y Melanie Klein son las más significa­
tivas de dicho siglo, después de Freud. No todos pueden compartir ne­
cesariamente este criterio; es enriquecedor considerarlo aunque no deba
aceptárselo con los ojos cerrados. Si bien la corriente kleiniana es su­
mamente importante, no puede pretenderse que todo el mundo adhiera
a ella. Otras teorías -los aportes de Heinz Kohut, Donald Winnicott,
I leinz H artm ann o Sandor Ferenczi entre otras- pueden despertar el in­
terés puntual de los que se abocan a profundizar en la disciplina que nos
ocupa. Sandor Ferenczi, Karl Abraham y Ernest Jones fueron discípulos
directos de Freud y su contribución al desarrollo del psicoanálisis pue­
de considerarse fundamental. Aunque Melanie Klein es algo posterior,
resulta significativo, notorio y comprobable que recibió el apoyo de los
grandes discípulos de Freud.
Nació en 1882 y murió en 1960, es decir que llegó casi a los 80 ano .,
con una vida intelectualmente muy activa hasta el final. I Jno de sus 11 >
bajos fundamentales -con el que marcó una gran ruptura (mpiui.i cu
iodo sentido) porque mucha gente se fue de su escuela lo pn .........
el ( Congreso de Ginebra de 1955. K1 lema era 'Envidia y giaimul M i
I .ii di lei 11 ,i ir .l n m i n t u i i ii |>ctnicho lil im iiu r ,ip.i n i ¡ó en I* > 7, es do. ii
...11 l i l i l í ili mi v iil.i.

I ii il .mu I‘>HI apareció la biografía que escribí para el libro en mi


homenaje1 I lasta entonces no se sabía mucho sobre la vida de Melanir
Klein poi varios motivos, pero el fundamental es que ella no quería que
se conocieran detalles de su vida. No es fácil deducir por qué ella tenía
ese pudor sobre su vida privada, pudor que al parecer no tenían Freud ni
otros grandes pensadores. Sabemos que Melanie Klein presentaba simo
mas depresivos, y eso pudo haber influido. También se sabe que su vida
sentimental no fue muy venturosa.
Había nacido en Viena el 30 de marzo de 1882, de una familia ju­
día más o menos tradicional. El padre se llamaba Moriz Reizes. Una
familia que tenía sin duda algunas inquietudes intelectuales y fue la hija
menor de cuatro hermanos: Emilie, Emmanuel, Sidonie (murió en 1886
a los 8 años, cuando Melanie Klein tenía 4). Se sabe —y es un dato muy
lindo- que ya enferma y postrada, le enseñó a leer y escribir a Melanie,
una niña inteligentísima, como fue toda su vida, sin duda una persona
de una inteligencia fuera de lo común. Quería estudiar Medicina pero
abandonó; se puso de novia con un amigo de Emmanuel; este hermano
murió siendo muy joven, a causa de una cardiopatía reumática en un via­
je probablemente alocado que hizo a Génova, aunque de eso no se sabe
mucho. De allí lo repatriaron; era un joven con ambiciones intelectuales
y llevaba una vida bohemia. Ayudó mucho a Melanie cuando ella pensa­
ba estudiar Medicina.
En ese momento estuvo al lado su novio, A rthur Klein, con quien
se casó un año después. Indudablemente, el matrimonio de Melanie se
realizó en pleno período de duelo por Emmanuel, a quien ella quería
mucho, quizá más que a Emilie, Ja hermana mayor, que fue una mujer
normal, se casó y tuvo hijos. Melanie pensaba que su hermano había sido
un hombre muy distinguido, pero se equivocó con esa “identificación
proyectiva”, es decir que puso en Emanuel su propio genio. Inclusive se
esforzó junto con Libussa Deutsch, su madre, y publicaron finalmente
un libro de Emmanuel, que se ha perdido.

1 Revista Psicoanálisis, Apdeba, 1981. Vol. II. n° 2-3.

i4
' iilmi I li ni, ion quien se tusó, era químico industrial, al parecci
un nuil li ii luí muy inteligente, y tuvieron los tres hijos “ramosos” de
1 i 1mii I li ni Sallemos que ella lúe una gran analista, pero como ma-
tin i .............. ios que no muy buena, ya que los hijos tuvieron problemas.
| l | ............pensar que I lans era el mayor. En realidad, Melitta nació en
I..... M nis en 1907 y Erich en 1913. Es decir, hay una brecha bastante
pi iiiil- . ni ie el segundo hijo y Erich, que nació en un momento en que
la ' lila di Melanie Klein se complicó, para bien y para mal. A rthur Klein
•..... guio un trabajo en Budapest y entonces ella pudo vivir en una ciu-
I o I .1.1 | u imer mundo, en una ciudad que tal vez después de Viena era la
. iml ni mas importante de la Europa de esa época. Nacía Erich y moría
I I ni idn . por quien Melanie tenía gran admiración. Phyllis Grosskurth2
da muchos datos biográficos en su libro y muestra que la relación de
li I mic con Libussa Deutsch no fue nada fácil.
lambién la propia Melanie escribió una autobiografía que nunca
II' iv a publicarse. Parecería que la relación de las hijas mujeres con las
m ulies, y de las madres con las hijas mujeres, en general, no son muy
1ii des. Tal vez Melanie había heredado -genética o ambientalmente- las
i. ni Inicias depresivas de la madre. Eso no nos consta pero creemos que
piulo haber sido así.
R. E. Money-Kyrle, a quien tuve el honor de conocer y con quien su--
I" i visé, pensaba que la vida de la familia de Melanie había sido, como él
.ilmna en la introducción de los writtings, una familia modelo, sin proble-
' ius, pero puede pensarse que esas son idealizaciones, como hacemos todos.
Cuando sobreviene todo ese cambio tan importante en su vida,
Melanie Klein se pone en contacto por una parte con la obra de Freud
y por otra, se analiza con Ferenczi. Creemos que la lectura de la obra
de Freud, sobre todo los escritos de 1901, en los que hace un intento de
resumen de su obra de años anteriores, “le abrió la mente” a Melanie;
entonces le pidió análisis a Ferenczi (ya estaba viviendo en Budapest).
Ese análisis duró más o menos hasta 1920, aunque no hay datos preci­
sos. Por ejemplo Michael Balint, que se analizó con Ferenczi un poco

2 Phyllis Grosskurth, Melanie Klein. Su mundo y su obra, Buenos Aires, Paidós,


1990.

15
•I* |"i. 111111 ii i i |i ic vci.i salir a Melanie del consultorio de Ferenczi en
-I .... I'1 'O Ñu es posible saber si había concurrido a una entrevista
i m>Mti i iit IIi In.
I s <ii I'b’O cuando Melanie Klein escribe su trabajo “El desarrollo
■o......mal tk l niño”, gracias al cual pasa a ser miembro de la Sociedad
I Iii i ij'..i i .1 de Psicoanálisis. Un año antes había escrito Una novelafamiliar
ni a,mis nascendi, como resultado de haber observado la forma en que
ella educaba a su hijo menor, y cómo Erich reaccionaba ante algunas
cosas que ella le decía. En una oportunidad le dijo que no era hijo de
el la y el padre, sino de los vecinos que vivían debajo de su casa, y por dos
o tres días Erich se fue a vivir con ellos, hasta que Melanie Klein logró
convencerlo para que volviera.
Ese trabajo es el primero de Melanie Klein y aquí ya se vislumbra
el genio de esta autora. Es admirable cómo establece nexos genéticos
entre una situación determinada y la aparición de la novela familiar, y
cómo relaciona sus observaciones con el trabajo de Freud sobre la “novela
neurótica familiar”3. Al mismo tiempo se ve cómo funciona una madre
convencional, que se asusta, que le dice cosas disparatadas a su hijo, el
cual entonces se quiere ir de la casa siguiendo lo que su madre le dijo.
El trabajo de Melanie Klein fue publicado, como ya dijimos, en
1920 —el hijo tenía cinco o seis años—pero no lo incluyó en su obra
Contribuciones al psicoanálisis. Pedimos permiso al “Melanie Klein
Trust”, que en ese momento dirigía Hanna Segal, para publicarlo en la
revista de Apdeba.4
Cuando ella escribe El psicoanálisis de niños estamos frente al caso de
Erich, pero ahora menciona al niño como Fritz. Melanie Klein pensó que
cambiando el nombre de Erich por Fritz nadie se iba a dar cuenta de que
se trataba del mismo niño. Eso da lugar a pensar que en 1920 Melanie
Klein no se imaginaba que iba a tener una trascendencia histórica como
la que tuvo. En ese momento, parecía que sus trabajos iban a quedar en
el círculo de un grupo de amigos.

3 Freud, S., La novela familiar del neurótico, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores.
4 Revista Psicoanálisis, Apdeba, 1981. Vol. II. n° 2-3.

16
Melanie Klein se casó en 1903 y hacia 1923 se divorció. Arthur
l lein se fue a vivir a Suecia con algunos de sus hijos. Se trató de un di-
vi a i lu peleado; él más tarde volvió y finalmente terminaron separándose,
■I p ues de estar casados veinte años. Melanie Klein se fue a Berlín a ins-
i un ias de Abraham, quien se había interesado porque en el Congreso de
’ i!/burgo ella presentó un trabajo breve pero muy inteligente. (Elsa del
Valle descubrió este trabajo y lo hicimos traducir, pero no se publicó). En
■I *apimío 2 de este libro, veremos un desarrollo de este trabajo titulado:
I i iéi nica del análisis de niños pequeños”, que Melanie Klein publicó
■u Nal/burgo en 1924.
Melanie Klein publicó un resumen del trabajo en el International
louniiil. Su interés reside en que muestra con mucha claridad, en qué
' m .rae la técnica del juego y destaca el valor de comprenderlo, en forma
i inejante a como Freud entendió el sueño del adulto. Sobre la base de
l e. pm as asociaciones que el chico puede aportar (su habla es precaria)
i unnpretando las actividades del juego, los comentarios del chico y
• I 11 mtcxto general. Ya en este breve trabajo, Melanie Klein menciona
■ uii< ipreta de la manera como Freud lo hace con los sueños. Está toda
Ia n ol ía del análisis del juego: se toma el acto del juego, se asocia cgn
I I interpretaciones, y apoyándose en el simbolismo onírico que Freud
bahía descubierto en la interpretación de los sueños, puede interpretarse
■1111 está pasando en el inconsciente del niño. A partir de su respuesta, se
n ■ihe información bastante precisa sobre si la interpretación fue adecuada
'i inadecuada, si fue útil o inútil, etcétera. Esta concepción implica una
i npt uta muy grande con la tradición psicoanalítica; a Freud nunca le gus-
i", a pesar de que Melanie Klein siempre pensó que nadie mejor que ella
• un ndía a Freud. Ahí está también su propia novela neurótica familiar;
i lia c reía que no era hija de Moriz Reizes sino de Sigmud Freud. La que
■ia hija de Sigmud Freud era Anna, evidentemente, pero cuál de las dos
■i a más freudiana es un tema que se sigue discutiendo, desde el Simposium
■■'/ve el análisis infantil, de 1927 en Londres, hasta hoy.
Aquí surgieron apasionamientos pero también problemas teóricos,
itanicos y clínicos fundamentales; en ellos el enfrentamiento fue fuci­
le ( luando llegó a Berlín, Melanie Klein trabajó con Abraham, que en

i
i m mi lint mu i r.i l.i figura dominante del psicoanálisis en dicha ciudad,
i .... .. I • i• iu / i li >era en Budapest y obviamente Jones en Londres; ni ha­
bí ii d< I i. ud en Viena. Estamos en 1927, cuando se discute el trabajo de
Amia Iaeiiil sobre las técnicas del juego, y toda la Sociedad Psicoanalítica
Ib ii.uiii a está cncolumnada con Melanie Klein. No hay que olvidar que
después de la muerte deAbraham la situación de Melanie Klein en Berlín
se lii/o muy difícil, si bien ya lo era antes porque solo la enorme autoridad
de Abraham podía respaldarla. La Sociedad Alemana, a pesar de que
respondía totalmente a Abraham, no coincidía con las ideas tan renova­
doras, revolucionarias, disruptivas de Melanie Klein; en verdad lo eran.
Después de la muerte de Abraham, por ejemplo, Sandor Radó -quien
quedó a cargo de la revista Internationale Zeitschriftfür Psychoanalyse—le
rechazó un par de trabajos a Melanie Klein. Si bien se trata de un dis­
tinguido analista, para decirlo francamente, no le llega ni a los talones a
Melanie Klein. Obviamente, él debería saberlo.
En 1925, Jones invitó a Melanie Klein a dar varias conferencias en
Londres, que constituyen la primera parte del libro en el que desarrolla
temas tales como técnica de análisis de niños pequeños, técnica de análisis
en la adultez, técnica de análisis en la pubertad, que comentaremos más
adelante; al año siguiente, Melanie Klein se instaló en Londres, porque
seguramente tuvo en cuenta dos aspectos: por un lado, con la ayuda de
Jones iba a poder desarrollarse mejor en Londres que en Berlín y, por otra
parte, que no toda la Sociedad estaba escandalizada porque ella le dijera al
chico “este es tu pito y esta es la vagina de mamá”; si bien esas expresiones
siguen escandalizando a los adultos, sabemos que a los chicos, no.
Melanie Klein se estaba analizando con Abraham cuando este mu­
rió el 25 de diciembre de 1925, a los 48 años.3 Entre 1924 y 1925 ella
reinició su análisis, después de haberse analizado con Ferenczi.
En el trabajo de Salzburgo que ya comentamos, dice: “La expositora
explicó por medio de diversos ejemplos la técnica que desarrolló para el
análisis de niños pequeños y algo mayores. H a publicado con gran éxito
esta técnica aun en el caso de una niña de 2 años y tres cuartos que sufría

3 Se le diagnosticó un absceso pulmonar, pero hoy pensarnos que debe haber sido un
carcinoma pulmonar abscesado.
de una neurosis”. Se refería a Rita. El resultado práctico de ese tipo de
análisis muy temprano fue discutido detalladamente en el Congreso de
Salzburgo, en abril de 1924. El aspecto esencial de esta técnica consis­
te en la aplicación de las reglas de la interpretación de los sueños a los
juegos, fantasías, dibujos y al conjunto de la conducta del niño. De esta
manera, los detalles más/inos, por ejemplo la más ligera modificación de
un juego, corresponden —como en el relato de un sueño de un adulto—a
las asociaciones con un elemento simple. Cuando el niño deja de jugar o
cambia de juego, Melanie Klein lo entiende como cuando se cuenta un
sueño y luego se dice: “Ahora se me ocurre, no sé por qué, que ayer a la
farde tal cosa”. La exactitud y el efecto de la interpretación se evidencian
cuando, inmediatamente después de formulada, los juegos se modifican
0 se elaboran o cambian como para confirmarla; y también mediante la
liberación de fantasías que conducen al trauma realmente experimentado:
la relación sexual de los padres es la primaria, el destete, el control esfin-
ieriano, el nacimiento pueden ser otros. De este modo todos los requeri­
mientos teóricos del análisis completo de un adulto, pueden ser aplicados
y satisfechos aun extensamente en el análisis de niños pequeños.
Por ejemplo, un niño de 4 o 5 años a quien le acaba de nacer un,
1icrmanito, juega con un auto y con un camión. Entonces el chico golpea
los dos autitos, los hace chocar, mientras dice: “Nació mi hermanito”. En
esa instancia, Melanie Klein toma en cuenta el juego, las asociaciones
del chico, los antecedentes familiares, e interpreta que el niño piensa que
los padres chocan sus genitales y de ahí salió el hermanito; que a él le da
i cios o que de ahí nació el hermanito. Es importante observar cómo está
i onstruida esta interpretación. No es, como decía Anna Freud, que “las
'•n aba de la galera”. Melanie Klein las saca del material. Podemos pre­
guntarnos hasta dónde esta interpretación es correcta. Como en toda in­
terpretación, se sabe si es correcta o no a partir de lo que diga el paciente,
a partir de lo que pase después de la interpretación. Porque si alguien me
interpreta que yo lo quiero atacar con materia fecal porque le dije que me
duele la barriga y afirmo que esa interpretación es un disparate y desptu s
le agrego que se me pasó el dolor de barriga, pueden sacarse com luuiun ■
si lo que más vale es lo que yo dije formalmente o lo que dijo mi i m i pn

tu
I n I .... In Mi l.mic Klein hizo un desarrollo más importante: tuvo
.......... ................ i oiitcnedor, más facilitador, como diría Winnicott.
I'11' mi" 'ni iiu i .inalista italiano que está en Londres y que probable-
.....ti< >•• uno de los más grandes estudiosos del psicoanálisis- polemizó
mui lio porque afirma que Melanie Klein es producto de Inglaterra. Nos
■"M"' i oíos y nos apreciamos mucho, y se enoja ante mi afirmación de
*11 o Melanie Klein se hizo desde 1919 a 1924, cuando desarrolló la técni-
i a del juego con Rita, con Erna y con Inge.
Steiner afirma que Melanie Klein desplegó las teorías de las posicio­
nes gracias a la cultura inglesa. Puede tener razón Steiner en el sentido de
que la cultura inglesa, tal vez más empirista que racionalista -com o lo es
la cultura del continente-, haya influido.
Sin embargo, la Melanie Klein que hace los grandes descubrimientos
es la que trabaja en Berlín. Podría afirmarse que uno de los misterios más
apasionantes de su vida es cómo pasó ella lo que va de 1920 a 1924. Entre
esos tres o cuatro años en que analizaba a su hijo y la Melanie Klein que
hace todos estos descubrimientos, pasa muy poco tiempo. Incluso no es
cierto lo que dicen Anna Freud y Melanie Klein: “Gracias a mi experien­
cia...”. No tienen nada de experiencia las dos, esa es la verdad. Tenemos
cincuenta mil veces más experiencia que Melanie Klein, pero ella en dos
o tres años configuró una teoría sumamente compleja y creativa.
Hay fotos muy significativas de ella que pueden verse en el libro
de Phyllis Grosskurth ya mencionado. Veremos a Melanie a los 8 años
con Emmanuel y Emilie; Melanie con un sombrero (como la reina de
Holanda) en 1912; a los 30 años, ya tenía dos hijos. En una foto está
con su madre, Libussa; en otra, con Klotsel, este es el gran amor de
Melanie en 1925. Cuando ella fue a Londres estaba enamoradísima de
este Klotsel, que era mucho más joven que ella, tenía 8 o 9 años menos.
Ella sentía un gran amor, pero él argumentó que no quería compromi­
sos y que él no estaba a la altura de ella (quién podía estar a la altura de
Melanie Klein). En otra foto está con Alix Strachey, quien en 1925 se
analizaba con Abraham. Existe una anécdota interesante: Alix, la mujer
de James Strachey le comentó a su marido: “Hay una mujer que valdría
la pena invitar porque me parece que es muy inteligente”. Alix y Melanie

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s.ilían a la noche a bailar como mujeres desocupadas; en ese momento
Melanie conoció a Klotsel y se enamoró, pero luego se apartó. Esto suce­
día mientras ella preparaba y daba las conferencias en Londres. Cuando
el la se instaló en Londres, ya Klotsel había pasado por su vida.
En otra foto está Jones; en otra, Eitington, que dirigía el instituto
ile Berlín; también están el extraordinario Ferenczi; Abraham con su
l.imilia, Freud con Anna, Melanie con Hans (el hijo que murió en un
•uvidente, poco antes de que ella escribiera su primer trabajo sobre el
duelo; en el segundo trabajo ella habla sobre su propio duelo ocultando
mi identidad). En otra foto está su hijo Erich Klein, que cambió su nom­
ine y se puso Kline en inglés, tal vez para no estar tan ligado con todos
los enredos de la madre. El tuvo siempre buena relación con la madre, se
analizó muchos años con W innicott. En aquella época, Melanie Klein
quería controlar y supervisar el análisis que hacía W innicott del hijo,
pero W innicott con toda la razón se negó y le dijo que él lo analizaba
pero que no lo iba a supervisar con ella.
En otra foto está W innicott con un chico; Susan Isaac, Joan Riviere,
los grandes discípulos, Paula Heimann; con ellos intercambiaba c impo­
nía sus ideas.

I M.: En los años 30, mientras Melanie Klein estaba en Londres,


■.urgió el grupo que se llamó Bloomsbury6; integrado por importantes

( ion el nombre de Círculo o Grupo de Bloomsbury se suele designar a una serie


di intelectuales británicos que durante el primer tercio del siglo XX se destacaron en
c i terreno literario, artístico o social. Se designó así tomando el nombre del barrio
d< I ondres que rodea al Museo Británico y donde habitaba la mayor parte de sus
integrantes, que comenzó a reunirse en torno a 1907, en casa de la escritora Virginia
‘■irplu'ti (después Virginia Woolf) y de su hermana Vanessa, casada con el crítico de
u te ( ’live Bell.
i musí nt clectuales eran en su mayor parte miembros de la sociedad secreta denominada
I" apóstoles de Cambridge” y muchos de ellos publicaron en la editorial Hogarth
l'i i ss que crearon Virginia y su marido Leonard Woolf.
'o .ilgo tenía en común un grupo tan heterogéneo -como señala uno de sus miembros,
( Hulil Drenan en su Memoria p e r s o n a lera un gran desprecio por la religión, si bien
también compartían todos i.t reacción contra la moral victoriana y el re.ilist.... leí siglo
imii L i m i!. ■ i nuil-,s, músicos y economistas, tales como la pintora
I '"ii"i ■ 1 i.....i•io n, hermana de Strachey y esposa de Carrington el
' ........ I ' vi i ' e l economista. A este grupo perteneció también la escri-
i"! i \ iiviih.i Woolf, cuyo marido fue el editor del International Journal
o/ / 'i i’i htiiinalisis.

II I- I ii Londres, Melanie Klein dio clases en el atelier del pintor Adam


Su plien, quien escribió un libro muy interesante, El artista y la vida in­
terior. Kn 1932, Melanie Klein publicó la que se considera su obra máxi­
ma: l\'sicoanálisis de niños. Esta obra fue muy bien recibida en vida.
Edward Glover hizo la reseña bibliográfica en el International
¡ournaldeshaciéndose en elogios. En 1934, Melanie Klein presentó, en el
( Congreso de Lucerna, su primer trabajo sobre el duelo: Una contribución
a la psicogénesis de los estados maníaco-depresivos en el que comenzó a dar
forma a las observaciones que había hecho en Berlín, y a partir de 1926
en Londres. En el congreso de Lucerna de 1924, Melanie Klein consideró
que todo lo que venía observando adquiría cierta consistencia en la mitad
del primer año de vida, en relación a la teoría de la posición depresiva.
Esa aseveración sobre el primer año de vida resultaba inconcebible para
autores como Anna Freud, el mismo Freud o el Grupo de Viena, e in­
clusive para analistas tan distinguidos como Robert Waelder. Negaban
absolutamente que el niño tuviera una vida mental.
Robert Waelder afirmaba que el niño tiene una vida reflejo-neuroló-
gica, pero no una vida psicológica. Freud también lo pensaba así. Uno de
los psicoanalistas probablemente más importante de los Estados Unidos,
pero recientemente fallecido, Charles Brenner, también lo piensa así.

XIX. Por otra parte, todos se consideraban miembros de una élite intelectual ilustrada,
de ideología liberal y humanista, y en su mayoría se habían educado con los mismos
profesores en el Trinity College de Cambridge o en el King’s College de Londres.
Propugnaron especialmente la independencia de criterio y el individualismo esencial.
Integraron el grupo la escritora Virginia Woolf, su esposo, Leonard Sidney Woolf,
los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, los críticos de arte Roger Fry y
Clive Bell, el economista John Maynard Keynes, el sinólogo Arthur Waley, el escritor
Gerald Brenan, el biógrafo Lyrton Strachey, el crítico literario Desmond MacCanhy,
el novelista y ensayista Edward Morgan Forster, la escritora Katherine Mansficld y los
pintores Dora Carrington, Vanessa Bell y Duncan Grant, entre otros.

22
I n ■111 1<>¡•,*>s con este autor, le preguntaba cómo podía pensarse que
( lll.U n .l, >a nos que está entrenando sus esfínteres y que no habla u>
ti l I I lio lid u- vida m ental. N os admirábamos mutuamente, pero él me
Mu■l’li ' iba demasiado kleiniano en estas posiciones.

t M i 'ni a iccde antes de los dos años, o desde el comienzo de la vida,


|! nin.. o. ne vida mental?

• I I 1 .iir.idero que hay conductas instintivas, sintomáticas, puramen-


n If " ll' l’or ejemplo, si se rompe una tela de araña, la araña la re-
§1......... ve, pero nadie cree que la araña tenga un pensamiento sobre si la
N-I't i ii tu que estar así o asá; hay conductas reflejas que la hacen proceder
d......... imi i a. Actualmente hay experiencias que demuestran que el lac-
i mil piensa.

I M Un. ordenaos aquí los estudios prenatales con ecografías, como los
i" " di/ó Donald Meltzer. Sin embargo, cuando en el primer trabajo
d# I'1' i Melanie Klein plantea las fantasías psíquicas de Rita, parecería
ju...... Ii.ibl.i de contenido psíquico.

II I Ial vez una diferencia m uy grande entre Anna Freud y Melanie


I I. m vial vez entre Freud y M elanie K lein- es el concepto de fantasía,
. ni i.. tic la teoría kleiniana.

I M.: Sería interesante mencionar ahora el tema de las controversias que


nn " ion lugar en la Sociedad Británica, y esto pone el eje en el matiz
III n n ii o de la discusión científica.I

I I I 1 I lasta aquí hemos delineado tres momentos: el de Simposio sobre


. . n,i¡isis infantil, (entre el 4 y el 18 de mayo de 1927) en el cual toda la
’» .i iedad Británica se mostró a favor de Melanie Klein y en contra de la
i. niud pedagógica que siempre había propuesto Anna Freud, heredera
■I. un famoso trabajo de Hermine von Hug-Hellmuth. (1920) “Sobre la
i. . nit a del análisis infantil”, que se presentó en La Haya; en esc arríen
lo afirmaba que el niño necesita una conducción pedagógica. Cacemos
que es 1111.1 .u i ii ud equivocada, pero comprensible, porque Anna Freud y
l'iviul mismo afirman que mientras no esté la palabra no puede estar la
mente, y esto Lacan lo retomó después en forma brillante. El concepto de
l.mt.isí.i inconsciente de Melanie Klein postula básicamenteque la mente
está antes que la palabra. Esa es tal vez la diferencia más grande.

L. M.: Un niño de dos años y medio aún no tiene lenguaje o su lenguaje


está en vías de construcción, eso depende del niño. Hay chicos que a los
dos años y medio ya hablan y otros que no. En el caso del chico que gol­
peaba los autitos, que todavía no tenía capacidad de verbalizar, la interpre­
tación podía ser violenta para el paciente. Sin embargo, creemos que más
violento es que el chico haga chocar los autitos. Podemos reflexionar si el
contenido es un contenido adulto o el contenido de la mente de un niño.

H. E.: Justamente esa es la discusión que se dio en el Simposio sobre el


análisis infantil-, allí Freud toma partido por su hija y que culmina en lo
que se ha llamado las discusiones controversiales. Esto sucede entre 1941
y 1944, en plena guerra. Y eso se hace más notorio porque los Freud
se exilian en Londres en 1938 y la pelea que antes era entre Londres y
Viena, ahora es en Londres mismo, entre New Cavendish Street (sede
de la Sociedad Británica en esa época) y la Hampstead Clinic, a la que
pertenecían los partidarios de Anna Freud). Ahí hubo un gran enfren­
tamiento porque Glover -después de haber elogiado el libro de Melanie
Klein- afirmó que lo que ella decía del niño y de la posición depresiva
eran todos cuentos.

L. M.: Freud pensaba que el Edipo se organizaba entre los tres y cuatro
años, es decir que en ese momento ya están los contenidos sexuales. Él
aceptaba que esto ocurría entre los tres y cuatro años, pero no al año o a
los dos y medio.

H. E.: Charles Brenner considera que hasta que el niño no tiene un


lenguaje suficientemente desarrollado no es factible ni la vida mental
ni la comunicación. Creemos que Freud nunca dudó de que la fase oral
se ila en el primer año de vida; pero pensaba que la oral idad se expresa
regresivamente, por regresión. Por ejemplo, en el caso del hombre de los
lobos, el hombre piensa que se lo van a comer a él. Freud postula que
frente a la angustia de castración -centro del desarrollo para él-, el hom­
bre de los lobos establece una estrategia defensiva que reactiva la oralidad
para evitar la angustia de castración. Entonces el temor a ser comido por
el lobo no es más que una versión retrospectiva del sadismo oral como de­
fensa frente a la angustia de castración. En cambio Melanie Klein afirma
que esto no es así de ninguna manera. Lo que le pasa al hombre de los
lobos a los cuatro años es consecuencia de lo que le pasó al año, cuando
mamó del pecho de la madre. Son dos concepciones distintas.

I.. M.: Eso lo veremos en los siguientes capítulos, pero adelantamos que
Freud va a apelar a la teoría de la resignificación, el aprés coup, que pos­
teriormente toma Lacan.

H. E.: La teoría que plantea Melanie Klein es la de la significación tem-


I>iana, a partir de la cual se irá adquiriendo una fantasía oral del complejo
■le castración tardío. Para Freud, la oralidad es una versión retrospectiva
ileí complejo de castración. Para Melanie Klein es al revés: la angustia de
( asi ración tiene sus antecedentes en la forma en que se-ha relacionado el
nmo con el pecho. Si ha mamado con mucho sadismo, entonces después
va a temer que su pene sea atacado por la vagina, porque la angustia de
■ast ración tiene que ver con la vagina dentada para Freud, y también
para Ierenezi, y para todos los psicoanalistas.
De esta manera se introduce y se repite la idea, que luego se desarro­
lla ia en las controversias, donde se planteaban este tipo de situaciones,
■I. ■.arrolladas brevemente en once artículos; que ahora están editados en
■'.pañol, en un libro.
l as controversias fueron discusiones que se dieron entre distintas
p'iui iones teóricas desde 1941 hasta 1944, durante la Segunda Guerra
liiiuli.il. Se suscitaron después de que en 1934 Melanie Klein presentó
ai a rífenlo Una contribución a ia psicogénesis de los estados maníaco-depre-
unn, y lo publicó en 1935. En ese momento había mucho malestar en la
'.cu ¡edad Británica porque ( llover -presidente en ese momento pensaba
.pie Melanie Klein se había apartado decididamente del pensamiento de
I h mi ( 'nnsiileraba que había que expulsarla de la Sociedad, tal como
I h mi lubi.i expulsado a Jung, a Adler y a Stekel en 1910. Discutieron a
I" l,ii|’o de años, y las actas de esas discusiones quedaron secretas durante
mui bus años. Los únicos que tenían acceso a esas actas eran los miem-
bi os de la Sociedad Británica, una ridiculez típicamente inglesa; yo, por
ejemplo, pude leerlas en casa de mis hijas. Cuando se las pedíamos a
I launa Segal o a Betty Joseph para disponer de ellas, contestaban que no
eramos miembros de la Sociedad Británica.
Más tarde, Ricardo Steiner y Pearl S. King las publicaron, aunque
Paula Heimann insistió mucho en que no se publicaran. El eje de la dis­
cusión fue el trabajo “La naturaleza y función de la fantasía” de Susan
Isaacs. Muchos participantes estaban vivos y no querían que surgiesen
complicaciones con ellos, y dado que se trataba de una obra muy con-
troversial, no querían darla a conocer. Esto sucedió en plena Segunda
Guerra Mundial, durante el bombardeo de Londres; debían evacuar la
ciudad y ellos seguían discutiendo apasionadamente. Ese es el apasiona­
miento de esta gente en esa situación. Una anécdota da cuenta de que en
una reunión W innicott pidió la palabra y cuando llegó su turno solo dijo:
“Tengan en cuenta que en este momento están bombardeando Londres”.
Tal vez el trabajo fundamental en esas controversias fue el de la fan­
tasía. Justamente por interrogantes como: ¿puede haber pensamiento
antes de que se constituya el lenguaje? Este es un problema que sigue
en discusión. Hay opiniones contrapuestas. Sin embargo, toda la experi­
mentación infantil que se ha hecho para contrariar a Melanie Klein, en
buena medida ha venido a confirmarla. Se hacen experimentos muy inte­
resantes: por ejemplo, a un niño de un año se le muestra, en presencia de
un adulto, un objeto que se esconde en un cajón. En presencia del bebé
cambian la pelota o el juguete a otro cajón. El adulto sale y no sabe que
han cambiado el juguete a otro cajón. Cuando el adulto vuelve, el bebé
mira el primer cajón porque supone que el adulto lo va a buscar allí, no
en el segundo cajón donde ahora está el juguete.
Creemos que esta experiencia es bastante concluyente acerca de que
en el chico hay un proceso de pensamiento. ¿Por qué? Todo se hace a
través de la mirada, el niño tiene un año y no habla. Es evidente que

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i ' " i "Va a ir a buscar la pelota allá porque él no sabe que no está más
illi" I monees él mira ahí, adonde va a buscar el adulto. Esto avala, al
mi un'., la existencia de un pensamiento infantil. Decir lo contrario es
!•'I* iii.11 la experiencia. Se puede decir: “Bueno, pero la mirada...”. Es
...................lic ito la máquina decir que el chico que mira donde va a buscar
11 i *1I*11.i el adulto, es gracias a la Virgen María. La experiencia es bastan-
ii .....i Invente acerca de que hay en el chico un proceso de pensamiento.
;l ■! i|u< lodo se hace a través de la mirada, el niño tiene un año y no
b il'l.i I s evidente que piensa. “Este tonto va a ir a buscar la pelota allá
......... el no sabe que no está más allí”. Entonces él mira ahí, adonde va
' IniM ai el adulto.

I M l’.n .i íinalizar destacamos la diyisión de la obra-de Melanie Klein


..... i iapas: la primera comienza eiCl919 y llega hasta 1932) en que pu-
Iilli i I I />sicoanálisis de niños. Es la época en que Melanie Klein sienta los
......... píos del análisis infantil a partir de la técnica del juego y realiza la
....."i parte de sus descubrimientos, tales como que el complejo de Edipo
i • I aipnyó aparecen más tempranamente de lo observado por Ereud.
i mi la publicación de Psicoanálisis de niños comienza una segunda
■i 11 ■i I monees organiza sus descubrimientos y postula sus teorías sobre
I 'li '.arrollo del primer año de vida. Concluyen en esa etapa los trabajos
••luí- ( I duelo y la posición depresiva, tales como “Una contribución a
I' psicogénesis de los estados maníaco-depresivos” que presentó en el
...... . de Lucerna en 1934 y “El duelo y su relación con los estados
...... (ai o-depresivos”, que leyó en el XV Congreso de París en 1938. Esta
. i ip.it ulmina con el trabajo “Notas sobre algunos mecanismos esquizoi-
il' leído en la Sociedad Británica en 1946.\
I i icrcera etapa comprende los estudios sobre la envidia, que co-
"H' ii/.m con el traKajo que presentó en el Congreso de Ginebra en 1955,
n ilujo que le costó el alejamiento de su discípula Paula Heimann y la
■pai.u Ióñ definitiva de Donald W innicott.

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