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Enfoque global y métodos cualitativos : aclaraciones epistemológicas

Resumen

Esta contribución aborda cuestiones epistemológicas, teóricas y metodológicas en dos ámbitos interrelacionados: a) la
unidad frente al pluralismo de la investigación cualitativa; b) los fundamentos epistemológicos de la investigación
cualitativa. Tras un breve repaso de la noción de método y el examen de la unidad de la investigación cualitativa, se
discute la necesidad de definir una postura epistemológica articulada en torno a cuatro polos - epistemológico, teórico

morfológico y técnico - una postura que ilustramos con referencia a nuestra propia investigación en el campo de la
comprensión. Similar a la definida por Apel (2000), esta postura sostiene, sobre la base del interaccionismo histórico-
social, que cada uno de nosotros produce significado en torno a lo que hacemos y en torno a lo que hacen los demás.

Desentraña la lógica de los comportamientos individuales y colectivos centrándose en en desvelar los significados
atribuidos a la acción, así como en desvelar la lógica colectiva de la actividad social.

Introducción

El contenido de este artículo se inscribe en el tema de los "aspectos generales y transversales" de la investigación
cualitativa , desarrollado en el Colloque international francophone sur les Coloquio sobre los métodos cualitativos
celebrado en Béziers en junio de 2006. Esta contribución aborda cuestiones de índole epistemológica, teórica y
metodológicas relativas a dos aspectos interrelacionados

a) la unidad frente al pluralismo de las concepciones de la investigación cualitativa

b) el anclaje epistemológico de la investigación cualitativa.

Inscrito en una orientación próxima a la definida por Apel (2000), y compartiendo en este sentido una

comunidad de intereses con los investigadores cualitativos, nos vemos sin embargo interpelados por la "falsa unidad en
torno a la investigación cualitativa" (Groulx, 1999) y por el enfoque de los aspectos técnicos de la investigación, en
detrimento de las dimensiones epistemológica y teórica. Estas cuestiones tienen su origen en nuestras propias
actividades de investigación, por un lado, y en las actividades docentes en los ámbitos de la epistemología y la
metodología en las ciencias de la educación. Comprometidos en instituciones que no utilizan la misma terminología
(comprensiva por un lado, e investigación cualitativa por otro), a veces experimentamos dificultades, incluso una cierta
incomodidad, para caracterizar una y otra sin dejar de reconocer sus vínculos. Tras un desvío terminológico y una
explicación de la falsa unidad en torno a la investigación cualitativa, abordamos la necesidad de definir una postura
epistemológica articulada articulada en torno a cuatro polos – epistemológico teórico, morfológico y técnico - una
postura que ilustramos con nuestras propias investigaciones en el campo de la comprensión.

¿Un problema terminológico?

El malestar mencionado en la introducción puede expresarse por el hecho de que la socialización de la investigación
difiere según el entorno institucional. Nosotros podríamos adoptar una concepción dualista que consistiría en asociar el

enfoque global al enfoque cualitativo y el enfoque explicativo al enfoque cuantitativo. Pero esta correspondencia,
habitual ¿no es una común entre muchos investigadores, ¿no es una confusión terminológica? Por nuestra parte
creemos que no es posible equiparar lo exhaustivo y lo cualitativo comprensivo y cualitativo, aunque, al suscribir el
paradigma comprensivo , compartimos una comunidad de intereses con los investigadores que utilizan enfoques
cualitativos. Así, ante la diversidad de términos utilizados como enfoque, paradigma, investigación, metodología
método, herramienta, técnica, etc., distinguimos un nivel supraordinado, el nivel epistemológico, y un nivel
infraordenado referido a la técnica procedimientos técnicos. La etimología de la palabra "método" apoya esta distinción.
1
El Dictionnaire historique de la langue française (Rey, 2004) precisa que el término "método" deriva (1537) del bajo latín
methodus, un término científico utilizado en medicina, geometría y retórica, tomado del griego

methodos, formado a partir de meta y hodos que significa "camino, vía", "dirección que conduce a la meta". Methodos
significa, pues, "camino, prosecución", pero se ha pasado del significado constativo (el camino seguido) al significado
normativo (el camino que hay que seguir): de ahí procede el significado de "investigación, tratado, doctrina científica".
Método se introdujo en medicina en el sentido de manera particular de aplicar un medicamento", pero muy pronto
adquirió el significado de "procedimientos razonados en los que se basan la enseñanza y la práctica de un arte".

La semántica de la palabra se enriqueció en el siglo XVII, tanto en un intelectual como técnica, donde es casi sinónimo de
un proceso, un medio en el en el sentido de una "manera de hacer" se observa, pues, un desplazamiento, a lo largo de
los siglos, de una definición de consideraciones epistemológicas a dimensiones metodológicas e incluso técnicas. La gran
mayoría de los libros de texto sobre enfoques cualitativos siguen centrados en estos últimos al centrarse en
procedimientos de análisis muy estandarizados1. Este enfoque, que es Sin embargo problemático en nuestra opinión, no
sólo refleja una falta de claridad terminológica. Detrás del malestar expresado en la introducción, se esconde también la

la "falsa unidad" de la investigación cualitativa. Si examinamos detenidamente en qué consisten los llamados métodos
cualitativos las diferencias entre ellos son más notables que las que los distinguen de los métodos a los que
supuestamente se oponen, a saber los métodos cuantitativos. Groulx (1999) hace esta observación cuando habla de una
"falsa unidad en torno a la investigación cualitativa". El autor identifica tres estilos de razonamiento vinculados a
criterios epistemológicos y metodológicos específicos, así como a técnicas particulares de prueba2.

Razonamiento idiográfico. En el centro de este estilo está la competencia del investigador. El investigador, al ser el
"instrumento estratégico de la recogida de datos y el factor determinante del análisis", inscribe las reglas del método en
su práctica como investigador, por así decirlo. para garantizar la "verosimilitud" de sus datos y la "credibilidad" de sus
análisis, el investigador debe cumplir tres condiciones. En primer lugar, proporcionar una descripción del contexto de la
acción y la definición de la situación por los actores. Groulx escribe: "La credibilidad de la investigación descansa en la
fuerza “La credibilidad de la investigación se basa en la solidez de la descripción o el relato, que lleva al lector a ver y oír
lo que los actores le cuentan. Si el investigador debe sumergirse en el contexto para comprender el punto de vista de los
actores, debe, sin embargo, mantener cierta distancia con respecto a su objeto. Esta es la segunda condición

segunda condición: "Debe estar suficientemente inmerso en el terreno para comprender los significados que los actores
atribuyen a sus acciones, y suficientemente distanciado para desarrollar un análisis que le permita dar cuenta de lo que
se observa" (ibíd.). La terminología varía para expresar la distancia que hay que observar. Algunos autores hablan de
distanciamiento informado (Glaser y Srauss, 1967), otros de neutralidad empática (Patton, 1990). Por último, la tercera
condición que debe cumplir el investigador es comparar sus datos con otros y cuestionar la sus interpretaciones
volviendo constantemente a su material. El cuestionamiento, en el razonamiento idiográfico, no se refiere sólo a los
datos. Se refiere a todo el proceso: La reflexividad se refiere a un trabajo constante de autoanálisis [...]. Obliga al a
reinterrogar constantemente las condiciones sociales y el sentido de cada uno de los actos de investigación que lleva a
cabo" (op. cit., p. 322). Por el lado de la investigación propiamente dicha, la principal práctica preconizada es "la escucha
activa y metódica del punto de vista del otro. En resumen, puede decirse que el razonamiento idiográfico otorga un
lugar predominante a la subjetividad, la de los actores, por un lado, y la del investigador, por otro. Las reglas
metodológicas recomendadas que caracterizan la competencia del investigador son: comparación de datos; saturación;
uso de casos negativos; variación y variación y comparación de fuentes; tiempo prolongado sobre el terreno

impregnación distanciada. Estas normas denuncian la investigación cuantitativa en su insuficiente consideración de los
propios recursos y su capacidad de conocer y razonar. Según este punto de vista

2
las investigaciones cuantitativas también ofrecen datos menos ricos ya que no permiten integrar elementos que no
están definidos de antemano.

El razonamiento idiográfico ha sido objeto de críticas, que Groulx destaca a partir de las impugnaciones de Freeman
(1983) a Mead en relación con su estudio sobre las niñas samoanas, por un lado, y las de Mayer (1995) en relación con
La misère du monde de Bourdieu por otra. Los elementos que se desprenden de estas críticas se refieren a la recogida
de datos y su análisis. Se dice que Mead no estaba suficientemente inmersa en la comunidad observada y no diversificó
sus datos, ciñéndose a los que apoyaban su tesis. En cuanto a Bourdieu, su forma de transgresión sistemática de las
reglas de los métodos habitualmente aceptados en las ciencias sociales, como la construcción previa del objeto y de las
hipótesis, la neutralidad del investigador y la necesidad de un análisis" (Mayer, citado por Groulx, p. 325). Según Mayer,
Bourdieu deja en La misère du monde una imagen de la sociología como disciplina que "consiste en recoger, al modo de
la conversación ordinaria, el testimonio de la conversación ordinaria, el testimonio de cualquiera sobre cualquier cosa y
entregarlo tal cual al gran público en general" (ibid). Razonamiento formalista. Lo que se busca aquí es la

racionalización de la metodología y la formalización de criterios científicos a partir de los cuales se pueda determinar la
validez de los análisis y los resultados de la investigación. Es en este movimiento donde se inscribe la teoría de la

validez interna (las variaciones observadas empíricamente están relacionadas con las variables manipuladas por el
investigador) y la validez externa (las relaciones observadas pueden generalizarse). Dos puntos de vista

en relación con este trabajo de formalización. Algunos investigadores la técnica de medición: los datos digitales serían
una garantía de validez Otros investigadores, que son mayoría, integran los criterios de validez utilizados en la
investigación de inspiración positivista, al tiempo que defienden el uso de criterios paralelos adaptados a la especificidad
de la investigación cualitativa. En ambos casos, sin embargo, "la cuestión de la fiabilidad de los datos y la
reproducibilidad de los resultados requiere procedimientos cuantitativosque sustenten su validez y valor predictivo" (op.
cit., p. 328). Quienes se oponen a esta línea de razonamiento critican a los investigadores por querer

imponer a la investigación cualitativa criterios que la distorsionan. Para uno de los fundadores de la teoría
fundamentada, Glaser, "reproducibilidad y verificación son antitéticas de la investigación cualitativa

porque esta última impone una interacción entre los datos y el análisis e implica modificación de los supuestos para
ajustarlos a los datos" (op. cit., p. 329). 329). El razonamiento formalista funciona de modo empirista: se trata de

trabajar a partir de datos brutos desde una perspectiva de verificación.

El razonamiento posmoderno. Ya no se trata de proponer un modelo frente a otro, sino de plantearse cuestiones
internas al planteamiento. Ya no se trata de la representatividad de los datos o de la validez de los análisis, sino de la
representación de la realidad producida por el propio texto de investigación [...] Lo que se está reinterrogando es el
estatus del informe del investigador y su papel en la construcción de la "realidad etnográfica" o o realidad social" (op.
cit., p.331). Para Denzin, uno de los principales defensores de esta línea de razonamiento, los investigadores cualitativos
producen historias sobre las historias de otros. La capacidad del investigador para captar experiencia del otro,
característica básica del trabajo cualitativo, queda así en entredicho cuestionada si consideramos el vínculo entre el
texto del investigador y la experiencia del otro. Atkinson escribe: "El discurso de investigación ya no es un reflejo del
terreno, sino que lo constituye" (citado por Groulx, op. cit., p.333).

En esta perspectiva, se habla de la escritura del investigador como una obra de ficción, es decir, como algo del orden
de la fabricación de realidad. Este cuestionamiento de los procesos de escritura ya no pretende evaluar

3
el alcance científico de las metodologías de investigación. Cualitativa o cuantitativa "una u otra no es ni mejor ni peor,
simplemente son diferentes historias diferentes. En estas circunstancias, los criterios de validez sólo sirven para

entre las diferentes historias o entre las diferentes versiones de la misma historia, la que es

de la misma historia la que se considera más legítima" (op. cit., p.334). ¿En qué se basa, en este marco, la legitimidad de
un texto? La validez del discurso de investigación depende del público que lo lee o evalúa. Por lo tanto

limitada y el discurso de la investigación no puede reclamar autoridad científica porque lo que también se busca es
"decanonizar" autoridad en favor de la diversidad de puntos de vista. Sin embargo, las opiniones sobre esta "polifonía"
no son compartidas para algunos, la presencia de las voces de los actores es problemática porque está vinculada al
texto del investigador que sigue siendo "el experto en el significado de las palabras y las cosas" (Denzin, citado por
Groulx, p. 336). Para otros, por el contrario, la polifonía "hace que uno sea más sensible a la

complejidad de la tarea interpretativa y relativiza la pericia del investigador, para expresar en el espacio público
voces censuradas o ausentes" (op. cit., p. 337)

La definición de una postura epistemológica: una necesidad Las consideraciones anteriores ponen de manifiesto la
indefinición epistemológica a la que se refiere la categoría "métodos cualitativos cabe plantear la hipótesis de que la
atención prestada a los procedimientos metodológicos y técnicos intrínsecos a las nociones de cualitativo y cuantitativo,
conlleva el riesgo de pasar por alto la postura epistemológica o bien de deducirla como evidente, o bien de mencionarla
de forma reductora y pobre, como un simple barniz. Sin embargo, la definición explícita de una postura epistemológica

es en nuestra opinión, una necesidad para cualquier proceso de investigación para cualquier planteamiento de
investigación. ¿Cómo puede definirse esa postura? ¿Qué dimensiones hay que tener en cuenta?

Nos inspiramos, en primer lugar, en el esquema de de Bruyne, Herman y de Schoutheete (1974, p.5) sobre la relación
entre epistemología y metodología. Esta figura permite distinguir cuatro polos interdependientes

característicos de todo proceso de investigación: 1) El polo epistemológico, que ejerce una función de vigilancia crítica
y garantiza la producción del objeto científico. 2) El polo teórico, que orienta la elaboración de hipótesis y la
construcción de conceptos y determina el movimiento de conceptualización. 3) El polo morfológico, que se refiere a la

forma de la investigación. 4) El polo técnico, que se refiere a la aplicación práctica de un dispositivo.

En nuestra opinión, este diagrama constituye un apoyo para pensar de forma interdependiente sobre la

los diferentes gestos de la investigación, sin congelarlos, permitiendo así clarificar la posición del investigador. Sobre
esta base proponemos eliminar las ambigüedades mencionadas de la siguiente manera: consideramos que

lo que se refiere a lo cualitativo/cuantitativo se sitúa en el lado de los polos morfológico y

morfológico y el polo técnico. El método se refiere a una herramienta y se asocia al polo técnico. Estos detalles sugieren
una falta de clarificación de las dimensiones teórica y epistemológica.

4
Ilustraciones

Para contrarrestar esto, proponemos ilustrar la forma en que conceptualizamos estos cuatro

polos en nuestra propia investigación.

Polo epistemológico

Nuestra postura de investigación es la de la comprensión3 . Las principales dimensiones que la caracterizan consisten en
considerar a la persona humana como actor y centrar el análisis en la dialéctica individuo/colectivo. Nosotros nos
remitimos, en esta perspectiva, a la definición de comprensión desarrollada por Schurmans (2003): se trata de
considerar que "si los determinismos existen -biológicos, ambientales, históricos, culturales sociales-, no son suficientes
para comprender los fenómenos sociohumanos. En efecto no nos permiten acercarnos al trabajo constante de
producción de sentido que caracteriza a nuestra humanidad. Por tanto, el enfoque integral se centrará en

sentido: por un lado, los seres humanos reaccionan en relación con los determinismos sobre ellos; por otro, son los
creadores de algunos de estos determinismos" (p. 57). Esta postura aclara la lógica de los comportamientos individuales
y colectivos en la medida en que se centra en desvelar el significado que cada uno atribuye a su acción (¿qué quiere el
actor? qué objetivos quiere alcanzar, cuáles son sus concepciones de las expectativas de las expectativas de los demás?);
así como en el descubrimiento de la lógica colectiva de la actividad social (qué patrón forman las acciones y reacciones, ,
cuál es la red de significados que aparece sobre la base de las acciones singulares).

Esta perspectiva dialéctica también postula la necesidad de la disputa entre explicación y comprensión. En este sentido,
coincide con las ciencias crítico-reconstructivas definidas por Apel (op. cit), que se basan en tres

a) la concepción del sujeto epistémico: "el El sujeto del conocimiento ya no se refiere, como en la perspectiva kantiana

a una conciencia en general. Lejos de ser "autárquico y cerrado sobre sí mismo", debe, por el contrario, incluir
necesariamente "la idea de comunidad".comunicativa como sujeto de la comprensión del sentido" (Schurmans,

(b) las condiciones de validación del conocimiento científico: "la posibilidad de formar consenso en una comunidad
ilimitada de comunicación debe (...) tenerse en cuenta, de manera principal, entre las

condiciones constitutivas de la posibilidad de cualquier verdad" (Apel, citado por Schurmans, 2006)

5
c) el interés emancipador del conocimiento, relacionado con la racionalidad ética.

Enfoque teórico

El marco teórico general en el que se orienta nuestra investigación es el de las teorías de la acción. Distinguimos, con
Lahire (1998), dos tendencias principales entre estas últimas, dependiendo del tratamiento de la historia.

La primera, que rechazamos, ignora, en diversos grados, el pasado del actor; estas tendencias pueden encontrarse en
las teorías de la elección racional, el individualismo y el individualismo metodológico, el interaccionismo simbólico y la
etnometodología. La segunda tendencia, que reivindicamos concede un lugar esencial a la historia; encontramos en esta

teoría del habitus, la teoría de la incorporación de lo social y el interaccionismo histórico histórico-social. Estas
orientaciones teóricas permiten comprender las acciones individuales a la luz de la actividad colectiva. El objetivo es
comprender cómo lo que Schütz (1962) denomina el mundo de la vida cotidiana", comprender cómo el pasado se nos
hace presente, cómo la historia colectiva se incorpora a los significados que producimos en relación con nuestro
entorno. En los términos de la corriente del interaccionismo histórico-social en la que estamos más más específicamente
implicados, este postulado se expresa de la siguiente manera:

la actividad colectiva, es decir, las formas prácticas de organización de los grupos humanos es primordial. "Esta actividad
genera, mediante el intercambio de lenguaje, representaciones relativas a las modalidades de funcionamiento del
colectivo, y en consecuencia, participa en la constitución de normas de actuación, así como, mediante la construcción de
representaciones individuales. En este contexto de fondo que se evalúan las acciones individuales y, por lo tanto, es
sobre la base de esta evaluación que se construyen las representaciones individuales. (Schurmans, de próxima
publicación).

Este marco teórico general, que puede describirse con Demazière y Dubar (1997) de "sensibilidad teórica", se completa
con diversas referencias teóricas directamente vinculadas a nuestros respectivos problemas de investigación. Sin
embargo, estos desarrollos teóricos no necesitan ser aquí porque no definen la arquitectura de la postura de la
investigación.

En este sentido, nos distanciamos del polo teórico tal como lo definen de Bruyne et al. favoreciendo una concepción de
la teoría estrechamente vinculada al polo epistemológico.

Polo morfológico

Toda investigación tiene una forma que se expresa a través de diferentes aspectos, entre los cuales destacan la aparición
de las hipótesis y el estilo de redacción4. En la perspectiva tal como la hemos definido, las hipótesis no se determinan a
priori y se construyen progresivamente en el vaivén entre la teoría y el terreno. Pueden distinguirse tres niveles: teórico,
de investigación y nivel de trabajo. Aunque nuestras hipótesis son principalmente globales, también pueden referirse,
localmente a una lógica causal. El trabajo de nuestras hipótesis se basa en el paradigma de la transacción social que
nuestro equipo de investigación considera un "paradigma metodológico con una función heurística". (Hubert, Peto,
Rémy & Van Campenhoudt, 1994).

Según Schurmans (2001, 2003), el planteamiento de los fenómenos sociales en términos del carácter activo y reflexivo
del comportamiento de los agentes, dando cabida al mismo tiempo a las limitaciones de los agentes al tiempo que se da
cabida a las limitaciones derivadas de los contextos material y social: estas limitaciones actúan a través del compromiso
activo de los agentes sociales. Este enfoque rompe así con el dualismo que el objetivismo y subjetivismo. Vinculado al
interaccionismo histórico-social , toma en serio los fundamentos del constructivismo social

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según el cual toda aproximación al conocimiento procede de una dialéctica entre sujeto, objeto y otros. Esta dialéctica
sólo es pertinente en la medida en que que sujeto, objeto y otros se entiendan como situados en el tiempo y el espacio.

El trabajo relativo a la transacción social es del orden de la comprensión en el sentido de que pretende interpretar la
actividad colectiva al mismo tiempo que de la acción atribuible a un agente singular. La dialéctica entre actividad
colectiva y la acción individual, entre agencialidad y actorialidad, se trata de tener en cuenta la articulación de los
contextos microsociales y macrosociales.

La noción de transacción social implica una postura metodológica exigente en la medida en que el enfoque que genera
presupone una asunción conceptual de la complejidad de lo social: la organización social, producción de sentido e
historicidad están interrelacionadas. Se trata por tanto, de tener en cuenta distintos niveles de análisis en términos de
operacionalización: transacción en sí mismo (búsqueda de coherencia biográfica), transacción entre el yo

y los demás (en el contexto de la situación), y transacción entre los que están implicados en la situación y los entornos
externos a ellos.

. El estudio de una transacción social también implica tener en cuenta su desarrollo en el tiempo. Centrada en un cambio
"en ciernes la transacción social se aborda mediante secuencias cronológicas cuya sucesión se puede puede leerse en
términos de acción comunicativa.

Schurmans (2001), refiriéndose a Rémy (1996), define los siguientes fundamentos de la transacción social:

 busca articular pasado y futuro, parcial y global, individual y colectivo ;


 contribuye a definir el estatuto de la persona en la acción colectiva
 contribuye a definir el status de la persona en la acción colectiva y a concebir al individuo como un ser reflexivo,
lugar de iniciativas y arbitrajes que combina la lógica del interés y la búsqueda de sentido;
 pone de relieve los problemas que hay que resolver, los imprevistos que hay que afrontar;
 Hace hincapié en los problemas que hay que resolver, en lo inesperado que hay que afrontar; toma la opción de
abordar la vida cotidiana, mientras que el "aquí y ahora" como parte de procesos a largo plazo;
 No se centra ni en la noción de elección ni en la de decisión, sino en la de la noción de acción recíproca;
 aplica una concepción de la racionalización como proceso y no como estado, es decir proceso más que un
estado, es decir, resulta del control reflexivo del control del agente-actor y constituye progresivamente la
competencia de la persona;
 se adapta a los enfoques predominantemente intrapersonales interpersonales o enfoques colectivos;
 no pretende reducir los conflictos, sino que representa una de las modalidades de innovación social, entre las
que cabe distinguir innovaciones de ruptura (que permiten comprometerse en nuevas vías) e innovaciones de
crecimiento (que permiten comprometerse en nuevas vías) y las innovaciones de crecimiento (que permiten
renovar una lógica existente). (pp.174-175).

División técnica

Esta sección presenta, en consonancia con las demás secciones, la elección de las herramientas utilizadas en nuestra
investigación.Nuestra principal herramienta de producción de datos es la entrevista. Para Blanchet (1985), la entrevista
forma parte del cambio epistemológico propuesto por el enfoque global en la medida en que permite construir la
actividad científica a partir de preguntas que se hacen los actores en relación con su conocimiento concreto, en lugar de

a partir de las preguntas que se hace el investigador. Esto coincide con el objetivo formulado

por Laplantine en el contexto de la antropología, el de no imponer el objeto de la investigación: "Tratar de hacer


realidad con los demás lo que uno no piensa en lugar de comprobar en los demás lo que uno piensa" (1995, p.186).

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Esta concepción de la entrevista de investigación como instrumento de ruptura merece atención porque no es evidente.

No es infrecuente encontrarse con investigaciones de tipo hipotético-deductivo (caracterizadas por la definición a priori
de (caracterizadas por la definición a priori de principios categóricos) en las que los datos

se produjeron mediante entrevista. Poupart (1993), en un análisis de la evolución del discurso y los debates en torno a
las entrevistas de investigación, muestra que mientras que, a partir de los años setenta, las entrevistas empezaron a
considerarse desde una perspectiva más constructivista, en la que los discursos se consideran una

co-construcción de la realidad por parte de entrevistadores y entrevistados, su concepción actual sigue sigue estando
muy vinculada a una visión positivista. En otras palabras, muchos investigadores utilizan la entrevista sin atenerse a los
principios epistemológicos en los que se basa, a saber, la consideración del "contexto discursivo del hablante "
(Blanchet, 1985, p. 14). Kaufmann (1996) hace una observación similar, señalando que dentro de la diversidad de las
entrevistas, el tipo dominante se refiere al "modelo clásico" de construcción del objeto, es decir, la elaboración de
hipótesis a priori que luego se verifican sobre el terreno.

Desde este punto de vista, "la muestra debe elaborarse cuidadosamente, incluso buscando la representatividad

para que sea representativa, la parrilla de preguntas estandarizada y estabilizada, la realización de las

entrevista debe estar marcada por la reserva del entrevistador". Por último, el análisis de contenido intenta ceñirse lo
más estrictamente posible a los datos, sin interpretación" (p. 21). Este tipo de entrevista, que Kaufmann describe como
impersonal, presenta diferencias significativas con la entrevista comprensiva que invierte el modo de construcción del
objeto. Estas observaciones confirman las confusiones habituales sobre los modos de pensar lo social y la construcción
del conocimiento que subyacen a los métodos utilizados. Por lo tanto, es necesario, una vez más comprender el tipo de
postura epistemológica a la que responden las herramientas utilizadas.

En cuanto al análisis de datos, nos basamos, por un lado, en el lenguaje de clarificación de contrastes propuesto por
Taylor (1997), cuyo objetivo es evitar tanto etnocentrismo como lo contrario, es decir, mimetizarse con el punto de vista
de los actores que intentamos comprender. Taylor lo define de la siguiente manera: "Es un lenguaje en el que podemos
formular nuestra forma de vida y la suya como posibilidades alternativas relacionadas con ciertas constantes humanas
que actúan en ambas.

Es un lenguaje en el que las posibles variaciones de la humanidad podrían formularse de tal manera que tanto nuestra
forma de vida como la suya pudieran describirse de forma clara, como alternativas dentro de un campo de variación.
Este lenguaje de contraste puede revelar que su lenguaje en nuestra propia comprensión está distorsionada o es
inadecuada en algunos aspectos, o que lo mismo ocurre con la nuestra (en cuyo caso podemos descubrir que
comprenderlos nos lleva a cambiar nuestra autocomprensión, y por tanto nuestra forma de vida - un proceso que dista
mucho de ser desconocido en la historia). También puede revelar que ambas lenguas lo son en este caso" (p. 208).

Nos basamos, por otra parte, en la postura analítica definida por Demazière y Dubar (op. cit.) sobre las entrevistas de
investigación. Basándose en teoría del lenguaje en referencia a Cassirer, esta postura parte del postulado

de que lo que los actores de una situación de entrevista dicen de sí mismos nunca puede ser captado por sí mismo. En
otras palabras, el lenguaje no es sólo un instrumento que transmite representaciones, sino un sistema de signos a través
del cual lo social a través del cual los sujetos humanos también se socializan integrando los elementos constitutivos de lo
social. La finalidad del análisis, en esta perspectiva, es sacar a la luz el modo en que los actores se apropian de las formas
sociales.

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Conclusión

En este artículo hemos demostrado que una correspondencia término por término entre

entre el enfoque global y la investigación cualitativa no es adecuada ya que esta última adolece de falta de unidad y se
centra en aspectos fundamentalmente técnicos. Para superar estas dificultades, hemos propuesto aclaraciones
epistemológicas basadas en la consideración de cuatro cuatro dimensiones interdependientes: epistemológica, teórica

morfológica y técnica. Estas aclaraciones, lejos de reducir la riqueza de los enfoques de investigación, permiten definir
alternativas dentro de un campo de variación, es decir, dejar la ventana abierta a la diversidad asegurando, dentro de la
investigación, un equilibrio y una coherencia epistemológica, teórica morfológica y técnica. Estas reflexiones conducen a
un campo de cuestiones por explorar en relación con la formalización del trabajo interpretativo: ¿cuál es su génesis; en
qué momento(s) interviene; qué estatuto debe otorgársele?

Notas

1 Como excepción, mencionemos la distinción que hacen Strauss y Corbin (2004) entre Metodología (forma de pensar y
estudiar la realidad social) y Métodos (conjunto de procedimientos y técnicas de recogida y análisis de datos).

2 El análisis de Groulx se basa en dos obras cuyos autores pertenecen al del mundo de la investigación cualitativa
(Grounded theory de Glaser y Strauss, y La del mundo de Bourdieu), así como en un corpus de artículos.

Esta postura se desarrolla en el seno de nuestro equipo de investigación ACRA (Approches Compréhives des
Représentations et l'Action) dirigido por Marie-Noëlle Schurmans, Universidad de Ginebra, Facultad de Psicología y
Pedagogía.

Educación. Página web: www.unige.ch/fapse/acra

4 Véase al respecto Charmillot, M., Cifali, M. & Dayer, C. (2006). L'écriture de la

recherche mise en questions. En C. Bota, M. Durand & M. Cifali (eds.), Recherche,

intervention, formation, travail. Universidad de Ginebra: Cahiers des sciences de

l'éducation.

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