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Índice
Créditos ...................................4 16 ......................................... 93
Dedicatoria ..............................5 17 ......................................... 99
Sinopsis...................................6 18 ....................................... 105
Prólogo ....................................8 19 ....................................... 109
1............................................ 17 20 ....................................... 116
2............................................ 24 21 ....................................... 121
3............................................ 29 22 ....................................... 125
3 4............................................ 34
5............................................ 40
23 ....................................... 130
24 ....................................... 135
6............................................ 44 25 ....................................... 139
7............................................ 49 26 ....................................... 143
8............................................ 54 27 ....................................... 148
9............................................ 59 28 ....................................... 151
10 .......................................... 65 29 ....................................... 156
11 .......................................... 70 30 ....................................... 162
12 .......................................... 75 Epílogo ................................ 169
13 .......................................... 78 Epílogo Bonus ..................... 173
14 .......................................... 83 Próximo libro....................... 178
15 .......................................... 88 Sobre la autora ................... 180
Créditos
MODERADORA
Liobooks
TRADUCCIÓN
Caro
Danielle
4 Mar
Sirius85
CORECCIÓN
Leyroja
LECTURA FINAL
Mary
DISEÑO
Bruja_Luna_
Dedicatoria
Para mi esposo… el rompecorazones jugador de hockey que me robó el
corazón y nunca me lo devolvió.
5
Sinopsis
Ella es la hermana pequeña de mi mejor amigo...
Y mi mayor secreto.
Logan
6 Han pasado dos años desde que me fui a la universidad y la última vez que
vi a Isla, pero cuando aparece en mi puerta, lo último que espero es que resurjan
viejos sentimientos.
Al crecer, éramos amigos, hasta que todo empezó a cambiar.
Nuestra amistad se convirtió en besos robados y toques prohibidos, pero
acordamos que nunca podría ser algo más.
No cuando su hermano era mi mejor amigo.
Dejar Clifton Falls también significaba dejar atrás el pasado. El hockey es
mi vida ahora, más que antes, e Isla es una distracción.
Pero, ¿qué sucede cuando las líneas comienzan a desdibujarse y ella se
convierte en lo único que puedo ver?
Isla
Logan Knight: jugador estrella de hockey, el mejor amigo de mi hermano y
el primer chico al que amé.
Pero nunca podríamos ser más que amigos.
Rompió mi corazón cuando se fue a la universidad y ahora, dos años
después, está de regreso en mi vida y es mi nuevo compañero de cuarto.
Viejos sentimientos resurgen y nuestra amistad se pone a prueba.
Traté de resistirlo tanto como pude, pero Logan tiene una forma de derribar
cada muro que construí alrededor de mi corazón.
Es solo cuestión de tiempo antes de que nuestro secreto salga a la luz y,
cuando finalmente lo haga, ¿será Logan quien proteja mi corazón?
7
Prólogo
Isla
Hace dos años
Traducido por Danielle
11
culpable por no ir. Todos eran como una familia y debería haber estado allí para
despedirme de todos en lugar de dejar que mis celos me afectaran—. ¿Reneé
estaba allí?
Logan permanece en silencio por un momento, pero sus dedos no dejan de
moverse por mi estómago.
—Sí, ¿por qué?
Me encojo de hombros contra él, dándome una patada mental por haber
mencionado su nombre. Los celos es algo con lo que he luchado mucho. Logan
no es mío, nunca fue mío. No hay razón para sentir el pellizco en mi corazón.
—Dime por qué, Isla.
—No lo sé —murmuro, negando con la cabeza—. Supuse que esta noche te
irías ido a casa con ella en su lugar.
Logan retira su mano de mi estómago y aparta el cabello de mi rostro.
—No creo que ella hubiera querido estar cerca de mí esta noche.
—¿Y eso por qué? —pregunto, mis cejas se juntan mientras ruedo sobre mi
espalda. Logan se mueve a mi lado, su cabello color medianoche cuelga sobre su
frente con ondas despeinadas. La luz del televisor se ilumina a través del edredón
blanco y sus ojos azules brillan mientras apoya la cabeza en la mano y me mira.
Sus labios carnosos se curvan, mostrándome sus brillantes dientes blancos.
—Porque rompí con ella.
Mis ojos recorren su rostro simétrico, memorizando cada centímetro que ya
está almacenado en mi cerebro. Sus cejas afiladas, su mandíbula cincelada.
Muevo mi mirada sobre su nariz recta, con un pequeño bulto en el puente por
recibir un disco en su rostro, antes de posarme de nuevo en sus ojos azul océano.
—¿Por qué diablos hiciste eso?
Por mucho que odiara la idea de Logan y Renee juntos, todo era por envidia.
Nunca tuve nada en contra de Renee. Con toda honestidad, puede que haya sido
una de las personas más agradables que he conocido. Ella solo tenía algo que yo
quería, pero en realidad nunca podría odiarla.
Logan se encoge de hombros, acariciando con su mano mi rostro.
—No tengo tiempo para una novia ahora mismo. Especialmente una que va
a estar en el otro lado del país. —Hace una pausa, mordiendo su labio inferior
mientras acaricia un costado de mi rostro—. Necesito concentrarme en el hockey
más que nada.
12
Se siente como un puñetazo en el estómago, pero suspiro ante su brutal
honestidad. Tiene la misma mentalidad que mi hermano, y aunque puede que
no sea algo malo, todavía duele. No habrá nada antes que el hockey. Ese es su
primer amor. Todo lo demás simplemente se alinea detrás del palo y el disco.
—Sabes que te voy a extrañar, ¿verdad?
—Sí, claro. —Pongo los ojos en blanco, trago saliva por la emoción que crece
en mi garganta. Sus palabras tienen la capacidad de calentar mi alma, pero sé
que son solo palabras. ¿Cómo podría extrañarme? Él no me extrañará de la
manera que desearía que lo hiciera.
—Isla —susurra, acariciando lentamente mi rostro mientras sus ojos se
cierran—. No lo entiendes, ¿verdad?
—¿Qué hay que entender? —replico, intentando ocultar el dolor con una
fachada más fría que el hielo sobre el que patina—. Te vas a la universidad,
Logan. Tienes mucho por delante y vas a arrasar jugando al hockey universitario.
Sus ojos se abren, sus brillantes iris azules me miran directamente a los
ojos.
—Sí, lo sé, pero ni siquiera estoy hablando de eso. —Se detiene por un
segundo, una oleada de una emoción ilegible pasa por sus ojos ebrios—. Eres
una constante en mi vida. Y odio el hecho de tener que dejarte. El hecho de que
no te veré casi todos los días. No te veré sentada en las gradas, animándome en
cada partido.
—Logan. —Me detengo, alejándome ligeramente de él. Ya dejé que mi mente
y mi corazón se involucren demasiado con un chico que no era mío. Un chico
que simplemente me veía como una hermana pequeña, independientemente de
todas las veces que se coló en mi cama o tomó mi mano cuando nadie miraba—
. Siempre estaré a una llamada de distancia.
Niega con la cabeza, sin aceptarlo.
—Eso no es lo mismo. Te extrañaré... extrañaré esto.
——Sé lo que es esto realmente. —Mi voz es entrecortada y las lágrimas
arden en mis ojos, amenazando con derramarse en cualquier momento—. Soy
tu pequeño y sucio secreto. Siempre me usaste como una distracción y,
sinceramente, se siente bastante mal pensar en cómo has mantenido esto oculto.
—¿Crees que tu hermano estaría de acuerdo con esto? ¿Tus padres? Mierda,
Isla... eres la hermana pequeña de mi mejor amigo. Tienes que saber que nadie
más entendería o aceptaría esto.
Entrecierro los ojos hacia él.
13
—¿Desde cuándo te importa una mierda lo que piensen los demás?
—Esto es diferente —insiste, acercándose de nuevo a mí—. August es como
mi hermano. Tus padres son como mis segundos padres. Todos ustedes son mi
maldita familia.
—Entonces, ¿pensaste que podrías jugar con mi corazón todos estos años y
no me afectaría? —Mi voz se quiebra y las lágrimas comienzan a caer. Ni siquiera
me molesto en tratar de detenerlas mientras caen por los lados de mi rostro—.
¿Que no querría algo más que esto?
—Nunca quise hacerte daño, Isla. Precisamente por eso sabía que nunca
podríamos involucrarnos. —Suspira, el olor a whisky flota por encima de mi
rostro—. No soy bueno para ti. Y me juré a mí mismo que nunca sería yo quién
opacará tu brillo.
Aparto la vista de él, rodando hacia la ventana. Miro hacia afuera y observo
cómo la lluvia cae constantemente junto con las lágrimas que caen de mi rostro.
Duele, hasta la última palabra que dice, pero sé que es la verdad y, a veces, la
verdad es una píldora difícil de tragar.
¿En qué estaba pensando? ¿Que rompió con Renee y eso significaba que
estaríamos juntos? No. He estado viviendo demasiado en mi cabeza, en este
pequeño mundo de fantasía que creé. Y era algo que nunca sería nuestra
realidad.
—Isla. No llores, nena. —La voz de Logan es suave mientras toma
suavemente mi hombro y me hace rodar sobre mi espalda—. Esto, entre
nosotros, nunca fue solo una distracción. Lo tomé en serio y quise probar lo que
podríamos haber tenido si las cosas hubieran sido diferentes.
—Eso ni siquiera es justo —susurro mientras quita las lágrimas de mi
rostro—. Sabes, he estado enamorada de ti desde que tengo memoria. Y me diste
pequeños fragmentos de ti mismo, aunque solo fuera un secreto. Me lo tomé en
serio y le di más importancia de la que debería. Pensé que sentías lo mismo por
mí.
Su mano sigue sosteniendo mi rostro.
—¿Crees que no siento lo mismo? —Su rostro se contorsiona de dolor y sus
ojos están vidriosos mientras me mira fijamente—. Lo que siento por ti es la
razón por la que no puedo dejar que esto se convierta en algo.
Mis cejas se juntan mientras mis ojos se fijan en los suyos.
—Eso no tiene sentido. Si sintieras lo mismo por mí, querrías...
14
Logan me silencia cuando su boca choca con la mía. Sus labios son suaves
y gentiles, moviéndose lentamente contra los míos. La forma en que se siente
está arraigada en mi cerebro y en mi alma. Ahueca los lados de mi rostro
mientras se acerca, su pecho se presiona contra el mío.
Quiero luchar contra él, decirle que no he terminado de hablar, pero él
consigue ahuyentar los pensamientos. Con un solo roce, una pasada de su
lengua por la comisura de mis labios, me convierto en un charco en la cama. Su
cuerpo se siente cálido contra el mío y sabe a whisky cuando invade mi boca. Su
lengua baila con la mía e instintivamente envuelvo mis brazos alrededor de sus
hombros.
Quiero quedarme así con él para siempre, pero sé que nunca durará. Lo ha
confirmado con todo lo que ha dicho y sé que cuando despierte por la mañana,
se habrá ido. Mi única opción ahora es tomar lo que pueda de él, esta última vez.
Logan me besa profundamente, y no hay nada apresurado en la forma en
que sus labios se mueven contra los míos. Me inhala como si yo fuera el oxígeno
que su cuerpo necesita para sobrevivir y le doy hasta el último respiro. Es gentil
y tierno, acaricia los costados de mi rostro, como si tuviéramos todo el tiempo
del mundo para estar juntos. Como si estuviera saboreando el momento e
imprimiendo este recuerdo en su cerebro para después de irse.
Alejo mis manos de su cuello, deslizándolas por su torso. Debajo de mis
palmas, siento las crestas de sus músculos de incontables horas de ejercicio. Lo
he visto sin camisa antes y su cuerpo es algo que rivaliza con los modelos de
fitness. No está marcado, pero está en forma y es suficiente para que se me haga
agua la boca.
Mis manos tiemblan y mis palmas están húmedas mientras deslizo mis
dedos a lo largo de la cintura de sus pantalones de chándal. Logan gime en mi
boca, empujando su lengua contra la mía antes de alejarse. Levanta la cabeza y
me mira con los labios carnosos y rojos por besarme.
—¿Qué estás haciendo? —murmura Logan, y su mano baja para agarrar la
mía—. Isla. Detente.
—¿Por qué? —replico, intentando apartar mi mano de la suya—. ¿No es esto
lo que realmente quieres? Esto es lo que hizo Renee, ¿no?
—Isla, ¿qué diablos? —Su voz es áspera y envuelve mi mano con sus dedos
mientras la lleva a su pecho—. Jodidamente detente. Esto no es lo que quiero y
deja de preocuparte por Renee.
Su rechazo es un golpe directo al pecho y a mi ego. La vergüenza me invade,
el calor sube por mi cuello mientras se extiende por mis mejillas. Quiero que el
colchón se abra y me trague entera. Mi corazón se arrastra hasta mi garganta y
15 quiero desaparecer por lo desesperada y patética que acabo de parecer.
—¿No me quieres?
Logan sostiene mi mano en su pecho y mueve sus caderas. Inhalo
profundamente cuando siento su erección presionando contra mi pierna.
—Por supuesto que sí, pero no así.
—¿Y si esto es lo que quiero?
El fantasma de una sonrisa juega en sus labios y la tristeza toca sus ojos.
—Confía en mí, nena, no lo quieres. Puedes pensar que lo sabes ahora
mismo, pero no voy a tomar tu inocencia. No de esta manera.
—Solo vete, Logan. —Mi voz es pequeña y el dolor es evidente en mis
palabras. Agradezco su respeto y consideración, pero eso no hace que duela
menos—. Por favor.
—¿Y perderme de pasar la noche con mi persona más favorita del mundo?
—Sus labios se curvan hacia arriba con una verdadera sonrisa mientras niega
con la cabeza—. No. No lo creo.
Logan rueda sobre su espalda, tirando de mí con él. Me acomodo a su lado,
apoyando mi cabeza en su pecho mientras desliza su brazo debajo de mi cuello.
Me abraza, colocando su mano en mi hombro mientras me sostiene cerca. Ambos
permanecemos en silencio, escuchando los sonidos de la lluvia cayendo afuera
y la música clásica que suena en mi televisor.
—¿Logan? —susurro su nombre, inhalando el aroma de su colonia y el
whisky en su aliento mientras exhala suavemente—. Prométeme que no te
olvidarás de mí después de que te vayas.
—Nunca podría olvidarte, incluso si lo intentara.
Inclino mi cabeza un poco, mirándolo.
—Eso no fue una promesa.
Logan se ríe suavemente mientras planta sus cálidos labios contra mi frente,
calentando mi alma.
—Te lo prometo.
16
1
Isla
Presente
Traducido por Danielle
17 —¡Isla! —La voz de mi madre suena desde el final pasillo. Sus tacones
repiquetean en el piso de madera mientras empuja mis maletas hacia la puerta
principal—. Tu hermano estará aquí en cualquier momento. ¿Tienes todas tus
cosas?
Agarrando mi mochila, la tiro sobre mi hombro y le doy un último adiós a mi
dormitorio antes de bajar las escaleras.
—Sí, ya tengo todo. Aunque, sinceramente, creo que podría haber empacado
en exceso.
Mi madre está parada junto a la puerta cuando August entra con una
brillante sonrisa en su rostro. Los dos se ven casi idénticos con su suave cabello
castaño naturalmente ondulado. Ambos me miran con sus suaves ojos color
avellana.
—¿Estás segura de que no quieres que tu padre y yo te ayudemos a instalarte
en tu dormitorio?
—Vamos, mamá —se queja August, envolviendo su brazo alrededor de de
sus hombros y atrayéndola hacia él—. ¿No confías en mí para cuidar de mi
hermanita?
—Confío en ti, pero este es un gran día —dice, con la voz quebrada levemente
mientras solloza—. Mis dos hijos van a estar fuera de casa y no sé qué voy a
hacer si todo está tan tranquilo y vacío aquí.
—Oye —interviene mi padre, poniéndose detrás de mí mientras apoya su
mano en mi hombro—. ¿Olvidaste que tu esposo todavía estará aquí?
August y yo rompemos a reír mientras nuestra madre sacude la cabeza hacia
nuestro padre y suspira.
—Ya sabes lo que quiero decir, Dennis. Esto es algo importante.
—Lo sé, lo sé —dice mi padre riéndose mientras se pone delante de mí y me
atrae para darme un abrazo—. Estamos muy orgullosos de ti, cariño.
—Gracias, papá — digo, abrazándolo con fuerza antes de alejarme. La
emoción brota de mi garganta y me trago las lágrimas. No puedo permitirme
llorar. No me iré para siempre. Aunque la Universidad de Wyncote está a tres
horas de distancia, no estoy tan lejos de ellos.
Mi madre se separa de August y da un paso hacia mí con lágrimas en los
18
ojos mientras me abraza con fuerza.
—Mi niña —murmura, con la voz entrecortada—. No puedo creer que
finalmente te vayas a la universidad. Estoy increíblemente orgullosa de ti, dulce
niña.
—Ya me verás, mamá —susurro, sin confiar del todo en mi voz. Mis padres
han sido una constante en mi vida. Es una de las muchas cosas que tengo que
agradecer en la vida. Muchos de nuestros amigos provienen de hogares rotos,
pero August y yo no. Tenemos una gran familia y unos padres que siempre han
hecho todo lo posible por nosotros.
Mi madre da un paso atrás y limpia las lágrimas de sus ojos antes de
sostener mi rostro entre sus manos.
—Llámame en cuanto llegues, ¿de acuerdo? Tengo que asegurarme de que
llegas bien. —Mira por encima de su hombro, entrecerrando los ojos hacia
August—. Todos sabemos que tu hermano conduce como si fuera un piloto de
carreras.
—¡Oye! Eso no es cierto. —August le sonríe a nuestros padres mientras
ambos le dirigen una mirada cómplice—. De acuerdo, puede que conduzca un
poco rápido a veces, pero sigo siendo un conductor seguro.
—Nada de tonterías, August —advierte mi padre—. Solo llévala en una pieza.
Me acerco a August mientras él presiona la mano sobre su pecho.
—Los dos me hieren. Saben que Isla no es su única hija. También tienen un
hijo.
—Cállate —me rio, dándole un ligero puñetazo en su firme hombro—. Has
sido el niño de sus ojos durante muchos años. Déjame tener este momento.
August desliza las asas de mis maletas en sus manos y las levanta sin
esfuerzo. Reajusto la mochila sobre mis hombros mientras me giro hacia mis
padres una vez más.
—Es mejor que ustedes dos se vayan antes de que decida mantenerlos aquí
para siempre. —Mi mamá sonríe, con los ojos húmedos de emoción—. ¡Los
amamos a los dos!
Nos despedimos de nuestros padres y es un momento agridulce cuando subo
al auto de August mientras él arroja mis maletas en el maletero. Lo cierra de un
portazo y el auto se hunde bajo su peso mientras sube al lado del conductor. Mis
ojos están pegados a la casa mientras enciende el motor y retrocede lentamente
por el camino de entrada.
Esta es la casa que he conocido toda mi vida. Se crearon tantos recuerdos
19 dentro de esas paredes y se siente extraño, dejarlo todo atrás. Sé que volveré en
unos meses para las vacaciones de invierno, pero estoy saliendo de mi zona de
confort. Hay una extraña sensación de emoción cuando nos vamos. Me voy a la
universidad, comenzaré otro capítulo de mi vida.
August me mira mientras desliza los lentes de sol sobre sus ojos. Su sonrisa
es contagiosa mientras me muestra sus brillantes dientes blancos.
—¿Estás lista para la universidad, hermanita?
—Sí —admito, devolviéndole la sonrisa—. Solo estoy un poco nerviosa.
Realmente no conozco a nadie allí y ¿qué pasa si no hago ningún amigo?
Niega con la cabeza mientras sale a la carretera principal, en dirección a la
autopista.
—No tiene sentido. Definitivamente harás amigos y ya tienes algunos allí de
todos modos. Me conoces y conoces a Logan.
Mi respiración queda atrapada en mi garganta y trago saliva sobre los
cuchillos alojados allí. No he visto a Logan desde la noche en que se fueron el
verano antes de la universidad. Logan y August terminaron comprando juntos
un apartamento cerca del campus. No mucho después de que comenzaran su
primer año, la madre de Logan se mudó a la misma ciudad que ellos porque
estaba siguiendo su carrera como agente deportiva.
No había ninguna razón para que Logan regresara a Clifton Falls ya que su
madre era su única familia. Aquí no quedaba nada para él... excepto yo. Hizo
una promesa de que no se olvidaría de mí, pero dada su ausencia, creo que es
seguro decir que rompió esa promesa.
—¿Cómo está Logan, de todos modos? —le pregunto a mi hermano,
intentando mantener mi voz uniforme y sin ninguna emoción. Él no sabe nada
de lo que pasó con Logan y tengo que mantenerlo así. No sé lo bien que se lo
tomaría August y lo último que quiero es interponerme entre ellos.
August se encoge de hombros mientras mete el auto en la autopista.
—Ya sabes cómo es Logan. No es exactamente un libro abierto, pero ha sido
bueno. Principalmente centrado en el hockey y en la universidad. —Hace una
pausa, mirándome mientras una risa retumba en su pecho—. Típico del maldito
Logan, ¿verdad?
Le devuelvo la sonrisa, negando con la cabeza mientras mi corazón se encoge
en mi pecho.
—Eso suena como el Logan que siempre hemos conocido.
20 Lucho contra el impulso de preguntarle si Logan está saliendo con alguien.
A la hora de la verdad, no es asunto mío. Y aunque le pedí que me prometiera
que no se olvidaría de mí, no podía esperar que no se involucrara con alguien
más. Es un chico joven en la universidad. Nunca estuvimos juntos de todos
modos, por lo que no sería una expectativa realista ni remotamente justo
preguntar.
Logan nunca fue mío.
Y lo más probable es que nunca lo sea.
Fue más fácil dejar de lado mi pequeña obsesión con él mientras no estaba.
Habían pasado casi dos años y aunque todavía pensaba en él, no lo tenía cerca
todos los días como un recordatorio constante de lo que nunca tendría. Pero
ahora... ahora va a estar de vuelta en mi vida otra vez y no sé cómo voy a dejarlo
ir por completo.
—¿Qué pasa, Isla? —pregunta August después de que conduzcamos en
silencio durante unos minutos—. Parece que alguien acaba de matar a tu
cachorro o algo así.
Lo miro, mostrándole el dedo medio.
—Solo estoy nerviosa, ¿de acuerdo?
—Lo entiendo, confía en mí —dice August suavemente con una sonrisa
comprensiva—. Te prometo que lo harás bien. Como dije, me tienes a mí. Siempre
te cubriré la espalda, aunque a veces seas muy molesta.
—¿Cómo puedes ser tan amable, pero tan imbécil al mismo tiempo?
August alcanza la perilla de volumen y comienza a girarla mientras el sonido
del rap comienza a retumbar a través de los altavoces.
—¡Lo siento! ¡No puedo escucharte por encima de la música! —El bajo es tan
fuerte que se siente como si estuviera sacudiendo mi cerebro, pero, de nuevo,
este es mi hermano. Esta es la mierda que he extrañado de él.
Riendo para mí misma, me acomodo en mi asiento y miro por la ventanilla
mientras observo la línea de árboles que pasa junto a nosotros de forma borrosa.
—Qué idiota —murmuro, dejando que mis ojos se cierren. Dejo que la
música ahogue mis pensamientos y el movimiento del auto me adormece.
21
Cuando me despierto, noto que no estamos frente a la universidad. En
cambio, nos detenemos frente a un edificio de apartamentos de aspecto elegante.
Miro a August mientras estaciona el auto, directamente en frente de la enorme
estructura.
—¿Qué estamos haciendo aquí?
—¡Sorpresa! —August empuja los lentes de sol sobre su cabeza con una
sonrisa en sus labios—. ¿De verdad creíste que iba a dejar que te quedarás en
los dormitorios de mierda cuando tenemos un dormitorio extra en nuestro
apartamento?
Le devuelvo la mirada.
—¿Pero pensé que se suponía que debía quedarme en el campus?
—No —dice, negando con la cabeza mientras abre la puerta—. Se lo comenté
a mamá y a papá y les pareció bien. Les dije que no dijeran nada porque quería
que fuera una sorpresa.
August sale del auto, cerrando suavemente la puerta detrás de él, y yo me
quedo mirando donde estaba sentado. Rodea la parte trasera del auto y descarga
mis maletas del maletero. Ir a la misma escuela a la que asiste Logan ya era
bastante malo... ¿pero ahora también voy a vivir en su apartamento?
Ojalá la tierra se abriera y me tragara entera. Eso sería bastante genial ahora
mismo.
August se detiene frente a mi ventana y el sonido de sus nudillos en el vidrio
llama mi atención. Lo miro, tragando mi ansiedad mientras abro lentamente la
puerta y salgo.
—Vamos. Hace un frío horrible aquí y tus maletas pesan como el demonio.
Entorno los ojos hacia él.
—¿Básicamente vives en la pista de patinaje y te quejas de la temperatura
de afuera ahora mismo?
Pone los ojos en blanco y pasa por delante de mí mientras deja las maletas
en la acera frente al edificio. Lo sigo, agarrando una de las asas mientras las
desliza hacia arriba.
—Eso es diferente. Tú más que nadie deberías saberlo.
—Lo que sea —murmuro—. No te pedí que hicieras todo esto.
—Y no tenías que hacerlo. —Me sonríe, ignorando mi actitud mientras se
22 dirige al edificio. Lo sigo, inhalando el aroma fresco del edificio. Mis ojos recorren
la entrada y me parece más un hotel caro que un edificio de apartamentos
mientras caminamos hacia el ascensor—. ¿Qué clase de hermano sería si no
hiciera este tipo de cosas por mi persona más favorita del mundo?
El ascensor suena y las puertas se abren mientras ambos entramos, August
con una sonrisa en su rostro mientras presiona uno de los números, y yo
intentando tragar el nudo que se forma en mi garganta.
—Debes confundirme contigo. Estoy bastante segura de que, si alguien es
tu favorito, eres tú mismo.
—Ah, ahí está —sonríe, tirando de mí para darme un abrazo de lado
mientras subimos en el ascensor hasta el séptimo piso—. Mi hermana pequeña
y maliciosa. Temía que el tiempo que estuvimos separados te hiciera perder tu
toque de hablar mal. Veo que todavía lo tienes.
Lo empujo, ambos nos reímos mientras él distrae mi mente de lo que estoy
a punto de encontrar. August se sumerge en una conversación sin sentido sobre
cómo me llevará al campus mañana y se asegurará de que haga un recorrido y
todo lo que necesito para cuando comiencen las clases el lunes. No es hasta que
estamos caminando hacia la puerta de su apartamento que la realidad de la
situación vuelve a mí con toda su fuerza.
August está a punto de abrir la puerta, cuando alguien tira de ella desde el
otro lado. Se abre lo suficiente para que entremos y lo veo. Tiene el mismo
aspecto que recordaba, solo que ha madurado, con un cuerpo impecable debido
a las exigencias del hockey universitario. Su cabello negro como la tinta todavía
es un desastre despeinado que cae justo por encima de sus cejas y sus ojos azul
océano brillan cuando se encuentran con los míos.
Las comisuras de sus labios carnosos se levantan con una sonrisa traviesa,
mostrando sus dientes perfectamente rectos, y el aire escapa de mis pulmones
a toda velocidad. Mi corazón late erráticamente en su jaula y por un momento,
estoy congelada en mi lugar mientras lo miro fijamente.
Logan Knight.
El chico que he amado toda mi vida.
—Bienvenida a casa.
23
2
Logan
Traducido por Danielle
Los ojos color avellana de Isla se agrandan en la puerta, mirándome con una
expresión de sorpresa en su rostro. Sabe que August y yo vivimos juntos, así que
no sé por qué se sorprende tanto al verme aquí. Ella y August son casi una
24 réplica exacta el uno del otro, podrían pasar literalmente por gemelos.
Su cabello color moka cuelga hasta la cintura en forma de ondas. Tiene el
mismo aspecto que yo recordaba, pero hay algo diferente en ella. Su cuerpo ha
madurado más, rellenando las curvas de su pequeño cuerpo, pero es algo más
que físico. La forma en que me mira ahora, no con corazones en sus ojos como
antes... es casi como si la luz se atenuara. Como si ella lo supiera mejor ahora.
¿Hay alguien más que ocupe sus pensamientos y su tiempo ahora?
Cierra la maldita boca, Logan. Quiero patearme mentalmente ahora mismo.
Lo que ella haga no es asunto mío. Es la hermana pequeña de mi mejor amigo.
La chica que crecí protegiendo como si fuera mía. Es la maldita Isla Whitley, y
solo porque nos besamos un par de veces en el pasado, no significa nada ahora.
—Vamos, Isla —gruñe August, golpeando la parte posterior de sus piernas
con la maleta—. Tenemos que estar en el entrenamiento como en media hora,
así que vamos a meter tus cosas dentro, por favor.
Me acerco a Isla cuando entra al apartamento.
—Aquí, déjame al menos llevar algo. —Mi mano roza la suya mientras la
envuelvo alrededor de la correa de su mochila. Sus labios se separan levemente
como si fuera a discutir, pero rápidamente aparta su mano de la mía, dejándome
quitarle el paquete sin discutir.
Bueno, esto va a ser muy divertido.
August pasa por delante de nosotros dos, refunfuñando algo en voz baja. Ha
estado en la lista de mierda del entrenador Lindsey durante las dos últimas
semanas porque ha llegado tarde a los entrenamientos la mayoría de las veces.
Si no está en el hielo antes de que empiece el entrenamiento, el entrenador no lo
dejará jugar. Nadie es fanático de eso, especialmente cuando el resto de nuestras
vidas dependen de nuestros años universitarios.
Digamos que August se ha asegurado de estar allí antes de que comience la
práctica. Y dado que vivimos juntos y generalmente manejamos juntos, eso
significa que también puedo irme temprano.
No es que realmente me importe. Es tiempo extra de hielo y esa mierda no
es gratis. Incluso teniendo una pista en nuestra escuela, tenemos horarios
programados en los que se nos permite estar en el hielo y no es algo cotidiano.
Si quiero una oportunidad en la NHL, necesito todo el tiempo que pueda. Siempre
ha sido mi sueño, y mi madre ha estado trabajando duro como agente hecha a
sí misma para tratar de ayudarme a llegar allí.
Nada se interpondrá entre mis sueños y yo.
25 —Vamos —le hago un gesto a Isla para que me siga. Ella levanta una ceja,
pero me sigue sin protestar—. Vamos a llevarte a tu nueva habitación antes de
que tengamos que irnos. Y luego puedes tener el resto de la tarde para
acomodarte sin tener a ninguno de nosotros aquí para molestarte.
Nos adentramos más en el apartamento y le doy el recorrido oficial, aunque
se explica por sí mismo. La cocina y la sala de estar se ven exactamente que
cabría esperar. Caminamos por el pasillo y le muestro el dormitorio de August a
la derecha. Nos detenemos en la siguiente puerta que es adyacente a la de
August, a la izquierda.
—Esta es tu habitación —hago una pausa, apartándome mientras August
se desliza junto a nosotros y se dirige a su habitación. Señalo la habitación de la
derecha que está junto a la de August—. Esa es mi habitación, y el baño está al
final del pasillo.
Isla inclina la cabeza hacia un lado, enarcando una ceja.
—¿Solo un baño con tres habitaciones?
—Sí —sonrío, pasando por delante de ella mientras entro en el dormitorio
completamente amueblado y dejo su mochila sobre la cama. Isla entra detrás de
mí, arrastrando su maleta—. Tendrás que esperar tu turno para usarlo o
acostumbrarte a compartirlo. Solo recuerda cerrar la puerta con llave si quieres
intimidad, porque no es garantía de que alguien no entre allí si está sin cerrar.
—Estás bromeando, ¿verdad? —Empuja la maleta hacia la cama y se quita
el gorro mientras se desploma sobre el colchón. Doy un paso atrás,
deteniéndome bajo el umbral de la puerta—. Sabes que hay una cosa que se
llama límites, ¿verdad?
Cruzando los brazos sobre mi pecho, apoyo el hombro en el marco de la
puerta con una sonrisa traviesa en mis labios.
—Siempre llamo a la puerta antes de entrar. Aunque no puedo decir lo
mismo de tu hermano.
Isla suspira, sus labios carnosos se separan mientras pone los ojos en
blanco.
—Veo que no maduró más allá de la escuela secundaria. —Desabrocha su
grueso abrigo de invierno y se lo quita antes de tirarlo al borde de la cama. Mis
ojos viajan a lo largo de su delgado torso hasta sus pechos llenos.
Mi pene se contrae en mis pantalones e instantáneamente siento una
punzada de culpa en lo profundo de mi pecho. Siempre se suponía que ella
estaba fuera de los límites, pero la tentación siempre ha estado ahí. Isla fue la
26 única persona a la que dejé que se acercara lo suficiente, con la que podía bajar
la guardia y contarle todos mis secretos. La conexión entre nosotros nunca fue
negable, pero era algo que sabía que ninguno de nosotros podría actuar.
E incluso si compartimos algunos momentos privados, nunca dejé que fuera
más allá de besarnos. Isla se merecía más de lo que yo podía darle. Se merecía
estar con alguien que su familia aprobaría. Estoy bastante seguro de que su
hermano podría estrangularme si alguna vez descubriera que había algo entre
nosotros. Él confiaba en mí para cuidarla como si fuera mi propia hermana.
¿Qué diablos dice eso sobre mí si se supone que debo verla de esa manera, pero
me estoy masturbando al pensar en ella en la ducha por la noche?
—¿Estás bien? —La voz de Isla es suave y suena como una melodía propia,
como la música clásica que siempre escuchaba. Me devuelve a la realidad, mis
ojos se centran en los suyos mientras sus cálidos iris de color avellana buscan
los míos.
—¿Eh? Sí, estoy bien —digo con desdén. No tengo una excusa lo
suficientemente buena para la forma en que me perdí momentáneamente en mis
propios pensamientos, así que simplemente cambié de tema—. August y yo
queremos invitarte a cenar esta noche cuando terminemos el entrenamiento.
Ninguno de nosotros sabe cocinar una mierda y es justo que te enseñemos algo
que no sea el apartamento.
Ella cruza sus manos en su regazo, dándome una cálida sonrisa.
—Te lo agradezco, pero no tienen por qué hacerlo. Sinceramente, pueden
hacer como si no estuviera aquí. No quiero interrumpir sus vidas en absoluto
viviendo aquí. —Hace una pausa por un momento, mordiendo nerviosamente el
interior de su mejilla—. No sabía qué me iba a mudar aquí hasta que llegamos.
Mis cejas se arrugan.
—¿August no te lo dijo?
Isla niega con la cabeza.
Eso explica la expresión de sorpresa en su rostro. Claro, ella sabía que
vivíamos juntos, pero ahora tiene sentido. No esperaba verme hoy y todo cambió
en cuanto llegó. Necesito que se sienta cómoda aquí y como si esta fuera su casa
también, no que se quede con nosotros como algo temporal.
—No pienses nunca que estás perturbando nuestras vidas al mudarte con
nosotros, ¿de acuerdo? —digo, mis ojos miran directamente a los suyos—.
Formas parte de nuestras vidas y esta es tu casa ahora también.
—¡Logan! —August llama desde su habitación mientras asoma la cabeza por
27
el pasillo—. Date prisa y prepárate para el entrenamiento. Sabes que no puedo
llegar tarde.
Pongo los ojos en blanco e Isla se ríe en voz baja mientras me aparta de la
puerta.
—Ya escuchaste al hombre. No puede llegar tarde. —Una sonrisa se forma
en mis labios y le guiño un ojo—. Piensa en lo que quieres para cenar antes de
que volvamos.
No le doy a Isla la oportunidad de responder antes de dejarla sola en su
habitación y entrar en la mía. Miro hacia abajo a mis pantalones de chándal y
mi camiseta. Voy a tener que cambiarme todo lo que llevo puesto una vez que
lleguemos al vestuario, así que no tiene sentido volver a cambiarme ahora.
Agarrando mi mochila de la esquina de mi habitación, lo empujó hacia la puerta
y agarro uno de mis palos.
August ya está saliendo por la puerta principal mientras yo ruedo con mi
mochila por el pasillo. Me detengo frente a su habitación y miro hacia dentro
mientras empieza a deshacer sus cosas. Suena una suave música clásica desde
algún lugar del interior y una sonrisa se dibuja en mis labios. Extrañaba su
presencia, todo sobre ella. Ella sigue siendo la Isla que recuerdo. La chica
tranquila a la que le gustaba garabatear distraídamente en libretas y escuchar
suaves melodías clásicas. La que siempre prestaba atención y observaba el
mundo que pasaba a su alrededor. La hermosa nena que solo tenía ojos para mí.
Mi Isla...
Ahora, solo necesito recordar mantener mis manos quietas.
28
3
Isla
Traducido por Danielle
31
quedarme en el dormitorio que se suponía que debía tener. Odio la forma en que
Logan me mira, porque en secreto me encanta. La forma en que me hace sentir,
saber que tengo su atención.
Y es como si cada vez que pasa el más mínimo momento, me recuerda que
nunca podría pasar. ¿Cómo se supone que voy a dejar de sentir algo por él
cuando está durmiendo en la habitación de enfrente? Solo somos amigos.
Como si pudiera escuchar mis pensamientos, Logan vuelve a asomar la
cabeza por mi puerta.
—Oye, ¿Isla? —Su voz es suave y gentil, pero sus ojos azul marino están
llenos de tormento—. ¿Podemos hablar después de la cena?
Mi corazón se contrae y mi respiración se queda atrapada en mi garganta.
Trago los cuchillos alojados en mi garganta mientras lo miro y asiento. Mi
confianza en mi voz real es inexistente en este momento. Logan aprieta los labios
e inclina la cabeza antes de irse de nuevo.
Mis ojos están pegados a la puerta, pero mi mente está corriendo a una milla
por segundo. Cada vez que alguien dice que quiere hablar, nunca parece ser
sobre algo bueno. No tengo idea de qué podría querer hablar, pero el solo
pensamiento ya tiene mi estómago dando vueltas.
Esta va a ser una cena incómoda.
A regañadientes, salgo de la cama y me obligo a alejar las mariposas de mi
estómago. Tampoco son mariposas de las buenas. Son de las nerviosas que
arañan tus entrañas porque no tienes ni idea de lo que realmente te espera. Me
provocan ansiedad y las odio. Me cambio rápidamente de ropa, poniéndome unos
leggings y una camiseta suelta antes de meter los pies en mis converse blancas.
Cruzo la habitación hasta donde hay un espejo de cuerpo entero colgado en
la puerta del armario y me doy un vistazo. Mi cabello largo cuelga en suaves
ondas alrededor de mi rostro y paso mis dedos por los mechones, deshaciendo
cualquier enredo de mi siesta. Satisfecha con su apariencia, coloco los mechones
detrás de mis orejas y miro mi maquillaje.
Es un estilo ligero y natural, con una sombra de ojos color nude y una
máscara de pestañas que hace que mis largas pestañas se vean casi falsas. Me
acerco a mi tocador y agarro mi bolsa de maquillaje antes de tomar mi rubor y
contorno. Refresco el maquillaje que se estropeó al frotar mi rostro con una
almohada y me rocío con un poco de perfume antes de salir de la habitación.
August ya está vestido, con unos jeans limpios y una sudadera gris con el
emblema de los Wyncote Wolves. Su cabello todavía está húmedo, colgando sobre
32 su frente mientras inclina la cabeza hacia abajo para mirar su teléfono en su
regazo. Da golpecitos, sin darse cuenta de mí al principio cuando me siento en
la mesa frente a él.
Miro hacia el pasillo y veo que la puerta del baño aún está cerrada y la luz
brilla desde el pequeño espacio entre la parte inferior de la puerta y el piso. El
sonido de la ducha se corta y escucho la puerta de vidrio abrirse y cerrarse. Mi
mente divaga, sabiendo que Logan está desnudo allí en este momento.
¿Qué diablos te pasa, Isla? Mierda, concéntrate.
—Tierra a Isla... —La voz de August capta mi atención y rápidamente desvío
mi mirada del pasillo y lo miro. Levanta una ceja, pero no me llama la atención.
Eso no me quita la vergüenza, ya que el calor sube por mi cuello y se extiende
por mis mejillas—. No escuchaste una sola cosa de lo que dije, ¿verdad?
Niego con la cabeza, tragando saliva.
—Lo siento, solo estoy un poco distraída hoy.
—Claro —dice con sospecha, entrecerrando los ojos por un momento antes
de que su rostro se relaje—. Pregunté si Logan y tú ya saben dónde vamos a
comer
—Oh sí. —Hago una pausa, aclarándome la garganta mientras cambio
nerviosamente mi peso en mi asiento—. Dijo algo sobre un bar deportivo que
también tiene un restaurante.
August sonríe, asintiendo mientras se recuesta en su silla.
—O'Hallaran. Hay una camarera sexy que trabaja allí con la que quería
ponerme al día.
No escucho a Logan cuando se acerca por detrás de mí, pero puedo oler el
leve aroma de su colonia y su shampoo cuando entra en la habitación.
—¿Poppy? —Logan se ríe mientras pasa junto a nosotros dos en la mesa y
se detiene junto a la isla de la cocina—. Creo que la jodiste la última vez, amigo.
—Vete a la mierda —gruñe August mientras se levanta de su asiento—. Si
alguien la jodió, fue esa tonta que trajiste a casa la noche que por fin conseguí
que Poppy viniera a pasar el rato.
Mi cuerpo se pone rígido y quiero desesperadamente taparme las orejas, pero
no puedo atraer ese tipo de atención hacia mí. No quiero escuchar hablar de
Logan y otra chica. Mi corazón se estruja en mi pecho y mis pulmones arden
mientras contengo la respiración.
—Hermano. Estaba jodidamente destrozada. No podía dejarla en el bar y se
33
negó a decirme su dirección. —Logan niega con la cabeza, poniendo los ojos en
blanco mientras agarra las llaves del mostrador—. No sabía que ella iba a estar
encima de tu pene.
Miro de un lado a otro entre los dos, completamente confundida a estas
alturas, pero suelto el aliento que estaba conteniendo. Las intenciones de Logan
pueden haber sido diferente esa noche, pero si la chica estaba más interesada
en August, me produce una sensación de alivio. Tengo que controlarme. Logan
no es mío...
—Sí, bueno, entonces le debes una explicación a Poppy —le informa August
a Logan mientras se dirige a la puerta principal—. Aclara esa mierda por mí,
¿bien? —Hace una pausa y me mira, todavía sentado en la mesa—. ¿Qué estás
haciendo, Isla? Vamos.
4
Logan
Traducido por Danielle
34 o dos.
En lugar de eso, estoy de pie aquí en la barra, esperando a que Poppy termine
de servir a algunos de los chicos del otro lado mientras Isla y August están
sentados en una mesa al otro lado de la sala. Hago girar lentamente mi botella
de cerveza sobre la barra mientras intento esperar con paciencia.
Poppy no tarda más que unos minutos en acercarse a mí, con el ceño
fruncido.
—¿Qué pasa, Knight?
La mayoría de la gente me conoce por mi apellido, solo por mi condición de
miembro del equipo de hockey. Venimos mucho aquí después de los partidos con
nuestros compañeros y así es como me llaman todos. Ni siquiera sé si la mayoría
de la gente sabe cuál es mi verdadero nombre de pila, pero estoy tan
acostumbrado a que me llamen Knight que no me molesto en corregir a nadie.
Isla es la única que realmente me llama por mi nombre. Y hay algo en la
forma en que mi nombre sale de su lengua que me hace querer saborearlo en
sus labios.
—Así que te debo una disculpa.
Poppy frunce las cejas e inclina la cabeza hacia un lado.
—¿Por qué exactamente? La última vez que lo comprobé, apenas nos
relacionamos, excepto cuando estás aquí pidiendo bebidas.
Mis fosas nasales se ensanchan mientras inhalo profundamente.
—Por la noche que estuviste con August.
Poppy frunce los labios y cruza los brazos sobre su pecho mientras mira más
allá de mí, sin duda, sus ojos se posan en August mientras lo identifica al otro
lado de la habitación.
—Si alguien me debe una disculpa, es él. ¿Quién diablos te invita a pasar el
rato y luego otra chica termina en tu regazo?
—Lo cual es culpa mía… —mi voz se apaga mientras tomo un trago de mi
cerveza—. Ella es una amiga nuestra y quedé con ella y unas cuantas personas
más para tomar algo esa noche. Terminó completamente borracha y no pude
dejarla aquí. Se negó a decirme en qué habitación estaba, así que pensé en
llevarla a nuestro apartamento para que durmiera. No me di cuenta de que
estabas allí y no me di cuenta de que ella tenía algo con August.
—Mhmm, claro. —Poppy mira alrededor del bar—. Mira, aprecio que te
tomes el tiempo para decirme algo, pero realmente tengo que volver al trabajo.
Que August sepa que no significa una mierda hasta que lo vea arrastrarse.
35 La veo girar sobre sus talones, con una sonrisa pegada a su rostro, mientras
se dirige a una pareja que acaba de sentarse al otro lado de la barra. Un suspiro
sale de mis labios, tomo mi cerveza y me dirijo a la mesa en la que están sentados
Isla y August.
Isla da un sorbo a su agua y sus ojos se encuentran con los míos cuando
me deslizo en la mesa junto a ella. Escucho su respiración aguda cuando mi
muslo roza el suyo, pero no me molesto en moverme, dejando mi pierna pegada
a la suya.
—Así que... —August cruza los brazos sobre la mesa, inclinándose hacia
delante mientras me mira fijamente—. ¿Qué dijo? ¿Le contaste lo que realmente
pasó?
Asiento.
—Sigues durmiendo con el perro, amigo. Vas a tener que hablar con ella y
suavizar las cosas. Ella quería que te dijera que la explicación no significa nada
hasta que la escuche de ti. —Hago una pausa, con una sonrisa en los labios
mientras lo miro fijamente—. Y quiere que te arrastres.
—Mierda —murmura August, llevándose la cerveza a los labios mientras
toma un trago—. Quiero decir, no es que estemos juntos, así que técnicamente
soy libre de hacer lo que quiera con quien quiera.
El cojín del banco se desplaza y siento que la pierna de Isla se mueve
mientras le da una patada a August en la espinilla. Él hace una mueca de dolor,
fulminándola con la mirada.
—¿Por qué diablos fue eso?
—No seas tan cerdo, August —lo regaña Isla con una expresión de disgusto
en su rostro—. En serio, ¿qué demonios te pasa? Que no tengan una relación no
significa que no puedas mostrarle algo de respeto.
—Yo soy respetuoso —argumenta August mientras levanta la mirada hacia
nuestra mesera. Todos guardamos silencio por un momento mientras ella pone
nuestros platos frente a nosotros en la mesa. August le sonríe y espera a que se
vaya antes de continuar—. Solo digo que está exagerando porque no estamos
juntos.
—¿Pero de verdad está exagerando? —replica Isla, agarrando una patata
frita de su plato mientras se la lleva a la boca—. Si los papeles se invirtieran,
¿cómo te sentirías? ¿No estarías molesto y dolido como lo está ella ahora?
August se ríe con la boca llena de hamburguesa. Voy a alcanzar la botella
36 de ketchup al otro lado de la mesa, pero Isla la agarra cuando ve que me acerco.
Una suave sonrisa toca sus labios mientras me la entrega. Envuelvo mis manos
alrededor de la botella, las yemas de mis dedos rozan los suyos. Ella inhala
profundamente y una calidez se extiende a través de mi estómago mientras la
sensación de ella enciende mi piel.
Maldita sea. En un instante, todo vuelve rápidamente. Los besos robados y
las caricias secretas en su cama a altas horas de la noche. La extrañaba y a
pesar de que sé que nunca podría ser más de lo que una vez fue, todavía quiero
volver a sentir eso con ella.
Isla rápidamente suelta el ketchup y se recupera cuando comienza a comer
el sándwich que ordenó. Dejo un poco de condimento en mi plato ya que August
no se da cuenta de nada de lo que acaba de pasar entre nosotros.
—Tiene razón, August —digo mojando una patata frita en kétchup—. Sabes
que si algún tipo se le insinuara a Poppy de esa manera mientras están juntos,
no te habría hecho ninguna gracia.
August mira de un lado a otro entre los dos.
—Se supone que ustedes dos están de mi lado, saben.
—No cuando te equivocas —replica Isla, sonriendo dulcemente mientras
toma un sorbo de su agua—. O arreglas las cosas con ella o dejas que la pobre
chica siga adelante.
—Bien —dice August, tomando un trago de su cerveza—. Déjame terminar
mi hamburguesa y luego iré a hablar con ella.
Agarro su plato, deslizándolo lejos de él y la risa de Isla hace que mi corazón
sonría.
—Ve a hablar con ella ahora, porque no quiero estar aquí toda la noche
mientras te sientas en la barra mirando el trasero de Poppy.
—Jesús, está bien. —August deja escapar un suspiro exasperado mientras
levanta las manos en señal de derrota—. Iré a hablar con ella, mierda. —Agarra
su cerveza y mientras se desliza fuera de la cabina, agarra su plato de comida—
. Sin embargo, me llevaré esto conmigo.
Isla y yo nos reímos ligeramente de su estupidez mientras se dirige a la barra.
La miro y descubro que ya tiene la mirada puesta en la mía. Sus mejillas se
sonrojan al instante, con un suave tinte rosado que las consume mientras baja
la mirada a su plato. Agarra unas patatas fritas y las mete en su boca.
Esta maldita chica...
37
Doy un sorbo a mi cerveza y la dejo sobre la mesa antes de girarme en mi
asiento para mirarla.
—Sé que dije que quería hablar contigo después de la cena, pero tal vez
podamos hablar ahora.
—Um —ella hace una pausa, tomando un sorbo de su agua para bajar el
puñado de papas fritas que acaba de tragar—. Claro, supongo.
Trago saliva, mis ojos saltan de un lado a otro entre los suyos. Ella me
devuelve la mirada, sus ojos color avellana están llenos de una emoción que no
puedo precisar. Se ensanchan un poco y puedo ver pasar una ola de miedo a
través de ellos. Está nerviosa en este momento porque no sabe qué esperar de
mí y al instante me siento culpable.
A lo largo de los años, la programé para que fuera así sin siquiera intentarlo.
En el pasado, nunca hubo nada predecible en mí. Jugué con su corazón, su
corazón joven, frágil y adolescente, y me odio a mí mismo por hacer eso. Eso no
quiere decir que no quise decir nada de lo que pasó entre nosotros, solo sé lo que
sabía entonces. Ella está fuera de los límites y siempre lo estuvo. Fue un error
de mi parte seguir mis impulsos con ella.
La he condicionado para que no sepa qué esperar de mí y quiero cambiar
eso.
—Quería disculparme contigo, por la forma en que me fui.
Sus cejas se juntan y ladea la cabeza.
—No sé por qué te disculpas. No esperaba que estuvieras allí por la mañana.
Era la forma en que hacías las cosas entonces, Logan.
Mi garganta se contrae y sus palabras se sienten como una cuchilla en mi
corazón.
—Lo sé, pero al menos debería haberme despedido, pero fui demasiado
cobarde. Sabía que, si te veía esa mañana, habrías tenido el poder de hacer que
me quedara.
Los labios de Isla se separan ligeramente, su pecho sube y baja con
respiraciones superficiales mientras sus ojos se agrandan.
—Logan... Nunca te pediría que abandonaras tus sueños.
—Sé que no lo harías. —Me detengo un momento, meditando mis palabras,
pero ya no me contengo. Se merece mi sinceridad si vamos a ser compañeros de
piso—. Sabía lo que sentía por ti entonces. Una sola mirada tuya me habría
hecho cuestionar todo mi futuro.
39
5
Isla
Traducido por Danielle
43
6
Logan
Traducido por Danielle
44 semáforo en rojo y me doy cuenta de que tiene toda su ruta trazada con un
resaltador. Estoy seguro de que tiene mucho que ver con el hecho de que está
ansiosa como la mierda de ir a una nueva escuela con gente que ni siquiera
conoce.
Las únicas dos personas que conoce somos August y yo. Conoció a algunos
de los chicos con los que jugamos al hockey, pero no los conoce como a nosotros.
Y todavía no ha conocido a nadie que esté en alguna de sus clases. En parte me
siento mal por eso. Debería haberme ofrecido a llevarla para intentar conocer
gente, pero August dijo que lo tenía todo cubierto.
Obviamente, tenía la cabeza demasiado metida en el culo como para hacer
un intento de mostrarle a Isla los alrededores y ella fue demasiado amable como
para molestarse en preguntarle. Así es como funcionaba Isla. Sus padres
intentaban hacer ver que no tenían favoritos cuando se trataba de sus hijos, pero
Isla siempre era la que se dejaba llevar por la corriente.
Actuaba como si no le afectara que pasara todo su tiempo libre consumida
por su hermano y el hockey. Y por eso, sus padres no veían lo injusto que era
para ella, lo mucho que se perdía con sus amigos y otras chicas de su edad. Isla
nunca quiso agitar el barco ni molestar a nadie, aunque fuera a costa de su
propia felicidad.
Y ahora me siento como un maldito imbécil, llevándola al campus solo para
dejarla. No es diferente a lo que ha estado acostumbrada toda su vida y, por
primera vez en mucho tiempo, me dan ganas de darle un puñetazo a su maldito
hermano.
En lugar de acercarme a la entrada del campus, meto el auto en el
estacionamiento y busco un lugar lo más cerca posible de la entrada. Isla mete
rápidamente sus cosas en el bolso, excepto el mapa resaltado que tiene. Me mira,
perpleja y preocupada, mientras pongo el auto en el estacionamiento.
—Gracias por traerme —dice en voz baja, con una sonrisa en los labios
mientras acomoda la mochila sobre su hombro—. Realmente no tenías que
hacerlo, pero te agradezco que lo hagas. Todavía no estoy familiarizada con las
carreteras de por aquí, así que fue agradable no tener que preocuparme por
perderme.
—Te dije que quería traerte y lo dije en serio. No me gusta la idea de que
intentes resolver todo esto sola, en un lugar nuevo con personas nuevas.
Isla alcanza la manija de la puerta, un tinte rosado se extiende por sus
mejillas mientras desvía la mirada de mis ojos.
—Bueno, realmente te lo agradezco, Logan. Gracias.
45 Sale del auto y cierra la puerta con suavidad mientras yo apago el motor y
agarro la manija de mi propia puerta. La observo mientras empieza a alejarse de
mí, sin darse cuenta de que salgo y empiezo a caminar detrás de ella.
—¡Isla, espera! —La llamo, alargando mis pasos para acortar la distancia
entre nosotros.
Isla se detiene, girando sobre sus talones con los ojos muy abiertos por la
sorpresa.
—¿Qué estás haciendo? ¿Pensé que solo me estabas trayendo?
Mis cejas se juntan mientras inclino la cabeza hacia un lado.
—¿Por qué me molestaría en estacionar aquí?? Si solo te hubiera traído, me
habría detenido en el frente.
Cambia su peso nerviosamente de pie, ajustando su correa en su hombro
mientras me da una tímida sonrisa y se encoge de hombros.
—No lo sé. Pensé que tal vez no querías que te vieran dejándome en la puerta
o algo así.
¿Qué diablos?
La miro fijamente, perdiéndome en los tonos dorados y verdes que se
arremolinan en sus iris. Mi corazón se arrastra hasta mi garganta y me siento
incómodo con su admisión. ¿Pensó que la obligaría a cruzar el maldito
estacionamiento porque no quería que nadie la viera salir de mi auto? No podría
importarme menos lo que piensen los demás y me deja sin palabras: ella piensa
que posiblemente podría avergonzarme si me ven con ella. Quería mantener lo
que habíamos escondido, no ella. Nunca ella.
—Dame el mapa —digo, extendiendo mi mano mientras acorto la distancia
entre nosotros. Los ojos de Isla rebotan entre los míos mientras duda, pero con
desgana, me lo entrega.
Escaneo el papel, tomando nota de sus clases y las habitaciones anotadas
con su letra rizada en el costado. Cada uno está etiquetado con los tiempos y
coloreado con el mismo resaltador que marca el mapa en el orden de sus clases.
Una sonrisa toca mis labios cuando veo su primera clase.
—¿Arcilla y escultura? —pregunto, levantando una ceja mientras mis labios
se curvan. He visto las habilidades artísticas de Isla y son algo digno de envidia.
Pero era algo totalmente autodidacta porque no quería molestar a sus padres
interesándose por una de sus aficiones. Esa era la maldita Isla desinteresada
que siempre he conocido—. Me gusta.
46 Isla me mira a través de sus oscuras pestañas con una pequeña sonrisa.
—El arte siempre fue algo que disfruté y dado que tengo algunas asignaturas
optativas que puedo tomar, pensé en probar algunas clases de arte diferentes,
aunque no sea mi especialización.
Miro hacia el frente de la escuela, notando que la multitud de estudiantes se
está reduciendo lentamente. El enorme reloj integrado en la torre de ladrillo
muestra que, literalmente, tenemos cinco minutos para llegar a su clase que está
al otro lado del edificio y solo estamos en medio del estacionamiento.
Alcanzando su mano, la agarro, entrelazando mis dedos con los de ella sin
siquiera pensar en eso mientras la jalo conmigo. Tropieza un poco, pero se
recupera rápidamente mientras me sigue, sus piernas se mueven más rápido
para seguir mi paso.
—He visto lo que puedes hacer con el arte —digo, mirándola mientras
camina a mi lado. Su mano se siente tan bien en la mía, pero la realidad me
alcanza rápidamente y la suelto, sin parecer demasiado obvio mientras agarro
mi teléfono del bolsillo y finjo revisarlo antes de deslizarlo de nuevo en mi
bolsillo—. ¿Por qué no es tu especialidad?
Isla desliza su brazo a través de la otra correa de su mochila y las agarra con
ambas manos para que no pueda volver a tocarla. Ella me da una mirada de
incredulidad mientras una risa áspera se derrama de sus labios.
—¿Estás bromeando? Mis padres me apoyan, pero no sé si me apoyan
tanto… —Hace una pausa, sacudiendo la cabeza mientras suspira—. El arte no
paga las cuentas y como no tengo hockey al que recurrir, necesito obtener un
título en un campo que realmente me permita ser autosuficiente.
Me detengo por un momento, agarrando su hombro para detenerla mientras
continúa caminando a mi lado. Isla se da la vuelta para mirarme, pero no muevo
mi mano.
—No te desacredites, Isla. No te atrevas a renunciar a tus sueños. Mereces
hacer lo que sea que te haga feliz y he visto tu arte. Creo en ti.
Me mira fijamente durante un momento, su expresión es suave y sus ojos
se humedecen, como si esto fuera algo que nadie le hubiera dicho nunca. ¿Nadie
más cree en esta maldita chica? Puede que no sea August Whitley, la
superestrella del hockey, pero eso no significa nada. Ella es la maldita Isla
Whitley y puede hacer cualquier cosa que se proponga.
—Gracias. —Su voz es tan suave que apenas se escucha, pero el sonido
serpentea por mi tímpano—. Sin embargo, tengo que ir a clase, o voy a llegar
47 tarde.
—No me digas —me rio ligeramente, haciéndola girar antes de darle un
pequeño empujón—. Precisamente por eso te acompaño a clase, porque tu
trasero se va a perder definitivamente.
—Oye —gruñe, mirándome con disgusto mientras reprime su sonrisa—. No
soy tan mala con las direcciones.
Pongo los ojos en blanco y me rio suavemente cuando llegamos a la puerta
principal del edificio.
—Lo dice la chica que se perdió conduciendo hasta la gasolinera que está a
dos cuadras de nuestro apartamento.
—¡Eso no es justo! —Ella empuja ligeramente su mano contra mi hombro
antes de entrar por la puerta mientras la mantengo abierta para ella—. Soy
nueva aquí, ¿de acuerdo?
—Nena... la gasolinera está solo a dos cuadras…
Trago con fuerza, mi corazón late erráticamente en cuanto la palabra sale de
mis labios. Los ojos de Isla se abren ligeramente, pero rápidamente borra su
expresión y su sonrisa se vuelve neutra.
—Lo que sea —murmura, sacudiendo la cabeza con frustración—. Si puedes
llevarme a mi primera clase, te demostraré que estás equivocado y no me perderé
yendo a ninguna de mis otras clases.
—Oh, hombre. Y aquí, despejé todo mi horario hoy para asegurarme de que
podría llevarte a todas las clases con seguridad —bromeo, con una sonrisa en
mis labios mientras caminamos por los pasillos, acercándonos al ala de arte—.
¿Estás diciendo que no me necesitas?
Llegamos al salón y ella se detiene frente a la puerta mientras se la abro,
mostrándome una brillante sonrisa.
—No —dice con un guiño antes de desaparecer en el salón de clases sin decir
nada más.
Dejo que la puerta se cierre, observándola a través del pequeño panel de
vidrio mientras se adentra más en el salón de clases y encuentra un asiento en
una de las mesas. Una risa retumba en mi pecho y niego con la cabeza con una
sonrisa todavía jugando en mis labios.
Puede que ella no me necesite, pero yo la necesito a ella...
48
7
Isla
Traducido por Caro
Las primeras dos semanas de clases han pasado volando. Ha sido estresante
tratar de establecer una rutina, especialmente en un lugar nuevo con gente
nueva. August y Logan han estado ocupados volviendo al ritmo de las cosas con
Maldición Isla.
Desearía poder ser honesto con ella, pero sé que no puedo. Hay demasiado
en juego y no sé si valdría la pena el riesgo. Lo último que quiero hacer es
54 arruinar su vida, especialmente cuando sé que se merece algo mejor que yo. No
solo eso, sino que estoy bastante seguro de que perdería a mi mejor amigo en el
proceso.
Mis patines se deslizan por el hielo, levantando pedazos cuando me detengo
justo en frente del disco. Levantando mis brazos, sostengo mi palo hacia atrás y
lo dejo caer con tanta fuerza que mi golpe se va con él, enviando el disco por los
aires.
Corta el aire, mi pecho y mis hombros se agitan con respiraciones profundas
mientras lo veo entrar en el bolsillo de la esquina superior de la red.
—¿Estás bien, hermano? —pregunta August mientras patina a mi lado—.
¿Estás jugando del carajo, con todos esos jodidos golpes que has estado tirando
esta noche?
Tuvimos práctica esta mañana, pero el entrenador dijo que la pista estaría
abierta esta noche si queríamos tener algo de tiempo extra en el hielo. Juego más
en la posición de ejecutor. Soy el que los jode y principalmente recibe asistencias.
August juega de centro, así que, si alguien debería estar trabajando en los tiros,
debería ser él.
Afortunadamente, todos los demás muchachos se retiraron antes, así que
no enviaré discos volando a nuestro portero antes de nuestro primer juego este
fin de semana. Lo último que quiero hacer es desquitarme con él, pero joder,
necesito algún tipo de desahogo después de llevar a Isla a casa esta tarde. Esa
maldita chica me va a destruir sin siquiera darme cuenta.
—Solo ha pasado una semana —le digo a August, mientras patino hacia
atrás alejándome de él—. Estoy ahorrando mi energía para revisar la mierda del
equipo contra el que jugaremos mañana.
August asiente, dándome una mirada de complicidad mientras patina a mi
lado, sacando el disco de la red con su palo.
—Quieres que guarde esta mierda para que podamos regresar. ¿Hay una
fiesta en la casa de la fraternidad esta noche a la que quería ir, si estás
dispuesto?
Patino hacia la red, alejándola mientras la deslizo por el hielo hasta el final
de la pista. August se desliza por el hielo y recoge los otros discos. Ir a una fiesta
cuando tenemos un juego mañana por la tarde probablemente no sea la mejor
decisión, pero podría tomar una cerveza o dos, no emborracharme y estar bien.
Patinando hacia August, lo ayudo a sacar los discos del hielo.
55
—Creo que Isla fue con algunos de sus amigos, así que quiero asegurarme
de que esté bien. Ya sabes cómo pueden llegar a ser esas fiestas.
Mi estómago se hunde y mi mandíbula se tensa mientras patino hacia el otro
extremo de la pista y agarro la otra red antes de empujarla fuera del hielo. No
me gusta nada, y la idea de que Isla esté en una fiesta de fraternidad hace que
me hierva la sangre. La mitad de los chicos allí son cerdos y ella es carne fresca.
Es un blanco fácil, con lo malditamente inocente y amable que es. Sin mencionar
el hecho de que parece que fue enviada aquí desde el cielo.
De ninguna manera, no voy a ir a esa fiesta ahora.
Empujándome en mis patines, corro hacia August, sintiendo el ardor en mis
piernas cuando mis cuchillas cortan el hielo. August ya está fuera de la pista y
no me detengo, saltando al pasillo cuando llego al espacio en las tablas.
—Estoy dentro.
Ambos nos duchamos en los vestidores y nos cambiamos con la ropa que
estábamos usando antes de salir a la pista. El entrenador dijo que vendría más
tarde para cerrar las cosas, así que limpiamos lo mejor que pudimos para hacer
su trabajo un poco más fácil.
Aunque suene mal, lo único que tengo en mente en este momento es llegar
a esa fiesta y asegurarme de que Isla esté bien. Sé que a August le preocupa que
su hermana pequeña esté en un lugar con gente nueva. Su primera fiesta
universitaria. Pero la preocupación ni siquiera se compara a cómo me siento.
Posesivo. Protector. Jodidamente celoso de pensar en que ella está allí con
su nuevo amigo idiota.
Vi la forma en que la miraba, sus ojos fijos en su trasero cuando ella se
inclinó para apoyarse en el costado de mi auto para hablar conmigo. Él puede
decirle que solo son amigos, pero yo lo sé mejor. Sé lo que alguien puede sentir
por Isla porque lo he sentido durante años. Se merece algo mejor de lo que jamás
podría darle, pero él no lo es.
Seré yo quien decida quién es lo suficientemente bueno o no para ella.
Pude encontrar un lugar para estacionar a una cuadra de la fiesta, pero no
más cerca porque las calles están llenas de autos. La mayoría de los chicos
probablemente caminaron desde el campus, pero hay una buena cantidad que
vive en sus propios apartamentos y demás, así que estoy seguro de que algunos
57 Sin embargo, así es como funciona August. No forma ningún apego real
porque no podría comprometerse si quisiera. Tiene un problema y le tiene fobia.
Lo único con lo que se compromete por completo es con el hockey y no puedo
culparlo por eso. La gente en la vida mentirá y se irá. Te dejarán sin dudarlo y
nunca volverán a contactarte, al igual que mi propio puto padre. El hockey es
algo que nunca se irá... nunca te defraudará.
Me detengo junto al barril, agarro un vaso de plástico, lo lleno hasta el borde
con la cerveza espumosa y lo bebo. Levanto la vista hacia las escaleras y me doy
cuenta de que algunas personas están de pie en el hueco de la escalera, algunas
de ellas con la boca unida. Vuelvo a llenar mi vaso y vacío la mitad antes de
dirigirme en dirección a los escalones con la sangre ya hirviendo.
Mis pasos son pesados pero rápidos mientras subo las escaleras, saltándome
cada dos pasos. No me molesto en prestar atención a las parejas que me cruzo
en el camino, con una sola cosa en mi mente. Me detengo en la primera puerta
que está cerrada y la abro sin molestarme en tocar. Un tipo y una chica están
medio desnudos en la cama, gritándome que me vaya a la mierda mientras me
quedo allí por un momento.
Retrocediendo, cierro la puerta y giro por el pasillo hasta la siguiente puerta.
Los siguientes tres son iguales, con parejas teniendo sexo, y ninguno de ellos
1
El Beer Pong es un juego de beber muy popular en los Estados Unidos.
involucra a Isla. Rechazo a uno de ellos que me invita a unirme. No estoy
juzgando a nadie que esté interesado en eso, pero solo tengo la vista puesta en
ella en este momento.
La última puerta que encuentro está cerrada. Mi estómago se hunde y mi
corazón sube a mi garganta. Apretando los puños, golpeo la madera hasta que
suena como si estuviera a punto de romperse por la fuerza. De repente se abre
frente a mí y el tipo del otro lado está en mi rostro, prácticamente gritándome.
Miro más allá de él, no encuentro a Isla allí, y dejó escapar un suspiro de alivio
antes de alejarme de ellos.
Menos mal que ella no estaba en ninguna de estas habitaciones. Entonces,
eso solo puede significar que ella está afuera...
Y no estoy tan seguro de que me vaya a gustar lo que descubra allí más de
lo que me hubiera gustado encontrar aquí.
58
9
Isla
Traducido por Caro
2
Flip Cup es un clásico juego de beber en equipo en el que la diversión crece con el número de jugadores.
me he hecho amiga desde que comenzó mi primer año y me gusta la amistad que
tenemos. Es fácil hablar con él y, aunque es soltero, nunca me ha hecho sentir
incómoda.
—¿Por qué no estás allí con ellos o jugando al beer pong o algo así? —Le
pregunto, mis ojos recorren las líneas rectas de su rostro. Silas es atractivo, con
su rostro perfectamente simétrico y sus profundos ojos verdes. Su piel
aceitunada se destaca de sus rasgos más oscuros y su cabello castaño oscuro
siempre está perfectamente peinado—. Estoy segura de que no quieres pasar la
noche sentado aquí con una aburrida.
Silas inclina la cabeza hacia atrás y se ríe mientras una nube de humo se
eleva hacia el cielo nocturno. Él me mira, sus ojos verdes encuentran los míos.
—No eres aburrida, Isla. —Él sonríe, riéndose levemente antes de que su
rostro se ponga serio—. Aquí es donde exactamente quiero estar ahora.
Se acerca más, deslizándose sobre el cojín hasta que su muslo toca el mío.
Moviendo su cigarrillo a su otra mano, envuelve su brazo alrededor de mis
hombros. La sensación es extraña, pero se siente agradable, pegada a su
61 costado. Silas es cálido y el clima se está poniendo más frío a medida que la
noche se hace más larga.
—¿Está bien? —pregunta, mirándome.
Mi corazón late más fuerte en mi pecho y asiento lentamente. Aprecio su
respeto por los límites y la forma en que pide consentimiento para algo tan
simple. Nunca pensé en él como algo más que un amigo, y tal vez sea el alcohol,
pero en este momento, se siente bien estar cerca de él.
—Quítale el maldito brazo de encima.
Inhalando con fuerza, mi aliento queda atrapado en mi garganta cuando el
sonido de la voz de Logan envía un escalofrío por mi columna. Miro detrás del
banco en el que estamos sentados y lo veo parado allí, su expresión es sombría
mientras nos mira a los dos.
Silas lo ignora y da otra calada a su cigarrillo. Ninguno de nosotros se mueve
y estoy congelada en mi lugar, incapaz de apartar mi mirada de la de Logan.
Parece que está realmente furioso en este momento y no se me pasa por alto la
forma en que sus manos se cierran en puños cuando comienza a caminar hacia
nosotros.
—Tienes dos opciones, imbécil. —Su voz es baja, su tono áspero mientras
fija su mirada en la de Silas y arranca el cigarrillo de sus dedos y lo tira al suelo—
. O apartas tu brazo de sus hombros o te lo arranco del maldito cuerpo.
—Ah... Logan, maldito Knight. —Silas hace una pausa, una risa áspera sale
de sus labios—. ¿Qué tan gracioso es esto? Debería haber esperado que te
abalanzaras y sacaras alguna mierda como esta. Esto es lo que tú y August
siempre hacen, ¿no?
Logan mira a Silas con los ojos entrecerrados mientras hace crujir sus
nudillos.
—Ahora.
—Mierda —murmura Silas mientras retira su brazo y me mira—. ¿Estás de
acuerdo con esto?
Trago el nudo en mi garganta, sintiéndome completamente incómoda
mientras mi cabeza nada por el alcohol.
—Está bien. —Asiento hacia Silas—. Solo vamos.
Miro a Logan, sin molestarme en prestar atención a la mierda que murmura
Silas mientras se levanta y se aleja. Estoy sin palabras y todavía congelada en
mi lugar. Aunque estoy borracha, la forma en que Logan acaba de actuar me
62
sorprendió por completo. Me tomó por sorpresa, tal como lo hizo en el auto
cuando hizo el comentario sobre Silas mirándome subir al auto.
Y no me gusta sentir que me están marcando como si fuera propiedad de
alguien. No hay nada entre Logan y yo. Lo dejó muy claro cuando me mudé con
ellos. Entonces, no tiene derecho a actuar así. Ahora soy una adulta y no necesito
que me cuide como lo hacía cuando éramos niños.
Agarrándome del costado del banco, me levanto con pies vacilantes y empujo
a Logan mientras me alejo de él. No llego muy lejos antes de sentir su gran mano
envolviendo mis bíceps mientras me arrastra hacia él.
—¿Qué diablos, Isla?
—¿Es en serio, Logan? Debería estar haciéndote la misma pregunta. —Giro
sobre mis talones, liberándome de su agarre mientras levanto la cabeza para
mirarlo. Es mucho más alto que yo, pero mis ojos se encuentran con los suyos
mientras lo fulmino con la mirada—. ¿Qué mierda fue eso? No necesito que me
vigiles, ¿de acuerdo? Yo puedo apañármelas sola.
—Mentira —murmura, sacudiendo la cabeza mientras su expresión se pone
sombría—. Estás completamente borracha y si no hubiera aparecido,
definitivamente te habría llevado arriba a una de las habitaciones.
Mis cejas se juntan.
—¿Y eso es asunto tuyo porque…? Hasta donde sé, no estás a cargo de mí,
Logan. Lo que hago, no te concierne.
Logan cierra el espacio entre nosotros, sus manos encuentran la parte
superior de mis hombros mientras sus ojos rebotan entre los míos.
—Ahí es donde te equivocas, nena. —Su voz es baja, suave y cálida, como
sus palmas sobre mí—. Todo lo que hagas siempre me va a importar.
Mis manos encuentran su pecho e intento alejarlo de mí, pero es un intento
débil con lo sólido que es. En cambio, tropiezo hacia atrás y sus manos se
apartan de mis hombros.
—No. No puedes hacerme esto.
—¿Hacer qué? —pregunta, retrocediendo. Su expresión se suaviza y su
mirada quema a través de la mía—. ¿Cuidarte? ¿Asegurarme de que estés bien?
—¿Es así como tratas a tus amigos? ¿Prácticamente los orinas como un
maldito perro marcando su territorio?
Una suave risa cae de sus labios y levanta una ceja hacia mí.
En el fondo de mi mente, sé que no debería estar haciendo esto con ella. Fui
yo quien le propuse la idea de ser amigos y le dije que quería ser mejor amigo
para ella de lo que era antes. Sin embargo, aquí estoy, presionándola contra la
66
ha sido nada importante. Por mucho que lo he intentado, nunca he sido capaz
de sacarte de mi cabeza.
Me mira con el ceño fruncido, lo que me confunde.
—Me dijiste que me merecía algo mejor que tú, entonces, ¿por qué perderías
tu tiempo estando estancado conmigo?
—Porque, aunque no te merezco, eso no significa que haya alguien que se
acerque a ti. Me niego a conformarme con nada menos que la grandeza, cariño.
Y eso es exactamente lo que eres.
Dejo caer mi mano de su rostro, acercándola a mí mientras ella apoya su
cabeza en mi pecho. Envolviendo mis brazos alrededor de su cintura, la sostengo
cerca mientras entierro mi rostro en el hueco de su cuello, inhalando su dulce
aroma que está impreso en mi mente.
—¿Por qué te subestimas? —pregunta en voz baja, aferrándose a mí
mientras sus piernas tiemblan—. Exudas confianza, pero no te ves a ti mismo
de la forma en que haces que los demás te vean. Es como si solo te vieras a ti
mismo de manera negativa y no estoy de acuerdo con todo lo que dices sobre ti,
Logan. Eres la mejor persona que conozco.
Esta chica derrite mi corazón con su dulzura, como siempre lo hizo. Es
tranquila, siempre observando el mundo que la rodea. Ella puede leer a las
personas como nadie que haya conocido, siempre capaz de simpatizar y hacer
que alguien se sienta como si fuera alguien especial. Como si fueran importantes
y realmente significaran algo. Tiene un don con la gente, uno que yo nunca
podría obtener.
—Tu hermano es mi mejor amigo —le recuerdo en voz baja mientras trato
de no matar el estado de ánimo entre nosotros—. Él conoce todos mis secretos y
defectos. ¿De verdad crees que aprobaría si supiera sobre esto?
—No lo sé —dice en voz baja, con un tono sombrío—. Pero sé que August
apoyaría cualquier cosa que me haga feliz. Y si supiera la verdad, no creo que
estuviera tan en contra como tú piensas.
No sé si estoy totalmente de acuerdo con ella. Es difícil decir cómo
reaccionaría. Si estuviera en su lugar, nunca lo aprobaría. Puede que ella no me
vea de la misma manera que yo me veo a mí mismo, pero esto sigue siendo una
ventaja arriesgada. Antes de que esto vaya más lejos, ambos debemos
asegurarnos de que estamos listos para saltar por el precipicio,
independientemente de las consecuencias.
Isla se balancea en mis brazos y puedo sentir su cuerpo cada vez más pesado
mientras estamos aquí juntos.
68 —¿Estás seguro?
—Claro que sí —asiento, sonriéndole. Cuando la lleve a casa, no estará
durmiendo sola y realmente no quiero que August esté allí cuando me meta en
la cama con ella. Siempre es más fácil pedir perdón que permiso. Me ocuparé de
él por la mañana después de que probablemente nos encuentre juntos en la
cama—. ¿Tienes quién te lleve a casa esta noche entonces?
Una sonrisa se forma en los labios de August mientras dirige su atención
hacia la sala de estar donde hay una gran multitud bailando. No puedo ver en
quién están sus ojos, pero a juzgar por la expresión de su rostro, estoy seguro
de que tiene la vista puesta en alguien esta noche.
—No te preocupes por mí —me dice, mirándome con un guiño—. Podría
terminar quedándome en otro lugar esta noche, de todos modos.
El alivio me inunda y la idea de tener que hablar con él cuando nos
encuentre por la mañana se desvanece. Que August haya encontrado una chica
para follar esta noche y dormir en su casa hace que esto sea mucho más fácil,
no tan arriesgado. Aunque Isla está borracha y necesita dormir, nos da la
oportunidad de estar solos sin tener que preocuparnos por él.
—Asegúrate de cuidarte —me rio, sacudiendo la cabeza mientras camino
alrededor de él, llevando a Isla a la puerta principal. Lo último que necesitamos
es que August deje embarazada a una chica en este momento. Sería algo
inesperado.
Escucho la risa de August sobre el sonido de la música cuando salimos de
la casa. Llevo a Isla a través de la multitud que se ha reunido en el césped y me
dirijo calle abajo hasta mi auto. Los ojos de Isla se abren cuando llegamos al
lado del pasajero y la dejo ponerse de pie mientras se apoya contra el auto
mientras abro la puerta. Después de ayudarla a entrar, cierro suavemente la
puerta y me subo al lado del conductor, deslizándome detrás del volante.
Isla apoya la cabeza contra la ventana fría mientras enciendo el motor y lo
pongo en marcha, alejando lentamente el auto de la acera. La miro, notando la
sonrisa pacífica en su rostro mientras se sienta allí con los ojos cerrados.
—Estaremos en casa pronto, nena —le digo, acercándome y deslizando mi
palma contra la suya. Entrelaza sus dedos con los míos y aprieto suavemente su
mano, apoyándola contra su muslo. Isla suspira, su respiración se vuelve más
pesada mientras se acomoda en su asiento.
—Gracias, Logan —susurra, su voz espesa por el sueño—. Estoy muy
69 contenta de que aparecieras esta noche, incluso si asustaste a uno de mis únicos
amigos.
Mi pecho se contrae y la idea de Silas con el brazo alrededor de sus hombros
instantáneamente me enoja. Me trago la ira, concentrándome en ella. Ella está
aquí conmigo, su mano en la mía, y no con él.
—Te dije que no es tu amigo, nena. Quiere más de ti... ¿Ves lo bien que
funciona cuando los chicos intentan ser tus amigos?
Isla se ríe levemente, la sonrisa se extiende por su rostro.
—Sí, pero eso es diferente... eres tú. —Hace una pausa y por un momento
pienso que tal vez se quedó dormida—. No quiero nada con él. Solo quiero estar
contigo.
Mi otra mano agarra el volante con fuerza y trago con fuerza el nudo que se
forma en mi garganta. Cuando nos detenemos en un semáforo en rojo, vuelvo a
mirarla y me doy cuenta de que, de hecho, ahora está dormida. Mi corazón se
hincha mientras reproduzco sus palabras en mi cabeza.
—Solo quiero estar contigo.
Yo también, niña… yo también.
11
Isla
Traducido por Caro
—Isla, nena, despierta —la suave voz de Logan serpentea alrededor de mis
tímpanos, instantáneamente calentando mi alma mientras me despierta de mi
ebrio sueño—. Estamos en casa.
La sola idea de que nadie la haya tocado así antes me tiene a punto de
venirme en los pantalones. Isla se retuerce bajo mis caricias mientras juego con
sus pezones, rodeándolos lentamente con mis dedos antes de hacerlos rodar
75 entre mis yemas. Presionando mis labios contra los suyos, me trago sus gemidos
mientras ella se frota contra mi pierna, buscando algún tipo de alivio.
Abandonando sus pechos, deslizo mi mano por su torso hasta llegar a la
cintura de sus bragas. Escucho su respiración aguda cuando me deslizo por
debajo de ellas, tocando suavemente su parte más sensible.
—Si es demasiado, dime que pare.
Isla aparta su rostro del mío, asintiendo mientras sus labios se separan
ligeramente. Deslizo un dedo por la humedad que se acumula entre sus piernas
y lo rodeo alrededor de su clítoris. Sus caderas se agitan involuntariamente
mientras juego con ella, moviendo mis dedos alrededor del sensible manojo de
nervios. Observo su rostro, el tono rosado que se apodera de sus mejillas
mientras su respiración se vuelve agitada y superficial.
Mis movimientos son lentos y suaves mientras deslizo lentamente un dedo
dentro de ella. Sus ojos se agrandan y un suave gemido sale de sus labios
carnosos cuando empiezo a moverlo dentro y fuera de ella. Presionando mi palma
contra su clítoris, aplico presión, frotándola mientras la follo con mi mano.
—Oh, Dios mío, Logan —jadea, con voz ronca, y se frota contra mi palma
mientras su rostro se contrae. Deja de moverse contra mí, sus ojos buscan los
míos mientras alcanza la parte superior de mis pantalones de deporte—. Yo
también quiero tocarte, pero nunca hice esto antes. Dime cómo hacerte sentir
bien.
Toda la sangre de mi cuerpo se dirige instantáneamente a mí ya duro pene.
Dios mío, ¿qué me está haciendo esta chica? La idea de decirle lo que tiene que
hacer y cómo hacer que me venga me está haciendo estallar.
Levantando las caderas, uso mi mano libre para empujar hacia abajo mis
pantalones de deporte y mis bóxers, liberando mi erección. Isla me mira,
tragando saliva mientras sus ojos recorren mi cuerpo. Acercó su mano a mi pene
y rodeó lentamente mi longitud con sus delicados dedos. Vuelve a mirarme en
busca de aprobación, sus se fijan en los míos esperando algún tipo de indicación.
—Te enseñaré, nena —murmuro, manteniendo mi mano presionada contra
su coño con mi dedo todavía dentro de ella mientras tomo mi otra mano y la
envuelvo alrededor de la suya. Apretando mi agarre alrededor de ella, lentamente
muevo su puño arriba y abajo sobre mi pene, su suave palma me acaricia.
Un gemido vibra en mi pecho y muevo las caderas mientras mis testículos
comienzan a contraerse.
—Eres muy buena —susurro, elogiándola mientras sigue acariciándome
bajo mi dirección. Empiezo a mover su mano más rápido mientras un calor se
76 extiende por mi abdomen y ella entra en un ritmo constante—. Eso es, nena. No
te detengas.
La dejo tomar el control, apartando mi mano mientras empiezo a trabajar
con la otra en ella, frotando mi palma sobre su clítoris mientras deslizo mi dedo
dentro y fuera de ella. Acaricia mi pene como le enseñé y maldita sea, juro que
esta chica estaba hecha para mí.
Agarrando la parte posterior de su cabeza, estrello mis labios contra los
suyos, tragando sus sonidos mientras se deshace. La empujo más y más cerca
del borde mientras ella desliza su mano a lo largo de mi longitud, mis pelotas se
tensan mientras siento que mi orgasmo se acerca.
Ambos estamos perdidos en el momento hasta que escuchamos que la
puerta principal se cierra de golpe. El sonido hace eco a través del apartamento
y ambos nos congelamos. Isla me suelta rápidamente, agarrando las mantas con
frenesí mientras salto de la cama. Corro hacia la puerta de su dormitorio y subo
mis pantalones cuando escucho pasos en la cocina.
—¡Logan! —grita August, llamándome mientras golpea algo en la sala de
estar—. Hermano. Nunca vas a creer lo que pasó.
Mierda.
—¿Qué demonios está haciendo aquí? —susurra Isla, con voz de pánico—.
Pensé que no iba a venir a casa esta noche.
Cuando me acerco a la puerta de su habitación, la miro de nuevo,
llevándome los dedos a mis labios.
—Hazte la dormida, ¿sí? Yo me encargo de esto.
Isla asiente, subiendo las mantas hasta su barbilla mientras se da la vuelta
para mirar hacia el otro lado. Salgo rápidamente de su habitación, cerrando
suavemente la puerta detrás de mí mientras atravieso el pasillo y me dirijo a mi
habitación. Justo cuando abro la puerta para entrar, August llega al otro
extremo del pasillo.
—Qué bien, estás despierto —suspira, pasando una mano por su cabello
despeinado. Lo miro, mis cejas se juntan cuando noto un corte en un lado de su
cabeza y un moretón que ya se está formando debajo de su ojo—. ¿Isla está
dormida?
Asiento, entrecerrando los ojos hacia él.
—¿Qué diablos te pasó?
—Tengo que orinar —murmura, tropezando junto a mí mientras se dirige
77
hacia el baño—. Encuéntrame en la cocina con una botella de Jack para la hora
del cuento.
August desaparece en el baño y suspiro mientras paso por la habitación de
Isla y me dirijo a la cocina para encontrar una botella de Jack. Justo ahora
August decide volver a casa y joder todo esto. No parecía sospechoso, eso es algo
bueno, pero lo que estamos haciendo es arriesgado.
Demasiado arriesgado...
13
Isla
Traducido por Caro
78 ojos. Ruedo hacia el otro lado, enterrando mi rostro en las almohadas mientras
bloqueo la intensa luz.
No debería haber bebido tanto como anoche, pero era mi primera vez en una
fiesta universitaria, así que qué demonios. Solo vives una vez, ¿no? Mi memoria
de la noche todavía está un poco borrosa y me entierro bajo las sábanas mientras
reviso mis pensamientos.
Todo se derrumba sobre mí como una tonelada de ladrillos mientras lo
reconstruyo todo. Recuerdo estar en la fiesta, sentada con Silas cuando apareció
Logan. Estaba enojado, al vernos a los dos juntos y asustó a Silas.
No sé cómo ser tu amigo, Isla.
¿Qué pasa si ya no quiero que hagas el papel?
Logan me llevó al cuarto de lavado y me besó como si fuera la primera vez
que nos tocábamos. Me estremezco, un calor sube por mi cuello y se extiende
por mis mejillas mientras repaso la cadena de eventos que ocurrieron después
de que él me trajo a casa. Logan me llevó a la cama, sus dedos dentro de mí y mi
mano alrededor de su pene. Jesucristo. Estando borracha tengo más bolas de
las que he tenido.
Eres tan buena.
Eso es nena, no te detengas.
Oh, Dios mío. Realmente acabo de follar con Logan Knight...
El mejor amigo de mi hermano.
Gimiendo, aparto las mantas y salgo de la cama. Miro hacia abajo, notando
que todavía estoy usando la camiseta que me dio anoche. Rápidamente me
arrastré por mi habitación, pateando su sudadera debajo de mi cama cuando la
encontré en mi piso. Abro mis cajones, saco un par de pantalones de chándal y
me los pongo, antes de tomar una blusa de mi armario.
Empujo la camiseta de Logan debajo de mi cama con su sudadera antes de
ponerme una de mis propias blusas. Mirándome en el espejo junto a mi tocador,
noto el maquillaje corrido en mi rostro y rápidamente lo limpio debajo de mis
ojos. Agarrando mi cabello, lo enrosco en un moño en la parte superior de mi
cabeza y lo envuelvo con un lazo para el cabello. Me veo como una mierda, pero
no estoy segura de que me importe la resaca que siento en este momento.
Mi estómago se revuelve y sé que necesito encontrar algo para comer. Tal
vez un poco de agua. No sé, solo sé que este sentimiento debe desaparecer. Eso
y la vergüenza de lo que pasó anoche. Gracias a Dios, Logan salió de mi
habitación antes de que August lo encontrara aquí. Ni siquiera se suponía que
regresaría a casa anoche, así que tuvimos suerte con la forma en que pasó todo.
79 Aunque, hay una parte de mí que no se siente bien acerca de cómo sucedió.
Logan salió de mi habitación como si nada hubiera pasado y no lo vi después de
eso. Solo se tomó un momento, una llamada cercana con mi hermano, y volví a
ser el pequeño secreto sucio de Logan.
Con un suspiro de derrota, abro lentamente la puerta de mi habitación y
salgo al pasillo mientras me dirijo a la cocina. Cuando entro, me doy cuenta de
que August está sentado en la mesa del comedor con el rostro entre los brazos.
Un plato de panqueques se sienta en el centro de la mesa sin tocar.
Pasándolo por alto, entro en la cocina y encuentro a Logan lavando a mano
algunos platos en el fregadero. Mis ojos recorren los planos de su espalda
desnuda, observando la forma en que se mueven sus músculos mientras mueve
sus manos en el agua jabonosa. Todavía lleva los mismos pantalones de chándal
que tenía puestos anoche y le cuelgan hasta la cintura.
Él mira por encima de su hombro mientras abro la puerta del refrigerador y
tomo el jugo de naranja del interior.
—Oye, tú —sonríe, su voz es suave mientras sus ojos buscan los míos—.
¿Cómo dormiste anoche?
Mi rostro instantáneamente se calienta bajo su mirada y le doy la espalda
mientras tomo un vaso del gabinete y me sirvo un poco del jugo.
—Bien, gracias —murmuro, dándome la vuelta para mirarlo mientras tomo
un trago—. ¿Y tú?
Logan sonríe, encogiéndose de hombros.
—Me imagino que podría haber dormido mejor, pero no tengo ninguna queja.
Prácticamente me atraganto con mi jugo de naranja mientras me guiña un
ojo antes de regresar a los platos frente a él. Me alegro de que se diera la vuelta
porque estoy bastante segura de que me derretiría en un charco en el suelo si
siguiera mirándome de la forma en que lo hace con esos ojos suyos azul marino.
—Hice el desayuno, si tienes hambre —ofrece mientras enjuaga un plato—.
No sé si August está dormido o qué diablos está haciendo ahí afuera.
Tomando mi vaso de jugo, salgo de la cocina y regreso al comedor. Cuando
saco una de las sillas, August levanta la cabeza y sus ojos inyectados en sangre
se encuentran con los míos. Mi rostro se contorsiona cuando noto una herida en
un lado de su frente y el moretón negro y azul debajo de su ojo.
—¿Qué diablos te pasó?
80 —Jesús —gime, dejando caer su cabeza entre sus manos—. ¿Puedes bajar
la voz? Tengo la maldita resaca del infierno en este momento.
Logan se desliza en la habitación, tomando asiento frente a mí con una
humeante taza de café.
—Estoy seguro de que no ayuda que te hayan golpeado el trasero anoche
también.
Entrecerrando los ojos, miro de un lado a otro entre los dos.
—¿Alguien me va a decir lo que pasó? Tienes un maldito juego hoy, August
—lo regañé, dirigiendo mi mirada enojada hacia él—. ¿Qué diablos estabas
pensando?
—Obviamente, no estaba pensando, mamá —gruñe, levantando la cabeza
cuando su mirada encuentra la mía—. Fue solo un malentendido.
Logan se ríe mientras toma un sorbo de su café y vuelve a dejar la taza.
—Tu hermano genio aquí no se dio cuenta de que la chica con la que
planeaba ir a casa tenía novio. —Hace una pausa, sacudiendo la cabeza mientras
pone los ojos en blanco—. Su novio los vio besándose en el sofá y decidió sacar
a August afuera antes de presentarle su puño.
—Tienes que estar bromeando. —Miro a August, la decepción pesa mucho
en mi voz—. ¿Qué pasó con tu único enfoque en el hockey? ¿Primero estabas
jodiendo con Poppy y ahora vas tras chicas que tienen novio?
—Mierda, no lo sabía —espeta, fulminándome con la mirada. August suspira
derrotado, con los hombros caídos—. Mierda. Tienes razón. Me estoy dejando
distraer y me va a acarrear problemas. Ya estoy en problemas con el entrenador
por llegar tarde a la práctica.
Mi estómago gruñe y finalmente tomo un panqueque, deslizándolo en mi
plato. Nos quedamos todos en silencio por un momento, ambos me miran
mientras pongo un poco de mantequilla y jarabe en mi comida antes de meter
un poco en la boca.
—Tienes que ordenar tus cosas, August.
—Sí, lo sé —murmura, tomando un trago del vaso de agua frente a él antes
de mirar a Logan—. Eres inteligente por no involucrarte con nadie, hermano. En
serio, no vale la pena la mierda que viene con eso. Necesito ser como tú y
mantener la cabeza baja y concentrarme en el hockey.
Un trozo de mi panqueque se atasca en mi garganta y toso, ahogándome
mientras Logan me mira desde el borde de su taza. Lentamente toma un sorbo,
sin decir nada mientras finalmente trago el trozo de comida que estaba atascado.
82
14
Logan
Traducido por Caro
El aire frío del interior de la pista se desliza por mi piel tan pronto como mis
patines tocan el hielo. Todos los demás ya están patinando, estirándose mientras
nos calentamos para el juego, disparándonos entre nosotros. Paso patinando
83 junto a August mientras repite lo que sucedió anoche antes de enviar un disco
volando por el aire hacia nuestro portero.
Golpea el borde de la red, el fuerte ping de metal suena en el aire antes de
enviar el disco en la dirección opuesta a la portería. Por lo general, le hablaría
un poco de mierda a August o a quien esté cerca de mí, pero ahora mismo no
tengo ganas de hacerlo.
No quiero oír hablar de anoche, no después de la forma en que todavía me
duelen las bolas. Y definitivamente no después de la forma en que Isla me miró
esta mañana. La cagué, poniéndome del lado de las tonterías de su hermano
cuando debería haberme sincerado. En cambio, opté por ocultar mis huellas y
descarté por completo lo que sucedió con Isla antes de que apareciera August.
Ella no estaba contenta conmigo y debería haberme tomado el tiempo para
ir a hablar con ella antes de que tuviéramos que irnos, pero opté por darle
espacio en su lugar. No sé qué carajo estoy haciendo aquí. Paso junto a Cameron,
uno de nuestros jugadores a la defensiva, y lo ignoro cuando me grita que le pase
el disco. Necesito arreglar las cosas con Isla después de lo de anoche.
Simplemente no sé cómo voy a compensarla.
—Amigo —Cam patina hacia mí, golpeando su hombro contra el mío
mientras me toma con la guardia baja. Me hace perder el equilibrio, pero me
recupero rápidamente mientras lo miro—. ¿Qué está pasando contigo?
Nada.
Cam pone los ojos en blanco, robándome el disco mientras comienza a
patinar hacia atrás.
—Será mejor que te arregles antes de que comience el juego. Sabes que el
entrenador no dudará en enviarte a la banca.
Aprieto la mandíbula y mantengo los ojos fijos en él mientras patino hacia
él. Tiene razón. Aunque estoy enojado y frustrado, necesito concentrarme en lo
que tenemos que hacer. En cambio, voy a tener que canalizar mi ira y usarla a
mi favor... y rezo para que no termine siendo expulsado del juego por llevarlo
demasiado lejos.
La mierda con Isla tendrá que esperar hasta después del partido. Hablaré
con ella después y trataré de arreglarlo todo. Trago saliva sobre el bulto que se
forma solo con el pensamiento. Quizás August tenía razón…
Cuando se trata de eso, el hockey siempre será lo primero.
84
Después de los calentamientos, se limpia el hielo y el locutor dice nuestros
nombres mientras patinamos de regreso a la arena. La multitud grita y vitorea
mientras nos alineamos contra el equipo contrario. Tenemos la ventaja de ser el
equipo local, pero el equipo contra el que jugamos esta noche es despiadado. Va
a ser un gran juego para la apertura de la temporada.
Mientras se preparan para el enfrentamiento, tomo mi lugar a lo largo de la
línea azul en el lugar de la defensa, mis ojos escanean las gradas mientras
esperamos que el árbitro suelte el disco. Primero encuentro a mi mamá, con su
enorme sonrisa mientras me saluda con la mano desde donde está sentada con
los Whitley. Le devuelvo la sonrisa, aunque no estoy seguro de que ella la vea a
través de la jaula que bloquea mi rostro.
Mis ojos continúan por la línea, escaneando más allá de la mamá y el papá
de August antes de aterrizar en ella. Mentiría si dijera que no había una parte
de mí que se preguntaba si ella aparecería esta noche. Ella no se lo perdería por
su hermano, pero no me sorprendería si se lo quisiera perder por mi culpa. Sus
ojos se encuentran con los míos desde el otro lado del hielo y no me pierdo la
forma en que el tinte rosado se extiende por sus mejillas.
Ella podría estar enojada conmigo todavía, pero incluso ahora, todavía puedo
ver el evidente efecto que tengo en ella. El árbitro deja caer el disco y aparto la
vista de Isla cuando August gana el enfrentamiento y envía el disco negro en mi
dirección. Pasa volando por el ala derecha frente a mí y lo detengo con mi palo
cuando termina en mi zona.
Empujándome con mis patines, me deslizo por el hielo, manejando el disco
con el palo mientras miro de un lado a otro el tablero. August está en el centro
donde está demasiado congestionado. Sterling, a nuestra ala derecha, ya tiene a
alguien sobre él. Cuando miro hacia la izquierda, noto que Cam está abierto y le
paso el disco cuando el ala derecha del otro equipo me alcanza.
Cam hace girar el disco con él, manteniéndolo con él a lo largo de la hoja de
su palo. Me quedo atrás, observándolo mientras lo lleva hacia la portería
contraria. August patina con él con Sterling en su zona mientras se acercan al
lado ofensivo. Cam le pasa el disco a August, pero su línea defensiva está ahí y
él no tiene un tiro claro.
August se lo pasa a Sterling, quien hace un último esfuerzo y envía el disco
volando hacia el portero. Él lo bloquea, desviando el disparo mientras se desliza
hacia atrás sobre el hielo. Uno de los jugadores ofensivos del otro equipo agarra
el disco y comienza a patinar en mi dirección.
85 Empiezo patinando hacia atrás, antes de darme la vuelta y avanzar más
hacia mi zona. Mirando por encima, noto a Leander, uno de nuestros otros
defensores patinando hacia el otro lado de la red. El número 15, del otro equipo,
patina directamente hacia mí, acercándose a nuestra red. Intento bloquear su
tiro, pero me engaña y se lo pasa a otro compañero. Golpeando mi hombro contra
él, lo reviso de todos modos, porque al diablo con esa mierda.
Me grita algunas obscenidades y me doy la vuelta cuando veo que el disco
falla en nuestra red. El número 15 patina tras él y yo lo sigo. Se desliza por la
parte de atrás de la red con el disco, tratando de pasar a escondidas a Asher,
nuestro portero, mientras avanza hacia el frente. Asher lo bloquea y el maldito
Número 15 corta su palo hacia Asher, bajándolo sobre su brazo antes de
golpearlo con el hombro.
—¡Qué diablos! —grito, buscando al árbitro mientras el Número 15 pasa
patinando junto a mí con una sonrisa. Por impulso e ira, deslizo mi palo hacia
él, enganchándolo alrededor de su patín, efectivamente haciéndolo tropezar
mientras se balancea por un momento—. ¡Será mejor que lo llames por cortar!
El árbitro hace sonar su silbato, apuntándome con el dedo. Mi sangre hierve
cuando recibo una maldita penalización por hacerlo tropezar, a pesar de que
ignoraron por completo al Número 15 por cortar a Asher. Estoy malditamente
enojado y furioso mientras patino hacia la caja para esperar mi penalización de
dos minutos.
Observo cómo los cinco jugadores del otro equipo juegan contra nuestros
cuatro por su juego de poder y estoy listo para salir y golpear algunos cráneos.
Mis ojos están pegados al Número 15, observándolo mientras patina en mi
dirección, sonriendo cada vez que pasa a mi lado como si ganara.
Diablos no... él no tiene idea de lo que viene para él.
Se siente como una eternidad, sentado aquí durante dos minutos, pero veo
a nuestro equipo mientras de alguna manera marcamos un gol. El sentimiento
victorioso no dura mucho ya que el otro equipo anota en nuestra red y luego el
juego de poder termina y estoy de vuelta en el hielo. Patino hacia el banco para
un cambio de turno, mirando la pista para que el número 15 entre de nuevo.
Cuando finalmente salta sobre las tablas y vuelve a salir, estoy de pie,
gritando cambio de turno para que uno de nuestros jugadores defensivos cambie
conmigo. Nadie se molesta en discutir o intenta detenerme. Todos vieron la forma
en que cortó el brazo de Asher y si hay alguien que va a manejar el asunto, soy
yo, el ejecutor.
Me quedo atrás en mi zona, esperando que surja el momento perfecto,
87
15
Isla
Traducido por Caro
El restaurante está relativamente tranquilo cuando llego allí por primera vez
con mis padres. Camilla, la mamá de Logan, ya está aquí y sentada a la mesa.
Los tres nos sentamos con ella, ordenamos nuestras bebidas mientras
89 pequeños percances que has estado teniendo. No iba a decir nada, porque sé
que lo has estado haciendo bien, pero escuché que llegaste tarde a la práctica.
August entrecierra los ojos hacia él.
—¿Cómo sabes eso?
—Eso no viene al caso. August, tienes que tomarte esto en serio. No sé qué
pasó, pero la universidad parece haber sido lo peor para ti.
—Dennis —dice mi madre en voz baja, su mano alcanzando la de él sobre la
mesa—. ¿Por qué no le das la oportunidad de hablar?
Mi padre mira a mi madre, sus ojos están llenos de rabia, pero ella
instantáneamente lo trae de vuelta, calmándolo mientras él la mira fijamente por
un momento. Sus ojos se cierran e inhala profundamente antes de abrirlos de
nuevo y mirar a August.
—¿Qué está pasando, August?
Nadie necesita encarar a Logan porque todos fuimos testigos de la pelea en
la que se metió en el hielo. Fue un poco más agresivo de lo necesario, pero
claramente estaba trabajando en algo... pero yo soy la única que sabe lo que le
preocupa.
August se encoge de hombros mientras juega nerviosamente con la servilleta
que tiene delante.
—A veces la mierda se siente pesada, ¿sabes? No sé, supongo que me estaba
divirtiendo demasiado. Pero me di cuenta de que he puesto en peligro todo y he
cambiado las cosas.
—Le ha ido bien —digo, interviniendo cuando sé que no es mi lugar, pero
odio ver a mi hermano encogerse bajo la mirada escrutadora de nuestro padre—
. Se distrajo un poco, pero ya lo he visto haciendo cambios.
Es una pequeña mentira piadosa y puedo sentir los ojos de Logan en un lado
de mi rostro, pero nuestros padres no necesitan saber eso. No necesitan saber
que, literalmente, acaba de obtener ese ojo morado anoche. Conozco a mi
hermano lo suficientemente bien como para poder confiar en él y creerle cuando
dice que va a hacer cambios y hacerlo mejor. Le creí esta mañana y necesito que
ellos también lo crean.
—Sé cómo puede ser la universidad —dice nuestro padre, mirándonos a los
tres—. Hay muchas distracciones, estás tratando de averiguar a dónde vas en la
vida y los dos están haciendo malabarismos en un deporte exigente. Pero, ambos
tienen un futuro que se puede construir a partir de lo bien que se desempeñen
mientras están en la universidad. No puedo permitir que lo olvides, August.
90 Ambos —hace una pausa, mirando a August y Logan—, tienen mucho en juego
de lo que pase en los próximos dos años. No lo jodas.
Logan casi se ahoga con el agua, parece que August quiere que el suelo se
abra y se lo trague entero, y yo estoy sentada aquí sintiéndome incómoda como
el demonio. El padre de Logan no estuvo presente desde que era un bebé. Mi
papá tomó a Logan bajo su ala y fue lo más cercano que tuvo a un padre mientras
crecía. Siempre ha tenido grandes expectativas para él, al igual que para August.
Me siento mal por los dos, escuchándolos ser regañados como niños, pero
honestamente, mi hermano necesita esto. Tal vez no tanto Logan, porque
extrañamente parece que se ha convertido en el más responsable de los dos.
Estos son los momentos de mi vida en los que realmente odio el hockey y lo que
les hace a algunas personas.
August y Logan son más que los jugadores estrella que todo el mundo ve.
Mi madre interviene, diciéndoles a los chicos que ambos jugaron tan bien en
el juego y cuánto disfrutó poder venir a ver su primer juego de la temporada.
Camilla hace lo mismo, pero se asegura de deslizar un pequeño comentario sobre
cómo Logan estaba un poco fuera de control con la pelea.
Él no responde nada y la mesera regresa en el momento perfecto para tomar
todos nuestros pedidos de comida. Todos toman su turno, ordenan, y ella nos
agradece antes de desaparecer en la parte trasera del restaurante. Todos caen
en una conversación más ligera a medida que nos alejamos del tema de las
recientes indiscreciones de August.
Puedo sentir la tensión que irradia Logan mientras se queda en silencio,
manteniéndose solo la mayor parte de la noche en lugar de participar en la
conversación. No extraño la forma en que Camilla le da a su hijo miradas
inquisitivas durante nuestra comida. Ella sabe que algo anda mal con él
también, pero no lo menciona frente a todos. Soy la razón por la que se comporta
como lo hace.
Si él no hubiera estado ciegamente de acuerdo con mi hermano esta
mañana, las cosas no serían así entre nosotros. Aunque lo usó a su favor esta
noche y no puedo evitar sentir una sensación de orgullo después de verlo jugar.
Jugó como loco, a pesar de que se metió en una pelea bastante retorcida, y aun
así tenía mi atención durante el juego.
Sacudiendo la cabeza para mí misma, empujo los pensamientos fuera de mi
mente. He dejado que Logan nuble mi mente durante demasiado tiempo y,
aunque no quiero, tal vez deba dejarlo ir por completo. Por mucho que quiera
explorar más con él, la forma en que actuó esta mañana me dejó un mal sabor
91 de boca y no puedo olvidarme de eso.
Si estuviera tan preocupado por mi hermano y su amistad, le diría algo antes
de que se enterara de nosotros. Logan no estaba intentando abrir las puertas
para esa conversación, por lo que tiene sentido que me estuviera usando de
nuevo como solía hacerlo. No estaba haciendo la misma mierda destructiva que
mi hermano, pero a su manera, no estaba haciendo nada mejor. Solo me estaba
usando como una distracción y merezco más que eso.
Me niego a ser la distracción o el sucio secreto de alguien.
Es hora de que me defienda y tenga un poco de respeto por mí misma.
Todos terminamos de cenar y salimos para despedirnos y abrazarnos antes
de separarnos. Mis padres suben a su auto mientras Camilla desaparece hacia
el suyo. August se desliza detrás del volante de su auto y yo salto a la parte de
atrás mientras Logan se sienta en el lado del pasajero. Mis padres me recogieron
más temprano y me llevaron al juego antes de la cena, así que tenía sentido que
yo viajara a casa con August y Logan ahora.
—Hablando de un espectáculo de mierda en la cena —murmura August
mientras saca el auto del estacionamiento. Me mira a través del espejo retrovisor
y entrecierra los ojos—. Sabes, hubiera sido bueno que me avisaras que papá
me iba a romper el culo.
Mis cejas se juntan mientras mi rostro se arruga con disgusto.
—O simplemente podrías arreglar tu mierdero para que no tengas a nadie
en tu trasero por las decisiones tontas que has estado tomando últimamente. —
Hago una pausa por un momento, suspirando mientras niego con la cabeza—.
No sabía que iba a decir algo, pero tenías que haber sabido que iría hacia tu
yugular después de ver tu ojo moreteado.
August frunce el ceño.
—Si lo sé. Lo siento, sé que no es tu culpa. Y honestamente, me lo merecía.
Sé que necesito mantener la cabeza baja y concentrarme en el hockey, como
Logan. —August lo mira, quien ha estado en silencio todo el viaje, mirando por
la ventana—. En serio, hermano. No te he visto con una chica a excepción de tus
conexiones al azar. ¿Cómo no te dejas encariñar?
—¿Realmente dirías que tienes algún apego? —Logan le pregunta, todavía
mirando por la ventana—. Aparte de Poppy, solo has tenido citas casuales.
—Uf, ni siquiera empieces con esa mierda de Poppy. Estoy muy seguro de
que nunca volverá a hablarme.
Logan se encoge de hombros y mira a August antes de mirar por la ventana.
92 —Tal vez eso sea algo bueno. Menos distracciones, menos apegos.
—Tienes razón —August está de acuerdo con él y mi estómago se revuelve
mientras trato de bloquearlos a ambos—. Voy a seguir tu ejemplo de ahora en
adelante.
Casi me ahogo con el aliento que queda atrapado en mi garganta. August
realmente no tiene idea de lo que su mejor amigo ha estado haciendo a sus
espaldas y estoy bastante segura de que nunca lo sabrá. Es mejor que no lo
haga, porque Logan ha dejado su postura evidentemente clara.
Todo fue un error.
Y nunca volverá a suceder.
16
Logan
Traducido por Sirius 85
Han pasado dos semanas desde que me encontré en la cama de Isla. Dos
semanas desde que tuvimos una conversación real. Y si te soy sincero, vivir en
el mismo apartamento que ella me está empezando a volver loco. Hay pocas
93 noches en una semana para que salga con los chicos y me olvide de ella, pero no
puedo dejar de concentrarme en lo que realmente estoy haciendo aquí.
Se ha convertido en una gran distracción, a pesar de que se ha vuelto muda
a mi alrededor.
Ni siquiera sé cómo abordar una conversación con ella. ¿Empiezo con una
disculpa? Sé lo que Isla realmente quiere de mí y no puedo dárselo. No estoy listo
para arruinar mi amistad con mi mejor amigo, incluso si eso significa que no
puedo tenerla.
Todo esto está completamente jodido y me está jodiendo la cabeza todos los
días.
Isla se ha mostrado distante y más retraída. Habla con su hermano, pero
tan pronto como entro en la habitación, de repente tiene algo que hacer, casi
como si no pudiera soportar estar cerca de mí. No la culpo, porque yo siento lo
mismo.
Es una completa contradicción. Quiero estar cerca de ella, pasar tiempo con
ella, pero saber que no puedo tener cada parte de ella solo empeora las cosas.
Me hace querer tanta distancia entre nosotros como sea posible. Y cada vez que
la veo en la escuela y la veo con ese imbécil de su amigo, quiero atravesar su
rostro con mi puño.
Mis celos son injustificados porque ella no es mía para protegerla. Pero si
ella no puede ser mía, no puede ser de nadie más.
Mientras salgo del hielo y me dirijo al vestidor, el pensamiento de Isla y Silas
me ronda por la cabeza. Me quede en el pasillo del edificio hoy, mirándolo
mientras le abría la puerta del lado del pasajero y la ayudaba a subir a su enorme
Jeep. Solo pensar en sus manos sobre ella me hace ver rojo. Sangre roja.
Me dejo caer en uno de los bancos y dejo mi palo a mi lado antes de desatar
mis patines. Cam entra y se sienta a mi lado, mirando en otra dirección mientras
deja los guantes y el casco.
—¿Estás bien, Knight? —me pregunta, mirándome por el rabillo del ojo.
Después de sacar los pies de los patines, me quito el casco y lo dejo en el
banco.
—Últimamente he tenido muchas cosas en la cabeza.
—¿Quién es ella? —pregunta Cam mientras coloca los protectores en las
cuchillas de sus patines. Giro mi cabeza hacia un lado, entrecerrando los ojos
94
hacia él mientras levanta las cejas—. Vamos hombre. Tú puedes decirme.
Trago con dificultad el nudo alojado en mi garganta. No hay manera en el
infierno que pueda decirle. Mierda, no puedo decirle a nadie sobre esto. August
se acerca a nosotros, quitando la cinta de la hoja de su palo mientras se deja
caer en el banco frente a nosotros.
—No hay ninguna chica, Cam —le dice August mientras comienza a envolver
con nueva cinta adhesiva el extremo de su palo—. Confía en mí, vivo con él. Yo
sabría si hay una chica causando problemas.
—Sí, no hay ninguna chica.
Cam entrecierra sus ojos, sus labios fruncidos mientras niega con la cabeza.
—No lo sé. Definitivamente te pasa algo y mi mejor suposición es que tiene
que ver con una chica.
August levanta una ceja hacia mí.
—Sabes, ahora que Cam lo dice, has estado un poco raro últimamente.
¿Tienes una chica que escondes de todos nosotros?
Que mierda.
Mi respiración se atrapa en mi garganta y rápidamente fuerzo una risa
mientras me pongo de pie y agarro mi mierda.
—En serio, no hay ninguna chica. Últimamente solo he estado preocupado
por mis calificaciones. —Es una mentira, pero ninguno de ellos necesita saber
eso. Solo necesito que los dos se callen.
Voy a agarrar mi palo y justo cuando estoy a punto de llevarlo a mi casillero,
August agarra el otro extremo. El temor llena la boca de mi estómago cuando mi
mirada se encuentra con la suya. Los dos sostenemos los extremos opuestos del
palo de hockey y estoy paralizado por el miedo de que no vaya a dejar pasar el
tema de una chica.
—Amigo, suéltalo —dice, con las cejas se juntan—. ¿Pensé que querías que
volviera a poner cinta adhesiva en tu palo?
Dejando escapar un aliento que no me di cuenta de que estaba conteniendo,
el alivio me inunda.
—Mierda, lo olvidé —admito, sacudiendo la cabeza cuando suelto el palo y
él me lo quita. Miro a Cam mientras se aleja de nosotros, regresando a su
casillero.
August entrecierra sus ojos hacia mí.
95 —Sé que tus calificaciones son buenas. ¿Qué está pasando realmente?
Cambiando mi peso nerviosamente, digo lo primero que me viene a la cabeza
que no es Isla.
—Mi mamá dijo que Elías se acercó a ella y le pidió mi número.
—¿Elías? Cómo... ¿tu padre?
No le he dicho a nadie. Demonios, ni siquiera he hablado con mi madre al
respecto. Me lo mencionó en privado después de la cena y me dijo que lo pensara
y se lo hiciera saber. No he pensado en ello hasta este momento porque tuve que
desligarme de él por completo. Se fue cuando yo tenía seis malditos meses. ¿Por
qué diablos se acercaba ahora?
—Sí, él.
—Mierda —suspira August, sus ojos se llenan de simpatía—. Lo siento,
hermano. No tenía ni idea. ¿Vas a hablar con él?
Me encojo de hombros.
—Todavía no lo sé. —No es mentira, porque realmente no lo sé. Él es un
extraño ante mis ojos, así que ¿qué podría querer de mí? Espero que no sea una
relación padre-hijo, porque ese barco zarpó hace décadas cuando él partió sin
una sola llamada telefónica o carta.
August frunce el ceño mientras comienza a envolver la cinta alrededor de la
hoja de mi palo.
—Vamos a tomar una cerveza o algo después de que terminemos aquí.
Entonces podremos hablar de eso, si quieres, o podemos simplemente
emborracharnos en su lugar.
Sonriéndole, tomo mi palo y asiento.
—Suena como un plan para mí.
98
y no puedo evitar sentir que ya he revelado demasiado. No me gusta la forma en
que me mira, como si supiera mi secreto o algo así.
La cosa es... que no tiene ni maldita idea.
17
Isla
Traducido por Sirius 85
100 —Um, yo también me voy a la cama —le digo, mi voz suena completamente
antinatural mientras me aclaro la garganta. No le debo una explicación.
Demonios, no hemos hablado en dos semanas, pero estando bajo su atenta
mirada, todavía siento que necesito explicarle.
Logan no pronuncia una sola palabra, solo asiente mientras me observa
caminar alrededor del sofá y dirigirme por el pasillo. Justo cuando estoy
alcanzando la manija de mi puerta, siento su mano envolver mi muñeca.
—Isla —dice en voz baja, su voz tierna y gentil—. ¿Podemos hablar?
Giro mi cuerpo levemente, pero no completamente, mis ojos se encuentran
con sus brillantes iris azules mientras rebotan entre los míos. Él tiene este efecto
en mí, donde todo lo que se necesita es esta mirada, el sonido de su voz, y me
derrito como cera a su alrededor. No puedo decirle que no.
Mirando más allá de él, veo a August todavía desmayado en el sofá, donde
estoy segura de que estará el resto de la noche. Volviendo mi mirada a la de
Logan, asiento lentamente.
—De acuerdo…
No me suelta la muñeca, sino que desliza su mano hacia la mía, entrelazando
sus dedos entre los míos mientras entro en mi habitación. Logan me sigue y le
suelto la mano cuando pasa junto a mí y cierro la puerta detrás de nosotros. La
cerradura gira sin esfuerzo mientras la aseguro, por si acaso.
Cuando me doy la vuelta, veo a Logan sentado en el borde de mi cama con
la cabeza entre las manos. Me congelo por un momento, mi pecho se contrae
cuando veo lo roto que se ve él también. Mis pies se mueven sin mi dirección y
no se detienen hasta que estoy de pie directamente frente a él, alcanzando sus
muñecas. Apartando las manos de su rostro, levanta la cabeza, sus ojos azules
se humedecen cuando encuentra los míos.
—¿De qué querías hablar, Logan?
Sus ojos buscan los míos.
—¿Son tú y Silas algo?
Me sorprende su pregunta, con el ceño fruncido.
—No. ¿Por qué sugerirías eso?
—Los he visto juntos a los dos. Siempre están juntos. Y luego te fuiste con
él hoy después de la escuela.
Lo miró fijamente, mis manos aún envueltas alrededor de sus muñecas. Mi
corazón se acelera en mi pecho, latiendo erráticamente contra su jaula.
102
—Realmente quiero besarte ahora mismo —murmura, acercando mi rostro
al suyo—. ¿Puedo besarte, nena?
Trago duro sobre los cuchillos en mi garganta y asiento. Una sonrisa se
forma en sus labios antes de que se encuentren con los míos. Su boca es suave
y tierna, su lengua sale como una flecha mientras traza la costura y separa mis
labios. Me abro para él, dejándolo entrar mientras roba el aire de mis pulmones
en un movimiento rápido. Su lengua se desliza contra la mía, atrapada en un
baile lento mientras se enreda con la mía.
Logan me hace rodar sobre mi espalda, moviéndose conmigo sin que su boca
deje la mía mientras se coloca encima de mí. Estoy perdida en él, mis manos se
deslizan por su espalda, debajo de su camiseta mientras desliza sus dedos por
mi cuero cabelludo, sumergiéndose en mi cabello. Me besa lentamente y es una
tortura dolorosa mientras se toma su tiempo.
Su pene está duro, presionándose contra mí mientras se acomoda entre mis
piernas. Él profundiza el beso, drenando el oxígeno de mis pulmones y mi cabeza
comienza a nadar por la privación. Cuando se trata de ello, esto es todo lo que
quiero con él. Sentirlo cerca, sabiendo que soy lo único que ocupa su mente. Y
ahora mismo, en este momento, sé que quiero más con él.
Mis manos encuentran sus hombros y lo empujo lejos, saliendo por aire
mientras nuestras bocas se separan. El pánico llena sus ojos mientras buscan
rápidamente los míos, como si hubiera hecho algo mal.
—Quítate la ropa —le digo, la lujuria pesa en mis palabras—. Quiero más,
Logan. De ti... solo de ti.
—¿Estás segura, nena? —Su voz es suave y tierna, como sus manos
mientras las desliza a lo largo de mi torso—. No quiero que te sientas presionada
a hacer algo que no quieras hacer.
—Nunca he estado más segura en toda mi vida —le digo honestamente,
mientras muevo mis manos con las suyas, empujando mi camiseta más arriba.
Logan se aleja de mí, parándose junto a mi cama mientras se quita la
camiseta por la cabeza y la tira al suelo. Me siento con él, siguiendo su ejemplo
mientras me quito mi camiseta. Se queda allí en silencio, con un fuego ardiendo
en sus ojos mientras me observa quitarme lentamente el sostén y dejarlo caer al
suelo. Las llamas arden con más intensidad mientras su mirada recorre mi
cuerpo.
Cuando alcanzo la cintura de mis pantalones, Logan cubre mis manos con
las suyas y las aparta.
—Déjame hacerlo —susurra, cayendo de rodillas en el suelo frente a mí. Es
103 gentil mientras desliza mis pantalones y ropa interior por mis muslos,
dejándome desnuda en la cama frente a él—. Maldita sea, eres jodidamente
hermosa.
Un calor se arrastra por mi cuello, extendiéndose por mis mejillas mientras
siento su mirada recorriendo mi cuerpo. Esta es la primera vez que me desnudo
frente a alguien, pero no me siento avergonzada como pensé que me sentiría. En
cambio, me hace sentir como si fuera la cosa más hermosa que jamás haya visto.
No se mueve de donde está arrodillado en el suelo mientras coloca sus manos
sobre mis rodillas y las separa lentamente. Logan se acercó un poco más, las
yemas de sus dedos se clavaron en mi carne mientras sus palmas calientan mi
piel.
—Quiero saborearte, nena —murmura, su mirada acalorada encuentra la
mía—. ¿Alguien te ha probado antes?
Trago bruscamente, niego con la cabeza.
—No —susurro, sin confiar completamente en mi voz mientras un calor se
extiende por la parte inferior de mi abdomen—. Quiero que seas el primero.
Las comisuras de los labios de Logan se levantan.
—Y el último, Isla. Voy a arruinarte para cualquier otra persona. Voy a dejar
mi marca tan profunda en tu maldita alma que nunca querrás a nadie más que
a mí.
—Nunca lo he hecho.
—Buena chica —murmura, su rostro se acerca poco a poco al vértice de mis
muslos. Sus ojos queman agujeros a través de los míos mientras mira
directamente a mi alma—. Recuéstate para mí, nena bonita. Déjame probar este
dulce capullo y hacerte sentir bien.
Volviéndome a acostarme en la cama, su cálido aliento recorre mi piel antes
de presionar sus labios contra el interior de mis muslos. Sosteniendo mis piernas
separadas con sus manos, arrastra su boca por ambos lados de mis piernas
antes de llegar a mi centro. Sus labios son cálidos mientras los presiona
suavemente contra mi abertura. Mis caderas se sacuden y mis manos se
extienden hacia él, agarrando su cabello mientras arrastra su lengua a lo largo
de mí.
—Joder —respira contra mí, mordisqueando mi clítoris antes de succionarlo
en su boca. Mis ojos se vuelven hacia mi cabeza mientras él me prueba,
provocándome con su lengua. Es diferente a todo lo que he sentido antes y no
quiero que este sentimiento termine nunca.
Isla desliza sus manos por mi torso, sus dedos encuentran la cinturilla de
mis pantalones mientras los desliza por debajo. Mi respiración se atasca en mi
garganta y sus manos dudan cuando comienza a bajarme los pantalones aún
105 más. Alejándome de ella, me apoyo en mis manos al lado de su cabeza, mis ojos
buscando los de ella.
—¿Estás segura, Isla? —Le pregunto y ella asiente—. No quiero que te
sientas presionada a hacer algo para lo que no estás preparada.
—Quiero esto. —Su voz es tierna y tranquila mientras mira directamente a
mi alma—. Estoy lista, Logan, lo prometo.
Alejándome de la cama, me levanto lentamente e Isla me sigue, sentándose
mientras estoy de pie frente a ella. Sus ojos están en los míos, bajando
lentamente por mi torso mientras engancho mis dedos debajo de la cintura de
mis pantalones, deslizándolos debajo de mis bóxers mientras los deslizo por mis
muslos y mis pantorrillas.
Veo su rostro transformarse mientras escanea mi cuerpo, sus ojos se abren
cuando se detiene en mi erección que actualmente está palpitando entre mis
piernas. Su garganta se mueve mientras traga saliva antes de encontrarse con
mi mirada. Nunca antes me había sentido cohibido o nervioso, pero bajo su
atenta mirada, nunca me había sentido más expuesto.
—Es posible que no encaje —suelta, sus mejillas se ponen rosadas mientras
vuelve a mirar mi pene—. Logan. No creo que esto vaya a funcionar.
Una risa retumba en mi garganta cuando me acerco a ella, mis manos
ahuecan los lados de su rostro mientras inclino su cabeza hacia atrás.
—Te prometo que podemos hacer que encaje, nena.
Ella traga saliva de nuevo, sus ojos buscan los míos, pero algo más pasa por
su mirada. Confianza. Ella me está dando eso: para mantenerla a salvo, para
protegerla.
—No puedo prometerte que no dolerá ni que no será incómodo al principio…
Isla agarra mis muñecas, apartando mis manos de su rostro mientras sigue
mirándome. Envuelve su delicada mano alrededor de la base de mi pene,
apretándolo ligeramente mientras se humedece los labios.
—No sé lo que estoy haciendo —admite en voz baja y lo juro por Dios, estoy
a punto de estallar.
—No hay nada que puedas hacer mal.
Ella abre su boca, llevándola a la punta de mi pene mientras desliza
lentamente la cabeza a lo largo de su lengua. Su mano agarra la base y duda
mientras desliza el eje más profundamente en su boca. Sus ojos se abren y me
mira fijamente con mi pene presionado entre sus bonitos labios.
107 —Relájate para mí, nena —murmuro contra sus labios, atrayendo su labio
inferior a mi boca mientras lo muerdo.
Isla gime en mi boca y me trago sus sonidos, su cuerpo se relaja debajo de
mí mientras empujo lentamente dentro de ella. Ella no trata de pelear conmigo,
pero joder, es tan malditamente apretada. Sé que le duele cuando se estremece
debajo de mí, sus labios se ralentizan contra los míos.
—¿Quieres que me detenga? —susurro mientras me alejo para mirarla.
Isla niega con la cabeza, acercándome más con sus piernas mientras la
penetro completamente en un movimiento rápido. Sus labios se abren
ligeramente, un suspiro irregular se escapa de ella, y sus ojos se abren como
platos cuando la lleno hasta el borde.
—Oh, Dios mío —respira, su rostro se contrae por el placer y el dolor.
Mis movimientos son lentos mientras retraigo mis caderas, mi pene se
desliza ligeramente hacia afuera antes de empujarla de nuevo. Intento tomarme
mi tiempo, ser gentil y tierno, pero me está costando hasta la última gota de
autocontrol no tomarla hasta el olvido en este maldito momento.
Su capullo está tan apretado, tan húmedo, y se aprieta a mi alrededor como
un puto tornillo de banco.
—No te detengas, Logan —respira, jadeando mientras empujo dentro de ella
una y otra vez. Ella me atrae hacia ella, nuestras bocas chocan mientras trago
sus gemidos.
Trabajo contra ella, estirándola mientras continúo deslizando mis caderas
hacia adelante y hacia atrás. No quiero lastimarla, pero ella está más relajada,
como si estuviera más cómoda y disfrutando. Si no fuera así, no estaría gimiendo
mi nombre y arañando mi espalda, rogándome que no me detuviera.
Moviendo una mano, busco su clítoris entre nosotros con la punta de mis
dedos. Aplicando presión, juego con ella, rodando la carne sensible bajo mis
dedos mientras sigo follándola. Isla se está deshaciendo rápidamente,
retorciéndose bajo mi toque mientras la empujo más y más cerca del borde.
Mis bolas se contraen, acercándose a mi cuerpo mientras el calor en la boca
de mi estómago comienza a extenderse.
—Me voy a venir, nena.
—Vente conmigo —musita contra mis labios —. Estoy justo ahí.
108
Rodando mis dedos sobre su clítoris una vez más, golpeo mis caderas contra
ella, mi pene la llena profundamente mientras ella grita de éxtasis.
—Vente para mí.
Eso es todo lo que se necesita para hacerla caer en picada por el borde,
directamente al abismo eufórico. Su cuerpo tiembla, sus piernas tiemblan
mientras las aprieta a mi alrededor. Su capullo se cierra, exprimiendo la maldita
vida de mi pene mientras su orgasmo sacude su cuerpo, directo a su centro. Se
necesita todo de mí para dejarla montar sobre las olas de éxtasis antes de salir
de ella.
Casi no lo consigo, el semen brota de mi pene justo cuando estoy saliendo
de su coño. Mis labios se separan ligeramente, un suspiro irregular se me
escapa, mientras mi pecho sube y baja en rápida sucesión. Estoy completamente
cautivado, viéndola abrirse para mí mientras cubro su coño con mi semen.
—Tan jodidamente hermosa —murmuro, mis ojos recorriendo su cuerpo
hasta los suyos. Completamente saciada y vidriosa por el éxtasis que todavía
está montando.
—Y tan jodidamente mía…
19
Isla
Traducido por Sirius 85
111 ojos recorren la piel que se ve, deseando que simplemente se la quite.
—Sabes, no hay nada de qué avergonzarse por ir a terapia. No es gran cosa,
Whitley.
August cruza los brazos a la defensiva sobre el pecho.
—Amigo. Tener terrores nocturnos en la adolescencia es vergonzoso como el
infierno. Sería una cosa si pasara por algo traumático o si tuviera un buen
razonamiento detrás. Lo único que descubrieron fue que tenía un puto trastorno
del sueño.
Logan me mira mientras August comienza a caminar de nuevo, murmurando
por lo bajo. Mi hermano suele ser una persona despreocupada, a la que no le
afectan mucho las cosas, pero cuando algo lo molesta, lo molesta mucho. Una
cosa con la que siempre había luchado era su capacidad para regular sus
emociones. Puede que no se lo muestre a los demás, pero August es bastante
sensible y sus sentimientos son grandes.
Esto no es inusual para Logan, pero no sé si alguna vez supo sobre todo el
problema del sueño. Estoy segura de que estuvo en nuestra casa una o dos veces
cuando August tuvo un terror nocturno, pero cuando estaba experimentando lo
peor, en realidad se distanció de sus amigos y no durmió en ningún otro lugar
ni hizo que nadie durmiera en nuestra casa.
Así que, aunque Logan no es nuevo en August y sus emociones, me pregunto
cuánto ha compartido August realmente con su mejor amigo.
—August. —Mi voz es severa y firme mientras me pongo de pie y camino
hacia la cocina. Logan se aparta de mi camino, entrando en la puerta mientras
se inclina hacia atrás y se apoya contra ella. August deja de moverse, sus ojos
encuentran los míos mientras deja escapar un suspiro entrecortado—. Dime qué
está pasando.
—Joder —murmura, presionándose contra los gabinetes antes de hundirse
en el suelo. Se deja caer, apoyando la espalda contra la puerta, y me siento con
él. Hay algo en estar en el suelo que siempre ayuda a August a volver a donde
necesita estar mentalmente—. Está bien —respira, inhalando profundamente
antes de dejar escapar un suspiro irregular—. Fui al bar después de clase para
hablar con Poppy, pero descubrí que renunció.
—Ok... —mi voz se apaga, mi cabeza se inclina hacia un lado mientras
intento averiguar a dónde va con esto. No estoy segura de lo que realmente está
pasando aquí y todavía no ha llegado a la raíz—. ¿Intentaste llamarla?
—Sí. —Su voz es tranquila, apagada y distante—. Ella tenía su número
desconectado. Fui a su apartamento y estaba vacío.
113 puede controlar sus emociones y la única solución es dormir. Me duele el corazón
verlo así y saber que no puedo hacer nada por mi hermano.
—Estará bien —me dice Logan mientras se levanta lentamente y me tiende
la mano. Su palma es cálida cuando deslizo mi mano en la suya y me ayuda a
ponerme de pie—. Solo necesita algo de tiempo para procesar que ella realmente
se fue sin darle una explicación.
Mis ojos buscan los de Logan mientras estoy de pie frente a él, mi mano
todavía en la suya.
—¿De verdad crees que lo dejará así y no se obsesionará con ello?
Logan se encoge de hombros.
—Creo que tendrá que hacerlo. —Me da la espalda un poco, pero no suelta
mi mano mientras me saca de la cocina. Miro hacia el pasillo donde August entró
en su habitación y me aseguro de que no me vea sosteniendo la mano de su
mejor amigo—. Solo pidamos comida para llevar y veamos películas.
Agarra el control remoto y se deja caer en el sofá. Dejando algo de espacio
entre nosotros, me siento a dos cojines de él, levanto los pies mientras meto las
piernas debajo de mí y me acurruco en los lujosos cojines.
—Mientras no sea nada de terror.
—Lo sé. Nunca has sido fanática de nada relacionado con el terror. —Una
sonrisa burlona juega en sus labios mientras sus ojos brillan hacia mí—. ¿Y si
te dijera que nunca dejaría que nada te pasara? ¿Qué siempre te mantendría a
salvo?
Agarrando la almohada a mi lado, me río ligeramente y se la tiro mientras
niego con la cabeza.
—No. No vas a convencerme de ver algo que me provoque pesadillas con
promesas vacías como esa.
Logan entrecierra los ojos ligeramente.
—No son promesas vacías, nena. —Su voz es baja y suave y las
profundidades oceánicas de sus ojos son cálidas—. Un día, te lo haré ver.
Tragando con fuerza el nudo en mi garganta, lo miró fijamente mientras él
mira directamente a mi alma. No sé qué creer con Logan porque me confunde
más que cualquier otra cosa. Lo que sea que haya entre nosotros es un enigma
y él es una contradicción. ¿Cómo me lo hará ver si siempre vamos a ser un
secreto?
—Bien, ¿no es esto lindo? —La voz de August rompe el silencio mientras
114
entra en la sala de estar con su almohada—. No puedo dormir en este momento.
¿Qué están haciendo tortolitos?
Mi corazón se detiene y mi pecho se contrae cuando mi cuerpo comienza a
respirar manualmente, y mi cerebro de repente olvida cómo diablos hacerlo. La
mirada de Logan se posa en August mientras se deja caer en el asiento y se
recuesta. Abro mucho los ojos mientras miro la televisión, rezando para que el
sofá me trague por completo.
—Te estoy jodiendo. Eso sería como incesto, ya que sé que ella también es
como una hermana para ti —dice August lentamente, sus palabras se prolongan
mientras entrecierra los ojos hacia los dos. No encuentro su mirada, pero puedo
sentirla en un lado de mi cabeza—. ¿A menos que debiera estar preocupado por
algo?
Esta es la oportunidad que ambos hemos estado esperando, el momento en
que oficialmente podemos romper el hielo y sincerarnos con August. Mis labios
se abren ligeramente, las palabras en la punta de mi lengua, pero Logan
interviene antes de que tenga la oportunidad de hablar.
—Absolutamente no. —La voz de Logan es controlada y tranquila, como si lo
hubiera ensayado un millón de veces. Mi corazón se hunde y mis pulmones se
desinflan mientras mis esperanzas se derrumban—. Estás loco por siquiera
insinuar eso. No tienes nada de qué preocuparte, créeme.
Como si su primera admisión no fuera como una bofetada en el rostro,
apenas puedo digerir sus últimas dos oraciones. Miro a August, cuyos ojos se
encuentran con los míos, necesitando confirmación de que Logan está diciendo
la verdad. Esta es mi oportunidad, pero no puedo hacerle eso a Logan. No
arruinaré su amistad.
—Tiene razón, August. —Le sonrío, rodando los ojos por si acaso—. No soy
tan estúpida como para involucrarme con alguien como él.
August toma el control remoto de Logan mientras se acomoda boca arriba
en el sofá y cambia de canal.
—Bien —murmura, mirando la televisión mientras los ojos de Logan se
encuentran con los míos—. Porque estoy jodidamente seguro de que lo mataría.
Una sombra pasa por el rostro de Logan mientras sus ojos buscan
desesperadamente los míos. Quiere saber si lo que dije era verdad... sí quise
decir lo que dije. Alejándome de él, no le doy la satisfacción mientras me acomodo
más profundamente en los cojines y lo ignoro.
Ese es el problema de nosotros dos.
115 Ambos somos unos malditos mentirosos.
20
Logan
Traducido por Sirius 85
116
Sé que estoy siendo un verdadero pedazo de mierda, yendo a espaldas de mi
mejor amigo y jodiendo con su pequeña hermana. Nunca me perdonará cuando
sepa la verdad, pero necesito que me crezcan las pelotas y decírselo ya. Incluso
si eso significa que me mate, al menos sería mejor que este sentimiento de
culpabilidad de engañarlo.
Todo es mi culpa.
Jodí y me encariñé. Y ahora que la he tenido en mis brazos, no la dejaré ir
de nuevo.
Solo necesito encontrar el momento adecuado para decírselo a August y,
después de anoche, sé que Isla no estaba contenta con la forma en que le
respondí. Debí haber sido sincero en ese momento, pero entré en pánico y lo
cubrí todo, lo que sé que la hizo sentir como una mierda. Su pequeño comentario
no me hizo sentir mejor, pero me lo merecía.
Ella se merece algo mejor.
Y August se merece la verdad.
Cam se acerca a mí mientras se quita la camiseta por la cabeza. Acabamos
de terminar la práctica y conseguí que me patearan el trasero con éxito. Eso me
pasa por distraerme. La cagué durante nuestros ejercicios y nuestro entrenador
me hizo pagar por ello con sudor y energía.
—¿Quieres venir con nosotros a tomar unas cervezas? —Cam pregunta
mientras se deja caer en el banco a mi lado. Terminando de meter mis cosas en
mi bolsa de hockey antes de girarme para mirarlo.
—Nah. —Me encojo de hombros y niego con la cabeza mientras me pongo de
pie—. Voy a ir a casa y darme una ducha de verdad y probablemente pasar
desapercibido.
—¿Desde cuándo te convertiste en un aguafiestas? —Él resopla, cruzando
los brazos sobre su pecho—. Solías ser divertido y ahora parece que nunca más
quieres salir con los chicos.
La confesión de Cam me golpea en el pecho como una tonelada de ladrillos.
Él tiene razón. Eso es lo que tiene ser parte de un equipo, es casi como una
hermandad. Estos muchachos se han convertido en mi familia y si siente que
los he estado descuidando, quién sabe cómo se sienten los demás. August no ha
dicho nada, pero no lo haría. Preferiría que se acercaran a mí antes que quedar
atrapado en el medio.
—Desde que comenzó a acostarse con alguien que se niega a revelar quien
118 más e intentar suplicar su perdón y comprensión. Pero, por otro lado, necesito
tiempo con los chicos. Ha pasado demasiado tiempo y está claro que están
sintiendo mi ausencia.
—Tienes razón —les digo a ambos mientras devuelvo mi bolso al centro del
vestuario—. Déjenme tomar una ducha aquí, luego iré con ustedes.
—¡Sí! —Cam levanta el puño, actuando como un niño pequeño que está
drogado con un éxtasis de azúcar—. Ha pasado mucho tiempo. Finalmente,
todos los chicos volverán a estar juntos.
August se ríe, empujando a Cam mientras intenta abrazarnos por los
hombros y unirnos.
—Maldita sea, Logan. Hueles como si no te hubieras lavado en semanas.
—Quiero decir, el entrenador te montó más duro que a nadie esta noche —
ofrece August mientras saca su teléfono. Se desplaza distraídamente, sin duda
intentando encontrar algo sobre Poppy nuevamente. Después de anoche, se
conformó con todo el asunto, pero sé que su mente trabaja en su contra y
probablemente todavía esté pensando en ella.
Él necesita esta distracción tanto como yo.
—Váyanse a la mierda los dos —digo, mostrándoles el dedo medio mientras
tomo una muda de ropa limpia de mi bolso y me dirijo a la ducha—. Si quieren
salir ahora, los encontraré donde sea que terminen.
Cam se pone de pie mientras August asiente.
—Iré a hablar con los otros muchachos y August te enviará un mensaje de
texto donde estaremos. —Cam hace una pausa por un momento, entrecerrando
los ojos hacia mí—. Será mejor que no te quejes.
August cruza los brazos sobre el pecho y siento como si mis padres me
estuvieran regañando en este momento por la forma en que me miran.
—Logan lo sabe mejor. Él aparecerá.
Pongo mis ojos en blanco, me dirijo hacia las duchas y me deslizo dentro de
uno de los cubículos. Mientras me quito la ropa, saco mi teléfono de mi bolsillo
y abro mis mensajes de texto. Por supuesto que no hay nada de Isla, pero eso no
significa que vaya a dejarla en paz.
Logan: Hola tú. ¿Vas a estar en casa más tarde?
Doblo mi ropa y la dejo en el banco, dejando el mensaje abierto. Veo como
los tres pequeños puntos aparecen varias veces, cada vez desapareciendo como
si no estuviera segura de cómo responder o si estuviera eligiendo sus palabras
119
con cuidado. Alejándome de ella, abro la ducha y dejo que el agua se caliente
antes de entrar.
Mientras me pongo un poco de shampoo en las manos, mi teléfono suena
cuando llega un mensaje de texto. Rápidamente paso el jabón por mi cabello y
froto mi cuero cabelludo antes de enjuagarlo. Agarro una toalla y me seco las
manos antes de agarrar mi teléfono a toda prisa, mis ojos necesitan
desesperadamente leer algo de Isla.
Isla: Aún no lo sé. Octavia me invitó a una fiesta, así que puede que
salga con ella.
Mi mandíbula se aprieta. No quiero que se aísle de sus amigos, excepto de
uno. El que siempre parece estorbar y que quiere lo que es mío.
Logan: ¿Silas va a estar allí?
Isla: ¿Tal vez? ¿Realmente importa?
Esta chica. Por supuesto que importa. Puedo ver por qué ella pensaría que
podría no importarme después de anoche, pero ambos estábamos equivocados.
Demonios, ambos hemos estado equivocados desde que ella se mudó a nuestro
apartamento. Solo tenemos que unirnos y encontrar una manera de rectificar la
situación juntos.
Logan: Tenemos que hablar.
Veo las burbujas hacer lo mismo, aparecer y luego desaparecer. Espero por
un momento, pero no regresan, casi como si ella decidiera no responder. Un
suspiro de frustración se escapa de mis labios y mi corazón late erráticamente
en mi pecho.
Volviendo al agua caliente, agarro mi toalla y empiezo a lavar el sudor de la
práctica de mi piel. En este momento, realmente me arrepiento de haber
aceptado salir con los chicos. Por mucho que quiera verlos y pasar tiempo con
ellos, necesito hablar con Isla. Necesito que las cosas estén bien entre nosotros.
Termino de lavarme el cuerpo y cierro la ducha, pero Isla todavía no
responde. No esperaba encariñarme con ella, a pesar de que era algo que había
estado sucediendo desde que éramos niños. Realmente nunca imaginé mi vida
sin ella y después de irme a la universidad y probar la vida sin ella, no quería
eso.
Nunca lo quise del todo, pero quería darle la oportunidad de encontrar a
alguien más. Debería haberle dado la misma oportunidad cuando llegó aquí. El
hecho de que viviéramos juntos no significaba que ella tuviera que estar conmigo,
pero ya sabía que no podía estar sin ella, especialmente teniéndola tan cerca de
120 mí.
Pero ahora que estamos metidos en esto, no hay vuelta atrás. No hay salida
ni vía de escape. Lo único que podemos hacer es aferrarnos el uno al otro
mientras nos dirigimos directamente a las llamas de nuestra destrucción. Nunca
le prometí que esto terminaría bien, pero pase lo que pase, siempre la mantendré
a salvo.
Entonces, cuando le diga a su hermano esta noche, me aseguraré de que
Isla salga ilesa.
Ella no es la villana de esta historia.
Yo lo soy.
21
Isla
Traducido por Sirius 85
122 Octavia ya está bastante borracha. Ella rebota, su cuerpo se balancea con
la música mientras sostiene sus manos sobre su cabeza. Un tipo al azar se pone
detrás de ella, sus manos encontrando su cintura. Abre los ojos y encuentran
los míos mientras sus labios se curvan hacia arriba en una sonrisa. En lugar de
alejar al chico, ella mueve sus caderas.
Me río, negando con mi cabeza mientras ella gira y envuelve sus brazos
alrededor del cuello del chico. Bailan juntos y de repente me siento como si fuera
una tercera rueda, a pesar de que este tipo salió de la nada. No estoy segura de
cuál es su nombre, pero lo he visto por el campus. De cualquier manera, bien
por Octavia.
Honestamente, me alegra que tenga a alguien que la distraiga en este
momento para que no se meta en mis asuntos. Ella me ha estado molestando
más y más acerca de lo que está pasando entre Logan y yo, y yo sigo teniendo
que alegar a la quinta enmienda, a pesar de que ella sabe que algo está pasando.
Es agotador tratar de mantener esta farsa del secreto. No puedo arriesgarme
a que nadie sepa la verdad porque si alguien lo sabe, entonces es solo cuestión
de tiempo antes de que August lo descubra. Y si se entera por alguien que no
sea Logan o yo, no va a terminar bien.
Dreno el resto de mi bebida del vaso y me abro paso entre la multitud que
mueve sus cuerpos sudorosos juntos al ritmo de la música. A nadie parece
importarle cuando los empujo y finalmente me abro paso a través del claro hacia
la cocina. Agarro una botella de vodka y más jugo de naranja mientras preparo
otra bebida.
De pie frente al mostrador, levanto el vaso a mi boca cuando siento un par
de manos deslizándose por mi cintura. Me toma con la guardia baja, tomándome
por sorpresa cuando salto y grito. La calidez de su aliento se desliza a lo largo de
mi oreja mientras se ríe levemente, haciéndome girar en su agarre.
Sin embargo, no es quien yo quiero que sea.
La mirada de Silas se encuentra con la mía, sus labios se inclinan hacia
arriba mientras me mira.
—Te estado buscando.
—Bueno, he estado aquí toda la noche —ofrezco, devolviéndole la sonrisa
mientras trato de controlarme. Hay un tinte azulado en lo verde de los iris de
Silas que nunca había notado antes. Es atractivo, con sus rasgos simétricos y
su mandíbula cincelada. He tratado de no verlo como algo más que un amigo,
pero en este momento, parece una mala decisión y me encuentro inclinándome
hacia él.
123 Contrólate, Isla. El hecho de que estés borracha no significa que debas tomar
una decisión impulsiva.
—¿Cuándo llegaste aquí? —Le pregunto, dando un paso atrás de su agarre.
Su rostro cae por un momento, pero se recupera rápidamente mientras se
prepara un trago.
—Quizás como hace media hora —responde encogiéndose de hombros.
Veo la columna de su garganta sacudirse mientras toma un trago del licor
en su vaso.
—Mentí cuando dije que te estaba buscando. Te vi bailando con Octavia
cuando llegué aquí.
Mis cejas se juntan mientras mis ojos rebotan entre los suyos.
—Entonces, ¿por qué no te acercaste a nosotras?
Me mira fijamente con una mirada acalorada, sus dedos son suaves contra
mi rostro mientras me pasa un cabello suelto detrás de mi oreja.
—Porque me gustaba mirarte.
Trago saliva por el pánico que se acumula dentro de mí. De repente hace
demasiado calor aquí y se siente como si las paredes se estuvieran cerrando
sobre mí. Me siento claustrofóbica como la mierda y no puedo decir si es porque
estoy demasiado borracha o porque Silas se me está insinuando.
Y el hecho de que mi mente está trabajando en mi contra, diciéndome que
haga algo de lo que inevitablemente me arrepentiré.
—¿Podemos salir? —Le pregunto, dando un paso lejos de él, mi cuerpo
balanceándose por el alcohol que corre por mi sistema—. Hace mucho calor y
ruido aquí.
Silas asiente, dando un paso hacia mí mientras envuelve su brazo alrededor
de mi cintura.
—Claro que sí, nena. Salgamos, a algún lugar donde sea más tranquilo…
más privado.
Mi corazón me grita que vuelva adentro, pero mi mente le dice que se vaya a
la mierda mientras dejo que Silas me lleve al patio trasero. Esto es lo que Logan
me hace. Me jode tanto la cabeza que no sé lo que está arriba o abajo. Necesito
olvidarlo, olvidar la forma en que me hace sentir.
Mentí cuando dije que no había manera de salir de este agujero en el que
caímos juntos.
124
Solo hay una salida y termina con nuestros corazones hechos pedazos.
22
Logan
Traducido por Sirius 85
126 mentalmente y con él al volante... temo por mi vida si digo algo incorrecto y lo
enojo.
Necesito hablar con Isla primero. Ella necesita saber sobre la explosión y ser
capaz de anticipar la metralla antes de que le lance la bomba.
Cuando llegamos a la fiesta, la cosa ya está en pleno apogeo. Una chica se
destaca en la cama de flores, vomitando en la nieve mientras caminamos hacia
la casa. Algunas otras personas estaban allí con ella, por lo que ninguno de
nosotros está demasiado preocupado al pasar junto a ella. Además, a esta hora
de la noche, no es algo inusual o sorprendente de ver.
Nos abrimos paso arrastrándome entre la multitud y sigo a August. Veo a
su amiga (Octavia, creo) mientras entra a la cocina al mismo tiempo que
nosotros. Le doy un codazo a August, asintiendo hacia ella cuando me mira a
los ojos.
—Hola, ¿Isla todavía está aquí? —él le pregunta mientras ella tropieza con
el mostrador con un tipo agarrándola por su cintura.
Octavia se ríe, sus ojos inyectados en sangre se encuentran con los de
August.
—Sí, ella está aquí. Creo que la vi con Silas hace un rato.
La mención de su nombre hace que mi sangre hierva instantáneamente. Mi
respiración se queda atrapada en mi garganta y mis manos se cierran en puños
a mi lado. No estoy borracho, de ninguna manera, pero mi cuerpo se sentía
caliente por las cervezas que tomé en el bar. Ese sentimiento se disipa
rápidamente cuando siento que mi cuerpo se enfría. A la mierda.
August le da las gracias, pero ya estoy pasando junto a él, dirigiéndome a
través de la casa. Siento su mano mientras agarra mi hombro, tirando de mí
hacia atrás. —Amigo, relájate. Octavia dijo que todavía está aquí, así que está
bien. Estoy seguro de que la encontraremos en alguna parte, pero voy a tomar
un trago rápido.
Lo miro, quitando su mano de mi hombro mientras asiento. Me da la
espalda, se dirige hacia donde está todo el alcohol, y tomo esto como mi
oportunidad de escabullirme de la habitación. August no me ve cuando salgo por
la puerta y no necesito que me siga. Puede que él no esté preocupado por Isla,
pero yo sí. Especialmente sabiendo que está con Silas.
Me abro paso por la casa y es casi como una repetición de la última fiesta
en la que la encontré. No la encuentro por ninguna parte, así que salgo
rápidamente por la puerta trasera y salgo al patio trasero. He visto la forma en
que Silas la mira; sé exactamente lo que quiere de ella, porque yo también lo
127 quiero. No hay duda en mi mente de que trató de llevarla a un lugar oscuro y
tranquilo, lejos de todos los demás.
Mientras me abro paso a través de los pequeños grupos de personas que se
agrupan, los veo hacia el fondo del patio, sentados en un banco de madera que
se columpia. Mis pies me llevan a través del patio, a través de la nieve mientras
troto hacia ellos. Silas tiene su brazo alrededor de la parte posterior de sus
hombros, ambos rostros se vuelven uno hacia el otro mientras él ahueca un lado
de su rostro.
No puedo distinguir ninguna palabra de lo que está diciendo, pero odio la
forma en que ella le está sonriendo en este momento. No puedo soportar verlo y,
en este momento, sé que no hay manera de que esté de acuerdo con verla con
otro chico. No quiero nada más que envolver mis manos alrededor de su garganta
y evitar que respire.
Ninguno de ellos parece notar mi presencia cuando entro en su pequeño
momento íntimo, a pesar de que mis pasos no son silenciosos en la nieve. Doy
un paso hacia el frente del columpio del banco, mis manos alcanzan a Silas
mientras enrosco mis puños alrededor del cuello de su abrigo y lo jalo.
Él no consigue poner los pies debajo de él a tiempo, cayendo de rodillas
mientras lo arrastro lejos de ella. El columpio del banco cambia e Isla grita
sorprendida. No me molesto en mirarla, mantengo mis ojos fijos en Silas
mientras él abre los suyos y me mira.
—¡Quítame las malditas manos de encima! —grita, alcanzando mis brazos
con sus manos. En algún momento, mientras lo arrastro, vuelve a poner los pies
debajo de él y se levanta, parado frente a frente conmigo—. ¿Cuál es tu maldito
problema?
—Te lo dije antes y no te lo diré de nuevo —le gruño, mi voz baja y fría
mientras envuelvo su abrigo alrededor de mis puños y lo aprieto alrededor de su
garganta—. No la toques.
Silas ahoga una carcajada, sus ojos salvajes y siniestros.
—Estás jodidamente delirando, hombre. Si ella quisiera estar contigo,
¿realmente crees que ella habría estado aquí conmigo?
Mi mente apenas registra las manos de Isla mientras me golpea la espalda
con los puños.
—¡Suéltalo, Logan!
—Isla, mantente fuera de esto —le gritó, sin soltar a Silas—. Obviamente no
me escuchó la última vez, así que me aseguraré de que no lo olvide de nuevo. O
128
de lo contrario será mucho peor que esto.
—Logan —suplica Isla, con la voz quebrada, e instantáneamente me detiene
en seco, arrastrándome fuera de los pozos de mi ira—. Por favor, no hagas esto.
Esto no es su culpa, es mía. Fui yo quien sugirió salir. Fue mi idea.
Instantáneamente dejo caer mis manos lejos de Silas y él se frota la garganta,
inclinándose hacia adelante mientras lucha por recuperar el aliento y alimentar
su cuerpo con el oxígeno del que lo estaba privando. Girando sobre mis talones,
me vuelvo hacia Isla, mis ojos buscan desesperadamente la mentira en los suyos.
—¿Qué quieres decir con que fue tu idea?
Su labio inferior tiembla y sus ojos brillan bajo la luz de la luna mientras las
lágrimas comienzan a caer, manchando sus mejillas.
—Solo quería olvidarme de ti. Le dije que quería salir, así que me trajo aquí.
—Hace una pausa, limpiándose rápidamente las lágrimas del rostro mientras
me mira fijamente—. Después de lo de anoche, solo quería algo (a alguien) que
me ayudara a olvidar, aunque solo fuera por unos minutos.
Mis manos encuentran los lados de su rostro mientras me acerco a ella, mis
dedos de los pies tocan los suyos. Inclina la cabeza hacia atrás, sus ojos rebotan
de un lado a otro entre los míos mientras me pierdo en los tonos marrón oscuros
de sus iris.
—No tienes que olvidar, nena. Puedes intentar todo lo que quieras para
distraerte, pero nunca podrás deshacerte de mí.
—Esto es jodidamente ridículo —gruñe Silas detrás de Isla—. ¿De verdad
vas a aguantar esta mierda? Porque tienes que elegir, Isla. Terminé de jugar y de
que este imbécil intervenga cada vez que tengo mi oportunidad. ¿Quién va a ser?
¿Yo o él?
Los ojos brillantes de Isla no dejan los míos.
—Lo siento, Silas.
Mi corazón se hincha en mi pecho. Verla aquí con él me hizo enojar y no
estaba seguro poder salir del todo. Pero escuchar su admisión, las palabras en
sus labios, saber que ella es mía. Es suficiente para extinguir las llamas que me
consumían de la espiral descendente hacia la que me dirigía.
Oigo a Silas decir algo en voz baja mientras desaparece, pero nada de eso
importa. No con ella justo aquí frente a mí. Mi rostro cae sobre la de ella, mi boca
choca contra la suya mientras ella inhala con fuerza. Isla se relaja contra mí,
sus manos agarran mi chaqueta alrededor de mi cintura mientras se aferra a mí.
129 Dreno el aire de sus pulmones, mis labios moviéndose contra los suyos, nuestras
lenguas atrapadas en un delicado baile.
Ella sabe a vodka y jugo de naranja.
Y estoy listo para perderme en esta chica.
Me separo de ella, ambos salimos a tomar aire mientras descanso mi frente
contra la de ella.
—Es hora de confesarse —susurro, mis ojos encuentran los suyos bajo la
luz de la luna—. Tenemos que decírselo a August.
En un instante, la alfombra se quita de debajo de nuestros pies. La tierra se
abre y el suelo se desmorona cuando escucho su voz proveniente de la oscuridad
de la noche.
—¿Necesitan decirme qué?
23
Isla
Traducido por Sirius 85
131 no reacciona al ataque de mi hermano, mi corazón se rompe por los dos. Se pone
de pie y en lugar de molestarse en taparse el rostro, se queda allí y lo toma
mientras August lanza otro puño en su cabeza.
Estoy congelada en mi lugar, completamente inmóvil. Sé que necesito
intervenir, para hacer que esto se detenga, pero ¿cómo? Las tensiones son altas
y las emociones son salvajes. Lo último que quiero ver es que se peleen,
especialmente por algo que tenga que ver conmigo. Algo que se podría haber
evitado.
Logan se siente como el villano, como si estuviera completamente equivocado
y esto es lo que se merece. Toma todo lo que August le da, los golpes llueven
sobre su rostro y los costados de sus costillas antes de perder el equilibrio y caer
al suelo. Logan gruñe cuando August lo sigue, murmurando obscenidades
mientras se sienta a horcajadas sobre la cintura de Logan y envuelve sus manos
alrededor de su garganta.
—Te dije que te mataría —dice con los dientes apretados—. Eres mi maldito
mejor amigo... como mi maldito hermano. Confié en ti y ¿esto es realmente lo
que haces?
—August, detente —le grito, mi mente finalmente se pone en marcha
mientras me apresuro. Mis manos encuentran sus hombros y trato de apartarlo
de Logan, pero no se mueve—. ¡No hagas esto! Por favor, te lo ruego. Lo vas a
lastimar seriamente.
August me mira por encima del hombro con ojos desorbitados. —Mantente
fuera de esto, Isla. Esto es entre Logan y yo.
—No, no lo es —suplico, mi voz se quiebra mientras tiro bruscamente de sus
hombros—. Todo esto es mi culpa.
Logan niega con la cabeza con las manos de August todavía alrededor de su
garganta.
—No, no lo es —articula, su voz apenas audible.
Mi corazón se rompe en un millón de pedazos, viendo su sumisión mientras
asume la culpa. Él no es el único culpable aquí. Sabía exactamente lo que estaba
haciendo. Podría haber sido yo quien le dijera a mi hermano, pero en lugar de
eso, opté por quedarme callada también. No puedo dejar que Logan sea el que
cargue con la culpa por esto.
—August. —Mi agarre se aprieta en sus hombros mientras mi voz se hace
más fuerte—. Quítate jodidamente de encima.
Soltando sus hombros, doy un paso atrás mientras inhalando
132
profundamente y me sumerjo en él. Es demasiado grande para mí, pero al menos
puedo atraparlo con la guardia baja y apartarlo de Logan. Mi ataque lo hace
perder el equilibrio y se aleja de Logan, cayendo al suelo a su lado mientras yo
aterrizo sobre él.
—¿Qué diablos, Isla? —me grita mientras intenta empujarme lejos de él—.
Lo jodió. Le advertí y me traicionó, así que es justo que pagué.
—Esto no es culpa de Logan. Yo soy la que inició todo esto. —Mis ojos buscan
desesperadamente los suyos, buscando el lado más suave de mi hermano. El
que puede ser cariñoso y comprensivo en lugar de frío y cerrado—. Lo amo,
August.
August se congela, sus manos agarran mis hombros mientras su rostro cae.
—Tú no lo amas, Isla. No puedes.
Sigo la dura mirada de August hacia Logan, que está sentado en el suelo a
unos metros de nosotros, mirándonos con atención.
—No puedes decirme a quién puedo y no puedo amar —le digo a mi hermano,
dirigiendo mis ojos hacia él—. Lo he amado desde que éramos niños.
—Jesucristo. —Su rostro se retuerce en algo parecido al asco y al dolor—.
¿Cómo pude ser tan ciego? Sabía que estabas enamorada de él, pero no pensé
que alguna vez llegarías a esto. —August hace una pausa y vuelve a mirar a
Logan—. ¿Por qué ella, hombre? Podrías haber elegido a cualquiera, pero en
lugar de eso eliges a mi jodida hermana.
La garganta de Logan se mueve mientras traga saliva. Sus labios se separan
ligeramente mientras deja escapar un suspiro irregular.
—No fue una elección para mí, nunca fue una elección. —Hace una pausa,
sus ojos encuentran los míos a través de la oscuridad—. Estaba escrito en las
estrellas, August. Era completamente inevitable.
—No me vengas con tonterías del destino —gruñe August mientras sus
manos dejan mis hombros y se pone de pie—. Ustedes dos nunca estuvieron
destinados a estar juntos. A lo único que están destinados es a arruinarse el uno
al otro. Y arruinar nuestra amistad.
Mis hombros se hunden en derrota, mi respiración se atasca en mi garganta
mientras las lágrimas queman las esquinas de mis ojos.
—No tiene que ser así. Nunca quisimos lastimarte.
August suelta una risa áspera mientras sacude la cabeza hacia mí.
134
24
Logan
Traducido por Mar
138
25
Isla
Traducido por Mar
Logan deja que le quite su camisa por la cabeza y yo la tiro al suelo, junto a
sus pies, mientras él se acomoda entre mis piernas y sus labios chocan al
instante con los míos. Mis labios se separan, dejándolo entrar mientras su
139 lengua se desliza a lo largo de la mía, enredándose. Instintivamente, rodeo su
cintura con mis piernas. Sus palmas calientan mi piel cuando desliza las manos
hasta mi trasero y me levanta de la encimera.
Me lleva a través de la cocina, nuestras bocas se funden, pero no pasamos
del comedor. Se detiene junto a la mesa, bajándome sobre ella, me suelta y
empuja el arreglo floral que hay en el centro. El cristal resbala por el suelo y
resuena en todo el piso al romperse en pedazos.
—A la mierda —murmura contra mis labios— Ya nos preocuparemos de eso
más tarde. Ahora mismo, lo único que me importa es estar dentro de ti.
Agarro el dobladillo inferior de mi camisa, la subo por mi cabeza y la tiro por
detrás mientras él desliza sus manos por mi espalda y busca el broche de mi
sujetador. Sus ojos se clavan en los míos cuando lo suelta y lo retira de mis
brazos. El calor de sus palmas calienta mi alma cuando lleva sus manos a mis
pechos, ahuecándolos. Baja la cabeza y se lleva uno de mis pezones a la boca.
Su lengua se arremolina alrededor del capullo endurecido, mientras hace rodar
el otro entre las yemas de sus dedos.
Un gemido sale de mis labios y mi cabeza cae hacia atrás, extasiada. Chupa
mi pezón y lo pellizca ligeramente con los dientes antes de soltarlo. Cambia de
posición, su otra mano juega con mi pezón mojado por su saliva mientras mueve
su boca hacia el otro. Repitiendo la misma acción, saborea y me provoca con los
labios y la lengua.
Recorro mi mano por su cabello, agarrando un puñado mientras gimo y
aparto su cabeza.
—Basta —murmuro, acercando de nuevo su rostro al mío— A la mierda los
preliminares. Quiero sentirte dentro de mí.
Logan curva la boca y sacude la cabeza, arrodillándose entre mis piernas.
—Quiero saborear este dulce coño antes de meterme hasta las bolas dentro
de ti —Pasa sus manos por mi torso y las puntas de sus dedos se deslizan bajo
la cintura de mis pantalones— Recuéstate, nena. Déjame cuidarte.
Tragando saliva, me dejo caer sobre la mesa, levantando las caderas
mientras él baja mis pantalones y mis bragas por los muslos y los deja caer al
suelo junto a sus rodillas. Coloca las palmas de las manos en el interior de mis
piernas y las abre mientras su boca encuentra mi centro. Su lengua recorre mi
coño, rodeando mi clítoris antes de succionarlo y llevárselo a la boca.
Mis caderas se agitan al instante, un gemido se escapa de mis labios
mientras él mueve su boca sobre mí, lamiendo y saboreando cada centímetro de
mi coño. Sabe exactamente lo que hace y me lleva al borde del éxtasis mientras
140 se concentra en mi clítoris y pasa su lengua por él una y otra vez.
—Oh, Dios mío —gimo, con las manos apretando su cabeza entre mis
piernas.
Levanta la cabeza un momento, con una sonrisa en su rostro. Su mirada
entrecerrada se cruza con la mía.
—Así es, nena. Soy tu puto Dios.
Logan no me da oportunidad de responder mientras ataca de nuevo mi coño
con su boca. Me folla con la lengua y ya no puedo más. Estoy tan cerca del límite
y, con la forma en que trabaja mi clítoris, no tardo en desgarrarme, perdiéndome
por completo en el abismo del éxtasis.
Un calor se extiende por mi abdomen, la adrenalina y la euforia se apoderan
rápidamente de mi organismo mientras el orgasmo desgarra mi cuerpo. Mis
muslos se aprietan alrededor de su cabeza, pero él los sujeta con las manos
mientras sigue dándose un festín conmigo, saboreando hasta la última gota de
mi orgasmo en su lengua. Me tiemblan las piernas y un terremoto sacude mi
puto mundo.
Logan se pone de pie, con el rostro brillante por haber estado entre mis
piernas. Lo limpia con el dorso de su mano. Me incorporo despacio, con la cabeza
en las nubes mientras cabalgo sobre las olas duraderas de mi orgasmo. Alcanzo
sus pantalones, engancho los dedos bajo la cintura de su sudadera y empiezo a
empujarlos, junto con sus calzoncillos, por sus muslos.
—¿Cómo te sientes, nena? —murmura mientras baja sus pantalones hasta
el suelo y vuelve a acomodarse entre mis piernas. La punta de su pene presiona
mi vagina mojada y estiro la mano, intentando apartarlo un momento. Sus ojos
se cruzan con los míos, con las cejas juntas.
—Me siento malditamente increíble —suspiro, acercándome a su pene
palpitante. —Pero antes quiero devolverte el favor.
Un fuego arde en sus ojos cuando da un paso atrás y me deslizo fuera de la
mesa, arrodillándome frente a él. Su mirada entrecerrada se clava en la mía
mientras rodeo su pene con la mano y atraigo la punta entre mis labios. Un
gemido retumba en su pecho y escapa de sus labios mientras su cabeza se
inclina hacia atrás.
—Maldita sea, nena —murmura, acariciando mi cabello con la mano
mientras deslizo mis labios por su pene y lo meto más profundamente en mi
boca— Eres jodidamente buena.
141 Sus palabras de elogio hacen que mi coño se estremezca y el calor se extiende
entre mis piernas y en la boca del estómago. Muevo la mano al mismo tiempo
que la boca y balanceo la cabeza, chupándolo mientras acaricio su pene. Logan
agarra mi nuca y sus dedos se enredan en mi cabello.
Continúo unos instantes, con su respiración agitada a cada caricia, antes
de que agarre mi cabello con más fuerza y me detenga cuando su pene sale de
mi boca.
—Necesito estar dentro de ti. Ahora.
Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras me pone de pie. Agarra mis
caderas y hace que gire hacia la mesa. Su palma está caliente sobre mi piel
cuando la desliza por mi columna, empujándome contra la mesa del comedor al
llegar a la base de mi cuello.
—Voy a follarte por detrás, nena —Se detiene un momento, arrastrando la
lengua por mi columna mientras se inclina sobre mí. Sus labios rozan mi oreja—
¿Quieres sentir mis huevos golpeando tu coño mientras te follo hasta dejarte sin
sentido?
El calor en la boca de mi estómago crece, extendiéndose por todo mi cuerpo,
y mi coño gotea mientras él me pasa la lengua por la parte exterior de la oreja.
—Dios, sí. Fóllame, Logan. Fóllame hasta que olvide todo lo demás.
La punta de su pene presiona contra mí y él se aparta de mi espalda,
levantando mis caderas hasta que mis pies se levantan del suelo. En un rápido
movimiento, se desliza dentro de mí, llenándome por completo mientras se
hunde profundamente. Lo siento en mis malditas costillas, gimiendo de dolor y
placer por el grosor de su longitud.
—Mmmm, déjame oírte, nena.
Las yemas de sus dedos pellizcan mi carne mientras agarra mis caderas y
desliza lentamente su pene antes de volver a embestirme. Sus bolas me golpean
y otra sensación recorre mi cuerpo cuando se mueven contra mi clítoris.
—No pares —suspiro, girando la cabeza hacia un lado y apoyándola en la
mesa del comedor.
Logan desliza la palma de la mano por mi columna y se detiene al llegar a la
base de mi cuello. Agarra mi nuca con una mano y la cadera con la otra, y
empieza a mover las caderas. Cada embestida es más fuerte que la anterior, sus
caderas se balancean dentro de mí mientras su pene me llena hasta el borde.
El sonido de nuestros gemidos y de la piel sobre la piel llena el apartamento.
142 Sus bolas golpean mi coño y mi clítoris con cada embestida. Acelera el ritmo,
golpeando dentro de mí mientras hace exactamente lo que prometió y me folla
hasta dejarme sin sentido.
Soy un maldito lío, cada vez más cerca del límite. Penetra dentro de mí una
vez más, haciéndome caer por el precipicio. Grito de éxtasis, mi orgasmo sacude
mi cuerpo mientras él me sigue de cerca. Caemos juntos en las profundidades
de nuestro abismo de euforia. Estoy perdida en él; él está perdido en mí.
Y no quiero que ninguno de los dos nos encontremos nunca.
26
Logan
Traducido por Mar
144 —¿Cómo está? —le pregunto a Cam mientras camino hacia la entrada y me
apoyo en la barandilla.
Levanta la mirada y baja sus gafas de sol mientras me evalúa.
—Mierda. Tiene mucho mejor aspecto que tú. ¿No te has defendido en
absoluto?
Encojo mis hombros.
—¿Por qué iba a hacerlo? Merecía todo lo que me dio.
Cam sacude la cabeza mientras exhala una nube de humo.
—En serio. No puedo creer que te acostaras con su hermana, aunque no
puedo decir que me sorprenda del todo.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunto, observando cómo apaga el
cigarrillo y lo tira a la papelera que hay a unos metros.
—Hombre, ¿te olvidas de que nos conocemos desde siempre? —Frunce los
labios mientras me mira fijamente— He visto cómo se miraban. No creí que
tuvieras las pelotas de ir tras ella.
Cam se levanta y lo sigo hasta la puerta principal. Cuando la abre, August
ya está al otro lado, como si estuviera a punto de salir. Me estaba esperando,
quisiera verme o no. Y a juzgar por la forma en que me mira, creo que es seguro
decir que no está encantado de verme en este momento.
No me pierdo la mirada de satisfacción que pasa por sus ojos al ver el daño
que ha dejado en mi rostro.
—Fuera —gruñe, indicándome con la cabeza que me quede en la entrada.
Cam pasa junto a él, guardando silencio mientras entra en la casa y August sale.
Bajo los escalones y me detengo en la acera mientras giro para mirarlo.
August se aleja de la puerta y se deja caer en el último escalón mientras inclina
la cabeza hacia un lado y me mira con los ojos entrecerrados.
—Querías hablar, así que jodidamente habla.
Tragando con dificultad por el nudo que tengo en la garganta, asiento.
—Llevo mucho tiempo enamorado de ella, August. No espero que lo
entiendas, pero nada de esto es al azar y no es personal. Empezó en el instituto,
pero entonces nunca hicimos nada.
—Oh, qué jodidamente noble de tu parte —se burla, poniendo los ojos en
blanco— Es muy considerado de tu parte esperar a que mi hermana cumpliera
dieciocho años para follártela.
145 —No es así, hombre —digo, con la desesperación evidente en mi voz. Hago
una pausa y paso una mano por mi cabello con frustración— Quiero más con
ella, pero no lo haré sin tu bendición. Los dos son importantes para mí, pero si
no me quieres con ella, no puedo discutirlo. Sé que no soy la persona perfecta.
Diablos, tú más que nadie conoces todos mis defectos. No puedo decir que te
culparía si no quisieras que saliera con ella. Siempre le he dicho que se merece
más de lo que yo podría darle, pero nunca lo aceptó como respuesta.
August mantiene sus ojos entrecerrados en mí.
—Ella se merece más. Sé cómo funciona. A la hora de la verdad, el juego
siempre será más importante para ti. El hockey es tu primer amor, tu vida, igual
que la de tu maldito padre. Y cuando todo se desmorone, me niego a sentarme y
ver como destruyes su vida como tu padre hizo con tu madre.
Guau.
Sus palabras me golpean como una tonelada de ladrillos directos al pecho.
La fuerza me golpea más fuerte de lo que podrían hacerlo sus puños y me quedo
sin nada, mirándolo fijamente mientras mis ojos se abren de par en par. Ha sido
un golpe bajo y él lo sabe, la culpa invade su rostro al instante.
Mi padre nunca formó parte de mi vida, pero mi madre me contó la historia.
Cuando estaba embarazada de mí, hubo complicaciones y no pudo mudarse al
estado donde a él lo reclutaron en un equipo. Una noche, cuando volvía a casa
para verla, tuvo un accidente de auto que arruinó su carrera. Nunca volvió a ser
el mismo y se marchó cuando yo solo tenía seis meses, sin volver a acercarse a
ella, hasta hace poco.
No conozco personalmente al hombre y nunca me interesó, incluso después
de que se pusiera en contacto con mi madre después de todo este tiempo. Pero
oír esto de August duele, maldición. Él sabe que mi padre nunca estuvo
involucrado en mi vida, así que ¿cómo podía esperar que yo fuera realmente
como él? Aunque, si hay algo que he intentado hacer en mi vida, es asegurarme
de no acabar como él.
August no se equivoca. El hockey es mi primer amor, lo primero a lo que me
dediqué por completo. Siempre ha sido mi vida, pero estoy aprendiendo que hay
algo más en la vida que jugar a este deporte. Cuando lo pienso de verdad después
de decirlo, ¿elegiría a Isla antes que el deporte? Si pasara algo y estuviera en la
misma situación que mi padre, ¿acabaría igual que él?
Se equivoca en ese hecho. Nunca dejaría a mi mujer y a mi hijo solo porque
se arruinará mi carrera. No es tan importante para mí, a la hora de la verdad.
Pero mientras las palabras de August se arremolinan en mi mente, no puedo
evitar pensar que tiene razón.
146 —Yo nunca le haría eso —digo, con voz baja y tranquila—. Jamás la
abandonaría a ella y a mi hijo, maldición, solo porque se hundiera mi carrera.
—¿Cómo puedes saber eso? —pregunta, con la culpa todavía en sus ojos,
pero ya no hay forma de dar marcha atrás— No puedes garantizar una mierda,
Logan. Me dijiste que no tenía de qué preocuparme cuando sospeché de ustedes
dos. Tienes que acabar con esta mierda ahora. Deja que encuentre a otra
persona, alguien con quien pueda ser feliz.
Lo miro devuelta, sus ojos quemando agujeros a través de los míos. No quiero
estar de acuerdo con él, pero nunca me dejará olvidar esto. Nunca me va a
perdonar por esto y si intento seguir con Isla, solo conseguiré empeorar la
situación. Destruyó nuestra amistad y no quiero interponerme entre ellos dos y
su relación.
—De acuerdo. Si quieres que me aleje de ella, está bien —digo, con las
palabras amargas en la lengua mientras las escupo. Al instante me arrepiento
porque no es lo que quiero, pero me ha acorralado. No tengo más remedio que
someterme— Si crees que será más feliz sin mí, entonces la dejaré marchar.
—Bien —dice, mirando al suelo mientras mueve los pies en sus zapatos—
Solo quiero que tenga la oportunidad de ver que hay algo más en la vida ahí
fuera. Toda su vida ha sido hockey por mi culpa. No necesita seguir viviendo esta
maldita vida, hermano. Solo quiero que sea feliz, pero no puedo soportarlo
estando con mi mejor amigo.
No entiendo del todo su razonamiento, pero asiento de todos modos. O ha
dicho la verdad sobre que acabaré como mi padre o ha sido únicamente porque
se siente herido. En cualquier caso, no voy a investigarlo. No cuando siento como
si me hubieran arrancado el corazón del pecho.
No cuando sé que necesito ir a casa y arrancar el de Isla de su caja torácica.
—Estará bien —dice August, con voz suave y tranquila. Sus ojos se cruzan
con los míos y frunce el ceño— Solo fue un flechazo que se fue de las manos. Lo
superará y verá que yo tenía razón. Y tú harás lo mismo, como siempre. Pasarás
de una cama a otra.
—¿Es por eso que realmente no la quieres conmigo?
August me corta la mirada.
—Te conozco, Logan Knight. Eres un buen hombre, no me malinterpretes.
Por algo eres mi maldito mejor amigo. Pero ustedes dos no son el uno para el
147
otro. Al final le harás daño y entonces tendré que matarte de verdad, y me temo
que no podré hacerlo.
Le devuelvo la mirada, sus palabras calan hondo. Quizá nuestra amistad no
haya terminado por completo y quizá no terminaría si saliera con su hermana,
pero tiene miedo de cuándo terminaría. Y como no hay garantías, no confía en
que no rompamos, en que sea un amor para siempre. Tiene miedo de que le haga
daño y entonces nuestra amistad se acabe de verdad.
—¿Cómo volvemos a donde estábamos? —pregunto, dejándome caer en el
último escalón mientras miro las grietas de la acera de cemento— Sé que te
traicioné y rompí tu confianza.
—Sí, jodidamente lo hiciste —exhala, un suspiro cae de sus labios mientras
se pone de pie— Termina las cosas con mi hermana y eso es un comienzo.
Lo escucho moverse detrás de mí, pero cuando me doy la vuelta para verlo,
desaparece de nuevo en casa de Cam sin decir nada más. Me deja solo en el
silencio, con nada más que mis pensamientos y sus palabras de despedida
flotando en el aire.
No tengo más remedio que terminar con Isla.
Y ella nunca va a perdonarme.
27
Isla
Traducido por Mar
Sentada en el sofá, hago girar entre los dedos un hilo suelto de la manta.
Logan se había ido cuando me levanté esta mañana y no me sorprendió
encontrar el apartamento vacío. Anoche me dijo que tenía que arreglar las cosas
148 con mi hermano, fuera como fuera.
No lo llamé ni le mandé un mensaje después de despertarme porque sabía
que iba a estar en casa de Cam. Y si estaba con mi hermano, no iba a quedar
bien que me pusiera en contacto con él. En todo caso, solo empeoraría nuestra
situación. Tengo miedo de que vuelva a casa... Tengo miedo de escuchar lo que
August tenía que decir.
Ojeo distraídamente los canales cuando escucho abrirse la puerta principal.
Mi cuerpo se pone rígido y me siento más derecha, girándome hacia el comedor
mientras se me corta la respiración. Escucho cómo se cierra la puerta y sus
pasos se hacen pesados al atravesar la cocina.
Logan se detiene en el comedor, con el rostro desencajado. Sus ojos azules
como el océano se encuentran con los míos y en el fondo se avecina una
tormenta. Sus carnosos labios se fruncen y sus cejas se juntan mientras camina
hacia mí.
No dice ni una palabra mientras rodea el sofá y se deja caer en el cojín a mi
lado. Toma mis brazos y tira de mí hacia él, entierra su rostro en mi cuello y me
abraza. Hay algo raro en él, en su forma de actuar, pero lo respiro, saboreando
el olor de su colonia y el calor de su cuerpo.
—Esto tiene que acabar, nena —murmura, rozando con sus labios la piel
sensible de mi cuello— No podemos seguir haciendo esto.
Mi corazón late erráticamente en mi pecho mientras me congelo contra él.
—¿De qué estás hablando? —Mi voz es tranquila, mis palabras rotas
mientras el pánico se filtra por las grietas— ¿No podemos seguir haciendo qué?
—Esto —dice suavemente mientras presiona sus labios contra mi garganta
y se aparta— No podemos estar juntos. No podemos hacer esto juntos. Tengo
que dejarte ir, dejar que sigas adelante y encuentres a alguien que pueda darte
todo lo que te mereces.
Mi corazón se hunde y el suelo se cae debajo de mí mientras el pavor llena
la boca de mi estómago. Esto no puede estar pasando. Después de todo lo que
hemos pasado juntos, aquí es donde realmente terminamos. Con nuestros dos
corazones rotos, en añicos esparcidos por el suelo.
—No necesito encontrar a alguien porque ya lo he hecho —digo, con la voz
entrecortada mientras las lágrimas caen de mis ojos sin previo aviso. Se me
forma un nudo en la garganta y trago saliva con brusquedad— Esa persona eres
tú.
Sus brillantes ojos azules buscan los míos, sus manos acarician los lados de
149 mi rostro, atrapando las lágrimas con las yemas de sus pulgares mientras caen.
—Lo sé, cariño, pero tu hermano no lo aprueba y eso no es justo para ti. Lo
último que quiero es interponerme entre ustedes dos, así que tengo que dejarte
marchar.
—No —sacudo la cabeza, el pánico abrumador me consume. Es como si
estuviéramos repitiendo el pasado y volviera a vivir cómo me deja. Aunque esta
vez es diferente. Hay más sentimientos de por medio y estamos muy involucrados
en esto. Es más que un enamoramiento. Lo amo— Déjame hablar con él y hacerle
entender. No tiene que ser así, Logan. No tienes que elegir. Déjame hablar con él
primero.
La sonrisa de Logan es triste.
—Lo siento, cariño. Tiene que ser así. No quiso escucharme y tampoco va a
querer oírlo de ti —Hace una pausa, tomando ambos lados de mi rostro entre
sus manos mientras sus ojos húmedos sondean los míos— Tenemos que
tomarnos este pequeño descanso y dejar que August respire. Quizá cambie de
opinión. Y si no lo hace, aún tienes la oportunidad de encontrar la felicidad en
lugar de estar atrapada con tu amor de instituto.
—Eres más que eso, Logan —musito, mi voz apenas audible mientras mis
cejas se juntan— Lo decía en serio. Te amo, te amo desde hace mucho tiempo.
—Yo también te amo, Isla —Sonríe, sus ojos se cierran mientras dos lágrimas
resbalan y caen por los lados de su rostro— Por eso tengo que dejarte marchar.
Sus labios encuentran los míos, su beso lento y apasionado. Me besa como
si fuera la última vez, y es muy posible que lo sea. Si August nunca se hace a la
idea de que estemos juntos, Logan nunca volverá a mí.
Se aparta lentamente de mí y sus suaves labios rozan mi frente antes de
ponerse en pie. Lo miro mientras se aleja del sofá y se dirige al comedor. Es una
posición incómoda, dado que ambos vivimos en el mismo apartamento.
—No hagas esto, Logan Knight —digo con voz dura y fría mientras lo fulmino
con la mirada.
Logan me mira por encima del hombro mientras se detiene en la puerta que
da a la cocina.
—Lo siento —dice con voz apenas audible y los ojos llenos de dolor, mientras
la distancia entre nosotros parece crecer por segundos— Siempre te amaré, Isla
Whitley.
150
Y con eso, desaparece del comedor. Sus pasos son pesados mientras camina
por la cocina y las lágrimas no dejan de caer de mi rostro. Un sollozo me desgarra
cuando escucho la puerta cerrarse tras él, y me quedo sola con mis
pensamientos y mi corazón hecho trizas y tirado por el suelo.
No puedo creer que realmente me haya hecho esto... a nosotros.
Aunque no debería sorprenderme...
Siempre supe que sería él quien me haría daño.
28
Logan
Traducido por Mar
152 Trago saliva, la frustración arde en mis venas y le hago un gesto con la
cabeza antes de deslizarme en mis patines. Por suerte, Cam toma el disco antes
que el otro equipo y le dio la vuelta, patinando hacia su portería mientras se lo
pasa a August en el centro del campo. Sacudiendo la cabeza, aparto los
pensamientos sobre Isla y me concentro en la tarea que tengo entre manos.
Puede que este no sea un partido importante, pero si tratas cada uno como
si fuera similar a un partido de playoffs, te ayuda a mantener la cabeza en él y
fuera de las nubes. Llega un momento en el que hay que dejar todo lo demás
fuera del hielo y lo único que importa es el palo en la mano y el disco deslizándose
por el hielo.
Agacho la cabeza y patino hacia la línea azul, quedándome atrás mientras
veo cómo nuestra ofensiva pasa el disco de un lado a otro antes de que el ala
derecha del otro equipo se lo quite de un manotazo. El disco sale disparado hacia
mí y yo patino tras él, deslizando mi palo a lo largo de él mientras lo llevo al
fondo de la red. Asher, nuestro portero, me hace un gesto con la cabeza y el
árbitro hace sonar el silbato.
Con el disco en la mano, mis patines se deslizan sin esfuerzo sobre el hielo
mientras busco a alguien a quien pasárselo. El ataque del otro equipo está justo
delante de mí y veo a August aguardando en el centro. Deslizo el disco y se lo
envío mientras gira con él, escabulléndose del jugador que tiene encima. Se abre
de par en par y patina como un poseso.
Mira a su alrededor y Cam no está lejos de él, pero no tiene sentido pasarlo.
Cam le grita que tire el disco y el portero del otro equipo se pone en posición de
mariposa para intentar bloquear el tiro de August. Éste golpea con el palo,
levanta el disco y lo envía directamente a la parte superior de la red.
Suena la bocina y todo el mundo en las gradas empieza a gritar. August
levanta el puño y patina en círculo mientras todos los miembros de nuestro
equipo se acercan a felicitarle como si acabara de marcar el gol de la victoria. Así
son las cosas en un equipo que es como una familia. Celebramos cada maldita
victoria.
Soy el último de la pequeña fila y patino hacia August, dándole golpecitos en
la parte superior del casco con el guante.
—Buen tiro, hombre.
Me mira fijamente a través de su casco y veo que las comisuras de sus labios
se inclinan un poco hacia arriba.
—Gracias, hermano —Asiente, sus ojos son diferentes a los de antes. Más
suaves. Lo miro mientras patina de vuelta al centro del hielo y vuelvo a mi
153 posición junto a la línea azul, esperando a que caiga el disco.
El disco cae y August gana el enfrentamiento, devolviéndomelo. Me dirijo
hacia el centro de la pista antes de pasarlo mientras alguien grita cambio de
turno desde el banquillo. August y yo patinamos juntos fuera de la pista,
saltando por encima de las tablas mientras Simon y Greyson ocupan nuestros
lugares en el hielo.
Tomo una botella de agua y la meto en mi boca a través de la rejilla del casco
mientras August hace lo mismo. Nos quedamos un rato en silencio, mirando el
hielo mientras nuestros compañeros luchan por el disco.
Miro hacia él para decirle algo, justo cuando el equipo contrario golpea a
Sterling contra las tablas del otro lado de la pista. Me pongo en pie y miro cómo
cae al hielo antes de volver a levantarme.
—¡Qué diablos! Ha sido un golpe sucio, ¿y los árbitros no van a pitar esa
mierda?
—Por supuesto que no —murmura August, sacudiendo la cabeza con
disgusto mientras se levanta sobre sus patines a mi lado— Eso ha sido una
completa idiotez.
Echo un vistazo al marcador, me doy cuenta de que aún quedan nueve
minutos para que acabe el periodo y no está cerca mi hora de volver al hielo,
pero me hierve la sangre por el golpe sucio. Sterling patina más despacio que
antes del golpe. Mis ojos encuentran el 27 en la espalda de la camiseta que le
golpeó.
—¡Cambio de turno! —Grito, golpeando mi palo contra las tablas. Mi culo ya
está a punto de saltar sobre ellas antes de que Greyson vuelva a patinar—
¡Maldito cambio de turno!
Greyson apenas ha pasado por encima de las tablas cuando salto al hielo,
con los ojos clavados en el número 27 que patina hacia su red mientras Simon
se dirige hacia ella. Tengo que quedarme atrás y serenarme. No puedo ir a darle
una paliza, pero se ha librado de un golpe sucio y, aunque los árbitros no lo
hayan pitado, no voy a dejar que esa mierda salga volando.
Su portero atrapa el disco cuando Simon lo lanza hacia él, y el árbitro hace
sonar su silbato. Patino hacia el centro de la pista mientras ellos se alinean para
un enfrentamiento más cerca de la portería. El número 27 no está lejos de mí y
esta vez voy por ese hijo de puta.
Veo a Sterling patinar y saltar al banquillo mientras Leander entra en la
alineación. El disco cae y el otro equipo gana enfrentamiento. Su centro patina
154 por el medio y veo que el número 27 se acerca a mí mientras yo patino más cerca
de la red para defenderla. Atravieso el hielo, me acerco a él y lo golpeo con fuerza
contra las tablas mientras le robo el disco.
—¡Mierda! —grita enfadado mientras yo me alejo patinando y paso el disco
a Simon, que está más cerca del centro del hielo. Recibe mi pase y se dirige hacia
la portería. El número 27 me fulmina con la mirada antes de alejarse
patinando— Estás acabado —dice por encima del hombro.
Una sonrisa se dibuja en mis labios y patino tras ellos, quedándome un poco
atrás cuando el disco está en la zona ofensiva. Lo ha entendido todo mal. Actúa
como si fuera a hacerme alguna mierda, pero soy yo quien tiene asuntos
pendientes con él. Los espero, observando cómo se pelean por el disco. Empiezo
a patinar lentamente hacia atrás mientras ellos retroceden hacia nuestra red.
El número 27 tiene el disco y, en lugar de ir hacia la red, se dirige
directamente hacia mí. Espero a que esté literalmente a unos centímetros de mí
para apartarme y lo mando contra las tablas. Se estrella contra ellas con un
fuerte golpe y cae de rodillas por un momento. Una carcajada retumba en mi
pecho y sacudo la cabeza ante su estupidez.
Me está apuntando de verdad, pero ha conseguido derribarse sin que yo
tenga que tocarlo.
—¡Cambio de turno! —grita alguien desde nuestro banco y echo un vistazo
para ver de quién se trata. August está ahí de pie, haciéndome señas para que
vuelva, pero niego con la cabeza y miro hacia las gradas.
No sé qué me impulsa a hacerlo, pero es casi como si pudiera sentir sus ojos
clavados en mí, incluso con tanta distancia entre nosotros. Miro hacia dónde
está mi madre y, para mi sorpresa, veo a Isla sentada a su lado.
Una sonrisa se dibuja en mis labios, aunque sé que no debería sonreír, pero
estoy jodidamente eufórico al verla aquí. La chica que ocupa cada pensamiento
dentro de mi cabeza.
—LOGAN! —La voz de August es fuerte, pero casi no la oigo por lo
ensordecedor que es el juego— ¡CUIDADO!
Lo miro, frunciendo el ceño, antes de mirar a mi derecha, justo cuando el
Número 27 viene volando hacia mí. No me da tiempo a apartarme de su camino
y se abalanza sobre mí, con un maldito golpe tan sucio que me empuja
violentamente contra las tablas.
No preveo toda la fuerza de su golpe y mi cabeza se estrella contra el cristal
155 antes de que pueda prepararme para nada. Ni siquiera mi casco es suficiente
para detener el latigazo cervical instantáneo que sufro. Tengo la sensación de
que el tiempo está suspendido, ya que los ángulos de mi visión se vuelven negros
y se acercan rápidamente a mí mientras caigo a cámara lenta.
Todo se oscurece antes de que toque el hielo.
29
Isla
Traducido por Mar
157
árbitros separen a todo el mundo. August me ve al final del túnel y se acerca
patinando.
—No te preocupes, el imbécil que lo golpeó está expulsado del partido y con
suerte, el resto —Se detiene un momento, sus ojos buscan los míos mientras las
lágrimas siguen cayendo por mis mejillas.
—¡Isla, tenemos que irnos! —dice Camila mientras me llama desde el otro
extremo del túnel.
August frunce el ceño, sus cejas fruncidas mientras me mira con
preocupación.
—Ve con ella —dice en voz baja, indicándome que dé la vuelta— Ve a
asegurarte de que está bien.
Asiento, hipando mientras limpio apresuradamente las lágrimas de mi
rostro. Rápidamente me acerco a él y rodeo su cintura con los brazos, a pesar
de que me sobrepasa con sus patines.
—Te quiero, hermano mayor.
—Yo también te quiero, hermanita —murmura, devolviéndome el abrazo
antes de apartarme— Ahora vete.
Asiento, giro rápidamente sobre mis talones y corro por el túnel hacia
Camilla. Ya se ha marchado y empiezo a correr cuando la veo atravesar el
vestíbulo y dirigirse a la salida. Me quedo sin aliento cuando la alcanzo. Empuja
la puerta y la abre mientras salimos al aire frío.
—Dijeron que lo llevaban al Samaritan Memorial Hospital. Está a unos diez
minutos, pero tenemos que reunirnos con él allí.
—Está bien —digo en voz baja, siguiéndola hasta su auto— ¿Seguro que te
parece bien que te acompañe?
Camilla hace una pausa y abre la puerta del conductor.
—Por supuesto, cariño. Eres como de la familia —Se deja caer en su asiento
y yo hago lo mismo en el del copiloto— Sé lo que siente Logan por ti. Me llamó
esta mañana y me lo contó todo. Si alguien debe estar a su lado ahora mismo,
sé de corazón que eres tú.
Mi respiración se atasca en mi garganta y mi corazón late en su jaula
mientras mi pecho se contrae. Puedo sentir las lágrimas quemando las esquinas
de mis ojos y soy un maldito desastre otra vez. Las lágrimas caen por los costados
de mi rostro y miro por la ventanilla mientras las limpio.
158
Nos quedamos en silencio durante el trayecto al hospital, cada una sumida
en sus propios pensamientos. Sé que Camilla pasó por un infierno cuando su ex
marido tuvo el accidente y estoy segura de que esto es como volver a vivirlo. No
es la primera vez que Logan se lesiona durante un partido, pero sí la primera
que recibe un golpe así y tuvo que ser sacado en camilla.
Es su hijo, el único en su vida. No puedo imaginar cómo se siente ahora, sin
saber si está bien o qué está pasando realmente. La forma en que su cabeza
golpeó el cristal... solo de pensarlo me estremezco mientras un escalofrío recorre
mi espalda.
Tiene que estar bien. Todo lo que tenemos no puede acabar así.
Nuestra historia aún no ha terminado, aunque haya intentado acabar
conmigo esta mañana. No quería aceptarlo entonces, y estoy segura de que no
lo acepto ahora.
Tiene que estar bien...
Cuando llegamos al hospital, Camilla no se molesta en buscar
estacionamiento. En lugar de eso, estaciona directamente en la puerta del
edificio y entra. La sigo, deseando tener la mitad de la confianza que tiene esta
mujer. Me da envidia su forma de comportarse, como si nadie pudiera tocarla ni
decirle lo que puede o no puede hacer.
Camina a grandes zancadas hacia la recepción de urgencias, con sus
tacones haciendo ruido en el suelo de linóleo. Yo voy justo detrás de ella,
mientras grita el nombre de su hijo y exige saber dónde está y qué está pasando.
La amable recepcionista nos dice que la ambulancia acaba de llegar hace
unos minutos y que está en la unidad de traumatología, así que aún no podemos
regresar todavía. Juro que Camilla está a punto de amotinarse cuando empieza
a levantar la voz, exigiendo que hable con alguien por encima de ella.
La mujer se acobarda y desaparece mientras llama a su supervisora. Ésta
se acerca y Camilla le explica toda la situación, exigiendo ver a Logan o hablará
con alguien de la junta. Camilla es intimidante como la mierda y me encanta. La
supervisora se doblega y le dice que solo puede permitir que uno de nosotros
ingrese.
Camilla me mira, sus ojos tristes, pero están llenos de más pánico del que
jamás he visto nadar en la mirada de alguien.
—Isla... —su voz se corta, pero sé lo que va a decir. Logan es su hijo. Si
alguien debería estar con él en este momento, es ella.
159 —Ve —digo, señalando con la cabeza a la mujer que está esperando para
llevar a Camilla con Logan— Esperaré a saber de ti para cuando sea mi turno de
ir a verlo.
Camilla me da un rápido abrazo antes de cruzar la sala de espera
arrastrando los pies hasta la recepcionista que la está esperando. Las observo
entre lágrimas mientras desaparecen por las puertas corredizas de cristal que
dan a la sala de urgencias.
Encuentro un asiento vacío junto a la pared del fondo, lejos de la mayoría
de la gente que espera, y dejo caer la cabeza entre las manos mientras las
lágrimas me consumen por completo. Un sollozo recorre mi cuerpo y el pánico
se apodera de mí. Sé que estaba más en estado de shock cuando ocurrió por
primera vez y ahora me doy cuenta de la realidad de la situación.
Lo tienen en la unidad de traumatología, así que eso no puede ser nada
bueno. No sé mucho de medicina, pero he visto algunas series de médicos en
mis años. No creo que ese sea el lugar del hospital donde uno quiere estar, pero
si ese es el nivel de atención que necesita, entonces tiene que estar en el lugar
correcto.
Un millón de cosas pasan por mi mente. La forma en que se golpeó la cabeza,
¿tiene algún tipo de traumatismo craneal? Jesús, esto es demasiado. No sé si
podré soportarlo. Sin pensarlo, me levanto y salgo de la sala de espera. El aire
frío del atardecer pica en mi rostro cuando salgo y empiezo a caminar.
Camino de un lado a otro. Pierdo la noción del tiempo. Pierdo la cabeza sin
saber qué está pasando. Mis pies no paran de moverse hasta que me duelen las
piernas y siento que se me forman ampollas en los talones.
Los faros parpadean cuando otro auto se detiene frente al hospital, pero no
me molesto en dejar que me distraiga de pensar en él. Es lo único en lo que mi
mente puede concentrarse ahora mismo. Logan, tumbado en una cama de
hospital, y los millones de “y si...” que pasan por mi cabeza.
—Isla —grita mi hermano, sus pasos se hacen más fuertes a medida que se
acerca a mí. Levanto la cabeza, con la mirada clavada en el suelo, y mis ojos se
abren de par en par al verlo a él, a Cam y a Sawyer caminando hacia mí— Los
otros chicos también vienen hacia aquí.
Un sollozo se atasca en mi garganta, las lágrimas llenan mis ojos al instante
mientras mi corazón se hincha por la familia de Logan. Todos estos chicos, sus
compañeros de equipo, son su familia. Y vienen aquí a sentarse en la sala de
espera hasta que obtengamos algunas respuestas.
El rostro de August cae y sus cejas se juntan mientras frunce el ceño.
161
30
Logan
Traducido por Mar
Mi cabeza palpita y grita de protesta cuando intento abrir los párpados. Los
siento muy pesados, como si estuvieran cargados con sacos de arena. Escucho
un leve pitido a lo lejos, pero no consigo distinguirlo sin abrir del todo los ojos.
162 Aunque mi cuerpo lucha contra mí, los abro lentamente.
Las luces de la habitación son tenues y está en silencio, salvo por el pitido
de una máquina a mi derecha. Las palpitaciones de mi cabeza aumentan cuando
la giro hacia un lado y encuentro a mi madre sentada junto a mi cama. Mi mano
está entre las suyas mientras apoya la frente en el colchón.
—¿Mamá? —balbuceo, con voz áspera y dura. Mi garganta arde al intentar
pronunciar la palabra, pero ella me escucha.
Levanta la cabeza de golpe y sus ojos inyectados en sangre se abren de par
en par al ver los míos.
—Dios mío, Logan —jadea, una sonrisa se dibuja en sus labios mientras sus
ojos se llenan de lágrimas— Estás despierto.
Intento levantar la cabeza, con la desorientación pesando en mi confuso
cerebro mientras mis ojos intentan escudriñar la habitación. Mi vista se nubla
por un momento antes de volver a enfocarse, y vuelvo a bajar la cabeza,
derrotado.
—¿Qué sucedió?
Sus ojos son suaves, sus cejas juntas y nada más que simpatía nadando en
las profundidades azules de sus ojos.
—¿No te acuerdas? Anoche jugaste al hockey y te diste un buen golpe —
Hace una pausa y exhala profundamente— Tuviste una conmoción bastante
fuerte y has estado de baja casi veinticuatro horas. Los médicos dijeron que no
había hemorragia ni hinchazón, pero tu cerebro se sacudió lo suficiente como
para tenerte durmiendo tanto tiempo.
Mi cerebro lucha contra el recuerdo, pero vuelve a mí rápidamente y lo
recuerdo todo. El jodido número 27 y ese maldito golpe sucio. E Isla. Apareció
en el partido y estaba sentada en la grada junto a mi madre cuando ocurrió.
Mi corazón sube hasta mi garganta.
—¿Dónde está Isla?
—Está ahí mismo —sonríe mi madre, señalando al otro lado de la habitación,
donde está acurrucada en un sofá— No ha salido desde que llegamos.
Maldita sea. No puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. Mi corazón
se hincha en mi pecho y se me hace un nudo en la garganta al contemplar su
pequeña figura durmiendo plácidamente. Ha visto todo el accidente y sigue aquí.
Nunca habría esperado que se quedara a mi lado todo este tiempo, pero así es
163 Isla Whitley.
Es del tipo de chica que aguantar o morir.
Mi chica.
—¿Quieres que la despierte? —pregunta mi madre en voz baja, sus ojos
buscan los míos.
—No —sonrío mientras limpio mis lágrimas— Déjala descansar. Seguro que
está agotada si lleva aquí desde el partido.
Los labios de mi madre se curvan hacia arriba mientras enseña sus dientes
blancos y brillantes.
—En realidad, todo tu equipo está aquí —Hace una pausa y aprieta la mano
que sigue sosteniendo— Llevan acampados en la sala de espera desde tu
accidente.
—¿Hablas en serio? —Mi voz se quiebra. Tener a Isla aquí significa todo para
mí, pero saber que todo mi equipo está aquí, toda mi familia, ni siquiera tengo
palabras para describirlo. Cuando ocurren cosas malas, es curioso cómo une a
todo el mundo. Cómo te apoyan. Esas son las personas importantes de la vida,
las que nunca debes dejar escapar.
Mi madre asiente con entusiasmo.
—Voy a buscar a la enfermera para que el médico venga a verte. August ha
estado pidiendo entrar en cuanto te despertaste.
—¿Él también ha estado aquí?
—Por supuesto, cariño —dice mi madre, con voz suave y cálida, sus ojos
compasivos— Te quiere como a un hermano. Eres su mejor amigo. Ha estado
entrando y saliendo de esta habitación, esperando a que tú también te
despertaras.
Asiento, mi corazón sube por mi garganta.
—¿Vas a buscar a la enfermera?
—Voy para allá —Mi madre sonríe mientras se pone en pie y presiona sus
labios contra mi frente— Me alegro tanto de escuchar tu voz.
—Te quiero, mamá —digo, con los ojos cada vez más pesados cuando ella
me lo devuelve antes de salir de la habitación. Dejo que mis párpados se cierren
y me quedo dormido unos instantes hasta que entran la enfermera y el médico.
Me examinan cuidadosamente para asegurarse de que todo va bien. La
164 doctora se gira para hablar conmigo después de colgarse el estetoscopio al cuello.
—Parece que estás bien y estar despierto es una buena señal. No has sufrido
lesiones importantes, pero has tenido una conmoción bastante fuerte. Tu cerebro
aún necesita tiempo para curarse, así que vas a tener que tomarte un tiempo sin
jugar al hockey hasta que un neurólogo te dé el alta.
—¿Cuánto tiempo será? —No puedo contener el pánico que serpentea
alrededor de mis palabras. He tenido contusiones y lesiones en el pasado, pero
nada tan importante.
La doctora mete las manos en sus bolsillos mientras la enfermera
comprueba mis constantes vitales por última vez y pregunta a mi madre si
necesitamos algo.
—Podría tardar entre dos y cuatro semanas, así que no es tanto tiempo. Pero
vamos a concertarte una cita de seguimiento con neurólogo una vez que te den
el alta, así que te darán el alta después de tu cita siempre que no tengas ningún
síntoma.
—De acuerdo —Asiento y hago una mueca de dolor, mirando hacia el otro
lado cuando veo movimiento en el sofá. Isla se incorpora lentamente y se quita
la manta de encima. Sus ojos se cruzan con los míos y se agrandan al ver que
estoy despierto. Una sonrisa se dibuja en mis labios y ella tapa su boca con la
mano— ¿Cuándo me darán el alta?
—Probablemente te tendremos una noche más, solo en observación, y luego
no veo por qué no podrías irte mañana por la mañana.
Isla se levanta y mi madre da las gracias al médico antes de que ella y la
enfermera vuelvan a salir de la habitación. Vuelvo a mirar a Isla, con expresión
suave mientras mis ojos buscan los suyos.
—Ven aquí, cariño.
Mi madre se da la vuelta, su mirada sigue la mía cuando ve a Isla caminar
más cerca de la cama. Ella me mira, con los ojos húmedos mientras sonríe
alegremente.
—Los dejaré un rato a solas —dice mientras se levanta y se aparta del
camino de Isla, que camina directamente hacia mí— August quiere verlos a
continuación, así que avísenme cuándo deba hacerlo pasar.
—Gracias, mamá —digo antes de volver a dirigir mi atención a Isla mientras
mi madre se escabulle fuera de la habitación. Levanto los brazos, la alcanzo y
ella se deja caer en el colchón a mi lado mientras la rodeo con mis brazos,
envolviéndola contra mi cuerpo. Es cálida y huele a vainilla, como mi chica.
165 —Estaba tan preocupada por ti —respira, rodeándome con los brazos y
apoyando la cabeza en mi hombro— Cuando te vi golpearte contra el hielo y no
levantarte, puede que haya sido el momento más aterrador de mi vida, Logan.
No te atrevas a asustarme así otra vez.
Una risita vibra en mi pecho y entierro el rostro en su cabello, respirándola
mientras aprieto los labios contra la parte superior de su cabeza.
—No intentaba asustarte. Ni siquiera lo vi venir porque estaba demasiado
ocupado concentrándome en ti en las gradas.
—Bueno, quizá no debería asistir a más partidos si solo voy a ser una
distracción —Se detiene un momento, su palma caliente contra mi piel a través
de la bata de hospital que todavía llevo puesta— Sabes que cuando estás en el
hielo, no importa nada más que ganar el partido. Si vas a estar demasiado
ocupado mirándome en las gradas, te volverán a golpear así y la próxima vez
podría ser incluso peor.
—No seas tonta —me río, rodeándola con mis brazos— Te quiero en cada
uno de mis partidos. Te prometo que después de que caiga el disco, me aseguraré
de prestar atención a lo que estoy haciendo en lugar de preocuparme por ti.
Sonríe contra mi hombro.
—Bien —musita mientras se aparta y toma mi rostro entre sus manos— No
soporto la idea de perderte, Logan Knight. Aunque hayas decidido que no
podemos estar juntos, necesito saber que estás en esta tierra. Aunque no sea
conmigo.
Mi corazón se rompe cuando sus palabras me golpean con toda su fuerza.
Acostado en esta cama, sabiendo que ha estado a mi lado desde que llegué, olvido
por completo la mañana anterior... de llegar a casa y romperle el corazón después
de que su hermano me pidiera que me alejara de ella.
No puedo ir en contra de lo que él quiere, pero no puedo dejarla ir.
No después de todo esto.
Suena un golpe suave en la puerta y se abre lentamente mientras August
entra. Olvidé avisarle a mi madre, pero supongo que ella se encargó de decirle
que podía entrar. O eso o se enteró de que estaba despierto y no pudo esperar
más.
Sus ojos nos observan a los dos en la cama, abrazados, y veo cómo se mueve
su nuez de Adán al tragar saliva. Una oleada de alivio recorre su rostro y sonríe
mientras se adentra más en la habitación. Lleva las manos metidas en los
bolsillos delanteros y se mueve nervioso cuando sus ojos se cruzan con los míos.
166 —Bienvenido de nuevo —Sonríe y asiente— Nos has dado un buen susto,
hombre. Me alegro mucho de verte despierto.
Le devuelvo la sonrisa y me río cuando Isla intenta apartarse de mí, pero la
sujeto más fuerte.
—Me alegro de estar despierto. No me esperaba esa mierda y, sinceramente,
aún no me creo que haya pasado. Pero estoy aquí y recuperándome.
—¿Cuánto tiempo hasta que estés de vuelta en el hielo? —pregunta August,
curiosidad y preocupación mezclándose en sus iris mientras se ubica en el
asiento en el que estaba mi madre antes de irse— En realidad, olvida que he
preguntado eso. Nada de eso importa, mientras vayas a estar bien y te recuperes
de esta mierda.
—No, tienes razón —asiento— Pero quiero volver al hielo. El médico dijo que,
de dos a cuatro semanas, solo depende de cuándo me dé el alta el neurólogo.
August asiente y sonríe mientras se muerde el interior de la mejilla. Guarda
silencio un momento antes de dirigir la mirada a Isla.
—Oye, hermanita, ¿crees que podrías dejarnos unos minutos a solas?
Arqueo las cejas y ella se incorpora lentamente, mis brazos se separan
bruscamente de ella. La tensión se desliza por su cuerpo y me doy cuenta de que
se siente incómoda en este momento.
—Claro —dice en voz baja mientras baja de la cama. Haciendo caso omiso
de su hermano, se inclina y presiona sus labios en mi cabeza— Estaré en el
pasillo si me necesitas.
Sus palabras calientan mi corazón, como si creyera que puede protegerme
de él o algo así. Tomo su mano y aprieto su cálida palma antes de soltarla. Su
sonrisa es brillante y sus ojos suaves cuando me mira una vez más antes de
desaparecer de la habitación, dejándonos solos a August y a mí.
El silencio es pesado y una incomodidad flota en el aire antes de que él hable.
—Me equivoqué.
Entrecierro los ojos y lo miro con pesar.
—¿Sobre qué?
—Tú e Isla —dice en voz baja, bajando los ojos hacia las manos que tiene
sobre el regazo. —Estaba tan jodidamente enfadado y dolido por toda la situación
que no pensaba con claridad. Pero después de tu accidente, no sé, mis ojos se
abrieron y pude ver que estuve equivocado todo este tiempo.
168 —Lo que sea —susurra mientras levanta la cabeza y gira ligeramente sobre
su estómago, deslizando las manos contra mi pecho antes de apoyar la barbilla
en ellas.
—¿Ser mía?
Sus ojos castaños rebotan de un lado a otro, buscando rápidamente los
míos.
—¿Eso es lo que quieres?
—Más que nada en el mundo.
Veo cómo su rostro se transforma, sus labios se curvan hacia arriba en una
sonrisa, y su cuerpo se desliza contra el mío mientras se acerca y sus manos se
posan a ambos lados de mi cabeza.
—Siempre he sido tuya, Logan Knight, desde que éramos niños —Hace una
pausa y acaricia lentamente mis mejillas con las yemas de los pulgares— Solo
que has sido demasiado tonto para darte cuenta.
—Espero que sepas que ahora nunca voy a dejarte marchar.
—Bien —Acerca sus labios a los míos, cálidos y suaves rozando los míos—
Porque no te dejaría, aunque lo intentaras.
Epílogo
Isla
Traducido por Mar
Un año después
169 De pie junto al lago helado, observo a Logan mientras patina sin esfuerzo.
Lo hace como si fuera muy fácil, como si fuera algo natural para él. Aprendí a
patinar sobre hielo cuando era niña; como siempre estaba en la pista y mi padre
era un jugador retirado de la NHL, no tenía más remedio que unirme a ellos.
Sin embargo, hace años que no patino, y el hielo que cubre el estanque
helado no es ni de lejos tan suave como el que tienen en la pista.
—¿Qué te pasa, nena? —pregunta Logan mientras se acerca patinando y se
detiene frente a mí— No me digas que has olvidado cómo patinar.
Entorno los ojos hacia él, de pie en el camino de grava junto al lago.
—No... es que ha pasado tiempo y no quiero caerme.
Logan estira la mano hacia mí con una sonrisa en los labios.
—Deja que te ayude. Prometo agarrarte si te caes —añade con un guiño.
Deslizo mi mano por la suya y dejo que me guíe sobre el hielo. A diferencia
de él, yo no puedo correr y patinar sin perder el ritmo. Parezco una niña, pisando
con pies inseguros y tobillos débiles. Agarro con fuerza a Logan e intento
deslizarme por el hielo como él.
No suelta mi mano y patina lentamente a mi lado mientras yo muevo las
piernas hacia delante y hacia atrás para intentar deslizarme por el hielo. Es casi
como montar en bicicleta y el movimiento me vuelve rápidamente, aunque
todavía estoy oxidada. Y, para ser sincera, prefiero fingir que no me siento
cómoda haciéndolo sola si eso significa que él seguirá tomando mi mano.
Después del accidente de Logan el año pasado, por fin pudimos hacer las
cosas oficiales. No tuvimos que escondernos a puerta cerrada y mantener
nuestra relación en secreto. Se aseguró de que todo el mundo supiera que yo era
su chica, aunque a veces se pusiera un poco celoso y sobreprotector.
August se adaptó mejor de lo que pensaba y, en lugar de mostrarse raro con
nosotros, le gustaba hablar de más y hacer bromas todo el tiempo, como si
fuéramos su fuente de entretenimiento. Nos aseguramos de que se sintiera muy
incómodo cuando se portaba como un imbécil y no evitamos las demostraciones
públicas de afecto.
Para ser sincera, Logan no podía quitarme las manos de encima y amaba
cada minuto.
Él está a mitad de camino en su último año de la universidad conmigo en mi
segundo año ahora. Ya se han puesto en contacto con él varios cazatalentos para
reclutarlo para sus equipos. La semana que viene irá a visitar algunos de sus
172 quiero nada más que pasar el resto de mis días contigo, a tu lado, con tu apellido.
Acerca su rostro al mío y sus labios rozan los míos.
—Hasta que la muerte nos separe, pequeña.
Estoy completamente consumida por él mientras reclama mi boca con la
suya, respirándome mientras agota el oxígeno de mis pulmones. Mi cerebro nada
y estoy tan perdida en él. En mi prometido.
Al que amo desde que éramos niños.
Con el que pasaré felizmente el resto de mi vida como su esposa.
El maldito Logan Knight.
Epílogo Bonus
Luna de miel de Logan e Isla
Logan
Traducido por Mar
173
El agua ondea en la orilla mientras caminamos de la mano por la arena. El
tiempo en Jamaica contrasta totalmente con el de Vermont. Isla parece
disfrutarlo y yo disfruto con ella, así que todos salimos ganando. Mentiría si
dijera que no extraño las temperaturas más frías a las que estoy acostumbrado.
Y la sensación del hielo bajo mis pies.
Isla se detiene, un suspiro escapa de sus labios cuando suelto su mano y
envuelvo mi brazo alrededor de su hombro. Salimos a la playa después de cenar
para ver la puesta de sol. La noche se ha vuelto más oscura ahora que la luna
ha salido y ha sustituido a la luz del sol desde arriba.
Inclino la cabeza, la miro y se dibuja una sonrisa en mis labios. Quiero tanto
a esta chica que malditamente duele. Su cabello ondulado está despeinado y
enredado por la brisa caribeña. Se gira para mirarme, con el rostro bronceado y
más moreno que nunca.
Retiro el brazo de sus hombros y tomo sus manos entre las mías, pasando
el pulgar por los dos anillos de su dedo. Nunca olvidaré el día en que se convirtió
oficialmente en mi esposa. La forma en que su vestido blanco se ceñía a cada
curva, fluyendo alrededor de sus pies mientras caminaba hacia mí por el pasillo.
Nos casamos un día de otoño en el lago donde le propuse matrimonio,
rodeados de todos nuestros amigos y familiares. Isla es preciosa, pero ese día me
robó literalmente el aire de los pulmones. Si pudiera volver a vivir ese día, lo
haría, pero me encanta este futuro que estamos construyendo juntos. Y estoy
deseando formar una familia con mi preciosa esposa.
Se dibuja una sonrisa pícara en la comisura de mis labios cuando miro más
allá de Isla y echo un vistazo a la playa. No hay ni una sola persona a la vista.
El complejo celebraba una fiesta esta noche, así que imagino que la mayoría de
los huéspedes estarán allí. Lo que nos deja a Isla y a mí solos en la playa de
arena blanca.
—¿Qué estás haciendo?
Miro a mi mujer.
—Nada, nena —Sonrío, suelto sus manos y me alejo de ella.
—Conozco esa sonrisa, Logan —dice, con voz juguetona mientras entrecierra
los ojos— Y no me gusta.
174
De espaldas al agua, empiezo a caminar lentamente hacia ella. El agua está
caliente y las pequeñas ondas se mueven alrededor de mis tobillos.
—No sé de qué estás hablando —digo, con una risita vibrando en mi pecho.
Isla observa mis movimientos desde la playa. Cuando me detengo en el agua,
tomo el dobladillo inferior de mi camiseta, me la quito y se la tiro. Sus ojos se
abren de par en par cuando deslizo las manos bajo la cintura de los pantalones
y empiezo a bajármelos.
—Logan Knight —regaña, con voz queda— No lo hagas.
No puedo evitar sonreír al ver cómo su rostro oscila entre el enfado y la
diversión. Me despojo de la ropa y le arrojo los calzoncillos y los bóxers mientras
permanezco desnudo en el agua. Isla deja caer mi ropa sobre la arena y sus
pasos son rápidos mientras se acerca para intentar taparme.
—Aquí no hay nadie más que nosotros —digo agarrándola por las caderas y
haciéndola girar. Bajo la cabeza hasta su cuello y aprieto los labios contra su
piel mientras empiezo a bajarle los tirantes del vestido— Nadie puede vernos
ahora, Isla. Ven a nadar desnuda conmigo.
Isla gira para mirarme, sus ojos buscan los míos. La luz de la luna se
proyecta sobre su rostro, revelando sus mejillas rosadas. Está jodidamente
deliciosa con el cabello revuelto y los tirantes del vestido a medio camino de los
brazos.
—¿Y si nos ve alguien? —susurra, con la inocencia evidente en su mirada.
Mi corazón se hincha al saber que es su primera vez y que lo hace conmigo.
—Al diablo con ellos —respondo, enganchando los dedos bajo el escote de
su vestido mientras empiezo a bajárselo. Su pecho sube y baja con cada
respiración superficial mientras deja que la despoje de su ropa. No tardamos
mucho en estar desnudos juntos, sumergidos hasta los tobillos en el agua tibia
del Caribe.
Isla da un paso hacia mí y rodea mi nuca con los brazos. Una sonrisa se
dibuja en la comisura de sus labios e iguala mi energía, sin importarle un carajo
nadie más que nosotros dos en este momento. La agarro por la cintura y la
atraigo hacia mí mientras mi rostro se hunde en el suyo.
Nuestras bocas chocan y sus labios se separan al instante, dándome acceso
a su interior. Mi lengua se desliza por la suya, enredándose mientras
profundizamos el beso. Hay un cambio, la tensión pesa entre nosotros. No hay
nada dulce en la forma en que nuestras bocas se funden. Por el contrario, está
alimentada puramente por la necesidad y el deseo. Es casi salvaje cuando desliza
las manos por mi nuca, agarrando los mechones de cabello.
175 Suelto su cintura y deslizo las manos a lo largo de su torso, deteniéndome
al llegar al punto en que sus nalgas se unen a sus muslos. Agarro su trasero y
la levanto en mis brazos. Suelta un aullido, pero me trago el sonido mientras
mantengo mis labios pegados a los suyos. Mi pene está duro como una roca y
palpita contra ella, sintiendo su húmedo coño apretado contra mi vientre
mientras rodea mi cintura con sus piernas.
Me doy la vuelta y la estrecho entre mis brazos. Nuestras lenguas siguen
bailando juntas mientras nos sumerjo más en el agua. Mi piel está tibia y las
olas acarician suavemente nuestros cuerpos. Sigo caminando hasta que el agua
llega a mi cintura. Sin dejar de sostenerla, deslizo las manos hasta sus caderas
y me separo.
Isla se queda sin aliento y sus ojos se clavan en los míos.
—¿Por qué has parado?
—Recuéstate para mí, nena —murmuro, apartándola ligeramente mientras
la bajo, presionando mi pene contra su coño— Quiero follarte bajo la luz de la
luna.
—¿En el océano? —respira, moviendo las caderas cuando la punta de mi
pene penetra su centro. Está húmeda y resbaladiza, más tensa que nunca,
mientras la penetro lentamente.
—En el océano —gimo, levantándola y bajándola mientras acaricio mi pene
con su coño— Recuéstate, nena. No te soltaré.
Isla suelta lentamente sus manos de mi cabello, deslizándolas por mis
brazos mientras se sumerge en el agua. Su cabello forma un abanico en el
océano, como un halo alrededor de su cabeza, mientras permanece acostada
boca arriba. Flota sobre el agua, rodea mi cintura con las piernas y yo la sujeto
por las caderas. El agua ondula en sus pechos y me hipnotiza verla así.
Sujetándola, muevo las caderas, metiendo y sacando mi pene. Lento y dulce
es mi método de tortura. Isla empuja los brazos a través del agua, dejándolos
flotar a su lado mientras empiezo a follarla con más fuerza. Esta es una imagen
que grabaré a fuego en mi memoria. Una que conservaré hasta el día en que
abandone este mundo.
Manteniendo una mano en su cadera, deslizo la otra hacia su centro,
presionando mis dedos entre nuestros cuerpos mientras seguimos
encontrándonos en el centro. Mi pulgar roza su clítoris y sus caderas se agitan
ligeramente. Muevo el dedo alrededor del pequeño manojo de nervios,
presionando con movimientos circulares.
176 Las piernas de Isla se aprietan en torno a mi cintura mientras muevo las
caderas y la follo con más fuerza con cada embestida. Ella está sin aliento, los
gemidos se escapan de sus labios mientras la penetro. Su coño empieza a
estrecharse alrededor de mi pene mientras sigo jugando con su clítoris, y sé que
está cerca. Solo por eso estoy a punto de venirme.
Un calor se extiende por mi estómago antes de consumir todo mi cuerpo
mientras mis bolas se contraen, acercándome a mi orgasmo. Isla grita mientras
se deshace, rompiéndose en mil pedazos alrededor de mi pene. Es todo lo que
necesita para hacerme caer en el abismo con ella. Empujando con más fuerza
dentro de ella, me pierdo en lo más profundo de su coño, llenándola hasta el
borde.
Nos quedamos sin aliento mientras Isla sigue flotando de espaldas en el
agua. Salgo lentamente de ella y ella suelta las piernas de mi cintura mientras
giro su cuerpo en el agua. Doblo las rodillas y me sumerjo bajo el agua,
deslizando las manos por detrás de sus rodillas y sus hombros.
Isla rodea mi cuello con los brazos mientras la elevo en el aire, con nuestros
cuerpos húmedos y salados. Gira la cabeza para mirarme y sus ojos se
encuentran con los míos bajo la luz de la luna.
—Nunca dejas de sorprenderme, Logan. Te amo.
Una sonrisa se dibuja en la comisura de mis labios mientras miro fijamente
a mi hermosa esposa.
—Te amo.
Al salir del agua, llevo a Isla de vuelta a la playa para recoger nuestra ropa.
Ambos estamos empapados, pero ninguno de los dos se preocupa mientras
caminamos de vuelta a la parte principal del complejo. Caminamos juntos,
tomados de la mano.
En este momento y en todos los que vendrán.
Isla Knight siempre será todo mi maldito mundo.
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Próximo libro
Poppy
August
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Sobre la autora
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Cali Melle es una autora de novela romántica contemporánea a la que le
encanta escribir historias que te llegarán al corazón. Siempre puedes esperar
que sus historias estén llenas de rompecorazones y un final feliz, junto con
algunas escenas tórridas y algo de acción deportiva. En su tiempo libre, a Cali
se la puede encontrar con la nariz metida en un libro o congelándose en la pista
de hielo mientras observa a sus hijos practicar al hockey y patinaje artístico.
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