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Índice
Créditos ...................................4 16 ......................................... 93
Dedicatoria ..............................5 17 ......................................... 99
Sinopsis...................................6 18 ....................................... 105
Prólogo ....................................8 19 ....................................... 109
1............................................ 17 20 ....................................... 116
2............................................ 24 21 ....................................... 121
3............................................ 29 22 ....................................... 125

3 4............................................ 34
5............................................ 40
23 ....................................... 130
24 ....................................... 135
6............................................ 44 25 ....................................... 139
7............................................ 49 26 ....................................... 143
8............................................ 54 27 ....................................... 148
9............................................ 59 28 ....................................... 151
10 .......................................... 65 29 ....................................... 156
11 .......................................... 70 30 ....................................... 162
12 .......................................... 75 Epílogo ................................ 169
13 .......................................... 78 Epílogo Bonus ..................... 173
14 .......................................... 83 Próximo libro....................... 178
15 .......................................... 88 Sobre la autora ................... 180
Créditos
MODERADORA
Liobooks

TRADUCCIÓN
Caro
Danielle

4 Mar
Sirius85

CORECCIÓN
Leyroja

LECTURA FINAL
Mary

DISEÑO
Bruja_Luna_
Dedicatoria
Para mi esposo… el rompecorazones jugador de hockey que me robó el
corazón y nunca me lo devolvió.

5
Sinopsis
Ella es la hermana pequeña de mi mejor amigo...
Y mi mayor secreto.

Logan
6 Han pasado dos años desde que me fui a la universidad y la última vez que
vi a Isla, pero cuando aparece en mi puerta, lo último que espero es que resurjan
viejos sentimientos.
Al crecer, éramos amigos, hasta que todo empezó a cambiar.
Nuestra amistad se convirtió en besos robados y toques prohibidos, pero
acordamos que nunca podría ser algo más.
No cuando su hermano era mi mejor amigo.
Dejar Clifton Falls también significaba dejar atrás el pasado. El hockey es
mi vida ahora, más que antes, e Isla es una distracción.
Pero, ¿qué sucede cuando las líneas comienzan a desdibujarse y ella se
convierte en lo único que puedo ver?

Isla
Logan Knight: jugador estrella de hockey, el mejor amigo de mi hermano y
el primer chico al que amé.
Pero nunca podríamos ser más que amigos.
Rompió mi corazón cuando se fue a la universidad y ahora, dos años
después, está de regreso en mi vida y es mi nuevo compañero de cuarto.
Viejos sentimientos resurgen y nuestra amistad se pone a prueba.
Traté de resistirlo tanto como pude, pero Logan tiene una forma de derribar
cada muro que construí alrededor de mi corazón.
Es solo cuestión de tiempo antes de que nuestro secreto salga a la luz y,
cuando finalmente lo haga, ¿será Logan quien proteja mi corazón?

Cross Checked Hearts (Wyncote Wolves #1)

7
Prólogo
Isla
Hace dos años
Traducido por Danielle

8 El bajo estruendo de un trueno proviene del exterior mientras una lluvia


constante comienza a caer del cielo nocturno. Me doy la vuelta en la cama,
mirando por la ventana mientras las gotas caen contra los paneles de vidrio. Un
suave brillo de la pantalla de mi televisor ilumina la habitación y el sonido
silencioso de la música clásica suena en los altavoces.
Es más, de medianoche y mi hermano, August, todavía no ha regresado de
la fiesta de despedida que se estaba organizando para él y sus amigos esta noche.
Me invitaron, pero mis padres fueron lo suficientemente inteligentes como para
mantenerme en casa. Saben cómo son esas fiestas, con un montón de
deportistas recién graduados de la escuela.
Una parte de mí no quería ir, de todos modos. Sabía que él estaría allí y ella
estaría con él.
Logan Knight.
El mejor amigo de mi hermano.
August y yo nacimos con solo dos años y cinco meses de diferencia. Al crecer,
lo idolatraba y lo puse en un pedestal. A pesar de que teníamos una edad
cercana, todavía era mi hermano mayor y lo admiraba. El chico popular en la
escuela, el jugador estrella de hockey. Y debido a que teníamos una edad tan
cercana, sus amigos me tomaron bajo sus alas, tratándome como su hermana
pequeña también.
Todos menos Logan.
Delante de todos, me mantuvo a distancia y actuó como si yo fuera su
hermana pequeña. Cuando nadie estaba mirando, se colaba en mi habitación y
me abrazaba hasta que salía el sol. Susurraba sus secretos en mi alma y
marcaba mi piel con sus labios. Sus ligeras caricias y sus besos como plumas
solo los conocía yo.
Yo era su pequeño y sucio secreto.
Al menos, así es como se sentía. Aunque nunca fuimos más allá de besarnos,
yo seguía siendo su maldito secreto.
Y ahora, mañana a esta hora, Logan y mi hermano irán a un campamento
de hockey de verano antes de empezar la universidad. Los he visto a ambos casi
todos los días de mi vida. No sé cuándo los volveré a ver. ¿Quizás vacaciones de
Navidad? De cualquier manera... en lugar de pasar su última noche conmigo, se
estaba emborrachando con el equipo de hockey y con ella.
Logan Knight era el segundo chico más popular de la escuela. No era el
jugador estrella de hockey, como mi hermano, pero era la mano derecha de
9 August. Aunque era malhumorado y melancólico, era el pegamento que
mantenía unido a su equipo. August era el sol, mientras que Logan era la luna.
Él brillaba más que mi hermano, pero solo en la oscuridad.
Continúo mirando por la ventana, escuchando los sonidos de la tormenta de
verano a medida que avanza. Los vidrios de la ventana están manchados por la
lluvia y los relámpagos brillan en la distancia. Las lágrimas pinchan las esquinas
de mis ojos y parpadeo rápidamente contra la sensación de ardor, deseando que
desaparezcan. No puedo llorar, no voy a llorar.
Un par de faros brillan desde el camino de entrada, haciéndose más
brillantes a medida que se acercan a la casa. La luz no llega a mis ventanas, pero
cambia e ilumina el costado de la casa cuando el automóvil se detiene. Puedo
escuchar el bajo de la música y una sonrisa se forma en mis labios, sabiendo
que es August y que nuestros padres se enterarán por los vecinos sobre esto en
la mañana.
Siempre sabe cómo montar una escena con su llegada y su presencia es algo
que se niega a ser ignorado. La casa ya se siente vacía y solitaria, sabiendo lo
tranquilo que será este verano sin él y sus amigos deambulando por aquí.
La música se silencia y me quedo con el sonido de la tormenta afuera y la
música sonando desde mi televisor. La melodía cambia a un ritmo más lento y
mi corazón se hunde cuando escucho una sola puerta del auto cerrarse de golpe.
August entra a la casa, silenciosamente, mientras se dirige a su dormitorio y no
pasa por el mío para molestarme.
August cierra en silencio la puerta de su dormitorio y tiro de las sábanas
más cerca de mi barbilla. Se suponía que Logan estaría con él, pero debe haberse
ido a casa con ella. Su novia. No puedo enojarme con él por eso. Está con ella,
no conmigo.
Tapo mi cabeza con el edredón y entierro mi rostro en las almohadas
mientras mi enamoramiento adolescente destroza mi corazón. Esto me pasa por
enamorarme de alguien que nunca sintió lo mismo. Todas las miradas, las
veladas y los besos robados nunca significaron nada para él. Yo solo era una
distracción de las exigencias de la vida de Logan y nada más.
La puerta de mi dormitorio se abre, pero el edredón amortigua el suave
sonido. Suspiro, girando mi cabeza hacia un lado en mi almohada.
—Vete, August. —Por mucho que quiera a mi hermano, solo quiero estar
sola.
La puerta se cierra y justo cuando creo que se fue, escucho sus ligeros pasos
10 mientras cruza mi habitación. El aire frío de mi dormitorio toca la piel de mis
piernas, enviando un escalofrío a través de mi cuerpo mientras levantan las
mantas. No quita el edredón de mi cabeza mientras se mete debajo de las
mantas.
—August —gimo, arrugando mi rostro cuando el olor a alcohol toca mi nariz.
El colchón se hunde bajo su peso—. Hueles a mierda y ahora mismo quiero estar
sola.
El olor de su colonia abruma mis sentidos y mi aliento se atasca en mi
garganta cuando la comprensión confunde mi cerebro. Mi corazón late
erráticamente en mi pecho. No es mi hermano. Es Logan.
No me muevo, mi cuerpo está congelado en su lugar mientras me escondo
debajo del edredón. Logan se acerca más a mí, su pecho cálido y sólido se
presiona contra mi espalda. Mi piel hormiguea cuando sus dedos se deslizan a
lo largo de la franja de mi cintura que está expuesta desde mi camiseta sin
mangas. Desliza su suave palma a lo largo de mi piel y envuelve su brazo a mí
alrededor.
—Te extrañé esta noche —murmura en mi cabello. Su aliento huele a
whisky—. ¿Por qué no viniste a la fiesta en casa de King?
Hayden King. Todo el mundo lo conoce como King, aunque es más bromista
que otra cosa. Es otro de los mejores amigos de August, pero no es como Logan.
Han sido mejores amigos desde que eran niños, pero Logan y August siempre
estuvieron unidos por la cadera.
—Porque mis padres no me dejaron ir.
—Mentira —Logan se ríe, trazando ligeramente círculos a lo largo de mi
estómago—. ¿Desde cuándo a Isla Whitley le importa una mierda lo que digan
sus padres? No te hagas la inocente como si nunca te hubieras escapado.
Aprieto la mandíbula y trago saliva mientras resisto el impulso de relajarme
contra él. Mi mente y mi corazón están en guerra y estoy atrapada en medio de
todo.
—Esta noche no era mi escenario.
—Bueno, todos los chicos te extrañaron. —Hace una pausa mientras apoya
su frente en la parte posterior de mi cabeza—. Sabes que todos nos vamos
mañana por la mañana al campamento.
—Sí, lo sé —digo entre dientes, mi pecho se contrae ante el doloroso
recordatorio. Sus palabras tocan un nervio e instantáneamente me siento

11
culpable por no ir. Todos eran como una familia y debería haber estado allí para
despedirme de todos en lugar de dejar que mis celos me afectaran—. ¿Reneé
estaba allí?
Logan permanece en silencio por un momento, pero sus dedos no dejan de
moverse por mi estómago.
—Sí, ¿por qué?
Me encojo de hombros contra él, dándome una patada mental por haber
mencionado su nombre. Los celos es algo con lo que he luchado mucho. Logan
no es mío, nunca fue mío. No hay razón para sentir el pellizco en mi corazón.
—Dime por qué, Isla.
—No lo sé —murmuro, negando con la cabeza—. Supuse que esta noche te
irías ido a casa con ella en su lugar.
Logan retira su mano de mi estómago y aparta el cabello de mi rostro.
—No creo que ella hubiera querido estar cerca de mí esta noche.
—¿Y eso por qué? —pregunto, mis cejas se juntan mientras ruedo sobre mi
espalda. Logan se mueve a mi lado, su cabello color medianoche cuelga sobre su
frente con ondas despeinadas. La luz del televisor se ilumina a través del edredón
blanco y sus ojos azules brillan mientras apoya la cabeza en la mano y me mira.
Sus labios carnosos se curvan, mostrándome sus brillantes dientes blancos.
—Porque rompí con ella.
Mis ojos recorren su rostro simétrico, memorizando cada centímetro que ya
está almacenado en mi cerebro. Sus cejas afiladas, su mandíbula cincelada.
Muevo mi mirada sobre su nariz recta, con un pequeño bulto en el puente por
recibir un disco en su rostro, antes de posarme de nuevo en sus ojos azul océano.
—¿Por qué diablos hiciste eso?
Por mucho que odiara la idea de Logan y Renee juntos, todo era por envidia.
Nunca tuve nada en contra de Renee. Con toda honestidad, puede que haya sido
una de las personas más agradables que he conocido. Ella solo tenía algo que yo
quería, pero en realidad nunca podría odiarla.
Logan se encoge de hombros, acariciando con su mano mi rostro.
—No tengo tiempo para una novia ahora mismo. Especialmente una que va
a estar en el otro lado del país. —Hace una pausa, mordiendo su labio inferior
mientras acaricia un costado de mi rostro—. Necesito concentrarme en el hockey
más que nada.

12
Se siente como un puñetazo en el estómago, pero suspiro ante su brutal
honestidad. Tiene la misma mentalidad que mi hermano, y aunque puede que
no sea algo malo, todavía duele. No habrá nada antes que el hockey. Ese es su
primer amor. Todo lo demás simplemente se alinea detrás del palo y el disco.
—Sabes que te voy a extrañar, ¿verdad?
—Sí, claro. —Pongo los ojos en blanco, trago saliva por la emoción que crece
en mi garganta. Sus palabras tienen la capacidad de calentar mi alma, pero sé
que son solo palabras. ¿Cómo podría extrañarme? Él no me extrañará de la
manera que desearía que lo hiciera.
—Isla —susurra, acariciando lentamente mi rostro mientras sus ojos se
cierran—. No lo entiendes, ¿verdad?
—¿Qué hay que entender? —replico, intentando ocultar el dolor con una
fachada más fría que el hielo sobre el que patina—. Te vas a la universidad,
Logan. Tienes mucho por delante y vas a arrasar jugando al hockey universitario.
Sus ojos se abren, sus brillantes iris azules me miran directamente a los
ojos.
—Sí, lo sé, pero ni siquiera estoy hablando de eso. —Se detiene por un
segundo, una oleada de una emoción ilegible pasa por sus ojos ebrios—. Eres
una constante en mi vida. Y odio el hecho de tener que dejarte. El hecho de que
no te veré casi todos los días. No te veré sentada en las gradas, animándome en
cada partido.
—Logan. —Me detengo, alejándome ligeramente de él. Ya dejé que mi mente
y mi corazón se involucren demasiado con un chico que no era mío. Un chico
que simplemente me veía como una hermana pequeña, independientemente de
todas las veces que se coló en mi cama o tomó mi mano cuando nadie miraba—
. Siempre estaré a una llamada de distancia.
Niega con la cabeza, sin aceptarlo.
—Eso no es lo mismo. Te extrañaré... extrañaré esto.
——Sé lo que es esto realmente. —Mi voz es entrecortada y las lágrimas
arden en mis ojos, amenazando con derramarse en cualquier momento—. Soy
tu pequeño y sucio secreto. Siempre me usaste como una distracción y,
sinceramente, se siente bastante mal pensar en cómo has mantenido esto oculto.
—¿Crees que tu hermano estaría de acuerdo con esto? ¿Tus padres? Mierda,
Isla... eres la hermana pequeña de mi mejor amigo. Tienes que saber que nadie
más entendería o aceptaría esto.
Entrecierro los ojos hacia él.

13
—¿Desde cuándo te importa una mierda lo que piensen los demás?
—Esto es diferente —insiste, acercándose de nuevo a mí—. August es como
mi hermano. Tus padres son como mis segundos padres. Todos ustedes son mi
maldita familia.
—Entonces, ¿pensaste que podrías jugar con mi corazón todos estos años y
no me afectaría? —Mi voz se quiebra y las lágrimas comienzan a caer. Ni siquiera
me molesto en tratar de detenerlas mientras caen por los lados de mi rostro—.
¿Que no querría algo más que esto?
—Nunca quise hacerte daño, Isla. Precisamente por eso sabía que nunca
podríamos involucrarnos. —Suspira, el olor a whisky flota por encima de mi
rostro—. No soy bueno para ti. Y me juré a mí mismo que nunca sería yo quién
opacará tu brillo.
Aparto la vista de él, rodando hacia la ventana. Miro hacia afuera y observo
cómo la lluvia cae constantemente junto con las lágrimas que caen de mi rostro.
Duele, hasta la última palabra que dice, pero sé que es la verdad y, a veces, la
verdad es una píldora difícil de tragar.
¿En qué estaba pensando? ¿Que rompió con Renee y eso significaba que
estaríamos juntos? No. He estado viviendo demasiado en mi cabeza, en este
pequeño mundo de fantasía que creé. Y era algo que nunca sería nuestra
realidad.
—Isla. No llores, nena. —La voz de Logan es suave mientras toma
suavemente mi hombro y me hace rodar sobre mi espalda—. Esto, entre
nosotros, nunca fue solo una distracción. Lo tomé en serio y quise probar lo que
podríamos haber tenido si las cosas hubieran sido diferentes.
—Eso ni siquiera es justo —susurro mientras quita las lágrimas de mi
rostro—. Sabes, he estado enamorada de ti desde que tengo memoria. Y me diste
pequeños fragmentos de ti mismo, aunque solo fuera un secreto. Me lo tomé en
serio y le di más importancia de la que debería. Pensé que sentías lo mismo por
mí.
Su mano sigue sosteniendo mi rostro.
—¿Crees que no siento lo mismo? —Su rostro se contorsiona de dolor y sus
ojos están vidriosos mientras me mira fijamente—. Lo que siento por ti es la
razón por la que no puedo dejar que esto se convierta en algo.
Mis cejas se juntan mientras mis ojos se fijan en los suyos.
—Eso no tiene sentido. Si sintieras lo mismo por mí, querrías...

14
Logan me silencia cuando su boca choca con la mía. Sus labios son suaves
y gentiles, moviéndose lentamente contra los míos. La forma en que se siente
está arraigada en mi cerebro y en mi alma. Ahueca los lados de mi rostro
mientras se acerca, su pecho se presiona contra el mío.
Quiero luchar contra él, decirle que no he terminado de hablar, pero él
consigue ahuyentar los pensamientos. Con un solo roce, una pasada de su
lengua por la comisura de mis labios, me convierto en un charco en la cama. Su
cuerpo se siente cálido contra el mío y sabe a whisky cuando invade mi boca. Su
lengua baila con la mía e instintivamente envuelvo mis brazos alrededor de sus
hombros.
Quiero quedarme así con él para siempre, pero sé que nunca durará. Lo ha
confirmado con todo lo que ha dicho y sé que cuando despierte por la mañana,
se habrá ido. Mi única opción ahora es tomar lo que pueda de él, esta última vez.
Logan me besa profundamente, y no hay nada apresurado en la forma en
que sus labios se mueven contra los míos. Me inhala como si yo fuera el oxígeno
que su cuerpo necesita para sobrevivir y le doy hasta el último respiro. Es gentil
y tierno, acaricia los costados de mi rostro, como si tuviéramos todo el tiempo
del mundo para estar juntos. Como si estuviera saboreando el momento e
imprimiendo este recuerdo en su cerebro para después de irse.
Alejo mis manos de su cuello, deslizándolas por su torso. Debajo de mis
palmas, siento las crestas de sus músculos de incontables horas de ejercicio. Lo
he visto sin camisa antes y su cuerpo es algo que rivaliza con los modelos de
fitness. No está marcado, pero está en forma y es suficiente para que se me haga
agua la boca.
Mis manos tiemblan y mis palmas están húmedas mientras deslizo mis
dedos a lo largo de la cintura de sus pantalones de chándal. Logan gime en mi
boca, empujando su lengua contra la mía antes de alejarse. Levanta la cabeza y
me mira con los labios carnosos y rojos por besarme.
—¿Qué estás haciendo? —murmura Logan, y su mano baja para agarrar la
mía—. Isla. Detente.
—¿Por qué? —replico, intentando apartar mi mano de la suya—. ¿No es esto
lo que realmente quieres? Esto es lo que hizo Renee, ¿no?
—Isla, ¿qué diablos? —Su voz es áspera y envuelve mi mano con sus dedos
mientras la lleva a su pecho—. Jodidamente detente. Esto no es lo que quiero y
deja de preocuparte por Renee.
Su rechazo es un golpe directo al pecho y a mi ego. La vergüenza me invade,
el calor sube por mi cuello mientras se extiende por mis mejillas. Quiero que el
colchón se abra y me trague entera. Mi corazón se arrastra hasta mi garganta y
15 quiero desaparecer por lo desesperada y patética que acabo de parecer.
—¿No me quieres?
Logan sostiene mi mano en su pecho y mueve sus caderas. Inhalo
profundamente cuando siento su erección presionando contra mi pierna.
—Por supuesto que sí, pero no así.
—¿Y si esto es lo que quiero?
El fantasma de una sonrisa juega en sus labios y la tristeza toca sus ojos.
—Confía en mí, nena, no lo quieres. Puedes pensar que lo sabes ahora
mismo, pero no voy a tomar tu inocencia. No de esta manera.
—Solo vete, Logan. —Mi voz es pequeña y el dolor es evidente en mis
palabras. Agradezco su respeto y consideración, pero eso no hace que duela
menos—. Por favor.
—¿Y perderme de pasar la noche con mi persona más favorita del mundo?
—Sus labios se curvan hacia arriba con una verdadera sonrisa mientras niega
con la cabeza—. No. No lo creo.
Logan rueda sobre su espalda, tirando de mí con él. Me acomodo a su lado,
apoyando mi cabeza en su pecho mientras desliza su brazo debajo de mi cuello.
Me abraza, colocando su mano en mi hombro mientras me sostiene cerca. Ambos
permanecemos en silencio, escuchando los sonidos de la lluvia cayendo afuera
y la música clásica que suena en mi televisor.
—¿Logan? —susurro su nombre, inhalando el aroma de su colonia y el
whisky en su aliento mientras exhala suavemente—. Prométeme que no te
olvidarás de mí después de que te vayas.
—Nunca podría olvidarte, incluso si lo intentara.
Inclino mi cabeza un poco, mirándolo.
—Eso no fue una promesa.
Logan se ríe suavemente mientras planta sus cálidos labios contra mi frente,
calentando mi alma.
—Te lo prometo.

16
1
Isla
Presente
Traducido por Danielle

17 —¡Isla! —La voz de mi madre suena desde el final pasillo. Sus tacones
repiquetean en el piso de madera mientras empuja mis maletas hacia la puerta
principal—. Tu hermano estará aquí en cualquier momento. ¿Tienes todas tus
cosas?
Agarrando mi mochila, la tiro sobre mi hombro y le doy un último adiós a mi
dormitorio antes de bajar las escaleras.
—Sí, ya tengo todo. Aunque, sinceramente, creo que podría haber empacado
en exceso.
Mi madre está parada junto a la puerta cuando August entra con una
brillante sonrisa en su rostro. Los dos se ven casi idénticos con su suave cabello
castaño naturalmente ondulado. Ambos me miran con sus suaves ojos color
avellana.
—¿Estás segura de que no quieres que tu padre y yo te ayudemos a instalarte
en tu dormitorio?
—Vamos, mamá —se queja August, envolviendo su brazo alrededor de de
sus hombros y atrayéndola hacia él—. ¿No confías en mí para cuidar de mi
hermanita?
—Confío en ti, pero este es un gran día —dice, con la voz quebrada levemente
mientras solloza—. Mis dos hijos van a estar fuera de casa y no sé qué voy a
hacer si todo está tan tranquilo y vacío aquí.
—Oye —interviene mi padre, poniéndose detrás de mí mientras apoya su
mano en mi hombro—. ¿Olvidaste que tu esposo todavía estará aquí?
August y yo rompemos a reír mientras nuestra madre sacude la cabeza hacia
nuestro padre y suspira.
—Ya sabes lo que quiero decir, Dennis. Esto es algo importante.
—Lo sé, lo sé —dice mi padre riéndose mientras se pone delante de mí y me
atrae para darme un abrazo—. Estamos muy orgullosos de ti, cariño.
—Gracias, papá — digo, abrazándolo con fuerza antes de alejarme. La
emoción brota de mi garganta y me trago las lágrimas. No puedo permitirme
llorar. No me iré para siempre. Aunque la Universidad de Wyncote está a tres
horas de distancia, no estoy tan lejos de ellos.
Mi madre se separa de August y da un paso hacia mí con lágrimas en los

18
ojos mientras me abraza con fuerza.
—Mi niña —murmura, con la voz entrecortada—. No puedo creer que
finalmente te vayas a la universidad. Estoy increíblemente orgullosa de ti, dulce
niña.
—Ya me verás, mamá —susurro, sin confiar del todo en mi voz. Mis padres
han sido una constante en mi vida. Es una de las muchas cosas que tengo que
agradecer en la vida. Muchos de nuestros amigos provienen de hogares rotos,
pero August y yo no. Tenemos una gran familia y unos padres que siempre han
hecho todo lo posible por nosotros.
Mi madre da un paso atrás y limpia las lágrimas de sus ojos antes de
sostener mi rostro entre sus manos.
—Llámame en cuanto llegues, ¿de acuerdo? Tengo que asegurarme de que
llegas bien. —Mira por encima de su hombro, entrecerrando los ojos hacia
August—. Todos sabemos que tu hermano conduce como si fuera un piloto de
carreras.
—¡Oye! Eso no es cierto. —August le sonríe a nuestros padres mientras
ambos le dirigen una mirada cómplice—. De acuerdo, puede que conduzca un
poco rápido a veces, pero sigo siendo un conductor seguro.
—Nada de tonterías, August —advierte mi padre—. Solo llévala en una pieza.
Me acerco a August mientras él presiona la mano sobre su pecho.
—Los dos me hieren. Saben que Isla no es su única hija. También tienen un
hijo.
—Cállate —me rio, dándole un ligero puñetazo en su firme hombro—. Has
sido el niño de sus ojos durante muchos años. Déjame tener este momento.
August desliza las asas de mis maletas en sus manos y las levanta sin
esfuerzo. Reajusto la mochila sobre mis hombros mientras me giro hacia mis
padres una vez más.
—Es mejor que ustedes dos se vayan antes de que decida mantenerlos aquí
para siempre. —Mi mamá sonríe, con los ojos húmedos de emoción—. ¡Los
amamos a los dos!
Nos despedimos de nuestros padres y es un momento agridulce cuando subo
al auto de August mientras él arroja mis maletas en el maletero. Lo cierra de un
portazo y el auto se hunde bajo su peso mientras sube al lado del conductor. Mis
ojos están pegados a la casa mientras enciende el motor y retrocede lentamente
por el camino de entrada.
Esta es la casa que he conocido toda mi vida. Se crearon tantos recuerdos
19 dentro de esas paredes y se siente extraño, dejarlo todo atrás. Sé que volveré en
unos meses para las vacaciones de invierno, pero estoy saliendo de mi zona de
confort. Hay una extraña sensación de emoción cuando nos vamos. Me voy a la
universidad, comenzaré otro capítulo de mi vida.
August me mira mientras desliza los lentes de sol sobre sus ojos. Su sonrisa
es contagiosa mientras me muestra sus brillantes dientes blancos.
—¿Estás lista para la universidad, hermanita?
—Sí —admito, devolviéndole la sonrisa—. Solo estoy un poco nerviosa.
Realmente no conozco a nadie allí y ¿qué pasa si no hago ningún amigo?
Niega con la cabeza mientras sale a la carretera principal, en dirección a la
autopista.
—No tiene sentido. Definitivamente harás amigos y ya tienes algunos allí de
todos modos. Me conoces y conoces a Logan.
Mi respiración queda atrapada en mi garganta y trago saliva sobre los
cuchillos alojados allí. No he visto a Logan desde la noche en que se fueron el
verano antes de la universidad. Logan y August terminaron comprando juntos
un apartamento cerca del campus. No mucho después de que comenzaran su
primer año, la madre de Logan se mudó a la misma ciudad que ellos porque
estaba siguiendo su carrera como agente deportiva.
No había ninguna razón para que Logan regresara a Clifton Falls ya que su
madre era su única familia. Aquí no quedaba nada para él... excepto yo. Hizo
una promesa de que no se olvidaría de mí, pero dada su ausencia, creo que es
seguro decir que rompió esa promesa.
—¿Cómo está Logan, de todos modos? —le pregunto a mi hermano,
intentando mantener mi voz uniforme y sin ninguna emoción. Él no sabe nada
de lo que pasó con Logan y tengo que mantenerlo así. No sé lo bien que se lo
tomaría August y lo último que quiero es interponerme entre ellos.
August se encoge de hombros mientras mete el auto en la autopista.
—Ya sabes cómo es Logan. No es exactamente un libro abierto, pero ha sido
bueno. Principalmente centrado en el hockey y en la universidad. —Hace una
pausa, mirándome mientras una risa retumba en su pecho—. Típico del maldito
Logan, ¿verdad?
Le devuelvo la sonrisa, negando con la cabeza mientras mi corazón se encoge
en mi pecho.
—Eso suena como el Logan que siempre hemos conocido.
20 Lucho contra el impulso de preguntarle si Logan está saliendo con alguien.
A la hora de la verdad, no es asunto mío. Y aunque le pedí que me prometiera
que no se olvidaría de mí, no podía esperar que no se involucrara con alguien
más. Es un chico joven en la universidad. Nunca estuvimos juntos de todos
modos, por lo que no sería una expectativa realista ni remotamente justo
preguntar.
Logan nunca fue mío.
Y lo más probable es que nunca lo sea.
Fue más fácil dejar de lado mi pequeña obsesión con él mientras no estaba.
Habían pasado casi dos años y aunque todavía pensaba en él, no lo tenía cerca
todos los días como un recordatorio constante de lo que nunca tendría. Pero
ahora... ahora va a estar de vuelta en mi vida otra vez y no sé cómo voy a dejarlo
ir por completo.
—¿Qué pasa, Isla? —pregunta August después de que conduzcamos en
silencio durante unos minutos—. Parece que alguien acaba de matar a tu
cachorro o algo así.
Lo miro, mostrándole el dedo medio.
—Solo estoy nerviosa, ¿de acuerdo?
—Lo entiendo, confía en mí —dice August suavemente con una sonrisa
comprensiva—. Te prometo que lo harás bien. Como dije, me tienes a mí. Siempre
te cubriré la espalda, aunque a veces seas muy molesta.
—¿Cómo puedes ser tan amable, pero tan imbécil al mismo tiempo?
August alcanza la perilla de volumen y comienza a girarla mientras el sonido
del rap comienza a retumbar a través de los altavoces.
—¡Lo siento! ¡No puedo escucharte por encima de la música! —El bajo es tan
fuerte que se siente como si estuviera sacudiendo mi cerebro, pero, de nuevo,
este es mi hermano. Esta es la mierda que he extrañado de él.
Riendo para mí misma, me acomodo en mi asiento y miro por la ventanilla
mientras observo la línea de árboles que pasa junto a nosotros de forma borrosa.
—Qué idiota —murmuro, dejando que mis ojos se cierren. Dejo que la
música ahogue mis pensamientos y el movimiento del auto me adormece.

21
Cuando me despierto, noto que no estamos frente a la universidad. En
cambio, nos detenemos frente a un edificio de apartamentos de aspecto elegante.
Miro a August mientras estaciona el auto, directamente en frente de la enorme
estructura.
—¿Qué estamos haciendo aquí?
—¡Sorpresa! —August empuja los lentes de sol sobre su cabeza con una
sonrisa en sus labios—. ¿De verdad creíste que iba a dejar que te quedarás en
los dormitorios de mierda cuando tenemos un dormitorio extra en nuestro
apartamento?
Le devuelvo la mirada.
—¿Pero pensé que se suponía que debía quedarme en el campus?
—No —dice, negando con la cabeza mientras abre la puerta—. Se lo comenté
a mamá y a papá y les pareció bien. Les dije que no dijeran nada porque quería
que fuera una sorpresa.
August sale del auto, cerrando suavemente la puerta detrás de él, y yo me
quedo mirando donde estaba sentado. Rodea la parte trasera del auto y descarga
mis maletas del maletero. Ir a la misma escuela a la que asiste Logan ya era
bastante malo... ¿pero ahora también voy a vivir en su apartamento?
Ojalá la tierra se abriera y me tragara entera. Eso sería bastante genial ahora
mismo.
August se detiene frente a mi ventana y el sonido de sus nudillos en el vidrio
llama mi atención. Lo miro, tragando mi ansiedad mientras abro lentamente la
puerta y salgo.
—Vamos. Hace un frío horrible aquí y tus maletas pesan como el demonio.
Entorno los ojos hacia él.
—¿Básicamente vives en la pista de patinaje y te quejas de la temperatura
de afuera ahora mismo?
Pone los ojos en blanco y pasa por delante de mí mientras deja las maletas
en la acera frente al edificio. Lo sigo, agarrando una de las asas mientras las
desliza hacia arriba.
—Eso es diferente. Tú más que nadie deberías saberlo.
—Lo que sea —murmuro—. No te pedí que hicieras todo esto.
—Y no tenías que hacerlo. —Me sonríe, ignorando mi actitud mientras se
22 dirige al edificio. Lo sigo, inhalando el aroma fresco del edificio. Mis ojos recorren
la entrada y me parece más un hotel caro que un edificio de apartamentos
mientras caminamos hacia el ascensor—. ¿Qué clase de hermano sería si no
hiciera este tipo de cosas por mi persona más favorita del mundo?
El ascensor suena y las puertas se abren mientras ambos entramos, August
con una sonrisa en su rostro mientras presiona uno de los números, y yo
intentando tragar el nudo que se forma en mi garganta.
—Debes confundirme contigo. Estoy bastante segura de que, si alguien es
tu favorito, eres tú mismo.
—Ah, ahí está —sonríe, tirando de mí para darme un abrazo de lado
mientras subimos en el ascensor hasta el séptimo piso—. Mi hermana pequeña
y maliciosa. Temía que el tiempo que estuvimos separados te hiciera perder tu
toque de hablar mal. Veo que todavía lo tienes.
Lo empujo, ambos nos reímos mientras él distrae mi mente de lo que estoy
a punto de encontrar. August se sumerge en una conversación sin sentido sobre
cómo me llevará al campus mañana y se asegurará de que haga un recorrido y
todo lo que necesito para cuando comiencen las clases el lunes. No es hasta que
estamos caminando hacia la puerta de su apartamento que la realidad de la
situación vuelve a mí con toda su fuerza.
August está a punto de abrir la puerta, cuando alguien tira de ella desde el
otro lado. Se abre lo suficiente para que entremos y lo veo. Tiene el mismo
aspecto que recordaba, solo que ha madurado, con un cuerpo impecable debido
a las exigencias del hockey universitario. Su cabello negro como la tinta todavía
es un desastre despeinado que cae justo por encima de sus cejas y sus ojos azul
océano brillan cuando se encuentran con los míos.
Las comisuras de sus labios carnosos se levantan con una sonrisa traviesa,
mostrando sus dientes perfectamente rectos, y el aire escapa de mis pulmones
a toda velocidad. Mi corazón late erráticamente en su jaula y por un momento,
estoy congelada en mi lugar mientras lo miro fijamente.
Logan Knight.
El chico que he amado toda mi vida.
—Bienvenida a casa.

23
2
Logan
Traducido por Danielle

Los ojos color avellana de Isla se agrandan en la puerta, mirándome con una
expresión de sorpresa en su rostro. Sabe que August y yo vivimos juntos, así que
no sé por qué se sorprende tanto al verme aquí. Ella y August son casi una

24 réplica exacta el uno del otro, podrían pasar literalmente por gemelos.
Su cabello color moka cuelga hasta la cintura en forma de ondas. Tiene el
mismo aspecto que yo recordaba, pero hay algo diferente en ella. Su cuerpo ha
madurado más, rellenando las curvas de su pequeño cuerpo, pero es algo más
que físico. La forma en que me mira ahora, no con corazones en sus ojos como
antes... es casi como si la luz se atenuara. Como si ella lo supiera mejor ahora.
¿Hay alguien más que ocupe sus pensamientos y su tiempo ahora?
Cierra la maldita boca, Logan. Quiero patearme mentalmente ahora mismo.
Lo que ella haga no es asunto mío. Es la hermana pequeña de mi mejor amigo.
La chica que crecí protegiendo como si fuera mía. Es la maldita Isla Whitley, y
solo porque nos besamos un par de veces en el pasado, no significa nada ahora.
—Vamos, Isla —gruñe August, golpeando la parte posterior de sus piernas
con la maleta—. Tenemos que estar en el entrenamiento como en media hora,
así que vamos a meter tus cosas dentro, por favor.
Me acerco a Isla cuando entra al apartamento.
—Aquí, déjame al menos llevar algo. —Mi mano roza la suya mientras la
envuelvo alrededor de la correa de su mochila. Sus labios se separan levemente
como si fuera a discutir, pero rápidamente aparta su mano de la mía, dejándome
quitarle el paquete sin discutir.
Bueno, esto va a ser muy divertido.
August pasa por delante de nosotros dos, refunfuñando algo en voz baja. Ha
estado en la lista de mierda del entrenador Lindsey durante las dos últimas
semanas porque ha llegado tarde a los entrenamientos la mayoría de las veces.
Si no está en el hielo antes de que empiece el entrenamiento, el entrenador no lo
dejará jugar. Nadie es fanático de eso, especialmente cuando el resto de nuestras
vidas dependen de nuestros años universitarios.
Digamos que August se ha asegurado de estar allí antes de que comience la
práctica. Y dado que vivimos juntos y generalmente manejamos juntos, eso
significa que también puedo irme temprano.
No es que realmente me importe. Es tiempo extra de hielo y esa mierda no
es gratis. Incluso teniendo una pista en nuestra escuela, tenemos horarios
programados en los que se nos permite estar en el hielo y no es algo cotidiano.
Si quiero una oportunidad en la NHL, necesito todo el tiempo que pueda. Siempre
ha sido mi sueño, y mi madre ha estado trabajando duro como agente hecha a
sí misma para tratar de ayudarme a llegar allí.
Nada se interpondrá entre mis sueños y yo.

25 —Vamos —le hago un gesto a Isla para que me siga. Ella levanta una ceja,
pero me sigue sin protestar—. Vamos a llevarte a tu nueva habitación antes de
que tengamos que irnos. Y luego puedes tener el resto de la tarde para
acomodarte sin tener a ninguno de nosotros aquí para molestarte.
Nos adentramos más en el apartamento y le doy el recorrido oficial, aunque
se explica por sí mismo. La cocina y la sala de estar se ven exactamente que
cabría esperar. Caminamos por el pasillo y le muestro el dormitorio de August a
la derecha. Nos detenemos en la siguiente puerta que es adyacente a la de
August, a la izquierda.
—Esta es tu habitación —hago una pausa, apartándome mientras August
se desliza junto a nosotros y se dirige a su habitación. Señalo la habitación de la
derecha que está junto a la de August—. Esa es mi habitación, y el baño está al
final del pasillo.
Isla inclina la cabeza hacia un lado, enarcando una ceja.
—¿Solo un baño con tres habitaciones?
—Sí —sonrío, pasando por delante de ella mientras entro en el dormitorio
completamente amueblado y dejo su mochila sobre la cama. Isla entra detrás de
mí, arrastrando su maleta—. Tendrás que esperar tu turno para usarlo o
acostumbrarte a compartirlo. Solo recuerda cerrar la puerta con llave si quieres
intimidad, porque no es garantía de que alguien no entre allí si está sin cerrar.
—Estás bromeando, ¿verdad? —Empuja la maleta hacia la cama y se quita
el gorro mientras se desploma sobre el colchón. Doy un paso atrás,
deteniéndome bajo el umbral de la puerta—. Sabes que hay una cosa que se
llama límites, ¿verdad?
Cruzando los brazos sobre mi pecho, apoyo el hombro en el marco de la
puerta con una sonrisa traviesa en mis labios.
—Siempre llamo a la puerta antes de entrar. Aunque no puedo decir lo
mismo de tu hermano.
Isla suspira, sus labios carnosos se separan mientras pone los ojos en
blanco.
—Veo que no maduró más allá de la escuela secundaria. —Desabrocha su
grueso abrigo de invierno y se lo quita antes de tirarlo al borde de la cama. Mis
ojos viajan a lo largo de su delgado torso hasta sus pechos llenos.
Mi pene se contrae en mis pantalones e instantáneamente siento una
punzada de culpa en lo profundo de mi pecho. Siempre se suponía que ella
estaba fuera de los límites, pero la tentación siempre ha estado ahí. Isla fue la
26 única persona a la que dejé que se acercara lo suficiente, con la que podía bajar
la guardia y contarle todos mis secretos. La conexión entre nosotros nunca fue
negable, pero era algo que sabía que ninguno de nosotros podría actuar.
E incluso si compartimos algunos momentos privados, nunca dejé que fuera
más allá de besarnos. Isla se merecía más de lo que yo podía darle. Se merecía
estar con alguien que su familia aprobaría. Estoy bastante seguro de que su
hermano podría estrangularme si alguna vez descubriera que había algo entre
nosotros. Él confiaba en mí para cuidarla como si fuera mi propia hermana.
¿Qué diablos dice eso sobre mí si se supone que debo verla de esa manera, pero
me estoy masturbando al pensar en ella en la ducha por la noche?
—¿Estás bien? —La voz de Isla es suave y suena como una melodía propia,
como la música clásica que siempre escuchaba. Me devuelve a la realidad, mis
ojos se centran en los suyos mientras sus cálidos iris de color avellana buscan
los míos.
—¿Eh? Sí, estoy bien —digo con desdén. No tengo una excusa lo
suficientemente buena para la forma en que me perdí momentáneamente en mis
propios pensamientos, así que simplemente cambié de tema—. August y yo
queremos invitarte a cenar esta noche cuando terminemos el entrenamiento.
Ninguno de nosotros sabe cocinar una mierda y es justo que te enseñemos algo
que no sea el apartamento.
Ella cruza sus manos en su regazo, dándome una cálida sonrisa.
—Te lo agradezco, pero no tienen por qué hacerlo. Sinceramente, pueden
hacer como si no estuviera aquí. No quiero interrumpir sus vidas en absoluto
viviendo aquí. —Hace una pausa por un momento, mordiendo nerviosamente el
interior de su mejilla—. No sabía qué me iba a mudar aquí hasta que llegamos.
Mis cejas se arrugan.
—¿August no te lo dijo?
Isla niega con la cabeza.
Eso explica la expresión de sorpresa en su rostro. Claro, ella sabía que
vivíamos juntos, pero ahora tiene sentido. No esperaba verme hoy y todo cambió
en cuanto llegó. Necesito que se sienta cómoda aquí y como si esta fuera su casa
también, no que se quede con nosotros como algo temporal.
—No pienses nunca que estás perturbando nuestras vidas al mudarte con
nosotros, ¿de acuerdo? —digo, mis ojos miran directamente a los suyos—.
Formas parte de nuestras vidas y esta es tu casa ahora también.
—¡Logan! —August llama desde su habitación mientras asoma la cabeza por

27
el pasillo—. Date prisa y prepárate para el entrenamiento. Sabes que no puedo
llegar tarde.
Pongo los ojos en blanco e Isla se ríe en voz baja mientras me aparta de la
puerta.
—Ya escuchaste al hombre. No puede llegar tarde. —Una sonrisa se forma
en mis labios y le guiño un ojo—. Piensa en lo que quieres para cenar antes de
que volvamos.
No le doy a Isla la oportunidad de responder antes de dejarla sola en su
habitación y entrar en la mía. Miro hacia abajo a mis pantalones de chándal y
mi camiseta. Voy a tener que cambiarme todo lo que llevo puesto una vez que
lleguemos al vestuario, así que no tiene sentido volver a cambiarme ahora.
Agarrando mi mochila de la esquina de mi habitación, lo empujó hacia la puerta
y agarro uno de mis palos.
August ya está saliendo por la puerta principal mientras yo ruedo con mi
mochila por el pasillo. Me detengo frente a su habitación y miro hacia dentro
mientras empieza a deshacer sus cosas. Suena una suave música clásica desde
algún lugar del interior y una sonrisa se dibuja en mis labios. Extrañaba su
presencia, todo sobre ella. Ella sigue siendo la Isla que recuerdo. La chica
tranquila a la que le gustaba garabatear distraídamente en libretas y escuchar
suaves melodías clásicas. La que siempre prestaba atención y observaba el
mundo que pasaba a su alrededor. La hermosa nena que solo tenía ojos para mí.
Mi Isla...
Ahora, solo necesito recordar mantener mis manos quietas.

28
3
Isla
Traducido por Danielle

Después de desempacar todas mis cosas y ponerlas donde pertenecen,


vuelvo a dejarme caer sobre el colchón de felpa. No estoy segura de cuánto
tiempo ha pasado desde que Logan y August se fueron a la práctica, pero ya

29 estoy mentalmente agotada.


Mentiría si dijera que prefiero vivir en un dormitorio que, en su apartamento,
pero ¿qué pasará la primera vez que Logan traiga a una chica a casa? No es que
vaya a ser diferente de la escuela. Tuvo unas cuantas novias diferentes durante
su tiempo allí y nunca supuso una diferencia.
Así era Logan. No podía hablar en serio sobre otra cosa que no fuera el
hockey. Era inestable y tenía miedo al compromiso. Tal vez tenía razón esa
noche… Traté de darle mi virginidad porque estaba desesperada y fui patética.
Todo lo que quería era que él me amara. Ahora, mirando hacia atrás a cómo
fueron sus relaciones pasadas, Logan tenía razón cuando dijo que yo merecía
más que él.
No querría las relaciones que esas otras chicas tuvieron con Logan. Y si hay
algo que siempre permanecerá intocable es nuestra amistad. Las cosas son
mejores así y eso es lo que necesito para ser mi fuerza motriz. Mi mantra y
recordatorio constante. Solo somos amigos y eso es todo lo que podemos ser.
Mis ojos se vuelven más pesados a medida que me acomodo en la cómoda
cama, y finalmente dejo que se cierren mientras el suave zumbido de la música
clásica me adormece. Es un sueño sin sueños, lo que no es habitual en mí, pero
hoy ha sido un día largo, lleno de más sorpresas de las que había previsto.
No estoy segura de cuánto tiempo estoy realmente dormida, pero el colchón
se inclina a ambos lados de mí. Como estoy medio dormida, es confuso y creo
que puedo estar imaginando cosas. O tal vez era la forma en que estaba acostada.
Pero entonces me llega el olor y sé que no estoy sola.
Me muevo en la cama y me pongo de lado mientras me despierto lentamente.
Mi hermano está acostado en la cama a mi lado, oliendo como una bolsa de
hockey sucia. Mi nariz se contrae y cierro mis ojos, un gemido sale de mi boca
mientras ruedo hacia el otro lado. El olor es igual de fuerte en el otro lado y abro
los párpados para encontrar a Logan sentado en este lado de la cama.
—Vamos —me quejo, sentándome en un sueño aturdido—. Ustedes dos
saben lo mal que huelen en este momento. ¿No pudieron al menos darse una
ducha antes de venir aquí?
Los labios de Logan se curvan hacia arriba, mostrando sus dientes blancos
y rectos. Tiene el cabello húmedo por el sudor y me dan ganas de pasar los dedos
por él. A pesar de que huele como el olor a humedad del hockey, se ve tan
malditamente bien. El hedor ni siquiera se acerca a su aspecto actual.
—Sabes que has extrañado este olor.
Una risita escapa de mis labios, pero rápidamente la ahogo, arrugando mi
30 rostro.
—¿Te refieres al olor de bolas sudorosas? No gracias. Fue agradable no tener
que vivir con este olor.
August se levanta de mi cama, saltando sobre sus pies.
—Bueno, bienvenida de nuevo a vivir con jugadores de hockey, hermanita.
Has vivido toda tu vida con este olor, no actúes como si no estuvieras
acostumbrada.
Pongo los ojos en blanco mientras rodea el lado de la cama, quedándose ahí
mientras Logan se queda sentado en el borde del colchón.
—¿Pueden ustedes dos ir y ducharse para que podamos conseguir comida?
—¿Ya has decidido que quieres cenar? —pregunta Logan mientras se levanta
de la cama y August escapa de mi habitación.
Negando con la cabeza, le doy una sonrisa de disculpa.
—No sé qué hay de bueno por aquí. Estaba pensando que quizá podrían
llevarme a algún sitio que les guste a los dos.
—Nena, aún no tienes veintiún años... —Su voz se apaga por un momento
mientras inclina la cabeza hacia un lado. Mi corazón da un vuelco ante el sonido
de esa palabra saliendo de su boca. Ha pasado tanto tiempo desde que me llamó
así, pero actúa con indiferencia, como si ni siquiera hubiera sucedido—. Aunque
hay un bar deportivo cerca que tiene buena comida y una parte de restaurante
real.
Siento como si mi corazón estuviera intentando subir a mi garganta y
asiento.
—Claro, cualquier cosa suena genial.
Logan me dedica su infame sonrisa.
—Perfecto. Saldremos en cuanto estemos listos.
—De acuerdo. —Le devuelvo la sonrisa, con la voz más baja de lo que
pretendía. La sonrisa de Logan vacila, sus cejas se juntan. Se queda un momento
en mi puerta, inclinando la cabeza hacia un lado mientras me evalúa. Veo cómo
sus labios se separan ligeramente, como si quisiera decir algo, pero no lo hace.
En lugar de eso, suspira y niega con la cabeza para sí mismo antes de salir de
mi habitación.
Me dejo caer sobre mi espalda en la cama, el aire abandona mis pulmones
en un suspiro derrotado. Si fuera inteligente, le diría a mi hermano que quiero

31
quedarme en el dormitorio que se suponía que debía tener. Odio la forma en que
Logan me mira, porque en secreto me encanta. La forma en que me hace sentir,
saber que tengo su atención.
Y es como si cada vez que pasa el más mínimo momento, me recuerda que
nunca podría pasar. ¿Cómo se supone que voy a dejar de sentir algo por él
cuando está durmiendo en la habitación de enfrente? Solo somos amigos.
Como si pudiera escuchar mis pensamientos, Logan vuelve a asomar la
cabeza por mi puerta.
—Oye, ¿Isla? —Su voz es suave y gentil, pero sus ojos azul marino están
llenos de tormento—. ¿Podemos hablar después de la cena?
Mi corazón se contrae y mi respiración se queda atrapada en mi garganta.
Trago los cuchillos alojados en mi garganta mientras lo miro y asiento. Mi
confianza en mi voz real es inexistente en este momento. Logan aprieta los labios
e inclina la cabeza antes de irse de nuevo.
Mis ojos están pegados a la puerta, pero mi mente está corriendo a una milla
por segundo. Cada vez que alguien dice que quiere hablar, nunca parece ser
sobre algo bueno. No tengo idea de qué podría querer hablar, pero el solo
pensamiento ya tiene mi estómago dando vueltas.
Esta va a ser una cena incómoda.
A regañadientes, salgo de la cama y me obligo a alejar las mariposas de mi
estómago. Tampoco son mariposas de las buenas. Son de las nerviosas que
arañan tus entrañas porque no tienes ni idea de lo que realmente te espera. Me
provocan ansiedad y las odio. Me cambio rápidamente de ropa, poniéndome unos
leggings y una camiseta suelta antes de meter los pies en mis converse blancas.
Cruzo la habitación hasta donde hay un espejo de cuerpo entero colgado en
la puerta del armario y me doy un vistazo. Mi cabello largo cuelga en suaves
ondas alrededor de mi rostro y paso mis dedos por los mechones, deshaciendo
cualquier enredo de mi siesta. Satisfecha con su apariencia, coloco los mechones
detrás de mis orejas y miro mi maquillaje.
Es un estilo ligero y natural, con una sombra de ojos color nude y una
máscara de pestañas que hace que mis largas pestañas se vean casi falsas. Me
acerco a mi tocador y agarro mi bolsa de maquillaje antes de tomar mi rubor y
contorno. Refresco el maquillaje que se estropeó al frotar mi rostro con una
almohada y me rocío con un poco de perfume antes de salir de la habitación.
August ya está vestido, con unos jeans limpios y una sudadera gris con el
emblema de los Wyncote Wolves. Su cabello todavía está húmedo, colgando sobre
32 su frente mientras inclina la cabeza hacia abajo para mirar su teléfono en su
regazo. Da golpecitos, sin darse cuenta de mí al principio cuando me siento en
la mesa frente a él.
Miro hacia el pasillo y veo que la puerta del baño aún está cerrada y la luz
brilla desde el pequeño espacio entre la parte inferior de la puerta y el piso. El
sonido de la ducha se corta y escucho la puerta de vidrio abrirse y cerrarse. Mi
mente divaga, sabiendo que Logan está desnudo allí en este momento.
¿Qué diablos te pasa, Isla? Mierda, concéntrate.
—Tierra a Isla... —La voz de August capta mi atención y rápidamente desvío
mi mirada del pasillo y lo miro. Levanta una ceja, pero no me llama la atención.
Eso no me quita la vergüenza, ya que el calor sube por mi cuello y se extiende
por mis mejillas—. No escuchaste una sola cosa de lo que dije, ¿verdad?
Niego con la cabeza, tragando saliva.
—Lo siento, solo estoy un poco distraída hoy.
—Claro —dice con sospecha, entrecerrando los ojos por un momento antes
de que su rostro se relaje—. Pregunté si Logan y tú ya saben dónde vamos a
comer
—Oh sí. —Hago una pausa, aclarándome la garganta mientras cambio
nerviosamente mi peso en mi asiento—. Dijo algo sobre un bar deportivo que
también tiene un restaurante.
August sonríe, asintiendo mientras se recuesta en su silla.
—O'Hallaran. Hay una camarera sexy que trabaja allí con la que quería
ponerme al día.
No escucho a Logan cuando se acerca por detrás de mí, pero puedo oler el
leve aroma de su colonia y su shampoo cuando entra en la habitación.
—¿Poppy? —Logan se ríe mientras pasa junto a nosotros dos en la mesa y
se detiene junto a la isla de la cocina—. Creo que la jodiste la última vez, amigo.
—Vete a la mierda —gruñe August mientras se levanta de su asiento—. Si
alguien la jodió, fue esa tonta que trajiste a casa la noche que por fin conseguí
que Poppy viniera a pasar el rato.
Mi cuerpo se pone rígido y quiero desesperadamente taparme las orejas, pero
no puedo atraer ese tipo de atención hacia mí. No quiero escuchar hablar de
Logan y otra chica. Mi corazón se estruja en mi pecho y mis pulmones arden
mientras contengo la respiración.
—Hermano. Estaba jodidamente destrozada. No podía dejarla en el bar y se

33
negó a decirme su dirección. —Logan niega con la cabeza, poniendo los ojos en
blanco mientras agarra las llaves del mostrador—. No sabía que ella iba a estar
encima de tu pene.
Miro de un lado a otro entre los dos, completamente confundida a estas
alturas, pero suelto el aliento que estaba conteniendo. Las intenciones de Logan
pueden haber sido diferente esa noche, pero si la chica estaba más interesada
en August, me produce una sensación de alivio. Tengo que controlarme. Logan
no es mío...
—Sí, bueno, entonces le debes una explicación a Poppy —le informa August
a Logan mientras se dirige a la puerta principal—. Aclara esa mierda por mí,
¿bien? —Hace una pausa y me mira, todavía sentado en la mesa—. ¿Qué estás
haciendo, Isla? Vamos.
4
Logan
Traducido por Danielle

Terminamos en O'Hallarans, que es donde yo había sugerido originalmente


ir, pero no pensé que August me enviaría a una misión secundaria mientras
estamos aquí. Solo quería venir aquí y comer algo, tal vez conseguir una cerveza

34 o dos.
En lugar de eso, estoy de pie aquí en la barra, esperando a que Poppy termine
de servir a algunos de los chicos del otro lado mientras Isla y August están
sentados en una mesa al otro lado de la sala. Hago girar lentamente mi botella
de cerveza sobre la barra mientras intento esperar con paciencia.
Poppy no tarda más que unos minutos en acercarse a mí, con el ceño
fruncido.
—¿Qué pasa, Knight?
La mayoría de la gente me conoce por mi apellido, solo por mi condición de
miembro del equipo de hockey. Venimos mucho aquí después de los partidos con
nuestros compañeros y así es como me llaman todos. Ni siquiera sé si la mayoría
de la gente sabe cuál es mi verdadero nombre de pila, pero estoy tan
acostumbrado a que me llamen Knight que no me molesto en corregir a nadie.
Isla es la única que realmente me llama por mi nombre. Y hay algo en la
forma en que mi nombre sale de su lengua que me hace querer saborearlo en
sus labios.
—Así que te debo una disculpa.
Poppy frunce las cejas e inclina la cabeza hacia un lado.
—¿Por qué exactamente? La última vez que lo comprobé, apenas nos
relacionamos, excepto cuando estás aquí pidiendo bebidas.
Mis fosas nasales se ensanchan mientras inhalo profundamente.
—Por la noche que estuviste con August.
Poppy frunce los labios y cruza los brazos sobre su pecho mientras mira más
allá de mí, sin duda, sus ojos se posan en August mientras lo identifica al otro
lado de la habitación.
—Si alguien me debe una disculpa, es él. ¿Quién diablos te invita a pasar el
rato y luego otra chica termina en tu regazo?
—Lo cual es culpa mía… —mi voz se apaga mientras tomo un trago de mi
cerveza—. Ella es una amiga nuestra y quedé con ella y unas cuantas personas
más para tomar algo esa noche. Terminó completamente borracha y no pude
dejarla aquí. Se negó a decirme en qué habitación estaba, así que pensé en
llevarla a nuestro apartamento para que durmiera. No me di cuenta de que
estabas allí y no me di cuenta de que ella tenía algo con August.
—Mhmm, claro. —Poppy mira alrededor del bar—. Mira, aprecio que te
tomes el tiempo para decirme algo, pero realmente tengo que volver al trabajo.
Que August sepa que no significa una mierda hasta que lo vea arrastrarse.
35 La veo girar sobre sus talones, con una sonrisa pegada a su rostro, mientras
se dirige a una pareja que acaba de sentarse al otro lado de la barra. Un suspiro
sale de mis labios, tomo mi cerveza y me dirijo a la mesa en la que están sentados
Isla y August.
Isla da un sorbo a su agua y sus ojos se encuentran con los míos cuando
me deslizo en la mesa junto a ella. Escucho su respiración aguda cuando mi
muslo roza el suyo, pero no me molesto en moverme, dejando mi pierna pegada
a la suya.
—Así que... —August cruza los brazos sobre la mesa, inclinándose hacia
delante mientras me mira fijamente—. ¿Qué dijo? ¿Le contaste lo que realmente
pasó?
Asiento.
—Sigues durmiendo con el perro, amigo. Vas a tener que hablar con ella y
suavizar las cosas. Ella quería que te dijera que la explicación no significa nada
hasta que la escuche de ti. —Hago una pausa, con una sonrisa en los labios
mientras lo miro fijamente—. Y quiere que te arrastres.
—Mierda —murmura August, llevándose la cerveza a los labios mientras
toma un trago—. Quiero decir, no es que estemos juntos, así que técnicamente
soy libre de hacer lo que quiera con quien quiera.
El cojín del banco se desplaza y siento que la pierna de Isla se mueve
mientras le da una patada a August en la espinilla. Él hace una mueca de dolor,
fulminándola con la mirada.
—¿Por qué diablos fue eso?
—No seas tan cerdo, August —lo regaña Isla con una expresión de disgusto
en su rostro—. En serio, ¿qué demonios te pasa? Que no tengan una relación no
significa que no puedas mostrarle algo de respeto.
—Yo soy respetuoso —argumenta August mientras levanta la mirada hacia
nuestra mesera. Todos guardamos silencio por un momento mientras ella pone
nuestros platos frente a nosotros en la mesa. August le sonríe y espera a que se
vaya antes de continuar—. Solo digo que está exagerando porque no estamos
juntos.
—¿Pero de verdad está exagerando? —replica Isla, agarrando una patata
frita de su plato mientras se la lleva a la boca—. Si los papeles se invirtieran,
¿cómo te sentirías? ¿No estarías molesto y dolido como lo está ella ahora?
August se ríe con la boca llena de hamburguesa. Voy a alcanzar la botella
36 de ketchup al otro lado de la mesa, pero Isla la agarra cuando ve que me acerco.
Una suave sonrisa toca sus labios mientras me la entrega. Envuelvo mis manos
alrededor de la botella, las yemas de mis dedos rozan los suyos. Ella inhala
profundamente y una calidez se extiende a través de mi estómago mientras la
sensación de ella enciende mi piel.
Maldita sea. En un instante, todo vuelve rápidamente. Los besos robados y
las caricias secretas en su cama a altas horas de la noche. La extrañaba y a
pesar de que sé que nunca podría ser más de lo que una vez fue, todavía quiero
volver a sentir eso con ella.
Isla rápidamente suelta el ketchup y se recupera cuando comienza a comer
el sándwich que ordenó. Dejo un poco de condimento en mi plato ya que August
no se da cuenta de nada de lo que acaba de pasar entre nosotros.
—Tiene razón, August —digo mojando una patata frita en kétchup—. Sabes
que si algún tipo se le insinuara a Poppy de esa manera mientras están juntos,
no te habría hecho ninguna gracia.
August mira de un lado a otro entre los dos.
—Se supone que ustedes dos están de mi lado, saben.
—No cuando te equivocas —replica Isla, sonriendo dulcemente mientras
toma un sorbo de su agua—. O arreglas las cosas con ella o dejas que la pobre
chica siga adelante.
—Bien —dice August, tomando un trago de su cerveza—. Déjame terminar
mi hamburguesa y luego iré a hablar con ella.
Agarro su plato, deslizándolo lejos de él y la risa de Isla hace que mi corazón
sonría.
—Ve a hablar con ella ahora, porque no quiero estar aquí toda la noche
mientras te sientas en la barra mirando el trasero de Poppy.
—Jesús, está bien. —August deja escapar un suspiro exasperado mientras
levanta las manos en señal de derrota—. Iré a hablar con ella, mierda. —Agarra
su cerveza y mientras se desliza fuera de la cabina, agarra su plato de comida—
. Sin embargo, me llevaré esto conmigo.
Isla y yo nos reímos ligeramente de su estupidez mientras se dirige a la barra.
La miro y descubro que ya tiene la mirada puesta en la mía. Sus mejillas se
sonrojan al instante, con un suave tinte rosado que las consume mientras baja
la mirada a su plato. Agarra unas patatas fritas y las mete en su boca.
Esta maldita chica...

37
Doy un sorbo a mi cerveza y la dejo sobre la mesa antes de girarme en mi
asiento para mirarla.
—Sé que dije que quería hablar contigo después de la cena, pero tal vez
podamos hablar ahora.
—Um —ella hace una pausa, tomando un sorbo de su agua para bajar el
puñado de papas fritas que acaba de tragar—. Claro, supongo.
Trago saliva, mis ojos saltan de un lado a otro entre los suyos. Ella me
devuelve la mirada, sus ojos color avellana están llenos de una emoción que no
puedo precisar. Se ensanchan un poco y puedo ver pasar una ola de miedo a
través de ellos. Está nerviosa en este momento porque no sabe qué esperar de
mí y al instante me siento culpable.
A lo largo de los años, la programé para que fuera así sin siquiera intentarlo.
En el pasado, nunca hubo nada predecible en mí. Jugué con su corazón, su
corazón joven, frágil y adolescente, y me odio a mí mismo por hacer eso. Eso no
quiere decir que no quise decir nada de lo que pasó entre nosotros, solo sé lo que
sabía entonces. Ella está fuera de los límites y siempre lo estuvo. Fue un error
de mi parte seguir mis impulsos con ella.
La he condicionado para que no sepa qué esperar de mí y quiero cambiar
eso.
—Quería disculparme contigo, por la forma en que me fui.
Sus cejas se juntan y ladea la cabeza.
—No sé por qué te disculpas. No esperaba que estuvieras allí por la mañana.
Era la forma en que hacías las cosas entonces, Logan.
Mi garganta se contrae y sus palabras se sienten como una cuchilla en mi
corazón.
—Lo sé, pero al menos debería haberme despedido, pero fui demasiado
cobarde. Sabía que, si te veía esa mañana, habrías tenido el poder de hacer que
me quedara.
Los labios de Isla se separan ligeramente, su pecho sube y baja con
respiraciones superficiales mientras sus ojos se agrandan.
—Logan... Nunca te pediría que abandonaras tus sueños.
—Sé que no lo harías. —Me detengo un momento, meditando mis palabras,
pero ya no me contengo. Se merece mi sinceridad si vamos a ser compañeros de
piso—. Sabía lo que sentía por ti entonces. Una sola mirada tuya me habría
hecho cuestionar todo mi futuro.

38 Isla toma un trago de su agua, su garganta se balancea bruscamente


mientras traga.
—No tenemos que hacer esto, Logan. No quiero volver sobre el pasado. Es lo
que es.
Niego con la cabeza.
—Fue un error de mi parte. Nunca debí haber actuado según mi impulso y
esos sentimientos. Los dos sabemos que nunca habría funcionado.
—Lo sé —susurra, su voz apenas audible—. Como dije... no tenemos que
hacer esto, ¿de acuerdo?
—Solo escucha, por favor... —La miro fijamente, mis ojos buscan
desesperadamente los suyos. Puedo ver el dolor en su expresión y eso no es lo
que estoy tratando de hacer aquí. Intento salvarnos a los dos de la destrucción
de lo que esto podría causar—. No fui un buen amigo para ti en el pasado y me
gustaría tener la oportunidad de arreglar las cosas.
Me mira fijamente, parpadeando un par de veces.
—¿Qué quieres decir?
—Quiero ser un mejor amigo para ti, Isla... sí me dejas.
Sus ojos no se apartan de los míos, pero veo cómo su expresión se
transforma en algo parecido a la esperanza. Los tonos dorados y verdes de sus
cálidos iris se arremolinan.
—¿Quieres que seamos solo amigos?
Asiento, agarrando mi cerveza mientras tomo un sorbo nervioso. No es lo
que realmente quiero, pero es lo mejor que puedo hacer. Y si solo podemos ser
amigos, seré el mejor jodido amigo que jamás haya tenido.
Isla sonríe y mi corazón se detiene al verla.
—Me gustaría eso.

39
5
Isla
Traducido por Danielle

Suena mi alarma desde el lado de la cama y gimo, dándome la vuelta


mientras golpeo con mi mano el estúpido aparato. Hoy es mi primer día de clases
y no estoy precisamente emocionada. Solo llevo una semana viviendo aquí y

40 todavía no hice ningún amigo que no juegue en el equipo de hockey. Pero, de


nuevo, no es muy diferente del resto de mi vida.
Sin embargo, quiero que sea diferente aquí. No quiero ser solo una extensión
de August, como una quinta extremidad. Quiero ser mi propia persona, con mi
propia vida y mis propios amigos. Puede sonar egoísta, pero sacrifiqué muchas
cosas en mi vida por todo lo que mis padres hacían por August y para que él
hiciera algo con su habilidad natural en el hielo.
Nunca me centré mucho en las cosas que me interesaban o que quería hacer.
Me perdí muchas fiestas de cumpleaños y fiestas de pijamas en casa de otros
amigos porque teníamos que viajar mucho los fines de semana. Como nuestro
padre solía jugar profesionalmente, se empeñó en hacer realidad el mismo sueño
de August.
Mis padres intentaron llevarme al hielo cuando era pequeña. Sabía patinar,
porque qué hermano de una estrella de hockey no lo sabe, pero no era algo que
me apasionara. Nunca lo practiqué y no era algo que quisiera pasar el resto de
mi vida haciendo. Mi mamá trató de animarme a probar diferentes deportes para
ver si había algo que me interesara, pero literalmente no había nada.
Yo solo era la niña tranquila a la que le gustaba leer y dibujar. Era mediocre,
en el mejor de los casos, así que el arte nunca fue algo que intentara perseguir
como algo más que un simple pasatiempo. Ahora que estoy en la universidad y
tengo la oportunidad de explorar las cosas por mí misma, planeo volver a eso.
Por eso mi primera clase de hoy es de arcilla y escultura. Es algo que nunca
he probado, y aunque no tiene que ver con mi especialidad en la enseñanza, ni
siquiera me importa. Es algo que quiero hacer por mí (algo que no implique a
August) y estoy en el punto de mi vida en el que estoy lista para ser egoísta.
Cuando salgo al pasillo, el resto del apartamento está en silencio y la puerta
del baño está abierta. Avanzo rápidamente por el pasillo y me dirijo a la
habitación, arrimando la puerta detrás de mí. No me molesto en intentar
cerrarla, porque eso fue algo que Logan no mencionó, pero no tardé en darme
cuenta. No cerraban la puerta aquí porque estaba rota.
Y como son ellos, ninguno de los dos intentó arreglarla. Los dos solo
siguieron con la vida como si no importara. ¿Yo, por otro lado? Es un poco
incómodo saber que alguien podría entrar aquí en cualquier momento. Pero al
mismo tiempo, es solo mi hermano y su mejor amigo. El único tipo que conocía
como la palma de mi mano.
Me quito la ropa y salto a la ducha, subiendo la temperatura del agua hasta
que siento que está quemando mi piel. Cerrando los ojos, doy un paso atrás,
dejando que el agua caliente corra por mi largo cabello. Gotas de agua caen por
41 mi rostro mientras agarro mi shampoo y hago espuma en mi cabello. August y
Logan no deberían levantarse hasta dentro de unas horas, así que me tomo mi
tiempo para bañarme.
El calor del agua me envuelve como una manta reconfortante. Al crecer en
las montañas de Vermont, nuestros veranos nunca parecían lo suficientemente
largos. Con el tiempo te acostumbras al frío, sobre todo cuando naces en la nieve,
pero a veces no hay nada tan reconfortante como el calor.
Mis padres siempre encontraban un motivo para llevarnos de vacaciones en
verano, a algún lugar alejado del frío, y era lo que más me gustaba. Lo esperaba
cada año, sobre todo después de sentirme constantemente como un cubito de
hielo andante. Siempre íbamos a algún lugar del sur, lo suficientemente lejos
como para que no se pudieran detectar las gélidas temperaturas en las que
vivíamos.
Debería haber elegido una universidad en un estado más cálido. No sé por
qué decidí venir a la Universidad de Wyncote. Tal vez tuvo que ver con el hecho
de que mi hermano vino aquí y no pude dejar de seguir su sombra. O tal vez,
inconscientemente, fue por Logan. Nunca lo admitiría en voz alta, pero lo seguiría
a cualquier sitio que me pidiera.
La puerta del baño se abre de repente y me congelo en el agua caliente.
Pongo los brazos sobre mis pechos, sintiéndome completamente expuesta tras
la puerta de vidrio mientras le doy la espalda al intruso.
—¡Fuera!
Escucho el sonido de su risa y miro por encima de mi hombro, notando su
cabello oscuro a través del vidrio empañado. Maldito Logan. Por supuesto, es él.
Estoy muy avergonzada y en una posición en la que no quiero que me vea.
—Solo tengo que orinar y me voy ¿de acuerdo?
—Logan —digo su nombre, rechinando mis dientes tratando de proteger mi
cuerpo con mis manos, aunque probablemente no pueda ver nada más que el
tono de mi piel debido a la condensación en las paredes de vidrio de la ducha—
. Por si no lo has notado, estoy completamente desnuda en este momento.
Entonces, por favor, solo ve a orinar afuera o algo así.
Me mira por encima del hombro y no puedo distinguir su expresión, pero
odio estar bajo su mirada ahora mismo. Me hace sentir un calor en la boca del
estómago y aprieto los muslos, luchando contra el escalofrío que recorre mi
espalda.
—Sé que estás desnuda ahí dentro... —Su voz es ronca y tensa, como si la
sola idea le doliera. Se aclara la garganta y tira de la cadena antes de acercarse
42 al lavabo—. ¿Cómo vas a ir a clase esta mañana?
Su pregunta me toma desprevenida.
—August me dijo que podía agarrar su auto —digo, moviéndome bajo el agua
mientras se enfría.
—Deja que te lleve yo —responde en voz baja mientras deja el grifo abierto y
se seca las manos antes de lavarse los dientes. Se da la vuelta, apoyándose en
la encimera mientras mira hacia la ducha.
—No tienes que hacer eso.
Todavía puedo sentir sus ojos en mí mientras me muevo y cierro el agua en
un intento de que salga del baño desde que terminé de ducharme hace unos
minutos. Si no salgo de aquí pronto, llegaré tarde a mi primera clase. Una
corriente fría de aire recorre mi cuerpo, enviando un escalofrío a través de mi
piel erizada.
Cubriendo mis pechos desnudos con los brazos, me giro hacia él, mirándolo
fijamente a través de la condensación de la puerta de la ducha. Logan se aparta
de la encimera y agarra mi toalla del gancho en la pared antes de tirarla por
encima de la puerta. Manteniendo un brazo sobre mis pechos, la atrapo con la
otra mano antes de que golpee el suelo mojado bajo mis pies.
Rápidamente, la envuelvo alrededor de mi cuerpo, ignorando mi cabello
empapado que cuelga por mi espalda. Logan se hace a un lado cuando abro la
puerta y salgo a la frialdad de la habitación. No tengo tiempo para preocuparme
por la forma en que me mira y avergonzarme de que me encuentre en la ducha.
Ignorándolo, doy un paso hacia la encimera, tirando mi largo cabello sobre
mi hombro mientras me miro en el espejo. Logan da un paso detrás de mí, sus
ojos encuentran los míos a través del espejo.
—Sé que no tengo que llevarte, pero quiero hacerlo. —Su voz es suave, sus
ojos azul océano atormentados mientras buscan los míos. Se demora un
momento, antes de alejarse con un suspiro de derrota—. Te estaré esperando
cuando estés lista para irte.
Veo a través del espejo cómo desaparece del cuarto de baño, cerrando la
puerta tras de sí para dejarme algo de intimidad. Me quedo sola con mis
pensamientos contradictorios y no estoy segura de cómo descifrar la interacción
que acaba de producirse entre nosotros.
No puedo dejar que se meta con mi corazón y en mi cabeza otra vez… no esta
vez.

43
6
Logan
Traducido por Danielle

El viaje al campus es incómodamente silencioso. Isla está claramente


perdida en sus propios pensamientos mientras revuelve sus papeles y el mapa
de la escuela. Observo el desorden en su regazo cuando nos detenemos en un

44 semáforo en rojo y me doy cuenta de que tiene toda su ruta trazada con un
resaltador. Estoy seguro de que tiene mucho que ver con el hecho de que está
ansiosa como la mierda de ir a una nueva escuela con gente que ni siquiera
conoce.
Las únicas dos personas que conoce somos August y yo. Conoció a algunos
de los chicos con los que jugamos al hockey, pero no los conoce como a nosotros.
Y todavía no ha conocido a nadie que esté en alguna de sus clases. En parte me
siento mal por eso. Debería haberme ofrecido a llevarla para intentar conocer
gente, pero August dijo que lo tenía todo cubierto.
Obviamente, tenía la cabeza demasiado metida en el culo como para hacer
un intento de mostrarle a Isla los alrededores y ella fue demasiado amable como
para molestarse en preguntarle. Así es como funcionaba Isla. Sus padres
intentaban hacer ver que no tenían favoritos cuando se trataba de sus hijos, pero
Isla siempre era la que se dejaba llevar por la corriente.
Actuaba como si no le afectara que pasara todo su tiempo libre consumida
por su hermano y el hockey. Y por eso, sus padres no veían lo injusto que era
para ella, lo mucho que se perdía con sus amigos y otras chicas de su edad. Isla
nunca quiso agitar el barco ni molestar a nadie, aunque fuera a costa de su
propia felicidad.
Y ahora me siento como un maldito imbécil, llevándola al campus solo para
dejarla. No es diferente a lo que ha estado acostumbrada toda su vida y, por
primera vez en mucho tiempo, me dan ganas de darle un puñetazo a su maldito
hermano.
En lugar de acercarme a la entrada del campus, meto el auto en el
estacionamiento y busco un lugar lo más cerca posible de la entrada. Isla mete
rápidamente sus cosas en el bolso, excepto el mapa resaltado que tiene. Me mira,
perpleja y preocupada, mientras pongo el auto en el estacionamiento.
—Gracias por traerme —dice en voz baja, con una sonrisa en los labios
mientras acomoda la mochila sobre su hombro—. Realmente no tenías que
hacerlo, pero te agradezco que lo hagas. Todavía no estoy familiarizada con las
carreteras de por aquí, así que fue agradable no tener que preocuparme por
perderme.
—Te dije que quería traerte y lo dije en serio. No me gusta la idea de que
intentes resolver todo esto sola, en un lugar nuevo con personas nuevas.
Isla alcanza la manija de la puerta, un tinte rosado se extiende por sus
mejillas mientras desvía la mirada de mis ojos.
—Bueno, realmente te lo agradezco, Logan. Gracias.
45 Sale del auto y cierra la puerta con suavidad mientras yo apago el motor y
agarro la manija de mi propia puerta. La observo mientras empieza a alejarse de
mí, sin darse cuenta de que salgo y empiezo a caminar detrás de ella.
—¡Isla, espera! —La llamo, alargando mis pasos para acortar la distancia
entre nosotros.
Isla se detiene, girando sobre sus talones con los ojos muy abiertos por la
sorpresa.
—¿Qué estás haciendo? ¿Pensé que solo me estabas trayendo?
Mis cejas se juntan mientras inclino la cabeza hacia un lado.
—¿Por qué me molestaría en estacionar aquí?? Si solo te hubiera traído, me
habría detenido en el frente.
Cambia su peso nerviosamente de pie, ajustando su correa en su hombro
mientras me da una tímida sonrisa y se encoge de hombros.
—No lo sé. Pensé que tal vez no querías que te vieran dejándome en la puerta
o algo así.
¿Qué diablos?
La miro fijamente, perdiéndome en los tonos dorados y verdes que se
arremolinan en sus iris. Mi corazón se arrastra hasta mi garganta y me siento
incómodo con su admisión. ¿Pensó que la obligaría a cruzar el maldito
estacionamiento porque no quería que nadie la viera salir de mi auto? No podría
importarme menos lo que piensen los demás y me deja sin palabras: ella piensa
que posiblemente podría avergonzarme si me ven con ella. Quería mantener lo
que habíamos escondido, no ella. Nunca ella.
—Dame el mapa —digo, extendiendo mi mano mientras acorto la distancia
entre nosotros. Los ojos de Isla rebotan entre los míos mientras duda, pero con
desgana, me lo entrega.
Escaneo el papel, tomando nota de sus clases y las habitaciones anotadas
con su letra rizada en el costado. Cada uno está etiquetado con los tiempos y
coloreado con el mismo resaltador que marca el mapa en el orden de sus clases.
Una sonrisa toca mis labios cuando veo su primera clase.
—¿Arcilla y escultura? —pregunto, levantando una ceja mientras mis labios
se curvan. He visto las habilidades artísticas de Isla y son algo digno de envidia.
Pero era algo totalmente autodidacta porque no quería molestar a sus padres
interesándose por una de sus aficiones. Esa era la maldita Isla desinteresada
que siempre he conocido—. Me gusta.

46 Isla me mira a través de sus oscuras pestañas con una pequeña sonrisa.
—El arte siempre fue algo que disfruté y dado que tengo algunas asignaturas
optativas que puedo tomar, pensé en probar algunas clases de arte diferentes,
aunque no sea mi especialización.
Miro hacia el frente de la escuela, notando que la multitud de estudiantes se
está reduciendo lentamente. El enorme reloj integrado en la torre de ladrillo
muestra que, literalmente, tenemos cinco minutos para llegar a su clase que está
al otro lado del edificio y solo estamos en medio del estacionamiento.
Alcanzando su mano, la agarro, entrelazando mis dedos con los de ella sin
siquiera pensar en eso mientras la jalo conmigo. Tropieza un poco, pero se
recupera rápidamente mientras me sigue, sus piernas se mueven más rápido
para seguir mi paso.
—He visto lo que puedes hacer con el arte —digo, mirándola mientras
camina a mi lado. Su mano se siente tan bien en la mía, pero la realidad me
alcanza rápidamente y la suelto, sin parecer demasiado obvio mientras agarro
mi teléfono del bolsillo y finjo revisarlo antes de deslizarlo de nuevo en mi
bolsillo—. ¿Por qué no es tu especialidad?
Isla desliza su brazo a través de la otra correa de su mochila y las agarra con
ambas manos para que no pueda volver a tocarla. Ella me da una mirada de
incredulidad mientras una risa áspera se derrama de sus labios.
—¿Estás bromeando? Mis padres me apoyan, pero no sé si me apoyan
tanto… —Hace una pausa, sacudiendo la cabeza mientras suspira—. El arte no
paga las cuentas y como no tengo hockey al que recurrir, necesito obtener un
título en un campo que realmente me permita ser autosuficiente.
Me detengo por un momento, agarrando su hombro para detenerla mientras
continúa caminando a mi lado. Isla se da la vuelta para mirarme, pero no muevo
mi mano.
—No te desacredites, Isla. No te atrevas a renunciar a tus sueños. Mereces
hacer lo que sea que te haga feliz y he visto tu arte. Creo en ti.
Me mira fijamente durante un momento, su expresión es suave y sus ojos
se humedecen, como si esto fuera algo que nadie le hubiera dicho nunca. ¿Nadie
más cree en esta maldita chica? Puede que no sea August Whitley, la
superestrella del hockey, pero eso no significa nada. Ella es la maldita Isla
Whitley y puede hacer cualquier cosa que se proponga.
—Gracias. —Su voz es tan suave que apenas se escucha, pero el sonido
serpentea por mi tímpano—. Sin embargo, tengo que ir a clase, o voy a llegar

47 tarde.
—No me digas —me rio ligeramente, haciéndola girar antes de darle un
pequeño empujón—. Precisamente por eso te acompaño a clase, porque tu
trasero se va a perder definitivamente.
—Oye —gruñe, mirándome con disgusto mientras reprime su sonrisa—. No
soy tan mala con las direcciones.
Pongo los ojos en blanco y me rio suavemente cuando llegamos a la puerta
principal del edificio.
—Lo dice la chica que se perdió conduciendo hasta la gasolinera que está a
dos cuadras de nuestro apartamento.
—¡Eso no es justo! —Ella empuja ligeramente su mano contra mi hombro
antes de entrar por la puerta mientras la mantengo abierta para ella—. Soy
nueva aquí, ¿de acuerdo?
—Nena... la gasolinera está solo a dos cuadras…
Trago con fuerza, mi corazón late erráticamente en cuanto la palabra sale de
mis labios. Los ojos de Isla se abren ligeramente, pero rápidamente borra su
expresión y su sonrisa se vuelve neutra.
—Lo que sea —murmura, sacudiendo la cabeza con frustración—. Si puedes
llevarme a mi primera clase, te demostraré que estás equivocado y no me perderé
yendo a ninguna de mis otras clases.
—Oh, hombre. Y aquí, despejé todo mi horario hoy para asegurarme de que
podría llevarte a todas las clases con seguridad —bromeo, con una sonrisa en
mis labios mientras caminamos por los pasillos, acercándonos al ala de arte—.
¿Estás diciendo que no me necesitas?
Llegamos al salón y ella se detiene frente a la puerta mientras se la abro,
mostrándome una brillante sonrisa.
—No —dice con un guiño antes de desaparecer en el salón de clases sin decir
nada más.
Dejo que la puerta se cierre, observándola a través del pequeño panel de
vidrio mientras se adentra más en el salón de clases y encuentra un asiento en
una de las mesas. Una risa retumba en mi pecho y niego con la cabeza con una
sonrisa todavía jugando en mis labios.
Puede que ella no me necesite, pero yo la necesito a ella...

48
7
Isla
Traducido por Caro

Las primeras dos semanas de clases han pasado volando. Ha sido estresante
tratar de establecer una rutina, especialmente en un lugar nuevo con gente
nueva. August y Logan han estado ocupados volviendo al ritmo de las cosas con

49 su exigente horario de hockey, además de intentar mantener su trabajo escolar.


Todos nos hemos estado viendo más de pasada y sentándonos a ver una
película algunas noches antes de que ambos inevitablemente se queden
dormidos en el sofá antes de que termine la película. Comenzaron a practicar
temprano en la mañana, por lo que prácticamente se convirtieron en viejos,
quedándose dormidos súper temprano.
No me estoy quejando. Sé cómo son sus vidas y no quiero que sientan que
tienen que entretenerme ya que soy la hermana pequeña de August y decidieron
mudarse a su apartamento. Además, quiero que esta sea también mi propia
experiencia, y no estar siguiéndolos como un cachorro perdido. Por eso estoy tan
contenta de haber conocido a Octavia.
Ella también es estudiante de primer año y se mudó desde Michigan, para
su programa de arte. La conocí el primer día, en la clase de arcilla y escultura, y
resultó que en realidad teníamos muchas clases juntas. Nos llevamos bien muy
rápido y fue agradable sentir que tengo una amiga con quien contar. Alguien que
está tan perdida como yo, pero que aun así tenemos lo suficiente en común como
para no tener problemas para entablar una conversación.
Su historia es un poco diferente a la mía, ya que no siguió a su hermano ni
a su enamorado de la infancia hasta aquí. Es hija única y quería alejarse de su
ciudad natal. Sin embargo, tampoco puedo decir que la culpo por eso. Octavia
conoció aquí a algunos otros chicos antes que yo y ni siquiera dudó en
presentarme a su grupo de amigos que me acogieron como si fuera uno de ellos.
Es viernes y estoy muy agradecida de que el fin de semana comience en unos
treinta minutos. Una semana repleta de clases se vuelve un poco agotadora.
Octavia me habló de una fiesta en la casa de la fraternidad a la que invitaron a
nuestro amigo Silas. No era mucho de fiestas, pero iba a ser mi primera vez en
una fiesta universitaria y no estaba dispuesta a dejarla pasar.
Nuestra profesora se levanta de su escritorio, repasando nuestra tarea que
vence el lunes, antes de despedirnos. Octavia y yo nos levantamos de nuestros
asientos y metemos las cosas en nuestros bolsos antes de salir arrastrando los
pies del salón de clases detrás de los otros estudiantes. Cuando llegamos al
pasillo, Silas ya está parado allí, esperando con Demi.
—¡Hola chicas! —dice Demi, mostrando sus dientes blancos y brillantes
mientras empuja su largo cabello rubio hacia atrás sobre sus hombros. Ella y
Silas se acercan a nosotras y nos dan un rápido abrazo—. ¿Están listas para
esta noche?

50 —Claro que sí —suspira Octavia, ajustando su bolso en su hombro—.


Necesito algo para dejar de pensar en el hecho de que ni siquiera he comenzado
esta maldita tarea que vence el lunes.
—Pasaremos todo un domingo en la biblioteca hasta que terminemos esta
mierda —le digo, sintiendo la misma presión. Yo ya había comenzado la mía,
pero los ensayos no eran precisamente mi fuerte. Si fuera algo que involucrara
dibujar o esculpir, sería una historia completamente diferente. Las palabras
escritas no son mi punto fuerte.
—Ya basta de esto —interrumpe Silas, envolviendo con su brazo la parte
superior de los hombros de Demi—. Ya no hablemos más de la mierda de la
escuela. Iremos a esta fiesta y nos emborracharemos, ¿entendido?
Demi se ríe.
—Oh, diablos, sí. Necesito emborracharme esta noche.
Octavia entrelaza su brazo con el mío mientras todos comenzamos a caminar
por el pasillo.
—¿Quieres que nos reunamos aquí y caminar hasta allí? Está a solo dos
cuadras y puedes quedarte en mi habitación esta noche para que no tengas que
preocuparte por que te lleven a casa.
—Perfecto —le sonrío, soltando su brazo mientras atravesamos la puerta
principal de la escuela—. ¿Puedo dejar mi bolso en tu habitación antes de que
nos vayamos?
—Por supuesto —dice ella, su sonrisa llega a la mía. Todos nos detenemos
en el frente cuando llegamos al patio principal y un BMW negro se detiene. Mi
corazón sube hasta mi garganta porque sé exactamente quién está sentado
detrás del volante. August me había estado dejando usar su auto desde que
comenzaron sus prácticas matutinas, así que no estaba esperando un viaje a
casa hoy.
Silas levanta una ceja y me mira mientras la ventana del lado del pasajero
se desliza hacia abajo.
—¿Quién es ese?
Demi lo mira.
—¿En serio no sabes quién es? —Hace una pausa, sacudiendo la cabeza—.
Ese es Logan Knight. Nada más y nada menos, que uno de los jugadores estrella
51 de hockey... sin mencionar que es un maldito Dios. ¿No lo habías visto antes,
Silas?
—Confía en mí, lo he visto y la forma en que todas las chicas lo miran. Lo
que no daría por lucir así… Jesús. —Silas hace una pausa y pone los ojos en
blanco—. Lo juro, él y August consiguen toda la atención de las chicas.
Octavia le da un codazo en las costillas.
—No seas un maldito imbécil. August es el hermano de Isla y ella vive con él
y Logan. —Ella me mira, dándome una sonrisa comprensiva—. Lo siento. Creo
que a veces el pene de Silas se pone un poco celoso de la vagina que no tiene.
Trago el nudo en mi garganta y esbozo una sonrisa falsa. Aún no he visto a
Logan traer a una chica a casa y he escuchado la voz de Poppy varias veces,
tarde en la noche cuando todos ya están en la cama. Sin embargo, ahora que lo
pienso, el hecho de que nunca haya visto a Logan traer una chica a casa no
significa necesariamente nada. Eso no significa que no tenga la atención de otra
persona y que ellos no tengan la suya.
Tendría sentido con lo distante que ha estado hacia mí...
—Los veré más tarde esta noche —les digo a mis amigos que están atrapados
en una discusión mientras los empujo—. O los llamaré cuando me esté
preparando para ir.
—¡Suena bien, chica!
Doy zancadas hacia el costado del auto de Logan, inclinándome cuando llego
a la ventana y lo miro adentro. Sus anteojos de sol cubren sus profundos ojos
azules, pero puedo sentirlos quemando agujeros a través de los míos mientras
lo miro.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Vine para llevarte a casa.
Mis cejas se juntan.
—Conduje el auto de August esta mañana. No puedo dejarlo aquí.
Logan baja las gafas de sol por el puente de su nariz mientras me mira
fijamente, con los labios inclinados hacia arriba.
—Ya lo tiene.
Entrecierro mis ojos hacia él.
—Entonces, a menos que quiera caminar o pagar un Uber, ¿se supone que
52 debo regresar contigo?
—¿Por qué estás haciendo un gran problema al respecto? —La sonrisa de
Logan se desvanece y me mira con un toque de irritación y confusión. Dirige su
mirada más allá de mí, entrecerrando los ojos en mi grupo de amigos que todavía
están parados allí atrás—. ¿No quieres que tu nuevo amiguito te vea subiendo al
auto de otro tipo?
Miro por encima de mi hombro y me encuentro con los ojos de Silas sobre
nosotros dos. Giro la cabeza, vuelvo a mirar a Logan y levanto una ceja.
—¿Por qué diablos me importaría lo que él piensa? Literalmente es solo un
amigo.
—Mmm —murmura Logan, poniendo los ojos en blanco—. Ningún chico es
solo amigo de una chica. Siempre hay algo persistente debajo de la superficie y
vi la forma en que te estaba mirando. Es solo cuestión de tiempo antes de que
actúe.
Mi corazón late erráticamente en mi pecho mientras mi respiración se queda
atrapada en mi garganta. Ningún chico es solo amigo de una chica. Eso es
exactamente lo que se supone que es Logan: mi amigo. No puedo dejar que mi
mente sea envuelta en sus palabras porque estoy segura de que no hay un
significado oculto detrás de ellas. Posiblemente no podría referirse a nosotros
también, o habría actuado antes.
En cambio, decido jugar con él.
—Parece que estás celoso, Knight.
Él entrecierra sus ojos hacia mí.
—Sé lo jodidos que son los universitarios, Isla. Ahora, sube al maldito auto.
Deslizándome por el lateral del auto, cruzo los brazos sobre mi pecho en
señal de desafío.
—¿Y si no lo hago?
Logan deja escapar un suspiro exasperado, una sombra pasa por su
expresión.
—No dudaré en levantarte y arrojarte aquí.
Una sonrisa aparece en mi rostro y dejo caer los brazos a los costados antes
de abrir la puerta del auto. Los ojos de Logan todavía están en los míos y no
53 puedo leer su expresión mientras me mira con atención.
—No te pongas en modo alfa. Estaba planeando entrar de todos modos, solo
quería ver tu reacción.
—No me pongas a prueba, nena —dice en voz baja mientras pone el auto en
marcha y lo aleja de la acera. Permanece en silencio, manteniendo los ojos fijos
en la carretera mientras sale del campus y se dirige de regreso al apartamento.
Trago saliva por encima del nerviosismo que se acumula en mi garganta. Su
reacción me desconcierta. Nunca había visto a Logan actuar así y mentiría si
dijera que no me entusiasmó.
Me gusta verlo celoso. Me gusta la fachada de esperanza de que quizás
también sienta algo...
8
Logan
Traducido por Caro

Maldición Isla.
Desearía poder ser honesto con ella, pero sé que no puedo. Hay demasiado
en juego y no sé si valdría la pena el riesgo. Lo último que quiero hacer es
54 arruinar su vida, especialmente cuando sé que se merece algo mejor que yo. No
solo eso, sino que estoy bastante seguro de que perdería a mi mejor amigo en el
proceso.
Mis patines se deslizan por el hielo, levantando pedazos cuando me detengo
justo en frente del disco. Levantando mis brazos, sostengo mi palo hacia atrás y
lo dejo caer con tanta fuerza que mi golpe se va con él, enviando el disco por los
aires.
Corta el aire, mi pecho y mis hombros se agitan con respiraciones profundas
mientras lo veo entrar en el bolsillo de la esquina superior de la red.
—¿Estás bien, hermano? —pregunta August mientras patina a mi lado—.
¿Estás jugando del carajo, con todos esos jodidos golpes que has estado tirando
esta noche?
Tuvimos práctica esta mañana, pero el entrenador dijo que la pista estaría
abierta esta noche si queríamos tener algo de tiempo extra en el hielo. Juego más
en la posición de ejecutor. Soy el que los jode y principalmente recibe asistencias.
August juega de centro, así que, si alguien debería estar trabajando en los tiros,
debería ser él.
Afortunadamente, todos los demás muchachos se retiraron antes, así que
no enviaré discos volando a nuestro portero antes de nuestro primer juego este
fin de semana. Lo último que quiero hacer es desquitarme con él, pero joder,
necesito algún tipo de desahogo después de llevar a Isla a casa esta tarde. Esa
maldita chica me va a destruir sin siquiera darme cuenta.
—Solo ha pasado una semana —le digo a August, mientras patino hacia
atrás alejándome de él—. Estoy ahorrando mi energía para revisar la mierda del
equipo contra el que jugaremos mañana.
August asiente, dándome una mirada de complicidad mientras patina a mi
lado, sacando el disco de la red con su palo.
—Quieres que guarde esta mierda para que podamos regresar. ¿Hay una
fiesta en la casa de la fraternidad esta noche a la que quería ir, si estás
dispuesto?
Patino hacia la red, alejándola mientras la deslizo por el hielo hasta el final
de la pista. August se desliza por el hielo y recoge los otros discos. Ir a una fiesta
cuando tenemos un juego mañana por la tarde probablemente no sea la mejor
decisión, pero podría tomar una cerveza o dos, no emborracharme y estar bien.
Patinando hacia August, lo ayudo a sacar los discos del hielo.

55
—Creo que Isla fue con algunos de sus amigos, así que quiero asegurarme
de que esté bien. Ya sabes cómo pueden llegar a ser esas fiestas.
Mi estómago se hunde y mi mandíbula se tensa mientras patino hacia el otro
extremo de la pista y agarro la otra red antes de empujarla fuera del hielo. No
me gusta nada, y la idea de que Isla esté en una fiesta de fraternidad hace que
me hierva la sangre. La mitad de los chicos allí son cerdos y ella es carne fresca.
Es un blanco fácil, con lo malditamente inocente y amable que es. Sin mencionar
el hecho de que parece que fue enviada aquí desde el cielo.
De ninguna manera, no voy a ir a esa fiesta ahora.
Empujándome en mis patines, corro hacia August, sintiendo el ardor en mis
piernas cuando mis cuchillas cortan el hielo. August ya está fuera de la pista y
no me detengo, saltando al pasillo cuando llego al espacio en las tablas.
—Estoy dentro.

Ambos nos duchamos en los vestidores y nos cambiamos con la ropa que
estábamos usando antes de salir a la pista. El entrenador dijo que vendría más
tarde para cerrar las cosas, así que limpiamos lo mejor que pudimos para hacer
su trabajo un poco más fácil.
Aunque suene mal, lo único que tengo en mente en este momento es llegar
a esa fiesta y asegurarme de que Isla esté bien. Sé que a August le preocupa que
su hermana pequeña esté en un lugar con gente nueva. Su primera fiesta
universitaria. Pero la preocupación ni siquiera se compara a cómo me siento.
Posesivo. Protector. Jodidamente celoso de pensar en que ella está allí con
su nuevo amigo idiota.
Vi la forma en que la miraba, sus ojos fijos en su trasero cuando ella se
inclinó para apoyarse en el costado de mi auto para hablar conmigo. Él puede
decirle que solo son amigos, pero yo lo sé mejor. Sé lo que alguien puede sentir
por Isla porque lo he sentido durante años. Se merece algo mejor de lo que jamás
podría darle, pero él no lo es.
Seré yo quien decida quién es lo suficientemente bueno o no para ella.
Pude encontrar un lugar para estacionar a una cuadra de la fiesta, pero no
más cerca porque las calles están llenas de autos. La mayoría de los chicos
probablemente caminaron desde el campus, pero hay una buena cantidad que
vive en sus propios apartamentos y demás, así que estoy seguro de que algunos

56 de los autos pertenecen a otros estudiantes.


August y yo caminamos por la calle y cuando llegamos a la casa, todo el
lugar está iluminado. Es como algo sacado de una película, con el patio delantero
lleno de gente bebiendo en vasos rojos. La puerta principal está abierta de par
en par, todas las ventanas están abiertas y puedes sentir el bajo de la música
que suena adentro mientras estás de pie afuera del maldito edificio.
Miro alrededor del patio delantero, veo a algunos de los muchachos de
nuestro equipo y algunas personas diferentes de nuestras clases. Mis saludos
duran poco, mientras que August se queda un momento, alcanzándolos como si
no hubiera visto algunos de ellos hoy. No tengo tiempo para conversaciones
mundanas.
Necesito encontrar a Isla.
Mientras examino el patio, no la veo a ella ni a sus amigos parados en ningún
lado. August se acerca a mí después de separarse del grupo de personas con las
que estaba hablando. Levanta una ceja mirándome y me encojo de hombros, no
tengo nada que decirle, pero no me molesto en quedarme mientras me abro paso
entre la multitud de personas reunidas en el porche delantero y me dirijo dentro
de la casa.
Es como un maldito océano lleno de gente mientras todos se mueven por la
casa. La primera sala está repleta de gente parada y hablando, junto con una
mesa de beer pong 1 instalada al otro lado de la sala. August saluda a algunos de
ellos, deteniéndose en el barril para tomar una cerveza mientras continúo por la
casa. Mis ojos recorren las habitaciones mientras mis pies me mueven, buscando
alguna señal de ella, pero no la veo por ninguna parte.
Me dirijo a través de una sala de estar, mirando los sofás y las sillas, pero
sigo sin ver a Isla por ninguna parte. ¿Dónde diablos podría estar esta chica?
Después de dar una vuelta por todo el primer piso, buscando en todas las
habitaciones arriba y abajo, mi estómago se revuelve con pavor cuando me doy
cuenta de que no se la ve por ningún lado aquí abajo.
Esto podría significar una de dos cosas. O está arriba con alguien o afuera.
Mierda.
Debería dejar que August se encargue de esto. Ella es su hermana pequeña
y cuando se trata de eso, ella no es mi responsabilidad. Si hay alguien aquí que
debería estar buscándola, debería ser él, pero en cambio lo veo hablando con
una chica de nuestra clase de química mientras toma un sorbo de cerveza. Tanto
para él como para Poppy sigue siendo esta su manera de ser.

57 Sin embargo, así es como funciona August. No forma ningún apego real
porque no podría comprometerse si quisiera. Tiene un problema y le tiene fobia.
Lo único con lo que se compromete por completo es con el hockey y no puedo
culparlo por eso. La gente en la vida mentirá y se irá. Te dejarán sin dudarlo y
nunca volverán a contactarte, al igual que mi propio puto padre. El hockey es
algo que nunca se irá... nunca te defraudará.
Me detengo junto al barril, agarro un vaso de plástico, lo lleno hasta el borde
con la cerveza espumosa y lo bebo. Levanto la vista hacia las escaleras y me doy
cuenta de que algunas personas están de pie en el hueco de la escalera, algunas
de ellas con la boca unida. Vuelvo a llenar mi vaso y vacío la mitad antes de
dirigirme en dirección a los escalones con la sangre ya hirviendo.
Mis pasos son pesados pero rápidos mientras subo las escaleras, saltándome
cada dos pasos. No me molesto en prestar atención a las parejas que me cruzo
en el camino, con una sola cosa en mi mente. Me detengo en la primera puerta
que está cerrada y la abro sin molestarme en tocar. Un tipo y una chica están
medio desnudos en la cama, gritándome que me vaya a la mierda mientras me
quedo allí por un momento.
Retrocediendo, cierro la puerta y giro por el pasillo hasta la siguiente puerta.
Los siguientes tres son iguales, con parejas teniendo sexo, y ninguno de ellos

1
El Beer Pong es un juego de beber muy popular en los Estados Unidos.
involucra a Isla. Rechazo a uno de ellos que me invita a unirme. No estoy
juzgando a nadie que esté interesado en eso, pero solo tengo la vista puesta en
ella en este momento.
La última puerta que encuentro está cerrada. Mi estómago se hunde y mi
corazón sube a mi garganta. Apretando los puños, golpeo la madera hasta que
suena como si estuviera a punto de romperse por la fuerza. De repente se abre
frente a mí y el tipo del otro lado está en mi rostro, prácticamente gritándome.
Miro más allá de él, no encuentro a Isla allí, y dejó escapar un suspiro de alivio
antes de alejarme de ellos.
Menos mal que ella no estaba en ninguna de estas habitaciones. Entonces,
eso solo puede significar que ella está afuera...
Y no estoy tan seguro de que me vaya a gustar lo que descubra allí más de
lo que me hubiera gustado encontrar aquí.

58
9
Isla
Traducido por Caro

—Oye, Isla —Octavia grita mi nombre mientras se tambalea hacia mí con


Demi—. ¿Quieres darle una fumada a este porro?
Las miro a los dos desde el banco en el que estoy sentada y niego con la
59 cabeza.
—No, soy buena. Realmente no fumo hierba.
—Ahh, vamos —Demi lanza su brazo alrededor de los hombros de Octavia,
arrastrando las palabras por lo borracha que está—. Un poco de hierba nunca
le hace daño a nadie. Además, ¡esta es tu primera fiesta universitaria!
Octavia agarra el porro de Demi mientras lo agita en mi rostro intentando
presionarme.
—Déjala ir, Dem, ella dijo que no. No seas una perra.
Demi abre la boca para decir algo, pero luego la canción cambia a algo más
animado a través de los altavoces y estalla en una gran sonrisa.
—Oh, Dios mío, me encanta esta canción —grita, tirando de Octavia con
ella—. ¡Vamos a bailar!
Octavia me mira por encima de su hombro.
—¿Vienes, Isla?
Niego con la cabeza y le devuelvo la sonrisa mientras sorbo lentamente mi
cerveza. Es la quinta de la noche y ya empiezo a sentirme calurosa y confusa.
Definitivamente borracha. Lo último que necesito hacer ahora es intentar
ponerme de pie. He estado en fiestas de la escuela secundaria y he tenido una
buena cantidad de noches de borrachera, pero ha pasado un tiempo desde que
bebí alcohol. Y no puedo recordar la última vez que estuve así de borracha.
Sentada en el banco del jardín, mis ojos escanean el área del patio,
observando a todos mientras participan en diferentes conversaciones. Hay dos
mesas de beer pong instaladas y una con un vaso giratorio. Es una tarde fría,
pero aún hace suficiente calor para estar afuera con una sudadera puesta. Y el
alcohol definitivamente ayuda con el frío en el aire.
No conozco a ninguna de las personas aquí y aunque me presentaron a
algunos antes, ya he olvidado sus nombres. Recordar algo así siempre me ha
resultado difícil, a menos que alguien marque definitivamente mi vida o se haga
un hueco en mi círculo de amistades. Siempre he sido introvertida, por lo que
esto definitivamente está fuera de mi zona de confort: estar aquí con una
multitud de personas que realmente no conozco.
Por lo tanto, por qué estoy sentada aquí en este banco sola. El círculo de
amigos que he hecho en las últimas dos semanas en la escuela es pequeño y
estoy perfectamente de acuerdo con eso. Estoy igual de contenta, sentada aquí
borracha como el infierno, la gente mirando como si no fuera asunto de nadie.
60 Siempre me ha interesado estudiar a las personas y la forma en que interactúan.
Y me pregunto por qué diablos no puedo hacer lo mismo. Es casi como si
fueran réplicas de cómo me gustaría ser, interactuando con la gente. Hacen que
parezca tan fácil, pero cada vez que trato de hablar con alguien que no conozco,
me esfuerzo en dar una pequeña conversación. Dame una conversación frente a
frente, algo profundo y con significado y estoy más que bien.
El cojín en el que estoy sentada se mueve y miro hacia arriba cuando Silas
se deja caer a mi lado. Sus ojos están inyectados en sangre y vidriosos mientras
me ofrece una sonrisa torcida.
—¿Qué estás haciendo aquí, sentada sola? Pensé que te encontraría adentro
bailando con las chicas.
Me encojo de hombros, tomando otro sorbo de mi cerveza.
—Esa no es realmente mi escena. Estoy más contenta simplemente pasando
el rato aquí.
—Lo entiendo —dice con comprensión mientras saca un paquete de
cigarrillos y enciende uno. Observo un lado de su rostro mientras observa a un
grupo de chicos jugando al flip cup 2. Silas es uno de los únicos chicos de los que

2
Flip Cup es un clásico juego de beber en equipo en el que la diversión crece con el número de jugadores.
me he hecho amiga desde que comenzó mi primer año y me gusta la amistad que
tenemos. Es fácil hablar con él y, aunque es soltero, nunca me ha hecho sentir
incómoda.
—¿Por qué no estás allí con ellos o jugando al beer pong o algo así? —Le
pregunto, mis ojos recorren las líneas rectas de su rostro. Silas es atractivo, con
su rostro perfectamente simétrico y sus profundos ojos verdes. Su piel
aceitunada se destaca de sus rasgos más oscuros y su cabello castaño oscuro
siempre está perfectamente peinado—. Estoy segura de que no quieres pasar la
noche sentado aquí con una aburrida.
Silas inclina la cabeza hacia atrás y se ríe mientras una nube de humo se
eleva hacia el cielo nocturno. Él me mira, sus ojos verdes encuentran los míos.
—No eres aburrida, Isla. —Él sonríe, riéndose levemente antes de que su
rostro se ponga serio—. Aquí es donde exactamente quiero estar ahora.
Se acerca más, deslizándose sobre el cojín hasta que su muslo toca el mío.
Moviendo su cigarrillo a su otra mano, envuelve su brazo alrededor de mis
hombros. La sensación es extraña, pero se siente agradable, pegada a su

61 costado. Silas es cálido y el clima se está poniendo más frío a medida que la
noche se hace más larga.
—¿Está bien? —pregunta, mirándome.
Mi corazón late más fuerte en mi pecho y asiento lentamente. Aprecio su
respeto por los límites y la forma en que pide consentimiento para algo tan
simple. Nunca pensé en él como algo más que un amigo, y tal vez sea el alcohol,
pero en este momento, se siente bien estar cerca de él.
—Quítale el maldito brazo de encima.
Inhalando con fuerza, mi aliento queda atrapado en mi garganta cuando el
sonido de la voz de Logan envía un escalofrío por mi columna. Miro detrás del
banco en el que estamos sentados y lo veo parado allí, su expresión es sombría
mientras nos mira a los dos.
Silas lo ignora y da otra calada a su cigarrillo. Ninguno de nosotros se mueve
y estoy congelada en mi lugar, incapaz de apartar mi mirada de la de Logan.
Parece que está realmente furioso en este momento y no se me pasa por alto la
forma en que sus manos se cierran en puños cuando comienza a caminar hacia
nosotros.
—Tienes dos opciones, imbécil. —Su voz es baja, su tono áspero mientras
fija su mirada en la de Silas y arranca el cigarrillo de sus dedos y lo tira al suelo—
. O apartas tu brazo de sus hombros o te lo arranco del maldito cuerpo.
—Ah... Logan, maldito Knight. —Silas hace una pausa, una risa áspera sale
de sus labios—. ¿Qué tan gracioso es esto? Debería haber esperado que te
abalanzaras y sacaras alguna mierda como esta. Esto es lo que tú y August
siempre hacen, ¿no?
Logan mira a Silas con los ojos entrecerrados mientras hace crujir sus
nudillos.
—Ahora.
—Mierda —murmura Silas mientras retira su brazo y me mira—. ¿Estás de
acuerdo con esto?
Trago el nudo en mi garganta, sintiéndome completamente incómoda
mientras mi cabeza nada por el alcohol.
—Está bien. —Asiento hacia Silas—. Solo vamos.
Miro a Logan, sin molestarme en prestar atención a la mierda que murmura
Silas mientras se levanta y se aleja. Estoy sin palabras y todavía congelada en
mi lugar. Aunque estoy borracha, la forma en que Logan acaba de actuar me

62
sorprendió por completo. Me tomó por sorpresa, tal como lo hizo en el auto
cuando hizo el comentario sobre Silas mirándome subir al auto.
Y no me gusta sentir que me están marcando como si fuera propiedad de
alguien. No hay nada entre Logan y yo. Lo dejó muy claro cuando me mudé con
ellos. Entonces, no tiene derecho a actuar así. Ahora soy una adulta y no necesito
que me cuide como lo hacía cuando éramos niños.
Agarrándome del costado del banco, me levanto con pies vacilantes y empujo
a Logan mientras me alejo de él. No llego muy lejos antes de sentir su gran mano
envolviendo mis bíceps mientras me arrastra hacia él.
—¿Qué diablos, Isla?
—¿Es en serio, Logan? Debería estar haciéndote la misma pregunta. —Giro
sobre mis talones, liberándome de su agarre mientras levanto la cabeza para
mirarlo. Es mucho más alto que yo, pero mis ojos se encuentran con los suyos
mientras lo fulmino con la mirada—. ¿Qué mierda fue eso? No necesito que me
vigiles, ¿de acuerdo? Yo puedo apañármelas sola.
—Mentira —murmura, sacudiendo la cabeza mientras su expresión se pone
sombría—. Estás completamente borracha y si no hubiera aparecido,
definitivamente te habría llevado arriba a una de las habitaciones.
Mis cejas se juntan.
—¿Y eso es asunto tuyo porque…? Hasta donde sé, no estás a cargo de mí,
Logan. Lo que hago, no te concierne.
Logan cierra el espacio entre nosotros, sus manos encuentran la parte
superior de mis hombros mientras sus ojos rebotan entre los míos.
—Ahí es donde te equivocas, nena. —Su voz es baja, suave y cálida, como
sus palmas sobre mí—. Todo lo que hagas siempre me va a importar.
Mis manos encuentran su pecho e intento alejarlo de mí, pero es un intento
débil con lo sólido que es. En cambio, tropiezo hacia atrás y sus manos se
apartan de mis hombros.
—No. No puedes hacerme esto.
—¿Hacer qué? —pregunta, retrocediendo. Su expresión se suaviza y su
mirada quema a través de la mía—. ¿Cuidarte? ¿Asegurarme de que estés bien?
—¿Es así como tratas a tus amigos? ¿Prácticamente los orinas como un
maldito perro marcando su territorio?
Una suave risa cae de sus labios y levanta una ceja hacia mí.

63 —Mi pene ha estado en mis pantalones toda la noche, Isla.


Mi respiración se atasca en mi garganta y rápidamente levanto la cerveza a
mis labios, tragando el resto de lo que hay en la botella en un esfuerzo por
despejar el bulto que se encontraba allí. Es el mejor amigo de mi hermano. Él es
mi amigo. Un calor se extiende por la boca de mi estómago y sé que es por algo
más que el alcohol. Deja de pensar en su pene.
Los cálidos dedos de Logan rozan los míos mientras los envuelve alrededor
del cuello de la botella y me la quita.
—Creo que ya has bebido suficiente esta noche.
—Tú no eres mi guardián, Knight. —Lo miro, sintiendo que mi cuerpo se
tambalea sobre piernas inestables—. No puedes decirme lo que puedo y no puedo
hacer.
El rostro de Logan decae e inclina la cabeza hacia un lado con una mirada
de dolor en sus ojos.
—No hagas eso —susurra, con voz tensa.
Mis cejas se juntan.
—¿Hacer qué?
—No me llames Knight, como todos los demás.
—Tus amigos te llaman Knight. —Pongo los ojos en blanco de manera
dramática antes de pasar junto a él—. Solo me estoy asegurando de que estoy
interpretando bien el papel.
Dejo a Logan afuera en el patio mientras regreso a la casa, abriéndome
camino a través de un mar de personas. No tengo tiempo para estos juegos con
él. Quiere que seamos amigos, entonces necesita actuar como mi amigo en lugar
de un novio celoso y posesivo. Tal vez podría haber algo entre Silas y yo, pero
¿cómo se supone que voy a saber si él solo insiste en meterse en lugares a los
que no pertenece?
Mientras me abro paso entre la multitud de personas, finalmente llego al
pasillo que conduce a la puerta principal. Justo cuando doy vuelta en la esquina,
siento un par de manos agarrando mi cintura. Jadeo en estado de shock cuando
me giro y encuentro a Logan en mi rostro, empujándome hacia atrás. Me empuja
de nuevo a través de una puerta hacia el cuarto de lavado.
—¿Qué estás haciendo? —le pregunto, con voz ronca mientras me acorrala.
Mi espalda golpea la pared cuando él planta sus palmas a cada lado de mi
cabeza, enjaulándome. Humedezco mis labios con mi lengua mientras miro las
64 profundidades de sus ojos oceánicos—. Logan...
—No sé cómo ser tu amigo, Isla. —Mueve una mano de la pared, deslizándola
a lo largo de un lado de mi rostro mientras toma mi mejilla. Su pulgar es suave
mientras acaricia mi piel—. ¿Qué pasa si ya no quiero que hagas el papel?
Mi respiración se atasca en mi garganta mientras mi corazón late
erráticamente dentro de su jaula, amenazando con salirse de mi pecho en
cualquier momento. Bajo mis ojos a sus labios carnosos antes de volver a mirar
sus ojos.
—¿No quieres que seamos amigos?
El fantasma de una sonrisa juega en sus labios mientras niega con la cabeza.
—Nunca quise ser tu amigo.
Logan desliza su mano alrededor de mi nuca mientras su boca choca con la
mía. Sus labios se sienten cálidos y suaves contra los míos, tal como lo recuerdo.
Es como si retrocediéramos en el tiempo, a un lugar diferente, a un momento
diferente, pero no es así. No estamos en la escuela secundaria, tocándonos y
besándonos a escondidas cuando nadie está mirando.
Esto no es solo un sueño o un recuerdo...
Esto realmente está sucediendo.
10
Logan
Traducido por Caro

En el fondo de mi mente, sé que no debería estar haciendo esto con ella. Fui
yo quien le propuse la idea de ser amigos y le dije que quería ser mejor amigo
para ella de lo que era antes. Sin embargo, aquí estoy, presionándola contra la

65 pared con mis labios derritiéndose contra los suyos.


El recuerdo de sus labios se congeló en mi cerebro y la forma en que me besa
es tal como la recuerdo. Suave y tierna, dulce e inocente. Isla siempre fue lo
único constante en mi vida y sentirla tan cerca de nuevo me hace arrepentirme
de haber perdido un momento con ella.
Abro mis labios, mi lengua sale y trazo la comisura de sus labios antes de
que ella los separe y me deje entrar. La extrañé tanto que me duele de una
manera que nunca podría expresar con palabras. Ella rompe mi corazón en dos,
solo sintiéndola tan cerca.
Isla levanta sus brazos, envolviéndolos alrededor de mi cuello mientras
presiono mi cuerpo contra el suyo, sintiendo su calor. Con una mano
manteniéndola en su lugar, deslizo la otra hacia su delgada cintura, agarrando
su cadera. Ella ha madurado desde la última vez que la sentí tan cerca y joder,
podría desmoronarme ahora mismo.
Ella me devuelve el beso, su boca se mueve junto con la mía y nos perdemos
en el momento, nuestro entorno se desvanece. Ni siquiera me molesté en cerrar
la puerta detrás de nosotros, lo que probablemente debería haber hecho porque
sé que August está al acecho por aquí en alguna parte. Ni siquiera me importa
ya. Que nos encuentre. Que todo esto se incendie.
Al menos me quemaré, sabiendo que la probé por última vez antes de que
todo se fuera al infierno.
Finalmente separándonos, ambos tomamos una bocanada de aire mientras
presiono mi frente contra la suya. La respiración de ambos es superficial y
entrecortada y su cálido aliento golpea mi rostro. Cerrando los ojos, saboreo el
momento, sintiéndola de nuevo.
—¿Puedo preguntarte algo? —susurra, su voz apenas audible sobre la
música que resuena a través de los altavoces en toda la casa.
Me alejo de ella, mis ojos se encuentran con los suyos.
—Siempre puedes preguntarme cualquier cosa.
—No tienes novia ni nada, ¿verdad? —Hace una pausa por un momento,
mordiendo labio inferior mientras toma medidas drásticas—. No quiero ser la
chica que arruina una relación ni nada.
Una suave risa cae de mis labios.
—No, no tengo novia. No veo ni hablo con nadie. —Muevo mi mano para
ahuecar un lado de su rostro—. No he tenido novia desde la secundaria. No te
voy a mentir y decir que no hice nada con nadie desde que estoy aquí, pero nunca

66
ha sido nada importante. Por mucho que lo he intentado, nunca he sido capaz
de sacarte de mi cabeza.
Me mira con el ceño fruncido, lo que me confunde.
—Me dijiste que me merecía algo mejor que tú, entonces, ¿por qué perderías
tu tiempo estando estancado conmigo?
—Porque, aunque no te merezco, eso no significa que haya alguien que se
acerque a ti. Me niego a conformarme con nada menos que la grandeza, cariño.
Y eso es exactamente lo que eres.
Dejo caer mi mano de su rostro, acercándola a mí mientras ella apoya su
cabeza en mi pecho. Envolviendo mis brazos alrededor de su cintura, la sostengo
cerca mientras entierro mi rostro en el hueco de su cuello, inhalando su dulce
aroma que está impreso en mi mente.
—¿Por qué te subestimas? —pregunta en voz baja, aferrándose a mí
mientras sus piernas tiemblan—. Exudas confianza, pero no te ves a ti mismo
de la forma en que haces que los demás te vean. Es como si solo te vieras a ti
mismo de manera negativa y no estoy de acuerdo con todo lo que dices sobre ti,
Logan. Eres la mejor persona que conozco.
Esta chica derrite mi corazón con su dulzura, como siempre lo hizo. Es
tranquila, siempre observando el mundo que la rodea. Ella puede leer a las
personas como nadie que haya conocido, siempre capaz de simpatizar y hacer
que alguien se sienta como si fuera alguien especial. Como si fueran importantes
y realmente significaran algo. Tiene un don con la gente, uno que yo nunca
podría obtener.
—Tu hermano es mi mejor amigo —le recuerdo en voz baja mientras trato
de no matar el estado de ánimo entre nosotros—. Él conoce todos mis secretos y
defectos. ¿De verdad crees que aprobaría si supiera sobre esto?
—No lo sé —dice en voz baja, con un tono sombrío—. Pero sé que August
apoyaría cualquier cosa que me haga feliz. Y si supiera la verdad, no creo que
estuviera tan en contra como tú piensas.
No sé si estoy totalmente de acuerdo con ella. Es difícil decir cómo
reaccionaría. Si estuviera en su lugar, nunca lo aprobaría. Puede que ella no me
vea de la misma manera que yo me veo a mí mismo, pero esto sigue siendo una
ventaja arriesgada. Antes de que esto vaya más lejos, ambos debemos
asegurarnos de que estamos listos para saltar por el precipicio,
independientemente de las consecuencias.
Isla se balancea en mis brazos y puedo sentir su cuerpo cada vez más pesado
mientras estamos aquí juntos.

67 —Vamos a llevarte a casa, nena.


—Mmm —murmura contra mi pecho—. Me gustaría eso. Definitivamente
creo que necesito dormir.
Girándola, deslizo mi brazo alrededor de su espalda mientras paso el otro
bajo sus rodillas y la levanto en mis brazos. Ella gime levemente, su cabeza gira
antes de recuperar el control.
—Sabes, puedo caminar.
—¿Estás segura de eso? —le pregunto, riendo suavemente mientras apoya
su cabeza contra mi pecho y suspira—. No parecías muy estable sobre tus pies,
así que déjame llevar el peso por ti.
—Está bien —susurra, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello—.
Gracias, Logan.
Una sonrisa toca mis labios, pero no le respondo mientras se acomoda en
mis brazos y la sacó del cuarto de lavado. Esta noche no fue exactamente como
había imaginado que sería, pero la vida tiene una forma divertida de dejar que
las cosas sucedan. No sé qué estamos haciendo realmente aquí, pero por ahora,
esto es suficiente.
La llevo a través de la casa, acercándome poco a poco a la puerta, cuando
veo los ojos de August a través de la puerta que conduce a la sala de estar. Sus
cejas se juntan cuando ve a Isla en mis brazos y se abre paso entre la multitud
mientras corre hacia nosotros.
—¿Que está pasando? —me pregunta, sus ojos escanean a Isla con una
mirada preocupada pasando a través de ellos—. ¿Se encuentra bien?
—Ella está bien —le digo, haciendo una pausa mientras se acomoda
ligeramente en mis brazos—. Simplemente bebió demasiado, así que iba a
llevarla de vuelta al apartamento.
Un suspiro de alivio se le escapa a August y la expresión preocupada
desaparece de su rostro mientras mira hacia la sala de estar.
—Me iré a casa con ustedes también.
Niego con la cabeza.
—Todo está bien, hermano. Solo quédate aquí y diviértete. Nuestro juego no
es hasta mañana por la noche, así que no es como si tuviéramos que levantarnos
temprano ni nada. Mereces divertirte un poco esta noche.
August mira a Isla antes de volver a mirarme a mí.

68 —¿Estás seguro?
—Claro que sí —asiento, sonriéndole. Cuando la lleve a casa, no estará
durmiendo sola y realmente no quiero que August esté allí cuando me meta en
la cama con ella. Siempre es más fácil pedir perdón que permiso. Me ocuparé de
él por la mañana después de que probablemente nos encuentre juntos en la
cama—. ¿Tienes quién te lleve a casa esta noche entonces?
Una sonrisa se forma en los labios de August mientras dirige su atención
hacia la sala de estar donde hay una gran multitud bailando. No puedo ver en
quién están sus ojos, pero a juzgar por la expresión de su rostro, estoy seguro
de que tiene la vista puesta en alguien esta noche.
—No te preocupes por mí —me dice, mirándome con un guiño—. Podría
terminar quedándome en otro lugar esta noche, de todos modos.
El alivio me inunda y la idea de tener que hablar con él cuando nos
encuentre por la mañana se desvanece. Que August haya encontrado una chica
para follar esta noche y dormir en su casa hace que esto sea mucho más fácil,
no tan arriesgado. Aunque Isla está borracha y necesita dormir, nos da la
oportunidad de estar solos sin tener que preocuparnos por él.
—Asegúrate de cuidarte —me rio, sacudiendo la cabeza mientras camino
alrededor de él, llevando a Isla a la puerta principal. Lo último que necesitamos
es que August deje embarazada a una chica en este momento. Sería algo
inesperado.
Escucho la risa de August sobre el sonido de la música cuando salimos de
la casa. Llevo a Isla a través de la multitud que se ha reunido en el césped y me
dirijo calle abajo hasta mi auto. Los ojos de Isla se abren cuando llegamos al
lado del pasajero y la dejo ponerse de pie mientras se apoya contra el auto
mientras abro la puerta. Después de ayudarla a entrar, cierro suavemente la
puerta y me subo al lado del conductor, deslizándome detrás del volante.
Isla apoya la cabeza contra la ventana fría mientras enciendo el motor y lo
pongo en marcha, alejando lentamente el auto de la acera. La miro, notando la
sonrisa pacífica en su rostro mientras se sienta allí con los ojos cerrados.
—Estaremos en casa pronto, nena —le digo, acercándome y deslizando mi
palma contra la suya. Entrelaza sus dedos con los míos y aprieto suavemente su
mano, apoyándola contra su muslo. Isla suspira, su respiración se vuelve más
pesada mientras se acomoda en su asiento.
—Gracias, Logan —susurra, su voz espesa por el sueño—. Estoy muy

69 contenta de que aparecieras esta noche, incluso si asustaste a uno de mis únicos
amigos.
Mi pecho se contrae y la idea de Silas con el brazo alrededor de sus hombros
instantáneamente me enoja. Me trago la ira, concentrándome en ella. Ella está
aquí conmigo, su mano en la mía, y no con él.
—Te dije que no es tu amigo, nena. Quiere más de ti... ¿Ves lo bien que
funciona cuando los chicos intentan ser tus amigos?
Isla se ríe levemente, la sonrisa se extiende por su rostro.
—Sí, pero eso es diferente... eres tú. —Hace una pausa y por un momento
pienso que tal vez se quedó dormida—. No quiero nada con él. Solo quiero estar
contigo.
Mi otra mano agarra el volante con fuerza y trago con fuerza el nudo que se
forma en mi garganta. Cuando nos detenemos en un semáforo en rojo, vuelvo a
mirarla y me doy cuenta de que, de hecho, ahora está dormida. Mi corazón se
hincha mientras reproduzco sus palabras en mi cabeza.
—Solo quiero estar contigo.
Yo también, niña… yo también.
11
Isla
Traducido por Caro

—Isla, nena, despierta —la suave voz de Logan serpentea alrededor de mis
tímpanos, instantáneamente calentando mi alma mientras me despierta de mi
ebrio sueño—. Estamos en casa.

70 Lentamente abro mis párpados y miro alrededor notando que estamos en el


estacionamiento del edificio de apartamentos. Miro a Logan, encontrándome con
sus ojos claros. No está tan borroso como antes cuando apareció en la fiesta y
mi cabeza no se siente tan mareada como antes.
—¿Eres capaz de caminar? —pregunta, su tono lleno de nada más que
compasión y preocupación.
Lo miro y asiento mientras una sonrisa se forma en mi rostro.
—No voy a mentir, me sentía bastante borracha antes, pero creo que esa
pequeña siesta que tomé definitivamente me ayudó.
Logan se ríe, se pone de pie mientras se aparta de mi camino desde la puerta
del auto y me ofrece su mano. Su palma está caliente contra la mía mientras
deslizo mi mano en la suya y me ayuda a salir del auto. Mientras me pongo de
pie, siento que el mareo sube a mi cabeza y me balanceo ligeramente sobre mis
pies. Está bien, tal vez mentí.
No me siento tan borracha como antes, pero el mareo definitivamente aún
persiste.
Logan me lleva fuera del camino para que pueda cerrar la puerta y presiona
el botón de bloqueo en su llavero. Las luces parpadean cuando el auto emite un
pitido y él se acerca a mí. En un instante, sus manos están alrededor de mi
cintura y me levanta en el aire. Grito cuando me toma por sorpresa, pero mis
piernas se envuelven instantáneamente alrededor de su cintura mientras enlazo
mis brazos detrás de su cuello.
—Te dije que estaba bien para caminar...
Logan se ríe, su cálido aliento golpea contra mi cuello mientras me abraza
con fuerza. Comienza a moverse, entrando al edificio de apartamentos mientras
me carga.
—Lo sé, pero esto parecía una idea mucho mejor.
—Solo dices eso porque querías sentirme cerca de ti.
Las palabras salen de mi boca literalmente como un vómito y de inmediato
me encojo, avergonzada a pesar del alcohol en mi sistema. No sé qué es esto
entre nosotros en este momento, pero me deja seguir adelante y hacer un
comentario tonto como ese.
—Entonces, ¿y si lo hago? —musita contra mi piel mientras me endereza en
sus brazos para presionar el botón del elevador—. ¿Eso no es bueno para ti,
nena?

71 Trago con dificultad el nudo en mi garganta.


—Estoy bien con eso. —No sé cómo se las arregla para hacerlo, pero Logan
tiene este efecto en mí que me deja esencialmente sin palabras. No hay nada
malo en eso, simplemente no sé cómo actuar con él en este momento.
Estuve enamorada de él desde que tengo memoria. Hubo un punto en el que
no estaba segura de que él alguna vez sintiera lo mismo por mí. Pensé que solo
era una distracción para él cuando me besaba y me tocaba en la oscuridad, pero
ahora me enfrento a esta nueva realidad y no estoy segura de cómo procesarla
por completo.
Hay una conversación que aún debemos tener, pero no creo que ninguno de
los dos esté completamente listo para sumergirse en eso. Por ahora, voy a estar
de acuerdo con lo que sea que sea esto y no lo cuestionaré. Lo tengo nuevamente
en mis brazos y no estoy lista para arruinar el momento y dejarlo ir... aunque
eso signifique que mantengamos esto en secreto otra vez.
Logan me lleva en brazos todo el camino de regreso al apartamento y no me
baja hasta que llegamos a mi cama. Suavemente me baja sobre el colchón,
retirando las sábanas antes de quitarme los zapatos.
—Sabes, soy completamente capaz de hacer eso yo misma —le recuerdo,
observándolo mientras se arrodilla en el suelo frente a mí.
Él me mira, sus profundos ojos azules perforan los míos.
—¿Por qué no me dejas cuidar de ti?
Trago saliva y asiento, dándole mis pies mientras me quita los calcetines y
los arroja al suelo. Se pone de pie, caminando hacia mi tocador para buscar un
pijama, pero no quiero usar uno en este momento. Mientras me da la espalda,
me quito los pantalones y los tiro al suelo. Logan mira en el espejo junto a mi
cómoda, sus ojos encuentran los míos cuando alcanzo el dobladillo inferior de
mi blusa.
—¿Qué estás haciendo? —pregunta, su voz baja y ronca. Lentamente se da
la vuelta, para mirarme con una expresión sombría y un fuego ardiendo en sus
iris azules.
Me quito la blusa y la tiro al suelo.
—Preparándome para ir a la cama —le digo mientras me deslizo más cerca
de la cabecera. Logan no se mueve de donde está parado al otro lado de la
habitación—. ¿Puedo usar tu camiseta para dormir? —Le pregunto, mi voz
apenas audible—. Como en los viejos tiempos…
Su nuez de Adán se balancea mientras traga con fuerza, pero asiente y se
72 quita la sudadera mientras cruza la habitación hacia mí. Observo cómo cae al
suelo y él alcanza detrás de su cabeza y se quita la camiseta. Se acerca más a la
cama, deteniéndose justo al lado mientras me entrega su camiseta.
La deslizo sobre mi cabeza, sintiendo el calor de su cuerpo. El olor de su
colonia instantáneamente llena mis sentidos y sonrío, sintiéndome como en
casa. Se queda a un lado de la cama, mirándome mientras encuentro la paz solo
con usar su maldita camiseta. Lo miro, mis ojos encuentran el fuego que aún
arde en sus profundidades oceánicas.
—¿Te acuestas conmigo? —le pregunto en voz baja mientras me deslizo
hacia el otro lado para darle espacio. Hace una pausa por un momento, como si
estuviera peleando una batalla interna mientras su peso cae nerviosamente en
una pierna—. August no estará en casa esta noche, ¿verdad?
Logan asiente, sus hombros se encogen de alivio al recordar su conversación.
Se sube a la cama, desnudo de cintura para arriba con sus pantalones de
chándal abrazando sus caderas. Observo las líneas marcadas de su torso
mientras sus músculos se mueven con sus movimientos. Está perfectamente
esculpido, como un dios griego. Se acuesta a mi lado, deslizando instintivamente
su brazo debajo de mi nuca mientras me acerca a él. Me acomodo a su lado,
envolviendo mi brazo alrededor de su cintura mientras descanso mi cabeza en
su pecho.
Levanto la cabeza, apoyo la barbilla en su pecho y lo miro mientras él me
mira a mí.
—¿Qué estamos haciendo, Logan?
Sus ojos rebotan de un lado a otro entre los míos.
—No lo sé, cariño. Lo que sea que es se siente bien.
Lo miro fijamente, deseando desesperadamente hablar con él sobre esto,
pero ¿qué se supone que debo decir? Quería que fuésemos amigos y ahora no,
pero eso no le pone una etiqueta. ¿Quién puede decir que incluso quiera más?
Tal vez eso es algo que no deberíamos tener. Tiene razón... estamos haciendo
algo que se siente bien y lo que resulte de ello, tendremos que lidiar con eso en
el momento.
—¿Puedo preguntarte algo? —dice, su cálido aliento acaricia mi rostro.
—Cualquier cosa —le respondo honestamente, aunque estoy un poco
nerviosa por el alcohol que todavía tengo en mi sistema y el hecho de que podría
vomitar en cualquier momento.

73 Se queda en silencio por un segundo, su toque suave mientras aparta un


cabello suelto de mi rostro.
—¿Sientes algo por Silas?
Mis cejas se juntan mientras coloco mis manos sobre su pecho.
—No. ¿Por qué preguntarías eso?
—No lo sé —susurra, encogiéndose ligeramente de hombros—. Los he visto
juntos y simplemente no sé... tal vez él sea la mejor opción para ti.
Levantándome, me acerco a él, tomando su rostro entre mis manos. Los ojos
de Logan se cierran y exhala profundamente, un aliento irregular que sale de su
pecho. Lentamente abre los párpados, sus ojos azules son ilegibles mientras me
mira fijamente.
—No hay elección que hacer —digo, acariciando suavemente su rostro con
la punta de mis dedos—. Mi elección fue hecha cuando te conocí.
Logan se ríe suavemente, sacudiendo la cabeza.
—Eres una chica loca, ¿lo sabías?
Loca por ti…
Sus manos encuentran los costados de mi cabeza y me acerca más hasta
que nuestros labios se encuentran. Chocamos en un instante y me pierdo bajo
su hechizo mientras su boca se mueve contra la mía, lastimándome con su
toque. Su lengua se desliza contra la unión de mis labios, separándolos mientras
se desliza dentro.
Nuestras lenguas bailan juntas mientras profundizamos el beso y nos
colocamos de lado. Nos acostamos juntos, su pierna deslizándose entre las mías
mientras lanzo la mía sobre su cadera, acercándome aún más a él. Un calor se
extiende a través de la boca de mi estómago y su muslo está caliente mientras
presiona contra mi centro.
La fricción me hace gemir y me muevo contra él, sintiendo su cuerpo justo
debajo de mis bragas. La lengua de Logan se desliza contra la mía mientras sus
manos recorren mi torso, deslizándose debajo del dobladillo inferior de su camisa
que estoy usando.
—Jodidamente me encantas cuando usas mi camiseta —murmura contra
mis labios mientras succiona mi labio inferior entre los dientes—. Eres la cosa
más hermosa que alguna vez adornará mi visión.
Sus labios chocan con los míos y se traga mis gemidos mientras me muevo
contra su pierna. Las yemas de sus dedos son ligeras mientras viajan a través

74 de mi torso con toques ligeros como plumas. El aliento se atasca en mi garganta


cuando toca el borde de mi sostén y se detiene.
Se aleja un poco, buscando con sus ojos los míos.
—¿Está bien? —pregunta en voz baja, sus brillantes iris azules bailan bajo
la luz de la luna que brilla a través de la ventana de mi habitación.
Mordiendo mi labio inferior, trago los nervios y asiento.
—No quiero que te detengas.
Logan desliza sus dedos a lo largo de mi sostén, llegando a la parte superior
antes de sumergirse bajo el material de algodón. Su palma se siente caliente
contra mi pecho mientras lo toma en su mano, trazando lentamente círculos
alrededor de mi pezón.
—¿Alguien te ha tocado así antes?
Trago saliva mientras mis mejillas arden bajo su mirada.
—No.
—Diablos —murmura, mirándome con suavidad—. Tan dulce e inocente…
Hace una pausa, las comisuras de sus labios se curvan hacia arriba.
—Y toda mía.
12
Logan
Traducido por Danielle

La sola idea de que nadie la haya tocado así antes me tiene a punto de
venirme en los pantalones. Isla se retuerce bajo mis caricias mientras juego con
sus pezones, rodeándolos lentamente con mis dedos antes de hacerlos rodar

75 entre mis yemas. Presionando mis labios contra los suyos, me trago sus gemidos
mientras ella se frota contra mi pierna, buscando algún tipo de alivio.
Abandonando sus pechos, deslizo mi mano por su torso hasta llegar a la
cintura de sus bragas. Escucho su respiración aguda cuando me deslizo por
debajo de ellas, tocando suavemente su parte más sensible.
—Si es demasiado, dime que pare.
Isla aparta su rostro del mío, asintiendo mientras sus labios se separan
ligeramente. Deslizo un dedo por la humedad que se acumula entre sus piernas
y lo rodeo alrededor de su clítoris. Sus caderas se agitan involuntariamente
mientras juego con ella, moviendo mis dedos alrededor del sensible manojo de
nervios. Observo su rostro, el tono rosado que se apodera de sus mejillas
mientras su respiración se vuelve agitada y superficial.
Mis movimientos son lentos y suaves mientras deslizo lentamente un dedo
dentro de ella. Sus ojos se agrandan y un suave gemido sale de sus labios
carnosos cuando empiezo a moverlo dentro y fuera de ella. Presionando mi palma
contra su clítoris, aplico presión, frotándola mientras la follo con mi mano.
—Oh, Dios mío, Logan —jadea, con voz ronca, y se frota contra mi palma
mientras su rostro se contrae. Deja de moverse contra mí, sus ojos buscan los
míos mientras alcanza la parte superior de mis pantalones de deporte—. Yo
también quiero tocarte, pero nunca hice esto antes. Dime cómo hacerte sentir
bien.
Toda la sangre de mi cuerpo se dirige instantáneamente a mí ya duro pene.
Dios mío, ¿qué me está haciendo esta chica? La idea de decirle lo que tiene que
hacer y cómo hacer que me venga me está haciendo estallar.
Levantando las caderas, uso mi mano libre para empujar hacia abajo mis
pantalones de deporte y mis bóxers, liberando mi erección. Isla me mira,
tragando saliva mientras sus ojos recorren mi cuerpo. Acercó su mano a mi pene
y rodeó lentamente mi longitud con sus delicados dedos. Vuelve a mirarme en
busca de aprobación, sus se fijan en los míos esperando algún tipo de indicación.
—Te enseñaré, nena —murmuro, manteniendo mi mano presionada contra
su coño con mi dedo todavía dentro de ella mientras tomo mi otra mano y la
envuelvo alrededor de la suya. Apretando mi agarre alrededor de ella, lentamente
muevo su puño arriba y abajo sobre mi pene, su suave palma me acaricia.
Un gemido vibra en mi pecho y muevo las caderas mientras mis testículos
comienzan a contraerse.
—Eres muy buena —susurro, elogiándola mientras sigue acariciándome
bajo mi dirección. Empiezo a mover su mano más rápido mientras un calor se

76 extiende por mi abdomen y ella entra en un ritmo constante—. Eso es, nena. No
te detengas.
La dejo tomar el control, apartando mi mano mientras empiezo a trabajar
con la otra en ella, frotando mi palma sobre su clítoris mientras deslizo mi dedo
dentro y fuera de ella. Acaricia mi pene como le enseñé y maldita sea, juro que
esta chica estaba hecha para mí.
Agarrando la parte posterior de su cabeza, estrello mis labios contra los
suyos, tragando sus sonidos mientras se deshace. La empujo más y más cerca
del borde mientras ella desliza su mano a lo largo de mi longitud, mis pelotas se
tensan mientras siento que mi orgasmo se acerca.
Ambos estamos perdidos en el momento hasta que escuchamos que la
puerta principal se cierra de golpe. El sonido hace eco a través del apartamento
y ambos nos congelamos. Isla me suelta rápidamente, agarrando las mantas con
frenesí mientras salto de la cama. Corro hacia la puerta de su dormitorio y subo
mis pantalones cuando escucho pasos en la cocina.
—¡Logan! —grita August, llamándome mientras golpea algo en la sala de
estar—. Hermano. Nunca vas a creer lo que pasó.
Mierda.
—¿Qué demonios está haciendo aquí? —susurra Isla, con voz de pánico—.
Pensé que no iba a venir a casa esta noche.
Cuando me acerco a la puerta de su habitación, la miro de nuevo,
llevándome los dedos a mis labios.
—Hazte la dormida, ¿sí? Yo me encargo de esto.
Isla asiente, subiendo las mantas hasta su barbilla mientras se da la vuelta
para mirar hacia el otro lado. Salgo rápidamente de su habitación, cerrando
suavemente la puerta detrás de mí mientras atravieso el pasillo y me dirijo a mi
habitación. Justo cuando abro la puerta para entrar, August llega al otro
extremo del pasillo.
—Qué bien, estás despierto —suspira, pasando una mano por su cabello
despeinado. Lo miro, mis cejas se juntan cuando noto un corte en un lado de su
cabeza y un moretón que ya se está formando debajo de su ojo—. ¿Isla está
dormida?
Asiento, entrecerrando los ojos hacia él.
—¿Qué diablos te pasó?
—Tengo que orinar —murmura, tropezando junto a mí mientras se dirige

77
hacia el baño—. Encuéntrame en la cocina con una botella de Jack para la hora
del cuento.
August desaparece en el baño y suspiro mientras paso por la habitación de
Isla y me dirijo a la cocina para encontrar una botella de Jack. Justo ahora
August decide volver a casa y joder todo esto. No parecía sospechoso, eso es algo
bueno, pero lo que estamos haciendo es arriesgado.
Demasiado arriesgado...
13
Isla
Traducido por Caro

Me doy la vuelta en la cama, abro lentamente los párpados y entrecierro los


ojos para protegerme de la brillante luz del sol que entra por la ventana de mi
dormitorio. Mi cabeza palpita, gritando en protesta por el sol que quema mis

78 ojos. Ruedo hacia el otro lado, enterrando mi rostro en las almohadas mientras
bloqueo la intensa luz.
No debería haber bebido tanto como anoche, pero era mi primera vez en una
fiesta universitaria, así que qué demonios. Solo vives una vez, ¿no? Mi memoria
de la noche todavía está un poco borrosa y me entierro bajo las sábanas mientras
reviso mis pensamientos.
Todo se derrumba sobre mí como una tonelada de ladrillos mientras lo
reconstruyo todo. Recuerdo estar en la fiesta, sentada con Silas cuando apareció
Logan. Estaba enojado, al vernos a los dos juntos y asustó a Silas.
No sé cómo ser tu amigo, Isla.
¿Qué pasa si ya no quiero que hagas el papel?
Logan me llevó al cuarto de lavado y me besó como si fuera la primera vez
que nos tocábamos. Me estremezco, un calor sube por mi cuello y se extiende
por mis mejillas mientras repaso la cadena de eventos que ocurrieron después
de que él me trajo a casa. Logan me llevó a la cama, sus dedos dentro de mí y mi
mano alrededor de su pene. Jesucristo. Estando borracha tengo más bolas de
las que he tenido.
Eres tan buena.
Eso es nena, no te detengas.
Oh, Dios mío. Realmente acabo de follar con Logan Knight...
El mejor amigo de mi hermano.
Gimiendo, aparto las mantas y salgo de la cama. Miro hacia abajo, notando
que todavía estoy usando la camiseta que me dio anoche. Rápidamente me
arrastré por mi habitación, pateando su sudadera debajo de mi cama cuando la
encontré en mi piso. Abro mis cajones, saco un par de pantalones de chándal y
me los pongo, antes de tomar una blusa de mi armario.
Empujo la camiseta de Logan debajo de mi cama con su sudadera antes de
ponerme una de mis propias blusas. Mirándome en el espejo junto a mi tocador,
noto el maquillaje corrido en mi rostro y rápidamente lo limpio debajo de mis
ojos. Agarrando mi cabello, lo enrosco en un moño en la parte superior de mi
cabeza y lo envuelvo con un lazo para el cabello. Me veo como una mierda, pero
no estoy segura de que me importe la resaca que siento en este momento.
Mi estómago se revuelve y sé que necesito encontrar algo para comer. Tal
vez un poco de agua. No sé, solo sé que este sentimiento debe desaparecer. Eso
y la vergüenza de lo que pasó anoche. Gracias a Dios, Logan salió de mi
habitación antes de que August lo encontrara aquí. Ni siquiera se suponía que
regresaría a casa anoche, así que tuvimos suerte con la forma en que pasó todo.
79 Aunque, hay una parte de mí que no se siente bien acerca de cómo sucedió.
Logan salió de mi habitación como si nada hubiera pasado y no lo vi después de
eso. Solo se tomó un momento, una llamada cercana con mi hermano, y volví a
ser el pequeño secreto sucio de Logan.
Con un suspiro de derrota, abro lentamente la puerta de mi habitación y
salgo al pasillo mientras me dirijo a la cocina. Cuando entro, me doy cuenta de
que August está sentado en la mesa del comedor con el rostro entre los brazos.
Un plato de panqueques se sienta en el centro de la mesa sin tocar.
Pasándolo por alto, entro en la cocina y encuentro a Logan lavando a mano
algunos platos en el fregadero. Mis ojos recorren los planos de su espalda
desnuda, observando la forma en que se mueven sus músculos mientras mueve
sus manos en el agua jabonosa. Todavía lleva los mismos pantalones de chándal
que tenía puestos anoche y le cuelgan hasta la cintura.
Él mira por encima de su hombro mientras abro la puerta del refrigerador y
tomo el jugo de naranja del interior.
—Oye, tú —sonríe, su voz es suave mientras sus ojos buscan los míos—.
¿Cómo dormiste anoche?
Mi rostro instantáneamente se calienta bajo su mirada y le doy la espalda
mientras tomo un vaso del gabinete y me sirvo un poco del jugo.
—Bien, gracias —murmuro, dándome la vuelta para mirarlo mientras tomo
un trago—. ¿Y tú?
Logan sonríe, encogiéndose de hombros.
—Me imagino que podría haber dormido mejor, pero no tengo ninguna queja.
Prácticamente me atraganto con mi jugo de naranja mientras me guiña un
ojo antes de regresar a los platos frente a él. Me alegro de que se diera la vuelta
porque estoy bastante segura de que me derretiría en un charco en el suelo si
siguiera mirándome de la forma en que lo hace con esos ojos suyos azul marino.
—Hice el desayuno, si tienes hambre —ofrece mientras enjuaga un plato—.
No sé si August está dormido o qué diablos está haciendo ahí afuera.
Tomando mi vaso de jugo, salgo de la cocina y regreso al comedor. Cuando
saco una de las sillas, August levanta la cabeza y sus ojos inyectados en sangre
se encuentran con los míos. Mi rostro se contorsiona cuando noto una herida en
un lado de su frente y el moretón negro y azul debajo de su ojo.
—¿Qué diablos te pasó?

80 —Jesús —gime, dejando caer su cabeza entre sus manos—. ¿Puedes bajar
la voz? Tengo la maldita resaca del infierno en este momento.
Logan se desliza en la habitación, tomando asiento frente a mí con una
humeante taza de café.
—Estoy seguro de que no ayuda que te hayan golpeado el trasero anoche
también.
Entrecerrando los ojos, miro de un lado a otro entre los dos.
—¿Alguien me va a decir lo que pasó? Tienes un maldito juego hoy, August
—lo regañé, dirigiendo mi mirada enojada hacia él—. ¿Qué diablos estabas
pensando?
—Obviamente, no estaba pensando, mamá —gruñe, levantando la cabeza
cuando su mirada encuentra la mía—. Fue solo un malentendido.
Logan se ríe mientras toma un sorbo de su café y vuelve a dejar la taza.
—Tu hermano genio aquí no se dio cuenta de que la chica con la que
planeaba ir a casa tenía novio. —Hace una pausa, sacudiendo la cabeza mientras
pone los ojos en blanco—. Su novio los vio besándose en el sofá y decidió sacar
a August afuera antes de presentarle su puño.
—Tienes que estar bromeando. —Miro a August, la decepción pesa mucho
en mi voz—. ¿Qué pasó con tu único enfoque en el hockey? ¿Primero estabas
jodiendo con Poppy y ahora vas tras chicas que tienen novio?
—Mierda, no lo sabía —espeta, fulminándome con la mirada. August suspira
derrotado, con los hombros caídos—. Mierda. Tienes razón. Me estoy dejando
distraer y me va a acarrear problemas. Ya estoy en problemas con el entrenador
por llegar tarde a la práctica.
Mi estómago gruñe y finalmente tomo un panqueque, deslizándolo en mi
plato. Nos quedamos todos en silencio por un momento, ambos me miran
mientras pongo un poco de mantequilla y jarabe en mi comida antes de meter
un poco en la boca.
—Tienes que ordenar tus cosas, August.
—Sí, lo sé —murmura, tomando un trago del vaso de agua frente a él antes
de mirar a Logan—. Eres inteligente por no involucrarte con nadie, hermano. En
serio, no vale la pena la mierda que viene con eso. Necesito ser como tú y
mantener la cabeza baja y concentrarme en el hockey.
Un trozo de mi panqueque se atasca en mi garganta y toso, ahogándome
mientras Logan me mira desde el borde de su taza. Lentamente toma un sorbo,
sin decir nada mientras finalmente trago el trozo de comida que estaba atascado.

81 —En serio, Knight —continúa August, después de darme una mirada


extraña por atragantarme con la comida. Sin embargo, le echo la culpa a él,
porque ¿qué diablos?— Serías un maldito idiota si te involucraras con alguien
en este momento. Tenemos que pensar en nuestro futuro, nuestras carreras en
las que estamos trabajando. La liga es lo único que importa.
Logan asiente, pero permanece en silencio mientras llena su plato con
comida. De repente perdí el apetito y quiero volver a meterme en mi cama. No
esperaba que saliera y le contara a August lo de anoche, pero la forma en que
no le dice nada me confunde. Es casi como si estuviera de acuerdo con todo lo
que August está diciendo en este momento.
El hockey siempre ha sido lo primero para Logan y fui una idiota al olvidar
eso, incluso si solo fue por una noche.
—Vas a venir al juego esta noche, ¿verdad? —Me pregunta August mientras
finalmente consigue un panqueque—. Mamá y papá vienen para pasar la noche.
—Sí, estaré allí —le digo, sintiendo los ojos de Logan en mí, pero evito su
mirada mientras termino la comida en mi plato—. Buena suerte explicándole a
mamá ese ojo morado que tienes.
—Mierda —se queja August, inclinando la cabeza hacia atrás
dramáticamente—. Ella va a estar furiosa por esto. No le digas una palabra al
respecto, Isla. Déjame manejarlo.
Levanto mis manos mientras empujo mi silla hacia atrás y me levanto de mi
asiento.
—No sé nada. —Agarrando mi plato, me alejo de ellos y lo dejo en el
mostrador de la cocina—. Voy a volver a dormir un rato. Los veré esta noche en
el juego.
August asiente, metiendo comida en su boca, y me arriesgo a mirar a Logan
mientras camino de regreso por el comedor. Sus labios se abren, como si quisiera
decir algo, pero en lugar de eso los cierra y juega con su taza de café frente a él.
Empujo mis hombros hacia atrás, levanto mi barbilla y dirijo mi mirada lejos
de él, a pesar de que el dolor de su despido se abre paso en mi corazón. Los dejo
a los dos en el comedor mientras vuelvo a mi habitación y me subo a la cama.
Vete a la mierda tú y tu silencio, Logan Knight.

82
14
Logan
Traducido por Caro

El aire frío del interior de la pista se desliza por mi piel tan pronto como mis
patines tocan el hielo. Todos los demás ya están patinando, estirándose mientras
nos calentamos para el juego, disparándonos entre nosotros. Paso patinando

83 junto a August mientras repite lo que sucedió anoche antes de enviar un disco
volando por el aire hacia nuestro portero.
Golpea el borde de la red, el fuerte ping de metal suena en el aire antes de
enviar el disco en la dirección opuesta a la portería. Por lo general, le hablaría
un poco de mierda a August o a quien esté cerca de mí, pero ahora mismo no
tengo ganas de hacerlo.
No quiero oír hablar de anoche, no después de la forma en que todavía me
duelen las bolas. Y definitivamente no después de la forma en que Isla me miró
esta mañana. La cagué, poniéndome del lado de las tonterías de su hermano
cuando debería haberme sincerado. En cambio, opté por ocultar mis huellas y
descarté por completo lo que sucedió con Isla antes de que apareciera August.
Ella no estaba contenta conmigo y debería haberme tomado el tiempo para
ir a hablar con ella antes de que tuviéramos que irnos, pero opté por darle
espacio en su lugar. No sé qué carajo estoy haciendo aquí. Paso junto a Cameron,
uno de nuestros jugadores a la defensiva, y lo ignoro cuando me grita que le pase
el disco. Necesito arreglar las cosas con Isla después de lo de anoche.
Simplemente no sé cómo voy a compensarla.
—Amigo —Cam patina hacia mí, golpeando su hombro contra el mío
mientras me toma con la guardia baja. Me hace perder el equilibrio, pero me
recupero rápidamente mientras lo miro—. ¿Qué está pasando contigo?
Nada.
Cam pone los ojos en blanco, robándome el disco mientras comienza a
patinar hacia atrás.
—Será mejor que te arregles antes de que comience el juego. Sabes que el
entrenador no dudará en enviarte a la banca.
Aprieto la mandíbula y mantengo los ojos fijos en él mientras patino hacia
él. Tiene razón. Aunque estoy enojado y frustrado, necesito concentrarme en lo
que tenemos que hacer. En cambio, voy a tener que canalizar mi ira y usarla a
mi favor... y rezo para que no termine siendo expulsado del juego por llevarlo
demasiado lejos.
La mierda con Isla tendrá que esperar hasta después del partido. Hablaré
con ella después y trataré de arreglarlo todo. Trago saliva sobre el bulto que se
forma solo con el pensamiento. Quizás August tenía razón…
Cuando se trata de eso, el hockey siempre será lo primero.

84
Después de los calentamientos, se limpia el hielo y el locutor dice nuestros
nombres mientras patinamos de regreso a la arena. La multitud grita y vitorea
mientras nos alineamos contra el equipo contrario. Tenemos la ventaja de ser el
equipo local, pero el equipo contra el que jugamos esta noche es despiadado. Va
a ser un gran juego para la apertura de la temporada.
Mientras se preparan para el enfrentamiento, tomo mi lugar a lo largo de la
línea azul en el lugar de la defensa, mis ojos escanean las gradas mientras
esperamos que el árbitro suelte el disco. Primero encuentro a mi mamá, con su
enorme sonrisa mientras me saluda con la mano desde donde está sentada con
los Whitley. Le devuelvo la sonrisa, aunque no estoy seguro de que ella la vea a
través de la jaula que bloquea mi rostro.
Mis ojos continúan por la línea, escaneando más allá de la mamá y el papá
de August antes de aterrizar en ella. Mentiría si dijera que no había una parte
de mí que se preguntaba si ella aparecería esta noche. Ella no se lo perdería por
su hermano, pero no me sorprendería si se lo quisiera perder por mi culpa. Sus
ojos se encuentran con los míos desde el otro lado del hielo y no me pierdo la
forma en que el tinte rosado se extiende por sus mejillas.
Ella podría estar enojada conmigo todavía, pero incluso ahora, todavía puedo
ver el evidente efecto que tengo en ella. El árbitro deja caer el disco y aparto la
vista de Isla cuando August gana el enfrentamiento y envía el disco negro en mi
dirección. Pasa volando por el ala derecha frente a mí y lo detengo con mi palo
cuando termina en mi zona.
Empujándome con mis patines, me deslizo por el hielo, manejando el disco
con el palo mientras miro de un lado a otro el tablero. August está en el centro
donde está demasiado congestionado. Sterling, a nuestra ala derecha, ya tiene a
alguien sobre él. Cuando miro hacia la izquierda, noto que Cam está abierto y le
paso el disco cuando el ala derecha del otro equipo me alcanza.
Cam hace girar el disco con él, manteniéndolo con él a lo largo de la hoja de
su palo. Me quedo atrás, observándolo mientras lo lleva hacia la portería
contraria. August patina con él con Sterling en su zona mientras se acercan al
lado ofensivo. Cam le pasa el disco a August, pero su línea defensiva está ahí y
él no tiene un tiro claro.
August se lo pasa a Sterling, quien hace un último esfuerzo y envía el disco
volando hacia el portero. Él lo bloquea, desviando el disparo mientras se desliza
hacia atrás sobre el hielo. Uno de los jugadores ofensivos del otro equipo agarra
el disco y comienza a patinar en mi dirección.
85 Empiezo patinando hacia atrás, antes de darme la vuelta y avanzar más
hacia mi zona. Mirando por encima, noto a Leander, uno de nuestros otros
defensores patinando hacia el otro lado de la red. El número 15, del otro equipo,
patina directamente hacia mí, acercándose a nuestra red. Intento bloquear su
tiro, pero me engaña y se lo pasa a otro compañero. Golpeando mi hombro contra
él, lo reviso de todos modos, porque al diablo con esa mierda.
Me grita algunas obscenidades y me doy la vuelta cuando veo que el disco
falla en nuestra red. El número 15 patina tras él y yo lo sigo. Se desliza por la
parte de atrás de la red con el disco, tratando de pasar a escondidas a Asher,
nuestro portero, mientras avanza hacia el frente. Asher lo bloquea y el maldito
Número 15 corta su palo hacia Asher, bajándolo sobre su brazo antes de
golpearlo con el hombro.
—¡Qué diablos! —grito, buscando al árbitro mientras el Número 15 pasa
patinando junto a mí con una sonrisa. Por impulso e ira, deslizo mi palo hacia
él, enganchándolo alrededor de su patín, efectivamente haciéndolo tropezar
mientras se balancea por un momento—. ¡Será mejor que lo llames por cortar!
El árbitro hace sonar su silbato, apuntándome con el dedo. Mi sangre hierve
cuando recibo una maldita penalización por hacerlo tropezar, a pesar de que
ignoraron por completo al Número 15 por cortar a Asher. Estoy malditamente
enojado y furioso mientras patino hacia la caja para esperar mi penalización de
dos minutos.
Observo cómo los cinco jugadores del otro equipo juegan contra nuestros
cuatro por su juego de poder y estoy listo para salir y golpear algunos cráneos.
Mis ojos están pegados al Número 15, observándolo mientras patina en mi
dirección, sonriendo cada vez que pasa a mi lado como si ganara.
Diablos no... él no tiene idea de lo que viene para él.
Se siente como una eternidad, sentado aquí durante dos minutos, pero veo
a nuestro equipo mientras de alguna manera marcamos un gol. El sentimiento
victorioso no dura mucho ya que el otro equipo anota en nuestra red y luego el
juego de poder termina y estoy de vuelta en el hielo. Patino hacia el banco para
un cambio de turno, mirando la pista para que el número 15 entre de nuevo.
Cuando finalmente salta sobre las tablas y vuelve a salir, estoy de pie,
gritando cambio de turno para que uno de nuestros jugadores defensivos cambie
conmigo. Nadie se molesta en discutir o intenta detenerme. Todos vieron la forma
en que cortó el brazo de Asher y si hay alguien que va a manejar el asunto, soy
yo, el ejecutor.
Me quedo atrás en mi zona, esperando que surja el momento perfecto,

86 cuando el Número 15 comienza a patinar en mi dirección con el disco. Mis


patines se deslizan por el hielo cuando me encuentro con él justo fuera de mi
zona, golpeando mi cuerpo contra él con un golpe limpio. No hay nada que el
árbitro pueda llamar, pero está realmente enojado.
Entrecierra los ojos hacia mí a través de la jaula de su casco antes de patinar
hacia mí. Cuando me alcanza, me quito los guantes y los arrojo al suelo mientras
levanto los puños hasta mi rostro. El número 15 refleja mis acciones, sus
guantes se caen cuando entra en mi espacio, y está encendido. Es el primero en
lanzar un puñetazo, pero su puño se conecta con el costado de mi casco, sin
duda lastimándolo más a el que a mí.
Envolviendo mi brazo alrededor de sus hombros, lo inclino y agarro la parte
trasera de su casco con mi mano y lo arranco de su cabeza. Empuja mi pecho
cuando dejó caer su casco sobre el hielo y nos separamos por un momento.
—Maldito idiota —gruñe, volviendo a mí mientras alcanza mi casco. Él no
anticipa el golpe que va hacia él cuando acerco mi puño a un lado de su rostro.
Me arranca el casco de la cabeza y me asesta un golpe en la mandíbula que me
parte el labio al instante.
Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, patinándolo hacia atrás contra
la tabla antes de retroceder y golpear mi puño en su rostro de nuevo. La sangre
brota de su nariz y justo cuando estoy a punto de golpearlo de nuevo, los dos
árbitros nos están destrozando. Pasando mi lengua por mis dientes, pruebo la
sangre y le sonrío.
—¡Ustedes dos, en la maldita caja, ahora! —el árbitro nos grita, señalando
con el dedo hacia el área de penalti. Riendo, niego con la cabeza y tomo mis
guantes y casco del hielo antes de patinar hacia la caja.
Pillo a mi mamá e Isla mirándome desde sus asientos y levanto mi mano
hacia ellas. A la mierda, ya que ambas van a estar presentes en mis juegos,
también podría darles un espectáculo a todos. Encogiéndome de hombros, me
subo al palco y tomo mi asiento respectivo.
Número 15 la cagó cuando acuchilló a Asher y se salió con la suya.
No me arrepiento de nada de la lucha, porque eso es lo que haces por la
familia, por aquellos que significan el mundo para ti.
Vas a la maldita guerra por ellos.

87
15
Isla
Traducido por Caro

El restaurante está relativamente tranquilo cuando llego allí por primera vez
con mis padres. Camilla, la mamá de Logan, ya está aquí y sentada a la mesa.
Los tres nos sentamos con ella, ordenamos nuestras bebidas mientras

88 esperamos que August y Logan lleguen aquí después de ducharse y cambiarse


después de su juego.
—¿Cómo va todo, Isla? —me pregunta mi padre mientras mi madre y Camilla
entablan una tranquila conversación entre ellas. Realmente no he hablado
mucho con mi padre desde que me mudé aquí para ir a la escuela, aunque estoy
segura de que mi madre lo ha mantenido bien informado.
Me encojo de hombros, dándole una pequeña sonrisa.
—Ha sido un cambio, pero todo va bien. He estado disfrutando de mis clases
hasta ahora y he hecho algunos amigos.
—Bueno. —Él sonríe, mostrándome sus dientes blancos—. Sé que no es a lo
que estás acostumbrada, pero me siento mejor sabiendo que estás viviendo con
tu hermano y Logan.
Agarrando el vaso de agua frente a mí, tomo un largo sorbo, trago saliva
antes de asentir.
—Sí, ha sido agradable tenerlos cerca.
—¿Se han mantenido los dos alejados de los problemas?
Mis ojos se abren ligeramente. Nunca he sido muy buena mintiendo y tiendo
a revelarlo en mi rostro cada vez. Estoy a punto de responderle, cuando August
y Logan se acercan a la mesa, ambos luciendo ojos negros y azules a juego.
—¿Por qué no les preguntas tú mismo? —Sonrío suavemente, mirando el
menú frente a mí en un esfuerzo por evitar toda la conversación.
—August… —La voz de mi padre es suave, en tono de regaño—. ¿Qué diablos
le pasó a tu rostro?
Levanto la cabeza mientras mi madre jadea y August y Logan se sientan en
lados opuestos de mí en la mesa. Los tres pares de ojos de nuestros padres están
puestos en August, evaluando el daño que se le hizo a su hermoso rostro. Logan
resopla y toma un menú antes de comenzar a mirarlo.
—Puede que me haya metido en una pelea o no —ofrece August, con una
sonrisa torcida formándose en su rostro. Toma su vaso de agua y toma un
sorbo—. Sin embargo, no es gran cosa. Todo está bien.
—¿No es gran cosa? —mi padre le grita, golpeando su menú sobre la mesa.
Camilla fulmina a August con la mirada, mirando a Logan antes de mirar a mi
madre. Ella sacude la cabeza con decepción y suspira—. Sabes que cualquier
cosa que hagas fuera del hielo también puede afectar tu tiempo de juego,
¿verdad? Espero que te des cuenta de lo mucho que está en juego aquí con estos

89 pequeños percances que has estado teniendo. No iba a decir nada, porque sé
que lo has estado haciendo bien, pero escuché que llegaste tarde a la práctica.
August entrecierra los ojos hacia él.
—¿Cómo sabes eso?
—Eso no viene al caso. August, tienes que tomarte esto en serio. No sé qué
pasó, pero la universidad parece haber sido lo peor para ti.
—Dennis —dice mi madre en voz baja, su mano alcanzando la de él sobre la
mesa—. ¿Por qué no le das la oportunidad de hablar?
Mi padre mira a mi madre, sus ojos están llenos de rabia, pero ella
instantáneamente lo trae de vuelta, calmándolo mientras él la mira fijamente por
un momento. Sus ojos se cierran e inhala profundamente antes de abrirlos de
nuevo y mirar a August.
—¿Qué está pasando, August?
Nadie necesita encarar a Logan porque todos fuimos testigos de la pelea en
la que se metió en el hielo. Fue un poco más agresivo de lo necesario, pero
claramente estaba trabajando en algo... pero yo soy la única que sabe lo que le
preocupa.
August se encoge de hombros mientras juega nerviosamente con la servilleta
que tiene delante.
—A veces la mierda se siente pesada, ¿sabes? No sé, supongo que me estaba
divirtiendo demasiado. Pero me di cuenta de que he puesto en peligro todo y he
cambiado las cosas.
—Le ha ido bien —digo, interviniendo cuando sé que no es mi lugar, pero
odio ver a mi hermano encogerse bajo la mirada escrutadora de nuestro padre—
. Se distrajo un poco, pero ya lo he visto haciendo cambios.
Es una pequeña mentira piadosa y puedo sentir los ojos de Logan en un lado
de mi rostro, pero nuestros padres no necesitan saber eso. No necesitan saber
que, literalmente, acaba de obtener ese ojo morado anoche. Conozco a mi
hermano lo suficientemente bien como para poder confiar en él y creerle cuando
dice que va a hacer cambios y hacerlo mejor. Le creí esta mañana y necesito que
ellos también lo crean.
—Sé cómo puede ser la universidad —dice nuestro padre, mirándonos a los
tres—. Hay muchas distracciones, estás tratando de averiguar a dónde vas en la
vida y los dos están haciendo malabarismos en un deporte exigente. Pero, ambos
tienen un futuro que se puede construir a partir de lo bien que se desempeñen
mientras están en la universidad. No puedo permitir que lo olvides, August.
90 Ambos —hace una pausa, mirando a August y Logan—, tienen mucho en juego
de lo que pase en los próximos dos años. No lo jodas.
Logan casi se ahoga con el agua, parece que August quiere que el suelo se
abra y se lo trague entero, y yo estoy sentada aquí sintiéndome incómoda como
el demonio. El padre de Logan no estuvo presente desde que era un bebé. Mi
papá tomó a Logan bajo su ala y fue lo más cercano que tuvo a un padre mientras
crecía. Siempre ha tenido grandes expectativas para él, al igual que para August.
Me siento mal por los dos, escuchándolos ser regañados como niños, pero
honestamente, mi hermano necesita esto. Tal vez no tanto Logan, porque
extrañamente parece que se ha convertido en el más responsable de los dos.
Estos son los momentos de mi vida en los que realmente odio el hockey y lo que
les hace a algunas personas.
August y Logan son más que los jugadores estrella que todo el mundo ve.
Mi madre interviene, diciéndoles a los chicos que ambos jugaron tan bien en
el juego y cuánto disfrutó poder venir a ver su primer juego de la temporada.
Camilla hace lo mismo, pero se asegura de deslizar un pequeño comentario sobre
cómo Logan estaba un poco fuera de control con la pelea.
Él no responde nada y la mesera regresa en el momento perfecto para tomar
todos nuestros pedidos de comida. Todos toman su turno, ordenan, y ella nos
agradece antes de desaparecer en la parte trasera del restaurante. Todos caen
en una conversación más ligera a medida que nos alejamos del tema de las
recientes indiscreciones de August.
Puedo sentir la tensión que irradia Logan mientras se queda en silencio,
manteniéndose solo la mayor parte de la noche en lugar de participar en la
conversación. No extraño la forma en que Camilla le da a su hijo miradas
inquisitivas durante nuestra comida. Ella sabe que algo anda mal con él
también, pero no lo menciona frente a todos. Soy la razón por la que se comporta
como lo hace.
Si él no hubiera estado ciegamente de acuerdo con mi hermano esta
mañana, las cosas no serían así entre nosotros. Aunque lo usó a su favor esta
noche y no puedo evitar sentir una sensación de orgullo después de verlo jugar.
Jugó como loco, a pesar de que se metió en una pelea bastante retorcida, y aun
así tenía mi atención durante el juego.
Sacudiendo la cabeza para mí misma, empujo los pensamientos fuera de mi
mente. He dejado que Logan nuble mi mente durante demasiado tiempo y,
aunque no quiero, tal vez deba dejarlo ir por completo. Por mucho que quiera
explorar más con él, la forma en que actuó esta mañana me dejó un mal sabor
91 de boca y no puedo olvidarme de eso.
Si estuviera tan preocupado por mi hermano y su amistad, le diría algo antes
de que se enterara de nosotros. Logan no estaba intentando abrir las puertas
para esa conversación, por lo que tiene sentido que me estuviera usando de
nuevo como solía hacerlo. No estaba haciendo la misma mierda destructiva que
mi hermano, pero a su manera, no estaba haciendo nada mejor. Solo me estaba
usando como una distracción y merezco más que eso.
Me niego a ser la distracción o el sucio secreto de alguien.
Es hora de que me defienda y tenga un poco de respeto por mí misma.
Todos terminamos de cenar y salimos para despedirnos y abrazarnos antes
de separarnos. Mis padres suben a su auto mientras Camilla desaparece hacia
el suyo. August se desliza detrás del volante de su auto y yo salto a la parte de
atrás mientras Logan se sienta en el lado del pasajero. Mis padres me recogieron
más temprano y me llevaron al juego antes de la cena, así que tenía sentido que
yo viajara a casa con August y Logan ahora.
—Hablando de un espectáculo de mierda en la cena —murmura August
mientras saca el auto del estacionamiento. Me mira a través del espejo retrovisor
y entrecierra los ojos—. Sabes, hubiera sido bueno que me avisaras que papá
me iba a romper el culo.
Mis cejas se juntan mientras mi rostro se arruga con disgusto.
—O simplemente podrías arreglar tu mierdero para que no tengas a nadie
en tu trasero por las decisiones tontas que has estado tomando últimamente. —
Hago una pausa por un momento, suspirando mientras niego con la cabeza—.
No sabía que iba a decir algo, pero tenías que haber sabido que iría hacia tu
yugular después de ver tu ojo moreteado.
August frunce el ceño.
—Si lo sé. Lo siento, sé que no es tu culpa. Y honestamente, me lo merecía.
Sé que necesito mantener la cabeza baja y concentrarme en el hockey, como
Logan. —August lo mira, quien ha estado en silencio todo el viaje, mirando por
la ventana—. En serio, hermano. No te he visto con una chica a excepción de tus
conexiones al azar. ¿Cómo no te dejas encariñar?
—¿Realmente dirías que tienes algún apego? —Logan le pregunta, todavía
mirando por la ventana—. Aparte de Poppy, solo has tenido citas casuales.
—Uf, ni siquiera empieces con esa mierda de Poppy. Estoy muy seguro de
que nunca volverá a hablarme.
Logan se encoge de hombros y mira a August antes de mirar por la ventana.
92 —Tal vez eso sea algo bueno. Menos distracciones, menos apegos.
—Tienes razón —August está de acuerdo con él y mi estómago se revuelve
mientras trato de bloquearlos a ambos—. Voy a seguir tu ejemplo de ahora en
adelante.
Casi me ahogo con el aliento que queda atrapado en mi garganta. August
realmente no tiene idea de lo que su mejor amigo ha estado haciendo a sus
espaldas y estoy bastante segura de que nunca lo sabrá. Es mejor que no lo
haga, porque Logan ha dejado su postura evidentemente clara.
Todo fue un error.
Y nunca volverá a suceder.
16
Logan
Traducido por Sirius 85

Han pasado dos semanas desde que me encontré en la cama de Isla. Dos
semanas desde que tuvimos una conversación real. Y si te soy sincero, vivir en
el mismo apartamento que ella me está empezando a volver loco. Hay pocas
93 noches en una semana para que salga con los chicos y me olvide de ella, pero no
puedo dejar de concentrarme en lo que realmente estoy haciendo aquí.
Se ha convertido en una gran distracción, a pesar de que se ha vuelto muda
a mi alrededor.
Ni siquiera sé cómo abordar una conversación con ella. ¿Empiezo con una
disculpa? Sé lo que Isla realmente quiere de mí y no puedo dárselo. No estoy listo
para arruinar mi amistad con mi mejor amigo, incluso si eso significa que no
puedo tenerla.
Todo esto está completamente jodido y me está jodiendo la cabeza todos los
días.
Isla se ha mostrado distante y más retraída. Habla con su hermano, pero
tan pronto como entro en la habitación, de repente tiene algo que hacer, casi
como si no pudiera soportar estar cerca de mí. No la culpo, porque yo siento lo
mismo.
Es una completa contradicción. Quiero estar cerca de ella, pasar tiempo con
ella, pero saber que no puedo tener cada parte de ella solo empeora las cosas.
Me hace querer tanta distancia entre nosotros como sea posible. Y cada vez que
la veo en la escuela y la veo con ese imbécil de su amigo, quiero atravesar su
rostro con mi puño.
Mis celos son injustificados porque ella no es mía para protegerla. Pero si
ella no puede ser mía, no puede ser de nadie más.
Mientras salgo del hielo y me dirijo al vestidor, el pensamiento de Isla y Silas
me ronda por la cabeza. Me quede en el pasillo del edificio hoy, mirándolo
mientras le abría la puerta del lado del pasajero y la ayudaba a subir a su enorme
Jeep. Solo pensar en sus manos sobre ella me hace ver rojo. Sangre roja.
Me dejo caer en uno de los bancos y dejo mi palo a mi lado antes de desatar
mis patines. Cam entra y se sienta a mi lado, mirando en otra dirección mientras
deja los guantes y el casco.
—¿Estás bien, Knight? —me pregunta, mirándome por el rabillo del ojo.
Después de sacar los pies de los patines, me quito el casco y lo dejo en el
banco.
—Últimamente he tenido muchas cosas en la cabeza.
—¿Quién es ella? —pregunta Cam mientras coloca los protectores en las
cuchillas de sus patines. Giro mi cabeza hacia un lado, entrecerrando los ojos

94
hacia él mientras levanta las cejas—. Vamos hombre. Tú puedes decirme.
Trago con dificultad el nudo alojado en mi garganta. No hay manera en el
infierno que pueda decirle. Mierda, no puedo decirle a nadie sobre esto. August
se acerca a nosotros, quitando la cinta de la hoja de su palo mientras se deja
caer en el banco frente a nosotros.
—No hay ninguna chica, Cam —le dice August mientras comienza a envolver
con nueva cinta adhesiva el extremo de su palo—. Confía en mí, vivo con él. Yo
sabría si hay una chica causando problemas.
—Sí, no hay ninguna chica.
Cam entrecierra sus ojos, sus labios fruncidos mientras niega con la cabeza.
—No lo sé. Definitivamente te pasa algo y mi mejor suposición es que tiene
que ver con una chica.
August levanta una ceja hacia mí.
—Sabes, ahora que Cam lo dice, has estado un poco raro últimamente.
¿Tienes una chica que escondes de todos nosotros?
Que mierda.
Mi respiración se atrapa en mi garganta y rápidamente fuerzo una risa
mientras me pongo de pie y agarro mi mierda.
—En serio, no hay ninguna chica. Últimamente solo he estado preocupado
por mis calificaciones. —Es una mentira, pero ninguno de ellos necesita saber
eso. Solo necesito que los dos se callen.
Voy a agarrar mi palo y justo cuando estoy a punto de llevarlo a mi casillero,
August agarra el otro extremo. El temor llena la boca de mi estómago cuando mi
mirada se encuentra con la suya. Los dos sostenemos los extremos opuestos del
palo de hockey y estoy paralizado por el miedo de que no vaya a dejar pasar el
tema de una chica.
—Amigo, suéltalo —dice, con las cejas se juntan—. ¿Pensé que querías que
volviera a poner cinta adhesiva en tu palo?
Dejando escapar un aliento que no me di cuenta de que estaba conteniendo,
el alivio me inunda.
—Mierda, lo olvidé —admito, sacudiendo la cabeza cuando suelto el palo y
él me lo quita. Miro a Cam mientras se aleja de nosotros, regresando a su
casillero.
August entrecierra sus ojos hacia mí.
95 —Sé que tus calificaciones son buenas. ¿Qué está pasando realmente?
Cambiando mi peso nerviosamente, digo lo primero que me viene a la cabeza
que no es Isla.
—Mi mamá dijo que Elías se acercó a ella y le pidió mi número.
—¿Elías? Cómo... ¿tu padre?
No le he dicho a nadie. Demonios, ni siquiera he hablado con mi madre al
respecto. Me lo mencionó en privado después de la cena y me dijo que lo pensara
y se lo hiciera saber. No he pensado en ello hasta este momento porque tuve que
desligarme de él por completo. Se fue cuando yo tenía seis malditos meses. ¿Por
qué diablos se acercaba ahora?
—Sí, él.
—Mierda —suspira August, sus ojos se llenan de simpatía—. Lo siento,
hermano. No tenía ni idea. ¿Vas a hablar con él?
Me encojo de hombros.
—Todavía no lo sé. —No es mentira, porque realmente no lo sé. Él es un
extraño ante mis ojos, así que ¿qué podría querer de mí? Espero que no sea una
relación padre-hijo, porque ese barco zarpó hace décadas cuando él partió sin
una sola llamada telefónica o carta.
August frunce el ceño mientras comienza a envolver la cinta alrededor de la
hoja de mi palo.
—Vamos a tomar una cerveza o algo después de que terminemos aquí.
Entonces podremos hablar de eso, si quieres, o podemos simplemente
emborracharnos en su lugar.
Sonriéndole, tomo mi palo y asiento.
—Suena como un plan para mí.

Lo juro, August está en algún tipo de camino de autosabotaje, porque


terminamos en el bar deportivo donde trabaja Poppy. Ella nos ve cuando
entramos y rápidamente se mueve al otro lado de la barra mientras el otro
cantinero nos ayuda. August abre una cuenta y pide una cerveza para los dos.
Sus ojos están puestos en Poppy, pero ella no se molesta en darse la vuelta para
96 mirarlo.
—¿Sabías que ella iba a trabajar? —Le pregunto mientras Amanda, la otra
cantinera, coloca nuestras copas frente a nosotros—. Pensé que estabas tratando
de evitar cualquier tipo de apego.
August se encoge de hombros mientras toma un sorbo de cerveza.
—No sé su horario, pero esperaba que ella estuviera aquí. El hecho de que
no quiera nada con ella no significa que no me guste ver cómo está ella de vez
en cuando.
—Sabes que suenas mucho como un acosador, ¿verdad?
August rueda sus ojos hacia mí.
—Si lo estoy haciendo abiertamente, ¿eso realmente me convierte en un
acosador? No estoy, como siguiéndola y esa mierda. Simplemente me gusta pasar
por una cerveza de vez en cuando.
Poniendo los ojos en blanco, niego con la cabeza mientras tomo el menú
frente a nosotros.
—¿Has intentado hablar con ella? Siento que eso cruza algún tipo de límite.
—Nah, estoy bastante seguro de que ella no quiere tener nada que ver
conmigo. Quiero decir, le dije por adelantado que solo iba a ser algo sin ataduras
y ella estaba dispuesta a hacerlo. —August hace una pausa por un momento,
envolviendo sus manos alrededor de su vaso mientras limpia la condensación—
. No lo sé, hombre. Sin embargo, si me dice que deje de venir aquí, respetaré sus
deseos y dejaré de aparecer.
Nuestra cantinera regresa hacia nosotros y toma nuestro pedido mientras
cada uno de nosotros opta por unas alitas. August se bebe el resto de su vaso y
ella lo toma para volver a llenarlo mientras sigo bebiendo el mío. August parece
que es él quien quiere venir aquí a ahogar sus penas en mi lugar.
—¿Quieres hablar de la mierda con tu papá? —pregunta, y yo le agradezco
en silencio por no entrometerse más. Así ha sido siempre nuestra amistad y
sinceramente lo amo por ello. August es más un libro abierto. Él compartiría
cosas sin que tengas que preguntar en busca de respuestas. Yo, por otro lado,
mantengo mis cartas cerca y no digo mucho a menos que realmente quiera
hacerlo.
Y ahora mismo, no quiero hablar de nada de eso.
—Nah —le digo, sacudiendo la cabeza—. Creo que necesito más tiempo para
procesarlo yo mismo antes de estar listo para hablar de ello.

97 August asiente, recogiendo su cerveza fresca mientras toma un sorbo.


—Lo entiendo hermano. Cuando estés listo para hablar de ello, aquí estoy.
—Gracias, August —le digo, agarrando su hombro con mi mano mientras le
doy un apretón—. Eres el mejor amigo que podría pedir.
—Y nunca olvides esa mierda —dice, riéndose mientras levanta su copa para
animarme. Golpea el mío contra el suyo, el vaso tintinea, antes de que ambos
traguemos un poco del líquido. Apuro el resto de mi vaso y lo dejo para que
nuestra cantinera lo vuelva a llenar.
Entramos en una conversación cómoda mientras tomamos nuestras alitas y
otra cerveza. En su mayoría hablamos de negocios, hablando mierda sobre
hockey y los chismes de los muchachos. Lo creas o no, los chicos también
chismean, y August tiene todo el té sobre nuestros compañeros de equipo.
Mientras comemos, veo a Silas tomar asiento al otro lado de la barra. Él no
nos nota e incluso si lo hiciera, no somos amigos de él, por lo que no habría
razón para interactuar. Verlo me hace pensar en ella y los pensamientos
comienzan a girar en espiral. Ella se fue con él después de la escuela, ¿estuvo
con él hasta que vino aquí?
—Está bien, ¿quién orinó en tu cerveza? —August me pregunta, sus ojos
siguen mi mirada a través de la barra—. ¿No es ese el amigo de Isla?
Asiento, dejando caer los huesos de mi ala en mi plato.
—¿Qué piensas de él? Ella ha estado pasando mucho tiempo con él.
—No sé. Realmente no conozco al tipo. —August se gira para mirarme,
levantando una ceja—. ¿Por qué te preocupa tanto con quién sale?
Trago con fuerza sobre los cuchillos que tengo en mi garganta y agarro mi
cerveza para bajarla. No jodas esto ahora, Logan. Actúa normalmente.
Encogiéndome de hombros, dejo mi cerveza, plasmando una mirada
impasible en mi rostro.
—No lo hago. Simplemente parece un imbécil y no quiero verla lastimada por
él o algo así.
—Mhm —murmura, sus ojos aún me evalúan como si no creyera una sola
palabra que sale de mi boca en este momento—. Bueno, no necesitas
preocuparte por ella. Me aseguraré de que esté bien. Y si hace algo, le romperé
las malditas manos.
—Sí, por supuesto —digo, asintiendo mientras me lleno la boca con más
cerveza. Los ojos de August se quedan en un lado de mi rostro por un momento

98
y no puedo evitar sentir que ya he revelado demasiado. No me gusta la forma en
que me mira, como si supiera mi secreto o algo así.
La cosa es... que no tiene ni maldita idea.
17
Isla
Traducido por Sirius 85

Estoy en el sofá viendo una película cuando mi hermano y Logan entran


tropezando por la puerta. Sentándome, miro por encima del respaldo del cojín
después de detener mi película y observo cómo se mueven hacia la sala de estar.
99 August apenas puede ponerse de pie, pero parece que Logan está en mejor
forma que mi hermano.
—¿Ustedes bebieron todo lo que tenían en el bar? —Pregunto, sacudiendo la
cabeza con desaprobación por el estado actual de mi hermano. No parece que
esté disfrutando de lo borracho que está. En cambio, sus ojos se encuentran con
los míos y están inyectados en sangre como si estuviera llorando—. ¿Qué pasa,
August?
—Maldita Poppy —dice arrastrando las palabras, tropezando más lejos en la
habitación. Da la vuelta al sofá y se derrumba en el asiento del sofá—. Ella ya
tiene novio.
—¿Qué sucedió?
August suspira y el olor a cerveza rancia llega a mi nariz, a pesar de que no
está tan cerca de mí.
—Fuimos al bar y ella estaba trabajando. Yo no planeaba hablar con ella,
pero ya sabes, lo hice. Y ella me habló sobre su novio, quien luego apareció para
recogerla. Así que eso, es bastante genial.
Mis cejas se juntan y frunzo el ceño mientras lo miro con nada más que
simpatía. Odio ver a mi hermano lastimado, pero él tenía que haber sabido que
esto sucedería eventualmente.
—Pensé que tú eras el que no quería nada con ella. Le dijiste que nada de
apegos, ¿no?
—Sí, pero joder, Isla. Eso no significa que haya querido decir lo que dije. —
August hace una pausa, eructando ruidosamente mientras se da la vuelta para
mirar en la dirección opuesta—. Me voy a ir a dormir.
Apago la película que estaba viendo y pongo el canal de la NHL para él antes
de bajar el volumen para que no esté tan ruidoso. August ya está roncando
cuando agarro una manta y lo cubro con ella. Dando un paso atrás, envuelvo
mis brazos alrededor de mí mientras lo veo dormir con el corazón roto. August
es complejo como el infierno. Actúa como si no necesitara a nadie, pero creo que
en realidad sentía algo por Poppy.
Cuando levanto los ojos de él, encuentro a Logan apoyado contra la pared
con las manos metidas en los bolsillos delanteros de sus joggers mientras me
mira. Su mirada se encuentra con la mía, pero no mueve un músculo mientras
continúa observándome. Trago saliva, sintiendo el calor subiendo por mi cuello
y extendiéndose por mis mejillas.

100 —Um, yo también me voy a la cama —le digo, mi voz suena completamente
antinatural mientras me aclaro la garganta. No le debo una explicación.
Demonios, no hemos hablado en dos semanas, pero estando bajo su atenta
mirada, todavía siento que necesito explicarle.
Logan no pronuncia una sola palabra, solo asiente mientras me observa
caminar alrededor del sofá y dirigirme por el pasillo. Justo cuando estoy
alcanzando la manija de mi puerta, siento su mano envolver mi muñeca.
—Isla —dice en voz baja, su voz tierna y gentil—. ¿Podemos hablar?
Giro mi cuerpo levemente, pero no completamente, mis ojos se encuentran
con sus brillantes iris azules mientras rebotan entre los míos. Él tiene este efecto
en mí, donde todo lo que se necesita es esta mirada, el sonido de su voz, y me
derrito como cera a su alrededor. No puedo decirle que no.
Mirando más allá de él, veo a August todavía desmayado en el sofá, donde
estoy segura de que estará el resto de la noche. Volviendo mi mirada a la de
Logan, asiento lentamente.
—De acuerdo…
No me suelta la muñeca, sino que desliza su mano hacia la mía, entrelazando
sus dedos entre los míos mientras entro en mi habitación. Logan me sigue y le
suelto la mano cuando pasa junto a mí y cierro la puerta detrás de nosotros. La
cerradura gira sin esfuerzo mientras la aseguro, por si acaso.
Cuando me doy la vuelta, veo a Logan sentado en el borde de mi cama con
la cabeza entre las manos. Me congelo por un momento, mi pecho se contrae
cuando veo lo roto que se ve él también. Mis pies se mueven sin mi dirección y
no se detienen hasta que estoy de pie directamente frente a él, alcanzando sus
muñecas. Apartando las manos de su rostro, levanta la cabeza, sus ojos azules
se humedecen cuando encuentra los míos.
—¿De qué querías hablar, Logan?
Sus ojos buscan los míos.
—¿Son tú y Silas algo?
Me sorprende su pregunta, con el ceño fruncido.
—No. ¿Por qué sugerirías eso?
—Los he visto juntos a los dos. Siempre están juntos. Y luego te fuiste con
él hoy después de la escuela.
Lo miró fijamente, mis manos aún envueltas alrededor de sus muñecas. Mi
corazón se acelera en mi pecho, latiendo erráticamente contra su jaula.

101 —¿Me has estado observando, Logan?


Se encoge de hombros sin ningún tipo de vergüenza, probablemente dado
su estado de ebriedad.
—¿Y qué si lo hago? Si yo no puedo tenerte, nadie más puede.
—Bueno, esa es una lógica jodida. —Me río levemente mientras tira de sus
muñecas de mi agarre. Se acerca a mí, rodeando con sus manos la parte
posterior de mis muslos mientras me acerca a él—. Sabes, nadie dijo que no
puedes tenerme, Logan.
—Nena, nena, nena —murmura en voz baja, envolviendo sus brazos
alrededor de mí mientras presiona un lado de su rostro contra mi estómago. Mis
manos instintivamente encuentran su cabeza y acaricio su suave cabello
mientras me abraza—. Sabes que no es tan simple, ¿verdad?
—¿Por qué no podemos simplemente decírselo a August?
Logan suspira, acariciando su cabeza contra mi abdomen.
—Yo quiero. Simplemente no sé cómo hacerlo.
Agarrando los lados de su cabeza, lo aparto de mi cuerpo e inclino su cabeza
hacia atrás para mirarlo a los ojos.
—Podemos resolverlo juntos, ¿de acuerdo? —Hago una pausa por un
momento—. Sin embargo, estás borracho, entonces, ¿cómo se supone que voy a
saber que mañana por la mañana no vas a cambiar de opinión?
Sus labios se curvan hacia arriba y niega con la cabeza.
—No estoy tan borracho, nena. Confía en mí, cuando se trata de ti, no hay
cantidad de alcohol que pueda hacerme olvidar un momento contigo. —Hace una
pausa, su lengua sale para lamerse los labios—. Pero de verdad, no bebí tanto,
lo prometo.
Sin previo aviso, cae hacia atrás sobre mi cama, aterrizando sobre su
espalda mientras me arrastra con él. Me toma con la guardia baja y grito cuando
me estrello contra su pecho antes de que ambos comencemos a reír.
—Imbécil —me río, empujando mis manos contra sus firmes pectorales.
Logan deja de reírse, sus manos se deslizan por mi torso y a los lados de mi
cuello antes de tomar los lados de mi rostro. Un fuego baila en sus ojos cuando
me encuentro con su ardiente mirada y mi respiración se atasca en mi garganta.

102
—Realmente quiero besarte ahora mismo —murmura, acercando mi rostro
al suyo—. ¿Puedo besarte, nena?
Trago duro sobre los cuchillos en mi garganta y asiento. Una sonrisa se
forma en sus labios antes de que se encuentren con los míos. Su boca es suave
y tierna, su lengua sale como una flecha mientras traza la costura y separa mis
labios. Me abro para él, dejándolo entrar mientras roba el aire de mis pulmones
en un movimiento rápido. Su lengua se desliza contra la mía, atrapada en un
baile lento mientras se enreda con la mía.
Logan me hace rodar sobre mi espalda, moviéndose conmigo sin que su boca
deje la mía mientras se coloca encima de mí. Estoy perdida en él, mis manos se
deslizan por su espalda, debajo de su camiseta mientras desliza sus dedos por
mi cuero cabelludo, sumergiéndose en mi cabello. Me besa lentamente y es una
tortura dolorosa mientras se toma su tiempo.
Su pene está duro, presionándose contra mí mientras se acomoda entre mis
piernas. Él profundiza el beso, drenando el oxígeno de mis pulmones y mi cabeza
comienza a nadar por la privación. Cuando se trata de ello, esto es todo lo que
quiero con él. Sentirlo cerca, sabiendo que soy lo único que ocupa su mente. Y
ahora mismo, en este momento, sé que quiero más con él.
Mis manos encuentran sus hombros y lo empujo lejos, saliendo por aire
mientras nuestras bocas se separan. El pánico llena sus ojos mientras buscan
rápidamente los míos, como si hubiera hecho algo mal.
—Quítate la ropa —le digo, la lujuria pesa en mis palabras—. Quiero más,
Logan. De ti... solo de ti.
—¿Estás segura, nena? —Su voz es suave y tierna, como sus manos
mientras las desliza a lo largo de mi torso—. No quiero que te sientas presionada
a hacer algo que no quieras hacer.
—Nunca he estado más segura en toda mi vida —le digo honestamente,
mientras muevo mis manos con las suyas, empujando mi camiseta más arriba.
Logan se aleja de mí, parándose junto a mi cama mientras se quita la
camiseta por la cabeza y la tira al suelo. Me siento con él, siguiendo su ejemplo
mientras me quito mi camiseta. Se queda allí en silencio, con un fuego ardiendo
en sus ojos mientras me observa quitarme lentamente el sostén y dejarlo caer al
suelo. Las llamas arden con más intensidad mientras su mirada recorre mi
cuerpo.
Cuando alcanzo la cintura de mis pantalones, Logan cubre mis manos con
las suyas y las aparta.
—Déjame hacerlo —susurra, cayendo de rodillas en el suelo frente a mí. Es
103 gentil mientras desliza mis pantalones y ropa interior por mis muslos,
dejándome desnuda en la cama frente a él—. Maldita sea, eres jodidamente
hermosa.
Un calor se arrastra por mi cuello, extendiéndose por mis mejillas mientras
siento su mirada recorriendo mi cuerpo. Esta es la primera vez que me desnudo
frente a alguien, pero no me siento avergonzada como pensé que me sentiría. En
cambio, me hace sentir como si fuera la cosa más hermosa que jamás haya visto.
No se mueve de donde está arrodillado en el suelo mientras coloca sus manos
sobre mis rodillas y las separa lentamente. Logan se acercó un poco más, las
yemas de sus dedos se clavaron en mi carne mientras sus palmas calientan mi
piel.
—Quiero saborearte, nena —murmura, su mirada acalorada encuentra la
mía—. ¿Alguien te ha probado antes?
Trago bruscamente, niego con la cabeza.
—No —susurro, sin confiar completamente en mi voz mientras un calor se
extiende por la parte inferior de mi abdomen—. Quiero que seas el primero.
Las comisuras de los labios de Logan se levantan.
—Y el último, Isla. Voy a arruinarte para cualquier otra persona. Voy a dejar
mi marca tan profunda en tu maldita alma que nunca querrás a nadie más que
a mí.
—Nunca lo he hecho.
—Buena chica —murmura, su rostro se acerca poco a poco al vértice de mis
muslos. Sus ojos queman agujeros a través de los míos mientras mira
directamente a mi alma—. Recuéstate para mí, nena bonita. Déjame probar este
dulce capullo y hacerte sentir bien.
Volviéndome a acostarme en la cama, su cálido aliento recorre mi piel antes
de presionar sus labios contra el interior de mis muslos. Sosteniendo mis piernas
separadas con sus manos, arrastra su boca por ambos lados de mis piernas
antes de llegar a mi centro. Sus labios son cálidos mientras los presiona
suavemente contra mi abertura. Mis caderas se sacuden y mis manos se
extienden hacia él, agarrando su cabello mientras arrastra su lengua a lo largo
de mí.
—Joder —respira contra mí, mordisqueando mi clítoris antes de succionarlo
en su boca. Mis ojos se vuelven hacia mi cabeza mientras él me prueba,
provocándome con su lengua. Es diferente a todo lo que he sentido antes y no
quiero que este sentimiento termine nunca.

104 —No te detengas —musito, retorciéndome mientras mueve su lengua contra


mí, follándome con su boca.
Él levanta la cabeza por un momento, con una sonrisa en la comisura de
sus labios.
—No me detendré hasta que te vengas en mi lengua, nena.
Una calidez se extiende por la boca de mi estómago mientras Logan continúa
saboreándome y provocándome con su lengua. Mis ojos se cierran mientras una
ola de éxtasis me baña y veo las malditas estrellas por la forma en que acaricia
mi clítoris. Estoy tan cerca de caer por el borde y él no se detiene hasta que me
desplomo.
Desliza un dedo dentro de mí, bombeándolo dentro y fuera mientras atrae
mi clítoris hacia su boca, pasando su lengua por el manojo de nervios. Con un
empujón más de su mano, un golpe de su lengua, y me está empujando por un
precipicio. Mi orgasmo sacude mi cuerpo con tanta fuerza que soy un maldito
desastre, gritando mientras un terremoto estalla dentro de mí.
Logan se aleja mientras aguanto las oleadas duraderas de mi orgasmo, una
sonrisa se forma en su rostro mientras se arrastra por mi cuerpo.
—Tan dulce y tan jodidamente inocente —murmura, sus labios encuentran
los míos con el sabor de mí en su lengua—. Estoy tan loco por ti, nena.
18
Logan
Traducido por Sirius 85

Isla desliza sus manos por mi torso, sus dedos encuentran la cinturilla de
mis pantalones mientras los desliza por debajo. Mi respiración se atasca en mi
garganta y sus manos dudan cuando comienza a bajarme los pantalones aún
105 más. Alejándome de ella, me apoyo en mis manos al lado de su cabeza, mis ojos
buscando los de ella.
—¿Estás segura, Isla? —Le pregunto y ella asiente—. No quiero que te
sientas presionada a hacer algo para lo que no estás preparada.
—Quiero esto. —Su voz es tierna y tranquila mientras mira directamente a
mi alma—. Estoy lista, Logan, lo prometo.
Alejándome de la cama, me levanto lentamente e Isla me sigue, sentándose
mientras estoy de pie frente a ella. Sus ojos están en los míos, bajando
lentamente por mi torso mientras engancho mis dedos debajo de la cintura de
mis pantalones, deslizándolos debajo de mis bóxers mientras los deslizo por mis
muslos y mis pantorrillas.
Veo su rostro transformarse mientras escanea mi cuerpo, sus ojos se abren
cuando se detiene en mi erección que actualmente está palpitando entre mis
piernas. Su garganta se mueve mientras traga saliva antes de encontrarse con
mi mirada. Nunca antes me había sentido cohibido o nervioso, pero bajo su
atenta mirada, nunca me había sentido más expuesto.
—Es posible que no encaje —suelta, sus mejillas se ponen rosadas mientras
vuelve a mirar mi pene—. Logan. No creo que esto vaya a funcionar.
Una risa retumba en mi garganta cuando me acerco a ella, mis manos
ahuecan los lados de su rostro mientras inclino su cabeza hacia atrás.
—Te prometo que podemos hacer que encaje, nena.
Ella traga saliva de nuevo, sus ojos buscan los míos, pero algo más pasa por
su mirada. Confianza. Ella me está dando eso: para mantenerla a salvo, para
protegerla.
—No puedo prometerte que no dolerá ni que no será incómodo al principio…
Isla agarra mis muñecas, apartando mis manos de su rostro mientras sigue
mirándome. Envuelve su delicada mano alrededor de la base de mi pene,
apretándolo ligeramente mientras se humedece los labios.
—No sé lo que estoy haciendo —admite en voz baja y lo juro por Dios, estoy
a punto de estallar.
—No hay nada que puedas hacer mal.
Ella abre su boca, llevándola a la punta de mi pene mientras desliza
lentamente la cabeza a lo largo de su lengua. Su mano agarra la base y duda
mientras desliza el eje más profundamente en su boca. Sus ojos se abren y me
mira fijamente con mi pene presionado entre sus bonitos labios.

106 Inhalo profundamente, mi mano encuentra la parte posterior de su cabeza


mientras mueve su mano junto con su boca.
—Eso es todo, nena. Lo estás haciendo jodidamente increíble.
Sus ojos me devuelven el brillo antes de que sus párpados se cierren. Con
una mano agarrando mi pene y sus labios envueltos alrededor de la punta,
mueve la cabeza de un lado a otro, llevándome dentro y fuera de su boca en
rápida sucesión. Hay una parte de mí que casi no cree que nunca haya hecho
esto antes, porque joder...
Una calidez se extiende por la boca de mi estómago y sé que necesito que se
detenga ahora antes de que termine perdiéndome dentro de su boca. Mis dos
manos encuentran los lados de su cabeza y la aparto de mí. Todavía está sentada
en la cama, yo parado frente a ella, así que la empujo ligeramente hacia atrás,
bajándola sobre la cama mientras la sigo.
—¿Qué ocurre? —pregunta, el pánico evidente en su voz mientras sus ojos
buscan los míos.
Planto mis manos en la cama, me coloco sobre ella mientras me acomodo
entre sus piernas.
—Nada en absoluto, nena. —Una risa baja vibra en mi pecho—. Todo lo
contrario. Si no hubieras parado, se habría terminado el juego.
Un tinte rosado se desliza por sus mejillas y me sonríe inocentemente. La
punta de mi pene presiona contra su centro y me detengo por un momento,
observo cómo su rostro se transforma y sus ojos se abren como platos.
—Mierda —murmuro, sacudiendo la cabeza—. Necesito agarrar un condón.
Justo cuando estoy a punto de alejarme de ella, Isla engancha sus tobillos
alrededor de mi cintura.
—No te vayas —ella respira, sus ojos queman un agujero a través de los
míos—. Estoy tomando la píldora...
Mierda…
Mi pene ya duro duele y la miro fijamente, buscando en sus ojos la
confirmación de que esto es realmente lo que quiere. Isla asiente, entrelazando
sus manos alrededor de mi nuca mientras baja mi rostro hacia el suyo. Nuestras
bocas chocan e inhalo, respirándola mientras nuestras lenguas se enredan.
La cabeza de mi pene se presiona contra ella y la siento tensa, su cuerpo
cayendo rígido por lo desconocido.

107 —Relájate para mí, nena —murmuro contra sus labios, atrayendo su labio
inferior a mi boca mientras lo muerdo.
Isla gime en mi boca y me trago sus sonidos, su cuerpo se relaja debajo de
mí mientras empujo lentamente dentro de ella. Ella no trata de pelear conmigo,
pero joder, es tan malditamente apretada. Sé que le duele cuando se estremece
debajo de mí, sus labios se ralentizan contra los míos.
—¿Quieres que me detenga? —susurro mientras me alejo para mirarla.
Isla niega con la cabeza, acercándome más con sus piernas mientras la
penetro completamente en un movimiento rápido. Sus labios se abren
ligeramente, un suspiro irregular se escapa de ella, y sus ojos se abren como
platos cuando la lleno hasta el borde.
—Oh, Dios mío —respira, su rostro se contrae por el placer y el dolor.
Mis movimientos son lentos mientras retraigo mis caderas, mi pene se
desliza ligeramente hacia afuera antes de empujarla de nuevo. Intento tomarme
mi tiempo, ser gentil y tierno, pero me está costando hasta la última gota de
autocontrol no tomarla hasta el olvido en este maldito momento.
Su capullo está tan apretado, tan húmedo, y se aprieta a mi alrededor como
un puto tornillo de banco.
—No te detengas, Logan —respira, jadeando mientras empujo dentro de ella
una y otra vez. Ella me atrae hacia ella, nuestras bocas chocan mientras trago
sus gemidos.
Trabajo contra ella, estirándola mientras continúo deslizando mis caderas
hacia adelante y hacia atrás. No quiero lastimarla, pero ella está más relajada,
como si estuviera más cómoda y disfrutando. Si no fuera así, no estaría gimiendo
mi nombre y arañando mi espalda, rogándome que no me detuviera.
Moviendo una mano, busco su clítoris entre nosotros con la punta de mis
dedos. Aplicando presión, juego con ella, rodando la carne sensible bajo mis
dedos mientras sigo follándola. Isla se está deshaciendo rápidamente,
retorciéndose bajo mi toque mientras la empujo más y más cerca del borde.
Mis bolas se contraen, acercándose a mi cuerpo mientras el calor en la boca
de mi estómago comienza a extenderse.
—Me voy a venir, nena.
—Vente conmigo —musita contra mis labios —. Estoy justo ahí.

108
Rodando mis dedos sobre su clítoris una vez más, golpeo mis caderas contra
ella, mi pene la llena profundamente mientras ella grita de éxtasis.
—Vente para mí.
Eso es todo lo que se necesita para hacerla caer en picada por el borde,
directamente al abismo eufórico. Su cuerpo tiembla, sus piernas tiemblan
mientras las aprieta a mi alrededor. Su capullo se cierra, exprimiendo la maldita
vida de mi pene mientras su orgasmo sacude su cuerpo, directo a su centro. Se
necesita todo de mí para dejarla montar sobre las olas de éxtasis antes de salir
de ella.
Casi no lo consigo, el semen brota de mi pene justo cuando estoy saliendo
de su coño. Mis labios se separan ligeramente, un suspiro irregular se me
escapa, mientras mi pecho sube y baja en rápida sucesión. Estoy completamente
cautivado, viéndola abrirse para mí mientras cubro su coño con mi semen.
—Tan jodidamente hermosa —murmuro, mis ojos recorriendo su cuerpo
hasta los suyos. Completamente saciada y vidriosa por el éxtasis que todavía
está montando.
—Y tan jodidamente mía…
19
Isla
Traducido por Sirius 85

—¿Qué vas a hacer esta noche? —Silas me pregunta mientras salimos de


clase, siguiendo el paso de la multitud de estudiantes que llena el pasillo. Veo a
Octavia y Demi esperándonos en lo alto de la escalera—. Todos estábamos
109 hablando de ir a los bolos o algo así.
Miro a Silas mientras nos dirigimos hacia ellos dos.
—Creo que me voy a quedar esta noche.
Cuando llegamos a Demi y Octavia, ambas nos saludan, los ojos de Octavia
se encuentran con los de Silas.
—¿Le dijiste lo que planeábamos hacer esta noche?
Silas asiente, frunce el ceño mientras me mira, indicándome que le diga lo
mismo que le dije a él. Cuando le digo que planeo quedarme en casa, me mira
con desaprobación.
—Lo ves —le dice Silas mientras todos bajamos las escaleras y salimos al
corredor del edificio—. Traté de hacer que viniera.
—Lo siento, chicos —les digo, encogiéndome de hombros mientras ofrezco
una pequeña sonrisa—. Realmente no tengo ganas de salir en absoluto.
Cruzamos las puertas delanteras y me doy cuenta de que el auto de Logan
está parado a lo largo de la acera mientras él se sienta y me espera. Octavia me
mira, levantando las cejas mientras golpea su hombro contra el mío.
—No tendría nada que ver con cierto jugador de hockey caliente que vive
contigo, ¿verdad?
La miro, una risa brota de mí, pero suena forzada y nerviosa. Silas
entrecierra los ojos antes de mirar a Logan a través de las ventanas polarizadas.
—No. —Niego con la cabeza hacia los tres—. Tengo muchos estudios que
necesito hacer.
Demi y Silas entablan una conversación mientras giran a la derecha y
continúan caminando por la acera. Octavia camina más cerca del auto de Logan
conmigo, deteniéndose cuando llego a la puerta.
—Si decides cambiar de opinión, llámame —sonríe, guiñándome un ojo
antes de salir corriendo detrás de Silas y Demi.
Abro la puerta del auto y me deslizo dentro mientras Logan baja el volumen
de la música y se gira para mirarme. Lleva una camiseta negra que abraza su
cuerpo firme y un par de joggers grises. Mis ojos vuelven a los suyos y me sonríe.
—¿Qué? —pregunto, alejándome mientras alcanzo mi cinturón de
seguridad, sintiendo el calor subiendo por mi cuello y extendiéndose por mis
mejillas. He pasado la última década admirándolo desde lejos. Ahora, siento que
puedo hacerlo cuando estamos en privado sin ser juzgados, aunque parece que
110 él se lo está tragando.
—Oh, nada. —Dirige su atención al auto mientras lo pone en marcha y se
aleja del frente del edificio—. Yo también estoy feliz de verte.
Nosotros hemos caído en esta cómoda rutina durante el último mes. Nunca
tuve la intención de tener sexo con él esa noche, pero es como si abriera una
nueva puerta a lo que sea que haya entre nosotros. Ambos habíamos acordado
que necesitábamos sincerarnos con mi hermano, pero por alguna razón, nunca
se sentía como el momento adecuado. Sé que Logan tiene miedo de perder a su
mejor amigo y lo último que quiero hacer es separarlos.
Logan juega como si tuviera otras cosas que hacer, pero en realidad, se cuela
en mi habitación después de que August se va a la cama. En cierto modo, es
como si estuviéramos de vuelta en el pasado, escabulléndonos, pero ahora hay
mucho más en juego. Esto es diferente a los besos borrachos y los toqueteos
secretos... estamos jugando con una baraja de 52 corazones.
Me pregunto cuánto tiempo pasará hasta que uno de nosotros se retire...
Cuando llegamos al apartamento, August ya está allí, recién duchado y
paseándose por la cocina. Hace una pausa, mirándonos a los dos cuando
entramos, pero no dice nada porque todavía no sospecha nada a pesar de que
está literalmente justo en frente de su rostro.
Hay una parte de mí que desea que lo descubra por su cuenta, pero no creo
que sea lo mejor. Confía en Logan y si eso se rompiera, no sé si su amistad se
recuperaría alguna vez. Mi hermano puede ser un payaso y hacerse el tonto, pero
cuando se trata de lealtad, eso es todo para él.
—¿Qué estás haciendo? —le pregunto mientras dejo mi bolso en el suelo y
me siento en la mesa del comedor—. Parece que necesitas que llame a ese
terapeuta que mamá te hizo ver en la secundaria.
—Vete a la mierda. —Me corta los ojos antes de ponerlos en blanco—. Ese
fue un momento extraño en mi vida y te dije que no quiero volver a hablar de esa
mierda nunca más.
Logan nos mira de un lado a otro antes de tomar una botella de agua del
refrigerador. Cuando se inclina hacia adelante, su camisa se sube un poco y mis

111 ojos recorren la piel que se ve, deseando que simplemente se la quite.
—Sabes, no hay nada de qué avergonzarse por ir a terapia. No es gran cosa,
Whitley.
August cruza los brazos a la defensiva sobre el pecho.
—Amigo. Tener terrores nocturnos en la adolescencia es vergonzoso como el
infierno. Sería una cosa si pasara por algo traumático o si tuviera un buen
razonamiento detrás. Lo único que descubrieron fue que tenía un puto trastorno
del sueño.
Logan me mira mientras August comienza a caminar de nuevo, murmurando
por lo bajo. Mi hermano suele ser una persona despreocupada, a la que no le
afectan mucho las cosas, pero cuando algo lo molesta, lo molesta mucho. Una
cosa con la que siempre había luchado era su capacidad para regular sus
emociones. Puede que no se lo muestre a los demás, pero August es bastante
sensible y sus sentimientos son grandes.
Esto no es inusual para Logan, pero no sé si alguna vez supo sobre todo el
problema del sueño. Estoy segura de que estuvo en nuestra casa una o dos veces
cuando August tuvo un terror nocturno, pero cuando estaba experimentando lo
peor, en realidad se distanció de sus amigos y no durmió en ningún otro lugar
ni hizo que nadie durmiera en nuestra casa.
Así que, aunque Logan no es nuevo en August y sus emociones, me pregunto
cuánto ha compartido August realmente con su mejor amigo.
—August. —Mi voz es severa y firme mientras me pongo de pie y camino
hacia la cocina. Logan se aparta de mi camino, entrando en la puerta mientras
se inclina hacia atrás y se apoya contra ella. August deja de moverse, sus ojos
encuentran los míos mientras deja escapar un suspiro entrecortado—. Dime qué
está pasando.
—Joder —murmura, presionándose contra los gabinetes antes de hundirse
en el suelo. Se deja caer, apoyando la espalda contra la puerta, y me siento con
él. Hay algo en estar en el suelo que siempre ayuda a August a volver a donde
necesita estar mentalmente—. Está bien —respira, inhalando profundamente
antes de dejar escapar un suspiro irregular—. Fui al bar después de clase para
hablar con Poppy, pero descubrí que renunció.
—Ok... —mi voz se apaga, mi cabeza se inclina hacia un lado mientras
intento averiguar a dónde va con esto. No estoy segura de lo que realmente está
pasando aquí y todavía no ha llegado a la raíz—. ¿Intentaste llamarla?
—Sí. —Su voz es tranquila, apagada y distante—. Ella tenía su número
desconectado. Fui a su apartamento y estaba vacío.

112 Extiendo la mano, agarro su antebrazo y le doy un ligero apretón.


—¿Por qué este cambio repentino de querer hablar con ella? No has hablado
mucho de ella desde que descubriste que tenía un nuevo novio el mes pasado.
—Entonces, todo me parecía extraño, ¿no? —Sus ojos se enfocan en los míos
mientras una ola de sospecha atraviesa su mirada preocupada—. Sabes, nos
estábamos viendo. Y luego boom, ella tiene novio. En ese momento, realmente
no lo cuestioné, porque fuera lo que fuera, ella es una adulta y puede hacer lo
que quiera.
Logan da un paso adelante, dejándose caer al suelo con nosotros mientras
se sienta junto a August.
—No era su novio, ¿verdad?
August lo mira, sacudiendo la cabeza.
—Le pregunté a Amanda cuándo me dijo que Poppy renunció y no tenía idea
de lo que yo estaba hablando. —Me mira—. Resulta que su auto se había
averiado y fue su primo quien la recogió. Ella trató de interpretarlo como si fuera
algo que no era.
—¿Amanda sabía algo que tú no?
Sacude la cabeza, suspirando.
—Aparte de lo que ella me dijo, no. No eran lo suficientemente cercanas como
para que Poppy le tuviera confianza. Simplemente no puedo quitármela de la
cabeza. Algo tuvo que haber sucedido que hizo que me mintiera, y luego
simplemente desapareció… No sé qué hacer.
—No creo que realmente puedas hacer nada, August —ofrece Logan en voz
baja, con los ojos fijos en el rostro de August—. ¿Cómo se supone que vas a
encontrarla si cambió su número de teléfono? Tal vez tuvo que irse por una
emergencia familiar. No lo sé, hombre.
August se pone de pie abruptamente, sacudiendo la cabeza con desdén hacia
Logan.
—No, esto es raro y necesito saber qué pasó. —Hace una pausa,
mirándome—. Voy a tomar una siesta y tratar de deshacerme de este dolor de
cabeza. No me molestes para la cena.
Un ceño se forma en mi rostro mientras lo veo desaparecer de la habitación.
Cada vez que August se pone fuera de sí de esta manera, es casi como si su
cerebro no pudiera manejarlo. Suele tener fuertes dolores de cabeza cuando no

113 puede controlar sus emociones y la única solución es dormir. Me duele el corazón
verlo así y saber que no puedo hacer nada por mi hermano.
—Estará bien —me dice Logan mientras se levanta lentamente y me tiende
la mano. Su palma es cálida cuando deslizo mi mano en la suya y me ayuda a
ponerme de pie—. Solo necesita algo de tiempo para procesar que ella realmente
se fue sin darle una explicación.
Mis ojos buscan los de Logan mientras estoy de pie frente a él, mi mano
todavía en la suya.
—¿De verdad crees que lo dejará así y no se obsesionará con ello?
Logan se encoge de hombros.
—Creo que tendrá que hacerlo. —Me da la espalda un poco, pero no suelta
mi mano mientras me saca de la cocina. Miro hacia el pasillo donde August entró
en su habitación y me aseguro de que no me vea sosteniendo la mano de su
mejor amigo—. Solo pidamos comida para llevar y veamos películas.
Agarra el control remoto y se deja caer en el sofá. Dejando algo de espacio
entre nosotros, me siento a dos cojines de él, levanto los pies mientras meto las
piernas debajo de mí y me acurruco en los lujosos cojines.
—Mientras no sea nada de terror.
—Lo sé. Nunca has sido fanática de nada relacionado con el terror. —Una
sonrisa burlona juega en sus labios mientras sus ojos brillan hacia mí—. ¿Y si
te dijera que nunca dejaría que nada te pasara? ¿Qué siempre te mantendría a
salvo?
Agarrando la almohada a mi lado, me río ligeramente y se la tiro mientras
niego con la cabeza.
—No. No vas a convencerme de ver algo que me provoque pesadillas con
promesas vacías como esa.
Logan entrecierra los ojos ligeramente.
—No son promesas vacías, nena. —Su voz es baja y suave y las
profundidades oceánicas de sus ojos son cálidas—. Un día, te lo haré ver.
Tragando con fuerza el nudo en mi garganta, lo miró fijamente mientras él
mira directamente a mi alma. No sé qué creer con Logan porque me confunde
más que cualquier otra cosa. Lo que sea que haya entre nosotros es un enigma
y él es una contradicción. ¿Cómo me lo hará ver si siempre vamos a ser un
secreto?
—Bien, ¿no es esto lindo? —La voz de August rompe el silencio mientras

114
entra en la sala de estar con su almohada—. No puedo dormir en este momento.
¿Qué están haciendo tortolitos?
Mi corazón se detiene y mi pecho se contrae cuando mi cuerpo comienza a
respirar manualmente, y mi cerebro de repente olvida cómo diablos hacerlo. La
mirada de Logan se posa en August mientras se deja caer en el asiento y se
recuesta. Abro mucho los ojos mientras miro la televisión, rezando para que el
sofá me trague por completo.
—Te estoy jodiendo. Eso sería como incesto, ya que sé que ella también es
como una hermana para ti —dice August lentamente, sus palabras se prolongan
mientras entrecierra los ojos hacia los dos. No encuentro su mirada, pero puedo
sentirla en un lado de mi cabeza—. ¿A menos que debiera estar preocupado por
algo?
Esta es la oportunidad que ambos hemos estado esperando, el momento en
que oficialmente podemos romper el hielo y sincerarnos con August. Mis labios
se abren ligeramente, las palabras en la punta de mi lengua, pero Logan
interviene antes de que tenga la oportunidad de hablar.
—Absolutamente no. —La voz de Logan es controlada y tranquila, como si lo
hubiera ensayado un millón de veces. Mi corazón se hunde y mis pulmones se
desinflan mientras mis esperanzas se derrumban—. Estás loco por siquiera
insinuar eso. No tienes nada de qué preocuparte, créeme.
Como si su primera admisión no fuera como una bofetada en el rostro,
apenas puedo digerir sus últimas dos oraciones. Miro a August, cuyos ojos se
encuentran con los míos, necesitando confirmación de que Logan está diciendo
la verdad. Esta es mi oportunidad, pero no puedo hacerle eso a Logan. No
arruinaré su amistad.
—Tiene razón, August. —Le sonrío, rodando los ojos por si acaso—. No soy
tan estúpida como para involucrarme con alguien como él.
August toma el control remoto de Logan mientras se acomoda boca arriba
en el sofá y cambia de canal.
—Bien —murmura, mirando la televisión mientras los ojos de Logan se
encuentran con los míos—. Porque estoy jodidamente seguro de que lo mataría.
Una sombra pasa por el rostro de Logan mientras sus ojos buscan
desesperadamente los míos. Quiere saber si lo que dije era verdad... sí quise
decir lo que dije. Alejándome de él, no le doy la satisfacción mientras me acomodo
más profundamente en los cojines y lo ignoro.
Ese es el problema de nosotros dos.
115 Ambos somos unos malditos mentirosos.
20
Logan
Traducido por Sirius 85

No sé cuál diablos es mi problema.


No importa lo que intente hacer, no puedo dejar de joder esto entre Isla y yo.

116
Sé que estoy siendo un verdadero pedazo de mierda, yendo a espaldas de mi
mejor amigo y jodiendo con su pequeña hermana. Nunca me perdonará cuando
sepa la verdad, pero necesito que me crezcan las pelotas y decírselo ya. Incluso
si eso significa que me mate, al menos sería mejor que este sentimiento de
culpabilidad de engañarlo.
Todo es mi culpa.
Jodí y me encariñé. Y ahora que la he tenido en mis brazos, no la dejaré ir
de nuevo.
Solo necesito encontrar el momento adecuado para decírselo a August y,
después de anoche, sé que Isla no estaba contenta con la forma en que le
respondí. Debí haber sido sincero en ese momento, pero entré en pánico y lo
cubrí todo, lo que sé que la hizo sentir como una mierda. Su pequeño comentario
no me hizo sentir mejor, pero me lo merecía.
Ella se merece algo mejor.
Y August se merece la verdad.
Cam se acerca a mí mientras se quita la camiseta por la cabeza. Acabamos
de terminar la práctica y conseguí que me patearan el trasero con éxito. Eso me
pasa por distraerme. La cagué durante nuestros ejercicios y nuestro entrenador
me hizo pagar por ello con sudor y energía.
—¿Quieres venir con nosotros a tomar unas cervezas? —Cam pregunta
mientras se deja caer en el banco a mi lado. Terminando de meter mis cosas en
mi bolsa de hockey antes de girarme para mirarlo.
—Nah. —Me encojo de hombros y niego con la cabeza mientras me pongo de
pie—. Voy a ir a casa y darme una ducha de verdad y probablemente pasar
desapercibido.
—¿Desde cuándo te convertiste en un aguafiestas? —Él resopla, cruzando
los brazos sobre su pecho—. Solías ser divertido y ahora parece que nunca más
quieres salir con los chicos.
La confesión de Cam me golpea en el pecho como una tonelada de ladrillos.
Él tiene razón. Eso es lo que tiene ser parte de un equipo, es casi como una
hermandad. Estos muchachos se han convertido en mi familia y si siente que
los he estado descuidando, quién sabe cómo se sienten los demás. August no ha
dicho nada, pero no lo haría. Preferiría que se acercaran a mí antes que quedar
atrapado en el medio.
—Desde que comenzó a acostarse con alguien que se niega a revelar quien

117 es —August interviene mientras dobla la esquina y se detiene frente a nosotros—


. ¿No es así, Knight?
Agarrando el asa de mi bolso, entrecierro mis ojos hacia él.
—En realidad, no, eso no es correcto
—Hmm —reflexiona, dejándose caer al lado de Cam mientras inclina la
cabeza hacia un lado—. Entonces, ¿a dónde te has estado escabullendo en medio
de la noche?
Oh, joder... él lo sabe.
Cam me mira con curiosidad.
—¿Qué? Está bien, todo esto tiene sentido ahora.
Necesito tapar esto. Si August ha notado mi ausencia, entonces sabe que
algo está pasando. Simplemente no sabe con quién, y dada la situación actual,
no sé si es mejor que le lance esta bomba.
—Realmente no lo hay. —Pego mis ojos a los de August—. Ya que tienes que
ser tan imbécil al respecto, he tenido problemas para dormir desde que descubrí
que mi padre quería hablar.
No era del todo mentira. Todavía no he decidido si quiero hablar con él o no,
pero es la única excusa que se me ocurre ahora mismo para quitarme de encima
a August. La forma en que su rostro cae instantáneamente me hace sentir
culpable y no puedo retroceder ahora.
—Mierda —murmura, bajando la cabeza mientras Cam frunce los labios—.
Soy un imbécil.
Niego con la cabeza en un intento de que no se sienta tan culpable, cuando
en realidad soy yo quien debería sentirse como una mierda. Solo agrega esto a
la lista de cosas engañosas que le he estado haciendo a mi mejor amigo y otra
razón por la que nunca me volverá a hablar cuando finalmente se sepa la verdad.
—Mira —interviene Cam en nuestro momento, sus profundos ojos verdes
rebotando entre nosotros dos—. Sé que dijiste que no querías salir con nosotros
y preferirías irte a casa, pero tal vez sería bueno para ti. Como en los viejos
tiempos. Ven a pasar el rato con todos nosotros y tal vez puedas despejar tu
cabeza de toda esta mierda.
August me mira con un rayo de esperanza en sus ojos. Sé que Cam tiene
razón, pero es como si me estuvieran desgarrando en dos direcciones diferentes.
Quiero ir a casa y encontrar a Isla. Necesito hablar con ella, explicarle una vez

118 más e intentar suplicar su perdón y comprensión. Pero, por otro lado, necesito
tiempo con los chicos. Ha pasado demasiado tiempo y está claro que están
sintiendo mi ausencia.
—Tienes razón —les digo a ambos mientras devuelvo mi bolso al centro del
vestuario—. Déjenme tomar una ducha aquí, luego iré con ustedes.
—¡Sí! —Cam levanta el puño, actuando como un niño pequeño que está
drogado con un éxtasis de azúcar—. Ha pasado mucho tiempo. Finalmente,
todos los chicos volverán a estar juntos.
August se ríe, empujando a Cam mientras intenta abrazarnos por los
hombros y unirnos.
—Maldita sea, Logan. Hueles como si no te hubieras lavado en semanas.
—Quiero decir, el entrenador te montó más duro que a nadie esta noche —
ofrece August mientras saca su teléfono. Se desplaza distraídamente, sin duda
intentando encontrar algo sobre Poppy nuevamente. Después de anoche, se
conformó con todo el asunto, pero sé que su mente trabaja en su contra y
probablemente todavía esté pensando en ella.
Él necesita esta distracción tanto como yo.
—Váyanse a la mierda los dos —digo, mostrándoles el dedo medio mientras
tomo una muda de ropa limpia de mi bolso y me dirijo a la ducha—. Si quieren
salir ahora, los encontraré donde sea que terminen.
Cam se pone de pie mientras August asiente.
—Iré a hablar con los otros muchachos y August te enviará un mensaje de
texto donde estaremos. —Cam hace una pausa por un momento, entrecerrando
los ojos hacia mí—. Será mejor que no te quejes.
August cruza los brazos sobre el pecho y siento como si mis padres me
estuvieran regañando en este momento por la forma en que me miran.
—Logan lo sabe mejor. Él aparecerá.
Pongo mis ojos en blanco, me dirijo hacia las duchas y me deslizo dentro de
uno de los cubículos. Mientras me quito la ropa, saco mi teléfono de mi bolsillo
y abro mis mensajes de texto. Por supuesto que no hay nada de Isla, pero eso no
significa que vaya a dejarla en paz.
Logan: Hola tú. ¿Vas a estar en casa más tarde?
Doblo mi ropa y la dejo en el banco, dejando el mensaje abierto. Veo como
los tres pequeños puntos aparecen varias veces, cada vez desapareciendo como
si no estuviera segura de cómo responder o si estuviera eligiendo sus palabras

119
con cuidado. Alejándome de ella, abro la ducha y dejo que el agua se caliente
antes de entrar.
Mientras me pongo un poco de shampoo en las manos, mi teléfono suena
cuando llega un mensaje de texto. Rápidamente paso el jabón por mi cabello y
froto mi cuero cabelludo antes de enjuagarlo. Agarro una toalla y me seco las
manos antes de agarrar mi teléfono a toda prisa, mis ojos necesitan
desesperadamente leer algo de Isla.
Isla: Aún no lo sé. Octavia me invitó a una fiesta, así que puede que
salga con ella.
Mi mandíbula se aprieta. No quiero que se aísle de sus amigos, excepto de
uno. El que siempre parece estorbar y que quiere lo que es mío.
Logan: ¿Silas va a estar allí?
Isla: ¿Tal vez? ¿Realmente importa?
Esta chica. Por supuesto que importa. Puedo ver por qué ella pensaría que
podría no importarme después de anoche, pero ambos estábamos equivocados.
Demonios, ambos hemos estado equivocados desde que ella se mudó a nuestro
apartamento. Solo tenemos que unirnos y encontrar una manera de rectificar la
situación juntos.
Logan: Tenemos que hablar.
Veo las burbujas hacer lo mismo, aparecer y luego desaparecer. Espero por
un momento, pero no regresan, casi como si ella decidiera no responder. Un
suspiro de frustración se escapa de mis labios y mi corazón late erráticamente
en mi pecho.
Volviendo al agua caliente, agarro mi toalla y empiezo a lavar el sudor de la
práctica de mi piel. En este momento, realmente me arrepiento de haber
aceptado salir con los chicos. Por mucho que quiera verlos y pasar tiempo con
ellos, necesito hablar con Isla. Necesito que las cosas estén bien entre nosotros.
Termino de lavarme el cuerpo y cierro la ducha, pero Isla todavía no
responde. No esperaba encariñarme con ella, a pesar de que era algo que había
estado sucediendo desde que éramos niños. Realmente nunca imaginé mi vida
sin ella y después de irme a la universidad y probar la vida sin ella, no quería
eso.
Nunca lo quise del todo, pero quería darle la oportunidad de encontrar a
alguien más. Debería haberle dado la misma oportunidad cuando llegó aquí. El
hecho de que viviéramos juntos no significaba que ella tuviera que estar conmigo,
pero ya sabía que no podía estar sin ella, especialmente teniéndola tan cerca de
120 mí.
Pero ahora que estamos metidos en esto, no hay vuelta atrás. No hay salida
ni vía de escape. Lo único que podemos hacer es aferrarnos el uno al otro
mientras nos dirigimos directamente a las llamas de nuestra destrucción. Nunca
le prometí que esto terminaría bien, pero pase lo que pase, siempre la mantendré
a salvo.
Entonces, cuando le diga a su hermano esta noche, me aseguraré de que
Isla salga ilesa.
Ella no es la villana de esta historia.
Yo lo soy.
21
Isla
Traducido por Sirius 85

—¡Ya es hora de que vuelvas a salir con nosotros! —Octavia me grita


mientras nos dirigimos a la casa, el bajo de la música casi ahoga su voz. La sigo
a través del mar de personas mientras nos dirigimos a la cocina.
121 Envuelve sus largos dedos alrededor de una botella de vodka y la vierte en
dos vasos de plástico mientras tomo un poco de jugo de naranja que hay en el
mostrador con un montón de mezclas diferentes. Octavia los vierte con el licor y
me entrega uno con una brillante sonrisa en su rostro.
—En serio, nena. Por mucho que ame a Demi, te he extrañado. —Golpea su
vaso contra el mío y ambos tragamos un sorbo antes de que me sonría de nuevo.
Mi garganta arde cuando el vodka se desliza hacia mi estómago y le doy la
bienvenida al calor, sabiendo que esto me llevará exactamente a donde necesito
estar esta noche. Tan mentalmente distante de Logan como sea posible.
Nunca respondí a su mensaje y lo dejé en visto, aunque sabía que le haría
hervir la sangre. Se merecía simplemente sentarse con eso y pensarlo un poco.
No era justo, este juego que hemos estado jugando. Todo lo que él está haciendo
es confundir nuestras mentes y no me gusta.
Al principio, había un cierto grado de emoción, a escondidas. Eso fue hace
mucho tiempo y ya lo hemos superado. Estoy cansada de ser su secreto y estoy
cansada de sentir que lo que estamos haciendo es vergonzoso. Claro, mi
hermano podría no estar de acuerdo con eso, pero cuando se trata de esto,
realmente no es su decisión. Está completamente fuera de su control.
Logan y yo somos adultos que consienten y pueden tomar sus propias
decisiones. Ninguno de los dos planeó que esto sucediera, que cayéramos tan
malditamente profundo en este agujero juntos, pero ahora que estamos allí, no
hay salida.
Y cuando finalmente le dé a Logan la oportunidad de hablar, voy a decirle
como va a ir esto. Él tiene que tomar una decisión. O le contamos a mi hermano
sobre nosotros o esto se acaba ahora.
Estoy cansada de jugar este juego sin fin con Logan.
Es todo o nada.

Estoy camino a emborracharme mientras bailo con Octavia. Demi apareció


en algún momento, pero desapareció con Mace, el amigo de Silas. Ninguno de
nosotras la cuestionó porque ella lo había estado observando durante un tiempo,
siempre molestando a Silas para que consiguiera el número de Mace. No sé cómo
sucedió entre ellos, pero parece que finalmente consiguió lo que quería.

122 Octavia ya está bastante borracha. Ella rebota, su cuerpo se balancea con
la música mientras sostiene sus manos sobre su cabeza. Un tipo al azar se pone
detrás de ella, sus manos encontrando su cintura. Abre los ojos y encuentran
los míos mientras sus labios se curvan hacia arriba en una sonrisa. En lugar de
alejar al chico, ella mueve sus caderas.
Me río, negando con mi cabeza mientras ella gira y envuelve sus brazos
alrededor del cuello del chico. Bailan juntos y de repente me siento como si fuera
una tercera rueda, a pesar de que este tipo salió de la nada. No estoy segura de
cuál es su nombre, pero lo he visto por el campus. De cualquier manera, bien
por Octavia.
Honestamente, me alegra que tenga a alguien que la distraiga en este
momento para que no se meta en mis asuntos. Ella me ha estado molestando
más y más acerca de lo que está pasando entre Logan y yo, y yo sigo teniendo
que alegar a la quinta enmienda, a pesar de que ella sabe que algo está pasando.
Es agotador tratar de mantener esta farsa del secreto. No puedo arriesgarme
a que nadie sepa la verdad porque si alguien lo sabe, entonces es solo cuestión
de tiempo antes de que August lo descubra. Y si se entera por alguien que no
sea Logan o yo, no va a terminar bien.
Dreno el resto de mi bebida del vaso y me abro paso entre la multitud que
mueve sus cuerpos sudorosos juntos al ritmo de la música. A nadie parece
importarle cuando los empujo y finalmente me abro paso a través del claro hacia
la cocina. Agarro una botella de vodka y más jugo de naranja mientras preparo
otra bebida.
De pie frente al mostrador, levanto el vaso a mi boca cuando siento un par
de manos deslizándose por mi cintura. Me toma con la guardia baja, tomándome
por sorpresa cuando salto y grito. La calidez de su aliento se desliza a lo largo de
mi oreja mientras se ríe levemente, haciéndome girar en su agarre.
Sin embargo, no es quien yo quiero que sea.
La mirada de Silas se encuentra con la mía, sus labios se inclinan hacia
arriba mientras me mira.
—Te estado buscando.
—Bueno, he estado aquí toda la noche —ofrezco, devolviéndole la sonrisa
mientras trato de controlarme. Hay un tinte azulado en lo verde de los iris de
Silas que nunca había notado antes. Es atractivo, con sus rasgos simétricos y
su mandíbula cincelada. He tratado de no verlo como algo más que un amigo,
pero en este momento, parece una mala decisión y me encuentro inclinándome
hacia él.
123 Contrólate, Isla. El hecho de que estés borracha no significa que debas tomar
una decisión impulsiva.
—¿Cuándo llegaste aquí? —Le pregunto, dando un paso atrás de su agarre.
Su rostro cae por un momento, pero se recupera rápidamente mientras se
prepara un trago.
—Quizás como hace media hora —responde encogiéndose de hombros.
Veo la columna de su garganta sacudirse mientras toma un trago del licor
en su vaso.
—Mentí cuando dije que te estaba buscando. Te vi bailando con Octavia
cuando llegué aquí.
Mis cejas se juntan mientras mis ojos rebotan entre los suyos.
—Entonces, ¿por qué no te acercaste a nosotras?
Me mira fijamente con una mirada acalorada, sus dedos son suaves contra
mi rostro mientras me pasa un cabello suelto detrás de mi oreja.
—Porque me gustaba mirarte.
Trago saliva por el pánico que se acumula dentro de mí. De repente hace
demasiado calor aquí y se siente como si las paredes se estuvieran cerrando
sobre mí. Me siento claustrofóbica como la mierda y no puedo decir si es porque
estoy demasiado borracha o porque Silas se me está insinuando.
Y el hecho de que mi mente está trabajando en mi contra, diciéndome que
haga algo de lo que inevitablemente me arrepentiré.
—¿Podemos salir? —Le pregunto, dando un paso lejos de él, mi cuerpo
balanceándose por el alcohol que corre por mi sistema—. Hace mucho calor y
ruido aquí.
Silas asiente, dando un paso hacia mí mientras envuelve su brazo alrededor
de mi cintura.
—Claro que sí, nena. Salgamos, a algún lugar donde sea más tranquilo…
más privado.
Mi corazón me grita que vuelva adentro, pero mi mente le dice que se vaya a
la mierda mientras dejo que Silas me lleve al patio trasero. Esto es lo que Logan
me hace. Me jode tanto la cabeza que no sé lo que está arriba o abajo. Necesito
olvidarlo, olvidar la forma en que me hace sentir.
Mentí cuando dije que no había manera de salir de este agujero en el que
caímos juntos.

124
Solo hay una salida y termina con nuestros corazones hechos pedazos.
22
Logan
Traducido por Sirius 85

—Fue agradable finalmente pasar el rato de nuevo. —Cam arrastra sus


palabras mientras salimos al estacionamiento hacia nuestros autos.
Afortunadamente, vino aquí con Sterling, que no está tan borracho como él, así
125 que es mejor que él conduzca.
—Lo sé —le digo, sus ojos inyectados de sangre buscan los míos—. Ustedes
son mi familia y he estado perdiendo de vista un montón de cosas últimamente.
Necesitaba esto, para recordarme lo que es importante. Y estaré más presente.
Cam tira de mí para abrazarme mientras se balancea ligeramente. Me da
palmaditas en la espalda antes de soltarme.
—No dejaremos que desaparezcas así otra vez. No lo olvides, somos tus
hermanos. Tienes algo de mierda en marcha y nosotros te respaldamos, siempre.
—Gracias, hermano —sonrío mientras se tambalea hacia el auto. Miro a
Sterling, quien niega con la cabeza a nuestro descuidado amigo—. Asegúrate de
que duerma toda esa mierda.
Sterling asiente, antes de subirse a su auto. Me alejo, dirigiéndome al mío
que está estacionado junto al de August. Se demora junto a la puerta del lado
del conductor de su auto.
—Hablé con Isla antes —dice, sin nada en su voz que indiqué que sabe que
yo también estaba hablando con ella—. Me habló de una fiesta a la que iba a ir
esta noche. Intenté enviarle un mensaje de texto antes de salir del bar, pero no
respondió. Iba a ir allí y ver qué está bien.
Ella nunca me respondió, pero sí a él y le dijo exactamente dónde iba a estar.
No sé si necesito estar controlándola así, pero le dije que quería hablar esta
noche. Y si ella no está en casa, entonces no se puede hablar con ella.
—¿Ibas allí para ver cómo estaba o porque no estás listo para ir a casa?
August sonríe.
—Si estoy solo en casa, es demasiado silencioso y mi mente es demasiado
ruidosa. Así que, no lo sé. No quiero ir a casa, pero probablemente debería
asegurarme de que ella también esté bien.
Sopeso mis opciones cuidadosamente antes de hablar.
—Iré contigo.
—Bien —asiente August mientras me acerco a su auto—. Entonces puedes
llevar mi auto a casa desde la fiesta, porque no quiero meterme en ningún tipo
de problema si termino bebiendo mientras estamos allí.
Salimos del bar juntos y no puedo evitar sentir que este es el momento en
que debería hablar con él. Aunque últimamente ha estado un poco inestable

126 mentalmente y con él al volante... temo por mi vida si digo algo incorrecto y lo
enojo.
Necesito hablar con Isla primero. Ella necesita saber sobre la explosión y ser
capaz de anticipar la metralla antes de que le lance la bomba.
Cuando llegamos a la fiesta, la cosa ya está en pleno apogeo. Una chica se
destaca en la cama de flores, vomitando en la nieve mientras caminamos hacia
la casa. Algunas otras personas estaban allí con ella, por lo que ninguno de
nosotros está demasiado preocupado al pasar junto a ella. Además, a esta hora
de la noche, no es algo inusual o sorprendente de ver.
Nos abrimos paso arrastrándome entre la multitud y sigo a August. Veo a
su amiga (Octavia, creo) mientras entra a la cocina al mismo tiempo que
nosotros. Le doy un codazo a August, asintiendo hacia ella cuando me mira a
los ojos.
—Hola, ¿Isla todavía está aquí? —él le pregunta mientras ella tropieza con
el mostrador con un tipo agarrándola por su cintura.
Octavia se ríe, sus ojos inyectados en sangre se encuentran con los de
August.
—Sí, ella está aquí. Creo que la vi con Silas hace un rato.
La mención de su nombre hace que mi sangre hierva instantáneamente. Mi
respiración se queda atrapada en mi garganta y mis manos se cierran en puños
a mi lado. No estoy borracho, de ninguna manera, pero mi cuerpo se sentía
caliente por las cervezas que tomé en el bar. Ese sentimiento se disipa
rápidamente cuando siento que mi cuerpo se enfría. A la mierda.
August le da las gracias, pero ya estoy pasando junto a él, dirigiéndome a
través de la casa. Siento su mano mientras agarra mi hombro, tirando de mí
hacia atrás. —Amigo, relájate. Octavia dijo que todavía está aquí, así que está
bien. Estoy seguro de que la encontraremos en alguna parte, pero voy a tomar
un trago rápido.
Lo miro, quitando su mano de mi hombro mientras asiento. Me da la
espalda, se dirige hacia donde está todo el alcohol, y tomo esto como mi
oportunidad de escabullirme de la habitación. August no me ve cuando salgo por
la puerta y no necesito que me siga. Puede que él no esté preocupado por Isla,
pero yo sí. Especialmente sabiendo que está con Silas.
Me abro paso por la casa y es casi como una repetición de la última fiesta
en la que la encontré. No la encuentro por ninguna parte, así que salgo
rápidamente por la puerta trasera y salgo al patio trasero. He visto la forma en
que Silas la mira; sé exactamente lo que quiere de ella, porque yo también lo
127 quiero. No hay duda en mi mente de que trató de llevarla a un lugar oscuro y
tranquilo, lejos de todos los demás.
Mientras me abro paso a través de los pequeños grupos de personas que se
agrupan, los veo hacia el fondo del patio, sentados en un banco de madera que
se columpia. Mis pies me llevan a través del patio, a través de la nieve mientras
troto hacia ellos. Silas tiene su brazo alrededor de la parte posterior de sus
hombros, ambos rostros se vuelven uno hacia el otro mientras él ahueca un lado
de su rostro.
No puedo distinguir ninguna palabra de lo que está diciendo, pero odio la
forma en que ella le está sonriendo en este momento. No puedo soportar verlo y,
en este momento, sé que no hay manera de que esté de acuerdo con verla con
otro chico. No quiero nada más que envolver mis manos alrededor de su garganta
y evitar que respire.
Ninguno de ellos parece notar mi presencia cuando entro en su pequeño
momento íntimo, a pesar de que mis pasos no son silenciosos en la nieve. Doy
un paso hacia el frente del columpio del banco, mis manos alcanzan a Silas
mientras enrosco mis puños alrededor del cuello de su abrigo y lo jalo.
Él no consigue poner los pies debajo de él a tiempo, cayendo de rodillas
mientras lo arrastro lejos de ella. El columpio del banco cambia e Isla grita
sorprendida. No me molesto en mirarla, mantengo mis ojos fijos en Silas
mientras él abre los suyos y me mira.
—¡Quítame las malditas manos de encima! —grita, alcanzando mis brazos
con sus manos. En algún momento, mientras lo arrastro, vuelve a poner los pies
debajo de él y se levanta, parado frente a frente conmigo—. ¿Cuál es tu maldito
problema?
—Te lo dije antes y no te lo diré de nuevo —le gruño, mi voz baja y fría
mientras envuelvo su abrigo alrededor de mis puños y lo aprieto alrededor de su
garganta—. No la toques.
Silas ahoga una carcajada, sus ojos salvajes y siniestros.
—Estás jodidamente delirando, hombre. Si ella quisiera estar contigo,
¿realmente crees que ella habría estado aquí conmigo?
Mi mente apenas registra las manos de Isla mientras me golpea la espalda
con los puños.
—¡Suéltalo, Logan!
—Isla, mantente fuera de esto —le gritó, sin soltar a Silas—. Obviamente no
me escuchó la última vez, así que me aseguraré de que no lo olvide de nuevo. O

128
de lo contrario será mucho peor que esto.
—Logan —suplica Isla, con la voz quebrada, e instantáneamente me detiene
en seco, arrastrándome fuera de los pozos de mi ira—. Por favor, no hagas esto.
Esto no es su culpa, es mía. Fui yo quien sugirió salir. Fue mi idea.
Instantáneamente dejo caer mis manos lejos de Silas y él se frota la garganta,
inclinándose hacia adelante mientras lucha por recuperar el aliento y alimentar
su cuerpo con el oxígeno del que lo estaba privando. Girando sobre mis talones,
me vuelvo hacia Isla, mis ojos buscan desesperadamente la mentira en los suyos.
—¿Qué quieres decir con que fue tu idea?
Su labio inferior tiembla y sus ojos brillan bajo la luz de la luna mientras las
lágrimas comienzan a caer, manchando sus mejillas.
—Solo quería olvidarme de ti. Le dije que quería salir, así que me trajo aquí.
—Hace una pausa, limpiándose rápidamente las lágrimas del rostro mientras
me mira fijamente—. Después de lo de anoche, solo quería algo (a alguien) que
me ayudara a olvidar, aunque solo fuera por unos minutos.
Mis manos encuentran los lados de su rostro mientras me acerco a ella, mis
dedos de los pies tocan los suyos. Inclina la cabeza hacia atrás, sus ojos rebotan
de un lado a otro entre los míos mientras me pierdo en los tonos marrón oscuros
de sus iris.
—No tienes que olvidar, nena. Puedes intentar todo lo que quieras para
distraerte, pero nunca podrás deshacerte de mí.
—Esto es jodidamente ridículo —gruñe Silas detrás de Isla—. ¿De verdad
vas a aguantar esta mierda? Porque tienes que elegir, Isla. Terminé de jugar y de
que este imbécil intervenga cada vez que tengo mi oportunidad. ¿Quién va a ser?
¿Yo o él?
Los ojos brillantes de Isla no dejan los míos.
—Lo siento, Silas.
Mi corazón se hincha en mi pecho. Verla aquí con él me hizo enojar y no
estaba seguro poder salir del todo. Pero escuchar su admisión, las palabras en
sus labios, saber que ella es mía. Es suficiente para extinguir las llamas que me
consumían de la espiral descendente hacia la que me dirigía.
Oigo a Silas decir algo en voz baja mientras desaparece, pero nada de eso
importa. No con ella justo aquí frente a mí. Mi rostro cae sobre la de ella, mi boca
choca contra la suya mientras ella inhala con fuerza. Isla se relaja contra mí,
sus manos agarran mi chaqueta alrededor de mi cintura mientras se aferra a mí.
129 Dreno el aire de sus pulmones, mis labios moviéndose contra los suyos, nuestras
lenguas atrapadas en un delicado baile.
Ella sabe a vodka y jugo de naranja.
Y estoy listo para perderme en esta chica.
Me separo de ella, ambos salimos a tomar aire mientras descanso mi frente
contra la de ella.
—Es hora de confesarse —susurro, mis ojos encuentran los suyos bajo la
luz de la luna—. Tenemos que decírselo a August.
En un instante, la alfombra se quita de debajo de nuestros pies. La tierra se
abre y el suelo se desmorona cuando escucho su voz proveniente de la oscuridad
de la noche.
—¿Necesitan decirme qué?
23
Isla
Traducido por Sirius 85

El calor del cuerpo de Logan desaparece cuando nos separamos


abruptamente y nos alejamos el uno del otro. El temor llena la boca de mi
estómago mientras mi corazón se me sube a la garganta. Logan se pasa la mano
130 por el cabello despeinado mientras ambos miramos a mi hermano. Una sombra
pasa por la expresión de August, sus ojos enojados mientras nos miran a los
dos.
—¿Alguien quiere decirme qué diablos está pasando aquí?
Cambiando nerviosamente el peso sobre mis pies, me retuerzo las manos
frente a mí. Logan no me mira mientras mira a mi hermano.
—No es lo que piensas.
—Correcto —se burla August, dando dos pasos más cerca de nosotros—.
Porque estaría loco si pensara que mi mejor amigo está tratando de aprovecharse
de mi hermanita mientras está borracha. Eso no tendría ningún sentido,
¿verdad?
—August. —La voz de Logan es baja, su tono es frío, de advertencia—. Te
prometo que no me estoy aprovechando de ella. Sé lo que puede parecerte esto
ahora mismo, pero te prometo que lo que sea que estés pensando está muy lejos.
Mierda.
No se suponía que esto sucediera, no se suponía que él se enterara así.
—Si no eres tú aprovechándote de ella, ¿entonces quién es? —August le
pregunta, sus pies lo mueven hasta que se detiene directamente frente a Logan—
. Dime que no has estado jodiendo con ella a mis espaldas…
Logan no dice nada, un suspiro de derrota escapa de sus labios mientras se
pasa la mano por la parte delantera de su rostro. August mira más allá de Logan,
sus ojos se encuentran con los míos mientras una ola de dolor los inunda.
—Isla. Dime que no es verdad…
Trago con dificultad el nudo alojado en mi garganta mientras observo la
mirada de traición en los ojos de mi hermano.
—No puedo hacer eso, August.
Su mandíbula se aprieta mientras sus cejas se juntan.
—Qué mierda —murmura, mirando a Logan. Sus ojos se enfocan en la
mirada de Logan, su voz alta y fría—. Qué. Mierda.
Eso es todo lo que se necesita para que mi hermano se desmorone y se
descarrile por completo. Logan no anticipa los movimientos de August mientras
cierra su mano en un puño y lo empuja hacia el rostro de Logan. Recibe el golpe,
su cabeza se sacude hacia un lado mientras retrocede unos pasos.
He visto pelear a Logan antes y sé de lo que es capaz. Entonces, cuando él

131 no reacciona al ataque de mi hermano, mi corazón se rompe por los dos. Se pone
de pie y en lugar de molestarse en taparse el rostro, se queda allí y lo toma
mientras August lanza otro puño en su cabeza.
Estoy congelada en mi lugar, completamente inmóvil. Sé que necesito
intervenir, para hacer que esto se detenga, pero ¿cómo? Las tensiones son altas
y las emociones son salvajes. Lo último que quiero ver es que se peleen,
especialmente por algo que tenga que ver conmigo. Algo que se podría haber
evitado.
Logan se siente como el villano, como si estuviera completamente equivocado
y esto es lo que se merece. Toma todo lo que August le da, los golpes llueven
sobre su rostro y los costados de sus costillas antes de perder el equilibrio y caer
al suelo. Logan gruñe cuando August lo sigue, murmurando obscenidades
mientras se sienta a horcajadas sobre la cintura de Logan y envuelve sus manos
alrededor de su garganta.
—Te dije que te mataría —dice con los dientes apretados—. Eres mi maldito
mejor amigo... como mi maldito hermano. Confié en ti y ¿esto es realmente lo
que haces?
—August, detente —le grito, mi mente finalmente se pone en marcha
mientras me apresuro. Mis manos encuentran sus hombros y trato de apartarlo
de Logan, pero no se mueve—. ¡No hagas esto! Por favor, te lo ruego. Lo vas a
lastimar seriamente.
August me mira por encima del hombro con ojos desorbitados. —Mantente
fuera de esto, Isla. Esto es entre Logan y yo.
—No, no lo es —suplico, mi voz se quiebra mientras tiro bruscamente de sus
hombros—. Todo esto es mi culpa.
Logan niega con la cabeza con las manos de August todavía alrededor de su
garganta.
—No, no lo es —articula, su voz apenas audible.
Mi corazón se rompe en un millón de pedazos, viendo su sumisión mientras
asume la culpa. Él no es el único culpable aquí. Sabía exactamente lo que estaba
haciendo. Podría haber sido yo quien le dijera a mi hermano, pero en lugar de
eso, opté por quedarme callada también. No puedo dejar que Logan sea el que
cargue con la culpa por esto.
—August. —Mi agarre se aprieta en sus hombros mientras mi voz se hace
más fuerte—. Quítate jodidamente de encima.
Soltando sus hombros, doy un paso atrás mientras inhalando

132
profundamente y me sumerjo en él. Es demasiado grande para mí, pero al menos
puedo atraparlo con la guardia baja y apartarlo de Logan. Mi ataque lo hace
perder el equilibrio y se aleja de Logan, cayendo al suelo a su lado mientras yo
aterrizo sobre él.
—¿Qué diablos, Isla? —me grita mientras intenta empujarme lejos de él—.
Lo jodió. Le advertí y me traicionó, así que es justo que pagué.
—Esto no es culpa de Logan. Yo soy la que inició todo esto. —Mis ojos buscan
desesperadamente los suyos, buscando el lado más suave de mi hermano. El
que puede ser cariñoso y comprensivo en lugar de frío y cerrado—. Lo amo,
August.
August se congela, sus manos agarran mis hombros mientras su rostro cae.
—Tú no lo amas, Isla. No puedes.
Sigo la dura mirada de August hacia Logan, que está sentado en el suelo a
unos metros de nosotros, mirándonos con atención.
—No puedes decirme a quién puedo y no puedo amar —le digo a mi hermano,
dirigiendo mis ojos hacia él—. Lo he amado desde que éramos niños.
—Jesucristo. —Su rostro se retuerce en algo parecido al asco y al dolor—.
¿Cómo pude ser tan ciego? Sabía que estabas enamorada de él, pero no pensé
que alguna vez llegarías a esto. —August hace una pausa y vuelve a mirar a
Logan—. ¿Por qué ella, hombre? Podrías haber elegido a cualquiera, pero en
lugar de eso eliges a mi jodida hermana.
La garganta de Logan se mueve mientras traga saliva. Sus labios se separan
ligeramente mientras deja escapar un suspiro irregular.
—No fue una elección para mí, nunca fue una elección. —Hace una pausa,
sus ojos encuentran los míos a través de la oscuridad—. Estaba escrito en las
estrellas, August. Era completamente inevitable.
—No me vengas con tonterías del destino —gruñe August mientras sus
manos dejan mis hombros y se pone de pie—. Ustedes dos nunca estuvieron
destinados a estar juntos. A lo único que están destinados es a arruinarse el uno
al otro. Y arruinar nuestra amistad.
Mis hombros se hunden en derrota, mi respiración se atasca en mi garganta
mientras las lágrimas queman las esquinas de mis ojos.
—No tiene que ser así. Nunca quisimos lastimarte.
August suelta una risa áspera mientras sacude la cabeza hacia mí.

133 —Demasiado tarde, hermana. Deberías habérmelo dicho desde el principio.


Logan se pone de rodillas, con los labios entreabiertos mientras observa a
mi hermano alejarse de nosotros dos. Las lágrimas caen rápidamente por mis
mejillas, manchando mi maquillaje en el camino. La reacción de August es la
razón exacta por la que ambos teníamos miedo de decírselo, pero tal vez tenía
razón. Tal vez deberíamos haberle dicho desde el principio.
—Todo estará bien, nena —murmura Logan mientras gatea hacia mí y
envuelve sus brazos alrededor de mí. Me tira contra él, mi cabeza cae sobre su
firme pecho mientras lloro contra su abrigo—. Hablaré con él y haré que
entienda.
Levantando la cabeza, me encuentro con la mirada de Logan, mis ojos
recorriendo su rostro magullado y ensangrentado.
—¿Y si no lo hace?
Logan traga saliva.
—Déjame preocuparme por eso, ¿de acuerdo? Ese es mi problema ahora, no
el tuyo.
—¿Podemos ir a casa? —Le pregunto, mi voz se quiebra alrededor de mis
palabras mientras miro sus ojos azul claro—. Ya no quiero estar aquí, y tu rostro
sigue sangrando.
Sus labios se curvan hacia arriba mientras se pone de pie y me ofrece su
mano para que la tome. Deslizo mi palma contra la suya, nuestros dedos se
entrelazan mientras me pone de pie. Desliza su brazo alrededor de mi espalda,
agarrando mi cintura mientras nos dirigimos por el costado de la casa, ignorando
la fiesta que se desata dentro.
—Vámonos a casa, nena.

134
24
Logan
Traducido por Mar

Como fui con August a la fiesta, tomamos un Uber de regreso al


departamento. Cuando llegamos allí, está oscuro y tranquilo adentro, sin rastro
de August. Sigo a Isla a su dormitorio y allí tampoco está August. En cambio,
135 hay ropa tirada, sus cajones abiertos de par en par, como si hubiera empacado
una bolsa y se hubiera ido a toda prisa.
Debe haber venido directamente aquí después de que nos dejó en la fiesta y
como tuvimos que esperar a que apareciera nuestro Uber, no lo vimos. Llegamos
más tarde que él y ya había empacado suficiente mierda para unos días antes
de irse. Conozco a August, no pudo haber ido muy lejos. Especialmente no
teniendo práctica de hockey y juegos por venir.
Isla sale de su habitación, con los hombros caídos y la cabeza gacha en señal
de derrota mientras saco mi teléfono. No me molesto en llamar a Cam, sino que
abro mis mensajes de texto y le envío uno, con la esperanza de que August esté
con él.
Logan: Oye. ¿Has hablado con August?
Cuando salgo de la habitación de August, Isla se encuentra conmigo en el
pasillo con un botiquín de primeros auxilios y me toma de la mano antes de
llevarme en silencio a la cocina. Mi teléfono vibra en mi mano cuando Isla abre
el kit y saca los suministros para parchearme el rostro.
Cam: Sí, está aquí. No te recomiendo que vengas, si es lo que estabas
pensando. Estoy muy seguro de que podría matarte si te ve.
Con la forma en que Cam es capaz de responder, debe haber tomado una
siesta rápida y dormido hasta que se le bajó el alcohol antes de que August
apareciera allí. No puedo imaginar lo que le dijo, pero conociendo a August,
probablemente le dijo a Cam la verdad. O al menos, lo que él cree que es la
verdad. No nos dio exactamente tiempo para explicarlo completamente. Tuvimos
que darle el resumen del hoyo en el que estábamos.
Logan: Necesito hablar con él. ¿Puedes preguntarle si podemos hablar?
Dejo mi teléfono en el mostrador mientras Isla se vuelve hacia mí.
—Necesitamos limpiar algunos de esos cortes en tu rostro. —Hace una
pausa, sus ojos rebotan de un lado a otro entre los míos—. No puedo hacer nada
por los moretones, pero podemos ponerles un poco de hielo.
Dando un paso hacia atrás, me apoyo en el mostrador mientras Isla agarra
una gasa y un poco de peróxido de hidrógeno. Lo vierte en la almohadilla y lo
presiona contra el corte en mi frente antes de llegar al que está debajo de mi ojo.
Inhalo profundamente por el ardor y observo su rostro mientras se concentra en
lo que está haciendo.
Mi teléfono vibra en el mostrador y lo agarro, abriendo rápidamente un
nuevo mensaje de Cam.
136 Cam: Dijo que no quiere hablar contigo esta noche. Solo déjalo, amigo,
y deja que se calme. Llámame mañana y veré si quiere hablar contigo
entonces.
Cierro mi teléfono, bloqueando la pantalla antes de volver a colocarlo.
—Tu hermano se fue a quedar a la casa de Cam. —Hago una pausa por un
momento, haciendo una mueca cuando ella pasa sus dedos sobre el moretón
que se está formando debajo de mi ojo—. Él no quiere hablar en este momento,
pero voy a intentarlo de nuevo mañana.
Isla se detiene por un momento, tomando un ungüento antibiótico del
botiquín de primeros auxilios.
—Tal vez sería mejor que hable yo con él. Quizá me escuche.
Niego con la cabeza cuando levanta la mano para aplicar el ungüento en los
cortes que me dejó August.
—Déjame manejarlo, nena. —Sus ojos escanean mi rostro antes de
encontrar la mía. Sé lo ridículo que probablemente luzco en este momento, con
los moretones en proceso de curación de la última pelea en la que participé—.
Este es mi desastre y lo tengo que resolver.
—No, no lo es —dice en voz baja mientras toma un lado de mi rostro—.
Hicimos este lío juntos. Esto no depende solo de ti para arreglarlo ahora.
La miro fijamente, sintiendo su cálida mano contra mi rostro mientras mis
ojos se cierran. No respondo, dejándola pensar lo que quiere en su lugar. Es
posible que hayamos hecho este lío juntos, pero no le corresponde a ella lidiar
con eso. Ella no es la que fue a espaldas de su mejor amigo. Yo soy el que la
cagó, Isla siempre será inocente cuando realmente se trata de eso.
Envuelve sus brazos alrededor de mi nuca, jalándome contra ella mientras
entierra su rostro en mi pecho.
—Lo siento mucho, Logan. Nunca quise que esto sucediera.
Agarrando sus brazos, tiro de ella ligeramente hacia atrás, su mirada
encuentra la mía mientras mis manos caen hasta su cintura.
—No es tu culpa, así que no quiero que te disculpes más. Ninguno de
nosotros quería que esto sucediera, pero esta es la situación en la que estamos
ahora.
Ella asiente mientras dibuja su labio inferior entre los dientes y lo muerde.
No puedo soportar la expresión de su rostro en este momento, como si no supiera
qué hacer. Para ser honesto, no estoy muy seguro de lo que cualquiera de
137 nosotros puede hacer, pero con la forma en que me está mirando en este
momento, no voy a desperdiciar este momento... especialmente cuando podría
ser el último.
La tomo por su cintura y la levanto sobre el mostrador, dejándola mientras
me acomodo entre sus piernas. Sus brazos todavía están envueltos alrededor de
mi nuca y cuando mis labios chocan con los suyos, desliza sus dedos a lo largo
de mi cuero cabelludo, agarrando mechones de mi cabello.
La inhalo, extrayendo el aire de sus pulmones mientras deslizo mi lengua a
lo largo de la comisura de su boca. Isla separa sus labios, dejándome entrar
mientras mi lengua se desliza sobre la suya, enredándose. Se mueve contra mí,
su respiración superficial mientras aprieta su agarre en mi cabello.
Mi cabeza grita en protesta, pero ella alivia mis heridas con su lengua. Agarro
la parte de atrás de su cuello, sosteniéndola en su lugar mientras nuestros labios
se funden y mi otra mano se desliza a lo largo de su muslo. Mientras subo por
su cuerpo y deslizo mis manos a lo largo de la cinturilla de sus pantalones, ella
se separa.
Está sin aliento, sus ojos llenos de lujuria buscan los míos.
—Te necesito —respira, deslizando sus manos de mi cabello mientras las
mueve por mi espalda—. Por favor, Logan.
Mis ojos buscan los suyos mientras agarra el dobladillo inferior de mi camisa
y la desliza hacia arriba de mi cuerpo. Ya la cagamos y nos metimos en un
agujero del que nunca podremos salir. El daño ya está hecho y oficialmente
tenemos todo que perder.
—Una última vez…

138
25
Isla
Traducido por Mar

Logan deja que le quite su camisa por la cabeza y yo la tiro al suelo, junto a
sus pies, mientras él se acomoda entre mis piernas y sus labios chocan al
instante con los míos. Mis labios se separan, dejándolo entrar mientras su
139 lengua se desliza a lo largo de la mía, enredándose. Instintivamente, rodeo su
cintura con mis piernas. Sus palmas calientan mi piel cuando desliza las manos
hasta mi trasero y me levanta de la encimera.
Me lleva a través de la cocina, nuestras bocas se funden, pero no pasamos
del comedor. Se detiene junto a la mesa, bajándome sobre ella, me suelta y
empuja el arreglo floral que hay en el centro. El cristal resbala por el suelo y
resuena en todo el piso al romperse en pedazos.
—A la mierda —murmura contra mis labios— Ya nos preocuparemos de eso
más tarde. Ahora mismo, lo único que me importa es estar dentro de ti.
Agarro el dobladillo inferior de mi camisa, la subo por mi cabeza y la tiro por
detrás mientras él desliza sus manos por mi espalda y busca el broche de mi
sujetador. Sus ojos se clavan en los míos cuando lo suelta y lo retira de mis
brazos. El calor de sus palmas calienta mi alma cuando lleva sus manos a mis
pechos, ahuecándolos. Baja la cabeza y se lleva uno de mis pezones a la boca.
Su lengua se arremolina alrededor del capullo endurecido, mientras hace rodar
el otro entre las yemas de sus dedos.
Un gemido sale de mis labios y mi cabeza cae hacia atrás, extasiada. Chupa
mi pezón y lo pellizca ligeramente con los dientes antes de soltarlo. Cambia de
posición, su otra mano juega con mi pezón mojado por su saliva mientras mueve
su boca hacia el otro. Repitiendo la misma acción, saborea y me provoca con los
labios y la lengua.
Recorro mi mano por su cabello, agarrando un puñado mientras gimo y
aparto su cabeza.
—Basta —murmuro, acercando de nuevo su rostro al mío— A la mierda los
preliminares. Quiero sentirte dentro de mí.
Logan curva la boca y sacude la cabeza, arrodillándose entre mis piernas.
—Quiero saborear este dulce coño antes de meterme hasta las bolas dentro
de ti —Pasa sus manos por mi torso y las puntas de sus dedos se deslizan bajo
la cintura de mis pantalones— Recuéstate, nena. Déjame cuidarte.
Tragando saliva, me dejo caer sobre la mesa, levantando las caderas
mientras él baja mis pantalones y mis bragas por los muslos y los deja caer al
suelo junto a sus rodillas. Coloca las palmas de las manos en el interior de mis
piernas y las abre mientras su boca encuentra mi centro. Su lengua recorre mi
coño, rodeando mi clítoris antes de succionarlo y llevárselo a la boca.
Mis caderas se agitan al instante, un gemido se escapa de mis labios
mientras él mueve su boca sobre mí, lamiendo y saboreando cada centímetro de
mi coño. Sabe exactamente lo que hace y me lleva al borde del éxtasis mientras
140 se concentra en mi clítoris y pasa su lengua por él una y otra vez.
—Oh, Dios mío —gimo, con las manos apretando su cabeza entre mis
piernas.
Levanta la cabeza un momento, con una sonrisa en su rostro. Su mirada
entrecerrada se cruza con la mía.
—Así es, nena. Soy tu puto Dios.
Logan no me da oportunidad de responder mientras ataca de nuevo mi coño
con su boca. Me folla con la lengua y ya no puedo más. Estoy tan cerca del límite
y, con la forma en que trabaja mi clítoris, no tardo en desgarrarme, perdiéndome
por completo en el abismo del éxtasis.
Un calor se extiende por mi abdomen, la adrenalina y la euforia se apoderan
rápidamente de mi organismo mientras el orgasmo desgarra mi cuerpo. Mis
muslos se aprietan alrededor de su cabeza, pero él los sujeta con las manos
mientras sigue dándose un festín conmigo, saboreando hasta la última gota de
mi orgasmo en su lengua. Me tiemblan las piernas y un terremoto sacude mi
puto mundo.
Logan se pone de pie, con el rostro brillante por haber estado entre mis
piernas. Lo limpia con el dorso de su mano. Me incorporo despacio, con la cabeza
en las nubes mientras cabalgo sobre las olas duraderas de mi orgasmo. Alcanzo
sus pantalones, engancho los dedos bajo la cintura de su sudadera y empiezo a
empujarlos, junto con sus calzoncillos, por sus muslos.
—¿Cómo te sientes, nena? —murmura mientras baja sus pantalones hasta
el suelo y vuelve a acomodarse entre mis piernas. La punta de su pene presiona
mi vagina mojada y estiro la mano, intentando apartarlo un momento. Sus ojos
se cruzan con los míos, con las cejas juntas.
—Me siento malditamente increíble —suspiro, acercándome a su pene
palpitante. —Pero antes quiero devolverte el favor.
Un fuego arde en sus ojos cuando da un paso atrás y me deslizo fuera de la
mesa, arrodillándome frente a él. Su mirada entrecerrada se clava en la mía
mientras rodeo su pene con la mano y atraigo la punta entre mis labios. Un
gemido retumba en su pecho y escapa de sus labios mientras su cabeza se
inclina hacia atrás.
—Maldita sea, nena —murmura, acariciando mi cabello con la mano
mientras deslizo mis labios por su pene y lo meto más profundamente en mi
boca— Eres jodidamente buena.

141 Sus palabras de elogio hacen que mi coño se estremezca y el calor se extiende
entre mis piernas y en la boca del estómago. Muevo la mano al mismo tiempo
que la boca y balanceo la cabeza, chupándolo mientras acaricio su pene. Logan
agarra mi nuca y sus dedos se enredan en mi cabello.
Continúo unos instantes, con su respiración agitada a cada caricia, antes
de que agarre mi cabello con más fuerza y me detenga cuando su pene sale de
mi boca.
—Necesito estar dentro de ti. Ahora.
Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras me pone de pie. Agarra mis
caderas y hace que gire hacia la mesa. Su palma está caliente sobre mi piel
cuando la desliza por mi columna, empujándome contra la mesa del comedor al
llegar a la base de mi cuello.
—Voy a follarte por detrás, nena —Se detiene un momento, arrastrando la
lengua por mi columna mientras se inclina sobre mí. Sus labios rozan mi oreja—
¿Quieres sentir mis huevos golpeando tu coño mientras te follo hasta dejarte sin
sentido?
El calor en la boca de mi estómago crece, extendiéndose por todo mi cuerpo,
y mi coño gotea mientras él me pasa la lengua por la parte exterior de la oreja.
—Dios, sí. Fóllame, Logan. Fóllame hasta que olvide todo lo demás.
La punta de su pene presiona contra mí y él se aparta de mi espalda,
levantando mis caderas hasta que mis pies se levantan del suelo. En un rápido
movimiento, se desliza dentro de mí, llenándome por completo mientras se
hunde profundamente. Lo siento en mis malditas costillas, gimiendo de dolor y
placer por el grosor de su longitud.
—Mmmm, déjame oírte, nena.
Las yemas de sus dedos pellizcan mi carne mientras agarra mis caderas y
desliza lentamente su pene antes de volver a embestirme. Sus bolas me golpean
y otra sensación recorre mi cuerpo cuando se mueven contra mi clítoris.
—No pares —suspiro, girando la cabeza hacia un lado y apoyándola en la
mesa del comedor.
Logan desliza la palma de la mano por mi columna y se detiene al llegar a la
base de mi cuello. Agarra mi nuca con una mano y la cadera con la otra, y
empieza a mover las caderas. Cada embestida es más fuerte que la anterior, sus
caderas se balancean dentro de mí mientras su pene me llena hasta el borde.
El sonido de nuestros gemidos y de la piel sobre la piel llena el apartamento.
142 Sus bolas golpean mi coño y mi clítoris con cada embestida. Acelera el ritmo,
golpeando dentro de mí mientras hace exactamente lo que prometió y me folla
hasta dejarme sin sentido.
Soy un maldito lío, cada vez más cerca del límite. Penetra dentro de mí una
vez más, haciéndome caer por el precipicio. Grito de éxtasis, mi orgasmo sacude
mi cuerpo mientras él me sigue de cerca. Caemos juntos en las profundidades
de nuestro abismo de euforia. Estoy perdida en él; él está perdido en mí.
Y no quiero que ninguno de los dos nos encontremos nunca.
26
Logan
Traducido por Mar

Me doy la vuelta en la cama, veo a Isla durmiendo a mi lado y se dibuja una


sonrisa en mis labios. Su rostro está relajado y es tan inocente mientras ronca
suavemente. Después de follar con ella en la mesa del comedor, nos trasladamos
143 a su cama para pasar la noche y no nos dormimos hasta primera hora de la
mañana. No quiero molestarla y despertarla, pero odio dejarla ahora mismo.
Necesito ir a mejorar todo y arreglar las cosas, pero temo que esta pueda ser la
última vez que consiga verla así.
Se ha convertido en mi mundo, lo más importante. Y me atrevo a decir que
ella es más importante para mí que el juego al que he dedicado mi vida. Mi mejor
amigo, su hermano, sigue siendo importante, pero es otro tipo de relación. Hubo
un momento en que no estaba seguro de querer poner en peligro eso.
Pero ahora que ya se ha arruinado, no sé qué hacer.
No quiero tener que elegir entre los dos. Si eligiera a Isla, August nunca me
lo perdonaría y él nunca lo aprobaría. Si lo eligiera a él en vez de a ella, ¿cómo
diablos me lo perdonaría? No lo haría. Pase lo que pase cuando vaya a ver a
August hoy, alguien va a salir herido.
Me inclino hacia Isla y rozo suavemente su sien con los labios antes de
alejarme. Ella gime suavemente, removiéndose en sueños, pero no se despierta.
Agarro el edredón y la cubro con las sábanas, metiéndolas bajo su barbilla
mientras salgo de la cama.
Estuvo mal que volviera a acostarme con ella, sobre todo después de que
August se enterara de lo que había pasado, pero en este momento me da igual.
Necesitaba sentirla contra mí una última vez, por si acaso iba a ser la última.
Necesitaba la oportunidad de saborearla plenamente antes de no volver a
probarla nunca más.
Me visto rápidamente y salgo de la habitación sin que se despierte. Aunque
Cam me dijo que llamara, ignoro sus instrucciones y le envío un mensaje de
texto para avisarle de que estoy de camino. Sería más respetuoso por mi parte
dejar que August me avisara cuando estuviera listo para hablar, pero a la mierda.
Esto tiene que ser atendido ahora. No voy a esperar a que me dé su permiso.
Tenemos que hablar y resolver esto antes de que empeore. Antes de que me
involucre más con su hermana... aunque, no estoy seguro de que eso sea posible
en este momento. Ya se abrió camino bajo mi piel y se incrustó en mi alma. Se
metió en mi caja torácica y se instaló en mi corazón. Ya no hay forma de sacarla
de ahí.
Cuando llego a casa de Cam, ya me está esperando sentado en la entrada
mientras fuma un cigarrillo. Se lo oculta a la mayoría de la gente, sobre todo a
nuestro entrenador, porque es algo que nunca ocurriría con él en el equipo. Pero
cuando está muy estresado, recurre a eso para calmarse.

144 —¿Cómo está? —le pregunto a Cam mientras camino hacia la entrada y me
apoyo en la barandilla.
Levanta la mirada y baja sus gafas de sol mientras me evalúa.
—Mierda. Tiene mucho mejor aspecto que tú. ¿No te has defendido en
absoluto?
Encojo mis hombros.
—¿Por qué iba a hacerlo? Merecía todo lo que me dio.
Cam sacude la cabeza mientras exhala una nube de humo.
—En serio. No puedo creer que te acostaras con su hermana, aunque no
puedo decir que me sorprenda del todo.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunto, observando cómo apaga el
cigarrillo y lo tira a la papelera que hay a unos metros.
—Hombre, ¿te olvidas de que nos conocemos desde siempre? —Frunce los
labios mientras me mira fijamente— He visto cómo se miraban. No creí que
tuvieras las pelotas de ir tras ella.
Cam se levanta y lo sigo hasta la puerta principal. Cuando la abre, August
ya está al otro lado, como si estuviera a punto de salir. Me estaba esperando,
quisiera verme o no. Y a juzgar por la forma en que me mira, creo que es seguro
decir que no está encantado de verme en este momento.
No me pierdo la mirada de satisfacción que pasa por sus ojos al ver el daño
que ha dejado en mi rostro.
—Fuera —gruñe, indicándome con la cabeza que me quede en la entrada.
Cam pasa junto a él, guardando silencio mientras entra en la casa y August sale.
Bajo los escalones y me detengo en la acera mientras giro para mirarlo.
August se aleja de la puerta y se deja caer en el último escalón mientras inclina
la cabeza hacia un lado y me mira con los ojos entrecerrados.
—Querías hablar, así que jodidamente habla.
Tragando con dificultad por el nudo que tengo en la garganta, asiento.
—Llevo mucho tiempo enamorado de ella, August. No espero que lo
entiendas, pero nada de esto es al azar y no es personal. Empezó en el instituto,
pero entonces nunca hicimos nada.
—Oh, qué jodidamente noble de tu parte —se burla, poniendo los ojos en
blanco— Es muy considerado de tu parte esperar a que mi hermana cumpliera
dieciocho años para follártela.

145 —No es así, hombre —digo, con la desesperación evidente en mi voz. Hago
una pausa y paso una mano por mi cabello con frustración— Quiero más con
ella, pero no lo haré sin tu bendición. Los dos son importantes para mí, pero si
no me quieres con ella, no puedo discutirlo. Sé que no soy la persona perfecta.
Diablos, tú más que nadie conoces todos mis defectos. No puedo decir que te
culparía si no quisieras que saliera con ella. Siempre le he dicho que se merece
más de lo que yo podría darle, pero nunca lo aceptó como respuesta.
August mantiene sus ojos entrecerrados en mí.
—Ella se merece más. Sé cómo funciona. A la hora de la verdad, el juego
siempre será más importante para ti. El hockey es tu primer amor, tu vida, igual
que la de tu maldito padre. Y cuando todo se desmorone, me niego a sentarme y
ver como destruyes su vida como tu padre hizo con tu madre.
Guau.
Sus palabras me golpean como una tonelada de ladrillos directos al pecho.
La fuerza me golpea más fuerte de lo que podrían hacerlo sus puños y me quedo
sin nada, mirándolo fijamente mientras mis ojos se abren de par en par. Ha sido
un golpe bajo y él lo sabe, la culpa invade su rostro al instante.
Mi padre nunca formó parte de mi vida, pero mi madre me contó la historia.
Cuando estaba embarazada de mí, hubo complicaciones y no pudo mudarse al
estado donde a él lo reclutaron en un equipo. Una noche, cuando volvía a casa
para verla, tuvo un accidente de auto que arruinó su carrera. Nunca volvió a ser
el mismo y se marchó cuando yo solo tenía seis meses, sin volver a acercarse a
ella, hasta hace poco.
No conozco personalmente al hombre y nunca me interesó, incluso después
de que se pusiera en contacto con mi madre después de todo este tiempo. Pero
oír esto de August duele, maldición. Él sabe que mi padre nunca estuvo
involucrado en mi vida, así que ¿cómo podía esperar que yo fuera realmente
como él? Aunque, si hay algo que he intentado hacer en mi vida, es asegurarme
de no acabar como él.
August no se equivoca. El hockey es mi primer amor, lo primero a lo que me
dediqué por completo. Siempre ha sido mi vida, pero estoy aprendiendo que hay
algo más en la vida que jugar a este deporte. Cuando lo pienso de verdad después
de decirlo, ¿elegiría a Isla antes que el deporte? Si pasara algo y estuviera en la
misma situación que mi padre, ¿acabaría igual que él?
Se equivoca en ese hecho. Nunca dejaría a mi mujer y a mi hijo solo porque
se arruinará mi carrera. No es tan importante para mí, a la hora de la verdad.
Pero mientras las palabras de August se arremolinan en mi mente, no puedo
evitar pensar que tiene razón.
146 —Yo nunca le haría eso —digo, con voz baja y tranquila—. Jamás la
abandonaría a ella y a mi hijo, maldición, solo porque se hundiera mi carrera.
—¿Cómo puedes saber eso? —pregunta, con la culpa todavía en sus ojos,
pero ya no hay forma de dar marcha atrás— No puedes garantizar una mierda,
Logan. Me dijiste que no tenía de qué preocuparme cuando sospeché de ustedes
dos. Tienes que acabar con esta mierda ahora. Deja que encuentre a otra
persona, alguien con quien pueda ser feliz.
Lo miro devuelta, sus ojos quemando agujeros a través de los míos. No quiero
estar de acuerdo con él, pero nunca me dejará olvidar esto. Nunca me va a
perdonar por esto y si intento seguir con Isla, solo conseguiré empeorar la
situación. Destruyó nuestra amistad y no quiero interponerme entre ellos dos y
su relación.
—De acuerdo. Si quieres que me aleje de ella, está bien —digo, con las
palabras amargas en la lengua mientras las escupo. Al instante me arrepiento
porque no es lo que quiero, pero me ha acorralado. No tengo más remedio que
someterme— Si crees que será más feliz sin mí, entonces la dejaré marchar.
—Bien —dice, mirando al suelo mientras mueve los pies en sus zapatos—
Solo quiero que tenga la oportunidad de ver que hay algo más en la vida ahí
fuera. Toda su vida ha sido hockey por mi culpa. No necesita seguir viviendo esta
maldita vida, hermano. Solo quiero que sea feliz, pero no puedo soportarlo
estando con mi mejor amigo.
No entiendo del todo su razonamiento, pero asiento de todos modos. O ha
dicho la verdad sobre que acabaré como mi padre o ha sido únicamente porque
se siente herido. En cualquier caso, no voy a investigarlo. No cuando siento como
si me hubieran arrancado el corazón del pecho.
No cuando sé que necesito ir a casa y arrancar el de Isla de su caja torácica.
—Estará bien —dice August, con voz suave y tranquila. Sus ojos se cruzan
con los míos y frunce el ceño— Solo fue un flechazo que se fue de las manos. Lo
superará y verá que yo tenía razón. Y tú harás lo mismo, como siempre. Pasarás
de una cama a otra.
—¿Es por eso que realmente no la quieres conmigo?
August me corta la mirada.
—Te conozco, Logan Knight. Eres un buen hombre, no me malinterpretes.
Por algo eres mi maldito mejor amigo. Pero ustedes dos no son el uno para el

147
otro. Al final le harás daño y entonces tendré que matarte de verdad, y me temo
que no podré hacerlo.
Le devuelvo la mirada, sus palabras calan hondo. Quizá nuestra amistad no
haya terminado por completo y quizá no terminaría si saliera con su hermana,
pero tiene miedo de cuándo terminaría. Y como no hay garantías, no confía en
que no rompamos, en que sea un amor para siempre. Tiene miedo de que le haga
daño y entonces nuestra amistad se acabe de verdad.
—¿Cómo volvemos a donde estábamos? —pregunto, dejándome caer en el
último escalón mientras miro las grietas de la acera de cemento— Sé que te
traicioné y rompí tu confianza.
—Sí, jodidamente lo hiciste —exhala, un suspiro cae de sus labios mientras
se pone de pie— Termina las cosas con mi hermana y eso es un comienzo.
Lo escucho moverse detrás de mí, pero cuando me doy la vuelta para verlo,
desaparece de nuevo en casa de Cam sin decir nada más. Me deja solo en el
silencio, con nada más que mis pensamientos y sus palabras de despedida
flotando en el aire.
No tengo más remedio que terminar con Isla.
Y ella nunca va a perdonarme.
27
Isla
Traducido por Mar

Sentada en el sofá, hago girar entre los dedos un hilo suelto de la manta.
Logan se había ido cuando me levanté esta mañana y no me sorprendió
encontrar el apartamento vacío. Anoche me dijo que tenía que arreglar las cosas
148 con mi hermano, fuera como fuera.
No lo llamé ni le mandé un mensaje después de despertarme porque sabía
que iba a estar en casa de Cam. Y si estaba con mi hermano, no iba a quedar
bien que me pusiera en contacto con él. En todo caso, solo empeoraría nuestra
situación. Tengo miedo de que vuelva a casa... Tengo miedo de escuchar lo que
August tenía que decir.
Ojeo distraídamente los canales cuando escucho abrirse la puerta principal.
Mi cuerpo se pone rígido y me siento más derecha, girándome hacia el comedor
mientras se me corta la respiración. Escucho cómo se cierra la puerta y sus
pasos se hacen pesados al atravesar la cocina.
Logan se detiene en el comedor, con el rostro desencajado. Sus ojos azules
como el océano se encuentran con los míos y en el fondo se avecina una
tormenta. Sus carnosos labios se fruncen y sus cejas se juntan mientras camina
hacia mí.
No dice ni una palabra mientras rodea el sofá y se deja caer en el cojín a mi
lado. Toma mis brazos y tira de mí hacia él, entierra su rostro en mi cuello y me
abraza. Hay algo raro en él, en su forma de actuar, pero lo respiro, saboreando
el olor de su colonia y el calor de su cuerpo.
—Esto tiene que acabar, nena —murmura, rozando con sus labios la piel
sensible de mi cuello— No podemos seguir haciendo esto.
Mi corazón late erráticamente en mi pecho mientras me congelo contra él.
—¿De qué estás hablando? —Mi voz es tranquila, mis palabras rotas
mientras el pánico se filtra por las grietas— ¿No podemos seguir haciendo qué?
—Esto —dice suavemente mientras presiona sus labios contra mi garganta
y se aparta— No podemos estar juntos. No podemos hacer esto juntos. Tengo
que dejarte ir, dejar que sigas adelante y encuentres a alguien que pueda darte
todo lo que te mereces.
Mi corazón se hunde y el suelo se cae debajo de mí mientras el pavor llena
la boca de mi estómago. Esto no puede estar pasando. Después de todo lo que
hemos pasado juntos, aquí es donde realmente terminamos. Con nuestros dos
corazones rotos, en añicos esparcidos por el suelo.
—No necesito encontrar a alguien porque ya lo he hecho —digo, con la voz
entrecortada mientras las lágrimas caen de mis ojos sin previo aviso. Se me
forma un nudo en la garganta y trago saliva con brusquedad— Esa persona eres
tú.
Sus brillantes ojos azules buscan los míos, sus manos acarician los lados de
149 mi rostro, atrapando las lágrimas con las yemas de sus pulgares mientras caen.
—Lo sé, cariño, pero tu hermano no lo aprueba y eso no es justo para ti. Lo
último que quiero es interponerme entre ustedes dos, así que tengo que dejarte
marchar.
—No —sacudo la cabeza, el pánico abrumador me consume. Es como si
estuviéramos repitiendo el pasado y volviera a vivir cómo me deja. Aunque esta
vez es diferente. Hay más sentimientos de por medio y estamos muy involucrados
en esto. Es más que un enamoramiento. Lo amo— Déjame hablar con él y hacerle
entender. No tiene que ser así, Logan. No tienes que elegir. Déjame hablar con él
primero.
La sonrisa de Logan es triste.
—Lo siento, cariño. Tiene que ser así. No quiso escucharme y tampoco va a
querer oírlo de ti —Hace una pausa, tomando ambos lados de mi rostro entre
sus manos mientras sus ojos húmedos sondean los míos— Tenemos que
tomarnos este pequeño descanso y dejar que August respire. Quizá cambie de
opinión. Y si no lo hace, aún tienes la oportunidad de encontrar la felicidad en
lugar de estar atrapada con tu amor de instituto.
—Eres más que eso, Logan —musito, mi voz apenas audible mientras mis
cejas se juntan— Lo decía en serio. Te amo, te amo desde hace mucho tiempo.
—Yo también te amo, Isla —Sonríe, sus ojos se cierran mientras dos lágrimas
resbalan y caen por los lados de su rostro— Por eso tengo que dejarte marchar.
Sus labios encuentran los míos, su beso lento y apasionado. Me besa como
si fuera la última vez, y es muy posible que lo sea. Si August nunca se hace a la
idea de que estemos juntos, Logan nunca volverá a mí.
Se aparta lentamente de mí y sus suaves labios rozan mi frente antes de
ponerse en pie. Lo miro mientras se aleja del sofá y se dirige al comedor. Es una
posición incómoda, dado que ambos vivimos en el mismo apartamento.
—No hagas esto, Logan Knight —digo con voz dura y fría mientras lo fulmino
con la mirada.
Logan me mira por encima del hombro mientras se detiene en la puerta que
da a la cocina.
—Lo siento —dice con voz apenas audible y los ojos llenos de dolor, mientras
la distancia entre nosotros parece crecer por segundos— Siempre te amaré, Isla
Whitley.

150
Y con eso, desaparece del comedor. Sus pasos son pesados mientras camina
por la cocina y las lágrimas no dejan de caer de mi rostro. Un sollozo me desgarra
cuando escucho la puerta cerrarse tras él, y me quedo sola con mis
pensamientos y mi corazón hecho trizas y tirado por el suelo.
No puedo creer que realmente me haya hecho esto... a nosotros.
Aunque no debería sorprenderme...
Siempre supe que sería él quien me haría daño.
28
Logan
Traducido por Mar

Es extraño. Esta mañana estaba rompiéndole el corazón a Isla y ahora entro


en el hielo para jugar un partido, como si mi vida no fuera un caos. August pasa
patinando a mi lado, sin decir una palabra mientras ajusto los guantes en mis
151 manos. No esperaría que me diera la hora en este momento, pero ambos tenemos
que jugar y actuar como si todo lo que nos rodea no importara.
A pesar de nuestras diferencias y de que lo jodí por completo, tenemos que
jugar bien juntos porque nuestros compañeros dependen de nosotros. Aunque
estoy seguro de que quiere partirme el rostro, no podemos volver a discutir.
Además, hice exactamente lo que me pidió. No solo por él, sino también por ella.
Solo espero haber tomado la decisión correcta.
Estiro las piernas, patino mientras mi cuerpo entra en calor y el hielo deja
mis piernas frías. Pero no lo noto. Nada parece importar realmente, no con esta
sensación de vacío en el pecho. Mi corazón dejó un hueco en mi caja torácica
cuando Isla se lo llevó con ella. Normalmente, el patinaje era lo único que podía
distraerme y devolverme algo de felicidad a mi vida, pero incluso ahora, no
alcanza al vacío interior.
Patinamos unos minutos más antes de alinearnos en nuestras posiciones
para el lanzamiento del disco. August se inclina frente al otro central, con su
palo preparado para recibir el disco durante el enfrentamiento. La tensión entre
nosotros sigue siendo alta y esa va a ser la fuerza motriz de August en este
momento. Va a jugar como nunca lo ha hecho porque no puede desquitarse
conmigo.
Miro hacia las gradas mientras espero a que el árbitro se acerque a ellas.
Mis ojos recorren los asientos y, cuando encuentro los reservados para la familia,
me doy cuenta de que mi madre está sentada allí, pero a Isla no se la ve por
ninguna parte. Mi corazón se encoge. No debería haber esperado que estuviera
aquí, pero me habría gustado volver a verla.
Sobre todo, porque ahora voy a tener que mudarme de ese puto
apartamento. No hay manera de que pueda vivir con ella y August después de
todo lo que ha pasado. Y no voy a permitir que ninguno de los dos sea
desplazado. En todo caso, yo soy el que se va. Por suerte, mi madre se mudó a
la ciudad cuando me fui a estudiar, así que cuando hablé con ella esta mañana,
me dijo que podía quedarme en casa de ella y de mi padrastro Owen.
Estoy demasiado distraído cuando cae el disco y August gana el
enfrentamiento. No me doy cuenta hasta que el disco se desliza por el hielo, sin
tocar la hoja de mi palo, mientras miro distraídamente los asientos vacíos.
—¿Qué diablos pasa, Knight? —Sterling me ladra mientras patina a mi
lado— Saca la cabeza del culo.

152 Trago saliva, la frustración arde en mis venas y le hago un gesto con la
cabeza antes de deslizarme en mis patines. Por suerte, Cam toma el disco antes
que el otro equipo y le dio la vuelta, patinando hacia su portería mientras se lo
pasa a August en el centro del campo. Sacudiendo la cabeza, aparto los
pensamientos sobre Isla y me concentro en la tarea que tengo entre manos.
Puede que este no sea un partido importante, pero si tratas cada uno como
si fuera similar a un partido de playoffs, te ayuda a mantener la cabeza en él y
fuera de las nubes. Llega un momento en el que hay que dejar todo lo demás
fuera del hielo y lo único que importa es el palo en la mano y el disco deslizándose
por el hielo.
Agacho la cabeza y patino hacia la línea azul, quedándome atrás mientras
veo cómo nuestra ofensiva pasa el disco de un lado a otro antes de que el ala
derecha del otro equipo se lo quite de un manotazo. El disco sale disparado hacia
mí y yo patino tras él, deslizando mi palo a lo largo de él mientras lo llevo al
fondo de la red. Asher, nuestro portero, me hace un gesto con la cabeza y el
árbitro hace sonar el silbato.
Con el disco en la mano, mis patines se deslizan sin esfuerzo sobre el hielo
mientras busco a alguien a quien pasárselo. El ataque del otro equipo está justo
delante de mí y veo a August aguardando en el centro. Deslizo el disco y se lo
envío mientras gira con él, escabulléndose del jugador que tiene encima. Se abre
de par en par y patina como un poseso.
Mira a su alrededor y Cam no está lejos de él, pero no tiene sentido pasarlo.
Cam le grita que tire el disco y el portero del otro equipo se pone en posición de
mariposa para intentar bloquear el tiro de August. Éste golpea con el palo,
levanta el disco y lo envía directamente a la parte superior de la red.
Suena la bocina y todo el mundo en las gradas empieza a gritar. August
levanta el puño y patina en círculo mientras todos los miembros de nuestro
equipo se acercan a felicitarle como si acabara de marcar el gol de la victoria. Así
son las cosas en un equipo que es como una familia. Celebramos cada maldita
victoria.
Soy el último de la pequeña fila y patino hacia August, dándole golpecitos en
la parte superior del casco con el guante.
—Buen tiro, hombre.
Me mira fijamente a través de su casco y veo que las comisuras de sus labios
se inclinan un poco hacia arriba.
—Gracias, hermano —Asiente, sus ojos son diferentes a los de antes. Más
suaves. Lo miro mientras patina de vuelta al centro del hielo y vuelvo a mi
153 posición junto a la línea azul, esperando a que caiga el disco.
El disco cae y August gana el enfrentamiento, devolviéndomelo. Me dirijo
hacia el centro de la pista antes de pasarlo mientras alguien grita cambio de
turno desde el banquillo. August y yo patinamos juntos fuera de la pista,
saltando por encima de las tablas mientras Simon y Greyson ocupan nuestros
lugares en el hielo.
Tomo una botella de agua y la meto en mi boca a través de la rejilla del casco
mientras August hace lo mismo. Nos quedamos un rato en silencio, mirando el
hielo mientras nuestros compañeros luchan por el disco.
Miro hacia él para decirle algo, justo cuando el equipo contrario golpea a
Sterling contra las tablas del otro lado de la pista. Me pongo en pie y miro cómo
cae al hielo antes de volver a levantarme.
—¡Qué diablos! Ha sido un golpe sucio, ¿y los árbitros no van a pitar esa
mierda?
—Por supuesto que no —murmura August, sacudiendo la cabeza con
disgusto mientras se levanta sobre sus patines a mi lado— Eso ha sido una
completa idiotez.
Echo un vistazo al marcador, me doy cuenta de que aún quedan nueve
minutos para que acabe el periodo y no está cerca mi hora de volver al hielo,
pero me hierve la sangre por el golpe sucio. Sterling patina más despacio que
antes del golpe. Mis ojos encuentran el 27 en la espalda de la camiseta que le
golpeó.
—¡Cambio de turno! —Grito, golpeando mi palo contra las tablas. Mi culo ya
está a punto de saltar sobre ellas antes de que Greyson vuelva a patinar—
¡Maldito cambio de turno!
Greyson apenas ha pasado por encima de las tablas cuando salto al hielo,
con los ojos clavados en el número 27 que patina hacia su red mientras Simon
se dirige hacia ella. Tengo que quedarme atrás y serenarme. No puedo ir a darle
una paliza, pero se ha librado de un golpe sucio y, aunque los árbitros no lo
hayan pitado, no voy a dejar que esa mierda salga volando.
Su portero atrapa el disco cuando Simon lo lanza hacia él, y el árbitro hace
sonar su silbato. Patino hacia el centro de la pista mientras ellos se alinean para
un enfrentamiento más cerca de la portería. El número 27 no está lejos de mí y
esta vez voy por ese hijo de puta.
Veo a Sterling patinar y saltar al banquillo mientras Leander entra en la
alineación. El disco cae y el otro equipo gana enfrentamiento. Su centro patina

154 por el medio y veo que el número 27 se acerca a mí mientras yo patino más cerca
de la red para defenderla. Atravieso el hielo, me acerco a él y lo golpeo con fuerza
contra las tablas mientras le robo el disco.
—¡Mierda! —grita enfadado mientras yo me alejo patinando y paso el disco
a Simon, que está más cerca del centro del hielo. Recibe mi pase y se dirige hacia
la portería. El número 27 me fulmina con la mirada antes de alejarse
patinando— Estás acabado —dice por encima del hombro.
Una sonrisa se dibuja en mis labios y patino tras ellos, quedándome un poco
atrás cuando el disco está en la zona ofensiva. Lo ha entendido todo mal. Actúa
como si fuera a hacerme alguna mierda, pero soy yo quien tiene asuntos
pendientes con él. Los espero, observando cómo se pelean por el disco. Empiezo
a patinar lentamente hacia atrás mientras ellos retroceden hacia nuestra red.
El número 27 tiene el disco y, en lugar de ir hacia la red, se dirige
directamente hacia mí. Espero a que esté literalmente a unos centímetros de mí
para apartarme y lo mando contra las tablas. Se estrella contra ellas con un
fuerte golpe y cae de rodillas por un momento. Una carcajada retumba en mi
pecho y sacudo la cabeza ante su estupidez.
Me está apuntando de verdad, pero ha conseguido derribarse sin que yo
tenga que tocarlo.
—¡Cambio de turno! —grita alguien desde nuestro banco y echo un vistazo
para ver de quién se trata. August está ahí de pie, haciéndome señas para que
vuelva, pero niego con la cabeza y miro hacia las gradas.
No sé qué me impulsa a hacerlo, pero es casi como si pudiera sentir sus ojos
clavados en mí, incluso con tanta distancia entre nosotros. Miro hacia dónde
está mi madre y, para mi sorpresa, veo a Isla sentada a su lado.
Una sonrisa se dibuja en mis labios, aunque sé que no debería sonreír, pero
estoy jodidamente eufórico al verla aquí. La chica que ocupa cada pensamiento
dentro de mi cabeza.
—LOGAN! —La voz de August es fuerte, pero casi no la oigo por lo
ensordecedor que es el juego— ¡CUIDADO!
Lo miro, frunciendo el ceño, antes de mirar a mi derecha, justo cuando el
Número 27 viene volando hacia mí. No me da tiempo a apartarme de su camino
y se abalanza sobre mí, con un maldito golpe tan sucio que me empuja
violentamente contra las tablas.
No preveo toda la fuerza de su golpe y mi cabeza se estrella contra el cristal
155 antes de que pueda prepararme para nada. Ni siquiera mi casco es suficiente
para detener el latigazo cervical instantáneo que sufro. Tengo la sensación de
que el tiempo está suspendido, ya que los ángulos de mi visión se vuelven negros
y se acercan rápidamente a mí mientras caigo a cámara lenta.
Todo se oscurece antes de que toque el hielo.
29
Isla
Traducido por Mar

—¡LOGAN! —grito su nombre y veo cómo su alta figura se desploma sobre el


hielo como un muñeco de trapo. Camilla ya está fuera de su asiento, bajando los
escalones con sus tacones, y yo no estoy muy lejos detrás de ella. Mis pulmones
156 se contraen y mi corazón late rápidamente en mi pecho.
Dios mío, todo esto es culpa mía.
Logan estaba demasiado ocupado mirándome, distraído cuando me vio
sentada en la grada que ni siquiera vio a ese jugador viniendo directamente hacia
él. El número 27 tenía la misión de joder a Logan y lo consiguió cuando lo
estampó contra las tablas sin piedad.
Todo el estadio queda en silencio. Los otros chicos del equipo de Logan
rodean al Número 27, y August sale del banquillo, lanzando sus guantes al hielo
mientras patina directamente hacia el tipo, dispuesto a pelear con él. El otro
equipo se involucra y de repente comienza una pelea en el hielo.
Contemplo horrorizada cómo Logan yace en el hielo, rodeado rápidamente
por los paramédicos. Los árbitros no consiguen controlar a los jugadores y
algunos, que ni siquiera se pelean, se lanzan puñetazos y se quitan los cascos a
medida que la pelea se intensifica y se vuelve violenta.
Camilla toma mi mano, arrastrándome fuera de la pista mientras salimos a
la explanada y nos dirigimos a las escaleras que llevan a los vestuarios. Nadie se
molesta en interrogarla cuando pasamos junto a los guardias de seguridad.
Saben perfectamente quién es y que no se metan con ella. Sobre todo, cuando
es su hijo el que yace en el hielo.
Tengo el corazón en la garganta y el estómago a los pies. Me siento tan
malditamente indefensa y tan increíblemente asustada. Camilla empuja por el
túnel hacia el hielo, donde están sacando una camilla. Tengo lágrimas en los
ojos, que caen por mi rostro. Esto no puede estar pasando ahora.
—¿Qué demonios está pasando? —exige Camilla, que sale al hielo con los
tacones mientras lo suben a la camilla— ¿Responde?
Uno de los paramédicos niega con la cabeza.
—Está completamente inconsciente, pero respira. Tenemos que llevarlo al
hospital inmediatamente.
Aprieto la espalda contra la pared, dejándoles espacio mientras lo llevan.
Uno de los paramédicos retira el casco a Logan y gira la cabeza en mi dirección.
Parece tan tranquilo con los ojos cerrados, salvo por los moretones y cortes que
van cambiando de color en su rostro.
Mi hermoso niño roto...
Camilla los sigue y yo vuelvo hacia el hielo, justo a tiempo para que los

157
árbitros separen a todo el mundo. August me ve al final del túnel y se acerca
patinando.
—No te preocupes, el imbécil que lo golpeó está expulsado del partido y con
suerte, el resto —Se detiene un momento, sus ojos buscan los míos mientras las
lágrimas siguen cayendo por mis mejillas.
—¡Isla, tenemos que irnos! —dice Camila mientras me llama desde el otro
extremo del túnel.
August frunce el ceño, sus cejas fruncidas mientras me mira con
preocupación.
—Ve con ella —dice en voz baja, indicándome que dé la vuelta— Ve a
asegurarte de que está bien.
Asiento, hipando mientras limpio apresuradamente las lágrimas de mi
rostro. Rápidamente me acerco a él y rodeo su cintura con los brazos, a pesar
de que me sobrepasa con sus patines.
—Te quiero, hermano mayor.
—Yo también te quiero, hermanita —murmura, devolviéndome el abrazo
antes de apartarme— Ahora vete.
Asiento, giro rápidamente sobre mis talones y corro por el túnel hacia
Camilla. Ya se ha marchado y empiezo a correr cuando la veo atravesar el
vestíbulo y dirigirse a la salida. Me quedo sin aliento cuando la alcanzo. Empuja
la puerta y la abre mientras salimos al aire frío.
—Dijeron que lo llevaban al Samaritan Memorial Hospital. Está a unos diez
minutos, pero tenemos que reunirnos con él allí.
—Está bien —digo en voz baja, siguiéndola hasta su auto— ¿Seguro que te
parece bien que te acompañe?
Camilla hace una pausa y abre la puerta del conductor.
—Por supuesto, cariño. Eres como de la familia —Se deja caer en su asiento
y yo hago lo mismo en el del copiloto— Sé lo que siente Logan por ti. Me llamó
esta mañana y me lo contó todo. Si alguien debe estar a su lado ahora mismo,
sé de corazón que eres tú.
Mi respiración se atasca en mi garganta y mi corazón late en su jaula
mientras mi pecho se contrae. Puedo sentir las lágrimas quemando las esquinas
de mis ojos y soy un maldito desastre otra vez. Las lágrimas caen por los costados
de mi rostro y miro por la ventanilla mientras las limpio.

158
Nos quedamos en silencio durante el trayecto al hospital, cada una sumida
en sus propios pensamientos. Sé que Camilla pasó por un infierno cuando su ex
marido tuvo el accidente y estoy segura de que esto es como volver a vivirlo. No
es la primera vez que Logan se lesiona durante un partido, pero sí la primera
que recibe un golpe así y tuvo que ser sacado en camilla.
Es su hijo, el único en su vida. No puedo imaginar cómo se siente ahora, sin
saber si está bien o qué está pasando realmente. La forma en que su cabeza
golpeó el cristal... solo de pensarlo me estremezco mientras un escalofrío recorre
mi espalda.
Tiene que estar bien. Todo lo que tenemos no puede acabar así.
Nuestra historia aún no ha terminado, aunque haya intentado acabar
conmigo esta mañana. No quería aceptarlo entonces, y estoy segura de que no
lo acepto ahora.
Tiene que estar bien...
Cuando llegamos al hospital, Camilla no se molesta en buscar
estacionamiento. En lugar de eso, estaciona directamente en la puerta del
edificio y entra. La sigo, deseando tener la mitad de la confianza que tiene esta
mujer. Me da envidia su forma de comportarse, como si nadie pudiera tocarla ni
decirle lo que puede o no puede hacer.
Camina a grandes zancadas hacia la recepción de urgencias, con sus
tacones haciendo ruido en el suelo de linóleo. Yo voy justo detrás de ella,
mientras grita el nombre de su hijo y exige saber dónde está y qué está pasando.
La amable recepcionista nos dice que la ambulancia acaba de llegar hace
unos minutos y que está en la unidad de traumatología, así que aún no podemos
regresar todavía. Juro que Camilla está a punto de amotinarse cuando empieza
a levantar la voz, exigiendo que hable con alguien por encima de ella.
La mujer se acobarda y desaparece mientras llama a su supervisora. Ésta
se acerca y Camilla le explica toda la situación, exigiendo ver a Logan o hablará
con alguien de la junta. Camilla es intimidante como la mierda y me encanta. La
supervisora se doblega y le dice que solo puede permitir que uno de nosotros
ingrese.
Camilla me mira, sus ojos tristes, pero están llenos de más pánico del que
jamás he visto nadar en la mirada de alguien.
—Isla... —su voz se corta, pero sé lo que va a decir. Logan es su hijo. Si
alguien debería estar con él en este momento, es ella.

159 —Ve —digo, señalando con la cabeza a la mujer que está esperando para
llevar a Camilla con Logan— Esperaré a saber de ti para cuando sea mi turno de
ir a verlo.
Camilla me da un rápido abrazo antes de cruzar la sala de espera
arrastrando los pies hasta la recepcionista que la está esperando. Las observo
entre lágrimas mientras desaparecen por las puertas corredizas de cristal que
dan a la sala de urgencias.
Encuentro un asiento vacío junto a la pared del fondo, lejos de la mayoría
de la gente que espera, y dejo caer la cabeza entre las manos mientras las
lágrimas me consumen por completo. Un sollozo recorre mi cuerpo y el pánico
se apodera de mí. Sé que estaba más en estado de shock cuando ocurrió por
primera vez y ahora me doy cuenta de la realidad de la situación.
Lo tienen en la unidad de traumatología, así que eso no puede ser nada
bueno. No sé mucho de medicina, pero he visto algunas series de médicos en
mis años. No creo que ese sea el lugar del hospital donde uno quiere estar, pero
si ese es el nivel de atención que necesita, entonces tiene que estar en el lugar
correcto.
Un millón de cosas pasan por mi mente. La forma en que se golpeó la cabeza,
¿tiene algún tipo de traumatismo craneal? Jesús, esto es demasiado. No sé si
podré soportarlo. Sin pensarlo, me levanto y salgo de la sala de espera. El aire
frío del atardecer pica en mi rostro cuando salgo y empiezo a caminar.
Camino de un lado a otro. Pierdo la noción del tiempo. Pierdo la cabeza sin
saber qué está pasando. Mis pies no paran de moverse hasta que me duelen las
piernas y siento que se me forman ampollas en los talones.
Los faros parpadean cuando otro auto se detiene frente al hospital, pero no
me molesto en dejar que me distraiga de pensar en él. Es lo único en lo que mi
mente puede concentrarse ahora mismo. Logan, tumbado en una cama de
hospital, y los millones de “y si...” que pasan por mi cabeza.
—Isla —grita mi hermano, sus pasos se hacen más fuertes a medida que se
acerca a mí. Levanto la cabeza, con la mirada clavada en el suelo, y mis ojos se
abren de par en par al verlo a él, a Cam y a Sawyer caminando hacia mí— Los
otros chicos también vienen hacia aquí.
Un sollozo se atasca en mi garganta, las lágrimas llenan mis ojos al instante
mientras mi corazón se hincha por la familia de Logan. Todos estos chicos, sus
compañeros de equipo, son su familia. Y vienen aquí a sentarse en la sala de
espera hasta que obtengamos algunas respuestas.
El rostro de August cae y sus cejas se juntan mientras frunce el ceño.

160 —¿Cómo está? ¿Sabes qué le pasa?


Sacudo la cabeza y tragando con fuerza el nudo que se ha alojado en mi
garganta.
—Camilla fue con él cuando llegamos. Lo único que sé es que lo tenían en la
unidad de traumatología. No he sabido nada desde entonces.
—Mierda —murmura Cam, pasando a mi lado mientras se lleva un cigarrillo
a los labios y lo enciende. La punta arde brillantemente en la noche, el humo se
mezcla con nuestras respiraciones mientras él exhala apresuradamente— Juro
por Dios que, si le pasa algo, voy a paralizar al hijo de puta que le hizo esto.
La escena vuelve a reproducirse en mi cabeza y un sollozo brota de mí antes
de que pueda tragarlo de nuevo. August se pone delante de mí y me rodea con
sus brazos para abrazarme.
—Se pondrá bien, Isla —murmura, apartándome el cabello con una de sus
manos— Estamos hablando de Logan. Es un imbécil testarudo. Sabes que saldrá
de ésta.
Vuelvo la cabeza hacia un lado, apoyo la mejilla en su pecho firme y mis
lágrimas empapan su sudadera.
—Pero, ¿y si no lo hace?
August no dice nada y se limita a abrazarme más fuerte, con la mano
acariciando mi cabello como hacía siempre mamá cuando necesitábamos
consuelo. Quiero creer a mi hermano, estar de acuerdo con él y ser positiva.
Quiero que tenga razón, pero ¿y si se equivoca?
Necesito que esté bien...
Porque no estoy segura de poder vivir en este mundo sin él.

161
30
Logan
Traducido por Mar

Mi cabeza palpita y grita de protesta cuando intento abrir los párpados. Los
siento muy pesados, como si estuvieran cargados con sacos de arena. Escucho
un leve pitido a lo lejos, pero no consigo distinguirlo sin abrir del todo los ojos.
162 Aunque mi cuerpo lucha contra mí, los abro lentamente.
Las luces de la habitación son tenues y está en silencio, salvo por el pitido
de una máquina a mi derecha. Las palpitaciones de mi cabeza aumentan cuando
la giro hacia un lado y encuentro a mi madre sentada junto a mi cama. Mi mano
está entre las suyas mientras apoya la frente en el colchón.
—¿Mamá? —balbuceo, con voz áspera y dura. Mi garganta arde al intentar
pronunciar la palabra, pero ella me escucha.
Levanta la cabeza de golpe y sus ojos inyectados en sangre se abren de par
en par al ver los míos.
—Dios mío, Logan —jadea, una sonrisa se dibuja en sus labios mientras sus
ojos se llenan de lágrimas— Estás despierto.
Intento levantar la cabeza, con la desorientación pesando en mi confuso
cerebro mientras mis ojos intentan escudriñar la habitación. Mi vista se nubla
por un momento antes de volver a enfocarse, y vuelvo a bajar la cabeza,
derrotado.
—¿Qué sucedió?
Sus ojos son suaves, sus cejas juntas y nada más que simpatía nadando en
las profundidades azules de sus ojos.
—¿No te acuerdas? Anoche jugaste al hockey y te diste un buen golpe —
Hace una pausa y exhala profundamente— Tuviste una conmoción bastante
fuerte y has estado de baja casi veinticuatro horas. Los médicos dijeron que no
había hemorragia ni hinchazón, pero tu cerebro se sacudió lo suficiente como
para tenerte durmiendo tanto tiempo.
Mi cerebro lucha contra el recuerdo, pero vuelve a mí rápidamente y lo
recuerdo todo. El jodido número 27 y ese maldito golpe sucio. E Isla. Apareció
en el partido y estaba sentada en la grada junto a mi madre cuando ocurrió.
Mi corazón sube hasta mi garganta.
—¿Dónde está Isla?
—Está ahí mismo —sonríe mi madre, señalando al otro lado de la habitación,
donde está acurrucada en un sofá— No ha salido desde que llegamos.
Maldita sea. No puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. Mi corazón
se hincha en mi pecho y se me hace un nudo en la garganta al contemplar su
pequeña figura durmiendo plácidamente. Ha visto todo el accidente y sigue aquí.
Nunca habría esperado que se quedara a mi lado todo este tiempo, pero así es
163 Isla Whitley.
Es del tipo de chica que aguantar o morir.
Mi chica.
—¿Quieres que la despierte? —pregunta mi madre en voz baja, sus ojos
buscan los míos.
—No —sonrío mientras limpio mis lágrimas— Déjala descansar. Seguro que
está agotada si lleva aquí desde el partido.
Los labios de mi madre se curvan hacia arriba mientras enseña sus dientes
blancos y brillantes.
—En realidad, todo tu equipo está aquí —Hace una pausa y aprieta la mano
que sigue sosteniendo— Llevan acampados en la sala de espera desde tu
accidente.
—¿Hablas en serio? —Mi voz se quiebra. Tener a Isla aquí significa todo para
mí, pero saber que todo mi equipo está aquí, toda mi familia, ni siquiera tengo
palabras para describirlo. Cuando ocurren cosas malas, es curioso cómo une a
todo el mundo. Cómo te apoyan. Esas son las personas importantes de la vida,
las que nunca debes dejar escapar.
Mi madre asiente con entusiasmo.
—Voy a buscar a la enfermera para que el médico venga a verte. August ha
estado pidiendo entrar en cuanto te despertaste.
—¿Él también ha estado aquí?
—Por supuesto, cariño —dice mi madre, con voz suave y cálida, sus ojos
compasivos— Te quiere como a un hermano. Eres su mejor amigo. Ha estado
entrando y saliendo de esta habitación, esperando a que tú también te
despertaras.
Asiento, mi corazón sube por mi garganta.
—¿Vas a buscar a la enfermera?
—Voy para allá —Mi madre sonríe mientras se pone en pie y presiona sus
labios contra mi frente— Me alegro tanto de escuchar tu voz.
—Te quiero, mamá —digo, con los ojos cada vez más pesados cuando ella
me lo devuelve antes de salir de la habitación. Dejo que mis párpados se cierren
y me quedo dormido unos instantes hasta que entran la enfermera y el médico.
Me examinan cuidadosamente para asegurarse de que todo va bien. La

164 doctora se gira para hablar conmigo después de colgarse el estetoscopio al cuello.
—Parece que estás bien y estar despierto es una buena señal. No has sufrido
lesiones importantes, pero has tenido una conmoción bastante fuerte. Tu cerebro
aún necesita tiempo para curarse, así que vas a tener que tomarte un tiempo sin
jugar al hockey hasta que un neurólogo te dé el alta.
—¿Cuánto tiempo será? —No puedo contener el pánico que serpentea
alrededor de mis palabras. He tenido contusiones y lesiones en el pasado, pero
nada tan importante.
La doctora mete las manos en sus bolsillos mientras la enfermera
comprueba mis constantes vitales por última vez y pregunta a mi madre si
necesitamos algo.
—Podría tardar entre dos y cuatro semanas, así que no es tanto tiempo. Pero
vamos a concertarte una cita de seguimiento con neurólogo una vez que te den
el alta, así que te darán el alta después de tu cita siempre que no tengas ningún
síntoma.
—De acuerdo —Asiento y hago una mueca de dolor, mirando hacia el otro
lado cuando veo movimiento en el sofá. Isla se incorpora lentamente y se quita
la manta de encima. Sus ojos se cruzan con los míos y se agrandan al ver que
estoy despierto. Una sonrisa se dibuja en mis labios y ella tapa su boca con la
mano— ¿Cuándo me darán el alta?
—Probablemente te tendremos una noche más, solo en observación, y luego
no veo por qué no podrías irte mañana por la mañana.
Isla se levanta y mi madre da las gracias al médico antes de que ella y la
enfermera vuelvan a salir de la habitación. Vuelvo a mirar a Isla, con expresión
suave mientras mis ojos buscan los suyos.
—Ven aquí, cariño.
Mi madre se da la vuelta, su mirada sigue la mía cuando ve a Isla caminar
más cerca de la cama. Ella me mira, con los ojos húmedos mientras sonríe
alegremente.
—Los dejaré un rato a solas —dice mientras se levanta y se aparta del
camino de Isla, que camina directamente hacia mí— August quiere verlos a
continuación, así que avísenme cuándo deba hacerlo pasar.
—Gracias, mamá —digo antes de volver a dirigir mi atención a Isla mientras
mi madre se escabulle fuera de la habitación. Levanto los brazos, la alcanzo y
ella se deja caer en el colchón a mi lado mientras la rodeo con mis brazos,
envolviéndola contra mi cuerpo. Es cálida y huele a vainilla, como mi chica.
165 —Estaba tan preocupada por ti —respira, rodeándome con los brazos y
apoyando la cabeza en mi hombro— Cuando te vi golpearte contra el hielo y no
levantarte, puede que haya sido el momento más aterrador de mi vida, Logan.
No te atrevas a asustarme así otra vez.
Una risita vibra en mi pecho y entierro el rostro en su cabello, respirándola
mientras aprieto los labios contra la parte superior de su cabeza.
—No intentaba asustarte. Ni siquiera lo vi venir porque estaba demasiado
ocupado concentrándome en ti en las gradas.
—Bueno, quizá no debería asistir a más partidos si solo voy a ser una
distracción —Se detiene un momento, su palma caliente contra mi piel a través
de la bata de hospital que todavía llevo puesta— Sabes que cuando estás en el
hielo, no importa nada más que ganar el partido. Si vas a estar demasiado
ocupado mirándome en las gradas, te volverán a golpear así y la próxima vez
podría ser incluso peor.
—No seas tonta —me río, rodeándola con mis brazos— Te quiero en cada
uno de mis partidos. Te prometo que después de que caiga el disco, me aseguraré
de prestar atención a lo que estoy haciendo en lugar de preocuparme por ti.
Sonríe contra mi hombro.
—Bien —musita mientras se aparta y toma mi rostro entre sus manos— No
soporto la idea de perderte, Logan Knight. Aunque hayas decidido que no
podemos estar juntos, necesito saber que estás en esta tierra. Aunque no sea
conmigo.
Mi corazón se rompe cuando sus palabras me golpean con toda su fuerza.
Acostado en esta cama, sabiendo que ha estado a mi lado desde que llegué, olvido
por completo la mañana anterior... de llegar a casa y romperle el corazón después
de que su hermano me pidiera que me alejara de ella.
No puedo ir en contra de lo que él quiere, pero no puedo dejarla ir.
No después de todo esto.
Suena un golpe suave en la puerta y se abre lentamente mientras August
entra. Olvidé avisarle a mi madre, pero supongo que ella se encargó de decirle
que podía entrar. O eso o se enteró de que estaba despierto y no pudo esperar
más.
Sus ojos nos observan a los dos en la cama, abrazados, y veo cómo se mueve
su nuez de Adán al tragar saliva. Una oleada de alivio recorre su rostro y sonríe
mientras se adentra más en la habitación. Lleva las manos metidas en los
bolsillos delanteros y se mueve nervioso cuando sus ojos se cruzan con los míos.

166 —Bienvenido de nuevo —Sonríe y asiente— Nos has dado un buen susto,
hombre. Me alegro mucho de verte despierto.
Le devuelvo la sonrisa y me río cuando Isla intenta apartarse de mí, pero la
sujeto más fuerte.
—Me alegro de estar despierto. No me esperaba esa mierda y, sinceramente,
aún no me creo que haya pasado. Pero estoy aquí y recuperándome.
—¿Cuánto tiempo hasta que estés de vuelta en el hielo? —pregunta August,
curiosidad y preocupación mezclándose en sus iris mientras se ubica en el
asiento en el que estaba mi madre antes de irse— En realidad, olvida que he
preguntado eso. Nada de eso importa, mientras vayas a estar bien y te recuperes
de esta mierda.
—No, tienes razón —asiento— Pero quiero volver al hielo. El médico dijo que,
de dos a cuatro semanas, solo depende de cuándo me dé el alta el neurólogo.
August asiente y sonríe mientras se muerde el interior de la mejilla. Guarda
silencio un momento antes de dirigir la mirada a Isla.
—Oye, hermanita, ¿crees que podrías dejarnos unos minutos a solas?
Arqueo las cejas y ella se incorpora lentamente, mis brazos se separan
bruscamente de ella. La tensión se desliza por su cuerpo y me doy cuenta de que
se siente incómoda en este momento.
—Claro —dice en voz baja mientras baja de la cama. Haciendo caso omiso
de su hermano, se inclina y presiona sus labios en mi cabeza— Estaré en el
pasillo si me necesitas.
Sus palabras calientan mi corazón, como si creyera que puede protegerme
de él o algo así. Tomo su mano y aprieto su cálida palma antes de soltarla. Su
sonrisa es brillante y sus ojos suaves cuando me mira una vez más antes de
desaparecer de la habitación, dejándonos solos a August y a mí.
El silencio es pesado y una incomodidad flota en el aire antes de que él hable.
—Me equivoqué.
Entrecierro los ojos y lo miro con pesar.
—¿Sobre qué?
—Tú e Isla —dice en voz baja, bajando los ojos hacia las manos que tiene
sobre el regazo. —Estaba tan jodidamente enfadado y dolido por toda la situación
que no pensaba con claridad. Pero después de tu accidente, no sé, mis ojos se
abrieron y pude ver que estuve equivocado todo este tiempo.

167 Acomodándome en la cama me incorporo un poco más. Mi cabeza palpita en


señal de protesta, pero ignoro el dolor y me concentro en August. Vuelve a
mirarme, con el ceño fruncido, mientras sus ojos buscan desesperadamente los
míos.
—Tú eres quien la hace feliz —Su voz es suave y cálida, la culpa pesa mucho
en su admisión— Me equivoqué al decir que acabarías como tu padre y que le
harías daño. Ahora lo veo, lo que siempre intenté ignorar. Los dos son el uno
para el otro y, sinceramente, no se me ocurre nadie que la merezca más.
—¿Seguro que no lo dices porque ahora mismo estoy en la cama de un
hospital? —pregunto, bromeando, mientras sonrío.
August se ríe, poniendo los ojos en blanco.
—Puede que eso tenga algo que ver —Hace una pausa, su rostro se vuelve
serio mientras me mira fijamente— Pero lo digo en serio, Logan. Por favor,
perdóname por ser un imbécil e intentar interponerme entre ustedes dos.
Sinceramente, no puedo imaginármela con nadie más que contigo.
—No tienes que pedirme perdón —No soy más que honesto con él en este
momento y estoy un poco sorprendido por su cambio de opinión— Te prometo
que no le haré daño. Esto no es solo una pequeña aventura. Esto es para
siempre.
August sonríe.
—Ahora lo entiendo. Pero, ¿qué clase de hermano sería si no te amenazara
con hacerte daño por lastimarla?
Ambos estallamos en carcajadas cuando August se levanta y toma mi
hombro.
—Déjame ir a buscar a tu chica. Y nos vemos cuando salgas de aquí.
Asiento, sonriéndole a mi mejor amigo mientras él se da la vuelta para ir a
buscar a Isla al pasillo. Desaparece y ella vuelve a entrar por la puerta unos
instantes después. Sus ojos vacilan mientras buscan los míos con cautela.
—¿Va todo bien? —me pregunta con voz tranquila mientras toma asiento en
el borde de la cama.
Sonrío.
—Todo está perfecto —Hago un gesto con mis manos para que vuelva a mi
lado y ella sube las piernas a la cama, se acerca a mí, recostándose a mi lado.
Rodea mi cintura con el brazo y yo la abrazo con el mío sobre los hombros—
¿Puedes hacer algo por mí, cariño?

168 —Lo que sea —susurra mientras levanta la cabeza y gira ligeramente sobre
su estómago, deslizando las manos contra mi pecho antes de apoyar la barbilla
en ellas.
—¿Ser mía?
Sus ojos castaños rebotan de un lado a otro, buscando rápidamente los
míos.
—¿Eso es lo que quieres?
—Más que nada en el mundo.
Veo cómo su rostro se transforma, sus labios se curvan hacia arriba en una
sonrisa, y su cuerpo se desliza contra el mío mientras se acerca y sus manos se
posan a ambos lados de mi cabeza.
—Siempre he sido tuya, Logan Knight, desde que éramos niños —Hace una
pausa y acaricia lentamente mis mejillas con las yemas de los pulgares— Solo
que has sido demasiado tonto para darte cuenta.
—Espero que sepas que ahora nunca voy a dejarte marchar.
—Bien —Acerca sus labios a los míos, cálidos y suaves rozando los míos—
Porque no te dejaría, aunque lo intentaras.
Epílogo
Isla
Traducido por Mar

Un año después

169 De pie junto al lago helado, observo a Logan mientras patina sin esfuerzo.
Lo hace como si fuera muy fácil, como si fuera algo natural para él. Aprendí a
patinar sobre hielo cuando era niña; como siempre estaba en la pista y mi padre
era un jugador retirado de la NHL, no tenía más remedio que unirme a ellos.
Sin embargo, hace años que no patino, y el hielo que cubre el estanque
helado no es ni de lejos tan suave como el que tienen en la pista.
—¿Qué te pasa, nena? —pregunta Logan mientras se acerca patinando y se
detiene frente a mí— No me digas que has olvidado cómo patinar.
Entorno los ojos hacia él, de pie en el camino de grava junto al lago.
—No... es que ha pasado tiempo y no quiero caerme.
Logan estira la mano hacia mí con una sonrisa en los labios.
—Deja que te ayude. Prometo agarrarte si te caes —añade con un guiño.
Deslizo mi mano por la suya y dejo que me guíe sobre el hielo. A diferencia
de él, yo no puedo correr y patinar sin perder el ritmo. Parezco una niña, pisando
con pies inseguros y tobillos débiles. Agarro con fuerza a Logan e intento
deslizarme por el hielo como él.
No suelta mi mano y patina lentamente a mi lado mientras yo muevo las
piernas hacia delante y hacia atrás para intentar deslizarme por el hielo. Es casi
como montar en bicicleta y el movimiento me vuelve rápidamente, aunque
todavía estoy oxidada. Y, para ser sincera, prefiero fingir que no me siento
cómoda haciéndolo sola si eso significa que él seguirá tomando mi mano.
Después del accidente de Logan el año pasado, por fin pudimos hacer las
cosas oficiales. No tuvimos que escondernos a puerta cerrada y mantener
nuestra relación en secreto. Se aseguró de que todo el mundo supiera que yo era
su chica, aunque a veces se pusiera un poco celoso y sobreprotector.
August se adaptó mejor de lo que pensaba y, en lugar de mostrarse raro con
nosotros, le gustaba hablar de más y hacer bromas todo el tiempo, como si
fuéramos su fuente de entretenimiento. Nos aseguramos de que se sintiera muy
incómodo cuando se portaba como un imbécil y no evitamos las demostraciones
públicas de afecto.
Para ser sincera, Logan no podía quitarme las manos de encima y amaba
cada minuto.
Él está a mitad de camino en su último año de la universidad conmigo en mi
segundo año ahora. Ya se han puesto en contacto con él varios cazatalentos para
reclutarlo para sus equipos. La semana que viene irá a visitar algunos de sus

170 campos de entrenamiento, porque necesitaba asegurarse de que estaba tomando


la mejor decisión antes de elegir un equipo para el que jugar.
Y fue útil que Camilla fuera su agente. Aunque es su madre, lo trata como a
todos sus clientes y lo apoya como nadie. Si hay alguien que se va a asegurar de
que consiga el mejor trato posible y de que esté totalmente cuidado, es ella.
Me alegro por él porque va a cumplir su sueño. Desde que era pequeño,
soñaba con jugar en la NHL y ahora por fin se está haciendo realidad. Aunque
me preocupa nuestro futuro, de ninguna manera seré yo quien se interponga
entre él y su sueño. Lo apoyaré en todo, aunque tengamos que pasar algún
tiempo separados.
Nada volverá a interponerse entre nosotros.
—Está bien, creo que ya lo tengo —digo, soltando su mano mientras empiezo
a patinar por mi cuenta. Él patina hacia atrás conmigo, observando cómo mi
memoria muscular hace efecto y empiezo a deslizarme por el hielo como recuerdo
haberlo hecho de niña. Logan me sonríe, con una sonrisa contagiosa, y toma dos
bastones y un disco.
Vuelve a patinar hacia mí y me da uno mientras deja caer el disco sobre el
hielo.
—¿Como en los viejos tiempos? —Sus brillantes ojos azules se clavan en los
míos.
Sonrío de vuelta y agarro el palo con las dos manos.
—Intenta quitármelo —digo, tomando el disco mientras empiezo a patinar.
Cuando éramos niños, August, Hayden y él me obligaban a jugar con ellos
porque necesitaban un cuarto jugador. La verdad es que nunca fui buena, pero
ahora que he vuelto a ello, está volviendo a mí como lo recordaba.
Logan sonríe, patina lentamente hacia mí y la hoja de su palo se desliza por
el hielo. Alejo el disco de él dos veces, antes de que lo atrape y me lo quite de un
golpe. Lo miro y entrecierro los ojos, pero sus labios se curvan en una sonrisa y
deja caer el palo sobre el hielo.
Hago una pausa, deslizándome lentamente hasta detenerme y levanto una
ceja hacia él. Logan se impulsa sobre los patines y viene directamente hacia mí
con los brazos extendidos. Choca contra mí, rodeándome con ellos mientras se
ríe y yo grito. Excepto que no me sujeta como pretende y me tira al hielo, cayendo
encima de mí.
—¡Qué demonios, Logan! —grito, con la voz ahogada por su risa. Sus ojos
brillantes me miran y se ríe como si le pareciera de lo más divertido. Es

171 contagioso y me encuentro riendo con él mientras nos acostamos juntos en el


frío hielo.
—Oye, te prometí que te atraparía si te caías —Sonríe, sus ojos se clavan en
los míos mientras acaricia mi rostro con su mano enguantada— Resulta que
también me enamoré de ti... tan jodidamente fuerte.
Logan se quita de encima, poniéndose de pie en sus patines antes de
alcanzarme. Me levanta con él, asegurándose de que estoy firme sobre mis pies.
Toma mis manos y yo inclino la cabeza hacia atrás para perderme en la
profundidad oceánica de sus ojos.
—Ven conmigo.
Enarco las cejas mientras mi corazón late errático en mi pecho.
—¿Ir contigo adónde?
—A donde yo vaya —Su voz es suave, pero sus ojos son suplicantes— No
quiero vivir sin ti, Isla. No soporto la idea de estar lejos de ti. Sé que es mucho
pedir, pero quiero que vengas conmigo, que estés a mi lado, sea donde sea.
Mis ojos se abren de par en par al verlo bajar lentamente frente a mí,
arrodillándose sobre el hielo. Suelta mi mano y rebusca en el bolsillo con
cremallera de su abrigo antes de sacar una caja de terciopelo negro.
Mi corazón sube hasta mi garganta y las lágrimas pinchan mis ojos cuando
Logan vuelve a mirarme.
—Sé mi esposa, pequeña —murmura y abre la tapa de la caja, dejando al
descubierto un anillo de oro blanco con un único diamante en la parte superior.
No me molesto en mirar el anillo porque no puedo apartar los ojos de los suyos—
Eres la única compañera de equipo que me importa, con la que quiero pasar el
resto de mi vida. ¿Quieres casarte conmigo, Isla Whitley?
Las lágrimas llenan mis ojos mientras miro al amor de mi vida arrodillado
ante mí. Lo he amado desde que tengo memoria, y ahora me pide que sea suya
por el resto de nuestros días.
—Sí —suspiro, con una sonrisa en los labios mientras quita el guante de mi
mano. Lo deja caer sobre el hielo a su lado y saca el anillo de la caja de terciopelo
antes de deslizarlo por mi dedo anular.
—Eres todo para mí, nena —sonríe, poniéndose en pie mientras rodea mi
cintura con sus manos. Rodeo su nuca con los brazos— Cuando imagino mi
futuro, solo te veo a ti. Eres todo lo que quiero.
—Siempre he sido tuya, Logan —Me pierdo en las olas que chocan en sus
ojos oceánicos, lágrimas de felicidad recorriendo los lados de mi rostro— Y no

172 quiero nada más que pasar el resto de mis días contigo, a tu lado, con tu apellido.
Acerca su rostro al mío y sus labios rozan los míos.
—Hasta que la muerte nos separe, pequeña.
Estoy completamente consumida por él mientras reclama mi boca con la
suya, respirándome mientras agota el oxígeno de mis pulmones. Mi cerebro nada
y estoy tan perdida en él. En mi prometido.
Al que amo desde que éramos niños.
Con el que pasaré felizmente el resto de mi vida como su esposa.
El maldito Logan Knight.
Epílogo Bonus
Luna de miel de Logan e Isla

Logan
Traducido por Mar

173
El agua ondea en la orilla mientras caminamos de la mano por la arena. El
tiempo en Jamaica contrasta totalmente con el de Vermont. Isla parece
disfrutarlo y yo disfruto con ella, así que todos salimos ganando. Mentiría si
dijera que no extraño las temperaturas más frías a las que estoy acostumbrado.
Y la sensación del hielo bajo mis pies.
Isla se detiene, un suspiro escapa de sus labios cuando suelto su mano y
envuelvo mi brazo alrededor de su hombro. Salimos a la playa después de cenar
para ver la puesta de sol. La noche se ha vuelto más oscura ahora que la luna
ha salido y ha sustituido a la luz del sol desde arriba.
Inclino la cabeza, la miro y se dibuja una sonrisa en mis labios. Quiero tanto
a esta chica que malditamente duele. Su cabello ondulado está despeinado y
enredado por la brisa caribeña. Se gira para mirarme, con el rostro bronceado y
más moreno que nunca.
Retiro el brazo de sus hombros y tomo sus manos entre las mías, pasando
el pulgar por los dos anillos de su dedo. Nunca olvidaré el día en que se convirtió
oficialmente en mi esposa. La forma en que su vestido blanco se ceñía a cada
curva, fluyendo alrededor de sus pies mientras caminaba hacia mí por el pasillo.
Nos casamos un día de otoño en el lago donde le propuse matrimonio,
rodeados de todos nuestros amigos y familiares. Isla es preciosa, pero ese día me
robó literalmente el aire de los pulmones. Si pudiera volver a vivir ese día, lo
haría, pero me encanta este futuro que estamos construyendo juntos. Y estoy
deseando formar una familia con mi preciosa esposa.
Se dibuja una sonrisa pícara en la comisura de mis labios cuando miro más
allá de Isla y echo un vistazo a la playa. No hay ni una sola persona a la vista.
El complejo celebraba una fiesta esta noche, así que imagino que la mayoría de
los huéspedes estarán allí. Lo que nos deja a Isla y a mí solos en la playa de
arena blanca.
—¿Qué estás haciendo?
Miro a mi mujer.
—Nada, nena —Sonrío, suelto sus manos y me alejo de ella.
—Conozco esa sonrisa, Logan —dice, con voz juguetona mientras entrecierra
los ojos— Y no me gusta.

174
De espaldas al agua, empiezo a caminar lentamente hacia ella. El agua está
caliente y las pequeñas ondas se mueven alrededor de mis tobillos.
—No sé de qué estás hablando —digo, con una risita vibrando en mi pecho.
Isla observa mis movimientos desde la playa. Cuando me detengo en el agua,
tomo el dobladillo inferior de mi camiseta, me la quito y se la tiro. Sus ojos se
abren de par en par cuando deslizo las manos bajo la cintura de los pantalones
y empiezo a bajármelos.
—Logan Knight —regaña, con voz queda— No lo hagas.
No puedo evitar sonreír al ver cómo su rostro oscila entre el enfado y la
diversión. Me despojo de la ropa y le arrojo los calzoncillos y los bóxers mientras
permanezco desnudo en el agua. Isla deja caer mi ropa sobre la arena y sus
pasos son rápidos mientras se acerca para intentar taparme.
—Aquí no hay nadie más que nosotros —digo agarrándola por las caderas y
haciéndola girar. Bajo la cabeza hasta su cuello y aprieto los labios contra su
piel mientras empiezo a bajarle los tirantes del vestido— Nadie puede vernos
ahora, Isla. Ven a nadar desnuda conmigo.
Isla gira para mirarme, sus ojos buscan los míos. La luz de la luna se
proyecta sobre su rostro, revelando sus mejillas rosadas. Está jodidamente
deliciosa con el cabello revuelto y los tirantes del vestido a medio camino de los
brazos.
—¿Y si nos ve alguien? —susurra, con la inocencia evidente en su mirada.
Mi corazón se hincha al saber que es su primera vez y que lo hace conmigo.
—Al diablo con ellos —respondo, enganchando los dedos bajo el escote de
su vestido mientras empiezo a bajárselo. Su pecho sube y baja con cada
respiración superficial mientras deja que la despoje de su ropa. No tardamos
mucho en estar desnudos juntos, sumergidos hasta los tobillos en el agua tibia
del Caribe.
Isla da un paso hacia mí y rodea mi nuca con los brazos. Una sonrisa se
dibuja en la comisura de sus labios e iguala mi energía, sin importarle un carajo
nadie más que nosotros dos en este momento. La agarro por la cintura y la
atraigo hacia mí mientras mi rostro se hunde en el suyo.
Nuestras bocas chocan y sus labios se separan al instante, dándome acceso
a su interior. Mi lengua se desliza por la suya, enredándose mientras
profundizamos el beso. Hay un cambio, la tensión pesa entre nosotros. No hay
nada dulce en la forma en que nuestras bocas se funden. Por el contrario, está
alimentada puramente por la necesidad y el deseo. Es casi salvaje cuando desliza
las manos por mi nuca, agarrando los mechones de cabello.
175 Suelto su cintura y deslizo las manos a lo largo de su torso, deteniéndome
al llegar al punto en que sus nalgas se unen a sus muslos. Agarro su trasero y
la levanto en mis brazos. Suelta un aullido, pero me trago el sonido mientras
mantengo mis labios pegados a los suyos. Mi pene está duro como una roca y
palpita contra ella, sintiendo su húmedo coño apretado contra mi vientre
mientras rodea mi cintura con sus piernas.
Me doy la vuelta y la estrecho entre mis brazos. Nuestras lenguas siguen
bailando juntas mientras nos sumerjo más en el agua. Mi piel está tibia y las
olas acarician suavemente nuestros cuerpos. Sigo caminando hasta que el agua
llega a mi cintura. Sin dejar de sostenerla, deslizo las manos hasta sus caderas
y me separo.
Isla se queda sin aliento y sus ojos se clavan en los míos.
—¿Por qué has parado?
—Recuéstate para mí, nena —murmuro, apartándola ligeramente mientras
la bajo, presionando mi pene contra su coño— Quiero follarte bajo la luz de la
luna.
—¿En el océano? —respira, moviendo las caderas cuando la punta de mi
pene penetra su centro. Está húmeda y resbaladiza, más tensa que nunca,
mientras la penetro lentamente.
—En el océano —gimo, levantándola y bajándola mientras acaricio mi pene
con su coño— Recuéstate, nena. No te soltaré.
Isla suelta lentamente sus manos de mi cabello, deslizándolas por mis
brazos mientras se sumerge en el agua. Su cabello forma un abanico en el
océano, como un halo alrededor de su cabeza, mientras permanece acostada
boca arriba. Flota sobre el agua, rodea mi cintura con las piernas y yo la sujeto
por las caderas. El agua ondula en sus pechos y me hipnotiza verla así.
Sujetándola, muevo las caderas, metiendo y sacando mi pene. Lento y dulce
es mi método de tortura. Isla empuja los brazos a través del agua, dejándolos
flotar a su lado mientras empiezo a follarla con más fuerza. Esta es una imagen
que grabaré a fuego en mi memoria. Una que conservaré hasta el día en que
abandone este mundo.
Manteniendo una mano en su cadera, deslizo la otra hacia su centro,
presionando mis dedos entre nuestros cuerpos mientras seguimos
encontrándonos en el centro. Mi pulgar roza su clítoris y sus caderas se agitan
ligeramente. Muevo el dedo alrededor del pequeño manojo de nervios,
presionando con movimientos circulares.
176 Las piernas de Isla se aprietan en torno a mi cintura mientras muevo las
caderas y la follo con más fuerza con cada embestida. Ella está sin aliento, los
gemidos se escapan de sus labios mientras la penetro. Su coño empieza a
estrecharse alrededor de mi pene mientras sigo jugando con su clítoris, y sé que
está cerca. Solo por eso estoy a punto de venirme.
Un calor se extiende por mi estómago antes de consumir todo mi cuerpo
mientras mis bolas se contraen, acercándome a mi orgasmo. Isla grita mientras
se deshace, rompiéndose en mil pedazos alrededor de mi pene. Es todo lo que
necesita para hacerme caer en el abismo con ella. Empujando con más fuerza
dentro de ella, me pierdo en lo más profundo de su coño, llenándola hasta el
borde.
Nos quedamos sin aliento mientras Isla sigue flotando de espaldas en el
agua. Salgo lentamente de ella y ella suelta las piernas de mi cintura mientras
giro su cuerpo en el agua. Doblo las rodillas y me sumerjo bajo el agua,
deslizando las manos por detrás de sus rodillas y sus hombros.
Isla rodea mi cuello con los brazos mientras la elevo en el aire, con nuestros
cuerpos húmedos y salados. Gira la cabeza para mirarme y sus ojos se
encuentran con los míos bajo la luz de la luna.
—Nunca dejas de sorprenderme, Logan. Te amo.
Una sonrisa se dibuja en la comisura de mis labios mientras miro fijamente
a mi hermosa esposa.
—Te amo.
Al salir del agua, llevo a Isla de vuelta a la playa para recoger nuestra ropa.
Ambos estamos empapados, pero ninguno de los dos se preocupa mientras
caminamos de vuelta a la parte principal del complejo. Caminamos juntos,
tomados de la mano.
En este momento y en todos los que vendrán.
Isla Knight siempre será todo mi maldito mundo.

177
Próximo libro
Poppy

August Whitley era solo una aventura,


alguien divertido con quien pasar el
tiempo sin ataduras.
Rompimos antes de que nuestros
sentimientos crecieran, pero ya era
demasiado tarde.
178 Después de dejar la ciudad, me juré a mí
misma que nunca miraría atrás.
Y cuando recibo noticias sorprendentes,
me comprometo por completo a hacerlo
sola.
Hasta que una noche él vuelve a entrar en
mi vida...

August

Poppy Williams. Ella era un enigma y un misterio que yo quería desentrañar.


Ninguno de los dos estábamos preparados para un compromiso y, después de
un malentendido, se marchó de la ciudad sin decir una sola palabra.
Intenté encontrarla, pero fue como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.
Estaba jugando con mi cabeza y convirtiéndose en una amenaza para mi carrera
de hockey.
Hasta que una noche, en una cita con otra chica… encuentro a Poppy trabajando
en el restaurante y está embarazada.
De mi hijo.
Permití que me dejara una vez antes, pero esta vez no dejaré que se escape.

Deflected Hearts (Wyncote Wolves #2)

179
Sobre la autora

180
Cali Melle es una autora de novela romántica contemporánea a la que le
encanta escribir historias que te llegarán al corazón. Siempre puedes esperar
que sus historias estén llenas de rompecorazones y un final feliz, junto con
algunas escenas tórridas y algo de acción deportiva. En su tiempo libre, a Cali
se la puede encontrar con la nariz metida en un libro o congelándose en la pista
de hielo mientras observa a sus hijos practicar al hockey y patinaje artístico.
181

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