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Conductas de riesgo (ensayo)

La OMS define adolescencia como el período de vida comprendido entre los 10 y 19 años, durante
esta etapa el adolescente se transforma en un individuo maduro en sus dimensiones física, sexual,
psicológica y social y establece su propia identidad.1

La adolescencia puede ser un momento de grandes oportunidades para niños y niñas, sin
embargo exige el compromiso de la familia para superar los peligros y vulnerabilidades propios de
esta etapa, estimular el saludable crecimiento y desarrollo con el fin de que el adolescente logre
con éxito las tareas propias de esta etapa.

Las conductas de riesgo en adolescentes son determinantes en la salud, siendo las principales
responsables de la morbimortalidad en esta etapa, entre las cuales se mencionan el consumo de
drogas, embarazo precoz, mala alimentación, infecciones de transmisión sexual, depresión y
suicidio entre otras. Estas implican un deterioro considerable en la salud del adolescente
afectando su calidad de vida, la inserción con igualdad de oportunidades en la sociedad y gran
parte de las enfermedades crónicas no transmisibles del adulto.

La familia juega un rol primordial en la prevención de conductas de riesgo, siendo el primer


agente protector y facilitador del desarrollo sano en el adolescente, en cuyo interior se educa y
su grado de funcionalidad permitirá que éste se convierta en una persona autónoma, capaz de
enfrentarse e integrarse a la vida. En la familia los padres y adultos significativos son
fundamentales por la influencia que ejercen en el desarrollo de hábitos de vida, formas de
expresar afectos, relacionarse con los demás, de resolver conflictos y de desarrollar conductas de
autocuidado.

Los estilos de crianza parental pueden tener un efecto positivo o negativo en la incidencia de
conductas de riesgo adolescente, comprobándose que a mayor apoyo parental y control
conductual hay menor consumo de drogas, autoagresión, violencia y depresión entre otras.

Estudios longitudinales demuestran que el adolescente presenta menos conductas de riesgo


cuando sus padres o tutores son capacitados entregándoles apoyo, conocimiento y desarrollo de
habilidades básicas en la crianza, tales como disciplina consistente y apoyo afectivo, donde ambos
elementos contribuyen a la adaptación conductual y al desarrollo psicológico positivo del
adolescente. Los modelos de comprensión parten de diferentes tipos de enfoque: la noción de
búsqueda de sensaciones, el concepto de ordalía, ciertos factores de personalidad, como la
personalidad antisocial. Los enfoques psicodinámicos permiten subrayar el papel de la búsqueda
de una autodestrucción, a veces casi el equivalente de una conducta suicida o de afectos
depresivos para los cuales la conducta de riesgo puede constituir un modo de defensa.

Por último, es necesario situar estas conductas de riesgo y su desarrollo actual en los adolescentes
en un paisaje

sociocultural en que coexisten una amplia difusión de las actitudes preventivas y de los principios
de precaución y
una incitación a la autosuperación y a la hazaña, que a veces toman el valor de un rito del paso de
la adolescencia a la edad adulta.

Algunas conduscatas de riesgo más comunes son:

1.-Embarazos no deseados

Las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son la principal causa de mortalidad
entre adolescentes

de 15 a 19 años en todo el mundo: suceden en aproximadamente el 11% de todos los


nacimientos, sobre todo en países de Latinoamérica.

A fin de prevenir esta situación de riesgo en la adolescencia se estableció el objetivo de disminuir


el número de

jóvenes que queden embarazadas a una edad demasiado temprana, como parte de la Estrategia
Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente.

Dicha estrategia implica llevar a cabo campañas de información, prevención y


concientización entre los adolescentes, para que conozcan sus cuerpos y sepan cómo
cuidarlos.

2.-Relaciones sexuales sin protección

A nivel mundial, más de 2.8 millones de adolescentes viven con virus de


inmunodeficiencia humana (VIH), según datos del Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia (UNICEF).

Por ende, los adolescentes y jóvenes tienen que cuidarse si deciden tener relaciones sexuales, y
para ello existen

múltiples métodos para prevenir enfermedades de transmisión sexual, entre los cuales sin
duda el más confiable y recomendado es el condón.

Para este y otros temas los adolescentes requieren asesoramiento tanto de parte de sus
familiares como de su escuela, quienes si no tienen información confiable pueden referirlos con
especialistas.

3.-Nulo cuidado de la salud mental

A nivel mundial la depresión es la tercera causa principal de morbilidad y discapacidad


entre los adolescentes, mientras que el suicidio es la tercera causa de defunción entre
adolescentes mayores.

Propiciar el desarrollo de aptitudes para la vida y ofrecerle a los adolescentes apoyo


psicosocial durante la preparatoria son medidas que pueden ayudar a promover su salud
mental. También desempeñan una función importante los programas que fortalecen los lazos
entre los adolescentes y sus familiares. 4.-Violencia

La violencia es una causa importante de mortalidad entre adolescentes, especialmente de sexo


masculino:
representan un 43% de todas las defunciones de varones adolescentes. Asimismo, a nivel
mundial, 1 de cada 10 chicas menores de 20 años indica haber sufrido violencia sexual, de
acuerdo con la OMS.

Por lo tanto, las familias tienen que procurar relaciones de atención y cariño con los hijos en
esta etapa de la vida, además de:

-Propiciar el desarrollo de aptitudes para la vida.

-Reducir el acceso al alcohol.

-Evitar tener armas de fuego en casa, a fin de prevenir lesiones y defunciones como consecuencia
de la violencia.

-Ofrecer atención eficaz y empática a quienes padezcan de este tipos de actos de violencia.

5.-Consumo de alcohol y drogas

El consumo nocivo de alcohol entre los adolescentes preocupa cada vez más a muchos países,
ya que reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo.

Fijar una edad mínima para comprar y consumir alcohol, así como regular la edad para que en
casa pueda tomar bebidas alcohólicas, son algunas de las estrategias para reducir el consumo
nocivo de esta sustancia.

Por su parte, los jóvenes deben entender que este tipo de sustancias les hace perder el
control de sí mismos, lo que puede afectarlos tanto a ellos como a otras personas.

El alcohol y las drogas son algo ni hacen que una persona pertenezca a un grupo que pueda
traerle más beneficios que perjuicios.

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