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LA DISCIPLINA POSITIVA

Es una metodología práctica, basada en una visión o manera de mirar a la


infancia desde la horizontalidad, una visión fuera del conductismo.

La pedagogía que predominaba hasta hace unos años, era la del


condicionamiento, basado en la verticalidad, donde el adulto se sitúa en una
posición superior a la de la infancia, y el cambio de paradigma con la disciplina
positiva es que realmente la infancia tiene todas las potencialidades y habilidades
necesarias para aprender los códigos sociales.

En el día a día a veces es difícil mantener esa disciplina positiva en la


educación, pero es necesario tener una confianza al 100% en las capacidades
como persona y de aprender todo lo posible, el ser humano viene con la
capacidad de aprendizaje ilimitada, y no puedes aplicar las herramientas es te
metodología si no te liberas de tus expectativas porque hemos crecido en torno a
un montón de creencias equivocadas sobre la disciplina tales como no terminar
algún proyecto ya sea físico o sobre el aprendizaje de algún tipo de oficio o
profesión, y entonces nos criamos con la expectativa de afirmar, poniendo de
ejemplo la típica frase, “si hago esto, y no pasa esto, es que algo estoy haciendo
mal, entonces, señala que si no nos liberamos de las expectativas y no confiamos
en nosotros mismos nos costara aplicar la disciplina positiva.

Es de considerar que la disciplina positiva es una mirada hacia el


futuro para así establecer una nueva base estable para las nuevas generaciones,
esto en fin de lograr tener una relación con nuestra formación en el crecimiento
para así actuar ordenadamente y perseverante para conseguir un bien para
nosotros mismos.

También la disciplina exige un orden y unos lineamientos para poder lograr


más rápidamente los objetivos deseados. Soportando las molestias que esto
ocasiona. La principal necesidad para adquirir este valor es la autoexigencia; es
decir, la capacidad de pedirse así mismos un esfuerzo extra para ir haciendo las
cosas de la mejor manera.
El que sabe exigir así mismo se hace comprensivo con los demás y
aprender a trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es
indispensable para que se opte con persistencia por el mejor de los caminos; es
decir, por el que va a dictar una conciencia bien formada que sabe reconocer los
deberes propios y se pone en marcha para actuar.

“Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe”

Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras


virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza
ante las adversidades que se presentan día a día.

Siempre se debe de estar consiente del objetivo que se quiere lograr y


proponerse alcanzarlo; eso, es eficacia. Ser eficaz es la capacidad de producir los
resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que se producen cosas,
sino también se deben dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y
como ciudadanos.

Todo esto se ve reflejado cuando se entrega una tarea a un trabajo o


cuando alguien espera algo más.

La disciplina es el valor de la armonía porque todo guarda en su lugar y su


proporción. Nosotros lo seres humanos debemos tender a nuestra propia armonía
de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin.

Sobre todo, hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en


nuestras pertenencias, es interesante saber que en la actualidad el significado
más usual de disciplina es de conjunto de reglas para mantener el orden y la
subordinación entre los miembros de un cuerpo.
CONCLUSIÓN

Para que haya disciplina se tiene que perseverar, la disciplina parte del
comportamiento de uno mismo, para así formarse de la mejor manera posible,
también cabe destacar que al seguir las normas son parte importante de la
disciplina, la disciplina es un valor muy importante que debemos poner en práctica
para nuestro mejor vivir y para así sentirnos satisfecho de que estamos haciendo
lo correcto

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