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Universidad Juárez Autónoma De Tabasco.

División Académica De Ciencias Agropecuarias.

Enfermedades parasitarias.
Actividad: Revisión y ensayo sobre resistencia a los
antiparasitarios.

Nombre del docente: Pablo Medina Pérez.


Nombre del alumno: Maricarmen Bouchot
Martínez.
Fecha de entrega 11/01/2021
Introducción.
La parasitosis gastrointestinal es una de las enfermedades más prevalentes en las explotaciones
pecuarias y es causante de grandes pérdidas económicas. Bajo un intento de extinguir las poblaciones
parasitarias, se viene utilizando ampliamente drogas antiparasitarias. Sin embargo, el uso
indiscriminado de estos fármacos junto con diversos factores relacionados al parásito, hospedero,
medioambiente y al fármaco en sí provoca que los parásitos desarrollen resistencia. La cual es en un
problema sanitario de extrema importancia. Así, los sistemas de producción animal, han intervenido
en la relación parásito – hospedero y han roto el equilibrio ecológico entre ambos.

Los Parásitos gastrointestinales adultos instalados en su lugar de infestación absorben sangre de sus
hospederos, produciendo en algunas ocasiones desde catarro gastrointestinal (moco en la materia
fecal) hasta gastroenteritis hemorrágica (sangre en la materia fecal). Esta absorción de sangre puede
llevar a una anemia, desde leve hasta grave, dependiendo de la cantidad de parásitos. Además, le
“roban” proteínas, glúcidos, minerales y vitaminas de la alimentación de los terneros; hay una mala
absorción de sustancias nutritivas y producen toxinas que se filtran produciendo irritabilidad
gastrointestinal. Se produce un desbalance de la flora intestinal que conlleva a diarreas, desde leves a
copiosas, disminuye el consumo de alimentos, y todo esto en forma conjunta, incide en la disminución
de la producción.

Se denomina resistencia de los parásitos a los antiparasitarios, a la ineficacia de una droga, que se
determina mediante un ensayo de sensibilidad adecuada y detecta un número importante de
individuos de una especie parásitos, que pueden tolerar dosis que mataría a la mayoría de los
individuos de la misma especie de parásitos.
Importancia del uso de antiparasitarios.
Los medicamentos antiparasitarios son los que se usan para tratar las parasitosis. Las parasitosis son
enfermedades infecciosas producidas por unos seres vivos, los parásitos. Se pueden encontrar en el
aparato digestivo humano. Hay dos grupos diferentes: los protozoos y los helmintos.

El parásito puede llegar al organismo por varias vías: por el agua, las manos sucias, los alimentos
contaminados con restos de heces, algunos alimentos crudos o poco cocinados (carne, pescado,
crustáceos) y ciertos animales. Cada parásito tiene un ciclo vital propio. En él intervienen parásitos
adultos que ponen huevos, de los que nacen nuevos individuos.

Los síntomas cambian según el parásito de que se trata. Los más comunes son: prurito (picor) anal,
dolor y distensión abdominal, vómitos, diarrea y fiebre. Otros menos frecuentes son pérdida de peso,
malestar, tos, alteraciones del sueño e irritabilidad. El examen directo de las heces es el método de
diagnóstico más habitual.

Definición de resistencia a los antiparasitarios.


La disminución o falta de eficacia de una droga antiparasitaria frente a poblaciones de parásitos que
antes eran susceptibles a esa droga. La resistencia tiene base genética y es una adaptación progresiva
de los parásitos a una presión de selección como puede ser la frecuente aplicación de tratamientos.
Definición y reportes mundiales y nacionales de resistencia a los antiparasitarios
(protozodicidas, antihelmínticos, ixodicidas e insecticidas.

Resistencia antihelmíntica en ovinos: una revisión de informes del sureste de México y


alternativas disponibles para el control de nematodos gastrointestinales
Una de las principales limitaciones en la producción de los rumiantes son las enfermedades
parasitarias, ya que pueden causar alta mortalidad. Recientemente, en el sureste de México, los
productores, los técnicos y los veterinarios se han percatado de que los fármacos antihelmínticos han
perdido su eficacia y ello ha provocado un fenómeno conocido como resistencia antihelmíntica, en el
que los parásitos adquieren la capacidad de tolerar los tratamientos que normalmente les deberían
causar la muerte. Como respuesta a este fenómeno se han diseñado estrategias de control alternativo
de parásitos, con el objetivo de disminuir el uso de fármacos y conservar la eficacia de dichos
compuestos. El presente trabajo constituye una revisión del estado actual de la resistencia
antihelmíntica en el sureste de México, así como de las estrategias de control alternativo de parásitos
utilizadas en los ovinos.

Palabras clave: Control alternativo, parásitos, rumiantes.

El ganado ovino que se explota en pastoreo mantiene una relación directa con el medioambiente, lo
que provoca que aparezcan enfermedades parasitarias causadas por nematodos gastrointestinales
(NGI). Estas enfermedades constituyen la principal causa de pérdidas económicas en América Latina
y otras regiones pecuarias del trópico y subtropical del mundo.

Actualmente, los fármacos antihelmínticos son el principal método de control de los parásitos de los
rumiantes, y en el mercado existen varias familias de antiparasitarios con diferentes mecanismos de
acción (Coles et al., 2006). Dicha estrategia de control ha sido efectiva durante varios años; sin
embargo, a nivel mundial ha sido notoria la disminución de la eficacia de estos tratamientos, debido
a la frecuencia de administración, la sudorificación, la elección errónea del fármaco o la rápida
reinfección, lo cual ha generado un fenómeno conocido como resistencia antihelmíntica (RA).

Debido a la RA se han adoptado estrategias de control alternativo de NGI, muchas de las cuales han
sido evaluadas y han disminuido el uso y la dependencia de fármacos, lo que ha permitido retrasar o
evitar la resistencia. El presente trabajo tuvo como objetivo revisar el estado actual de la resistencia
antihelmíntica en explotaciones ovinas del sureste de México, así como de las principales estrategias
utilizadas para el control alternativo.

Las enfermedades parasitarias y su impacto en la ovina cultura.


Dentro de los rumiantes domésticos, los ovinos son la especie más susceptible a las enfermedades
parasitarias. Los NGI son los parásitos más frecuentes con géneros altamente patógenos, debido a sus
hábitos de hematofagia e histiofagia, así como a los mecanismos de sobrevivencia que tienen para
evadir la respuesta de defensa de sus hospederos. El grado de las alteraciones patofisiológicas que
ocasionan los NGI depende de la infección, la inmunidad, la edad, los géneros involucrados y el
medioambiente; los cuales conllevan trastornos en el consumo de alimentos, así como una deficiente
digestión, absorción y secreción de metabolitos.
Debido a esto, la nematodiasis de los ovinos es una de las causas más frecuentes de la ineficiencia
biológica y económica de los sistemas de producción. El impacto de la nematodiasis se evidencia en
las elevadas pérdidas económicas, debido a la reducción de la ganancia de peso (hasta un 50 %), las
muertes (20-50 %), así como a los gastos por la intervención del médico veterinario y los tratamientos
utilizados para su control.

Control convencional.
Desde la aparición en el mercado de los desparasitantes de amplio espectro hace más de 40 años,
muchos productores y veterinarios han aprendido que la manera correcta de controlar los NGI en los
rebaños ovinos es la desparasitación regular de todos los animales. La dependencia total a un solo
método de control ha demostrado ser poco sustentable y eficiente a largo plazo. A pesar de la
búsqueda de diversas estrategias de control de los nematodos causantes de enfermedades parasitarias
por parte de los científicos y los productores, desde hace muchos años, la desparasitación con
fármacos se ha propuesto como el único método de control parasitario efectivo.

Los antihelmínticos disponibles en la actualidad se agrupan de acuerdo con su naturaleza química y


sus efectos sobre los parásitos. En este sentido, los benzimidazoles, los imidazotiazoles y las lactonas
macro cíclicas son los más utilizados para el tratamiento de la nematodiasis, ya que son considerados
antiparasitarios de amplio espectro. La mayoría de estos compuestos son altamente efectivos; pero se
deben usar y elegir adecuadamente sobre la base de criterios técnicos, con el fin de obtener respuestas
clínicas favorables. Algunos factores, tales como la naturaleza química del compuesto, las
propiedades farmacocinéticas, las características de los animales, las características biológicas de los
parásitos y el uso inadecuado, limitan y disminuyen el efecto de los fármacos; además de originar
poblaciones de parásitos resistentes a estos principios activos.

Resistencia antihelmíntica
La RA es un fenómeno cosmopolita que disminuye gradualmente el efecto antihelmíntico sobre los
parásitos de todas las especies, incluyendo al hombre. Además, es una capacidad heredable de los
parásitos para sobrevivir a tratamientos que, a dosis terapéuticas, normalmente causan la inhibición
del crecimiento o la muerte de los individuos de una población normal o susceptible. El primer caso
de NGI resistentes a los antihelmínticos fue reportado en 1977, en Estados Unidos. Por otra parte, en
México, reportaron el primer caso de RA, en el cual identificaron una cepa de NGI resistente al
albendazol. Asimismo, los parásitos resistentes son una realidad en muchos rebaños del sureste de
México, América Latina y el mundo. Actualmente se encuentra en expansión un fenómeno de
multirresistencia, que consiste en que todas las familias de antiparasitarios disponibles en el mercado
han perdido la eficacia ante varios géneros de NGI.

Si la RA sigue aumentando, en pocos años la viabilidad de los sistemas de producción de ovinos se


puede ver comprometida. Debido a esta preocupación, se ha considerado conveniente disminuir la
dependencia a los fármacos y mantener una proporción de la población parasitaria sin exposición a
los tratamientos, a través de la implementación de estrategias de control alternativo y la
desparasitación selectiva.
Alternativas de control de nematodos gastrointestinales en ovinos.

Existen diversas alternativas para el control de NGI, con distintos grados de avance y de eficacia; de
forma general, estas se han centrado en la disminución del uso de fármacos antihelmínticos, así como
en las consecuencias del retraso en la aparición o el aumento de la resistencia antihelmíntica. Las
principales alternativas de control de nematodos en ovinos son las siguientes: manejo del pastoreo,
inmunización con larvas y vacunas, control biológico, herbolaria, agujas de cobre, y desparasitación
selectiva.

Manejo del pastoreo.


En las praderas ocurre la fase externa o exógena del ciclo biológico de los NGI hasta producir la larva
infectante, la que es ingerida junto con la pastura cuando los animales se alimentan. La rotación de
potreros proporciona el descanso de la pradera después de ser pastoreada, con lo cual se recupera y
crece para poder ser sometida nuevamente al pastoreo. Además del descanso de la pradera, la
exposición ambiental prolongada y la desecación producida por la radiación solar disminuyen la
viabilidad y el número de L3 que el animal consumiría normalmente junto con el forraje. Al comparar
un sistema de pastoreo continuo con uno rotacional (4 días de ocupación y 28 de descanso),
encontraron que los animales en pastoreo continuo tuvieron una menor eliminación de huevos de NGI
por gramo de heces y que no hubo diferencia en la ganancia de peso. Sin embargo, los animales en
pastoreo rotacional mostraron un mejor hematocrito, una mayor condición corporal y una mejor
coloración de la mucosa palpebral.

Inmunización con larvas y vacunas.


La inmunización se ha utilizado como método de control alternativo de los NGI. En este sentido,
Rodríguez et al. Inocularon 3 700 larvas L3 de H. contortus a corderos, lo que redujo el número de
huevos por gramo de heces (HPG); sin embargo, esta inmunización no mejoró la ganancia de peso en
ovinos en pastoreo. En cuanto a las vacunas, los avances más importantes han sido el descubrimiento
y la caracterización de los antígenos que confieren inmunidad. El antígeno H-11 se ha utilizado para
la producción de vacunas contra H. contortus, y ya es posible desarrollar esta vacuna de forma
comercial. Sin embargo, la producción de antígenos para la vacunación de los ovinos es una estrategia
relativamente nueva y no existen suficientes estudios que demuestren su efectividad, por lo que se
requiere realizar investigaciones sobre este tema. Asimismo, aun se deben descubrir las vacunas
contra los demás géneros de nematodos parásitos de los ovinos.

Control biológico.
En la naturaleza existe gran diversidad de organismos antagónicos a los parásitos que han llegado a
tener un impacto beneficioso como controladores biológicos en el caso de los ovinos. Aguilar señala
que dentro de los principales enemigos naturales de los NGI se encuentran las bacterias, los ácaros y
los hongos. Este autor evaluó la capacidad de adhesión de las esporas de la bacteria Pausteria sp. Para
disminuir las poblaciones de H. contortus, y obtuvo porcentajes de adhesión de 0-40 % en diferentes
estadios biológicos. También estudió la habilidad depredadora del ácaro Lasioseius penicilliger sobre
larvas infectantes de H. contortus, y estas se redujeron en un 79,5 %.

En un estudio in vitro en el que se evaluó la capacidad depredadora del hongo nematófago


Duddingtonia flagrans sobre Ostertagia circumcinta, H. contortus y Trichostrongylus colubriformis,
la captura de larvas osciló entre 40 y 93 %. Asimismo, Ojeda et al. Observaron que la capacidad
depredadora de D. flagrans sobre las larvas de nematodos gastrointestinales se evidenció en un 37-92
% de reducción de estas. Sin duda, los resultados de estos estudios son alentadores y demuestran que
dicha alternativa de control de NGI de los ovinos tiene un gran potencial.

Herbolaria.
En el control de parásitos se han utilizado diversas plantas que contienen sustancias bioquímicas con
efecto antihelmíntico. Los principales compuestos de estas plantas son los terpenos, los alcaloides,
las saponinas, las antraquinonas y los taninos; estos han sido usados por las comunidades indígenas
de América Latina en la herbolaria tradicional, como una práctica milenaria, y actualmente se evalúan
en diversos estudios a nivel mundial. En este sentido, Hernández y López estudiaron el efecto
antihelmíntico de los extractos de las siguientes plantas medicinales: (Artemisia ludoviciana), epazote
(Dysphania ambrosioides), semilla de calabaza (Cucurbita sp.), semilla de papaya (Carica papaya) y
ajo (Allium sativum), y encontraron una acción antiparasitaria variable y con una eficacia de
moderada a baja. De igual forma, evaluó el efecto de plantas ricas en taninos (Lysiloma latisiliquum,
Onobrychis viciifolia y Chinopsis sp.), y sus resultados sugieren que los compuestos del follaje de
dichas plantas pueden intervenir en funciones vitales de los NGI como la movilidad, la nutrición y,
posiblemente, la reproducción; pero en ambos casos el efecto antihelmíntico es reducido si se
compara con el de los productos antihelmínticos comerciales.

Agujas de cobre.
El óxido de cobre, cuando es administrado en capsulas por vía oral, pasa a través del rumen y se aloja
en los pliegues del abomaso, donde libera iones de cobre que ejercen un efecto antihelmíntico.
Aguilar et al. Encontraron que las agujas de óxido de cobre reducen las cargas de H. contortus entre
un 75 y 90 %; pero no mejoran la ganancia de peso de los animales. Asimismo, Galindo et al.
Comprobaron el efecto positivo de la aplicación de agujas de óxido de cobre en el control de NGI en
ovinos, ya que hallaron una reducción de hasta un 73 % en los parásitos adultos al realizar la
inspección del abomaso ostsacrificio. A pesar del positivo efecto antihelmíntico del óxido de cobre,
se ha demostrado que la acumulación de cobre en el hígado de los animales tratados constituye un
riesgo, por lo que el uso de este método alternativo ha sido limitado.

Desparasitación selectiva
En un rebaño de ovinos la mayoría de los animales tienen pocos parásitos, mientras que solo una
pequeña cantidad de ellos poseen altas cargas parasitarias. Este pequeño número de animales son los
que generalmente presentan signos clínicos de parasitosis, y son los únicos que deberían ser
desparasitados. Al tener conocimiento de estos fenómenos, establecieron estrategias de
desparasitación selectiva en las cuales los tratamientos antiparasitarios se destinan exclusivamente a
los animales que realmente los requieren. Dichas estrategias permiten el aumento de las poblaciones
de parásitos susceptibles a los antihelmínticos, así como la disminución de los costos por tratamiento
y una mayor eficiencia y sustentabilidad en la estrategia de control.

La implementación conjunta de más de una estrategia de desparasitación selectiva (EDS) se ha


propuesto con el objetivo de mejorar el criterio de desparasitación y obtener una estrategia integral.
Torres et al. (2011) propusieron la utilización conjunta de la técnica FAMACHA© y la condición
corporal; un valor de FAMACHA© de 4 o 5 y una condición corporal menor que 2 sirven como
criterio para decidir a qué animales se les debe tomar una muestra de heces. Estas muestras se analizan
en el laboratorio y, a partir de la determinación del número de huevos por gramo de heces (HPG), se
confirma o se descarta la desparasitación. Los animales con un HPG mayor que 750 se desparasitarán,
lo cual reduce el número de animales a tratar.

La utilización de dicha estrategia en el trópico de México se fundamenta en que los animales en


producción en sistemas de pastoreo presentan anemia y baja condición corporal. Esto no solo se debe
al parasitismo, sino también a la insuficiente cantidad y calidad de la dieta, además de la constante
actividad reproductiva. Por tanto, si se decide desparasitar solo por FAMACHA© o por condición
corporal, habría que hacer muchas desparasitaciones durante todo el año, lo cual significaría la
aplicación de tratamientos consecutivos innecesarios. En rebaños ovinos de Yucatán esta estrategia
de desparasitación selectiva ha permitido disminuir el uso de los fármacos (Torres et al., 2009).

Conclusiones
La resistencia antihelmíntica es una realidad irreversible en muchos rebaños de ovinos del sureste de
México, e incluso en algunos de estos rebaños se ha diagnosticado multirresistencia. Debido a la
naturaleza de este fenómeno se han reducido las posibilidades de éxito en el uso de fármacos para
controlar las enfermedades parasitarias de los rumiantes. Teniendo en cuenta esta problemática es
importante considerar que existen estrategias alternativas disponibles para el control de parásitos, con
las cuales se puede disminuir la dependencia a los fármacos. La implementación de dichas estrategias
y el uso conjunto de más de una de ellas han demostrado ser efectivos y permiten utilizar con más
eficiencia los tratamientos antiparasitarios, no depender del uso de antihelmínticos, evitar el contacto
parásito-hospedero, aumentar las poblaciones de parásitos susceptibles y retrasar o evitar la presencia
del fenómeno de resistencia antihelmíntica.

Técnicas de diagnóstico de resistencia a los fármacos antiparasitarios.


El primer análisis que se debe hacer en las resistencias a antiparasitarios es saber si se trata realmente
de resistencias o no lo son. Es evidente que existen las resistencias a los antiparasitarios y ocurre que
un producto que en teoría es eficaz no logra acabar con el número suficiente de parásitos. Las causas
son múltiples, pero las más influyentes son el exceso de presión terapéutica y la su dosificación.
También está el problema del fallo terapéutico, que se da cuando no se aplica bien. A veces ocurre
que los fármacos tienen unas condiciones concretas y dirigidas a unas especies, pero si no se utilizan
bien, se puede pensar que es una resistencia, cuando no lo es.

Manejo de resistencias a los antihelmínticos.

En la actualidad, se recomienda tomar una combinación de varias medidas: utilizar el fármaco


adecuado y en el momento adecuado. Requiere que se haga un análisis de eficacia, diseñar un plan
de control propio en cada finca y hacer un diagnóstico previo. Se deben aplicar las dosis adecuadas,
para evitar que se fortalezcan los problemas de resistencias. Aplicar cuarentenas para evitar entradas
de cepas resistentes. Así, se recomienda combinar nuevas moléculas junto con principios activos ya
conocidos, aplicar un mínimo de cuarentena de tres o cuatro días. Si se utilizan dos fármacos distintos,
pero tienen el mismo principio activo, se está doblando la dosis, lo que puede aumentar el problema
de resistencia. Combinaciones de fármacos. La combinación de fármacos es mejor que las rotaciones,
porque si se unen dos fármacos se mejora el índice de eficacia, ya que se retrasa la aparición de
resistencias. Rotaciones. Para que sea eficaz, la rotación tiene que ser rápida. Si la generación de un
parásito tiene seis semanas, se debe cambiar antes de seis semanas. Otra cuestión es que los pastos
no permitan tanta rotación. No tratar si no hace falta a los adultos o durante los periodos de sequía,
por lo que se selecciona más para la resistencia, ya que los adultos ya tienen adquirida una
inmunología. Si se desparasita en sequía, se matan muchos parásitos, pero los que quedan serán muy
resistentes y darán problemas en las siguientes generaciones de parásitos, que serán resistentes.
Utilizar opciones no farmacológicas: mejora de la nutrición, paja de calidad, manejo de los pastos,
selección genética... Aunque sea difícil realizar esa selección, los ganaderos saben los animales que
dan más problemas y pueden realizar una selección sobre esa base. Vacunas. Están en el mercado con
ciertas condiciones. Tienen sus pequeños inconvenientes, pero también sus ventajas. Así, la vacuna
Barberax comercializada en Australia es válida para corderos y adultos, es diferente de las normales
y cada dosis protege normalmente durante seis semanas. Tiene un coste de 60 centavos por dosis y
tienen que aplicarse seis dosis de producto, por lo que son 3,60 dólares australianos por cada vacuna.
En España no tiene sentido, pero en Australia hay ganaderos que desparasitan todas las semanas.

Manejo de resistencias a los acaricidas; También se recomienda una combinación de varias


medidas: Usar acaricidas registrados. También deben estar registrados para las especies de garrapatas
que tenemos en España, porque ocurre que se utilizan acaricidas que se fabrican en otros países para
otras especies. Estrategias recomendadas para cada país o para cada región. Las mezclas de acaricidas
deben ser recomendadas técnicamente. Cambiar de acaricida en cuanto se diagnostica la resistencia.
La frecuencia de cambio depende del ciclo de cada especie. Por ejemplo, ‘Boophilus microplus’, que
es una garrapata muy frecuente, cambia de generación cada cuatro meses. Por lo tanto, se tiene que
cambiar de fármaco cada dos meses. Otro ejemplo es ‘Hyalomma lusitanicum’, que tarda por lo
menos un año en cambiar de ciclo.

 Reducir el uso de acaricidas.


 La transferencia de garrapatas resistentes entre fincas, también por fauna silvestre, hace que
la resistencia aparezca antes de que se aplique ningún fármaco.
 Selección de ganado resistente. Hay ciertos bovinos resistentes a algunas garrapatas. Dentro
de los rebaños, da la impresión de que hay animales más propensos que otros a las garrapatas.
 Vacunas. Hay dos vacunas registradas para las garrapatas, con connotaciones diferentes a las
vacunas tradicionales. Estas vacunas no matan, sino que hacen que las hembras tengan menos
éxito reproductivo por lo que ponen menos huevos con larvas más eficaces... A lo largo de
los años, hay una disminución en el número de garrapatas.
 Hongos entomopatógenos ‘Metarhizium’ y ‘Beauveria’. Estos hongos están en la naturaleza,
especializados en degradar cadáveres de artrópodos. Han sido capaces de dar el salto de un
artrópodo muerto a uno vivo y son capaces de colonizar la garrapata, crecen dentro, salen y
son capaces de acabar con la garrapata. Son relativamente fáciles de aislar partiendo de
garrapatas muertas. Algunos hongos son muy poco específicos y pueden afectar a otros
artrópodos. Marcadores genéticos de animales resistentes. Marcadores genéticos de
garrapatas resistentes. La clave es si se puede determinar si las garrapatas resistentes son más
o menos patógenas que las sensibles.
 Búsqueda de nuevos productos.
Impacto y costos de la resistencia a los antiparasitarios.
La infección por parásitos, incluso en ausencia de enfermedad clínica, es una de las razones más
comunes de las pérdidas económicas y de productividad en el negocio ganadero. El nivel de infección
puede llevar a una reducción de la ingesta de alimentos y de la ganancia de peso e impactar sobre la
producción de leche y la fertilidad. Por lo tanto, el tratamiento puede marcar una diferencia
significativa en los niveles de productividad.

En este sentido, los estudios demuestran que se observó que la respuesta del rendimiento lácteo al
tratamiento antihelmíntico en los rebaños lecheros en pastoreo era de alrededor de 1 kg por vaca y
día1. Las diferencias medias en la ganancia de peso entre los terneros tratados en su primera temporada
de pastoreo y los terneros control no tratado, con infecciones subclínicas o clínicas, se estimaron en
un promedio de 150 g por día y 315 g por día2.

Amplias repercusiones económicas

Aunque se acepta que las infecciones por parásitos generan un impacto sobre el ganado vacuno, su
repercusión económica general no siempre se conoce. En este punto, un control efectivo y selectivo
es cada vez más importante para el crecimiento de novillas sanas que necesitan una buena nutrición
y cuidados adicionales para desarrollar su máximo potencial genético. Esto revela la gran importancia
del diagnóstico y el control de las infecciones.

Las ventajas económicas de producir novillas que paren a los 24 meses son significativas e incluyen
la reducción de la eliminación selectiva de vacas y el aumento de la rentabilidad vital mediante
lactaciones adicionales.

Para conseguir que las novillas paran a los 24 meses de media, estas deben alcanzar aproximadamente
el 60% del peso adulto a los 14 meses de edad. Esto requiere una ganancia de peso diaria de al menos
0,7-0,8 kg durante el período entre el destete y la primera cubrición/celo.

Este objetivo de crecimiento debe mantenerse durante la preñez, ya que se requiere un aumento de
peso constante y continuo para que las novillas paran con un 90% de su peso adulto y hagan una
buena transición hacia la lactancia. Sin embargo, es más importante que el ganado en crecimiento
cumpla con los pesos apropiados para la raza, ya que el inicio de la pubertad y la cría está más
estrechamente relacionado con el peso, el tamaño y la condición corporal que con la edad.

En este sentido, las novillas tienen necesidades específicas de nutrientes a medida que crecen y se
preparan para el parto. Añadir altos niveles de infección parasitaria a esta ecuación ralentizará el
tiempo que tardan en alcanzar su peso adulto y en estar listas para concebir. Esto reducirá la vida
productiva del animal, lo que se traduce en posibles pérdidas económicas que pueden ser
preocupantes y costosas.

El impacto del desafío parasitario a medida que las novillas se acercan a la edad reproductiva está
respaldado por estudios que muestran un mayor desarrollo mamario y un inicio más temprano de la
pubertad en novillas estratégicamente desparasitadas si las comparamos con aquellas que no se
trataron3,4.

Cómo sacar lo mejor de su producto antiparasitario


 Haga el mantenimiento de todos los equipamientos y las instalaciones de manejo de ganado.

 Elija el producto más apropiado para los parásitos presentes.

 Administre los productos a la dosis adecuada.

 Almacene y manipule los productos de forma segura y correcta.

 Consulte el prospecto antes de usar un producto.

El control eficaz de los parásitos juega un papel fundamental en la gestión de la salud de las novillas:
protege su fertilidad futura, le ayuda a volver a la cría más rápido y le permite más lactaciones durante
su vida. Por lo tanto, la producción eficiente de novillas se basa en establecer y cumplir objetivos de
productividad.

Antes de considerar a los parásitos en sí mismos, vale la pena tener en cuenta el rendimiento del
ganado durante la temporada de pastoreo anterior y cómo se compara con las previsiones u objetivos.
Las tasas de crecimiento de los terneros en su primera y segunda temporada de pastoreo son
indicadores útiles del control efectivo de parásitos. Las pérdidas en la ganancia de peso vivo debido
al mal control de los parásitos durante la primera temporada de pastoreo de una novilla no se
recuperarán durante el segundo año5. Esto significa que los animales afectados no recuperarán el
terreno perdido, lo que afectará a su capacidad para cumplir con las etapas importantes del
crecimiento y podría dar lugar a una mayor edad en el primer parto.

Se recomienda establecer objetivos de crecimiento para el ganado joven en pastoreo, adaptar a estos
objetivos el manejo y la alimentación, y usar antihelmínticos, integrados con un sistema de manejo
de pastoreo, para garantizar que se cumplan. Además, el ganado debe pesarse de forma regular, ya
que es la única forma de hacer un seguimiento preciso de su rendimiento. Al reducir la carga de
gusanos, el tratamiento antihelmíntico efectivo ha demostrado mejoras significativas en la ganancia
de peso al final de la temporada de pastoreo, junto con la reducción de la contaminación de los
pastos6,7,8. Un diagnóstico antes del tratamiento aumentará la sostenibilidad del control antihelmíntico
y reducirá el riesgo de desarrollar resistencia. Por lo tanto, los productores y los veterinarios deben
trabajar juntos para acordar objetivos y prioridades de forma que puedan alcanzarse las
recomendaciones establecidas.

La investigación ha demostrado que las granjas lecheras pueden mejorar su rendimiento económico
al posponer la fecha del final del pastoreo, lo que va asociado a una mejora en la eficiencia técnica y
producción de leche9. Sin embargo, las medidas de manejo del pastoreo deben evaluarse a nivel
individual para que se adapten a cada granja concreta.

El seguimiento de los niveles de infección por parásitos, para garantizar que solo se trate cuando los
objetivos de productividad se ven afectados, es una parte esencial para evitar el desarrollo de
resistencia en la granja.

Para asegurarse de que el producto antiparasitario que se elija va a funcionar, se puede realizar una
prueba de reducción del recuento de huevos en heces (FECRT) tomando muestras de heces de
animales individuales y enviándolas a un laboratorio de diagnóstico para una prueba de recuento de
huevos en heces (FEC). Después se debe tratar a los animales siguiendo las recomendaciones del
prospecto. Catorce días más tarde, se toman más muestras del mismo grupo de animales y se envían
de nuevo al laboratorio. Cuando se comparan los resultados de las muestras, la segunda muestra debe
tener, aproximadamente, un recuento de huevos un 95% menor que la muestra original. Si se han
seguido estrictamente las instrucciones del producto y no hay una reducción significativa, entonces
es probable que haya resistencia en la granja y se deba prescribir un tratamiento diferente. La eficacia
antihelmíntica debe verificarse regularmente a través del proceso FERCT.

Para reducir la probabilidad de resistencia al antiparasitario en la granja, todos los productos de


control de parásitos deben usarse según lo recomendado por un veterinario. La dosis exacta y precisa
solo puede lograrse si se tienen pesos precisos de cada animal. Es recomendable el uso de equipos de
dosificación o básculas para determinar los pesos vivos

Bibliografía
Forrajes., P. y. (09 de 2014). Resistencia antihelmíntica en ovinos: una revisión de informes del
sureste de México y alternativas disponibles para el control de nemátodos gastrointestinales.
Scielo. Recuperado el 09 de 01 de 2021, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03942014000300001

Revisión actualizada de las resistencias a parásitos descritas en el ovino. (11 de 04 de 2018).


OVIespaña. Recuperado el 05 de 01 de 2021, de https://www.oviespana.com

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