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Universidad Politécnica Territorial del

Estado Barinas José Félix Ribas


Vicerrectorado Académico
Coordinación del Programa Nacional de
Formación Medicina Veterinaria.

Efectividad del ajo criollo (Allium sativum) como


Desparasitante natural contra nematodos en becerros.

Integrantes
William Bello
Deivid Joseph Garrido 26.684.125
Jara

Asesor metodológico: Ing. José V. Ruiz


Asesor especialista: M.V. Reny Romero

Ciudad Bolivia, julio de 2022.


Universidad Politécnica Territorial del
Estado Barinas José Félix Ribas
Vicerrectorado Académico
Coordinación del Programa Nacional de
Formación Medicina Veterinaria.

Efectividad del ajo criollo (Allium sativum) como


Desparasitante natural contra nematodos en becerros.

Ciudad Bolivia, julio de 2022.


Capítulo I

El Problema.

Planteamiento del problema.

En el mundo entero y específicamente en Latinoamérica, las pérdidas


económicas son incalculables para el productor ganadero dentro de las
explotaciones pecuarias, tratando de solventar y solucionar los ataques
producidos por los parásitos, conocido como parasitosis. En muchas
ocasiones no se logra un eficaz tratamiento motivado a la falta de
conocimiento, de asesoría o de un uso inadecuado de dicho producto o de
una mala, lo que conlleva a una serie de situaciones no deseadas
ocasionando situaciones no esperadas y que ponen en peligro la salud
animal y, por consiguiente, la salud pública. De acá, parte la importancia de
la medicina veterinaria, para la buena utilización de un desparasitante.

Los nematodos son parásitos del tracto gastrointestinal de los


rumiantes, debido a las características de su ciclo biológico, que en la
mayoría de las especies es directo y con formas de vida libre, resistentes a
las condiciones adversas del medio exterior, principalmente las etapas de
huevo embrionado y larva infectante (Levine, 1963; Donald, 1973; Waid y
col., 1985); tienen una distribución cosmopolita, es decir se encuentran en
prácticamente todos los países y regiones del mundo (Hansen y Perry,
1994), lo cual es facilitado por la introducción de rumiantes domésticos en
países de los cinco continentes, producto de las importaciones-exportaciones
de ganado en pie.
El hombre desde su existencia, siempre ha usado los recursos
existentes y disponibles en su hábitat para solucionar ciertos problemas con
el propósito de reducir gastos y de ser más ecológico y racionalista. El uso
de plantas medicinales se ha convertido en una práctica muy cotidiana y de
gran relevancia dentro de esta sociedad tan consumista y sumergida en la
producción de fármacos que, con su uso regular, se convierten a la larga en
problemas de toxicidad al consumir los derivados o subproductos de origen
animal.

Según Urquhart y col. (1999), los factores que actúan como


facilitadores del desarrollo de trastornos de origen parasitario en granjas, son
básicamente los siguientes: introducción a la granja de animales infectados,
sobre todo cuando su nivel de infección es elevado, ya que al defecar
contaminaran el pastizal con las formas de diseminación de los parásitos que
albergan; incremento de la cantidad de estadios con poder infectante en los
pastizales; introducción a la granja de animales susceptibles y alteración de
la susceptibilidad (incremento) debido a situaciones de estrés como
consecuencia de castraciones, vacunaciones, partos, traslado de animales y
carencias alimentarías.

Etiológicamente, la nematodiasis gastrointestinal es una afección


parasitaria causada por la presencia en el abomaso, intestino delgado e
intestino grueso de nematodos pertenecientes a diversas familias, que
ocasionan trastornos gastrointestinales como diarreas, caquexia y anemia.
Generalmente, los agentes patógenos responsables son trasmitidos por el
alimento, en este caso los pastos o a través del agua de bebida y en algunos
casos muy específicos mediante penetración transcutánea (Strongyloides
papillosus, Bunostomum phlebotomum) o a través del calostro (Toxocara
vitolorum) (Morales y Pino, 2009).
El parasitismo gastrointestinal se considera como una de las
patologías mayores, por ocasionar disminución de la fertilidad y muerte en
animales jóvenes (Mandonnet, 1995), además de afectar negativamente la
tasa de crecimiento, la producción de leche y de lana (Gruner y Cabaret,
1985), lo cual ha contribuido con la frecuente práctica de los tratamientos
masivos bajo la falsa premisa de que “si un animal esta parasitado, todos lo
están”, generalmente asociados a dosificaciones incorrectas e innecesarias
en muchos animales (Morales y col.,1998), favoreciendo la aparición de
quimio resistencia (Coles y Roush , 1992; Viera y Cavalcante,1999).

Dentro de este orden de idea, cada unidad de producción es un


mundo diferente y cambiante, es por eso que en la práctica de los
tratamientos antiparasitarios en masa y frecuentes, favorece la aparición de
cepas de parásitos resistentes porque se eliminan de la población parasitaria
a los parásitos con genotipos sensibles, de ahí la necesidad de implementar
tratamientos alternativos, concentrando los mismos en aquellos animales
más susceptibles a padecer enfermedad parasitaria o de la mayor
contaminación de los pastizales.

Objetivo General.

Evaluar la efectividad del ajo criollo (Allium sativum) como


desparasitante natural contra nematodos en becerros, en la unidad de
producción, Finca XXXXXX, de la Parroquia, Ciudad Bolivia, Municipio
Pedraza estado Barinas, Venezuela.
Objetivos Específicos:

1. Diagnosticar la carga parasitaria de tipo nematodos en becerros


pre-destete.
2. Identificar los parásitos que se encuentren en los becerros.
3. Aplicar los tratamientos en los diferentes grupos.

4. Medir la efectividad del tratamiento en los diferentes grupos.


Justificación de la Investigación.

El manejo sanitario en animales, es una de las practicas que los


productores han venido realizando, con la finalidad de proteger su rebaño,
animales domésticos, entre otros. En el caso de los terneros en etapa de
destete, se considera que han de presentar un riesgo y un estrés, partiendo
desde la separación de la madre, teniendo que sufrir cambios de la
alimentación, cambio de potreros, traslados, a su vez se suma lo que
coloquialmente llamamos trabajo de llano, como marcaje, herraje, castración,
descorné, dosificación de desparasitación y vacunación.

Es necesario tener en cuenta que el ternero se encuentra en uno de


los renglones que está muy predispuesto a las enfermedades, ya que, su
sistema inmunitario aún es inmaduro, lo cual, es necesario que el productor
tome en cuenta la aplicación de un buen plan sanitario, un plan que este
adecuado para cada uno de sus rebaños, con el fin de tener animales sanos
y con buen desempeño productivo.

Tomando en cuenta las diferentes realidades que pueden presentar


los animales en periodo de destete, es llevando un control sanitario partiendo
de la aplicación de los planes anuales y de las orientaciones o aportes de un
médico veterinario, una de ellas parte desde la recolección de muestras. Las
medidas de desparasitación contribuyen en la reducción de riesgos de las
distintas enfermedades que suelen presentar desde el momento que son
destetados. Tomando en cuenta cada una de las realidades, se puede decir
que el presente trabajo se ha de justificar porque permite hacer un análisis
de las muestras de heces fecales del grupo de animales en destete que en la
unidad cuenta, dividido en dos grupos, el cual uno será sometido a producto
comercial (Bovifos, AD3E) y otro grupo de animales con producto natural (ajo
y agua de coco)
Capítulo II
Marco teórico.
2.1- Antecedentes.

A nivel internacional, la prevalencia de los parásitos gastrointestinales


está siendo estudiado en distintos países occidentales y orientales, así pues,
en el continente asiático, en Indonesia, se han hallado parásitos como
Oesophagostomum radiatum, Oesophagostomum columbianum y Setaria
labiatopapillosa con una prevalencia del 12%, 10% y 6%, respectivamente;
además, de una especie de parásito de la clase de trematodos, Eurytrema
pancreaticum con una prevalencia del 0,4% (3). Asimismo, en el continente
asiático, en ganado Friesan de Malasia, Yusof, 2019, detectó una alta
prevalencia de Eimeria spp., (56.58%), seguido por nematodos HTS (9.87%),
Strongyloides spp. (1.32%) y Toxascaris spp. (0.66%).

En Africa, en ovejas de Ghana, la tasa de infección total de los


nematodos gastroentéricos y los ooquistes de coccidios fue del 94,5% y
51,8%, respectivamente. Los nematodos huevo tipo Strongylus (94.5%) fue
el nematodo más prevalente detectado, seguido de strongyloides (27.3%)
(4). En este mismo país, se han evaluado los impactos zoonóticos
posiblemente hallados entre granjeros y ganado rumiante, así pues, un
estudio de evaluación zoonótica realizado por Squire et al. 2018 determinó
que, en el ganado, los nematodos HTS fueron dominantes (56,6%), seguido
de Paramphistomum spp. (16.9%), Dicrocoelium spp. (7,1%), Thysaniezia
spp. (5,8%), Trichuris spp. (3,3%), Moniezia spp. (3,1%), Fasciola spp.
(2.8%), Toxocara spp. (1,1%) y Schistosoma spp. (0.2%). Así mismo, en
dicho estudio, las pruebas de genotipados revelaron que Trichostrongylus
spp. halladas en las heces del agricultor se identificaron con seis T.
colubriformis similares a T. colubriformis detectadas en bovinos, ovinos y
caprinos en el estudio, dos especies de Trichostrongylus spp. con un 98,3%
y un 99,2% de similitud genética con T. probolurus respectivamente y un
Trichostrongylus spp. que mostró un 96,6% de similitud con T. probolurus y
T. rugatus. Además, Trichostrongylus axei también se identificó en bovinos,
ovinos y caprinos, datos de los cuales evidencia que, según el autor,
sugieren transmisión zoonótica de bovinos, ovinos y caprinos.

Los estudios actuales, no solo se basa en estudios de prevalencia en


base a estudios coprológicos, sino que también se están generando
investigaciones en base a detecciónmolecular con técnicas recientes (PCR
digital droplet) como en el caso de nematodos como Cooperia sp. y
Ostertagia sp.

En Europa, Austria, se ha reportado recientemente en ganado Yak, la


prevalencia de parásitos como Toxascaris vitulorum, siendo este un parasito
original de climas subtropicales (6), así mismo en el Norte de China, en la
misma especie de ganado (7), Qin et al., 2019 detectaron una prevalencia de
parásitos en 39.56%, siendo los nematodos HTS, Trichuris sp. y Eimeria sp.
detectados en todo el año. Así mismo, Strongyloides papillosus fue detectado
en otoño y verano y Nematodirus spp. Fue detectado en ambos, tanto en
otoño y primavera, a diferencia de Fasciola hepática que fue detectado en
primavera.

La investigación realizada por Barth, (1981), en Alemania, determinan


14 especies, siendo las más frecuentes Ostertagia ostertagi (77,8%) y
Trichostrongylus axei (43,9%). En Norteamérica, Hoover y colaboradores
(1984), encontraron a Ostertagia ostertagi (44%) como la especie más
frecuente, seguida por Trichostrongylus axei (36%) y Cooperia oncophora
(18%).
En Canadá, se detectaron nematodos gastrointestinales en el 20.9%
de las vaquillas, y el promedio de huevo por gramo de heces estimadas para
el total de granjas fue 1.1 (intervalo de confianza del 95%: 0.6 a 1.6). Las
especies parásitas predominantes fueron Cooperia oncophora y Ostertagia
ostertagi (8).

En Centroamérica, México, un estudio realizado en Veracruz, sobre la


Prevalencia de nematodos gastrointestinales en bovinos, se evidenció un
grado de infestación por Cooperia 41%, Ostertagia y Haemonchus 13%,
Trychostrongylus 6%, Moniezia 4%, Trichruris ovis y Toxocora vitolorum 3% y
Chabertia ovina 1%, con una prevalencia de parásitos gastrointestinales
global del 39%.

Sánchez en el (2006), En Michoacán, sobre la determinación de


parasitos gastrointestinales en bovinos los helmintos encontrados fueron:
Haemonchus similis (53,3%), Cooperia sp (53,3%), Trichostrongylus sp
(52,7%), Oesophagostomum radiatum (30,7%), Capillaria bovis (27,3%),
trematodes Paramphistomatidae (25,3%), Mecistocirrus digitatus (25,3%),
Agriostomum vryburgi (7,3%), Trichuris sp (7,3%), Bunostomum
phlebotomum (3,3 %), Ostertagia ostertagi (1,3%), Skrabinagia sp (0,7%),
Strongyloides papillosus (0,7%) y Moniezia expansa (0,7%).

En la región sudamericana, en Colombia, la prevalencia global de


parásitos gastrointestinales fue de 36.7%, siendo los valores más altos para
Eimeria sp (19.4%) y Paramphistomum sp (9.2%). La prevalencia coprológica
y serológica de F. hepatica fue de 4.1 y 6.1%, respectivamente. En este
estudio se encontró asociación estadística (p<0.05) entre el parasitismo por
Eimeria sp y el grupo etario (10). Otro estudio en el mismo país reveló
valores de prevalencia global de parásitos gastrointestinales de 83.2%,
siendo los valores más altos para Eimeria sp (77.9%) nuevamente,
Strongyloides sp (10.8%) y Haemonchus sp (8.5%) sin embargo, en este
estudio no se encontró asociación estadística por efecto de los municipios,
pero se observó por efecto del grupo etario en la prevalencia de Eimeria sp,
Strongyloides, Haemonchus y Trichostrongylus (p<0.05) (11).

En Ecuador, un estudio similar tomando en cuenta las variables sexo,


edad, raza; reveló la incidencia de Trichuris sp 95 %, Bunostumun sp 15 %,
Cooperia sp 22 % y Strongyloides sp 17 % (12). En tanto que, en un estudio
realizado en Venezuela, considerándose variables como la edad, reveló que
la prevalencia de infección en huevos por gramo de nematodos
gastrointestinales fue 34,2 %. Los géneros hallados fueron: Trichostrongylus,
Haemonchus, Strongyloides y Oesphagostomum, lo que sugiere un alto
índice de infección por estas especies (13).

Los resultados obtenidos por Barragán, (2006), en Colombia resaltan


las infestaciones por Trichostrongylidos 82.8 %, Strongyloides sp 37.8 %;
Trichuris sp. 15.7 %, Neoascaris 12.1%, Oesophagostomum 10.0 %,
Moniezia sp. 15.7 %, y Eimeria sp. 70 %. Las infecciones por helmintos
gastrointestinales al igual que por coccidias se encontraron en todos los
corregimientos con significancia (P<0.05) para las zonas de mayor humedad.
La relación de los resultados con las variables de sexo y edad indicaron no
ser significativas (P>0.05).

Dentro de la investigación de Sandoval et al. (2006) en Venezuela se


evaluó el uso de Ivermectina en becerros de doble propósito
correspondientes a dos fincas. Los animales seleccionados fueron asignados
durante las tres épocas a dos grupos definidos como T0: testigos no tratados
y T1: tratados. Las épocas fueron definidas en base a la precipitación
acumulada durante las seis semanas de evaluación para cada época, como:
Seca (S), Lluviosa (Ll) e Intermedia (I). La copro-parasitología individual al
interior de los grupos de ensayo, fue evaluada semanalmente durante seis
semanas por época.

Los resultados permitieron concluir, que el efecto del tratamiento con


Ivermectina redujo los niveles parasitarios, sin embargo, dentro el grupo de
los tratados, se observaron animales infestados durante todo el año. La
eficacia de los tratamientos se vio afectada significativamente por la época y
el manejo de los animales. Consecuencialmente a la aplicación repetida de
Ivermectina, se observó una gradual perdida de eficiencia del antihelmíntico,
lo cual permite inferir en el desarrollo de resistencia al fármaco en la
población parasitaria.

2.2- Bases teóricas.

En toda explotación ganadera, puede generarse la presencia de


enfermedades parasitarias, que ocasionan perdidas por disminución de la
producción, por costos de tratamientos endoparasiticidas, perdidas por
muerte del animal, etc. La parasitosis es uno de los principales problemas
que afectan la salud de los animales y por consiguiente se refleja en su
productividad, donde los responsables directos son los parásitos
gastrointestinales. Generalmente estos afectan considerablemente a la
producción ganadera, principalmente en zonas tropicales, sub tropicales y
templados del mundo, afectando a rumiantes de diferentes edades.

Los parásitos gastrointestinales, afectan a todas las especies


domesticas en especial a los bovinos que manifiestan signos como diarrea y
anorexia, lo que a largo plazo determina su capacidad productiva expresada
en la pérdida de peso, leche, carne e incluso hasta la muerte, cuando los
niveles de parásitos son elevados; durante el beneficio puede generarse
decomiso total o parcial de los diferentes órganos, hasta inclusive hasta la
canal de un bovino, produciendo pérdidas económicas a los productores
ganaderos de nuestro país.

De igual forma, los parásitos gastrointestinales, afectan a los bovinos


en pastoreo disminuyen las ganancias del productor. Esto sucede con mayor
o menor medida de acuerdo con la relación que ocurra entre los siguientes
factores: número de formas infectantes de parásitos que se encuentran
contaminando los potreros, características de los parásitos actuantes, edad
de los animales expuestos y aporte nutricional de las pasturas del potrero.
(Cruz et al. 2010).

Si se exponen animales jóvenes a pasturas de baja calidad, altamente


contaminadas con larvas infectantes y no se utilizan antiparasitarios, los
animales mostraran los signos alarmantes de la enfermedad parasitaria
(parasitosis clínica): diarrea, enflaquecimiento, edema submandibular,
muerte. Si la misma categoría de animales pastorea sobre pasturas de
buena calidad forrajera, también contaminadas, pero reciben tratamiento
antiparasitario al destete, desarrollan una parasitosis subclínica que
solamente va a ser notada por el productor al provocar una baja ganancia de
peso corporal. (Dirksen et al. 2005.)

Los animales que tienen entre 5 y 18 meses de edad, son los más
expuestos a ser afectados por los parásitos; durante el año en que la
producción puede perjudicarse por los parásitos, es en el periodo de lluvias.
En este periodo, los animales jóvenes ingieren con el pasto una gran
cantidad de larvas infectantes de parásitos gastrointestinales; estas van a
evolucionar dentro del cuajar y el intestino hasta el estadio de adultos, en el
término de 21 a 28 días. (Consultor Veterinario, 2005).
Las pasturas también pueden mantenerse con bajo nivel de
infestación mediante el tratamiento antiparasitario estratégico racional de los
animales que las habitan. Esta es una alternativa nacida del estudio de los
cambios en la contaminación de las pasturas a lo largo del año y de la
utilización de los tratamientos antiparasitarios para mantener baja esa
contaminación. Se sabe que los animales jóvenes liberan gran cantidad de
huevos en las pasturas durante la época de lluvias, aumentando la
contaminación con las larvas originales en esos huevos. Al llegar el verano,
la contaminación disminuye por un lado debido a que los animales han
adquirido inmunidad a los parásitos y como consecuencia, estos liberan
menos huevos, y por otro lado debido a que un mayor crecimiento de las
pasturas hace que los animales ingieran menos larvas por kg de forraje
consumido. Además, durante el verano, el calor produce la desecación y
muerte de buena parte de las larvas que quedan en la pastura. (Consultor
Veterinario, 2005)

Parasitosis gastrointestinal.

La importancia de las enfermedades parasitarias gastrointestinales en


todos los sistemas de producción animal, está determinada por la magnitud
del daño productivo y económico que ocasionan. Estimaciones realizadas en
el país para evaluar las pérdidas económicas producidas por esta
enfermedad, indican que las mismas estarían alrededor de los 200 millones
de pesos anuales. Si bien el efecto negativo puede visualizarse más
claramente a través de la pérdida de terneros, categoría más susceptible, el
perjuicio más importante es generalmente solapado y se relaciona con la
disminución de la ganancia de peso de los animales y de la producción por
unidad de superficie. (Cruz et al. 2010).
Si bien el control de los parásitos gastrointestinales ocasiona un
incremento de los costos de producción, la implantación de un programa de
control resulta una práctica altamente recomendable, dado que existe un alto
retorno al capital invertido. (Cruz et al. 2010).

Se entiende como parasito a aquel organismo que, con el fin de


alimentarse, reproducirse o completar su ciclo vital, se aloja en otro ser vivo,
de forma permanente o temporal, produciendo en las ciertas reacciones. El
parasito no proporciona al organismo del hospedador ninguna
compensación, sino que vive a costa de su sustancia corporal, con la cual
puede ocasionar algún perjuicio; no es preciso que este sea tan intenso que
influya significativamente sobre el desarrollo del hospedador, puesto que los
daños poco importantes pueden compensarlos, en la mayoría de los casos
gracias a su metabolismo total. Consecuentemente se habla de acción
patógena de un parasito, si este es capaz de producir alteraciones. Estas
pueden pasar desapercibidas, por ejemplo, cuando el curso es insidioso
puede tener significación económica a causa del descenso de la producción,
pudiendo también ocasionar síntomas evidentes a la muerte, los parásitos de
interés en medicina veterinaria constituyen un grupo heterogéneo de
organismos animales que pertenecen a las clases: Trematodos, Cestodos,
Nematodos y Protozoarios. (Borchert, 1983).

Las incidencias de parásitos gastrointestinales tienen lugar al ingerir


larvas infectantes con los alimentos o con el agua de lugares estancados,
mientras que en el establo el contagio se produce al ingerir hierva infestada
recientemente cortada y por el agua de bebederos, al lamer paredes, pilares
y utensilios, así como al mordisquear paja de la cama. (Caballero y Hervas,
1985).
El aparato digestivo puede ser habitado por muchas especies de
parásitos, sus ciclos pueden ser directos, en que los huevos y las larvas
pasan en las heces y ocurre el desarrollo en estadios hasta la etapa
infecciosa, que entonces es ingerida por el huésped final. Como alternativa
las etapas pueden ser ingeridas por un huésped intermediario, generalmente
un invertebrado en el que continúa el desarrollo, algunas veces no hay
desarrollo en el huésped intermediario en cuyo caso se conoce como
huésped de transporte (Merck, 2000).

Los parásitos provocan enfermedades graves especialmente en


ganado joven hasta los dos años de edad, aun puede observarse en
animales adultos. La enfermedad se presenta en todos los países de
Latinoamérica y con mayor incidencia en la zona tropical, en tierras bajas
húmedas y cenagosas donde los parásitos se desarrollan y se multiplican en
forma rápida y en cantidades enormes (Olsen, 1977)

Nematodos:

Los nematodos son invertebrados, también son llamados “gusanos


cilíndricos”, ya que la forma de su cuerpo es alargada y cilíndrica; además,
posee una cavidad falsa o llamada cavidad corporal pseudocele (Bongers,
2011). Los nematodos gastrointestinales son típicos de las zonas tropicales,
donde hay muchos factores que favorecen su desarrollo y su transmisión
(Angulo, 2005), viven en la superficie del agua que envuelve las partículas de
suelo, también en el excremento, la basura orgánica, estanques y ríos
(Bongers, 2011).
Su aparato digestivo tiene una apertura anal en el extremo caudal, su
superficie se compone de una cutícula acelular, producida por la epidermis
subyacente (Hiepe et al., 2006). La reproducción de estos parásitos es
sexual, los huevos son cubiertos por tres capas o membranas que lo
protegen, la externa es lipoproteína, la segunda queratinosa y la interna
vitelina. El ciclo biológico puede ser directo o indirecto, la primera se da
cuando el animal ingiere alimento contaminado de huevos o larvas. En
cuanto al indirecto, pueden ser transmitidos por picaduras de artrópodos
hematófagos que inoculan la larva infectante del parásito, ya dentro de su
hospedero migran hacia el sitio de infestación y ahí llegan a su madures
sexual (Sampedro, 2013).

Etiología de los Nematodos:

Una sola especie parasita los rumiantes: Strongyloides papillosus se


localiza en la mucosa del intestino delgado de la oveja, cabra, vaca, cerdo,
conejo y animales silvestres (Quiroz, 2000). Las hembras partenogenéticas
miden 3.5-6.0mm por 50-60μm. su cuerpo es largo y filiforme, más delgado
en la región cefálica. La boca está rodeada de cuatro labios y cuatro papilas.
Poseen esófago largo y casi cilíndrico, útero anfidelfo, vulva en el tercio
posterior del cuerpo, rodeada de labios poco notable y cola corta, cónica y
truncada posteriormente. Los huevos son elipsoidales (40-60 por 20-32μm),
de pared delgada y embrionados. Las formas libres son más pequeñas y
gruesas y presenta esófago radiciforme. Los machos miden 700-825μm.
poseen cola corta y convoca, con uno o dos pares de papilas pre anales y
post anales, espículas cortas, robustas, iguales, curvadas centralmente en
su extremo posterior y de 33μm de longitud. Existe gubernaculo.
Las hembras miden 640-1200μm de longitud. Su cola termina en
punta, el útero es anfidelfo y los huevos (42-48 x 23-30μm) están
embrionados en el momento de la puesta. A menudo son vivíparas (Quiroz,
2000).

Ciclo Biológico de los Nematodos:

En general, los ciclos de los nematodos Strongyloides son muy


similares y son de tipo directo, es decir, no requieren de otros animales para
completar su ciclo de vida. Esto, con su diseminación a través de huevos
provistos de cáscara resistente a las condiciones adversas del medio
exterior, así como de larvas infectantes provistas de una doble cutícula y
reservas alimenticias acumuladas durante las etapas pre infectantes que
favorecen su capacidad de sobrevivencia en el medio exterior, unido al
intercambio comercial de sus hospedadores, ha favorecido la distribución
cosmopolita de estos parásitos (Hansen J, Perry B, 1994).

Las hembras viven en la mucosa del intestino delgado, donde ponen


huevos embrionados. Son partenogenéticas. Los huevos son eliminados en
las heces, eclosionan a L-I, rhabditiformes, en unas seis horas, a 27 ° C.
estas L-I pueden desarrollarse directamente a larvas infectantes (ciclo
homogónico) o a machos y hembras de vida libre que originaran,
posteriormente, larvas infectantes (ciclo heterogónico).

Ambos tipos de ciclos pueden tener lugar al mismo tiempo. Las L-I
recién eclosionadas tiene esófago radiciforme. Sin embargo, cuando se
acerca la primera muda, el primordio genital permanece sin cambios en
aquellas que se desarrollaran a larvas infectantes, mientras que en las que
se transformaran en adultos de vida libre, consiste en varias células en lugar
de una, y aumenta considerablemente la longitud.
La primera muda tiene lugar en 7-10 horas después de la eclosión. En
el ciclo homogónico, la LII es muy semejante a la L-I, excepto en que su
esófago se alarga y pierde progresivamente su aspecto radiciforme. Muda a
L-III, infectante y filiforme después de 26-28 horas. En el ciclo heterogónico,
la L-I muda a L-II radiciforme en 7-10 horas, y el primordio genital ya ha
empezado a alargarse. La segunda muda a L-II radiciforme tiene lugar en 14-
16 horas. La diferenciación sexual comienza en este momento. La L-IV
radiciforme se origina en 21 horas, y los adultos rhabditiformes aparecen a
las 28 horas. Este ciclo solo origina una generación de machos y hembras de
vida libre que producen huevos, normalmente no embrionados. Estos
eclosionan de 6-10 horas y las L-I rhabditiformes son exactamente iguales a
las que eclosionaron de huevos de hembras parásitas. Se diferencian
únicamente en que ninguna de ellas se desarrollara a adultos de vida libre.
Mudan a L-II rhabditiformes, infectantes y semejantes a las del ciclo
homogónico.

Si las larvas han sido ingeridas pasivamente, se desarrollan


directamente en el intestino delgado sin migración. Existe infección
transmamaria por ingestión de leche materna o calostro, con acortamiento de
la prepatencia (Quiroz, 2000).

Profilaxis:

Las larvas infectantes no resisten la desecación, por lo que la


infestación puede prevenirse proporcionando locales limpios y secos a los
animales (Soulsby, 1987). La desinfección debe realizarse con agua
hirviendo o sustancias químicas en solución, como formalina al 5%. Los
pastos contaminados no deben de ser utilizados por los animales (Cordero,
2002).
Los métodos de control del parasitismo gastrointestinal y muy
específicamente de la estrongilosis digestiva se basan en la reducción de las
poblaciones de parásitos, lo cual se logra mediante los tratamientos
antihelmínticos adecuados y la restricción de la re-infestación mediante la
implementación de sistemas de pastoreo que disminuyan las probabilidades
de contacto entre las formas infectantes de los parásitos y los animales del
rebaño (Cordero, 2002).

Síntomas:

En animales jóvenes hay diarrea a menudo con sangre y mucus,


anorexia, debilidad, postración, deshidratación, anemia ligera a moderada,
pelo áspero, pérdida de peso y menor ritmo de crecimiento.

Cuando la infección es masiva existen síntomas cutáneos. En principio


se observa una reacción eritematosa. Las continuas exposiciones pueden
originar dermatitis difusa en costados y abdomen, inflamación, edemas o
urticarias.

Los síntomas pulmonares son taquipnea, tos, estertores y en algunos


casos neumonía favorecida por infecciones bacterianas secundarias
(Soulsby, 1987).

Ajo:
El ajo es una planta perteneciente a la familia Allium (cebolla)
y está estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los
puerros.

De origen centro asiático, es uno de los ingredientes


fundamentales de la cocina mediterránea, adoptado hoy en día por
muchas cocinas en el mundo como la mexicana. Hay muchas
variedades de ajo, siendo el más común el ajo blanco. Lo hay
también rosa o morado, gigante y miniatura.

El ajo es una de las hortalizas más antiguas usadas por el hombre,


extendiéndose al sur de Europa y llegando al continente americano
durante la llegada y conquista de los españoles.

Este cultivo se produce en altitudes que van desde los 600 a


los 3.500 m.s.n.m. El ciclo vegetativo, período que va de la siembra
a la cosecha, tiene una duración que varía de 120 a 150 días,
dependiendo de la variedad utilizada y de la altura del lugar. Se
adapta en lugares con temperaturas que oscilan entre 10 y 34°C,
siendo la media óptima de 18°C. Crece en muchas partes del mundo
y es un ingrediente básico en la cocina debido a su fuerte olor y el
sabor que le da a los alimentos.

La cabeza de ajo entera recibe el nombre de bulbo de ajo,


mientras que a cada segmento se le llama diente.
Aproximadamente, hay 10-20 dientes en un solo bulbo de ajo. Una
porción de ajo de una onza 28 gramos contiene 3.

El ajo posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas


calorías, rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Disminuye
niveles de colesterol y contiene antioxidantes que protegen contra el
daño celular y el envejecimiento
El ajo como desparasitante:
El uso del ajo ayuda a disminuir las cargas parasitarias en
endoparásitos y en ectoparásitos, por lo cual se puede utilizar como método
de control para desparasitar a los bovinos sin afectar la producción lechera,
según un trabajo realizado por la Universidad Francisco de Paula Santander,
sede Ocaña.
 
El uso del ajo ayuda a disminuir las cargas parasitarias en endoparásitos y
en ectoparásitos, por lo cual se puede utilizar como método de control para
desparasitar a los bovinos sin afectar la producción lechera, según un trabajo
realizado por la Universidad Francisco de Paula Santander, sede Ocaña.
 
Son muchas las propiedades medicinales que se le atribuyen al ajo
siendo una de ellas la de ser un nematicida natural, utilizado también en
ganaderías especializadas catalogadas como orgánicas, en donde no es
permitido el uso de productos químicos.
 
Según un trabajo de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), de
Honduras, aplicándoles a los bovinos una solución de tres libras de ajo
mezclados en 20 litros de agua se pueden controlar, las garrapatas pues a
los 14 días de la aplicación reduce más del 80% de las mismas.

2.3- Bases legales.

Artículo N°305

de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: El


estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del
desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la
población.
Este indica, que la nación ha de promover una agricultura sustentable
en diferentes partes del territorio venezolano, con el fin de garantizar una
alimentación para toda la población.

Artículo N°306

El Estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural integral,


con el propósito de generar empleo y garantizar a la población campesina un
nivel adecuado de bienestar, así como su incorporación al desarrollo
nacional. Igualmente fomentará la actividad agrícola y el uso óptimo de la
tierra mediante la dotación de las obras de infraestructura, insumos, créditos,
servicios de capacitación y asistencia técnica.

El presente artículo, señala que el estado como nación debe brindar


las condiciones mínimas para el desarrollo rural, es decir, el campo.
Fomentando la actividad agrícola y otras que tenga que intervienen en pro de
la producción.

Artículo 307

El régimen latifundista es contrario al interés social. La ley dispondrá


lo conducente en materia tributaria para gravar las tierras ociosas y
establecerá las medidas necesarias para su transformación en unidades
económicas productivas, rescatando igualmente las tierras de vocación
agrícola. Los campesinos o campesinas y demás productores agropecuarios
y productoras agropecuarias tienen derecho a la propiedad de la tierra, en los
casos y formas especificados en la ley respectiva. El Estado protegerá y
promoverá las formas asociativas y particulares de propiedad para garantizar
la producción agrícola. El Estado velará por la ordenación sustentable de las
tierras de vocación agrícola para asegurar su potencial agroalimentario.
Excepcionalmente se crearán contribuciones parafiscales con el fin de
facilitar fondos para financiamiento, investigación, asistencia técnica,
transferencia tecnológica y otras actividades que promuevan la productividad
y la competitividad del sector agrícola. La ley regulará lo conducente a esta
materia.

Este artículo, hace énfasis sobre el latifundio, el cual es contrario a las


actividades propuestas para el desarrollo agrícola y pecuario, ya que el
estado debe promover y proteger las actividades de tipo social para el
desarrollo agrícola como una unidad potencial a la soberanía
agroalimentaria.

Ley sobre defensa sanitaria animal:


Artículo 1º.- Las Defensas Sanitarias Vegetal y Animal comprenden
cuanto se relaciona con el estudio, prevención y combate de las
enfermedades, plagas y demás agentes morbosos perjudiciales a los
animales y vegetales y a sus respectivos productos.
Artículo 3º.- Los propietarios o tenedores de vegetales o de animales y
sus productos respectivos que tengan conocimiento de que unos u otros
estén atacados de enfermedades contagiosas o plagas, están obligados a
denunciar el caso inmediatamente ante cualquiera de las dependencias del
Ministerio de Agricultura y Cría o autoridad civil más inmediata a la localidad.
Estos funcionarios deberán dar aviso, por la vía más rápida, al Agrónomo
Regional, Agente Agrícola o Médico Veterinario Regional, según los casos, y
cuando se trate de enfermedades comunes al hombre y a los animales,
procederán a participarlo a la autoridad sanitaria local del Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social, así como adoptar las medidas y previsiones
requeridas de conformidad con las disposiciones de esta Ley y sus
Reglamentos.
Igual denuncio está obligada a hacer cualquier ciudadano que tenga
conocimiento o sospecha de la existencia de las mencionadas plagas o
enfermedades.
Artículo 5º.- Los funcionarios competentes del Ministerio de Agricultura
y Cría tendrán derecho a visitar las zonas infectadas o sospechosas de
estarlo, con el objeto de hacer los estudios correspondientes y verificar el
cumplimiento de las disposiciones legales o reglamentarias.
2.4- Definición de términos.
Bovinos:

Los bovinos son animales mamíferos y rumiantes que constituyen una sub-
familia del grupo de los bóvidos. Disponen de una cola extensa que finaliza
en un mechón y de un hocico ancho, mientras que el estuche de sus cuernos
resulta liso.

Diagnóstico:

Es un proceso para identificar una enfermedad, afección o lesión a


partir de los signos o síntomas, la historia clínica y el examen físico del
paciente. Después de establecer el diagnóstico clínico es posible que se
obtengan otras pruebas, como análisis de sangre, imágenes y biopsias.

Tratamiento:

Es el conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar cualquier


tipo de enfermedad.

Parasitismo: Se denomina parásito a todo organismo vegetal


(fitoparasito) o animal (zooparasito) que aprovecha o explota a otro

organismo (hospedero) como fuente de alimentación o como ambiente para


su vida, requiriendo parcial o totalmente del mismo en dependencia de las
regulaciones de sus relaciones con al ambiente exterior.

Parasitiasis:

Es el estado asintomático detectado en uno o más hospederos


(portadores) sin daños o lesiones aparentes.

Parasitosis:
Es cuando por la acción de uno o varias especies de parásitos se
produce una enfermedad caracterizada por síntomas y lesiones. Las
parasitosis pueden ser clasificadas atendiendo a la forma en que producen
pérdidas económicas y a la presentación de los síntomas, así se denominan
parásitos primarios: cuando las pérdidas, bajas o muertes son producidas
exclusivamente por la acción de los parásitos.

Parasitosis secundaria:

Aparecen o se prestan cuando el equilibrio entre el hospedador y el


parásito se altera por circunstancias externas o internas que determinan una
mayor actividad biológica de los parásitos, con la presentación de síntomas
morbosas, en este caso las muertes que se producen no solo son causadas
por la actividad de los parásitos sino que casi siempre están presentes otros
factores determinantes.

Clasificación de parásitos:

Parásitos facultativos:

son los que han evolucionado adaptándose a vivir ordinariamente de


sustancias animales en o vegetales en descomposición, pudiendo
ocasionalmente desarrollar parte de su vida en los tejidos vivos en los que
asientan estas características las cumplen entre otros algunas larvas de
moscas.

Parásitos obligados:

son aquellos que están obligados durante alguna o varias etapas de


su desarrollo a llevar una existencia parasitaria y son incapaces de sobrevivir
y cumplir su ciclo de vida en un medio de vida natural, mayor parte de los
helmintos y esporozoos.

Parásitos temporales:

son aquellos que en los hospederos no se desarrollan, no se


reproducen y solo se alimentan de las sustancias orgánicas del hospedero,
los mosquitos y tábanos constituyen un ejemplo de este grupo de parásitos.

Parásitos estacionarios:

son aquellos parásitos que permanecen obligatoriamente sobre el


hospedador de modo duradero, o solo con breve interrupciones en su acción
parasitaria (G. Lapage 1974; L.Espine, R. Lines 1984).

División de los parásitos por su localización en el huésped:

Ectoparásitos:

son organismos que viven en el exterior de sus hospederos


generalmente adheridos a la piel, plumas, pelos, branquias, etc.

Endoparásitos:

organismos que viven en el interior de sus hospedadores, pueden


encontrase en los intestinos, las cavidades del cuerpo, los pulmones u otras
localizaciones internas.
Capítulo III
Metodología de la investigación.
“Genéricamente, la metodología de la investigación es una actividad
del hombre orientada a descubrir algo desconocido.” (Sierra Bravo,1991,
p.27).

“Una investigación puede definirse como un esfuerzo que se


emprende para resolver un problema, claro está, un problema de
conocimiento.” (Sabino, 2002, p. 34).

3.1. Tipo de investigación: en el presente trabajo de investigación motivado


a la participación de los investigadores, se aplicará el tipo experimental, pues
trata de identificar qué tipo de parasito está presente en los becerros pre
destetes. Por lo tanto, se dice que es analítico y descriptivo. La investigación
experimental, es un proceso que consiste en someter a un objeto o grupo de
individuos, a determinadas condiciones, estímulos o tratamiento (variable
independiente), para observar los efectos o reacciones que se producen
(variable dependiente).

Según la planificación de la toma de los datos con los que se va a


trabajar se dice que es de tipo prospectivo, motivado a que los datos son
planeados, es decir, un estudio prospectivo donde se debe recoger los datos.
De igual forma, según el número de ocasiones en que se mide la variable de
estudio, será de tipo de estudio transversal, y, por último, pero menos
importante, según el número de variables de interés será un estudio
analítico, por lo tanto, es una clasificación exhaustiva y excluyente.

La investigación analítica descriptiva, se encarga de buscar el porqué


de los hechos mediante el establecimiento de las relaciones causa-efecto. En
este sentido, los estudios explicativos pueden ocuparse tanto de la
determinación de las causas (investigación post facto), como de los efectos
(investigación experimental), mediante la prueba de hipótesis. Sus resultados
y conclusiones constituyen el nivel más profundo de conocimientos.

3.2 Nivel de Investigación: El nivel de investigación es una necesidad que


existe a raíz de la definición de la línea de investigación, siendo así, un
estudio que no se puede realizar de manera aislada para formar parte de una
línea de investigación. En este caso es exploratorio, porque plantea la
observación de un fenómeno que debe ser analizado y su función es
reconocer e identificar el problema. Es descriptivo porque en un primer
momento describirá las características de externas que manifiestan la
presencia de los endoparásitos (nematodos) presentes en los becerros pre
destetes. También se incluye el nivel explicativo por el comportamiento de
una variable en función de otra, por ser un estudio de causa y efecto, donde
se requiere un control y debe cumplir otros criterios de causalidad.

3.3. Diseño de la investigación : se entiende por diseño a la estrategia


metodológica y estadística, desarrollada para lograr el objetivo de la investigación.
La presente investigación se basa en un enfoque experimental, siendo cuasi
experimento motivado a que se evaluara el porcentaje de la incidencia de los
parásitos gastrointestinales, específicamente nematodos, con el fin de
obtener o provocar un resultado.

La población se define como el conjunto de individuos que conforman


toda la población. En este caso, será un lote de becerros de 10 animales.

Para obtener una muestra representativa, se utilizará o estará


representada por …

El muestreo será al azar corresponde a un porcentaje convencional


de…

3.4 Instrumentos de recolección: se utilizará una lista de cotejo para


reflejar información necesaria para el desarrollo de dicha investigación, así
como una tabla informativa por cada becerro donde se reflejará toda la
información necesaria para la ejecución de la investigación.

3.5. Análisis e interpretación de la información:

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