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NOMBRE DE LA TAREA
“¿Por qué los individuos delinquen?”
REALIZADO POR:
- ESTRADA RODRIGUEZ ALEXANDRA GUADALUPE
-
PROFESOR: NAVA
SEXTO SEMESTRE
Por ser hombres, adolescentes o miembros de una minoría étnica, por ejemplo,
las personas no cometen delitos. Nadie roba un CD de una tienda, roba un auto,
incendia una escuela o hace estallar un avión porque es un hombre, un
adolescente o un miembro de un grupo minoritario. La ausencia de atributos como
causas (e.g. (Holland, 1986; Bunge, 2001: 70). Nadie comete nunca un delito
porque, por ejemplo, está desempleado, tiene muchos hermanos, tiene un ritmo
cardíaco bajo en reposo, recibió una educación deficiente, porta un gen específico,
o tuvo una madre embarazada que fumaba.
Los crímenes son actos inmorales. Es posible definir una acción como moral si
está motivada por principios morales que definen lo que está bien o mal hacer o
no hacer. Se consideran delitos los actos que contravengan las normas de
conducta establecidas por las leyes. Explicar el delito (o categorías específicas de
delitos) implica describir las razones por las cuales las personas se adhieren y
transgreden las normas de conducta establecidas por la ley.
La Teoría de la Acción Situacional (SAT) tiene como objetivo arrojar luz sobre por
qué las personas siguen y se burlan de las normas morales (por ejemplo,
Wikström (2006).
2010; 2011a; Wikstrom y colegas. , 2012: 3-43). Según el TAS, más que ser
personal o social, las situaciones determinan lo que las personas hacen. Debido a
quienes son y las características del entorno del que forman parte, las personas
actúan de la forma en que lo hacen. El tipo de acciones que es probable que
ocurran depende del tipo de personas involucradas y del contexto.
Y es que en las próximas líneas se explica algunas de las razones por las que
lamentablemente algunas personas llegan a cometer delitos y hechos delictivos,
tomando como base los principios de la psicología criminal y los estudios
criminológicos de la teoría del delito.
Esto hace referencia al impulso que puede sentir una persona por delinquir a raíz
de experiencias individuales negativas y de determinadas vivencias.
Cabe destacar que este impulso puede sentirlo un individuo que no haya
aprendido el comportamiento delictivo ni que cuente con características
biopsicológicas que lo predispongan al mismo.
En muchos casos, las personas que cometen crímenes no tuvieron como modelos
a delincuentes ni crecieron en lugares en los cuales estos actos fueran valorados
positivamente, pero sí experimentaron situaciones y hechos que lo impactaron
negativamente desde el punto de vista mental y emocional.
Este tipo de situaciones, como el abandono de los padres, por ejemplo, puede
ocasionar que desde temprana edad el individuo desarrolle un perfil similar al de
delincuente, que lo haga poco empático e insensible ante el mal que sufran
terceros.
Debido a esta teoría de los factores que impulsan a cometer delitos, como método
de prevención la criminología recomienda la evaluación y el diagnóstico mental de
niños y jóvenes que hayan experimentado situaciones traumáticas.
Por supuesto, cuando una persona llega a la adultez con comportamiento o perfil
delictivo, también se pueden aplicar terapias de modificación y mejoramiento de la
conducta, que le ayuden a integrarse a la sociedad y a desarrollar empatía.
A su vez, esto demuestra que, para prevenir los altos índices de delincuencia, tal
como lo recomienda la criminología y otras ramas sociales, es importante evitar y
sanar los conflictos familiares, así como promover que existan altas tasas de
escolaridad.
Como ves, la psicología criminal puede explicar los crímenes y los factores que
motivaron a las personas a cometerlos a partir de principios de salud mental y de
desarrollo individual.
Los hechos delictivos son sin duda un fenómeno complejo y profundo y para
prevenirlos es necesario comprender el comportamiento de quienes los cometen y
las razones que los llevaron a cometerlos.
Los resultados del modelo de vías (Figura 3.5) muestran, como se había predicho,
que las cifras de delitos de los jóvenes son más altas donde jóvenes propensos al
delito pasan tiempo con pares en actividades no estructuradas en áreas
residenciales con pobre eficacia colectiva o en áreas con un alto uso no
residencial del suelo23 (sirviendo esto último como marcador para ambientes de
comercio y actividades de ocio en la ciudad o centros locales). Los resultados
también muestran que la presencia de jóvenes aversos al delito en un área no
tiene efecto de ningún tipo en las cifras delictivas sin importar las características
criminógenas del ambiente. En otras palabras, el análisis del nivel de área
proporciona apoyo adicional a la importancia de la interacción entre la propensión
al delito de las personas y las características criminógenas de los ambientes en la
causación de actos delictivos esta vez, de agregados de actos delictivos.
Conclusión