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1. Introducción
1.1 Estado de la cuestión
Si bien el discurso de odio siempre ha existido en la sociedad (Lawrence III et
al. 1993), resulta especialmente relevante cómo la violencia, presente en todos
los espacios de la interacción humana, ha tenido en internet un nuevo ámbito y
por tanto una nueva manera de expresarla y difundirla, dando lugar a una
mayor visualización de este tipo de mensajes y llegándose a convertir en una
de las mayores preocupaciones de las sociedades desarrolladas.
Este tipo de comunicación ofensiva y de incitación a la violencia ataca
igualmente a un grupo o parte de él o incluso a una persona determinada por
su razón de, pertenencia al mismo ya sea por motivos de etnia, género,
orientación sexual, religión, grupo social, afiliación o ideologías políticas o por
otras características sociales, personales o funcionales.
Para comprender el alcance del problema del incremento del nivel de discurso
de odio en las plataformas sociales, se hace necesario exponer cuál es la
masa crítica de usuarios que convergen en internet y qué redes son las más
usadas. Si nos ceñimos a los datos de nuestro país, alrededor del 85% de los
internautas de 16 a 65 años utilizan redes sociales, lo que representa más de
25,5 millones usuarios (IAB, 2019). Whatsapp es la red con más usuarios
(88%) seguida de Facebook (87%), y Youtube (empleada por el 83%), siendo
Instagram la red que más crece en número de seguidores (54%). El tiempo de
dedicación a las redes está en un promedio de 55 minutos, cifra que aumenta
hasta 58 minutos entre los más jóvenes, y más del 55% del total de usuarios
participa de una manera activa mediante comentarios.
Es por tanto que internet, y de forma específica, las redes sociales, se han
convertido en una herramienta comunicativa que ha dado poder al usuario para
el desarrollo de mensajes del carácter que sea, con capacidad mayor para
incidir de una manera personalizada en otros receptores, lo que Castells (2009)
denomina la “autocomunicación de masas”.
Cabo Isasi & García Juanatey (2016) apuntan la necesidad de establecer una
estrategia de presión a las compañías dueñas de estas redes para la
consecución de políticas relativas al tipo de contenidos que se pueden
compartir o de retirada de mensajes específicos.
El propósito principal del proyecto nació con una idea más ambiciosa que ha
visto su tangibilidad en una primera fase centrada en campañas de
concienciación y de conocimiento de la propia marca para pasar en una
segunda fase a, promover una cultura de actuación en los propios usuarios
cuando, en el uso de sus redes detecten esos mensajes de odio. La idea
principal se basa en motivar al internauta para que deje de ser un mero
espectador y tenga como elemento de intervención que incite a la reflexión y
por tanto al freno de la espiral de comentarios violentos. Para ello se promueve
el uso de un emoticono universal y del que se dispone en todos los
dispositivos, el emoji de rebobinar, como símbolo de respuesta universal en las
conversaciones donde aparezca este tipo de mensajes.
4. Conclusiones y discusión
La propuesta metodológica planteada en este trabajo ha permitido explorar que
piezas y que estrategia de comunicación ha sido la más efectiva en el
transcurso de la campaña.
Aquí hablar de targets- marilé
En general, los resultados indican que la campaña, dirigida fundamentalmente
a la comunidad de habla hispana y trabaja sobre la concienciación de un
problema que ha crecido exponencialmente los últimos dos años (Google
trends, 2019). En este sentido, y como respuesta a este aumento tanto del
discurso como el de la generación de actos violentos, el gobierno español ha
abierto recientemente una oficina dedicada a la lucha contra los crímenes de
odio. El ministerio del interior ha proporcionado datos concretos en los que
relaciona el discurso de odio y la materialización del acto violento, casi el 18 %,
produciéndose un incremento de estos acto en un 11,6% con respecto al año
anterior (Ministerio Interior, 2018).
Si bien este estudio refleja el análisis de una primera fase exploratoria, ya se
pueden extraer conclusiones sobre la clasificación de contenidos claramente
efectivos versus aquellos que no generan impacto. Contenidos de tono
humorístico como el analizado en el caso xxx nos hace pensar en una
estrategia de tono que, siguiendo la estela de otros contenidos dirigidos a un
target joven y usados también en otro tipo de redes sociales como youtube, se
convierten en los más compartidos.
Desde el punto de vista creativo se destaca la utilización mayoritaria de
anuncios tipográficos en los que prima el mensaje textual pero dejando que la
creatividad en la composición del texto se destaquen palabras como “odio” que
están implícitas en muchas frases reflejadas. También hay numerosos
mensajes informativos ya que en esta primera fase de comunicación de Rewind
se requiere dejar claro qué el odio y cómo combatirlo. Sin embargo también se
recurre varias veces al humor para hacer más recordable y cercano el mensaje
planteado.
5. Referencias
-Lawrence III et al. 1993, pág. 1
-Llinares, F. M. (2016). Taxonomía de la comunicación violenta y el discurso del odio en
Internet. IDP. Revista de Internet, Derecho y Política, (22), 82-107.