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 La Muerte de Ur-Namma Pronuncia aquel lamento por el destino decretado,

Para Ur-Namma, porque este mal,


La desgracia había obligado al fiel pastor a dejar Ur,
Todo el pueblo era una voz lamentándose. Su ciudad.
Ur, la ciudad, fue golpeada, Sus habitantes lloraban en los lugares de asueto de las
El Palacio fue devastado, calles de la ciudad,
La ciudad fue destruida. Donde antes reinaba la alegría.
La gente quedó asustada.
El mal cayó sobre Ur. Las gentes, desfallecidas,
El fiel pastor Ur-Namma se vio obligado a abandonarla. Agotadas sus fuerzas, no pueden dormir bien.
Sí. ¡El justo pastor Ur-Namma se vio obligado a Todo el pueblo pasa los días lamentándose por el fiel
abandonarla! pastor,
Que había sido hecho prisionero.
An, el Gran dios del cielo, Cuando el agua primaveral se vertió en los canales,
Cambió su sagrada palabra. El Gugallu, inspector de los canales, Permaneció silencioso,
El corazón de An estaba lleno de desconsuelo. Así que cuando el grano Gunu Creció en los campos,
Enlil, el Dios que decreta el destino, La “vida del país” quedó sumergida.
Cambio engañosamente todos los destinos fijados. Para él, Engar, el agricultor diligente,
La diosa madre Ninmah entonó un lamento en su templo. Que estaba junto a los campos,
Enki, el dios de la sabiduría, La cosecha disminuyó.
Cerró el portón de Eridú, su residencia. Enkimdu, el Dios del dique y de los canales,
El propio Enki, como Nudimmud por haber creado a la Quitó el dique y los canales de Ur.
humanidad, El suelo quedó en su soledad.
Entró en su aposento y se entregó al ayuno. Las plantas fieles, aquellas en las que se puede confiar,
El dios luna, Nanna, luminaria nocturna, Quedaron anegadas, vinieron de a menos.
Frunció su ceño en las alturas celestiales. En las estepas las plantas buenas no crecían.
Utu, el dios sol, no se alzó en el cielo; Sin embargo, las plantas malignas sí crecieron.
Al contrario, extendió oscuridad sobre el día. Las vacas y los establos fueron destruidos,
Los terneros, privados de sus madres, Murieron.
La madre, triste a causa de su hijo muerto,
La madre del rey, la sagrada Ninsun, El sabio pastor Ur-Namma,
Grita desesperadamente: Experto en las batallas y los combates,
El rey, el portavoz de Sumer, Ur-Namma,
-"¡Oh, mi corazón!”. El jefe de Sumer, el ornamento de la asamblea,
Yace enfermo.
Sus manos, antes en movimiento, Están paralizadas. Los dulces sacrificios ya no se produjeron más.
No puede hacer nada con ellas. Unas manos malvadas se han acercado,
Está enfermo. Alzándose contra tales sacrificios.
Sus pies, que antes pisoteaban, Están paralizados. Por eso los dioses Anunna rechazaron sus regalos.
No puede hacer nada con ellos. Con todo, el dios An, no asistía a su lamento.
Está enfermo. Sus días no habían sido completados.
Desde el lugar del combate, el fiel Pastor, Debido a las palabras pronunciadas por Enlil,
El rey, la gran espada de Sumer, No existía ningún consuelo.
Ur-Namma, el rey del país, La percepción de su pueblo,
Fue llevado a la "Cámara furiosa"; Incluso por aquello que él había amado, Estaba alterada.
Ur-Namma fue llevado a Ur. Pueblos extranjeros lo han vencido.
Se le hizo entrar en la Casa de la Lamentación.
El fiel pastor yace en su palacio. Después de que hubieron abandonado a Ur-Namma,
En el lugar de la matanza como una vasija rota,
Ur-Namma, amado por sus soldados, Su Gidim, su espectro, su fantasma,
No es capaz de levantar la cabeza. Acudió allí arrogantemente,
El supervisor de todos los países extranjeros yace tumbado. Como un cúmulo de nubes.
Ha penetrado en el lugar, un silencio de muerte. Pero Ereshkigal dijo:

El campeón del país ha caído, -"Él todavía no lo ha hecho;


Ha sido devastado como una montaña. Él no ha realizado todavía las cosas más deseables.
Como un bosque Hashur, ha sido cortado, Ur-Namma, ¿Qué cosas buscas de mí?".
Su apariencia ha sido alterada.
Pasó a través de los cedros del país, Al Aralli, el lugar principal,
Y el estado de los cedros ha sido cambiado. La cabeza de la Tierra,
Han puesto el hacha sobre la vivienda del rey, Fue llevado Ur-Namma, el hijo de Ninsun,
Como si se talará un árbol de boj. Sin haber agotado todavía todo su vigor.
Como un cedro verde arrancado del palacio, Los soldados que antes le habían acompañado,
En donde él yacía. Siguen llorando por él.
¡Cómo se cambió el destino del héroe en su palacio! En un país distante, como si fuera Dilmún,
Un lugar desconocido para él,
El lecho de su esposa fue cubierto por el Viento del Sur. Allí hundieron la nave funeraria.
Igualmente, se extendió sobre el de sus concubinas. Fue reducida a pedazos.
Los días Sakkutu del rey se habían cumplido. Sus remos, su mástil, su quilla
¡Él ha perdido la vitalidad! Y su timón, fueron despedazados.
Como consecuencia, Sus tablas fueron rotas,
Su trinquete fue quebrado. El rey presenta ofrendas de comida para el
Finalmente, todo quedó hundido, Mundo Inferior.
Todo fue llevado al amargo polvo.
Con el rey se encontraban sus asnos, ▪Ur-Namma presenta como ofrendas para los infiernos
Que ritualmente fueron enterrados allí. Bueyes perfectos, cabras jóvenes, ovejas cebadas,
¡Sí! Con Ur-Namma se encontraban sus asnos; ¡Tanto cuanto era posible llevar!
Sus asnos fueron enterrados con él. Un mazo de batalla, un gran arco con carcaj y flechas,
Un puñal afilado, una bota de cuero multicolor que se
El aspecto del país cambió. llevan en la cadera.
El vigor del país fue alterado. El pastor Ur-Namma ofreció todo aquello a Nergal,
La marcha hacía el Kur era un camino desolado El Enlil del Mundo Inferior,
Y desierto. En sacrificio en su palacio.
El rey no podía avanzar.
El carro en el que iba estaba atascado a causa del barro. ▪Igualmente,
Era intransitable. El pastor Ur-Namma ofrece en sacrificio a Gilgamesh,
Ur-Namma no podía avanzar. El señor del Mundo Inferior, en su palacio,
Un largo arco, una bota de piel,
Arribado al infierno, al Kur, Un arma puntiaguda, adaptada para la batalla,
Ur-Namma da regalos a los siete grandes porteros del Una terrible maza celestial,
Mundo Inferior, Un escudo de asedio, que se apoya en el suelo,
A los famosos reyes que habían muerto. La potencia del heroísmo,
El Ishib, el Lumah, la Nin-dingir informaron al pueblo de la Un hacha de batalla, arma preferida de Ereshkigal.
llegada del rey al Más Allá.
Un tumulto se alzó en el Mundo Inferior. ▪Ur-Namma ofrece en sacrificio a Ereshkigal,
Aquellos personajes, que habían muerto, La madre de Ninazu,
Dieron la noticia de la llegada de Ur-Namma. En el palacio de ella,
Por el Mundo Inferior se expandió aquella noticia. Un recipiente de keshda, lleno de aceite,
Y una copa Shagan, de perfecto acabado,
El rey sacrifico bueyes, Un cargado vestido, un vestido Shuluhu,
Ofreció innumerables ovejas. Un vestido Pala de reina,
A los que allí estaban les dejó sentarse al enorme banquete Así como el resplandeciente Eshar,
que había preparado, De los ‘Me’ del Mundo Inferior.
Porque la comida normal del Más Allá es amarga,
El agua está salada. ▪El pastor Ur-Namma ofrece a Dumuzi,
El corazón del fiel pastor conocía las reglas del El amado esposo de Inanna,
Mundo Inferior. En sacrificio, y en su palacio,
Ovejas Alum, ovejas Shuluhu,
Grandes cabras de la montaña, ▪Y a su esposa Ninazimua,
Un cetro de oro de la soberanía, La jefa-escriba de los Infiernos,
Con la empuñadura de lapislázuli. El pastor Ur-Namma,
Le ofrece en sacrificio en el Palacio de ella,
▪Ur-Namma ofrece a Namtar, Un Yelmo con elevadas orejas de sabio,
El que decreta todos los Destinos, Hecho de alabastro,
En sacrificio y también en su palacio, Un estilete de bronce, emblema del escriba,
Una preciada corona, de perfecto acabado, Una regla de medir de lapislázuli,
Un anillo de oro en forma de barco Magur, Una caña de una medida ninda de longitud.
Una sagrada piedra de cornalina,
Adecuada para el pecho de los dioses. ▪A los Anunna, los grandes gobernantes del Más Allá,
Ur-Namma les ofrece sacrificio en su palacio,
▪Ur-Namma ofrece en sacrificio a Hushbishag, Toros magníficos, Cabras perfectas
La esposa de Namtar, Y ovejas engordadas que él había traído.
En el Palacio de ella,
Un sello con el asidero de lapislázuli, Después de que el rey hubo provisto al Kur,
Propiedad de los infiernos, Ur-Namma contribuyo al alimento del Kur,
Un pasador de plata para el cabello, Los grandes gobernantes del Kur,
Incrustado con cornalina, Los Anunna, que habían aceptado las ofrendas,
Y un peine de mujer. Sentaron a Ur-Namma,
En un gran trono del Mundo Inferior.
▪Asimismo, Fijan y preparan un lugar de residencia
Ur-Namma ofrece sacrificio en su palacio al guerrero, Para él en el Kur.
Al héroe Ningizzida,
Dios del verdadero árbol, De acuerdo con la decisión de Ereshkigal todos los soldados
Un carro de madera con ruedas adornadas con oro, que habían sido muertos por las armas,
Así como asnos de varias especies, Todos aquellos que murieron violentamente,
Uno de ellos con los lomos manchados de colores, Fueron entregados al rey.
Un pastor y un boyero. Ur-Namma asignó a cada uno su lugar.
Junto a su amado hermano Gilgamesh,
▪A Dimpimekug, que está al costado de Ningizzida, Él emite las sentencias del Mundo Inferior,
Ur-Namma le regala un sello de lapislázuli, Emana las ordenanzas de los infiernos.
Que cuelga de un broche,
Un pectoral de oro y de plata,
Con la cabeza de un bisonte como adorno.
Después de que hubiesen pasado siete días, Después de pronunciar aquellas palabras,
Los lamentos de Sumer llegaron a mi rey. El rey de Ur, se sentó en el frío suelo del Más Allá.
Los lamentos de Sumer llegaron, Tras estar en silencio en breves momentos continuó
Finalmente, a Ur-Namma. con su lamento:
El llanto se extendió sobre las murallas de Ur,
Que no había podido acabar, -"Yo, que servía a los dioses, noche y día,
Sobre su nuevo palacio, que había levantado, ¿Cómo he sido pagado por mis esfuerzos?
Sin poder disfrutar de él. El día se acaba ahora sin sueño para mí,
Que servía a los dioses noche y día.
Ur-Namma, el pastor, Como si estuviese detenido por una tempestad que cae
Que no podría ya cuidar de su casa, desde lo alto del cielo, ¡Ay!,
Entonó una lamentación. Ahora no puedo retornar más a la construcción de Ur.
Ya no podría estrechar en su seno a su esposa, ¡Ay! ¡Mi esposa se ha convertido en una viuda!
Ya no podría sentar a sus hijos en sus rodillas, ¡Pasa el día derramando lágrimas y pronunciando quejas
Ya no podría seguir a sus hijas pequeñas hasta la juventud y amargas!
la madurez. Mi fuerza, que una vez tuve, se ha ido.
A mí, el guerrero, la mano del destino me ha castigado
Mi rey lloró desconsoladamente. cruelmente en tan solo un día."
El fiel pastor se derramó en un llanto que partía el corazón,
diciendo: -"Mi esposa pasa los días en lloros y lamentos.
Mi benévolo Udug, se ha mantenido al margen.
-"En cuanto a mí, Mi amable Lamma, genio protector,
He aquí cómo se me ha tratado. No se preocupó de ella.
En verdad, yo servía bien a los dioses, Ninsumun no la protegió con su firme y noble mano.
Levante altares para ellos, Nanna, el señor Ashimbabbar,
Preparaba para ellos el alimento cotidiano. No extendió su halo protector.
Aseguraba la prosperidad a los Anunna. Enki, el rey de Eridú, no lo sacó de su desesperación.
Ornamentaba sus lechos en los que eran Él le ha cortado su dolor,
esparcidas plantas de frescas hierbas. No había ninguna respuesta a su desgracia.
Pero ninguno de los dioses me ha ayudado, Como un barco a la deriva en una tormenta tempestuosa,
Ni ha consolado mi corazón. El palo de anclaje, su sustento, no sirvió de nada".
¡Pobre de mí!
Mi buen augurio se hizo tan distante como el cielo. -"Como un asno de la estepa,
Pero, ¿Qué he obtenido por haber servido a los dioses Que está lejos de un pozo peligroso,
diariamente?". Ellos tenían una pesada mano sobre ella, mi esposa.
Como para un león caído en una trampa,
Ellos enviaron vigilantes; Enlil había enviado un mensaje a todos los países respecto
Como un perro, ella fue aprisionada en una jaula, a este asunto tan importante.
Así ellos lo enmudecieron. Luego, después de haber alejado su mirada de allí, Inanna
Utu, el dios de la justicia, no le prestó atención; entró humildemente,
Ella, sin embargo, entonó el grito: En el brillante templo Ekur.
-"¡Oh, señor mío!".
Mis instrumentos musicales el Tigi, Cuando ella se presenta con ojos furiosos ante la presencia
Adab, gigid y Zamzam, aterradora de Enlil,
Han sido convertidos por mi causa en lamentos. Este le dijo:
Algunos, al contrario,
Lanzaron los instrumentos musicales contra la -"¡Gran reina del templo Eanna,
pared en la sala de Música". Puesto que él está encorvado en tierra,
No podrá salir de allí!
Después de recordar la triste situación de su esposa, ¡El fiel pastor ha abandonado el Eanna!,
Ur-Namma centró su lamento en su reino y familia. ¡No se le ha visto más!"

-"Todo ello porque, Inanna, la luz esplendorosa,


Al contrario que sobre mi trono, La hija mayor de Nanna, el dios de la luna,
Cuyo disfrute no pude llegar a ver cumplido del todo, Ellos Al oír aquellas palabras,
me hicieron acurrucar en la suciedad de un pozo. Hace añicos el cielo,
Y todo ello porque, al contrario que sobre mi lecho, Hace temblar la tierra.
Cuyas delicias no había podido disfrutar, Inanna destruye establos,
Me hicieron yacer en la estepa abierta y desolada. Devasta apriscos, diciendo:
¡Ay! ¡Delante de mi esposa, en lágrimas!
¡Ay! ¡Delante de mis hijos, en lágrimas!
Ellos entonaron un lamento -"Contra An, el rey de los dioses,
Y repetían lo que yo había pronunciado." Quiero gritar a modo de insulto.
A Enlil, que ha alzado la cabeza junto a mí:
Sin dejar de suspirar, ¿Quién ha cambiado esta orden?
Ur-Namma evocó la ausencia de Inanna, La sublime palabra que el rey An pronunció,
Diosa que no pudo socorrerle, ¿Quién la ha cambiado?
Pero a quien reconoció su interés por su causa. Las leyes que gobiernan el país,
Fijadas por nosotros,
Cuando yo fui tratado así, Inanna, ¿No son válidas?
La preeminente, la reina de la batalla, Para el lugar de los dioses,
No estuvo presente. Donde el sol nace:
¿No debe existir allí más abundancia? Además, Enlil, Conocido también como Nunamnir,
El 'Príncipe del heroísmo',
Mi santo gipar, mi santuario Eanna, Alejará a tu malvado Udug."
¡Ellos lo han demolido como si fuese una montaña!
¡Ojalá que mi hombre poderoso hiciera crecer de nuevo ¡Oh! Ningizzida,
para mí la hierba en la estepa! Bendito por inmortalizar el nombre de Ur-Namma,
¡Ojalá que como una barca de río me hiciera anclar en un Por hacer que el nombre del Rey quede guardado en las
tranquilo muelle!" memorias de su pueblo.

Así Inanna, en verdad,


Difundió ampliamente un lamento para Ur-Namma.
Hizo poderosa la fama del rey,
Comunicando su asesinato,
Por todos los lugares.

Entre lágrimas y lamentos,


Ningizzida decretó finalmente el destino de
Ur-Namma:

-"Que tu noble nombre pueda ser invocado.


Que tu puro cetro sea reconocido en todos los lugares,
Arriba y abajo.
Que Sumer y Akkad, en tu palacio,
Aclamen tu fama.
Los canales que tú excavaste,
Enlil los volverá a llenar de aguas fecundantes.
Las amplias tierras, que hiciste productivas,
Renacerán repletas de plantas.
El cañaveral que sacaste del agua se llenará de
Canoras aves.

Las amplias tierras del grano que añadiste a los vastos


campos, los poblados fortificados y los asentamientos que
tú fundaste conocerán la fama de tu nombre.
La gente, asombrada, admirara todo ello.
¡Oh Ur-Namma todos aclamarán tu nombre!

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