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POEMAS DEL CABO DE GATA

(2007)

Raúl Quinto
Aquí la luna en sombras
proyecta su epidermis, poro a poro,
la palidez violenta de sus ciclos,
descentrados, deshechos
sobre la roca madre.

Aquí la luna late su desnudo.

En esta luz.
La membrana del aire
rasgada como un velo por el canto
sucio de las gaviotas.

La cicatriz oscura
que va abriendo sus alas
en una danza
ocre y azul.

Eco de siglos abatidos.


Entre tu piel y el centro de la tierra
hierve la arena fría.
La rotación, la negra escala
de los cuerpos callados.
Materia efímera.

La estrella silenciosa
ejecuta su danza.

En su fugacidad, la tierra rompe


amarras con el cielo, y el mar
se devora en espuma
de luna nueva. Derrotado.
Amarillos de escarcha
solar. La luz tallada en piedra.

El mar cayendo sobre sí,


en lenta fiebre.

Crines, peldaños de la espuma.

Se desploman los cielos,


igual que el párpado de un dios
al comienzo del sueño.
Las vetas de la piedra
ascienden verticales,
como un géiser de sangre coagulada;
eje, herida abierta,
raíz de arena húmeda.

Rompen las olas, y la luz


traza su órbita en diamantes;
estrellas mínimas

tatuando su noche sobre el límite


promiscuo de la tierra.
El páramo, la piel aletargada
del reptil, kilométrica
bajo el mantra del sol.

Pequeñas flores
rompen los diques del color,
amarillas, violentas
como pálidos copos
de luna. Como ascuas encendidas.

Crece tu sombra, lentamente.


Cuarto menguante. Sobre el mar
la montaña refleja
su noche líquida, mercurio
oscuro titilando.

Niega el azul
su doble ceremonia
de luna y agua.
Árida luz cristalizada.

Las arenas. La sangre


pálida de los astros
derramándose en piedra.

Tacto de hueso
para los ojos.

Crece la duna en tu interior.


La marea. El cielo.
Respiración lunar incendiando las aguas.

Su aliento en ascuas, en escamas


de pez, enjambre de luciérnagas
ahogándose. La noche
crepita en su obsidiana.

Tiembla contigo este universo


de roca y mar soñando.
Nieva del mar al cielo: un eclipse
de sed blanca. La boria
disuelve los contornos de la costa,

desaparece el Cabo
bajo un alud, despacio.

Arrasados, también mis ojos buscan


la estrella moribunda.
(poema excluido de la edición original, aparecido en la revista Hache)

Como cuerpo de insecto,


su intensidad,. Las algas.

La blanca oscuridad de las arenas


rodeando la noche,
vidriera negra hecha pedazos.

Como esquirla de incendio.

Su pupila:
del sueño del mar presa.
Poemas del Cabo de Gata fue publicado en 2007,
junto a la segunda edición de Grietas, en la editorial
catalana La Garúa y gracias a la generosidad del poeta
Joan de la Vega.

El autor permite la libre circulación de estos poemas.

Ya son tuyos.

Agosto de 2011.

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