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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


FUNDACIÓN MISIÓN SUCRE
CONVENIO UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS
ALDEA “E. B. AMÉRICA”
PNF DERECHO
CALABOZO – EDO.- GUÁRICO

SUCESIONES

INFORME

Facilitador: Triunfador:
Abg. Carlos Zurita
Rengifo Luis C.I: 15.480.736
PNF Derecho
IV Año

Calabozo; Octubre 2.021


NULIDAD DE LA DISPOSICION A FAVOR DE LAS PERSONAS INCIERTAS
O SOBRE SUCESIONES FUTURAS.

En un entorno social en el que, en muchos casos, el concepto de familia


nuclear ha quedado reducido a su mínima expresión, las relaciones inter-
familiares no son fluidas ni cordiales, la vida en soledad de nuestros mayores
es cada vez más frecuente, el sistema legitimario y las causas de
desheredación son altamente insatisfactorios en detrimento de la libertad de
testar, y la necesidad de las personas de premiar a quienes se ocupan de ellas
en los últimos momentos de su vida es creciente, es muy importante utilizar
todos aquellos recursos que nos ofrece el Derecho en interés de quienes se
encuentran en tales supuestos. En muchas ocasiones, el testador quiere
anticiparse a tales circunstancias y, para ello, pretende designar heredero "a
quien le cuide”. Es evidente que si el interesado conserva la plena capacidad
podrá otorgar y revocar testamentos tantas veces como lo desee, designando
nominativamente al heredero o herederos. Sin embargo, puede ocurrir que la
persona en cuestión ya no conserve la capacidad para testar, bien de hecho,
bien por haber sido judicialmente incapacitada y sin que existan intervalos
lúcidos.

Lo fundamental en esta cuestión es que la persona instituida no sea "incierta",


y a ello se está refiriendo con claridad el Art. 750 CC cuando nos dice que
"toda disposición a favor de persona incierta será nula, a menos que por algún
evento pueda resultar cierta". El complemento de lo aquí dispuesto es que el
testador ha de designar al heredero por su nombre y apellidos Art. 772, y en
condiciones normales, así será, pero puede suceder que el propio testador no
conozca o yerre en los apellidos o en alguna otra circunstancia por la cual él
conozca al designado. Por esta razón, el propio Código Civil se encarga
claramente de establecer que valdrá la institución, aunque se omita el nombre,
si lo designa de modo que no pueda dudarse quién sea el instituido.

En consecuencia, si la persona designada no es conocida y no puede serlo


utilizando medios de prueba extrínsecos, habrá de procederse a declarar la
nulidad de la institución y a la apertura de la sucesión intestada para determinar
quién sea el heredero, sin que se produzca la ineficacia del resto de las
disposiciones testamentarias, que seguirán siendo válidas, porque el
testamento es válido aunque no contenga institución de heredero; así resulta
de los Arts. 750, 764 y 912 CC. Estamos ante un supuesto de nulidad parcial,
porque sólo deviene ineficaz la disposición a favor de la persona incierta, pero
no el resto del contenido del testamento. Ciñéndonos a la práctica, si el
testador tiene herederos forzosos habrán de respetarse sus legítimas (salvo
que existan causas de desheredación y, en este caso, respetando los derechos
de los hijos y descendientes del desheredado respecto de la legítima, según
resulta de los arts. 763 y 857 CC). Si no los tiene, podrá premiar en mayor
extensión a quien le cuide. Deberán recibirse declaraciones de testigos y será
recomendable que se efectúen citaciones personales o por edictos a quienes
pudieran considerarse interesados o perjudicados, o incluso anunciar su
tramitación por edictos con concesión de plazo para recibir manifestaciones. El
acta concluirá declarando ser notorio que una o varias personas determinadas
y ciertas (físicas o jurídicas) prestaban o procuraban cuidados al tiempo del
fallecimiento, o bien que esta circunstancia no se producía. En cambio, si el
acta concluye positivamente, junto con el testamento (al que complementa),
serán suficientes para practicar la partición. Esta circunstancia podrá
acreditarse, sin perjuicio de otros medios de prueba, mediante Acta de
Notoriedad tramitada conforme al Reglamento Notarial.

Finalmente, por si existieran dudas sobre la cuestión, hay que destacar que la
Sentencia del Tribunal Supremo de 21 de Diciembre de 1.920 admitió un
supuesto de institución de heredero hecha a favor de persona que cuidase al
testador en su última enfermedad y se hiciese cargo de su perra, ya que
"claramente se expresan las circunstancias que habían de concurrir en el
instituido, que le individualizan en la mente del testador y excluyen toda
incertidumbre respecto al mismo, en cuanto por ellas podía venirse en
conocimiento de cuál fuere el favorecido por la institución"; y en un sentido
similar, la de 2 de Julio de 1.977.

Es nula toda disposición en el Artículo 898 C.C Establece:

1. Que instituya heredero o legatario a una persona incierta, hasta el punto


de no podérsela determinar.

2. Que se haga a favor de una persona incierta, cuya designación se


encomiende a un tercero; pero será válida la disposición a título
particular en favor de una persona a quien haya de elegir un tercero
entre varias determinadas por el testador, o pertenecientes a familias o a
cuerpos morales designados por él.

3. Que deje al heredero o a una tercera libre facultad de determinar el


objeto de un legado. Se exceptúan los legados que se ordenen a título
de remuneración por servicios prestados al testador en su última
enfermedad.

Concatenado con esta norma, se encuentra lo contenido en el Art. 901


del C.C que establece:

Si la persona del heredero o del legatario se ha designado con


inexactitud, la disposición tiene efecto cuando el contexto del testamento u
otros documentos o hechos claros, demuestren cuál es la persona que el
testador ha querido indicar. Lo mismo sucederá cuando la cosa se ha indicado
o descrito inexactamente, si se reconoce de una manera cierta de qué cosa ha
querido disponer el estado. Lo expuesto hace concluir que solo será nula la
disposición cuando exista total incertidumbre o duda de la persona señalada en
la cláusula, y no se pueda determinar de forma evidente o segura.

LAS SUSTITUCIONES

Podemos definir la figura de la sustitución como aquella en virtud de la


cual el testador nombra sustituto del heredero o legatario (instituido) a otra
persona para que reciba la herencia (total, parcial) o legado, en defecto o
después de la instituido, todo ello con el fin de evitar que se abra la sucesión
intestada y que se cumpla la voluntad del causante con respecto a sus bienes.

LA EXCEPCIONALIDAD DE LA SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA


SOBRE EL TERCIO DE LEGÍTIMA ESTRICTA

Excepcionalmente a lo dicho en el punto anterior, y siempre que alguno


de los hijos o descendientes haya sido judicialmente incapacitado, el testador
podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima
estricta, siendo fiduciario los hijos judicialmente incapacitados y fideicomisarios
los coherederos forzosos.

EFECTOS DE LAS SUSTITUCIONES

Las anteriores disposiciones sustitutorias tienen una serie de efectos en


función de cual decida usar el testador.

Sustitución vulgar: el sustituto es llamado a la herencia como si fuera el


primer heredero y con los mismos efectos. Si muere antes, serás sus
herederos los que adquieran este derecho.

Sustitución pupilar: el sustituto adquiere la herencia si el sustituido muere


antes de cumplir los 14 años, a salvo las legítimas de los herederos forzosos.

Sustitución ejemplar: el sustituto adquiere la herencia si a la muerte del


testador el sustituido sigue siendo incapaz, a salvo las legítimas de los
herederos forzosos.

Sustitución fideicomisaria: el fiduciario hace suyos los frutos, rentas y


beneficios pero no puede vender la cosa ni hipotecarla pues tiene la obligación
de transmitirla.

REVOCACIÓN DE LOS TESTAMENTOS


La materia relativa a la revocación de las disposiciones testamentarias,
aparece regulada en nuestro Código Civil en dos Títulos diferentes: Uno que
comprende los Arts. 990 a 992 y se denomina "De la revocación de los
testamentos" y el otro, comprendido en los Arts. 951 al 958, bajo el título: "De la
revocación y de la ineficacia de las disposiciones testamentarias".

REVOCACIÓN

Siendo el testamento una manifestación voluntaria del individuo, es


lógico que pueda ser revocado o cambiado también a su voluntad. Es así que
el Art. 990 del C.C. señala que “Todo testamento puede ser revocado por el
testador, de la misma manera y con las mismas formalidades que se requieren
para testar”. Y tan esencial es este carácter, que el mismo artículo en su aparte
final expresa: "Este derecho no puede renunciarse ni en forma alguna
restringirse”. La revocación testamentaria es, pues, una manifestación
voluntaria del testador, que contraría una anterior y cuya eficacia dependerá de
que al expresarla se cumplan las mismas formalidades exigidas para la validez
de la primera.

CLASES DE REVOCACIÓN

Según abarque la totalidad del testamento anterior, o sólo una parte de


él, se habla de revocación total o parcial (Art. 991 C.C.). Igualmente, se
distinguen la forma expresa y la tácita. Será expresa, cuando precisamente se
señala la voluntad de revocar la totalidad de las disposiciones testamentarias o
una o más de las cláusulas contenidas en el testamento. Y será tácita, cuando
el documento es destruido voluntariamente dictado por el testador siendo uno
nuevo en cuyas disposiciones se contrarían todas o algunas de las anteriores,
aunque no se indique expresamente la voluntad de revocarlas. Cuando la
revocación se verifique por testamento posterior, sólo el último será eficaz
dejando de serlo el o los anteriores; pero el testamento nulo no puede revocar
uno anterior válido.

Nada impide la coexistencia de varios testamentos, mientras sus disposiciones


no sean incompatibles; y cuando hubiere incompatibilidad, prevalecerá la
última, sin que ello perjudique las contenidas en el testamento anterior con las
cuales no exista esta incompatibilidad; pues la existencia de un testamento
posterior no revoca la validez del o de los anteriores, salvo que. Así se exprese
en el último; y sólo anula las disposiciones de aquellos que resulten contrarias
o incompatibles con las de éste Art. 991 C.C., Además de estas formas
voluntarias de revocación expresa o tácita, puede tener lugar la revocación
testamentaria por mandato de la Ley, interpretando lo que se presume es la
voluntad del testador. Así lo señala el Art. 951 del C.C. cuando expresa: "Los
disposiciones a título universal o particular hechas por quien al tiempo de su
testamento no tenía o ignoraba tener hijos o descendientes, aun solamente
concebidos, son revocables por la existencia o superveniencia de un hijo
descubierta aquélla o verificada ésta después de la muerte del testador, salvo
que el testador haya previsto en el mismo testamento o en otro posterior o
anterior, no revocado ni siquiera tácitamente, el caso de existencia o
superveniencia de hijos o descendientes de éstos".

Como puede apreciarse de la norma, son dos las hipótesis en ella


contempladas:

a. Que el testador ignoraba tener hijos, o descendientes, aunque fueren


solamente concebidos.

b. Que luego de la muerte del testador, se verifique la existencia de hijos


ignorados o la superveniencia, o nacimiento posterior a la fecha del
testamento, de algún hijo o de un descendiente de éste.

Debe asimilarse a estos casos la aparición de un hijo o de un descendiente que


hubiere sido declarado ausente o presunto muerto. En los comentados casos,
la ley presume que si el testador hubiese sabido de la existencia de algún hijo o
hubiera previsto que los tendría, no habría dispuesto de sus bienes a favor de
terceros o sólo de los hijos que sabía que tenía o que iba a tener; sino que
habría tomado en cuenta también al hijo ignorado o sobrevenido.

Pero como no es posible establecer por presunciones la medida en que los


habría favorecido y presumiendo por otra parte que no se habría limitado a
reducir sus derechos a la legítima, la Ley prefiere revocar toda la disposición
para establecer la igualdad. La acción para obtener la revocatoria a que se
contrae el Artículo antes comentado, corresponde a los hijos o a sus
descendientes y prescribe a los cinco años de haber ellos tenido conocimiento
del testamento; pero no podrá ser intentada en ningún caso después de veinte
años de la muerte del testador, salvo la suspensión de la prescripción en el
caso de menores (Art. 952 C.C.)

NATURALEZA JURÍDICA DE LA REVOCACIÓN TESTAMENTARIA

El Motivo de discrepancia entre los autores ha sido el establecer si la


revocación del testamento es un acto ínter vivos o mortis causa,
pronunciándose por la primera tesis autores como Aliara, para quien, la
revocación es un acto no sometido a suspensión hasta la muerte del testador,
sino de eficacia inmediata; puesto que elimina lo que antes había dispuesto el
testador, destruyendo la expectativa de derecho que había creado hacia los
presuntos favorecidos, y creando nuevas expectativas para quienes resulten
beneficiados con la revocatoria del instrumento anterior. En el sistema legal
venezolano esta discusión carece de relevancia y la hemos traído sólo a título
de breve comentario; puesto que la revocación total o parcial del testamento
sólo puede hacerse mediante otro testamento, de donde resulta evidente la
naturaleza de acto entre vivos.

INEFICACIA DEL TESTAMENTO

Además de las causas de revocación testamentaria que acabamos de


comentar, el testamento puede ser total o parcialmente ineficaz, sea por ser
nulo en todo o en parte, sea por caducidad de las disposiciones en él
contenidas.

NULIDAD

Hay nulidad en sentido estricto, cuando todo el testamento o una de sus


cláusulas carecen de validez por faltarle un requisito esencial o por
inobservancia de una norma inderogable. Es nulo el testamento que no se hace
por escrito o que siendo escrito carece de las solemnidades prescritas por la
Ley (Art. 882 C.C.). Lo será también si el testador es incapaz (Art. 837 C.C.).

Además de la nulidad, puede haber anulabilidad o rescindibilidad de la


disposición testamentaria; porque esté afectada de algún vicio o defecto, o por
inobservancia de algún precepto que, sin generar la nulidad del acto, confiera
al interesado una acción para impugnarla. Debiendo a estas causas agregar
aquellas que permiten la solicitud de reducción de la disposición que ya hemos
comentado en otro tema. Estos casos de anulabilidad pueden subsanarse
mediante la confirmación, la ratificación o el cumplimiento voluntario de la
prestación que deba cumplirse por parte del heredero después de la muerte del
testador.

CADUCIDAD

Cuando el testamento se hace ineficaz por una causa sobrevenida; es


decir, cuando después de otorgado el instrumento surge un obstáculo que de
haber existido para ese momento habría determinado su nulidad, la disposición
testamentaria caduca.

Asimismo, caduca cuando se producen otros hechos de carácter


diverso, que el legislador ha establecido y que examinaremos sucintamente:

1. Premoriencia o incapacidad del favorecido: "Queda sin efecto toda


disposición testamentaria si el favorecido por ella no ha sobrevivido al
testador o es incapaz", dice el Art. 953 del C.C. Es decir, que se puede
válidamente instituir herederos o legatarios a los hijos de determinada
persona, aunque éstos no fueren siquiera concebidos, siempre que
dicha persona sobreviva al testador.

2. Renuncia del favorecido: "La disposición testamentaria caduca para el


heredero o el legatario que renuncia a ella" (Art. 954 C.C.). Debemos,
sin embargo, aclaran que la renuncia del heredero no afecta su derecho
a recibir los legados instituidos en su favor.

3. Incumplimiento de la carga o condición impuesta: Cuando el


beneficiario de la liberalidad testamentaria no cumpla las cargas que le
haya impuesto el testador, la disposición perece. Debiendo, distinguirse
si este incumplimiento deriva de la voluntad del beneficiario o de la
imposibilidad de cumplir la condición; pues en el primer caso deberá
entenderse que hay una renuncia voluntaria de parte del legatario; y en
el segundo, la revocatoria tácita del testador al imponer esa condición
imposible.

4. Indignidad del favorecido: Cuando el beneficiario de la disposición


testamentaria se ha hecho indigno, caduca su derecho al beneficio y por
ende cesa para él todo derecho a reclamar participación alguna en la
herencia.

5. Pérdida de la cosa legada: "El legado no tendrá efecto si la cosa


legada ha perecido completamente durante la vida del testador.
Tampoco lo tendrá si ha perecido después de la muerte de éste, sin
intervenir hecho o culpa del heredero, aunque éste haya incurrido en
mora respecto de la entrega cuando la cosa hubiere perecido igualmente
en manos del legatario" (Art. 957 C.C.). Obsérvese que el perecimiento
debe tener lugar antes del fallecimiento del testador; o después, si de
todas maneras hubiere perecido, aunque el heredero encargado de
entregarla estuviere en mora de hacerlo. Porque si así no fuere y la cosa
perece después de la apertura de la sucesión, no tiene lugar la
caducidad del legado ya que el legatario se había convertido en
propietario y por tanto soporta los riesgos (res perit domine: la cosa
perece para su dueño).

6. Enajenación total o parcial de la cosa legada y transformación de


ésta en otra distinta: Ya comentamos supra, al hablar de la revocación
tácita, que estas dos situaciones hacen presumir la voluntad del testador
en el sentido de hacer ineficaz la disposición testamentaria; y, por tanto,
configuran igualmente una forma de caducidad.

7. No uso del derecho de retracto: Dice el Art. 956 del C.C.: "cuando el
testador haya vendido con pacto de retracto la cosa legada y se haya
rescatado en vida, el legado quedará subsistente. Del análisis de esta
disposición legal se observa que en el caso en que la cosa legada
hubiere sido vendida con pacto de retracto, el testador ha tenido la
intención de rescatarla para que estuviera en su patrimonio al momento
de su muerte; pero si no lo ha hecho, necesario es admitir que ello ha
sido contra su voluntad; pero que en todo caso trasmite al legatario el
derecho a recuperar su bien, mediante el derecho de retracto. Y
caducará su derecho si no lo ejerce dentro del término acordado en el
documento de venta con pacto de retracto. Y por ende, caduca la
disposición testamentaria establecida a su favor.

EL DERECHO DE ACRECER

ANTECEDENTES

Este se funda primogénitamente en dos vertientes del derecho Romano,


y que a la vez justifican la necesidad y obligatoriedad del acrecimiento:

 Continuidad de la personalidad del causante.


 Nadie puede morir en parte testado y parte intestado.

El acrecimiento en la sucesión testamentaria, se crea para para


interpretar la voluntad de manera presunta del testador es decir; si alguno de
los instituidos no pudiera recibir su parte que le corresponde y tampoco deja
descendientes que le representen, aquel habría querido que esa parte
favoreciera a los demás coherederos que instituyó, por ende el derecho de
acrecer se considera subsidiario del derecho de representación. Este derecho
de acrecer no tendría lugar cuando aparecía algún problema que destruyera
dicha presunción por ejemplo, la representación sucesoria la cual es un
impedimento derivado de la ley, así como la sustitución dada por testamentos,
que es un impedimento por la voluntad del testador.

En el derecho Romano el derecho de acrecer se ejercía tanto en la


sucesión testamentaria como en la intestada.

Sucesión testamentaria: se daban tres supuestos que dependían de la


voluntad y asignación del testador en cuanto a su patrimonio hereditario.

Cuando el testador disponía de solo una porción de su herencia; el heredero


pro parte adquiría el todo en virtud de la regla, como bien sabemos en el
derecho Romano eran incompatibles la sucesión testamentaria y la intestada,
entonces si había una persona que tenía el título de heredero testamentario, no
existía un llamamiento a los sucesores abintestatos referida a la porción de
herencia que no dispuso el testador.
Actualmente estos dos tipos de sucesiones; testamentaria e intestada son
complementarias, debido a que se reconoce la sucesión mixta según nuestro
código civil 815; incisos 2 y 5.

Cuando el testador instituía a la totalidad de herederos en la herencia integra;


cualquiera que no podía recibir su cuota de herencia o renunciaba a ella, su
porción se repartía entre los demás, entonces se daba un acrecimiento general.
Si había un heredero era a titulo universal y con vocación a la totalidad de la
herencia y solo si concurrían varios a la herencia se daba lo que es “concursu
partes fiunt”.

Cuando el testador formaba un conjunto de herederos; aquí el derecho


de acrecer operaba de manera especial solo entre los así llamados, cuando
alguno de ellos perdía su vocación sucesoria. Y que podrían ser de tres tipos:

Re Et Verbis: Se llaman a un conjunto de varios herederos a una misma cuota


y en una misma fase. Por ejemplo: “sean mis herederos Juan y Pedro en la
mitad de la herencia; Javier en la otra mitad”. En este supuesto Javier quedaba
excluido de acrecimiento en cuanto a la otra mitad de la herencia, porque el
llamamiento sobre esta solo es entre Juan y Pedro.

Re Tantum: se da cuando el testador llamaba en la porción hereditaria a varios


herederos, pero en fases distintas. Por ejemplo; “sea mi heredero Juan en la
mitad y Javier en la otra mitad” y en otra frase:” instituyo también heredero a
Pedro en la primera mitad”, aquí también Javier queda excluido de
acrecimiento en cuanto a la otra mitad de la herencia, debido a que el
llamamiento es solo entre juan y pedro.

Verbis Tamtum: se instituían herederos en la misma frase, pero no se indicaba


la cuota de herencia, ejemplo; “sean mis herederos, Juan y Pedro, también
instituyo a Javier”, aquí el acrecimiento era de beneficio para todos.

NATURALEZA JURIDICA

Esta se puede establecer mediante la teoría objetiva y subjetiva del


derecho de acrecer. En primer lugar tenemos la teoría objetiva que recoge la
regla clásica “Portio Portionis accrescit. Non personan”, el principio de vocación
universal única de carácter solidario a la herencia, la cual es potencial a la
cuota de los coherederos que no lleguen a suceder, por lo tanto nos dice que
no existen vocaciones hereditarias diversas, en otras palabras la cuota que
está acreciendo no es una cuota diferente a la que ya se aceptó, solo aumenta
en su volumen y contenido.

Por otro lado tenemos el derecho de acrecer fundado en la teoría subjetivista,


la cual nos indica, que éste es un derecho subjetivo dado por ley , aquí se
efectúa una adquisición nueva y separada (sustitución en la cuota de vacante)
con efectos jurídicos y patrimoniales, en otras palabras quien brinda la
vocación cierta a la totalidad de la herencia, es la ley quien en último momento
otorga el derecho e interpreta la institución del causante, tal es así que el
acrecimiento si es un derecho subjetivo. Creemos que la naturaleza jurídica del
derecho de acrecer es dual y su base está tanto en la teoría subjetiva como en
la objetiva, esto depende en la clase de sucesión que se trate.

CODIGO CIVIL

Se ve carecimiento de una disposición expresa en cuanto al ámbito de


su aplicación, puesto que no dice de manera específica si este derecho le
corresponde tanto a las sucesiones testamentarias o a la intestada, o a ambas.

Este derecho está regulado en la sección Segunda del Libro Cuarto del
Código Civil:

En el Art 774: Si varios herederos son instituidos en la totalidad de los bienes


sin determinación de parte o en partes iguales y alguno de ellos no quiere o no
puede recibir la suya, ésta acrece los de los demás salvo el derecho de
representación.

En el Art 775: Cuando un mismo bien es legado de varias personas, sin


determinación de partes y alguna de ellas no quiera o no pueda recibir lo que le
corresponde, ésta acrecerá las partes de los demás.

En el Art 776: El legado se reintegra a la masa hereditaria cuando no tiene


efecto por cualquier causa, o cuando el legatario no puede o no quiere recibirlo.

Art 777: El derecho de acrecer no tiene lugar cuando el testamento resulta una
voluntad diversa del testador.

El derecho de acrecer tiene por efecto que cuando alguno de los llamados no
puede ya sea por algún impedimento como; indignidad, desheredación,
premoriencia o simplemente no quiere recibir la herencia , que en este caso
sería renuncia , entonces la cuota que pudo corresponderle , acrecerá a los
demás , es decir que el acrecimiento tiene una virtud de expansión que deriva
de la universalidad del título con que es instituido el heredero, teniendo solo
como limitantes , el derecho de los coherederos por si, o con representación , y
la voluntad del testador.

El derecho de acrecer es la capacidad potencial de obtener más allá de lo


dispuesto por el testador o la ley, porque este derecho es inherente a todo
heredero independientemente de la fuente de su institución. Se afirma
categóricamente que el hecho de que el derecho de acrecer se encuentre
regulada en nuestro código civil en la sección II del libro IV relativo a la
sucesión testamentaria, no significa que se limite a ella. Puesto que es
aplicable también a la sucesión legal o intestada por ejemplo ¿qué pasa
cuando en una sucesión intestada son instituidos como herederos del causante
sus tres hijos y uno de ellos renuncia a la herencia, o es excluido por indignidad
y a la vez no tiene descendientes que tomen su representación? ,
corresponderá entonces a los otros dos hermanos de éste el derecho de recibir
la parte de la herencia ósea la cuota de acrecimiento.

ACRECIMIENTO ENTRE HEREDEROS Y LEGATARIOS

En lo referente al acrecimiento entre herederos, el artículo 774 del


código civil, dispone que “si varios herederos son instituidos en la totalidad de
los bienes sin determinación de partes o en partes iguales y alguno de ellos no
puede o no quiere recibir la suya, esta acrece de los demás, salvo en el
derecho de representación”, Se observa que el derecho de acrecer entre
herederos procede cuando uno de ellos hace expresa renuncia a la herencia ,
muere antes que el causante , es indigno o ha sido desheredado, entonces la
parte de la herencia que le corresponde acrece la de los demás herederos,
queda a salvo el derecho de representación , que tiene preferencia.

Puntualizamos que los herederos legales aumentan su cuota hereditaria de


acuerdo con su derecho, en la sucesión legal, en cambio en la sucesión
testamentaria, el derecho de acrecer corresponde a los herederos forzosos y
voluntarios, en ese orden. Los sustitutos de los herederos, de conformidad con
el Art 741, del código civil, tienen el mismo derecho de acrecer que los
herederos originales, por cuanto están sujetos a las mismas condiciones y
cargas que el instituido. En lo referente al acrecimiento entre legatarios, este no
es posible. El artículo 776 del código civil indica claramente que el “legado se
reintegra a la masa hereditaria cuando no tiene efecto por cualquier causa, o
cuando el legatario no puede, o no quiere recibirlo”

Concluiremos que el legado no se reintegrará a la masa hereditaria si el


testador nombrara a un legatario que lo sustituya, tal y como prescribe el Art.
740 CC. Tal es así que no deberíamos confundir la inexistencia del derecho de
acrecer de un legado cuyo beneficiario era una sola persona, con el legado de
un mismo bien a varias personas, en cuyo caso si opera el derecho de acrecer.
En consecuencia, el artículo 775 del código civil, establece que “cuando un
mismo bien es legado a varias personas, sin determinación de partes y alguna
de ellas no quiera o no pueda recibir la que le corresponde, esta acrecerá las
partes de los demás”, Muy distinto del derecho de acrecer de los herederos,
que tenía como excepción la representación sucesoria, esto no es de
aplicación para el legatario, funcionando para ellos solo el supuesto de la
sustitución de legatario, caso en el cual el legatario sustituto se sujeta a las
mismas condiciones y cargos que el instituido originalmente, art 741 c.c.

EFECTOS DEL DERECHO DE ACRECER

- La cuota hereditaria del sucesor (heredero o legatario) que no quiera o


no pueda recibir su cuota hereditaria esta será transmitida a sus coherederos o
colegatarios.

Jpso Jure : ( operan de pleno derecho) , no es necesaria una aceptación por


parte de los sucesores beneficiados, ya que la herencia que reciben no es una
cuota diferente si no la misma la que aceptaron previamente, la cual se
incrementa por el llamamiento solidario con que fueron instituidos
testamentariamente o por disposición de la ley.

(Cum Onere), se transmitirán todas los cargos y obligaciones que tuviese el


sucesor que no pudo o quiso recibir su parte de herencia.

DERECHO COMPARADO

El Código civil de Argentina, Art 3821: El derecho de acrecimiento


impone a los legatarios que quieren recibir la porción caduca la persona de uno
de ellos, la obligación de cumplir las cargas que les estaban impuestas.

Pero tratándose de las obligaciones y cargas que sean “intuito persona” estas
no se transmiten por acrecimiento.

El Código civil del Perú, En su Art 741, los herederos voluntarios y legatarios
sustitutos quedan sujetos a las mismas condiciones y cargos que el instituido, a
menos que el testador disponga otra cosa, o que las condiciones y cargos
impuestos sean por su naturaleza inherentes a la persona del instituido.

Si las cargas exceden la cuota en la cual se acrece, ésta será el límite de la


responsabilidad del coheredero beneficiado con el acrecimiento, ya que de
ninguna manera se puede perjudicar aquel con este derecho cuya ratio radica
en un beneficio económico y no en un menoscabo de su parte originaria.

APLICACIÓN DEL DERECHO DE ACRECER

En el Art. 774 del código civil, establece como presupuesto para que
opere el derecho de acrecer, que los herederos hayan sido instituidos en la
totalidad de los bienes se puede llegar a las siguientes interpretaciones:
 Que los herederos deben ser instituidos sobre la totalidad de los bienes
del patrimonio hereditario.

 Que los herederos deben ser instituidos sobre la totalidad de los bienes
que constituye la herencia o una parte de ellos.

Creemos que este artículo se refiere a que los herederos sean instituidos sobre
la totalidad de los bienes que constituyen la herencia o sobre una parte de
ellos.

En el Art. 777; este no es aplicable a los herederos legitimarios, debido que el


derecho a la legitima es inherente a los herederos forzosos, como lo establecen
los Art 723 y 733, que son normas de carácter imperativo y restringen la
libertad por parte del testador, entonces si la ley instituye a los herederos
forzosos a titulo universal y en igualdad de cuotas, el testador no puede
negarles el derecho de acrecer respecto a la legitima. No tendrá aplicación
entonces cuando se trate de herederos forzosos solo resulta viable respecto
de los herederos voluntarios legatarios porque son instituidos voluntariamente
por el testador y por provenir de la cuota de libre disposición. Estos criterios
contenidos en el título VII de nuestro código civil se encuentran en los códigos
civiles de Italia, Alemania, España, Y Argentina.

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