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Primer viaje de

Colón
expedición marítima capitaneada por
Cristóbal Colón que llevó al
descubrimiento de América

El primer viaje de Cristóbal Colón, o "Viaje


del Descubrimiento", fue una expedición
marítima capitaneada por Colón al
servicio de los Reyes Católicos, Isabel y
Fernando de Castilla y Aragón, que partió
el 3 de agosto de 1492 del Puerto de
Palos de la Frontera (Huelva, España).

Reconstrucción del itinerario del primero de los cuatro viajes que Colón realizó a América, debido a que las Indias estaban
a la derecha pero Colón fue por el otro lado, basado en los datos del Diario atribuido a Colón.

Participaron tres embarcaciones: la


carabela Pinta, la carabela Niña y la nao
Santa María, al mando de Martín Alonso
Pinzón, Vicente Yáñez Pinzón y Cristóbal
Colón, respectivamente. Según la versión
de Bartolomé de las Casas, que es la
aceptada mayoritariamente por los
historiadores, las naves partieron de Palos
el 3 de agosto de 1492 y se dirigieron a las
Canarias, donde se tuvo que arreglar el
timón de la Pinta.

El 16 de septiembre, las embarcaciones


alcanzaron el mar de los Sargazos y el 12
de octubre llegaron a "la isla de
Guanahani," actual isla de San Salvador,
Bahamas. Sin embargo, según un estudio
publicado en 1986 en revista National
Geographic, Colón podría haber llegado a
Cayo Samaná, otra pequeña isla del
archipiélago de las Bahamas, aunque esto
no es aceptado por muchos expertos.
Esta llegada se ha denominado
tradicionalmente Descubrimiento de
América. Colón siguió con su periplo por El
Caribe llegando a Cuba el 27 de octubre y
a La Española el 5 de diciembre. El 24 de
diciembre la Santa María encalló en las
costas de La Española y con sus restos se
instaló el Fuerte Navidad.

La expedición emprendió el regreso el 16


de enero de 1493 y unos días más tarde
una tormenta separó las dos naves. La
Pinta, al mando de Pinzón, llegó a Bayona
(Galicia) a finales de febrero y anunció a
los Reyes Católicos el descubrimiento.[1] ​
Entretanto, la Niña, en la que viajaba Colón,
hizo escala el 17 de febrero en la isla
portuguesa de Santa María, en las Azores,
y el 4 de marzo recaló en Lisboa, tras siete
meses y doce días de viaje. El día 15
Colón regresó al puerto de Palos y el mes
siguiente fue recibido en Barcelona por los
reyes de España.

Antecedentes

Mapamundi florentino de alrededor de 1490, en el que no aparece el continente americano.


Contexto geográfico

Asia era ruta de la seda. El producto más


codiciado de Asia en Occidente eran las
especias, para su uso en la cocina, y eran
extremadamente caras. Cristóbal Colón
poseía una copia de Los Viajes de Marco
Polo y lo tenía lleno de anotaciones, sobre
todo en la parte en la que se habla de
distancias, productos y riquezas de
Asia.[2] ​De todas formas, los
conocimientos cartográficos sobre Oriente
eran extremadamente incompletos y
algunos mapas solo identificaban de
manera fiable el área del Mediterráneo.[2] ​
En el siglo XV la cocina europea consumía
el azafrán, el jengibre, la canela y el clavo.
Una libra de estos productos se vendía en
el Renacimiento por varios pesos de
oro.[3] ​

Las islas asiáticas eran ricas en especias


valiosas que necesitaba Europa, como el
clavo, la nuez moscada que se obtenían
en las Molucas, en el Mar del Sur. El
camino que debía seguirse para llegar a
las Indias era una ruta hacia el oeste por el
continente Europeo y, posteriormente, por
Oriente Medio hasta llegar a la India o
China. Los turcos otomanos se estaban
haciendo fuertes en Constantinopla y,
cuanto mayor era su poder en Oriente
Medio, más difícil y caro era traer
productos orientales.[2] ​

Este fue el primer viaje del almirante

Portugal y Castilla en el Atlántico


Véase también: Tratado de Alcáçovas

Portugal estaba realizando importantes


viajes marítimos. Hacia el Atlántico
descubrió las Azores y Madeira y hacia el
sur exploró la costa oeste de África.[4] ​Por
su parte, Castilla había iniciado en el siglo
XV el dominio señorial de las Islas
Canarias y en 1476, ya con el reinado de
los Reyes Católicos, Diego García de
Herrera, Señor de Lanzarote, encabezó un
desembarco en las costas africanas y
ordenó construir la fortaleza de Santa
Cruz de la Mar Pequeña.[5] ​

Primeros años de Colón en la


península ibérica

Monasterio de La Rábida, en Palos de la Frontera


La reina Isabel I de Castilla según un óleo de Juan de Flandes.

En 1476 un navío se hundió al sur de


Portugal, y Cristóbal Colón, que iba a
bordo y quizás contase en torno a 25
años, logró llegar a nado a la costa. Colón
navegaría varios años con los
portugueses y aprendería el régimen de
vientos que existe entre la península
ibérica y el norte de África.[4] ​En 1478
Colón se traslada a Lisboa, un lugar de
gran tradición marinera, además de centro
financiero y comercial. Allí se dedicó a
elaborar y vender mapas marítimos. Colón
también realizó viajes a Inglaterra, Irlanda
e Islandia. En Irlanda o Islandia decía
haber visto cadáveres de cara achatada
que habían llegado flotando a la playa.
Estos podían ser esquimales pero a Colón
le parecían orientales.[4] ​

Particularmente importante fue su viaje a


la Mina de Oro, en Guinea. Durante siglos
los europeos habían pensado que las
ciudades muy cercanas al ecuador
terrestre eran demasiado calurosas para
ser habitadas o productivas,[4] ​pero los
navegantes ibéricos habían probado
tiempo atrás que eso era falso. Colón
pudo haber visitado el Castillo de San
Jorge construido por los portugueses en
1482 para comerciar con oro y esclavos.

Colón se asienta en la isla de Madeira de


Puerto Santo y contrae matrimonio con
una hija del gobernador de la isla, Felipa
Moniz. Aquí nacerá también su hijo Diego.
Aquí comienza a observar que la
vegetación tiene particularidades con
respecto a la del continente europeo, que
los vientos soplan frecuentemente del
norte, pero en verano a veces soplaban
fuertemente del oeste y tras esto dejaban
cosas en la playa, quizás entre ellas las
habas del mar, que son raras en Madeira
pero abundan en el Caribe. También se
contaban historias de palos tallados que
venían del mar y maderas extrañas.[4] ​

La familia del matemático Toscanelli tenía


una farmacia donde vendían especias en
Florencia y tenía mucho interés por la
geografía de Oriente.[4] ​Con esta
información que recababa de los
marineros Toscanelli elaboraba mapas y
uno de ellos lo envió al canónigo de
Lisboa Fernando Martins y el mapa acabó
en manos de Colón.[4] ​El mapa mostraba
un mundo donde China se alargaba tanto
hacia el Este que podía estar incluso cerca
de Europa. Había que tener presente
también las teorías de Claudio Ptolomeo y
otros autores clásicos sobre una Tierra
redonda. Colón siempre creyó en la
esfericidad de la Tierra.[6] ​En el siglo XV la
mayoría sabía de la esfericidad terrestre,
solo algunos creían en una tierra plana,
contrario al mito popular. Los sectores
cultivados sabían que la Tierra era
redonda, pero lo que no se podía
determinar con precisión era la distancia
que un viaje de Europa a Asia implicaría,
por mar, hacia el oeste. Por si fuera poco,
aunque los antiguos griegos habían
calculado la esfericidad de la Tierra
extrapolando la medida de un grado,
Colón realizó unos cálculos erróneos,
reduciendo el tamaño del planeta un 25
por ciento.[4] ​En cualquier caso, creyó que
tenía base suficiente para realizar un viaje
para llegar a Asia navegando hacia el
oeste.

La búsqueda de patronazgo
Lugares de trascendencia del primer viaje de Colón en España y Portugal. Estos lugares fueron visitados por Colón entre
1484 y 1493, salvo Bayona, que solamente fue visitada por la carabela Pinta, de Martín Alonso Pinzón, en 1493. Las
localidades de Palos de la Frontera y Moguer están incluidas en una ruta de Lugares Colombinos, declarada Bien de
Interés Cultural de España.[7] [8]
​ ​Los Lugares Colombinos fueron inscritos en la Lista Indicativa de España del Patrimonio
de la Humanidad, en la categoría de bien cultural (n.º ref. 6080), como propuesta para ser declarada Patrimonio de la
Humanidad.[9] [10]

Colón necesitaba financiación para la


realización del viaje, de modo que acudió
hacia 1485 al monarca Juan II de Portugal,
que trasladó el asunto a sus consejeros en
temas náuticos y finalmente rechazó el
proyecto. La corona portuguesa perseguía
en aquellos momentos un plan para llegar
a la India rodeando el sur de África. Poco
después del rechazo al proyecto de Colón,
el navegante portugués Bartolomé Díaz
descubrió el cabo de Buena Esperanza,
extremo sur del continente africano. Por
otra parte, Juan II prefirió autorizar la
expedición propuesta por Ferdinand van
Olmen para navegar a occidente desde las
Azores para conquistar la isla de las Siete
Ciudades. Probablemente el rey Juan
prefiriese la opción de van Olmen porque
este se comprometió a financiar
íntegramente la expedición.[11] ​

Colón, tras su fracaso ante el rey


portugués, sumado quizás a la muerte de
su esposa[12] ​o quizás también a la
campaña lanzada por Juan II contra la
Casa de Braganza,[13] ​emigró de Portugal
a los vecinos reinos de Castilla.
Colón les propuso su proyecto a los reyes
de Castilla y Aragón, Isabel y Fernando,
que no lo aceptaron por varios motivos. En
aquel momento los reyes dedicaban todos
sus recursos a la conquista de Granada,
último reino musulmán de la península
ibérica. Hernando de Talavera temía que el
viaje propuesto por Colón transgrediera el
tratado de Alcáçovas firmado con
Portugal y llevase a la apertura de otro
conflicto bélico.[14] ​Por otra parte, una
comisión de expertos dictaminó que era
imposible que fuera verdad lo que decía
Colón.[15]
Colón viajó entonces de nuevo a Portugal,
en 1488, por motivos desconocidos.[14] ​
Allí pudo asistir al regreso de Bartolomeu
Dias[n. 1] ​del viaje en el que había
descubierto el cabo de Buena Esperanza,
extremo sur de África tras el cual se abría
a los portugueses la vía marítima a la
India por el océano Índico. A partir de
entonces Juan II se centró en la
explotación de esa ruta y desestimó la
exploración hacia occidente por el
Atlántico.[16] ​Colón regresó a Andalucía y
le planteó su proyecto al duque de Medina
Sidonia, que lo rechazó, y después a Luis
de la Cerda, duque de Medinaceli, quien se
mostró interesado y acogió a Colón
durante dos años.[14] ​Sin embargo, al ser
consultada, la reina mandó llamar a
Colón[n. 2] ​y le prometió ocuparse de su
plan tan pronto como terminara la
conquista de Granada.

El 25 de noviembre de 1491 Granada se


rindió a los cristianos. Colón partió del
monasterio de la Rábida, donde se
encontraba desde octubre, y se unió a la
corte en Santa Fe hacia el 31 de
diciembre.[17] ​Santa Fe era el
campamento que habían establecido los
reyes castellano-aragoneses en la Vega de
Granada como cuartel general durante el
asedio.
Se entablaron negociaciones entre Colón y
la Corona por medio de dos
representantes: Juan Pérez, fraile de la
Rábida, por Colón y el secretario Juan de
Coloma, por la Corona.[n. 3] ​Según los
relatos de Hernando Colón y de Bartolomé
de las Casas, no fue posible llegar a un
acuerdo debido a que Colón reclamaba
los títulos de almirante y virrey, por lo que
Colón fue despedido de la corte. Entonces
Luis de Santángel, un alto funcionario,
intercedió por Colón ante la reina y se
comprometió a adelantar el dinero que
tendría que invertir la Corona en la
expedición. Siempre según la versión de
Hernando Colón y Las Casas, la reina
cambió entonces de opinión, envió a un
correo para traer de vuelta al genovés y
ordenó a Colón que aceptase sus
peticiones.[18] ​El 17 de abril de 1492
alcanzaron finalmente un acuerdo y se
redactaron unas capitulaciones que
posteriormente se han denominado
Capitulaciones de Santa Fe.

Objetivo
Existen versiones contradictorias sobre el
objetivo de esta expedición. Las
Capitulaciones de Santa Fe, fechadas a 17
de abril de 1492, indican un objetivo
expansionista («descubrir» y «ganar»
tierras), así como un claro móvil
económico. El objetivo geográfico es
difuso, diciendo que Colón iba a navegar
hacia «lo que ha descubierto en las Mares
Océanas» -lo cual implica que tenía ya
conocimiento de territorios al oeste, pero
no dice nombre ni otros datos de los
mismos. En la Carta de Merced del 30 de
abril de 1492 los reyes encargaron a Colón
«descobrir e ganar con ciertas xustas
Nuestras, e con Nuestras gentes, ciertas
islas e Tierra-firme en la Mar Océana». En
ninguno de los dos documentos se
menciona ningún propósito religioso.[19] ​

Por el contrario el Diario de la primera


navegación, manuscrito de Bartolomé de
las Casas basado en textos hoy perdidos
atribuidos a Colón, da una versión
completamente diferente. Menciona un
objetivo geográfico más específico y
situado en Asia: las «partes de India» y las
tierras del «Gran Can»; y un propósito
religioso preeminente: investigar la
conversión al cristianismo de aquellas
regiones[19] ​y obtener riquezas para
financiar la conquista de Jerusalén.[n. 4]

En un documento administrativo de mayo


de 1492 se indica que el destino de la flota
de Colón sería «las Yndias»,[n. 5] ​y en el
salvoconducto en latín entregado por la
Corona a Colón tras la firma de las
Capitulaciones de Santa Fe, destinado a
ser leído por autoridades extranjeras, se
lee que Colón ha sido enviado «per maria
oçeana ad partes Indie» («por las mares
océanas a las partes de la India») para,
entre otros fines, «fidei ortodoxe
aumentum» («el aumento de la fe
ortodoxa»).[20] [21]
​ ​Por otra parte los
textos atribuidos a Colón han llevado a
considerar que su objetivo principal era la
isla de Cipango.[22]
Preparativos

Financiación

El dinero necesario para la expedición,


unos dos millones de maravedíes,[4] ​fue
aportado de la manera siguiente:[23] ​

La contribución principal fue de la


Corona, con 1 140 000 maravedíes. El
efectivo lo adelantó en Santa Fe el
escribano de ración Luis de Santángel,
que cobró la deuda apenas quince días
después (los que transcurrieron entre el
17 de abril, cuando se firmaron las
Capitulaciones y hubo de entregar el
dinero, y el 5 de mayo, fecha de la orden
de pago) mediante un pago del tesoro
de la Cruzada en el obispado de
Badajoz.[n. 6] ​Un apunte del libro de
cuentas del tesorero de la Cruzada en el
obispado de Badajoz, del 5 de mayo,
nos informa de esta cantidad que la
Corona empleó en el empeño. La partida
en cuestión reza así: “que dio e pagó el
dicho Alonso de las Cabezas…un cuento
ciento cuarenta mil maravedíes para
pagar al dicho escribano de ración en
cuenta de otro tanto que prestó para la
paga de las tres carabelas que Sus
Altesas mandaron ir de armada a las
Yndias, e para pagar a Cristóbal Colón,
que va en la dicha armada."[24] ​
Colón puso 500 000 maravedíes, un
capital que no poseía personalmente y
que alguien le debió prestar. Bartolomé
de las Casas escribió que se lo prestó
Martín Alonso Pinzón o alguno de sus
hermanos,[25] ​mientras que la
historiadora Consuelo Varela ha
argumentado que el prestamista pudo
ser Juanoto Berardi, empresario
florentino afincado en Sevilla.[n. 6] ​
Los 360 000 maravedíes restantes
corresponderían a las dos carabelas
pertrechadas que la real provisión
obligaba a Palos a poner a disposición
de Colón.[26]

Capitulaciones y órdenes reales

Capitulaciones de Santa Fe

Fueron firmadas el 17 de abril de 1492 en


la localidad de Santa Fe, en la provincia de
Granada. Las Capitulaciones de Santa Fe
serían los acuerdos a los que llegaría
Cristóbal Colón con los Reyes Católicos
para llevar a cabo el viaje. Estas eran
conceder el título vitalicio y hereditario de
"Almirante de la Mar Océana", el título de
"Virrey y Gobernador" de las tierras que
descubriera en nombre del Reino, el
derecho a recibir la décima parte de las
riquezas y mercancías, la autoridad para
lidiar en los problemas que se originasen
sobre riquezas y el derecho a contribuir
con la octava parte de la expedición a
cambio de obtener una octava parte de los
beneficios obtenidos.

Reales provisiones ordenando poner dos


carabelas al servicio de Colón

Iglesia de San Jorge Mártir de Palos de la Frontera.


Entre las diferentes reales provisiones y
cédulas concedidas a Colón, para la
realización de su proyecto, una de ellas
era la dirigida a algunos de los vecinos de
la villa de Palos por una sanción que les
había impuesto el consejo real.

La real provisión fue leída el 23 de mayo


de 1492, a las puertas de la Iglesia de San
Jorge de Palos, en presencia de Cristóbal
Colón, fray Juan Pérez y las autoridades
locales; en dicha disposición real se
ordenaba a dichos vecinos poner a
disposición de Colón dos carabelas
totalmente armadas y aparejadas.[27] [28]
​ ​
Real Provisión de los
Reyes Católicos
Dirigida a ciertos
vecinos de Palos para
que entreguen a
Cristóbal Colón dos
carabelas
... Vien sabedes como
por algunas cosas
fechas e cometidas por
vosotros en desserbicio
nuestro, por los del
nuestro Consejo fuistes
condenados a que
fuésedes obligados a nos
serbir dos meses con
dos carabelas armadas
a vuestras propias
costas e espensas cada e
quando e doquier que
por nos vos fuese
mandado so ciertas
penas, segund que todo
más largamente en la
dicha sentencia que
contra vosotros fue
dada se contiene. E
agora, por quanto nos
avemos mandado a
Christóval Colón que
vaya con tres carabelas
de armada, como
nuestro capitán de las
dichas tres carabelas,
para ciertas partes de la
mar océana sobre
algunas cosas que
cunplen a nuestro
servicio e nos queremos
que llebe consigo las
dichas dos carabelas
con que asy nos avéis de
servir...
Granada, 30 de abril de
1492.
Archivo General de
Indias. Signatura:
PATRONATO, 295,
N.3.[29] ​
Los vecinos a los que es referida dicha
provisión contestarían:

... que estaban presto de


la cumplir en todo y por
todo segund sus Altezas
lo mandan...
Parte trasera de la Real
Provisión.[29] ​

Puerto de Moguer y astilleros de La Niña.


Otra real provisión, genérica, concedida a
Colón, por los Reyes Católicos, obligaba a
las villas de las costas andaluzas:

...las cibdades e villas e


logares de la costa de la
mar de Andalucía como
de todos los nros.
reynos e Señorios (...)
Sabedes que nos
habemos mandado a
Christobal Colon que
con tres carabelas vaya
a ciertas partes de la
mar oceana como nro.
capitan (...) por ende nos
vos mandamos a todos e
a cada uno de vos en
vros. logares e
jurisdicciones que cada
quel dicho Christobal
Colon hobiere
menester....
Granada, 30 de abril de
1492.
Archivo General de
Indias. Signatura:
PATRONATO, 295, N.4.

Con esta última provisión embargó dos


barcos en Moguer en presencia del
escribano moguereño Alonso Pardo,
embarcaciones que más tarde serían
desechadas.[30] ​Pero seguía sin conseguir
enrolar a la tripulación necesaria para la
empresa. Los monarcas emitieron
entonces, el 20 de junio en Guadalupe, un
poder dirigido a la villa de Palos[n. 7] ​y una
comisión a la villa de Moguer[n. 8] ​para que
cumplieran las reales provisiones
anteriores, la dirigida a la villa de Palos, y
la genérica que usó Colón en Moguer.

Embarcaciones
Véanse también: Santa María (barco), La Pinta y La Niña.
Maquetas de la Niña, la Pinta y la Santa María.

Palos de la Frontera estaba obligada, en


virtud de la citada real provisión, a
suministrar dos carabelas totalmente
pertrechadas,[31] [28]
​ ​que finalmente
parecen haber sido la Pinta y la Niña. La
Santa María sería la nao capitana (el navío
que capitaneaba la expedición). La Santa
María era un barco propiedad de Juan de
la Cosa, natural -posiblemente- de
Santoña, en Cantabria, pero vecino del
Puerto de Santa María.

Pero la marinería de la zona, que no era


obligada por la real provisión,[32] ​no
estaba dispuesta a formar parte de la
expedición con un desconocido, como lo
era Colón para aquellos hombres.[33] ​
Independientemente de la mayor o menor
credibilidad de las ideas colombinas, los
hombres de Palos difícilmente
secundarían al genovés a no ser que le
acompañara algún navegante respetado
en la villa.[34] ​Con la oposición de los
vecinos y de los marineros, Colón recurre a
una de las provisiones expedidas por los
monarcas en la que se le concede permiso
para reclutar marineros entre los
encarcelados, reclutando solamente a
cuatro condenados, un homicida y los tres
amigos de éste que le ayudaron a huir de
la cárcel.[35] ​

En estas circunstancias, y gracias a la


ayuda de los franciscanos del monasterio
de La Rábida y a Pero Vázquez de la
Frontera,[36] ​viejo y respetado marino de la
zona, Colón conoce a Martín Alonso
Pinzón,[37] ​rico armador y líder natural de
la zona gracias a sus muchas
navegaciones tanto por el Atlántico como
por el Mediterráneo, y por los que había
amasado fortuna y fama. Además de los
ánimos y la influencia de estas amistades,
al mayor de los hermanos Pinzón le habría
convencido también la propuesta que,
según el testimonio de Alonso Gallego,
Colón le hizo a Martín Alonso:

Señor Martín Alonso


Pinçón, vamos a este
viage que, si salimos con
él y Dios nos descubre
tierras, yo os prometo
por la Corona Real de
partir con vos como un
hermano.
Pleitos colombinos.[n. 9] ​
[38] ​
Réplicas de las carabelas en La Rábida (Palos de la Frontera)

Sea como fuere Martín Alonso desde


aquel momento comienza una enérgica
campaña en favor de la empresa. Desecha
las naves que había embargado Colón
contratando otras nuevas,[39] [40]
​ ​la Pinta y
la Niña, ya que, según se dice, sabía que
eran muy veleras y «aptas para el oficio de
navegar» porque había tenido arrendada
una de ellas.[41] [42] ​Según Bartolomé de
las Casas, Pinzón también le prestó a
Colón de su hacienda personal medio
millón de maravedís, la tercera parte de
los gastos en metálico de la empresa.[43] ​
[44] [45] ​Martín Alonso convence a sus
hermanos Francisco y Vicente, además de
a los hermanos Niño, destacada familia
marinera de Moguer -dueños de la
carabela La Niña-, con los cuales se
consigue animar y enrolar a toda la
marinería necesaria para la empresa,
hombres de Palos, del vecino Moguer, de
Huelva, del resto de la comarca[39] ​e
incluso de fuera de Andalucía, marinería
que ahora sí se arriesgaba a aquella
navegación, ya que el hecho de que Martín
Alonso Pinzón, con sus hermanos y con
los Niño, estuvieran a la cabeza de dicha
armada era una garantía para los hombres
de la zona del Tinto-Odiel.[46] [47]
​ ​

Tripulación

La lista de los tripulantes del primer viaje


descubridor de 1492 es tema de debate,
ya que se desconoce con exactitud la
tripulación completa que participó en el
primer viaje descubridor, salvo los
nombres más conocidos: además del
propio Cristóbal Colón, estaban los
hermanos Pinzón (Martín Alonso Pinzón
era capitán de La Pinta, Vicente Yáñez
Pinzón era capitán de la Niña y Francisco
Martín maestre de La Pinta); y los
Hermanos Niño (Pedro Alonso Niño fue en
calidad de piloto y Juan Niño maestre y
propietario de La Niña). Alrededor de las
fechas de la celebración del IV Centenario,
en 1892, publicaron listas de tripulantes
diversos historiadores como Fernández
Duro,[48] ​Tenorio[49] ​o Henry Vignaud;[50] ​
sin embargo fue la historiadora
norteamericana Alice Bache Gould la que
elaboró la lista[51] ​que, hasta el momento,
se tiene como más autorizada[52] [53]
​ ​por
su exhaustivo estudio de las fuentes
documentales originales, extraídas de los
diversos archivos estatales españoles.
Dicha lista consta de 87 tripulantes
seguros y 19 dudosos. También el padre
Ángel Ortega, franciscano del Monasterio
de La Rábida, al cual la misma Alice B.
Gould citó en su obra en varias
ocasiones,[54] ​realizó un exhaustivo
estudio sobre los tripulantes de este
viaje,[55] ​aunque centrado en los marinos
de la zona del Tinto-Odiel. La siguiente
lista[n. 10] ​está elaborada siguiendo los
datos, especialmente, de Alice B. Gould,
cotejándolos con los demás autores, en
especial los de Ángel Ortega.
Tripulantes confirmados
Se desconoce su
La Santa María[n. 11] ​ La Pinta La Niña
carabela

Oficiales Oficiales Oficiales Marineros

Crist óbal Colón, Mart ín Alonso Pinzón, Vicent e Yáñez Alonso Clavijo,
Almirant e, capit án capit án. (Palos). Pinzón, capit án. criminal.
general. (¿Génova?). (Palos). (Veguer. ¿Vejer de
Francisco Mart ín
la Front era?).[169] ​
Juan de la Cosa, Pinzón, maest re. Juan Niño, maest re,
¿La Sant a María?
maest re y (Palos).[94] [95]
​ ​ y propiet ario.
propiet ario. (Moguer).[137] [138]
​ ​ Bart olomé Bives.
Crist óbal García
(¿Sant oña? / ¿El (Palos).[170] [171]
​ ​
Sarmient o, pilot o. Sancho Ruiz de
Puert o de Sant a
(¿Palos?).[96] [97]
​ ​ Gama,[n. 14] ​ Bart olomé de
[57] [58]
María?). ​ ​
pilot o.[139] ​ Torres, criminal.
Juan Quint ero de
Pedro Alonso (Palos).[172] [173]
​ ​
Algrut a, cont ramaest re. Bart olomé García,
Niño,[n. 12] ​pilot o.
(Palos).[98] [99]
​ ​ cont ramaest re. Diego Mart ín
(Moguer).
(¿Palos?).[140] [141]
​ ​ Pinzón.
Juan Reynal, ¿alguacil?.
Chanchu, (Palos).[174] [175]
​ ​
(Huelva).[100] ​ Diego Lorenzo,
cont ramaest re.
Marineros alguacil. Francisco Niño.
(Lequeit io).[64] ​
(Huelva).[142] [143]
​ ​ (Moguer).
Diego de Arana, Álvaro. (¿Huelva?).[101] ​
Marineros García Alonso.
[102] ​
alguacil de la flot a.
(¿Palos?).
(Córdoba).[65] ​ Ant ón Calabrés. Criado
Alonso de Morales.
(Moguer).[144] [123]
​ ​ Juan de Moguer,
Pero Gut iérrez, de Mart ín A. Pinzón.
criminal. (Palos).
repost ero de (¿Calabria?)[103] ​ Bart olomé Roldán.
est rados del rey.[66] ​ (¿Palos?).[104] ​ (Moguer[n. 15] ​).[147] ​ Juan de la Plaza.
[148] ​ (Palos).
Rodrigo de Crist óbal Quint ero,
Escobedo, copropiet ario. Juan Arráez. Pedro Sánchez de

escribano de la (Palos).[105] [106]


​ ​ (¿Palos?).[149] [150]
​ ​ Mont illa.
[151]
​ (¿Huelva?) - ¿La
Pint a o La Niña?
armada. Francisco García Juan Mart ínez de Grumetes
(Segovia).[67] ​ Vallejos. (Moguer).[107] ​ Azoque.
[108] Alonso ¿Chocero?.
​ (Deva).[152] ​
Rodrigo Sánchez de (¿Palos?).
Segovia, veedor.[68] ​ Gil Pérez, Juan Romero.[153] ​
Andrés de
(¿Huelva?).[109] [110]
​ ​ (¿Palos?)
Marineros Yevenes.
(¿Huelva?).[154] ​
Gómez Rascón, (¿Huelva?).
Ant onio de Cuéllar.
copropiet ario.[111] ​ Juan Ruiz de la
(Cuéllar).[69] ​ Crist óbal Caro,
(¿Palos?).[112] ​ Peña.
plat ero.
Domingo de (Vizcaíno[n. 16] ​
Juan Rodríguez (¿Sant a María de
Lequeit io. ).[155] [156]
​ ​
Bermejo. (Molinos, Anchit ua?).
(Lequeit io).[70] ​
Sevilla).[113] ​ Pedro Arráez.
Diego Leal.
Gonzalo Franco. (Rodrigo de Triana). (¿Palos?).[157] [150]
​ ​
(¿Sevilla?).[71] ​ (Moguer).
(¿Lepe?)[114] ​ [151]

Jácome el Rico. Grumetes Juan. (¿Palos?).


Juan Verde de Triana.
(Génova).[72] ​ (¿Moguer?).[115] [90]
​ ​ Miguel de Soria.
Andrés de
Juan de Jerez (¿Palos?).
Juan Veçano. Huelva.[158] [159]
​ ​
(Xerez). (¿Palos?).[116] [117]
​ ​ Pedro Tegero. ¿La
Fernando de
(Moguer).[73] [74]
​ ​ Pint a o la Niña?
Pedro de Arcos. Triana.[160] [161]
​ ​
Pedro Izquierdo, (¿Palos?).[118] [119]
​ ​ Rodrigo Gallego.
Francisco de
criminal. (Lepe).[75] ​ (¿Palos?).
[76]
Sancho de Rama. Huelva.

(Palos).[120] [121]
​ ​ (Huelva).[162] [163]
​ ​ Rodrigo Monge.
Pedro de Villa. (¿Moguer?).
Grumetes García Alonso.[164] ​
(Sant oña).[77] ​
(¿Palos?).[165] ​
Alonso de Palos.
Rodrigo de Jerez
(Palos).[122] [123]
​ ​ Otros oficios
(Xerez).
(Ayamont e).[78] [79]
​ ​ Bernal.[124] ​ Maest re Alonso,
[125]
(¿Palos?). ​ físico.
Ruy García.
(Sant oña[n. 13] ​).[81] ​ Diego Bermúdez. (Moguer).[166] [167]
​ ​
[82]
​ (Palos).[126] [127]
​ ​ Juan de Medina,
Grumetes Fernando Medel sast re. (Palos).[168] ​
[85] ​
(¿Mendez?). (¿Palos?)
(¿Huelva?).[128] [129]
​ ​
Mart ín de Urt ubia. Francisco Medel
Sant a María de (¿Mendez?).
Anchit ua.[83] ​ (Huelva).[130] [129]
​ ​

Pedro de Lepe. (La Juan Arias. (Tavira).[131] ​


Redondela).[84] [85]
​ ​
Juan Quadrado.[132] ​
Otros oficios (¿Palos?).[133] ​

Diego Pérez, pint or. Otros oficios


(Murcia).[86] ​
Maest re Diego,
Domingo ¿Pérez?, ¿bot icario /
t onelero. cirujano?.[134] ​
(Lequeit io).[87] ​
García Fernández,
Lope, calafat e. despensero.
[88]
(¿Vizcaíno?). ​ (Huelva).[135] [136]
​ ​

Luis de Torres,
int érpret e.
(Moguer).[89] [90]
​ ​

Maest re Juan,
cirujano.[91] ​

Pero de Salcedo,
paje de Colón.[92] ​

Pedro de Terreros,
maest resala de
Colón.[93] ​
Desarrollo

Pendón real de los Reyes Católicos a partir de la toma de Granada.

Viaje de ida

Cristóbal Colón parte con tres carabelas:


la Niña, la Pinta, y otra de mayor porte, la
Santa María (es llamada nao varias veces
en el Diario del primer viaje, siendo este un
término similar a nave o navío[176] ​y no
significa necesariamente que se tratara de
una carraca en lugar de una carabela) del
atlántico Puerto de Palos (actual provincia
de Huelva, España). Según el Diario
compilado por Bartolomé de Las Casas se
hicieron a la mar el 3 de agosto de 1492
mientras que la crónica de Andrés
Bernáldez afirma que partieron de Palos
"en septiembre"[177] ​y Pedro Mártir
escribió que dejaron el litoral hispano a
principios de septiembre.[178] ​

Las tres naves se dirigen hacia las Islas


Canarias, donde se mantienen
aprovisionándose hasta el 6 de
septiembre, concretamente en La Gomera,
donde según la Historia del Almirante
(versión no corroborada por otras fuentes)
visitó a la gobernadora de la isla Beatriz
de Bobadilla y Ulloa, y reparó en Gran
Canaria el timón de La Pinta y sustituyó
sus velas triangulares originales por unas
cuadradas, convirtiéndose en la carabela
más rápida de la flotilla.[n. 17] ​Terminada
su estancia en las islas emprendieron la
travesía por el océano Atlántico en
dirección oeste.

Colón pensaba que la distancia entre


España y Japón sería de entre 3000 y
5000 kilómetros, cuando la distancia real
es de unos 19 000 kilómetros.[179] ​y con
un continente de por medio situado a los
6500 kilómetros. Una carabela podía
recorrer de 100 a 130 kilómetros al día y,
si el día era bueno, hasta 160, lo que para
la Edad Media era una velocidad
realmente impresionante.[179] ​

El 14 de septiembre los de La Niña dicen


que han visto un par de dos especies de
aves. El día 16 de septiembre Colón llega
al Mar de los Sargazos, poblado por una
gran cantidad de algas. El 1 de octubre la
tripulación ya había recorrido 5000
kilómetros y llevaba 2 meses navegando.
La comida ya se pudría y el olor que había
en la nave obligaba a muchos a dormir a la
intemperie.[179] ​El 6 de octubre Pinzón le
pidió a Colón que cambiase el rumbo a
suroeste pero este se negó; sin embargo
dos días después aceptó.[25] ​El día 10 de
octubre los marineros presentaban
muchas quejas, pero Colón les convenció
para que esperasen diciéndoles que su
propósito era llegar a las Indias. Ya habían
visto vegetación en el agua y aves, lo cual
indicaba que podría haber tierra cerca.[179] ​
El 12 de octubre de 1492, un marinero de
la Pinta llamado Rodrigo de Triana por fin
avistó tierra. Era una isla del Caribe que
Colón bautizó como San Salvador.
Exploración por las Antillas

Visión romántica del desembarco de Colón en la isla de Guanahani. Pintura de Dióscoro Puebla

Guanahani, Samana, Yumay y Someto en el mapa de Juan de la Cosa, que participó en esta expedición.
Colón baja a tierra con la tripulación
portando una bandera real. La relación del
viaje no específica más la imagen y a
menudo es representado Colón con el
pendón real de Castilla, sin embargo la
bandera real era la bandera de los Reyes
Católicos, que muestra la heráldica de
Castilla y de Aragón, y a partir de la toma
de Granada mostraría también una
granada en su parte inferior. Sus dos
capitanes le acompañaron con dos
banderas con una cruz verde y las letras F
e Y, en señal de Fernando e Ysabel
(Isabel), los Reyes Católicos de España.
Colón pensaba que se encontraba en islas
de las Indias, pero en realidad se
encontraba en el archipiélago de un nuevo
continente.

Allí, tomaron contacto con los indígenas,


que se mostraron impresionados por ver a
hombres blancos, con barba, armas de
metal y barcos enormes, llegándoles a
preguntar si venían del cielo.[180] ​Colón
realizó con los indígenas intercambios de
objetos de poco valor y se mostró
interesado en las pequeñas cantidades de
oro que algunos lucían. Una de las cosas
que llaman la atención de Colón en la isla
de San Salvador es que los indios tenían
marcas de cicatrices en sus cuerpos y
Colón les señalaba y les preguntaba qué
era aquello y decían que venían indios de
otras islas que estaban cerca a tomarlos y
ellos se defendían, aunque Colón
interpretó que realmente los que venían a
llevárselos venían de tierra firme.[181] ​

De San Salvador prosiguieron viaje por las


Bahamas y descubrieron una pequeña isla
que Colón llamó Santa María de la
Concepción (el actual Cayo Rum según
Samuel Morison, o bien el actual Cayo
Samaná según estudios más
recientes[182] ​) y otra pequeña a la que
llamó Fernandina (actual Long Island) en
honor al rey Fernando. Unos días más
tarde descubrió otra isla a la que llamó
Isabela (actual Crooked), en honor a la
reina Isabel. Posteriormente se dirigieron a
la costa oriental de una gran isla a la que
llamaron Juana (actual Cuba). En 1515 el
nombre de Juana sería reemplazado por el
de Fernandina, porque no se consideraba
apropiado que el rey Fernando tuviera
dedicada solamente una isla tan pequeña
como la de las Bahamas.[183]

Costearon Cuba lentamente, sin


posibilidad de comerciar por prohibición
expresa de Colón. El 2 de noviembre Colón
envió a cuatro hombres a explorar el
interior, dos europeos y dos indios.
Mientras esperaban Colón midió la latitud
con su cuadrante y, según Las Casas,
obtuvo un valor de 42º norte que en
realidad es imposible observar desde
Cuba. El 12 de noviembre regresaron los
exploradores y Colón dudó durante una
semana qué rumbo tomar a continuación,
desorientado además por otra medida de
latitud que volvió a arrojar 42º.

El 21 de noviembre, Martín Alonso Pinzón


decidió separarse de Colón y tomó rumbo
el este, hacia una isla que los indios
llamaban Baveque. El motivo de la
separación se desconoce. Las fuentes
colombinas (Las Casas y Hernando Colón)
dicen que Pinzón se fue "por codicia"
mientras que Jesús Varela Marcos opina
que se debió a la frustración de Pinzón y
los suyos con el autoritarismo y la falta de
profesionalidad náutica de Colón.[25] ​La
ruta seguida por Pinzón tampoco se
conoce con certeza. El Diario de Las
Casas afirma que consiguió mucho oro.
Hernando Colón, que trata de minimizar
los descubrimientos de Pinzón porque
irían en perjuicio de los derechos de su
padre, escribió que se limitó a ir a Babeque
y de allí a La Española. Según Varela
Marcos, varios indicios llevan a pensar
que, tras pasar por Babeque, Pinzón
navegó hasta Jamaica y de allí rodeó La
Española por el este.[25] ​Según Gregory
McIntosh, Pinzón descubrió siete islas de
las actuales Bahamas y Turcas y Caicos,
así como los bajos de Babueca. Allí
encontraron perlas rojizas y después
pusieron rumbo al sur.[184] ​

Colón continuó navegando por la costa de


Cuba hacia el este y el 6 de diciembre
avistó el extremo oeste de una gran isla
que bautizó como La Española.[185] ​Llamó
a un pequeño golfo con forma de puerto
San Nicolás, por ser descubierta el día de
ese santo.[186] ​Navegó hacia el este por la
costa norte de la isla, donde encontró la
Isla de la Tortuga, y fue todo su viaje
investigando, con la ayuda de guías
indígenas, la procedencia del oro.
Navegando hacia el este de la isla
encontró un cabo que llamó Cabo Santo y,
más al este, el 4 de enero de 1493 avistó
un gran monte metido en el mar parecido a
una isla, que llamó Monte Cristi, y que
ahora da nombre a toda esa región de la
isla.

Colón estableció contacto a través de


diversos enviados con uno de los
caciques indígenas de La Española,
Guacanagari. En la Nochebuena de 1492,
en la isla de La Española, la nao Santa
María encalla en un banco de arena y
naufraga. Colón recibe ayuda del cacique
indígena para rescatar a la tripulación y la
carga. Posteriormente, Colón se entrevista
con el cacique personalmente, el cual le
otorga regalos entre los que está una caja
con oro, y acuerdan ambos que los
españoles protegerían el cacicazgo de
Maraná de Guacanagari del cacique
caníbal de la isla llamado Caonabo, del
cacicazgo de Maguana, y, para esto, antes
de marcharse dejaría un asentamiento en
la isla con 39 hombres en una empalizada;
Villa Navidad, construida con los restos de
la Santa María en unas obras que
comenzaron el día 26 de diciembre de
1492.[187] [188]
Entretanto, la Pinta había llegado también
a la costa norte de La Española, más al
este de donde se encontraba Colón.
Descubrieron un puerto en la
desembocadura de un río al que llamaron
de Martín Alonso (posteriormente
rebautizado Río de Gracia por Colón;
actual bahía de Luperón).[184] ​Según Las
Casas, consiguieron allí mucho oro
mediante trueque con los nativos. Las
noticias de la llegada de Pinzón llegaron el
27 de diciembre hasta Guacanagari, que
se las comunicó a Colón. El cacique envió
una canoa a investigar, en la cual Colón
embarcó a uno de sus hombres, pero no
localizaron a la Pinta. Pinzón, por su parte,
se enteró también por los nativos del
naufragio de Colón unos días atrás y
decidió navegar hacia allí.[184] ​El 6 de
enero llegó por fin a donde se encontraba
la Niña de Colón. Los dos capitanes
dialogaron y parece ser que Colón
perdonó a Pinzón su insubordinación; en
cualquier caso, la noticia del oro alegró a
Colón, que luego les comentaría a los
reyes lo oportuno de Dios en haber hecho
naufragar la Santa María en ese lugar. Una
de las cosas más interesantes del viaje
para el Almirante fue el descubrir que en la
isla existía una región que los indígenas
llamaban Cibao, que a Colón le sonaba
similar a Cipango, que era como se
conocía a Japón.

Las relaciones con los indígenas fueron


eminentemente pacíficas, de curiosidad,
regalos mutuos y colaboración. Sin
embargo, el 13 de enero de 1493 se
produce en el golfo de las Flechas, en La
Española, una escaramuza. Unos siete
españoles bajaron de las barcas a tierra y
comenzaron a comprar a los indios
flechas, arcos y otras armas pero llegó un
momento en que los indios no quisieron
dar más y fueron corriendo a la zona
donde tenían apartados sus arcos y
volvieron con cuerdas para atar a los
cristianos y por esto los españoles se
echaron sobre ellos y dieron a un indio una
puñalada en las nalgas y a otro un
flechazo en el pecho y al ver que los indios
eran cincuenta y tantos y ellos siete
salieron corriendo de allí, y fueron
montados en las barcas hasta el buque y
contaron lo sucedido al Almirante, que les
había advertido de que eso podía
pasar.[189] [190]
​ ​

Mapa de la costa norte de la isla de La Española atribuido a Colón. Se conserva en el archivo del Palacio de Liria, Madrid.
Viaje de vuelta

El 15 de enero de 1493 Colón toma la


decisión de partir, y el 16 las carabelas
Pinta y Niña abandonan La Española con
rumbo a España. Según Las Casas, Colón
ordenó a los castellanos que se quedaron
en la isla que acatasen lo que dijera el
cacique Guacanagari y no saliesen de sus
dominios.[191] ​En La Niña se embarcaron
varios objetos recogidos en la expedición
así como 10 indios, dos de ellos hijos de
Guacanagari.

El 14 de febrero de 1493, en el tornaviaje,


se cruzaron con una fuerte tempestad que
estuvo a punto de hacer naufragar las
embarcaciones. En tan difícil trance,
Cristóbal Colón, decidió echar en suerte, la
promesa de peregrinar en romería a varios
templos, como acción de gracias por
superar tan difícil situación.[192] [193]
​ ​Los
temporales habían separado a las dos
carabelas.

La Pinta fue la primera en regresar a la


península ibérica, arribando a Bayona, en
Galicia probablemente hacía finales de
febrero de 1493.[194] [195]
​ ​Martín Alonso
Pinzón escribirá varias cartas con el
descubrimiento a distintos puntos de
España y, por supuesto, a la Corte, que se
encontraba en Barcelona, y esta noticia
llegará a la Corte el 4 de marzo.[196] ​Tras
esto, Martín Alonso partirá con la Pinta
rumbo a Palos.

Por su parte, la Niña de Colón sufrirá un


encuentro, aparentemente involuntario,
con Portugal. A causa del temporal Colón
se ve obligado a atracar en Las Azores,
islas a 850 millas de Portugal y
controladas por este país. Allí, Colón es
arrestado y liberado posteriormente para,
a causa de otro temporal, terminar
atracando en Lisboa el 4 de marzo, donde
se entrevistará con el Rey Juan II de
Portugal y le informará de su
descubrimiento.[197] ​El día 4 Colón
escribirá una carta a los Reyes Católicos
que llegaría a la Corte el 20 de marzo, 16
días después de la de Pinzón.

Tras su encuentro con el rey de Portugal,


Colón leva anclas de la Niña en Alhandra
(cerca de Lisboa) el 13 de marzo. Navegó
por la costa de Portugal y luego por la
costa de Huelva hasta el puerto de Palos,
donde llegó el 15 de marzo según el Diario
o el 23 de marzo según Bernáldez.[177] ​
Posteriormente debió de dirigirse a
Moguer para cumplir en el Monasterio de
Santa Clara el voto realizado.[192] ​La Pinta
llegó a Palos el mismo día que la Niña
pero Martín Alonso de Pinzón, gravemente
enfermo, falleció en La Rábida alrededor
del 31 de marzo.

Colón es recibido por los


reyes de España
Colón arriba a Sevilla el 20 de marzo de
1493 según Las Casas[198] ​o, según
Andrés Bernáldez, el 31 de marzo,
domingo de Ramos.[177] ​Allí comienza a
preparar un segundo viaje a las Indias y
despacha una serie de cartas sobre el
descubrimiento. Los Reyes Católicos
escriben a Colón una carta el 30 de marzo
de 1493 desde Barcelona en la que le
piden que se apresure en ir a verlos y en
empezar a preparar el segundo viaje a las
Indias:

Colón es recibido por los reyes de España

Don Cristóbal Colón,


nuestro Almirante del
Mar Océano, e Visorey y
Gobernador de las islas
que se han descubierto
en las Indias
[...] y porque queremos
que lo que habéis
comenzado con el ayuda
de Dios se continúe y
lleve adelante, y
deseamos que vuestra
venida fuese luego: por
ende, por servicio
nuestro, que desde la
mayor prisa que
pudiéredes en vuestra
venida, porque con
tiempo se provea todo
lo que es menester, y
porque como vedes, el
verano es entrado, y no
se pase el tiempo para
la ida allá, ved si algo se
puede aderezar en
Sevilla o en otras partes
para vuestra tornada a
la tierra que habéis
hallado: y escribidnos
luego con ese correo que
ha de volver presto
porque luego se provea
como se haga, en tanto
que acá vos venís y
tornáis: de manera que
cuando volviéredes de
acá, esté todo
aparejado.[199] ​
Colón debió de estar en Sevilla hasta el 9
o 10 de abril. Se ha especulado que estos
días los pasase como huésped de honor
en casa del asistente mayor de la ciudad o
del arzobispo Diego Hurtado de Mendoza.
El cura Andrés Bernáldez aseguró que fue
su huésped, y como este era cura
entonces en el municipio sevillano de Los
Palacios es posible que se alojara en su
casa de allí.[200] ​No existen referencias
concretas del recibimiento de Colón en la
ciudad de Sevilla, aunque el historiador
Henry Harrise afirma que se hizo una
fiesta similar a la del Corpus Christi.[201]
Colón se viste de gala y se dirige a
Barcelona con Juan Niño[202] ​y seis indios
de los diez que había traído de las
Indias,[177] ​y con los que se paseaba por
Sevilla y que se dice que se ponían en el
arco de las Imágenes, en el entorno de la
Iglesia de San Nicolás,[199] ​en el Barrio de
Santa Cruz. Además, llevó papagayos
verdes y rojos, guaizas hechas por los
indios de pedrerías y huesos de pescado y
elaborados cinturones de oro. Según Las
Casas, el viaje lo realizó por tierra,
deteniéndose, aunque poco, para que los
habitantes de los pueblos vieran el cortejo.
Sin embargo no se conserva ningún
testimonio del paso de la supuesta
comitiva por ninguna localidad española,
por lo que muchos historiadores dudan
que tuviese lugar.[203] ​

Es recibido por los Reyes Católicos con


todo este bagaje en el Monasterio de San
Jerónimo de la Murtra, en Badalona, cerca
de Barcelona, en abril. Allí se encontraban,
además, gente de la nobleza. Allí, Colón se
puso de rodillas frente a los reyes, les
pidió darles las manos y, habiéndoselas
ofrecido se las besó. Entonces, los Reyes,
en un gesto de honor, le hicieron
levantarse y le ofrecieron una silla para
que se sentara.[199] ​En la Catedral de
Barcelona serían bautizados seis indios en
presencia de los Reyes Católicos. Uno de
ellos, de la isla de San Salvador, al que se
puso de nombre Diego Colón, en honor al
hermano menor de su padrino, Cristóbal
Colón, destacó por su capacidad de
aprendizaje.[204] ​El Almirante estará en
Barcelona hasta el 28 de mayo y volverá a
emprender un camino por tierra,
regresando a Sevilla el 20 de junio.

Resultados y consecuencias
Las consecuencias inmediatas de este
viaje fueron:

En primer lugar la prohibición inmediata


por los Reyes Católicos a sus súbditos
de ir "a las Indias" sin autorización.[205] ​
Desde la llegada de Colón a Lisboa,
tensión diplomática entre Portugal y los
Reyes Católicos. El rey Juan II llegó a
amenazar con enviar una escuadra al
mando de Francisco de Almeida a
tomar posesión de las islas
descubiertas por Colón.[206] ​
Rápida difusión en Europa de la noticia
de la llegada de Colón a las Indias por
medio de una serie de cartas impresas.
Obtención por los embajadores de los
Reyes Católicos y religiosos en Roma de
unas bulas, denominadas "Bulas
Alejandrinas", con las que el papa
Alejandro VI otorgó a Castilla y León el
monopolio de las tierras descubiertas al
oeste de cierto meridiano.
En paralelo a las negociaciones
diplomáticas, la preparación por Colón
de una segunda expedición a las Indias,
mucho mayor en barcos y hombres, que
parte de Cádiz el 25 de septiembre de
1493.
Acuerdo final entre Portugal y Castilla y
Aragón con la firma del Tratado de
Tordesillas (1494), el cual delimita los
territorios de ambas potencias en el
Atlántico mediante un meridiano distinto
del de las Bulas Alejandrinas.[207]
Fuentes
El denominado Diario de a bordo de Colón,
manuscrito de autor desconocido y
atribuido generalmente a Bartolomé de las
Casas, es la fuente más conocida sobre el
primer viaje de Colón. Existe sin embargo
una amplia lista de textos
contemporáneos, privados u oficiales, que
aportan versiones diferentes de los
hechos o detalles suplementarios. Entre
ellas destacan las cartas anunciando el
Descubrimiento que circularon en distintas
versiones impresas por toda Europa, la
Historia del Almirante escrita por Hernando
Colón y publicada a mediados del siglo
XVI o las declaraciones de los
participantes en el viaje llamados a
testificar durante los llamados pleitos
colombinos que opusieron a los
descendientes de Colón con la Corona.

Véase también
Categoría:Participantes en el primer
viaje de Colón
Hermanos Pinzón
Hermanos Niño
Segundo viaje de Colón
Tercer viaje de Colón
Cuarto viaje de Colón
Lugares Colombinos
Notas
1. Esto afirman VARELA MARCOS, Jesús;
LEÓN GUERRERO, Montserrat, 2003,
p. 106. Sin embargo, otros
historiadores afirman que Colón
estaba ya de vuelta en Sevilla en
octubre de 1488, antes del regreso de
Dias en diciembre; por ejemplo DÍAZ
TRECUELO, Lourdes, 2006, pp. 66-67
(http://books.google.com/books?id=lk
JIAwAAQBAJ&lpg=PT66&ots=TWp0g
V0eYT&hl=es&pg=PT66#v=onepage&
q&f=false) .
2. Carta de Luis de la Cerda, duque de
Medinaceli, a su tío el cardenal Pedro
González de Mendoza. 19 de marzo
de 1493. Texto original en Wikisource.
3. Los nombres de los negociadores se
mencionan en un escrito posterior
atribuido a Colón. Véase RUMEU DE
ARMAS, Antonio, 1985, p. 185.
4. La entrada del Diario correspondiente
al 26 de diciembre dice que:

...protesté a
Vuestras Altezas
que toda la
ganancia d’esta mi
empresa se
gastase en la
conquista de
Hierusalem y
Vuestras Altezas
se rieron y dixeron
que les plazía.

5. 5 mayo 1492, reembolso de préstamo


de 1.140.000 maravedíes a Luis de
Santángel. Documento del Archivo
General de Simancas citado en:
SERRATO, Francisco (1893). Cristóbal
Colón: historia del descubrimiento de
América. El Progreso. pp. 113 (https://
archive.org/stream/cristbalcoln00serr
#page/112/mode/2up/search/santan
gel) .
6. Véase VARELA, Consuelo, 1988,
pp. 49-53. Sin embargo, Antonio
Rumeu de Armas interpreta de
manera diferente el mismo
documento citado por Consuelo
Varela y concluye que el dinero no le
fue devuelto a Santángel hasta
después del retorno de Colón a la
península, en 1493. Véase RUMEU DE
ARMAS, Antonio, 1985, p. 30.
7. Poder al contino Juan de Peñalosa,
para que vaya a la villa de Palos y
haga ejecutar una carta de SS, AA.,
por la que ordenaban a Diego
Rodríguez Prieto y a sus compañeros,
que en cumplimiento de cierta
sentencia contra ellos pronunciada,
equipasen y armasen dos carabelas,
las cuales ordenan SS. AA. se pongan
al servicio de Cristóbal Colón, por lo
que con él se tiene estipulado. Archivo
General de Simancas. Signatura:
RGS,LEG,149206,25 (http://pares.mcu.
es/ParesBusquedas20/catalogo/desc
ription/1629286?nm) .
8. Comisión al contino Juan de Peñalosa,
para que haga cumplir en la villa de
Moguer, una cédula de SS. AA.,
ordenando se entreguen a Cristóbal
Colón, donde y cuando las pidiese,
tres carabelas armadas y equipadas.
Archivo General de Simancas.
Signatura: RGS,149206,1 (http://pares.
mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/
description/1629287?nm) .
9. Testimonio de Alonso Gallego en las
probanzas de 1515, en Palos. Archivo
General de Indias. Sección: Patronato.
Signatura: PATRONATO,12,N.2,R.23.
10. Las localidades que acompañan a
muchos de los tripulantes indica de
donde era vecino el tripulante. En la
documentación de aquella época era
más normal encontrar el término
"vecino de ..." que "natural de ...". Las
vecindades ofrecidas entre
interrogantes es una posibilidad según
los datos obtenidos y en consonancia
con la tradición de los otros autores,
Ortega, Vignaud, Tenorio, Fernández
Duro.
11. Se ha calculado que la tripulación de la
Santa María podría estar compuesta
por unos 40 hombres.[56] ​En la
siguiente lista solo hay 25 nombres,
que son de los que se tiene una
relativa certeza de que fueran en esta
nave, en la lista de la historiadora Alice
B. Gould existen 19 nombres de
tripulantes que sí fueron al viaje pero,
con los datos existentes, no se ha
podido saber la embarcación en la que
fueron. Están expuestos sus nombres
en la tabla "Se desconoce su
carabela".
12. En su "probanza de servicios", la
mayoría de testigos (muchos de ellos
allegados a él) le denominan "piloto
mayor", por lo que se ha generalizado
la idea de que fuera tripulante de la
Santa María que era la nao capitana,
tal como indica la historiadora Alice B.
Gould que en aquella época podría
entenderse por "piloto mayor" aquel
piloto que estuviera en una flotilla
donde hubiera una nave capitana, en
este caso la Santa María.[59] ​La
señora Gould si bien no se atreve a
indicar de que carabela era tripulante,
si apunta la idea, generalmente más
admitida, de que los nombres que
aparecen que aparecen en el "rol"[60] ​
de tripulantes (nomina de pagos
adelantados a los marinos, aparecido
en el archivo de la Casa de Alba)
pertenecen a la tripulación de "la
Pinta" y "la Niña", y este marino no
aparece en el mismo, sin embargo, si
aparece el piloto Sancho Ruiz de
Gama.[61] ​La historiadora coloca a
este último piloto como probable
tripulante de "la Niña". Por el contrario,
el padre Ángel Ortega coloca a Pedro
Alonso en la Niña,[62] ​y, así mismo, el
historiador Jesús Varela Marcos.[63] ​
13. En la obra de Bache Gould apunta la
historiadora norteamericana que este
Ruy García bien podría ser un cuñado
de Juan Niño,[80] ​que aparece en
1498 como vecino de Huelva y entre
1500 y 1502 como vecino de Moguer.
14. Algunos autores colocan a este
tripulante en la Santa María. Véase
nota de Pedro Alonso Niño.[n. 12] ​
15. Este marino, si bien aparece en el "Rol"
de embarque como "vecino de
Moguer", declarando en los pleitos
colombinos se define a sí mismo unas
veces como vecino de Moguer y otras
como vecino de Palos.

... é que esto que


dicho tiene que lo
oyó dezir á los
dichos marineros
que abian ydo con
los dichos
Cristoval Guerra é
Pero Alonso Nyño,
los quales heran de
Moguer, donde
este testigo es.[145] ​
... que oyó dezir lo
contenido á los
marineros que
fueron con el dicho
Almirante, que son
de Palos, donde
este testigo
es...[146] ​

16. En el "Rol" de embarque, este


marinero, según Bache Gould aparece
como "hyscaino", en referencia a ser
"vizcaíno", sin embargo Ortega
considera que ese "vizcaíno" es
apellido y lo coloca como vecino de
Palos
17. Jueves, 9 de agosto.

Hasta el domingo
en la noche no
pudo el Almirante
tomar la Gomera,
y Martín Alonso
quedóse en aquella
costa de Gran
Canaria por
mandado del
Almirante, porque
no podía navegar.
Después tornó el
Almirante a
Canaria, y
adobaron muy
bien la Pinta con
mucho trabajo y
diligencias del
Almirante, de
Martín Alonso y de
los demás; y al
cabo vinieron a la
Gomera. Vieron
salir gran fuego de
la sierra de la isla
de Tenerife, que es
muy alta en gran
manera. Hicieron
la Pinta redonda,
porque era latina ;
tornó a la Gomera
domingo a dos de
septiembre con la
Pinta adobada.
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97. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 257
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199.
99. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 242
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100. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 199 a
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107. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 142 a
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108. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 258
109. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 150 a
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152.
112. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 17 y
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145. Colección de documentos inéditos
relativos al descubrimiento, conquista
y organización de las antiguas
posesiones españolas de ultramar.
Tomo 7 (II. De los Pleitos de Colón.) (h
ttps://archive.org/details/colecciondoc
ument07seririch/page/n7/mode/2up?
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Historia de España. 1892. pp. 298 (htt
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146. Colección de documentos inéditos
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147. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 79 a 83.
148. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 247
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150. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 15,
29 y 252 A 253
151. MENA GARCÍA, María del Carmen
(1998). Sevilla y las Flotas de Indias: la
Gran Armada de Castilla del Oro
(1513-1514) (https://books.google.es/
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rce=gbs_navlinks_s) . Sevilla: Editorial
Universidad de Sevilla-Secretariado de
Publicaciones. p. 182.
ISBN 9788447204595.
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156. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 15 y
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170. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 77.
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172. BACHE GOULD, Alice, 1984, p. 84 a 85.
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175. ORTEGA, Ángel, 1925. Tomo III, p. 138
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176. RAE. «Significado de nao» (http://lem
a.rae.es/drae/?val=nao) .
177. Bernáldez, Andrés (1962). Memorias
del reinado de los Reyes Católicos. M.
Gómez-Moreno, J. de Mato Varriazo
(eds.). Real Academia de la Historia.,
pp.271-278
178. En el latín original: "ab Hispanis
litoribus circiter Kal. Septembris (...)
coepit". Constance P Iacona, Edward V
George. Columbus' First Voyage: Latin
Selections from Peter Martyr's De
Orbo Novo. Bolchazy Carducci Pub.
ISBN 978-0865166134., p.3.
179. History Channel (2007). «El Último
Viaje de Cristóbal Colón» (https://ww
w.youtube.com/watch?v=Z3aBixt_djI) .
Documental.
180. La entrada del Diario correspondiente
al 14 de octubre dice:

nos preguntaban si
éramos venidos del
cielo

181. Las entradas del Diario


correspondientes al 11 y el 13 de
octubre dicen:

nos traían
papagayos e hilo
de algodón en
ovillos y azagayas
y otras cosas
muchas, y nos las
trocaban por otras
cosas que nos les
dábamos, como
cuentecillas de
vidrio y
cascabeles. [...]
Ellos no traen
armas ni las
conocen, porque
les mostré espadas
y las tomaban por
el filo y se
cortaban con
ignorancia. No
tienen algún
hierro: sus
azagayas son unas
varas sin hierro, y
algunas de ellas
tienen al cabo un
diente de pez, y
otras de otras
cosas. Ellos todos
a una mano Son de
buena estatura de
grandeza y buenos
gestos, bien
hechos. Yo vi
algunos que tenían
señales de heridas
en sus cuerpos, y
les hice señas qué
era aquello, y ellos
me mostraron
cómo allí venían
gente de otras islas
que estaban cerca
y les querían
tomar y se
defendían. Y yo
creí y creo que
aquí vienen de
tierra firme a
tomarlos por
cautivos.

182. McGuirk, Donald Leon (3 de julio de


2017). «New Research Supports a
Modification of Samuel Eliot Morison’s
Theory Concerning Columbus’s Inter-
Island Route Through the Bahamas» (h
ttps://dx.doi.org/10.1080/00822884.2
017.1351626) . Terrae Incognitae 49
(2): 114-131. ISSN 0082-2884 (https://
portal.issn.org/resource/issn/0082-28
84) .
doi:10.1080/00822884.2017.1351626

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