Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
inconstitucionalidad.
El primer paso es encontrar la ley madre que da nacimiento al concepto de calle de convivencia,
en este caso es la ley 4026/2011 que incorpora en su Art. 1 la siguiente definición: “Calle o
tramo de la misma destinada preferentemente a la circulación peatonal, donde se admite la
circulación restringida de vehículos” y además en su Art. 3, incorpora el Art. 6.9.6 del Código
de Tránsito y Transporte donde expresa: “El carácter de calle de convivencia a una arteria o
tramo de la misma debe disponerse por ley. (…) La autoridad de aplicación puede conceder
otras excepciones puntuales cuando circunstancias debidamente fundadas y acreditadas así lo
ameriten” Esta ultima parte del artículo, a mi entender, se refiere a los vehículos autorizados a
ingresar a las calles de convivencia y no a el carácter en sí mismo de la calle de convivencia.
A diferencia de esto, el proyecto de Larreta trae lo siguiente, a través del Despacho 605/2022 en
su Artículo 1 cambia la definición de calle de convivencia y la amplia a lo siguiente: “Calle o
tramo de la misma destinada preferentemente a la circulación peatonal, de ciclorodados y de
dispositivos de movilidad personal, donde se admite la circulación restringida de los demás
vehículos”. En mi opinión, tiene sentido, el modelo es consecuente con sus acciones en
transporte desde que gobiernan, la restricción a los autos para darle lugar a las bicicletas y otros
dispositivos para aplicar un modelo mas “sustentable” de movilidad.
“El carácter de calle de convivencia a una arteria o tramo de la misma puede disponerse por
Acto Administrativo emanado de la Autoridad de Aplicación (Que es designada por el poder
ejecutivo). Dicho Acto administrativo deberá ser remitido junto con un informe con
antecedentes técnicos que justificaron tal modificación a la Legislatura de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y a la/s Junta/s Comunal/es correspondiente/s de las arterias
afectadas”
Por último, a modo de antecedente de este pisoteo, traigo el caso de la Ley 6443/2021, que trata
sobre modificaciones sobre el sentido de las vías de circulación de la Ciudad. En el Código de
Tránsito y Transporte Original Ley 2148/2006, el articulo 6.1.5 destaca que: “Todas las arterias
de la Ciudad poseen doble sentido de circulación, excepto aquellas en las que por ley se
establezca sentido único en algún tramo de la misma o en toda su extensión (…)”. La Ley
6443/2021 vino a cambiar eso, mancillando no una, sino 2 veces la Constitución y las
atribuciones de esta Legislatura. Primero es la incorporación de Inc. T a, en el Articulo 1° de
esta ley, al Articulo 1.1.4, de las Atribuciones de la Autoridad de Aplicación, que dice lo
siguiente: “Establecer los sentidos de circulación vehicular de las arterias, ya sean de
sentido único o doble, siempre que se dé cumplimiento a lo dispuesto en el articulo 6.1.5”
Por supuesto, a raíz de esto, fue modificado el Art. 6.1.5 en la misma ley, en su Art. 3 y quedo
redactado de la siguiente manera: “Todas las arterias de la Ciudad poseen doble sentido de
circulación, excepto aquellas en las que por ley o por acto administrativo de la Autoridad de
Aplicación se establezca sentido único en algún tramo de la misma o en toda su extensión.
(…)
Este articulado es la prueba inequívoca de que, bajo esta gestión, la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires en materia de tránsito y transporte se ha convertido en un organismo de control de
faltas, una especie de oficina municipal donde se presentan Actos Administrativos con fuerza de
ley, donde se modifican Códigos violando preceptos constitucionales y no en el Poder
Legislativo de la Ciudad. Cabe toda la explicación previa sobre atribuciones e inderogabilidad
de las mismas, a este antecedente. Prima la logística sobre el correcto funcionamiento de las
instituciones.