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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Ciclo Básico Común

Análisis Matemático I

Cátedra Palacios - Puebla

Notas teóricas III: Lı́mites y continuidad

1
1. El concepto de lı́mite
El concepto de función es uno de los conceptos más importantes de la ciencia, no sólo
en matemática pura, sino también en las aplicaciones prácticas. Las leyes fı́sicas no son
más que enunciados referentes a la manera en la cual ciertas cantidades dependen de otras
cuando se permite que algunas de ellas varı́en. Ası́, el tono de la nota emitida al tensar
una cuerda depende de la longitud, el peso y la tensión de la cuerda; la presión atmosérica
depende de la altitud, y la energı́a de una bala depende de su masa y de su velocidad. La
tarea del fı́sico o el ingeniero es determinar la naturaleza, exacta o aproximada, de esta
dependencia funcional.
Uno de los aspectos más importantes en el estudio de esta dependencia funcional
es la noción de continuidad: ¿cómo varı́a la variable dependiente a medida que varı́a
la variable independiente? El cómo tiene un sentido preciso: ¿varı́a suavemente o varı́a
bruscamente? Vamos a ver en esta nota que esta pregunta es una pregunta profunda, y
que de hecho les llevó a los matemáticos del siglo XVII y XVIII mucho tiempo formalizar.

1.1. Lı́mite en el infinito


En esta sección nuestro objetivo será estudiar el comportamiento asintótico de una
función, es decir, qué es lo que hace una función ((a largo plazo)) o en términos matemáticos,
en el infinito. Comencemos con algunos ejemplos.
Ejemplo 1.1. Hallar el comportamiento a largo plazo de f : R − {0} → R dada por
1
f (x) =
x
Para ver qué pasa con los valores que toma f para valores de x arbitrariamente
grandes, podemos a priori tratar de hacer unas pocas cuentas para tener algunos datos:

f (1000) ≈ 0,001 f (100000) ≈ 0,00001 f (1000000) ≈ 0,000001 . . .


Es decir, a medida que los valores de x crecen arbitrariamente, los ((resultados)) de f se
1
hacen arbitrariamente pequeños. Recordemos lo que sucedı́a para la sucesión an = .
n
Para expresar esta idea que los resultados cada vez se parecen más a 0 cuando los x son
arbitrariamente grandes, escribimos en sı́mbolos
1
lı́m
=0
x→+∞ x

¿Qué sucede cuando x tiende a −∞? Ciertamente vale el mismo resultado. O sea,
también tenemos
1
lı́m = 0.
x→−∞ x

Este lı́mite que calculamos es de mucha importancia porque en base a él calcularemos
otros más complejos. Una cosa que tenemos que mencionar: f nunca toma el valor 0, sin
embargo, su gráfica ((se estabiliza alrededor del cero)).
Demos ahora una definición formal.

2
Definición 1.1. Sea f : D → R donde D no está acotado superiormente. Decimos que
L ∈ R es lı́mite de f en +∞ si para todo  > 0 existe N > 0 tal que

|f (x) − L| < , ∀ x > N.

O, equivalentemente, para todo x > N , se verifica que L −  < f (x) < L + , como se
muestra en la figura:

Como notación, usaremos

lı́m f (x) = L.
x→+∞

Diremos en tal caso que la recta de ecuación y = L es una ası́ntota horizontal a


derecha para f . Si una función no tiene lı́mite en +∞ diremos que diverge en el infinito
o simplemente que no tiene lı́mite allı́.

Observación 1. Podemos dar una definición de lı́mite en infinito utilizando sucesiones.


Decimos que L ∈ R es lı́mite de f en +∞ si para toda sucesión (xn )n∈N que diverge
a infinito se tiene que (f (xn ))n∈N converge a L. En sı́mbolos:

xn → +∞ =⇒ f (xn ) → L.

Demos ahora las definiciones de lı́mite cuando x tiende a −∞.

Definición 1.2. Sea f : D → R donde D no está acotado inferiormente. Decimos que


L ∈ R es lı́mite de f en −∞ si para todo  > 0 existe N < 0 tal que

|f (x) − L| < , ∀ x < N.

3
Como notación, usaremos

lı́m f (x) = L.
x→−∞

Diremos en tal caso que la recta de ecuación y = L es una ası́ntota horizontal a


izquierda para f . Si una función no tiene lı́mite en −∞ diremos que diverge en −∞ o
simplemente que no tiene lı́mite allı́.
También podemos dar la definición a partir de las sucesiones. Decimos que L ∈ R es
lı́mite de f en −∞ si para toda sucesión (xn )n∈N que diverge a −∞ se tiene que (f (xn ))n∈N
converge a L. En sı́mbolos:

xn → −∞ =⇒ f (xn ) → L.

Análogamente a lo que sucedı́a para sucesiones, tenemos ciertos recursos para cal-
cular lı́mites como el Álgebra de lı́mites o el Teorema de comparación, que siguen siendo
válidos al pasar a variable real.

Ejemplo 1.2. 1. Tenemos que lı́m xn = +∞ para todo n ∈ N.


n→+∞

2. Dado n ∈ N, tenemos que lı́m xn = +∞ si n es par y lı́m xn = −∞ si n es


n→−∞ n→−∞
impar.
1 1
3. Tenemos que lı́m n
= 0 = lı́m n para todo n ∈ N.
n→+∞ x n→−∞ x
Ejemplo 1.3. Hallar los lı́mites en infinito y dar las ecuaciones de las ası́ntotas horizon-
tales de f : R → R dada por
1 + 2x
f (x) =
1 + 2x2
En este caso no podemos utilizar directamente el Álgebra de lı́mites, ya que el
numerador y el denominador tienden a infinito. Para ver qué pasa con los valores que
toma f para valores de x arbitrariamente grandes, podemos a priori tratar de hacer unas
pocas cuentas para tener algunos datos:

f (1000) ≈ 0,001 f (100000) ≈ 0,00001 f (1000000) ≈ 0,000001 . . .


Aparentemente, los valores de f se acercan a cero. Veamos que esto es efectivamente ası́,
sacando como “factor común” las mayores potencias de x en el numerador y el denomi-
nador:

1 1
 
1 + 2x 2x 2x
+1 1 2x
+1
lı́m f (x) = lı́m 2
= lı́m 1
 = lı́m 1

x→+∞ x→+∞ 1 + 2x x→+∞ 2x2 +1 x→+∞ x +1
2x2 2x2

1 1 1
Como lı́m = 0, lı́m + 1 = 1 y lı́m + 1 = 1, aplicando el álgebra de
x→+∞ x x→+∞ 2x x→+∞ 2x2
lı́mites nos queda:
lı́m f (x) = 0.
x→+∞

4
Observemos que podrı́amos repetir esta cuenta sin ningún cambio para obtener el
lı́mite en −∞:
lı́m f (x) = 0.
x→−∞

Concluimos que y = 0 es ası́ntota horizontal (tanto a derecha como a izquierda).

Ejemplo 1.4. Hallar los lı́mites en infinito y dar las ecuaciones de las ası́ntotas horizon-
tales de f : (−∞, −4] ∪ [0, +∞) → R dada por

x2 + 4x
f (x) =
5x + 10
Nuevamente no podemos utilizar directamente el Álgebra de lı́mites, ya que el nu-
merador y el denominador tienden a infinito. Volvemos a sacar como “factor común” las
mayores potencias de x en el numerador (dentro de la raı́z) y en el denominador:


r r
√ 4 4
2 x2 (1
+ ) 2
x (1 + )
x + 4x x x
lı́m f (x) = lı́m = lı́m = lı́m
x→+∞ x→+∞ 5x + 10 x→+∞ 10 x→+∞ 10
x(5 + ) x(5 + )
x x

Como x tiende a +∞, tenemos que x > 0 y por lo tanto, x2 = |x| = x. Nos queda
r r
4 4
x (1 + ) (1 + )
x x 1
lı́m = lı́m = ,
x→+∞ 10 x→+∞ 10 5
x(5 + ) 5+
x x
r
4 10
al utilizar el álgebra de lı́mites ya que lı́m (1 + ) = 1 y lı́m 5 + = 5.
x→+∞ x x→+∞ x
1
La recta y = es una ası́ntota horizontal a derecha.
5 √
Cuando x tiende a −∞, tenemos que x < 0 y por lo tanto x2 = |x| = −x.
Reemplazando nos queda

5
r r
4 4
−x (1 + ) (1 + )
x x 1
lı́m f (x) = lı́m = lı́m − =−
x→+∞ x→+∞ 10 x→+∞ 10 5
x(5 + ) 5+
x x
1
La recta y = − es una ası́ntota horizontal a izquierda.
5

También es posible que una función tenga ası́ntotas oblı́cuas. Éstas son rectas que
no son horizontales ni verticales, cuya distancia al gráfico de f tiende a 0 cuando x tiende
a infinito. Es decir, si la ecuación de la recta oblı́cua es y = mx + b, se verifica que

lı́m [f (x) − (mx + b)] = 0


x→∞

Para que exista una ası́ntota oblı́cua será necesario que existan los lı́mites:

f (x)
m = lı́m y b = lı́m [f (x) − mx]
x→∞ x x→∞

Ejemplo 1.5. Hallar las ecuaciones de las ası́ntotas horizontales y oblı́cuas de

x2 |x| − x3 + 2x
f (x) =
x2 + 1
Comenzamos analizando si la función posee una ası́ntota horizontal a derecha. En
este caso, como x tiende a +∞, tenemos que x > 0 y entonces |x| = x.

x2 |x| − x3 + 2x x3 − x3 + 2x 2x 2x
lı́m = lı́m = lı́m 2 = lı́m
x→+∞ 2
x +1 x→+∞ 2
x +1 x→+∞ x + 1 x→+∞ 1
x2 (1 + )
x2
2
= lı́m =0
x→+∞ 1
x(1 + )
x2
Luego, y = 0 es ası́ntota horizontal a derecha.

6
Veamos ahora si la función posee una ası́ntota horizontal a izquierda. En este caso,
como x tiende a −∞, tenemos que x < 0 y entonces |x| = −x.

2
x2 |x| − x3 + 2x −x3 − x3 + 2x −2x3 + 2x x3 (−2 + 2 )
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m x
x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ 1
x2 (1 + 2 )
x
2
x(−2 + )
= lı́m x2 = +∞
x→−∞ 1
1+ 2
x
Luego, la función f no tiene ası́ntota horizontal a izquierda.
Analicemos si la función tiene una ası́ntota oblı́cua a izquierda.

2
f (x) x2 |x| − x3 + 2x −2x3 + 2x x3 (−2 + 2 )
m = lı́m = lı́m = lı́m = lı́m x = −2
x→−∞ x x→−∞ 2
x(x + 1) x→−∞ 2
x(x + 1) x→−∞ 1
x3 (1 + 2 )
x
x2 |x| − x3 + 2x −2x3 + 2x
b = lı́m f (x) − mx = lı́m − (−2x) = lı́m + 2x
x→+∞ x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1
−2x3 + 2x + 2x3 + 2x 4x 4x
= lı́m = lı́m = lı́m =0
x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ 1
x2 (1 + 2)
x
Luego y = −2x es ası́ntota oblı́cua a izquierda.

7
1.2. Lı́mite en un punto
Vamos a comenzar esta sección con un ejemplo sencillo para fijar ideas.
Ejemplo 1.6. Considere la función lineal f : R → R dada por

f (x) = 2 + 3x.
¿Cómo se comportan los valores que toma f cuando la variable independiente está
arbitrariamente cerca de x0 = 5 sin ser necesariamente 5? ¿A qué nos referimos con
((arbitrariamente cerca))? Una posibilidad para explorar esta idea serı́a hacer una tabla de
valores para la variable independiente y observar cómo se comportan las imágenes:

x f (x)
4.98 16.94
4.989 16.967
4.999 16.997
5.0001 17.0003
5.00001 17.00003

Por los resultados analı́ticos y por la gráfica de f vemos que cuando x está arbitra-
riamente cerca de x0 = 5 entonces f (x) está arbitrariamente cerca de 17.
Veamos si podemos llevar este mismo argumento un paso más allá utilizando su-
cesiones. Consideremos una sucesión (xn )n∈N convergente a x0 = 5. ¿Qué sucede con la
sucesión (f (xn ))n∈N cuando n tiende a infinito?

lı́m f (xn ) = lı́m 2 + 3 · xn = lı́m 2 + lı́m 3 · xn = 2 + 3 · lı́m xn = 2 + 3 · 5 = 17


n→∞ n→∞ n→∞ n→∞ n→∞

Este cómputo es legal pues estamos en condiciones de aplicar el álgebra de lı́mites.


Ası́,
sea cual sea la sucesión (xn )n∈N convergente a x0 = 5, tenemos que (f (xn ))n∈N
converge a 17.
¿Pasará lo mismo con cualquier x arbitrariamente cerca de 5, venga o no de una
sucesión? ¿Podremos hallar un intervalo alrededor de x0 = 5 de modo tal que f (x) no se
aleje en más de 0,1 de 17? Dicho de otro modo: ¿podemos hallar un δ > 0 de modo tal
que
5 − δ < x < 5 + δ =⇒ 17 − 0,1 < f (x) < 17 + 0,1?
Probemos con esta estrategia: pedimos que pase 17 − 0,1 < f (x) < 17 + 0,1 y luego
aplicamos las propiedades del orden para encontrar un δ:

17 − 0,1 < f (x) < 17 + 0,1 ⇐⇒ 17 − 0,1 < 2 + 3x < 17 + 0,1


15 − 0,1 15 + 0,1
⇐⇒ 15 − 0,1 < 3x < 15 + 0,1 ⇐⇒ <x<
3 3
Es decir, el intervalo que garantiza lo pedido es (5 − 0,1
3
, 5 + 0,1
3
), que es en efecto un
0,1
intervalo alrededor del 5. Tomando ası́ δ < 3 , hallamos lo que necesitabamos. Ası́ como
lo hicimos con 0,1, ¿podrı́amos haberlo hecho con alguna otra tolerancia alrededor de 17?

8
Si miramos nuestro razonamiento, nos damos cuenta que la deducción del δ no cambia si
lo hacemos para  genérico en vez de 0,1:
17 −  < f (x) < 17 +  ⇐⇒ 17 −  < 2 + 3x < 17 + 
15 −  15 + 
⇐⇒ 15 −  < 3x < 15 +  ⇐⇒ <x<
3 3
El δ que nos asegura lo pedido es δ < 3 . En otras palabras, f es localmente con-
trolable alrededor de x0 = 5, ajustando adecuadamente los valores que toma la variable
independiente controlamos los valores que toma la función, con precisión a voluntad.
Este fenómeno que estudiamos en el ejemplo anterior es el concepto más importantes
de la disciplina llamada análisis matemático. Procedamos con una defnición.
Definicion 1.1: Weierstrass:  − δ
Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 , excepto
posiblemente en x0 . Decimos que un número real L es lı́mite de f cuando x tiende
a x0 y escribimos

lı́m f (x) = L,
x→x0

si para todo  > 0 existe un δ = δ() > 0 de modo tal que

0 < |x − x0 | < δ =⇒ |f (x) − L| < .

Una manera de pensar en esta definición es en términos de la controlabilidad de f .


Por ejemplo, si suponemos que f (x) mide el peso de una cierta barra de acero en términos
del largo x, esta definición dice que el peso L de una barra puede especificarse con una
incertidumbre de  > 0, si medimos la longiud x con una precisión mejor que δ.
El concepto de lı́mite no apareció súbitamente en matemática - sino que es el re-
sultado de un trabajo colectivo que duró más de un siglo. Todavı́a en el siglo XIX los
matemáticos tenı́an una visión no del todo transparente sobre la noción de lı́mite. El tra-
bajo de Louis-Agustin Cauchy (1789-1857) introdujo la idea de aproximación arbitraria,
mas la formulación actual en términos de épsilon y delta fue dada por Karl Weierstrass
(1815-1857).
La primera de las investigaciones que hicimos sobre la función f es muy útil y de
hecho es un ejemplo del poder exploratorio de las sucesiones. Demos una definición.
Definicion 1.2: Lı́mite secuencial
Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 , excepto
posiblemente en x0 . Decimos que un número real L es lı́mite de f cuando x tiende
a x0 y escribimos

lı́m f (x) = L,
x→x0

si para toda sucesión (xn )n∈N convergente a x0 se tiene que

lı́m f (xn ) = L
n→∞
.

9
La bondad de esta definición es que descansa sobre el manejo de una herramienta que
ya conocemos: las sucesiones. Podemos entonces aplicar todos los teoremas y propiedades
que aprendimos en la guı́a uno cada vez que querramos ver si una función posee un lı́mite
secuencial. La mejor noticia viene dada por el siguiene teorema:

Teorema 1.1. Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 ,
excepto posiblemente en x0 . Entonces son equivalentes las dos definiciones de lı́mite en
x0 .

A veces, es más cómodo trabajar con la definición  − δ, mientras que otras veces,
es más sencillo utilizar la definición de sucesiones.

Ejemplo 1.7. [El péndulo simple] El péndulo simple es un sistema mecánico muy
estudiado. Se compone de una masa m suspendida por una cuerda ligera de longitud L,
donde el extremo superior de la cuerda está fijo. El movimiento pendular es accionado
por la gravedad y siempre y cuando el alejamiento θ respecto de la posición de reposo sea
pequeño, el movimiento será sencillo de estudiar.

Figura 1: Esquema para un péndulo simple.

Aplicando las leyes de Newton al péndulo es posible deducir una fórmula para el
perı́odo de oscilación T en términos de la longitud y la atracción de la gravedad:
s
L
T = 2π .
g

Equivalentemente, podrı́amos expresar la fuerza de la gravedad en términos de la


longitud de la cuerda y el perı́odo de oscilación como

4π 2 L
g = g(T ) = .
T2
¿Tendrá lı́mite la función g cuando T tiende a un T0 ? Veamos la definición. Sea
 > 0 dado. Tratemos a partir de él obtener un δ > 0 tal que

0 < |T − T0 | < δ =⇒ |g(T ) − g(T0 )| < .

10
Para eso, comenzamos planteando la inecuación doble
4π 2 L
g(T0 ) −  < g(T ) < g(T0 ) +  ⇐⇒ g(T0 ) −  < < g(T0 ) + 
T2
g(T0 ) −  1 g(T0 ) +  4π 2 L 2 4π 2 L
⇐⇒ < < ⇐⇒ < T < ⇐⇒
4π 2 L T2 4π 2 L g(T0 ) +  g(T0 ) − 
√ √
2π L 2π L
p <T < p
g(T0 ) +  g(T0 ) − 
Observemos que √
T0 g(T0 ) = 2 · π L,
con lo cual nos queda un intervalo de la forma:

T g(T0 ) T0 g(T0 )
p0 <T < p
g(T0 ) +  g(T0 ) − 
Como
g(T0 ) g(T0 )
p <1 p > 1,
g(T0 ) +  g(T0 ) − 
resulta que este intervalo contiene a T0 . Tomando δ menor que la mitad del ancho del
intervalo, probamos lo pedido. Luego,

lı́m g(T ) = g(T0 ).


T →T0

Evidentemente, a medida que crece la complejidad de la fórmula que define a una


función, más difı́cil es trabajar con la definición de Weierstrass - por eso, manejar la
herramienta del lı́mite secuencial suele ser muy útil. Antes de seguir, una defnición.
Definición 1.3. [Funciones divergentes en un punto] Cuando una función no posee
lı́mite en un punto diremos que diverge allı́, o simplemente que no tiene lı́mite en ese
punto.
Si para toda sucesión (xn )n∈N convergente a x0 , se tiene que la sucesión f (xn ) no
está acotada superiormente, diremos que f diverge a +∞ en x0 y admitiremos

lı́m f (x) = +∞.


x→x0

Alternativamente, para todo M > 0, existe δ > 0 tal que

0 < |x − x0 | < δ ⇒ f (x) > M

Si para toda sucesión (xn )n∈N convergente a x0 , se tiene que la sucesión f (xn ) no
está acotada inferiormente, diremos que f diverge a −∞ en x0 y admitiremos

lı́m f (x) = −∞.


x→x0

Alternativamente, para todo N < 0, existe δ > 0 tal que

0 < |x − x0 | < δ ⇒ f (x) < N

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Veamos algunos ejemplos.

Ejercicio 1.1. Decidir si las siguientes funciones tienen lı́mite en x0 = 2:


x−2
f (x) = x2 , g(x) = .
|x − 2|
Comencemos con f . Consideremos una sucesión cualquiera (xn )n∈N convergente a 2.
Estudiemos el lı́mite de la sucesión (f (xn ))n∈N :

lı́m f (xn ) = lı́m x2n = 22 = 4


n→∞ n→∞

En la segunda igualdad utilizamos el álgebra de lı́mites: xn converge a 2 implica que


x2nconverge a 22 = 4. Como la sucesión (xn )n∈N era arbitraria, resulta que esto vale para
cualquier tal sucesión. Ası́, decimos que f tiende a 4 cuando x tiende a 2, en sı́mbolos

lı́m f (x) = 4.
x→2

Veamos qué podemos decir sobre la función g. Consideremos primero la sucesión


(an )n∈N con término general an = 2 + n1 y estudiemos el lı́mite de (f (an ))n∈N :
1
an − 2 n
lı́m f (an ) = lı́m = lı́m 1 = lı́m 1 = 1
n→∞ n→∞ |an − 2| n→∞ | | n→∞
n

Consideremos ahora la sucesión (bn )n∈N con término general bn = 2− n12 y estudiemos
el lı́mite de (f (bn ))n∈N :

bn − 2 − n12 − n12
lı́m f (bn ) = lı́m = lı́m = lı́m = lı́m −1 = −1
n→∞ n→∞ |bn − 2| n→∞ |− 12 | n→∞ 12 n→∞
n n

Encontramos dos sucesiones (an )n∈N y (bn )n∈N para las cuales

lı́m f (an ) 6= lı́m f (bn ).


n→∞ n→∞

Luego, f no posee lı́mite cuando x tiende a 2.

Observación 2. El lector seguramente se está preguntando por lo artificial de los ejemplos


y cómo fue que nos dimos cuenta qué sucesiones habı́a que elegir para mostrar que g no
tenı́a lı́mite. Vayamos por partes:

Construir tablas de valores para las funciones utilizando una calculadora u hoja de
cálculo puede ayudar a obtener un candidato a lı́mite. Eso fue lo que hicimos para
la primera de las funciones.

Alternativamente, podemos inspeccionar la gráfica de la función alrededor del x0 de


interés y ver cómo se comporta la función. Y ahı́ es donde aparece la semilla de la
intuición: en el caso de f la gráfica era suave alrededor del 2 mientras que para g,
ciertamente pega un salto:

12
Figura 2: A la izquierda en rojo, la gráfica de f . A la derecha en verde, la gráfica de g.

Lo que discutimos en el item anterior tuvo un correlato directo con la elección de


las sucesiones (an )n∈N y (bn )n∈N : la primera de ellas se acerca a 2 por la derecha
mientras que la segunda lo hace por la izquierda. Ahı́ estuvo el secreto para mostrar
que g no tenı́a lı́mite pues g cambiaba de definición en x0 = 2.

Formalicemos esta discusión a través de una definición.

Definición 1.4. [Lı́mites laterales] Sea f una función definida en algún intervalo abier-
to alrededor de x0 , excepto posiblemente en x0 .

Decimos que una sucesión (xn )n∈N converge por derecha a x0 si xn → x0 y además
x0 ≤ xn ∀n

Decimos que una sucesión (xn )n∈N converge por izquierda a x0 si xn → x0 y además
xn ≤ x0 ∀n

A partir de esto, podemos definir la noción de lı́mite lateral de una función en un


punto x0 :

Decimos que un número L es lı́mite por derecha de una función f en x0 si:

(xn )n∈N converge por derecha a x0 =⇒ f (xn ) → L.

La notación que usaremos será

lı́m f (x) = L
x→x+
0

Equivalentemente, diremos que lı́m+ f (x) = L si para todo  > 0, existe δ > 0 tal
x→x0
que
x0 < x < x 0 + δ ⇒ |f (x) − L| < 

13
Decimos que un número M es lı́mite por izquierda de una función f en x0 si:

(xn )n∈N converge por izquierda a x0 =⇒ f (xn ) → M.

La notación que usaremos será

lı́m f (x) = M
x→x−
0

Equivalentemente, diremos que lı́m− f (x) = M si para todo  > 0, existe δ > 0 tal
x→x0
que
x0 − δ < x < x 0 ⇒ |f (x) − L| < 

En nuestro ejemplo anterior tenemos que

lı́m f (x) = 4 = lı́m− f (x),


x→2+ x→2

mientras que para g

lı́m g(x) = 1, lı́m g(x) = −1.


x→2+ x→2−

Observemos que para que exista el lı́mite ambos lı́mites laterales deben ser iguales.
Ésto es lo que afirma el siguiente teorema:
Teorema 1.1
Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 , excepto
posiblemente en x0 . Entonces

lı́m f (x) = L ⇐⇒ lı́m+ f (x) = L = lı́m− f (x)


x→x0 x→x0 x→x0

Definición 1.5. Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 ,
excepto posiblemente en x0 . Si alguno de los lı́mites laterales

lı́m f (x) o lı́m− f (x)


x→x+
0 x→x0

da +∞ o −∞ decimos que la recta vertical de ecuación x = x0 es una ası́ntota


vertical para f . Esquemáticamente, se pueden presentar algunas de las situaciones que se
observan en la siguiente figura.

14
Ejercicio 1.2. Halle los lı́mites laterales para la función f : R → R dada por
 1
 x2 si x > 0
f (x) =
1 si x ≤ 0

Para calcular
lı́m f (x)
x→0+

tenemos que ver ((a qué se parecen)) los valores que toma f a medida que x > 0 se hace
cada vez más cercano a cero. Hagamos algunas pocas cuentas:

f (0,001) = 1 × 106 , f (0,00001) = 1 × 1010 f (0,0000001) = 1 × 1014 . . .

Ya tenemos una idea de qué pasa: cuando x es pequeño, f (x) toma valores arbitrariamente
grandes arbitrariamente cerca del 0. Ası́, escribimos

lı́m f (x) = +∞
x→0+

Deducimos que la recta x = 0 es una ası́ntota vertical para f . Para calcular


lı́mx→0− f (x) repetimos la estrategia, pero esta vez con x < 0, veamos:

f (−0,001) = 1, f (−0,00001) = 1, ... ¡pues f es constante!

Ası́, escribimos
lı́m f (x) = 1
x→0−

y evidentemente f no posee lı́mite en x0 = 0.

Ejemplo 1.8. [Algunas intuiciones] Un modo quizás sencillo para detectar cuándo
una función seguro no posee lı́mite en un punto es a través de su gráfica. Consideremos
dos funciones f, g donde sus gráficas vienen dadas a continuación:

15
Figura 3: Gráficas de f, g respectivamente.

Guiándonos por estas representaciones ya podemos asegurar que g no tiene lı́mite en


el origen: si bien uno de los lı́mites laterales existe y vale 0, el otro no existe pues la función
diverge a −∞. Para h resulta que ambos lı́mites laterales existen pero no coinciden: uno
es positivo y el otro, negativo. Luego, h no posee lı́mite en el origen.

Bueno, una vez caracterizados los lı́mites vamos a necesitar una herramienta que
nos permita escalar en la complejidad de los problemas a atacar. En esta disciplina a esa
tecnologı́a la llamamos ((teoremas)) y muchos si bien a simple vista parecen inofensivos,
resulta que tienen un poder muy grande. El siguiente es uno de ellos.
Teorema 1.2: Álgebra de lı́mites
Sean f, g dos funciones con lı́mites L y M en un punto común x0 . Entonces

i) lı́mx→x0 f (x) + g(x) = L + M

ii) lı́mx→x0 f (x) · g(x) = L · M


f (x) L
iii) Si M 6= 0 entonces lı́mx→x0 =
g(x) M
iv) lı́mx→x0 |f (x)| = |L|

v) Si L > 0 entonces lı́mx→x0 (f (x))g(x) = LM

Como el lector se podrá imaginar, el álgebra de lı́mites nos permitirá calcular lı́mites
de funciones complicadas a partir de funciones más sencillas, sin la necesidad de tener que
recurrir a las sucesiones. Este es de nuevo un mecanismo operativo tı́pico de la matemáti-
ca: utilizar inteligentemente casos sencillos para poder atacar casos más complicados.
Ejemplo 1.9. [Lı́mites y polinomios] Vamos a dar un ejemplo clave: esto lo usaremos
de ahora en más no sólo a lo largo de esta unidad sino en todo el curso.
i) Las funciones constantes tienen lı́mite: consideremos la función constate f (x) = a.
Tomemos un x0 ∈ R cualquiera y una sucesión (xn )n∈N convergente a x0 . Luego

16
f (xn ) = a es también una sucesión constante, y por lo tanto
lı́m f (xn ) = lı́m a = a = f (x0 ).
n→∞ n→∞

Es decir, f tiene lı́mite en x0 . Como este punto era arbitrario, resulta que f tiene
lı́mite en todo R.
ii) La función f (x) = x tiene lı́mite: tomemos un x0 ∈ R cualquiera y una sucesión
(xn )n∈N convergente a x0 . Luego f (xn ) = xn es trivialmente una sucesión convergente
a x0 , y por lo tanto
lı́m f (xn ) = x0 = f (x0 ),
n→∞
es decir, f tiene lı́mite en x0 . Como este punto era arbitrario, resulta que f tiene
lı́mite en todo R.
iii) Utilizando i) y ii) del álgebra de lı́mites, todo polinomio
f (x) = an xn + an−1 xn−1 + · · · + a0
tiene lı́mite en cualquier x0 , y vale además
lı́m f (x) = f (x0 ).
x→x0

Es decir, a la hora de calcular lı́mites de polinomios, podemos directamente re-


emplazar x por x0 siempre y cuando no terminemos dividiendo por cero. Una vez que
sabemos esto, nos podemos independizar del uso de sucesiones para calcular lı́mites en
casos polinomiales.

Ejemplo 1.10. Calcular el lı́mite


|x2 − x − 2|
lı́m
x→2 x2 − 4
Observemos no podemos aplicar el álgebra de lı́mites ya que tanto el numerador
como el denominador tienden a 0.
Tenemos que

2 x2 − x − 2 x ∈ (−∞, −1] ∪ [2, +∞)
|x − x − 2| = 2
−(x − x − 2) x ∈ (−1, 2)
Ası́ que vamos a calcular los lı́mites laterales:
|x2 − x − 2| x2 − x − 2 (x − 2)(x + 1) x+1 3
lı́m+ = lı́m = lı́m = lı́m =
x→2 x2 − 4 x→2+ x2 − 4 x→2+ (x − 2)(x + 2) x→2+ x + 2 4
|x2 − x − 2| −(x2 − x − 2) −(x − 2)(x + 1) x+1 3
lı́m− 2
= lı́m 2
= lı́m = lı́m − = −
x→2 x −4 x→2− x −4 x→2− (x − 2)(x + 2) x→2− x+2 4
|x2 − x − 2| |x2 − x − 2|
Como lı́m+ 6
= lı́m , concluimos que
x→2 x2 − 4 x→2− x2 − 4
|x2 − x − 2|
@ lı́m
x→2 x2 − 4

17
Ejemplo 1.11. Calcular el lı́mite

3x + 1 − 2
lı́m
x→1 (x − 1)2

Observemos no podemos aplicar el álgebra de lı́mites ya que tanto el numerador


como el denominador tienden a 0.
Vamos a calcular los lı́mites laterales:
√ √ √ √
3x + 1 − 2 ( 3x + 1 − 2)( 3x + 1 + 2) ( 3x + 1)2 − 4
lı́m = lı́m+ √ = lı́m+ √ =
x→1+ (x − 1)2 x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2)

3x + 1 − 4 3(x − 1) 3
lı́m+ √ = lı́m+ √ = lı́m+ √ = +∞
x→1 2 2
(x − 1) ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1) ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1)( 3x + 1 + 2)
Análogamente, si calculamos el lı́mite acercándonos por la izquierda
√ √ √ √
3x + 1 − 2 ( 3x + 1 − 2)( 3x + 1 + 2) ( 3x + 1)2 − 4
lı́m = lı́m+ √ = lı́m− √ =
x→1− (x − 1)2 x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2)

3x + 1 − 4 3(x − 1) 3
lı́m− √ = lı́m √ = lı́m √ = −∞
x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1− (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1− (x − 1)( 3x + 1 + 2)
Si bien ambos lı́mites laterales son distintos, al ser infinitos se suele escribir

3x + 1 − 2
lı́m =∞
x→1 (x − 1)2

(El sı́mbolo de infinito sin signo, “infinito a secas”).


En este caso, la recta de ecuación x = 1 es una ası́ntota vertical.

Pasemos ahora a un ejemplo de aplicación práctica del concepto de lı́mite.

Ejercicio 1.3. [Velocidad de crecimiento] Se sabe que el volumen de una esfera se


expresa en términos del radio a través de
4
V (r) = π · r3 .
3
1 2
Suponga que el radio depende del tiempo según r(t) = 10 t + 1. Halle el volumen de
la esfera en t0 = 1 y la velocidad instantánea de cambio en t0 = 1.

Como sabemos que el volumen depende del radio y que el radio depende del tiem-
po, podemos pensar que el volumen depende del tiempo a través de la composición de
funciones:
4 1
V (t) =· π · ( t2 + 1)3 .
3 10
Ası́ para hallar el volumen en el instante t0 = 1 simplemente calculamos
4 1 1331
V (1) = · π · ( 12 + 1)3 = π ≈ 5,5752,
3 10 750

18
donde el volumen está expresado en metros cúbicos. Para hallar la velocidad instantánea
de cambio del volumen, necesitamos ver qué pasa con

V (t) − V (1)
lı́m .
t→1 t−1
Es decir, interpretamos la velocidad instantánea de cambio como una velocidad de
cambio promedio en el intervalo (1, t) cuando hacemos que t tienda a 1. Observemos que
no podemos aplicar álgebra de lı́mites pues el denominador tiende a cero. Vamos a tener
que trabajar un poco la expresión a ver qué sucede. Observemos que el numerador es
básicamente una resta de cubos:
4
· π r3 (t) − r3 (1)

V (t) − V (1) =
3
y que es posible factorizar una resta de cubos de modo sencillo:
x3 − y 3 = (x − y)(x2 + yx + y 2 )
Luego
4  4
· π r3 (t) − r3 (1) = · π(r(t) − r(1)) r2 (t) + r(t)r(1) − r2 (1) .

V (t) − V (1) =
3 3
Ahora lo que nos queda es simplemente observar que
1 1
r(t) − r(1) = (t2 − 1) = (t − 1)(t + 1).
10 10
Ya sabemos cómo factorizar el numerador y estamos listos para calcular el lı́mite
pedido:

1
V (t) − V (1) 4 10
(t − 1)(t + 1)(r2 (t) + r(t)r(1) − r2 (1))
lı́m = · π lı́m .
t→1 t−1 3 t→1 t−1
Simplificando el factor t − 1, ahora sı́ podemos reemplazar t = 1 pues nos queda un
polinomio en t, y resulta

V (t) − V (1) 4 1 121


lı́m = · π lı́m (1 + 1)(r2 (1) + r(1)r(1) − r2 (1)) = · π ≈ 1,0136,
t→1 t−1 3 t→1 10 375
donde la respuesta viene dada en metros cúbicos sobre segundo.

Un teorema muy útil a la hora de calcular lı́mites es el análogo continuo del conocido
teorema del sandwich para sucesiones.
Teorema 1.3: Teorema del sándwich
Sean f, g, h funciones definidas en un entorno de a tales que en ese entorno vale

f (x) ≤ g(x) ≤ h(x)


Si lı́m f (x) = lı́m h(x) = L entonces
x→a x→a

lı́m g(x) = L.
x→a

19
Esquemáticamente,

Figura 4: Teorema del sandwich.

Ejemplo 1.12. Dada una función f (x) para la cual se verifica que
x−9 1 9
√ ≤ f (x) ≤ x + , ∀x ≥ 0, x 6= 9,
x−3 6 2

calcular lı́m f (x).


x→9

Observemos que
√ √
x−9 (x − 9)( x + 3) (x − 9)( x + 3) √
lı́m √ = lı́m √ √ = lı́m = lı́m x + 3 = 6
x→9 x − 3 x→9 ( x − 3)( x + 3) x→9 x−9 x→9

1 9
lı́m x + = 6
x→9 6 2
Luego, por el teorema del sandwich, tenemos que

lı́m f (x) = 6
x→9

2. El concepto de continuidad
Llamemos D = Dom(f ). Vamos a dar ahora la definición más importante de esta
unidad:
Definicion 2.1: Continuidad
Sea f : D ⊂ R → R una función. Diremos que f es continua en x0 si

i) x0 ∈ Dom(f ) ii) existe lı́m f (x) iii) f (x0 ) = lı́m f (x)


x→x0 x→x0

Cuando f es continua en todo punto de su dominio, diremos que f es continua en


D.

20
Observación 3. Para funciones definidas en intervalos, como son las que usualmente
encontraremos nosotros, se tiene que

Para una f : (a, b) → R, tenemos que

f es continua en(a, b) ⇐⇒ lı́m f (x) = f (x0 ) ∀x0 ∈ (a, b)


x→x0

Para una f : [a, b] → R, tenemos que f es continua en [a, b] si y sólo si


i) f es continua en (a, b)
ii) lı́m+ f (x) = f (a) y lı́m− f (x) = f (b)
x→a x→b

Ejemplo 2.1. [Continuidad de la raı́z cuadrada] Probar que la función f (x) = x
es continua en todo x0 ∈ [0, +∞).
Necesitamos ver que

lı́m f (x) = f (x0 ), o equivalentemente lı́m f (x) − f (x0 ) = 0.


x→x0 x→x0

Estudiemos el lı́mite si x0 6= 0.
√ 
√ √ √
√
√ x + x0 x − x0
lı́m f (x)−f (x0 ) = lı́m x− x0 = lı́m ( x− x0 )· √ √ = lı́m √ √ =0
x→x0 x→x0 x→x0 x + x0 x→x0 x + x0
Si x0 = 0, hay que ver que lı́m+ f (x) = f (0) = 0. Tenemos que
x→0
√ q
lı́m+ f (x) = lı́m+ x= lı́m+ x = 0
x→0 x→0 x→0

Luego, para todo x0 ∈ [0, +∞)


√ √
lı́m x = x0 .
x→x0

Como la noción de continuidad descansa sobre la existencia del lı́mite, resulta que
el álgebra de lı́mites habilita la posibilidad de operar algebraicamente con funciones con-
tinuas en un punto para obtener nuevas:
Teorema 2.1. [Álgebra de funciones continuas] Sean f, g dos funciones continuas
en un punto común x0 . Entonces
i) f + g, f · g son continuas en x0 ;
f
ii) Si g(x0 ) 6= 0 entonces g
es continua en x0
Corolario 2.2. Los polinomios son funciones continuas en todo R.
Ejercicio 2.1. Probar que la función
1 + x4
f (x) =
2 + x2
es continua en todo R.

21
Vamos a justificar que f es una función continua en R utilizando el teorema anterior
ya que:
1. El numerador 1 + x4 es continuo en todo R pues es un polinomio.
2. El denominador 2 + x2 es continuo en todo R pues es un polinomio.
3. Como el denominador no se anula nunca, resulta que el cociente f (x) es continuo
en todo x ∈ R

Vamos ahora a dar un teorema muy importante, que relaciona la continuidad de las
funciones con una de las operaciones conjuntistas más útiles: la composición.
Teorema 2.3. [Composición de continuas] Sea f : D ⊂ R → R continua en x0 y
g : D0 ⊂ R → R continua en f (x0 ) tales que f (D) ⊂ D0 . Entonces g ◦ f : D ⊂ R → R es
continua en x0 .
Demostración. Consideremos una sucesión (xn )n∈N a valores en D convergente a x0 . Como
f es continua en x0 , resulta que f (xn )n∈N converge a f (x0 ). Ahora bien, como g es continua
en f (x0 ), resulta que g(f (xn ))n∈N converge a g(f (x0 )). Como la sucesión (xn )n∈N era
arbitraria, se sigue que esto vale para cualquier sucesión convergente a x0 . Ası́, g ◦ f es
continua en x0 .
La gran utilidad de este teorema radica en que nos permite construir funciones
continuas a partir de funciones continuas ((mas sencillas)), y algunas veces, dar nuevas
pruebas sobre la conitnuidad de funciones.
Ejemplo 2.2. Probar que la función
r
1 + x4
g(x) =
2 + x2
es continua en todo R.
Consideremos funciones
√ 1 + x4
h(x) = x, f (x) =
2 + x2
y observemos que g = h ◦ f .
Vimos en el ejemplo
√ anterior que f es una función continua en R y antes habı́amos
probado que h(x) = x es una función continua en [0, +∞). Como Im(f ) ⊆ Dom(h)
concluimos, aplicando el teorema anterior, que g = h ◦ f es una función continua en R.

Veamos un caso donde la continuidad está ligada a un proceso de medición muy


corriente.
Ejemplo 2.3. [Volumen de un tambor] El volumen de un tambor metálico de altura
h y radio r viene dado por la expresión

V = π · r2 · h.

22
a) Considere al volumen como función del radio r. Explique por qué es una función
continua.

b) Para h = 100 cm, halle el radio del tambor que garantice un volumen de 200 litros.

c) ¿Cuáles son las dimensiones máximas y mı́nimas del radio que garantizan que el volu-
men esté entre 190 y 210 litros?

d) ¿Cuáles son las dimensiones máximas y mı́nimas del radio que garantizan que el volu-
men esté entre 195 y 205 litros?

Comencemos con una observación: como r tiene un significado fı́sico (representa una
longitud), vamos a considerar la función

V = V (r) = π · r2 · h

en el dominio D = [0, +∞). Ciertamente V (r) es polinomial en r con lo cual, es una


función continua y ası́ respondemos el item a).
Para hallar el radio pedido, primero tenemos que tener en cuenta las unidades: nos
dan el volumen en litros mientras que las medidas que tenemos para calcular el volumen
son en fracciones de metros. Si recordamos que 1 litro equivale a 1000 centı́metros cúbicos,
luego 200 litros serán 1000 · 200 centı́metros cúbicos. Entonces, para hallar el radio pedido
resolvemos
r
2000 2000
V (r) = π · r2 · 100 = 200000 =⇒ r2 = =⇒ r = ;
π π
donde la respuesta está dada en centı́metros. Este es el valor exacto del radio nece-
sario. Aproximando al milı́metro, el radio es aproximadamente 25,2 centı́metros, lo cual
produce un volumen de V (25,2) = 63504π ≈ 199503,699 cm3 ≈ 199,5 litros y esto res-
ponde al ı́tem b).
Ahora bien, ¿ en qué rango debe estar el radio del tambor para que el volumen esté
entre 190 y 210 litros? En otras palabras, necesitamos hallar los r > 0 para los cuales

190 · 1000 < V (r) < 210 · 1000

Resolvamos las inecuaciones:

23
190000 < V (r) < 210000 ⇐⇒
190000 < π · r2 · 100 < 210000 ⇐⇒
1900 < π · r2 < 2100 ⇐⇒
1900
qπ < r2 < q2100
π
⇐⇒
1900 2100
π
< |r| < ⇐⇒
q q π
1900 2100
π
< r < π
⇐⇒

En la última inecuación eliminamos las barras de módulo pues r > 0. De nuevo,


esto da el rango exacto para r. En términos prácticos, ¿qué rango vamos a dar? Demos
un intervalo al milı́metro para r:

r r
1900 2100
≈ 24,592; tomamos r > 24,6; ≈ 25,854; tomamos r < 25,8,
π π
con lo cual nos garantizamos que si r ∈ (24,6, 25,8) entonces el volumen estará entre
los 190 y 210 litros.
Nos piden ahora el rango para el radio que garantice que el volumen esté entre 195 y
205 litros. Como el lector está imaginando, la esencia del planteo es exactamente la misma:
pedimos que V (r) esté en determinado rango y nos arremangamos para obtener un rango
para r utilizando las propiedades del orden. Resumidamente, repitiendo el planteo del
item anterior obtenemos
r r
1950 2050
195 · 1000 < V (r) < 205 · 1000 =⇒ · · · <r<
π π
De nuevo, esto da el rango exacto para r. En términos prácticos, ¿qué rango vamos
a dar? Demos un intervalo al milı́metro para r:

r r
1950 2050
≈ 24,913; tomamos r > 25; ≈ 25,544; tomamos r < 25,5,
π π
con lo cual nos garantizamos que si 25 < r < 25,5 entonces el volumen estará entre los
195 y 205 litros.

Si una función f no es continua en x0 , decimos que f es discontinua en x0 o que f


tiene una discontinuidad en x0 . Las discontinuidades pueden ser de dos tipos:

Discontinuidad evitable: se produce cuando existe lı́m f (x) pero no existe f (x0 ) o,
x→x0
si existe f (x0 ) se tiene que lı́m f (x) 6= f (x0 ).
x→x0

Esta discontinuidad es evitable porque al definir f (x0 ) o cambiar la definición de


f (x0 ), podemos dar una redefinición de f que resulta una función continua en x0 .

24
Discontinuidad esencial : se produce cuando no existe lı́m f (x).
x→x0

Si lı́m f (x) = ∞ o lı́m+ f (x) = ∞ o lı́m− f (x) = ∞, estamos en presencia de una


x→x0 x→x0 x→x0
“ası́ntota vertical”.
Si lı́m+ f (x) 6= lı́m− f (x) y estos lı́mites son finitos, decimos de la discontinuidad es
x→x0 x→x0
de tipo “salto finito”.
Esta discontinuidad es esencial porque aunque cambiemos la definición de f (x0 ), no
podremos dar una redefinición de f que resulte una función continua en x0 .

Ejemplo 2.4. Para cada una de las siguientes funciones, describir el conjunto de puntos
de continuidad y caracterizar los puntos de discontinuidad:
√ √
3+x−1 3
x+1
a) f (x) = b) g(x) =
|x + 2|(x − 1) x+1

a) Comencemos calculando el dominio de f :

Dom(f ) = {x ∈ R/; 3 + x ≥ 0, x + 2 6= 0, x − 1 6= 0} = [−3, −2) ∪ (−2, 1) ∪ (1, +∞)

Recordemos que una función f es continua en x0 si

I) x0 ∈ Dom(f ) II) existe lı́m f (x) III) lı́m f (x) = f (x0 )


x→x0 x→x0

Para los x ∈ Dom(f ), la función f es continua ya que:

25
La función f1 (x) = 3 + x es continua porque es una función polinómica,

f2 (x) = x es una función continua y f3 (x) = x −√1 es continua porque es una
función polinómica. Entonces (f3 ◦ f2 ◦ f1 )(x) = 3 + x − 1 es continua para
x ≥ −3 por ser composición de funciones continuas.
La función f4 (x) = |x + 2| es una función continua ya que es la composición
de una función polinómica y la función módulo que son continuas. La función
f5 (x) = |x + 2|(x − 1) es una función continua porque es el producto de dos
funciones continuas (las funciones f3 y f4 ).
La función f es continua en Dom(f ) por ser división de funciones continuas con
denominador no nulo.

Los puntos de discontinuidad son x = −2 y x = 1 ya que no pertenecen al dominio.


Analicemos que tipo de discontinuidad presentan en cada caso. Para ello calculemos
los lı́mites lı́m f (x) y lı́m f (x):
x→−2 x→1

Para x = −2 vamos a calcular los lı́mites laterales ya que se presenta una inde-
terminación del tipo “0/0” y tenemos un módulo. Recordemos que
|x + 2| = x + 2 si x ≥ −2 y |x + 2| = −(x + 2) si x ≤ −2. Entonces
√ √
3+x−1 3+x−1
lı́m + f (x) = lı́m + = lı́m + =
x→−2 x→−2 |x + 2|(x − 1) x→−2 (x + 2)(x − 1)
√ √
( 3 + x − 1)( 3 + x + 1) (3 + x − 1)
lı́m + √ = lı́m + √ =
x→−2 (x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1) x→−2 (x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1)

1 1
lı́m + √ =−
x→−2 (x − 1)( 3 + x + 1) 6
Por otro lado,
√ √
3+x−1 3+x−1
lı́m − f (x) = lı́m − = lı́m − =
x→−2 x→−2 |x + 2|(x − 1) x→−2 −(x + 2)(x − 1)

√ √
( 3 + x − 1)( 3 + x + 1) (3 + x − 1)
lı́m − √ = lı́m − √ =
x→−2 −(x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1) x→−2 −(x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1)

1 1
lı́m − √ =
x→−2 −(x − 1)( 3 + x + 1) 6
Por lo tanto,
lı́m f (x) 6= lı́m − f (x)
x→−2+ x→−2

y entonces
@ lı́m f (x)
x→−2

En x = −2 la función presenta una discontinuidad esencial de tipo salto finito.

26
Calculamos los lı́mites laterales para x = 1, observando que x − 1 > 0 si tomamos
lı́mite por derecha y x − 1 < 0 si tomamos el lı́mite por la izquierda:

3+x−1
lı́m+ f (x) = lı́m+ = +∞
x→1 x→1 |x + 2|(x − 1)

3+x−1
lı́m− f (x) = lı́m− = −∞
x→1 x→1 |x + 2|(x − 1)

Luego la función presenta una discontinuidad esencial en x = 1. La recta de


ecuación x = 1 es una ası́ntota vertical de f .

Figura 7: Gráfico de f

3
x+1
b) Veamos primero el dominio de g(x) = . En este caso la raı́z cúbica está definida
x+1
para todo número real, ası́ que la única restricción será que no podemos dividir por
cero. Luego,
Dom(g) = {x ∈ R/ x + 1 6= 0} = R − {−1}

Para todo x ∈ Dom(g), la función es continua ya que:


√ √
g1 (x) = 3 x es una función continua (la demostración es similar a la de x) y
g2 (x) = x + 1 es una función continua por ser un polinomio.

Entonces (g2 ◦ g1 )(x) = 3 x + 1 es una función continua por ser composición de
funciones continuas.
g es continua para x 6= −1 por ser división de dos funciones continuas (g2 ◦ g1 y
g2 ) con denominador no nulo.
La función g presenta una discontinuidad en x = −1. Analicemos de que tipo es esta
discontinuidad.

3
x+1 y+1 y+1 1
lı́m g(x) = lı́m = lı́m 3 = lı́m 2
=
x→−1 x→−1 x + 1 |{z}
√ y→−1 y + 1 y→−1 (y + 1)(y − y + 1) 3
3
y= x

Como existe el lı́mite, la función g posee una discontinuidad evitable en x = −1. Esto
1
es, si definiéramos g(−1) = , la función resultarı́a continua en x = −1.
3

27
Figura 8: Gráfico de g

Ejemplo 2.5. Analicemos si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. Cuando
el enunciado sea verdadero, vamos a dar una demostración. Cuando el enunciado sea falso,
vamos a exhibir un contraejemplo. Supongamos que f : R → R.

1. Si para toda sucesión monótona (an )n∈N convergente a c se tiene que la sucesión
(f (an ))n∈N es convergente, entonces f tiene lı́mite en c.

2. Si f es continua en c, entonces transforma sucesiones convergentes a c en funciones


convergentes a f (c).

3. Si para toda sucesión (bn )n∈N convergente a c se tiene que la sucesión (f (bn ))n∈N es
convergente, entonces f es continua en c.

1. Esta afirmación es falsa. Consideremos el siguiente contraejemplo. Sea



1 x≥c
f (x) =
−1 x < c

Sea (an )n∈N una sucesión monótona convergente a c. Tenemos los siguientes casos:

(an )n∈N una sucesión monótona creciente o decreciente y existe n0 tal que para
todo n > n0 la sucesión es constantemente igual a c. Esto es, an = c para todo
n > n0 . En este caso, f (an ) = 1 para todo n > n0 y lı́m f (an ) = 1.
n→+∞

(an )n∈N una sucesión monótona creciente y an 6= c. En este caso an < c y


f (an ) = −1 para todo n ∈ N. Luego, lı́m f (an ) = −1.
n→+∞

(an )n∈N una sucesión monótona decreciente y an 6= c. En este caso an > c y


f (an ) = 1 para todo n ∈ N. Luego, lı́m f (an ) = 1.
n→+∞

Se verifica entonces que, para toda sucesión monótona (an )n∈N convergente a c, la
sucesión (f (an ))n∈N es convergente. Sin embargo, no existe lı́m f (x) ya que
x→c

lı́m f (x) = 1 y lı́m− f (x) = −1.


x→c+ x→c

28
2. Esta afirmación es verdadera. Sea f una función continua en c y (an )n∈N una sucesión
convergente a c. Vamos a probar que lı́m f (an ) = f (c).
n→+∞

Tenemos que probar que, para todo  > 0, existe un n0 ∈ N tal que se verifica
|f (an ) − f (c)| <  para todo n > n0 .
Dado  > 0, por la continuidad de f en c sabemos que existe δ = δ() tal que si
|x − c| < δ, se verifica |f (x) − f (c)| < .
Ahora, para este δ, sabemos que existe n0 ∈ N de modo que si n > n0 , tenemos que
|an − c| < δ (por la convergencia de la sucesión (an )n∈N ).
Combinando estos hechos obtenemos lo que queremos. Esto es, que dado  > 0
existe n0 ∈ N de modo que |an − c| < δ para todo n > n0 y, por la continuidad de
f , ésto implica que |f (an ) − f (c)| <  para todo n > n0 .

3. Veamos primero que si (bn )n∈N y (cn )n∈N son dos sucesiones tales que

lı́m bn = lı́m cn = c
n→+∞ n→+∞

y (f (bn ))n∈N , (f (cn ))n∈N son sucesiones convergentes, entonces

lı́m f (bn ) = lı́m f (cn )


n→+∞ n→+∞

Además debe ser


lı́m f (bn ) = f (c)
n→+∞

Si por el contrario, existen sucesiones (b̃n )n∈N y (c̃n )n∈N tales que

lı́m f (b̃n ) 6= lı́m f (c̃n )


n→+∞ n→+∞

podrı́amos definir una nueva sucesión

dn = (b̃1 , c̃1 , b̃2 , c̃2 , b̃3 , c̃3 , · · · )

Esta sucesión converge a c pero la sucesión (f (dn ))n∈N no converge ya que existen dos
subsucesiones con lı́mites distintos. Luego, todas las sucesiones (f (bn ))n∈N tienden
al mismo lı́mite. Como una de las sucesiones posibles es bn = c para todo n ∈ N,
obtenemos
lı́m f (bn ) = f (c)
n→+∞

Como para toda sucesión convergente (bn )n∈N obtuvimos

lı́m f (bn ) = f (c),


n→+∞

hemos probado que


lı́m f (x) = f (c)
x→c

Entonces la función f es continua en c y la afirmación es verdadera.

29
3. Funciones continuas y problemas de aproximación
Vamos a comenzar esta sección probando un teorema casi tautológico: si una función
continua definida en [a, b] toma signos opuestos en los extremos, entonces en algún punto
del intervalo (a, b) debe anularse.

Este es un teorema, que fue difı́cil de probar incluso para los expertos de los siglo
XVII y XVIII, es un teorema de vital importancia teórica y es el que une las nociones intui-
tivas de continuidad con la arquitectura lógica del análisis matemático. La demostración
fue realizada por el monje checo Bernard Bolzano y puede encontrarse en el apéndice.
Teorema 3.1: Bolzano
Sea f : [a, b] → R una función continua tal que f (a) y f (b) tienen distinto signo.
Entonces existe c ∈ (a, b) tal que

f (c) = 0.

El teorema de Bolzano es un teorema de existencia. Garantiza la existencia de puntos


donde se verifican ciertas condiciones, mas no especifica cómo hallarlos. Sin embargo, da
lugar a un método para aproximar raı́ces de ecuaciones. Comencemos con un ejemplo.

Ejemplo 3.1. Muestre que el polinomio f (x) = x6 − 4x4 − 12x2 + 1 posee al menos una
raı́z en el intervalo [0, 52 ].

Vamos a aplicar directamente el teorema de Bolzano. Podemos hacerlo pues f es


continua en ese intervalo al tratarse de un polinomio. Investigamos signos en los extremos:
2 2
f ( ) ≈ −1,018 =⇒ f tiene una raı́z en [0, ],
f (0) = 1,
5 5
que es lo que querı́amos mostrar. No sabrı́amos a priori cómo obtener tal c, mas
sabemos que existe.

En el ejercicio anterior, ¿habrá algún método que nos permita decir algo más sobre
c? Exploremos la siguiente idea: vamos construyendo sistemáticamente intervalos que
contengan a la raı́z hasta que encontremos un intervalo de anchura lo suficientemente
pequeña, de modo tal que podamos conocer c con la cantidad de decimales que deseemos.

30
Comencemos con un intervalo inicial [a, b] y supongamos que tenemos definido un
intervalo [an , bn ] conteniendo una raı́z de f . Para construir el próximo intervalo, conside-
ramos el punto medio cn = an +b 2
n
y estudiamos tres posibilidades:

i) f (an ), f (cn ) con signos opuestos =⇒ hay un cero en [an , cn ] y definimos

[an+1 , bn+1 ] = [an , cn ];

ii) f (cn ), f (bn ) con signos opuestos =⇒ hay un cero en [cn , bn ] y definimos

[an+1 , bn+1 ] = [cn , bn ];

iii) f (cn ) = 0 entonces listo, terminamos el método pues hallamos la raı́z.

Evidentemente, el caso iii) raramente se da en la práctica. Observemos además que


tanto en los casos i) y ii) encontramos un intervalo de la mitad de ancho del anterior
donde hay una raı́z de f . El próximo teorema demuestra que este proceso en efecto
produce aproximaciones de una raı́z de f , y que en el infinito, produce una raı́z.
Teorema 3.1. [Método de bisección de Bolzano] Sea f : [a, b] → R una función
continua de modo que f (a) y f (b) tienen signos opuestos. Sea (cn )n∈N la sucesión de los
puntos medios asociada a los intervalos [an , bn ] descriptos arriba. Entonces se tiene que

i) (cn )n∈N converge a una raı́z r de f .


b−a
ii) |r − cn | ≤ 2n+1
∀n ∈ N

La demostración de este teorema se encuentra en el apéndice.


Continuemos con el ejemplo anterior y veamos cómo funciona el método de la bi-
sección.
Ejemplo 3.2. Aproxime una raı́z de f (x) = x6 − 4x4 − 12x2 + 1 a tres decimales mediante
el método de la bisección.
Solución 1. En el ejemplo anterior mostramos que efectivamente f posee una raı́z en [0, 52 ]
pues f (0) = 1 y f ( 25 ) ≈ −1,018. Vamos a aplicar el método de bisección de manera
ordenada: armando una tabla para los extremos de los intervalos encajados.

Iteración ak ck bk f (ck )
0 0 0.2 0.4 0.513664
1 0.2 0.3 0.4 -0.111671
2 0.2 0.25 0.3 0.234619
3 0.25 0.275 0.3 0.070055
4 0.275 0.2875 0.3 -0.0186338
5 0.275 0.28125 0.2875 0.026247
6 0.28125 0.284375 0.2875 0.0039399
7 0.284375 0.2859375 0.2875 -0.0073154
8 0.284375 0.285156 0.285937 -0.00167
9 0.284375 0.2847655 0.285156 0.0011333
10 0.2847655 0.28496075 0.285156 -0.0002715

31
Detengámonos en este punto y aprovechemos para hacer algunas observaciones.

A partir de la iteración número seis ya sabemos que la raı́z que estamos buscando
es de la forma
r = 0,28 + 
con 0 ≤  < 0,01. Es decir, tenemos una aproximación válida hasta el segundo
decimal inclusive.

En la décima iteración vemos que f (a10 ) > 0 mientras que f (c10 ) < 0, con lo cual
el próximo intervalo lo tomamos de la forma [a10 , c10 ]. Entonces la raı́z que estamos
buscando es de la forma
0,284 + 
con 0 ≤  < 0,001. Es decir, tenemos una aproximación válida hasta el tercer decimal
inclusive, que es lo que nos pedı́a el problema.

En la undécima iteración, vemos también que tendremos al menos tres dı́gitos en la


aproximación f (c11 ).

Este método es uno de los más antiguos y utilizados, aunque padece de algunas
limitaciones. La primera de ella es la velocidad de convergencia - es un método lento, en
el sentido que se necesitan muchas iteraciones para obtener precisión de un puñado de
decimales. Como contrapeso, es un método que no le pide nada más que la continuidad.
Más adelante en el curso veremos otros métodos para aproximar raı́ces que requieren
algunos conceptos más avanzados pero que tienen una tasa de convergencia mejor que la
del método de Bolzano.

Ejemplo 3.3. [Problemas en el paraı́so] Halle una raı́z de f (x) = x2 en el intervalo


[−1, 4].

Solución 2. Evidentemente, la raı́z de f que buscamos es r = 0. ¿Pero qué sucede si


queremos aplicar bisección? Resulta que f (x) > 0 para todo x 6= 0, con lo cual partiendo
el intervalo inicial en dos, no logramos ponernos en las hipótesis del teorema de Bolzano.
Tampoco volviendo a partir los subintervalos... con lo cual vemos que el método de la
Bisección puede ((no ver)) algunas raı́ces: las raı́ces dobles.

Veamos ahora un corolario del teorema de Bolzano que puede llegar a ser útil para
determinar el conjunto de positividad y el conjunto de negatividad de algunas funciones.

Corolario 3.2. [Corolario del Teorema de Bolzano] Sea f : D → R una función


continua en D y sean r1 y r2 , r1 < r2 , dos ceros consecutivos de f (es decir, f no posee
ceros en el intervalo (r1 , r2 )). Entonces f (x) > 0 o f (x) < 0 para todo x ∈ (r1 , r2 ).

Ejemplo 3.4. Hallar el conjunto de positividad y el conjunto de negatividad de



x+1−3
f (x) =
x−2

32
Primero debemos hallar el dominio de la función f . En este caso

Dom(f ) = {x ∈ R/ x + 1 ≥ 0, x − 2 6= 0} = [−1, 2) ∪ (2, +∞)

Esta función es continua en su dominio ya que:



La función f1 (x) = x + 1 es continua en R, la función f2 (x) = x es continua en
[0, +∞) y la función f3 (x) = x − 3 es continua en R. Luego f4 (x) = (f3 ◦ f2 ◦ f1 )(x)
es continua en [−1, ∞) por ser la composición de funciones continuas.

La función f5 (x) = x − 2 es continua en R.


f4 (x)
La función f (x) = es continua en [−1, 2) ∪ (2, +∞) por ser un cociente de
f5 (x)
funciones continuas con denominador no nulo.

Por lo tanto, podremos aplicar el corolario. Calculemos los ceros de f :



x+1−3 √ √
f (x) = 0 ⇔ =0 ⇔ x+1−3=0 ⇔ x+1=3
x−2
⇔ x+1=9 ⇔ x=8
Esto es, C0 = {8}.
Nos quedan determinados los intervalos [−1, 2), (2, 8) y (8, +∞), donde la función
f no cambia de signo. Para saber cual es el signo de f en cada intervalo, alcanza con
evaluar la función en un punto de cada intervalo. Tenemos que:

f (0) = 1 > 0. Entonces f (x) > 0 para todo x ∈ [−1, 2).

f (3) = −1 < 0. Entonces f (x) < 0 para todo x ∈ (2, 8).


1
f (15) = > 0. Entonces f (x) > 0 para todo x ∈ (8, +∞).
13
Luego,
C+ (f ) = [−1, 2) ∪ (8, +∞) y C− (f ) = (2, 8)

4. Teorema del Valor Intermedio


En esta sección daremos una versión del teorema de Bolzano comúnmente llamado
teorema del valor intermedio.
Teorema 4.1: Teorema del valor intermedio
Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces para todo k ∈ (f (a), f (b)) existe
c ∈ (a, b) tal que
f (c) = k

Esquemáticamente

33
Figura 9: Teorema del valor intermedio.

Demostración. Tomemos un k ∈ (f (a), f (b)). Luego se tiene que f (a) < k < f (b), con lo
cual
f (a) − k < 0 < f (b) − k.
Definamos g(x) = f (x) − k. La función g es continua en [a, b] por ser combinación de
funciones continuas allı́. Entonces el teorema de Bolzano garantiza que g posee una raı́z
c ∈ (a, b):

g(c) = 0 =⇒ f (c) − k = 0 =⇒ f (c) = k


que es lo que querı́amos demostrar.
Ejercicio 4.1. [Funciones periódicas] Sea f : R → R una función continua de perı́odo
τ , es decir, una función f para la cual
f (x) = f (x + τ ), ∀x ∈ R.
Probar que existe un x0 ∈ R tal que
τ
f (x0 ) = f (x0 + )
2
Demostración. Tanto el teorema de Bolzano como el teorema del valor intermedio son
teoremas de existencia: nos garantizan la existencia de puntos verificando ciertas propie-
dades mas no nos dicen cómo hallarlos. Este ejercicio es efectivamente un ejercicio sobre
la existencia de un tal x0 ; veamos cómo atacarlo. Consideremos
τ
g(x) = f (x) − f (x + )
2
y observemos que al ser combinación de funciones continuas en R resulta continua. Pero
además, como f (0) = f (τ ), vale que:
τ τ τ τ
g(0) = f (0) − f ( ) = f (τ ) − f ( ) = −(f ( ) − f (τ )) = −g( )
2 2 2 2
Con lo cual
si g(0) = 0 entonces

τ τ
f (0) − f (0 + ) = 0 =⇒ f (0) = f (0 + )
2 2
y x0 = 0 es el punto que estamos buscando.

34
si g(0) 6= 0 entonces g(0) y g( τ2 ) tienen signos opuestos. El teorema de Bolzano
garantiza que existe un x0 donde g(x0 ) = 0 y ası́

τ
f (x0 ) = f (x0 + ),
2
que es lo que querı́amos demostrar.

Para pensar: suponga que la temperatura sobre el ecuador de la Tierra varı́a de


manera continua con los meridianos. Entonces que hay dos puntos antipodales que tienen
simultáneamente la misma temperatura...

5. Funciones continuas y problemas de optimización


En esta sección demostraremos teorema muy importante que trata sobre funciones
continuas en un intervalo cerrado y acotado y que está en la base de todo problema de op-
timización que querramos resolver, en el ámbito teórico como en el práctico: las funciones
continuas en intervalos cerrados y acotados siempre alcanzan máximos y mı́nimos. Este
resultado y algunas formas más débiles del mismo son colectivamente conocidos como
teorema de Weierstrass.
Comenzamos dando el enunciado del teorema y algunas de sus aplicaciones.
Teorema 5.1: Weierstrass
Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existen xm , xM ∈ [a, b] tales que

f (xm ) ≤ f (x) ≤ f (xM ) ∀x ∈ [a, b].

Este teorema nos dice que si buscamos valores extremos para una función continua
en un intervalo cerrado y acotado, entonces seguro que esos valores existen. No nos dice
cómo hallarlos, pero nos garantiza que en algún punto del intervalo se realiza el máximo
absoluto de f y en algún punto del intervalo se realiza el mı́nimo absoluto de f . Saber
que estos puntos existen puede ahorrarnos mucho trabajo.

Ejercicio 5.1. Hallar máximos y mı́nimos absolutos para la función f : [−1, 4] → R dada
por
f (x) = x2 − 4x + 2

El gráfico de f puede observarse en la siguiente figura:

35
Se puede comprobar en este caso la validez del teorema de Weierstrass. Lo carac-
terı́stico de este caso es que podemos hallar explı́citamente los puntos donde se realizan
los extremos de f . Como f es un polinomio de grado 2 podemos re-expresarlo de manera
conveniente, de modo tal de poder ver su vértice y ası́ saber la forma de su gráfica:

f (x) = x2 − 4x + 2 = (x − 2)2 − 2

Su vértice está en (−2, −2) y entonces f alcanza un mı́nimo absoluto en xm = −2.


Para hallar el máximo, investigamos los bordes del intervalo de definición y obtenemos

f (−1) = 7 f (4) = 2

Por lo tanto, f alcanza un máximo absoluto en xM = −1.

Hay otra familia de funciones donde podemos encontrar de modo explı́cito los puntos
donde se realizan los extremos absolutos: las funciones monótonas.

Ejercicio 5.2. Considere la función f : [0, 3] → R dada por


1+x
f (x) =
1 + 5x
Encuente los máximos y mı́nimos absolutos de f (x).

Observemos la naturaleza de la función f . Tanto numerador como denominador son


polinomios, luego funciones continuas. Como el denominador no se anula en el intervalo
[0, 3], resulta que f es una función continua en [0, 3].
Gracias al teorema de Weierstrass, sabemos que f alcanza sus máximos y mı́ni-
mos absolutos en [0, 3]. Pero ¿dónde? Basta observar que f es una función decreciente.
Escribamos
4
1+x 1 5
f (x) = = +
1 + 5x 5 1 + 5x
Tomemos a ≤ b, a, b ∈ [0, 3], y veamos que f (a) ≥ f (b):
4 4
1 1 5 5
a ≤ b =⇒ 1 + 5a ≤ 1 + 5b =⇒ ≥ =⇒ ≥ =⇒
1 + 5a 1 + 5b 1 + 5a 1 + 5b

4 4
1 5 1
=⇒ + ≤ + 5 =⇒ f (a) ≥ f (b)
5 1 + 5a 5 1 + 5b
Luego, el máximo se alcanza en el extremo izquierdo: xM = 0 y el mı́nimo se alcanza
en el extremo derecho xm = 5. Corroboramos fácilmente con
1 26
f (0) = , f (5) = .
2 77

36
Evidentemente, no todos los problemas de optimización involucran funciones monóto-
nas. En el transcurso de la materia veremos algunas técnicas muy poderosas que nos
permitirán resolver problemas de optimización para una clase bastante generosa de pro-
blemas.

6. Apéndice: Demostraciones
6.1. Demostración del Teorema de Bolzano
[Teorema de Bolzano] Sea f : [a, b] → R una función continua tal que f (a) y f (b)
tienen distinto signo. Entonces existe c ∈ (a, b) tal que

f (c) = 0.

Demostración. Este teorema es consecuencia directa del axioma del supremo. Suponga-
mos, que f no tiene raı́ces en (a, b) y lleguemos a una contradicción. Sin pérdida de
generalidad, podemos suponer que f (a) > 0 y que f (b) < 0. Considere el conjunto

P = {x ∈ [a, b] : f (x) > 0}.


Hagamos algunas observaciones:

Evidentemente, a ∈ P con lo cual P 6= ∅ y como además b es cota superior de P (al


ser el extremo superior de [a, b]) el axioma del supremo garantiza que P posee un
supremo p ≤ b.

p = sup(P ) implica que podemos encontrar una sucesión (xn )n∈N ⊂ P convergente
a p;

f (xn ) > 0 ∀n =⇒ lı́m f (xn ) = f (p) > 0


n→∞

por la conservación del signo en el paso al limite y la hipótesis sobre f .

Como supusimos f (b) < 0, se sigue que p 6= b y en especial,

p < b.

37
Como f es continua en p y f (p) > 0, entonces sabemos que existe un  > 0 tal que

f (x) > 0 ∀x ∈ (p, p + )

Como f no tiene raı́ces y p es el supremo de P ,

f (x) < 0 ∀x ∈ (p, p + )

Luego f es positiva y negativa en (p, p + ). Esta contradicción proviene de suponer


que f no posee raı́ces en (a, b).

6.2. Demostración del Método de bisección de Bolzano


[Método de bisección de Bolzano] Sea f : [a, b] → R una función continua de
modo que f (a) y f (b) tienen signos opuestos. Sea (cn )n∈N la sucesión de los puntos medios
asociada a los intervalos [an , bn ]. Entonces se tiene que

i) (cn )n∈N converge a una raı́z r de f .


b−a
ii) |r − cn | ≤ 2n+1
∀n ∈ N

Demostración. La demostración es muy sencilla y se basa en la siguiente observación: los


intervalos están encajados por construcción. Es decir, para todo n ∈ N se tiene

[an , bn ] ⊃ [an+1 , bn+1 ]

En otras palabras, se tiene que

an ≤ an+1 ≤ cn+1 ≤ bn+1 ≤ bn .

Entonces (an )n∈N es una sucesión creciente y acotada superiormente por b, luego
es convergente a un α ≤ b. Análogamente (bn )n∈N es una sucesión decreciente y acotada
inferiormente por a, luego es convergente a un a ≤ β. Como son sucesiones convergentes,
tenemos que

bn − an > 0 =⇒ lı́m bn − an = β − α ≥ 0.
n→∞

Vamos a demostrar en lo que sigue que este lı́mite es efectivamente igual a cero.
Para eso, tenemos que tener en cuenta que la longitud de los intervalos en cada paso se
reduce a la mitad, con lo cual
1 1 1
|bn − an | = |bn−1 − an−1 | = 2 |bn−2 − an−2 | = · · · = n |b0 − a0 |
2 2 2
Luego,
lı́m |bn − an | = lı́m bn − an = 0
n→∞ n→∞

Por la unicidad del lı́mite tenemos β −α = 0. Concluimos que α = β = r. El teorema


del sandwich asegura ası́ que

an ≤ cn ≤ bn =⇒ lı́m an ≤ lı́m cn ≤ lı́m bn =⇒ r ≤ lı́m cn ≤ r


n→∞ n→∞ n→∞ n→∞

38
Por lo tanto lı́m cn = r.
n→∞
Ya probamos que la sucesión de los puntos medios es convergente; resta ver que
f (r) = 0. Pero esto se deduce de que lı́m f (an ) = lı́m f (bn ) = f (r). Si fuese f (r) > 0, la
n→∞ n→∞
continuidad de f asegura que tendrı́amos un n0 tal que f (an0 ) y f (bn0 ) son ambos positivos,
lo cual contradice la construcción del intervalo [an0 , bn0 ]. Un mismo razonamiento dice que
f (r) no puede ser negativo, con lo cual deducimos f (r) = 0.
Por último, la raı́z r está en todos los intervalos [an , bn ], con lo cual su distancia al
punto medio está acotada por la mitad de la longitud del intervalo; ası́
1 1
|r − cn | ≤ |bn − an | ≤ n+1 |b − a|
2 2
que es lo que querı́amos mostrar.

6.3. ¿Cómo demostrar el teorema de Weierstrass?


Este teorema descansa sobre una propiedad particularmente importante de los in-
tervalos cerrados y acotados [a, b]. Una propiedad que se suele llamar ((compacidad se-
cuencial)) y que demostramos a continuación.

Teorema 6.1: Compacidad secuencial

Sea [a, b] un intervalo con a < b. Entonces toda sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b] posee una
subsucesión (xnk )k∈N convergente a un punto x0 ∈ [a, b].

Demostración. La demostración es una aplicación del axioma del supremo. A partir de la


sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b] consideramos el conjunto

B = {xn : n ∈ N}
y observamos que xn ≤ b ∀n. Esto dice que b es cota superior de B. Por lo tanto, el
axioma del supremo garantiza la existencia de un x0 ≤ b tal que xn ≤ x0 para todo n y
que existe una sucesión de puntos de B convergente a x0 . Pero una sucesión de puntos de
B no es otra cosa que una subsucesión (xnk )k∈N . Es decir, (xn )n∈N posee una subsucesión
convergente a x0 ∈ [a, b].
Este resultado es tı́pico de los intervalos cerrados y acotados, es decir, la condición
de ser cerrado es una condición indispensable para que el teorema sea válido.

Ejemplo 6.1. Consideremos el intervalo (0, 1) y la sucesión (xn )n∈N de término general
xn = n1 . Sabemos que esta sucesión converge a cero, y luego, que toda subsuesión (xnk )k∈N
también resulta convergente a cero. Pero 0 ∈
/ (0, 1); esto dice que el intervalo abierto (0, 1)
pudimos encontrar una sucesión que no posee subsucesiones convergentes a un punto de
(0, 1).

Estamos listos para empezar a probar algunos teoremas importantes.

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Teorema 6.1. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
M tal que
f (x) ≤ M ∀x ∈ [a, b].

Demostración. Por el contrario, supongamos que f no está acotada en [a, b]: dado n ∈ N,
siempre hay un punto xn ∈ [a, b] tal que

f (xn ) ≥ n.
Construimos entonces la sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b]. La compacidad secuencial de [a, b] ga-
rantiza la existencia de una subsucesión (xnk )k∈N convergente a x0 ∈ [a, b]. La continuidad
de f dice entonces

xnk → x0 =⇒ f (xnk ) → f (x0 ).


Es decir, (f (xnk ))k∈N es convergente. Luego, es una sucesión acotada y existe una
constante positiva R que cumple para todo k ∈ N

f (xnk ) < R,
lo cual contradice f (xnk ) ≥ nk . Esta contradicción proviene de suponer que f no está
acotada.
Como corolario, tenemos

Corolario 6.2. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
N tal que
N ≤ f (x) ∀x ∈ [a, b].

Demostración. La demostración se sigue de considerar g(x) = −f (x) en [a, b] y aplicar el


teorema anterior a g. Esto nos da una constante M que acota superiormente a g y por lo
tanto acota inferiormente a f :

g(x) ≤ M ⇐⇒ −f (x) ≤ M ⇐⇒ f (x) ≥ −M.


Tomando N = −M , demostramos el teorema.
Evidentemente a partir de ambos casos obtenemos

Teorema 6.3. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
K > 0 tal que
|f (x)| ≤ K ∀x ∈ [a, b].

Demostración. La demostración se sigue considerando K = máx {|N |, |M |} donde las


constantes M, N son las dadas por el teorema y el corolario anterior.
La situación tı́pica es similar a la que se ve en la primera gráfica de la siguiente
figura:

40
Figura 10: Gráfica de f a la izquierda y a la derecha, la de g.

A la izquierda, vemos la gráfica de f (x) = 32 x3 − 2x2 − x + 3 para −2 ≤ x ≤ 4.


Evidentemente es una función continua al ser un polinomio. Está acotada entre -10 y 10.
A la derecha observamos la gráfica de g : [−2, 2] → R dada por
 1
 x si x 6= 0
g(x) =
0 si x = 0

Evidentemente
lı́m g(x) = +∞, g(0) = 0
x→0+

con lo cual g es discontinua en [0, 1] y ciertamente, la gráfica de g no está contenida en


ninguna franja horizontal alrededor del eje x.
Comencemos la demostración del teorema de Weierstrass con un caso especial:

Teorema 6.4. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe un xM ∈ [a, b]
tal que
f (x) ≤ f (xM ) ∀x ∈ [a, b].

Demostración. Consideremos el conjunto

A = {f (x) : x ∈ [a, b]}.

Ciertamente es no vacı́o, y por el teorema anterior, sabemos que está acotado supe-
riormente por una constante M . El axioma del supremo garantiza entonces que A posee
un supremo s que verifica

f (x) ≤ s ∀x ∈ [a, b]
y para el cual existe una sucesión de elementos (an )n∈N ⊂ A convergente a s. Como
A es la imagen de f es posible hallar una sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b] tal que f (xn ) = an . La
compacidad secuencial de [a, b] garantiza que existe una subsucesión (xnk )k∈N convergente
a un x0 ∈ [a, b]. Como f es continua en ese intervalo se sigue que es continua en x0 , por
lo tanto

lı́m xnk = x0 =⇒ lı́m f (xnk ) = f (x0 ).


k→∞ k→∞

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Pero como f (xn ) es un convergente a s, toda subsucesión también converge a s. En
particular esto implica que

lı́m f (xnk ) = s.
k→∞

La unicidad del lı́mite dice que f (x0 ) = s y ası́ resulta que

f (x) ≤ f (x0 ) ∀x ∈ [a, b].

Tomando x0 = xM concluye la demostración.

Como corolario, tenemos la versión para los mı́nimos:

Corolario 6.5. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe un xm ∈ [a, b]
tal que
f (xm ) ≤ f (x) ∀x ∈ [a, b].

Demostración. La demostración se sigue de considerar g(x) = −f (x) y aplicar el teorema


anterior. Si g(x0 ) el máximo de −f (x) entonces −g(x0 ) = f (x0 ) nos da el mı́nimo de
f (x).
Combinando estos dos resultados, probamos el prometido teorema de Weierstrass.

Observación 4. En una lectura detallada, resulta que las hipótesis del teorema de Weiers-
trass son todas necesarias, es decir: no se pueden relajar. Veamos algunos ejemplos:

Si el intervalo no es cerrado, puede pasar que no existan extremos. Por ejemplo,


consideremos
1
f : (0, 1) → R dada por f (x) =
x
Evidentemente, f es continua en su dominio pues es cociente de polinomios y el
denominador no se anula allı́, mas ciertamente f no posee máximo. Tomando puntos
de la forma xn = n1 tenemos f (xn ) = n, con lo cual f no está acotada superiormente
en (0, 1). Por lo tanto no alcanza un máximo absoluto en (0, 1). Además, en ese
intervalo f está acotada inferiormente por 1 pero no alcanza nunca ese valor.

Si la función no es continua, puede que no existan extremos. Por ejemplo, conside-


remos f : [0, 1] → R dada por
 1
 x
si x>0
f (x) =
0 si x=0

Evidentemente
lı́m f (x) = +∞, f (0) = 0
x→0+

con lo cual f es discontinua en [0, 1]. Vemos claramente que f alcanza un mı́nimo
absoluto en x = 0. Sin embargo, como no está acotada superiormente, no alcanza
nunca un máximo absoluto.

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Referencias
[1] Thomas, G., Finney, R. Cálculo y geometrı́a analı́tica. Addison Wesley, novena edición,
1995.

[2] Courant, R., Robbins, H. ¿Qué son las matemáticas? Conceptos y métodos fundamen-
tales. Fondo de Cultura Económica, 2002.

[3] Spivak, M. Calculus Publish or Perish, cuarta edición, 2008.

[4] Stewart, J. Cálculo Cengage Learning, octava edición, 2015.

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