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Análisis Matemático I
1
1. El concepto de lı́mite
El concepto de función es uno de los conceptos más importantes de la ciencia, no sólo
en matemática pura, sino también en las aplicaciones prácticas. Las leyes fı́sicas no son
más que enunciados referentes a la manera en la cual ciertas cantidades dependen de otras
cuando se permite que algunas de ellas varı́en. Ası́, el tono de la nota emitida al tensar
una cuerda depende de la longitud, el peso y la tensión de la cuerda; la presión atmosérica
depende de la altitud, y la energı́a de una bala depende de su masa y de su velocidad. La
tarea del fı́sico o el ingeniero es determinar la naturaleza, exacta o aproximada, de esta
dependencia funcional.
Uno de los aspectos más importantes en el estudio de esta dependencia funcional
es la noción de continuidad: ¿cómo varı́a la variable dependiente a medida que varı́a
la variable independiente? El cómo tiene un sentido preciso: ¿varı́a suavemente o varı́a
bruscamente? Vamos a ver en esta nota que esta pregunta es una pregunta profunda, y
que de hecho les llevó a los matemáticos del siglo XVII y XVIII mucho tiempo formalizar.
¿Qué sucede cuando x tiende a −∞? Ciertamente vale el mismo resultado. O sea,
también tenemos
1
lı́m = 0.
x→−∞ x
Este lı́mite que calculamos es de mucha importancia porque en base a él calcularemos
otros más complejos. Una cosa que tenemos que mencionar: f nunca toma el valor 0, sin
embargo, su gráfica ((se estabiliza alrededor del cero)).
Demos ahora una definición formal.
2
Definición 1.1. Sea f : D → R donde D no está acotado superiormente. Decimos que
L ∈ R es lı́mite de f en +∞ si para todo > 0 existe N > 0 tal que
O, equivalentemente, para todo x > N , se verifica que L − < f (x) < L + , como se
muestra en la figura:
lı́m f (x) = L.
x→+∞
xn → +∞ =⇒ f (xn ) → L.
3
Como notación, usaremos
lı́m f (x) = L.
x→−∞
xn → −∞ =⇒ f (xn ) → L.
Análogamente a lo que sucedı́a para sucesiones, tenemos ciertos recursos para cal-
cular lı́mites como el Álgebra de lı́mites o el Teorema de comparación, que siguen siendo
válidos al pasar a variable real.
1 1
1 + 2x 2x 2x
+1 1 2x
+1
lı́m f (x) = lı́m 2
= lı́m 1
= lı́m 1
x→+∞ x→+∞ 1 + 2x x→+∞ 2x2 +1 x→+∞ x +1
2x2 2x2
1 1 1
Como lı́m = 0, lı́m + 1 = 1 y lı́m + 1 = 1, aplicando el álgebra de
x→+∞ x x→+∞ 2x x→+∞ 2x2
lı́mites nos queda:
lı́m f (x) = 0.
x→+∞
4
Observemos que podrı́amos repetir esta cuenta sin ningún cambio para obtener el
lı́mite en −∞:
lı́m f (x) = 0.
x→−∞
Ejemplo 1.4. Hallar los lı́mites en infinito y dar las ecuaciones de las ası́ntotas horizon-
tales de f : (−∞, −4] ∪ [0, +∞) → R dada por
√
x2 + 4x
f (x) =
5x + 10
Nuevamente no podemos utilizar directamente el Álgebra de lı́mites, ya que el nu-
merador y el denominador tienden a infinito. Volvemos a sacar como “factor común” las
mayores potencias de x en el numerador (dentro de la raı́z) y en el denominador:
√
r r
√ 4 4
2 x2 (1
+ ) 2
x (1 + )
x + 4x x x
lı́m f (x) = lı́m = lı́m = lı́m
x→+∞ x→+∞ 5x + 10 x→+∞ 10 x→+∞ 10
x(5 + ) x(5 + )
x x
√
Como x tiende a +∞, tenemos que x > 0 y por lo tanto, x2 = |x| = x. Nos queda
r r
4 4
x (1 + ) (1 + )
x x 1
lı́m = lı́m = ,
x→+∞ 10 x→+∞ 10 5
x(5 + ) 5+
x x
r
4 10
al utilizar el álgebra de lı́mites ya que lı́m (1 + ) = 1 y lı́m 5 + = 5.
x→+∞ x x→+∞ x
1
La recta y = es una ası́ntota horizontal a derecha.
5 √
Cuando x tiende a −∞, tenemos que x < 0 y por lo tanto x2 = |x| = −x.
Reemplazando nos queda
5
r r
4 4
−x (1 + ) (1 + )
x x 1
lı́m f (x) = lı́m = lı́m − =−
x→+∞ x→+∞ 10 x→+∞ 10 5
x(5 + ) 5+
x x
1
La recta y = − es una ası́ntota horizontal a izquierda.
5
También es posible que una función tenga ası́ntotas oblı́cuas. Éstas son rectas que
no son horizontales ni verticales, cuya distancia al gráfico de f tiende a 0 cuando x tiende
a infinito. Es decir, si la ecuación de la recta oblı́cua es y = mx + b, se verifica que
Para que exista una ası́ntota oblı́cua será necesario que existan los lı́mites:
f (x)
m = lı́m y b = lı́m [f (x) − mx]
x→∞ x x→∞
x2 |x| − x3 + 2x
f (x) =
x2 + 1
Comenzamos analizando si la función posee una ası́ntota horizontal a derecha. En
este caso, como x tiende a +∞, tenemos que x > 0 y entonces |x| = x.
x2 |x| − x3 + 2x x3 − x3 + 2x 2x 2x
lı́m = lı́m = lı́m 2 = lı́m
x→+∞ 2
x +1 x→+∞ 2
x +1 x→+∞ x + 1 x→+∞ 1
x2 (1 + )
x2
2
= lı́m =0
x→+∞ 1
x(1 + )
x2
Luego, y = 0 es ası́ntota horizontal a derecha.
6
Veamos ahora si la función posee una ası́ntota horizontal a izquierda. En este caso,
como x tiende a −∞, tenemos que x < 0 y entonces |x| = −x.
2
x2 |x| − x3 + 2x −x3 − x3 + 2x −2x3 + 2x x3 (−2 + 2 )
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m x
x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ 1
x2 (1 + 2 )
x
2
x(−2 + )
= lı́m x2 = +∞
x→−∞ 1
1+ 2
x
Luego, la función f no tiene ası́ntota horizontal a izquierda.
Analicemos si la función tiene una ası́ntota oblı́cua a izquierda.
2
f (x) x2 |x| − x3 + 2x −2x3 + 2x x3 (−2 + 2 )
m = lı́m = lı́m = lı́m = lı́m x = −2
x→−∞ x x→−∞ 2
x(x + 1) x→−∞ 2
x(x + 1) x→−∞ 1
x3 (1 + 2 )
x
x2 |x| − x3 + 2x −2x3 + 2x
b = lı́m f (x) − mx = lı́m − (−2x) = lı́m + 2x
x→+∞ x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1
−2x3 + 2x + 2x3 + 2x 4x 4x
= lı́m = lı́m = lı́m =0
x→−∞ x2 + 1 x→−∞ x2 + 1 x→−∞ 1
x2 (1 + 2)
x
Luego y = −2x es ası́ntota oblı́cua a izquierda.
7
1.2. Lı́mite en un punto
Vamos a comenzar esta sección con un ejemplo sencillo para fijar ideas.
Ejemplo 1.6. Considere la función lineal f : R → R dada por
f (x) = 2 + 3x.
¿Cómo se comportan los valores que toma f cuando la variable independiente está
arbitrariamente cerca de x0 = 5 sin ser necesariamente 5? ¿A qué nos referimos con
((arbitrariamente cerca))? Una posibilidad para explorar esta idea serı́a hacer una tabla de
valores para la variable independiente y observar cómo se comportan las imágenes:
x f (x)
4.98 16.94
4.989 16.967
4.999 16.997
5.0001 17.0003
5.00001 17.00003
Por los resultados analı́ticos y por la gráfica de f vemos que cuando x está arbitra-
riamente cerca de x0 = 5 entonces f (x) está arbitrariamente cerca de 17.
Veamos si podemos llevar este mismo argumento un paso más allá utilizando su-
cesiones. Consideremos una sucesión (xn )n∈N convergente a x0 = 5. ¿Qué sucede con la
sucesión (f (xn ))n∈N cuando n tiende a infinito?
8
Si miramos nuestro razonamiento, nos damos cuenta que la deducción del δ no cambia si
lo hacemos para genérico en vez de 0,1:
17 − < f (x) < 17 + ⇐⇒ 17 − < 2 + 3x < 17 +
15 − 15 +
⇐⇒ 15 − < 3x < 15 + ⇐⇒ <x<
3 3
El δ que nos asegura lo pedido es δ < 3 . En otras palabras, f es localmente con-
trolable alrededor de x0 = 5, ajustando adecuadamente los valores que toma la variable
independiente controlamos los valores que toma la función, con precisión a voluntad.
Este fenómeno que estudiamos en el ejemplo anterior es el concepto más importantes
de la disciplina llamada análisis matemático. Procedamos con una defnición.
Definicion 1.1: Weierstrass: − δ
Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 , excepto
posiblemente en x0 . Decimos que un número real L es lı́mite de f cuando x tiende
a x0 y escribimos
lı́m f (x) = L,
x→x0
lı́m f (x) = L,
x→x0
lı́m f (xn ) = L
n→∞
.
9
La bondad de esta definición es que descansa sobre el manejo de una herramienta que
ya conocemos: las sucesiones. Podemos entonces aplicar todos los teoremas y propiedades
que aprendimos en la guı́a uno cada vez que querramos ver si una función posee un lı́mite
secuencial. La mejor noticia viene dada por el siguiene teorema:
Teorema 1.1. Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 ,
excepto posiblemente en x0 . Entonces son equivalentes las dos definiciones de lı́mite en
x0 .
A veces, es más cómodo trabajar con la definición − δ, mientras que otras veces,
es más sencillo utilizar la definición de sucesiones.
Ejemplo 1.7. [El péndulo simple] El péndulo simple es un sistema mecánico muy
estudiado. Se compone de una masa m suspendida por una cuerda ligera de longitud L,
donde el extremo superior de la cuerda está fijo. El movimiento pendular es accionado
por la gravedad y siempre y cuando el alejamiento θ respecto de la posición de reposo sea
pequeño, el movimiento será sencillo de estudiar.
Aplicando las leyes de Newton al péndulo es posible deducir una fórmula para el
perı́odo de oscilación T en términos de la longitud y la atracción de la gravedad:
s
L
T = 2π .
g
4π 2 L
g = g(T ) = .
T2
¿Tendrá lı́mite la función g cuando T tiende a un T0 ? Veamos la definición. Sea
> 0 dado. Tratemos a partir de él obtener un δ > 0 tal que
10
Para eso, comenzamos planteando la inecuación doble
4π 2 L
g(T0 ) − < g(T ) < g(T0 ) + ⇐⇒ g(T0 ) − < < g(T0 ) +
T2
g(T0 ) − 1 g(T0 ) + 4π 2 L 2 4π 2 L
⇐⇒ < < ⇐⇒ < T < ⇐⇒
4π 2 L T2 4π 2 L g(T0 ) + g(T0 ) −
√ √
2π L 2π L
p <T < p
g(T0 ) + g(T0 ) −
Observemos que √
T0 g(T0 ) = 2 · π L,
con lo cual nos queda un intervalo de la forma:
T g(T0 ) T0 g(T0 )
p0 <T < p
g(T0 ) + g(T0 ) −
Como
g(T0 ) g(T0 )
p <1 p > 1,
g(T0 ) + g(T0 ) −
resulta que este intervalo contiene a T0 . Tomando δ menor que la mitad del ancho del
intervalo, probamos lo pedido. Luego,
Si para toda sucesión (xn )n∈N convergente a x0 , se tiene que la sucesión f (xn ) no
está acotada inferiormente, diremos que f diverge a −∞ en x0 y admitiremos
11
Veamos algunos ejemplos.
lı́m f (x) = 4.
x→2
Consideremos ahora la sucesión (bn )n∈N con término general bn = 2− n12 y estudiemos
el lı́mite de (f (bn ))n∈N :
bn − 2 − n12 − n12
lı́m f (bn ) = lı́m = lı́m = lı́m = lı́m −1 = −1
n→∞ n→∞ |bn − 2| n→∞ |− 12 | n→∞ 12 n→∞
n n
Encontramos dos sucesiones (an )n∈N y (bn )n∈N para las cuales
Construir tablas de valores para las funciones utilizando una calculadora u hoja de
cálculo puede ayudar a obtener un candidato a lı́mite. Eso fue lo que hicimos para
la primera de las funciones.
12
Figura 2: A la izquierda en rojo, la gráfica de f . A la derecha en verde, la gráfica de g.
Definición 1.4. [Lı́mites laterales] Sea f una función definida en algún intervalo abier-
to alrededor de x0 , excepto posiblemente en x0 .
Decimos que una sucesión (xn )n∈N converge por derecha a x0 si xn → x0 y además
x0 ≤ xn ∀n
Decimos que una sucesión (xn )n∈N converge por izquierda a x0 si xn → x0 y además
xn ≤ x0 ∀n
lı́m f (x) = L
x→x+
0
Equivalentemente, diremos que lı́m+ f (x) = L si para todo > 0, existe δ > 0 tal
x→x0
que
x0 < x < x 0 + δ ⇒ |f (x) − L| <
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Decimos que un número M es lı́mite por izquierda de una función f en x0 si:
lı́m f (x) = M
x→x−
0
Equivalentemente, diremos que lı́m− f (x) = M si para todo > 0, existe δ > 0 tal
x→x0
que
x0 − δ < x < x 0 ⇒ |f (x) − L| <
Observemos que para que exista el lı́mite ambos lı́mites laterales deben ser iguales.
Ésto es lo que afirma el siguiente teorema:
Teorema 1.1
Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 , excepto
posiblemente en x0 . Entonces
Definición 1.5. Sea f una función definida en algún intervalo abierto alrededor de x0 ,
excepto posiblemente en x0 . Si alguno de los lı́mites laterales
14
Ejercicio 1.2. Halle los lı́mites laterales para la función f : R → R dada por
1
x2 si x > 0
f (x) =
1 si x ≤ 0
Para calcular
lı́m f (x)
x→0+
tenemos que ver ((a qué se parecen)) los valores que toma f a medida que x > 0 se hace
cada vez más cercano a cero. Hagamos algunas pocas cuentas:
Ya tenemos una idea de qué pasa: cuando x es pequeño, f (x) toma valores arbitrariamente
grandes arbitrariamente cerca del 0. Ası́, escribimos
lı́m f (x) = +∞
x→0+
Ası́, escribimos
lı́m f (x) = 1
x→0−
Ejemplo 1.8. [Algunas intuiciones] Un modo quizás sencillo para detectar cuándo
una función seguro no posee lı́mite en un punto es a través de su gráfica. Consideremos
dos funciones f, g donde sus gráficas vienen dadas a continuación:
15
Figura 3: Gráficas de f, g respectivamente.
Bueno, una vez caracterizados los lı́mites vamos a necesitar una herramienta que
nos permita escalar en la complejidad de los problemas a atacar. En esta disciplina a esa
tecnologı́a la llamamos ((teoremas)) y muchos si bien a simple vista parecen inofensivos,
resulta que tienen un poder muy grande. El siguiente es uno de ellos.
Teorema 1.2: Álgebra de lı́mites
Sean f, g dos funciones con lı́mites L y M en un punto común x0 . Entonces
Como el lector se podrá imaginar, el álgebra de lı́mites nos permitirá calcular lı́mites
de funciones complicadas a partir de funciones más sencillas, sin la necesidad de tener que
recurrir a las sucesiones. Este es de nuevo un mecanismo operativo tı́pico de la matemáti-
ca: utilizar inteligentemente casos sencillos para poder atacar casos más complicados.
Ejemplo 1.9. [Lı́mites y polinomios] Vamos a dar un ejemplo clave: esto lo usaremos
de ahora en más no sólo a lo largo de esta unidad sino en todo el curso.
i) Las funciones constantes tienen lı́mite: consideremos la función constate f (x) = a.
Tomemos un x0 ∈ R cualquiera y una sucesión (xn )n∈N convergente a x0 . Luego
16
f (xn ) = a es también una sucesión constante, y por lo tanto
lı́m f (xn ) = lı́m a = a = f (x0 ).
n→∞ n→∞
Es decir, f tiene lı́mite en x0 . Como este punto era arbitrario, resulta que f tiene
lı́mite en todo R.
ii) La función f (x) = x tiene lı́mite: tomemos un x0 ∈ R cualquiera y una sucesión
(xn )n∈N convergente a x0 . Luego f (xn ) = xn es trivialmente una sucesión convergente
a x0 , y por lo tanto
lı́m f (xn ) = x0 = f (x0 ),
n→∞
es decir, f tiene lı́mite en x0 . Como este punto era arbitrario, resulta que f tiene
lı́mite en todo R.
iii) Utilizando i) y ii) del álgebra de lı́mites, todo polinomio
f (x) = an xn + an−1 xn−1 + · · · + a0
tiene lı́mite en cualquier x0 , y vale además
lı́m f (x) = f (x0 ).
x→x0
17
Ejemplo 1.11. Calcular el lı́mite
√
3x + 1 − 2
lı́m
x→1 (x − 1)2
3x + 1 − 4 3(x − 1) 3
lı́m+ √ = lı́m+ √ = lı́m+ √ = +∞
x→1 2 2
(x − 1) ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1) ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1)( 3x + 1 + 2)
Análogamente, si calculamos el lı́mite acercándonos por la izquierda
√ √ √ √
3x + 1 − 2 ( 3x + 1 − 2)( 3x + 1 + 2) ( 3x + 1)2 − 4
lı́m = lı́m+ √ = lı́m− √ =
x→1− (x − 1)2 x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2)
3x + 1 − 4 3(x − 1) 3
lı́m− √ = lı́m √ = lı́m √ = −∞
x→1 (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1− (x − 1)2 ( 3x + 1 + 2) x→1− (x − 1)( 3x + 1 + 2)
Si bien ambos lı́mites laterales son distintos, al ser infinitos se suele escribir
√
3x + 1 − 2
lı́m =∞
x→1 (x − 1)2
Como sabemos que el volumen depende del radio y que el radio depende del tiem-
po, podemos pensar que el volumen depende del tiempo a través de la composición de
funciones:
4 1
V (t) =· π · ( t2 + 1)3 .
3 10
Ası́ para hallar el volumen en el instante t0 = 1 simplemente calculamos
4 1 1331
V (1) = · π · ( 12 + 1)3 = π ≈ 5,5752,
3 10 750
18
donde el volumen está expresado en metros cúbicos. Para hallar la velocidad instantánea
de cambio del volumen, necesitamos ver qué pasa con
V (t) − V (1)
lı́m .
t→1 t−1
Es decir, interpretamos la velocidad instantánea de cambio como una velocidad de
cambio promedio en el intervalo (1, t) cuando hacemos que t tienda a 1. Observemos que
no podemos aplicar álgebra de lı́mites pues el denominador tiende a cero. Vamos a tener
que trabajar un poco la expresión a ver qué sucede. Observemos que el numerador es
básicamente una resta de cubos:
4
· π r3 (t) − r3 (1)
V (t) − V (1) =
3
y que es posible factorizar una resta de cubos de modo sencillo:
x3 − y 3 = (x − y)(x2 + yx + y 2 )
Luego
4 4
· π r3 (t) − r3 (1) = · π(r(t) − r(1)) r2 (t) + r(t)r(1) − r2 (1) .
V (t) − V (1) =
3 3
Ahora lo que nos queda es simplemente observar que
1 1
r(t) − r(1) = (t2 − 1) = (t − 1)(t + 1).
10 10
Ya sabemos cómo factorizar el numerador y estamos listos para calcular el lı́mite
pedido:
1
V (t) − V (1) 4 10
(t − 1)(t + 1)(r2 (t) + r(t)r(1) − r2 (1))
lı́m = · π lı́m .
t→1 t−1 3 t→1 t−1
Simplificando el factor t − 1, ahora sı́ podemos reemplazar t = 1 pues nos queda un
polinomio en t, y resulta
Un teorema muy útil a la hora de calcular lı́mites es el análogo continuo del conocido
teorema del sandwich para sucesiones.
Teorema 1.3: Teorema del sándwich
Sean f, g, h funciones definidas en un entorno de a tales que en ese entorno vale
lı́m g(x) = L.
x→a
19
Esquemáticamente,
Ejemplo 1.12. Dada una función f (x) para la cual se verifica que
x−9 1 9
√ ≤ f (x) ≤ x + , ∀x ≥ 0, x 6= 9,
x−3 6 2
Observemos que
√ √
x−9 (x − 9)( x + 3) (x − 9)( x + 3) √
lı́m √ = lı́m √ √ = lı́m = lı́m x + 3 = 6
x→9 x − 3 x→9 ( x − 3)( x + 3) x→9 x−9 x→9
1 9
lı́m x + = 6
x→9 6 2
Luego, por el teorema del sandwich, tenemos que
lı́m f (x) = 6
x→9
2. El concepto de continuidad
Llamemos D = Dom(f ). Vamos a dar ahora la definición más importante de esta
unidad:
Definicion 2.1: Continuidad
Sea f : D ⊂ R → R una función. Diremos que f es continua en x0 si
20
Observación 3. Para funciones definidas en intervalos, como son las que usualmente
encontraremos nosotros, se tiene que
Estudiemos el lı́mite si x0 6= 0.
√
√ √ √
√
√ x + x0 x − x0
lı́m f (x)−f (x0 ) = lı́m x− x0 = lı́m ( x− x0 )· √ √ = lı́m √ √ =0
x→x0 x→x0 x→x0 x + x0 x→x0 x + x0
Si x0 = 0, hay que ver que lı́m+ f (x) = f (0) = 0. Tenemos que
x→0
√ q
lı́m+ f (x) = lı́m+ x= lı́m+ x = 0
x→0 x→0 x→0
Como la noción de continuidad descansa sobre la existencia del lı́mite, resulta que
el álgebra de lı́mites habilita la posibilidad de operar algebraicamente con funciones con-
tinuas en un punto para obtener nuevas:
Teorema 2.1. [Álgebra de funciones continuas] Sean f, g dos funciones continuas
en un punto común x0 . Entonces
i) f + g, f · g son continuas en x0 ;
f
ii) Si g(x0 ) 6= 0 entonces g
es continua en x0
Corolario 2.2. Los polinomios son funciones continuas en todo R.
Ejercicio 2.1. Probar que la función
1 + x4
f (x) =
2 + x2
es continua en todo R.
21
Vamos a justificar que f es una función continua en R utilizando el teorema anterior
ya que:
1. El numerador 1 + x4 es continuo en todo R pues es un polinomio.
2. El denominador 2 + x2 es continuo en todo R pues es un polinomio.
3. Como el denominador no se anula nunca, resulta que el cociente f (x) es continuo
en todo x ∈ R
Vamos ahora a dar un teorema muy importante, que relaciona la continuidad de las
funciones con una de las operaciones conjuntistas más útiles: la composición.
Teorema 2.3. [Composición de continuas] Sea f : D ⊂ R → R continua en x0 y
g : D0 ⊂ R → R continua en f (x0 ) tales que f (D) ⊂ D0 . Entonces g ◦ f : D ⊂ R → R es
continua en x0 .
Demostración. Consideremos una sucesión (xn )n∈N a valores en D convergente a x0 . Como
f es continua en x0 , resulta que f (xn )n∈N converge a f (x0 ). Ahora bien, como g es continua
en f (x0 ), resulta que g(f (xn ))n∈N converge a g(f (x0 )). Como la sucesión (xn )n∈N era
arbitraria, se sigue que esto vale para cualquier sucesión convergente a x0 . Ası́, g ◦ f es
continua en x0 .
La gran utilidad de este teorema radica en que nos permite construir funciones
continuas a partir de funciones continuas ((mas sencillas)), y algunas veces, dar nuevas
pruebas sobre la conitnuidad de funciones.
Ejemplo 2.2. Probar que la función
r
1 + x4
g(x) =
2 + x2
es continua en todo R.
Consideremos funciones
√ 1 + x4
h(x) = x, f (x) =
2 + x2
y observemos que g = h ◦ f .
Vimos en el ejemplo
√ anterior que f es una función continua en R y antes habı́amos
probado que h(x) = x es una función continua en [0, +∞). Como Im(f ) ⊆ Dom(h)
concluimos, aplicando el teorema anterior, que g = h ◦ f es una función continua en R.
V = π · r2 · h.
22
a) Considere al volumen como función del radio r. Explique por qué es una función
continua.
b) Para h = 100 cm, halle el radio del tambor que garantice un volumen de 200 litros.
c) ¿Cuáles son las dimensiones máximas y mı́nimas del radio que garantizan que el volu-
men esté entre 190 y 210 litros?
d) ¿Cuáles son las dimensiones máximas y mı́nimas del radio que garantizan que el volu-
men esté entre 195 y 205 litros?
Comencemos con una observación: como r tiene un significado fı́sico (representa una
longitud), vamos a considerar la función
V = V (r) = π · r2 · h
23
190000 < V (r) < 210000 ⇐⇒
190000 < π · r2 · 100 < 210000 ⇐⇒
1900 < π · r2 < 2100 ⇐⇒
1900
qπ < r2 < q2100
π
⇐⇒
1900 2100
π
< |r| < ⇐⇒
q q π
1900 2100
π
< r < π
⇐⇒
r r
1900 2100
≈ 24,592; tomamos r > 24,6; ≈ 25,854; tomamos r < 25,8,
π π
con lo cual nos garantizamos que si r ∈ (24,6, 25,8) entonces el volumen estará entre
los 190 y 210 litros.
Nos piden ahora el rango para el radio que garantice que el volumen esté entre 195 y
205 litros. Como el lector está imaginando, la esencia del planteo es exactamente la misma:
pedimos que V (r) esté en determinado rango y nos arremangamos para obtener un rango
para r utilizando las propiedades del orden. Resumidamente, repitiendo el planteo del
item anterior obtenemos
r r
1950 2050
195 · 1000 < V (r) < 205 · 1000 =⇒ · · · <r<
π π
De nuevo, esto da el rango exacto para r. En términos prácticos, ¿qué rango vamos
a dar? Demos un intervalo al milı́metro para r:
r r
1950 2050
≈ 24,913; tomamos r > 25; ≈ 25,544; tomamos r < 25,5,
π π
con lo cual nos garantizamos que si 25 < r < 25,5 entonces el volumen estará entre los
195 y 205 litros.
Discontinuidad evitable: se produce cuando existe lı́m f (x) pero no existe f (x0 ) o,
x→x0
si existe f (x0 ) se tiene que lı́m f (x) 6= f (x0 ).
x→x0
24
Discontinuidad esencial : se produce cuando no existe lı́m f (x).
x→x0
Ejemplo 2.4. Para cada una de las siguientes funciones, describir el conjunto de puntos
de continuidad y caracterizar los puntos de discontinuidad:
√ √
3+x−1 3
x+1
a) f (x) = b) g(x) =
|x + 2|(x − 1) x+1
25
La función f1 (x) = 3 + x es continua porque es una función polinómica,
√
f2 (x) = x es una función continua y f3 (x) = x −√1 es continua porque es una
función polinómica. Entonces (f3 ◦ f2 ◦ f1 )(x) = 3 + x − 1 es continua para
x ≥ −3 por ser composición de funciones continuas.
La función f4 (x) = |x + 2| es una función continua ya que es la composición
de una función polinómica y la función módulo que son continuas. La función
f5 (x) = |x + 2|(x − 1) es una función continua porque es el producto de dos
funciones continuas (las funciones f3 y f4 ).
La función f es continua en Dom(f ) por ser división de funciones continuas con
denominador no nulo.
Para x = −2 vamos a calcular los lı́mites laterales ya que se presenta una inde-
terminación del tipo “0/0” y tenemos un módulo. Recordemos que
|x + 2| = x + 2 si x ≥ −2 y |x + 2| = −(x + 2) si x ≤ −2. Entonces
√ √
3+x−1 3+x−1
lı́m + f (x) = lı́m + = lı́m + =
x→−2 x→−2 |x + 2|(x − 1) x→−2 (x + 2)(x − 1)
√ √
( 3 + x − 1)( 3 + x + 1) (3 + x − 1)
lı́m + √ = lı́m + √ =
x→−2 (x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1) x→−2 (x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1)
1 1
lı́m + √ =−
x→−2 (x − 1)( 3 + x + 1) 6
Por otro lado,
√ √
3+x−1 3+x−1
lı́m − f (x) = lı́m − = lı́m − =
x→−2 x→−2 |x + 2|(x − 1) x→−2 −(x + 2)(x − 1)
√ √
( 3 + x − 1)( 3 + x + 1) (3 + x − 1)
lı́m − √ = lı́m − √ =
x→−2 −(x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1) x→−2 −(x + 2)(x − 1)( 3 + x + 1)
1 1
lı́m − √ =
x→−2 −(x − 1)( 3 + x + 1) 6
Por lo tanto,
lı́m f (x) 6= lı́m − f (x)
x→−2+ x→−2
y entonces
@ lı́m f (x)
x→−2
26
Calculamos los lı́mites laterales para x = 1, observando que x − 1 > 0 si tomamos
lı́mite por derecha y x − 1 < 0 si tomamos el lı́mite por la izquierda:
√
3+x−1
lı́m+ f (x) = lı́m+ = +∞
x→1 x→1 |x + 2|(x − 1)
√
3+x−1
lı́m− f (x) = lı́m− = −∞
x→1 x→1 |x + 2|(x − 1)
Figura 7: Gráfico de f
√
3
x+1
b) Veamos primero el dominio de g(x) = . En este caso la raı́z cúbica está definida
x+1
para todo número real, ası́ que la única restricción será que no podemos dividir por
cero. Luego,
Dom(g) = {x ∈ R/ x + 1 6= 0} = R − {−1}
Como existe el lı́mite, la función g posee una discontinuidad evitable en x = −1. Esto
1
es, si definiéramos g(−1) = , la función resultarı́a continua en x = −1.
3
27
Figura 8: Gráfico de g
Ejemplo 2.5. Analicemos si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. Cuando
el enunciado sea verdadero, vamos a dar una demostración. Cuando el enunciado sea falso,
vamos a exhibir un contraejemplo. Supongamos que f : R → R.
1. Si para toda sucesión monótona (an )n∈N convergente a c se tiene que la sucesión
(f (an ))n∈N es convergente, entonces f tiene lı́mite en c.
3. Si para toda sucesión (bn )n∈N convergente a c se tiene que la sucesión (f (bn ))n∈N es
convergente, entonces f es continua en c.
Sea (an )n∈N una sucesión monótona convergente a c. Tenemos los siguientes casos:
(an )n∈N una sucesión monótona creciente o decreciente y existe n0 tal que para
todo n > n0 la sucesión es constantemente igual a c. Esto es, an = c para todo
n > n0 . En este caso, f (an ) = 1 para todo n > n0 y lı́m f (an ) = 1.
n→+∞
Se verifica entonces que, para toda sucesión monótona (an )n∈N convergente a c, la
sucesión (f (an ))n∈N es convergente. Sin embargo, no existe lı́m f (x) ya que
x→c
28
2. Esta afirmación es verdadera. Sea f una función continua en c y (an )n∈N una sucesión
convergente a c. Vamos a probar que lı́m f (an ) = f (c).
n→+∞
Tenemos que probar que, para todo > 0, existe un n0 ∈ N tal que se verifica
|f (an ) − f (c)| < para todo n > n0 .
Dado > 0, por la continuidad de f en c sabemos que existe δ = δ() tal que si
|x − c| < δ, se verifica |f (x) − f (c)| < .
Ahora, para este δ, sabemos que existe n0 ∈ N de modo que si n > n0 , tenemos que
|an − c| < δ (por la convergencia de la sucesión (an )n∈N ).
Combinando estos hechos obtenemos lo que queremos. Esto es, que dado > 0
existe n0 ∈ N de modo que |an − c| < δ para todo n > n0 y, por la continuidad de
f , ésto implica que |f (an ) − f (c)| < para todo n > n0 .
3. Veamos primero que si (bn )n∈N y (cn )n∈N son dos sucesiones tales que
lı́m bn = lı́m cn = c
n→+∞ n→+∞
Si por el contrario, existen sucesiones (b̃n )n∈N y (c̃n )n∈N tales que
Esta sucesión converge a c pero la sucesión (f (dn ))n∈N no converge ya que existen dos
subsucesiones con lı́mites distintos. Luego, todas las sucesiones (f (bn ))n∈N tienden
al mismo lı́mite. Como una de las sucesiones posibles es bn = c para todo n ∈ N,
obtenemos
lı́m f (bn ) = f (c)
n→+∞
29
3. Funciones continuas y problemas de aproximación
Vamos a comenzar esta sección probando un teorema casi tautológico: si una función
continua definida en [a, b] toma signos opuestos en los extremos, entonces en algún punto
del intervalo (a, b) debe anularse.
Este es un teorema, que fue difı́cil de probar incluso para los expertos de los siglo
XVII y XVIII, es un teorema de vital importancia teórica y es el que une las nociones intui-
tivas de continuidad con la arquitectura lógica del análisis matemático. La demostración
fue realizada por el monje checo Bernard Bolzano y puede encontrarse en el apéndice.
Teorema 3.1: Bolzano
Sea f : [a, b] → R una función continua tal que f (a) y f (b) tienen distinto signo.
Entonces existe c ∈ (a, b) tal que
f (c) = 0.
Ejemplo 3.1. Muestre que el polinomio f (x) = x6 − 4x4 − 12x2 + 1 posee al menos una
raı́z en el intervalo [0, 52 ].
En el ejercicio anterior, ¿habrá algún método que nos permita decir algo más sobre
c? Exploremos la siguiente idea: vamos construyendo sistemáticamente intervalos que
contengan a la raı́z hasta que encontremos un intervalo de anchura lo suficientemente
pequeña, de modo tal que podamos conocer c con la cantidad de decimales que deseemos.
30
Comencemos con un intervalo inicial [a, b] y supongamos que tenemos definido un
intervalo [an , bn ] conteniendo una raı́z de f . Para construir el próximo intervalo, conside-
ramos el punto medio cn = an +b 2
n
y estudiamos tres posibilidades:
ii) f (cn ), f (bn ) con signos opuestos =⇒ hay un cero en [cn , bn ] y definimos
Iteración ak ck bk f (ck )
0 0 0.2 0.4 0.513664
1 0.2 0.3 0.4 -0.111671
2 0.2 0.25 0.3 0.234619
3 0.25 0.275 0.3 0.070055
4 0.275 0.2875 0.3 -0.0186338
5 0.275 0.28125 0.2875 0.026247
6 0.28125 0.284375 0.2875 0.0039399
7 0.284375 0.2859375 0.2875 -0.0073154
8 0.284375 0.285156 0.285937 -0.00167
9 0.284375 0.2847655 0.285156 0.0011333
10 0.2847655 0.28496075 0.285156 -0.0002715
31
Detengámonos en este punto y aprovechemos para hacer algunas observaciones.
A partir de la iteración número seis ya sabemos que la raı́z que estamos buscando
es de la forma
r = 0,28 +
con 0 ≤ < 0,01. Es decir, tenemos una aproximación válida hasta el segundo
decimal inclusive.
En la décima iteración vemos que f (a10 ) > 0 mientras que f (c10 ) < 0, con lo cual
el próximo intervalo lo tomamos de la forma [a10 , c10 ]. Entonces la raı́z que estamos
buscando es de la forma
0,284 +
con 0 ≤ < 0,001. Es decir, tenemos una aproximación válida hasta el tercer decimal
inclusive, que es lo que nos pedı́a el problema.
Este método es uno de los más antiguos y utilizados, aunque padece de algunas
limitaciones. La primera de ella es la velocidad de convergencia - es un método lento, en
el sentido que se necesitan muchas iteraciones para obtener precisión de un puñado de
decimales. Como contrapeso, es un método que no le pide nada más que la continuidad.
Más adelante en el curso veremos otros métodos para aproximar raı́ces que requieren
algunos conceptos más avanzados pero que tienen una tasa de convergencia mejor que la
del método de Bolzano.
Veamos ahora un corolario del teorema de Bolzano que puede llegar a ser útil para
determinar el conjunto de positividad y el conjunto de negatividad de algunas funciones.
32
Primero debemos hallar el dominio de la función f . En este caso
Esquemáticamente
33
Figura 9: Teorema del valor intermedio.
Demostración. Tomemos un k ∈ (f (a), f (b)). Luego se tiene que f (a) < k < f (b), con lo
cual
f (a) − k < 0 < f (b) − k.
Definamos g(x) = f (x) − k. La función g es continua en [a, b] por ser combinación de
funciones continuas allı́. Entonces el teorema de Bolzano garantiza que g posee una raı́z
c ∈ (a, b):
τ τ
f (0) − f (0 + ) = 0 =⇒ f (0) = f (0 + )
2 2
y x0 = 0 es el punto que estamos buscando.
34
si g(0) 6= 0 entonces g(0) y g( τ2 ) tienen signos opuestos. El teorema de Bolzano
garantiza que existe un x0 donde g(x0 ) = 0 y ası́
τ
f (x0 ) = f (x0 + ),
2
que es lo que querı́amos demostrar.
Este teorema nos dice que si buscamos valores extremos para una función continua
en un intervalo cerrado y acotado, entonces seguro que esos valores existen. No nos dice
cómo hallarlos, pero nos garantiza que en algún punto del intervalo se realiza el máximo
absoluto de f y en algún punto del intervalo se realiza el mı́nimo absoluto de f . Saber
que estos puntos existen puede ahorrarnos mucho trabajo.
Ejercicio 5.1. Hallar máximos y mı́nimos absolutos para la función f : [−1, 4] → R dada
por
f (x) = x2 − 4x + 2
35
Se puede comprobar en este caso la validez del teorema de Weierstrass. Lo carac-
terı́stico de este caso es que podemos hallar explı́citamente los puntos donde se realizan
los extremos de f . Como f es un polinomio de grado 2 podemos re-expresarlo de manera
conveniente, de modo tal de poder ver su vértice y ası́ saber la forma de su gráfica:
f (x) = x2 − 4x + 2 = (x − 2)2 − 2
f (−1) = 7 f (4) = 2
Hay otra familia de funciones donde podemos encontrar de modo explı́cito los puntos
donde se realizan los extremos absolutos: las funciones monótonas.
4 4
1 5 1
=⇒ + ≤ + 5 =⇒ f (a) ≥ f (b)
5 1 + 5a 5 1 + 5b
Luego, el máximo se alcanza en el extremo izquierdo: xM = 0 y el mı́nimo se alcanza
en el extremo derecho xm = 5. Corroboramos fácilmente con
1 26
f (0) = , f (5) = .
2 77
36
Evidentemente, no todos los problemas de optimización involucran funciones monóto-
nas. En el transcurso de la materia veremos algunas técnicas muy poderosas que nos
permitirán resolver problemas de optimización para una clase bastante generosa de pro-
blemas.
6. Apéndice: Demostraciones
6.1. Demostración del Teorema de Bolzano
[Teorema de Bolzano] Sea f : [a, b] → R una función continua tal que f (a) y f (b)
tienen distinto signo. Entonces existe c ∈ (a, b) tal que
f (c) = 0.
Demostración. Este teorema es consecuencia directa del axioma del supremo. Suponga-
mos, que f no tiene raı́ces en (a, b) y lleguemos a una contradicción. Sin pérdida de
generalidad, podemos suponer que f (a) > 0 y que f (b) < 0. Considere el conjunto
p = sup(P ) implica que podemos encontrar una sucesión (xn )n∈N ⊂ P convergente
a p;
p < b.
37
Como f es continua en p y f (p) > 0, entonces sabemos que existe un > 0 tal que
Entonces (an )n∈N es una sucesión creciente y acotada superiormente por b, luego
es convergente a un α ≤ b. Análogamente (bn )n∈N es una sucesión decreciente y acotada
inferiormente por a, luego es convergente a un a ≤ β. Como son sucesiones convergentes,
tenemos que
bn − an > 0 =⇒ lı́m bn − an = β − α ≥ 0.
n→∞
Vamos a demostrar en lo que sigue que este lı́mite es efectivamente igual a cero.
Para eso, tenemos que tener en cuenta que la longitud de los intervalos en cada paso se
reduce a la mitad, con lo cual
1 1 1
|bn − an | = |bn−1 − an−1 | = 2 |bn−2 − an−2 | = · · · = n |b0 − a0 |
2 2 2
Luego,
lı́m |bn − an | = lı́m bn − an = 0
n→∞ n→∞
38
Por lo tanto lı́m cn = r.
n→∞
Ya probamos que la sucesión de los puntos medios es convergente; resta ver que
f (r) = 0. Pero esto se deduce de que lı́m f (an ) = lı́m f (bn ) = f (r). Si fuese f (r) > 0, la
n→∞ n→∞
continuidad de f asegura que tendrı́amos un n0 tal que f (an0 ) y f (bn0 ) son ambos positivos,
lo cual contradice la construcción del intervalo [an0 , bn0 ]. Un mismo razonamiento dice que
f (r) no puede ser negativo, con lo cual deducimos f (r) = 0.
Por último, la raı́z r está en todos los intervalos [an , bn ], con lo cual su distancia al
punto medio está acotada por la mitad de la longitud del intervalo; ası́
1 1
|r − cn | ≤ |bn − an | ≤ n+1 |b − a|
2 2
que es lo que querı́amos mostrar.
Sea [a, b] un intervalo con a < b. Entonces toda sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b] posee una
subsucesión (xnk )k∈N convergente a un punto x0 ∈ [a, b].
B = {xn : n ∈ N}
y observamos que xn ≤ b ∀n. Esto dice que b es cota superior de B. Por lo tanto, el
axioma del supremo garantiza la existencia de un x0 ≤ b tal que xn ≤ x0 para todo n y
que existe una sucesión de puntos de B convergente a x0 . Pero una sucesión de puntos de
B no es otra cosa que una subsucesión (xnk )k∈N . Es decir, (xn )n∈N posee una subsucesión
convergente a x0 ∈ [a, b].
Este resultado es tı́pico de los intervalos cerrados y acotados, es decir, la condición
de ser cerrado es una condición indispensable para que el teorema sea válido.
Ejemplo 6.1. Consideremos el intervalo (0, 1) y la sucesión (xn )n∈N de término general
xn = n1 . Sabemos que esta sucesión converge a cero, y luego, que toda subsuesión (xnk )k∈N
también resulta convergente a cero. Pero 0 ∈
/ (0, 1); esto dice que el intervalo abierto (0, 1)
pudimos encontrar una sucesión que no posee subsucesiones convergentes a un punto de
(0, 1).
39
Teorema 6.1. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
M tal que
f (x) ≤ M ∀x ∈ [a, b].
Demostración. Por el contrario, supongamos que f no está acotada en [a, b]: dado n ∈ N,
siempre hay un punto xn ∈ [a, b] tal que
f (xn ) ≥ n.
Construimos entonces la sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b]. La compacidad secuencial de [a, b] ga-
rantiza la existencia de una subsucesión (xnk )k∈N convergente a x0 ∈ [a, b]. La continuidad
de f dice entonces
f (xnk ) < R,
lo cual contradice f (xnk ) ≥ nk . Esta contradicción proviene de suponer que f no está
acotada.
Como corolario, tenemos
Corolario 6.2. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
N tal que
N ≤ f (x) ∀x ∈ [a, b].
Teorema 6.3. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe una constante
K > 0 tal que
|f (x)| ≤ K ∀x ∈ [a, b].
40
Figura 10: Gráfica de f a la izquierda y a la derecha, la de g.
Evidentemente
lı́m g(x) = +∞, g(0) = 0
x→0+
Teorema 6.4. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe un xM ∈ [a, b]
tal que
f (x) ≤ f (xM ) ∀x ∈ [a, b].
Ciertamente es no vacı́o, y por el teorema anterior, sabemos que está acotado supe-
riormente por una constante M . El axioma del supremo garantiza entonces que A posee
un supremo s que verifica
f (x) ≤ s ∀x ∈ [a, b]
y para el cual existe una sucesión de elementos (an )n∈N ⊂ A convergente a s. Como
A es la imagen de f es posible hallar una sucesión (xn )n∈N ⊂ [a, b] tal que f (xn ) = an . La
compacidad secuencial de [a, b] garantiza que existe una subsucesión (xnk )k∈N convergente
a un x0 ∈ [a, b]. Como f es continua en ese intervalo se sigue que es continua en x0 , por
lo tanto
41
Pero como f (xn ) es un convergente a s, toda subsucesión también converge a s. En
particular esto implica que
lı́m f (xnk ) = s.
k→∞
Corolario 6.5. Sea f : [a, b] → R una función continua. Entonces existe un xm ∈ [a, b]
tal que
f (xm ) ≤ f (x) ∀x ∈ [a, b].
Observación 4. En una lectura detallada, resulta que las hipótesis del teorema de Weiers-
trass son todas necesarias, es decir: no se pueden relajar. Veamos algunos ejemplos:
Evidentemente
lı́m f (x) = +∞, f (0) = 0
x→0+
con lo cual f es discontinua en [0, 1]. Vemos claramente que f alcanza un mı́nimo
absoluto en x = 0. Sin embargo, como no está acotada superiormente, no alcanza
nunca un máximo absoluto.
42
Referencias
[1] Thomas, G., Finney, R. Cálculo y geometrı́a analı́tica. Addison Wesley, novena edición,
1995.
[2] Courant, R., Robbins, H. ¿Qué son las matemáticas? Conceptos y métodos fundamen-
tales. Fondo de Cultura Económica, 2002.
43