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Gritos de una bailarina

[Fundamentación]
[Shirel Kabasso]
El proyecto integrador consistió en la realización de un cortometraje con una temática a
elección. Es por eso que opté por dos temas que siempre llamaron mi atención: el sacrificio
del ballet y la presión social. La razón de su elección es que desde chiquita pude experimentar
el sacrificio que requiere la danza del ballet y siempre sentí una presión constante por parte
de las profesoras o de algunas compañeras, ya sea con el físico, como con la técnica. Es por
eso, que por otro lado, decidí abarcar el segundo tema: la baja autoestima de muchos
adolecentes ante la mirada de los demás y la presión social.
En este sentido, el objetivo del corto es mostrar el poder que tiene el habla y que muchas
veces los comentarios malos destruyen el autoestima de las personas y los van encerrando en
un marco de tristeza y soledad. Sin embargo, al mismo tiempo se puede ver que la persona
puede elegir: si creer en todos esos comentarios e introvertirse o resistir ante ellos y cumplir
sus sueños.
Una vez que tuve la idea rectora y el objetivo del proyecto, comencé a analizar la película “el
cisne negro”; con el fin de observar como es que el director de la película construye la mirada
subjetiva de una bailarina ante la presión de su madre y su profesor. Es así que fui observando
todos los recursos audiovisuales que se utilizan para luego construir mi propio corto.
Al mismo tiempo, para lograr construir el discurso audiovisual, como representación visual y
sonora, tuve que ir adoptando todos los conocimientos que íbamos adquiriendo. En Primer
lugar fuimos observando las dos tendencias del cine de los primeros tiempos, en donde por un
lado se encontraba el cine de atracciones y por otro lado el cine de integración narrativa, el
cual adopté a la hora de narrar analíticamente el curso de acción del cortometraje. Luego
analizamos como es que se construye un discurso audiovisual y pudimos distinguir tres
instancias: la pre-producción y la puesta en escena, el rodaje y la puesta en cuadro y por ultimo
la post-producción y la puesta en serie. Por estos tres niveles de representación fue por donde
fui atravesando hasta lograr el resultado final.
En la pre-producción fue donde armé el guion literario que me ayudó a identificar las
necesidades técnicas, artísticas y narrativas, mientras que en el guion técnico convertí la
narración en imágenes concretas, es decir con información técnica para cada plano. La elección
de cada uno de los planos, es decir la unidad básica del lenguaje audiovisual, fue fundamental
a la hora de meter al espectador en el personaje. Es por eso que decidí trabajar principalmente
con una secuencia de montaje de unos primeros planos de detalle de los elementos del mundo
de la danza y de la construcción del muro. Como, por ejemplo, sus pies lastimados, la
incomodidad de sus zapatillas y sus medias, su rodete ajustado y sus manos colocando
ladrillos.
El motivo de la utilización de estos planos de detalle y no planos generales, es que intenté
mostrar a través de planos más expresivos, el grito interior de la adolecente y como es que se
siente estar en los zapatos de la protagonista en un mundo con tantos estereotipos y
prejuicios. A su vez utilicé algunos planos picados, con el fin de transmitir al espectador la
inferioridad e inseguridad del personaje.
A la hora de definir la estética visual de la puesta en escena, fui muy cuidadosa en cada uno
de sus aspectos, a partir de que sería el núcleo de contenido del discurso. Es por eso, que en
primer lugar definí el lugar en donde se llevaría a cabo la filmación: una simulación de un salón
de danza, un escenario teatro, y por otro lado un galpón oscuro. Luego opté por utilizar una
baja iluminación, es decir una luz más fría y apagada, con el fin de crear mayor dramatismo y
producir sensaciones de soledad y retraimiento. Por ultimo, con respecto al vestuario de la
protagonista, seleccioné, por un lado, maya, zapatillas y medias de ballet y por otra parte una
vestimenta gris y descalza, con el fin de acentuar la vulnerabilidad e inseguridad de la
protagonista.
Una vez que logré atravesar el primer nivel de representación, continué la puesta en cuadro,
es decir el modo de representar los contenidos en la pantalla. En esta etapa, comencé a aplicar
el guión técnico: los planos, la angulación y el movimiento de cámara. De todos modos, al
filmar fui ajustando los encuadres y el fuera de campo, es decir los espacios que no se
abarcaban en la imagen, con el fin omitir a aquellos que no aportaban nada al corto y enmarcar
al personaje en su espacio escénico. Como por ejemplo, un plano general de la clase de danza,
del galpón o de sus compañeras.
Al llegar al último nivel de representación, es decir a la puesta en serie, comencé a unir las
imágenes, estableciendo nexos entre ellas y formando unidades dramático-narrativas de
sentido. Al ajustar las imágenes, le reduje la saturación e iluminación de las imágenes, con el
fin de crear un efecto frío y vulnerable. Por otra parte, añadí efectos sonoros y exageré ciertos
sonidos, como el ruido de las zapatillas, de las medias, de la maya y de los pies al rozar contra
la pista de baile. Al mismo tiempo, utilicé la voz en off con un efecto de eco para crear un clima
más conmovedor y representar el grito cada vez más grande de la voz interior de la
protagonista frente a la opresión social.
Es así que también fui construyendo la historia que quería contar y el discurso audiovisual
como construcción dramático-narrativa. Esto quiere decir que como se mencionó
anteriormente, comencé a narrar a través de imágenes la historia que quería contar: su
conflicto, acción y desenlace. Asimismo, decidí emplear la elipsis, uno de los recursos del cine
clásico, con el fin de omitir ciertas acciones o espacios que no aportaban nada al corto. Como
por ejemplo la imagen de su profesora o cada momento y espacio en donde criticaban a la
protagonista.
En este sentido, se puede decir que la historia se narra desde el punto de vista y la mirada de
una adolescente solitaria y encerrada que experimenta miedo, inseguridad y deseo. Es por eso
que el corto esta dirigido principalmente para los adolecentes, con el fin de lograr un
sentimiento de identificación con la protagonista, que a pesar de que en el corto se muestra
desde el lado de una bailarina, principalmente se puede ver esa soledad y opresión que sufren
muchos adolecentes por parte de los estereotipos de la sociedad. De todas maneras, también
esta dirigido para adultos y padres, con el fin de demostrar el daño que causan los comentarios
negativos y tomen conciencia de eso.
Como conclusión, puedo decir que a lo largo de la cursada y el armado del proyecto integrador
aprendí muchísimos conocimientos que me ayudarán en mi vida profesional, a partir de que
como diseñadora gráfica creo que es fundamental saber utilizar los recursos audiovisuales
para comunicar una idea o emoción sin la necesidad de tantas palabras. Es por eso que, gracias
a los recursos aprendidos, logré entender la especificidad semiótica del discurso audiovisual,
sus elementos, su funcionamiento y cómo se construye en tanto discurso narrativo. Pude
observar la importancia de la elección de los planos, la angulación y los movimientos de
cámara, a la hora de narrar una historia, a partir de que a través de todos estos recursos
logramos transmitir diferentes tipos de sensaciones.
Es por eso que luego de reflexionar, me pregunté: ¿Se podría construir cualquier sensación a
través del discurso audiovisual?
En lo personal, me resultó sumamente significativo este proyecto, ya que pude abordar un
tema que siente me interesó y tenía ganas de llevarlo a cabo. Al terminar de editarlo y
compartirlo con mis seres queridos, me sentí sumamente orgullosa al ver como pude lograr
algo que había comenzado con una simple idea y termino siendo un gran cortometraje que
refleja todos esos sentimientos que quería transmitir. Es por eso que me siento muy
agradecida con el profesor, Roman Keszler, ya que gracias a él pude lograr construir mi historia
y el discurso audiovisual como representación visual y sonora y, luego, como construcción
dramático-narrativa. También agradecer a mis compañeras por ayudarme y aportarme con
pequeños detalles que a veces parecían irrelevantes, pero al finalizarlo note un gran cambio
con respecto a mis primeros bocetos.

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