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Los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, presiden una época
decisiva de la Historia de España (1469-1516). La unión de Castilla y Aragón fue mucho
más que una unión personal, iba, al menos, a cristalizar en numerosas instituciones y
proyectos comunes. En este proceso el año 1492 fue significativo pues en él se
producen los siguientes acontecimientos:
Las pérdidas demográficas fueron importantes (se estima en torno a unos cien mil
emigrados), como las económicas (los judíos desempeñaban importantes actividades
comerciales y financieras), en Castilla el grupo social de la burguesía perdió a sus
principales representantes y fue difícil encontrar quien ocupara este hueco, tiempo
después se notaría esta falta. En lo religioso, en principio se logró la uniformidad
religiosa, si bien muchos conversos siguieron practicando el judaísmo en la intimidad
de sus casas y fueron perseguidos por la Inquisición.
A lo largo del siglo XV, Castilla y Portugal fueron los dos reinos pioneros en las
exploraciones atlánticas. Ambas Coronas disponían de una marina cualificada, de
enclaves insulares estratégicos para utilizar como bases (en el caso de Castilla, las
Canarias), habían perfeccionado la cartografía, empleaban instrumentos como la
brújula y el astrolabio, navegaban en carabelas y conocían ya la regularidad de los
vientos. Los marinos portugueses estaban, no obstante, más adelantados (Corte de
Sagres) y en el último tercio del siglo habían bordeado ya la costa africana occidental
en busca de la ruta hacia las Indias y las especias (la terrestre estaba bloqueada desde
la toma de Constantinopla por los turcos en 1453). Castilla solo disponía de la ruta
atlántica de las islas Canarias. En este contexto Cristóbal Colón expone en 1486 ante la
corte castellana su proyecto de llegar a las Indias por la ruta oeste. Colón consiguió en
las postrimerías de la guerra de Granada firmar las Capitulaciones de Santa Fe, por las
que era nombrado Almirante, virrey y gobernador general de las tierras que
descubriera, recompensándole además con una décima parte de las riquezas que
encontrara. Colón erró bastante en sus cálculos de las dimensiones del planeta, pero
tuvo la suerte de encontrarse con un insospechado continente en su viaje hacia las
Indias, América. Entre 1492 y 1504, organizó hasta cuatro viajes, para descubrir
América Central. Pronto las nuevas expediciones al continente buscaron nuevas
fuentes de riqueza, a lo que se unió en ocasiones el afán de aventura y la labor de
evangelización de los indígenas.
De los tres grandes hechos que iban a tener lugar este año de 1492 el más
trascendental fue este último pues cambió la historia de la humanidad.