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INTRODUCCIÓN

El fomento a la inversión privada ha tenido un especial énfasis en el desarrollo

de grandes proyectos de infraestructura de obra pública y la prestación de servicios

públicos. El éxito para la ejecución de estos proyectos en el país ha dependido en gran

medida del desarrollo de un marco legal consistente que permitiera una adecuada

aplicación de un programa de Asociaciones Público Privadas (APP) y que regulara de

manera expresa el tipo de respaldo público a ser otorgado a los inversionistas privados,

lo cual, a la larga, ha generado un cambio evolutivo en el concepto de APP en el Perú.

La Constitución establece como principio general un régimen de economía

social de mercado, en el que el Estado orienta las inversiones relacionadas con servicios

públicos, pero donde la iniciativa privada es libre a invertir y competir, por lo que

distintos estudios a nivel público y privado confirman que existe espacio para avanzar.

Analizar el proceso evolutivo de la promoción de la inversión privada en el país

basándose en los antecedentes regulatorios, legales y económicos del Decreto

Legislativo N° 1224 y entender los retos a los que busca dar respuesta la nueva

legislación.

En el presente trabajo se analizará los temas concernientes a la Promoción de la

Inversión Privada mediante Asociaciones Público Privadas, en el capítulo I se

tratará acerca de las APP, sus elementos como los contratos de largo plazo, rol privado,

modo de financiamiento entre otros.

En el capítulo II veremos todo lo relacionado con la evolución de la promoción

de la inversión privada en nuestro país, los principios generales aplicables a las mismas

y el marco institucional. En el capítulo III se tratará acerca del sistema nacional de

promoción de la inversión privada abordando puntos importantes como sus


antecedentes, creación y las entidades que intervienen en el sistema de inversión. En el

capítulo IV trataremos acerca del contrato de APP tanto sus elementos generales,

plazos, terminación de obligaciones y solución de controversias. Por último en el

capítulo V desarrollaremos el tema relacionado al Registro nacional de contratos APP.

Las fuentes a las cuales recurrimos principalmente para la realización del trabajo

académico está desarrollada por la página web del Ministerio de Economía y Finanzas,

módulos de aprendizaje desarrollados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),

el Decreto Legislativo Nº 1362, el Decreto Supremo Nº 240-2018-EF entre otros, que

nos ayudaron a complementar y afianzar nuestros conocimientos.

Al realizar el trabajo no encontramos ningún problema o limitación puesto que

contamos con los medios necesarios para ejecutar nuestra investigación.

Por el presente trabajo lo que buscamos es desarrollar más a profundidad un

tema tan relevante al día de hoy ya que significa un gran avanece en el desarrollo de

nuestro país y nos permita tomar en cuenta las oportunidades de mejora así como las

mejores prácticas a nivel internacional.


LAS ASOCIACIONES PUBLICO PRIVADAS CONCEPTO DEL BANCO

INTERAMERCANO DE DESARROLLO

Las APP constituyen un conjunto de acuerdos entre entidades públicas y

privadas, en que las primeras delegan a las segundas la realización de una serie de

actividades tradicionalmente ejecutadas y-o financiadas por el estado. En estos acuerdos

debe existir una adecuada distribución de riesgos entre las partes.

El concepto de APP engloba varias modalidades contractuales entre el privado y

el Estado, por ejemplo, contratos de concesión, contrato de gerencia, contrato de gestión

u otras modalidades atípicas.

¿Qué son las asociaciones público-privadas?

No hay una definición extensamente aceptada sobre qué significa una asociación

público-privada (APP). En líneas generales, una asociación público-privada se refiere a

un acuerdo entre el sector público y el sector privado en el que parte de los servicios o

labores que son responsabilidad del sector público es suministrada por el sector privado

bajo un claro acuerdo de objetivos compartidos para el abastecimiento del servicio

público o de la infraestructura pública. Usualmente, no incluye contratos de servicios ni

contratos llave en mano, ya que estos son considerados como proyectos de contratación

pública, o de privatización de servicios públicos en los que existe un rol continuo y

limitado del sector público.

En algunas jurisdicciones, y específicamente aquellas que se rigen bajo el código

napoleónico, se diferencia un contrato público de una APP. En un contrato público,

como una concesión, el sector privado provee directamente un servicio al público, por

lo tanto asume el riesgo del consumidor final.


En una APP, el sector privado suministra un servicio al sector público

directamente, como en un contrato de Construcción, Operación y Transferencia de una

planta de tratamiento de aguas residuales, o un servicio por uso como en la operación de

un hospital.

En otros países, hay sectores específicos que no se consideran dentro de la

definición de las APP, tales como el sector de telecomunicaciones, ya que están

regulados de una manera eficiente o existe un sustancial aporte de parte del sector

privado. En otros países, se excluye de la definición de asociaciones público privadas a

acuerdos en los que hay más limitaciones para transferir riesgo por razones

institucionales, como los contratos de administración, ya que las autoridades prefieren

otorgar servicios a través de un proceso más tradicional de contratación.

Analizamos en qué consisten las Asociaciones Público Privadas (APPS) y los

elementos que distinguen esta modalidad de cualquier otra.

Una Asociación Público Privada (APP) es una modalidad de prestación de

servicios donde intervienen tanto el sector público como privado. El proyecto puede

originarse como parte de una iniciativa estatal o de una organización privada. En este

último caso, una empresa (o un consorcio) presenta un proyecto de infraestructura

pública y/o sus servicios derivados al sector correspondiente. Si este declara su interés,

se procede a un análisis exhaustivo del plan y se buscan otras alternativas, para

encontrar un competidor. De no haberlo, la empresa encargada de presentar la propuesta

original se adjudica el proyecto.

Una APP se distingue del formato de una obra pública al tratarse de una

inversión a largo plazo, la cual implica una relación contractual que no concluye con la

finalización de la trabajo sino que se extiende por un periodo determinado. El Estado


faculta al sector privado para que se encargue de la ejecución, explotación y gestión de

una obra o para la prestación de un determinado servicio público. Asimismo, una APP

no debe confundirse con un outsourcing de servicios ni con una privatización que tienen

otras aristas y condiciones tanto para el ente estatal como para las empresas privadas

involucradas.

En el caso de algunas APP, el Estado contribuye en el pago de la obra o servicio;

por ello, son también denominadas concesiones co-financiadas. La participación de

recursos del Estado puede darse de distintas formas, ya sean a través de subvenciones

complementarias a las tarifa pagada por los usuarios, cesiones en uso de terrenos y

compromisos de compras, entre otras.

ASOCIACIÓN PÚBLICO-PRIVADA EN PERU

De acuerdo con el Artículo 11 del Decreto Legislativo N° 1224, las APP en Perú

se definen como una modalidad de participación de la inversión privada, en la que se

incorporan experiencia, conocimientos, equipos, tecnología y se distribuyen riesgos y

recursos, preferentemente privados, con el objetivo de crear, desarrollar, mejorar, operar

o mantener infraestructura pública y/o proveer servicios públicos bajo los mecanismos

contractuales permitidos por el marco legal vigente.

La definición actual de APP se construye sobre el marco legal precedente 1 ,

estableciendo los componentes principales de las APP según las mejores prácticas

internacionales: asignación adecuada de riesgos a la parte (Estado o privado) que esté en

mejor capacidad de administrarlos, acuerdo común recogido en contratos de largo plazo

y aplicación del valor por dinero en todas las fases del proyecto. En este sentido, el

Decreto Legislativo N° 1224 establece que, en los contratos de APP, debe existir una

1
Decreto Legislativo N° 1012.
adecuada distribución de riesgos entre las partes y que en una APP participan el Estado

y uno o más inversionistas privados. Asimismo, se indica que, en todas las fases de

desarrollo de una APP, debe contemplarse el principio de valor por dinero, buscando

una combinación óptima entre los costos y la calidad del servicio público ofrecido a los

usuarios, a lo largo de la vida del proyecto.

Dentro de las APP, se incluyen los proyectos para el desarrollo de servicios

vinculados a la infraestructura pública o servicios públicos que el Estado requiere

brindar, los proyectos de investigación aplicada y/o innovación tecnológica, y aquellos

proyectos que no contengan componente de inversión

Por otro lado, y tomando en cuenta que una APP siempre se refleja en una

relación contractual, el Artículo 11 del Reglamento también establece que las

modalidades de las APP incluyen todos aquellos contratos en los que se propicia la

participación activa del sector privado y se le transfieren riesgos, y en los que, además,

la titularidad de la infraestructura pública, según sea el caso, se mantiene, revierte y

transfiere al Estado al finalizar el proyecto.

Estas modalidades pueden ser la concesión, el contrato de operación y

mantenimiento, el contrato de gestión, así como cualquier otra modalidad contractual

permitida por ley.

En virtud de lo mencionado, considerando la normativa vigente, se puede

caracterizar a las APP en Perú de acuerdo con sus elementos más destacados, tal como

se detalla.

ELEMENTOS DE LAS ASOCIACIONES PUBLICO PRIVADAS

1. Contratos de largo plazo


Los contratos de APP tienen una duración máxima de 60 años (incluyendo

ampliaciones y renovaciones) y, en el caso de iniciativas privadas cofinanciadas, una

duración mínima de diez años.

2. Rol del privado

Participación activa del sector privado (diseño, construcción, financiamiento,

operación, mantenimiento, etc.), lo que implica la transferencia al privado de una gran

parte de los riesgos del proyecto, según se defina en el contrato de APP.

El sector público define objetivos de interés público y/o la política de precios

(tarifa) y controla el cumplimiento de los objetivos fijados.

3. Modo de financiamiento

Se financia total o parcialmente por el sector privado.

4. Modo de repago

El repago a las fuentes de financiamiento del proyecto de APP está en función

de la clasificación del proyecto (cofinanciado o autofinanciado) y puede originarse de

fondos públicos o directamente de los usuarios.

5. Distribución de riesgos

El reparto de los riesgos se realiza en función del perfil del proyecto, así como

de las capacidades para evaluarlos, controlarlos y gestionarlos de las partes en cuestión.

6. Empaquetamiento de actividades

Las actividades necesarias para el desarrollo de un proyecto (diseño,

financiamiento, construcción, operación y mantenimiento) se combinan y se encuentran

a cargo del inversionista. Si bien la responsabilidad sobre determinadas actividades

puede variar entre un proyecto y otro, bajo una APP, la gestión de la infraestructura

pública y/o servicio público queda en manos del privado.


Evolución De La Promoción De La Inversión Privada En Perú

A inicios de la década de los noventa, el Estado peruano emprendió un proceso

de promoción de la inversión privada, con la finalidad de transferir al sector

privado la conducción de sectores económicos que estuvieron en manos del

Estado por más de veinte años. Este proceso se efectuó dentro del marco de la

política de estabilidad de la economía y liberalización de los mercados. Los ejes

centrales de este proceso de promoción se canalizaron a través de las

privatizaciones de empresas públicas y concesiones de la prestación de servicios

públicos, antes brindados por el Estado. Las bases de este modelo se encuentran

en el Decreto Legislativo N° 757, en la Ley Marco para Crecimiento de la

Inversión Privada de 1991 y en la Constitución Política del Perú de 1993. Bajo

este régimen, el Estado tiene el mandato de orientar el desarrollo del país,

promoviendo, entre otras actividades, los servicios públicos y la infraestructura.

Por tanto, la participación del sector privado queda centrada en la inversión y

actividad empresarial (Ministerio De Economía Y Finanzas, 2016, p.5).

La definición de “inversión privada” queda reconocida, por primera vez, en el

Decreto Legislativo N° 674 del año 1991, Ley de Promoción de la Inversión

Privada en las Empresas del Estado, en el que se define como “aquella que

proviene de personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, públicas o

privadas, distintas del Estado Peruano, de los organismos que integran el sector

público nacional y de las Empresas del Estado”. Esta definición, con diferentes

matices para cada caso particular, puede tomarse como referente del concepto de

“inversión privada” en Perú.

En el año 1993, se consolidó este régimen en la nueva Constitución, en el

capítulo denominado “Constitución Económica”, e incluye disposiciones para:


• La promoción de la libre iniciativa privada, la libre competencia y la igualdad

de trato para todas las actividades económicas.

• La posibilidad y la libertad de suscribir Convenios de Estabilidad entre los

inversionistas privados y el Estado.

• La igualdad entre inversionistas nacionales y extranjeros.

• El rol subsidiario del Estado.

• La garantía del derecho a la propiedad privada.

• El permiso para el Estado y las personas de derecho público de recurrir al

arbitraje nacional o internacional para solucionar potenciales controversias.

A partir de la configuración institucional y constitucional de la inversión privada

en Perú, se emitieron una serie de normas.

Para entender mejor el papel de la inversión privada en Perú en los últimos 25

años, en el siguiente apartado se analizan, en el orden presentado, sus tres

principales componentes:

1. Los principios básicos que han definido la participación del sector privado en

la actividad económica de Perú.

2. Las diferentes figuras legales que han regulado dicha participación a lo largo

de las últimas décadas.

3. La evolución de la inversión privada en el Perú durante este periodo, a partir

de indicadores y gráficos que dan cuenta de ella (Ministerio De Economía Y

Finanzas, 2016, p.8).

Evolución y experiencias de APPs en el Perú


El término Asociaciones Público Privadas (APP) puede hacer alusión a un

espectro muy amplio de relaciones de colaboración entre los sectores público y privado

en el contexto del desarrollo de proyectos de infraestructura y de servicios públicos

(Kumar y otro, 2004, p. 36-37).

Es así que, a pesar de ser utilizado de manera frecuente, el término no se

encuentra exento de ser objeto de distintas interpretaciones y contenidos, pudiendo

incluirse dentro de dicho concepto, desde privatizaciones en sentido estricto, hasta

mecanismos contractuales diversos, en los cuales las APPs son vistas como modelos de

inversión privada en un proyecto público. En ese sentido, en el presente artículo,

haremos un breve resumen de diversas experiencias de APPs en el Perú, comenzando

por la etapa de privatizaciones hasta la consolidación de las APPs a través de

modalidades contractuales más modernas para el desarrollo de proyectos.

Primeras experiencias de participación privada (APP) en sectores

tradicionalmente reservados para el Estado

Como parte de este desarrollo evolutivo de las APP en el Perú, queremos

remontarnos a las primeras experiencias de inversión privada en actividades

tradicionalmente reservadas al Estado. Es así que, a partir de la expedición del

conjunto de normas para la promoción de la inversión privada, a principios de

los noventa, se diseña un plan de privatizaciones orientado a vender y otorgar

concesiones en más de 200 empresas estatales, empleando la modalidad de

subasta pública (Fernández, 2004, p.45).

Una de las transacciones más representativas de dicha época se produce en el

año 1994, cuando se realiza el proceso de privatización de las empresas de

telefonía estatal, CPTSA y Entel Perú, a través de una oferta pública de venta de
acciones por subasta. Este esquema de privatización generó una expectativa de

tal magnitud que ocho operadores de nivel internacional se presentaron para ser

precalificados en la subasta. Finalmente, el 28 de febrero de 1994, Telefónica

Internacional de España ganó la subasta con una propuesta de US$ 2,002

millones y un compromiso de inversión de US$ 1,200 millones (Fernández,

2004, p. 74).

Desde un punto de vista jurídico, este proceso puede definirse como el de una

privatización material en sentido estricto, toda vez que no se dio un verdadero

traspaso de la titularidad de las actividades de contenido económico, sino que el

proceso se ha planteado como uno en que sólo se efectúan transferencias al

sector privado de las participaciones patrimoniales del Estado en CPTSA y

ENTEL Perú (Zegarra, 2005, p.78).

Ahora bien, aun cuando la privatización de estas empresas comprendía

únicamente la venta de acciones del Estado a favor de un inversionista privado, lo cual

no implica un mayor grado de colaboración entre los sectores público y privado; debe

resaltarse que, en este caso, la formalización del proceso de privatización se realizó a

través de la negociación y posterior suscripción de los contratos de concesión para la

explotación comercial de estas empresas. Dentro de este esquema, aun cuando el Estado

se reserva la titularidad de la actividad de telecomunicaciones, se transfiere su gestión a

un operador privado, utilizando para ello la figura de la concesión como eje contractual

bajo el cual se regula la relación entre Estado y el inversionista privado.

Es así que el proceso de privatización de las empresas de telefonía estatal

constituye un primer hito en el desarrollo de las APP, en la medida que si bien a primera

vista se trata principalmente de una transferencia patrimonial de las acciones y activos;

a su vez, se desarrolla un régimen contractual especial a través del otorgamiento y


suscripción de los contratos de concesión, en virtud de los cuales se regulaban las

relaciones entre el operador privado y el Estado para la efectiva explotación de la

actividad empresarial en el desarrollo de la industria de telecomunicaciones.

Precisamente, la privatización de CPTSA y ENTEL Perú tiene una característica

particular en la medida que conlleva el otorgamiento de la concesión de un servicio

público para la explotación de las empresas cuyas acciones fueron transferidas al sector

privado. De esta manera, la colaboración entre ambos sectores no terminaba con la

transferencia de las acciones sino que dicha relación continúa aún hoy, enmarcado

dentro de una compleja red de relaciones que no sólo se circunscriben al inversionista

privado y al Concedente. Cabe notar además que a partir de esta experiencia en materia

de concesión, se gestan los primeros mecanismos para el otorgamiento de garantías y

seguridades para los inversionistas privados que posteriormente fueron recogidos en el

desarrollo de diversos proyectos de infraestructura y servicios públicos.

Las Iniciativas Privadas, y su evolución como mecanismo de APP

Si bien, como hemos mencionado en el presente artículo, las Iniciativas Privadas

o “IPs” tuvieron sus antecedentes en las disposiciones del Decreto Legislativo N° 758 y

el Decreto Legislativo N° 839, fue con la Ley N° 28059 y su Reglamento, aprobado por

Decreto Supremo No 015-2004 PCM, vigentes desde el año 2003 y 2004,

respectivamente, que dichos mecanismos cobraron protagonismo, y en donde el

procedimiento de tramitación y evaluación de las IPs fueron regulados de manera más

detallada.

En efecto, con la aprobación de dichas normas, se buscó que las IPs se

convirtieran en mecanismos eficientes para solucionar el déficit existente en

infraestructura, servicios, u otras facilidades esenciales del país. De esta manera, se


conjuga, por un lado, las deficiencias existentes que no pueden ser cubiertas

directamente por el Estado, con la experiencia y la inversión financiera del sector

privado; compartiendo ambos, los riesgos y responsabilidades en la ejecución del

proyecto de inversión respectivo.

La normativa aplicable, reguló entonces a la IP como aquella modalidad

mediante la cual se permite al privado identificar un proyecto de inversión en activos,

empresas, proyectos, servicios, obras públicas de infraestructura y de servicios públicos,

y proponer su ejecución a la autoridad competente del sector Público, quien la evaluará

y determinará la viabilidad de la misma, teniendo dicha IP la calidad de una petición

graciable. Bajo esa lógica entonces las IPs se convierten en instrumentos que buscan

fomentar a los particulares a promover proyectos de inversión, tomando así una

posición menos pasiva, y mucho más participativa que en los supuestos de iniciativas

estatales.

Es importante mencionar que, una de las Iniciativas Privadas más emblemáticas

en nuestro país, es la IP en servicios de saneamiento denominada “Planta de

Tratamiento de Aguas Residuales Taboada’’. Este proyecto resulta relevante,

toda vez que fue presentada a nivel del gobierno central, y además, porque tiene

la particularidad que la concesión materia de la IP fue finalmente adjudicada a

un postor distinto al proponente del proyecto (PROINVERSIÓN, 2006).

Asimismo, cabe mencionar que el proceso de evaluación y adjudicación de la IP

Taboada fue dilatada en el tiempo, lo cual generó que se le apliquen además del

TUO de Concesiones y la Ley N° 28059 y su Reglamento, el artículo 16° del

Decreto Legislativo N° 1012, actual Ley de APPs.


Posteriormente, con la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 1012 y su

Reglamento, se consolidó el rol protagonista de las IPs, detallando aún más el

procedimiento de evaluación de las mismas, y modificando algunos plazos de

evaluación y de tramitación. No obstante las normas antes mencionadas se han

convertido en los pilares normativos básicos para las APPs y las IPs, esta

regulación, al igual que la mayoría de normas, no están exenta de críticas y

observaciones. No nos detendremos a analizar las posibles falencias de dichas

normas, toda vez que no es el objetivo del presente artículo, sin embargo, resulta

importante precisar que una de las más importantes limitaciones del Decreto

Legislativo N° 1012, fue incluir la restricción de presentar IPs respecto de

proyectos de inversión cofinanciados (Articulo 4).

En efecto, el artículo 14° del Decreto Legislativo N° 1012 establecía: “Las

iniciativas privadas se realizan sobre proyectos de inversión en activos, empresas,

proyectos, servicios, obras públicas de infraestructura y de servicios públicos, las

mismas que no podrán demandar garantías financieras y se sujetarán a lo establecido

por el acápite ii del literal a del artículo 4 del presente Decreto Legislativo”. De esta

manera, esta norma impedía la presentación de IPs que demandaran la participación de

recursos del Estado, limitando en gran medida las oportunidades de inversión en

determinados proyectos que por su naturaleza son deficitarios.

Si bien es cierto, el mencionado artículo 14 fue posteriormente modificado por la

Ley N° 29771, publicada con fecha 27 de julio de 2011, eliminándose la restricción de

presentar IPs cofinanciadas, lo cierto es que hasta ese momento y durante mucho

tiempo, no se tenía en claro bajo qué condiciones y a través de qué tipo de

procedimiento, es que se podía presentar una IP que involucre el uso de recursos

estatales.
Sin perjuicio de dicha limitación, desde la década pasada hasta la fecha se han

presentado para evaluación IPs en los más diversos ámbitos y sectores económicos de

nuestro país.

A nivel nacional, se puede encontrar una cartera importante de IPs presentadas

ante PROINVERSION, durante los años 2006 hasta el 2010 aproximadamente, en los

sectores de saneamiento, carreteras, puertos, entre otros; algunas han derivado en

concursos y fueron finalmente adjudicadas, otras con menos suerte fueron rechazadas

por no ser consideradas “de interés”, y otro grupo de ellas quedaron en suspenso.

Actualmente, podemos apreciar un número más reducido de IPs que figuran

admitidos a trámite o en evaluación en PROINVERSION, sin embargo, resulta

importante destacar que las pocas IPs en cartera están referidas a las actividades

económicas más diversas como: proyectos turísticos, institutos penitenciarios, venta de

activos estatales, urbanización y habilitación urbana, entre otros.

Distinto es el caso de los Gobiernos Regionales y Locales, si bien es cierto, en

un inicio dichas entidades se demoraron en conocer e interiorizar el nuevo régimen de

APPs, aferrándose a los tradicionales contratos de obra pública, lo cierto es que en la

actualidad, muchos gobiernos regionales y locales, han tomado como mecanismo de

gestión, impulsar la ejecución de procesos de promoción de la inversión privada, ya sea

a través de iniciativas estatales o a través de la declaratoria de interés de iniciativas

privadas.

Un caso que ejemplifica lo señalado en el párrafo anterior lo podemos encontrar

en el Proyecto Vial Línea Amarilla, hoy conocido como “Vía Parque Rímac”,

presentado ante la Municipalidad Metropolitana de Lima el 31 de marzo de 2009, a

través de una IP. Este proyecto implica la entrega en concesión para el diseño,
construcción, operación y mantenimiento de nuevas vías urbanas, así como también el

mejoramiento, operación y mantenimiento de vías urbanas existentes, en la jurisdicción

de Lima. Cabe destacar que esta IP ha sido presentada bajo la vigencia de Ley de APPs

y su Reglamento, así como también al amparo de la Ordenanza N° 867-MML, la cual

aprueba el Reglamento para la Promoción de la Inversión Privada en Lima

Metropolitana.

Resulta pertinente citar este caso, ya que a diferencia del proyecto Taboada,

habiendo transcurrido los noventa días calendario establecido en el artículo 16° de la

Ley de APPs para que terceros manifiesten su interés en la ejecución del mencionado

proyecto, no se recibieron solicitudes de interés; se generó una adjudicación directa del

proyecto a la empresa proponente. Igual suerte han tenido los proyectos de concesión

“Vías Nuevas de Lima”, y “Vía Expresa Sur”, los mismos que también han sido

adjudicados directamente a los proponentes; encontrándose actualmente, el primero en

ejecución, y el segundo próximo a la suscripción del contrato de concesión respectivo.

Finalmente, es importante mencionar que, a inicios de este año, se ha publicado

el Decreto Supremo N° 005-20013-EF, “Reglamento del segundo párrafo de la

nonagésima sexta Disposición Complementaria de la Ley N° 29951, Ley del

Presupuesto del sector público para el año fiscal 2013”, que prioriza de manera

excepcional y con carácter de urgente las iniciativas privadas cofinanciadas destinadas a

cubrir el déficit de infraestructura y servicios públicos”. Si bien en un primer momento,

se pensó que esta norma terminaría de recoger toda aquella base legal que resulta

necesaria para presentar y tramitar IPs cofinanciadas, lo cierto es que esta norma ha

generado más bien más dudas y limitaciones, toda vez que está dirigida únicamente a

aquellas IPs que sean “priorizadas” previamente por la entidad competente, regulando

además que estas IPs solo pueden ser ejecutadas bajo la modalidad de “concesión”
(apartándose de la naturaleza de las APPS que permiten el uso de cualquier modalidad

contractual), y además, que las mismas deben comprender montos de inversión

determinados.

Principios Generales Aplicables A La Inversión Privada

Con el fin de promover mercados eficientes de manera que se maximice la

utilidad para la sociedad y se garanticen estándares mínimos de participación en las

actividades económicas, la inversión privada en Perú se rige por múltiples principios. A

continuación, se comentan los más relevantes.

a. Trato igualitario

De acuerdo con la OCDE, el trato igualitario o no discriminatorio se constituye

como un punto central para generar un clima atractivo a la inversión privada.

Así, bajo este principio, se establece que todos los inversionistas que se

encuentren en circunstancias similares deben ser tratados de la misma forma por

el Estado peruano (2015).

Ejemplo de aplicación del trato igualitario.

En el momento de establecer las condiciones y requisitos en las bases de los

concursos de proyectos de inversión. Bajo este principio, queda prohibido que una

entidad pública imponga requisitos y condiciones que otorguen mayor puntaje a

empresas específicas (como las conformadas por inversionistas nacionales o las

empresas inquilinas en caso de una recontratación), en demérito de otros postores que,

aun teniendo experiencia en proyectos similares al licitado, están conformados por

inversionistas extranjeros, lo que no les permite obtener puntos en el concurso.

El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y Protección de la

Propiedad Intelectual (INDECOPI), entidad encargada de vigilar la libre


competencia en Perú, ha emitido recomendaciones vinculadas al principio de

trato igualitario y los procesos de selección de proyectos, señalando que:

“Se recomienda adoptar las siguientes medidas que favorecerán la competencia

en cualquier tipo de proceso de selección que se convoque en relación al

mercado de servicio de transporte público de pasajeros en Lima Metropolitana:

Evitar las restricciones a la participación de empresas entrantes favoreciendo a

las empresas operadoras o establecidas. En particular, se debe restringir el uso de

criterios en las licitaciones que privilegien a los operadores establecidos

asignándoles, por ejemplo, una ponderación alta en la propuesta técnica que

desincentive el ingreso de otros operadores” (INDECOPI, 2015).

El trato igualitario incluye el principio del trato nacional, el cual implica el

tratamiento igualitario de empresas, sin importar que sean nacionales o extranjeras, y

prohíbe que los gobiernos traten de forma menos favorable a las empresas extranjeras

en comparación con las nacionales en el caso de que ambas se encuentren en situaciones

similares.

Este principio está reconocido en el artículo 63 de la Constitución, la cual señala

que tanto las inversiones de procedencia nacional como las de origen extranjero se

sujetan a las mismas condiciones. El trato igualitario se consagra como una obligación

internacional del Estado peruano a través de varios acuerdos internacionales de

inversión bilateral y Tratados de Libre Comercio.

b. Libre iniciativa privada y rol subsidiario del Estado

En el marco legal peruano, la libre iniciativa privada, como principio rector del

modelo de economía social de mercado, determina que el desarrollo de la economía se

concentre en manos de los particulares, quienes decidirán libremente cómo actuarán en


el mercado y cómo desarrollarán las distintas actividades económicas. El principio de

subsidiariedad refuerza esta idea al limitar la intervención del Estado en las actividades

económicas como agente participante, salvo la concurrencia de determinados requisitos;

es decir, vía participación excepcional.

En tal sentido, el artículo 60 de la Constitución establece que, solo por ley

expresa autoritativa, el Estado puede realizar actividad empresarial subsidiariamente, de

manera directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta

conveniencia nacional. Es decir, el Estado posee la obligación de realizar actividad

empresarial únicamente ante la ausencia o la insuficiencia de inversión privada en el

rubro respectivo y cumpliendo con los parámetros que se establecen por norma

constitucional.

Asimismo, tal como ha señalado el Instituto Nacional de Defensa de la

Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual – INDECOPI, en la

Resolución N° 3134-2010/SC1-INDECOPI, la actividad empresarial del Estado

podría distorsionar la leal competencia en el mercado, cuando concurre en el

mercado conjuntamente con la actividad empresarial de los inversionistas

privados. En efecto, se dice que el Estado no incurre en los mismos costos de

acceso y permanencia en el mercado, por lo que tendría una ventaja artificial

sobre sus competidores: acceso privilegiado a fuentes de financiación pública;

esquema de precios inferior a costos debido a sus “anchas espaldas financieras”;

no incurre en costos fijos cuando utiliza infraestructura estatal; beneficio de

algunos privilegios legales en relación con los administrados.

En el campo de las Asociaciones Público-Privadas (en adelante, APP), el

principio de rol subsidiario del Estado restringe la priorización de aquellos proyectos de

inversión que inciden sobre mercados en libre competencia, donde no existen


infraestructuras públicas ni servicios públicos, en los que los privados, en base a sus

inversiones y análisis propios, acceden y se retiran según sus intereses comerciales,

cumpliendo previamente requisitos propios de un régimen de autorización o licencias

administrativas.

No debe confundirse el principio de subsidiariedad que limita al Estado como

agente participante en el mercado, con las intervenciones económicas estatales de

fomento o de regulación económica a través de ayudas económicas o subsidios en

programas sociales o actividades económicas específicas o regímenes de fomento de

cambio de matriz energética, entre otros ejemplos. En estas últimas, el Estado no se

comporta como un agente de mercado, sino que su intervención se justifica en el papel

de promotor y orientador de actividades sociales y de interés público.

Bajo este argumento, el Estado puede fomentar las APP a través de distintos

mecanismos, como pagos o subsidios y garantías, siempre y cuando los objetivos del

proyecto se alineen con el rol de fomento o de regulación de servicios. Por ejemplo, el

Estado puede pagar a un privado por la disponibilidad de una infraestructura pública,

como una línea de metro, o garantizar una demanda mínima para la provisión de un

servicio público, como una carretera.

c. Libre competencia

El régimen de economía social de mercado reconocido en la Constitución

descansa sobre una serie de condiciones para lograr su correcto funcionamiento,

siendo una de las principales garantizar la libre competencia. Si no existiera libre

competencia, no sería viable el desarrollo de los mercados, condición necesaria

para el ejercicio de otras libertades económicas como la libre iniciativa privada,

libertad de empresa, libre contratación, derecho de propiedad, libertad de

trabajo, etc. Debido a esto, el artículo 61 de la Constitución valora positivamente


la libre competencia, por lo que el Estado peruano tiene el deber de facilitar y

vigilar dicho principio rector de la economía.

Entre las principales características de la libre competencia se observan las

siguientes:

• Permitir el acceso libre al mercado, al consolidar el derecho a la libre elección

del consumidor y de los ofertantes.

• Generar el máximo bienestar social posible, mientras se protegen los derechos

individuales y ambientales.

• Aumentar la eficiencia productiva de las empresas para producir bienes de la

mejor calidad posible y al menor precio.

• Mejorar la eficiencia de asignación para que los bienes escasos en la sociedad

sean asignados a su mejor valor.

• Aumentar la eficiencia dinámica, toda vez que los ofertantes estén en

búsqueda constante de la innovación.

En esta línea, el deber del Estado es facilitar la libre competencia. Este deber se

manifiesta de diferentes formas, como la prohibición de crear monopolios

legales o de fijar tarifas en actividades en que la libre competencia, real y

potencial, sea posible, y por ende, la formación de precios se derive de la

interacción de la libre oferta y la demanda. Así, por ejemplo, con base a dicho

principio, se proscribe la fijación de precios por parte del Estado en actividades

económicas como la compra y venta de abarrotes o en los precios de

automóviles, toda vez que sea posible la libre competencia.

Sin embargo, el Estado debe intervenir en aquellos mercados en que las

condiciones de monopolio natural impidan la competencia efectiva,

perjudicando al consumidor. Estas condiciones se presentan precisamente en


actividades donde las APP se utilizan para proveer infraestructura y servicios

públicos como, por ejemplo, el suministro de energía eléctrica y de agua potable

(Ministerio de Economía y Finanzas, 2016, p. 16-17).

d. Prohibición de conductas anticompetitivas

El artículo 61 de la Constitución dispone que el Estado combata toda práctica

que limite la libre competencia y el abuso de posiciones dominantes o

monopólicas. Asimismo, establece que ninguna ley ni concertación puede

autorizar ni establecer monopolios.

De manera detallada, la prohibición de conductas anticompetitivas ha sido

regulada en el dispositivo de desarrollo constitucional, el Decreto Legislativo N°

1034, Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas, el cual establece una

serie de conductas sujetas a sanción, vinculadas al abuso de posición de dominio

(negativa injustificada a contratar, abuso de procesos legales, etc.), prácticas

colusorias horizontales (fijación de precios, reparto de mercado o reparto de

cuotas de producción) y verticales (Ministerio de Economía y Finanzas, 2016, p.

17-18).

e. Resolución de controversias

De acuerdo con la OCDE, la capacidad para hacer cumplir los contratos y para

resolver las disputas derivadas de los mismos es fundamental para el correcto

funcionamiento de los mercados. Cuando las controversias contractuales no

pueden ser resueltas de una forma eficiente, en términos de costo y tiempo, las

empresas pueden restringir sus actividades dentro de un país o elevar su tasa

mínima requerida de retorno. Ambas reacciones, al llegar a sistematizarse,

pueden encarecer la contratación de servicios, ocasionar demoras en la


preparación y negociación de proyectos o, en el peor caso, resultar en una

carencia o inexistencia de ofertantes.

En el caso peruano, el artículo 63 de la Constitución establece que las entidades

públicas pueden someter las controversias derivadas de la relación contractual

ante los tribunales correspondientes. Asimismo, dichas controversias pueden ser

sometidas a arbitraje nacional o internacional, en la forma en que lo disponga la

ley (2015).

Evolución Del Marco Institucional Para La Promoción De La Inversión

Privada

Como parte de las reformas estructurales de inicios de la década de los noventa,

se creó, en el año 1991, la Comisión de Promoción de la Inversión Privada

(COPRI), a la cual se le asignó la dirección del Fondo de Promoción de la

Inversión Privada (FOPRI). El objetivo de este fondo era financiar las

actividades propias del proceso de privatización. De igual forma, se crearon

Comités Especiales encargados de conducir el programa de privatizaciones y

evaluar empresas estatales que requerían inversión privada para su

modernización.

Luego, en el año 1996, se creó la Comisión de Promoción de Concesiones

Privadas (PROMCEPRI), la cual permitió promover la participación de la

inversión privada mediante la modalidad de las concesiones, priorizando el

desarrollo de infraestructura y que esta revirtiera al Estado. En el año 1998 se

transfirieron las funciones del PROMCEPRI a la COPRI

Posteriormente, en el año 2002, a través del Decreto Supremo N° 027-2002-

PCM, se unificaron las funciones del COPRI, FOPRI, los Comités Especiales, la

Comisión Nacional de Inversiones y Tecnologías Extranjeras (CONITE) y la


Gerencia de Promoción Económica de la Comisión de Promoción del Perú

(PROMPERU), creándose la Agencia de Promoción de la Inversión Privada

(PROINVERSIÓN), organismo adscrito al Ministerio de Economía y Finanzas

(MEF). A partir de dicha fecha, PROINVERSIÓN está a cargo de la promoción

de la participación de la inversión privada en servicios públicos e infraestructura

pública, así como en activos y empresas del Estado.

Considerando las dificultades que se advirtieron para la ejecución de las

inversiones, en 2013 se implementó en el MEF un Equipo Especializado de

Seguimiento de la Inversión (EESI) con el objetivo de acelerar la ejecución de

las inversiones, así como de identificar los problemas y trabas que afectan la

ejecución de las inversiones y proponer las soluciones correspondientes.

Asimismo, en el año 2014, con la aprobación del nuevo Reglamento de

Organización y Funciones del MEF, se creó la Dirección General de Política de

Promoción de Inversión Privada como el órgano de línea encargado de formular

y proponer la política nacional para el desarrollo y la promoción de la inversión

privada, en concordancia con la política económica del país

Finalmente, en el año 2015, mediante el Decreto Legislativo N° 1224, se creó el

Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada, estableciéndose como

ente rector del Sistema al MEF, el cual actúa a través de la Dirección General de

Política de Promoción de la Inversión Privada.

Principales Indicadores

Impacto en los niveles de inversión

Gracias a los distintos cambios normativos e institucionales que se dieron en las

últimas décadas a través de las tres modalidades presentadas, en Perú existió un

importante despegue de la inversión privada. Como se aprecia en el siguiente


gráfico, antes de la década de 1990 la inversión privada en Perú ascendía a

menos de USD 5 000 millones, la cual creció sostenidamente hasta representar

más de USD 40 000 millones en 2014.

Proyectos realizados

Como consecuencia del clima de negocio generado por del marco legal

favorable a la inversión privada, entre otros factores, desde inicios de la década

de los noventa, Perú ha logrado promover y ejecutar proyectos de inversión, bajo

diferentes modalidades de participación del sector privado, en diversos sectores

económicos. En los últimos 25 años, se han adjudicado 407 proyectos por un

valor aproximado de USD 59 000 millones, en compromisos de inversión

(Ministerio de Economía y Finanzas, 2016, p. 29-33)

CAPITULO III

Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada

El sistema de Inversión privada tiene por finalidad generalmente transferir al

sector privado la gestión de sectores económicos que estuvieron en manos del Estado la

misma que será realizada mediante la actuación de distintas entidades públicas, tanto a

nivel central como regional y local, interviniendo con distintas funciones y objetivos

durante las etapas de desarrollo para efectivizar la Asociación Publica Privada referente

a la inversión para la mejora y desarrollo del país.

Este sistema comprenderá desde el planeamiento y programación hasta la

ejecución contractual del proyecto de inversión .En este contexto, el marco institucional

y procedimental de las APP está organizado bajo el Sistema Nacional de Promoción de

la Inversión Privada, el cual busca asegurar la articulación y cumplimiento de la política

nacional de inversión privada en APP en los tres niveles de gobierno del Estado peruano
(Gobierno Nacional, Gobierno Regional y Gobierno Local) en el marco de las políticas,

planes y programas de desarrollo.

3.1. Antecedentes del Sistema

Revisando un poco de historia a inicios de la década de los noventa, el Estado

peruano emprendió un proceso de promoción de la inversión privada, con la finalidad de

transferir al sector privado la conducción de sectores económicos por lo cual se

emitieron diversos marcos normativos, las bases de este modelo de inversión privada

se encuentran en el Decreto Legislativo N° 757, en la Ley Marco para Crecimiento de la

Inversión Privada de 1991 y en la Constitución Política del Perú de 1993, ya que la

inversión privada es de suma importancia sobre todo cuando los recursos financieros

del sector estatal son insuficientes.

A partir de la dación de la Ley 28059 se implementaron la iniciativa privada

como uno de los mecanismos para la Promoción de la Inversión Privada reguladas con

el reglamento D.S N°015-2004, siendo que a partir de ella se emitieron más normas

especiales sobre las Asociaciones Publico Privadas, una modalidad de inversión privada

mediante concesiones. Ley que contemplaba en su Art.3 que la finalidad de las

concesiones crear, mejorar, operar, mantener, desarrollar una infraestructura pública,

asimismo en su art.4 se clasifica a estas asociaciones público privadas en auto

sostenibles y cofinanciadas.

Por ejemplo con la emisión del Decreto Legislativo N° 1012 -2010,

denominada Ley marco de asociaciones público - privadas para la generación de

empleo productivo, por fue expedida con el objeto de dictar normas para la agilización

de los procesos de promoción de la inversión privada. Es por ello que también se emite

el Decreto Supremo Nº 060-2013-PCM donde se aprueban disposiciones especiales para


la ejecución de procedimientos administrativos y otras medidas para impulsar proyectos

de inversión pública y privada.

Siguiendo esa línea por ejemplo en el caso de las concesiones, también resultaba

aplicable de manera complementaria el Texto Único Ordenado (TUO) de Concesiones

aprobado por Decreto Supremo N° 059-96-PCM y su Reglamento, aprobado, a su vez,

por Decreto Supremo N° 060-96-PCM.

Por lo tanto antes de la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N°

1224 ,Según la información consignada en el portal web del Ministerio de Economía y

Finanzas sobre Asociaciones Público Privadas en Perú: análisis del nuevo marco legal

menciona que “si bien un marco legal definía las reglas del juego para las APP en Perú,

la experiencia en el desarrollo de este tipo de proyectos en los últimos años evidenció

que existían oportunidades de mejora en el marco institucional peruano, así como en el

proceso de planificación y diseño de las APP aprobado por Decreto Supremo N° 059-

96-PCM y su Reglamento, aprobado, a su vez, por Decreto Supremo N° 060-96-PCM”

(p.6).

Según la publicación del MEF antes citada señala que el Decreto Legislativo N°

1224 género mejora en el sistema como:

 Incrementar la especialización en los Organismos Promotores de Inversión de

los gobiernos regionales y gobiernos locales.

 Promover la creación de una memoria institucional sobre las APP en Perú.

 Brindar opiniones consistentes acerca de la interpretación de la normativa.

 Identificar claramente a los dueños del proyecto.

 Mejorar la coordinación entre entidades públicas.


Para su aplicación normativa se tuvo en cuenta la Ley N° 29158 aprobada en el

año 2007 Ley Orgánica del Poder Ejecutivo donde se establece que las actividades de

la Administración Pública en las que intervienen distintas entidades estatales, se

organicen a través de sistemas administrativos o sistemas funcionales, por lo cual según

la definición consignada en esta ley los sistemas son los conjuntos de principios,

normas, procedimientos, técnicas e instrumentos mediante los cuales se organizan las

actividades de la Administración Pública que requieren ser realizadas por todas o varias

entidades de los poderes del Estado, los organismos constitucionales y los niveles de

gobierno.

Los sistemas están a cargo de un ente rector que se constituye en su autoridad

técnico-normativa a nivel nacional, encargadas de dictar normas y establecer

procedimientos relacionadas con su ámbito.

Asimismo existen dos tipos de sistemas

a) sistemas funcionales: Su finalidad es asegurar el cumplimiento de las políticas

públicas que requieren la participación de todas o varias entidades públicas.

Como por ejemplo el sistema electoral, el sistema Nacional de Defensa Civil, de

Seguridad entre otros

b) sistemas administrativos: Su finalidad es regular la utilización de los recursos

en las entidades de la administración pública, promoviendo la eficacia y

eficiencia en su uso.

Constituyen el medio para la realización de los procesos de gestión

relacionados con las funciones sustantivas de la Entidad, ejercidas directamente

sobre su ámbito de competencia en indispensables para el cumplimiento de su


finalidad. Es aquí donde se encuentra por ejemplo el sistema de Inversión

Publica

3.2. Creación del Sistema

El Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada fue creado por el

Decreto Legislativo N° 1224 emitida en el año 2015 ,sistema funcional cuyo objetivo

es articular y garantizar el cumplimiento de la política nacional de Asociación Publico

Privada través de los tres niveles de gobierno, políticas sectoriales, regionales o

locales a cargo de los ministerios.

Con la creación de este sistema se establece los mecanismos e instrumentos

necesarios para que las entidades promuevan sus proyectos de inversión privada a través

de la APP, sistema funcional, que a diferencia de un sistema administrativo, tiene como

objetivo primordial la formulación de políticas para su aplicación en los distintos

sectores en pro del desarrollo del país mediante la coordinación permanente entre los

integrantes del sistema, estableciendo esquemas de gobernanza compartida que

permitan cumplir con el objetivo esperado.

La creación del Sistema fue originada por la Recomendación del Consejo sobre

Principios para Gobernanza Pública de las Asociaciones Público Privadas de la

Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos en el año 2012, ya que era

necesario contar con un marco institucional claro de la Asociación Publico Privada

apoyado por autoridades competentes y adecuadamente financiadas.

El Sistema se estructura sobre la base de cuatro elementos básicos: La Ley y su

Reglamento, la política, las resoluciones ministeriales y directivas dictadas por el MEF,

autoridad técnico-normativa, y los contratos. En este sentido, en la actualidad existen la


Ley y el Reglamento (aprobados mediante Decreto Legislativo N° 1224 y Decreto

Supremo N° 410-2015-EF, respectivamente), la Política Nacional de Promoción de la

Inversión Privada en APP (aprobada por Decreto Supremo N° 077-2016-EF), mientras

que según el portal web del MEF, las demás normas que las complementan, tales como

las directivas, se encuentran en fase de desarrollo.

El ente rector del Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada es la

Dirección General de Política de Promoción de la Inversión Privada del Ministerio de

Economía y Finanzas que como tal se encarga de establecer los lineamientos de

promoción y desarrollo de la inversión privada en Asociaciones Público Privadas y en

Proyectos en Activos, asimismo se encargara de emitir opinión vinculante exclusiva y

excluyente, en el ámbito administrativo, sobre la interpretación y la aplicación del

Decreto Legislativo 1224.

El sistema de Inversión Publico Privada principalmente se creó con la finalidad

de asegurar que las entidades públicas dirijan sus esfuerzos de una forma coordinada

respecto al cumplimiento de la Política Nacional de la Inversión Privada en APP,

buscando la cooperación, el intercambio de información entre ellas y sobre todo calidad

en los proyectos

3.3. Entidades que intervienen en el Sistema de Inversión

Según el Decreto Legislativo N° 1224, en el Sistema integran las siguientes

entidades:
3.3.1. Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)

Ministerio que actúa como ente rector y máxima autoridad técnico-normativa

del Sistema de Inversión, cuya rectoría de este ministerio es ejercido orgánicamente por

la Dirección General de Política de Promoción de la Inversión Privada (DGPPIP)

Entre sus funciones principales del MEF tiene: formular y proponer una política

nacional para el desarrollo y promoción de las APP en los diversos sectores de la

actividad económica nacional dictando directivas, metodologías y lineamientos técnico

normativos en las materias de su competencia asimismo se encargara de administrar el

Registro Nacional de Contratos de APP, entre otras funciones que le son asignadas por

norma expresa. En resumen tiene como función asegurar y articular el cumplimiento de

la Política Nacional de Promoción de la Inversión Privada en APP.

3.3.2. Ministerios, gobiernos regionales y gobiernos locales.

Son los titulares de los proyectos de APP y, como tales, participan en todas las

fases de desarrollo del proyecto. Asimismo, en ellos se encuentran los Comités de

Inversiones que actúan principalmente como órganos de coordinación y como OPIP.

En este sentido, se reconocen las siguientes funciones según la fase en la que son

ejercidas:

a) Fase de planeamiento y programación

Los gobiernos locales y regionales están facultados para Planificación de la

cartera de proyectos de inversión que serán promovidos mediante APP, también

se encargaran de aprobar el Informe Multianual de Inversiones en APP.

b) Fase de formulación
En esta fase los ministerios, gobiernos locales y regionales formulan los proyectos

que serán ejecutados bajo la modalidad de APP y elaboran el Informe de

Evaluación.

c) Fase de estructuración

Los ministerios, gobiernos locales y regionales se encargaran de coordinar con el

OPIP el desarrollo de los procesos de promoción de la inversión privada.

Asimismo asistirán a la convocatoria que realiza el OPIP para dar comentarios,

sugerencias y apreciaciones generales sobre el diseño del contrato de APP y su

correcta ejecución, brindando atención a todas las solicitudes de información,

recomendaciones y comentarios que solicite el OPIP.

d) Fase de transacción

Los ministerios gobiernos locales y regionales Coordinaran con el OPIP el

desarrollo de los procesos de promoción de la inversión privada, Emitirán

opinión previa a la versión final del contrato de APP, consecuentemente

suscribirán los contratos de APP.

e) Fase de ejecución contractual

En esta fase se encargaran de gestionar y administrar los contratos de APP y

cumplir todas las obligaciones contractuales como las actividades que debe

realizar la entidad para asegurar el cumplimiento de lo establecido en el contrato

en beneficio de los intereses del Estado previniendo problemas que puedan

retrasar el desarrollo del proyecto para lo cual contrataran al personal o asesores

que coadyuven a su administración. Están facultados a modificar los contratos

de APP de común acuerdo con la parte privada, la misma que es necesario la

evaluación conjunta y obtención de opiniones previas a las modificatorias,

incluso facultados para la imposición de penalidades derivadas del


incumplimiento al contrato de APP, salvo que dicha función haya sido asignada

al organismo regulador respectivo. El seguimiento de la ejecución física y

financiera del proyecto de APP estará a su cargo pueden declarar la suspensión

o caducidad del contrato de APP cuando concurran las causales previstas en el

respectivo contrato, entre otras funciones que el marco legal vigente le asigne.

3.3.4. Agencia de Promoción de la Inversión Privada (PROINVERSIÓN).

Se desempeña como el OPIP del Gobierno Nacional; es decir, se encarga de

conducir procesos de promoción de proyectos de relevancia nacional. Asimismo, puede

desempeñarse como OPIP de los gobiernos regionales y locales,

3.3.5. Organismos públicos del Gobierno Nacional.

Está integrado por un grupo diverso de entidades públicas responsables de cada

fase de la realización del proyecto, para la operación correcta del Sistema, al respecto

tienen a su cargo el mayor número de actividades en cada una de esas fases, el mismo

que dependerá del tipo de proyecto, entre las cuales se destacan los organismos

reguladores: OSITRAN, OSIPTEL, OSINERGMIN, SUNASS, entre Otros, o entidades

como la Autoridad Portuaria Nacional

La función de supervisión de los proyectos APP se sujeta a lo dispuesto en la

Ley Nº 27332, es decir, a la norma que establece las competencias y atribuciones de los

organismos reguladores, en consideración a su independencia y conocimiento

especializado, Por lo cual el OPIP debe contar con la opinión del regulador, sobre los

temas de su competencia legal antes de la adjudicación del proyecto y suscripción del

contrato.

EL CONTRATO DE APP
Al desarrollarse una activad que beneficia a la población lo cual implicara que

dicha actividad sea efectuada por una empresa particular para lo que deberá realizarse o

suscribirse este tipo de contratos entre estados y particulares detallando a continuación

la forma en que llevara a cabo dicho acto jurídico.

El contrato de APP es el documento que regula la ejecución del proyecto de APP

entre el Estado y el inversionista, al establecer los derechos y obligaciones de las partes,

el régimen de los bienes del proyecto, su estructura económico-financiera, la asignación

de riesgos entre las partes, las garantías para el proyecto, los incumplimientos por

desempeño, las reglas de suspensión y la terminación del contrato, entre otros aspectos.

Es común que el contrato de APP, además del texto principal, esté conformado por

anexos en los que se detallan, principalmente, los aspectos técnicos del proyecto (por

ejemplo, la ubicación de las subestaciones eléctricas en proyectos de transmisión, las

condiciones del gas natural transportado en proyectos de hidrocarburos, los índices de

calidad de la infraestructura de transporte), la tabla de penalidades y los lineamientos

para la constitución de fideicomisos, entre otros temas.( MEF/ Asociaciones Público

Privadas /modulo V).

Los contratos APP tienen una complejidad mayor, dado que asignan funciones y

responsabilidades muy diversas y a muy largo plazo; deben prever, en mayor o menor

medida, un gran número de supuestos potenciales; y además deben mantener un difícil

equilibrio entre la viabilidad económico-financiera y la efectiva transferencia de riesgos

al socio privado.

Estos contratos sitúan a la administración pública en una posición de supervisor

que difiere significativamente de la posición de gestor activo que suele tener en los

contratos tradicionales de obra o servicio. La transferencia de riesgos inherente a los


contratos APP obliga a delegar la toma de decisiones en el socio privado, pero la

administración debe asumir su papel basado principalmente en:

 Controlar que se cumple lo fijado en el contrato y la normativa de

aplicación

 Garantizar que ello resulta en una adecuada gestión de la infraestructura

o equipamiento y en una correcta prestación del servicio público o de interés general

asociado, y en caso de que no se realice una adecuada gestión, modificar o resolver el

contrato salvaguardando el interés púbico.

Pero no siempre las administraciones públicas están acostumbradas a adoptar

este papel y cuando lo asumen, en muchas ocasiones les resulta complicado.

(LOPEZ.M.2019)

No debe confundirse el contrato de APP con el que celebra el inversionista y sus

contratistas o proveedores para cumplir con sus obligaciones contractuales como, por

ejemplo, los contratos de construcción, con el contratista; de operación y

mantenimiento, con el operador; de financiamiento, con entidades financieras; de

suministro, con proveedores, etc. Si bien estos contratos coadyuvan al logro de las

obligaciones asumidas por el inversionista, en ninguno el Estado participa o asume

obligaciones, por lo que no forman parte del contrato de APP. . (MEF/ Asociaciones

Público Privadas /MODULO V).

Por lo expuesto en el párrafo anterior cabe destacar que este tipo de contrato solo

puede efectuarse entre el estado y una empresa privada diferenciándolo de los contratos
por así mencionarlos típicos, porque al respecto de ello se celebran entre dos

particulares desvirtuando así su condición de público y privado, porque ya solo sería

entre privados

Estructura contractual típica vinculada a una APP

El diseño del contrato de APP inicia en la fase de estructuración, a partir del

Informe de Evaluación y los estudios técnicos, legales, económicos y financieros que

desarrolla el Organismo Promotor de la Inversión Privada (OPIP), incluyendo los

estudios de sondeo de mercado y la interacción con las entidades públicas que, en la

fase de transacción, emitirán sus opiniones. Luego, una vez que se convoca el proceso

de selección, en la fase de transacción se reciben comentarios de los postores, se elabora

la versión final del contrato de APP y se recogen las opiniones previas de las entidades

públicas competentes. Cabe resaltar que el diseño del contrato de APP, la evaluación de

comentarios de los postores y entidades públicas y la aprobación de la versión final del

contrato están a cargo del OPIP.

Un contrato implica el acuerdo de voluntades entre dos o más partes, las cuales

se comprometen a realizar prestaciones en busca de un objetivo común. No obstante,

cuando una de las partes contractuales es el Estado, el contrato adquiere determinadas

características que delimitan su alcance, su celebración, la forma de seleccionar a la otra


parte contractual, entre otros aspectos, tal como ocurre en los contratos de APP. En este

sentido, el contrato de APP se caracteriza por lo siguiente:

 Es un acuerdo entre el Estado, a través de algunas de sus entidades ha-

bilitadas (ministerios, gobiernos regionales y gobiernos locales), y el inversionista.

 Es un contrato bilateral y de prestaciones recíprocas, ya que establece

obligaciones recíprocas tanto para el Estado (por ejemplo, expropiación de terrenos)

como para el inversionista (por ejemplo, construcción y operación de infraestructura

pública), en busca de un objetivo común de interés público.

 Es de larga duración, debido a que el plazo del contrato se determina en

función del tiempo que el inversionista requiere para recuperar las inversiones

realizadas en la construcción, operación y mantenimiento del proyecto.

 Tiene un objeto delimitado, pues la normativa vigente dispone que las

APP se utilizan solo para la provisión de infraestructura pública y prestación de

servicios públicos, servicios vinculados a estos que requiera prestar, y para proyectos de

investigación aplicada e innovación tecnológica.

 Se rige por el derecho público (por ejemplo, toda la normativa de APP

que regula las fases del proyecto) y por reglas de derecho privado (por ejemplo, el

artículo 1357 del Código Civil Peruano en lo correspondiente al otorgamiento de

garantías por parte del Estado). .( MEF/ ASOCIACIONES PÚBLICO PRIVADAS

/MODULO V).

¿Cómo se estructura este documento?

De acuerdo con el Decreto Legislativo del Marco de Promoción de la Inversión

Privada mediante APP del Ministerio de Finanzas, los contratos deben seguir una serie
de requerimientos. Se basan en pautas, aclaraciones y marcos legales para que todo se

desarrolle de acuerdo a lo establecido entre la entidad privada y el Estado.

El artículo 12 del Decreto Legislativo 1224 señala que el contrato "constituye el

título suficiente para que el inversionista haga valer los derechos frente a terceros. En

especial, el de cobrar tarifas, precios, peajes u otro tipo de recuperación de inversiones".

Aunque algunos términos del documento varían según el tipo de clasificación de la APP

(cofinanciada o autofinanciada), la estructura es similar. Así, estos se guían de los

siguientes parámetros:

1. La vigencia de un contrato no debe superar los 60 años. Se cuenta desde la

fecha de suscripción del mismo. En caso se requiera una renovación o ampliación, se

debe solicitar dentro del plazo. En caso se formalice, esto será realizado por medio de

una adenda.

2. El Decreto Supremo 410-2015-EF indica que el diseño del documento

debe contener seis puntos primordiales. Se trata del restablecimiento del equilibro

económico financiero, lo que incluye disposiciones en caso se vea afectado. Luego está

la cesión de posición contractual, en la cual cada contrato establece los requerimientos,

condiciones y el proceso exacto de cesión en caso suceda.

En tercer lugar están los aspectos técnicos del proyecto. Estos pueden variar en

caso se logren optimizar los procesos, ahorros, metodologías, etc., en cuanto a la

realización de la obra o servicio. Por último, está el ya mencionado plazo de vigencia

(60 años como máximo), la suspensión de obligaciones (en caso de guerra, destrucción

parcial y otros motivos) y la terminación oficial.

3. Solo hay tres motivos por los cuales se suspende un contrato. El primero es

en caso de guerra externa, civil o de fuerza mayor que imposibiliten la ejecución de la


obra o servicio. En segundo lugar está la destrucción parcial de la obra, que impide que

se pueda continuar con su uso. Por último, debido a cualquier otra causal que se

establezca previamente en el documento.

4. En el contrato se pueden colocar derechos en pro de los acreedores que

permita el inversionista. Estos no forman parte de la relación entre el Gobierno y la

empresa privada.

5. Los bienes de las partes integrantes del proyecto no pueden transferirse

en forma separada a la Asociación Público Privada. Tampoco pueden ser prendados,

hipotecados u operados bajo gravámenes.

6. El contrato debe incluir el medio arbitral como herramienta para

solucionar controversias. También puede sumar la intervención de un tercero neutral,

al cual se le llamará Amigable Componedor, con el objetivo de solucionar controversias

dentro de la etapa de trato directo.

7. Es posible estructurar el documento incluyendo cláusulas sobre

indemnizaciones. Esto funciona como una medida de garantía en caso el Estado

suspenda o cancele totalmente el contrato. Dicha cancelación se dará ya sea por motivos

unilaterales o por el incumplimiento de algún factor.

El organismo que regulará todas estas pautas será el Ministerio correspondiente,

en conjunto con el gobierno local y el gobierno regional. Los términos exactos para las

cláusulas dependerán del tipo de obra, servicio, financiamiento y lugar en donde se

realice la asociación. Sin embargo, es importante respetar todo lo que ya está

establecido para evitar problemas que obstaculicen el futuro de las obras, la

infraestructura y el seguimiento de los proyectos.

(Conexionesan 2018)
ELEMENTOS PARA EL DISEÑO DEL CONTRATO DE APP EN PERÚ

El contrato de APP suele ser detallado y representa el punto de referencia para la

implementación adecuada del proyecto durante la vigencia del contrato. En el siguiente

recuadro se muestran ejemplos de las clausulas típicas de un contrato de APP.

Esquema de las principales cláusulas contractuales de un contrato de APP típico

 Antecedentes y definiciones.

 Naturaleza, objeto, modalidad y caracteres del contrato de APP.

 Plazo del contrato de APP.

 Condiciones para el cierre financiero.

 Régimen de bienes.

 Derechos y obligaciones de las partes.

 Caso fortuito o fuerza mayor.

 Régimen económico.

 Garantías.

 Régimen de seguros y responsabilidad del concesionario.

 Relaciones con socios, terceros y personal.

 Penalidades y sanciones.

 Solución de controversias.

 Caducidad de la concesión.

 Suspensión de las obligaciones.


 Lineamiento para la constitución de fideicomisos.

 Aspectos técnicos.

 Propuesta económica.

En el caso de Perú, el Título VII del Reglamento (“Diseño del Contrato”) con-

tiene reglas específicas para el diseño y redacción de las principales cláusulas de los

contratos de APP, que responden a la necesidad de uniformizar el tratamiento de temas

contractuales centrales en todos los proyectos de APP, independientemente de los costos

de inversión, clasificación, objeto o alcance (sea de competencia nacional, regional o

local), reduciendo de esta manera los espacios para controversias por interpretación y

coadyuvando a que el contrato sea más completo. (MEF/ asociaciones público

privadas /MODULO V).

A continuación, se presentan los conceptos más importantes del marco legal

peruano en cuanto al diseño de los contratos de APP y los elementos que este debe

contener.

ELEMENTOS GENERALES DE LOS CONTRATOS DE APP

Bienes del proyecto

Los proyectos de APP tienen como objeto principal la provisión de infraes-

tructura pública y prestación de servicios públicos por parte del inversionista, o el

desarrollo de servicios complementarios que requiera brindar el Estado, proyectos de

investigación aplicada e innovación tecnológica, los cuales deben cumplir estándares de

calidad y cobertura. Esta infraestructura o servicio público está conformado, a su vez,

por bienes que permiten la operación adecuada del proyecto y que provee el

inversionista (por ejemplo, construcción de infraestructura educativa o infraestructura

de transporte de ámbito urbano) o el Estado, específicamente para el proyecto (por


ejemplo, la entrega de una planta de tratamiento de residuos sólidos de ámbito

municipal para el desarrollo de una APP cuyo objeto es la rehabilitación y operación del

Sistema de Plantas de Tratamiento de Agua Residuales a nivel provincial)2. Los bienes

del proyecto pueden ser físicos (carreteras, ductos, colegios, líneas de transmisión, etc.)

o intangibles (software que permite la operación y monitoreo de la infraestructura,

espectro electromagnético, etc.); en ambos casos lo importante para ser considerados

como tal es que resulten esenciales para la operación adecuada de la APP. (MEF/

Asociaciones Público Privadas /MODULO V).

En este contexto, dichos bienes, al estar vinculados al proyecto de APP, tienen

un régimen especial por lo que su disposición o transferencia durante el plazo del

contrato se encuentra restringida al ser esenciales para la operación adecuada del

proyecto. Su ausencia podría impactar negativamente en los niveles de servicio. Por eso,

la normativa actual ha dispuesto dos reglas para la disposición de bienes:

Durante el plazo del contrato, los bienes que se devengan en partes integrantes o

accesorias del proyecto de APP no pueden ser transferidos separadamente de este,

hipotecados, prendados o sometidos a gravámenes de ningún tipo, salvo aprobación

previa del ministerio, gobierno regional o gobierno local titular del proyecto.

Al término del plazo del contrato, todos los bienes del proyecto pasan a dominio

del Estado, es decir, son transferidos por el inversionista a la entidad titular del

proyecto. Por ejemplo, al finalizar el contrato de APP para la construcción, operación y

mantenimiento de una carretera regional, dicha infraestructura debe ser transferida física

y jurídicamente al gobierno regional titular del proyecto, que deberá evaluar si opera
directamente la infraestructura o desarrolla un nuevo proceso de selección para

adjudicar el proyecto a una empresa privada.

Por otro lado, es fundamental que el contrato de APP identifique o prevea la

relación de bienes del proyecto en una de sus cláusulas o anexos, así como las pautas

para su clasificación y orden a través de un inventario, de manera que las partes tengan

certeza sobre los bienes que están afectos al régimen especial descrito anteriormente y

que serán transferidos al Estado al final del contrato, así como sobre su estado en caso

de que sean entregados por el Estado en proyectos brownfield. . (MEF/ Asociaciones

público privadas /modulo v).

Constitución de fideicomisos

La recuperación de inversiones para la ejecución del proyecto de APP puede

provenir de los pagos que efectúan los usuarios de la infraestructura pública y servicio

público mediante las tarifas o cargos o de aquellos a los que se ha comprometido el

Estado por medio de recursos públicos. En ambos casos, es común que la

administración y manejo de estos recursos se encuentre bajo responsabilidad de un

tercero, ajeno a las partes del contrato, bajo la figura de fideicomiso.

En Perú, el uso y constitución de un fideicomiso debe cumplir determinadas

reglas, las cuales están recogidas principalmente en la Ley N° 26702, Ley General del

Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de

Banca y Seguros, y en el Reglamento del Fideicomiso y de las Empresas de Servicios

Fiduciarios, aprobado por Resolución SBS Nº 1010-99. En ambas normas se establecen

los requisitos que deben cumplir las empresas que se desempeñen como entidades
fiduciarias y la formalidad de la constitución del contrato, entre otros aspectos. (MEF/

asociaciones público privadas /MODULO V).

El uso de este mecanismo ha sido ampliamente difundido ya que actúa como

patrimonio autónomo y aísla el riesgo del inversionista, dando mayor seguridad y

garantía a los acreedores.

En este contexto, la normativa de APP dispone que, en el contrato de APP, se

constituyan fideicomisos para la administración de los pagos e ingresos derivados de los

contratos de APP. Para hacerlo, se debe cumplir con el siguiente procedimiento y

requisitos dependiendo de la clasificación del contrato de APP y del nivel de gobierno al

que pertenezca:

Fideicomiso de un contrato de APP autofinanciado.

Si la APP pertenece al Gobierno Nacional, el fideicomiso es aprobado por

Resolución Ministerial del sector. En caso de que la APP sea de competencia de los go-

biernos regionales y gobiernos locales, la constitución de fideicomisos es aprobada de

manera previa mediante Acuerdo de Consejo Regional o Acuerdo de Concejo

Municipal, según corresponda.

Fideicomiso de un contrato de APP cofinanciado.

Al igual que en una APP autofinanciada, el fideicomiso es aprobado por

Resolución Ministerial, Acuerdo de Consejo Regional o Acuerdo de Concejo

Municipal, según el nivel de gobierno al que corresponda el proyecto de APP. Sin

embargo, en todos los casos se requiere la opinión previa favorable del Ministerio de
Economía y Finanzas (MEF), que debe emitir su opinión en un plazo máximo de 15

días hábiles después de recibir la solicitud con la información completa; caso contrario,

su opinión se considerará como favorable. Se debe tomar en cuenta, además, que dicho

ministerio puede solicitar, a la entidad pública, información adicional o de sustento

sobre el fideicomiso durante los cinco días hábiles siguientes a la solicitud de la

opinión.

Por último, se debe tener presente que todo contrato de APP debe contener los

lineamientos para la constitución del contrato de fideicomiso entre las partes, en caso de

que se prevea el uso de esta herramienta jurídica. Asimismo, debido a que el

fideicomiso tiene como fin la administración de los ingresos del proyecto y la

operatividad de las cuentas de pago, en ningún caso las partes pueden establecer nuevas

obligaciones o derechos que contravengan lo dispuesto en el contrato de APP a través

de este, por ejemplo, compromisos de inversión adicionales, cambio en las

características de los derechos u obligaciones de pago del inversionista o del Estado,

entre otros. . (MEF/ Asociaciones Público Privadas /MODULO V).

Restablecimiento del equilibrio económico-financiero

En un contrato de APP el inversionista se compromete a realizar inversiones para

construir, operar y mantener la infraestructura pública (costos o cargas del proyecto). A

cambio de esto tiene derecho a percibir ingresos por la gestión o prestación del servicio

público. Por su parte, el Estado puede comprometerse a la entrega o expropiación de

terrenos para el proyecto, pagos por cofinanciamiento o pagos por ingresos mínimos

garantizados, entre otras prestaciones. Sumado a esto, ambas partes asumen

determinados riesgos del proyecto de APP como resultado de su asignación contractual.


El equilibrio económico-financiero de un contrato de APP es la proporcionalidad

que existe entre las obligaciones (costos) y derechos (beneficios) de cada una de las

partes, en el momento de suscribir el contrato de APP. Tomando en cuenta que el

equilibrio económico del contrato de APP debe mantenerse para garantizar la

sostenibilidad económica (cubrir los costos y alcanzar márgenes de utilidad) y la

sostenibilidad financiera del proyecto (tener flujos suficientes para la operación normal

del servicio), la normativa o los contratos suelen prever soluciones que permiten superar

la ruptura del equilibrio económico como consecuencia de la dación de normas que

afectan el desempeño de la concesión. (MEF/ asociaciones público privadas /MODULO

V).

En Perú, el artículo 58 del Reglamento dispone que el restablecimiento del

equilibrio económico-financiero solo será invocado cuando este se vea signi-

ficativamente afectado, cuando la causa del desequilibrio sea elementos bajo control

directo del gobierno (cambios a leyes), y en la medida en que dichos cambios tengan

impacto directo en aspectos económico-financieros vinculados a la variación de

ingresos o costos asumidos por el inversionista; entendiéndose como afectación

significativa cuando se hubiesen alcanzado los porcentajes que establece el contrato de

APP. Sumado a esto, a fin de tener certeza sobre el periodo que comprenderá como

máximo este restablecimiento, se dispone que el equilibrio se restituya antes de la

afectación significativa.

Así, por ejemplo, la ocurrencia de un desastre natural que genere mayores

inversiones para el mantenimiento de la infraestructura pública por parte del privado, si

bien puede romper la relación proporcional costo-beneficio que tenía el inversionista en

el momento de la suscripción del contrato, se soluciona conforme la asignación de

riesgos establecida en el contrato y, por ende, la ocurrencia de un desastre natural (o


eventos similares) no es causal para invocar la cláusula restablecimiento del equilibrio

económico-financiero. Solo en caso de que los mayores costos o menores ingresos sean

producto de cambios normativos, el inversionista podrá invocar la cláusula de

restablecimiento. (MEF/ Asociaciones Público Privadas /MODULO V).

Optimizaciones sobre aspectos técnicos del proyecto

Debido a que los contratos de APP son de larga duración y según la naturaleza

del proyecto, en determinados momentos de la ejecución contractual puede requerirse

mejoras en la regulación de algún aspecto técnico. En estos casos, el Título VII del

Reglamento establece una nueva regla para el diseño de los contratos de APP,

correspondiente a las optimizaciones, que considera que los inversionistas podrían

proponer al Estado diversas mejoras para la construcción de la infraestructura y

provisión de los servicios públicos durante la fase de ejecución contractual.

En este escenario, el Reglamento dispone que los contratos de APP deben

permitir optimizaciones que permitan eficiencias y mejoras en ingeniería y costos como,

por ejemplo, ahorro de costos al Estado y mejoras en el método constructivo, entre

otros, siempre y cuando no implique la disminución de los niveles de servicio, la calidad

de la obra, la seguridad, vida útil, condiciones de operatividad, etc. Es importante

mencionar que las optimizaciones se enmarcan dentro de las especificaciones mínimas o

parámetros de condición establecidos por el Estado en los términos de referencia y

bases. . (MEF/ Asociaciones Público Privadas /MODULO V).

No obstante, se precisa también que en caso de que los cambios en el alcance y

diseño sean solicitados por el Estado y generen sobrecostos, estos siempre deberán

requerir la opinión previa de capacidad presupuestal de la entidad pública. Asimismo,


de manera general, se establece que la aprobación de las optimizaciones está sujeta al

procedimiento previsto en cada contrato de APP.

Tratándose de optimizaciones, la normativa de APP no exige que el proce-

dimiento se formalice mediante una modificación contractual, sino más bien según el

procedimiento que establezca el respectivo contrato. (MEF/ Asociaciones Público

Privadas /MODULO V).

RÉGIMEN DE PLAZOS

1 PLAZOS CONTRACTUALES Y PLAZO DE LA CONCESIÓN

A. Alcance

El plazo de la Concesión se sujeta a los límites establecidos en el marco

normativo del SNPIP, salvo que las normas sectoriales específicas aplicables a cada

proyecto dispongan un plazo menor.

Según el marco normativo del SNPIP, el plazo no podrá ser superior a sesenta

(60) años, incluidas las ampliaciones contractuales. Este plazo se computa a partir de la

suscripción del Contrato.

Asimismo, el Contrato debe regular los plazos aplicables para el cumplimiento

de las obligaciones a cargo de las partes.

B. Pautas para el diseño de la cláusula

El plazo de la Concesión se establece considerando la naturaleza y los alcances

del proyecto, así como los parámetros económicos y financieros empleados durante la

fase de Estructuración.
La metodología del valor presente de los flujos de caja generados por el proyecto

permite proyectar el periodo de recuperación de los costos incurridos por el

concesionario, tanto para el componente de inversión como para los de operación y

mantenimiento, el financiamiento, su margen de ganancia, entre otros .

Asimismo, el OPIP podrá considerar otros criterios para la determinación del

plazo del Contrato, como:

La vida útil de los activos del proyecto.

La necesidad de mantenimiento mayor, rehabilitaciones o reposición de activos.

Los plazos de financiamiento disponibles en el mercado.

Asimismo, el Contrato debe establecer los plazos máximos para el cumplimiento

de obligaciones a cargo de las partes, reconociendo e incorporando las particularidades

técnicas, económicas y financieras del proyecto.

En este sentido, se debe tener especial cuidado al regular los plazos para el

cumplimiento de los principales hitos del proyecto, entre los cuales figuran el cierre

financiero, el inicio de construcción, la presentación de estudios definitivos, la

conclusión de la obra, entre otros.

2 PLAZOS REGULADOS EN EL CONTRATO

A. Plazo para acreditar el cierre financiero

El plazo para que el concesionario obtenga y presente los documentos que

acrediten que cuenta con el financiamiento debe ser consistente con las características

del proyecto, el monto de inversión requerido y el mecanismo de recuperación de la

inversión establecido en el Contrato.


Así, por ejemplo, el plazo aplicable a los proyectos financiados bajo un esquema

de Project finance con hitos funcionales o con pagos por disponibilidad será mayor que

el requerido para proyectos cuyo mecanismo de pago considere fechas fijas y

reconocimientos de avances de obra parciales del proyecto.

Dependiendo del esquema de financiamiento del proyecto, el Contrato puede

establecer que este plazo solo será exigible, en caso de que el concedente cuente con la

disponibilidad de los terrenos, cuyo cronograma debe constar en el Contrato.

Asimismo, el Contrato puede facultar al concedente para otorgar una prórroga al

concesionario para cumplir con el cierre financiero, siempre que esté debidamente

sustentada en causales objetivas establecidas en el

Contrato. En estos casos, es recomendable requerir el incremento del monto de

la carta fianza durante el periodo adicional para dotar de una adecuada cobertura al

concedente, consistente con el nivel de riesgo derivado de la ampliación de plazo.

B. Plazos aplicables al periodo previo a la Ejecución de Obras o

preconstructivo

En el periodo preconstructutivo deben cumplirse las condiciones a las que hacen

referencia el numeral 2.2 de los presentes Lineamientos.

El Contrato debe establecer los plazos máximos para el cumplimiento de estas

condiciones.

C. Plazos aplicables al periodo de Ejecución de Obras

El Contrato debe fijar un plazo a partir del cual el concesionario podrá ser

penalizado, si no cumple con sus obligaciones por causas que le sean imputables.
Si bien la aplicación de penalidades procede una vez concluido el plazo total de

construcción, el contrato puede establecer etapas, fases, tramos o similares; a efectos de

garantizar un adecuado control de los avances del proyecto, más aún cuando surjan

retrasos en la obra, que permitan prever razonablemente que existen problemas

sustanciales que hagan inviable el proyecto.

Es preciso mencionar que estos hitos pueden variar según cada proyecto,

debiendo ser definidos en el Contrato o durante el Proceso de Promoción con la

propuesta técnica del concesionario, la cual forma parte integrante del Contrato.

D. Incumplimiento de plazos contractuales

El Contrato debe regular claramente las consecuencias aplicables para cada tipo

de incumplimiento de los plazos, pudiendo optar entre la intimación en mora y el

requerimiento de subsanación, la mora automática y la aplicación de penalidades, la

deducción de pagos, la ejecución de garantías, la caducidad del Contrato, u otras que

resulten compatibles con la naturaleza o alcances del proyecto y la gravedad del

incumplimiento.

En este sentido, es indispensable generar un adecuado esquema de incentivos,

que motive el cumplimiento del Contrato.

E. Cumplimiento anticipado de obligaciones relacionadas con la ejecución

de obras

El Contrato puede establecer como incentivo plazos a favor del concesionario,

sin que ello implique dejar de cumplir los requisitos o solicitar las opiniones previas de

las entidades y unidades orgánicas competentes.


Así, por ejemplo, si el concesionario cumpliera de manera anticipada con la

ejecución de las obras o el equipamiento, este podrá iniciar el periodo de puesta en

marcha o a la explotación del proyecto. En estos casos, el Contrato debe precisar si el

concesionario tiene derecho o no al cobro de tarifas o cofinanciamiento, si le son

exigibles los Niveles de Servicio o no, o si procede la aplicación de penalidades, ante

incumplimientos, entre otros.

En caso de que el cumplimiento anticipado implique pagos del Estado, el

Contrato deberá establecer un procedimiento que permita verificar que el concedente

contará con la Capacidad Presupuestal requerida para realizar el pago anticipado,

reajustar el cronograma de pagos o pagar en el plazo previsto inicialmente en el

respectivo cronograma, sin que sean exigibles los Niveles de Servicio o el cobro de

penalidades.

F. Adelanto de inversiones

El Contrato puede permitir el adelanto de inversiones de manera independiente

al cronograma de ejecución de obra y los distintos gatillos de demanda, que se hayan

determinado según la naturaleza del proyecto.

Para ello, se debe regular el procedimiento de aceptación de solicitud de

adelanto de inversión, así como las responsabilidades del concesionario y del

concedente en caso de caducidad.

En este sentido, cuando el adelanto de inversiones sea solicitado por el

concesionario y la condición que sustenta su ejecución no ha sido alcanzada, es

recomendable que el Estado no reconozca el costo de uno o más componentes del

adelanto de inversiones, en casos de terminación anticipada, sino hasta que se produzca


la condición pactada en el Contrato. (MEF, LINEAMIENTOS PARA EL DISEÑO DE

CONTRATOS DE ASOCIACIÓN PÚBLICO PRIVADA, 2019)

3 AMPLIACIONES, SUSPENSIONES Y RENOVACIONES DE PLAZOS

A. Diferencia entre ampliaciones de plazos contractuales y de plazo de la

Concesión

Es importante distinguir entre: i) la ampliación o suspensión de plazo para el

cumplimiento de obligaciones contractuales, ii) la renovación del plazo de vigencia del

contrato, iii) la ampliación del plazo de la concesión.

- Ampliación o suspensión del plazo para el cumplimiento de obligaciones

contractuales

Excepcionalmente, el plazo para el cumplimiento de las obligaciones

contractuales puede ser objeto de ampliación o suspensión para brindar flexibilidad a la

ejecución del proyecto. Estos supuestos deben estar claramente establecidos en el

Contrato y deben responder a riesgos identificados durante las fases de Formulación o

Estructuración, o a hechos sobrevinientes.

Así, por ejemplo, el plazo para el inicio de obras puede ampliarse en caso de

retrasos en la entrega de terrenos; o el plazo para la obtención del cierre financiero

puede prorrogarse ante la no aprobación de los expedientes técnicos por causas no

imputables al concesionario.

La ampliación o la suspensión del plazo para el cumplimiento de obligaciones

reguladas en el Contrato debe ser consistente con la naturaleza y alcances del proyecto y

el mecanismo de financiamiento.

Asimismo, el Contrato debe establecer las condiciones de esta suspensión, considerando


que la suspensión prolongada del plazo puede ser considerada causal de terminación

anticipada.

- Renovación del plazo de la Concesión

Antes del vencimiento del plazo de la Concesión, el concedente debe evaluar la

situación actual y los riesgos del proyecto, así como cualquier cambio en las

condiciones legales, materiales, tecnológicas y económicas, en las que se efectúa la

prestación de los servicios, para determinar si es pertinente la renovación de la

concesión por un nuevo periodo, o la convocatoria a un nuevo concurso.

Adicionalmente, para este análisis se deberán aplicar los principios de Valor por

dinero y Competencia, así como otras condiciones previstas en la normativa del SNPIP,

en el Contrato respectivo y en las normas sectoriales que resulten aplicables.

- Ampliación del plazo de la Concesión

Este supuesto se presenta ante la imposibilidad de cumplir con la totalidad o la

gran mayoría de obligaciones contractuales, por causas no imputables al concesionario.

En estos casos, el Contrato debe regular los supuestos, condiciones y

procedimientos aplicables para la ampliación o suspensión del plazo de la Concesión.

B. Requisitos y procedimientos

Las ampliaciones o las renovaciones del plazo de la Concesión deben

formalizarse mediante una modificación contractual, a diferencia de las suspensiones o

las ampliaciones de plazos para el cumplimiento de obligaciones contractuales, que son

decisiones de administración contractual a cargo del concedente, las cuales no puede

exceder el plazo de la Concesión.


El Contrato debe establecer el procedimiento y los requisitos necesarios para

aprobar una solicitud de ampliación, suspensión o renovación de plazo de la Concesión.

En este sentido, debe identificarse el alcance de la información requerida por el

concedente, las opiniones previas y los plazos para emitir los pronunciamientos

respectivos, considerando que la finalidad es la verificación de los hechos alegados por

la parte solicitante y la continuidad en la provisión de infraestructura y prestación de

servicios.

Asimismo, el Contrato debe fijar las consecuencias de la ampliación o la

suspensión del plazo de la Concesión o de los plazos para el cumplimiento de las

obligaciones contractuales. Por ejemplo, las posibles consecuencias de la citada

ampliación o suspensión pueden ser la modificación del cronograma de ejecución de

obras del proyecto, el cronograma de pagos de la concesión o el plazo para acreditar el

cierre financiero, dependiendo del hecho generador.

C. La ampliación de plazo de la Concesión como compensación al

concesionario

Como regla general, la ampliación o la suspensión del plazo para el

cumplimiento de obligaciones no debe generar la ampliación del plazo de la Concesión.

No obstante, el Contrato puede establecer excepciones cuando se produzcan eventos

que, sin ser responsabilidad del Concesionario, impacten en la ruta crítica del proyecto.

En caso de incumplimiento del concedente o eventos de fuerza mayor que

generen sobrecostos al concesionario o reducción de sus ingresos (verificables y

cuantificables), el Contrato puede establecer, como uno de los mecanismos de

compensación, la ampliación del plazo de la Concesión, siempre que no se exceda el


límite de sesenta (60) años establecido en la normativa vigente o el señalado en la

norma sectorial correspondiente.

La citada compensación constituye un acto de administración contractual a cargo

del Concedente, sin perjuicio de requerir la suscripción de un acuerdo en que conste esta

ampliación. (MEF, LINEAMIENTOS PARA EL DISEÑO DE CONTRATOS DE

ASOCIACIÓN PÚBLICO PRIVADA, 2019)

RÉGIMEN DE SUSPENSIÓN DE OBLIGACIONES

1 SUSPENSIÓN DE OBLIGACIONES

A. Alcance

Durante la ejecución del Contrato se pueden presentar distintos eventos que

implicarían la imposibilidad de la ejecución de las obligaciones asignadas a ambas

partes. En este sentido, para el desarrollo adecuado del proyecto en el marco del

Contrato, resulta necesario establecer un régimen de suspensión de obligaciones

contractuales.

B. Pautas para el diseño de la cláusula

El Contrato debe establecer claramente las causales de suspensión de

obligaciones, el procedimiento para la suspensión y las consecuencias derivadas de su

declaración.

2 PRINCIPALES REGLAS

A. Causales de suspensión de obligaciones


Según lo establecido en el marco normativo aplicable, las causales que gatillan

la suspensión de obligaciones contractuales pueden ser clasificadas según lo siguiente:

 Evento de fuerza mayor

El acontecimiento de eventos calificados de fuerza mayor puede implicar la

suspensión de las obligaciones contractuales. En este caso, es de gran importancia la

regulación contractual que permita identificar sin duda qué eventos son calificados de

fuerza mayor.

La fuerza mayor se refiere a eventos fuera del alcance de las partes. Para su

definición, se recomienda utilizar como base lo regulado por el artículo 1315 del Código

Civil. En este sentido, la fuerza mayor se refiere a eventos, condiciones o circunstancias

no imputables a las partes, de naturaleza extraordinaria, imprevisible e irresistible, que

impidan a alguna de las partes cumplir con las obligaciones a su cargo o causen su

cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.

El suceso deberá estar fuera del control razonable de la parte que invoque la

causal, la cual, a pesar de todos los esfuerzos razonables para prevenirlos o mitigar sus

efectos, no puede evitar que se configure la situación de incumplimiento.

Los eventos de fuerza mayor corresponden a riesgos, que por su naturaleza son

imposibles de cuantificar en términos de impacto y probabilidad. Asimismo, se vinculan

a factores exógenos no imputables a ninguna de las partes y son causados por agentes

externos.

Por lo tanto, la cláusula de fuerza mayor pretende asignar el riesgo de manera

compartida entre las partes, debido a que está fuera del control de estas y ninguno se

halla en mejor posición para administrarlo.


El Contrato debe contener una relación taxativa de eventos que deberán

considerarse de fuerza mayor. Al elaborar la lista, hay considerar la naturaleza del

proyecto para establecer qué causales deben considerarse de fuerza mayor o no.

Se debe advertir que aunque un riesgo contractual sea asegurable no implica que

no se deba tratar como un evento de fuerza mayor, pues su ocurrencia podría igualmente

devenir en una imposibilidad de cumplimiento de las obligaciones.

 Acuerdo de las partes

Se puede establecer, además, la posibilidad de que las partes puedan acordar la

suspensión de obligaciones, frente a situaciones que, a pesar de no haber sido incluidas

en el texto contractual, resulten razonables para viabilizar la continuidad del Contrato.

En este caso, la decisión de las partes debe estar correctamente sustentada. Para

ello, se debe requerir, además, la opinión del regulador o del supervisor, según

corresponda.

 Otros eventos establecidos en el Contrato

El Contrato puede también regular la existencia de eventos distintos de fuerza

mayor, que tenga como efecto inmediato la suspensión de obligaciones. Estos eventos

tendrán una importancia o naturaleza tal que impida la ejecución de las obligaciones por

las partes, pero que no esté contenido en la definición de fuerza mayor.

Así, por ejemplo, el Contrato puede establecer que, durante la ejecución del

mantenimiento rutinario en carreteras, no serán exigibles los Niveles de Servicio en el

tramo intervenido.

B. Procedimiento para la determinación de la suspensión


El Contrato debe establecer un procedimiento que facilite a cualquier de las

partes invocar la ocurrencia de un evento de suspensión de manera imparcial y objetiva.

Para ello, la parte afectada deberá comunicar a su contraparte la ocurrencia de un

evento, identificando los efectos negativos que ameritan la suspensión de obligaciones

contractuales.

En este sentido, el Contrato debe establecer todos los requisitos y plazos que

deberá cumplir la parte que invoque la ocurrencia del evento de suspensión. En estos

plazos se deberá considerar la opinión del regulador o supervisor especializado.

Asimismo, resulta imprescindible establecer un procedimiento que permita tener

la certeza de la ocurrencia del evento, así como del periodo en que se mantiene la

suspensión, el cual debe considerar el plazo de duración del evento y el tiempo

necesario para la restitución de la continuidad de las obligaciones suspendidas.

Para los casos de fuerza mayor, el Contrato debe establecer que el concesionario

deberá encontrar una forma de dar continuidad a la prestación del servicio en el más

breve plazo, sin perjuicio de la necesidad de implementar soluciones definitivas, cuando

ello resulte necesario.

En este sentido, la parte que invoque la ocurrencia de un evento de fuerza mayor

debe tomar las acciones que permitan mitigar los efectos y proveer de una estrategia de

mitigación.

C. Determinación de suspensión total o parcial de las obligaciones

Según los resultados del procedimiento seguido para la determinación de la

ocurrencia del evento de suspensión, el concedente podrá determinar si la suspensión de

las obligaciones es total o parcial.


Se considera suspensión total cuando el concesionario no pueda ejecutar las

obligaciones principales objeto del Contrato, y suspensión parcial cuando el

concesionario pueda ejecutar parte de sus obligaciones contractuales o todas sus

obligaciones de manera incompleta.

D. Otros efectos relacionados con la suspensión de obligaciones

El efecto principal producto de la declaración de suspensión de obligaciones es

la no obligatoriedad o inexigibilidad de ejecución de las prestaciones reguladas en el

Contrato, según lo siguiente:

 No exigencia del cumplimiento de los Niveles de Servicio

La suspensión de las obligaciones no necesariamente implica el incumplimiento

total de ejecución de las prestaciones establecidas en el Contrato, sino la posibilidad de

una ejecución parcial, tardía o defectuosa.

Para ello, no deberá ser exigible al concesionario el cumplimiento de los Niveles

de Servicio establecidos en el Contrato mientras dure el evento que ocasione la

suspensión respecto de las obligaciones afectadas.

 Inaplicación de penalidades

Asimismo, producto de la suspensión de obligaciones, no serán aplicables al

concesionario las penalidades contractuales relacionadas con esta obligación.

Ampliación de plazo Como se ha establecido en el marco normativo, la suspensión de

obligaciones permite extender el plazo del Contrato por un periodo equivalente al de la

causa que la originó, salvo que el Contrato establezca otro mecanismo de cálculo.

Asimismo, durante el periodo de suspensión del Contrato, se puede interrumpir

el cómputo del plazo de vigencia del Contrato.


 Terminación del Contrato

El Contrato puede establecer que, si el evento de suspensión se extiende más allá

de un plazo que deberá ser determinado en cada Contrato, la parte afectada podrá

proceder con la terminación anticipada del Contrato.

Sin embargo, se puede también establecer que las partes pueden prolongar el

efecto suspensivo de la obligación si tienen prevista la solución del evento en un futuro

cercano.

 Ejecución de compromisos del concedente

Según la naturaleza del proyecto y su estructuración financiera, el Contrato debe

garantizar el cumplimiento de los compromisos u obligaciones de pago del concedente

que se deben ejecutar independientemente de la continuidad del proyecto.

Este es el caso de conceptos como el Certificado de Reconocimiento de

Derechos sobre la Remuneración por inversión (CR-RPI) o el Certificado de

Reconocimiento de Derechos sobre el Pago por Obras (CR-PAO), que se basan en la

emisión previa de un certificado de reconocimiento de avance de obra o avance

financiero y que obligan al concedente a realizar el pago, incluso en el caso de que el

proyecto esté suspendido o no se haya concluido.

 Ejecución de obligaciones no afectadas por el evento de suspensión

El Contrato debe establecer que las partes tienen que continuar la ejecución de

las obligaciones que no han sido afectadas por los eventos de suspensión.

 Medidas complementarias

Resulta necesario que el Contrato establezca distintos mecanismos que puedan

utilizar las partes para asegurar la continuidad del Contrato. En este caso, las partes se
pueden comprometer a realizar toda actividad que esté a su alcance para levantar el

evento suspensivo. (MEF, 2019)

APLICACIÓN DE PENALIDADES

1 PENALIDADES

A. Alcance

El Contrato debe establecer penalidades al concesionario si incumple las

obligaciones derivadas del mismo. La penalización de los incumplimientos permite una

asignación eficiente de los riesgos del Contrato, asegurando y conservando el equilibrio

contractual existente a la fecha de cierre.

B. Pautas para el diseño de la cláusula

El esquema de penalidades del Contrato se debe sustentar en un esquema de

incentivos, en que las penalidades sean mayores a la generación de beneficios ilícitos en

los que pueda incurrir el concesionario si incumple las obligaciones establecidas en el

Contrato.

Las penalidades establecidas en los Contratos deben ser detalladas tomando en

cuenta las siguientes características:

 Descripción de la penalidad.

 Montos de la penalidad.

 Criterio de aplicación y forma de verificación.

 Plazo de subsanación, al resultar consistente con la naturaleza de la obligación.

 Etapa o fase en la que se aplican las penalidades (diseño, construcción,

operación y mantenimiento).
Así, el Contrato debe definir plazos razonables para efectuar el pago de las

penalidades. Sin embargo, en caso de que el concesionario no realice estos pagos en los

plazos establecidos, el Contrato debe prever la ejecución total o parcial de las garantías

de fiel cumplimiento vigentes para cubrir el monto de las penalidades impuestas, fijando

la obligación del concesionario de restablecer estas garantías.

Asimismo, las penalidades deben ser impuestas sin perjuicio de que el

concesionario deba cumplir con las demás obligaciones a su cargo, o resarcir los daños

derivados que sus incumplimientos hayan generado a terceros.

Las penalidades deben referirse solo a incumplimientos de las obligaciones

contractuales. Consecuentemente, no se incorporarán las infracciones a normas

administrativas establecidas en las leyes y disposiciones aplicables. (MEF,

LINEAMIENTOS PARA EL DISEÑO DE CONTRATOS DE ASOCIACIÓN PÚBLICO

PRIVADA, 2019)

RÉGIMEN DE TERMINACIÓN DEL CONTRATO

1 RÉGIMEN DE TERMINACIÓN

A. Alcance

Un Contrato puede llegar a su término por diversas razones y, aunque la

intención inicial de las partes es que continúe su ejecución hasta la terminación de su

plazo, los Contratos deben especificar claramente las consecuencias y los

procedimientos tanto de una terminación anticipada como de una terminación por

vencimiento de plazo. Asimismo, en un escenario de caducidad, el Contrato tiene que

establecer las medidas que deben tomarse para resguardar que los activos materia del

proyecto sean transferidos del concesionario al concedente, asegurando el buen estado

de los mismos, para asegurar la continuidad del servicio, de corresponder. B. Pautas


para el diseño de la cláusula El diseño de la cláusula de caducidad debe contener como

mínimo los supuestos en los que habrá de producirse la caducidad y los pagos que

deberán realizarse para efectos de la liquidación del Contrato.

2 CAUSALES DE TERMINACIÓN DEL CONTRATO

A. Vencimiento del plazo del contrato

En este caso, no se considerará la contraprestación ni el monto indemnizatorio

alguno, salvo que medie regulación sectorial en contrario.

B. Incumplimiento grave del concesionario

El Contrato debe detallar claramente cuáles son los eventos que constituyen

causales de resolución por incumplimiento del concesionario, que otorgan la potestad al

concedente de poner término al Contrato.

Entre estas causales pueden considerarse la no obtención del cierre financiero

dentro de los plazos establecidos en el Contrato, la no presentación o renovación

oportuna de garantías y seguros, entre otros.

Esta circunstancia originará la ejecución, por parte del concedente, de la garantía

de fiel cumplimiento como indemnización sin perjuicio de la imposición de multas y/o

penalidades al concesionario.

C. Incumplimiento grave del concedente

El Contrato debe definir los eventos que califican de incumplimiento grave del

concedente y que le dan el derecho al concesionario de declarar la caducidad y recibir

una indemnización correspondiente.

D. Decisión unilateral del concedente

El concedente tiene la facultad de resolver unilateralmente el contrato, por

razones de interés público debidamente fundadas, las cuales deberán ser

individualizadas, justificadas y desarrolladas en una comunicación de carácter oficial al


concesionario y a los acreedores permitidos. En este caso, corresponde también al

concesionario recibir una indemnización que no deberá exceder el monto de la Garantía

de Fiel Cumplimiento del Contrato.

E. Acuerdo de las partes

El Contrato podrá terminar en cualquier momento, por acuerdo escrito entre el

concesionario y el concedente. En este escenario, el acuerdo deberá contener el

procedimiento para la liquidación del contrato y podrá requerirse la conformidad de los

acreedores permitidos.

F. Fuerza mayor

El Contrato puede llegar a su término debido a hechos derivados de eventos de

fuerza mayor, los cuales deben estar claramente tipificados en el mismo. En estas

circunstancias, el concesionario y el concedente deberán llegar a un acuerdo sobre el

procedimiento y forma de liquidación del Contrato.

G. Aplicación de la cláusula anticorrupción

Cuando el Contrato termine de pleno derecho como resultado de actos de

corrupción, que involucren al concesionario en perjuicio del Estado, no procede

indemnización a favor del concesionario por concepto de daños y perjuicios,

cubriéndose únicamente el valor de caducidad (Valor Contable Neto o Valor del

Intangible).

Sin perjuicio de ello, el Contrato puede incorporar otros mecanismos disuasivos,

como la aplicación de penalidades o deducciones al pago por terminación. Asimismo,

corresponde al OPIP establecer los criterios o la metodología de cálculo de dichos

conceptos, considerando, entre otros aspectos, el mecanismo de recuperación de la

inversión y la bancabilidad del proyecto.


3 PAGOS POR TERMINACIÓN ANTICIPADA

Los pagos por terminación anticipada son elementos claves de la asignación de

riesgos en los Contratos, por tratarse de factores que analizarán los financistas para

determinar si el proyecto es bancable.

En este sentido, los Contratos deben establecer claramente la forma de

liquidación dadas las diferentes causales de caducidad, así como los plazos para realizar

estos pagos.

A. Reglas generales aplicables a todas las causales de terminación

Independientemente de la causal de caducidad, los Contratos deben

considerar lo siguiente:

 Según el artículo 22 del TUO de Concesiones, el valor de transferencia de los

bienes al Estado al término de un Contrato es el valor contable de los activos que

no hubieran sido depreciados.

Al respecto, debe considerarse que el valor contable de los activos dependerá de

la etapa en la que suceda la caducidad:

- Durante el periodo de construcción: se tomará como referencia el avance de

la obra, el cual deberá ser tasado por un especialista en la materia, según los criterios

establecidos en el Contrato.

- Durante la explotación: valor de las inversiones realizadas necesarias para la

ejecución de las obras, más los costos de adquisición de los bienes necesarios para la

explotación, incluidas las reparaciones y las renovaciones, menos los pagos por obra del

concedente en caso de existir. Todo ello en función del grado de amortización teórica de

tales inversiones.
Asimismo, se debe establecer que en ninguna circunstancia se podrá considerar

dos veces o más un mismo gasto, monto de inversión, intereses u otros, a efectos de

calcular el valor contable de los bienes de la Concesión.

 La materialización de una caducidad podrá impactar en el presupuesto del

concedente que tienen que afrentar estos pagos. Asimismo, el proceso

presupuestario del Estado se realiza según las reglas y mecanismos establecidos

en el marco legal vigente. En este sentido, los Contratos deben prever un plazo

para que el concedente presupueste los pagos que estarían obligados a realizar

—generalmente hasta el primer trimestre del año siguiente en que se produce la

caducidad— para que estas entidades cuenten con los fondos disponibles.

El Contrato puede establecer la posibilidad de subastarlo, por el plazo restante

del mismo, en los mismos términos contractuales previos a la caducidad. Esto a fin que

el concedente pueda disponer de los recursos suficientes para afrontar los pagos por

caducidad. La subasta no podrá ser considerada como causal para limitar la

responsabilidad del concedente de efectuar los pagos establecidos en el respectivo

Contrato.

 El Contrato debe establecer que, independientemente de la causal de caducidad,

el concesionario debe mantener indemne al concedente en relación con los

contratos que el concesionario pueda tener con terceros, incluido los laborales.

 El Contrato debe establecer que la operación y el mantenimiento del proyecto

siguen a cargo del concesionario hasta que se produzca su entrega al concedente,

por lo cual el Estado pagará una retribución según el marco contractual. Cabe

indicar que, si después de la caducidad se continúa retribuyendo la inversión,

estos montos deberán ser descontado del pago por terminación. La continuación
de las operaciones por parte del concedente no debe suspender el pago a los

acreedores permitidos del proyecto, en caso corresponda.

B. Reglas aplicables en caso de incumplimiento grave del concesionario

La ocurrencia de este evento impacta: i) al concedente, pues este deberá hacer

frente a las demoras en el proyecto, ii) a la disponibilidad de la infraestructura en las

condiciones y los plazos esperados, y iii) a los sobrecostos asociados al reemplazo del

concesionario o la relicitación del proyecto. En este escenario, el concedente realizará el

pago del valor contable neto, ejecutará la garantía de fiel cumplimiento del contrato

vigente y descontará, del pago que realiza el concedente por la caducidad, el importe de

las multas o penalidades que se deriven de este incumplimiento.

En caso de concesiones cofinanciadas que cuenten con pagos diferidos con fecha

fija, el Contrato reconocerá la obligación del Estado de continuar efectuando los pagos

que hayan sido reconocidos en el marco del respectivo contrato. No corresponde, bajo

ningún supuesto, la aceleración de los RPI en el caso de caducidad.

Considerando la naturaleza y los alcances del proyecto, el Contrato podrá

establecer que el monto a pagar será aquel que resulte de un proceso de subasta.

El Contrato podrá establecer reglas que permitan el cobro de acreencias por

parte de los acreedores permitidos.

C. Reglas aplicables en caso de incumplimiento grave del concedente o

decisión unilateral del concedente.

El objetivo es asegurar que el concesionario y los acreedores permitidos sean

adecuadamente compensados.

En este escenario, el concedente debe realizar el pago del valor contable de los

activos, al cual se le podrá añadir una indemnización por los daños y perjuicios que la
caducidad pueda ocasionar al concesionario (por ejemplo, los costos de amortización

anticipada de las deudas o los costos salariales en relación con sus empleados y sus

subcontratistas, así como otros costos pagaderos a sus subcontratistas según los

términos de los subcontratos).

En este sentido, una opción para determinar el monto de la indemnización es el

importe de la garantía de fiel cumplimiento (o un espejo de la penalidad impuesta en

caso de resolución por incumplimiento del concesionario) o algún otro parámetro que

genere predictibilidad a ambas partes.

En estos casos, el Contrato podrá establecer como monto global al que resulte de

la subasta del proyecto en el mercado, el mismo que debe incluir el valor contable neto

y la eventual indemnización a favor del concesionario.

D. Reglas aplicables en caso de acuerdo de las partes

En estos casos, las partes deberán determinar las reglas y el mecanismo de

terminación de la Concesión, respetando lo indicado en el numeral 15.1 de esta sección.

E. Reglas aplicables en caso de fuerza mayor

Al concretarse la caducidad derivada de un evento de fuerza mayor, el Contrato

debe considerar el procedimiento y el mecanismo para su liquidación, así como debe

precisar que el pago del concedente reconozca el valor contable de los bienes que no

hayan sido afectados después del evento que ocasionó la terminación del Contrato.

Lo anterior se sustenta al considerar que el concesionario debe contratar los

seguros necesarios para los bienes de la Concesión, que permitan resarcir los daños

ocasionados por estos eventos.


En casos excepcionales en que no existan seguros en el mercado, los Contratos

pueden establecer que el concedente resarcirá al concesionario por los daños derivados

de un evento de fuerza mayor.

F. Reglas aplicables en caso de aplicación de la cláusula anticorrupción

El Contrato debe establecer expresamente que el mismo queda resuelto de pleno

derecho como resultado de actos de corrupción que involucren al concesionario en

perjuicio del Estado, incluida la imposición de una penalidad al concesionario, sin

perjuicio de la ejecución de las garantías de fiel cumplimiento que estén vigentes y los

derechos reconocidos a los acreedores permitidos en el respectivo Contrato. (MEF,

LINEAMIENTOS PARA EL DISEÑO DE CONTRATOS DE ASOCIACIÓN PÚBLICO

PRIVADA, 2019)

RÉGIMEN DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

1 SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

A. Alcance

Debido a la complejidad y el largo plazo de los Contratos, estos tienden a ser

incompletos, lo que genera un espacio para diferencias en la interpretación y el

entendimiento sobre las cláusulas del pacto contractual entre el concedente y el

concesionario.

Por ello, todos los Contratos deben tener mecanismos de solución de

controversias que ayuden a asegurar que las discrepancias o los conflictos entre las

partes se resuelvan rápida y eficientemente. Así, se evitaría la interrupción de los

servicios públicos y la provisión continua de la infraestructura pública.

B. Pautas para el diseño de la cláusula


El Contrato debe incluir una cláusula de solución de controversias en que se

identifique con claridad y precisión la forma en que las partes gestionarán los conflictos

que surjan durante la ejecución contractual. Para ello, se deberán considerar las

disposiciones establecidas en el marco normativo, las que determinan, entre otras

cuestiones, la necesidad de incluir el arbitraje como mecanismo de solución de

controversias.

Para diseñar esta cláusula, al igual que para las otras incorporadas en el

Contrato, se deben considerar las características específicas de cada proyecto.

2 PRINCIPALES REGLAS

A. Tipos de controversias

El Reglamento dispone que la cláusula arbitral podrá distinguir entre las controversias

de naturaleza técnica y no técnica. Así, las primeras serán sometidas a arbitraje de

conciencia y las segundas a arbitraje de derecho.

A estos efectos, se deberá considerar que la distinción entre un arbitraje de conciencia y

uno de derecho subyace en la complejidad y carácter técnico de la controversia, las que

hacen que la exclusiva aplicación de normas general de derecho no sea suficiente para

resolver la disputa.

B. Etapa de trato directo

El mecanismo de solución de controversias deberá establecer expresamente una

etapa de trato directo entre las partes antes del inicio del procedimiento de arbitraje y

disponer de un plazo de negociación razonable (por ejemplo, seis meses). Así, las partes

contarían con tiempo suficiente a fin de llegar a un acuerdo y agotar todos los recursos

puestos a su disposición para que resuelvan de manera amistosa el conflicto. La cláusula

deberá disponer, además, de manera precisa, el momento —y mediante qué actuaciones


— se iniciará la etapa de trato directo. Asimismo, el contrato debe establecer las

formalidades y el procedimiento que deberá seguir la parte que invoca el inicio de trato

directo, para tener certeza sobre la fecha de inicio y culminación del mismo.

C. Etapa de arbitraje

De no llegar a un acuerdo en la etapa de trato directo, se iniciará la etapa de arbitraje.

Para ello, la cláusula debe establecer elementos esenciales que garanticen el desarrollo

eficiente del procedimiento, evitando entrampamientos que imposibiliten o cuestionen

la validez de la cláusula.

Por ejemplo, la cláusula debe incluir la indicación de la sede del arbitraje, el derecho

aplicable al fondo de la controversia, el idioma en que se desarrollará el arbitraje, y la

mención expresa a que el laudo que se emita será final y vinculante para ambas partes.

Además, se podrán incluir el número y el método de designación de árbitros que

compondrán el Tribunal Arbitral y la determinación de quién asumirá los costos del

procedimiento.

Es recomendable que la regla general sea optar por un arbitraje institucional, de tal

manera que el procedimiento sea administrado por un centro especializado, con reglas y

procedimientos preestablecidos que garanticen el desarrollo eficiente de las actuaciones.

Al optar por el arbitraje institucional, el concedente deberá identificar de manera

indubitable el centro arbitral elegido. Sin perjuicio de ello, durante el diseño del

Contrato, se deberán revisar las reglas aplicables, para no incluir en el texto de la

cláusula referencias redundantes e innecesarias o que, en el peor de los casos,

contravengan las reglas procedimentales preestablecidas del centro arbitral elegido.

Asimismo, se debe establecer la ley aplicable (aplicable al fondo de la controversia) y el

lugar de la sede arbitral (que determina la regulación procedimental del arbitraje).


D. Sobre los centros de arbitraje

 Arbitraje CIADI

Para acceder a este, se deberá acreditar el cumplimiento de determinados

requisitos de jurisdicción, establecidos tanto en la Convención de Washington de 1969

como en el instrumento de manifestación del consentimiento de las partes a esta

jurisdicción.

Así, pues, quien pretenda acceder al mecanismo de este centro arbitral deberá

acreditar, primero, que la controversia se vincula a una inversión protegida en los

términos del tratado; y, segundo, que esta misma controversia involucra a un Estado

contratante y a un nacional de otro Estado contratante del mismo.

Cabe precisar que la designación del Centro Internacional de Arreglo de

Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) como centro arbitral en la cláusula no

garantiza por sí misma que se accederá a la jurisdicción del centro. Sin perjuicio de ello,

se indica que no consignar al CIADI como centro de arbitraje en el Contrato no descarta

la posibilidad de que el concesionario acceda a este mecanismo vía un tratado bilateral

de inversiones.

 Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, Cámara de Comercio

de Lima u otro similar

El Contrato podrá establecer que el arbitraje se realizará según las reglas

establecidas por estos centros, al mencionar expresamente en el convenio arbitral que

las controversias que deriven del Contrato, o que guarden relación con este, serán

resueltas de forma definitiva según el Reglamento de Arbitraje de estos centros.

Cada centro arbitral suele incorporar en sus reglamentos de arbitraje un modelo

de cláusula para efectos de someter las controversias a su jurisdicción.


E. Regla de publicidad y transparencia

Se deberá pactar la regla de publicidad y transparencia del arbitraje,

considerando el interés público de la Concesión. Se recomienda, además, pactar límites

a la producción de documentos en el arbitraje, estableciendo, por ejemplo, categorías

específicas de documentación que las partes y los árbitros podrán solicitar en el

procedimiento o, de manera general, referir expresamente todas las cuestiones sobre

producción de documentos a las reglas del International Bar Association (IBA) sobre

práctica de prueba, para limitar la práctica del discovery (propia del Common Law) en

estos arbitrajes.

F. Reglas escalonadas

De igual manera, se podrá optar por establecer reglas escalonadas por montos

para la determinación del tipo de arbitraje, nacional o internacional. Para ello, será

necesario que estas reglas sean lo más precisas posibles, en el sentido de que deberán

asegurar, para el cálculo del monto respectivo, un método suficiente que no genere

dudas sobre si se alcanzó o no el monto determinado. No obstante, es importante tener

en cuenta que el monto involucrado en la controversia no debería ser el único criterio

aplicable para la determinación del mecanismo por utilizar. (MEF, 2019)

G. Otros mecanismos de solución de controversias

El concedente podrá, además, considerar la aplicación de los otros mecanismos

para la solución de controversias como las que la normativa considera, como la figura

del amigable componedor o la junta de resolución de disputas, según las disposiciones

establecidas para tales casos en el Reglamento. (MEF, LINEAMIENTOS PARA EL

DISEÑO DE CONTRATOS DE ASOCIACIÓN PÚBLICO PRIVADA, 2019)

Registro nacional de contratos de las APP


El 23 de julio de 2018 se publicó en el Diario Oficial El Peruano el Decreto

Legislativo N° 1362 – Decreto Legislativo que Regula la Promoción de la Inversión

Privada mediante Asociaciones Público Privadas y Proyectos en Activos (el DL), el cual

deroga el Decreto Legislativo N° 1224. El DL entrará en vigencia al día siguiente de

publicado su Reglamento, lo cual deberá ocurrir en un plazo no mayor a noventa (90)

días calendario posteriores a la fecha de publicación del DL.

El DL reitera declarar de interés nacional la promoción de la inversión privada

mediante asociaciones público privadas y proyectos de activos para contribuir al

crecimiento de la economía nacional. Desarrolla el principio de Enfoque de Resultados

y precisa el de Planificación.  Asimismo, incorpora los principios de Integridad, y

particularmente para las Asociaciones Público Privadas los de Valor por Dinero y

Adecuada Distribución de Riesgos.

Respecto a los registro, constan como parte del texto principal de la norma, las

disposiciones referentes al Registro Nacional de Contratos de APP, el Registro de

Compromisos y el Registro Contable en el marco de los procesos de promoción de la

inversión privada así como la responsabilidad de funcionarios públicos e inversionistas

en la remisión de información a los mismos, que antes se recogía en la Octava y Novena

Disposición Complementaria Final, respectivamente, del Decreto Legislativo derogado.

Además, Las entidades públicas titulares de proyectos deben solicitar su

inscripción al Registro Nacional de Contratos de APP en un plazo de 10 días

hábiles. Entendemos que son 10 días de entrado en vigencia el DL 1362, pues este

registro ya fue creado con anterioridad.

Como podemos ver según del Decreto Legislativo N° 1362:


Artículo 59. Registro Nacional de Contratos de Asociaciones Público

Privadas: El Ministerio de Economía y Finanzas administra el Registro

Nacional de Contratos de Asociaciones Público Privadas, en el cual, se

incorporan la Resolución Suprema o el Acuerdo de Consejo Regional o de

Concejo Municipal que disponga la incorporación del proyecto al proceso de

promoción, así como los contratos de Asociación Público Privada suscritos y sus

respectivas adendas. El Reglamento puede establecer otros documentos a

incorporarse a este Registro. Las entidades públicas comprendidas en el artículo

2 y el Comité de Promoción de la Inversión Privada, tienen la obligación de

remitir la información señalada en el numeral anterior, en el plazo y forma

establecidos en el Reglamento. La solicitud de registro es de aprobación

automática, sujeto a fiscalización posterior. Los Organismos Promotores de la

Inversión Privada de las entidades públicas titulares de proyectos, solicitan su

inscripción en este Registro, dentro de los diez (10) días hábiles posteriores a su

creación, bajo responsabilidad del Titular de la entidad pública.

Así mismo se crea el Registro de Compromisos que incluirá aquellos

compromisos firmes y contingentes cuantificables de las garantías, de los pasivos y

de los demás instrumentos conexos y colaterales, así como de los ingresos

derivados de los proyectos ejecutados bajo la modalidad de APP. Para tal efecto, las

entidades públicas deberán remitir información al Ministerio de Economía y

Finanzas, el que deberá emitir las disposiciones necesarias para el funcionamiento

de este registro.

Es así tenemos:
Artículo 60. Registro de Compromisos. El Registro de Compromisos incluye

aquellos compromisos firmes y contingentes cuantificables de las garantías, de

los pasivos y de los demás instrumentos conexos y colaterales, así como de los

ingresos derivados de los proyectos ejecutados bajo la modalidad de Asociación

Público Privada. Para tal efecto, bajo responsabilidad, la entidad pública

correspondiente que posea la información, la suministra al Ministerio de

Economía y Finanzas, bajo los términos y condiciones que dicho Ministerio

establezca. El Ministerio de Economía y Finanzas emite las disposiciones

necesarias para la adecuada aplicación de este artículo.

Es preciso indicar que la información requerida por el MEF se sustenta en la

publicidad de las entidades públicas, ya que esto “sirve, con carácter general,

para alcanzar la transparencia que permite que los ciudadanos puedan visibilizar

el funcionamiento de la Administración y, en general, el ejercicio del poder

público” (Moretón T. 2014).

No obstante, “lo expuesto no significa que no existan espacios de la actividad

estatal que puedan ser materia de reserva. En efecto, si bien es cierto que el

principio de publicidad es sumamente importante para la organización estatal –

sin el cual se dudaría de la constitucionalidad del sistema– también es cierto que

no es el único principio fundamental. Existen una serie de derechos

fundamentales y bienes jurídicos que ostentan el mismo nivel de importancia,

por lo que no se puede plantear el análisis del principio de publicidad al margen

de ellos” (Expediente N° 02814-2008-PHD/TC).


En este sentido, con el Registro Nacional de Contratos de Asociaciones Público

Privadas se pretende poner en conocimiento de todos los interesados la información

relevante sobre los planes y políticas de promoción de la inversión privada que ejercen

las entidades públicas, en sus tres niveles de gobierno, protegiendo, a su vez, aquella

información que deba ser reservada por Ley.

Según lo establecido en el artículo 139 del Reglamento del Decreto Legislativo

N° 1362:

las entidades públicas comprendidas en el artículo 2 de la Ley, los Organismos

Promotores de la Inversión Privada (OPIP), los Organismos Reguladores y el

Comité de Promoción de la Inversión Privada (CPIP), tanto para los proyectos

de Asociaciones Público Privadas (APP) como los Proyectos en Activos, remiten

al Ministerio de Economía y Finanzas, la siguiente información:

1. El Contrato suscrito y sus modificaciones contractuales.

2. Las opiniones e informe previo de las entidades competentes,

referidas a la Versión Inicial de Contrato (VIC) y Versión Final de Contrato

(VFC), así como los informes emitidos por consultores durante el Proceso de

Promoción.

3. Las opiniones e informe previo de las entidades competentes,

referidas a modificaciones contractuales así como los informes emitidos por

consultores durante la modificación contractual, de corresponder.

4. Las Bases del Proceso de Promoción.

5. El modelo económico financiero de la APP del OPIP e informe

técnico que lo sustente.

6. El modelo económico financiero presentado por el adjudicatario.


7. El informe de identificación y asignación de riesgos.

8. El acta de apertura de sobres y adjudicación de la Buena Pro del

concurso.

9. La Declaratoria de Interés, en el caso de iniciativas privadas.

10. La Resolución Suprema, Resolución Viceministerial, Acuerdo de

Consejo Directivo, Acuerdo de Consejo Regional o Acuerdo de Consejo

Municipal que disponga la incorporación del proyecto al Proceso de

Promoción.

11. La designación de los miembros del CPIP, de acuerdo con el

párrafo 7.3 del artículo 7 del Decreto Legislativo N° 1362.

12. Laudos arbitrales.

13. Documentos que sustentan el cierre financiero del proyecto de

inversión e informes de sustento, incluyendo los contratos de fideicomiso.

Para los casos señalados en los incisos 1, 2, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del párrafo 139.1 del

artículo 139, el OPIP cuenta con el plazo de treinta (30) días hábiles de suscrito el

Contrato para remitir dicha documentación. Para los casos señalados en los incisos 3,

10, 11, 12, y 13 del párrafo 139.1 del artículo 139, la entidad pública titular del proyecto

u organismo regulador, de corresponder, cuenta con el plazo de quince (15) días hábiles

de emitido el acto correspondiente, para remitir dicha documentación, con excepción al

inciso 11 que se sujeta a lo establecido en el párrafo 59.4 del artículo 59 de la Ley.

Mediante la Resolución Ministerial N° 048-2015-EF/52 se establece que la

información deberá ser remitida en formato digital a las instalaciones del Ministerio de

Economía y Finanzas con un Oficio dirigido al Director General de Política de

Promoción de la Inversión Privada. Todos los documentos serán presentados en formato


PDF a excepción del modelo económico financiero que deberá ser remitido en formato

hoja de cálculo.

El Registro Nacional de Contratos de APP, administrado por el MEF, pretende

poner en conocimiento la información relevante sobre los planes y políticas de

promoción de la inversión privada que ejercen las entidades públicas

CONCLUSIONES

Las APP en Perú se definen como modalidades de participación de la inversión

privada, en las que se incorpora experiencia, conocimientos, equipos y tecnología, y se

distribuyen riesgos y recursos, preferentemente privados, con el objetivo de crear,

desarrollar, mejorar, operar o mantener infraestructura pública y/o proveer servicios

públicos bajo los mecanismos contractuales permitidos por el marco legal vigente.

Las APP se pueden desarrollar no solo sobre proyectos de infraestructura pública

o servicios públicos, sino también sobre la prestación de servicios vinculados a

infraestructura pública y servicios públicos y proyectos de investigación aplicada y/o

innovación tecnológica.

Las APP pueden originarse mediante iniciativas estatales o iniciativas privadas.

Estas últimas poseen carácter de peticiones de gracia. Existen tratamientos diferentes

para ambos casos.

El fomento a la inversión privada ha tenido un especial énfasis en el desarrollo

de grandes proyectos de infraestructura de obra pública y la prestación de servicios

públicos. El éxito para la ejecución de estos proyectos en el país ha dependido en gran

medida del desarrollo de un marco legal consistente que permitiera una adecuada

aplicación de un programa de Asociaciones Público Privadas (APP) y que regulara de


manera expresa el tipo de respaldo público a ser otorgado a los inversionistas privados,

lo cual, a la larga, ha generado un cambio evolutivo en el concepto de APP en el Perú.

De esta manera sería muy provechoso acudir al mecanismo de APPs para

implementar proyectos de inversión en sectores como los de educación y salud, por

mencionar algunos, los mismos que constituyen servicios prioritarios en nuestro país, y

que a través de un proyecto de APP correctamente estructurado, deberían brindar una

alta rentabilidad social, y a la par constituir una atractiva oportunidad de negocio para

los inversionistas privados.

La creación del Sistema de Inversión Publica Privada obedeció a una modalidad

de inversión como estrategia de gobiernos implementada para la eficiencia en el

diseño, ejecución, operación y mantenimiento de infraestructura pública mediante la

inversión financiera del sector privado ,por lo cual el concepto de APP engloba varias

modalidades contractuales entre el privado y el Estado por ejemplo, contratos de

concesión ,finalmente, vale reiterar que el MEF es el ente rector que monitorea estos

proyectos de inversión privada durante todas sus fases para asegurarse que estén

alineados con metas de desarrollo no solo económico sino también social de acuerdo a

las políticas de gobierno.

La implementación de un contrato APP es una actividad que también como todo

tipo de contrato no se encuentra exenta de problemas y dificultades que demandan una

buena gestión del proyecto a lo largo del tiempo, y donde es necesario contar con

equipos técnicos con conocimientos específicos, tanto desde la parte del sector público

como del sector privado.

La modalidad de Concesiones para desarrollar proyectos de infraestructura

pública, consiste en establecer un contrato entre una entidad pública (concedente) que
cuenta con ciertos activos tangibles o intangibles, que se los otorga por un plazo, a otra

entidad privada (concesionaria), con el compromiso de esta última de realizar las

inversiones necesarias para construir o modernizar el proyecto involucrado, y luego

encargarse de operar y administrar los servicios del mismo. Durante dicho plazo, la

concesionaria usufructuará total o parcialmente de los ingresos generados al cobrar a los

usuarios por el servicio recibido.

GLOSARIO

Conductas Anticompetitivas.- Son todo tipo de conducta que impidan o

restrinjan la competencia. El fondo de estas acciones enfrenta a los principios del

régimen económico arriba reconocidos, por lo que, en caso de determinarse el carácter

anticompetitivo de un comportamiento, ya sea legalmente o por vía de ponderación,

debiera también reconocerse, por anticompetitiva,  inconstitucional.

Constitución Económica.- Es aquella parte de la Constitución Política de un

Estado en la cual se establece los principios básicos que regulan el régimen económico

y en especial, aquellos que establecen los parámetros de la intervención del Estado en el

mercado. 

Convenios De Estabilidad.- Son instrumentos promotores de inversión, que se

materializan a través de la suscripción de contratos firmados con el Estado Peruano, a

través de los cuales se estabilizan garantías aplicables a los inversionistas o las empresas

receptoras, según corresponda, por el periodo de vigencia de éstos. Dichos convenios

sólo pueden ser modificados con el consentimiento de ambas partes.

Servicios Públicos.- Son todas aquellas actividades llevadas a cabo por los

organismos del Estado o bajo el control y la regulación de este, cuyo objetivo es

satisfacer las necesidades de una colectividad.


APP (Asociaciones Público – Privadas) Modalidades de participación de la

inversión privada en las que se incorpora experiencia, conocimientos, equipos,

tecnología, y se distribuyen riesgos y recursos, preferentemente privados.

MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) es el ente rector y la máxima

autoridad técnico-normativa del Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada

y tiene como función asegurar el cumplimiento de la política de promoción y desarrollo

de las APP, con la participación de todas las entidades del Estado, en los distintos

niveles de gobierno, en el marco de sus competencias.

OPIP (Organismos Promotores de la Inversión Privada) es el encargado de la

estructuración de las APP y de la promoción y dirección del proceso de promoción de la

inversión privada, por lo que tiene a su cargo las fases de estructuración y transacción

de las APP

PROINVERSION, es la agencia gubernamental encargada de la promoción de

oportunidades de negocios con altas expectativas de crecimiento y rentabilidad en el

Perú

CONTRATO DE APP.- documento que regula la ejecución del proyecto de

APP entre el Estado y el inversionista

FIDEICOMISO.-El fideicomiso es un contrato por medio del cual una persona

(denominada fideicomitente) transfiere bienes o derechos de su propiedad (patrimonio

fideicometido) a otra persona (denominada fiduciario) para que los administre y los
destine al cumplimiento de un fin específico a favor del fideicomitente o de un tercero

denominado fideicomisario (beneficiario).


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%C3%BAblico%20privadas.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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