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Introducción perteneciente al artículo: Ruiz, F. J., Suárez-Falcón, J. C.

, Barbero-
Rubio, A., & Flórez, C. L. (2019). Development and initial validation of the
Generalized Pliance Questionnaire. Journal of Contextual Behavioral Science, 12,
189-198.

1.1. Comportamiento gobernado por reglas y sensibilidad a las contingencias


directas.

Para proporcionar una comprensión conductual de la resolución de problemas y


el pensamiento, Skinner (1966) acuñó el término conducta gobernada por reglas (RGB) y
la diferenció de la conducta moldeada por contingencias (CSB). La investigación en el
análisis de la conducta pronto descubrió que, en algunas circunstancias, la RGB tiende a
ser más sensible a las consecuencias mediadas socialmente que a las contingencias
ambientales inmediatas. Este fenómeno se denominó insensibilidad a las contingencias
(por ejemplo, Hayes, Brownstein, Zettle, Rosenfarb, & Korn, 1986; Matthews, Shimoff,
Catania, & Sagvolden, 1977; Vaughan, 1989). Un ejemplo de esto sería una niña pequeña,
Amy, que se pone su abrigo en un día soleado y cálido porque su madre suele pedirle
que lo haga (por ejemplo, "Amy, cariño, ponte el abrigo antes de salir") y refuerza el
cumplimiento de la regla (por ejemplo, sonriendo y diciendo "¡Buena niña!") en lugar de
contactar las contingencias aversivas directas de pasar demasiado calor.

1.2. Tipos de comportamiento gobernado por reglas

El ejemplo de Amy es un ejemplo de pliance, un tipo de seguimiento de reglas


identificado por Zettle y Hayes (1982) y posteriormente incorporado en la teoría del
marco relacional (RFT; Hayes, Barnes-Holmes y Roche, 2001). Según la RFT, pliance suele
ser la primera clase funcional de RGB que se aprende debido a su simplicidad relacional
(por ejemplo, Hayes, Gifford y Hayes, 1998). Pliance es una clase funcional de
seguimiento de reglas bajo el control de una historia de múltiples ejemplos en la que el
hablante proporcionó al oyente reforzamiento contingente a la correspondencia entre la
regla y su comportamiento (Barnes-Holmes et al., 2001; Hayes, Zettle, & Rosenfarb, 1989;
Luciano, Valdivia Salas, & Ruiz, 2012; Zettle & Hayes, 1982). En otras palabras, el pliance
es una clase funcional de seguimiento de reglas motivada por consecuencias socialmente
mediadas. Nótese que, en algunas circunstancias, las reglas como pliance también
pueden ser generadas por el individuo (es decir, auto-reglas), que puede ser el hablante
y el oyente debajo de la misma piel (Skinner, 1957). Como en el ejemplo de Amy, el
seguimiento pliance puede llevar a insensibilidad a las contingencias directas porque la
regla que se sigue (llamada ply) sólo especifica contingencias mediadas socialmente.

La segunda clase funcional de seguimiento de reglas identificada por Zettle y


Hayes (1982) es el tracking. Tracking es una clase funcional de seguimiento de reglas
bajo el control de una historia de múltiples ejemplos en la que hacer lo que se establece
en la regla es seguido por consecuencias naturales derivadas de la forma en la que se
funciona el mundo (Barnes-Holmes et al., 2001; Hayes et al., 1989; Luciano et al., 2012).
En otras palabras, el tracking es una clase funcional de seguimiento de reglas motivada
por las consecuencias naturales que siguen al realizar una regla. En el caso de Amy, una
instancia de seguimiento (es decir, un track) consistiría en seguir el consejo de su abuela
(o derivar el track por sí misma): “Si quieres estar cómoda, debes llevar ropa de verano
cuando haga calor afuera”. De este modo, al notar Amy que es un día cálido, deja el
abrigo en la percha al salir.

El seguimiento tracking es sensible a las contingencias ambientales directas, por


lo que un cambio en ellas llevaría al individuo a comportarse en consecuencia (sin
embargo, véase cómo el tracking puede dar lugar a problemas en: Luciano et al., 2012;
Törneke, Luciano, & Valdivia-Salas, 2008). Por ejemplo, si Amy se muda a una ciudad
donde experimenta que el tiempo es impredecible (p. ej., a veces hace calor por la
mañana, pero frío por la tarde), puede ponerse en contacto con las consecuencias
aversivas de no llevar su abrigo y reformular la regla (p. ej., “En esta ciudad, no puedes
confiar en el tiempo. Es mejor llevar el abrigo conmigo”).

1.3. El desarrollo de pliance generalizado

Como el seguimiento de reglas pliance se desarrolla en la interacción social, hay


tantos tipos de pliance como historias de contingencias mediadas por otros (Luciano et
al., 2012). Por ejemplo, pliance puede ser controlado principalmente por: (a) el tipo de
reforzamiento (positivo o negativo), (b) el contacto inmediato con las consecuencias o las
consecuencias demoradas y probabilísticas que sólo se contactan simbólicamente, y (c)
los contextos específicos (p. ej., la pareja, el jefe, etc.) o ser generalizado a través de
situaciones. Es importante destacar que, dado que el pliance es el primer tipo de
seguimiento de reglas desarrollado, es habitual que se sobregeneralice en algún
momento de la vida del niño (como, por ejemplo, cuando surge la imitación
generalizada). Afortunadamente, las interacciones con otras personas suelen llevar a
contextualizar el seguimiento pliance a situaciones en las que es apropiado y a
desarrollar tracking ayudando al niño a contactar verbalmente las consecuencias
naturales de su comportamiento (Luciano, Valdivia-Salas, Cabello-Luque, & Hernández,
2009; Törneke et al, 2008; Wulfert, Greenway, Farkas, Hayes, & Dougher, 1994). Sin
embargo, si el niño carece de una comunidad social que le proporcione
sistemáticamente estos tipos de interacciones, el seguimiento pliance seguiría siendo
generalizado.

El seguimiento pliance se hace más complejo cuando el niño desarrolla más


fluidez en enmarcar relaciones. Por ejemplo, las frases o redes relacionales se vuelven
cada vez más abstractas (p. ej., Amy podría derivar “Debo ser una buena chica para que
las demás personas me quieran”) y el seguimiento pliance se extenderá a través de la
derivación y transformación de funciones en situaciones similares o análogas (p. ej., Amy
hace lo que cree que es "correcto" para ser una "buena chica" en casa, en la escuela,
cuando visita a un amigo, etc.) (véase una demostración experimental en Monestès,
Greville, & Hooper, 2017). Este contexto es el caldo de cultivo para que la aprobación
social se convierta en la principal fuente de reforzamiento para el individuo.

1.4. Pliance generalizado y psicopatología

El pliance generalizado puede tener consecuencias perjudiciales para el


individuo debido a la hipersensibilidad a las convenciones sociales. Comportarse con el
objetivo principal de obtener la aprobación social suele excluir el contacto con las
consecuencias naturales y directas del propio comportamiento, lo que hace que los
individuos que muestran pliance generalizado sean particularmente insensibles a estas
contingencias. Esta insensibilidad empeora en los individuos con habilidades
relacionales sofisticadas, ya que cuanto más abstractas son las consecuencias sociales
deseadas, más difícil es que las consecuencias directas controlen el comportamiento
(Luciano et al., 2012).

Imaginemos que Amy creció con escasas interacciones para contextualizar el


seguimiento pliance y desarrollar tracking. En la medida en que la aprobación social se
convierte en la principal fuente de reforzamiento para Amy, es posible que se comporte
para obtener la admiración de sus compañeros de colegio fumando y siguiendo una
dieta extremadamente restrictiva, pero, al mismo tiempo, estudiando mucho para
obtener la aprobación de sus profesores y padres. De este modo, Amy no sólo es
insensible a las consecuencias negativas de fumar y seguir una dieta restrictiva, sino que
también a las lecciones estudiadas, ya que lo hace para obtener la aprobación de sus
profesores, lo que puede dificultar la comprensión y aplicabilidad del material
estudiado.
Comportarse principalmente para obtener la aprobación social podría no ser
problemático a corto plazo porque el individuo puede ser competente en la obtención de
este tipo de reforzamiento. Sin embargo, a largo plazo, el individuo podría encontrarse
con situaciones en las que las consecuencias proporcionadas por otros se vuelven
impredecibles e incontrolables, lo que llevaría a un menor contacto con las fuentes de
reforzamiento positivo. En esa situación, un patrón de pliance generalizado podría llevar
al individuo a repetir rígidamente las clases funcionales de conductas que antes eran
exitosas para obtener la aprobación social, sin ser sensible a las nuevas consecuencias
aversivas. Además, como las normas sociales apoyan la evaluación de las experiencias
privadas aversivas como acontecimientos que deben evitarse/escaparse para tener una
buena vida (Hayes, Strosahl, & Wilson, 1999; Wilson & Luciano, 2002), los individuos que
muestran un patrón de pliance generalizado son más propensos a evitar estas
experiencias (Hayes, Wilson, Gifford, Follette, & Strosahl, 1996; Luciano et al., 2012).

Siguiendo con el ejemplo anterior, imaginemos que Amy decide estudiar


medicina porque es una tradición familiar, pero no se siente especialmente inclinada
hacia ella. Entra en la universidad y pronto ve que no le gustan las materias ni entiende
las clases, lo que le impide obtener la aprobación de los profesores. Además, tiene un
nuevo grupo de compañeros que sólo están interesados en estudiar y no aprueban su
hábito de fumar y su constitución física extremadamente delgada. De repente, Amy
empieza a experimentar la falta de reforzamiento positivo y se dedica a rumiar sobre lo
que le pasa y por qué parece no gustarle a los demás. Esta pauta de rumia lleva a Amy a
sentirse aún peor y a emprender estrategias adicionales de evitación experiencial, como
no ir a la universidad, evitar las conversaciones con sus padres sobre su carrera,
aumentar su consumo de tabaco y sus restricciones alimentarias, etc. Siguiendo este
comportamiento, Amy probablemente experimentaría una vida más limitada y menos
satisfactoria y desarrollaría un problema psicológico.

En conclusión, el pliance generalizado aumenta la probabilidad de que el


individuo pierda el contacto con fuentes relevantes de reforzamiento positivo y que entre
en ciclos de reforzamiento negativo característicos de la evitación experiencial. De
hecho, el pliance generalizado ha sido identificado como un factor de riesgo para el
desarrollo de psicopatología (p. ej., Luciano et al., 2012; McAuliffe, Hughes, & Barnes-
Holmes, 2014; Monestès, Villatte, Stewart, & Loas, 2014; Törneke et al., 2008; Zettle, 2007)
y desempeña un papel relevante en el modelo de inflexibilidad psicológica propuesto
por la terapia de aceptación y compromiso (ACT; Hayes et al., 1999).
1.5. Evidencia empírica de pliance y su medición

Aunque los términos pliance y tracking se acuñaron en 1982, una reciente revisión
de Kissi et al. (2017) ha mostrado que existe un apoyo experimental muy limitado de que
estos términos hagan referencia a clases funcionales de comportamiento distintos. Los
experimentos relacionados con pliance se han realizado de dos maneras principales. En
primer lugar, algunos experimentos han proporcionado reglas que se asemejan al
pliance y al tracking, y han analizado el rendimiento de los participantes en una tarea
experimental en la que tuvo lugar un cambio de contingencias. Se espera entonces que
los participantes que recibieron reglas experimentales que se asemejaban a pliance
mostraran más insensibilidad a las contingencias que los participantes que recibieron
reglas que se asemejan a tracking. Se ha encontrado evidencia mixta con este tipo de
procedimientos experimentales (p. ej., Baruch, Kanter, Busch, Richardson, & Barnes-
Holmes, 2007; McAuliffe et al., 2014). En segundo lugar, algunos estudios han
seleccionado a los participantes según sus puntuaciones en algunas medidas de
personalidad rígida, asumiendo que esto se solapa con una regulación pliance excesiva.
Los procedimientos experimentales también consistían en tareas en las que se alteraban
las contingencias. Este tipo de estudios ha revelado que los participantes “rígidos”
muestran un mayor grado de perseverancia e insensibilidad a las contingencias (p. ej.,
Gutiérrez-Martínez, Luciano, & Valdivia-Salas, 2005; Wulfert et al., 1994).

En conclusión, la evidencia experimental preliminar muestra que es difícil diseñar


reglas experimentales que se asemejen a pliance y a tracking, probablemente porque la
historia personal de los participantes en RGB influye en su rendimiento más que el
contenido de las reglas experimentales. De hecho, al seleccionar los participantes según
las puntuaciones en rigidez, los resultados parecen más coherentes en todos los estudios.
Una limitación de este último tipo de procedimientos es que los cuestionarios utilizados
para seleccionar a los participantes no estaban diseñados explícitamente para medir
pliance generalizada, por lo que las conclusiones deben tomarse con precaución.

Una de las razones de la escasa investigación de clases funcionales en la RGB


podría ser la falta de medidas conductuales o de autoinforme válidas de pliance y
tracking. En concreto, el desarrollo de medidas válidas de pliance generalizado podría
ser útil para una amplia gama de estudios: psicopatología experimental, estudios
longitudinales y ensayos clínicos.

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