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TESTIMONIO DE OIDAS-Concepto
Magistrado Ponente:
Dr. MARCO GERARDO MONROY
CABRA
S E NTE N C IA
en la revisión del fallo adoptado por la Sala Disciplinaria del Consejo Superior
de la Judicatura, en el proceso de tutela adelantado por Soraya Gutiérrez
Argüello, representante legal del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo,
en contra del Presidente de la República de Colombia, doctor Álvaro Uribe
Vélez.
I. ANTECEDENTES
1. Hechos de la demanda
La peticionaria formula así los hechos de la demanda:
2. Petición
3. Fundamentos jurídicos
4. Pruebas
5. Contestación de la demanda
8. Impugnación
1. Competencia
2. Problemas jurídicos
Esta finalidad del proceso de tutela implica, sin más, que la solicitud de
protección debe presentarse tan pronto se verifican los hechos considerados
violatorios de los derechos fundamentales o, por lo menos, pasado un tiempo
prudencial desde la violación de la garantía constitucional. Este requisito,
conocido por la jurisprudencia como el de la inmediatez, ha llevado a la Corte
a sostener que aunque la acción de tutela no tiene término de caducidad, por lo
que el solo transcurso del tiempo no implica el rechazo de la demanda, el paso
de los días sí es criterio para determinar la procedencia de la acción, cuando se
ha verificado que el transcurso de un largo periodo ha disuelto la gravedad de
la agresión y, por tanto, hay disipado la urgencia de la protección requerida.
Las demás amenazas comenzaron a aparecer en febrero de 2004, luego de las declaraciones presidenciales del
10 de febrero de ese año, conferidas por el primer mandatario en Estrasburgo. Los correos electrónicos
amenazantes llegaron luego, en marzo de 2004, cuando incluyeron los nombres de algunos de los miembros
del colectivo de abogados, acusados de revolucionarios comunistas.
tiempo razonable es si la tardanza en ejercer la acción constitucional se
produjo por desidia del demandante, es decir, si el lapso transcurrido se dejó
correr de manera injustificada.
Así pues, la ONG demandante asegura que las declaraciones del Presidente de
la República se produjeron en dos momentos distintos, el primero de ellos
ocurrido el 8 de septiembre de 2003 en la ceremonia de transmisión de mando
de un comandante de la Fuerza Aérea y el siguiente en la reunión celebrada en
Estrasburgo, el 10 de febrero de 2004. Pasa a la Corte a verificar la existencia
de estas afirmaciones.
Uribe también dijo, sin nombrar a Villalba, que "pertenece a una ONG,
el Colectivo de Abogados, que 'se escuda detrás de su calidad de
organización de derechos humanos para defender la guerrilla'".
Bruselas y París
Con AFP y EFE
Señora Ministra
Del análisis de las piezas procesales precedentes esta Sala encuentra que la
capacidad de convicción de las mismas es insuficiente para probar la
ocurrencia de las declaraciones y, lo que resulta más importante, el sentido que
el Colectivo de Abogados quiere darles, en cuanto a que las mismas se
refirieron directamente a dicha Corporación y a alguno de sus miembros.
Hecho el análisis anterior, para la Sala es claro que la evidencia que la parte
demandante quiere hacer valer en juicio corresponde a lo que la doctrina
probatorio ha denominado “testimonio de oídas” y que consiste en aquella
pieza probatoria que se presenta en forma de un testimonio que no se erige
sobre el conocimiento directo de un hecho, sino sobre el conocimiento de otro
conocimiento que –ese sí- se juzga directo de un hecho. En otros términos, el
testimonio de oídas es el testimonio indirecto de un acontecimiento que se
quiere probar, pero que por cuya relación mediática con el mismo, es
insuficiente para convencer al juzgador.
Ello no significa, por supuesto, que tales medidas cautelares pierdan vigencia,
ni que no sigan vinculando a las autoridades públicas con la necesidad de
preservar los derechos de las organizaciones que luchan por la defensa de los
derechos humanos. Simplemente, esta Sala considera que en relación con la
acusación precisa y concreta sobre la cual gira esta acción de tutela –las
declaraciones que el Presidente de la República habría hecho en Estrasburgo,
el 10 de febrero de 2004-, tal petición es inviable, pues no se ha logrado
demostrar que por un hecho tal se haya vulnerado la garantía de protección de
los derechos de los miembros de la Corporación Colectivo de Abogados José
Alvear Restrepo.
Hecha la anterior precisión, esta Sala establece que la negativa que por esta
providencia se produce para solicitar al Presidente de la República que dé
aplicación a las medidas preventivas decretadas por la CIDH y, en
consecuencia, se retracte de declaraciones hechas en contra del Colectivo de
Abogados José Alvear o de alguno de sus miembros, no significa que Jefe de
Gobierno ni ninguno de los servidores públicos quede eximido de cumplir con
los deberes vinculados con la protección de los derechos de tales
colectividades, incluyendo la obligación de abstenerse de emitir
pronunciamientos infundados que pudieran poner en peligro, de manera
injustificada, la actividad de defensa de los derechos humanos que aquellas
realizan.
Así las cosas, la Sala revocará la decisión de segunda instancia, que declaró
improcedente la tutela por incumplimiento de la regla de inmediatez, y
confirmará la decisión de primera instancia de negar la protección solicitada,
revocando expresamente el exhorto consignado en el numeral cuarto de la
parte resolutiva de esa sentencia.
R E S U E LVE