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La reflexign filoséfica aribuye a la basqueda del placer, ala raz6n 0 a la voluntad un papel expliativo capital, destacando las caracteris- ticas diferenciales de la motivacién humana frente alas conductas observadas en otras especies animales. Cuando i investiacin picolica se independiza ya Psicologia se converte en necesidad o conseguir la recompensa esperada). El dominio del paradigma conductista durante la primera mitad del siglo xx favore= id analisis de los componentes extrinsecos de Ia motivacién. El modelo explicativo {de Hull incorpora motivacién y aprendizaje como factores causales de la conducta y {ormatiza la integracién de estos dos procesos psicol6gicos a través de una combinacién ‘matemétiga muliplicativa. Mediante sucesivas formulaciones (Hull, 1543, 1952; Spen- «e, 1956) el concepto de motivacién se amplia abarcando tanto las necesidades biol6y «as, como los impulsos psicolbgicos y los componentes incentivos. Frente al planteamiento determinista que concibe la motivacién de la conducta de forma reactiva y condicionada bien por necesidades intenas bien por recompensas ex- ‘winsecas, se desarrollan teorias sumamente diversas entre sf que, de la mano de autores ‘como Berlyne, Harlow o Rogers, contradicen el esquema anterior y presentan la act dad motivada como una meta en si misma en lugar de simple conducta instrumental al 234 Psicologia de la motivacién y la emociin servicio de una finalidad ajena, Por contraste con el caricter extrinseco de la interpreta: ‘cin motivacional bysada en premios y astigos, la Psicologia acufla el término de Mot vain Intrinse ‘ibn personal fa consecuencia cominmente compartida Desde el comienzo, se produce en la investigacién psicolégica eierta controversia twériea entre los conceptos de MI y ME (Motivacién Extrinseca) y se desarrolla una considerable polémica empirica acerca de los posibles efectos, positives, negativos o neutros, al hacer coincidir ambas motivaciones en una misma actividad. Le pregunta, mis frecuente como objeto de polémica es la siguiente: ,qué ocurre cuando a una acti dad hacia la que nos sentimos intrinsecamente motivados se le incorpora alguna recom pensa externa? Las posbilidades tedricas de respuesta son: 1) Ml y ME suman sus fuer- ‘a, aumenta el nivel de motivacion y, como consecuencia, la actividad en cuestin sale beneficiade; 2) la ME intrfiere negativamente sobre el nivel de MI restando fuerza ala mativacién y perjudicando la actividad, y 3) no hay interferencia, ni tampoco interac cia postiva, por tanto, el efecto es neutro. Si bien los aniisis empiricos consiguen validar los tres tipos de efectos, positives, negativos y neutros, contribuyendo con ello a aumentar la polémica, durante la década de los setenta del siglo pasado la recomendacién psicoldgica més extendida era evit las posibles interferencias de la ME sobre la MI, especialmente en aquellas conductas ‘con suficiente motivacin intrinseca como para no necesitar ningiin refuerzo en su eje- ccucién (Lepper y Greene, 1978). El ejemplo mas claro es el del juego, como actividad intrinsecamente motivada a través de cuya prictica se aprenden miltiples habilidades ‘Cuando el resultado final de una actividad lidica queda condicionado a una posible re- ‘compensa (por ejemplo, una cali idad puede dejar de ser dlivertida empeorando el resultado, La investigacién adicional plantea, adem, que las consecuencias negativas no se limitan s6lo a los efectos de interferencia de las recom- ppensas, sino que también tienen que ver con las restriceiones temporales marcadas (por «ejemplo, hay que resolver el problema durante la hora del examen) y con la existencia de vigilancia externa y pérdida de libertad de movimientos. | El debate se mantiene alo largo de los afos ochenta y Ia psicologi | imteresa por especificar cuindo y emo se producen los efectos negativos de la ME sobre | lw ME, Lainterpetacién com mayor soporte empirico esque las intrferencias entre am- | experimental se bos tipos de motivacién no se producen siempre, sino que quedan limitadas a determina- dia situaciones coneretas. Las tres mejor documentadas son: 0, dinero, calificaciin); 2) c ejempto, muct cl de los demés participants o se alcanza un cierto nivel de excelencia previ ‘mente fijado) (Reeve, 1994). Por tanto, s6lo en tales circunstancias se recomienda no athadir refuerzos extrinsecos bajo el supuesto de que exista suiciente motivacionintrin- ‘seca para realizar la conducta, Un caso prictico que ejemplifica la recomendacion anterior es el del fitbol. En prin- cipio, las personas alas que les gusta practicar este deporte ¥ formar parte de tn equipo no necesitan ninguna ME porque esti intrinsecamente motivadas. El hecho de aiair Pequefiasrecompensas (Ia copa-trofeo tras saberse ganadores) no tions por qué interferic Matvos Secundarios I (motivaciin intrinseca, metas de logro, flac y poder) 235 ri con el nivel de MI ni tampoco con el modo de realizar la actividad en si. Sin embargo, si la recompensa pasa a ser una eantidad de dinero elevada, es posible que ello altere tanto el estado de énimo de los jugadores como sus procedimientos habituales de juego. Obtener la recompensa ha dejado de ser un mero incentivo y so ha convertido en el objetivo prioritario. La prictica deportiva no es ya el objeto de la conducta, pasando ser la meta principal conseguir la recompensa. La relacién de prioridades se ha tratoca- 4o y Ia actividad ha cambiado por complet. “Mientras todo este debate se desarrolla en el Ambito académico y la Psicologia sigue ‘manteniendo como recomendacién general la exclusion de recompensas tangibles y muy cuantiosas cuando exista un nivel minimo de MI, el sistema motivacional extrinseco basado en recompensas y castigos se aplica de mado dominante en una gran parte de prictias vitales de indole muy variada, edueativas, laborales, deport or no citar mis que algunas de las més frecuentes. Hay dos razones que facilitan st ‘so: por un lado, sus efectos suelen ser mis inmediatos , por otro, son més ficiles de ‘manejar y controlar. Con la aparicién en 1996 de un artculo firmado por Bisenberger y Cameron en el American Psycholologist, se incrementa la polémica sobre este tema. Los auto llevar a cabo una revision bibliogrifica exhaustiva utlizando técnicas meta-analitcas, Hegan a la conctusin de que los efectos perjudiciales de las recompensas sobre la MI ‘estén basados en ereencias mas 0 menos extendidas pero no en hechos empiricamente probados. El Symposium de 1997 organizado por la Sociedad de Psicologia Social perimental y la reciente publicacién del libro eoordinado por Sansone y Harackiewicz (2000) centran, de nuevo, a atencién sobre esta tematic cuyéa controversia se mantiene abierta en el momento actual. Al andlisis de los avances tericos y empiricos consegui- dos se dedican los siguientes epigrates ACTIVIDAD PSICOLOGICA Y COMPORTAMIENTOS MOTIVADOS sda indies muy dives, Con et IEE wo stad on respecto a otras se ha ulizado como citerio evauador a pate del sipueso general que 4efine la motivacin intinseca como aquelas actividades que se hacen por «placer» © ot sin embargo, la motivacin se infire des - Se suele inducir que una persona esté muy motivada por el ‘estudio cuando permanece durante mucho tiempo delante de un libro, En algunos casos, eebanrnaeinannnnanin 2°22 5 ecole gy El ejemplo mas frecuente y recursivo es el de aBi- ‘mir motivacién académica desde las ealificaciones escolares obtenidas, El andlisis se complica todavia un poco mis cuando se trata de delimitar entre Ml y ME en ef transcurso de algunas actividades, Tedricamente las definciones especificas de cada tipologia motivacional resultan claras y pueden ejemplificarse con situaciones concretas. Por ejemplo, las personas suelen practicar deporte porque les gusta, En este ‘caso es fel inferir que hay MI para realizar dicha actividad. En el ex 236 Pricologia de ta motvacin y la emoctin Mots Secundarios | (motvacén nrinseca, metas de logro, flactony poder) 237 ponerse el cnturn de seguridad cuando se va al volante nunca es gato, de modo qu si (GEER NOHEDUINIORGBYAIEORHIED,inciiendo tano en tos efectos postvos se quiere incrementar este resultado conviene reforzar tales conductas. En este caso lo (placer, 10 en los negativos (ansiedad, temor, estrés). | cE que en la investigacién ical sabre MI se operativizaba como ol {que se consigue es motivarelcomportamento de forma extinseca Sin ‘emo de ta causalidad va a ser determinante sobre los sentinientos de orgullo, rabia 0 ‘ergtiense. mientras que la estabilidad y la controlabilidad van a afectarrespectivamentc 4 conductay a las expectativas futures. punt de paride parr estrtraqTci6 cs que as motivaciones humans se basan en el conocimiento y en los modos peculiares como éstos se organizan jerirquicamente. 11s efSonas cslin infrnsecamente motivadas para explicar el por qué de ls resultados de sus cciones, sobre todo euandoséstos son inesperados 0 no se adccuan a las expectativas pre= vias. La diversidad interpersonal intergrupal se explica en términos de las diferentes atribuciones planteadas por distintas personas ante un mismo resultado (IIyland, 198) ‘Compatindota con Ts tradicion anterior, se puede afirmar que las teoras aributivas se tnteresan por conocer el significado que tienen las acciones y por analizar las consecuen-