Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PROTOCOLO DE SERVICIO
1. Introducción
La hemorragia durante o después del parto es la causa aislada más frecuente de mortalidad
materna en todo el mundo, el 50% ocurre posterior a este. La hemorragia posparto (HPP) ocupa el
primer lugar de incidencia en países en vías de desarrollo y el tercero en países desarrollados, esta
es altamente prevenible, es mucho mayor en los primeros, ya que gran parte de las mujeres no tiene
la posibilidad de tener acceso a un parto asistido por personal capacitado. 1,2
La importancia de este protocolo viene dada por el alto índice de morbimortalidad que
genera esta patología, sobre todo en países subdesarrollados como el nuestro, ya que permite
establecer una serie de estrategias, para ser llevadas a cabo por un equipo multidisciplinario, en
forma sistemática y veraz, teniendo en cuenta que la mortalidad materna representa un indicador
de la calidad asistencial y del desarrollo socioeconómico en el país. 1,6
2. Definición
3. Clasificación
3.1.1 Temprana o primaria: sangrado que ocurre en las primeras 24 horas posparto. 7
3.1.2 Tardía o secundaria: entre las 24 horas y las próximas 12 semanas. 4,7
3.2.2 Hemorragia postparto masiva: pérdida hemática superior a 2.500 ml, la caída de la
hemoglobina más de 4 g/l, la transfusión de 4 o más unidades de concentrado de hematíes en una
hora, reposición del 50% del volumen sanguíneo en menos de 3 horas, o un sangrado mayor de 150
ml/min. 1,4,8
4. Etiología
Son diversos los factores de riesgo que pueden ocasionar hemorragia postparto, aunque
en dos tercios de los casos estos no están presentes, los obstetras deben tenerlos en cuenta. Debe
realizarse una evaluación del riesgo materno antenatal, durante y después del parto. 2,6
Tabla 1. Etiología Hemorragia Postparto, tomado del protocolo de la Maternidad Rafael Calvo
Cartagena.
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
El (ACOG) indica se debe determinar el nivel de riesgo para así tener mayor vigilancia en
las pacientes cuando este sea alto, estableciendo cuales factores son de bajo, mediano y alto riesgo.
6
5. Diagnostico
5.1Clínico:
*Realizar la evaluación del canal del parto para descartar posibles desgarros, revisión
uterina para extracción de probables restos placentarios y verificación del tono uterino a través del
tacto bimanual, ya que según hallazgos será la pauta a tomar. 7
5.2 Paraclínico:
6. Prevención
El mejor tratamiento de la HPP es, sin duda, su prevención, teniendo en cuenta los factores
de riesgo que se han mencionado, el momento de mayor riesgo para que ocurra una HPP es el tercer
estadio del parto, esta etapa puede ser manejada de manera activa con clampaje precoz del cordón,
tracción del mismo, masaje uterino y administración de uterotónicos, o bien mantenerse una actitud
expectante, donde se espera al alumbramiento espontaneo de la placenta sin uso de fármacos. 2,9
La prevención de la HPP se debe realizar de forma sistemática en todos los partos, existan
o no factores de riesgo, ya que en 2/3 de los casos se dan en mujeres sin ningún riesgo, el manejo
activo se asocia a una disminución de la incidencia de HPP, reducción en la perdida sanguínea y
acortamiento en la duración de este periodo. 2,9
7. Manejo Inicial
Debe ser llevado a cabo por un equipo multidisciplinario, que actué rápido y de forma
eficaz, obstetras, anestesiólogo, personal de enfermería, e idealmente contar con un hematólogo y
de ser necesario un rádiologo, realizando una valoración inicial precoz, siempre pensando en las
complicaciones que pueden presentarse, e individualizando a cada paciente, iniciando siempre por
los métodos menos invasivos, buscando reducir la morbimortalidad e identificando cuando debe
darse una intervención más agresiva. 4,6
-Contabilizar el tiempo: tratando de actuar lo más rápido posible, los primeros treinta
minutos son de vital importancia. 1,2
-Cateterización de una segunda vía periférica más gruesa (14-16 G), dependiendo de la
gravedad del cuadro clínico y de la situación hemodinámica del paciente, se valorará en un segundo
tiempo una vía venosa central. 4
-Solicitar tipiaje, 2 unidades de concentrado globular como urgentes con pruebas cruzadas,
y si se considera pertinente de factores de la coagulación. 10
Una hemorragia severa que evoluciona a un estado de choque se define como la pérdida de
todo el volumen sanguíneo en un período de 24 horas o el sangrado que ocurre a una
velocidad superior a 150 mL/minuto y que, por lo tanto, causa la pérdida del 50% del volumen
en 20 minutos. 11
8.1 Diagnóstico
8.1.1 Clínica
8.1.2 Paraclínica
El retraso en el diagnostico implica a su vez retraso para inicio del tratamiento y conduce al
incremento de la morbimortalidad materna.
8.2 Clasificación
Tabla 3. Clasificación del shock hipovolémico Guía manejo de la hemorragia obstétrica “Código
Rojo” FASGO
8.3 Manejo
-Trabajar en equipo. 11
De acuerdo al tiempo de evolución del estado de choque, deben tenerse claras las
maniobras a realizar según evolucione el mismo:
1000mL es un buen punto de corte para iniciar las maniobras de reanimación. Al determinar los
signos clínicos en su orden: estado del sensorio, perfusión, pulso y presión arterial se debe activar
la primera fase del código rojo. Las acciones a desempeñar son: 11
-Garantizar que sea escuchado por todo el personal, de ser posible con un altavoz.
-Iniciar suministro de oxígeno a la paciente garantizando la máxima FiO2 con máscara reservorio
o cánula nasal a 4 lts /min 11
-Canalizar dos vías periféricas catéter 14 (garantizan flujo de 330mL/min) o 16 (garantizan flujo
de 225ml/min). Tomar muestras sanguíneas, iniciar la administración de 2000mL de solución salina
0.9% o Ringer Lactato. Clasificar el grado de choque y complementar el volumen requerido de
acuerdo al estado del mismo. , la reposición volumétrica debe ser de 3mL de solución cristaloide por
cada mL de sangre, calculado en la perdida. 11 Se recomienda mantener una tensión arterial sistólica
de 80-100mmHg. Se sugiere la adición de coloides dentro de los límites prescritos (50 ml/ kg/ 24
horas) para cada solución en el paciente inestable después de usar hasta 3,5 litros de cristaloides se
sugiere 1,5 litros de sustancias coloideas. Se debe tener precaución ante la posibilidad de una
coagulopatía dilucional. 1,2,4,11
-En choque grave, iniciar la transfusión de sangre tipo especifica sin pruebas cruzadas.
-Si el diagnostico etiológico es atonía uterina, debe mantenerse las maniobras compresivas
como el masaje uterino o bimanual o la compresión externa de la aorta y el suministro de
uterotónicos. 11
-Garantizar la vigilancia de los signos de perfusión: estado de conciencia, llenado capilar, pulso,
presión arterial y gasto urinario.
En caso de que se presente CID, ésta debe tratarse antes de realizar procedimientos quirúrgicos:
11
-Garantizar que el recuento de plaquetas sea superior a 50.000/mL. Cada unidad de plaquetas
de 50mL aporta 5000 – 8000 plaquetas por mL. 11
-Usar plasma fresco congelado si los valores de TP y/o TPT son 1,5 veces mayores al del control.
Dosis: 12 – 15 mL/kg. Cada unidad de 250 mL aporta 150 mg de fibrinógeno y otros factores de
coagulacíon. 11
-El crioprecipitado se debe usar si el fibrinógeno es menor a 100 mg/dL y/o el TPT y el TP no se
corrigen con la administración del plasma fresco. Dosis: 2 mL/kg. 11
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
8.4.1 Paciente que mejora en los primeros 20 minutos con maniobras iniciales
-Mantener la oxigenación. 11
8.4.3 Paciente que mejora en la reanimación inicial pero recae en choque posteriormente
Clínicos
Objetivo Valor
Presión arterial sistólica 90 – 100 mmHg
Frecuencia cardíaca < 100 lpm
Presión venosa central (PVC) > 6 L/min/m2
Lactato < 22 mg/dl
Ph > 7,20
Analíticos
Objetivo Valor
Hematócrito/Hemoglobina 21 – 27% / 7-9 gr/dL
Fibrinógeno 1,5 – 2 g/L
Calcio iónico Normocalcemia
Temperatura >35ºC
-Medidas generales.
-Identificar el cuadro clínico, verificar que el alumbramiento haya sido completo, sin
retención placentaria o de restos. 6
9.1.1.1.2 Metilergometrina: 0,2 mg IM, se puede repetir cada 2-4 horas por un máximo de
cinco dosis. 4,6
Consiste en la introducción manual en cavidad uterina de gasas o una tira de gasa ancha que
rellene toda la cavidad uterina, que se deja ubicada dentro del útero, o compresas estériles. 2,4.
Pueden utilizarse una sonda de Foley en la cavidad uterina e insuflar el balón con 60 cc de solución
fisiológica o el empleo de taponamiento con balón artesanal (condón) con 300-500 ml de solución
salina. Si se realizó un taponamiento uterino y hay respuesta, el mismo debe ser retirado al tener
9.1.3.5 Ligadura bilateral de las arterias hipogástricas. El lugar de elección para ligar las
arterias ilíacas internas es a unos 2 cm por debajo de su bifurcación de la arteria ilíaca común, para
evitar la ligadura de ramas posteriores que irrigan la región glútea. Su realización es técnicamente
difícil, su morbilidad es elevada y, porque es una ligadura proximal, su eficacia es inconstante. Puede
aplicarse como técnica conservadora, pero también como técnica de rescate posterior a una
histerectomía. 2,4
Se pueden utilizar balones para ocluir las arterias ilíacas internas a través de la
introducción percutánea de catéteres en las arterias femorales, y una vez lograda la estabilización
hemodinámica,se prosigue con la embolización selectiva con partículas reabsorbibles de las arterias
uterinas. 10 (No disponible).
Debe realizarse la evaluación periódica una vez superada la urgencia, luego mantener vigilancia
estricta durante 24 horas, aadecuado control posoperatorio, si se realizó cirugía y de laboratorio.
Egresar al lograr la estabilización clínica y de laboratorio. 4
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
9.2.1 Desgarros:
-Medidas generales.
-Deben repararse rápidamente, ya que generan sangrados excesivos sobre todo cuando hay
sangrado arterial aunque predominantemente este es venoso. 6
Si hay laceración arterial se recurre a embolización, puede aplicarse en casos lesiones cervico-
vaginales y hematomas disecantes de difícil acceso o la exploración quirúrgica y la ligadura deben
considerarse, en un área quirúrgica. 4,6,7
9.2.2 Hematomas:
Una vez identificados, la mayoría de los hematomas del tracto genital pueden ser
manejados de manera conservadora. Sin embargo, rápido agrandamiento progresivo del
hematoma, particularmente en el contexto de signos vitales anormales, indica una necesidad para
incisión y drenaje. En caso de hematomas pequeños, pueden tratarse de manera expectante. Sin
embargo, si el dolor es intenso o el hematoma se agranda, el mejor tratamiento es la incisión
expedita con el drenaje del coágulo y ligadura de los puntos hemorrágicos. Debe confirmarse la
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
hemostasia del área afectada y posteriormente se debe realizar la sutura por planos anatómicos. En
esas circunstancias, la vagina, no la cavidad del hematoma, se tapona durante 12 a 24 horas. 7
Deterioro de los signos vitales maternos sin obvio sangrado debe alertar al equipo
obstétrico que hay puede ser una hemorragia intraperitoneal o retroperitoneal. Los hematomas
subperitoneales y supravaginales a menudo son difíciles de tratar. Se pueden drenar mediante
incisión del peritoneo, sin embargo, a menos que haya hemostasia completa –que es difícil de lograr
mediante esta vía– es recomendable la laparotomía. 6,7
Puede presentarse por dehiscencia simple de cicatriz de cesárea previa o ruptura a nivel
del segmento. Esta entidad se puede presentar en cualquier edad del embarazo, pero es más
frecuente al término de este y especialmente durante el trabajo de parto. Es considerado el más
grave accidente obstétrico. El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Rápida evaluación del
estado general de la paciente y vigilancia de los signos de descompensación hemodinámica, con alta
tasa de mortalidad materna y perinatal. 6,7
-Ante el diagnóstico de rotura uterina consumada por cualquier causa, hay que realizar una
laparotomía inmediata, extracción de feto y placenta, revisión de cavidad abdominal (vejiga, recto
etc.), histerorrafia si la rotura es pequeña susceptible de una rafia y hemostasia, que no haya
infección. Considerar la esterilización quirúrgica si tiene hijos. Histerectomía en aquellos casos de
roturas anfractuosas o infectadas y en el acretismo placentario verificar el grado de acretismo. 6,7
Es un cuadro grave, con hemorragia, dolor y shock (hemorrágico o vagal), que requiere
de una actuación rápida y siempre con una adecuada anestesia. 4
-Medidas generales.
-Extracción manual de la placenta. 6
-Inspección visual detallada de la placenta. 6
-Examen manual intrauterino 4,6
-Intentar extracción manual del tejido, con previa analgesia.6
-Realizar ecografía para descartar el tejido placentario no este adherido a la pared
uterina, lo que nos puede hacer sospechar acretismo placentario, particularmente en presencia de
factores de riesgo. 4.6
-Si la extracción manual falla, trasladar al área quirúrgica y realizar una extracción bajo
sedación, con posterior revisión con cureta de Pinard, y posterior aplicación de fármacos
uterotonicos. 4
-Hay que tener en cuenta que si la placenta no se separa con facilidad, no se debe
traccionar de forma excesiva dado que aumenta el riesgo de hemorragia masiva. 4
- Factor VII recombinante, en caso de hemorragia por coagulopatía con afectación vital,
puede considerarse, aunque no existen estudios suficientes que avalen su seguridad, sólo será
efectivo una vez que el sangrado proveniente de un vaso dañado haya sido detenido. Las dosis
utilizadas son 20-120 µg/kg Media 70 µg/kg, su uso aun es no aprobado, y que existe un riesgo
trombótico. Indicación aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos es para el tratamiento
de pacientes con hemofilia A y B. 2,6,10 (No disponible)
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
Bibliografía
9. Karlsson H., Pérez Sanz C. Hemorragia postparto. Anales Sis San Navarra 2009;
32(Suppl 1): 159-167. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-
66272009000200014&lng=es.
11. Vélez G, Agudelo B, Gómez G, Zuleta J, Código rojo: Guía para el manejo de la
hemorragia obstétrica. Revista Colombiana de Ginecología y Obstetricia. Vol 60. Nº I. 2009. Pag 34
– 48. Disponible en: http://www.redalyc.org/html/1952/195214329006/
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
HOSPITAL CENTRAL DE SAN CRISTOBAL, TACHIRA
DEPARTAMENTO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
POSTGRADO DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA
12. Malvino E, Shock Hemorragico en Obstetricia, Tomo II. Buenos Aires 2010.
Disponible en: http://www.fasgo.org.ar/images/Shock_Hemorragico.pdf
13. Morris, J. L., Winikoff, B., Dabash, R., Weeks, A., Faundes, A. Et al.(2017), Federacion
Internacional de Ginecologos y Obstetras. Actualización: recomendación para uso solo del
misoprostol por ginecólogos y obstetras. Anuario Internacional de Ginecologia y Obstetricia, 138:
363–366. doi:10.1002/ijgo.12181.
Colaboración: