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Sinopsis

La noche caía sobre la ciudad de lujo de Dressrosa, y el aire estaba lleno del sonido de
risas y música. En el corazón de la ciudad, se alzaba el Moulin Rouge, un club nocturno
famoso por sus espectáculos elaborados y extravagantes.
Roronoa Zoro y Vinsmoke Sanji se encontraban en la puerta del Moulin Rouge, mirándose
el uno al otro con una mezcla de desafío y deseo. Los dos habían sido rivales durante años,
pero ahora se sentían atraídos el uno por el otro de una forma que no podían negar.
"Vamos a entrar", dijo Zoro con una sonrisa peligrosa en los labios. "Veamos si puedes
mantener el ritmo conmigo en el Moulin Rouge".
Sanji sonrió de vuelta, sus ojos brillando con una lujuria contenida. "Siempre estoy
dispuesto a competir contigo, Zoro".
Los dos entraron en el Moulin Rouge y se sumergieron en un mundo de lujuria y deseo.
Pero también se encontraron con peligros y engaños que pondrían a prueba su relación y
su valentía. ¿Saldrían victoriosos o sucumbirían ante las tentaciones y los peligros del
Moulin Rouge?

Zoro y Sanji caminaban por las calles de Dressrosa, con la ciudad bulliciosa a su alrededor.
Zoro estaba concentrado en su camino, sus espadas colgando a su lado, mientras que
Sanji se detenía de vez en cuando para admirar a las bellas mujeres que pasaban por
delante de ellos. De repente, Sanji se detuvo en seco y señaló un cartel que anunciaba un
espectáculo en el famoso Moulin Rouge.
"¡Vamos, Zoro!" exclamó Sanji, con un brillo en sus ojos. "¡Tenemos que ver eso!"
Zoro frunció el ceño, pero accedió a acompañar a Sanji. Juntos, se abrieron camino entre
la multitud y llegaron al Moulin Rouge, donde fueron recibidos por una explosión de luz y
color. Mientras buscaban sus asientos, Sanji no pudo evitar emocionarse ante la
prospectiva de ver a las hermosas bailarinas en el escenario.
La música retumbaba en el aire mientras se abrían camino a través de la multitud. Los ojos
de Zoro se deslizaban por la sala, buscando un lugar donde sentarse y disfrutar del
espectáculo. Sanji, por su parte, estaba distraído por las hermosas bailarinas que giraban y
saltaban por todo el lugar.
Zoro no prestó mucha atención a la belleza de las mujeres en el club, pero Sanji no pudo
dejar de mirar a una hermosa cantante en el escenario. Su voz era dulce y melodiosa, y sus
movimientos seductores hacían que la audiencia estuviera en trance. Sanji también se
sentía fascinado por los elaborados vestuarios de las cantantes y bailarinas, y no podía
dejar de imaginar cómo se vería él mismo en uno de esos atuendos.
Finalmente se sentaron y Sanji no podía dejar de sonreír emocionado. Cuando las
bailarinas comenzaron a desnudarse, Sanji se inclinó hacia adelante en su silla, con los
ojos brillantes.
"¿Qué te parece, Zoro?" preguntó Sanji, gritando para hacerse oír por encima de la
música. "¿No es esto increíble?"
Zoro asintió, pero en realidad su mente estaba en otra parte. No podía dejar de pensar en
la tensión creciente entre él y Sanji, y en la atracción que sentía por su rival. ¿Sería capaz
de resistir la tentación de acercarse a Sanji y explorar esa atracción?

II

La noche avanzaba en el Moulin Rouge, y los dos hombres seguían disfrutando del
espectáculo. Sanji estaba fascinado por la estrella del club, una cantante de voz angelical
llamda Nico Robin, quien lucía un hermoso y llamativo vestido rojo y negro. Sus
movimientos seductores y su voz hipnotizante dejaban a Sanji en un estado de embeleso.
Zoro, se sentía un poco celoso al ver la forma en que Sanji miraba a Robin. Pero pronto se
dio cuenta de que Sanji no solo estaba fascinado por su voz y su belleza, sino también por
su ropa. Sanji no podía dejar de mirar los brillantes vestidos y las joyas que Robin llevaba
puestas, y sus ojos brillaban con un deseo contenido.
Cuando Zoro se dio cuenta de eso, se le ocurrió una idea. Se inclinó hacia Sanji y le susurró
al oído: "¿Quieres vestirte como Robin y bailar para mí?"
Sanji se sonrojó al oír la propuesta de Zoro, pero no pudo evitar sentirse emocionado.

II

Cuando terminó el espectáculo, ambos piratas lograron escabullirse detrás del escenario
para hurtar el vestido y luego dirigirse rápidamente a una habitación que tenían
reservada.
Al llegar allí, Sanji se puso el vestido de Robin, y se miró en el espejo con una mezcla de
emoción y nerviosismo. El vestido le quedaba perfectamente, y resaltaba su belleza de
una manera que nunca había imaginado. Se dio cuenta de que Zoro lo estaba mirando, y
sintió un hormigueo de expectación en el estómago.
"¿Estás listo para bailar para mí?" preguntó Zoro, con una sonrisa traviesa en los labios.
Sanji asintió, con el corazón latiendo fuerte en el pecho. Tomó una pose sensual, y
comenzó a moverse al ritmo de la música.
Zoro no podía creer lo hermoso que se veía Sanji con el vestido rojo. Se sentía embriagado
por el deseo, y no podía dejar de mirar cómo se movía al ritmo de la música. Cuando de
pronto Sanji dio un giro en el aire, mostrando sus piernas fuertes y musculosas. Zoro lo
observó con admiración y deseo, hasta que no pudo resistirse más y se levantó para darle
un beso apasionado.
Finalmente, cayeron en la cama juntos, consumidos por el deseo y la pasión. Hicieron el
amor con una intensidad y una ternura que nunca habían experimentado antes, y
supieron que habían encontrado algo verdaderamente especial.

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