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CAPÍTULO 2 respaldo violento.

Una definición de este tipo


De la existencia del poder penal a su parece sumamente vaga. Sin embargo, dota de
fundamentación. El principio de mínima mayor precisión al concepto de poder penal que
intervención. otras más usuales vinculadas a la nuda idea de
castigo, sanción o coerción. Así, el poder punitivo
Todas las sociedades usan una u otra es siempre ejercicio por parte del Estado de una
forma de poder penal o poder punitivo. Esto acción violenta. Esos patrones culturales pueden
significa que todavía no conocemos –por lo estar ya recogidos en normas jurídicas
menos en las civilizaciones dominantes y (Constituciones, Pactos Internacionales, leyes
mayoritarias- una forma de ejercicio del poder formalmente penales – como el Código Penal -),
que no utilice ningún instrumento violento para producto del reconocimiento generalizado (y a lo
lograr sus finalidades. Esta afirmación vale sólo largo de la historia) del carácter violento de ese
como una constatación no como una respaldo, o derivar de distintos tipos de
justificación; en todo caso merece una aclaración. valoraciones sociales, incluso cambiantes a lo
largo del tiempo. Es evidente, por cierto, el
El poder punitivo no se define por el uso carácter “abierto” de la definición que aquí
del castigo: mucho menos por la sola idea de utilizamos, pero si observamos bien, esa apertura
sanción. Las normas jurídicas –por su propia no dificulta la construcción de una dogmática
estructura- siempre están ligadas a una respuesta penal pensada desde los límites, ya que ellos
coercitiva específica proveniente del Estado, sin también deberán estar presentes en los casos en
la cual quedarían convertidas en normas los que el carácter penal (violento) sea dudoso o
culturales o morales (que también tienen sus encubierto (lo que ya ha pasado, por ejemplo,
propias formas de coerción). También por su con la legislación “tutelar” de menores o muchas
función propia, las normas jurídicas tienen un sanciones “administrativas” o “disciplinarias”).
respaldo del poder (estatal) ya sea porque son Uno de los cometidos –quizás no tradicionales,
reconocidas como tales (sentencias) o porque se pero no por ello menos importante- de la
utiliza la fuerza pública para hacerlas cumplir dogmática penal es precisamente detectar esas
(ejecución, poder de policía, etc.). Ninguna de formas de violencia encubierta o hallar nuevas
esas características puede servir para dotar de prácticas violentas y orientar sus instrumentos
especificidad al poder punitivo. A él sólo se lo limitadores hacia ese sector.
puede definir por la intensidad de la coerción.
Debemos clarificar que al utilizar un concepto Sin embargo, existen zonas claras y
como el anterior quedamos atrapados en la distintas. Sin duda se trata de poder penal
indeterminación de todo continuo. ¿Cuándo la cuando el Estado mata o priva de libertad
intensidad es tal que la coerción forma parte del ambulatoria a una persona y lo encierra en una
“poder punitivo o penal”? No es posible construir cárcel ya sea por un día o por toda la vida. Se
un criterio exacto ni recurrir a un elemento podría considerar, incluso, que sólo esas
cualitativo, por lo que la referencia cultural e manifestaciones de violencia merecen el nombre
histórica es insoslayable. de “poder penal” ya que son claras e inequívocas
formas de esa violencia. Sin embargo, como nos
Ensayemos una primera delimitación: interesa construir un concepto de poder penal
ingresa al ámbito del poder punitivo el respaldo amplio, ya que al derecho penal (como parte del
coercitivo a una norma cuando según sistema de garantías) se construye por estricta
determinados patrones culturales constituye un oposición a él, no podemos dejar por afuera

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manifestaciones de coerción que todavía en influya de tal manera en otras libertades del
nuestra cultura mantienen apreciables cuotas de individuo de tal modo que esas privaciones sean
violencia. También una formulación amplia de la mayores o de igual relevancia que la merma
idea de poder penal permite ingresar nuevas patrimonial pura. En este sentido la “multa” del
formas de coerción violenta que a veces tardan derecho penal nunca es sólo privación de dinero.
mucho tiempo en ser reconocidas como poder Obviamente se trata de un concepto abierto y
punitivo y por lo tanto son ejercidas con niveles referido a cada persona en particular (de allí la
de arbitrariedad o falta de control que son importancia de las escalas variables
inadmisibles (por ejemplo, lo que todavía ocurre personalizadas), pero esta apertura no dificultará,
con las medidas de seguridad). sino más bien lo contrario, la construcción del
derecho penal tal como lo concebimos, ya que
El primero de los casos que constituye esa siempre se construirá por oposición al concepto
zona gris lo forman las privaciones pecuniarias, punitivo de la multa, aún cuando ese carácter sea
todas las distintas formas de multa. Es dudoso.
verdaderamente difícil diferenciar aquéllos casos
en los que la multa ingresa al campo del poder Si observamos con cuidado podremos ver
penal (se entiende, claro está, que ella siempre que, en realidad el patrón básico del poder penal
constituye un “castigo”, pero según hemos dicho, es arcaico: muerte, encierro, confiscación –con su
no todo castigo es ejercicio del poder penal) o es cuota de muerte civil -. Faltaría para completar el
una herramienta de coerción no penal. cuadro las amputaciones y otros castigos físicos,
Nuevamente nos enfrentamos a la tales como los azotes y el trabajo forzado
indeterminación de un continuo ¿Cuál será el (actualmente considerado como un castigo
criterio? ¿Diez, cien mil....o un millón de pesos?. prohibido), siempre cercano a la esclavitud.
También en este caso sólo es posible construir un También las distintas formas de trabajo forzado
marco referencial de base histórica. Durante (minas, galeras, etc.) estuvo siempre vinculado a
muchos siglos la confiscación de bienes fue un la privación de libertad (que pervive bajo la
instrumento punitivo y quizás el más grave, el condiciones de la “reclusión”) y poco tiene que
principal instrumento de castigo durante gran ver con los “trabajos comunitarios que se
parte de la historia del derecho penal. De allí la establecen como sustitutivos o alternativas a la
reacción republicana y su prohibición en muchos prisión. Los daños corporales (amputaciones,
textos constitucionales. Por otra parte, también flagelaciones) también hoy se encuentran
desde el punto histórico la confiscación no era formalmente prohibidos en muchos países, pero
exclusivamente una privación de bienes, era la admitidos en otros tantos y en algunas culturas.
perdida de la tierra que confería linaje, poder, No siempre – se debe advertir- ello significa
prestigio o simplemente la protección de mayor crueldad y violencia, sobre todo si se lo
pertenecer a una comunidad. En fin, su influencia compara con la cárcel cuya existencia es admitida
sobre la situación general del individuo no se con menos problemas. Pregúntese el alumno que
podía medir sólo en términos de riqueza. Creo preferiría, si pasar varios años en alguna de
que este criterio es el que nos permite construir nuestras cárceles o sufrir azotes; o ¿Cuál sería su
alguna forma de línea divisoria. La privación de opción si le dieran a elegir entre cinco años de
dinero o riquezas como castigo ingresará al prisión o perder una de sus manos?. Este ejemplo
campo del poder penal cuando adquiera los que parece grotesco pone en evidencia de un
caracteres de la antigua confiscación, es decir, modo muy claro el carácter cultural de conceptos
cuando la privación de dinero propia de la multa como violencia o crueldad.

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Observar este patrón de comportamiento no debemos detenernos en la fundamentación
del poder punitivo nos muestra que la referencia de la pena, sin en la constatación de la existencia
cultural que proponemos no es tan vaga e del poder penal como instrumento violento del
imprecisa como parece, que los instrumentos Estado. Esta constatación no es un simple acto de
punitivos se han mantenido con firmeza a lo afirmación o de descripción porque en el
largo de los siglos y muchas veces tras nuevas y contexto de las sociedades complejas las
“modernas” formas se encuentran fácilmente las manifestaciones de ese poder penal también son
viejas prácticas de violencia que creíamos complejas. También en el marco de la aceleración
desterradas. La tarea de limitación y contención de los cambios culturales propio de esta época,
que sobre todo en los dos últimos siglos ha cambian las manifestaciones culturales de la
realizado el derecho penal ha ido moldeando y violencia del Estado. En definitiva, en el plano
configurando las penas, pero la estructura básica empírico del ejercicio de las acciones violentas
del poder punitivo (muerte, encierro, confiscación del Estado existen muchas dificultades de
y mutilación) sigue formando parte del núcleo de comprensión, que son anteriores a su
ese poder y cíclicamente aparecen nuevos justificación y no deben ser pasadas por alto. El
defensores que ya ni siquiera quieren “ocultar” reconocimiento de todas las manifestaciones
esas características bajo las nuevas palabras. violentas que merecen el nombre de “poder
Cada tanto se acrecientan los voceros de la penal” deberían constituir una “fenomenología
muerte en manos del Estado, se solicita incluso de la violencia del Estado”, a la cual debería
que esas muertes no ahorren sufrimientos, se prestarle más atenciones las disciplinas jurídicas y
piden castraciones, azotes, se reclaman multas sociales que tocan estos fenómenos. En efecto,
cada vez más elevadas, se pide que los presos tal como hemos señalado y reiterado, si ha
por lo menos trabajen para no sobrecargar el nacido el derecho penal moderno (el conjunto de
erario público, y si esos trabajos aumentan su límites al ejercicio del poder penal) ha sido por
sufrimiento y los hacen escarmentar, mejor aún. esa naturaleza compleja, evolutiva, a veces difusa,
Además de todo ello, los nuevos medios de siempre revestida de ropajes culturales, con
comunicación han reinventado el carácter muchas formas de legitimación implícita, que a lo
infamante de las penas con una extensión antes largo de los siglos ha constituido la historia de
inimaginable. las penas, del uso de instrumentos violentos por
parte del Estado-poder.
Lo que hemos señalado hasta ahora tiene
un motivo: no se debe iniciar el estudio del En este plano, lo primero que se debe
derecho penal por la explicación de los evitar es la rápida generalización, porque tras ella
fundamentos o la función de la pena sino por la suele esconderse la legitimación implícita, tan
mera constatación de su existencia. Debemos común en este campo. No existe la “pena”.
partir del hecho de la existencia del poder penal, Existen diferentes formas de castigo violento
sin importar cual sea su función o las razones que cada uno de ellos con características propias. No
justifican su existencia. Esta afirmación no es es lo mismo matar a una persona con una horca,
obvia porque es bastante común que los libros una guillotina, una cámara de gas o una
de derecho penal dediquen un buen espacio al inyección, que encerrarla toda la vida, obligarla a
desarrollo de los fundamentos de la pena (teorías vivir de un modo determinado, quitarle dinero o
de la pena) y no pongan atención en el hecho de bienes, impedirle ejercer su oficio o imponerle
su existencia que, por supuesto presuponen, pero otro tipo de obligaciones. Cada una de estas
no analizan. Este texto sostiene la idea contraria: manifestaciones tiene sus propias características

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y sus propias distorsiones y por ello merecerá A partir de una exhaustiva descripción de
una justificación específica, tanto según su la “realidad” del poder penal debemos comenzar
naturaleza como según su distorsión. Aún a construir su legitimación, sin ficciones ni falsas
dentro de cada una de estas “penas” tampoco se generaciones. Construir esa legitimación no es,
pueden hacer otras rápidas generalizaciones. No como ya hemos dicho, tarea propia del derecho
es lo mismo la prisión perpetua que la privación penal y sus métodos sino del análisis político
de libertad temporaria. Aun más, dentro de este criminal que se debe constituir como la disciplina
último campo, será de vital importancia el modo que organiza, racionaliza, tecnifica y justifica el
del encierro. No es lo mismo unos años de ejercicio del poder penal del Estado. Al derecho
encierro en una cárcel de máxima seguridad que penal le corresponde detectar todos los casos de
en una granja penal. Esta sencilla aclaración es falta de legitimación de ese poder penal porque
importante porque la doctrina ha pretendido si su tarea es poner límites al poder punitivo con
construir una justificación válida para todos los mayor razón deberá exponer los casos en los
tipos de penas. La “teoría de la pena” pretende cuales ni siquiera es legítimo su ejercicio.
justificar una facultad en abstracto y de ese
modo se le facilita el trabajo. No es lo mismo Por tal razón el derecho penal desarrolla
decir que la “pena” cumple funciones de como un principio fundante aquél que señala
prevención general, es decir funciones que el uso de la violencia debe ser siempre el
“ejemplares”, que decir que “encerrar a una último recurso del Estado. Este principio conocido
persona en un lugar donde no se reúnen las como “última ratio”, surge de las características
condiciones mínimas de salubridad, donde esa propias del Estado de Derecho, que constituye un
persona es sometida a tratos infamantes y programa no violento de organización de la
arbitrarios, donde pierde todos sus derechos, es sociedad. En realidad, la situación ideal sería que
alejada de su familia, es mal alimentada, pudiéramos prescindir totalmente del ejercicio de
abandonada y mucha veces vejada” cumple una violencia por parte del Estado. Este ideal no sólo
función ejemplar para toda la sociedad. Si lo que ha sido expresado en las grandes utopías de la
se pretende es que ese “trato” sea el ejemplo, humanidad sino que los propios penalistas
entonces debe ser dicho con toda amplitud y sin clásicos lo han señalado reiteradamente. En la
eufemismos. La teoría de la pena con sus conocida formulación de Radbruch, no se trata
abstracciones ha sido uno de los mecanismos de construir el mejor derecho penal sino algo
que ha ocultado el carácter violento de las “mejor” que el derecho penal. La fuerza del
acciones del Estado y de ese modo ha facilitado “abolicionismo” en los últimos años ha puesto
justificaciones simplistas y no siempre inocentes. otra vez en su verdadero lugar central esta
Una tarea de justificación del poder penal del constante aspiración de reducción o extinción del
Estado (que no es tarea de la dogmática penal) poder punitivo que también expresaron a su
debe comenzar con una descripción clara y modo Dorado Montero y Jiménez de Asúa.
precisa de las acciones que se deben justificar.
Tampoco alcanza con utilizar conceptos como Algunos autores han sostenido que, en
“coerción penal” “ius puniendi” “cárcel” realidad, el principio de “ultima ratio” no es un
“reformatorio”, etc. Se trata de justificar tal o cual principio importante o “fuerte” sino un simple
“cárcel”, con sus condiciones concretas y reales, consejo al legislador para que no abuse de su
no según lo que debería ser sino según lo que es. facultad de recurrir al poder penal. Este consejo
podría ser desobedecido –y de hecho lo es dado
el fenómeno de la inflación de la legislación

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penal- sin mayores consecuencias. Esta visión sistema político no puede desentenderse de
reduccionista le ha abierto la puerta al abuso de regular o intervenir en esa conflictividad. En
los procesos de criminalización y luego utiliza realidad, a partir de su intervención en la
como ejemplo de la falta de operatividad del regulación del proceso social como proceso
principio las consecuencias que ella misma conflictivo nace como tal sistema político.
atribuyó a crear. En el fondo subyace en estas
concepciones una visión autoritaria o descuidada El conflicto no constituye un menoscabo
que no toma conciencia de la necesidad de del proceso social y menos aún un deterioro de
justificar con precisión cada acto violento del él. Al contrario, es una de las manifestaciones de
Estado, ya que este es un instrumento (un la existencia de ese proceso social que luego
artificio) creado para procurar la paz, la denominamos “sociedad”. Sin embargo, los
cooperación, la concordia y la solidaridad entre sistemas políticos –en sentido amplio- deben
los hombres (eso es lo que enfatiza el Preámbulo ocuparse de esa conflictividad, tanto para
de nuestra Constitución nacional) y esos fines estimular o no impedir aquéllos conflictos que
sólo excepcionalmente se pueden lograr con aportan los nuevos y mejores valores de los
violencia que es, por definición, todo lo contrario individuos como para evitar que el aumento de la
de paz, cooperación, concordia y solidaridad. No conflictividad o su resolución en términos de
se sostiene aquí que esa violencia (poder penal) pura fuerza termine por destruir la propia
no pueda tener justificación: lo que se señala es interacción , ya sea por el alejamiento de quienes
que por las propias finalidades del Estado que no pueden tolerar o pierden por su debilidad en
pretende usar al Derecho como instrumento de la resolución de esos conflictos, ya sea por el
convivencia, el uso de los instrumentos violentos incremento del abuso de poder de los más
debe ser muy limitado y excepcional. Partir de la fuertes que genera mayor violencia. Si un sistema
“realidad” del poder penal ( y no de ficciones o político cualquiera (a partir de ahora utilizaremos
abstracciones) y reconocer el carácter la palabra “Estado”, para aligerar la exposición y
excepcional de los instrumentos violentos del partiendo de la base que en nuestra época todo
Estado, son los dos pilares de cualquier sistema político presupone alguna forma de
construcción que quiera justificar o legitimar el Estado, sin que ello nos lleve a tomar postura
ejercicio del poder punitivo. De ninguna manera sobre el valor o las características de ese Estado)
se puede sostener, en consecuencia, que el no atiende al desarrollo de la conflictividad
principio de “última ratio” puede ser un principio puede ocurrir – y de hecho así ha ocurrido a lo
“débil”. largo de la historia, de un modo cíclico- que el
nivel de conflictividad aumente. Por otra parte, si
Pero el carácter excepcional del poder ante cada conflicto que se presente siempre tiene
penal no puede ser comprendido por sí mismo más posibilidades de imponer su interés el
(como ocurre con todas las excepciones) sino por poderoso, el que tiene más fuerza, se impone el
referencia a un complejo sistema de mecanismos abuso de poder, que es la negación misma del
e instituciones que constituyen la “política de Derecho como instrumento de convivencia. La
gestión de la conflictividad en una sociedad”, conjunción de estas dos realidades (el aumento
como una de las políticas públicas básicas que se de la conflictividad, por una parte, y el
desarrollan en toda sociedad política. En efecto, acrecentamiento del abuso de poder, por la otra)
en el capítulo anterior afirmamos el carácter tensiona a todo el sistema político que tratará de
constitutivo de la conflictividad y sus efectos en evitar tanto la sociedad violenta como la
el proceso social. También señalamos como todo emigración interna o externa de sus ciudadanos

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hacia otras sociedades con menor nivel de grupos sociales completos, etc.). En este sentido,
conflictividad. Posiblemente ningún sistema todas las políticas públicas actúan sobre el nivel
político logre cumplir estas finalidades de conflictividad, pero lo hacen desde una
completamente a lo largo de su desarrollo y perspectiva distinta a la de su gestión. Disminuir
existirán momentos de mayor tensión y otros la pobreza no es una política de gestión de la
más calmos. Pero siempre estará bajo la tensión conflictividad sino el cumplimiento de un
de la emigración y la sociedad violenta. objetivo de la política económica, por ejemplo.
Esta aclaración es importante porque suele
Por estas razones la gestión de la objetarse que mientras no se actúe sobre las
conflictividad será siempre una de las políticas políticas que tienen una injerencia más directa
públicas esenciales de todo Estado. Así como todo sobre el aumento o disminución de la
Estado debe llevar adelante una Política conflictividad nada podrá hacerse en términos de
económica (que asegure por lo menos la gestión de la conflictividad misma. Por supuesto
subsistencia digna de todos los miembros de esa que siempre será una solución más de fondo
sociedad), una Política Educativa, que acompañe reducir los niveles de conflictividad que
los procesos de socialización, integre a las nuevas provienen de las deficiencias u opciones de las
generaciones y aumente la capacidad del otras políticas públicas básicas, pero siempre
conjunto de la sociedad, una Política de Salud, quedará un margen de especificidad para las
que evite las enfermedades, cure a los enfermos, políticas de gestión de los conflictos. Ello no
prolongue la vida y evite el deterioro del empece a que una critica social o un análisis más
ambiente saludable, también debe llevar complejo de la conflictividad deba poner mayor
adelante una Política de gestión de la énfasis en aquéllos elementos que aumentan o
conflictividad, que evite la emigración, la agravan esa conflictividad y no confiar
sociedad violenta, así como el estancamiento exclusivamente en la capacidad de gestión de esa
social por el ahogamiento generalizado de la conflictividad por el sistema político.
conflictividad a través de políticas totalmente
represivas, el abuso del poder mismo del Estado En lo que respecta al ámbito específico de
o la penalización de la legítima protesta social. la gestión de los conflictos tendremos acciones
que buscan prevenir la aparición de conflictos
Esa política de gestión de la conflictividad concretos, por más que existan causas más
tiene diversos niveles y modalidades. En primer profundas para que ellos existan. Este nivel de
lugar se debe realizar una aclaración: el nivel de prevención puede reconocer que existen razones
conflictividad de una sociedad no depende para que se extienda el alcoholismo o la
exclusivamente –y muchas veces ni siquiera de drogadicción, pero busca prevenirlo. Lo mismo se
un modo determinante- de la eficacia de las puede decir en cuanto a los niños que viven en la
políticas de gestión de la conflictividad sino mas calle y para evitar mayores conflictos que el
bien del resultado de las otras políticas públicas originario (que vivan en la calle) se realizan
básicas. Por ejemplo, del grado de generación o acciones preventivas. Este tipo de prevención
distribución de riqueza y la desigualdad que ello forma parte de la política de gestión de la
produce, del grado de educación y aceptación de conflictividad, aunque no ataque las causas mas
una cultura conflictiva (vgr. La sociedad de profundas que pueden provenir de la pobreza
consumo) o de otros factores que disminuyen la (política económica), la falta de oportunidades de
calidad de vida (sobrepoblación), contaminación, socialización y contención educativa (política
intolerancia, desocupación, sometimiento de educativa) o condiciones demográficas insalubres

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(políticas de salud). Atacar esas causas le (cuyo objetivo será fortalecer al conjunto de
corresponde a cada una de esas otros políticas iniciativas y organizaciones que protegen al
básica y por ello no se convierten en políticas de ciudadano del abuso de poder proveniente del
gestión de la conflictividad. En síntesis este nivel Estado y desarrollar y perfeccionar los
de prevención de conflictos singulares forma instrumentos que ellos pueden utilizar para su
parte de los uno de los niveles de la política de defensa). Estas cuatro políticas constituyen los
gestión de la conflictividad. cuatro pilares fundamentales de una moderna
política de gestión de la conflictividad.
Otras veces no se trata de prevenir la
aparición de un conflicto (lo que siempre Si, como hemos dicho, todo sistema
significa actuar, a lo menos, por alguna de sus político gestiona la conflictividad del proceso
variables causales) sino de disuadir su aparición. social, cuando ese sistema político pretende ser
La disuasión es, en realidad, una transformación democrático debe hacerlo con mayor
del conflicto en otro o la transformación de alguna preocupación y cuidado. Si hay algo que define a
de sus manifestaciones. Por ejemplo, con sistemas ese sistema es, precisamente, su mayor
de patrullaje o vigilancia se evita alguna capacidad de gestionar esa conflictividad
manifestación de un tipo de conflicto (por mediante una trama política más abierta y
ejemplo el que se desarrolla en los espacios transparente, reduciendo los niveles de
públicos o bajo formas más violentas) pero no representatividad y permitiendo la participación y
evita que esa conflictividad se traslade a otros las formas autogestionarias de regulación de
ámbitos (por ejemplo a la vida doméstica o a conflictividad así como aceptando las diferencias
otro lugar de la ciudad o adquiera otra forma de valores, respetando a las minorías y
que podrá ser más “manejable” o menos violenta reconociendo los valores positivos que nacen de
o perturbadora). Finalmente el Estado la conflictividad social misma. Como, por otra
intervendrá de un modo más activo buscando parte, los sistemas democráticos tienen por su
desactivar , solucionar o contener la conflictividad, propia característica que renovar y ratificar
mediante una injerencia más directa en la permanentemente su propia legitimidad, ello
estructura interna de esos conflictos. Podemos hace que la gestión de la conflictividad en un
reservar la palabra “intervención” para este nivel, sistema democrático sea un problema delicado y
aunque es obvio que las otras dos formas también que requiere un diseño complejo y cuidadoso.
son intervenciones del Estado. Nuestros países latinoamericanos, herederos del
sistema colonial español de cuño autoritario,
Estos tres niveles (prevención, disuasión, todavía no le han prestado suficiente atención a la
intervención) se combinan en por lo menos cinco construcción de todos estos niveles de gestión de
modalidades específicas de gestión de la la conflictividad en democracia y, al contrario,
conflictividad que constituirán los contenidos todavía conservan formas, actitudes, prácticas,
concretos de las Políticas de Seguridad (cuyo rutinas y una cultura en este campo (cultura
objetivo es la construcción y preservación de la inquisitiva) ajena a los principios de la
paz comunitaria), las Políticas judiciales ( cuyo Democracia, el Estado de Derecho y la República.
objetivo es la transformación y
perfeccionamiento de los sistemas judiciales), la La combinación de estos tres niveles
Política Criminal (cuyo objetivo es la básicos (prevención, disuasión e intervención) es
administración y racionalización de la violencia cambiante, según la modalidad de cada uno de
del Estado) y la Política de Derechos Humanos ellos. En primer lugar, existe una franja de la

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conflictividad cuya gestión el Estado delega en cuanto a la equiparación de desigualdades que
otros sistemas (por ejemplo, el moral, religioso, es lo propio de la “formalidad” de lo jurídico). Si
familiar, afectivo, individual, etc.). Este primer un comprador advierte un defecto en lo que ha
nivel, que podríamos llamar de intervención comprado y se presenta ante el vendedor, las
indirecta (vinculado sin duda al art. 19 de la normas jurídicas presentan un modelo según el
Constitución nacional) no significa que al Estado cual el vendedor debe hacerse responsable por
no le interesen esos conflictos sino que por otras los vicios (bajo ciertas condiciones) y deberá
razones, de tipo histórico, filosófico, puramente cambiar el objeto defectuoso, devolver lo pagado
político e incluso pragmático, decida confiar en o indemnizar de alguna manera. Así los
otros sistemas de gestión de esos conflictos, ciudadanos han orientado la solución del
ajenos a la política pública. Por ejemplo, muchos conflicto según elementales reglas de
conflictos familiares –no todos, por supuesto- responsabilidad previstas por el derecho como
quedan fuera del alcance del Estado. modelos de actuación dentro de un conflicto.
Afortunadamente es así ya que no sería deseable Esta función “orientadora” de la norma jurídica
vivir en un régimen totalitario en el que el Estado implica un tipo específico de técnica jurídica
tenga injerencia en todos los aspectos de nuestra (claridad, sencillez, que la hagan asequible a todo
vida, en particular los que se refieren a nuestra ciudadano) muy lejano del actual rebuscamiento
vida personal o familiar. También ocurre con otro normativo. Asimismo esta función “orientadora”
tipo de conflictos en grupos pequeños o de las normas jurídicas reclama una determinada
comunidades con suficiente capacidad de relación con la cultura. Si esas normas son simple
autorregulación. En estos casos funcionan otros “expresión” de la cultura entonces no serán
sistemas que organizan o encausan la necesarias ya que existen esos patrones y
conflictividad, tal es como la religión, la moral y seguramente con más fuerza; por el contrario si
otras reglas culturales. Pueden ser, incluso, esas normas se alejan con exceso del “sentido
sistemas más rígidos que otros que utiliza el cultural” entonces perderán significado y por lo
Estado oel propio Derecho (pensemos, sólo tanto fuerza normativa. Esa fuerza normativa
como ejemplo, en los controles a los que han implica siempre un específico grado de tensión
estado –y aún están- sometidos los niños, las con la cultura (de allí la importancia de los
mujeres o ciertas minorías raciales). La función jurados como barómetro de esa tensión, tanto en
del Estado será proteger estos ámbitos, siempre el ámbito civil como en el penal).
claro que ellos no se conviertan en formas de
control que violenten derechos fundamentales de Sería ideal que los modelos orientadores
las personas (lo que sucede con demasiada del Derecho fueran suficientes para gestionar la
frecuencia). conflictividad. Pero todavía eso no ocurre y, en
gran medida, el propio sistema normativo ha
Existe un segundo nivel en el que el perdido el rumbo de esta función (distorsionado
Estado formaliza “modelos de referencia”. Se por la comunidad jurídica y el “derecho de los
busca que los ciudadanos tengan a su alcance un especialistas”). Por eso existe un tercer nivel en el
“patrón” de solución que permita orientar su que el Estado facilita la conciliación de los
conducta cuando se halla dentro de un conflicto. intereses contrapuestos. Han existido y existen
Este es el ámbito por excelencia del Derecho, que muchos ámbitos de conciliación, formales e
se constituye, antes que nada como un modelo informales, desde los juzgados de paz hasta las
de actuación para orientar la solución (tanto Comisarías, desde las Escuelas hasta los
podrá ser en cuanto a los “contenidos” como en Hospitales y Centros sanitarios. En los albores de

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nuestra República se prestaba mayor atención a de imparcialidad (independencia, estabilidad,
esta dimensión, seguramente tomando como etc.) para tratar de hallar una solución al conflicto
ejemplo la extendida justicia de equidad que planteado, en base a los “modelos de referencia”,
había hecho famoso al sistema judicial inglés. Sin salvo que ahora los ciudadanos han perdido la
embargo, el peso de la herencia monárquica de capacidad de “orientarse” según ellos. La idea
la institucionalidad colonial y las nuevas formas más clásica de “reparación” (llevar el estado de
de autoritarismo y centralismo que tomaron los las cosas o las relaciones al momento anterior al
jóvenes Repúblicas hicieron que se fuera conflicto) significa una fórmula abierta que
debilitando y distorsionando esta forma tan expresa de un modo claro la finalidad de
eficaz de gestionar la conflictividad. Una de las pacificación. La “integralidad” vinculada a la idea
principales tareas de nuestras democracias es de “reparación” expresa la búsqueda de una
construir espacios de verdadera pacificación solución aunque el transcurrir mismo de la vida
social. En los últimos años ha reaparecido esta haga que nunca sea posible volver a situaciones
preocupación bajo el nombre de “resolución anteriores. Solución aquí no significa aquí
alternativa de conflictos”. Sin duda, es alentadora acuerdo, composición o armonía, sino el
la aparición de esta tendencia a prestar establecimiento de un criterio final para resolver
nuevamente atención a esta dimensión de la la contradicción de intereses que los niveles
conciliación, aunque todavía no está enmarcada anteriores no pudieron resolver, aunque este
en una visión más general como la propuesta en criterio genere disconformidad, disgusto o un
este capítulo. Lo “alternativo” no es respecto a lo malestar que origine un nuevo conflicto. Aquí
judicial ya que la conciliación, mediación y aparecerá el grado de legitimidad, confianza,
pacificación constituyen el eje principal de la autoridad o ejemplaridad de las decisiones
actividad judicial, sino a la necesidad de ampliar judiciales.
la visión y el marco de referencia, que tampoco
puede quedar circunscripto a lo estrictamente o La diversificación, modernización y
formalmente judicial. La creación de instancias de ampliación de los mecanismos de justicia
conciliación es una parte esencial – y con valor reparadora debe ser realizada con gran energía y
propio- dentro de una política democrática de precisión dentro de un sistema político
gestión de la conflictividad. Pero también puede democrático ya que este es el último nivel en el
ocurrir que la conciliación fracase y ya los que el Estado puede “solucionar” el conflicto y a
ciudadanos, por diversos factores, hayan perdido la vez prevenir de un modo más profundo (con
la capacidad de componer el conflicto o modelos ejemplares y no con el miedo) otros
gestionarlo por sus propios medios. No obstante, conflictos análogos. Paradójicamente todavía
al Estado (sistema político) y a los mismos nuestras democracias siguen en este nivel
ciudadanos les es valioso llegar a una solución o apegadas a un formalismo, morosidad y
poner fin a ese conflicto de alguna manera. Para deshumanización que finalmente le facilita el
ello se crea otro nivel de instituciones a las que camino a la brutalidad y la violencia.
se puede recurrir en busca de esa respuesta o
para afirmar el interés que se considera Por último, el Estado intervendrá en los
lesionado. Este es el nivel de la justicia conflictos utilizando sus instrumentos violentos,
reparadora. Ahora, una autoridad especialmente esto es, el poder punitivo. Ese poder punitivo, que
seleccionada (juez imparcial) le dará la razón total hemos definido por su intrínseca violencia, no
o parcialmente, a alguno de los partícipes del apunta a la solución del conflicto sin que es
conflicto. Para ello Estado ofrece un funcionario simplemente una respuesta a él que busca otras
(permanente, accidental o convoca a otros

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finalidades (atemorizar, castigar, corregir, etc.). excepción. La utilización de instrumentos
Esta respuesta muchas veces deja intacto el violentos por parte del Estado nunca puede
conflicto, otras –casi siempre- lo transforma en respaldarse en el tipo de justificación de una
otro y otras tantas lo intensifica. Sólo a partir de regla general, aunque se trate de una regla muy
aquí, es decir, de la constatación de la existencia limitada. Buena parte de las justificaciones
del poder punitivo, pero no como un hecho teóricas de la pena que han desarrollado autores
asilado, sino funcionando en el marco de todo un de distintas filiaciones adolecen de este defecto
sistema de niveles e instancias que buscan y, en definitiva, todo el modelo argumentativo
gestionar la conflictividad y que podrá tener una gira alrededor de la idea del “uso legítimo de la
mayor o menor fortaleza (incluso algunos de fuerza” como justificación valida en sí misma, por
esos niveles pueden no existir o estar más que estemos dispuestos a acotar su rango
profundamente distorsionados) es que podemos de actuación. Una regla que tiene acotado su
estar en condiciones de interrogarnos sobre la márgen de regulación no constituye por eso una
legitimidad del poder penal. ¿ Es válida la excepción ni se justifica del mismo modo (esto
utilización de instrumentos violentos en una provoca, a mi juicio, un uso erróneo del principio
República democrática, fundada en el Estado de de mínima intervención).
Derecho?. Esta pregunta no es una interrogación
sobre el valor del poder punitivo en sí mismo sino Por el contrario, la justificación de una
que siempre implica una pregunta sobre el valor excepción debe tener capacidad de desplazar a la
del conjunto de niveles e instancia de gestión de regla general que, en este caso, reza que el
la conflictividad en su conjunto y eficacia y Estado no debe usar medios violentos para
fortaleza y del papel que juega esa violencia del cumplir sus funciones o lograr sus finalidades.
Estado dentro de la totalidad de ese sistema. ¿Cómo desplazar esta regla?. En primer lugar, el
Pretender fundamentar el poder penal por fuera análisis de esa capacidad de desplazamiento
de este conjunto de modos y niveles de debe estar siempre circunstanciado, es decir,
intervención ha generado un empobrecimiento debe señalar con claridad la razón por la cual la
de la discusión sobre los fundamentos del poder aplicación de una medida no violenta no sería
punitivo y, sobre todo, le ha quitado riqueza al valida o aplicable a ese caso individual en ese
principio del uso de la violencia como “ultima preciso momento y lugar, es decir, porqué no
ratio” de un Estado de Derecho. sería aplicable en una sociedad precisa, con un
sistema político en particular y en un
La pregunta es, entonces, ¿Cuando el determinado momento histórico. Nótese que, en
Estado puede ser violento? Esa es la formulación general, las teorías de la pena omiten este tipo
más clara de la interrogación sobre el fundamento de análisis o lo consideran inapropiado.
de la pena y el verdadero contenido de una “teoría
de la pena”, si es que ella puede ser construida Aquí podemos esbozar algunos criterios
(aunque el nombre “teoría” de la pena es impropio de la necesidad de la excepción; necesidad que
porque un conjunto de razones que justifiquen su debe ser extrema, última. En primer lugar, el
aplicación no constituye una teoría). ¿Es posible Estado mismo no puede generar por su propia
hallar razones que justifiquen la violencia del deficiencia la aparición de las condiciones que
Estado?. habilitan la excepción. Por ejemplo, no es
El primer aspecto que es necesario aclarar admisible que el Estado pretenda justificar el uso
consiste en la diferencia entre la justificación de de su violencia porque no ha construido de un
una regla general y aquélla propia de una modo eficaz los otros niveles de gestión de la

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conflictividad, o porque sus cárceles educan en la
violencia o porque la ineficacia de sus Una indagación circunstanciada sobre la
instituciones penales produce altos niveles de legitimidad del castigo violento debe tener,
impunidad. Sin embargo, es bastante común que entonces, una base empírica, ser dinámica y
se “justifique” el castigo violento en razones que siempre es relacional. Normalmente carecemos
provienen de la propia ineficiencia del Estado y de base empírica, pretendemos discutir por fuera
ello, repetimos, no es admisible para fundar una del proceso social o histórico y buscamos una
“excepción” que debe desplazar a una regla que justificación de la pena en el vacío sin justificar
limita el poder del Estado. que otra medida no violenta desplaza. Por eso las
teorías de la pena tienen una base autoritaria ya
En consecuencia, lo que debe hacer en que pretenden demostrar que la violencia del
primer lugar quien pretenda justificar el uso de Estado puede tener una legitimidad en abstracto
instrumento violentos es demostrar el fracaso o y de carácter general y universal, de modo tal
la inutilidad de los otros métodos de intervención que la violencia se convierte en un instrumento
(no su inconveniencia), esto es: señalar de un intrínseco a la idea misma del Estado. En el fondo
modo circunstanciado las razones que impiden subyace una visión según la cual o el Estado usa
recurrir a ellos y, repetimos, no se puede utilizar (poca o mucha) violencia (es la idea del
la propia desidia o negligencia del Estado como monopolio) o no puede ser considerado Estado.
argumento justificativo. Pero esta afirmación se hace no en plano de la
constatación histórica (todos los Estados han sido
Se podría sostener que existen conflictos violentos) sino en el plano de la justificación (el
que tienen características especiales que llevan a Estado debe ser violento en algún punto si quiere
que el Estado deba responder a ellos con el ser Estado). Es decir, pervive la antigua
castigo violento. Pero una idea de este calibre no identificación entre autoridad y violencia.
se puede fundar desde las finalidades del castigo
ya que las funciones de prevención (general - Por el contrario, en este manual
positiva o negativa- o especial) y aún las de sostenemos que la única justificación admisible
retribución se pueden cumplir también con para el castigo violento que utiliza el Estado es la
formas no violentas de castigo (por ejemplo la de ser su ultimo recurso de un modo comprobable
reparación cumple claras funciones de y con relación a otros recursos identificables, ello
prevención general en cualquiera de sus sentidos dentro de un análisis circunstanciado y concreto
– pensemos en la extensión de los seguros de de base empírica. No es posible construir un
responsabilidad civil logrados, entre otras criterio abstracto y absoluto, salvo dentro del
razones por el efecto de prevención que marco de una doctrina que le asigna a la violencia
producen las indemnizaciones otorgadas un valor positivo en sí misma. Sólo puede existir
judicialmente). Asimismo existen muchas formas una legitimidad circunstancial, sometida a crítica
de ayudar a las personas a reorientar sus vidas y y comprobación permanente y en continuo
es bastante dudoso que ello se pueda hacer retroceso, frente al principio superior (verdadera
desde la cárcel. Finalmente también se pueden regla general) del Estado no violento. Debemos
imaginar formas de puro castigo (retribución) insistir que el uso de instrumentos violentos
que no sean violentas. Los fines o las funciones siempre afecta a la idea del Estado de Derecho y
de la pena no pueden servir de justificación ya sólo la extrema necesidad podría, bajo las
que no lograr constituir un argumento de circunstancias señaladas, volver legítimo un
desplazamiento de las formas no violentas. castigo violento en concreto y nunca el castigo en

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general. Siempre que podamos, claro está,
demostrar esa necesidad.

El principio de “última ratio” no es un


principio más del derecho penal (y menos aún
un principio “débil”); antes bien, es la única
fundamentación de la pena que permitiría
construir una teoría sobre ella (entre otras
razones por su ineludible base empírica).

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