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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria.


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Escuela De Ciencias De La Salud
Núcleo Maturín - Estado Monagas

VARIABILIDAD DE LA ALIMENTACIÓN DEL HOMBRE

Profesora: Realizado Por:


Chaima Girón Karen Hassan C.I: 30.079.537
Angele’s Gabriell’s Hernández C.I: 31.213.747
Angele’s Michell’s Hernández C.I: 31.213.746
María Moreno C.I: 30.749.824
Andrea Maestre C.I: 30.670.558
Tercer Año Sección “08”

Maturín, Marzo 2023.


¿Qué son los hábitos alimenticios?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe los hábitos


alimenticios como un conjunto de costumbres que determinan la selección,
preparación y consumo de alimentos tanto en individuos como en grupos.

Los hábitos alimenticios tienen 3 importantes influencias:

El primero es la biodisponibilidad, relacionada con los nutrientes que el


aparato digestivo puede absorber, por otro lado, también se encuentra el nivel de
educación alimenticia que nos permite identificar qué alimentos son óptimos para
nuestra salud y combinarlos correctamente, finalmente el acceso a los alimentos
está influenciado por los productos que podemos encontrar en el mercado y las
posibilidades que tenemos de comprarlos.

La importancia de mantener buenos hábitos alimenticios

Alimentarnos sanamente y realizar ejercicio con frecuencia nos ayuda a


experimentar una mejor calidad de vida, prevenir problemas de salud, mejorar
nuestro bienestar mental, sentirnos más fuertes y como ganancia extra, mejorar
nuestro aspecto físico, así como adquirir mayor energía.

Diversos estudios e investigaciones afirman que llevar una alimentación


saludable es una de las mejores vías para prevenir problemas de salud y
experimentar bienestar en todos los sentidos.

Mejorar los hábitos de alimentación es importante porque:


• Estás hidratado

• Músculos sanos y fuertes

• Tienes suficiente energía

• Estimula tu funcionamiento cerebral

• Te protege contra enfermedades

Consejos para mejorar tus hábitos alimenticios

Prevenir una enfermedad siempre será mejor que tratarla, para lograrlo es
indispensable que cuides tu estilo de vida y los hábitos que llevas día a día. La
alimentación y actividad física son dos piezas fundamentales para que el
organismo se mantenga saludable, ya que nos ayudarán a mantener nuestros tejidos
corporales.

1. Evita el consumo de azúcares en exceso

2. Consume sal y alimentos con sodio de forma moderada

3. Limita el consumo de grasas trans y saturadas para beneficiar tu salud


cardiovascular
4. ¿Consumes suficiente fibra?

La fibra se encuentra en muchos alimentos naturales, por lo que si tienes una


dieta sana basada en frutas, verduras, cereales y leguminosas

Mantener un estilo de vida saludable es la mejor manera de prevenir


enfermedades y lograr una mejor calidad de vida, una alimentación completa te
permite vivir más años y con mejores condiciones.

Evolución de los hábitos alimenticios

La alimentación con base en frutas, verduras, raíces y semillas:

En la historia del hombre, la dieta ha sido el factor evolutivo más fuerte. Su


evolución se remonta a unos siete millones de años, lapso en el cual la
alimentación experimentó varias transformaciones. En la vida arbórea, la base de
alimentación fue de frutas. La transición a la vida en planicies, obligada por los
cambios climáticos que redujeron la densidad de las selvas, obligó a los primeros
homínidos a cubrir extensiones grandes de terreno mediante la locomoción bípeda.
Su alimentación se hizo más diversa y además de frutas y otros vegetales, incluyó
raíces y nueces. Los cambios de la dentición y de la mecánica de la masticación
fueron adaptaciones ventajosas para esta etapa. A este proceso se agregaron
estrategias culturales como la utilización de piedras para romper las nueces y para
producir lascas con filo que les sirvieran para cortar alimentos.

La carroñería, la cacería y la antropofagia:


La postura erecta facilitó la adaptación a la exposición a los rayos solares, lo
que permitió a los homínidos cubrir mayores distancias en horas en que los
depredadores duermen. Así, nuestros antepasados descubrieron la carroñería y con
ella, el acceso a las reservas de grasa y proteína contenidas en la médula de los
huesos largos de animales muertos. El consumo de estos ingredientes de origen
animal aumentó mediante la cacería, y a esta práctica se agregó la antropofagia. El
consumo de fuentes más amplias de energía se tradujo en un mayor desarrollo del
cerebro y en el acortamiento del tubo digestivo. Los antropólogos especulan que la
aparición de estas prácticas coincidió con la emergencia de conductas sociales,
entre ellas, la cacería en grupo y la adopción de estrategias para evadir
depredadores. Ellas aumentaron considerablemente la eficiencia de obtención de
alimentos de los homínidos.

La cacería como medio principal de obtención de alimentos:

La cooperación social y la adquisición progresiva de tecnología pertinente


permitieron expandir la caza desde la captura de mamíferos pequeños – como
hacen aún en la actualidad los chimpancés – hasta la de presas mayores,
principalmente herbívoros ungulados como el caballo y la cebra, entre otros. La
diseminación de estas actividades y la ampliación de los territorios cubiertos por
los homínidos se fueron dando con los movimientos de las grandes manadas de
animales. Cuando el hombre Cro-Magnon y otros humanos aparecieron, la cacería
de grandes animales aumentó gracias al desarrollo de nuevas técnicas y
herramientas. Se generó un ambiente en el que la relación del hombre con respecto
de la biomasa de la fauna disponible era muy favorable. Se estima que en estas
épocas, la carne proveía cerca del 50% de la dieta.

La dieta paleolítica:

Como resultado de la sobreexplotación de recursos, de cambios climáticos y


del crecimiento de la población humana, el período inmediato anterior al
advenimiento de la agricultura y de la crianza de animales se caracterizó por el
desplazamiento de la cacería a favor de un patrón de actividades de subsistencia
más diverso. Los fósiles de la época muestran cantidades crecientes de restos de
peces, conchas y animales pequeños, así como de herramientas para procesar
vegetales como las piedras de moler y los morteros. Este patrón de alimentación
predominó de 10 mil a 20 mil años antes del desarrollo de la agricultura, y era muy
parecido al de los cazadores-recolectores que persiste en la actualidad aunque en
número cada vez más reducido. La dieta paleolítica tenía un 37% de la energía
derivada de proteínas, 41% de carbohidratos, y 22% de grasas, pero
importantemente tenía una relación de grasas poliinsaturadas/saturadas favorable
(1.4) y un contenido de colesterol muy bajo.

La emergencia de la agricultura y la ganadería:

El advenimiento de la agricultura y de la ganadería modificó drásticamente


el patrón paleolítico y tuvo como resultado una dependencia de cereales que
aportan aproximadamente el 90% de la dieta y muy pequeñas cantidades de
proteína animal. Estos desarrollos modificaron drásticamente las relaciones del
hombre con el ambiente. La mayor eficiencia de la producción de alimentos
generó excedentes que dieron lugar a profundos cambios demográficos, a la
emergencia de clases sociales, al desarrollo de burocracias y en última instancia, al
desarrollo de la cultura y de tecnologías alimentarias y sociales. El desequilibrio de
la dieta de las sociedades agrarias explica, en gran medida, la emergencia de
patologías como la desnutrición energético-proteica, la disminución de la talla
promedio de sus integrantes y en última instancia, la epidemia de enfermedades
crónicas que enfrentamos en la actualidad.

La revolución industrial y la discordancia evolutiva de la dieta:

El último cambio de la dieta humana es más reciente y es resultado de la


revolución industrial. En esta etapa la agricultura intensiva y la tecnología han
hecho disponibles alimentos que no estuvieron presentes durante los grandes
tramos de la evolución de los homínidos, azúcares refinados y aceites vegetales.
Simopoulos 4 describe estos cambios de la siguiente manera:

1. Hubo un aumento de la ingestión de energía y disminución del gasto energético.

2. Hubo asimismo un aumento del consumo de grasas saturadas, ácidos grasos


omega-6 y ácidos grasos trans, y una disminución en la ingestión de ácidos grasos
omega-3.

3. Hubo una disminución del consumo de fibra y carbohidratos complejos


Corolario:

La epidemia actual de enfermedades crónicas como la obesidad y sus


comorbilidades – diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias, entre otras – es en
gran medida consecuencia de la discordancia evolutiva. La estructura genética del
hombre parece tener una prioridad en que su estructura metabólica defiende sus
reservas de energía, en un patrón de vida caracterizado por una actividad física
muy intensa. Esta prioridad fue crucial en tiempos de escasez de alimentos, pero no
en la época actual. En las últimas décadas, la amplia disponibilidad de fuentes
baratas de energía y el sedentarismo propio de las sociedades urbanas, han puesto
de manifiesto esta susceptibilidad a la obesidad en una mayoría de la población a
nivel mundial. En vista de que la modificación genética parece fuera de alcance, la
alternativa de modificar el panorama epidemiológico actual será regresar, en cierto
modo al estilo de vida paleolítico, es decir, retomar el consumo amplio de frutas y
verdura, disminuir drásticamente el de grasas, y dedicar tiempo a actividades
físicas que impliquen un gasto efectivo de energía.
Factores e Incidentes que Influyen en la Alimentación del Hombre

Factores: La alimentación es un comportamiento voluntario y complejo que


no responde únicamente a una necesidad fisiológica, sino que está influido por
multitud de factores que se pueden clasificar, teniendo en cuenta que el grado de
influencia de cada factor varía entre un individuo y otro, e incluso, en el mismo
individuo, en función de la etapa de la vida en la que se encuentre.

FACTORES BIOLÓGICOS:

 Hambre: sensación fisiológica del organismo que se produce como


consecuencia de la necesidad que se tiene de energía y nutrientes para sobrevivir.
Los macronutrientes generan sensaciones de saciedad al ser consumidos y van
disminuyendo la necesidad de ingerir más alimentos (las proteínas tienen una alta
capacidad saciente, los hidratos de carbono tienen una capacidad saciente
intermedia y las grasas tienen una baja capacidad saciente).
 Palatabilidad de los alimentos: es el placer que una persona experimenta al
consumir un determinado alimento y depende de las propiedades sensoriales del
mismo (sabor, aroma textura, aspecto, etc.) Estos influyen en la elección de los
alimentos que se consumen.
 Genética de la persona: Esta puede influir en la elección de los alimentos
puesto existen casos en lo que, por ejemplo, La sensibilidad al gusto amargo es un
rango hereditario que hace que algunos compuestos sean amargos para unas
personas e insípidos para otras. Sin embargo, es un factor que no implica para toda
una sociedad.
 Enfermedades que sufren la persona: La persona decantara por un alimento u
otro teniendo en cuenta que, estos le puedan o no dificultar la masticación, la
digestión o la metabolización de los alimentos. De la misma forma, que existen
casos en los que están presentes ciertas restricciones.
Factores Físicos y Económicos

 Coste de los alimentos: Las personas con pocos recursos económicos no


pueden incluir en su alimentación productos de precios altos. Esta menor
disponibilidad de alimentos hace que tengan una alimentación menos equilibradas
que las más pudientes, en algunos casos.
 Accesibilidad de los alimentos: Las personas solo pueden incluir en su
alimentación aquellos productos a los que pueden acceder. Para una persona
depende de la orografía y la climatología de la zona en la que vive y de su
capacidad de transporte hasta una tienda donde vendan dicho alimento.
 Conocimientos nutricionales de la persona: Son personas que tienen una
mayor capacidad de elegir alimentos saludables para su alimentación, aunque no
siempre lo hacen.

Factores Sociales

 Cultura: favorece en el consumo de determinados alimentos, influyendo en


los métodos de preparación de los mismos e indica en qué orden han de
consumirse.
 Contexto social: La conducta alimentaria de una persona se puede ver
influida por otras personas, ya sea directamente (si la persona compra alimentos
que va a consumir otra) o indirectamente (si una persona enseña a otra, que
alimentos debe consumir).
 Entorno social: Cada vez hay una mayor proporción de alimentos que se
consumen fuera de casa (en el colegio, trabajo, o restaurante. Etc.) por lo que el
entorno en el que viva una persona afecta cada vez más a la elección de los
alimentos que consumen. Ya que se tendrá que limitar a escoger los alimentos
disponibles en dicho lugar.
 Religión: Las elecciones alimentarias pueden estar condicionadas por una
creencia religiosa que rija su alimentación en algunos sentidos (limitando la
cantidad de ingeribles, restringiendo o prohibiendo algún tipo de alimentos,
indicando que corresponde comer cada día o como hay que distribuir la ingesta a lo
largo de la jornada. Etc.)
 El marketing o la publicidad: Promueven el consumo de determinados
alimentos (generalmente poco saludables) y hacen que sean más apetecibles para
los consumidores.

Factores Psicológicos
 Nivel de estrés de la persona: El estrés puede influir en la alimentación de la
persona haciendo que coma en menor cantidad de lo habitual. (Por ejemplo, con la
reducción del apetito) o mayor cantidad de lo habitual (por ejemplo, por la
reducción de la preocupación por el control de su peso).

 Estado de ánimo: La personas con depresión y bajo estado de ánimo suelen


elegir con mayor frecuencia alimentos pocos saludables pero muy palatables con el
objetivo de disfrutar más de la comida, para hacer a un lado su situación.

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