Muchos antibióticos son efectivos contra el carbunco en el ser humano, pero el tratamiento debe

empezar desde las primeras etapas. El tratamiento profiláctico para el ántrax es un antibiótico como la
ciprofloxacina, la doxiciclina o la levofloxacina. Como toda bacteria gram positiva tiene alta
susceptibilidad con las penicilinas, pero hay algunos casos en los cuales se ha vuelto resistente.

En el caso del carbunco respiratorio, las terapias con penicilina no son efectivas, entonces se utilizan
como antibióticos de elección: ciprofloxacina, doxiciclina o eritromicina.

Y en casos de personas susceptibles o que hayan sufrido ataques, se les dará ciprofloxacina como
profilaxis en el tiempo que estén usando la vacuna.

Se han desarrollado terapias con antitoxinas -raxibacumab y obiltoxaximab- para el ántrax por
inhalación. En lugar de ir tras las bacterias que causan la enfermedad, estos medicamentos ayudan a
eliminar las toxinas causadas por la infección. La inmunoglobulina del ántrax también puede utilizarse
para neutralizar las toxinas.

En el ántrax cutáneo o complicado, el tratamiento de elección es la penicilina oral y en caso de

resistencia se puede añadir la ciprofloxacina y doxiciclina; Y en el caso de los pacientes alérgicos a la
penicilina, se puede recurrir al cloranfenicol, eritromicina, tetraciclina o ciprofloxacina. Adviértase que la
ciprofloxacina y las tetraciclinas no se pueden utilizar en las embarazadas ni en los niños.