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CARTILLA
DE
FONIATRIA
LA RELAJACION EN DISFONIAS.
Todos los músculos de nuestro cuerpo poseen un grado de tensión adecuado para la realización
de un movimiento que se denomina tono muscular. El grado de tensión al que un individuo se
ve sometido puede variar de acuerdo a las excitaciones neuro-psíquicas y físicas.
Por tensión se entiende al aumento de tono muscular y de excitación nerviosa que puede
mejorarse o regularizarse con el adecuado descanso del musculo afectado. Pero hay casos en
donde por falta de descanso o por la imposibilidad de aliviar la tensión se produce una
hipertensión residual.
Aquí hay una acumulación de tensión que no puede ser liberada y que puede instalarse en un
grupo de músculos o generalizarse a todo el organismo.
En el caso que nos interesa, es decir, en las disfonías, se encuentra localizada esta tensión a nivel
de los músculos cervicales, del cuello, de los hombros y los pectorales.
Entre las causas principales de la hipertensión algunas ya han sido mencionadas, tales como la
falta de sueño, el esfuerzo muscular intenso, las excitaciones psíquicas de orden endógeno y
exógeno. Otras causas pueden ser de origen glandular, ya que hay una intima relación entre las
glándulas de secreción interna y la regulación del sistema neuro-muscular. En otros casos
obedece a factores constitucionales como aquellas personas nerviosas o ansiosas permanentes.
Los efectos de la hipertensión especialmente de la que nos ocupa, es decir, a nivel del cuello, del
pecho, de la espalda y de la nuca, se caracterizan porque son músculos que al contraerse
excesivamente, se engrosan formando paredes duras que impide a la laringe y su musculatura
intrínseca efectuar movimiento de bascula durante el acto fonatorio alterando toda la sinergia
muscular normal.
De todos los conceptos hasta aquí expuestos, se deduce que la metodología a seguir en los casos
de difusión del tono muscular (laríngeo) será la relajación general de todos los grupos
musculares del organismo y luego diferencial; localizada en determinados músculos,
concretamente del cuello y de los hombros.
METODO SCHULTZ.
Para este autor, el entrenamiento autógeno significa el ejercitarse por si mismo en una serie de
imágenes o representaciones mentales que tienen por finalidad la relajación muscular. Esta
técnica debe ser utilizada siempre por el médico o bien (bajo su dirección y previa indicación)
por aquellas personas que efectúan un tratamiento para-medico y que deben recurrir a terapias
complementarias como ayuda para la mayor eficacia de la reducación.
El doctor Schultz considera que “por medio de una participación incondicional por parte del
paciente y una firme concentración interna, se llega a un cambio en todo el organismo, de origen
interno, que permitirá mejorar lo bueno y eliminar lo malo”.
La seriación de los ejercicios debe ser respetada y se actuara en seis distintas zonas corporales:
muscular, vasos sanguíneos, vivencias del corazón, respiración, órganos abdominales y cabeza.
Sería un error pretender fusionar todos los ejercicios al mismo tiempo porque la concentración
abarcaría un campo excesivamente amplio y por lo tanto carecería de efectividad. La
sintetización aparecerá cuando hayan sido elaboradas e interiorizadas las diferentes imágenes
internas practicadas a lo largo de varias semanas.
El primer concepto que se trabaja es la “sensación de peso”. La ejercitación debe comenzar por
los grupos musculares del brazo dominante y la adopción de una postura cómoda y propicia
para una buena relajación.
1. Postura Sentada Pasiva: en un sillón con respaldo alto se apoyan los codos sin tensión
sobre un apoya-brazos con una angulación de 120º a 130º (para equilibrar el grupo de
los tensores y extensores). La espalda se apoya cómodamente en el respaldo del sillón
y los pies permanecen contactando en su totalidad contra el suelo mientras las rodillas
se abren hacia afuera para evitar involuntarias contracciones de los muslos.
2. Acostado en Posición Decúbito-Dorsal: con la cabeza ligeramente elevada, los brazos
extendidos a lo largo del cuerpo, palma de la mano hacia abajo y las puntas de los pies
dirigidas ligeramente hacia afuera. Se puede recurrir a la ayuda de almohadones para
colocarlos debajo de los hombros a fin de evitar tensiones sobre los pectorales mayores.
3. Postura del Cochero: sentado en un taburete sin respaldo con la espalda un poco
encorvada, los brazos colgados y el cuerpo totalmente relajado. La cabeza quedara
inclinada hacia adelante y el tronco hundido hacia adentro sin forzar en absoluto. El
paciente queda como “colgando de su propio esqueleto”, en especial de su columna
vertebral que recibirá la mayor concentración de “peso”. Una vez lograda la postura se
dejan caer los brazos, balanceándolos y colocándolos ahora sobre los muslos (apoyando
allí la zona que corresponde al tercio anterior antebrazo)
En cualquiera de estas tres posturas los ojos deben permanecer cerrados y el ambiente de
trabajo debe ser tranquilo, en penumbra y totalmente exento de ruidos.
relajación muscular se traduce en una sensación de peso. Para lograrla hay que recurrir
a la formula el brazo esta pesado, repetido con voz suave por el reducador unas 6 veces.
Seguidamente estoy tranquilo solamente una vez. Al cabo de un minuto se hace el
proceso inverso que tendrá por finalidad volver a la situación previa al iniciar el
ejercicio. Para ello se le dan tres órdenes sucesiva ¡mover el brazo!, ¡respira profundo!,
¡abrir los ojos!
Durante los 15 primero días se deberá practicar dos o tres veces al día y la vivencia de
esta sensación será débil y poco intensa. Más adelante la sensación trabajada ira
extendiéndose espontáneamente a otros grupos musculares primero al brazo contrario
y paulatinamente a las piernas. Cuando esto se observe, la orden dada al paciente para
hacer el retroceso será: ¡mover los brazos! (y piernas), ¡respira profundo!, ¡abrí los ojos!.
Es entonces y no antes cuando se pasa a la segunda etapa.
➢ Sensación de calor: es sabido que los vasos sanguíneos sufren modificaciones que están
causadas por factores emocionales o físicos y que pueden aprenderse a dominar el
sistema vascular que tanta interdependencia tiene con el sistema nervioso.
Una vez que se ha dominado la sensación de peso se pasa a experimentar la sensación
calórica pero siempre como una ampliación de la primera, volviendo a experimentar la
vivencia de peso previo a ejercitar la de calor. Se repite los brazos están pesados
insistiendo en pesados otras 6 veces.
«Estoy completamente tranquilo, agregando tranquilo una vez mas.»
Por norma general aparece pronto la sensación de calor ordinariamente a nivel del codo
y del antebrazo, sensación que pronto se va extendiendo a otros miembros hasta
asimilar todo el organismo, pero no antes de una o dos semanas de práctica. Es
importante señalar que los ejercicios de relajación vascular deben estar indicado por
médicos quien es el único autorizado para prevenir aquellos casos en que pueda ser
perjudicial
➢ Regulación cardiaca: la tercera etapa de la ejercitación Schultz va dirigida a la regulación
cardiaca cuya finalidad no es la modificar el pulso cardiaco ya que puede llegar a ser
peligroso. Se trata de conseguir un estado óptimo de concentración y relajación usando
la auto-regulación cardiaca como una forma más de facilitar la auto-tranquilización.
Se dispone al paciente en posición decúbito-supino colocando su mano derecha sobre
el corazón. Su objetivo es el «descubrimiento» de la vivencia del corazón mientras se le
dice: «el corazón late tranquilo y fuerte» o «el corazón late muy tranquilo», 6 veces.
Como siempre, previamente se mencionan las formulas de peso, tranquilidad, calor
pero esta vez localizándolas en las zona donde se coloca la mano.
➢ Respiración: la vivencia del acto respiratorio debe ser llevada a cabo sin pretender
modificar el ritmo respiratorio espontaneo de cada paciente al que solo se le indicara
que centre la atención en su respiración sin efectuar ningún movimiento voluntario
sobre ella. El fin perseguido será la tranquilización de la respiración que es un factor
mas dentro del logro del estado de relajación.
➢ Órganos abdominales: el especialista colocara su mano entre el ombligo y la parte final
del hueso esternón del paciente (plexo solar) mientras este permanece en estado de
relajación, indicándosele que debe sentir en esa zona una sensación de calor intenso
La metodología hasta aquí expuesta dará al lector una idea general de los pasos de que consta;
pero antes de aplicarla aconsejamos consultar la obra original del Dr. Schultz a fin de conocer
en determinados tipos de pacientes.
Dentro del campo de acción de reducación vocal es conveniente conocer y emplear diferentes
metodologías aplicándolas en forma combinada con el criterio de adaptarla al paciente en fase
de recuperación. En pacientes disfónicos en los que el factor emocional o los estados nerviosos
contribuyen a empeorar su voz; es recomendable el uso del método Schultz pues contribuirá a
establecer cierto dominio orgánico y psíquico, bases sobre la cuales mejoraran notablemente
sus conductas emocionales y vocales independientemente de que exista una lateración orgánica
sobre las cuerdas vocales.
Fue concebida por el autor para ser utilizada en muy diversos trastornos que abarcan desde los
débiles mentales, alteraciones espacio-temporales, niños con trastornos de la atención (en
especial lesionados cerebrales), así como también para trabajar distintos aspectos en la
formación de actores dramáticos. Por extensión y dado que abarca una serie graduada de
ejercicios de relajación se emplea en la reducación de pacientes disfónicos.
Se puede decir que para Jacques Dalcroze es esencial la introducción del elemento rítmico en la
mayor parte de sus ejercicios: “el ritmo es la fuerza misteriosamente creadora que preside
todas las actividades humanas y se manifiesta en todos los fenómenos de la naturaleza, estando
vinculadas dentro de ellas todas las leyes que rigen y ordenan las oposiciones y los contrastes”.
El trabajo comienza provocando una brusca contracción de una parte del cuerpo (brazo
inicialmente) sin que se contraiga otro grupo muscular vecino o lejano. Seguidamente se pasa
a la distensión del brazo, como oposición al estado anterior de contracción. La tensión muscular
puede ser una forma de «concientizar» su estado opuesto, es decir la relajación.
Un brazo: en posición acostado contraer el brazo mientras se lo flexiona con el puño cerrado en
cuatros tiempos. Seguidamente distenderlo progresivamente en 8 tiempos hasta
apoyarlo en la camilla. Se hace el mismo ejercicio pero sin cerrar el puño.
Cuando se logra la contracción del muslo sin que se extienda a otros grupos musculares se
repite el ejercicio sin estirar el pie.
Contracción y relajación de las pantorrillas y los músculos pectorales siguiendo las normas
anteriores.
Contracción de los músculos del cuello esto se facilita mediante la realización de una mueca
forzada con los labios cuidando que los tiempos de contracción y relajación sean de 3 a 5
segundos respectivamente.
En toda la seriación se debe insistir en lograr una progresiva independencia de los músculos,
pues es una forma de auto-control que exige un grado de concentración y atención interior
relativamente elaborada.
De aquí en adelante los tiempos de contraste se harán en forma simétrica: 5 tiempos para
contraer y 5 para relajar trabajando todos los grupos musculares que hasta aquí se vieron. Se
debe aclarar que J. Dalcroze programo una gran variedad de ejercitaciones especialmente
destinadas a asociaciones especiales, practicas rítmicas con desplazamientos, ejercicios de
direccionalidad espacio-temporal, de literalidad, etc., y de los que solo detallamos aquí los que
van dirigidos a la relajación.
a) La intervención del estimulo auditivo se puede trabajar con música disonante o bien
con un tono único mantenido durante varios segundos. Este tono (o música disonante)
ira elevándose en intensidad mientras el paciente va contrayendo progresivamente
todo el cuerpo. Viceversa, al disminuir poco a poco la intensidad sonora se distenderá
lentamente hasta que deje de oír el estimulo.
El ejercicio se realiza luego a la inversa: a mayor intensidad, mayor distensión muscular
y cuando la intensidad del sonido disminuya, aumentara la tensión muscular
c) Asociación de contraste tensión-relajación con estímulos táctiles. Para ello se hace tiras
de papeles de distintas asperezas: el paciente permanece con los ojos cerrados y el
reducador va pasándole por la mano diversas tiras, de la más lisa a la más áspera; a
medida que aprecie los cambios de aspereza ira contrayendo la parte del cuerpo que se
le mencione. Se realiza la operación inversa hasta percibir el papel más suave mientras
se distiende. A continuación se efectúa la misma operación, pero cuanto más lisa sea la
superficie del papel mayor concentración, y cuanto más áspera, mayor grado de
relajación.
LA RELAJACION YOGA.
Para el pensamiento hindú, la relajación es el descanso entre dos periodos de actividad, cuya
consecuencia es que al reanudar el trabajo, este se haga con mayor facilidad y concentración.
En todos los actos conscientes o inconscientes se consume cierta cantidad de energía y si lo que
se consume excede a lo acumulado por el organismo, sobreviene el agotamiento.
Detallamos a continuación algunos ejercicios de la relajación yoga que como se verá son de
sencilla comprensión y realización. Asimismo, recomendamos una mayor documentación sobre
el tema, para lo cual puede consultarse la relación bibliográfica.
Estando en posición de acostado, distender todos los grupos musculares del cuerpo, tratando
de concientizar aquellas zonas que aún permanecen contraídas para eliminar en consecuencia
todo tipo de contracción muscular. La consigna o «imagen mental» que conviene tener
presente: «el cuerpo esta pesado» a la vez que se va movilizando o sacudiendo cada extremidad
(brazos y piernas) separadamente en un comienzo, y en forma simétrica mas adelante
dejándose caer pesadamente por su propio peso. También se moviliza la cabeza y el tronco para
dejarlos caer pesadamente de la misma manera.
También en posición de sentado y con los pies colgados, relajar ahora la pantorrilla (primero
aisladamente y luego en forma simétrica) pensando en este caso que cuelga pesadamente de la
rodilla y practicando una serie de balanceos desprovistos de cualquier contracción muscular.
La distensión del muslo (también en posición de sentado) se realiza tomando como eje del
mismo la zona abdominal, a partir de la cual cuelga pesadamente la parte superior de la pierna.
La cabeza es objeto también de una particular relajación, dejándola caer hacia adelante y abajo
lo más posible, dejando caer pesadamente la cabeza y de una persona que está sentada y se va
quedando dormida.
EL ACTO RESPIRATORIO.
Los movimientos que permiten la ventilación pulmonar son dos: la entrada del aire o
inspiración y la salida, o espiración, que se suceden de una manera regular y rítmica, siendo más
breve el primero que el segundo.
Las vías normales fisiológicas del acto respiratorio, por las cuales se produce el pasaje del aire,
para llegar hasta los pulmones y ser expelido luego al exterior, al obrar estos a manera de un
fuelle, son: fosas nasales, faringe, laringe, tráquea, bronquios y pulmones; y cuando se utiliza la
corriente aérea para articular los fonemas: pulmones, bronquios, tráquea, laringe, parte de la
faringe y la boca, circulando por las fosas nasales únicamente cuando se articulan los fonemas
m, n, ñ.
Para que la respiración pueda dar su rendimiento biológico es necesario que la circulación del
aire este perfectamente asegurada, y que el aire llegue en condiciones fisiológicas a los
pulmones.
En la inspiración, el aire debe pasar por las fosas nasales, que son la verdadera vía de acceso
fisiológico. La nariz, colocada a la entrada de las vías respiratorias, tiene dos orificios: las
ventanas, que son el vestíbulo de las fosas nasales. Estas, con sus cavidades accesorias o anexos,
los senos: maxilar, frontal, etmoidal y esfenoidal, que por las lesiones que pueden sufrir
adquieren una importancia considerable, ocupan un gran espacio en la cavidad facial. Las fosas
nasales están separadas entre si, por el tabique, y de la boca, por la bóveda palatina, ósea y el
velo del paladar, membranosos. El velo de paladar termina en la úvula; las fosas nasales poseen
ciertos pliegues, los cornetes, que limitan a canales estrechos, los meatos. Al circular entre ellos
y al ponerse en contacto con la mucosa pituitaria, ricamente vascularizada, el aire está obligado
a retardar su pasaje, con lo cual calienta, existiendo elementos nerviosos, bien repartidos, que
regulan este calor. Al mismo tiempo, se provoca una secreción liquida permanente, el mucus
nasal, que en estado de vapor, es arrastrada por el aire en su pasaje. De manera que el aire se
calienta y humedece en su pasaje por las fosas nasales, pero además se desembaraza de polvos
y gérmenes nocivos, eliminados estos por la acción bactericida de sus secreciones. Aun más; las
fosas nasales tienen una función excitorreileja sobre los movimientos respiratorios y
fonatorios, según Tarneaud, quien ha demostrado “que toda insuficiencia respiratoria nasal
disminuye el rendimiento vocal, y que toda mutilación importante de la mucosa nasal – como
la ablación amplia de los cornetes inferiores – determina afecciones laríngeas y vocales”.
Cuando el aire llega a los pulmones en esas condiciones, la hematosis se produce en forma
normal, pero muy a menudo, y como consecuencia de obstrucciones, deformaciones o simple
mal hábito, la respiración es bucal. Este cambio tiene graves consecuencias, ya morfológicas-
tanto faciales como bucales y torácicas-, ya fisiológicas y mentales, ocasionando en unos casos
la insuficiencia respiratoria, que predispone el organismo al ataque microbiano, y en otros, la
pereza intelectual.
He aquí por qué la boca no sustituye, fisiológicamente, a las fosas nasales en la función
respiratoria, debiendo ser utilizadas solo como vía excepcional de auxilio.
Para poder articular los fonemas, es indispensable que entren en actividad varios órganos: de
la respiración, de la fonación y de la articulación. Algunos de ellos actúan en todos los casos,
como por ejemplo, los pulmones, que impulsan la corriente aérea, o los órganos que intervienen
con su posición en el aparato articulador, pero otros, pueden ejercer su acción en algunos casos
solamente, como la laringe, cuando los fonemas son sonoros.
Por otra parte, estos órganos están tan íntimamente ligados en la función del lenguaje, que
cualquier alteración en uno de ellos repercute en los otros. Los pólipos y la hipertrofia de la
amígdala faríngea o de Luschka provocan alteraciones profundas en la cavidad de resonancia –
en una de cuyas partes se produce la alteración- y en la laringe. Y también en la caja torácica,
debido a la insuficiencia respiratoria nasal y pulmonar.
Después de una espiración normal, se puede desalojara aun una cantidad de aire cercana
también a 1 ½ litros, al realizar una espiración forzada, aire que se denomina “de reserva”. Pero
aunque se hagan los mayores esfuerzos para expulsar la totalidad del aire, esto no se consigue,
quedando siempre en los pulmones una cantidad aproximada a la ya mencionada de 1.500 c.c.,
que se denomina “aire residual”.
Los principales músculos inspiradores están situados en las paredes del abdomen, y ellos son:
el recto mayor, los oblicuos mayores y menor, y el transverso del abdomen.
Cuando se sabe inspirar, la caja torácica se ensancha en la forma indicada, pero, en general,
durante el movimiento inspirador se la hace ampliar más en la dirección de un diámetro que en
la de los otros, funcionando una parte de los pulmones, y quedando otra parte en inactividad.
En las mujeres, por ejemplo, se trabaja la parte superior de los pulmones; en los hombres, la
parte media, y en los niños la parte inferior.
Por ello se clasifica la forma de respirar en tres tipos: costal superior o clavicular en la mujer;
costal media, a veces inferior, en los hombres, y costal inferior o diafragmática, en los niños,
aunque, considerando fisiológicamente, el tipo respiratorio es uno.
Si después de una inspiración máxima, se realiza también una espiración máxima, y se mide el
aire expelido, se obtendrá lo que se conoce con el nombre de “capacidad vital”, y vulgarmente
“capacidad respiratoria”, y que comprende: Aire Corriente: 500c.c.; Aire Complementario:
1.500 c.c.; Aire de Reserva: 1.500 c.c.; o sea 3 ½ litros, aproximadamente.
Se puede medir esta capacidad, que por otra parte es muy importante conocer, empleando el
espiroscopio-espiroscopia o espirómetro-espirometria.
FONETICA Y FONOLOGIA.
Dentro de la comunicación social hay disciplinas lingüísticas que estudian los sonidos, es decir,
el modo de expresión del lenguaje humano. Dichos sonidos, soporte de la comunicación,
suponen la existencia de un sistema con múltiples elementos, diferenciados por caracteres
precisos, de forma que hablante y oyente puedan identificar e interpretar; constituyen la parte
fónica del signo lingüístico, que, como es sabido, tiene dos facetas: el significante (o expresión)
y el significado (o contenido, concepto, idea).
Aquí nos ocuparemos del primero. Cuando el hombre habla, emite sonidos, pero no son
realizados igual por todos los individuos ni tiene el mismo lugar de articulación, pues se
encuentran modificados por el contexto fónico que los rodea. El significante puede estudiarse
en el plano de la lengua, como modelo o sistema de reglas que organiza el aspecto fónico
(Fonología) y en el plano del habla, como articulación de unos órganos fisiológicos que
producen una corriente sonora perceptible por el oído (Fonética).
✓ FONEMA Y ALOFONO.
La unidad fonológica más pequeña en que puede dividirse un conjunto fónico recibe el nombre
de fonema. Por ejemplo, al segmentar el signo lingüístico «peso» obtengo cuatro fonemas: /p/
+ /é/ + /s/ + /o/, pues es el máximo de unidades mínimas en que puede ser dividido y no
podemos fragmentar cada uno de estos fonemas en elementos más pequeños; tanto la /p/,
como la /é/, como la /s/ o la /o/ son unidades invisibles.
características articulatorias y acústicas de esos sonidos, y nos dirá que esa palabra «peso» se
compone de cuatro fonemas o unidades fonológicas invisibles, con dos funciones importantes
en el lenguaje: formar y distinguir signos lingüísticos.
Los sonidos son variantes fonéticas o alófonos de los fonemas; son concretos, individuales. Por
acción de otros sonidos sufren modificaciones al ser articulados. Podemos articular un sonido
de diversas formas: /d/ de dado, si esta al principio de palabras, será articulado dental. Se llama
dental porque se pronuncia tocando con la punta de la lengua la cara interna de los dientes (así
representado: [d]), pero si está entre vocales, su lugar de articulación se desplazará de la zona
dental a la interdental. Porque la lengua se introduce un poco entre los dientes superiores e
inferiores se llama interdental (su representación es ahora [ď]). La fonética se ocupara de
describir las diferentes maneras de pronunciar los sonidos del significante. Las variantes que
no cambian el valor significativo del mensaje, sus características.
Los rasgos comunes son: oclusivo, bilabial, oral; son rasgos que no diferencian un fonemas de
otro, es decir, son rasgos no distintivos, no funcionales o irrelevantes. En cambio, los rasgos
sordos, sonoros que aparecen en estos dos fonemas diferencian el fonema /p/ de /b/ y son
distintivos, funcionales o relevantes.
Para averiguar si cualquier unidad fónica es o no funcional basta conmutar un fonema por otro;
si cambia de significado obtenemos una unidad funcional. Por ejemplo, en la palabra «pasa»,
sustituye la /s/ por otros fonemas y obtengo /páta/, /pána/, /pála/, etc.; es decir, la «s» es un
fonema funcional, porque su presencia o su cambio por otro comportan mutación de
significados.
Oposición.
Los elementos del sistema lingüísticos (la lengua) guardan ciertas relaciones entre sí. Para
saber si son diferentes, hay que compararlos y analizar sus rasgos. Por ejemplo, comparando
«tomar» y «domar» nos encontramos con dos sonidos distintos.
Estos sonidos se diferencian por el rasgo sordo/sonoro (los demás son idénticos); si este rasgo
origina cambios de significado se dice que esos sonidos se oponen y guardan una relación de
oposición. Al definir un fonema hay que tener en cuenta los rasgos distintivos con auténticos
valor significativo. Los fonemas /t/ y /d/ presentan igual lugar de articulación (dentales), igual
modo de articulación (oclusivo), pero difieren en el rasgo de sonoridad (sordo-sonoro).
Lo mismo sucede con los fonemas vocálicos /a/, /e/, /i/, /o/, /u/, ya que cada uno adquiere
valor y todos forman un sistema, merced a las relaciones de oposición que mantienen entre sí,
ejemplo: pipa, pepa, papa, popa, pupa.
La oposición aclara el concepto de fonema al definirse cada uno por la relación u oposición que
guarda con otros fonemas.
Neutralización
a) Fonéticamente:
1) Sonidos que representan la mayor abertura de los órganos articulatorios.
2) Sonidos que representan el mayor número de vibraciones de las cuerdas vocales
en una unidad de tiempo (frecuencia).
3) Sonidos que representan el máximo numero de armónico o hipertonos y por lo
tanto la mayor musicalidad.
b) Fonológicamente:
1) Sonidos que representan la capacidad de formar núcleo silábico, con lo que se
oponen a las consonantes
Clasificación Acústica.
Diagrama de Fletcher.
2. Por la intensidad del timbre que se indica en el espectro (espectograma) con la altura
de los formantes.
Lo más importantes de las vocales es la formación de su timbre. Este constituye los más
relevantes y distintivos de cada vocal y depende del resonador faríngeo y del bucal
condicionado por la posición de los órganos articulatorio y por lo tanto por la forma
del tubo fonador.
Si la lengua presenta una posición anterior y próxima al paladar duro, la cavidad del
resonador anterior será bastante pequeña y aplanada; por lo tanto el sonido será
agudo: /i/-/e/ aumenta la resonancia faríngea.
Si la lengua se aproxima por su parte posterior al velo del paladar, la cavidad bucal
resonadora anterior es bastante grande y la forma es redondeada, la resonancia faríngea
disminuye /o/, /u/. Además el abocinamiento de los labios acentúa su carácter acústico
grave
En las vocales neutras (en español solamente la a), la lengua ocupa una posición media y baja
creando dos cavidades de resonancia (boca y faringe) prácticamente iguales.
I. Por la colocación de la lengua (lugar de la articulación). Esto se hace a pesar de que las
vocales se caracterizan por el libre pasaje del aire.
a. Cuando la lengua ocupa una posición delantera en la cavidad bucal o sea en la
zona del paladar duro tenemos las vocales anteriores o palatales /i/ - /e/.
b. Si el postdorso de la lengua se aproxima al velo del paladar se originan las
vocales posteriores o velares /o/ -/u/.
c. Si el dorso de la lengua se encuentra en el medio-paladar, tenemos las vocales
centrales (en español solamente una) /a/.
Es la base del triangulo de Hellwag.
II. Por la abertura del tubo fonador que nos da el modo de la articulación. Se produce por
la separación o acercamiento de las mandíbulas, unido a una separación o aproximación
de la lengua al paladar. Tendremos:
a. Vocales cerradas, altas o de pequeña abertura. La lengua se aproxima hasta un
máximo permisible para la articulación vocálica, ya sea al paladar duro, o al
blando. (las mandíbulas se aproximan): /i/ - /u/.
b. Vocales medias o de abertura media. La lengua se separa del paladar un poco
(las mandíbulas se separan): /e/ - /o/.
c. Vocales abiertas, bajas o de gran abertura. La lengua se separa aun mas de la
bóveda del paladar y ocupa un máximo de alejamiento (las mandíbulas se
abren): /a/.
Observar: en otros idiomas: francés, inglés, es necesario acudir a otra división, y por lo tanto a
otros esquemas.
III. Por la acción del resonador nasal. Aunque en español no puede hablarse de vocales
nasales propiamente, sin embargo pueden clasificarse en:
a. Orales: el velo del paladar esta adosado a la cavidad faríngea. De este modo son
todas las vocales consideradas hasta ahora: /i, e, a, o, u/.
b. Oronasalizadas: con salida de aire también por las fosas nasales. En español se
dan los siguientes alófonos en las siguientes posiciones:
1. Cuando la vocal se encuentra entres dos nasales [mano]
2. Cuando la vocal se encuentra en posición inicial obsoleta, seguida de
consonante nasal [ōn eno] onceno.
IV. Por su intensidad que depende de la mayor o menor energía articulatoria en:
a. Tónicas: con más firmeza y perceptibilidad, o sea mayor energía articulatoria.
b. Atonas: con menos firmeza y perceptibilidad, o sea menor energía articulatoria.
(se indica con el acento: [máno]).
Las Consonantes.
1. Desde el punto de vista acústico por ser ruidos puros (sonidos no musicales, no
armónicos), o bien ruidos combinados con un tono laríngeo.
2. Desde el punto de vista articulatorio (modo), porque el aire no pasa libremente como
en las vocales, sino que se pronuncian con una obstrucción o estrechamiento del paso
del aire.
3. Fonológicamente no puede ser núcleo silábico como las vocales.
LA VOZ.
Las funciones de la laringe son dos: sirve de pasaje al aire y produce el sonido laríngeo que
recibe el nombre de voz. Por esta última función se le ha querido comparar con un instrumento
musical. Galien lo compara con una flauta; Ferrein con un instrumento de cuerda; Müller lo
asemeja con un instrumento de lengüeta, como el clarinete. Lootens, en cambio, en su teoría de
los ciclones, manifiesta que el sonido es producido en la laringe, en forma similar a como se
produce en los tubos sonoros de un órgano, por el choque de las moléculas del aire. La verdad
es que las teorías no son convincentes, y por eso Botey dice: “se ha querido comparar la glotis
a un instrumento musical; sin embargo, aquella tiene puntos de contactos con todos los
instrumentos y no se parece a ninguno, por tener las cuerdas vocales la propiedad exclusiva de
aumentar su grosor al mismo tiempo que su tensión”.
Para que el sonido se produzca, es preciso: 1º, que la corriente de aire tenga una presión
suficiente, dada por los músculos espiradores, para separar las cuerdas vocales de su posición
de descanso; 2º, que el orificio glótico este suficientemente cerrado, es decir, que las cuerdas
vocales se aproximen, bajo la acción de los músculos constrictores mencionados anteriormente,
dejando un estrecho pasaje al aire, pasaje que varía de dimensión, mayor o menor, según sea
grave o agudo el sonido, y 3º, que las cuerdas vocales estén tensas, ya por, la acción de los
músculos tensores, acción que se denomina tensión activa ya por una tensión dada por la fuerza
de la corriente aérea, al empujar a las cuerdas vocales, y que se denomina tensión pasiva.
Cualidades de la Voz: nuestro oído distingue en el sonido laríngeo varias cualidades, a saber: la
intensidad, el tono, la duración y el timbre.
La emisión de los sonidos graves y agudos no se produce en la misma forma. En los sonidos
graves, registro de pecho, o primer registro, la voz es llena y de gran volumen, y va acompañada
de la resonancia de las paredes torácicas. Con él, canta y habla, el hombre desde el bajo
profundo al tenor ligero. En los sonidos agudos, registro de cabeza, o segundo registro, entran
en resonancia las partes supragloticas, y se utiliza en las notas elevadas sobre todo en la voz de
mujer.
Existe un tercer registro denominado mixto. “la voz mixta -dice Botey- se emplea para el canto,
dando a la voz una sonoridad muy suave y melodiosa. Es más timbrada y sonora que la voz de
falsete”
“En las voces graves las cuerdas vocales se aproximan, dejando un espacio tan largo como ellas
mismas, el espacio entre los dos aritenoides queda cerrado, y las cuerdas vocales vibran en toda
su extensión y en todo su espesor”, mientras que en” las voces agudas, las cuerdas vocales se
aproximan mucho más, dejando un espacio apenas perceptible; la corriente de aire es más
intensa, siendo más rápida las vibraciones de las cuerda”
Voz Generalidades.
La voz es el espíritu de la palabra articulada, expresa los estados emocionales mas intimo del
hombre y es uno de sus elementos de individualidad más importante.
Característica de la voz:
Para Powerl la voz es una producción de sonido a nivel de la glotis. Para Housson es un
fenómeno superglotico por presión aérea y vibración de cuerdas vocales.
• Altura: depende del número de vibraciones o frecuencia, que determina una voz aguda
o grave.
• Timbre: depende de los armónicos que se producen en las cavidades de resonancia. Da
el color a la voz, permite diferenciar una voz de otra.
• Intensidad: depende de la presión subglotica y esta del cierre del esfínter glótico, la voz
será por lo tanto débil o disminuida, fuerte o aumentada.
• Duración: es el tiempo que dura la emisión de la voz.
Otro aspecto a considerar es el ataque vocal: este es definido como el efecto audible de la
posición de la cuerda vocal en el comienzo de la fonación.
Todo tipo de ataque vocal resulta de la coordinación precisa de la presión subglotica con el
movimiento apropiado de la cuerda vocal.
Desde hace tiempo tres tipos de ataques vocales han sido reconocidos: el aspirado, el fuerte, el
suave.
Para el ataque aspirado, o aereado, las cuerdas vocales se aducen en la línea media, sin un cierre
glótico firme. La laringoscopia revela un triangulo abierto con la base en la comisura posterior.
El ataque vocal fuerte es también conocido como “glottal stop”. Esto ocurre cuando la glotis es
fuertemente cerrada antes del ataque de la fonación.
Este ataque vocal fuerte se produce en varios grados de acuerdo a la intensión del que lo
ocasiona. No es común en lenguas romances ni inglesas, mientras que si es frecuente en el norte
de Alemania y en las lenguas escandinavas.
El ataque vocal suave: es producido a través de una aducción delicada de las cuerdas vocales en
la línea media.
Antes de la fonación, la glotis muestra un ovalo estrecho, en este momento el influjo nervioso y
el aire subglotico comienza a activar la vibración de las cuerdas vocales de una manera gradual.
La impresión audible de este ataque es la de un uniforme y calmo sonido vocálico.
Este es mucho menos fatigoso que el fuerte, cuyo excesivo uso, es una de las mayores causas de
irritación laríngea y habituales disfonías.
La laringe, no crece proporcionalmente con la edad, como los demás órganos, sino que al llegar
la pubertad, y por influencia de ciertas secreciones internas, crece rápidamente, tomando su
forma final en un periodo que varía entre una semana y uno dos años. El diámetro
anteroposterior de la laringe, aumenta en los niños, notándose perfectamente la llamada “nuez,
manzana o bocado de Adán”. Las cuerdas vocales adquieren su volumen y su largo definitivo.
El desarrollo es más notable en el hombre que en la mujer. Las cuerdas vocales pasan casi
bruscamente, puede decirse, de 15 a 15 mm en el sexo masculino, y de 25 a 20 mm en el
femenino.
Esta variación de las cuerdas tiene como consecuencia el cambio o muda de la voz. Durante este
periodo, la voz se hace ronca, apagada, sin justeza, incierta, y cuando se empieza a hablar, o a
leer, o se desea elevar el tono, frecuentemente se producen sonidos discordantes, sumamente
desagradables al ido, hasta que el niño consigue regularizar su voz y hacerla medianamente
pasable. La muda se efectúa generalmente de una sola vez, y como las cuerdas vocales se alargan
y se espesan, la voz baja una octava u octava y media en el niño y solo una o dos notas en la niña.
Cuidados que requiere el cambio de voz. Es necesario respetar el periodo de la muda, evitando
el cansancio vocal, no permitiendo al niño intervenir en los cantos de tonalidad elevada, que
cubría perfectamente antes de la muda, eliminándolos como solistas de los coros, y
autorizándolos a cantar solo a media voz. Es común observar que, por un amor propio mal
entendido, el niño desea continuar interviniendo en los cantos, en iguales condiciones que los
años anteriores, sin comprender su imposibilidad, y con evidente peligro de llegar al cansancio
o al maltrato vocal, y en consecuencia, a la conservación de su voz infantil. Se observa también
que el niño trata de mantener su voz en la tonalidad que poseía anteriormente, ya porque los
sonidos discordantes de su nueva voz hieren su sensibilidad auditiva, por evitar las burlas de
sus compañeros, o porque su laringe esta dolorida.
Conviene vigilar sus horas de esparcimiento prohibiéndoles los gritos, los juegos con voz fuerte,
y también, atender sus quejas por las burlas de sus compañeros. Durante las horas de clase,
cuando responde a una pregunta, recita o lee, sus primeras frases son pronunciadas en un tono
muy variable, sin ninguna justeza, lo que provoca la risa de sus compañeros. Es prudente
aprovechar ese momento para explicarles la causa de ese cambio, reprimiendo todo lo que
pueda herir la susceptibilidad del niño, y que por evitarlo, fácilmente le haría caer en el
mantenimiento de su voz infantil. Conviene también, en algunas oportunidades y en los
momentos más críticos, eximirlo de algunas lecciones, como recitados o lectura en voz alta.
Se obra prudentemente, manteniendo la exigencia de que hable con su voz normal, de muda,
por mas desagradable que ella sea, y sin transparentar el menor asomo de risa, a lo que
inconscientemente estamos tan propensos, cuando el niño interviene en las lecciones.
Es necesario no olvidar que en el niño se está conformando su verdadero aparato fonador, que
en esos momentos sufre alteraciones profundas y que se encuentra en la misma situación que
el músico que se inicia en el conocimiento de un nuevo instrumento.
Pasaremos a pasar ahora como se pueden ubicar los disturbios fonatorios. Debemos decir que
la historia de la medicina nos señala a Fabricius de Acquapendente en 1600 como el primero
en ocuparse de estudiar las anomalías de la voz.
Al intentar clasificar los procesos vocales nos encontraremos con una realidad: distintas
entidades clínicas, distintas etiologías, que poseen su tratamiento y pronostico particulares,
pueden provocar los mismos síntomas, siendo estos la disfonía o la afonía. Esto no hará otras
cosas que resaltar el peligro que implica manejarse exclusiva o fundamentalmente con un
diagnostico sintomático, es decir, rotular al paciente simplemente como disfónico o afónico. Es
necesario saber y decir por que posee el síntoma, que posibilidades terapéuticas tiene, cuales
son y cómo se debe actuar para que ellas sean positivas, cuando y como hay que reeducar y
hasta cuándo se debe continuar con la terapia rehabilitatoria. Todo esto debe ser indicado por
el médico y remitido a la fonoaudióloga, para que pueda actuar con eficiencia en su tarea
reeducativa. Sabemos que lo que acabamos de exponer a menudo no se cumple, pero esto no
invalida que se insista en el concepto anteriormente citado, de modo constante, lo cual permita
un mejoramiento del manejo profesional, del que resulta un mayor beneficio para quien recurra
a nosotros por su problemática.
Cualquier nivel que se altere dentro del sistema fonatorio es generador de una voz
distorsionada. Ahora bien, cuando la distorsión se expresa a nivel del órgano emisor,
alterándose la propiedad frecuencial de la voz, la designación que le damos es simplemente la
de disfonía o afonía, según exista alteración o ausencia de la voz respectivamente, a lo que se le
puede agregar las denominaciones que correspondan, ya sea desde el punto de vista acústico
como desde el punto de vista del estado tónico de la cuerda vocal.
En cuanto a la alteración ubicada en los niveles de comando y endocrino, así como también
auditivo, la designación igualmente con el rotulo de disfonía o afonía, ya que, como vimos en la
anatomofisiologia de la fonación, el nivel de comando y el endocrino actúan directamente sobre
la laringe, así como el nivel auditivo también influye sobre el órgano emisor a través del nivel
de comando por medio de la estación bulbar y de la estación cortical.
Para clasificar a las disfonías o afonías existen por supuesto distintos criterios, donde todos
coinciden en la división entre lo orgánico y lo funcional, pero en lo que no se está totalmente de
acuerdo es en que procesos patológicos se deben ubicar dentro de lo orgánico y cuales dentro
de lo funcional.
Nosotros seguimos el criterio etiopatogenico sustentado hace algún tiempo por el profesor L.
Galli, criterio al que le efectuamos nuestro modesto aporte personal. Este enfoque se basa para
1. Funcionales.
a. Sin alteración estructural del órgano emisor o laringe.
b. Con alteración estructural del órgano emisor o laringe
2. Orgánicos.
a. Sin alteración estructural del órgano emisor o laringe.
b. Con alteración estructural del órgano emisor o laringe
¿Qué significan estas subdivisiones? Primeramente dentro del grupo de origen funcional,
cuando decimos “sin alteración estructural laríngea” o “con alteración estructural del órgano
emisor”, queremos significar, para el primer caso, que el síntoma aparece como producto de
una asinergia fonatoria (originada a cualquier nivel del sistema de la fonación), sin llegar a
alterarse la imagen normal de la laringe, en cambio, en el segundo caso la disfunción, ya sea por
su mayor intensidad o por una mayor labilidad del paciente, da origen a la aparición de una
alteración estructural del órgano emisor. Cuando incursionamos en los procesos orgánicos sin
perturbación de la estructura laríngea, nos estamos refiriendo a procesos orgánicos causales
de alteraciones vocales, pero que se encuentran ubicados fuera del órgano emisor; en cuanto a
los procesos de origen orgánico que alteran la normal estructura laríngea, el hecho patológico
es en este caso intralaríngeo.
Es decir, entonces, que en las dos primeras subdivisiones el síntoma fonatorio está dado por el
mal uso del sistema fonatorio (repitamos una vez más: disturbio que puede estar ubicado a
cualquier nivel de dicho sistema); en cambio, en las dos restantes subdivisiones el síntoma no
depende para nada del buen o mal uso que de nuestra voz hagamos.
1. Proceso que originan una disfonía funcional sin alteración estructural del órgano emisor
o laringe
1.1. Fonastenia.
1.2. Disfonía psicógena.
1.3. Mutación prolongada.
1.4. Disfonía espástica.
2. Proceso que originan una disfonía funcional con alteración estructural del órgano emisor
o laringe.
2.1. Nódulo de cuerda vocal.
2.2. Pólipo de cuerda vocal.
2.3. Voz de banda
2.4. Paquidermia de contacto.
2.5. Ulcera de contacto
3. Procesos que originan una disfonía orgánica sin alteración del órgano emisor o laringe.
3.1. Parálisis neuropática:
3.1.1. Parálisis neuropática periférica
3.1.2. Parálisis neuropática central.
3.2. Parálisis miopáticas:
3.2.1. Parálisis miopáticas posinflamatorias.
3.2.2. Parálisis miopáticas de origen no inflamatorio.
3.3. Enfermedades neurológicas que alteran la fonación.
3.4. Enfermedades endocrinas que alteran la fonación.
4. Proceso que originan una disfonía con alteración estructural del órgano emisor o laringe.
4.1. Patología congénita de laringe:
4.1.1. Sinequia cordal congénita.
4.1.2. Quiste laríngeo.
4.1.3. Surco cordal.
4.1.4. Laringocele.
4.1.5. Laringomalacia.
4.1.6. Afecciones fonatorias por disturbios genéticos del metabolismo.
4.2. Laringitis:
4.2.1. Laringitis inespecíficas.
4.2.2. Laringitis especificas.
4.3. Corditis vasomotora.
4.4. Flebectasia laríngea.
4.5. Papilomatosis laríngea infantojuvenil.
4.6. Edema de reinke.
4.7. Granulomatosis laríngea.
4.8. Afecciones laríngeas precancerosas:
4.8.1. Laringitis crónica hipertrófica.
4.8.2. Papilomatosis laríngea del adulto
4.8.3. Hidroarsenicismo laríngeo.
4.9. Cáncer laríngeo.
4.10. Tumores benignos de laringe
4.11. Traumatismos laríngeos:
4.11.1. Fractura laríngea.
4.11.2. Luxación laríngea.
4.11.3. Contusión laríngea.
4.12. Artritis laríngeas:
4.12.1. Reumática.
4.12.2. Luética.
4.12.3. Tuberculosa.
4.12.4. Gonocócica.
Cuando decimos disfonía espasmódica también le estanos agregando al trastorno fonatorio una
particularidad acústica, en este caso con características opuestas a la anterior, es decir que hay
una incoordinación fonorrespiratoria, pero aquí el acto fónico antecede al acto espiratorio,
existiendo además un impedimento exagerado a que el aire se escape a través del espacio
glótico. A nuestro entender la disfonía rotulada acústicamente como espasmódica puede
responder tanto a una hipertonía de cuerda vocal como a una hipertonía e hipertrofia de falsa
cuerda vocal.
HIGIENE VOCAL.
Las normas de higiene vocal son consejos médicos que abarcan distintas aéreas y que pueden
ayudar en la creación de hábitos cotidianos de vida. Se refiere a la prevención de problemas que
puedan afectar la voz, no limitándose solo al cuidado del aparato vocal, sino también al de otros
órganos y funciones que puedan intervenir indirectamente colaborando en su buen
funcionamiento.
5. Duración del trabajo vocal: al iniciar los estudios de técnica vocal, la ejercitación no debe
exceder los 10 minutos para la practica respiratoria y 10 minutos para el ejercicio vocal
sencillo, una o dos veces por día.
Paulatinamente se puede prolongar el tiempo de práctica hasta alcanzar tres medias
horas diarias.
Nunca será conveniente una práctica vocal excesiva y continuada. Estos consejos tienen
validez tanto para el principiante como para el profesional. Siempre deberá prevenirse
los estados de fatiga vocal.
Los ensayos prolongados o repetidos, sobre todo en tonos agudos y a gran volumen
(tanto en la voz hablada como en la cantada) deberá ser evitados o, en caso contrario,
muy controlados técnicamente.
Es imprescindible crear el hábito de ejercitar la voz unos minutos antes de ensayar o
actuar, especialmente de mañana, cuando tras el descanso el tono suele estar algo
descendido.
Es necesario calentar la musculatura, de la misma manera que lo hace un atleta o un
bailarín.
No es aconsejable el carraspeo persistente pues es irritantes tampoco lo es cantar o usar
la voz profesionalmente como catarro o tos.
Después del trabajo vocal es frecuente la percepción de una sensación fugaz de fatiga.
Es normal y corresponde a una congestión leve de las cuerdas vocales, observable en
un examen laringoscopio. Pero si es persistente o no desaparece con el reposo, es
necesario rever los mecanismo fonatorios y eventualmente corregir las posibles fallas
tecnovocales.
6. Edad: influye en la voz. Solo insistiremos en el cuidado que debe tenerse en los jóvenes
que inician sus estudios vocales, sobre todo menores de 20 años, en las mujeres que han
entrado en la menopausia y en la circulación sanguínea en el caso de profesionales
añosos que aun actúan.
7. Embarazo: en el embarazo la voz suele ser normal. En algunos casos de gestación
avanzada pueden aparecer trastornos vocales, que los laringólogos denominan
diphonia gravidarum, es decir, ronquera de la embarazada. Se trata de un leve edema
de las cuerdas o es producto de una imperfecta función diafragmática. Este problema
desaparece tras el parto. De todos modos, en los últimos días del embarazo es preferible
evitar esfuerzos respiratorios o vocales.
8. Emociones: tanto el cántate como el actor son seres especialmente sensibles y
predispuestos a sufrir los impacto de su vida afectivo emocional. Cuando estos
producen reacciones físicas psicosomáticas o excesivo stress, tensión o desgaste
energético por la extremada angustia será necesario equilibrar estos estados con la
ayuda de apoyo o tratamiento psicológico.
El reposo, el sueño relajante, son indispensable para cumplir con las exigencias de la
vida profesional.
Los métodos fisioterápicos (masajes, baños de vapor) y la gimnasia relajatoria, son
ayudas corporales necesarias para equilibrar los excesos musculares, ya sean de origen
físico o psíquico.
9. Esfuerzos físicos: cualquier exceso físico puede reflejarse en la voz. La acción dramática
deberá controlarse para evitar el exceso vocal, tanto en él habla como en el canto.
10. Frio: puede afectar el tracto respiratorio, provocando estados infecciosos que impiden
la libre función vocal.
Las corrientes de aire frio, en los teatros, pueden ser peligrosas, sobre todo si se ha
transpirado o se visten ropas ligeras en escena.
La refrigeración excesiva es igualmente dañina, sobre todo si el profesional actúa en un
ambiente donde además se fuma.
Las prevenciones contra los resfríos no siempre son eficaces, pero los mínimos cuidados
para evitarlo exigen descanso, alimentación equilibrada, evitar cambios bruscos de
temperatura y, eventualmente, agregar vitaminas polivalentes y/o vacunas
anticatarrales.
11. Fumar: el tabaco es nocivo en general. Afecta especialmente las vías respiratorias. Es
obvio que, si la función vocal se basa en la respiración, el cigarrillo deberá eliminarse
de los hábitos del profesional de la voz.
El cigarrillo produce molestias en los órganos vocales, que con el tiempo pueden llegar
a hacerse crónicas.
12. Medicamentos: no corresponde a los preceptos de higiene vocal analizar que
medicamentos pueden afectar o beneficiar la voz. En general es aconsejable controlar
la evacuación intestinal en forma regular y, además de la dieta adecuada, normalizarla,
si es necesario; con laxantes suaves.
Los remedios caseros inocuos mantienen su vigencia en los cambios de clima y pueden
ser útiles: inhalaciones, nebulizaciones, pastillas contra la tos o carraspera.
13. Sequedad en la garganta: es un problema frecuente en los profesionales de la voz. La
calefacción excesiva, el clima demasiado seco y ventoso, el cambio brusco de humedad
ambiental, la inhalación de polvos inertes pueden provocarla, dificultando la emisión.
En algunas situaciones se pueden agregar vapores húmedos alcalinos para corregir la
sequedad del ambiente y tocar la mucosa nasal con glicerina mentolada. En la
actualidad existen productos sumamente efectivos e inocuos para humidificar la
mucosa nasal.
14. Vestimenta: es necesario que las ropas, permitan la evaporación de la transpiración. Las
camisas o blusas de nailon impiden este proceso y el sudor puede quedar en el cuerpo
produciendo humedad y frio.
Asimismo, las prendas que se usan durante la emisión vocal no deben oprimir el cuello
ni la zona abdominal e impedir los movimientos respiratorios.
Las ropas de uno escénico deberá cumplir estos requisitos y no producir, además,
picazón o molestias alérgicas.
15. Vida sexual: las manifestaciones sexuales deben ser moderadas por el desgaste
energético que ocasionan.
Durante el periodo menstrual pueden percibirse sensaciones de dificultad en la emisión
de las notas agudas y a veces de todo el registro. Las cuerdas vocales pueden observarse
levemente edematizadas o congestivas ya dos o tres días antes de la regla. En estos
casos es conveniente abstenerse de cantar y evitar actuaciones dentro de esas fechas,
Tras el climaterio, así como en la andropausia, pueden prescribirse hormonas sexuales para
conservar la voz, su timbre y el equilibrio general del organismo.
Desde el punto de vsta pedagógico existen requisitos de higiene vocal que pueden proteger la
laringe del alumno, actor o cantante, a saber:
En el caso de la voz cantada lirica es de suma importancia no exigir, por ejemplo, que una
soprano lirica interprete papeles excesivamente dramáticos, aun cuando sus condiciones
actorales se lo permitan, pues exigirá de su voz esfuerzos expresivos que pueden excederla. El
mismo criterio es valedero en el caso de voces masculinas.
En el actor, el cuidado debe provenir no solo de él mismo, sino también del director de la obra
o del productor.
esta manera se pueden prevenir desarreglos vocales en los intérpretes, que pueden llegar a
afectar no solo su salud vocal, sino a interferir en la continuidad de las funciones, al necesitar
aquellos finalmente, días de reposo, y perjudicar a la vez el aspecto económico de espectáculo.
Anexo.
FONEMAS CONSONANTICOS. CUADRO.
FONEMAS VOCALICOS.