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EJERCICIOS DE RELAJACION
Es muy importante tener presente que la respiración es una función fisiológica que
secundariamente usamos para la fonación. Esto implica que su primordial importancia está en la
oxigenación de los tejidos del cuerpo, y que por esta razón es fácil comprender que exista un patrón
autonómico (automático ó vegetativo), independiente de nuestro control voluntario sobre ella.
Este patrón automático, establece un mecanismo muscular que debe estar libre de cualquier
tensión que resulte de un mal hábito fonorespiratorio (control voluntario). De aquí la necesidad de
introducir técnicas de relajación que nos permitan aprender un hábito correcto, fundamentado en el
mecanismo o reflejo respiratorio autonómico.
Existen un gran número de estas técnicas que van desde la práctica del Yoga hasta las de
Jacobson de máxima contracción y relajación muscular. Cualquiera de estas técnicas o combinación
de ellas pueden ser usadas para que al lograr una relajación profunda, en estado consciente, el
patrón respiratorio resultante siempre será costo-diafragmático-abdominal. De aquí que la relajación
constituya un excelente medio para permitir a nuestro cuerpo enseñarnos el correcto manejo de la
respiración voluntaria.
Además de la relajación del cuerpo en general, estas técnicas también buscan una relajación
completa de la zona del cuello, donde es frecuente encontrar mucha tensión producto, entre otras
causas, de un mal equilibrio fonorespiratorio. Este esfuerzo inducido, afecta no sólo al cuello de
manera superficial sino también a la musculatura intrínseca de la laringe así como a la musculatura
secundaria de la respiración (esternocleido-mastoideo y escalenos). Este exceso de esfuerzo se
manifiesta por la ingurgitación de las venas del cuello y elevación desmedida de los hombros,
marcándose mucho los músculos de esta zona.
Gracias a la relajación, podremos concientizar el estado de tensión tanto del cuello como del
cuerpo y por consiguiente aprender a usar nuestra musculatura de manera más eficiente.
A continuación se proponen dos de los métodos más conocidos y útiles para la relajación
profunda: (estas técnicas se pueden realizar separadamente o en conjunto).
Primera técnica:
Acostado de espaldas sobre el piso o sobre una camilla, coloque los brazos a sus costados y
estire las piernas lo más cómodamente posible, cierre sus ojos permitiendo que su cuerpo se distienda
totalmente.
Acostado de espaldas sobre el piso o sobre una mesa, coloque los brazos a su costado, estire
las piernas, cierre los ojos y permita que su cuerpo se distienda lo más cómodamente posible.
Dirija ahora su atención hacia sus piernas y tome conciencia de sus pies, asegúrese que no
estén tensos, permítales abrirse relajadamente por su propio peso. Seguidamente, dirija su atención a
los tobillos y pantorrillas. Todos los músculos de esta región deben distenderse y sentirse pesados.
De igual manera, concientice cada parte de su cuerpo por turnos: muslos, cadera, abdomen, pecho,
brazos, hombros; luego el cuello y finalmente la cabeza. Sienta su cara y cuero cabelludo. Al llegar a
este punto, todo su cuerpo debe sentirse totalmente relajado y en completo reposo.
Importante: Mantenga su atención puesta en lo que esté haciendo. Si nota que su mente divaga,
hágala regresar, gentil pero firmemente al punto de su cuerpo donde se distrajo. Al principio pueden
ocurrir frecuentes distracciones, pero la práctica dará los resultados deseados.
Los ejercicios que a continuación se describirán, están diseñados por la profesora Blanca
Hauser para ayudar a aumentar la Coordinación Fonorespiratoria y la Capacidad Vital
Respiratoria.
1. Inhalación COSTO-DIAFRAGMATICA.
2. Exhalación ABDOMINAL.
El volumen de que se genera al medir el aire producido entre una máxima Inhalación y
una máxima exhalación.
Estando de pié, bien erguidos, pecho alto, hombros lo más bajo y relajados que sea posible. Se
colocan las manos en los costados ejerciendo una firme presión sobre las costillas. Para comenzar se
realiza una exhalación profunda sumiendo el abdomen sin dejar caer el pecho. Inmediatamente se
toman inhalaciones por la nariz en pequeños golpes hasta llenarse lo más completamente que se
pueda.
Luego se deja apenas escapar por la boca una pequeñísima corriente de aire sumiendo
progresivamente el abdomen y contando mentalmente hasta 10.
Sin abandonar la posición y sin dejar escapar el resto del aire que queda, se repite el ciclo
completo 10 veces.
II.
Erguidos como en el ejercicio anterior, se dejan caer los brazos relajadamente a los lados.
Seguidamente se realiza una exhalación profunda sumiendo el abdomen sin dejar caer el pecho.
Seguidamente dejamos escapar una pequeñísima corriente de aire por la boca sumiendo el
abdomen progresivamente, a la vez que regresamos los brazos lateralmente a la posición original,
siempre bien estirados y contando mentalmente hasta 10, teniendo cuidado de alcanzar la cuenta
media con la posición de brazos en cruz, relajando la tensión de los hombros.
III
En la misma posición que los ejercicios anteriores nos abrazamos los hombros. Se realiza una
exhalación profunda para comenzar, sin dejar caer el pecho y sumiendo el abdomen.
Abrimos rápidamente tirando los brazos hacia atrás, al tiempo que tomamos una inhalación
profunda, expandiendo las costillas.
Se deja escapar el aire igual que en los anteriores ejercicios, contado mentalmente hasta 10,
mientras que regresamos los brazos a la posición inicial.
Para los tres ejercicios se deberá seguir la rutina como se explica a continuación:
• Para los días subsiguientes, se irán aumentado de uno en uno cada ciclo, hasta alcanzar veinte y
cinco, a la vez que se aumentan de una en una por cada día la cuenta de retención respiratoria.
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA