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FERNÁNDEZ, N. & LÓPEZ HANA, S. (Comp.) II Jornadas Internas Del Depto. Filosofía 2021
FERNÁNDEZ, N. & LÓPEZ HANA, S. (Comp.) II Jornadas Internas Del Depto. Filosofía 2021
ISBN 978-987-811-041-7
1. Filosofía General. I. Fernández, Nahir, comp. II. López Hana, Sonia, comp. III.
Parente, Diego, prolog. IV. Título.
CDD 107
ISBN 978-987-811-041-7
Libro digital.
2022, Nahir Fernández; Sonia López Hana (comp.); Diego Parente (prolog.)
Prólogo .......................................................................................................................................... 7
DIEGO PARENTE [Director de la carrera de Filosofía 2019/2021]
PONENCIAS ..................................................................................................... 10
8|Parente, Diego
Prólogo |9
1. Introducción
1
En adelante ERC.
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La revolución teórica de Marx. Una mirada desde la
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más que retomando las viejas herramientas: ahí tenemos una revolución
científica.
Pero volvamos un poco para clarificar estos conceptos. El concepto de
“anomalía” tiene que ver con el reconocimiento de que la naturaleza, entendida
como objeto que se pretende conocer, fuerza los límites del paradigma
científico, rebasa las soluciones planteadas para resolver determinado problema
del mundo. Entonces, hay que investigar la anomalía y hacer todos los esfuerzos
necesarios para reubicar la teoría en el paradigma. El objetivo: normalizar lo
anormal, la anomalía. Más de una vez, lo anormal se vuelve incontrolable y de
este modo se desata una “crisis” (Kuhn, 2004: 93).
Así, Kuhn se distancia de lo que denomina la concepción estándar de la
ciencia en especial en relación con sus ideas de progreso acumulativo y de
verdad. La ciencia no progresa de ese modo y tampoco es una marcha triunfal
sin fin hacia la verdad, sino que aparece todo un entramado de nuevos
conceptos, un cambio de significatividad, para estudiar su desarrollo. Los
“paradigmas” serán para Kuhn esas realizaciones que otorgan modelos para la
resolución de problemas y son universalmente reconocidos por la comunidad
científica. El concepto de “enigma”, como problema especial que pone a prueba
a la comunidad científica, y el de “anomalía”, como aberración natural que
puede desatar una “crisis” en el paradigma, son centrales para comprender la
noción de progreso científico revolucionario, o a través de las revoluciones,
como solución de problemas.
Una revolución científica es la consecuencia de la transición de un paradigma
debilitado a uno nuevo que supera la situación de “crisis”. La transición se da en
disputa, los paradigmas rivalizan, son incompatibles, entre sí. A esta relación de
incompatibilidad Kuhn la llama “inconmensurabilidad”. Es importante aclarar
que a pesar de compartir vocabularios e instrumentos, no hay posibilidad de
comparación o entendimiento entre dos paradigmas rivales. Esto significa que
muchos de los conceptos utilizados por el paradigma que se hunde pueden ser
utilizados en el paradigma nuevo, pero los mismos son resignificados e incluso
no pueden ser entendidos como antes. La revolución entre paradigmas
representa una modificación estructural de cómo la comunidad científica
observa el mundo y de cómo traduce esa observación en conceptos.
En este sentido, a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, lejos está
Kuhn de descartar una concepción de progreso. Muy por el contrario, lo que
parece indicar es que el progreso no se manifiesta exclusivamente en el marco
de una ciencia normal sino que fundamentalmente la ciencia progresa a través
de las disputas, de los problemas, de las crisis, a fin de cuentas, de las
revoluciones. Para Kuhn es posible que tengamos que renunciar a la noción de
progreso como evolución hacia la verdad. Bajo este punto de vista, es
importante abandonar la perspectiva de emparejar las conquistas en la ciencia
en función de una serie de objetivos determinados con anterioridad por la
naturaleza (Kuhn, 2006: 263). Sin lugar a duda, Kuhn descubre en la ERC que
el gran triunfo de la ciencia debe reconocerse en la construcción de
conocimiento a partir de la superación de problemas o estados de cuestión
anclados en una comunidad que los posee en un momento dado.
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La revolución teórica de Marx. Una mirada desde la
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2
Cfr. Marx (2006)
apariencia. Veamos qué nos dice Marx hablando del economista liberal: “su
limitado cerebro no es capaz de separar la forma de aparición de aquello que
en ella aparece, […]” (Marx & Engels, 1956: 594 citado en Ramas San Miguel,
2020: 174) y por eso mismo, el economista liberal se halla preso de la
apariencia. La economía política reproduce sin reflexión una estructura de lo
real atravesada por la inversión y con un cierto juego complejo entre las
relaciones económicas y sus formas de aparición. Frente a semejante formación
de saber, la crítica de Marx es “ciencia” porque ofrece un conocimiento efectivo
de las relaciones que articulan la sociedad moderna del que la economía
política liberal no ha sido capaz. Pero este conocimiento como ciencia, dice
Marx, sería superfluo “si la forma de aparición y la esencia de las cosas
coincidieran inmediatamente” (Marx & Engels, 1956: 825 citado en Ramas San
Miguel, 2020: 175), precisamente porque parte de asumir que no coinciden, la
crítica pregunta por las condiciones de aparición de lo que aparece. Marx
plantea, pues, un cierto juego de relación y distancia entre, por un lado, la
forma de manifestación o aparición y la esencia, por otro.3
¿Qué queremos decir con esto? Hay una distinción entre el fenómeno, es
decir, aquello que se me presenta y aquello que es lo esencial, la ley o la
estructura de la cosa. Esta diferencia entre el modo en el cual las cosas se
producen y cómo se ponen de manifiesto es una distinción que le permite a
Marx resolver cuestiones que el liberalismo no podía resolver. Un caso que nos
interesa particularmente es el del concepto de trabajo. David Ricardo también
consideraba que el trabajo era el tiempo socialmente necesario, esa concepción
del trabajo ya estaba instalada en la época, incluso bajo la óptica liberal.
¿Dónde estriba la modificación que plantea Marx? Para Marx, una cosa es
observar al fenómeno tal y como se presenta y otra cosa es realizar un análisis
histórico de esa entidad para dar cuenta de cuál es la ley de ese fenómeno o
cual es la estructura de ese fenómeno. Entonces, ¿qué hace Marx
concretamente? De alguna manera, agudiza la mirada. Marx no se contenta
con el análisis exclusivo del ámbito de la circulación de, en el caso de la
economía política, las mercancías, sino que agudiza la mirada, rebobina la
3
Cfr. Ramas San Miguel (2020)
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4. A modo de conclusión
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Bibliografía
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Algunas consideraciones sobre el lugar de la economía en la
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subjetividad, con en las relaciones con los otros y con el mundo. Siendo tan
diversa y manifiesta su influencia, solo tomándolo como un todo podemos
iniciarnos a un debate crítico. Más clara se hace la necesidad de fundamentos
filosóficos cuando al analizarlo como un todo nos encontramos ante un
promotor de comportamientos que persigue principalmente un fin de lucro, pero
también, competencia, interés individual, nuevas y variadas necesidades como
única manera de sustentabilidad y funcionamiento, etc. De esta manera, se nos
hace posible evaluar a los sistemas, adentrándonos en las distintas corrientes
económicas y viendo qué tipo de reglas, de hombre, de vida y de mundo
proponen.
Pero, los fundamentos y las urgencias que más motivan para instalar el
debate sobre el sistema económico en nuestra Facultad tienen menos que ver
con aspectos académicos y son más bien políticos. Pocas cosas son tan obvias
como el impacto que este sistema tuvo y tiene en nuestras vidas y mundo en los
últimos 200 años, como lo demuestra que uno de los debates centrales de esta
pandemia es el supuesto equilibrio entre economía y vida. Pero menos obvio es
el hecho de que cualquier sistema económico para tener legitimidad real
debería ser fruto de un constante debate, que actualice su elección mayoritaria,
si aspiramos a construir una democracia real. Se trata, en definitiva, de qué
posición política vamos a tener como institución ante una clara tendencia
hegemonizante del sistema, que naturaliza sus efectos negativos como aspectos
a resolver dentro del mismo y donde hay una ausencia general de debate a este
sistema como bloque, también en el universo académico. Esta posición política
está íntimamente relacionada con una demanda social por una distribución de
la riqueza más justa (que la vemos estallar cada tanto en este o en aquel país),
pero que la ausencia de este debate condiciona en general a construir un
ciudadano que oscila entre la indiferencia, un ver como utópico cualquier
cambio profundo del sistema o esperanzarse con cualquier promesa de cambio
radical, pero sin tener a disposición la posibilidad de un debate real sobre los
fundamentos del mismo, ni trabajos académico nuestros que contribuyen al
debate.
Es desde el transitar por las materias de esta carrera donde se me hizo claro
que no existe ciencia, historia, ética, lenguaje, estética, etc., neutra u objetiva. En
todas esas materias vemos los lazos de estas, con la mirada ideológica o visión
del mundo que cada uno tiene. En nuestra visión de mundo el papel de las
relaciones económicas ocupa un lugar privilegiado, por lo que vemos de sus
efectos. Es, por tanto, un tema filosófico el hacernos conscientes de lo inevitable
que es tener algún tipo de posicionamiento, cualquiera sea nuestra mirada, y no
asumirlo es simplemente una funcionalidad con las tendencias hegemonizantes
que todo sistema económico tiene a favor de sus intereses preponderantes.
Es en este intento de modificar esta situación social que nuestra Facultad tiene
mucho por dar como construcción de un egresado en sus dos orientaciones.
Como profesores, para estar formados en el tema y así poder facilitar la
inquietud de un debate profundo de los diversos sistemas en las escuelas. En la
mayoría de las escuelas el debate por los fundamentos, alternativas y la
disponibilidad de elegir un sistema económico está ausente. Este debate está a
contramano de una tendencia -con su correspondiente ideología- de enfocar la
educación en conocimientos más productivos y en lograr resultados mejores
para los métodos de evaluación general. En este tema vemos también por qué
la Filosofía es necesaria en las aulas escolares, ya que a su propuesta de un
método crítico, se le opone una posición política que señala que este y otros
debates son una suerte de adoctrinamiento. Como si el derecho a un debate
sobre la elección, fundamentos del sistema o el informar el lugar ideológico que
cualquier profesor tenga en este tema, no fuera un derecho legítimo y necesario.
Como investigadores vemos que temas tales como si el sistema capitalista es
sustentable, o si hay posibilidad de un capitalismo más humano, o si es
necesaria una economía distinta, pueden ocupar una preocupación
genuinamente filosófica. De esta manera contribuir, por ejemplo, a trabajos de
economías alternativas al capitalismo. Así, poco se produce en trabajos que
proyecten otro tipo de economía y desarrollen preguntas como: ¿Es posible,
necesario u utópico un sistema alternativo al capitalismo? ¿Alcanzan las fuerzas
productivas actuales para otra mejor distribución de las riquezas producidas?
¿Queremos seguir con este tipo de producción agrícola, minera, energética?
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Algunas consideraciones sobre el lugar de la economía en la
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Algunas consideraciones sobre el lugar de la economía en la
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materia. Por tanto, solo la voluntad política de todos nosotros en nuestra función
de construir una carrera lograría imponerlo. Esta decisión solo puede ser
modificada por otra posición política, como sería abordar la economía como
uno de los problemas centrales de la filosofía, progresando no sólo en las
críticas negativas sino adentrándonos en sus fundamentos, variantes y otras
economías posibles.
Bibliografía
MARX, K. (2014), El Capital. Libro Primero. El proceso de producción del capital, Buenos
Aires, Siglo XXI, Vols. 1-3.
MENGER, C. (2020), Principios de Economía Política, Madrid, Unión Editorial.
SMITH, A. (1996), La riqueza de las naciones, Madrid, Alianza Editorial.
Recursos habitacionales alternativos como forma de
sostenibilidad de la vida en la vejez. Una forma de
envejecer injusta
BURLLAILE, JULIETA [UNMdP]
1. Introducción
2. Envejecimiento Poblacional
1
Estas cifras pueden verse modificadas en un futuro a partir de repercusiones
provocadas por la pandemia de COVID-19, trasmitida por el virus SARS-CoV-2. Hasta
la fecha, se reportaron un total de 203 millones de casos y 4.31 millones de muertes a
nivel mundial (ONU, 2021)
(2015-2020). A su vez, el sostenido descenso de la fecundidad y natalidad a lo
largo del siglo XX ha sido otro de los factores que ha provocado
transformaciones significativas dentro del cambio demográfico. Estos factores
han desencadenado una transición demográfica gradual que se ve reflejada en
la casi completa o total inversión de la pirámide poblacional.
En términos estadísticos, actualmente el continente europeo y algunos países
de Latinoamérica presentan gran parte de su comunidad envejecida. Argentina,
Uruguay, Chile y Cuba han encabezado la lista de territorios con las
poblaciones más envejecidas del continente (Arranco, 2019). La proporción de
personas mayores comprende del 10% al 20% del total (Huenchuan, 2018). En
el caso particular de Argentina, los últimos datos publicados por la Pontificia
Universidad Católica Argentina (Cicciari, 2017) informaron que la ciudad de
Mar del Plata presenta un índice del 25,8% de habitantes que superan los 60
años, de los cuales 43,7% pertenece a un estrato socioeconómico muy bajo.
Datos que son de relevancia para nuestra investigación ya que evidencian el
incremento de la proporción de personas mayores de 65 años y el consecuente
aumento del número de habitantes que demandan cuidados.
Los cuidados no solo estan presentes durante la vejez, sino que constituyen
una actividad esencial para garantizar el desarrollo de toda vida. El carácter
dependiente de los seres humanos ocasiona que los cuidados estén a lo largo
de toda la vida, aunque en distintos grados, dimensiones y formas. Entendemos
a los cuidados como:
Todas aquellas tareas necesarias para el sostenimiento de la vida
cotidiana y de su reproducción intergeneracional. El concepto de
cuidado involucra tanto el conjunto de prácticas que constituyen la
acción material y física de cuidar, como la preocupación, el interés, el
afecto y la atención que recaen sobre aquellos que, por distintas
razones, requieren de cuidados (Aguirre, 2019 19).
Continuando con el análisis, Pérez Orozco (2019) manifiesta que los diversos
cambios sociales y culturales han desencadenado una crisis en los cuidados. La
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Recursos habitacionales alternativos como forma de
sostenibilidad de la vida en la vejez. Una forma de envejecer
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autora define esta última como la caída de los sistemas habituales del reparto
del cuidado y su actual reorganización. En función a esto, Avale (2017) sostiene
que entre los motivos que han impulsado esta crisis, está el aumento de
población envejecida y, por consiguiente, el estallido de los modelos
tradicionales de atención gerontológica, tanto públicos como privados,
ocasionados por el constante acrecentamiento de las situaciones de
dependencia vinculadas a la vejez y a la discapacidad.
Siguiendo con los aportes de Pérez Orozco, afirma que la manera de estudiar
la crisis de los cuidados y sus actuales reorganizaciones es por medio de la
categoría analítica la sostenibilidad de la vida. Según Carrasco y Torns (2019),
esta última hace referencia no sólo a los recursos materiales necesarios para la
subsistencia del ser humano, sino también a los contextos y relaciones de
cuidado-afecto donde esas prácticas son realizadas. Las autoras lo conciben
como:
Un proceso histórico de reproducción social, un proceso complejo,
dinámico y multidimensional de satisfacción de necesidades en
continua adaptación de las identidades individuales y las relaciones
sociales (…) La sostenibilidad social implica la posibilidad real de que
todas las personas puedan disfrutar de condiciones de vida que
contemplen tanto la realización de distintos trabajos como el acceso a
los bienes y servicios que permite satisfacer las necesidades básicas
en términos sociohistóricos, entre los cuales se sitúa, en un lugar
preferente, el acceso a los cuidados. Sostenibilidad, en definitiva,
como proceso que sólo hace referencia a la posibilidad real para que
la vida continúe ‒en términos humanos, sociales y ecológicos‒, sino a
que dicho proceso signifique desarrollar condiciones de vida,
estándares de vida o calidad de vida aceptable para toda la
población. (Carrasco y Torns; 2019, p.497).
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Recursos habitacionales alternativos como forma de
sostenibilidad de la vida en la vejez. Una forma de envejecer
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Bibliografía
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Recursos habitacionales alternativos como forma de
sostenibilidad de la vida en la vejez. Una forma de envejecer
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1
Hay dos frases atomistas muy parecidas y famosas, la otra, recogida por Diógenes
Laercio, se atribuye a su discípulo Demócrito y dice “Todo lo que existe en el universo es
fruto del azar y de la necesidad."
2
“En virtud del cual consideramos que ningún hecho podría hallarse ser verdadero o
existente, ningún enunciado verdadero, sin que haya una razón suficiente por la que
ello sea así y no de otra manera, si bien estas razones las más de las veces no nos
puedan ser conocidas.” [Monadología, parágrafo 32].
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L i b e r t a d c o m o c a u s a o r i g i n a r i a e n l a C r í t i c a d e l a r a z ó n p u r a | 41
En esta cita Kant deja muy en claro que el “deber” es una categoría propia y
exclusiva de la razón.
Bajo esta nueva luz, la propuesta atomista de que nada sucede por azar, sino
por razón y necesidad, podría interpretarse en un sentido que no nos lleve
directamente hacia una concepción determinista, sino por el contrario, nos abra
a la posibilidad de que exista una razón, libre y voluntaria, que tal como lo
anunciara el Demiurgo platónico del Timeo, participe en el ordenamiento del
mundo.
Bibliografía:
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El espacio que crea la película es más amplio que el que presenta en pantalla
y requiere/espera la participación del espectador. Es más vasto que lo que la
imagen y el sonido entregan, supone un espacio inabarcable a la percepción en
su totalidad. La película nunca ofrece una imagen completa del mundo que
construye, sino apenas un aspecto restringido del mismo, significativo a efectos
narrativos. Eso involucra al espectador que se deja arrastrar en el juego de
aquello que está y no está al alcance de su percepción siendo dirigido y a la vez
requerido por la película, dado que su aporte es condición necesaria de su
propia inteligibilidad, como por ejemplo cuando un rumor en aumento conlleva
la comprensión de un evento amenazante en ciernes. A su vez, el espectador
percibe el movimiento que la imagen fílmica ofrece, viendo y oyendo aquello
que acontece en un espacio virtual que se sustrae a la propia exploración, o
dicho de otra manera, participa de un movimiento que excluye el propio, en el
entrecruzamiento de espacialidades. Aquí parece necesario distinguir dos
sentidos al hablar del modo como el movimiento de la imagen fílmica nos
determina, sea entendido a partir de la percepción o según afecte nuestra
disposición afectiva. En un caso el medio técnico ofrece a la percepción un tipo
de experiencia que, como se dijo, nos involucra al interior de un mundo en
movimiento, al cual accedemos en virtud del modo que nos propone el ojo de la
cámara. En otro sentido, el film se compone de una serie de procedimientos
dispuestos a afectarnos emocionalmente, que es dable entender también como
cierto tipo de movimiento. En virtud de todo ello, la imagen fílmica inaugura
entonces un espacio particular, único en su especie, que se compone de aquello
que queda afuera de la percepción, un espacio nutrido no sólo por lo que
transcurre en pantalla sino también por todo aquello que no se encuentra
disponible.
Adicionalmente al modo como nos condiciona un registro de la espacialidad
que desborda los límites del aparecer en pantalla, “las películas son música
para los ojos” dice Seel, cuando se detiene en otro de sus aspectos constitutivos:
la película compone una musicalidad propia, por la cual es posible percibir un
ritmo visual, un tiempo conducido por el movimiento de las imágenes que nos
entrega la fugacidad de un presente incontenible, de un acontecer que, como la
música, escapa en su propio devenir. Allí también la recepción está signada
por algo que insistentemente aparece en plan de fuga, “sin cesar se nos escapa
algo que ya no está ahí; sin cesar nace ante nosotros algo que aún no está ahí”.
Entender la película como música implica demorarse en un rasgo inherente al
registro de su acontecer; en un segundo orden se encuentra la sonoridad que
acompaña las imágenes, y que vale recalcar, también posee valor movilizante.
De todas formas, es el primero de los sentidos el que convoca el interés de Seel,
el cual lo lleva a decir que “la conmoción producida por las películas se basa
siempre, a través de lo mostrado, en una conmoción producida por el mostrar,
por la sucesión, organizada del modo que sea, de las secuencias de imágenes”
(Seel, Martin, 2010a: 50) consideración que conviene subrayar para evitarnos el
error de asociar musicalidad del cine a su materialidad audible.
Seel repara también en el modo de ver que comporta la recepción de la
película, en donde nuestra percepción dista de ser igual a la que empleamos en
el trato directo con las cosas, un ver presentativo, que comporta una ampliación
de las posibilidades de ver y de comprensión de sentido. Es allí donde Seel
reivindica ese segundo sentido de la musicalidad que se menciona más arriba, a
la que denomina dimensión acústica y que se compone de la banda musical,
tonos, sonidos, efecto y voces que acompañan la imagen en movimiento. El
sonido no sólo configura una experiencia signada por la imaginación, sino que
delimita el espacio de aparición de la película, además de acompañar los
hechos que se suceden en pantalla, el sonido establece el ámbito de un afuera y
un adentro en el que se enmarca la percepción.
Por esta razón, el espacio fílmico es un espacio imaginado. No lo es
porque sea producido por la imaginación (...) tampoco lo es sólo
porque casi siempre tenga que ser completado por la imaginación de
sus espectadores; lo es porque se mueve, con todo lo que se pueda
ver en él, en un horizonte invisible. Esto lo hace virtual. Y esto
convierte su experiencia en la experiencia de un involucrarse en un
mundo de otro modo inaccesible y hasta en su mundo que es
perceptiblemente accesible pero que siempre permanece inaccesible,
el cual se da así sólo en la película. (Seel, Martin, 2010a: 45)
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Tensiones temporales e indeterminación en la reflexión de
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1
El aparecer es un proceso de apariciones que no puede concurrir a la percepción en
tanto se subsuma al objeto en un enfoque instrumental, o subordinado al conocer.
relación cognitiva con los objetos de la percepción se encuentra articulada
mediante conceptos, en cambio, la percepción estética renuncia voluntariamente
a conceptualizar, clasificar y determinar; prescinde de todo ello a sabiendas de
que le es posible hacerlo, entregándose sin más al presente de aquello que
simplemente aparece. La percepción que busca determinar es afecta a aislar
elementos, notas, caracteres, a individualizar, especificar, mientas que la
percepción estética se abandona a un aparecer impreciso, sin ánimo de
escudriñar, sino de entregarse a lo inespecífico, o como cita Seel el decir de
Adorno “un yo que escucha, en lugar de localizar”. En tal sentido, es el presente
el eje primordial de la experiencia que describe Seel. La entrega al aquí y ahora
de la propia percepción produce un retorno sobre sí, un cierto modo de
conciencia del presente, que se desentiende de cualquier horizonte o proyecto
futuro y con ello de toda expectativa asentada en algún tipo de planificación. El
aparecer mismo se comprende como actualidad plena, motivo por el cual no
atiende a relaciones que excedan su presente, todo lo cual lo lleva a Seel a
decir:
Lo que importa allí, por encima de todo, es de qué modo esto y
aquello – o todo ello en su conjunto – es perceptible aquí y ahora, y
solamente aquí y ahora, en su particularidad fenoménica; lo que
importa es el modo como se presenta a los sentidos lo que está dado.
En esta atención al juego momentáneo de las apariciones surge una
conciencia sensible del presente: una conciencia de un aquí y ahora,
que al mismo tiempo es conciencia de mi aquí y ahora. (Seel, Martin,
2010b: 57)
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Tensiones temporales e indeterminación en la reflexión de
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para la postura que busca fijar o estudiar cualidades. En ambos casos nunca se
nos da la plenitud total de los aspectos del objeto, lo que es lo mismo que decir,
que el objeto en sí permanece siempre indeterminado. Aquí hay algo
interesante, dado que Seel entiende que cualquier abordaje teórico o práctico
conlleva o supone un interés o un sentido de antemano, que es el que legitima
el modo de acceso para el caso. En el ejemplo del investigador que estudia la
escena del crimen se ve claramente, dada la consideración que hace de los
objetos que allí se encuentran y que tiene de fondo el interés por esclarecer lo
ocurrido. O sea, con esa intención, con ese sentido previo es que examina los
objetos. El modo de acceso está dado, como dice Seel entonces, por el interés
que sobre ellos depositamos. Pero en el caso de la experiencia estética la
indeterminación es aún mayor, dado que el objeto percibido aparece en una
simultaneidad de aspectos irreductibles a cualquier determinación. Al respecto
Seel refiere a una “superdeterminación”. Sea como fuere, el aparecer por
definición excede cualquier descripción posible. De esta manera:
el juego de las apariciones hace imposible un dominio cognitivo, no
sólo por la multitud de de aspectos que pueden distinguirse en él, ni
por los intereses con los cuales es posible abordarlo, sino por la
simultaneidad y el carácter instantáneo de matices y de gradaciones
que llegan a nuestra atención (Seel, Martin, 2010b: 86)
50 | C a r d o n e , E s t e b a n
Tensiones temporales e indeterminación en la reflexión de
M a r t i n S e e l s o b r e e l c i n e | 51
Bibliografía:
Introducción
¿En qué medida el reparto del botín despliega una nueva versión del “asunto
común”? ¿Cuál es el punto que cohesiona a los guerreros, reforzando el topos
de la pertenencia a una identidad común, jugada en las pautas que la
costumbre borda como tapiz cultural? La guerra es el asunto común; los ha
convocado en una aventura colectiva y el botín refuerza el gesto de pertenencia
a una empresa que es de todos y de cada uno. Idénticamente, el botín empieza
por ser de cada uno para terminar siendo un elemento simbólico que se pone
en circulación. El botín se reparte en el espacio que el “entre” ha generado entre
pares. De la posesión individual a la circulación colectiva para una
reapropiación. Esto es posible porque cada uno ha desplazado su individualidad
en un gesto de apertura a un otro que pertenece a la misma configuración
54 | C o l o m b a n i , M a r í a C e c i l i a
El asunto común entre los griegos. El lugar del “entre” como
m o d o d e c a p t a r e l u n i v e r s o p e r s o n a l | 55
La asamblea deliberativa
1
Sobre las consideraciones políticas de los tres tipos de palabra, inscritos en distintos
horizontes de las relaciones de poder-saber, puede confrontarse mi texto Homero. Una
Introducción crítica.
56 | C o l o m b a n i , M a r í a C e c i l i a
El asunto común entre los griegos. El lugar del “entre” como
m o d o d e c a p t a r e l u n i v e r s o p e r s o n a l | 57
El honor
58 | C o l o m b a n i , M a r í a C e c i l i a
El asunto común entre los griegos. El lugar del “entre” como
m o d o d e c a p t a r e l u n i v e r s o p e r s o n a l | 59
Queda claro que es toda una sociedad la que apuesta a esta paideia.
Tomamos el término en el sentido de empresa moral que compromete todo el
esfuerzo de una comunidad que vela por la formación del joven.
La práctica propiamente sexual es un territorio espinoso y de difícil tránsito ya
que constituye una maquinaria binarizante que territorializa dos zonas nítidas de
ejercicio sexual: uno de los miembros queda en una posición activa, con
dominancia sobre su compañero sexual, a quien puede penetrar por su posición
activa; el otro, por el contrario queda territorializado a una posición pasiva, de
sumisión y en claro registro de objeto, pasible de ser penetrado. El agon se
desenvuelve entre la díada activo-pasivo, sujeto-objeto, honor-deshonor. Se
produce un desplazamiento desde un territorio vinculado a la práctica sexual
hacia una geografía moral, que solidariza pasividad con deshonor. La clave
radica en la posición de objeto de quien ha nacido libre y por ende, no puede
ser sometido al tratamiento que reciben los objetos en su menor estatuto
ontológico.
El joven ocupa una posición inferior, porque aún no ha alcanzado su
formación definitiva, su facultad deliberativa plena, lo cual lo coloca
transitoriamente en una posición inferior; pero esta inferioridad no puede ni
debe ser trasladada a un estatuto sexual que lo ubique en un registro de objeto
pasivo de placer porque esto desdibujaría su condición de sujeto libre, su
nacimiento y su pleno derecho.
Conclusiones
Bibliografía
60 | C o l o m b a n i , M a r í a C e c i l i a
Operatividad poética de las imágenes en Roland
Barthes por Roland Barthes
CORDEU, DIEGO LUCAS [UNMdP]
64 | C o r d e u , D i e g o L u c a s
Operatividad poética de las imágenes en Roland Barthes por
R o l a n d B a r t h e s | 65
Conclusión
Bibliografía
66 | C o r d e u , D i e g o L u c a s
Ontología del software: tres perspectivas y una
propuesta
CRISTINI, MATÍAS NICOLÁS [UNMdP]
Por otro lado, la materialidad formal constaría en “la ocurrencia de una serie
discreta de variables dentro de un rango dado, que permitan identificar dos
ocurrencias de una serie delimitada de signos como idénticas” (Blanco & Berti,
2016: 202). Basándonos en conceptos utilizados comúnmente en relación con la
teoría de la múltiple realizabilidad, podríamos decir que estas dos formas de
materialidad se relacionan con el par tipo-caso. Un “tipo” sería una clase
general de entidad, mientras que un “caso” sería una instancia particular y
concreta de un tipo. Por ejemplo, la serie de letras “A, A” contiene dos casos
(instancias) del tipo “A” (la letra entendida generalmente). Podríamos decir,
entonces, que, en los términos de Kirschenbaum (y de Blanco y Berti), las
instancias físicas particulares señaladas por la materialidad forense contarían
como “casos” varios de realización de un mismo “tipo” (reconocible como único
1
Si bien se apoyan en estos conceptos, no lo hacen acríticamente. Más adelante en el
texto mencionado plantean ciertas limitaciones de los mismos y posibles formas de
superarlas.
68 | C r i s t i n i , M a t í a s N i c o l á s
Ontología del software: tres perspectivas y una propuesta | 69
2
La traducción es nuestra.
necesario distinguir entre los distintos tipos físicos que permiten la realización
múltiple del objeto digital, así como es necesario rastrear la identidad de este
objeto digital a la materialidad formal misma. Especificando más, podríamos
decir que el tipo de materialidad forense mediante el que puede realizarse un
archivo “foto.jpg” en un floppy disk se da en tanto una relación o disposición
determinada de polaridades magnéticas, mientras que en un HDD se da
mediante otra de inscripciones láser. A su vez, habrá varios casos de estas
materialidades forenses (varios floppy disks o HDDs) en los que podrán
realizarse varios casos de esta materialidad formal (varias copias de “foto.jpg”).
Ocurre algo similar con el caso de Putnam: lo que la teoría debe demostrar,
para sostenerse, no es que el dolor, por ejemplo, puede realizarse en varios
casos de activación de fibras-C en el cerebro (puesto que esto sería enteramente
coherente con una teoría que identifique el dolor con dicha activación física),
sino puede realizarse en varios tipos de eventos físicos (activación de fibras-C y
otros tipos de actividad neurofisiológica diversos).
Esto último es lo que explica la posibilidad de entender varias instancias del
archivo “foto.jpg” como “copias”, aun si están inscriptas en medios físicos
radicalmente distintos: el tipo “foto.jpg” se identifica con la serie de variables
discretas dentro de un rango dado que puede realizarse en varios tipos de
soportes materiales concretos (mediante polaridades magnéticas, inscripciones
láser, etc.). Si no aceptamos esto y, por el contrario, identificamos como
materialidad formal únicamente a la serie de variables que hacen a cada
soporte físico particular, nos veríamos en la necesidad de afirmar que las copias
de “foto.jpg” en floppy disks son casos de un tipo distinto a las copias de
“foto.jpg” en HDDs (puesto que responderían a un tipo distinto de variables
discretas dentro de un rango dado: polaridades en un dispositivo magnético vs
inscripciones láser en un dispositivo mecánico).
Finalmente, podríamos aclarar que lo que reúne en términos formales a
todos estos tipos físicos es su posibilidad de ser interpretados en términos de “0”
y “1” al interactuar con una computadora. Es a partir de este mecanismo de
“interpretación” que, mediante distintas estructuras físicas, es posible generar un
70 | C r i s t i n i , M a t í a s N i c o l á s
Ontología del software: tres perspectivas y una propuesta | 71
La máquina universal
72 | C r i s t i n i , M a t í a s N i c o l á s
Ontología del software: tres perspectivas y una propuesta | 73
74 | C r i s t i n i , M a t í a s N i c o l á s
Ontología del software: tres perspectivas y una propuesta | 75
Bibliografía
78 | D ’ E s t é f a n o , A r i e l
L a i m a g i n a c i ó n e n l a o b r a d e W i l l i a m B l a k e | 79
80 | D ’ E s t é f a n o , A r i e l
L a i m a g i n a c i ó n e n l a o b r a d e W i l l i a m B l a k e | 81
mito, pero crea una mitología nueva para expresarse; una serie de figuras
míticas muy compleja, que son, de alguna manera, expresiones de estados
mentales, fuerzas naturales, o que representan regiones o directamente países, y
que son personajes muy fluctuantes a lo largo de toda su obra. Que mantienen
algo fijo, pero que, en la dialéctica de Blake, llamémosla así, van cambiando o
representando distintas cosas. Y para el propósito final que tiene, que es la
liberación de los seres humanos y de la humanidad toda de las diferentes
formas de opresión, utiliza mucho esas figuras míticas.
Del mencionado ‘Genio Poético’ o Imaginación emana el germen de todas
las religiones y sus respectivos códigos sagrados o ‘biblias’, y éstos fueron
escritos por poetas-profetas imbuidos fuertemente por ese genio. Pero luego
otros hombres, que se autopercibían parte de una elite dominante, los
modificaron para su propio beneficio. Y sustentándose en abstracciones
racionalistas y principios trascendentes, y para reprimir la potencialidad de la
imaginación, reprimieron las pasiones y el deseo, y lo hicieron con, entre otras
cosas, la dualidad de cuerpo y alma o espíritu. Esta dualidad permea toda la
filosofía cristiana, y viene de Platón, del pitagorismo y del neoplatonismo, y
luego es retomado por Descartes y otros.
Blake, por el contrario, identificó en el ser humano cuerpo y espíritu, y
reivindicó las energías materiales, como se puede leer en un pasaje del poema
“Las bodas del cielo y el infierno”: “1. El hombre no posee un cuerpo diferente a
su alma, pues el llamado cuerpo constituye una parte del alma percibida por los
cinco sentidos, principales aperturas al alma en esta era. 2. La energía es la
única vida y procede del cuerpo, mientras que la razón es el límite o
circunferencia exterior de la energía. 3. La energía es la delicia eterna”. Y luego
continúa, en relación a la represión del deseo: “Aquéllos que reprimen el Deseo
obran así porque el suyo es lo bastante débil para ser reprimido; y la restricción
o razón usurpa su lugar y gobierna al que no desea. Y al ser reprimido, se torna
gradualmente pasivo, hasta que sólo es la sombra del Deseo”. Le hicieron
olvidar al ser humano, como escribía Blake, que “todas las deidades residen en
el pecho humano” (Blake, 1793), porque el mismo ser humano es un dios, no el
dios creador, omnipotente, vengativo, del Antiguo Testamento, pero sí un dios
como se autopercibía Jesús en el Nuevo Testamento.
Blake, expresamente, decía que Jesús era el primero que se había dado
cuenta que todos somos dioses. El poder divino tiene su paralelo en el poder de
la imaginación, la cual nos permite concebir y crear cualquier cosa; y al ser ésta
la facultad más poderosa del ser humano, era de esperar que quien
aprovechara toda su capacidad fuese equiparado por Blake con el ser humano
en sí, el ‘Hombre Eterno’. Jesús fue, en la concepción blakeana, el ‘exponente’
más elevado de la imaginación humana, y su figura era equivalente a la ‘Divina
Humanidad’ y a la ‘Imaginación Humana’: “Las religiones de todas las
Naciones derivan de la diferente recepción por cada Nación del Genio Poético,
al que en todas partes se llama el Espíritu de Profecía” (Blake, 1788, p17-18), y
ese Genio Poético y Espíritu de Profecía no son sino la ‘Divina Imaginación
humana’ o el ‘Hombre Verdadero’. El principio divino está inserto en la propia
naturaleza humana, y la liberación consiste precisamente en liberarlo por medio
de la ‘Divina Imaginación’ y mantenerlo en una constante actividad y diálogo
“entre hombre y hombre, en las grandes guerras de Eternidad, en la furia de la
Inspiración Poética” (Blake, 1810).
Jesús fue, así, aquel ser humano que la religión organizada y el Estado
organizado de su tiempo buscaron acallar, porque, a través del poder de la
Imaginación (que está presente y latente en la humanidad toda) buscó
revolucionar la sociedad de su tiempo, liberarla de la opresión, como el mismo
Blake pretendía hacer en el suyo a través de su obra, y dejando indelebles en
ésta rastros de visiones proféticas, como legado para las generaciones futuras,
las cuales deberán construir una nueva ciudad, una nueva Jerusalén,
apuntaladas en la ‘Divina Imaginación’: “El silencio se hizo, y cada cual
recuperó su Majestad Humana. Y muchos conversaban sobre estas cosas
mientras trabajaban el surco, y decían: es mejor prevenir la miseria, que liberar
de la miseria. Es mejor prevenir el error, que perdonar al criminal. Trabajad
bien los detalles diminutos, prestad atención a los pequeños; pues aquéllos que
viven en la miseria no permanecerán mucho en ella si cumplimos con nuestro
deber: trabajar bien la fértil Tierra” (Blake, 1804).
82 | D ’ E s t é f a n o , A r i e l
L a i m a g i n a c i ó n e n l a o b r a d e W i l l i a m B l a k e | 83
Bibliografía
Resumen
Introducción
1
Este trabajo fue realizado en el marco de la asignatura Filosofía Contemporánea.
El círculo hermenéutico y el “se” en Ser y Tiempo como
s u p e r a c i ó n d e l p r o b l e m a d e l s o l i p s i s m o t r a s c e n d e n t a l | 85
Dasein es comprensión del ser (Vattimo, 1998: 27). La pregunta por el ser es el
tema de Ser y Tiempo y también de los trabajos posteriores de Heidegger,
aunque la caracterización positiva de la existencia es un rasgo particular de este
texto (Rodríguez, 1994: 71).
Junto a esta elaboración positiva, otro rasgo importante de la obra es el
carácter crítico de la tradición filosófica. Heidegger sostiene que en
prácticamente toda la historia de la metafísica no se ha elaborado
correctamente la pregunta por el ser, que no se ha captado lo que él denomina
la diferencia ontológica entre los entes y el ser. En este sentido, afirma que ni la
concepción del ser como mera presencia u objetividad, ni la relación sujeto-
objeto permiten pensar adecuadamente la existencia. Para caracterizarla,
plantea el concepto de ser-en-el-mundo, a través del cual sitúa al Dasein desde
siempre inserto en un entramado de prácticas y significados. Allí se encontraría
un primer aspecto acerca de la manera en la que se vinculan el mundo social y
los Dasein, que Heidegger considera inherente u originaria.
Por otro lado, en la obra se plantea la noción del “uno” o “se”, que indica la
manera habitual en la que se entienden los significados y se utilizan los
instrumentos en una sociedad dada. Esta instancia es la que permite
precisamente que tenga lugar la inteligibilidad o comprensión de las cosas, y
articula la apertura del Dasein al mundo; no como un momento posterior, ni a
un mundo privado, sino a uno necesariamente compartido.
86 | G i r a l a , I g n a c i o
El círculo hermenéutico y el “se” en Ser y Tiempo como
s u p e r a c i ó n d e l p r o b l e m a d e l s o l i p s i s m o t r a s c e n d e n t a l | 87
2
Se trata de una esquematización o simplificación en función de los límites de este
trabajo; sería necesario llevar a cabo un análisis más detallado del sujeto o yo en
filósofos como Descartes, Kant y Husserl, por ejemplo.
autosuficiente, las posibilidades del Dasein lo refieren originariamente al mundo
(Vattimo, 1998: 27): “no «hay» inmediatamente, ni jamás está dado un mero
sujeto sin mundo. Y de igual modo, en definitiva, tampoco se da en forma
inmediata un yo aislado sin los otros” (Heidegger, (1962) [1927]: 121 [116]). La
importancia de la analítica existenciaria radica en que el Dasein es el único ente
al cual le es constitutiva una referencia al ser: es en él donde se da el factum de
la comprensión: “…si esto es así, entonces es evidente que la realización del
propio ser es una relación, específica y esencial, con ser. Relación que implica
una comprensión, expresa o tácita, del «ser» que se hace” (Rodríguez, 1994: 68-
69).
El Dasein posee siempre una pre-comprensión del mundo, es decir que, antes
de la comprensión de un instrumento o significado particular, posee una
comprensión de la totalidad de los significados (lo cual no quiere decir que
comprenda algo así como la suma de todos los significados particulares):
…ser en el mundo equivale a tener originariamente intimidad con
una totalidad de significados (…). Las cosas se le dan ya siempre
provistas de una función, esto es, de un significado; y se le pueden
manifestar como cosas únicamente en cuanto se insertan en una
totalidad de significados de la cual el Dasein ya dispone (Vattimo,
1998: 33).
88 | G i r a l a , I g n a c i o
El círculo hermenéutico y el “se” en Ser y Tiempo como
s u p e r a c i ó n d e l p r o b l e m a d e l s o l i p s i s m o t r a s c e n d e n t a l | 89
3
Las cursivas son nuestras.
fibras más íntimas del ser de lo que está-ahí, jamás podría descubrir algo así
como lo amenazante” (Heidegger, (1962) [1927]: 141-142 [138]).
Si seguimos a Dreyfus, de todos los existenciales la “sensibilidad” es la que
está “más peligrosamente próxima al cartesianismo” (Dreyfus, 1996: 130).
Podría confundirse este concepto con un estado psicológico interno. Sin
embargo, sería equivocado pensar que esto contradice el rechazo de Heidegger
a la idea de un sujeto moderno. La noción de Befindlichkeit no hace referencia a
un estado mental privado y autosuficiente, sino que se encuentra
necesariamente mediado o articulado por el “uno”. Así, Dreyfus señala que,
aunque en Ser y Tiempo no se explicita una instancia de “sensibilidad cultural”,
ésta es necesaria y se desprende del planteo heideggeriano, en la medida en
que debe ser anterior al estado de ánimo individual y gobernar la gama de los
estados de ánimo disponibles.
Si no fuera por el modo como el uno tiene estados de ánimo, los
individuos no podrían tener estados de ánimo en absoluto. (…) La
vergüenza de la deshonra, por ejemplo, es algo que sólo se puede
sentir en Japón, mientras que el alborozo del amor romántico fue
durante largo tiempo propiedad exclusiva de Occidente (Dreyfus,
1996: 132).
90 | G i r a l a , I g n a c i o
El círculo hermenéutico y el “se” en Ser y Tiempo como
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Dreyfus afirma que Heidegger parece sustituir un origen absoluto por otro,
“reemplazando la actividad constituyente de una conciencia trascendental
desapegada, por la actividad constituyente del Dasein existencial involucrado”
(Dreyfus, 1996: 112). Esto puede entenderse en el sentido de que, al abordar
los existenciales, Heidegger termina descubriendo una estructura previa del
existir, de pre-comprensión, que, en cierto sentido, se asemeja a un a priori, ya
que “es formal –no tiene un contenido más allá de la experiencia-, es
independiente de cualquier experiencia, y, finalmente, es condición del
comprender” (Crelier, 2011: 70).
Consideraciones finales
Bibliografía
92 | G i r a l a , I g n a c i o
La imagen organizada: aportes a la reflexión sobre
la imagen desde Steyerl y Menke
LÓPEZ GEADA, GUILLERMO [UNMdP]
Introducción
1
El desarrollo del presente trabajo, la elección de las franjas televisivas del plebiscito de
Chile de 1988 y el recorte de los autores a trabajar tienen su correlato en otro trabajo,
que versa sobre el concepto de imagen pobre de Steyerl, las formas de comprensión de
la autonomía estética de Menke y analiza las imágenes (sus características, sus
condiciones de aparición y circulación, etc.) de la película No (2012) de Pablo Larraín,
que vuelve sobre la organización de las franjas televisivas para la campaña en aquel
momento histórico de Chile. De allí el recorte especificado en esta introducción.
1. Lo otro de la democracia.
2
El autor se refiere a los modos de representación emergente en el siglo XVII,
concretamente “el del teatro burgués (desde Shakespeare) y el de la ópera urbana
(desde Monteverdi)”. A lo que agrega: “Lo que se dijo con relación al Fígaro de
Beaumarchais respecto de la Revolución Francesa –que fue preparada en el teatro- es
válido para la revolución democrática en general”. Cfr. Menke 2011: 355.
94 | L ó p e z G e a d a , G u i l l e r m o
La imagen organizada: aportes a la reflexión sobre la imagen
d e s d e S t e y e r l y M e n k e | 95
3
Libro de Ernst Kantorowicz, Los dos cuerpos del rey.
Planteado en estos términos, vemos cómo la presentación estética del
soberano, un hacer particular que crea lo que representa, acaba por dar cuenta
de una modificación ineludiblemente política: presenta un poder soberano
sujeto al reconocimiento del pueblo, es decir, anticipa el desplazamiento de una
soberanía real a una popular. Por ello, y por el eje constitutivo que el nexo entre
ambas presenta, la lucha de la democracia contra la teatralización no puede
emprenderse bajo los términos meramente opositivos de una incompatibilidad
neta, sino comprendiendo su origen conjunto y pugnando por una política del
teatro que sea una crítica del teatro de la política. Los efectos de ese análisis que
evidencia la escenificación son, sin embargo, ambivalentes, quedando abierta la
cuestión de si consolida o hace temblar la forma de poder político que se
enfoca.
2. La imagen articulada
96 | L ó p e z G e a d a , G u i l l e r m o
La imagen organizada: aportes a la reflexión sobre la imagen
d e s d e S t e y e r l y M e n k e | 97
4
Showdown in Seattle puede verse en el canal Indymedia Presents:
https://www.youtube.com/watch?v=g_Xltn0jW_0; Ici et ailleurs puede verse en
https://zoowoman.website/wp/movies/ici-et-ailleurs/
5
El material de Ici et ailleurs a un trabajo inconcluso Godard y Gorin filmado en el año
1970, que hubiera llevado el nombre de Jusqu'a la Victoire (Hasta la victoria).
Así, la presentación estética del cine (una fila de personas que lleva fotografías
de la guerra como si fueran la cadena de montaje) como una concatenación
incongruente conlleva una reflexión que permite pensar las condiciones de
representación del cine que, en general, permanecen latentes.
Con ello se da lugar a una crítica sobre la escenificación del material
entendiéndola como una forma engañosa de manifestación que simplifica y
reduce a los conflictos a oposiciones binarias mediante unificaciones forzosas.
Lo inconexo de la concatenación apunta también a criticar la idea unificada de
“la voz del pueblo” exponiendo las contradicciones políticas que componen “el
seno de esta silenciosa coerción –como diría Theodor W. Adorno- que es la
relación de identidad” (Steyerl 2014: 92).
Se problematiza en esta segunda película aquel principio organizador
identitario que organiza y a la vez suprime todas las contradicciones bajo las
equivalencias formales de la imagen. De esta manera, vemos que reaparece,
como en Menke, aquella tensión entre las formas de presentación estética y la
política, y que también aquí la puesta en evidencia de las estrategias de
representación se vinculan con la posibilidad de hacer temblar o consolidar el
sujeto político sobre el que se pone el foco, aunque, claro está, el soberano del
que se trató en este segundo apartado es (en parte) otro.
3. La franja política
6
Las franjas televisivas pueden verse en:
https://www.youtube.com/watch?v=uVSmlnjqKn0&list=PLa0AgtiOnKd2qzPr5usLg7m3
GYZG6YqoN Como ya se aclaró, quedan fuera de este trabajo otro tipo de imágenes
(panfletos, pancartas, etc.) cuya circulación también fue de suma importancia en el
período previo a la apertura, por primera vez, de un espacio televisivo donde pudiera
presentarse la opinión de los opositores a la dictadura de Pinochet.
98 | L ó p e z G e a d a , G u i l l e r m o
La imagen organizada: aportes a la reflexión sobre la imagen
d e s d e S t e y e r l y M e n k e | 99
los efectos que la presentación estética tuvo en uno y otro caso. La franja del Si
apelaba a la identidad nacional, lo que se reconocía en el uso de los colores de
la bandera nacional tanto en logo que representaba al Si como en los
separadores que presentaban el eslogan “Chile un país ganador” cuya
tipografía ocupaba toda la pantalla con cada letra. Podemos ver allí algo de la
crítica a la identidad popular como una unidad homogeneizante que se revela
falsa. Característica que se revela aún más abstracta en una sección donde una
serie de rostros aparecen “hablando” como “cabezas parlante”, a las que
efectivamente se les quitó la voz para reemplazarla por una grabada en off por
una única locutora, recuperándola luego sólo para el momento final en el que
cada una dice “si”. Tal como vimos con Steyerl, presentada estéticamente así la
“voz del pueblo” se unifica al punto de desaparecer.
Finalmente, la franja del Si presentaba el segmento “la gente del Si” donde
aparecían desde periodistas hasta funcionarios de gobierno, vestidos
formalmente de saco, camisa y corbata, de igual manera que el propio Pinochet
empezó a mostrarse sin el uniforme militar. En este punto, la franja del No
realizó un juego de edición con “los dos” Pinochet (el de traje y el de uniforme
militar) en el que intentaba hacer que ambas fotos coincidan, mientras el locutor
afirmaba: “¿Calza? ¿No Calza? No, no calza… un día de capa y uniforme, al
otro con ropa de civil”. Después del odio, ofrece la paz: no calza”. En ese
mismo orden, una sección muestra a un hombre en camisa poniéndose una
corbata y un saco, mientras una vos en off dice: “No es demócrata quien
gobierna a la fuerza […] el traje no hace al demócrata”. En este punto podemos
ver lo que Menke mencionaba como la depotenciación del poder soberano y,
casi gráficamente, los dos cuerpos del rey (salvando las distancias) superpuestos
mediante la edición de la imagen de un Pinochet autoritario y otro
pretendidamente demócrata. Una presentación estética del candidato que se
extiende a la forma en que se exhibía a “la gente del sí” con mayor fuerza
mediante el segmento “el traje no hace al demócrata”.
Conclusiones
Bibliografía
100 | L ó p e z G e a d a , G u i l l e r m o
La imagen organizada: aportes a la reflexión sobre la imagen
d e s d e S t e y e r l y M e n k e | 101
1. Introducción
1
Cfr. Maffía, D. (2007) y Suárez Tomé (2016).
2
Cfr. Aristóteles (2007)
104 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
m u j e r e s e n l a c a r r e r a d e F i l o s o f í a d e l a U N M d P | 105
aquellos otros las tareas que consideraban menos valiosas. Dado que el ocio
que propiciaba el desarrollo del conocimiento era considerado un valor positivo,
aquello delegado se asociaba con los trabajos manuales. En esta relación, el
esclavo, dado el carácter natural de la relación, asumía también su destino de
aceptación y obediencia. La naturalización de las relaciones de poder implicaba
no sólo el ejercicio de poder de una de las partes por sobre la otra, sino la
aceptación de ambas de que así era como debía ser. Lo mismo sucedía con las
relaciones entre varón y mujer y entre adulto y niño. En el caso del primer par, el
varón era el encargado de las tareas de mando, las tareas de lo público y la
mujer la encargada de aquellas tareas reservadas al ámbito doméstico.
La organización social y política ateniense, fundada en relaciones
consideradas naturales, tenía la forma de ciudades-estado (polis) de las cuales
podían participar quienes fueran ciudadanos. Este concepto de ciudadanía era
presentado como un universal, sin embargo, para ser ciudadano era necesario
cumplir con ciertas condiciones de superioridad: ser amo, ser adulto y ser varón.
Se constituye así un sujeto hegemónico llamado andros en la Grecia antigua.
Todo aquello que quedaba por fuera de la ciudadanía era considerado
patrimonio de los andros. Esta relación política funda a su vez un ámbito de
conocimiento con ciertas características, como la de ser puramente racional y
teórico, al que pueden acceder ciertos sujetos con dichas capacidades. El resto
de los saberes, propios de las mujeres, los niños o los esclavos, era
desvalorizado como irracional, emocional, confuso. Eran despreciados en
términos de valores epistémicos, a la vez que sus portadores eran
desautorizados.
De ahí que una cultura que privilegie y ponga en un lugar de superioridad a
los varones, amos, adultos se la ha llamado, desde los estudios feministas,
como androcentrismo. La naturalización de las relaciones políticas fundaba el
androcentrismo y este a su vez fundaba un modo de producir conocimiento.
Estos lineamientos influirán sobre la cultura occidental hasta nuestros días y
podemos verlo si damos un salto a la modernidad y ponemos el foco en la
formación de los Estados modernos a partir del llamado contrato social. Un
contrato en función de derechos que eran considerados universales y abstractos
y de los cuales los centrales eran el derecho a la vida y a la propiedad.
Nuevamente, aparece en función de un conocimiento androcéntrico, la
segregación de determinados sujetos del ámbito de deliberación de los
derechos: los negros, porque tenían un pensamiento demasiado místico, los
pueblos originarios porque su pensamiento era demasiado metafórico, los niños
porque no habían accedido a su capacidad de decisión autónoma y las mujeres
porque no eran racionales. Y todos ellos también porque carecían de bienes y
propiedades. Los argumentos fueron variando, sin embargo, las conclusiones
fueron las mismas: la construcción de un tipo de saber que segrega
determinados saberes y por ende determinados sujetos de su ámbito. Esta idea
del contrato signa también la formación de nuestro Estado nacional. En el
Cabildo de 1911 se estipuló que no podían ser vecinos (ciudadanos) ni los
negros, ni los indígenas, ni los mestizos, ni las mujeres. Para ser vecino era
necesario ser propietario.
En los años 50 comienzan a aparecer algunas críticas a la concepción
androcéntrica del conocimiento, y ya en los 60 aparece lo que se conoce como
crisis de los saberes. Allí emergen los feminismos, cuyo reclamo común estaba
asociado a la incorporación al ámbito del conocimiento de aquellos sujetos que
a lo largo de la historia occidental habían sido segregados. La crítica general
tenía que ver con el modo en cómo se produce conocimiento y cómo en dicho
movimiento se determina quiénes son los portadores autorizados del
conocimiento. El acceso a la palabra autorizada sobre los saberes era la crítica
a un saber que se había desarrollado históricamente en tercera persona.
Con la creación de las universidades en el S. XV no sucedió algo muy
diferente. Es recién a fines del S. XIX que se admiten mujeres en las
universidades, luego de un largo debate sobre su conveniencia. El ámbito sobre
el que nos interesa indagar hoy es también universitario y es especialmente la
carrera de filosofía pues, como dijimos al principio, es una actividad y un
producto humanos que pone a la razón en términos privilegiados. Diremos
ahora algunas consideraciones específicas sobre la epistemología feminista, un
modo espacial de reflexionar sobre el conocimiento general y sobre la ciencia
en particular, que justamente nace como crítica a la producción de los saberes
106 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
m u j e r e s e n l a c a r r e r a d e F i l o s o f í a d e l a U N M d P | 107
108 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
m u j e r e s e n l a c a r r e r a d e F i l o s o f í a d e l a U N M d P | 109
3
Queremos agradecer al Departamento de Filosofía por permitirnos el acceso a la
información para la realización del análisis, especialmente al secretario del
Departamento mencionado, Lic. Federico Giorgini, quién contribuyó al relevamiento y
sin cuyo aporte este trabajo no hubiese sido posible.
sido consideradas “tareas femeninas”.
110 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
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112 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
m u j e r e s e n l a c a r r e r a d e F i l o s o f í a d e l a U N M d P | 113
Sin embargo, la situación es aún más crítica en el área del Lenguaje ya que
los varones constituyen el 100% del área.
4
De esos cuatro cargos, al momento de tomar la unidad de análisis, sólo dos
corresponden a cargos regulares. Debido a que una de las docentes se jubiló,
actualmente sólo queda una docente regular con cargo de profesora. De los dos cargos
restantes, corresponden uno a un cargo libre, es decir, que dicta la materia sin una
remuneración, y otro a un cargo interino (no concursado).
5
Los registros de antecedentes son un método que permite seleccionar a los/as
docentes para un cargo vacante cuando todavía no se sustanció el concurso para dicho
cargo. Si bien no son un concurso, contemplan la conformación de una “comisión
asesora” con representación de docentes, graduados/as y estudiantes que a partir de
ciertos criterios de evaluación (similares a los de un concurso) pueda seleccionar a los
candidatos, confeccionando un “orden de mérito”.
114 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
¿Filosofía androcéntrica? Apuntes para pensar el lugar de las
m u j e r e s e n l a c a r r e r a d e F i l o s o f í a d e l a U N M d P | 115
5. Palabras de cierre
116 | L ó p e z H a n a , S o n i a ; S p i n e l l i , M a c a r e n a ; P é r e z , S o l y
Giorgini, Federico
La estética del cine de Andréi Tarkovski. Una
aproximación a los conceptos de montaje,
temporalidad e imagen en el cine
LUIS, IGNACIO LEANDRO [UNMdP]
Introducción
La imagen en el cine.
118 | L u i s , I g n a c i o L e a n d r o
La estética del cine de Andréi Tarkovski. Una aproximación a los
c o n c e p t o s d e m o n t a j e , t e m p o r a l i d a d e i m a g e n e n e l c i n e | 119
Es decir, el ritmo nace durante el rodaje y existe dentro del plano. Tarkovski lo
que hace en sus películas básicamente es capturar el tiempo real que transcurre
en las escenas, esto es, el tiempo que tardan sus personajes en realizar las
distintas actividades. Si se hace un buen trabajo durante el rodaje, se puede
prescindir1 en alguna medida del montaje para permitir así la libre circulación
del ritmo existente en los planos y conseguir "la verdad de la vida".
El montaje necesita de un perfecto estado interior del material que se
consigue durante el rodaje, sin este estado interior orgánico y armonioso, no
sería posible la unión de las distintas secuencias. El ritmo de una película no
surge gracias a los cortes de los planos, sino más bien al tiempo que transcurre
dentro de éstos. Por más minuciosamente que se trabaje en la duración de los
planos montados, si éstos no respetan la tensión del tiempo que transcurre en su
interior, el ritmo no puede ser fijado. Por esto, según Tarkovski, para una
película el montaje no representa más que un medio estilístico. Querer unir un
tiempo elaborado de manera artificial con el "tiempo real", es según el autor,
como intentar unir caños de distintos diámetros.
1
Respecto a esto quizás deberíamos hacer mención a Walter Murch, quien dice que el
proceso cinematográfico cuenta, como mínimo, con tres etapas creativas de
características propias que pueden incluso contradecirse. Estas etapas son: la
preproducción, el rodaje (o producción) y el montaje (o post producción). Más allá de
sus denominaciones que pondrían el acento en el proceso de realización, el momento
concluyente de la realización audiovisual es el montaje, es decir, el definitorio respecto
del film como resultado. Este proceso es, inevitablemente, el último de los tres
momentos y es, particularmente el lugar donde la película adquiere el mayor sentido y
lo que aporta gran riqueza a la obra. Detenernos en un cruce entre Tarkovski y Murch
en relación a si lo que prima en un film es el rodaje o el montaje, podría llevarnos
incluso a otro trabajo de investigación, por lo que no nos extenderemos demasiado.
Pero para esta problemática recomendamos el libro de Murch, En el momento del
parpadeo. Un punto de vista sobre el montaje cinematográfico.
Así Tarkovski continua:
¿Pero cómo se puede sentir el tiempo de un plano? La sensibilidad
surge si tras el acontecimiento visible se hace patente una verdad
determinada e importante. Cuando se reconoce clara y nítidamente
que lo que se ve en ese plano no se agota en aquello que se
representa visiblemente, sino que tan sólo insinúa algo que tras este
plano se extiende de forma ilimitada, cuando hace alusión a la vida.
(Tarkovski, 1991: 143).
A esta consistencia temporal que recorre un plano, la tensión del tiempo que
crece o que va desapareciendo, Tarkovski la denomina presión del tiempo. Si se
permite que un plano respete y haga alusión a la temporalidad de la vida, lo
que se consigue es que se confronten la personalidad del espectador con la
película.
Al quebrar la presión del tiempo a través del montaje lo que ocurre es que los
límites de la película se vuelven los límites de la pantalla. Es decir, no se le
permite al espectador que pueda sobrepasar esos límites a través de su propia
experiencia debido a que la resolución del encadenamiento de distintas escenas
se da de manera más intelectual que vital. Se le exige a los espectadores que
vayan resolviendo enigmas e hilvanando distintos sucesos sin que puedan
reparar en las propias sensaciones que esto les produce.
Ya hemos dicho que el tiempo es el fundamento del cine, en tanto que se
respete el ritmo propio de los planos. Pero debemos agregar que esto está
relacionado a su vez al sentimiento de la vida del propio director. Es decir, la
película responde a una necesidad interna del director donde se busca
sincerarse con uno mismo para poder así generar sensaciones similares en el
espectador.
A esto Tarkovski dice lo siguiente:
El director demuestra su individualidad sobre todo por su sensibilidad
de cara al tiempo, por medio del ritmo. El ritmo adorna su obra con
características de estilo. El ritmo no se construye pensando
arbitrariamente ni de forma meramente especulativa. En el cine, el
ritmo surge orgánicamente, en correspondencia al sentimiento de la
vida que tiene el propio director, en correspondencia a su
<<búsqueda del tiempo>> (Tarkovski, 1991: 147).
Por esta razón el cine es tan especial, dice Tarkovski, porque es capaz de
transmitir emociones a través del tiempo. El cine, a diferencia del resto de las
120 | L u i s , I g n a c i o L e a n d r o
La estética del cine de Andréi Tarkovski. Una aproximación a los
c o n c e p t o s d e m o n t a j e , t e m p o r a l i d a d e i m a g e n e n e l c i n e | 121
Para Tarkovski hay que separar a la literatura del cine. Un guión para una
película no debe estar demasiado trabajado, de lo contrario, sería mejor que
termine como una obra en prosa en lugar de un guión de cine. Lo que se
necesita, más bien, es un bosquejo bastante aproximado de las escenas que se
quieren hacer. Luego a la hora de comenzar a rodar será recién ahí que la
espontaneidad se hará cargo de dar sentido y forma a la película.
El lugar de rodaje, el ambiente, el estado de ánimo de los actores, etc., todo
lleva a configurar de maneras nuevas, originales e inesperadas las diferentes
escenas. "La vida es más rica que la fantasía." (Tarkovski, 1991: 153). Cuando
se llega al lugar a rodar, el director debe ir sin ideas preconcebidas. Lo mejor
sería que el ambiente de la escena se despliegue en total libertad y así se
produzca un efecto completamente auténtico e inesperado. De más está decir
que esto supone una jugada absolutamente riesgosa por parte del director, ya
que la película hasta que no encuentra su final, siempre está predispuesta a
frustrarse. En esto radica la verdadera decisión del artista, en asumir este tipo
de responsabilidades y aceptar que la película esté sujeta a la posibilidad de
sufrir cambios constantemente.
Respecto a los actores lo más importante es que esté presente la verdad de su
estado anímico, aquello que no se puede esconder. Por ejemplo, para ciertas
escenas es menester que el actor o la actriz no sepa lo que va a suceder en las
escenas siguientes, con ello se consigue que sus expresiones y sus sentimientos
sean lo más reales posible. En lo ideal, los actores deben tener el mayor
desconocimiento del guión, hay que mantenerlos perplejos. El actor debe
mostrar su propia estructura psicofísica, emocional e intelectual, es decir,
aquello que le es propio y no "entrar en papel de". Hay que dejarse llevar, ser
auténtico, no pensar en cómo se sentiría el personaje.
Para esto el director debe elaborar las escenas de modo que se capture el
estado psicológico del personaje, su personalidad. Así los escenarios deben irse
modificando y amoldando a la atmósfera emotiva de la situación. El mejor actor
según Tarkovski es quien se deja someter con rapidez a cualquier regla de juego
que se le comunique. Tiene que poder reaccionar ante una situación
improvisada de forma espontánea e individual. De la puesta en escena se extrae
el trabajo con actores. La selección del actor es fundamental, es casi una
decisión ontológica, ya que no se puede extraer del actor aquello que no es.
Para ello es necesario conocer a los actores a niveles muy personales, se
requiere establecer relaciones estrechas con ellos.
Otra de las cosas para tener en consideración es la música. La música sirve
para generar emociones que realzan a la imagen, o le brindan un apoyo
cuando ésta no alcanza por sí sola para generar un determinado efecto. El
sonido para Tarkovski es propicio sacarlo de la propia vida. El mundo ya de por
sí suena muy bien y el cine no necesitaría incluso de la música si las personas
supieran oír bien. Al autor le interesa el uso de la música electrónica porque es
la que más se asemeja al sonido de la naturaleza. Con esto busca muchas veces
incrementar el sonido del agua, del viento, del fuego, etc.
Como dijimos, la música es efectista en el sentido que provoca emociones
cuando a la imagen no le alcanza. Los sonidos de la música electrónica, al
asemejarse a los sonidos de la naturaleza, ayudan a construir las atmósferas
psicológicas necesarias para acompañar a las escenas. Por ejemplo, la
hiperbolización del sonido del agua, es constante en sus películas. Los sonidos
de goteras, el agua impactando en el suelo, o el simple sonido del correr del
líquido a través de las distintas superficies. El recurso le ayuda a Tarkovski a
expandir el espacio cinematográfico y emocional de sus personajes.
122 | L u i s , I g n a c i o L e a n d r o
La estética del cine de Andréi Tarkovski. Una aproximación a los
c o n c e p t o s d e m o n t a j e , t e m p o r a l i d a d e i m a g e n e n e l c i n e | 123
2
Para la película El espejo, Tarkovski quería filmar una escena con un campo
sembrado de alforfón por detrás. En la zona sólo habían plantaciones de trébol y
avena, y los campesinos del lugar comentaban que el alforfón no podía crecer en esas
tierras. Tarkovski tomó la decisión de sembrar alforfón y bajo el asombro de la gente
del lugar, tuvo éxito y consiguió el escenario que estaba buscando para filmar.
los espacios a través de la dinámica interna que denominaba la atmósfera
emotiva de la situación. La composición plástica venía única y exclusivamente
del estado de ánimo de los personajes.
La proeza de Tarkovski está dada por no dar respuestas a nada en sus filmes,
más bien, consigue lo contrario, abriendo siempre el juego a múltiples
cuestionamientos hacia el espectador a través de sus propias vivencias. En ese
vacío se encuentra el verdadero compromiso del autor.
Ahora bien, lo más destacable de su propuesta es concebir al cine
prescindiendo de cualquier explicación que no venga del cine mismo. Para él,
no se había encontrado un carácter específico del cine, pero que éste proviene
de la capacidad que tiene el celuloide de reproducir el tiempo tantas veces como
lo deseamos. Este razonamiento rompe con la idea de concebir al cine como un
conjunto de imágenes y sonidos, como un supuesto lenguaje audiovisual. Lo que
le da al cine ese carácter específico es transmitir las emociones a partir de la
manipulación y segmentación del tiempo. El tiempo queda congelado,
atrapado, se puede condensar, distender y manipular a placer. Por lo tanto, el
cine es la única de las artes que tiene la capacidad de esculpir el tiempo que
tendría que ser la tarea última del director.
Bibliografía
124 | L u i s , I g n a c i o L e a n d r o
Lo propio del cine
MARTÍNEZ ATENCIO, MARIANO [UNMdP]
1
Para una lectura más completa de la tesis propuesta por Arthur Danto, véase: (Danto,
1998).
plantea recuperar la dirección asumida por estas reflexiones y reavivar la llama
de tales inquietudes.2 ¿Qué vuelve cinematográfico a todo film cuando la
mulplicidad de soportes mediante los cuales es consumido lo alejan de las
grandes pantallas (aunque no siempre)? Dicho de otro modo, ¿qué resta del
cine aún en la era del expanded cinema? La pregunta apunta al trazado de una
fisionomía propia del cine que se sostenga a expensas de las mutaciones que
éste sufre desde las últimas décadas.
En estas páginas planteo recuperar los argumentos de Aumont a propósito de
la especificidad de la sustancia cinematográfica en el contexto de circulación y
consumo actuales. La intención que acompaña la tarea persigue repensar el
abarque de una serie de ejercicios vinculados al consumo artístico más allá de
sus transformaciones contemporáneas, o a propósito de ellas. Es decir, poner en
valor un tipo de prácticas aún a expensas de su aparente carencia de
significado. Para ello, pretendo retomar cierta exposición hecha por W. J. T.
Mitchell a instancias de su análisis por la naturaleza del conjunto de las
imágenes. En particular, el tratamiento ofrecido sobre las “metaimágenes” y la
potencia, en ellas cifrada, de documentar un sesgo característico aplicable a
todo el conjunto.
El (diverso) escenario
2
Aumont, J. (2012) Que reste-t-il du cinema? Librairie PhilosophiqueJ. Existe traducción
al español: (Aumont, 2020).
3
Cfr.: (Mitchell, 2009)
126 | M a r t í n e z A t e n c i o , M a r i a n o
L o p r o p i o d e l c i n e | 127
(Figura 1)
4
En el contexto de su análisis de las imágenes múltiples o metaimágenes Mitchell
recupera el tratamiento ofrecido por Michelle Foucault a propósito de la obra de
Velázquez, Las Meninas (1656). En ella se jugaría la configuración de todo un sistema
de relaciones y tensiones entre representación e interpretación, o en palabras de
Foucault, de poder y conocimiento, propios de una época y de una cultura.
Las metaimágenes, así, producirían una doble visión, pero también una doble
voz. Como en el ejemplo ofrecido estas imágenes no proponen una explicación
de las cosas o una visión particular del modo de ser. Reclaman una adecuada
interpretación que haga justicia a su carácter dual o “multiestable”. Exigen
permanecer como aquello que son: una encrucijada. En este sentido, constituyen
nodos particulares de funcionamiento. Descubren parte de la operatoria que
articula el funcionamiento general de las imágenes, y sobre todo de nuestro
modo de relacionarnos con ellas y a través de ellas. A partir de una
comprensión de las mismas puede que se aclaren ciertos aspectos constituyentes
de las imágenes, aun cuando ello suponga habitar la indecisión y el carácter
múltiple que acompaña muchas de ellas.
128 | M a r t í n e z A t e n c i o , M a r i a n o
L o p r o p i o d e l c i n e | 129
5
Sin tomar en consideración algunos ejemplos de films en donde aparentemente nada
se mueve, como en el caso de ciertos experimentos del cine underground de los sesenta.
En una de sus más famosas piezas, Andy Warhol retrara el edificio del Empire State
mediante el lente fijo de una cámara destinada a grabar ese único plano durante ocho
horas y media. (Andy Warhol, Empire, 1964).
aquellas notas distintivas que cifran la naturaleza de lo cinematográfico. Tarea
que liga todo esfuerzo con un pensamiento, cuanto menos, acerca de las
esencias; tan apasionante como polémico. La propuesta de Aumont se entrega,
por momentos, a tareas comprometidas con un desmalezamiento tal. Su análisis
recupera una triple temporalidad vinculada a la producción del cine que
atestigua una dimensión de oficio (tiempo de filmación, etc.), de realidad
(duraciones de procesos y de eventos o situaciones), y de obra (tiempo propio
del film, su pulso temporal). La resultante es un tipo particular de gestión de las
temporalidades que sale al encuentro con otra, la propia del espectador o
espectadora eventual.
Según esto, la atención dispensada de manera ininterrumpida sobre el
estímulo ofrecido marca la diferencia categorial anhelada. Es decir, de lo que se
trata, y en palabras de Aumont, es de una: “gestión temporal de una mirada
atenta” (Aumont, 2020: 70). A su vez, y dado su carácter artificial que
acompañó el desarrollo de su historia, al cine se lo piensa, asimismo, como
alejado de toda pretensión con lo real. Cabe distinguir aquí entre una captura
en cortes y planos de ciertos aspectos de la realidad de la configuración de una
realidad otra, propia de lo fílmico. En este sentido, el cine es verosímil, más no
verdadero. Y no es que no pueda serlo, como en ciertos formatos más
vinculados con la documentación en cualquiera de sus variantes. Lo que sucede
es que de forma general al cine le preocupan cosas tales como la producción de
ficción. Dicho esto, otro rasgo característico puede hallarse a instancias de su
aparente inutilidad. La misma de la que participa buena parte del universo de
creaciones artísticas. Un film parece no perseguir, en principio, ningún objetivo
puntual. Lo que dista mucho de sostener la no persecución de objetivos.
Si bien la tarea de rastrear características o esencias en fenómenos complejos
que se asientan sobre un entramado cultural deviene potencialmente
infructuosa, la detección de algunas de ellas colabora, a menudo, con su
comprensión. El planteo de Aumont pone al descubierto un sesgo relevante que
vincula al cine con el tipo de experiencias asociadas al ámbito de las artes. Esto
es, experiencias de tipo estéticas. En ellas, el portador de sentidos y de
significados provisorios que, aunque falsos, alumbran direcciones y alternativas
130 | M a r t í n e z A t e n c i o , M a r i a n o
L o p r o p i o d e l c i n e | 131
Bibliografía
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visuales, nro. 1. España, 2003 [1995].
MITCHELL, W.J.T. (1996), “¿Qué quieren realmente las imágenes?”, October, Vol. 77,
pp.71-82.
Perfeccionismo ético
NASAROV, VALERIA [UNMdP]
Introducción
Para los esencialistas, los seres humanos poseemos algo que nos hace ser lo
que somos, que nos diferencia de todas las otras especies, que es a lo que
llaman esencia, entendida como algo igual para todas las personas, como si
fuese una nota única para todos los seres humanos, que en las concepciones
clásicas se concibe como la racionalidad.
Las concepciones esencialistas, podrán ser tanto universalistas e igualitaristas,
considerando que existen las mismas características básicas que nos permiten
llegar a ser seres humanos plenos, es decir, afirmando que podrían enumerarse
cada una de las características que diferencian a los seres humanos, en un
orden jerárquico determinado y eso sería igual en cualquier contexto y sociedad;
o más bien, individualistas, abogando por una diversidad individual, poniendo
el énfasis en aquello que en tanto sujetos particulares, consideramos y
valoramos como lo más relevante y que se ajusta mejor a nuestras preferencias
particulares.
De esto, se desprende también, que los esencialistas universales, consideran
que existe una escala objetiva de valores que no depende de la voluntad
individual de ningún sujeto, sino que, está por encima de todos y que no puede
ser modificada. Es este tipo de concepción la que se encuentra detrás de la
postulación de que, en tanto seres humanos, tenemos características iguales,
que nos hacen poseedores de los mismos derechos. En tanto que los
esencialistas individualistas, consideran que la escala de valores puede ser
individual y subjetiva, dejando lugar al desarrollo de notas particulares para
cada sujeto, promoviendo la diversidad como consecuencia de las elecciones
individuales.
Puede mencionarse como frase representativa de este tipo de postulaciones,
la exhortación expresada por Píndaro “llega a ser el que eres”, en tanto que “el
que eres” refiere a esa esencia, tanto individual como general, y “llegar a ser”
impone una tarea a realizar, el completar algo que, en principio, aunque dado,
no ha sido perfeccionado o acabado.
Una de las consecuencias principales que se desprende de este tipo de
diferenciación tiene que ver con aquello que puede esperarse de nosotros, en
tanto sujetos únicos que debemos diferenciarnos del resto; o más bien, como
poseedores de algo común a todos, que tendremos que desarrollar, más allá de
nuestras preferencias individuales.
Perfeccionismo y racionalidad
134 | N a s a r o v , V a l e r i a
P e r f e c c i o n i s m o é t i c o | 135
1
Ortega y Gasset (1966) Pág. 102
condiciones de posibilidad, “sólo puede ser lo que se mueve dentro de las
condiciones de lo que es”2. De esta manera, restringe las posibilidades de
aquello que debe ser a lo que puede ser, atribuyéndole un carácter realista a las
potencialidades que se espera sean desarrolladas, como características que se
desprenden de una “devota observación de su realidad” 3, y no como una
ideación generada por la imaginación, sin ningún asidero en la realidad.
Interpreta el “eres” de la máxima pindariana como una naturaleza que espera
ser desarrollada en su máximo potencial, en su perfección, siempre y cuando, la
mirada atenta, nos permita percatarnos de aquello que espera “llegar a ser”. Es,
en este mismo sentido, que deberemos considerar las propuestas de los
pensadores racionalistas.
Críticas al perfeccionismo
2
Ortega y Gasset (1966) Pág.101.
3
Ortega y Gasset (1966) Pág.101.
4
Taylor (2006) Pág. 22.
136 | N a s a r o v , V a l e r i a
P e r f e c c i o n i s m o é t i c o | 137
Conclusión
Bibliografía
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138 | N a s a r o v , V a l e r i a
P e r f e c c i o n i s m o é t i c o | 139
Introducción
Carnap
142 | P u i g , F e d e r i c o
C a r n a p y P o p p e r : d e m a r c a c i ó n , u n p r o b l e m a d o s s o l u c i o n e s | 143
1
Las emisiones que siguen a continuación (las cursivas pertenecen al original) son
tomadas del texto de Carnap, 1932, La superación de la metafísica mediante el análisis
lógico del lenguaje. A su vez Carnap las toma de Martín Heidegger, 1929, Was ist
Metaphysik?.
metafísicos realizan planteos acerca del Ser que ninguna experiencia concebible
nos permitiría formular. Dichos planteos son posibles debido a la falencia
gramatical de nuestro lenguaje, el cual admite que las proposiciones atributivas
y las que expresan existencia compartan la misma forma gramatical.
Refutación popperiana
El filósofo austríaco Karl Popper advierte que Carnap expresa una errónea
demarcación entre ciencia y metafísica. Inclusive afirma que el planteo no
parece ser un genuino intento de establecer una demarcación sino más bien la
pretensión de destruir a la metafísica.
Según el planteo de Popper es erróneo e innecesario postular la demarcación
ciencia-sentido por un lado y metafísica-sin sentido por otro. Pues, a su modo de
ver, el concepto de sentido es inadecuado para establecer dicha demarcación
dado que no es necesario que la metafísica carezca de sentido para no ser
ciencia. Inclusive, subraya Popper, el planteo de dejar a la metafísica desprovista
de significatividad adolece de la siguiente consecuencia: también quedarían en
la misma situación las teorías científicas. En principio, denunciar a las
proposiciones metafísicas como asignificativas debido a su método especulativo
y pretender que la ciencia no incurre en dicho método es desconocer el carácter
especulativo y abstracto que poseen las teorías modernas de la física. Si
aceptáramos el criterio de verificabilidad del significado expuesto por Carnap,
dado que las proposiciones de la metafísica no son reducibles a enunciados de
observación, dejaríamos tal como pretende Carnap a la metafísica desprovista
de significatividad. Pero también, y es obvio que Carnap no aceptaría ésta
consecuencia, por la misma razón quedarían las teorías científicas desprovistas
de significatividad. Por tal motivo asume Popper que el criterio de verificabilidad
tal como lo expone Carnap es inaplicable. En lugar de la verificabilidad Popper
propone como criterio de demarcación entre ciencia y metafísica a la
refutabilidad. Es decir, las teorías para ser científicas deben ser plausibles de
refutación. Pues, debido a su contenido empírico tendrán la posibilidad de ser
expuestas a una contrastación empírica. Si no satisfacen las condiciones de
144 | P u i g , F e d e r i c o
C a r n a p y P o p p e r : d e m a r c a c i ó n , u n p r o b l e m a d o s s o l u c i o n e s | 145
Conclusión
146 | P u i g , F e d e r i c o
C a r n a p y P o p p e r : d e m a r c a c i ó n , u n p r o b l e m a d o s s o l u c i o n e s | 147
hoy la tesis de Carnap respecto del sin sentido de los planteos metafísicos. Pues,
la crítica de Popper demuestra que la postura carnapiana es contradictoria. Si se
elimina del ámbito del discurso significativo a la metafísica, por los mismos
motivos debemos excluir también a la ciencia de dicho ámbito y de esta manera
quedaría sin efecto la pretensión de instalar una visión cientificista del mundo. El
rigorismo del criterio de verificabilidad del significado es desmedido y además
innecesario, pues ya ha quedado expuesto que no es necesario para realizar
una demarcación entre ciencia y metafísica excluir a esta del discurso
significativo. La refutabilidad como criterio de demarcación demuestra que se
pueden determinar los límites de ambas disciplinas sin recurrir al supuesto
sinsentido de los planteos metafísicos. Pues, de ningún modo estos son carentes
de sentido. Lo que propicia sendas exclusiones se manifiesta en la refutabilidad
de las teorías científicas y la irrefutabilidad de las teorías metafísicas o filosóficas
en general. Cabe destacar que la irrefutabilidad de una teoría no la convierte en
carente de sentido ni manifiesta la imposibilidad de discutirla críticamente.
En la línea de lo expresado en los párrafos anteriores considero que es de
suma relevancia advertir que el planteo de Carnap responde en última instancia
a un aspecto ideológico. La virulencia de las críticas neopositivistas para con la
metafísica no pueden comprenderse en su totalidad si no se le presta atención al
manifiesto que enmarca los lineamientos del Círculo de Viena. En este
manifiesto se expresa con claridad que se aboga por una concepción cientificista
del mundo y asumen que para esto es imperativo rechazar a la metafísica. La
concepción cientificista del mundo requiere no sólo de la superación de la
metafísica sino, en alguna medida, de la superación de la filosofía en general.
Dejando a la filosofía relegada simplemente al análisis del lenguaje, para de
este modo poder construir una ciencia unificada de corte fisicalista. En esta
dirección debemos entender que el principio ideológico del neopositivismo se
condensa en asumir la preponderancia de la ciencia respecto de cualquier otro
modo de discurso cognoscitivo, llámese éste metafísica, filosofía o cualquier
otro.
Popper no tiene el prejuicio ideológico que comparten los integrantes del
Círculo de Viena. Por tal motivo es que puede expresar libremente que el criterio
de verificabilidad es demasiado estrecho e inclusive agregar que las
proposiciones de la metafísica efectivamente cumplen una función en el ámbito
de la ciencia, a saber: la de propiciar un campo fecundo para el ulterior
descubrimiento de teorías por parte de los científicos. De este modo puede
entenderse que más que la necesidad de una superación de la metafísica lo
deseable sería un permanente contacto entre ambas disciplinas. Para enfatizar
lo dicho me remitiré a otro texto de Popper:
No es probable que sea fructífera una discusión entre personas que
comparten muchos puntos de vista, aun cuando pueda ser
agradable; mientras que una discusión entre marcos muy diferentes
puede ser extremadamente fructífera, aun cuando a veces
extremadamente difícil y tal vez, en absoluto tan agradable”. (Popper,
1965: 57-58).
No por esto Popper deja de ser crítico, muy por el contrario, la crítica está en
la base de su filosofía. En esta perspectiva es evidente que el abordaje crítico de
una problemática no requiere necesariamente la eliminación de las diversas
visiones que puedan existir al respecto. Esto es así aun cuando se manifiesten
posturas antagónicas. Considero que en el ámbito del conocimiento tal vez sea
pertinente postergar, en ocasiones, lo agradable en pos de propiciar lo
fructífero.
Bibliografía
148 | P u i g , F e d e r i c o
Bien y Conocimiento en Platón. Algunas reflexiones
sobre el bien como principio anhipotético
SAL, FLORENCIA [UNMdP]
1
Esta ponencia fue desarrollada en el marco del PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
2019-2020: "Ontología y ética: del ethos esencialista (realista e idealista) al ethos
existencialista. Una investigación sobre las articulaciones entre cuestiones ontológicas y
cuestiones normativas". Director: Dr. Luis E. Varela.
2
F. Gonzalez, 1988, Dialectic and Dialogue, Illinois, Nothwestern University Press,
cap.8, p 211-218.
3
Platón, Diálogos, Madrid, Gredos, 1992, tomo IV.
bien, cayendo en una argumentación circular (505 b-c), mientras que los que
identifican el bien con el placer se ven obligados a admitir que algunos placeres
son malos.
En Menón4, Sócrates señala que algunas personas tienen una intuición
inspirada respecto de qué es el bien, en República a eso se lo denominará
opinión recta. Sócrates se refiere al modo en que en nuestras vidas ordinarias
actuamos virtuosamente siendo inspirados por algún tipo de “conciencia” de lo
que es la virtud, sin necesariamente tener un conocimiento fundamentado del
mismo. También en Menón, se refiere a la educación como una actividad que
no se introduce en la mente por obra de un tercero, sino que es algo latente en
el individuo, algo que ya está en el alma. Sócrates critica el punto de vista de
aquellos que creen que el conocimiento no está ya en el alma y por eso
necesitan que el conocimiento sea introducido por ellos (¿sofistas?), él en
contraste ve al alma como poseyendo ya el conocimiento y no meramente como
teniendo la capacidad de conocer.
En República, cuando Sócrates es instado por Glaucón a expresar su punto de
vista concerniente a la naturaleza del bien, declara ignorar tener conocimiento
sobre el bien sino más bien una “creencia sin entendimiento” (506c8), siendo
esta afirmación similar a lo mencionado más arriba con respecto al Menón.
Más adelante, comienza la comparación entre el sol y el bien (507 c 509c). El
sol es la causa última de la acción de ver en el sujeto y del ser visto al iluminar
el objeto, o sea es causa de la visión, sin ser el sol en sí mismo visión. Sócrates
procede a mostrar que el bien juega el mismo rol. Es la causa del conocer y ser
conocido. Esto significa que nuestro conocimiento de la belleza en sí misma
depende de la iluminación del bien en la manera que nuestra visión de la
belleza sensible en los objetos depende de la iluminación del sol. Como el sol es
la fuente de luz que une lo que es visto con el ver, entonces el bien es la fuente
de la verdad que une o acopla la mente que conoce con las formas conocidas.
El bien es así la causa o principio primero de la verdad y del conocimiento (508
e3-4). Así como la visión y la luz pueden ser descriptas como propias del sol, el
4
Platón, Diálogos, Madrid, Gredos, 1992, tomo II
150 | S a l , F l o r e n c i a
Bien y Conocimiento en Platón. Algunas reflexiones sobre el bien
c o m o p r i n c i p i o a n h i p o t é t i c o | 151
conocimiento y la verdad pueden ser descritos como propios del bien. Sócrates
corona así su analogía con la prueba de la supereminencia del bien.
Procede después, a agregar algo más, así como el sol es no solo la causa del
ver y lo visto, sino la causa del ser de todas las cosas, porque la generación y el
crecimiento dependen del sol, el bien es, no solo la causa del conocimiento sino
la causa del ser de los objetos conocidos. Como causa del ser, sin embargo no
puede ser él mismo ser, pero debe estar más allá del ser. Esta es la
trascendencia del bien (509 b-c).
El bien es la causa del conocimiento y de la verdad y esto es tan evidente
como que el sol es la causa de la visión y la luz.
¿Por qué el bien se identifica con esa causa? Se puede entender el rol que el
bien juega en las verdades morales, aunque hasta en este caso es raro decir
que el bien es la causa de nuestro conocimiento sobre estas verdades, pero
¿qué tiene que ver el bien con mi conocimiento de que los ángulos del triángulo
suman 180 grados? Si el bien es causa del conocimiento, el bien está implícito
en todos los aspectos del conocimiento, tanto del práctico como del teórico. En
Fedón5, Sócrates implica que la mejor explicación que puede dar al por qué uno
más uno es dos, es que es mejor para ellos sumar dos (96 e-98 b), lo que no
resulta de mucha ayuda. Explicar el conocimiento en términos de bien, no
parece muy claro. ¿Qué quiere decir Sócrates?
El bien gobierna cualquier conocimiento que tengamos de los objetos.
Wieland6 considera que el conocimiento del bien es el conocimiento práctico
que necesitamos para poner todo lo que sabemos en su uso correcto. Sin
embargo, para Platón el bien no es un principio práctico existente en nuestra
mente, sino una realidad “objetiva”. El punto de vista de Wieland no consigue
explicar cómo el bien, además de guiar el uso que hacemos del conocimiento,
puede ser causa del conocimiento mismo. Este uso tiene que tener algún
contenido, o sea, el conocimiento del bien nos habilita al uso correcto de las
hipótesis matemáticas, pero ¿cómo es esto exactamente?
5
Platón, Diálogos, Madrid, Gredos, 1997, tomo III.
6
W. Wieland, 1976, “Platon und der Nutzen der Idee. Funktion der Idees des Gutten“en
Allegemeinen Zeitschrift für Philosophie, 1:19-33.
Ferber7 intenta solucionar el problema de Wieland. Su postura es que las
formas son ideales, o sea, no sólo cosas que son, sino cosas que deberían ser,
son normas. El carácter paradigmático de las ideas platónicas significa algo
más: no son solo Ideas, no solo son onta, sino también deonta. Al caracterizar
las formas como normas e ideales, Ferber no está implicando que no hay
realidades objetivas. Cuando las formas son caracterizadas así, no es difícil ver
porque la causa de ambos, ser e inteligible, debe ser el bien. Para que la forma
sea un ideal o norma, tiene que ser buena. Si las formas son diferentes normas,
entonces el bien es la idea que hace posible la existencia e inteligibilidad de la
norma.
La importancia de identificar las formas con las normas, y el bien con el
principio de esas normas se aclara con las observaciones de Ebert 8. Normas no
son universales o clases que se abstraen de la pluralidad de las cosas a partir de
ciertas características comunes. Un concepto normativo sirve para ordenar los
individuos según una jerarquía, con mayor o menor aproximación al caso límite.
Más que abstraer, imaginan un estado de perfección.
El concepto del bien excluye imperfecciones o malas características. La forma
de la belleza no es simplemente una colección de propiedades comunes a todas
las cosas que llamamos bellas. La función de la forma no es un concepto
general sino una norma. Como norma, las formas no son una abstracción, por
lo que género, especie, o clase no se aplican a ellas. Entonces la idea de bien
no funciona como concepto general, por lo que funciona como norma, o
metanorma.
Si el bien es la “norma de las normas” o el “ideal de los ideales”, entonces
parece natural que nuestro conocimiento del bien, debería tener la función
práctica de determinar cómo usamos y cómo tratamos todo lo demás. Después
de todo llamar a las formas “deonta” o “norma” es transformarlas en prácticas,
en algún sentido. La verdad matemática depende de la habilidad de distinguir el
triángulo perfecto de las instancias imperfectas. La idealización en sí misma
depende de la comprensión del bien. Para saber lo que un triángulo es,
7
R. Ferber, 1989, Platos Idees des Gutten, Sainkt Augustin, Academia Verlag.
8
T. Ebert, 1974, Meinung und Wissen in der Philosophie Platons, Berlin, De Gruyter.
152 | S a l , F l o r e n c i a
Bien y Conocimiento en Platón. Algunas reflexiones sobre el bien
c o m o p r i n c i p i o a n h i p o t é t i c o | 153
tenemos que saber que es mejor que cualquier triangulo imaginado o percibido.
Decir que el bien es la causa de nuestro conocimiento, es decir que la realidad
no es conocida porque se nos es dada, ni en sentido empírico, ni en conceptos.
Para conocer la mente debe proyectarse más allá de lo dado. El conocimiento
no es sobre lo que las cosas son sino sobre lo que deben ser. Conocer algo no
es conocer como existen ipso facto sino como deberían ser, acorde a la
naturaleza. No estamos hablando por supuesto de un deber en sentido moral.
Acá surge otro problema ¿Cómo podemos conocer el bien si el bien es causa o
presupuesto del conocimiento? ¿Cómo lo conocemos si es un principio
anhipotético?
Conocer la causa del conocimiento es conocer el bien. Entonces conocer el
bien es conocimiento del conocimiento, este es el tema del Cármides9 y el
Eutidemo. Pero el conocimiento no es idéntico al bien.
Entonces, porque conocemos las formas a través de algún tipo de
idealización y porque el bien es el principio que hace posible esa idealización, el
bien debe de alguna manera manifestarse en cada actividad del conocimiento.
Esto es lo que el Laques, el Cármides y Eutidemo, sugieren.
En esta línea Eggers Lan10 nos dice que como cada idea o forma es la
perfección con que concebimos algo, un objeto, una cualidad, una relación,
cada idea, debe ser buena, más que buena, la mejor (Fedón, 97c). Por lo que el
bien es el presupuesto de las Ideas, es el principio anhipotético que las unifica.
La superioridad del bien por sobre las demás es incuestionable, así como su
preeminencia y trascendencia.
El bien es un principio no supuesto del conocimiento, es causa del
conocimiento.
En Fedón, Sócrates, comenta que su interés por conocer las causas, (el
ejemplo que usa, al iniciar la argumentación, son las causas de cuestiones
matemáticas), es lo que lo llevó a leer el libro de Anaxágoras dado que aquel
afirmaba que la mente o inteligencia es la ordenadora y la causa de todo (97 c).
En esa búsqueda, supone que si la mente ordena, lo ordenaría del modo mejor.
9
Platón, Diálogos, Madrid, Gredos, 1993, tomo I.
10
C. Eggers Lan, 1974, El Sol, La Línea y la caverna, Buenos Aires, Colihue.
Señala que si uno quiere hallar de cualquier cosa la causa de por qué nace o
perece o existe, sería preciso hallar en qué modo le es mejor ser, padecer o
hacer cualquier cosa (97 d). Esta relación entre causa, perfección y necesidad
(97 e), es lo que Sócrates espera encontrar en Anaxágoras al hablar de la
Inteligencia ordenadora, es también, lo que hace a Sócrates pensar en una
causa común a todos los fenómenos, que explicaría lo mejor para cada uno y el
bien común para todos. Se desilusiona cuando Anaxágoras atribuye esa
causalidad a aires, éteres y otras muchas cosas absurdas y no a la Inteligencia
como había prometido (98 c). Las causas materiales no pueden explicar porque
para Sócrates es más justo y más noble soportar la pena que la ciudad ordena
(99 a).
Por lo que el deber ser es primero ontológico y en segundo lugar ético. La
primacía del bien es ontológica. La ética platónica es más bien una ontología, o
para ser más precisa una consecuencia de su ontología. De ahí la ética
intelectualista, según la cual el bien se relaciona con el conocimiento y el mal
con la ignorancia. Lo que no implica esto afirmar que Platón desconociera los
problemas éticos, o que los menospreciara, al contrario, eran parte esencial de
sus preocupaciones filosóficas.
Bibliografía
EBERT, T. (1974), Meinung und Wissen in der Philosophie Platons, Berlin, De Gruyter.
EGGERS LAN, C. (1974), El Sol, La Línea y la caverna, Buenos Aires, Colihue.
FERBER, R. (1989), Platos Idees des Gutten, Sainkt Augustin, Academia Verlag.
GONZÁLEZ, F. (1988), Dialectic and Dialogue, Illinois, Nothwestern University Press,
cap.8, p 211-218.
PLATO, PLATONIS Opera, Oxford, University Press, 1900-1907, ed. por J. BURNET, 5
vols. en DUKE, E. A., HICKEN, W. F, NICOLL, W. S. M., ROBINSON, D. B. ET
STRACHAN, J. C. G (1995), Platonis Opera, Tomus I, recognoverunt brevique
annotatione critica instruxerunt, Oxford; SLINGS, S. R., (2003), Platonis Rempublicam
recognovit brevique adnotatione critica instruxit, Oxford.
PLATÓN (1992), Diálogos, Madrid, Gredos, tomo III.
PLATÓN (1992), Diálogos, Madrid, Gredos, tomo IV.
PLATÓN (1993), Diálogos, Madrid, Gredos, tomo I.
154 | S a l , F l o r e n c i a
PRESENTACIONES COLECTIVAS
Los valiosos y maltratados periodos de la historia
del pensamiento
CÁTEDRA MEDIEVAL [Filosofía-Humanidades-UNMdP]:
VIOLANTE, SUSANA
THISTED, MARCOS
MARTÍNEZ SÁEZ, NICOLÁS
ROMÁN, ERNESTO
PACHECO, MARIANO
MARTÍNEZ LARRAÑAGA, LIBERTAD
Presentación
acceder a las obras de muchos griegos entre los que se encuentran el Estagirita
y Platón. Acciones todas que han fecundado el terreno de la translatio studiorum.
Afortunadamente, el acompañamiento en estos dos últimos años de Marcos
Thisted, posibilitó incorporar en la cursada –deseo siempre presente pero
algunas veces incumplido–, el derrotero de la filosofía durante el Renacimiento,
ya que este itinerario en su diversidad nos permitió establecer quiebres y
continuidades en el desarrollo de las mentalidades, sobre todo en occidente,
entre los siglos –IV y XVI; advertir las diferencias filosóficas más relevantes del
período para, así, identificar cada problemática en su contexto histórico-cultural
y establecer la influencia de la filosofía de este periodo en los posteriores. Una
especie de “seminario en la cátedra” que se extiende durante todo el
cuatrimestre sobre Nicolás de Cusa y Giordano Bruno. Tema imprescindible
para comprender la aparición, dentro del período, de las nuevas visiones
intelectivas hacia el “mundo” que provocarán importantes cambios. Un beneficio
que vivenciaron los estudiantes entre medioevo y modernidad a causa de esta
tarea desarrollada en conjunto entre ambas cátedras.
También activamos la incumbencia de quien se gradúa en Filosofía para
poder interceder en todas las instancias educativas: inicial, primaria, secundaria,
terciaria no universitaria y universitaria. Por ello la cátedra ha brindado
Seminarios de Grado y Posgrado orientados al trabajo con niños, adolescentes,
adolescentes mayores y mediación filosófica en conflictos. También seminarios
sobre Filosofía medieval en el cine, o el arte, expresado por mujeres medievales
y sus concepciones perspectivistas analogables a pintores como Picasso,
Magritte, Kandinsky y varios más. Mostrando una visión del universo
comparable a la renacentista. Tanto en la cátedra como en los Seminarios,
hemos pretendido ofrecer una orientación en investigación que aporte a la
disciplina filosófica en general y a la comunidad en especial nuevos abordajes y
nuevas relaciones para esclarecer los modos de vida en los que nos hallamos
inmersos.
Las respuestas elaboradas por personas de todos los tiempos y espacios han
gestado aquello que hoy nos permite reconocernos y desconocernos, solo si
atendemos a la diversidad de planteos y comprendemos los procesos de
complejización del pensamiento. Por ello intentamos atravesar todos los campos
de reflexión como, por ejemplo: lenguaje, teoría del conocimiento, metafísica,
pedagogía, necesaria para la preparación del profesional filósofo, a partir de la
participación activa de quienes asisten a los encuentros de gestación de saberes.
Por mucho de lo expuesto, hemos dividido los contenidos en tres líneas para
abarcar la mayor cantidad de problemáticas y mantener una coherencia en
cada una de ellas que dé cuenta de las diversidades que el periodo contiene.
Los temas han sido abordados entre todos los espacios: Teóricos, Teórico-
prácticos y Prácticos teniendo en cuenta la especialización de cada uno de los
integrantes del Equipo Docente, pero no por ello, como hemos señalado,
abandonando aquellos en los que no somos especialistas sino introduciéndonos,
a partir del criterio de “compartir” los conocimientos y buscar nuevos, en las
relaciones entre los diversos temas en el ámbito de las clases Teóricas, a cargo
de la profesora Titular. Nos hemos dedicado a temas como: el tiempo, el bien y
el mal, la belleza y la ciencia, el infinito… y su repercusión en los distintos
acontecimientos históricos en las clases prácticas a cargo de Nicolás Martínez.
Si bien varios estudiosos sostienen que no hubo producción filosófica alguna
en estos cuantiosos siglos, este ha sido un relevante motivo para dedicarnos a
indagar en los filósofos/filósofas del periodo, para visualizar que no fue así, es
otro de los prejuicios junto a la designación de “oscuridad” que se confunde con
“complejidad” porque, estos siglos, no fueron sólo cristianos sino musulmán,
judío y hasta “ateo”. Hubo filosofía, se cuestionaron su tiempo, sus creencias y
sus formas de vida y su persona. También nos empeñamos en compartir ciertas
relaciones verosímiles entre “ellos” y “nosotros”, no sólo por los problemas que
les acuciaban sino porque “ellos” están, en modo diferente, en “nosotros”. Así
mismo, hemos incorporado el tema del “mesianismo en Pablo de Tarso” que
permite repensar críticamente el surgimiento del
cristianismo de la mano de una serie de relecturas filosóficas que, desde
finales del siglo pasado y desde diversas tradiciones (Taubes, Agamben, Žižek o
Badiou, entre otros), han llamado la atención sobre la importancia filosófica y
política de las epístolas paulinas contenidas en el corpus neo-testamentario.
Estos autores destacan su relevancia dentro la tradición occidental y apuntan a
160 | C á t e d r a M e d i e v a l : V i o l a n t e , S u s a n a ; T h i s t e d , M a r c o s ;
Martínez Sáez, Nicolás; Román, Ernesto; Pacheco, Mariano y
Martínez Larrañaga, Libertad
Los valiosos y maltratados periodos de la historia del
p e n s a m i e n t o | 161
Conclusiones
164 | C á t e d r a M e d i e v a l : V i o l a n t e , S u s a n a ; T h i s t e d , M a r c o s ;
Martínez Sáez, Nicolás; Román, Ernesto; Pacheco, Mariano y
Martínez Larrañaga, Libertad
La práctica de vincular la universidad y la escuela a
través de la filosofía
FILOSOFANTES [Mar del Plata]:
VERÓN, ROMINA
ARIAS, JUAN FRANCISCO
SILVA MORENO, ALEJANDRO
GIORGINI, FEDERICO
166 | F i l o s o f a n t e s : V e r ó n , R o m i n a ; A r i a s , J u a n F r a n c i s c o ; S i l v a
Moreno, Alejandro y Giorgini, Federico
La práctica de vincular la universidad y la escuela a través de
l a f i l o s o f í a | 167
170 | F i l o s o f a n t e s : V e r ó n , R o m i n a ; A r i a s , J u a n F r a n c i s c o ; S i l v a
Moreno, Alejandro y Giorgini, Federico
La práctica de vincular la universidad y la escuela a través de
l a f i l o s o f í a | 171
Una vez finalizada la primera mitad de año pandémico, a pesar del desgaste
generalizado, surgió la necesidad de compartir las experiencias novedosas y las
estrategias empleadas frente al amplio abanico de realidades. Así se gestó la
primera mateada virtual, como espacio de reencuentro y también de contención.
Se realizó una convocatoria pública, se compartió el enlace de la sala virtual y
más tarde quedó registrado en el canal de YouTube1. En este caso, el encuentro
se organizó en tres ejes: 1) El interés por la enseñanza de la filosofía y sus
1
Para más información, se puede acceder al siguiente enlace:
https://youtu.be/ZCOrpt8sv74
aportes en contexto de pandemia, 2) Los recursos didácticos y el tipo de
evaluación que optamos para la enseñanza remota y 3) Dimensión laboral y
afectiva de la práctica docente sin presencialidad. El resultado fue sumamente
fructífero y contó con la conexión de unas 40 personas, simultáneamente, que
aportaron sus puntos de vista en las discusiones.
172 | F i l o s o f a n t e s : V e r ó n , R o m i n a ; A r i a s , J u a n F r a n c i s c o ; S i l v a
Moreno, Alejandro y Giorgini, Federico
La práctica de vincular la universidad y la escuela a través de
l a f i l o s o f í a | 173
Ciclo de microentrevistas.
2
La primera entrevista puede encontrarse en el siguiente enlace:
https://youtu.be/a1Zsm60eJEY. El resto de las entrevistas están alojadas en el mismo
canal.
“Lo que dejó la pandemia. Ahora, ¿Qué escuela queremos?”. 2da jornada de
reflexión docente.
Esta actividad que reseñamos fue posterior a la mesa en las Jornadas, pero
dado que la publicación de las actas es posterior nos pareció conveniente
agregarla.
174 | F i l o s o f a n t e s : V e r ó n , R o m i n a ; A r i a s , J u a n F r a n c i s c o ; S i l v a
Moreno, Alejandro y Giorgini, Federico
La práctica de vincular la universidad y la escuela a través de
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