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TEMA 2.

PROCESO DE ENFERMERÍA EN EL
PREOPERATORIO

Las actividades en el preoperatorio son:


ESTUDIO PREANESTESICO: se recomienda realizarlo entre los 60 días y las 24 horas previas para
procedimientos programados o en el plazo exigido por la priorización clínica en caso de procedimiento
urgente.
RECEPCIÓN PLANTA DE HOSPITALIZACIÓN: Se llevan a cabo: el autocontrol de la ansiedad, el
autocontrol del miedo, conocimiento del procedimiento terapéutico, el control de riesgos y el nivel del dolor.
Además, se realiza la preparación quirúrgica y se toman precauciones quirúrgicas.
PREPARACIÓN DEL QUIRÓFANO: Se comprueba los aparatos y el equipo accesorio, se disponen las
mesas y el material accesorio y se reponen medicamentos y el material fungible y no fungible.

En el ESTUDIO PREANESTÉSICO, podemos distinguir varias partes:


1. Entrevista clínica: en la cual se determinan:
-Antecedentes médicos, quirúrgicos y transfusiones.
-Antecedentes anestésicos personales y familiares.
-Medicación habitual, hábitos tóxicos y alergias.
2. Exploración física.
3. Resultados de las pruebas complementarias.
4. Valoración de las dificultades técnicas potenciales: vía aérea, venoclisis periférica y central, técnicas
loco-regionales (anestesia), colocación en posición quirúrgica y cuantificación del riesgo
preoperatorio mediante clasificación ASA.
Tras esto, se debe planificar la conducta preoperatorio, el plan anestésico y se previenen las náuseas y
vómitos. Además, se establece una pauta analgésica, para la cual se tienen en cuenta algunos aspectos
como:
-Tipo de procedimiento quirúrgico.
-Presencia e intensidad del dolor.
-Presencia de ansiedad o depresión.
-Tratamientos analgésicos previos.
-Factores individuales de riesgo.
-Dolor postoperatorio en cirugías previas.

Se informará al paciente y la familia, y se comprobará que el paciente ha comprendido la información


sobre el procedimiento que se va a realizar y se entregará el formulario de consentimiento informado
escrito, dejando constancia documental en la Historia de Salud, sobre: el procedimiento específico, los
riesgos, beneficios y alternativas relacionadas con el plan anestésico, la anestesia postoperatoria, los
resultados de las pruebas complementarias, las recomendaciones preoperatorias (ayuno y educación para el
dolor) y la conciliación de la medicación crónica habitual.
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Se evalúa la información recogida sobre las recomendaciones preoperatorias, y cualquier otra
información relevante para su programación definitiva, instrucciones y observaciones preoperatorias,
incluyendo: premeditación ansiolíticos, profilaxis antiemética, revisión de la medicación crónica habitual,
terapia con beta-bloqueantes si procede, manejo de antiagregantes y anticoagulantes, necesidad de
hemoderivados, profilaxis antibiótico y antiendocarditis bacteriana, profilaxis contra enfermedad
tromboembolitica venosa, pauta analgésica perioperatoria y preventiva, que ha comprendido la información
sobre el procedimiento que se va a realizar y se ha entregado el consentimiento informado.

En cuanto a los factores de riesgo del procedimiento:


1. Cirugía cardíaca o pulmonar.
2. Resección hepática.
3. Cirugías internacionales que se estima que requerirán un tiempo quirúrgico prolongado o que tienen
un riesgo de hemorragia de gran volumen (cirugía de la aorta o procedimiento de Whipple).
4. Prostatectomia.
5. Procedimientos ortopédicos mayores (artroplastia de cadera).
En cuanto a los factores de riesgo del paciente:
1. La edad avanzada se asocia con disminución de la reserva fisiológica y aumento de la morbilidad si
se produce una complicación.
2. Los trastornos crónicos están más estrechamente asociados con el aumento de la morbilidad y
mortalidad posoperatoria que la edad por si sola.
3. La edad avanzada no es una contraindicación absoluta para la cirugía.
4. Infecciones: las infecciones bacterianas fortuitas deben ser tratadas con antibióticos. Las infecciones
no deben retrasar la cirugía a menos que se implante material protésico (en este caso se debe retrasar
hasta que se controlo o elimine la infección).
5. Desequilibrios electrolíticos: deben corregirse antes de la cirugía. Son muy peligrosos los
desequilibrios del potasio, ya que puede dar lugar a arritmias cardíacas.
6. Desnutrición: aumenta el riesgo de complicaciones posoperatorias en los adultos. Por ello, el estado
nutricional se evalúa antes de la cirugía mediante los antecedentes, el examen físico y las pruebas de
laboratorio (serían alarmantes antecedentes de pérdida de peso superior al 10% en 6 meses o del 5%
en un mes, hallazgos como pérdida muscular o signos de deficiencias nutricionales específicas, o
niveles bajos de albúmina sérica).
En cuanto a los factores de riesgo cardíaco:
1. Antecedentes de coronariopatía.
2. Antecedentes de insuficiencia cardíaca.
3. Antecedentes de enfermedad cerebrovascular.
4. Diabetes que requiere tratamiento con insulina.
5. Creatinina sérica (2,0 mg/dL).
Con referencia al manejo perioperatorio, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Los anticoagulantes o antiplaquetarios deben ser suspendidos días antes o ser sustituidos por
anticoagulantes de bajo peso molecular.
- Se puede requerir una dosis suplementaria de corticoides para controlar el estrés perioperatorio.
- Desde el punto de vista de la diabetes, se debe reducir la dosis habitual de insulina.
- En el caso de que el paciente sea alcohólico, se le administrarán benzodiacepinas profilácticas.
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- Otros fármacos para tratamientos crónicos pueden seguir administrándose.

En la RECEPCIÓN EN LA PLANTA DE HOSPITALIZACIÓN, se deben seguir una serie de pasos:


1. Se verificará la identidad inequívoca de la persona.
2. Se verificará la fecha y hora de la intervención quirúrgica en la agenda de quirófano o parte de
quirófano.
3. Se comprobará en la Historia de Salud: el diagnóstico, el procedimiento quirúrgico a realizar, el
informe preoperatorio de anestesia y las pruebas complementarias, los riesgos identificados
(mediante la clasificación ASA), el consumo habitual de fármacos, que se ha informado al paciente
del procedimiento quirúrgico a realizar y se ha comprobado que lo ha entendido y se dejó constancia
documental en la Historia de Salud, la existencia del formulario de consentimiento informado, que se
ha realizado tipaje y screening de anticuerpos irregulares para una eventual transfusión sanguínea.
4. Se aplicarán y comprobará el cumplimiento de las recomendaciones preoperatorias.
5. Se aplicarán medidas para la profilaxis tromboembólica teniendo en cuenta la clasificación de
riesgo de enfermedad tromboembólica.
6. En circuito CMA se comprobará la existencia de acompañantes, medios de transporte y teléfono de
contacto.
Una vez en planta, se previene la infección de la herida quirúrgica y, para ello:
- Se recomienda a los pacientes realizar una ducha o un baño con jabón como mínimo la noche antes
de la intervención quirúrgica.
- Se recomienda, cuando sea conveniente rasurar, utilizar una maquinilla eléctrica con cabezal de un
solo uso el mismo día de la cirugía.
- Se debe proporcionar al paciente ropa específica para acudir al quirófano, que permita el acceso al
lugar de la intervención, así como facilitar la colocación de otros dispositivos, como vías
endovenosas.
- Todo el personal de quirófano debería utilizar ropa específica de quirófano, en todas las áreas en
las que tengan lugar las intervenciones quirúrgicas.
- El personal de quirófano que lleve ropa no estéril debería minimizar las entradas y salidas del área
quirúrgica.
- Se recomienda no utilizar la preparación mecánica del intestino de forma rutinaria para prevenir la
IHQ (infección de la herida quirúrgica).
- Deben lavarse las manos antes y después de cada episodio de contacto directo con el paciente y
después de sacarse los guantes.
- Las manos deberían lavarse con agua y jabón después de varias aplicaciones sucesivas de gel de base
alcohólica.
- El personal de quirófano debería quitarse los anillos antes de las intervenciones quirúrgicas,
retirar el esmalte de uñas y las uñas artificiales antes de las intervenciones quirúrgicas.
En cuanto a la profilaxis antibiótica:
- Los antibióticos elegidos para la profilaxis deben cubrir los patógenos esperados en la intervención
quirúrgica a realizar.
- Los antibióticos de reducido espectro y menos caros deberían ser de primera elección para la
profilaxis antibiótica durante la cirugía.
- Se debería iniciar un tratamiento erradicador en pacientes portadores de SAMR (Staphylococcus
aureus meticilin resistente) antes de la cirugía de alto riesgo.

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- La mupirocina intranasal debería usarse profilácticamente en pacientes sometidos a cirugía con
alto riesgo de morbilidad y que sean portadores de SAMR.
- Los glucopéptidos deberían considerarse para la profilaxis antibiótica en pacientes sometidos a
cirugía de alto riesgo y que sean porteadores de SAMR.
- Los antibióticos profilácticos endovenosos deberían darse entre los 30 y 60 minutos antes de la
incisión.
- Una única dosis terapéutica estándar de antibiótico es suficiente para la profilaxis en la mayoría
de las circunstancias, salvo que la intervención se prolongue más de cuatro horas o se produzca una
pérdida de sangre >1500 cc.
- Se recomienda una única dosis de antibiótico con una vida media suficientemente larga para
mantener la actividad durante toda la intervención, aunque para artroplastia se recomiendan hasta 24
horas de profilaxis antibiótica.
También, se tiene que prevenir el tromboembolismo:
- Se debe valorar el riesgo de complicaciones trombóticas en todo paciente que se va a someter a
cirugía, considerando el tipo de cirugía y las características del paciente.
- Todo paciente que va a ser intervenido quirúrgicamente y va a permanecer en el hospital tras la
cirugía, debe recibir algún método eficaz de prevención de complicaciones trombóticas.
- En todo paciente que va a ser intervenido quirúrgicamente y va a permanecer en el hospital tras la
cirugía, se recomiendan las medias de compresión, preferiblemente las graduadas hasta la cadera o
el muslo, si no existe contraindicación.
- En pacientes con ciertos factores de riesgo de trombosis o que va a ser sometidos a una cirugía con
un riesgo elevado de complicaciones trombóticas, se recomienda el tratamiento con heparinas de
bajo peso molecular, además de medidas mecánicas.
- En los pacientes en tratamiento con heparinas de bajo peso molecular, se sugiere iniciar el
tratamiento entre dos y doce horas antes de la intervención quirúrgica, y mantener el tratamiento
durante un mínimo de una semana tras el alta hospitalaria o un máximo de 30 días.
Además se debe conseguir el mantenimiento de la normotermia:
- Debería valorarse el riesgo de hipotermia de cada paciente antes de la cirugía.
- Los profesionales sanitarios deberían asegurarse de que los pacientes no tengan frío antes de ir al
quirófano, especialmente si se les medica previamente.
- La temperatura corporal debería ser de 36ºC o superior antes de trasladar el paciente a
quirófano. Si la temperatura del paciente es < 36ºC el calentamiento con aire forzado o con mantas
térmicas debería empezar antes del traslado a quirófano y mantenerlo durante la fase intraoperatoria.
Finalmente, se deben evitar las náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO):
- Se deberían identificar los factores de riesgo asociados con las NVPO en cada paciente que va a
ser sometido a cirugía.
- La profilaxis con antieméticos debería considerarse en los pacientes con riesgo moderado o alto de
presentar NVPO.
- Cuando sea posible la elección, se debe advertir a los pacientes que el riesgo de NVPO disminuye
al utilizar anestesia regional en lugar de anestesia general.

En la PREPARACIÓN DEL QUIRÓFANO, se tienen en cuenta los siguientes aspectos:


Comprobación del aparataje y del equipo accesorio:

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- Inspeccionar las conexiones de alimentación de gases para asegurar que no existan fugas.
- Verificar la conexión de las tomas de alimentación con el código de color adecuado.
- Encender el monitor y comprobar que todas las determinaciones que necesitamos estén
configuradas.
- Conectar los aspiradores (uno para anestesia y otro/s para la cirugía) a la toma de vacío y dejar el
de anestesia preparado con una sonda de aspiración.
- Comprobar que la/s bomba/s de perfusión estén conectadas a la red.
- Verificar que el nivel de agua bidestilada del calentador de sueros (hot line) sea el adecuado.
- Conectar la placa de bisturí eléctrico.
- Tener preparado el calentador térmico con una manta de brazos y otra de piernas para su posible
uso.
- Encender las lámparas quirúrgicas, revisar su haz de luz e intensidad y moverlas en diferentes
posiciones para comprobar que todos sus giros son posibles.
- Probar que la mesa quirúrgica realiza todos los movimientos correctamente.
- Encender el negatoscopio y revisar que luce adecuadamente.
Revisar todo el material accesorio que debe encontrarse en el respirador:
- Mascarillas faciales de varios tamaños.
- Dos laringoscopios, uno con pala larga y otro con pala corta (comprobar que funcione la luz).
- Guedell de tamaño adecuado a cada paciente.
- Pinzas de Maguill.
- Fonendoscopio.
- Esparadrapo de tela y papel.
- Venda para sujetar el tubo endotraqueal.
- Fiadores de varios tamaños.
- Tijeras.
- Ambú.
Disposición de mesas y material accesorio:
- Reloj de pared: comprobar la hora y su correcto funcionamiento.
- Mesa de instrumental: sobre ella se colocará ropa estéril donde se depositará el material necesario
para cada intervención.
- Mesa de mayo: se utiliza para ubicar el instrumental que será usado con más frecuencia durante la
operación. Se cubrirá antes de la cirugía y se situará directamente sobre el paciente, pero no en
contacto con él.
- Mesas accesorias: en ellas se ubican los materiales e instrumental complementarios para cada
operación y para las distintas técnicas de enfermería y anestesia (vía central, sondaje vesical, etc.).
- Carro con el material indispensable: suturas, hojas de bisturí, compresas, drenajes, etc.
- Cubetas: se usan como cubo de basura. Están cubiertas por una bolsa de plástico y suelen tener una
base con ruedas.
- Cesto para ropa sucia: provisto de la bolsa de color indicada según cada hospital.
- Carro de anestesia: con toda la medicación necesaria, sueros, tubos endotraqueales, sistemas
arteriales, vías centrales y todo el material fungible esencial para que el anestesista pueda desarrollar
su trabajo.
- Reposición.

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