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LUCIO í EL MARXISMO
COLLETTI
EL “ DERRUMBE'
DEL
CAPITALISMO
Antología sistemática de
textos de Marx, Bernstein,
Cunow, Schmidt, Kautsky,
Edición preparada Tugán-Baranovski. Lenin,
por Hilferding, Bauer, Luxemburg,
José A ricó Bujarin y Grossmann
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ÍN D IC E ganzl912
a d v e r t e n c ia , por jost a r ic ó 9
INTRODUCCIÓN, pOT LUCIO COLLETTI II
ed u ía rd b e r n s t e in 143
[LAS PREMISAS DEL SOCIALISMO Y LAS. TAREAS DE LA SOC1AL-
DEMOCRACIA] LAS CRISIS Y LAS POSIBILIDADES DE ADAPTACIÓN
DÉ LA ECONOMÍA MODERNA 145
[5]
6 ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
■' I' ' ' ' ' ‘ ■ ' "
Ninguna persona con los cinco sentidos sanos puede dudar aún
que! nos encontramos en medio de una crisis mundial general. Si
; bien Italia y los Estados Unidos se conservaron hasta ahora libres
de ella, aumentan los indicios de que también allí la época de pros
peridad'se acerca; a su fin. El señor Hitze piensa que “el señor
Berhstein analizó con inteligencia y resultados fructíferos las teo
rías5de las crisis en su verdadero valor”, pero esta cuestión se vuel
ve oscura en el caso del profesor católico Sinn, y hasta algunos de
sus colegas ya están instalados en ésa visión fatalista que los vuel
ve proclives a pensar que las crisis son un inevitable fenómeno
natural, al cual habría que resignarse de la misina manera que a la
muerte. Para estos señores la naturaleza parece comenzar en el año
1825, pües éste es el primero de los ciclos dé crisis de los que aquí
se trata. Los menos indinados por el fatalismo, proceden con in
dignación moral y buscan la causa originaria de las crisis en la
maldad: de las- personas que abusan de la estupidez de los otros
—entré ellos muchos de los moralmente indignados— para realizar
toda clase de especulaciones sucias. Mediante una legislación con
veniente se coloca en manos de estos malos sujetos la función, y
el “público”, los “ahorristas”, duermen tranquilos pensando que
una ilustradísima autoridad vela por sus dividendos.
Esta indignación moral es ciertamente más cómoda que la inves
tigación de las causas de las crisis, que no resulta tan simple. Du
rante casi un siglo él mundo capitalista es atormentado por el ciclo
de prosperidad y crisis, y tal vez en la actualidad se está más ale
jado de una coincidencia en la explicación de este fenómeno que
en sus inicios.
El libro deí profesor ruso Michel Tugán-Baranovski, aparecido
justamente en el momento preciso el año pasado, no es una con
tribución para lograr acuerdo en este campo, pero sí una contri
bución para su investigación.1
No es una contribución a la unificación ya que añade una nue
va teoría de las crisis a las ya existentes, la que de ningún modo
puede considerarse como aceptable por todos. Pero es una impor-
1 Ór. Michel Tugán-Baranovski, Studien zur Theorie and Geschichte der
Hañdelskñsen ¡n England, Jena, Gustav Fischer,vm, pp.
! uw>]
190 KAKI. EÍAUTSKY
Se| ve, como dice Tugán, que "la correcta solución del problema
dadcj no;es tan simple como Marx supone"; ¿Como Marx supone?
¿O 'Tugán? !
Ante todo es completamente falsa su afirmación de que Marx
no consideró para nada las influencias del alza de la productivi
dad :deh trabajo sobre el valor del capital. El capítulo 14 clel tomo
tercero de E l capitel comienza con las siguientes palabras:
SÍ .¡se considera el enorme^ desarrollo de las fuerzas productivas del tra
bajo! social aun sólo en los últim os 30 años, en comparación con todos
los periodos p r e c ed en tes—especialm ente si se tiene en cuenta la enorme
masa| de capital fijo que entra, además de la m aquinaria propiam ente
i 94 KAftL KAUTSKY
Las causas más generales que Marx señala son: 1] Elevacióji del
grado de explotación del trabajo, 2] Reducción del salario por de
bajo de su valor, 3] Abaratamiento de los elementos del capital
constante, 4] La sobreproducción relativa, 5] El comercio exterior,
6] El aumento del capital accionario.
En la página 201 de su libro, Tugán mismo señala que Marx
reconoció los efectos que contrarrestaban la baja tendencial de la
tasa de ganancia, en la página 211 le reprocha no haber conside
rado en absoluto los efectos de la creciente productividad del tra
bajo sobre el capital y haberse representado muy simplemente la
solución del problema. En realidad Marx se ha anticipado por
completo en los puntos 1 y 3 de las objeciones de Tugán. (.Nota-
bene: Tugán cita incorrectamente el punto 1 cuando él lo repro
duce con las palabras: “ 1] Elevación del grado de explotación del
trabajo por prolongación de la jornada laboral e intensificación
del trabajo.”1 Marx toma en consideración explícitamente no sólo
el plusvalor absoluto sino también el relativo, o sea la elevación
de la explotación por disminución del valor de la fuerza de traba
jo, precisamente en aquella página a la que Tugán atribuye im
portancia.)
Pero ciertamente Marx considera estos factores sólo como obs
táculos de la baja tendencial de la tasa de ganancia, Tugán cree
poder deducir de ellos una ley del alza tendencial de la tasa de
ganancia.
Y en los hechos de las fórmulas n y m se desprende una constan
cia de la tasa de ganancia. ¿Pero qué es lo que se deduce de ello?
En primer lugar no otra cosa que la tasa de ganancia no cae allí
donde se presentan las hipótesis admitidas por Tugán.
¿Pero cuáles son estas hipótesis?
Una, es que la explotación de los obreros no sólo aumenta, sino
que aumenta en la misma medida que la productividad del tra
bajo, que, por consiguiente, la clase capitalista no sólo gana una
participación siempre creciente en todos los progresos de la pro
ductividad, sino que ella se los apropia exclusivamente sola y por
completo. Ni a Marx ni a uno solo de los marxistas “ortodoxos”
se les hubiera ocurrido formular una hipótesis semejante. Los re
visionistas, por el contrario, afirman que incluso la explotación de
t e o r ía s d e l a s c r is is 195
los obreros disminuye, su participación en la creciente producti
vidad crece más rápidam ente que la de los capitalistas. En este
punto abandonam os a T u g án a ía espada justiciera de sus críti
cos colegas revisionistas*
Pero la sola hipótesis de una sem ejante explotación creciente
de los obreros no .bastaría aún para . dejar constante la tasa de
ganancia en su estado anterior. Debe añadirse a ella otra hipótesis:
que el valor del capital constante, de Jos medios de producción, no
supere nunca la suma anual de los salarios de los obreros por ellos
sustituidos. .Según la hipótesis de Tugán, las nuevas m aquinarias
duplican la productividad del trabajo; pero su precio es igual a lá
suma de los salarios anuales de los obreros ocupados en ellas. Si
su precio superara este lím ite, entonces, según la fórmula n de
T ugán, tam bién debería bajar ía tasa de ganancia, aún cuando la
explotación de los obreros aum entara tan rápidam ente como la
productividad del trabajo.
Comparemos las fórmulas de T ugán según los supuestos anterio
res con la forma que adoptan bajo supuestos que corresponden
m ejor a la realidad:
Fórmula i:
Capital salarial 100 000 marcos
Gapital global 100 000 marcos
Plusvalor 100 000 marcos
T asa de plusvalor 100% Tasa de ganancia 100%.
ESQUEMA X
Total: I 440 millones de capital constante -|- 720 millones de capital va
riable -[- 720 millones de plusvalor — 2 880 millones de valor del pro
ducto total.
E SQ U E M A II
:v . .. 3a. sección , . .
. Medios de producción
980 millones;, de capital constante -}- 490 millones de capital variable
. _j_ 490 millones de plusvalor — 1 960 millones
2a. sección . .. .
¡
222 xcAür, k m jt s k y
18684870 18964898
Hilados 82.5 millones de £ 77.1 mili, de£
Hierro (ind. máquinas) 26.3 39.9
Hulla 5.4 16.7
Hilado Telas
Cantidad Valor Cantidad Valor
Millones Millones Millones Millones
de libras de marcos de yardas de marcos