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6.

1 El género dramático, antecedentes históricos


Al igual que con la poesía, resulta casi imposible saber en qué momento exacto de la historia
comenzó el teatro, cuál fue la primer obra y quién fue el primer dramaturgo o el primer actor.
Esto se debe a que muchos de los registros que se tienen de las distintas civilizaciones se han
perdido.

En el Antiguo Egipto se hacían representaciones


teatrales en honor a los diferentes dioses, sin embargo, no se sabe a ciencia cierta qué tipo de
representaciones o quiénes participaban en ellas.  
Sin embargo, podemos decir que el teatro comenzó en forma en la Antigua Grecia. Tenía gran
importancia en la sociedad de ese tiempo, ya que cumplía dos funciones, una era de
esparcimiento, porque buscaba entretener a los espectadores; y la otra pretendía enseñar al
pueblo.
Según la leyenda, Tespis fue el primer actor y dramaturgo de la antigua Grecia; se cree que
existió en el siglo VII A.C. y al parecer utilizaba las máscaras en sus representaciones;
mediante ellas el público podía ver los diferentes estados de ánimo o incluso reconocer si un
actor era protagonista o antagonista.
Para llevar a escena un texto era muy importante considerar dos aspectos: la obra en sí y el
lugar donde se representaba, los cuales tenían ciertas características que se muestran a
continuación:

Cuando el Imperio romano absorbió parte de la cultura griega, el teatro fue uno de esos
intercambios culturales que se dio entre romanos y griegos; sin embargo, con el paso de los
años y el cambio de las religiones politeístas al catolicismo, estas prácticas fueron castigadas
y perseguidas por todo el Imperio, ya que se consideraban prácticas paganas por su origen de
tributos a los dioses. Pese a esto, el legado que dejaron nunca se pudo eliminar ni erradicar
de la sociedad.  

6.2 Análisis histórico del género dramático


Al igual que la poesía, el teatro sufrió modificaciones y se fue adaptando a las necesidades
sociales de la época, sin embargo, la evolución del teatro no se dio rápidamente o con
facilidad, es por ello que los cambios y las corrientes no son tantos como en otros géneros
literarios. Esto se debe a que para hacer una evolución en el género dramático el agente
inicial de cambio puede ser el autor o dramaturgo, sólo que en el teatro es necesario que al
mismo tiempo participen activamente dramaturgos, actores, escenógrafos, etc.; como están
involucradas más personas en el teatro, con respecto a otras artes, el cambio es más lento.
Los cambios que ha sufrido el teatro como corriente literaria son: clásico (Grecia y
Roma), renacimiento y barroco, neoclásico, moderno y el teatro del siglo XX. A
continuación haremos un estudio de cada uno de ellos:

Teatro clásico
El teatro clásico tuvo su origen en la Grecia Antigua, las primeras manifestaciones y
representaciones teatrales se hacían en una plaza pública, en muchas de las ocasiones la
trama no tenía mucho sentido y los actores no estaban muy preparados, sin embargo, los
griegos establecieron reglas para el teatro:

El dramaturgo tenía que tener el ingenio suficiente para poder adaptar sus ideas y sus
acciones en estas tres reglas; esta forma de escribir fue establecida por Aristóteles y se
aplicaba también para la poesía. En Grecia destacan autores como: Sófocles, Eurípides,
Aristófanes, entre otros.
Estas reglas continuaron durante el Imperio romano, sin embargo, existieron algunos cambios
con respecto al teatro griego, como los siguientes:
Se incluyeron mujeres en las representaciones teatrales.
Se incluyeron animales en las representaciones teatrales.
Rompieron con una regla casi sagrada del teatro griego que decía que no debía haber
muertes en el escenario.
Aparecieron diferentes tipos de espectáculos, como los acróbatas, mimos, gladiadores,
malabaristas, etc.
Realizaban representaciones de batallas terrenales donde no siempre participaban los dioses.

El esplendor del teatro clásico cayó cuando el emperador Constantino se inclinó por la religión
católica, incluso él se convirtió del paganismo al catolicismo y promulgó una ley que les
permitió a las personas que profesaban esa religión ser libres a lo largo de todo el imperio.
Esto trajo como consecuencia que las personas adeptas al teatro fueran reduciéndose
considerablemente. Los problemas para el teatro no terminaron ahí. Constantino II, hijo de
Constantino, promulgó una ley referida a que la religión católica era única y que nadie podría
hacer prácticas fuera de ella; entonces el teatro pasó a ser una actividad clandestina que era
castigada para los que la practicaban y para los espectadores.
Consecuentemente, el emperador Teodosio I decretó que los juegos olímpicos y las
representaciones teatrales tenían un origen pagano y, por consecuencia, era un pecado que
atentaba contra la integridad del hombre, así que se castigaba con la muerte; los
espectadores eran torturados, en ocasiones durante semanas enteras. Las obras terminaron
en la clandestinidad y en su eventual extinción. Fuentes confiables indican que la última obra
representada en Roma ocurrió en el año 533. El teatro, para todo fin práctico, había muerto
(Betancourt, 2012).

Teatro Renacentista y Barroco


La Edad Media fue un periodo muy complejo para los artistas interesados en expresar sus
ideas de cualquier forma. Si el arte no guardaba relación con la iglesia, era considerado
profano y prohibido. Es por ello que durante este periodo el teatro únicamente funcionó como
medio para adoctrinar personas en la religión católica, se representaba exclusivamente en
iglesias y plazas públicas.
Durante el Renacimiento y el Barroco el teatro volvió a cobrar fuerza (siglos XVI y XVII). En el
Renacimiento, el movimiento teatral retomó fuerza nuevamente; pero fue complicado su inicio
ya que los actores y dramaturgos no eran bien vistos en la sociedad y se escondían en
diferentes partes de Europa. Fue difícil que ellos empezar a escribir y actuar sin miedo a la
Inquisición que los había castigado durante la Edad Media. En estas obras podemos
identificar al hombre como centro de atención en los conflictos y ya no a Dios.
A finales del siglo XVI y principios del XVII, en Inglaterra, durante el periodo del teatro
isabelino (llamado así por haber sido amparado por la reina Isabel I) surge uno de los más
grandes exponentes del teatro: William Shakespeare, quien ejerció gran influencia en la
literatura de otros países y cuyas obras se representan hasta nuestros días.
Casi a la par, pero en España, se desarrolla el llamado Siglo de Oro. Entre los autores más
importantes de esta época tenemos a Lope de Vega, considerado el genio del teatro español,
quien realizó importantes innovaciones al teatro como género; Miguel de Cervantes Saavedra,
quien además de ser mundialmente reconocido por su obra narrativa Don Quijote de La
Mancha, también escribió múltiples e importantes entremeses; los acompañaron, entre otros
autores, Pedro Calderón de la Barca y Tirso de Molina.
Revisa el siguiente video, en el que encontrarás el monólogo de Laurencia, personaje de la
Fuenteovejuna de Lope de Vega:

Este teatro rompió los esquemas aristotélicos propuestos por los griegos, para este periodo
las tramas y la interacción entre los personajes eran complejas, las intrigas, la duda y la
curiosidad resaltaban en las diferentes escenas, y las acciones podrían durar días o semanas;
esto trajo como consecuencia la necesidad de innovar los escenarios.

Teatro Neoclásico
Surgió principalmente en Francia, en los siglos XVII y XVIII; no fue un movimiento posterior al
Barroco o una consecuencia del mismo, sino que fue una corriente literaria que surgió a la par,
pero con otras formas muy particulares de ser.
El teatro neoclásico buscó, en primer lugar, regresar al teatro clásico, sus representaciones se
realizaban en los típicos edificios teatrales, no le interesaba en lo más mínimo innovar u
obtener nuevas cosas, prefería la consolidación del teatro griego, el cual fue el modelo que
siguieron como referencia. Los franceses estaban tan orgullosos del teatro neoclásico que
llegaron a tener un lema al respecto: “Sin Francia el teatro neoclásico sería un teatro muy
menor, artificioso y fallido” (Betancourt, 2012). Destacan en esta época autores como Racine,
Corneille y Moliére.
El género dramático surgido en el neoclásico tuvo las siguientes características:
Predominaban las tres unidades clásicas del teatro.
Utilizaba un lenguaje altamente tradicionalista.
Los personajes eran estereotipados. El malo siempre era malo con muchos defectos y el
bueno siempre era bueno con todas las virtudes.
Tenía un mensaje único que buscaba dejar una enseñanza.
 

Teatro Moderno

El teatro Moderno no hace alusión al teatro que se encuentra presente hoy en día, sino a una
corriente literaria que surgió a finales del siglo XIX en Europa.
Por extraño que parezca, el Romanticismo (movimiento literario del siglo XIX) estaba matando
al arte teatral, la gente se aburría mucho, y los teatros cada vez estaban más vacíos. Los
dramaturgos de esa época eran excelentes poetas, pero muy malos en las artes escénicas.
Sin embargo, como en cada decadencia surge un nuevo comienzo, tres autores importantes
crearon una nueva forma de hacer teatro, a la cual llamaron teatro Moderno. Ellos son
Henrick Ibsen, con sus destacadas obras Casa de muñecas, Hedda Gabler,  Espectros y Un
enemigo del pueblo; y Antón Chéjov, que hace alusión al espíritu ruso en sus obras: El jardín
de los cerezos, Tío Vania y La gaviota, entre otras. Por último, está August Strindberg, autor
sombrío, con su destacada obra Señorita Julia (Betancourt, 2012).
El teatro Moderno tiene una serie de características; pero éstas no son vistas como reglas a
seguir, sino como elementos que pueden ayudar al teatro. Las características que destacan
son:
Se eliminó el verso, este teatro se basó en la prosa.
Los protagonistas de las obras eran gente común y corriente con defectos y virtudes.
Se eliminaron las divinidades y el destino trágico.
Los problemas de los protagonistas eran causados por ellos mismos.
Se trabajan situaciones de la psicología del hombre.

Teatro del Siglo XX

Se caracteriza por manifestaciones vanguardistas, surgió como una inquietud de las personas
por poder manifestarse, lo que hace que sea muy complicado establecer sus características;
sin embargo, la más importante es que busca expresar el sentido más profundo de la
psicología de las personas. Los espacios de representación de estas obras son muy variados,
espacios abiertos, teatros o simplemente casas, dependiendo de las características de la
obra.
Es un teatro que surgió entre las Guerras Mundiales, abarca desde el expresionismo
alemán de la década de 1920 (con autores como Georg Kaiser y Gerhart Hauptmann), al
realismo estadounidense (con autores como Arthur Miller), al gótico sureño de Tennessee
Williams, al teatro absurdo de Eugene Ionesco y Samuel Beckett, entre otras muchas
tendencias (Betancourt, 2012).
Revisa el siguiente video de la puesta en escena de Seis personajes en busca de autor de
Luigi Pirandello, obra en la que se pueden reconocer características del teatro del siglo XX:

Cierre
El teatro es un espacio de esparcimiento, social y cultural donde las personas son capaces de
expresar sentimientos y emociones, representan hechos reales que acontecieron en un
tiempo o también ficticio, que salen de la mente del autor.
A lo largo de este tema pudiste ver la historia del teatro desde sus inicios en la Grecia Antigua,
hasta las manifestaciones teatrales de nuestros días, hiciste un recorrido histórico por los
diferentes tipos de teatro y pudiste conocer las obras y los autores más representativos de la
época; esto te servirá para tener un referente histórico que te permitirá desenvolverte en los
temas consecuentes, con naturalidad y sin ningún problema.

7.1 Estructura externa del teatro


La estructura externa del texto teatral puede presentarse de la siguiente manera:

Acto: este no es un elemento que acompaña al teatro desde sus orígenes, ya que en las
estructuras dramáticas del teatro griego solamente se manejaba un tiempo y, por ende, sólo
un acto. Con el resurgimiento del teatro en el Renacimiento, las obras cambiaron y éstas se
empezaron a dividir en un mayor número de actos para lograr que las tramas complejas
tuvieran sentido.
El acto en su más simple definición es la caída del telón; sin embargo, es algo más complejo
que eso, es el cambio de momento, escenario y personajes que interactúan a lo largo de la
obra. Puede existir el caso de que hayan obras que sólo tengan un acto, por ello podemos
decir que cuando el telón cae se da por terminada la obra.
Para algunos teóricos, cada acto debe tener un principio, un desarrollo y un desenlace
(Betancourt 2012); entonces los actos ayudan a que ese principio, ese desarrollo y ese
desenlace queden más marcados, es por ello que los dramaturgos deben tener especial
cuidado que al término de cada acto el público esté lo suficientemente interesado para ver el
siguiente acto. Es decir, que la narrativa de la obra se interrumpa, quede en suspenso y en el
siguiente acto se retome.
Cuadro: es una estructura característica del teatro moderno y del actual. Su nombre deviene
de las pinturas; también como una foto o una historieta, delimita en sí una unidad de situación
y se diferencia del acto, porque en éste último la narrativa se fragmenta con entradas y salidas
de personajes y en el cuadro se mantienen como una unidad.
Escena: es cuando los actores salen o entran. Con el teatro renacentista la escena pasó a
ocupar un lugar secundario dentro del teatro, y se limitaba a hacer mención a las ocasiones en
las que los actores salían o entraban dentro de un acto, entonces podemos decir que un acto
puede tener varias escenas.
Como parte de la estructura externa también tenemos elementos como:
Las acotaciones: son las diferentes ideas, sugerencias e indicaciones que el autor de la obra
escribe, a menudo entre paréntesis, para que la puesta en escena sea lo más cercano a su
concepción original (Betancourt, 2012). Sin embargo, es importante mencionar que las
acotaciones no sólo sirven en los cuadros, sino que también son importantes para señalar:
cambios de escena, cambio de vestuario, acciones de los personajes, humor en que se dice
una frase, etc.
Las formas expresivas: son las diferentes maneras en que se puede comunicar un
personaje, se destacan: diálogo directo, monólogo, soliloquio y aparte.
7.2 Estructura interna del teatro
Para desarrollar la estructura interna de una obra hay que considerar:

Creación de la obra: para toda creación teatral es necesario visualizarla en tres grandes


etapas: exposición, desarrollo y conclusión, en donde la trama completa se va
desenvolviendo. En lo que respecta a la exposición se plantea la situación de conflicto que
va a estar presente a lo largo de la obra, también se presentan a los personajes y se
establece cuál de ellos es el protagonista y cuál el antagonista. El desarrollo es la parte
medular donde el conflicto se trata de resolver, sin embargo, no se hace en su totalidad. Los
protagonistas son puestos a prueba por el antagonista y se prepara todo para resolver el
conflicto al final. Por su parte, la conclusión es donde se resuelve el conflicto, el protagonista
al fin es capaz de definir si puede o no llegar a su meta para cumplir sus objetivos; éste es el
momento en el que el dramaturgo es capaz de revelar el porqué de todas las situaciones que
se presentaron a lo largo de la obra.
Personajes: son la parte emblemática de la obra, el éxito o el fracaso de la misma depende
de qué tanto pueda identificar el público al personaje con el mensaje que pretende dar. Un
personaje tiene que tener los gestos, el carácter, la forma de ser y hasta la forma de vestir
según lo propone el autor o dramaturgo en las acotaciones del texto, lo que hace muy
complicada su caracterización, ya que en muchas ocasiones el personaje sólo vive en la
mente de quien lo concibe y muchas veces puede enriquecerse la creación con las propuestas
del actor y del director de escena.
Los personajes que pueden existir en obra son:
Haz clic en cada uno de los personajes para ver su descripción.
Protagonista
Antagonista
Elemento de juicio
Pivote
Espejo
Estereotipos
Redondos
Planos
Cabe señalar que los protagonistas en su gran mayoría son personajes redondos, que en
muchas de las ocasiones cambian su forma de ser, o su carácter, gracias a una lección que
recibieron en el desarrollo de la trama, o con ayuda del elemento de juicio.
El tema es una parte fundamental en las obras y no es otra cosa que la idea principal de la
misma. Temas como justicia, amor, odio, venganza y recompensa son comunes (Betancourt,
2012).
El tema es la base a partir de la que va a girar la obra, es la idea que el dramaturgo quiere
desarrollar a lo largo de toda su trama; por ejemplo, en Hamlet de William Shakespeare el
tema es la venganza, pues la trama gira en torno a un rey asesinado por su hermano, luego
regresa el fantasma del asesinado para pedir a su hijo que desenmascare al traidor y recupere
su trono.
La acción dramática es el sustento del teatro, y se refiere a los diferentes aspectos, las
distintas decisiones que el protagonista toma y lleva a cabo para que la obra fluya y se
desarrolle (Betancourt, 2012).
Las acciones se pueden presentar de la siguiente manera:

 En lo que respecta al conflicto podemos decir que existen cinco tipos diferentes:

 Ser humano contra ser humano


 Ser humano contra sociedad
 Ser humano contra sí mismo
 Ser humano contra el destino
 Ser humano contra naturaleza
Cabe señalar que no existe un orden de cuál de las dos partes es la protagonista y cuál la
antagonista, el conflicto solo es una situación de quiebre y disputa entre las dos partes.
7.3 Subgéneros dramáticos (tipos de teatro)
Normalmente el teatro se dividió en dos subgéneros que fueron comedia y tragedia, esta
distribución viene desde los griegos y para ellos sólo se podía hacer teatro de esas dos
formas. Sin embargo, con el pasar del tiempo y con las exigencias de la sociedad y del
público, fue necesaria la creación de otros subgéneros: farsa, pieza, melodrama,
tragicomedia, obra didáctica, entre otras.
La tragedia centra su trama en alguna situación desafortunada que le pasa al protagonista,
puede ser al principio de la obra, lo que genera el conflicto que se resuelve hasta el final;
como forma de solución del conflicto se puede presentar la muerte de algunos de los
personajes importantes.
La comedia en su comienzo fue concebida como inferior a la tragedia. Para los griegos (los
creadores del teatro como lo conocemos) en la comedia sólo podían existir personajes torpes,
tontos, vulgares; para ellos existía la premisa de que sólo las personas risibles podían hacer
reír.
La farsa tiene su origen (como subgénero propiamente dicho) en Francia en el siglo XV. Cabe
señalar que en la Grecia antigua existían obras que encajan en este subgénero, sin embargo,
en ese tiempo se les consideraba comedias.
Etimológicamente hablando, la palabra farsa tiene su origen en el relleno que le ponían los
cocineros a los pavos, pollos, cerdos y demás animales que preparaban; pero en términos
teatrales significa poner al revés las cosas.
Los personajes principales ya no son héroes, éstos son capaces de caer en situaciones
vergonzosas o chuscas, las tramas son intrascendentes o populares, y principalmente se
burlan de la autoridad o del régimen de gobierno vigente en ese momento. Entre las obras
más destacadas en el siglo XX se encuentran las del autor Darío Fo: No hay ladrón que por
bien no venga y Los pintores no tienen recuerdos. 
Revisa el siguiente video en el que podrás observar un fragmento de la obra de Darío Fo, Los
pintores no tienen recuerdos:
El melodrama es el subgénero más cuestionado en lo que respecta al teatro, de hecho, en
opinión de los expertos se ha ganado su lugar como subgénero teatral más por la popularidad
que por sus cualidades artísticas. Su único objetivo es la manipulación de los sentimientos.
Los personajes son planos, el tema que se maneja no deja ninguna enseñanza y las
situaciones que se presentan no tienen relación con la sociedad. En el melodrama existen dos
campos: la ópera y las telenovelas.
La tragicomedia es un subgénero muy difícil para todos, ya sea para el dramaturgo, los
actores y el público en general. Consiste en arrancar la hilaridad del público con situaciones
grotescas o al menos de gran humorismo, pero cuando el público cae en la cuenta que está
presenciando una comedia, el dramaturgo propone una vuelta de tuerca perturbadora y
terrible (Betancourt, 2012 p. 108).
Entre los autores más destacados de este subgénero tenemos a Shakespeare con La
tempestad, Troilo, Crésida y el Mercader de Venecia.
Debido a la complejidad que tiene este subgénero, estuvo a punto de desaparecer a partir del
siglo XVII, poco o nada se escribía al respecto. No fue sino hasta la mitad del siglo XX que
reaparecería.
Cierre
A lo largo de este tema viste dos cosas muy importantes, la estructura que tiene el texto
dramático y los subgéneros que existen dentro del teatro, esto te permitirá poder identificarlos
y analizarlos cuando se te presenten en diferentes circunstancias, habilidades que te serán
muy importantes a lo largo de tu formación y en situaciones prácticas de la vida.

8.1 Composición de la tragedia


Varios son los estudios realizados para la composición de la tragedia griega, el primero del
que tenemos registro es el texto de Aristóteles Arte Poética, donde el autor, después de
leer gran cantidad de obras de su época, organizó una serie de reglas y conceptos para
componer las tragedias griegas. En la actualidad, estudiosos de México y Latinoamérica,
han organizado los diferentes textos dramáticos teniendo en cuenta características
comunes, como lo hizo Virgilio Ariel Rivera (2004) en su libro La composición dramática.
Estructura y cánones de los 7 géneros, según el autor, la tragedia puede tener las siguientes
características:

 Parte de la necesidad humana de elevar el espíritu.


 Reconoce valores absolutos: la vida, el amor, la verdad, la justicia, la ética, la
religión, las leyes de la naturaleza humana.
 Asume la incompetencia humana en el manejo arbitrario de dichos valores.
 Sentido: religioso.
 Función artística: sublimar al espectador, producir catarsis en su espíritu.
 Protagonista: complejo, lúcido (forja su propio destino).
 Esquemas básicos:
1. El protagonista agrede los valores absolutos y sucumbe (tragedia
de destrucción).
2. El protagonista defiende los valores absolutos y sucumbe (tragedia
de sublimación).
 Conflicto de carácter ético (más del protagonista consigo mismo que con el
antagonista).
 Toma de conciencia de orden espiritual. Del espectador casi al comienzo de la
obra. Del protagonista casi al final de la obra.
 Final: en cualquier caso, desafortunado.

La obra dramática tiene dentro de su estructura interna tres grandes etapas que son:
exposición, desarrollo y conclusión. Estas tres etapas se encuentran presentes en la
tragedia, sin embargo, tienen características particulares que se van a estudiar en este
tema.

En la exposición se hace la presentación de los personajes, se muestra el conflicto y se


establecen las metas a las que quiere llegar el protagonista, básicamente la exposición
tiene los siguientes elementos:
En cuanto al desarrollo en la tragedia, se puede decir que es la parte medular de la obra,
es necesario que exista suspenso y tensión para que el público se encuentre interesado
en ella; deben existir también posibles soluciones al conflicto con acciones viables que
sean creíbles.

Para que exista un buen desarrollo es necesario que estén presentes cuatro elementos
fundamentales:

El desenlace se encuentra en la parte final de la obra y se desencadena cuando el


protagonista por fin puede cumplir su meta planteada desde el inicio. El desenlace posee
los siguientes elementos:
En algunas ocasiones existe un momento donde los dramaturgos no saben cómo
terminar su obra y utilizan un recurso que se llama la máquina
de Dios (o Deus  ex  machina  en latín), con ese recurso solucionan el conflicto por obra
divina; sin embargo, este artificio literario no es muy recomendado. Eurípides apela
al Deus  ex  machina  en obras como Medea. Luego que mata a sus hijos, desciende el dios
Apolo en un carro de fuego y se lleva a la protagonista a su morada divina.

8.2 La tragedia clásica

Para poder estudiar la tragedia es necesario que analicemos lo que dice Aristóteles (el
creador de este subgénero) y para ello es necesario tomar en cuenta el siguiente
fragmento de su “Poética”, texto que plasma las reglas para escribir una tragedia:
“Una tragedia, entonces, es la mímesis (imitación) de una acción elevada y también,
por tener magnitud, completa en sí misma; enriquecida en el lenguaje con adornos
artísticos adecuados para las diversas partes de la obra, presentada en forma
dramática, no como narración, sino con incidentes que excitan la piedad y temor,
mediante los cuales realizan la catarsis de las emociones” (Betancourt, 2012).

Para poder entender la tragedia clásica es necesario revisar esta definición y las diferentes
características que aquí están inmersas, las cuales se presentan a continuación:

1. 1. La primera característica que debe tener la


tragedia clásica es la mímesis. Si analizamos en
profundidad el significado de esa palabra, podemos
decir que significa imitación de algo serio, por ello
se puede concluir que la tragedia es un asunto serio
que no permite chistes, burlas o parodias, y que los
personajes principales tienen que ser héroes como
un ejemplo para las demás personas.

2. 2. La segunda característica es que debe tener


magnitud, y por esto se entiende que la trama debe
tratarse de un asunto serio, pero a nivel importante,
que decidan el destino de la humanidad o de las
personas de un pueblo.

3. 3. La tercera característica consiste en que sea


completa en sí misma. Es decir que al concluir la
tragedia no cabe espacio para una segunda parte,
no puede tener continuación, termina y ya.

4. 4. La cuarta característica tiene relación con el


lenguaje que se utiliza, el cual debe ser elevado y
embellecido, bajo ninguna circunstancia los
personajes pueden decir vulgaridades ni utilizar
modismos.

5. 5. La quinta característica tiene relación con la


forma en que se escribe la tragedia, ya que ésta —al
ser una obra dramática— sólo se debe escribir en
verso. Según Aristóteles, es la forma correcta de
escribir el drama.

6. 6. En la quinta característica se habla de una


catarsis, sin embargo, ésta no está presente en la
obra sino que se da con la presencia del público,
esto se refiere a que tiene que estar escrita de tal
manera que al finalizar, el público sienta alivio y
libere las emociones negativas.

En la tragedia clásica existe un concepto que se llama ironía trágica y esto se entiende


cuando el héroe ha descubierto, muy tarde para él, su  hamartia, que es el error trágico, el
cual lo llevará a su destrucción; además el público puede ir descubriendo situaciones que
el personaje ignora, entonces se da la llamada anagnórisis y también la peripecia.

Para ser más claros al respecto, podemos decir que la anagnórisis  es cuando el
protagonista se da cuenta que aprendió algo; y la peripecia es cuando —al descubrir lo
que ha aprendido— la fortuna se le voltea, le pasa algo malo transformándose la
situación.
Lo podemos ver en Romeo y Julieta de Shakespeare, quienes luchan contra sus familias
por estar juntos, estando Romeo lejos se da cuenta que lo mejor para él es estar cerca de
Julieta, eso sería la anagnórisis; pero al final terminan muertos los dos, eso sería la
peripecia.

Revisa el siguiente video en el que podrás reflexionar en elementos de la tragedia clásica y


la obra de Sófocles Edipo Rey:

8.3 La tragedia moderna

Como ya lo mencionamos anteriormente, durante la Edad Media el teatro sufrió una crisis
que lo llevó a punto de desaparecer, y fue en el Renacimiento cuando el teatro clásico
cobró vida y la gente se empezó a interesar más en él.

En la década de los ochenta del siglo XIX, un pequeño grupo de dramaturgos se dio
cuenta de que debían hallar la forma de hacer teatro nuevo. Entendieron que debían
romper de una buena vez con las ligaduras del teatro clásico y del neoclásico: no más
preocupaciones por las unidades de tiempo, acción y lugar, cambio en el enfoque y
actitud, entre otras cosas (Betancourt, 2012).

Es por ello que a partir de ese momento se propusieron dos cambios importantes; por un
lado los cambios que tienen que ver  con la forma, y por el otro los cambios que tienen
que ver con el fondo.

Cambio de forma:

Cambio de fondo:
Cambio en los roles de los protagonistas:
•Ya no existen héroes, los protagonistas son personas normales, con virtudes y defectos,
de hecho en algunas obras el protagonista puede ser el villano.
Ya no existe el orden universal:
•Los problemas y las tragedias ya sólo afectan a los personajes, ya no se tiene que salvar
al mundo o al universo.
Final libre:
•Todavía existen los finales trágicos, sin embargo, no siempre es la muerte, eso queda en
decisión del dramaturgo.
Perfil psicológico de los personajes:
•En este nuevo teatro se empieza a tomar en cuenta la psicología de cada uno de los
personajes.
Temas libres:
•Los temas en la tragedia moderna son libres, los dramaturgos pueden hablar de lo que
ellos consideren, desde los temas sociales que importen mucho, hasta temas de menor
relevancia.

Debido a la crisis que sufría el teatro en ese momento, esos cambios se dieron de golpe e
inmediatamente, ya que era necesario rescatarlo del aburguesamiento en el que se había
metido por tanto tiempo.

Cierre

Durante este tema pudiste abordar el subgénero de la tragedia en cuanto a sus


características y cómo está conformada. También tuviste la oportunidad de analizar los
dos grandes momentos del teatro (el clásico y el moderno), analizar sus características y
las razones por las que se conformaron de esa manera.

Esto te servirá para poder entender y analizar al teatro, además te será de utilidad para
fines escolares, ya que con ello podrás adquirir competencias que son importantes a lo
largo de tu formación; sin embargo, también lo puedes utilizar en tu vida cotidiana en los
momentos de esparcimiento y recreación.

9.1 La comedia
Lo primero que tenemos que hacer para poder identificar la comedia, es sacarla de ese
estereotipo donde se dice que la comedia y el humor son iguales, es verdad que están
estrechamente ligados, sin embargo no es lo mismo. En términos simples, una comedia es
cuando el protagonista siempre alcanza su meta,
como la comedia da permiso al dramaturgo de hacer cambios en los protagonistas, y
tratar de tramas comunes y corrientes, muchos de ellos optaron por hacer protagonistas
cómicos y ridículos, contrario a la figura de héroe que se tenía en la tragedia.
Según Rivera V. A (2004) la comedia tiene las siguientes características:

 Parte de la necesidad humana de vivir en sociedad.


 Reconoce valores morales, sociales, individuales y éticos.
 Sentido: eminentemente social.
 Función artística: moralizar mediante el antiejemplo.
 Protagonista: complejo, lúcido. Por su agresión a los valores morales, su
castigo es el ridículo.
 Esquemas básicos:
1. La sociedad pone en ridículo al protagonista.
2. El protagonista pone en ridículo a la sociedad.
 Conflicto: de carácter moral (del protagonista en su medio ambiente).
 Maneja emociones: controlables e incontrolables por igual.
 Otros personajes: complejos y simples por igual.
 Víctimas: en el estricto sentido, no existen.
 Tono: divertido, alegre, festivo, vivaz.
 Final: siempre afortunado.
 El espectador se identifica con el medio social.
 Contiene siempre elementos de los estilos neoclásicos, romano y francés.
 Época de auge: a lo largo de toda la historia dramática.

Algunos obras de este subgénero son: Las nubes de Aristófanes, El avaro  de


Moliere, Sueño de una noche de verano de Shakespeare, entre otros.

De manera general, la comedia tiene dos pequeñas divisiones:

Desde su comienzo, la comedia como subgénero del género dramático, a su vez tuvo
varios subgéneros, tratando de dar gusto al público, a los cuales algunos autores
clasifican como subgéneros menores.

Comedia blanca
• Es un humor simplón e inofensivo, sin mucha trama en general, sólo se pretende
entretener al público, no existe malicia ni morbo, la comedia se da más por las
circunstancias que por otra cosa.
Comedia de pastelazo
• En este tipo de comedia no precisamente siempre tiene que haber un pastelazo para
alguien, sino que se trata de una comedia donde el protagonista recibe —de manera
accidental o intencional— golpes de manera chusca y humorística.
Comedia de humores
• Este tipo de comedia es la que intenta hacer reír mediante el humor o el estado de
ánimo del protagonista, utilizan sus sentimientos como motivo de burla.
Comedia de situaciones
• Este tipo de comedia se da cuando el dramaturgo pone al protagonista en una situación
que esté fuera de su personaje o que sea poco común. Por ejemplo, en una obra pueden
poner a un policía que tiene un chango de compañero. Un rasgo primordial de esta
comedia es que trae inmersa una enseñanza.
Comedia de costumbres
• Se da cuando el autor hace burla de las diferentes clases sociales o culturales en donde
está inmerso el protagonista, el lenguaje que se emplea es muy refinado y la trama cuida
mucho de no lastimar a ningún grupo social o cultural.
Comedia de enredos
• Este tipo de comedia se da cuando el autor utiliza una o varias tramas complejas que
van mostrando su humor conforme la trama se va desenmarañando.
Comedia romántica
• Cuando el personaje principal realiza una serie de acciones chuscas para conquistar a
otra persona, en este tipo de comedia existe un antagonista que al igual que el
protagonista su rol es humorístico.
Comedia de ideas
• Este subgénero trata de dejar un mensaje al público mediante el humor, los autores de
estas obras pretenden que se haga conciencia de un mensaje social, político o cultural.
Comedia de humor negro
• Este es el humor más complicado, ya que pretende dar un mensaje al público, pero de
manera grotesca, con un humor macabro y desagradable. En este tipo de comedia se
debe tener especial cuidado, ya que si no hay un final feliz no sería catalogada como
comedia, sino como tragedia.

Estos subgéneros de la comedia, tienen la posibilidad de mezclarse entre sí, por ejemplo,
puede existir una comedia romántica que también sea de pastelazo; no son excluyentes
ni se discriminan entre sí.

9.2 El melodrama

El melodrama remarca las situaciones dramáticas por las que transitan los personajes con
música instrumental, su intención es provocar la identificación de las situaciones con el
espectador. Proviene del griego Melos:
música y drama: acción. En él podemos incluir al teatro musical. Existe
aproximadamente desde el siglo XVII y está presente tanto en la literatura, como en la
ópera, radio, telenovelas, circo y cine.

Según Rivera, V. A. (2004): “El melodrama —como un matrimonio— es simplemente un


entrecruce de acciones y reacciones contrapuestas surgidas de sentimientos e intereses
personales igualmente contrapuestos, y a su vez, una alternancia continua de situaciones
positivas y negativas, dentro de un desarrollo anecdótico convencional”. Los personajes
melodramáticos funcionan muy bien contrastándolos unos con otros, es decir que caben
muy bien los personajes exagerados, como los inhibidos y los extrovertidos, los cultos y
los incultos, los buenos y los malos, etc. Es importante resumir que el melodrama cumple
la importante función artística de entretener.

Este teórico considera al melodrama como un género simple y resume las siguientes
características:

 Sentido: exaltar el sentimiento en el espectador.


 Función artística: divertir.
 Protagonista: simple. Víctima o villano exalta sólo unas pocas de sus
características, mueve a sentimientos contrapuestos.
 Esquemas básicos:
1. El protagonista triunfa por sus virtudes.
2. El protagonista sucumbe a pesar de sus virtudes.
 Conflicto: de carácter personal.
 Maneja emociones: incontrolables, más que controlables.
 Otros personajes: (escandalosamente) simples.
 “Víctimas” (así, entre comillas): cualquiera de los personajes.
 Tono: exaltado, romántico, desinhibido (infantiloide).
 Sucesos: más posibles que comunes.
 Toma de conciencia: casi al final de la obra, al mismo tiempo en personajes
como en espectador.
 Final: produciendo siempre una “dulce” felicidad.
 El espectador se identifica con cualquiera de las víctimas.
 Contiene siempre elementos de estilo romántico.
 Épocas de auge: existen cientos de miles a lo largo de la historia.

Algunos ejemplos de melodrama: Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand, El hombre


elefante de Bernard Pomerance, Yerma de Federico García Lorca, Un gato sobre el tejado
caliente de Tennessee Williams, El yerro candente de Xavier Villaurrutia, Las bodas de
Fígaro de Beaumarchais, entre muchas otras.

Revisa el siguiente video, en el que encontrarás una representación de la obra de Federico


García Lorca, La casa de Bernarda de Alba:

9.3 La tragicomedia

Originalmente, la tragicomedia era la unión de una tragedia asignándole un poco de


humor y dejando la posibilidad de que se tuviera un final feliz. Entonces podemos decir
que la tragicomedia es la unión de dos subgéneros
completamente opuestos entre sí, para darle al espectador una oportunidad de cambiar
de estados de ánimo en cuestión de minutos. Se considera más cercana a la realidad pues
representa tanto momentos alegres como tristes, tal cual es la vida. También se le conoce
con el nombre drama. Rivera, V. A. (2004) propone las siguientes características:

 Reconoce valores de todos los órdenes: éticos, estéticos, científicos, artísticos,


religiosos, morales, individuales, etcétera.
 Sentido: inculcar conocimientos.
 Función artística: estimular el idealismo, dar ejemplos a seguir.
 Protagonista: simple, heroico (épico), autosuficiente, modelo a imitar.
 Esquemas básicos:
1. El protagonista va hacia una meta, superando obstáculos, y la
alcanza.
2. Un obstáculo obstruye el camino del protagonista y lo introduce a
otra meta superior.
 Conflicto: de carácter individual, moral y ético.
 Maneja emociones: controlables e incontrolables por igual.
 Otros personajes: simples en su mayoría.
 Víctimas: no las hay.
 Tono: relevante, agresivo, trascendental.
 Toma de conciencia: de orden distinto a los otros seis géneros: el espectador
va tomando conciencia durante cada obstáculo que el héroe supera.
 Final: afortunado, relevante en cualquier caso.
 El espectador se identifica con el heroísmo del protagonista.

Al ser un subgénero que combina dos estilos de teatro totalmente opuestos, lo mismo
pasa con los personajes, el protagonista puede ser serio si la base es la tragedia o la
comedia, sin embargo también puede ser cómico si la base es la comedia; lo mismo
sucede con el antagonista.

Quizá el primer drama en español sea La Celestina de Fernando de Rojas, cuyo nombre
original era Tragicomedia de Calisto y Melibea. Durante su desarrollo surgieron más autores
y obras como: Don Juan  de Tirso de Molina; La vida es sueño  de Calderón de la Barca; y
más adelante, Esperando a Godot de Samuel Becket, entre muchos otros.

Revisa el siguiente video, en el que podrás presenciar el soliloquio de Segismundo,


personaje principal de la tragicomedia de Calderón de la Barca, La vida es sueño:

Cierre

Cada uno de los tres subgéneros del teatro tiene características específicas, a
continuación se te presenta un cuadro que te ayudará a reafirmar lo ya visto en los
siguientes temas:

Elementos del Melodrama Comedia Tragicomedia


teatro

Podían ser de todas las Podían ser de todas Puede ser de cualquier
clases sociales, pero las clases sociales, estrato social y puede
predomina la clase sin embargo tiene ser serio o cómico
Personajes
media; sin embargo, que tener rasgos según sea el caso.
tiene que ser serio o humorísticos.
formal.
Se puede dar en Se puede dar en Puede ser cualquiera.
cualquier lugar, sitio, cualquier lugar, sin
Lugares o país o región. embargo
locaciones predominan las
locaciones de
estratos pobres.
Puede tardarse desde un Puede tardarse Por lo intrincado de la
día, hasta años desde un día, hasta trama es necesario que
(refiriéndonos al tiempo años (refiriéndonos sean obras largas de
Tiempos interno de la obra). al tiempo interno de meses e incluso años
la obra). (refiriéndonos al
tiempo interno de la
obra).
Los temas pueden ser Pueden existir La trama puede ser de
muy variados, desde la tramas de amor, sin comedia o de drama,
vida, el amor, la embargo, la trama sin embargo, al tener
desilusión, hasta la siempre tiene que que utilizar las dos, es
Trama
castidad, la honestidad, estar rodeada de muy importante que
etc. La música acentúa la humor. ésta sea muy ingeniosa.
intensidad de las
situaciones dramáticas.
El protagonista pasa por La resolución Pues ser muy variada,
muchas cosas, y la siempre se da de desde el desenlace de
Resolución del resolución del conflicto forma feliz. un drama sin final feliz,
conflicto en ocasiones puede ser hasta una situación en
feliz y en otras triste. donde todo se da con
naturalidad y armonía.
La forma de escribirla es El lenguaje es Puede utilizarse
divertida con un lenguaje ligero y se permite cualquier tipo de
Forma de
propio. utilizar todo tipo de lenguaje, dependiendo
escribirla
recursos literarios. el subgénero que se
utilice de base.
Con esta información serás capaz de identificar las diferencias y semejanzas que existen
entre los tres subgéneros del teatro, con el fin de que puedas analizar y reflexionar al
respecto, como una herramienta escolar y de recreación que puedes utilizar en diferentes
momentos de tu vida.

10.1 Interpretación y creación dramática


La forma de actuar en una obra teatral se puede dividir en dos apartados del tiempo; por
un lado, se tiene la actuación clásica o antigua, y por el otro la actuación moderna, cada
una de ellas tiene características específicas que las distinguen.

La actuación clásica o antigua se da en la Antigua Grecia, con las siguientes


características:

Cabe mencionar que algunas de estas características


no se dieron porque se quisiera así, sino más por un
producto de la necesidad. El teatro en ese tiempo era
al aire libre, entonces los actores necesitaban gritar
para que sus diálogos fueran escuchados. Lo mismo
sucedía con las máscaras, era necesario que los
gestos fueran vistos en cualquier parte del teatro, por
ello las máscaras grandes y la exageración del
maquillaje.

Sin embargo, esta forma de actuar cambio con la


creación del teatro moderno, ya se pedía un poco
más de los actores, ya era necesario que se utilizara
un tono alto, pero en otras ocasiones era necesario
un tono bajo; se eliminó casi en su totalidad la utilización de las máscaras y el maquillaje
pasó a ser discreto.

Para poder estudiar a los actores modernos es necesario que tengamos en cuenta a


Constantín Stanislavksy, quien es considerado el primer director de actores ruso. Él
diseñó, a principios del siglo XX, un método que ayuda y favorece la actuación:

Relajarse: siempre es bueno relajar tanto los músculos como la mente antes de cada
presentación.
Concentrarse: se tiene que tener una inmersión total en el personaje.
Apoyo en los sentidos: el personaje que se está interpretando utiliza los sentidos, por ello
el actor debe mostrar que él también los utiliza.
Comprensión de la realidad: entender la realidad que está viviendo el personaje.
Aprovechar circustancias: el actor —al momento de las escenas— tiene que aprovechar
todo lo que tiene a la mano.
Comunicación: tiene que ser capaz de interactuar con los otros actores y que el público lo
entienda.
Unidades y objetivos: dividir el papel por unidades, trabajar con toda la obra completa en
ocasiones es complicado.
Veracidad: la actuación y el mensaje que se está dando tiene que ser creíble.
Leer entre líneas: entender los distintos niveles que el dramaturgo pretende que el actor
realice.
Creativo: el actor tiene que estar preparado para resolver cualquier eventualidad que se
presente.
 (Betancourt, 2012)

En el teatro moderno los actores sí pueden interpretar un papel cómico a uno trágico, o
inclusive uno de tragicomedia, ellos no se limitan a estereotipos sólo con una forma de
actuar y pueden moverse según sus capacidades actorales.

En el teatro moderno los actores tienen que ser más cuidadosos con la expresión de sus
sentimientos y emociones, ya que tienen que lograr
que el personaje que están interpretando logre
conectar con el público y que la idea que pretende el
dramaturgo se pueda llevar a cabo.

10.2 Montaje de la obra

A diferencia de los otros dos géneros literarios (la


épica y la lírica), el género dramático requiere un
trabajo en equipo, y que varias personas interactúen
para que la obra pueda presentarse de forma correcta en escena. El género dramático no
es sólo el texto, es acción; es decir, necesita de la representación.

Jerzy Grotowski (2004) reflexiona sobre la representación y define al teatro “como lo que
sucede entre el espectador y el actor”.  “Lo que sucede”, ¿tendrá esto que ver con lo que
se moviliza entre el emisor y el receptor? Pero, ¿qué sucede? No solo el montaje de la obra
dramática, sino también un complejo sistema de comunicación.

Para poder realizar un buen montaje, es necesario tomar en cuenta los siguientes
elementos:

Todos estos elementos interactúan en forma conjunta para poder crear una obra de
teatro y poderla presentar a un público, a continuación vamos a explicar cada uno de
ellos:

En lo que respecta al texto es la parte central en una obra de teatro, este recibe el
nombre de guión o libreto, y tiene dos componentes principales: diálogos y
acotaciones. Los diálogos son la comunicación que existe entre los personajes; y las
acotaciones indican las acciones que realizan los actores, regularmente se escriben entre
paréntesis; esto lo utiliza el director para ver cómo se va desarrollando la obra. Al
principio del guion, los dramaturgos generalmente incluyen a los personajes que van a
intervenir en la obra.
La dirección se encuentra a cargo de una persona, tiene la obligación de vigilar y cuidar
que la esencia de la obra llegue a presentarse al público; además de esas, el director tiene
otras responsabilidades y obligaciones:

Otra actividad necesaria en el teatro es la actuación, como ya se vio en el subtema


anterior; esto no es otra cosa que la escenificación
que hace el actor al representar un personaje, con
características propias, rasgos, sentimientos, formas
de ser, etc.

El escenario juega un papel importante en la puesta


en escena, ya que mediante él se pueden expresar
los elementos que entran en acción en las
actuaciones, las personas encargadas de esta tarea deben tener las siguientes
características:

 Amplia imaginación, ya que necesita poder expresarle al público lo que el autor se


está imaginando.
 Tener un gran sentido artístico para crear los diferentes escenarios.
 Ser un administrador de los bienes económicos, ya que en ocasiones el
presupuesto no es muy amplio y él tiene que aprender a utilizar los recursos.
 Distinguir la funcionalidad de los diferentes objetos, tiene que intentar que los
objetos usados en la escenografía tengan más de una utilidad.

En el teatro pueden existir, entre otros, tres tipos de escenario:

Una parte de la obra que ayuda a que éste pueda entenderse mejor es
la iluminación, ésta tiene cinco características básicas:
 Brillo: las luces tienen que cuidar el equilibro entre que sea visible para el
espectador y no distraerlo de más.
 Color: los colores que se utilizan sirven para expresar emociones y
sentimientos.
 Gradualidad: los cambios de luces tienen que ser graduales, no puedes de
repente hacer los cambios de luces que distraigan la atención.
 Objetividad: las luces tienen que definir bien los objetos que en la
escenografía están establecidos.
 Atmósfera: brinda al espectador una sensación de estar en el lugar en que se
desarrolla la obra.

Uno de los elementos que en ocasiones puede prestarse a confusión es la música, ya que
existen obras que son musicales, donde la música es el centro y la trama de la misma; sin
embargo, en el teatro que no es musical, ésta se tiene que presentar de una forma sutil,
tenue y en momentos muy oportunos, nunca en lugar de un diálogo o en los momentos
decisivos.

Existen elementos que ayudan a que la obra tenga credibilidad, que le permiten al
espectador tener una visión de la realidad mucho más clara, en este caso la utilería le
sirve al actor como un apoyo en su accionar que le permite que su representación sea
mucho más veraz.

Por su parte, el vestuario ofrece una oportunidad para que el espectador se pueda


conectar con el tiempo, el lugar o las situaciones donde se está desarrollando la obra, le
da una visión general del estrato social que se esté representando, e incluso puede
ayudar a distinguir entre los protagonistas y los antagonistas.

Hay muchos detalles que cuidar para montar una obra de teatro, ¿no es así? Revisa el
siguiente video para observar cómo se logra esto en un teatro:

Cierre

Durante este tema, viste elementos que son indispensables para la puesta en práctica de
una obra de teatro, desde la actuación hasta los elementos de utilería, vestuario, música,
escenografía e iluminación, ya que mediante estas herramientas te será posible montar
una obra de teatro, ya sea desde la organización como desde la dirección. Este
conocimiento no es únicamente teórico, sino que juega un papel práctico que te puede
ser útil en situaciones futuras.

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