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. Suelos arenosos:
. Los suelos arenosos son compuestos por una textura granular hasta 50 cm de
profundidad y a consecuencia retienen pocos nutrientes, así como la capacidad de
retención hídrica. Los suelos arenosos, también llamados suelos ligeros, no
poseen propiedades coloidales ni retienen los nutrientes, además presentan mala
estructura, alta aireación, muy alta permeabilidad y nula retención de agua, por lo
tanto, son suelos no deseables para el cultivo de regadío ya que requieren de un
gran esfuerzo.
Suelos arcillosos:
A diferencia de los suelos arenosos, los arcillosos retienen muy bien la humedad y
disipan el calor., manteniéndose frescos, pero tienen la desventaja que pueden
retener demasiada agua en temporadas de lluvias, promoviendo enfermedades en
las raíces e invasión de plagas. Los suelos arcillosos son pesados, no drenan ni
se desecan fácilmente y contienen buenas reservas de nutrientes. Son fértiles,
pero difíciles de trabajar cuando están muy secos. El suelo arcilloso está
compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos vegetales y
animales, aire y agua. Es una capa delgada que se ha formado muy lentamente, a
través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción
del agua, los cambios de temperatura y el viento.
Suelos calcáreos:
Que contiene óxido de calcio (cal). Se dice de los suelos que se componen de
carbonato cálcico, suelen ser pedregosos y de color más o menos blanco-
amarillento. También se llaman suelos calizos porque proceden de la
descomposición de la piedra caliza.
Suelos francos:
Están compuesto de roca sedimentaria, producto de la erosión de piedras por
desgaste mecánico o cambios térmicos. Tienen la característica de contar con una
composición de arcilla, limo, arena y materia orgánica, o humus, casi en la misma
proporción.
Suelo limoso:
Los mejores suelos para la piscicultura son el franco arcilloso limoso o los francos
arcillosos.
El estanque debe estar situado no lejos de la casa, con buena iluminación solar, en una
zona no inundable que tenga pendiente de 1 % a 5 % (máximo), y con un tipo de suelo
semiarcilloso; con nacientes de agua o arroyo, en donde se deben aplicar técnicas para el
buen aprovechamiento del agua.
El estanque debe tener el fondo plano y canales de escurrimiento de agua para vaciarlo
con facilidad, hacia la caja de retención de peces, que a su vez debe estar conectada al
drenaje mediante la colocación de tubos antes de construir el terraplén.
La profundidad asegura la estabilidad de la temperatura del agua, en climas extremos (ya
sea por frío o calor) se requiere un mínimo de 60 cm de profundidad; para climas con
temperaturas moderadas, que no rebasan los 30°C, una profundidad de 40 cm es
suficiente.
La profundidad máxima del agua no suele ser más de 1,50 m. La zona menos superficial
deberá tener al menos 0,50 m de profundidad, para limitar el crecimiento de las plantas
acuáticas.
Las medidas recomendadas para los estanques están en relación con el objeto de la
explotación; para un sistema familiar se recomienda construir uno de 7 m de ancho por 14
m de largo con una profundidad de 0,80 m en su parte menos profunda hasta un máximo
de 2 m en la zona de mayor profundidad.