VELÁZQUEZ  

A. CARACTERÍSTICAS
Se inicia como pintor en su Sevilla natal, con clara influencia del
tenebrismo, pronto se traslada a Madrid donde conocerá a Rubens, los
cuadros de la corte y comenzará a viajar.
Su estilo evoluciona:
- Desde la importancia del dibujo que delimita el contorno y figuras
yuxtapuestas a la agrupación natural
- Desde el tenebrismo inicial hacia la luz matizada y perspectiva aérea.
- Desde los colores terrosos a una gama cromática muy variada.
- Desde una pincelada espesa y densa a pintar casi sin dibujo, directamente
con pincelada muy suelta manchas o toques de color.
B. EVOLUCIÓN
La evolución va unida a las etapas de su vida y viajes a Italia.
1. Etapa Sevillana (hasta 1623). A esta etapa pertenece “El Aguador de
Sevilla” en ella se observa las siguientes características: influencia del
naturalismo y del tenebrismo de Caravaggio, pincelada densa, tonos
terrosos y luz tenebrista. Calidad matérica de los objetos.
Otras obras: “Vieja friendo huevos”, “Cristo en casa de Marta”.
2. Primera etapa madrileña (1623 – 1628). Su nombramiento como
pintor de Corte le permite entrar en contacto con la obra de Tiziano y
conocer a Rubens por lo que su estilo evoluciona como se observa en “El
Triunfo de Baco”, abandonando el tenebrismo con una pincelada más suelta,
su paleta gana en variedad. Conserva el naturalismo que combina con
idealización. Calidad matérica en los objetos. De esta etapa son también los
primeros retratos de la Corte y los primeros bufones.
3. Primer viaje a Italia (1629 – 1631). Le permite profundizar en el
conocimiento de los grandes maestros italiano, allí realiza “La Fragua de
Vulcano” y “La túnica de San José”.
4. Segunda etapa madrileña (1631 – 1649).
Al regresar a Madrid se observa una evolución en obras como “La Rendición
de Breda” de tema histórico o“El retrato ecuestre del príncipe Carlos”. Su
Pincelada es más suelta, con menos materia, los colores se aclaran (más
vivos y alegres), presenta maestría en el tratamiento de la luz y el color,
perspectiva aérea con efecto de profundidad mediante azules y plateados
como se observa en el tratamiento de los retratos ecuestres que tienen
como fondo la sierra de Madrid. Otras obras: los retratos ecuestres (“Felipe
IV”, “El Conde Duque de Olivares”) y “El niño de Vallecas”.
5. Segundo viaje a Italia (1649 – 1651). Velázquez hace un segundo
viaje a Italia donde realizó entre otros: “Retrato de Inocencio X”, dos
paisajes de la Villa Médicis y “La Venus del espejo”. El Retrato del Papa
destaca por la captación psicológica y los paisajes por las pinceladas muy
sueltas que les hacen ser precedentes del Impresionismo, mientras que la
Venus es uno de los pocos desnudos del Barroco español.
6. Tercera etapa madrileña (1651 – 1660). De vuelta a Madrid realizó
sus dos obras maestras: “Las Meninas”, retrato colectivo y “Las Hilanderas”
de tema mitológico. Su técnica llega a la maestría, trabaja casi sin dibujo
con pinceladas muy sueltas o manchas de color. Pinta la atmósfera creando
la sensación de un espacio conseguido con los diferentes focos de luz.
Principales obras:
“EL AGUADOR DE SEVILLA”: Obra de la etapa sevillana caracterizada por
el naturalismo y tenebrismo, colores terrosos y densos. Maestría en calidad
matérica como el cántaro y la copa de vidrio. Tema costumbrista, modelos
populares.
“TRIUNFO DE BACO”. Une mitología y costumbrimo. Baco corona a unos
personajes del pueblo. Pincelada más suelta, el fondo precedente de la
perspectiva aérea. Contraste del mundo barroco entre humanos de gran
realismo y los personajes divinos idealizados, anatomías desnudas y
vestidas, dioses jóvenes, hombres viejos, tonalidades terrosas humanos y
rico colorido de Baco. Calidad matérica en la jarra del primer plano.
“LA FRAGUA DE VULCANO”. Obra mitológica y costumbrista. Predominio
del dibujo, anatomías clásicas, tonos terrosos combinados con claros.
Contraste lumínico.
“LA RENDICIÓN DE BREDA” Tema histórico, contrasta la amabilidad del
vencedor hacia el vencido. Perspectiva aérea que consigue representar la
lejanía por medio de colores azules y plateados. El centro y punto de
tensión es la llave. Escorzos, diagonales.
“Príncipe Baltasar Carlos a caballo”. Retrato ecuestre, caballo en
movimiento (dinamismo), colores claros, pincelada suelta y uso de la
perspectiva aérea en el fondo (Sierra de Madrid).
“VENUS DEL ESPEJO”. Desnudo de gran sensualidad de formas curvilíneas
que reposa en diagonal sobre una tela gris llenando casi todo el espacio.
Venus se mira al espejo que sostiene Cupido y que refleja su cara borrosa.
El escenario se cierra con una cortina de intenso color rojo y por el fondo de
una pared verdosa.
“LAS MENINAS” (1655). Retrato colectivo en el que el pintor se
autorretrata. Velázquez está realizando un retrato de los reyes reflejados en
el espejo y que ocuparían nuestra posición; el mayordomo al fondo abre la
puerta de la estancia y entra la infanta Margarita acudiendo presurosas las
dos Meninas a ofrecer reverencia y un búcaro con agua. Además están los
bufones, el Guardadamas y un sacerdote en penumbra. Figuras en grupos
de tres en la parte inferior del cuadro mientras que en la superior domina la
atmósfera y el aire. Velázquez ha conseguido captar el espacio, pintar el
aíre mediante el juego de luces. Pinceladas diversas, detalladas como en el
búcaro, diluidas en la atmósfera y con toques de color en los adornos de la
infanta Margarita.
“LAS HILANDERAS” (1655). Tema de género y mitólógico. El tema
central se encuentra en el fondo mientras que el primer plano parece un
taller artesano. En primer plano una joven con camisa blanca iluminada
parece competir en la hilatura con una mujer mayor que trabaja con una
rueca pero cuyas piernas jóvenes delatan que pueda tratarse de Atenea.
Las dos mujeres forman una V. En el último plano, como en un escenario,
Atenea castiga a convertirse en araña a Aracne por haberse atrevido a
realizar el tapiz del Rapto de Europa, una ofensa para su padre Zeus. Pinta
el aire y el espacio mediante juegos de luces: luz primer plano, penumbra
en el medio y de nuevo luz en el último plano.