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Unidad 1

Contexto de la
salud colectiva
Salud colectiva
Autores:
Aurora García Piña
Víctor Manuel García Torres
Julieta Martínez Álvarez
Rabin Amadeo Martínez Hernández
Ana Laura Pacheco Arce
Armando Sánchez Reyes
Omar Zurrosa

Licenciatura en Enfermería (IAPP)


5 to semestre
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Introducción

Contexto de la salud colectiva

Dar un giro al modelo tradicional de la atención y prevención de la enfermedad es una de las


funciones urgentes de la enfermería actual, ya que los cambios ocurridos en estas últimas
tres décadas de globalización obligan a asumir los retos de comprender y actuar sobre la
salud y la vida, y no solamente sobre los daños o la terminación de ésta; interpretar la cultura
poblacional y su cosmovisión, sus formas de entender y cuidarse, identificarse con las nece-
sidades reales sentidas y verbalizadas y a veces no escuchadas ni atendidas por parte del
sector salud y por la propia enfermería.

Desafortunadamente, por muchos años, los profesionales de la salud se han dedicado más a
la atención de la enfermedad que a la atención de la salud, pero todos los profesionales de la
enfermería debemos entenderla como un valor filosófico y universal, como un derecho que
debe estar presente en todos los grupos humanos en tanto que persigue la preservación de
la vida y de la especie, y refleja la forma en la que los grupos se relacionan con los diferentes
aspectos del entorno.

La salud debe ser un asunto de orden público y colectivo, definida en forma indepen-
diente de la enfermedad y concebida como un estado del individuo que le permite el
desarrollo de sus potencialidades humanas en tanto que abarca todas las esferas de
su ser, por lo que resulta de vital importancia valorar la interacción de los factores
biológicos, ecológicos, económicos, políticos, sociales, psicológicos y culturales como
determinantes de la salud-enfermedad del ser humano.

La presente unidad trata con precisión los elementos que permiten reconocer a la salud
como un fenómeno social, cambiante y como un asunto de orden comunitario. Inicia con el
entendimiento de la salud colectiva y las diferentes cosmovisiones que integran el concepto
de salud, familia y los grupos sociales; así como del desarrollo comunitario, el fomento de la
salud y de la vida.

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Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Objetivo

Destacar la identidad del cuidado de enfermería a la persona como sujeto social, familia y
colectivos, mediante los nuevos aportes que surgen del contexto de la salud colectiva, con la
finalidad de ofrecer cuidados culturales y fomento de la salud y de la vida.

Temas

1.1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Filosofía de la salud

1.2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El concepto social de salud y salud colectiva

1.3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salud pública y salud colectiva

1.4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Principios básicos de protección a la salud colectiva

1.5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La salud desde la cultura, familia y grupos sociales

1.6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Determinantes sociales de la salud

1.7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La respuesta social organizada y el desarrollo de la salud

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1.1 Las decisiones y acciones de los cuidados transculturales

Desde hace mucho tiempo se ha discutido acerca del dilema de la definición de salud, sobre
todo en esta época en que la humanidad ha experimentado rápidas y profundas transforma-
ciones en todas las esferas de la vida económica, cultural, social y política.

Tales cambios han provocado, por un lado, una crisis social en diversos sentidos y los valores
humanos no han sido la excepción, por lo que hay que realizar un esfuerzo de reflexión y
acción en el sentido de comprender y explicar lo que está pasando a fin de intervenir sobre la
realidad que nos circunda respecto a lo que entendemos y vivimos en relación a la salud.

La salud es un tema filosófico frecuente desde la época clásica, y de ese asunto se han
ocupado, entre otros autores, Leibniz, Diderot, Descartes, Kant y posteriormente Nietzsche. El
pensamiento cartesiano, por ejemplo, hizo contribuciones importantes en función del desa-
rrollo del entendimiento personal y colectivo; según René Descartes (1596-1650), implica un
sentido de dualidad, es decir, dependiendo de la actividad cognoscitiva de cada individuo,
del pensar, ser o vivir se puede presentar en algún momento de la existencia de la persona
o sociedad un pensamiento directivo que nos lleve a un modo de comprender e interiori-
zar el mundo y los seres humanos, y es sólo a través del conocimiento de los otros que
podemos también conocernos y convivir en sociedad.

El concepto de salud puede estar al alcance de todos, pero debe ser enseñado, apren-
dido y adoptado como valor humano y como un proceso histórico social; a pesar de que
en el discurso científico, fisiólogos y biólogos prefieran prescindir de cualquier conceptualiza-
ción de la salud.

A nivel individual y colectivo debemos saber cómo cuidarnos para tratar de vivir con salud y
sentirnos bien integralmente, sólo así podremos entender lo que el otro necesita y cumplir
con el elemento filosófico de la alteridad 1.
1 La alteridad es el principio filosófico de “alternar” o cambiar la propia perspectiva por la del “otro”,
considerando y teniendo en cuenta el punto de vista, la concepción del mundo, los intereses, la ideología
del otro, y no dando por supuesto que la “de uno” es la única posible.

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El reconocimiento de la salud como verdad del cuerpo, en sentido ontológico, no sólo puede,
sino que también debe admitir la presencia de lo objetivo de la ciencia y lo subjetivo de la
filosofía como margen y como barrera, y de la verdad en sentido lógico.

Para que esto pueda lograrse los profesionales de la salud, especialmente los profesionales
de enfermería, deben integrar conocimientos de las ciencias naturales, sociales y humanís-
ticas para lograr definir a la salud desde cosmovisiones diferentes y poder así otorgar cuida-
dos.

Cabe aclarar que no basta con saber de qué se compone el cuerpo, sino también el alma y el
deseo, para poder reconocer del otro lo que queremos ser y llegar a lograr la alteridad.

Por otra parte, hablar acerca de salud ha representado siempre un reto dada su determina-
ción social, económica y política. En el caso de nuestra disciplina, ha sido Florencia Nigh-
tingale (1820-1910) quien tuvo la preocupación de atender de manera integral al individuo
y a la comunidad en torno a su salud. En esta época, Florencia, gracias a su educación y a su
experiencia, buscó definir la salud y analizar otros elementos que conforman hoy el paradig-
ma del pensamiento de enfermería, es decir, salud, enfermedad, persona y cuidado.

Para saber más, veamos con atención la película sobre la creación de la Escuela
Nightingale para enfermeras:

https://www.youtube.com/watch?v=516oczEbQrQ

MC Héctor Alonso Campos (24 de agosto de 2014).


Florence Nightingale [Archivo de video].

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Desafortunadamente, la enfermería por muchos años se ha dedicado más a la atención de la


enfermedad que a la atención de la salud; sin embargo, todos los profesionales de la enfer-
mería debemos entenderla como un valor filosófico, universal, y como un derecho que debe
estar presente en todos los grupos humanos en tanto que persigue la preservación de la vida
y de la especie, y refleja la forma en la que los grupos se relacionan con los diferentes aspec-
tos del entorno.

De ahí que sea de vital importancia reconocer a la salud como una categoría social, ya que al
reducirse la eficacia de las medidas de protección epidemiológica se potencia el deterioro de
la salud, producto de la crisis económica y por ende del deterioro de las condiciones de vida.
Al mismo tiempo se verifica un aumento de las desigualdades entre los pueblos y los grupos
sociales, conflictos étnicos, agresión al medio ambiente, deterioro del espacio urbano, inten-
sificación de la violencia y la violación de los derechos humanos.

La enfermería tendrá que ofrecer atención al proceso salud-enfermedad de acuerdo con las
características del contexto social en el que se viva y del panorama epidemiológico existente.
Por lo tanto, si cotidianamente se enfrenta a trabajar con estas categorías, debe poseer bases
conceptuales, metodológicas y un pensamiento humanístico que le permitan identificar con
claridad qué hacer, cómo hacerlo y por qué trabajar en el liderazgo y cuidado de enfermería
en torno a la atención de la salud.

Se hace entonces necesario entender a la salud no sólo como un derecho constitucional,


sino como ese estado en la experiencia de vida del hombre que le permite el desarro-
llo de sus potencialidades, por lo que la enfermería tiene que partir de una investigación
exhaustiva, de todos los factores condicionantes y determinantes en los cuales la persona
se encuentra en interacción biológica, ecológica, económica, política, social, psicológica y
cultural.

La salud debe ser considerada como un valor filosófico y como valor humano, ya que la socie-
dad actual debe tener una significación social distinta a las décadas anteriores en tanto que
el sistema socio-económico y político es muy distinto. Entonces, la enfermería debe tener
muy clara la definición de aquello que determina las condiciones de vida de los sujetos,
el estilo y la calidad de vida, así como el potencial de vida con el que se nace. Así pues, el
cuidado de enfermería requiere necesariamente de una investigación profunda acerca de
las necesidades de la realidad social, realizar cotidianamente observaciones y diagnósticos

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de una gama de situaciones para poder planear, ejecutar y evaluar las intervenciones que se
llevan a cabo.

Por lo tanto, dentro de las capacidades del profesional de enfermería está el poseer huma-
nismo, calidad científica y técnica, pero también pensamiento crítico y reflexivo en donde
considere a la salud como un fenómeno social, cambiante y como un asunto de orden comu-
nitario.

El profesional de enfermería tendrá que ser un líder en salud con una autoridad derivada del
saber que se traduzca más en actitudes que sólo en aptitudes; no con un rango o privilegio
mayor a los demás, sino con una responsabilidad mayor para ser depositario de la confian-
za de otros, con integridad y autoridad a través de un pensamiento que lleve a la reflexión
y al análisis crítico, así como partir siempre de la investigación para la toma de decisiones
(Kérouac et al., 1996).

Es por todo lo anterior que nuestra disciplina tiene que asumir el cuidado para la atención
a la salud individual y colectiva, no debe olvidarse que dependiendo de la formación que se
ha ofrecido en los modelos educativos, se deriva la actuación y de ello depende el tipo de
cuidado que se ofrece en los servicios de salud asistencial y comunitario.

Por ello habrá que ser estudiosos de la disciplina y tener la capacidad para aprender de
manera permanente a través del diálogo, la argumentación y la conciliación con todos aque-
llos con los que se comparte el trabajo, con respeto por la diversidad a fin de poder trabajar
de manera cooperativa.

La enfermería debe ser capaz de tener un nuevo modelo de vida que la lleve a una mayor
consciencia de cómo mejorar su calidad y estilo de vida con los recursos disponibles para no
convertir los riesgos en daños a la salud; es decir, debe poseer una filosofía y significado de
la vida en salud. Claro está que tiene que replantearse cuál es el significado de la vida que
quiere vivir, por lo tanto, debe autoanalizarse para estar en posibilidad de cuidar a otros; debe
también llevar a cabo una serie de acciones de formación para promover la salud, valorar y
controlar riesgos, y prevenir enfermedades; debe fomentar relaciones armónicas, saludables

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y creativas con los demás; debe fortalecer y fomentar el trabajo colaborativo; debe estimular
la creación y consolidación de redes sociales de apoyo que ayuden a la cohesión grupal para
el trabajo multidisciplinario y para la cohesión gremial en enfermería; debe apoyar la función
institucional con talento organizativo sintiéndose parte de la organización; debe trabajar con
amor en la comunidad y en la institución; debe construir nuevos escenarios de atención, es
decir, romper con el trabajo restringido, cautivo que se da sólo al interior de los muros de una
institución para considerar la salud como un proyecto de gestión política.

1.2 El concepto social de salud y salud colectiva

La salud colectiva tiene una profunda vocación por ver más allá del horizonte
y por transformar la acción en un quehacer humano
profundamente comprometido con la vida
y con el cuidado de las poblaciones.
Edmundo Granda
Para poder abordar el concepto de salud colectiva es importante que reflexionemos acerca
del concepto social de la salud, con la finalidad de entenderla como proceso social inherente
a la vida, que implica condicionantes estructurales, acciones y significados institucionales;
así como elementos culturales, económicos, sociales y políticos, que son necesarios para
impulsar la protección, fomento y cuidado de la salud de la población.

Para ello, es importante concebir a la sociología como un punto de partida para abordar el
concepto social de la salud. Desde esta perspectiva, Duarte (2010) propone la relación entre:

Individuo Sociedad estructura

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Esta relación tiene la finalidad de darle significado a la salud y, en consecuencia, a las condi-
ciones de alimentación, vivienda, educación, ingreso, medio ambiente, trabajo, transporte,
empleo, tiempo libre, libertad, acceso a los servicios de salud, así como al acceso y posesión
de la tierra como resultado de las formas de la organización social y de producción, las
cuales pueden generar grandes desigualdades en los niveles de vida de la población.

En este orden de ideas, Émile Durkheim (1858-1917) advertía que la sociedad no sólo es
una suma de individuos, sino que representa una realidad determinada que cuenta con sus
propias características, esta asociación de individuos da lugar a la vida social (Duarte, 2010).

Es importante destacar que la salud es un indicador de bienestar y juega un papel impres-


cindible en la sociedad, la cultura y economía de un país, la cual denota las condiciones y
la calidad de vida de la población en un entorno determinado. Lo anterior nos indica cómo
conciben y viven las personas el proceso de salud-enfermedad de acuerdo a patrones cultu-
rales comunes que se heredan y se transmiten a través de la familia y la sociedad en general.

Lógicamente, el proceso de salud-enfermedad no es sólo una representación biológica, sino


social, la cual está personificada en grupos, clases y relaciones sociales que son construccio-
nes históricas y cotidianas de actores individuales y colectivos. Por lo tanto, y de acuerdo con
la estructura social de los países, es determinante que la participación del Estado, las institu-
ciones y las personas se orienten a una acción social a fin de que apliquen políticas macro-
económicas2 y sociales (alimentación, salud, vivienda, educación y cultura) de acuerdo a los
derechos y necesidades que beneficien a sus poblaciones.

La salud se debe estudiar desde diferentes perspectivas, ya que el concepto de salud a


lo largo del tiempo ha estado determinado por la biología y el medio ambiente, definido por
estilos de vida y los sistemas de salud que responden a las características de ciertas socieda-
des y culturas.

En la primera mitad del siglo XX, la OMS define a la salud como “un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no sólo como la ausencia de afecciones y enferme-
2 Se encarga de estudiar la economía de manera global, en términos del monto total de bienes y servi-
cios producidos, ingresos, nivel de empleo, recursos productivos y el comportamiento general de los precios.

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dades”, esto nos permite decir que la salud es una práctica para estar sano y tener la capa-
cidad de mantener un estado de equilibrio apropiado a la edad y las necesidades culturales
(Waitzkin et al., 2001).

El concepto de salud no es estático ni ahistórico, ya que cambia de acuerdo con las


ideas principales de cada sociedad y se reconoce desde diferentes posturas. Asimis-
mo, las representaciones y prácticas de salud no son hechos aislados ni espontáneos, dado
que tienen un desarrollo y ubicación en el tiempo y espacio, lo cual refleja un vínculo con la
economía, política, sociedad y cultura de un grupo social. Por lo tanto, según Vergara (2007),
la salud no debe enfrentarse de manera individual, sino dentro de la sociedad de la
cual forma parte cada una de las personas.

La salud debe ser pensada como un hecho social en el cual se construyen diferen-
tes sistemas de cuidados encargados de vigilar la salud de las personas y los grupos
sociales, puesto que la importancia social del concepto de la salud ha contribuido a una
visión global de lo que representa en la actualidad.

La salud y la enfermedad no son hechos individuales y aislados. Por ello, la sociedad


tiene que estar educada para mantener su salud, aun con condiciones de vida insufi-
cientes y prever las conductas no saludables, elementos muy importantes en la sociedad
globalizada; ya que de no hacerlo se desencadenarían múltiples enfermedades crónicas-de-
generativas, trastornos psíquicos, accidentes y violencia.

Las relaciones sociales entre los colectivos deben poseer ciertas características inherentes al
trabajo para tener un nivel de ingreso suficiente que permita tener las condiciones para una
vida digna y el desarrollo de capacidades.

En efecto, estas relaciones sociales son la causa del nivel de salud y calidad de vida
en tanto que el rol que cada persona desempeña dentro de la estructura social no se
reproduce de manera aislada, sino que está condicionada por sus actitudes, influen-
cias y comportamientos.

De acuerdo con lo anterior, cada grupo social, ya sea una familia, comunidad o todo un país,
posee un razonamiento propio de la salud que corresponde con lo que considera normal, y
dicho razonamiento predomina en la forma de sentirse sano o enfermo.

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Cabe agregar que la definición social de salud deriva de lo que para cada sociedad se aprecia
como estar sano debido a que dicha definición queda condicionada a la situación global
de desarrollo económico, educativo, político y cultural para cada país. Lo que hoy en día es
salud para una sociedad, puede ser enfermedad para otras; por ejemplo, en la mayoría de los
países occidentales una ingesta calórica baja puede relacionarse con un estado de falta de
salud, mientras que en los países orientales puede significar un estado óptimo de salud; es
decir, la concepción de salud puede variar dependiendo de cada país.

Por lo tanto, la salud también está sujeta al marco cultural en el cual se estudia, ya que
contiene una visión objetiva y subjetiva de la salud de acuerdo a los criterios que prevalecen
en cada sociedad (Moragas, 1976).

Todo lo anterior nos sirve de marco para destacar que la noción social de la salud nos acerca
a cuestionar y entender cómo actúan el individuo y la sociedad respecto a la protección y
promoción de la misma y, para ello, la salud colectiva hace sus aportaciones en este
tema desde las acciones de fomento a la salud, protección específica, control de
riesgos y daños, prácticas de vida saludable, diagnóstico y tratamiento oportuno, así
como rehabilitación para la reintegración a su desempeño en la vida social.

Para saber más sobre la evolución de la salud, veamos con atención el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=DHszsb9N70E&t=96s

La Ciudad de las Ideas (2008).


La evolución de la salud-Julio Frenk [Archivo de video].

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Surgimiento de la salud colectiva

En la primera mitad del siglo XIX, médicos alemanes ligados a las luchas populares propu-
sieron, desde su acción política, explicaciones transformadoras sobre la determinación y la
distribución de la enfermedad. Acuñaron el término de Medicina Social3 (MS) para señalar
que la salud del pueblo concierne a la sociedad entera y, por tanto, las condiciones económi-
cas y sociales tienen un importante efecto sobre la salud, por lo que esas relaciones debían
ser investigadas (Rosen ,1985).

Ante la evolución del capitalismo a nivel mundial, se generaron una serie de transformacio-
nes económicas, políticas y sociales a raíz de la crisis del petróleo en 19794. Como conse-
cuencia de esta situación, hubo cambios importantes en la estructura demográfica de los
países en Latinoamérica, que provocaron un debate en el campo de la salud, respecto a sus
relaciones con el desarrollo económico y social.

De acuerdo con Iriart et al. (2002), hacia finales de los setenta, frente a estos cambios, surge la
Medicina Social Latinoamericana (MSL) la cual se conformó por grupos de académicos, estu-
diantes e investigadores del campo de la salud que se unieron a los movimientos de traba-
jadores, estudiantes y organizaciones populares que estaban descontentos con el modelo
económico denominado desarrollista 5 que se implementó con intensidad en América Latina.
A través del movimiento que surgió de la MSL, hubo cuestionamientos como respuesta a las
crisis de la Salud Pública (SP), también considerada desarrollista.

El modelo económico desarrollista estaba sustentado en el crecimiento económico y éste


vino a mermar las condiciones de vida y trabajo que se habían ganado con el Estado del bien-
estar 6.

3 Medicina Social es un término adoptado en la mayor parte de los países de América Latina; sin em-
bargo, en Brasil este movimiento sanitario adopta al nombre de Salud Colectiva.
4 El precio del petróleo se multiplicó por 2.7 desde mediados de 1978 hasta 1981 y en las economías
industrializadas se dispararon las cifras de desempleo.
5 Este modelo económico se orientó por la teoría de la Comisión Económica para América Latina (CE-
PAL), la cual hace referencia a que los Estados Nación basaran su desarrollo económico y social a través de
la modernización industrial acelerada.
6 Este modelo produjo la etapa más exitosa de treinta años del capitalismo, tanto en materia de pro-
ducción y productividad, como de mejoras de las condiciones materiales de vida de la población, pleno
empleo, salarios altos y regulables, esto significó una mejora en la distribución de los ingresos.

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Características de la crisis de la SP en los países de América Latina:

y Los indicadores de salud, como la mortalidad infantil, entre otros, comenzaron a


empeorar tras un período de cierta mejora;

y Las transformaciones en la producción, en las condiciones de vida y trabajo implicaron un


aumento de las enfermedades crónicas y degenerativas;

y Fue el comienzo de la coexistencia de enfermedades de la pobreza y de la riqueza;

y Las relaciones entre clase social y problemas de salud se hicieron evidentes, así como las
inequidades en el acceso a los servicios de salud;

y Los gastos en salud crecieron, pero sus efectos en las condiciones de salud fueron muy
limitados. Esta situación mostró que la existencia de más y mejores servicios no está
relacionada con el mejoramiento de las condiciones de salud de la población, en especial
cuando hay grandes diferencias en el acceso a estos avances.

En consecuencia, la MSL advirtió la necesidad de realizar una construcción teórica capaz de


dar cuenta del origen y naturaleza de estos problemas como fenómenos complejos derivados
de la realidad social, ya que en América Latina se había presentado el deterioro de los proce-
sos de la salud-enfermedad que la SP y el Modelo Médico Hegemónico (MMH) 7 no pudieron
atender.

Según Iriart et al. (2002), la MSL recupera la parte social de los planteamientos médico-socia-
les del siglo XIX y de los conceptos ideológicos concebidos desde el materialismo histórico
con representantes como Marx y Gramsci, con el objetivo de contribuir al cambio social, para
pensar la salud desde un enfoque social y de transformación, delimitando de esta manera
su campo de conocimiento y su objeto de estudio. El materialismo histórico, en el campo de
la salud, permitió el desarrollo de modelos explicativos sobre los determinantes sociales y
condicionantes de la salud-enfermedad, así como de la organización de las prácticas sociales
7 El MMH es el conjunto de prácticas, saberes y teorías generados por el desarrollo de la medicina cien-
tífica, el cual, desde fines del siglo XVIII, ha ido logrando establecer como subalternas al conjunto de prácti-
cas, saberes e ideologías teóricas hasta entonces dominantes, hasta lograr identificarse como la única forma
de atender la enfermedad legitimada tanto por criterios científicos, como por el Estado (Menéndez, 1988, p.
5).

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de salud.

En este contexto, surgió una nueva corriente alternativa de pensamiento de acción sanitaria
denominado la nueva salud pública o salud colectiva (SC), principalmente en Brasil 8. Por lo
tanto, la SC emerge en el campo de conocimientos y de las prácticas sociales en salud, como
una forma de lucha y resistencia, con el propósito de defender la igualdad social 9 y una
forma de manifestarse en contra de las profundas desigualdades sociales (Stotz, 1997).

La aportación de sus impulsores contra la lucha de las desigualdades sociales marcó dos
características centrales (López y Peña, 2006):

a. ser una visión alternativa de la realidad sanitaria;

b. sostener una mirada histórica que atribuye posibilidades de cambio.

Desde la década de los cuarenta, la relación entre las ciencias sociales y la salud fue muy
importante para México y Brasil, ya que a través de la antropología y la sociología se
propició un enfoque multidimensional de la salud, una reflexión crítica para superar
el énfasis de la enfermedad inseparable al concepto de medicina. La salud colectiva es
sucesora de varias disciplinas (la biología, la sociología, la antropología, las ciencias políti-
cas, la administración, entre otras), en la cual el punto de partida son los estudios de la salud
desde la perspectiva de las ciencias sociales, que a su vez tomaron más fuerza en la década
de los setenta (Waitzkin et al., 2001) y permitieron la interpretación de los determinantes y las
respuestas sociales del proceso de salud-enfermedad.

Se había percibido siempre a la salud como un tema de dominio médico, pues se definía a
través de la enfermedad, la discapacidad y muerte; por lo tanto, es bajo este paradigma que
la salud colectiva propone no sólo curar y rehabilitar, sino fomentar y cuidar la vida y
la salud.

Las prácticas de la salud pública convencional explican sus fortalezas y debilidades para
8 Breilh (1995) reconoce que el término de SC surge en Brasil en 1979, cuando un grupo de profesio-
nales, salubristas y docentes del área de medicina preventiva y social buscaron crear un campo científico
con orientación teórica, metodológica y política que privilegiara lo social como categoría analítica, de esta
forma, surge como término vinculado a un esfuerzo de transformación.
9 La igualdad social es un concepto de justicia social según el cual todos los miembros de una sociedad
tienen derecho a gozar de las mismas oportunidades.

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dar origen a la crítica y proponer el cambio, en el cual se mire a la población como sujetos
individuales y colectivos que crean y engendran su salud en el diario vivir y al mismo tiempo
construyen instituciones para apoyar la promoción de la salud, prevención y atención de las
personas (Granda, 2004) con el objetivo de trascender en mejorar las acciones de apoyar una
nueva salud pública, que interprete y participe en el mejoramiento y cuidado de la salud de la
población.

La nueva salud pública o salud colectiva


A decir de López y Peña (2006), la salud colectiva surge del reconocimiento de que los
procesos de salud/enfermedad y representaciones/respuestas sociales expresan hechos
histórico-sociales que atañen a los colectivos más allá del ámbito biológico. Se propone
evolucionar en la perspectiva de que los problemas colectivos de salud son una batalla
permanente contra la muerte o erradicar ciertas enfermedades desde un enfoque de salud
pública.

Hay una necesidad por retomar lo mejor de la salud pública, respecto a sus prácticas y cono-
cimientos para interpretar y explicar la situación actual de salud del deterioro de las pobla-
ciones, con la finalidad de promover y fortalecer las expresiones individuales y colectivas que
impulsen la salud y favorezcan la construcción de un estado democrático coherente con las
necesidades y derechos, que a su vez debe entrelazar redes internacionales en el campo de la
salud colectiva (Granda, 2004).

Para abordar el estudio de la salud colectiva, se establecieron líneas de investigación que


reunían desde los estudios poblacionales, la comprensión sobre la naturaleza de las políticas
públicas en salud, las prácticas y procesos de trabajo, hasta el estudio sobre las intervencio-
nes de los grupos y clases sociales sobre los problemas de salud. Y en estas circunstancias se
incluyó la preocupación por la formación de recursos humanos y la afirmación de un campo
de investigación propio, capaz de reunir las contribuciones de los más diversos saberes
(Cruz, 2005).

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Salud colectiva

Existe una relación dialéctica entre persona y sociedad: no es posible pensar la exis-
tencia de una persona fuera de un contexto geográfico, histórico y socio-cultural. Se
resguarda la relación del sujeto con su cuerpo, con los otros, con las cosas, con las institucio-
nes y con las prácticas sociales, que son mediadas tanto por el trabajo, las relaciones socia-
les, el lenguaje y los códigos culturales establecidos en una tradición socio-histórica (Cruz,
2005).

Predominan dos principios alternativos para explicar el proceso de salud-enfermedad, sus


determinantes y las prácticas sociales en salud:

y La construcción de oportunidades para el desarrollo de la calidad de vida en salud

y El fortalecimiento de la capacidad de los seres humanos en colectivo para controlar sus


procesos sociales; con la finalidad de que estos conocimientos estimulen el desarrollo de
conceptos y técnicas específicas para fortalecer el derecho a la salud. 10

Por lo tanto, los elementos generadores de la salud y la enfermedad se advierten como


consecuencia de la vida social y grupos sociales, así como su inclusión en los procesos
productivos y otras manifestaciones como son el peso de la morbi-mortalidad y otros indica-
dores de tipo demográfico, nutrición, crecimiento y desarrollo físico.

Es importante considerar las distintas manifestaciones de la actividad de las personas y


grupos sociales que componen la participación social, ya que repercutirá de manera signifi-
cativa su desarrollo en la vida laboral, ideo-espiritual, sociopolítica, cultural, familiar, relacio-
nes interpersonales y uso del tiempo libre como campos de acción para la promoción de la
salud, en la cual se brinde el acceso a oportunidades de vida y a la distribución equitativa de
los beneficios del desarrollo con justicia social y solidaridad (Cruz, 2005).

Desde la salud colectiva, la salud está orientada a los siguientes supuestos básicos (Paim,
1982):

y La salud es considerada un estado vital en el sector de la producción y campo del


conocimiento, en la cual se articula la estructura de la sociedad de acuerdo a sus
10 Es un principio de igualdad, considerado como un derecho humano fundamental, con la finalidad de
combatir las desigualdades, consideradas injustas e inmorales y encauzarse hacia la equidad en salud como
valor ético.

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instituciones económicas y político-ideológicas, marcando así una historicidad.

y Las acciones de salud (promoción, protección, recuperación y rehabilitación) constituyen


una práctica social de acuerdo a las relaciones establecidas entre los grupos sociales.

y El objeto de la salud colectiva es construido en los límites de lo biológico y lo


social, comprende la investigación de los determinantes de la producción social de las
enfermedades y de la organización de los servicios de salud, y el estudio de la historicidad
del saber de las prácticas sobre los mismos. En ese sentido, el carácter interdisciplinario
de este objeto sugiere una integración en el plano del conocimiento y en el plano de la
estrategia, de reunir profesionales con múltiples formaciones.

Este nuevo paradigma afirma que los sistemas de salud son aquellos acuerdos políticos
institucionales e intersectoriales que permiten la formulación, ejecución y evaluación
de políticas públicas saludables.

Para concluir, los profesionales de enfermería debemos darnos a la tarea de construir un


pensamiento y una práctica acorde a las necesidades de la salud de la población, objeto del
cuidado holístico de nuestra disciplina. La salud colectiva o la nueva salud pública es hoy
un modelo alternativo para promover y proteger la salud.

1.3 Salud pública y salud colectiva

La salud se ha abordado desde dos perspectivas: por un lado se encuentra la salud pública
(SP) y, por el otro, la salud colectiva (SC). Si bien ambas buscan explicar la salud, cada una lo
hace desde posicionamientos diferentes. Para este fin empezaremos a explicarte las carac-
terísticas, alcances y limitaciones de ambas visiones. Empecemos por señalar que la salud
es un proceso social más que un hecho biológico, es decir, la salud tiene que ver con
nuestra forma de vida, el acceso a servicios de salud, el dinero con el que contamos,
los alimentos que consumimos, nuestro nivel de educación por mencionar algunos
ejemplos. Por lo que debe verse como algo mucho más complejo que el hecho biológi-
co.

17
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Sin embargo, con frecuencia se ha concebido a la salud como un fenómeno biológico, es


decir, un hecho que debe ser observado, medido, aislado y susceptible a ser manipulado.
Han existido intentos en repensar esta visión, no obstante, se deja de lado que la salud es
resultado de complejos procesos sociales en los que estamos inmersos: trabajo, alimenta-
ción, violencia, pobreza, etcétera. Por lo tanto, las formas de abordarla están orientadas a
entender la expresión última del proceso (enfermedad) y dejamos de lado las causas sociales
que nos causan los problemas de salud. La visión de la salud como un hecho biológico usual-
mente se denomina como Modelo Médico Hegemónico 11 (MMH) o biomedicina.

Al respecto, algunos autores señalan que la forma en la que entendemos la salud se vincula
al paradigma positivista 12, esto es, se considera que la realidad es algo que debe ser obser-
vable, medible y comprobable. Todo aquello que no cumpla con estos requisitos no es acep-
tado. Esta visión deja de lado la historia de la persona, sus problemas, su punto de vista, entre
otros (Menéndez, 1992). A esto debe añadirse que el MMH responsabiliza (o culpabiliza) a la
persona de su enfermedad, privilegia el consumo de medicamentos y servicios médicos y
reconoce al personal de salud como autoridades incuestionables.

Por ejemplo, una química sanguínea evidencia los valores sobre la composición de la sangre.
Estos valores adquieren sentido dentro de un rango de valores de referencia: alto, normal y
bajo. Lo que se privilegia en este ejemplo son datos (números); sin embargo, no explica el
proceso que da origen a estos valores: dieta alta en grasas, azúcares, alcohol y carbohidratos,
entre otros. Tampoco explica las razones por las que la persona presenta ese perfil sanguí-
neo. Únicamente explica un fragmento de la realidad, pero no el proceso mismo. Ésta es una
visión parcial del proceso de la salud. Debemos tener en cuenta que esta visión biológica
de la salud es parte importante del cómo ha avanzado la ciencia, pero que no lo explica por
completo.

Veamos otro ejemplo, se ha estudiado el comportamiento del virus SARS-COV-2, que es el


responsable de la enfermedad infecciosa Covid-19, con la finalidad de producir una vacuna
11 Hegemonía es un término emanado de las Ciencias Sociales que hace alusión a formas de domina-
ción y poder que se ejerce de un grupo de personas sobre otras o de países sobre otros; por ejemplo, Estados
Unidos es la potencia militar hegemónica actualmente.
12 El positivismo es una corriente filosófica que pondera la experimentación como única forma para ex-
plicar la realidad, es decir, todas las dimensiones de la realidad deben ser tangibles y observables.

18
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

o un tratamiento para que las personas no enfermen ni mueran. Esto se enclava dentro del
paradigma biomédico; sin embargo, una vacuna no basta para dar respuesta a una pande-
mia, es necesario tomar en cuenta también las condiciones sociales que la potencian: ausen-
cia de servicios públicos como el acceso a agua limpia y potable para el lavado de manos; un
ingreso precario que favorezca la comorbilidad por diabetes o hipertensión al no poder satis-
facer una alimentación equilibrada y saludable; falta de acceso a servicios de salud dignos
para tratar un complicación médica; pobreza y hacinamiento. Es decir, la salud es un proceso
que sobrepasa los hechos biológicos en tanto que está determinada en gran medida por
aspectos económicos, políticos y sociales.

El determinismo biológico se limita a tratar los fenómenos (enfermedades) y sus causas inme-
diatas, en vez de estudiar los procesos mismos (causas de las causas de las enfermedades). El
determinismo biológico no ve a la salud como el resultado de procesos más complejos que
tienen que ver con el individuo y la sociedad en su conjunto como la pobreza, exclusión y la
violencia, entre otros.

Para posicionarnos dentro de una visión crítica de la salud es muy importante ubicarla como
un proceso social complejo en donde intervienen dimensiones sociales, culturales, políticas
y económicas que inciden en la realidad sanitaria de las personas. De esta manera, la salud te
puede explicar las profundas desigualdades que existen dentro de los colectivos y entre los
individuos.

Tetelboin (1997) menciona que el abordaje social de la salud requiere de un posicionamiento


crítico que permita poner en evidencia el vínculo entre lo social (político, económico e ideoló-
gico). De esta manera el abordaje social de la salud es una propuesta que permite poner en la
mesa los procesos más amplios que la determinan, es decir, lo social como determinante de
la salud (imágenes 1 y 2).

19
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Imagen 1. La salud es reflejo de las injusticias sociales

Imagen 2. La postura biomédica deja de lado las circunstancias


sociales que dan origen a los problemas de salud

20
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Paradigma de la salud pública

En sus inicios, la salud pública se había desarrollado dentro de una visión que ponderaba
lo biológico (biologicismo) en donde lo social no formaba parte de sus presupuestos episte-
mológicos (fundamentos y metodología del conocimiento). Los problemas de salud se expli-
caban a partir del medio ambiente, el cual era responsable de los problemas de salud del
individuo, de ahí que se buscaba analizar el nexo entre medio ambiente y etiología (origen o
causas) de la enfermedad.

Como puedes ver, esta “vieja salud pública” (Frenk, 2016) se abocaba a explicar la salud
desde una posición aislada y centrada en el sujeto. Esta visión se centraba en la prevención y
tratamiento de las enfermedades. Más adelante, el pensamiento de la SP se avocó a reflexio-
nar más allá de la biología humana y se incorporaron las “dimensiones sociales de los proble-
mas causados por los estilos de vida” (p. 852), a esta nueva visión se le llamó la “nueva salud
pública”.

Hasta aquí puedes ver dos posicionamientos diferentes en cuanto a la salud. Veamos dos
ejemplos que sintetizan estos paradigmas:

En un primer momento el paradigma de la SP respondió a una visión más preventiva y cura-


tiva, es decir, centrada en la expresión (enfermedad) y no propiamente en el proceso. Si bien
la nueva salud pública incorpora lo social, lo hace como un elemento más de la etiología o
mero “factor de riesgo” de la enfermedad asociado a otros de orden biológico. Para el caso
del cáncer de próstata, dentro de los factores de riesgo que señala la American Cancer Society
para desarrollarlo se encuentra la raza. En los Estados Unidos la prevalencia es más elevada
en grupos afroamericanos en comparación con grupos blancos. Entendida así, la raza como
factor de riesgo, no permite poner en papel las condiciones históricas de exclusión que este
grupo ha padecido sistemáticamente: los afroamericanos cuentan con un nivel de ingreso
mucho menor en comparación con los blancos, lo que se traduce en acceso limitado a servi-
cios de salud de calidad y, por lo tanto, en un mejor tratamiento.

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Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

La SP usa el concepto de población emanado de las ciencias biológicas (positivista), el cual


alude a conjuntos de individuos sin aparente interrelación e identidades compartidas. Esta
reflexión también la aborda Barata (2001), quien sostiene que las poblaciones en donde se
aplican políticas públicas emanadas de la visión de la SP no se reflexionan sobre situación
de exclusión o vulnerabilidad en la que los sujetos se encuentran inmersos: “los sujetos son
simplemente desconocidos y se convierten en abstracciones sin identidad sin subjetividad”
(p. 22). Desde la visión de la SP, los individuos y grupos están fuera (abstraídos) de los proce-
sos que determinan sus condiciones de salud o enfermedad, no son agrupaciones participati-
vas, sino elementos estáticos y pasivos.

Paradigma de la salud colectiva

La salud colectiva se relaciona con el concepto de determinación social de la salud. Laurell


(1994) desarrolla una serie de puntualizaciones para explicar este concepto. En primer lugar,
los procesos sociales son la génesis (origen) de los riesgos que desencadenan alte-
raciones patológicas en los procesos biológicos y psíquicos, esto es, la enfermedad.
Los factores específicos de riesgo (entendidos como agentes nocivos) son mediadores entre
lo social y lo biológico. Así, la exposición a determinados factores de riesgo se traduce en
perfiles específicos de morbi-mortalidad en las poblaciones humanas. También reconoce
que la atención se centra en los factores de riesgo al convertirlos en elementos cruciales para
explicar los perfiles ya que éstos son de carácter ahistórico y, por lo tanto, no problemati-
zan la naturaleza o esencia de lo biológico y lo psicológico. Esta lectura proyecta la idea de
que lo social es externo a los procesos biológicos en sí mismos y que además son naturales.
De lo anterior se desprende la imposibilidad de comprender el carácter social del proceso
salud-enfermedad, dado que postula la naturaleza ahistórica de los procesos biológicos
humanos.

En segundo lugar, se implica que lo social supera la dimensión biológica y psicológica; sin
embargo, no requiere la inclusión de los conceptos de “riesgo” o “factores de riesgo” como

22
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

mediación entre lo social y lo biológico ya que lo más complejo imprime un nuevo orden y
lógica a los niveles menos complejos de organización de la materia. De allí, sostiene Laurell
(1994), la ruptura del pensamiento médico-social con el pensamiento biomédico, pues la
disciplina sociomédica conceptualiza a los procesos biopsíquicos humanos como históricos y
no como procesos naturales.

Para saber más, veamos con atención el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=m4grptBWbxY

Medicina social y salud colectiva en México (14 de noviembre de 2017).


Asa Cristina Laurell. Salud enfermedad como proceso histórico social. [Archivo de video].

Pongamos un ejemplo: la visión hegemónica de la salud pondera los factores de riesgo


biológicos y sociales en el mismo nivel de análisis, es decir, no hay una diferenciación entre
lo social y lo biológico. Una dimensión social puede ser el ingreso económico, el nivel de
educación, el lugar donde se vive, etcétera. Una dimensión biológica sería la susceptibilidad
a alguna enfermedad como la hemofilia, que es de carácter genético. No obstante, la suscep-
tibilidad para que se exprese o se agudice depende de la posición que tengamos dentro de la
sociedad, es decir, tener pocos ingresos que se traducen en mala alimentación, poco o nulo
acceso a servicios de salud que hace que se agraven los problemas de salud. De esta manera,
las dimensiones sociales y biológicas se encuentran interrelacionadas, sin embargo, lo social

23
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

incluye el aspecto biológico. No se encuentra en el mismo nivel, sino que el primer orden
determina el segundo. Esto sintetiza la determinación social de la salud.

Por su parte, la SC hace alusión al concepto de colectividad (de las ciencias sociales) como
un grupo organizado que responde activamente a los procesos de salud-enfermedad-aten-
ción como un hecho social, es decir, mientras que el concepto de población alude a un
conjunto de individuos estáticos y desprovistos de historia 13 como lo concibe el MMH, el
concepto de colectividad hace alusión a grupos humanos que se relacionan entre sí, es decir,
son dinámicos, con sentido de pertenencia e inmersos en sistemas de creencias que respon-
den e inciden activamente en la realidad social.

Lo biológico esconde profundas desigualdades sociales, es decir, la enfermedad y la salud


son los “espías” de las injusticias sociales en el que algunos grupos se encuentran inmersos
de manera histórica y que sólo a partir de un posicionamiento crítico en salud como lo es la
SC pueden quedar reveladas. La visión de la SC invita a reflexionar más allá del hecho biológi-
co, por lo que la SC es un posicionamiento político. Esta visión política de la SC está orien-
tada a promover la justicia social. Por ejemplo, que alguien muera por no tener dinero para
pagar algún servicio de salud es un acto violatorio del derecho humano a la salud, esto revela
una sociedad profundamente desigual y por lo tanto injusta. La SC apuesta a un cambio
estructural para posicionar la vida y la justicia como ejes de una sociedad.

La SP concibe a la salud como un fenómeno medible, cuantificable y tangible. No se aboca a


la causa social la cual origina las enfermedades, lo que importa es el hecho biológico mismo.
Por su parte, la SC se posiciona como una visión de concebir a la salud como un proceso
socialmente determinado, el cual refleja las profundas desigualdades sociales que subyacen
o se encuentran en la estructura social.

Estos dos paradigmas dan cuenta de cómo se ha concebido a la salud, lo que implica enten-
derla como un proceso eminentemente social, no estático, sujeto a condiciones estructurales
y modificables. De esta manera, la salud no es sólo un aspecto individual y biológico, sino
que hay dimensiones mucho más complejas que escapan a la persona como pobreza, violen-
13 En México, el término “afrodescendientes” refiere comúnmente a poblaciones que provienen de gru-
pos del África Subsahariana.

24
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

cia e injusticia.

Diferencia entre salud pública y salud colectiva

Para transformar y profundizar en la realidad social y sanitaria, se estableció un campo de


conocimiento crítico de las prácticas y saberes desarrollados en el ámbito de la salud desde
la SP. En los primeros estudios del modelo tradicional de la salud existía una comprensión
de la medicina como una práctica social articulada a áreas como la política, la economía y la
ideología, y un enfoque que buscaba discutir las relaciones entre las políticas, las institucio-
nes y los saberes hegemónicos.

Granda (2004) reconoce los siguientes supuestos de la SP, como un punto de partida para la
SC:

1. la suposición filosófico-teórica de la enfermedad y muerte, como punto de partida para


explicar la salud;

2. el uso de exponer causalmente los fenómenos para explicar el riesgo de enfermar de la


población, y el estructural funcionalismo para comprender la realidad social;

3. el reconocimiento del poder del Estado como fuerza privilegiada para asegurar la prevención
de la enfermedad y apoyo a la gestión de servicios de atención médica.

De esta manera, las prácticas de la SP explican sus fortalezas y debilidades para dar
origen a la SC y proponer el cambio, en el cual se vea a la población como sujetos indi-
viduales y colectivos que crean y engendran su salud en el diario vivir y al mismo tiempo
construyen instituciones para apoyar la promoción de la salud, prevención y atención de las
personas (Granda, 2004).

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Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Aspectos a destacar Salud pública Salud colectiva

Ligado al desarrollo del Estado Resultado de las crisis y


de la sociedad capitalista reorganización de las formas
para garantizar la expansión de acumulación del capital a
Surgimiento industrial, la ampliación de finales de los setentas en los
mercados, la subordinación de países de América Latina
consumidores y la expansión del
biopoder capitalista

Base Estructural-funcionalismo Materialismo histórico

Paradigma Curar y rehabilitar Cuidar la vida y la salud

Modelo biomédico y en los Modelo sociomédico, con


factores de riesgo; se centra una visión integradora y una
en prevenir la enfermedad y perspectiva de equidad y de
Basada en privilegia la tecno-intervención ciudadanía, encaminada a
conformar respuestas para
mejorar las condiciones de salud
de los colectivos
Se explica a partir del Se explica como un proceso
El proceso salud-enfermedad comportamiento de los social
individuos

Unidad de análisis Población Colectivos

Proceso salud-enfermedad de Necesidades sociales de salud


Objeto de estudio las poblaciones

Modelos explicativos Epidemiología Epidemiología social

Reducción de riesgos, Producir salud a partir del


intervención en las causas que estudio de los determinantes
transforman al individuo en su sociales, a través de la
Intervenciones basadas en proceso de salud-enfermedad- identificación de los factores
atención causales y de la comprensión de
procesos sociales complejos
Fuerza privilegiada para Fuerza para asegurar el derecho
Papel del Estado asegurar la prevención de la a la salud
enfermedad

26
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Propósito de la salud colectiva

De acuerdo con López (2017), la SC impulsa la comprensión de la salud de las colectividades


como un objeto complejo que busca que los resultados se den por medio de procesos de
determinación social y propone transformaciones estructurales para producir salud.

Esto nos lleva a observar que hay una necesidad por retomar lo mejor de la salud pública,
respecto a sus prácticas y conocimientos, para interpretar y explicar la situación actual de
salud del deterioro de las colectividades, con la finalidad de promover y fortalecer las expre-
siones individuales y colectivas que impulsen la salud y favorezcan la construcción de un
estado democrático coherente con las necesidades y derechos, que a su vez debe entrelazar
redes internacionales en el campo de la SC (Granda, 2004).

La salud colectiva busca ampliar la mirada para buscar comprender cómo viven y cómo se
enferman los sujetos, es decir, se trata de comprender el proceso salud-enfermedad-aten-
ción sin reducir la colectividad a la suma de personas, sino trascendiendo para entender las
relaciones entre sus integrantes. De esta suerte, la SC es hoy un modelo alternativo donde la
enfermería tiene un campo de oportunidad para promover la salud, el autocuidado y prote-
ger la vida, donde desde su filosofía y potencialidades puede comprender cómo la persona
y grupos deben participar activamente en la promoción y el desarrollo de prácticas cotidia-
nas que fortalezcan el cuidado de sí, es decir, el autocuidado, ya que éste debe involucrar la
relación dialógica de la persona consigo misma, con su cuerpo y con su entorno, éste es un
ejemplo de cómo desde la SC se favorece el liderazgo en salud y vida de la enfermería.

Los profesionales de enfermería deben darse a la tarea de construir un pensamiento y una


práctica acorde a las necesidades de la salud de la población, objeto del cuidado holístico de
la disciplina.

27
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

1.4 Principios básicos de protección a la salud colectiva

La salud colectiva se encuentra depositada y reflejada en tres grandes principios, que, de


acuerdo con Cierco (2006), son la prevención, la precaución y la transparencia; en un segundo
nivel, pero no menos importantes, se encuentran los principios de cooperación, la participa-
ción y la corresponsabilidad, éstos son generales para el sector de la salud colectiva.

El principio de prevención permite la adopción de medidas de vigilancia y previsión de


enfermedades, ya sea para disponer, anticipar o detener según sea conveniente a partir de:

y la prevención primaria permite prevenir la aparición de la enfermedad eliminando o


neutralizando los factores que puedan promover su desarrollo, se actúa en un periodo
prepatogénico con vacunas o diversas medidas sanitarias en el macroentorno y así evitar
la presencia de agentes patógenos;

y la prevención secundaria está orientada a frenar el desarrollo de la enfermedad cuando


se encuentra en estado incipiente; busca controlar las enfermedades en sus estados
iniciales, durante el periodo prepatogénico o preclínico con el diagnóstico precoz,

y la prevención terciaria o de rehabilitación reduce los daños y secuelas producidos por la


enfermedad.

En este contexto, la prevención de la enfermedad es la acción que normalmente emana


desde los servicios de salud y que considera a los individuos y a las poblaciones como
expuestas a factores de riesgo identificables, que suelen ser asociados a diferentes conductas
de riesgo de los individuos. La modificación de estas conductas de riesgo constituye una
de las metas primordiales de la prevención de la enfermedad como se muestra en el
siguiente cuadro:

28
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Cuadro 2. Factores de riesgo modificables y no modificables

Es la probabilidad de sufrir un daño o lesión


Factor de riesgo

Son aquellos factores relacionados con la


individualidad de las personas como la edad, el
Factor de riesgo no modificable sexo, la herencia

Para las cardiopatías son factores de riesgo: el


tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y la
Ejemplo hipercolesterolemia

Para la reducción de los factores de riesgo de


una enfermedad, se requiere de una buena
Factor de riesgo modificable identificación de sus causas modificables

Forma específica de conducta de la cual se conoce


su relación con una susceptibilidad incrementada
Concepto de conducta de riesgo para una enfermedad específica o para un estado
de salud deficiente

Persona obesa cuyo padre y tío materno son


diabéticos, con patrón de alimentación inadecuada
Ejemplo de conducta modificable a base de carbohidratos y grasas

Fuente: elaboración propia.

Por tanto, la promoción no es únicamente prevenir la enfermedad, la promoción y la


prevención son dos conceptos que tienden a confundirse. A menudo se produce una super-
posición del contenido y de las estrategias, la prevención se define como una actividad distin-
ta a la promoción de la salud y su principal diferencia radica en su enfoque: la promoción
trabaja con población sana, la prevención con población enferma o en riesgo de enfer-
mar.

29
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Cuadro 3. Diferencias entre prevención y promoción

Prevención Promoción

Permite la neutralización de los factores de Por el contrario, comienza con gente


riesgo de contraer una enfermedad utilizando básicamente sana y busca promover medidas
estrategias de control que sea viables y eficaces. individuales o comunitarias que ayuden a
De esta forma se anticipa a la aparición del desarrollar estilos de vida más saludables,
efecto que puede perjudicar la salud de la dentro de lo que sus condiciones de
población. subsistema se lo permitan

Fuente: elaboración propia.

Retomando el planteamiento de Cierco (2006), el principio de precaución, al igual que


el principio de prevención, tiene que ver con riesgos de índole variable como alimentarios,
químicos, nucleares, informáticos, etc., ante los que el individuo y las instituciones socia-
les deben reaccionar de manera distinta, así como en situaciones climatológicas llamadas
riesgos globales, los cuales son complejos para definirlos, de tal manera, que también es
incierto el efecto que puedan producir.

La sociedad del riesgo y el principio de precaución constituye una de las respuestas que se
han articulado en términos jurídicos para defenderse de los mencionados riesgos. Por lo cual,
este principio alude a las formas de prever la situación pública indistintamente de la incerti-
dumbre del daño a sufrir.

En concreto, lo que cuenta es proteger la salud antes de que el riesgo llegue a concre-
tarse, es decir, que el grado de anticipación sea mayor en la precaución y adelantarse
con barreras defensivas a lo incierto.

El principio de precaución nos exige que en caso de amenaza para el medio ambiente o la
salud y en una situación de incertidumbre científica se tomen las medidas apropiadas para
prevenir el daño (Cózar, 2005).

30
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

El principio de transparencia dentro de la administración fortalece el contrafuerte demo-


crático de actuación, es decir, la legitimidad del individuo, suprimiendo la tradicional opaci-
dad. En concreto, tiene que ver con la información epidemiológica que sea capaz de obtener,
recopilar, ordenar, analizar e interpretar o bien de la que se disponga. Por ejemplo, de poco
sirve establecer campañas masivas de vacunación si se desconocen las enfermedades a
prevenir.

El principio de transparencia es una pieza clave de la nueva legislación en tanto que es funda-
mental una mejor información a los consumidores, para el caso de los alimentos, en la medi-
cina legal y toxicológica (Gisbert y Villanueva, 2004). Por ejemplo, cuando existan motivos
razonables para sospechar que un alimento puede presentar un riesgo para la salud, las
autoridades deben adoptar las medidas apropiadas para informar al público en general de la
naturaleza del riesgo para la salud, indicando, en la medida de lo posible, el alimento o tipo
de alimento, el riesgo que puede presentar y las medidas para prevenir, reducir o eliminar
ese riesgo.

El principio de cooperación y participación se refiere a la participación de los ciudada-


nos en la protección de la salubridad de la comunidad; sin embargo, ocurren dos eventos: 1)
cuando no se tiene claro el objetivo de la participación de los colectivos y es evidente que la
respuesta es negativa ante el éxito obtenido; 2) se refiere a que ciertos canales participativos
se vuelven dueños de la excelente participación ciudadana en la actuación sanitaria.

Se pretende entonces que para el principio de corresponsabilidad, el ciudadano debe


guiar, controlar y evaluar los criterios utilizados; empero, no basta con participar, se debe ir
más allá para que se asuma una cuota de responsabilidad haciéndose cargo de la tutela de la
salud colectiva, es decir, ser corresponsable de su ejecución.

Es importante señalar que los principios se relacionan entre sí; por ejemplo, el principio de
prevención, que impulsa la mejora de la educación en conjunto con la participación y corres-
ponsabilidad ciudadana y con la transparencia en información, tiene mucho que ver con el
principio de precaución en la aparición de riesgos.

31
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

1.5 La salud desde la cultura, familia y grupos sociales

Cultura

Se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser
humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del
estudio de la sociedad, en especial para la antropología, la sociología y, desde luego, la enfer-
mería. Así pues, para fines del estudio de la presente asignatura, la cultura también es deter-
minante de la salud ya que está vinculada a factores políticos, económicos y sociales
que sirven de pauta para las relaciones humanas, dan forma al comportamiento social
y condicionan la experiencia colectiva. Por eso, el profesional de enfermería debe ampliar
su concepción de la asistencia a la salud de la comunidad, con un mayor conocimiento del ser
humano, su cosmovisión, entorno y modo de vida de los diversos estratos de la población, así
como de la relación entre cultura, educación, ciencia, tecnología, desarrollo socio-económico y
salud. La atención de enfermería desde esta óptica debe valorar a la salud como un asunto de
orden público y comunitario, como un fenómeno eminentemente social y cambiante; se deben
entender creencias, valores y comportamientos, o sea, la cultura.

No atender este aspecto y ante el panorama nacional, particularmente en zonas multicultu-


rales, genera confusión entre muchos profesionales de la salud en tanto que les resulta difícil
comprender las creencias y prácticas en salud de las personas que atienden y, por otro lado,
les preocupa el poco éxito para cumplir con los tratamientos. Por lo que debe establecerse una
capacitación permanente en competencia cultural para que estos profesionales reconozcan la
procedencia cultural tanto personal como de los usuarios. Habrá que apreciar y ser sensible a
la forma en la que las personas comprenden y enfrentan los procesos de salud-enfermedad y el
impacto de los mismos en los indicadores de salud.

La importancia de la dimensión simbólica (cultura) en su relación con la PSE (proceso salud-en-


fermedad) se da por las siguientes razones:

1. es un proceso universal, es decir, la salud, la enfermedad y la atención (recuperación) son

32
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

acontecimientos significativos para la gente de todas partes: grupos sociales, familias, clases
sociales, etc.;

2. las problemáticas que refiere son diferenciales en sus manifestaciones desde variables como
sexo, edad, grupo étnico, cultura, ubicación geográfica, economía, política, religión que en salud.

Los modelos o sistemas culturales son socializados en el seno de las familias que a su vez
producen y reproducen cultura. Así, los cuidados y el autocuidado son aprendidos como
valores y normas culturales. En la relación biología y cultura debemos tener presente que
a un hecho biológico le corresponde una respuesta social, el nacimiento, desarrollo y muerte
de las personas son eventos significados por la cultura: bautizo; circuncisión masculina 14 o la
fiesta de quince años son rituales que realiza la familia y que bien muestran la relación biología
y cultura.

Es en este sentido que la cultura se muestra como una expresión de nuestra capacidad biológi-
ca, como relación imperante entre lo biológico y lo social. De esta suerte, la salud-enfermedad
depende del contexto ambiental y social en el que la cultura es un componente determinante
como medio de adaptación del ser humano.

Por ello, desde el posicionamiento de la salud colectiva como un paradigma crítico en salud, el
paradigma médico hegemónico tiene una perspectiva biologicista del proceso salud-enferme-
dad. Para dar un giro a esta situación, como profesionales de la salud, es menester adentrarnos
en el contexto histórico y social en el que los colectivos humanos interaccionan para hacer
frente a su realidad sanitaria.

Si no tenemos en cuenta el enfoque cultural como determinante de la salud, podría pasar lo


14 La circuncisión masculina es una de las intervenciones quirúrgicas más antiguas y comunes. Tradicional-
mente se ha considerado una marca de identidad cultural o religiosa. Los pueblos semitas incluidos los egipcios
y los que profesaban la fe judía, ya practicaban la circuncisión. Se ha descubierto que la circuncisión reduce
significativamente el riesgo de que un hombre contraiga el VIH. Se está volviendo a prestar interés a esta prác-
tica por saber lo que puede significar para la prevención del VIH como problema de salud pública imperante
en todo el mundo.

33
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
siguiente:

a. Los pacientes que reciben cuidados de enfermería que no concuerdan razonablemente con sus
creencias, valores y estilos pueden presentar conflictos culturales, insatisfacción, tensión, así
como preocupaciones éticas o morales los cuales tienden a aumentar la morbilidad.

b. Los diagnósticos médicos y de enfermería que no toman en cuenta los factores culturales
producen resultados desfavorables, en ocasiones, con consecuencias graves.

Por ello, el enfoque cultural facilita la construcción de propuestas de tratamiento, donde se


consideren los valores y creencias de las personas, las potencialidades que emergen de ellas
y se adhieran al seguimiento de los tratamientos con significado y aceptación por parte de las
personas; ya que mucho tienen que ver las estrategias profesionales en enfermería adecua-
das a la cosmovisión, al lenguaje, a las capacidades y prácticas de esas comunidades, lo que
seguramente generará resultados positivos en la salud de las mismas.

Es por lo anterior que cobra vital importancia trabajar en salud con los diferentes grupos de la
población, particularmente con la familia.

Familia

El modo de vida familiar constituye parte integral del modo de vida de la sociedad. La familia,
como grupo social, encarna y desarrolla, mediante la ejecución de sus actividades vitales y la
estructuración de sus relaciones sociales, el modo de vida de la sociedad y de ahí se despren-
den sus estilos de vida y calidad de la misma. La familia ha cambiado en el actual modelo de
globalización y de diversidad al reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo y
permitir la adopción al interior de este tipo de configuración familiar. Al respecto, la configura-
ción familiar “tradicional” mexicana era considerada la nuclear (papá, mamá e hijos). A partir
de la década de los noventa del siglo pasado, la configuración de la familia cambió de nuclear
a otras manifestaciones como la monoparental (o sea, padre o madre al cuidado de los hijos) o

34
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
las familias con matrimonio igualitario (personas del mismo sexo en matrimonio y con adop-
ciones, o mujeres con hijos biológicos y pareja del mismo sexo).

Como se percibe, cada vez es más compleja la conceptualización de familia. Para entenderla
en el proceso salud-enfermedad desde la óptica de enfermería, se requiere vincularla con la
atención primaria a la salud, como un complejo de reorganización constante, como parte de
un proceso y condiciones históricas, tal como lo afirma Laurell (1982) para la relación salud-en-
fermedad y grupo social. Así, la familia debe ser ampliada conceptualmente y en el servicio
pleno en los diferentes niveles de atención de la enfermería.

El modo de producción, los factores geográficos naturales, las estructuras sociopolíticas y


las condiciones materiales de vida son elementos que condicionan el modo de vida de la
sociedad y determinan el estado de salud de la población, demostrando que las condiciones
económicas y sociales están estrechamente relacionadas con la salud individual, de la familia
y de los diferentes grupos de la sociedad.

Por lo anterior, tenemos que considerar que (González, 2000):

y la salud familiar no es un estadio, sino un proceso continuo. La salud familiar se construye


a diario, en la propia dinámica interna que establecen los miembros, en la toma de
decisiones, en el enfrentamiento de cada nueva situación, en la forma en que se educan y
socializan los miembros;

y la salud familiar es un proceso único e irrepetible en cada familia, que se caracteriza por
manifestaciones propias que la identifican en cada grupo familiar;

y la salud familiar no es la suma de la salud individual,

y la salud familiar es un proceso dinámico que se encuentra en un continuo equilibrio y


cambio. La familia siempre está retada al cambio, los acontecimientos propios del ciclo
vital y aquellos hechos o situaciones accidentales producen cambios en la vida familiar,
por ello, la salud familiar es la capacidad de adaptación, la llamada al reajuste familiar y la
búsqueda del equilibrio;

35
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
y los problemas de salud familiar tienen un origen multicausal. La salud familiar está
determinada por factores socioeconómicos (condiciones materiales de vida de la familia,
total de ingresos y per cápita familiar), factores sociopsicológicos (modo de vida familiar,
integración social, participación social, convivencia social), factores socioculturales (nivel
educacional de los miembros de la familia), el funcionamiento familiar, la estructura familiar,
el estado de salud de los miembros de la familia, la forma de afrontar los acontecimientos
y conflictos internos y externos, y el acceso a las redes de apoyo.

Derivado de lo anterior debemos considerar que la salud familiar es un proceso que está
determinado por los diversos entornos que lo rodean, donde intervienen los factores
determinantes socioeconómicos, sociopsicológicos, socioculturales, del funcionamien-
to familiar y de la propia salud individual de los miembros. Se encuentra en continua
transformación, donde juegan un papel fundamental los recursos protectores de la familia,
como son el funcionamiento familiar, la capacidad de ajuste o de adaptación a los cambios
para superar las crisis, el apoyo social, la salud de los miembros, entre otros.

La salud familiar se expresa en la satisfacción y en el bienestar de los miembros con la


familia, con una intimidad respetuosa, donde prime el respeto al derecho individual, se poten-
cie la autodeterminación, la responsabilidad de sí mismo y para con la familia, propiciando el
crecimiento y desarrollo individual según las exigencias de cada etapa del ciclo evolutivo, en la
capacidad de enfrentar de modo eficiente y adecuado los problemas y conflictos de la vida coti-
diana, apoyándose mutuamente, para asumir los cambios y ajustarse a ellos.

Grupos sociales

Se considera como grupo social al conjunto de personas que comparten la cultura, las
normas de convivencia y las relaciones sociales en espacios físicos y temporales espe-
cíficos; asimismo, los individuos son diversos y complejos, por lo que los grupos sociales son
entendidos desde una heterogeneidad y pluralidad. Todo grupo también tiene valores y
normas ya que éstas marcan pautas para el comportamiento, regulan la relación entre los inte-
grantes y orientan al grupo (Estrada, 2001).

36
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
Existen también condiciones físicas de los grupos como son la proximidad, tamaño del grupo y
la permanencia en la relación; todas estas características permiten definir a los llamados grupos
primarios.

En la óptica de la salud colectiva, es importante mencionar la vinculación de la enfermedad y


el grupo social.
• Por el proceso salud enfermedad del grupo, de la colectividad, entendemos el modo
específico como en el grupo se da el proceso biológico de desgaste y reproducción, destacan-
do como momentos particulares la presencia de un funcionamiento biológico diferenciable con
consecuencias para el desarrollo regular de las actividades cotidianas, esto es, la enfermedad.
• Así definido el proceso salud enfermedad se manifiesta empíricamente de distintas ma-
neras. Por una parte se expresa en indicadores como la expectativa de vida, las condiciones
nutricionales y la constitución somática y por la otra, en las maneras específicas de enfermar
y morir, eso es, en el perfil patológico del grupo dado por la morbilidad o la mortalidad (Laurell,
1982, p. 8).

El grupo social, por tanto, se convierte en un determinante importante del PSER (proceso
salud-enfermedad-recuperación) tanto por contribuir a generar una enfermedad (estrés, entre
otros) como para contribuir a la recuperación de una persona.

En el ámbito de enfermería, el grupo social está asociado a la comunidad en el primer nivel de


atención, en éste el grupo familiar 15 es el centro de múltiples prácticas en salud. En tal sentido,
la familia debe ser vista como parte de la cultura, ésta cambia por los ritmos históricos y moldea
los grupos sociales. En la visión de la salud colectiva, la cultura es un determinante social de la
enfermedad y de las relaciones entre grupos. Así, la cultura es relevante para los profesionales
de la salud, enfermeras y enfermeros, por ser una dimensión compleja del PSER.

Así como cada familia de donde se proviene imprime una serie de valores y creencias, cada
profesión modula otro tanto esos valores y creencias, generando una subcultura que nos hace
diferentes y similares a los usuarios de los servicios de salud. El llamado para los profesionales
de la salud, ejerciendo en su propio contexto cultural, es reconocer las creencias y prácticas de
las personas que atiende para diseñar intervenciones adaptadas a esos grupos y de escuchar lo
que las personas entienden sobre lo que se les propone.
15 Generalmente, el diagnóstico y el cuidado están a cargo de una figura femenina: madre, hermanas,
abuela o esposa. Esto demuestra que la configuración de la familia “tradicional” perpetúa la imposición del
cuidado a la mujer.

37
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
Por ello, la práctica de la enfermería que se ha visto a lo largo de la historia centrada en los
hospitales y sólo en el aspecto biológico de los pacientes, debe dar un giro para ocuparse
de la salud de las personas como integrantes de los sistemas sociales como familia, grupo,
comunidad. Esta orientación es lo que puede llamarse enfoque social y cultural, y se dirige a
la consideración de la matriz social en la que la gente lleva su vida, a través de lo cual expe-
rimenta fenómenos que pueden ser promotores de salud o productores de enfermedad, ahí
donde la vida gira, donde las personas viven, estudian, trabajan y se divierten. Es necesario
para todos los profesionales de la salud comprender y estudiar los fenómenos religiosos y
culturales de los individuos, familias y comunidades para que de esta forma se pueda enten-
der el comportamiento hacia los problemas de salud.

Para enfermeras y enfermeros es importante saber que en la dimensión biológica del ser
humano existe una respuesta sociocultural: la enfermedad se manifiesta con dolencias físicas
en cuerpos; las respuestas de cuidado, atención, diagnóstico y tratamiento son sociocultu-
rales. Por ello es necesario visualizar no sólo la enfermedad, sino la vida y la salud como dos
elementos vitales a cuidar de manera integral.

1.6 Determinantes sociales de la salud

Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen,
crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son
el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional
y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas (PAHO, 1986). Los determinantes
sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las dife-
rencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación
sanitaria.

En América Latina, incluido México, debido a sus características histórico-sociales, se posibili-


tó el surgimiento de una corriente de pensamiento socio-crítico que estudia la salud desde el
proceso que trasciende la simple causalidad. Surgen autores como Breihl, Granda, Martínez
y Castellanos, entre muchos otros, quienes explicaron los determinantes sociales de la salud
(de otra forma distinta a la de Marc Lalonde), para ellos la salud no sólo está cimentada en los

38
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

servicios de salud ni en las características biológicas humanas, sino que depende de los modos
y condiciones de vida que la estructura social, política y económica impone a las poblaciones.

Para saber más sobre los determinantes sociales, veamos con atención el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=wBT_NpB-vew

Punto de Partida (s/f).


Dr. Jaime Breilh. Determinación social de la salud. Hacia una salud colectiva eficiente [Archivo de video].

Esta nueva corriente reconoce que para estudiar la salud colectiva hay que abordar dos grandes
aspectos (Breilh y Granda, 1982):

1. la distribución y los determinantes de la salud-enfermedad;

2. las interpretaciones, los saberes y las prácticas especializadas en torno a la salud, la enfermedad
y la muerte, proponiendo entender a la salud-enfermedad como momentos diferenciados
del ciclo vital humano, que está en cambio constante y se expresa a través de la corporeidad
y la psique humana al apropiarse de la naturaleza, bajo determinadas formas de relación y
organización social.

Es decir, que todo lo referente a la salud y la enfermedad se origina en procesos sociales que
son históricos y éstos no actúan como agentes biológicos o físicos ni químicos generando la

39
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

enfermedad (Laurell, 1994). Esto generó una posición crítica muy fuerte, ya que con estos plan-
teamientos se enfrentó a la visión biomédica y epidemiológica convencionales que sólo desarti-
culan a la salud y a la enfermedad de los procesos sociales que las impactan.

En las sociedades capitalistas, estos procesos esenciales de la reproducción social expresan


la contradicción histórica entre la propiedad privada, la producción colectiva y la apropiación
inequitativa de la riqueza que se da en las relaciones económicas de

explotación y exclusión, y se manifiesta en relaciones de poder profundamente asimétricas y


opresivas (López y Blanco, 2003).

En la actualidad, el proceso de globalización está impactando con mayor fuerza en la calidad de


vida de las mayorías lo cual se muestra en el incremento acelerado de la pobreza, la profundi-
zación de las desigualdades económicas y políticas, el deterioro ecológico sin control y su alto
impacto en la salud que abre cada vez más la brecha socio-sanitaria (López et al., 2008). Las
investigaciones que se hicieron demostraron también el impacto que el “progreso” ha tenido
sobre el deterioro de la calidad de vida y el estado de salud de los pueblos, y proponen a futuro
el movimiento mundial en favor de la equidad sanitaria (Martínez et al., 1998).

Basados en las evidencias, se han propuesto programas de cambio social y la necesidad de


movilizar a la sociedad para superar las inequidades sociales y las injusticias, yendo más allá
de las meras acciones técnicas dirigidas a atenuar sus estragos. Dichos programas de cambios
sociales tienen la finalidad de posibilitar el derecho humano a la salud, como una contraparte
ante los incontables casos de enfermedad y muertes innecesarias en el mundo de la actualidad
(ALAMES, 2007).

40
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Figura 1. Contexto y determinantes en la salud

Contexto Sociedad estructura

Sociopolítico Posición Nivel Circunstancias


Tipo de gobierno socioeconómica Educativo materiales
(condiciones de vida,
trabajo, disponibilidad
de alimentos)

Políticas Estructura Ocupación Comportamientos,


macroeconómicas, social factores biológicos
sociales y públicas

Cultura Clase social Ingreso Factores psicosociales


Valores sociales

Impacto en la equidad en salud y el bienestar

Fuente: elaboración propia.

Para este modelo, existen dos tipos de determinantes sociales de salud:

1. Estructurales. Conformadas por la posición socioeconómica, estructural social y la clase social.


De ellos depende el nivel educativo que influye en la ocupación y a su vez ésta última tiene
influencia decisiva sobre el ingreso de las personas. Aquí se ubican las relaciones de género y de
etnia, que también determinan el acceso al trabajo y al ingreso, incluso a la educación. A su vez,
estos determinantes están influidos por el contexto socio-político, cuyos elementos centrales son
el tipo de gobierno, las políticas macroeconómicas, sociales y públicas, la cultura y los valores
sociales.

41
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
2. Intermedios. Esta categoría incluye un conjunto de elementos de la vida material, como son
las condiciones de vida y de trabajo, la disponibilidad de alimentos, los comportamientos, y los
factores biológicos y psicosociales. En esta categoría se sitúan los sistemas de salud.

En este modelo se abordan también las condiciones sociales, económicas, políticas, culturales y
ambientales en las cuales la gente crece, vive, trabaja y envejece, ya que son aspectos claves en
la salud y de las inequidades en salud que se detectan en las poblaciones en las que surgen. La
mayoría de las veces, las inequidades no solamente se originan por los defectos en el sistema
de cuidado de la salud, ni tampoco por variaciones en la susceptibilidad genética, sino por las
circunstancias socioeconómicas, socio-ambientales y culturales. 16

Sin duda, la globalización en el mundo impone grandes retos a la salud, que, a su vez, derivan
de los cambios que se presentan en los escenarios político, económico, social, cultural y que
influyen directamente en la salud colectiva de la población. Por ello, las mejoras en la salud de
la población propuestas por los gobiernos, sólo pueden lograrse si se focalizan en los determi-
nantes sociales de la salud, ya que cualquier intervención será poco sistemática y no impactará
a largo plazo sobre las causas.

16 La desigualdad social tiene un efecto global en la salud de los sujetos ya que la ubicación de los indi-
viduos y grupos en la sociedad determinan sus condiciones de vida. Por ejemplo, el pertenecer a estratos so-
cioeconómicos bajos implica exposición a más factores de riesgo y a menos oportunidades para desarrollar las
potencialidades biológicamente innatas y socialmente valoradas, situación que por lo regular implica mayor
probabilidad de presentar enfermedad. Del mismo modo, el hecho de ser mujer u varón (como hecho social,
no como fenómeno biológico) determina la forma en que se será socializado, el tipo de ocupación, las oportu-
nidades y limitaciones en las formas de educación y recreación, etc.

42
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

1.7 La respuesta social organizada y el desarrollo de la salud

A fin de contribuir desde nuestra trinchera a disminuir las desigualdades sociales 17 y la promo-
ción de la salud18, el modelo de Atención Primaria a la Salud (APS) 19 puede contribuir a tal
propósito en tanto que los sistemas de salud basados en la APS resultan más equitativos y
obtienen mejores resultados20.

Pero, ¿qué es un sistema de salud?

Se refiere a un conjunto de elementos que se encuentran más o menos vinculados por una
función común, sin que se especifique la índole de sus interrelaciones. Así, el sistema de salud
se define como una organización de personas que participan en la producción de servi-
cios. Un sistema local de salud consiste en un conjunto interrelacionado de recursos,
responsable de la salud de una población en un espacio geográfico.

Según Gutiérrez (1991), el sistema de atención a la salud forma parte del sistema de salud y
comprende aquellos elementos de la sociedad que se han diferenciado para atender directa-
mente a la salud, ya sean públicos o privados, o bien por sistemas tradicionales como parteras,
curanderas u otros; de manera más individual a través del autocuidado por las mujeres, o bien,
por las redes de apoyo.

17 Erick Hobsbawm (1995, p. 21-22) considera que “a partir de la Revolución Industrial, el mundo es incom-
parablemente más rico que nunca, aunque hay un ‘pero’, el capitalismo ha generado uno de los hechos socia-
les más brutales de la historia humana: el impresionante y constante aumento de las desigualdades”.
18 La promoción de la salud es un proceso que da a la población los medios para ejercer un mayor control
sobre su propia salud, por tanto, la participación y la autogestión de la comunidad es a su vez una estrategia y
una herramienta para mejorar la salud de individuos, familias y comunidades.
19 La APS surgida en la Conferencia de Alma Ata (URSS) en 1978 implicaba una revolución en los sistemas
económicos y políticos de los países, así como un nuevo orden mundial. Las medidas sobre las condiciones
sanitarias de la población incluían intervenciones decididas por los gobiernos para la dotación de servicios de
agua, disposición de excretas y residuos sólidos, mejoramiento de las viviendas, la formación profesional, entre
otros cambios.
20 El informe mundial de la salud del año 2008 plantea que la APS es ahora “más necesaria que nunca” y
convoca a nuevas reformas necesarias para reorientar los sistemas sanitarios hacia el ideal de salud para todos.

43
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Para saber más sobre el sistema nacional de salud en México, veamos con atención el siguiente
video:

https://www.youtube.com/watch?v=lzdTawvjtcc
Mirador Universitario UNAM (22 de enero de 2019).

Sistema Nacional de Salud en México [Archivo de video].

Redes de apoyo

Novel et al. (2005) refieren que las redes de apoyo son naturales, como la familia y los compa-
ñeros de trabajo, de estudio, culto y creencias, amigos, vecinos. etc. La mayoría de las veces
se logran fuentes de apoyo para escuchar, compartir, desarrollar y crear en grupo, o bien, para
quienes comparten un determinado pensamiento teológico se crea un tipo de interacción que
se caracteriza por encuentros periódicos con individuos que comparten el mismo sistema de
valores que guían la vida de la persona en su percepción, sentimientos y comportamientos coti-
dianos. En suma, existe relación entre las personas con intereses comunes. Las redes de apoyo
organizadas surgen de las redes naturales para proveer apoyo a las personas que lo necesiten.
Las organizacionales se componen por grupos sociales; por ejemplo, las asociaciones que
se crean para ayudar a los demás como la Cruz Roja, Cáritas, etc., o con un objetivo particular
como CONASIDA, comedores compulsivos, etc., en las cuales existe relación entre las personas y
los roles son interdependientes con objetivos comunes.

44
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Todas las redes de apoyo naturales se establecen a partir de interacciones propias de


la vida de cada persona y configuran la denominada red social, la cual está formada
por todas aquellas personas con las que se mantiene contacto o lazos sociales. Se dice que la
familia es la mayor fuente de apoyo social y personal del que pueden disponer las personas
para todo tipo de situaciones (salud, enfermedad, convivencia, trastornos de comunicación,
etc.).

De esta suerte, el apoyo social provee al individuo de un sentimiento de pertenencia a un grupo,


de aceptación por quienes lo rodean, lo cual refuerza la autoestima de las personas y repercute
de manera favorable en la toma de decisiones y en el manejo de situaciones difíciles.

Ahora bien, ¿cómo alentar a la comunidad a que participe de manera activa y consciente en
tiempos neoliberales (en los que priva el individualismo sobre lo colectivo y la competencia por
encima del trabajo en equipo 21) y que tome decisiones sobre su propia salud y sobre los servi-
cios de salud? El profesional de la salud debe estar convencido de que la participación
de la comunidad resulta fundamental; llevar a las comunidades a la apropiación de sus
propios recursos y acciones (empoderamiento) es uno de los requisitos fundamentales
de la promoción de la salud.

Respuesta social organizada

Se le llama respuesta social organizada a las acciones que desarrolla la comunidad ante la
problemática de salud, dicha respuesta está orientada por aquellas instituciones públicas o
privadas que tienen relación con acciones esenciales de salud para la población en todas sus
etapas y tareas. Desde que el ser humano tuvo conciencia social y colectiva se organizó, ya sea
para protegerse de las inclemencias del medio ambiente o de las amenazas externas de los
depredadores, todas las sociedades humanas han desarrollado alguna forma de respuesta.
Gran parte de la respuesta a la enfermedad ha estado confinada al hogar y confiada a la respon-
sabilidad del núcleo familiar 22.
21 El trabajo de equipo y la cultura de equipo son necesarios para llevar a cabo acciones de promoción de
la salud.
22 La salud se ha centrado como mera responsabilidad para los sistemas de salud; sin embargo, en todo
momento, el acompañamiento o apoyo de la familia contribuye a disminuir significativamente el tiempo y cos-
tos económicos.

45
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

Macías y colaboradores (2012) precisan que la respuesta social no sólo se refiere a la población
(actores y grupos sociales, familia, comunidades), sino que también tiene un carácter institucio-
nal relacionado al concepto de Sistema de Salud y sus componentes, a través de los organismos
del Estado. En este caso, el Estado utiliza al sistema de salud como uno de los vehículos para
esta respuesta. El análisis de la respuesta social ante un problema de salud es de vital impor-
tancia para concebirlo como proceso social en el que interactúan diversos componentes, cada
uno con modos de actuación y retroalimentación; se aplican políticas estatales, intervienen las
instituciones y la población se apropia, asume y ejecuta las acciones propuestas. La respuesta
social ante un problema de salud necesita una visión integral del fenómeno, entendido
como un proceso donde se relacionan y construyen subjetividades y formas de interpretar la
realidad.

La respuesta de la sociedad inicia en el momento en que las condiciones de salud son


definidas como necesidades 23, los factores mediadores de la equidad, la calidad y la tecno-
logía permiten entonces calcular los servicios requeridos para satisfacer dichas necesidades.
Los sistemas nacionales y locales de salud constituyen una respuesta social organizada entre
Estado y ciudadanía; la población, los prestadores de servicios y el mediador colectivo constitu-
yen los componentes centrales de los sistemas de salud (Frenk, 2000).

La respuesta social se muestra en las acciones del quehacer diario de la población (socie-
dad o población no organizada); mientras que la respuesta social organizada corresponde
al Estado, que incluye a todas las organizaciones, gubernamentales o no gubernamenta-
les.24

El desarrollo comunitario y la respuesta social organizada van de la mano con la organización y


participación de la comunidad. Hay muchos casos de participación de la comunidad y de movi-
lización social 25, ya sea especialmente en el campo de la salud para empoderar a las familias o
grupos como en la construcción de redes sociales (algunos le llaman herramientas de gestión

23 Sólo cuando socialmente se especifica que una condición requiere de atención, dicha condición se
convierte en una necesidad de salud. En consecuencia, el concepto de necesidad se construye socialmente.
24 Si bien el acceso a la atención de la salud constituye un derecho humano fundamental, concepto in-
corporado en diferentes tratados internacionales y reconocido por los gobiernos de todo el mundo, si no se
asegura un acceso equitativo a los servicios de salud, a los medicamentos e insumos indispensables para la
atención médica, este derecho fundamental a la protección de la salud no podrá ser, en la realidad, ejercido
plenamente.
25 El trabajo de Macías et al. (2012) es un ejemplo claro de que la participación de la comunidad como
estrategia de respuesta social organizada dio resultados satisfactorios contra la epidemia de dengue en Cuba.

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Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva
para acercar los servicios de salud a la ciudadanía), en la intervención del maltrato infantil, en
apoyo social, grupos de ayuda mutua, etc.

La red social constituye a su vez una red de redes, tiene estructuras, patrones o regularida-
des en las formas de vinculación de esos conjuntos relacionales en las cuales existen patrones
de interacción que influyen en el comportamiento de las personas u organizaciones implicadas,
aunque no sean conscientes de esta influencia.

Las redes sociales también se constituyen como una estrategia de empoderamiento de actores
locales para la mejora de una situación o la puesta en marcha de una iniciativa. Como ejemplo,
algunas entidades e instituciones han elaborado redes de detección, apoyo y referencia de
casos de violencia contra las mujeres en zonas urbanas.

La red social permite:

y La comprensión de los procesos de integración psicosocial

y La promoción del bienestar

y El desarrollo de la identidad

Una red social puede tener las siguientes funciones:

y Compañía social. La realización de actividades conjuntas o simplemente estar juntos.

y Apoyo emocional. Intercambios que connotan una actitud emocional positiva, clima de
comprensión, simpatía, empatía, estímulos y apoyo.

y Guía cognitiva y consejos. Interacciones destinadas a compartir información personal o


social, aclarar expectativas y proveer modelos del rol.

y Regulación social. Interacciones que recuerdan y reafirman responsabilidades y roles,


neutralizan las desviaciones de comportamiento que se apartan de las expectativas
colectivas.

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Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

y Ayuda material y de servicios. Colaboración específica sobre la base de conocimiento


experto o ayuda física, incluyendo los servicios de salud.

y Acceso a nuevos contactos. La apertura de puertas para conexión con personas y redes
que hasta entonces no eran parte de la red social del individuo.

A modo de cierre podemos decir que la participación social en Atención Primaria de Salud
(APS) se interrelaciona con la reorganización del nivel central, descentralización, fortalecimiento
de la capacidad administrativa (planificación, programación, coordinación, supervisión, obser-
vación y evaluación), ajuste de los mecanismos de financiación, desarrollo de un nuevo modelo
de atención, la capacitación y educación para la salud, así como las investigaciones y la organi-
zación de redes sociales, ya sean comunitarias o integradas a los servicios de salud 26.

El personal de salud debe comprender las necesidades (psicológicas, políticas, sociales y


económicas) de la comunidad, involucrarse y buscar el diálogo (no llegar autoritariamente a
ordenar) para informar sobre los riesgos desconocidos de forma clara, sencilla y usando un
lenguaje acorde a su cultura, idioma y creencias, a fin de dar un diagnóstico de salud y ofrecer
intervenciones de cuidado holístico.

Cierre de la unidad

y En esta unidad revisaste:

y El origen de la salud colectiva como campo de conocimiento que propone medidas


alternativas para intervenir positivamente sobre ella.

y La relación dialéctica entre individuo y sociedad dentro de un contexto geográfico, histórico


y socio-cultural

y Los elementos generadores de la salud y la enfermedad como consecuencia de la vida


social y grupos sociales en los procesos productivos.

26 Las Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) son redes de organizaciones que prestan o hace los
arreglos para prestar servicios de salud equitativos e integrales a una población definida, y que está dispuesta a
rendir cuentas por sus resultados clínicos y económicos y por el estado de salud de la población a la que sirve.

48
Unidad 1. Contexto en la salud colectiva
Salud colectiva

y Lo subjetivo de la filosofía como margen y como barrera de la salud, de la verdad en sentido


lógico.

y La importancia de la salud como una categoría social.

y La salud como un proyecto de gestión política en enfermería.

y La cultura es resultado de una producción colectiva derivada de un universo de significados


y costumbres en constante modificación que son transmitidos a través de diferentes
generaciones.

y Los factores socioeconómicos, socio-psicológicos y socioculturales que intervienen en la


salud familiar.

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Unidad 1
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