Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo Individual
El neumático es quizá el elemento más importante en la carretera** por ser el contacto entre el
vehículo y la vía. Ha hecho posible un transporte por carretera seguro y asequible, pero nació por
error.
Hace 180 años, alguien dejó un trozo de caucho con azufre sobre una cocina y el proceso
vulcanizó el material.
Para cuando Henry Ford diseñó la producción en cadena de su Ford T en 1908, ya había un gran
mercado orientado a este material. Desde entonces, la innovación y la ingeniería han marcado el
avance de los neumáticos: desde una cobertura para bicicletas a las cubiertas de vehículos.
Una de las innovaciones tecnológicas más completas de la era moderna de los neumáticos es la
tecnología de funcionamiento sin aire. La tecnología de funcionamiento sin aire permite a los
conductores que sufren pérdida de aire debido a una perforación o corte en un neumático conducir
aproximadamente 50 millas a 50 m. p. h. para llegar a un lugar seguro y cambiar el neumático.
La utilización de materiales como poliuretano o goma sintéticas donde las ruedas se puedan
comunicar con el conductor del vehículo y se puedan adaptar a cualquier tipo de terreno.
Los talones reforzados mediante aros metálicos fueron suficientes para los vehículos livianos. No
obstante, cuando los vehículos con más potencia vieron la luz, pronto fue necesario volver a
reforzar las ruedas.
Aparece así la lona del neumático, una serie de capas laminadas metálicas.
Estas se encargaban de que la rueda siguiese siendo circular y de transmitir la potencia al suelo o
mantener el agarre en la frenada.
1
Una manera asequible de conseguir esto en un inicio fueron las lonas diagonales (imagen inferior
izquierda). Funcionaron un tiempo, pero pronto dentro de la que se descubrió que, a medida que
los vehículos ganaban potencia, hacían falta más y más lonas.
Las lonas más rígidas resultaban los laterales del neumático. Además de perder confort al volante,
la seguridad se veía comprometida con ruedas que no respondían bien.
2
1. Grabación de todas las cámaras
2. Un sistema de monitorización de ángulos muertos BSD
3. Cámara de aparcamiento o marcha atrás
4. Sistema de aviso de somnolencia en la conducción DMS
5. Aviso de peatones u otros vehículos
6. Monitorización de las rutas por GPS
7. Aviso pre-colisión
8. Visualización de los videos en remoto y en tiempo real, etc.
Funciones principales
3. Investigue en artículos, revistas, o páginas relacionadas con la Seguridad Vial, los riesgos
que implica la conducción nocturna en las vías.
Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, el 42% de los accidentes mortales
suceden a esas horas. Y eso que muchos prefieren circular en ausencia de luz natural
Como bien hemos dicho, la fatiga, el sueño y la monotonía son uno de los principales riesgos que
debemos evitar cuando llega la noche.
Se recomienda:
3
2. También de forma visual, es decir, no te pases todo el día delante de una pantalla,
eso aumentaría la probabilidad de sueño y agotamiento.
3. Hacer una parada cada menos kilómetros, siendo el máximo tiempo conduciendo
de 1,5 horas.
4. Si sientes que estás en situación de “Monotonía en carretera”, intenta no fijar la
vista en un punto, mira a tu alrededor de forma regular.
Otro de los principales riesgos al que nos sometemos son los adelantamientos de noche, pues se
dificulta la visibilidad y no se aprecian bien las distancias. Para evitarlo, se aconseja que el
vehículo adelantado facilite la maniobra cambiando la luz de carretera por las de cruce.
Conducir de noche entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del
campo visual. En la oscuridad no apreciamos ni velocidad ni movimiento. Es más, ésta puede
ocultar peligros visibles con luz diurna. Por ejemplo, los objetos oscuros no se ven sobre fondo
oscuro.
Conviene recordar que, en ausencia de luz diurna, son muchos los conductores que no adaptan la
velocidad al campo visual iluminado, circulando a una velocidad excesiva para la capacidad de
sus ojos. Conductores que realizan maniobras antirreglamentarias pensando que no serán vistos
por la menor vigilancia y servicios de emergencia que podrían tardar más en llegar a un accidente
son aspectos muy a tener en cuenta.
Con todo, hay quien elige la noche para conducir por la menor densidad de tráfico, que de paso
permite una conducción más relajada y el mantenimiento de una velocidad promedio más alta.
En todo caso, solo conviene conducir de noche si se está en buen estado psicofísico, el vehículo
va en perfecto estado de mantenimiento y uso, y el viaje ha sido bien planificado.
4
De noche es imperativo llevar puestas las luces de cruce, no las de posición, desde el
atardecer —si dudamos entre encenderlas o no, siempre las encenderemos— y poner las
largas siempre que sea posible, sin deslumbrar a otros conductores.
Otro apunte: cuando seamos adelantados cambiaremos el alumbrado a cruce, si
llevábamos puestas las largas, una vez el otro vehículo se ponga a nuestra altura.
Algo a tener en cuenta es aminorar la intensidad de la luz del cuadro de instrumentos —posible en
la mayoría de modelos del mercado, incluso veteranos—, pues ayuda a ver mejor la carretera.
Cuanta más luz haya en el interior, peor se ve el exterior.
Por último, en caso de deslumbramiento bajaremos la velocidad y, si fuese necesario,
desviaremos la vista a la derecha buscando como referencia la banda blanca del arcén, circulando
próximos a ella, pero sin invadir el arcén. En última instancia cerraremos momentáneamente el ojo
izquierdo, pero, ante todo, seguridad: si es necesario, nos detendremos.
4. En este módulo aprendimos como los factores climáticos pueden incidir en los siniestros de
tránsito, en ese sentido se solicita que coloque cinco recomendaciones que debe realizar un
conductor cuando conduce con presencia de lluvia y neblina.