Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cap01 - Antecedentes Teóricos y Teorías de Referencia - Opt
Cap01 - Antecedentes Teóricos y Teorías de Referencia - Opt
·~
:p
1 ...
1
~
L~
1
'!i
i;;
.~
-~'.
1
P"' i;t La Orientación Vocacional.
3-
~
~ Antecedentes Teóricos y Teorias de Referencia
i
),- !~~~
,_ ) -:*r~
i
;~
;¡
in
,.. . .,
.o
\:n
)
Íi"'
1e
_,.
s-
•"
11~.
J-
17
i
-. ;J!
lt
j
:¡
"l
··~
i
·:g
Josefina Pássera
j .:1
\ ~ En varios artículos producidos recientemente junto con los aportes teóricos de la Cátedra de.
Orientación Vocacional de la Universidad Nacional de Buenos Aires (Aisenson, G.: Batle, S,:
J ,_{
"4·
~-
· :~ Legaspi, L. 2010), se evidencia que el campo disciplinar de la Orientación Vocacional ha
~s,
,~
transitado por distintas etapas, dada la predominancia de diversos paradigmas. También en
.f
este campo disciplinar;' los contextos socio-históricos guardan una estrecha e innegable rela-
e
ción conlas producciones científicas.
\
!
Desde inicios del siglo XX hasta aproximadamente los años '50, el concepto de sujeto de
diagnóstico, los objetivos principales de la orientación, el tipo de demanda y los requeri-
mientos del contexto, hacían que el orientador tuviera intervenciones de carácter más directi-
vo, dando un papel distintivo a los resultados de pruebas de rigor psicométrico.
Entre los años '50 y '70, elproblema incluye tanto la consideración de algunas capacidades e
intereses, como las motivaciones, los ideales personales y los proyectos. Autores ya clásicos
como Super y Ginzberg, entre otros, marcan con énfasis el rol del orientador como un guía
que ayuda en un proceso de desarrollo. Ya se considera que la orientación abarca problemáti-
cas de elección a lo largo de toda la vida.
Desde los años '70 en adelante, el fenómeno de la mundialización, las transformaciones ocu-
rridas en el mundo del trabajo, los cambios económicos, tecnológicos, políticos y sociales del
contexto, influyen notablemente en las trayectorias de vida.
El contexto actual marca el peso de la incertidumbre; también se acentúa el fenómeno del
individualismo. La inestabilidad laboral, el desempleo y otras formas de disfunción laboral, la
fragmentación educativa; la pobreza, diversas formas de vulnerabilidad, son todos fenómenos
que alteran los proyectos, especialmente de los jóvenes como población que sufre sus desfa-
vorables efectos al tiempo que busca abiertamente su inclusión.
Desde sus comienzos, iniciando el siglo XX, se destaca la Psicología Vocacional, estructurada
principalmente por los requerimientos del ámbito del trabajo, Sus producciones se van diver-
sificando en virtud de los diferentes contextos socioeconómicos, históricos y culturales (Hu-
teau y Guichard, 2005). Pero quienes buscan y eligen proyectos vocacionales, se ven afecta-
dos por los cambios del contexto, en otros aspectos personales más allá del trabajo. Los indi-
viduos y los gnipos humanos, enfrentan cambios tan vertiginosos que están impelidos a for-
19
mular y poner en marcha proyectos comprometidos, para los cuales no cuentan con referentes
registrados. A
Cl
Así a comienzos del siglo XXI la Psicología Vocacional se focaliza en la intención de ayudar ,-, lo
a las personas a elegir sus proyectos vitales, incluyendo los ocupacionales. se
Savickas (2009) y también Bronfenbrenner (1987), dejan en claro que los planteas vocacio- :A
nales están inmersos en trayectorias vitales que tienen diferente centralidad, según la etapa, el
sujeto y su contexto. A su vez, las trayectorias incluyen distintas transiciones. Estas pueden se
ser de orden interno o externo, impuestas por el contexto. El proyecto vital; permitirá retomar y
la trayectoria construida ~--A
Sin embargo, las formulaciones actuales soportan una lógica contradictoria (Germe, 2008); la P:
lógica de la flexibilidad requerida para acomodarse a Jos cambios y la lógica de la formula- . q1
ción del proyecto. Por ello, se resalta aún más la importancia de la subjetividad en toda con- D
flictiva vocacional ocupacional. Siguen siendo relevantes los factores educación y trabajo en --.W
la construcción identitaria:, aunque integrados con otros aspectos del si mismo. SJ
.-~- te
Pero en este punto, se produce una tensión entre la necesidad y la responsabilidad ética de dar
un sentido y dirección a la propia vida y la pérdida coexistente de importantes anclajes iden-
titarios. Ya lo señalaba E. Galende al hablar de las dificultades actuales para el logro de la Ol
identidad social. Los soportes tradicionales de tal logro, se encuentran en permanente modifi- ¿]
cación o bien han perdido credibilidad. Sin embargo, el imperativo emancipador, la claridad
de la individualidad y el logro de la autonomía, hacen que lo buscado implique el proyecto de t1
autoconstrucción.
Queda, claro que las expectativas. que guían tal proyecto, se originan en la interpretación que
las personas hacen de su realidad. Como dice Legaspi, L. (2007}1as representaciones sociales, re
las percepciones del mundo, contribuyen a la definición de una identidad personal y social, P'
siempre en formación y transformación debido a las interacciones con el entorno¡" -~-~ rr
v.
De modo que la búsqueda y construcción identitaria sigue siendo y será la tarea permanente . ..--''·'-,,
h
paralas personas y para el campo de la orientación.
---·p
Las diversas transiciones a las que obligan los desarrollos madurativos, ponen en juego psico- . d
dinamismos con los que se enfrentan los cambios del contexto, los cambios en las relaciones
con los otros, los cambios en la percepción de la realidad, los cambios en sí mismo. En gene- L
ral, las transiciones más criticas suponen reestructuraciones identitarias, además de las difi- p
cultades propias de las exigencias soeiolaborales (Aisenson, D., 2010). Por todo ello, se des- -- a;
d
taca siempre la importancía de la formación: psicológica y psicosocial del orientador.
Elrol del orientador requiere operar entonces, como acompañante de la exploración que nece- h
sita hacer el sujeto en distintas etapas de su desarrollo identitario, te
Se buscará la elaboración de proyectos, en lugar de decisiones acabadas; ya que no se trabaja tr
para que se logre "elegir bien", sino para que el sujeto proactivo, salga a buscar y a reconocer
lo que necesita para confirmar su proyecto vital que incluirá la o las elecciones vocacionales. V
20
Acuerda en que si bien actualmente la orientación se enfoca mundialmente hacia la prepara-
ción para el trabajo y la formación calificada, .no se desentiende de Jos proyectos de vida que
los individuos elaboran en base a sus deseos e intereses. Abarca las nociones de macroproce-
so, microproceso y proceso específico de orientación, según el alcance de sus objetivos.
Aporta además una interesante construcción 'teórica denominada Trilogía Orientadora, desta-
cando la noción de proceso -en los tres aspectos antes señalados-, la noción de imaginario
social -como elemento interviniente- y la noción de prevención -indagando el objeto elegido
y su fundamento-.
A nuestro juicio, si bien hay diferencias conceptuales y de referentes entre el enfoque de la
Psicología Vocacional y el de la Orientación Continua, ambos modelos coexisten y se enri-
quecen entre sí.
Desde nuestra posición, acordamos en que la elección vocacional ocupacional, se inscribe en
un proyecto y una perspectiva vital que debería llegar a ser reconocida como propia y expre-
siva de sí mismo. Se trata de una o Sucesivas elecciones que trascienden más allá de ser in-
tentos de adaptación. Por tanto, no quedan limitadas a. una determinada organización de la
oferta educativa o laboral, ni tampoco a un impulso defensivo ante una crisis personal. Se
orienta para la. diversidad, para el cambio. para las transiciones.
¿Dónde se encuentra entonces Ja aspirada libertad de elección? Adherimos a que parle se de-
sarrolla por el acceso al conocimiento y al esclarecimiento. Es así que se apela y estimula la
creatividad subjetiva, En consecuencia, e intentando dar coherencia al enfoque, creemos en Ia
conveniencia de las lecturas e intervenciones psicodinámicas.
El orientador deberá disponer de diversas estrategias según el caso, y sus intervenciones se
realizarán en lo' individual, y preferentemente en lo grupal por las posibilidades de ampliar las
,. ) J percepciones que ofrece. ese ámbito. También puede intervenir en programas virtuales y co-
.) -~
munitarios. La intención de todas las intervenciones orientadoras será predominante preventi-
,, ~1 va e incluyendo hasta donde sea posible, los aportes multidisciplinarios; Enresumen, la pro-
..•r. blemática de la orientación actual puede focalizarse en cómo los sujetos logran dirigir su pro-
) ~:~ pia vida, construyendo trayectorias, .atravesando múltiples transiciones, afrontando problemas
de inclusión y de vulnerabilidad.
La población, demandante de mayor magnitud sigue siendo los jóvenes escolarizados que as-
) piran a continuar sus estudios o a ingresar al medio laboral. Pero los problemas más actuales y
\
agudos de fa orientación vocacional y ocupacional se evidencian por los nuevos actores: los
j
,,
desempleados, precarizados o sobre empleados, los beneficiarios de programas sociales, los
'adultos mayores retirados con capacidades plenas, 108 jóvenes trabajadores superados en su
hacer por falta de formación específica, las personas con habilidades diferentes, las de distin-
·-··
) tas culturas, los jóvenes escolarizados y sin proyectos construidos que caen en pasividad, en-
... ,) tre otros .
) La tarea sigue siendo ayudar a las personas en sus diversas construcciones a lo largo de la
vida; mientras sostienen actitudes activas y emancipadoras, abordando estas cuestiones desde
;·. ~· ;\
) la prevención y la promoción de la salud.
El orientador tiene además, la responsabilidad de enriquecer el respaldo teórico de las diver-
sas intervenciones técnicas, a partir de la investigación y de la construcción conceptual.
)
También hay implicancias éticas a considerar.' Se acuerda entre ia mayor parte delos especia-
) listas, apoyar el imperativo que los proyectos a construir, sigan al bien común, solidaria y
responsablemente. Finalmente, tanto personal, como técnicamente, los orientadores debemos
21
~--
examinar nuestros propios prejuicios y esclarecer en lo posible, al servicio de qué poder han
sido creados.
Bibliografía
Aisenson, D., {2002). Después de la Escuela. Transición; construcción de proyectos; trayec-
torias e identidad de los jóvenes. Bs.As. Ed.Eudeba, .,....-..,
Bronfenbrenner, U., (1987). La ecología del desarrollo humano. Barcelona. Ed, Paidós.
Gavilán, M., Comp. (2012).La transformación de la Orientación Vocacional. Hacia un nue-
vo paradigma. Rosario. Ed, Horno Sapiens.
Gavilán, M., (2012). Equidad y orientación educativa y ocupacional. El desafio de una pro-
puesta. Bs. As. Ed. Lugar.
Guichard,J., (1995). La escuela en los proyectosfuturos de los jóvenes. Barcelona. Ed, Aler-
tes.
Legaspi, L., (2007). Representaciones sociales sobre la formación y el trabajo en jóvenes
pobres, su relación con los proyectos. Bs. As. Tesis en Maestría en Psicología Educacio-
nal. UBA. /,,..__..... ,.
Savickas, M. ,(2008). "Helping people cose jobs: a history ofthe guidance profesión". Altha-
nasou, J. & Van Estroeck ( eds). lnternational Handbook: of Career guidance. Springer.
22
1
e
Josefina Pássera
"una experiencia que intenta dilucidar aspectos relativos a la forma particular que cada
sujeto tiene de vincularse con los otros y con las cosas, es decir, de reconocer su posi-
ción subjetiva en tanto sujeto deseante, y desde allí poder proyectarse hacia el futuro".
23
'
~~
J
.,,__._
variables serán cónceptualizadas en relación con las dimensiones de tiempo y espacio, así
'comopersonales y socio-históricos. ·· · · ·· ·
Entonces, la tarea de orientación deberá ser permanentemente contextualizada para que re-
sulte vigente, - ·
El mismo Bohoslavsky se plantea en sus últimos trabajos cuestionamientos acerca de lo que
llamó la "modalidad clínica", remarcando la sobredeterrninación de la elección vocacional.
Por esta interacción, el sujeto "es elegido" según las tendencias del poder imperante y es, ala
vez, vocero del sistema social a través de sus identificaciones. . ·
El análisis de las identificaciones, elaboración de duelos, posibilidades de reparación, fanta-
sías, deberá ser ampliado en virtud de las características de la interacción entre "el sujeto
elector y la estructura social". Nos referimos al concepto de cultura viva de Fernández Mou-
jan que contempla la integración entre lo dado (naturaleza) y lo postulado (civilización).
La tarea de orientación, como es concebida actualmente, comienza por afrontar la decisión
relativa a "para qué" se realiza y "desde dónde" se Ja enfoca. Implica revisar la congruencia ,. --·.-· .. ~
de los a:bordajes elegidos con las necesidades individuales y sociales de cada lugar, en el
contexto sccio-hlstóricc mundiaL La consideración de cada momento y situación es parte
constitutiva del enfoque de la tarea.
(El orientador. deberá estar preparado para atender y entender diferentes tipos de consulta; des-
·, de la que pide información acerca del campo ocupacional, como la de quien necesita decodifi-:
\ car sus propios deseos.
Posiblemente, el mayor desafio profesional para el orientador lo constituya la necesidad de
abandonar el confort de la planificación propia, del saber absoluto ya que resultaría amenaza-
da suidentidad profesional por la fluctuación de los límites y alcances de su disciplina.
1
Proceso espontáneo y proceso sistemático de elección vocacional
Al decir de Holland, sea cual sea el tipo de cultura que represente o el papel que desempeñe
predominantemente en la sociedad a la que pertenece, el hombre ha enfrentado siempre y en
diferentes momentos de su vida, contingencias relacionadas con la vocación/La elección vo-
cacional-ocupacional es un acto expresivo y espontáneo de la persona.
Femández Moujan refuerza esta apreciación cuando define que la lucha poda identidad es la
misma lucha que la de lograr "vocación", ya que, tener identidad, es la vocación por excelen-
cia del hombre. Esta vocación se va construyendo paulatinamente, ligada por las identifica-
ciones a la historia individual y redefinida en cada crisis, en relación con los otros y el con-
texto, como todos los aspectos de la identidad. Es un "llamado interno" a ocupar un lugar en-
tre los demás. No se resuelve en un acto único; debe ser lograda, reconstruida en cada expe-
riencia, modificada por el devenir interno y externo y en su interacción.
Este proceso espontáneo de elección y definición vocacional se cumpliría durante muchos
años, mediante procesos identificatorios con figuras significativas de distintos ámbitos de
pertenencia (familiar, educacional, socialj.' Este proceso está marcadamente influenciado por
los posibles cambios sociales y los ocurridos en las relaciones interpersonales que pueden
favorecer u obstaculizar este logro evolutivo. Así, por ejemplo, el joven que haya recibido de
sus grupos de pertenencia una mayor información sobre política, economía, sexualidad, en-
frentará las etapas criticas de su evolución vocacional con un bagaje que supuestamente lo
reafirma. El joven que haya recibido durante su desarrollo el aporte de una saludable relación
24
-padre-hijo, obten~a un mejor acercami~nto a la vida adulta, por lo que las decisiones voca-
cionales no se versan trabadas en ese sentido.
Pero los lineamientos conductores de cada ámbito de pertenencia, deberían entrar en armonía
a los fines de favorecer el proceso espontáneo de desarrollo vocacional. La complejidad y el
cambio vertiginoso que define a nuestra sociedad actual, no facilita un ensamble de las otras
1
\ vertientes formativas e informativas, como la escuela y la familia
t la
Por otra parte,. es cuestionable si los programas de estudio de los diferentes niveles, se aco-
modan 0 no al estado de evolución de la ciencia y la tecnología contemporáneas! También, si
el titulo de grado o postgrado permite al egresado adaptarse a los cambios tecnológicos, eco-
et"' nómicos y sociales. Dice Gregario Klimovsky que muy pocas veces se hace un estudio y una
f
Du-·
investigación de mercado para justificar las posibilidades de tales egresados, ya que vivimos
una época interdisciplinaria.
Todos estos/fenómenos hacen notoriamente más dificil en la actualidad el logro de Ul1 desa-
rrollo vocacional espontáneo y generan la demanda de procesos asistenciales de orientación
) -
vocacional.
En el proceso sistemático asistencial, el experto o el equipo de especialistas
25
coterapia es una administración errónea (me gustaría decir perversa) de los recursos psi-
.cológicos .. El psicólogo debe operar en todas las esferas donde intervienen seres huma- _._yín
-~:
je:
nos, antes que enferme, o cuando están en riesgo de hacerlo". ~,
.--..
_,,
i Zl 1
Una perspectiva preventiva del desarrollo vocacional-ocupacional, nos llevaría a concebir a la ~ ,-9ac
orientación como un proceso de paulatino y sistemático desarrollo, que acompañe al proceso al I
..:---;......
evolutivo normal, facilitando una exploración progresiva de las alternativas que ofrece el me- )UE
dio y favoreciendo la expresión de posibilidades. La elección inicial y las sucesivas elecciones ..--'-CUT
vocacionales se producirían como una consecuencia natural, como resultantes de un proceso Jac
en el que se han presentado diversas circunstancias preparatorias, porque forman parte de un
~Ol
proyecto de vida. La tarea de orientación se iniciaría mucho antes de la aparición de las crisis,
~~,sti
su efecto sería inminentemente psico-profiláctico, su accionar estaría vinculado a todos los
órdenes institucionales que interactúan en la problemática. --...!lo
ep
Recordemos que la Higiene Mental, comorama de la Salud Pública, comprende uh -conjunto ~sp
de actividades y técnicas que promueven y mantienen la salud mental de una población. La
~ei
Psicohigiene, como campo de la Higiene Mental, actúa fundamentalmente sobre el nivelpsi-
<.l d
cológico de los fenómenos en estudio, con técnicas procedentes de la Psicología. Es decir,
:·---'<J.o
utiliza técnicas y recursos psicológicos para procurar la preservación del estado de salud de
i.~intf
una determinada población, previniendo la aparición de sus conflictos más frecuentes. Como
ya 'decía Bleger, resultará psico-profiláctica toda medida que tienda a promover el desarrollo -ª (
'-UÜ
de las posibilidades del ser humano, su. madurez como individuo y su bienestar en la comuni-
dad, Esta posición ha sido reactualizada y se encuentra en completa vigencia. ,-<,\.Ú
pre
La tarea se· desarrolla generalmente, en distintos niveles de organización de una población. El ,-----\
sp
ámbito para el que se diseñen medidas de psicohigiene, puede estar representado por institu-
--X~SI
ciones, grupos, sectores delimitados de una comunidad,
_El
Atendiendo a la prevención de conflictos vocacionales, el nivel institucional resulta especial- _.e
mente adecuado para desarrollar acciones psico-profilácticas, especialmente el de la institu- ---,ale
ción educativa.
. -'\.ti
En la práctica actual, el alcance preventivo en ese nivel facilita la intervención antes que se
g"er
consolide el síntoma de desorientación. Pero puede resultar mucho más abarcativo si se inte- r-r-v- ..
26
5.
vínculo del hombre con su trabajo y su contexto. La tendencia estará destinada al desarrollo
r¡
de respuestas prácticas y creativas ante situaciones nuevas e inesperadas.
11
\
El enfoque preventivo se basa en el carácter multídimensional del problema vocacional ocu-
Ji:¡ pacional. En él no se m~r_niza la di~~nsión psicológica individual, s~o que se la jerarquiza
L al promover su comprensión en relación al contexto general en que tiene lugar. La persona
r ' puede así enfrentar el problema, incluyendo todas sus dimensiones y, comprendiéndolas, pro-
.es ¡ curar una decisión personal responsable para con su propio proyecto vital y el de su comuni-
1
if
dad.
':·
is,
·¡
-~
Como dijimos, el enfoque preventivo no se reduce a la atención de la crisis de elección de
estudió u ocupación del adolescente. Cabe destacar sus posibilidades durante todo el desarro-
i
.'i llo de la identidad. Es así que la psico-higiene del desarrollo de cualquier rol ocupacional,
.,
-1 representa un campo de acción correspondiente al nivel de prevención primaria, específico del
itn.
' i
·¡·
especialista en orientación.
Hemos considerado al desarrollo vocacional ocupacional, como un proceso natural que tiende
)..Ju.
:~
:jr.
i
j
:~
a darse espontáneamente a lo largo de la maduración personal y que se manifiesta a través de
! motivaciones, intereses, aptitudes, elecciones y proyectos que va expresando el individuo en
( interrelación con los. otros; Este proceso de desarrollo no está libre de conflictos, en cualquie-.
.';,
üo ~.s ra de sus etapas. Estos conflictos pueden en ocasiones representar verdaderas crisis de creci-
!
miento, pero a veces, impedimentos en la prosecución del proceso.
Aún cuando la presencia de estos conflictos pueda ser encuadrada dentro de las situaciones
previsibles del desarrollo, ha llevado a los psicólogos orientadores a instrumentar recursos
específicos para su atención en los niveles del diagnóstico, la investigación, la prevención y
resolución.
El proceso asistencial será aquél de duración y objetivos delimitados, efectivizado a los fines
de brindar esclarecimiento e información en relación1 con problemas vocacionales u ocupacio-
tu- nales. Podrá estar destinado a individuos, grupos o instituciones consultantes.
Aunque las demandas de consulta pueden ser diversas, la problemática presentada remite, en
general, a dificultades de distinto grado en relación con la toma de decisiones.
Seguimos la síntesis que presenta A. I;:ópez Bonelli (199}) para caracterizar a la orientación
vocacional como proceso asistencial, fuñdaoo-en·Ufia-teóría y una técnica y utilizando el mé-
todo clínico como estrategia:
• /Tierte su centro enla entrevista psicológica, grupal o individual,
íres • _,. Requiere de psicólogos entrenados que puedan observar, diagnosticar y operar en el aquí
. Ji y ahora de fa entrevista operativa, facilitando los esclarecimientos necesarios.
• Adquiere la modalidad de una asistencia psicológica focalizada en el logro de determi-
. º'1
., nados objetivos, siendo el fundamental, el esclarecimiento y desarrollo de la identidad .
_);:lj_-
• Además, puede utilizar instrumentos psicornétricos, proyectivos y dramáticos, compati-
bles con una concepción dinámica de la personalidad y que nos permitan registrar inte-
'sto
! reses, aptitudes generales y específicas, aspectos de la estructura y dinámica de fa perso-
nalidad.
• , Instrumenta dinámicamente distintos recursos de sondeo e información sobre la realidad
1 ocupacional, la oferta educativa y la complejidad del contexto.
ael
27
• i Investiga y reconoce el grado de asimilación: de los valores de la cultura imperante.
T:
• 'Restituye el carácter vacante de los objetos internos y externos expresados en intereses, lJJ
aptitudes, motivaciones, vínculos con las carreras u ocupaciones como objetos. ,,--'"'-..,
re
Así entendido "el proceso de orientación vocacional con enfoque psicodinámico es, desde la Sl
------ S(
salud, una tarea psicohigiénica, que actúa fundamentalmente sobre el nivel psicológico de los
fenómenos humanos con métodos y técnicas procedentes de la psicología, y la psicología so- -,.¡º
cial" .(LopezBonelli, A. 1993). \: -~in
' te
,~··eJ
Alcances de la tarea de orientación
~\
el
La mayor frecuencia de Consultas de orientación vocacional, proviene del sector de población . 01
que está próximo a egresar del nivel medio de educación y que tiene aspiraciones de ingresar .-~. pl
al nivel terciario. Este hecho hizo que los especialistas dedicaran la mayor parte de sus esfuer- C(
zos a tareas de. orientación pre-universitaria, sobre un grupo humano compuesto mayoritaria- O]
mente por adolescentes. ,,-, s
Pero es posible atender a otras situaciones vitales en las que el proceso de elección vocacional ,~, d1
ocupacional se pone en marcha. Algunas, no implican el mismo grado de compromiso que la. p:
que ocurre en-Ja situación antes citada, pero pueden significar un ensayo anticipatorio de im- e·
portancia en el desarrollo dela identidad vocacional. Un ejemplo de ello sería la elección de ,.---._ ej
especialidad de educación de nivel medio. Otras elecciones son ejercidas en circunstancias p:
apremiantes para el individuo; quien disocia a veces sus expectativas vocacionales, a fin de
asumir un rol ocupacional posible. En otros casos, la elección inicial o la reelección de trabajo
.......-, u
u ocupación, es forzada por algún cambio de origen fisico, emocional o social que compro-
q.
mete a toda la persona. Al respecto se está trabajando en Ja re-orientación en la reconversión ·~---'
laboral, en la orientación con adultos y adultos mayores y en la orientación con personas con
alguna discapacidad. !
Pueden cumplirse tareas relativas a la orientación en instituciones que entienden la elección
vocacional ocupacional como actividad reeducativa y rehabilitatoria para los individuos que
albergan (instituciones correccionales, hospitales, institutos geriátricos, grupos comunitarios).
Esta intervención requiere la integración del orientador en equipos interdisciplinarios y la
actividad suele focalizarse predominantemente en el asesoramiento y la programación más
que en la asistencia directa, aunque ésta no se excluye.
_ . .,..,.e
También suele ejercerse el rol orientador mediante el asesoramiento en cualquiera de los ni-
veles del sistema educativo, formulando programas tendientes al desarrollo vocacional en ,_e
diferentes espacios curriculares y extracurriculares, ya que, la tarea tiende a propiciar aprendi- e
zajes que faciliten el desarrollo de competencias que favorezcan la incorporación del educan-
do en el mundo socio ocupacional.
La orientación vocacional en el marco escolar es una intervención que se realiza en dos senti-
dos, siguiendo un eje diacrónico y uno sincrónico. El primero se refiere a todas las acciones
educativas a lo largo del proceso escolar, ya' que los aprendizajes que realizan los alumnos les
permitirían incorporarse a la vida social y laboral. El eje sincrónico supone un corte en cada l
uno de los momentos en que los educandos se encuentran ante la exigencia de tomar decisio-
nes en relación con su futuro. Al decir de S. Rascovan, "la eficacia de la intervención en di-
chos momentos -eje sincrónico- está sujeta también, a la eficacia con que se llevó a cabo la
tarea de orientación a lo largo del proceso escolar (eje diacrónico)."
28
Tamb1én la finalización de un estudio de nivel terciario o universitario pone a1 individuo ante
una situación de elección de especialización y/o de ingreso al campo ocupacional, que suele
requerir orientación. Este momento reactualiza la elección preuniversitaria pues enfrenta al
sujeto con el rol profesional real. Es ésta una etapa clave para el desarrollo ulterior y la con-
solidación de la identidad ocupacional.
Otra demanda cada vez más frecuente, es la que ha dado en llamarse de re-orientación, Se
incluyen en este concepto los procesos sistemáticos de orientación brindados a aquellos suje-
tos que, independientemente de haber recibido en otro momento algún tipo de asistencia, han
efectuado alguna elección fallida o aquellos consultantes jóvenes o adultos, que ya no se in-
cluyen en la población adolescente. Es habitual encontrar en esta demanda casos de re-
orientados que han sufrido fallas en la elaboración de duelos, que han tenido conflictos ante
problemáticas laborales o académicas y no han podido resolverlos, que se han debatido en
conflictos entre una inclinación vocacional determinada y mandatos o expectativas familiares
opuestas, que padecen cuadros psicopatológicos que ameritan su derivación a psicoterapia.
Son cada vez más frecuentes las demandas de los adultos mayores, por sus necesidades de
desarrollar nuevos roles para afrontar dicha etapa vital. Asimismo, son mejor reconocidos los
programas y talleres de orientación en todas las poblaciones vulnerables. También se hace
evidente la oportunidad beneficiosa que ofrecen las instituciones sanitarias para programar :y·
1 de ejecutar talleres de orientación, fortaleciendo el sentido final de este trabajo que es acercarse y
. \
L ... , •.. :;J
promover la salud.
,. r
.". ,.-.~cw.
El desarrollo vocacional ocupacional incluye entonces, muy variadas situaciones en las que el
laJO
\ individuo o los grupos humanos necesitan orientación acerca de la actividad ocupacional a la
.r
~,'An que se dedicarán o ala elección de aquellos aprendizajes que le permitan ejercerla satisfacto-
) riamente. La dirección de todas estas intervenciones es conducente a una mayor equidad y un
v0Il'
mejor ejercicio de la democracia.
cue Bibliografía
'•"). Caplan, G., (1985). Principios de Psiquiatría Preventiva. Bs.As. Ed. Paidós,
. - 1ª
Casulla, M.; Cayssials, A., (1994). Proyecto de vida y decisión vocacional. Bs.As. Ed. Paí-
mas' dós.
Gelvan de Veinsten, S., (1994). La Elección Vocacional Ocupacional. Bs.As. Ed, Marymar,
1 ~n Gelvan de Veinsten, y otros, (1998). Proyectos para orientadores. Bs. As. Ed. Maryrnar.
'
Guichard,J., (2002). "Problemáticas sociales, modelizaciones teóricas y finalidades de la
orientación". En Herbert Elizalde & Rodríguez.compiladores. Creando proyectos en tiem-
pos de incertidumbre. (p.12-'-34). Uruguay, Psicolibros-Wasala.
énti- Gullco, A.; di Paola, G., (1993). Orientación Vocacional. Estrategia preventiva. Bs. As; Ed.
~-- ;... -·~S
Vocación.
-
1
es
caéa López Bonelli, A., (1993). La Orientación Vocacional como Proceso. Bs.As. Ed. El Ateneo.
)l- Müller, M., (1998} Orientarpara un mundo en transformación. Bs.As. Ed.Bonum,
" ii-
)Lila
!
Müller, M.,(2002). "Actualidad de la Orientación Vocacional Profesional". Rev. Actualidad
Psicológica. Año XXXVIII. N 315. (pp 2-5). Bs.As.
29
Reseña histórica de la
Orientación Vocacional en Argentina
Valentin Peralta
Introducción
Contar con una perspectiva hacia el pasado puede ser útil para identificar las relaciones pro-
blemáticas de ún quehacer profesional que, en la actualidad, evidencia su especificidad en
relación con otras disciplinas, a la vez que nos permite visualizar los desafios del presente.
Igualmente, mirar hacia el pasado, posibilita al Orientador reconocer la dialéctica de lo que
ejerce, atendiendo al vínculo y al compromiso asumido, lo cual constituye una parte esencial
de su identidad profesional..
31
Formación, práctica e incidencia del contexto político desde 1920 a 1930
En el año 1925 se creó el Instituto Psicotécnico de Orientación Profesional y la sede de la
Escuela de Orientadores Profesionales que otorgaba el título terciario de Consejeros de
Orientación Profesional que contó con 56 graduados en 1929.
La Orientación se planteó la integración social a través de posibilitar la inserción educacional
y laboral.
En ello pueden inferirse las relaciones Estado/ individuo/ políticas públicas y puede verse
como el poder implementa las decisiones. Surgiendo así la evidencia del alcance y dimensión
que impregna a la práctica de la Orientación, el poder imperante, el cual se legitima a través
de leyes e instituciones oficiales. Lo cual es posible con la participación de profesionales afi-
nes a dichos intereses.
En la Escuela de Psicología. Correctiva del Instituto de Psicología del Consejo .Nacional de
Educación, se obtenía el título de Orientador Educativo. Sus destinatarios eran los maestros
que recibían formación en educación especial a través de cursos dictados por médicos.
Los cursos de aprendizaje se centraban en relacionar vocación personal, aptitudes y perspecti-
vas laborales, según los planes políticos-económicos de la época. Para ello realizaban un rele-
varniento de la situación de los trabajadores. I
De esta manera se evidencia en términos de roles profesionales la díada laboral educacional a
de la Orientación: Orientadores Profesionales y Orientadores Educativos. e
I
En el Primer Congreso del Trabajo en Rosario se presentaron investigaciones que abordaron
·-·. (
cuestiones fisiológicas y psicotécnicas vinculadas al trabajo. Se propuso crear un instituto )
Las maestras orientadoras fueron desplazadas por las Asistentes Sociales quejunto a las Vi-
sitadoras de Higiene Social, se formaron en la Facultad de Medicina con Carolina Tobar.
En esta época, la ideología del poder de tumo en lo social, consiste en la ayuda y asistencia
destinada a subsanar déficits; las políticas que se implementaron estaban basadas en el asis-
tencialismo.
De la integración social pasamos al asistencialismo, o sea, de las condiciones que favorecen la '}
inclusión y el protagonismo a.una idea de sujeto anónimo y asistido por el Estado.
i
En los proyectos privados de formación encontrarnos el Biotipólogo. En el plan de estudios
figuraban: estudio físico, estudio psíquico moral, estudio psicopedagógico y criminológico.
(Rossi, L. 2005)
32
Por lo tanto la formación de los Orientadores en esa época se basó en los crite-
rios biotipológicos y psicotécnicos.
t. j
De esta manera avizoramos cuestiones de los saberes de la psicología como nutrientes de
nuestra especialidad .
. ,
1 Hugo Klapperribach (2006) en su trabajo "Periodización de la Psicología en Argentina'' señala
~ct,i- l
t _ _. l el año 1941 como el inicio del "Período de la Psicotecnia y Orientación Profesional".
La psicotecnia se ocupa de investigar el aprovechamiento y rendimiento en el trabajo, d~
acuerdo a los postulados tyloristas y la orientación profesional, de lograr que cada sujeto se
dedique al trabajo que le implique menor esfuerzo, mayor satisfacción y aprovechamiento
!
para sí y la sociedad, según Jos conceptos de Mira y López.
X.uh
Como consecuencias de la segunda guerra mundial, en nuestro país comenzó un proceso de
desarrollo industrial que el golpe militar de 1943, acentúa.
i)t~-. Las consecuencias de las dos guerras mundiales
!
"imprimieron a la Orientación un valor muy particular, ya que el eje pasó a ser una per-
sona en situación de elección condicionada por las problemáticas de posguerra y las
nuevas necesidades educativas y laborales que surgían de este proceso". (Gavilan, M. ·
1999)
33
naturales aptitudes y capacidad, con el fin de que la adecuada elección profesional re-
dunde en beneficio suyo y de la sociedad".
El Plan Quinquenal del gobierno tenia como objetivo "encausar el aprendizaje y la orientación
profesional". Se trató de atender a dos aspectos: una orientación individual y otra de carácter
colectivo. Podemos inferir el surgimiento de lo que representa la tríada: educación, salud y
trabajo en las políticas estatales incidiendo como marcas indelebles en la práctica profesional.
La Orientación Vocacional adquiere rango constitucional (Constitución de 1949) y alcance a
través de las Escuelas Nacionales que existían en cada provincia.
Estas escuelas ofrecían .asistencia y asesoramiento en los llamados Gabinetes de Psicornetría,
Los maestros y profesores debían enviar al gabinete a los estudiantes con dificultades y a
quienes se destacaban en determinadas aptitudes y habilidades.
La educación pública era uniforme e inclusiva'. para todas las clases sociales y por su condi-
ción de estatal, altamente calificada; la representación social de la época consistía en la ecua-
ción educación-trabajo. La oferta de educación privada era escasa, fundamentalrnente.religio-
sa y dirigida a las niñas. cor
_.. -.-. _
Las escuelas públicas posibilitaron la presencia de las clases populares y la expresión de las
llamadas aptitudes naturales y capacidades, antes mencionadas.
,,-:Cm
Los alumnos las expresaban, los maestros las descubrían y los gabinetes orientaban. El objeti-
vo era tener maria de obra calificada según el plan gubernamental.
.es;
Se creó el Centro Nacional de Orientación Profesional. .C:n
lC
"Durante este período se desarrollaron en distintos lugares del país centros orientados ---.e
profesional, científica y socialmente al logro del mayor rendimiento laboral y educacio-
nal" (Di Domeníco, C-VilanovaA. 1999)
La
Centros académicos de desarrollo de la Orientación Vocacional en el interior del País (Rosa- .iil
rio, Córdoba, Mendoza, San Luis, Litoral y Tucumán) as
Podemos mencionar además del Laboratorio de Psicotecnia en Buenos Aires, el Gabinete de
Psicotecnia en Rosario perteneciente al Instituto Joaquín V. González,
En 1953 se creó la carrera de Asistente en Psicotecnia. _Jst
---"'~si
Carlos Laguinge, de la Facultad de Filosofia yHumanidades de la Universidad Nacional de Cl01
Córdoba, publica en 1946 "La psicotecnia en la prevención de los accidentes de trabajo" y - oli
promueve la creación en 1952 del Centro de Orientación Profesional. _:tu
Los historiadores coinciden. en que el principal desarrollo se dio en la Universidad. de Cuyo, LO:
con dos centros. En Mendoza funcionaba el Instituto de Psicología Experimental cuya direc-
ción estaba a cargo de Horacio Rimoldi. Entre sus colaboradores se encontraba Nuria Cortada,
que acababa de regresar de Estados Unidos donde se especializó en pruebas mentales. (Di-
Domeníco, C.-Vilanova, H. 1999) 1~
nov
El otro centro estaba en San Luis creado a instancias de Plácido Horas, En convenio con el
tsn
-~,,
gobierno de fa Provincia se crea la Dirección de Psicología Educacional y Orientación Profe- ... 1
sional.
La acción de Erminda Benitez,
34
J
,,•. '.,,;,···
~. 1 .~··. '·
,.
'.'
?·.
'M
r1
'2
1
"una pedagoga formada en. el dominio de. los tests, titular de Psicología Educacional,
había logrado que se aprobara la creación de una carrera menor: Auxiliar en Psicotecnia,
,; . de dos años de duración" (Dagfal, A. 2008).
~ter .~ fue en el ámbito de la Universidad del Litoral en 1953 en la Facultad de Filosofía, Letras y
( ./ ~.
Ciencias de la Educación.
( \ :Í
l
En el mismo año, en la Universidad de Tucumán se fundó el Instituto de Psicotecnia y Orien-
tación Profesional a cargo de Benjamín Aybar y la carrera de Psicotécnico y Orientador Pro-
('•. ·.) fosional.
~ ...
i \
Lo detallado aquí da cuenta de la importancia del desarrollo de la orientación en el interior del
j. 1 país.
{' ·,,
35
De esta manera cimentan una nueva identidad para los orientadores psicólogos específica-
mente. _,Par
.ice
Se crean Servicios de Orientación Vocacional enlas universidades públicas y en 1965 el De- ,--.1.a e
partamento de Orientación Vocacional de la lJBA organiza las Primeras Jornadas de Orienta-
ción Vocacional.
Diana Aisenson al organizar la Cátedra en la UBA se propone desarrollar los contenidos de la
enseñanza y la práctica en fundamentos teóricos sólidos, actualizados en un marco científico y
comprometido con las necesidades sociales del país.
Cá
Aún así como en otras épocas, a pesar del golpe de 1967, el compromiso de los profesionales r ·-~'--.
Las transformaciones de los '90 son: economía globalizada, acelerado avance tecnológico, ~s
Estado privatista, pérdida y reducción de los bienes sociales.
Se sanciona la Ley 24.95/93 Ley Federal de Educación, que establece elección de una espe-
cialidad para egresar, implica que el estudiantereciba asesoramiento y orientación respecto de _,n
sus elecciones. Los destinatarios son los adolescentes de 13 a 15 años que ingresan a la edu- '• ')lí
cación polimodal, donde deberán elegir una especialidad. · taci
···~;.,,
36
,y
l .~
·.~
•l Para ello la Ley establece que las instituciones educativas brinden orientación e información
:¡
De-
·.~ acerca de la elección expresada con autoconocimiento de sus intereses para que se orienten en
la elección de ocupaciones y profesiones.
'J
1
r~
Nuevamente la Orientación es de alcance nacional, aunque cada provincia puede hacer sus
modificaciones sin alejarse del espíritu de la Ley, Ello generó debates en Congresos de
f '1.i ·I Orientación de esa época acerca del rol de los orientadores y la población a asistir.
cu y l
\
l! Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional UNC
·~
·,~
,>
La Cátedra en la Escuela de Psicología a cargo de la Dra Hermelinda Fogliatto, entrena a es-
~C'·,f J1
L..-y
·~ tudiantes en la práctica de la orientación, brindando el servicio a la comunidad educativa. La
Dra. Fogliatto y su equipo realizaron investigaciones subvencionadas por el CONICET, en el
~ _.1;-_
J
i campo de la orientación. Así, por ejemplo, publicó monografías profesionales: Perfiles psi-
cológicos de estudiantes de carreras humanísticas (1972); Esquema socio-económico- cultural
1
01- de íngresantes a la Facultad de Filosofía y Humanidades (1968); Relación entre variables aca-
~- démicas y de personalidad (1971), También validó la utilización del-Cuestionario de Intereses
:;¡
,
cr para la población estudiantil del nivel medio y universitario llegando a elaborar, entre otros
H"0S
l instrumentos, la versión computarizada conocida como SOVI 3.
' '\ ·l-~
l ....:1°" ;1 El Dr. Edgardo Pérez, investigador del CONICET, continúa con este trabajo y aporta instru-
;
..
·1~ ~
/' :J mentos novedosos como el IAMI. Conforma un equipo de investigación que aporta valiosos
't
-~ datos a Ia orientación.
) ~-
r un ~- En lo referido a las actividades de docencia y extensión, se continúa con lo originalmente
.,\.,, pautado como tarea inherente a esta Cátedra. posteriormente a cargó de la Lic. Josefina Pásse-
~. !'."'"!'15
ra y un equipo de docentes orientadores.
,, ) '
~i;;Jl-
)a La actividad de extensión de la Cátedra consiste en la realización de Procesos y/o Jornadas de
m1e Orientación dirigida a estudiantes del nivel medio. Én la Sede de la Facultad de Psicología se
) recibe a estudiantes provenientes de distintos establecimientos secundarios, y se acuerdan
compromisos con las instituciones públicas (IPEM) de la ciudad capital e interior de la pro-
)
vincia; aún con aquellas que cuenta con Gabinetes o Departamentos de Orientación.
En.la Facultad debido a una propuesta elevada desde la Cátedra y aprobada por el H.C.D., se
. ' 'S, creó en 2005 el Servicio de Orientación Vocacional para estudiantes de Psicología como parte
·~enu-
· . -J '
del Programa de Fortalecimiento y Permanencia en la carrera (PROFIP) y el servicio de
J Orientación para la Comunidad.
p- Actualmente se intercambian trabajos y se producen acuerdos generales con los docentes a
,..,,..os cargo de las Cátedras y Servicios de orientación de las Universidades Nacionales de Buenos
)
Aires y La Plata aún cuando cada equipo responde a elecciones diversas según las necesida-
) des del contexto. Se verificó en distintos encuentros científicos que Ia esencia del trabajo en
::;~'"º• orientación, se conlleva con las formulaciones de Universidades como la de Rio IV y Tucu-
mán.
,-"f'-
(ü'de En esta reseña podemos inferir que en la práctica de la Orientación incidieron las medidas
'u- políticas que emergieron en los diferentes contextos, ello no implicó una traba para la delimi-
tación del campo de las problemáticas tampoco para la utilización de Jos paradigmas vigentes
según las épocas.
\
j
37
,J
.¡,-"'"""'···
-----~:-
... ---1..:·-.
,....,.._,,,.
En la historia se dinamizan dos planos el socio-político y el particular de la Orientación Vo-
cacional que sirven para fundamentar el carácter científico más allá de las políticas que la ,,-·---..
__
atraviesan.
_,.-.... ,.
Consideramos que las transformaciones del campo. social inciden en los abordajes y plantean
la necesidad de continuarel trayecto ya hecho de explorar, investigar y crear recursos científi- .~
cos de un quehacer profesional que se fundamenta eh el principio de realidad. ,,,,..... . ,,
,,......_
Bibliografía
Aisenson, D., (2008). Comp. La Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional. (Ayer y .r-- . .
Hoy, 50 Años de Enseñanza de la Psicología, Leivobich de Duarte A.). Bs. As. Ed, Eude- .¡-----.¡_
ba,
_.. ..,
Dagfal, A., (2008). A cincuenta años· de la creación de la carrera de Psicología de la
UBA. De Ayer y Hoy. 50 Años de Enseñanza de la Psicología, Leivobich de Duarte, A. ,,--,
-·~,~ po:
tina. .)
r:": •.
;01
l
Pavon Pereyta,E.,(1973).Los trabajadores yel peronismo, Bs.As. Ed, Abril Educativa y Cul- "1 :.r·-'~
_,a·
tural. ··1.
1
,--..est
·J
f
Peralta,V .(2010).Formación e Identidad profesional en los Psicólogos argentinos. Manual de l;j rad
,---...
Cat. Deontología y Legislación Profesional. Facultad de Psicclogía .UNC. · ~·
'
2n
'
l
,¡
Casullo, M.; Cayssials, A. ,(1994). Proyecto de vida y decisión vocacional.Bs.As. Ed. Paidós.
·I
,---itr
____ su
'Jl
i
:fo
i -~-\.1
--tnll
110
--~el
,-.lµc
r1er
c-a6
. -~Jr
J r: ·~~.
¡
rr-v-,
r:
38
,
·:··
r
..
"'-.
l
Antecedentes del proceso diagnóstico en orientación
1r1~-'l
Josefina Passera
Persisten diferentes posturas en relación al uso del diagnóstico en orientación. Su empleo está.
vinculado con enfoques teóricos, epistemológicos y filosóficos del especialista. Algunos mo-
delos de trabajo le asignan importancia central, ya que, a partir de esa definición, se propon-
ece- drán las futuras intervenciones. Otras posiciones lo consideran innecesario y hasta perjudicial
o incongruente con la naturaleza de la orientación vocacional,
~) Autores ya clásicos como Carl Rogers, representante significativo del no directivísmo, pone
.Il!Si- en tela de juicio su valor y el de una actitud diagnóstica por parte del experto, cuando éste se
)
afirma eh el respeto por el marco referencial del consultante. Posiblemente, su desarrollo de
'
una asistencia "centrada en el cliente'', haya surgido en su momento, corno reacción ante
¡;,,Al-
posturas inflexibles referidas a la centralidad del. diagnóstico y a la consecuente ubicación del
consultante como de observación y acción técnica por parte del profesional.
La actitud de paciente pasivo, resulta francamente incongruente con los requerimientos de
1
estimular decisiones autónomas en la construcción de proyectos de vida, por parte del orien-
rede tado.
En cuanto al trabajo en el campo específico de la orientación y el asesoramiento psicológico,
s. otros autores se han formulado también interrogantes respecto del empleo del diagnóstico en
su concepción tradicional. Obviamente se han referido a un tipo de diagnóstico estricto y,
afortunadamente, ya superado en parte.
Al respecto, Patterson, C. y Tyler, L. ya habían anticipado algunas consideraciones que resu-
mimos. La clasificación de alteraciones o patologías en categorías mutuamente excluyentes,
no parece adecuarse a las conflictivas psicológicas. Los autores críticos, se limitan al concepto
del diagnóstico médico clásico donde un cuadro diagnosticado tendría origen conocido, evo-
lución-y pronóstico previsibles. Señalan y se apoyan en observaciones corroborables. En las
perturbaciones emocionales y psicológicas, manifestaciones posibles de ubicar en una misma
categoría diagnóstica, no participan de los mismos núcleos causales ni siguen necesariamente
el mismo curso.
No resulta transferible al campo psícopatológico la concepción médica del diagnóstico, si
partimos de reconocer la ausencia de algún agente verificable que de cuenta de su etiolo-
39
J
gía. Las dolencias emocionales pueden deberse a múltiples factores, muchos de ellos difi-
cilmente identificables. .--~·
___ :..
Dado el diagnóstico, existirían remedios o intervenciones relativamente específicos para
cada grupo de afecciones fisiológicas. Esta condición no resulta admisible en el terreno
emocional. El grado de participación del consultante en la construcción de su propio diag-
nóstico y evolución, resulta marcadamente superior en el área de la orientación y aseso- .J.
40
4. Ansiedad ante la elección. El conflicto surge de la necesidad de decidir entre alternativas
que necesariamente alteran la vida actual del sujeto. Este pretendería haliar una opción
?;;ir~ que le permita eludir la situación sin consecuencias y no acepta que la elección producirá
·L •• J cambios.
5. Carencia de seguridad. Se trataría de individuos que necesitan cotejar una elección y con-
~SO:-
'' sultarían buscando un contacto como ocasión para decidirse.
~ V
41
Estos indicadores serían los siguientes:
L
Manejo deltiempo
Momento del proceso de decisión en el que se encuentra el orientado.
Ansiedades predominantes. . l<
Las carreras como "objeto" de la conducta y sus características, o
Identificaciones predominantes. e
42
-·~
Las fantasías de resolución del conflicto vocacional se basan enlas expectativas que el orien-
tado trae al proceso de orientación.Jas cuales contribuyen a configurar el tipo de vínculo que
intenta con. el orientador. Así, podrá mostrar una actitud inicial .autoconfiada (en la que él
mismo se considera omnipotente), o de aspiración (en la que permite la cooperación y recibe
la ayuda); también podrá intentar un vínculo mágico (en el que se le asignan características
omnipotentes al orientador), o una relación de tipo filio-paterna. Podemos observar también
en este ítem, las dicotomías independencia- dependencia, o la de búsqueda y rechazo de la
infonnación, o la de crecimiento-detenimiento.
La deuteroelección se refiere al "cómo eligió elegir" el orientado; cómo elige enfrentar la si- ·
ruación de elección, o la de entrevista de orientación. Darla una aproximación al modelo de
elección con el que ese sujeto se mueve· en el mundo.
Apreciación diagnósticaen-orientación
De lo expuesto inferimos que, en caso de intentar un diagnóstico en orientación, estará sujeto
a ciertas limitaciones, dándole un carácter especial, y en la clínica de la salud.
Partimos de la base que el acto de diagnosticar en sí y de por sí, no proporciona soluciones.
Sólo tendrá sentido su implementación si, de alguna manera, puede resultar útil.al orientado>
En efecto, no se justifica realizar este proceso si el orientado ·no podrá utilizar sus elementos
adecuadamente;
Ya hemos señalado que el diagnóstico en orientación vocacional, no puede determinar una
causa básica del conflicto de· elección o el mejor método de tratamiento del sujeto. La pro-
. blemática vocacional está conformada por múltiples factores, así como las perturbaciones de
la toma de decisiones y, por otra parte, el orientado puede y debe elegir con el orientador, la
mejor manera de resolverla. ·
!
Creemos, por lo tanto, que este diagnóstico se refiere a una comprensión inicial de la situa-
ción vocacional en Ja que se encuentra el individuo en el momento desolicitar la ayuda: Esta
J apreciación de la situación vocacional implicará una serie de hipótesis que el orientador está
.~·~· se ~·
J
~j
en condiciones de formular en base a su formación técnica, pero que .el orientado debe consi-
'
.J
derar, rechazar o aceptar en la medida en que progrese sucapacidad de decidir. ·
. -. -tpn
;!
f
,. Atendiendo a Ia prevención de caer en cuadros estancos y desvirtuar de ese modo la relación
1tgen de orientación, el orienta:dor proporcionará las condiciones en las que el orientado sea capaz
... :a, de hacer, experimentar y aceptar la evaluación diagnóstica de los aspectos implicados en su
situación vocacional. Esto hace que se piense "con él" y no privilegiar el pensar "sobre él" o
"para él",.situaciones éstas que.no representan.la esencia de la. tarea orientadora.
/a,-
Naturalmente en el campo de la orientación no se presentan categorías diagnósticas mutua-
,) mente excluyentes y. consecuentemente, el diagnóstico o evaluación de la situación vocacional
.idad, inicial del sujeto no puede conducir a una predicción.
Dijimos que el proceso .de .orientación vocacional involucra un esfuerzo conjunto del orienta-
dor y del orientado para estructurar una situación particular que facilite y dé significado a la
decisión que realizará el orientado, con el orientado y no sobre el caso de orientación. Por
tanto, no se ofrecen posibles categorías excluyentes,
Al término. de la entrevista inicial o de la primera reunión grupal de orientación -y en base a
sus principales emergentes- se formulará un: "diagnóstico inicial" y una decisión relativa al
43
. .---.
proceso a seguir que compartirá el orientado. Se trata de un diagnóstico de la situación voca-
cional, sobre, el cual se fundamenta el proyecto de trabajo en común. _____ In
rá
El diagnóstico en orientación vocacional no se refiere a entidades a las que siga uri determina-
do patrón de tratamiento. Implica la comprensión de factores interactuantes en una situación
de duda vocacional; es un cuadro descriptivo de un planteo de elección, de, una situación ~-El
frente a diversas opciones: Está fundamentalmente dirigido a la evaluación tentativa de las de
posibilidades del sujeto para seguir el curso del proceso de decisión. A
Es imprescindible entonces analizar cómo configura el orientad.o su situación frente a la elec- ac
ción vocacional. Esta deviene fundamentalmente de su disponibilidad personal para acceder a ···--· qu
esa realidad. El
A partir de este análisis, L. Tyler proponía Ja posibilidad de tres grandes categorías de esta de
apreciación diagnóstica inicial, las que a su vez incluyen variedad de situaciones personales. ~-de
l
bi:
Casos de elección factible. Incluyen los casos en que las posibilidades de efectuar decisio- .. -···.to~
nes autónomas están presentes. En estos casos, el orientado tiene conciencia que el objeti-
vo es elegir un camino de desarrollo y emprenderlo con confianza en sí mismo. Quiere
conocer todo lo posible acerca de la relación entre sus posibilidades personales y una op- ,.... Bi
ción o determinada área de opciones. Be
r=-
Puede incluir situaciones en las que se da la elección. y el sujeto intenta formalizar la deci- Re
sión. Es decir, el sujeto se ha vinculado con tina determinada posibilidad pero aún no ha
estructurado un proyecto de acción sobre la realidad,
1 .--- Re
'I
Incluye también aquellos casos en los que el sujeto es capaz de seleccionar las opciones ,..---sb
pero aúnno ha elegido. Aquí el orientado es capaz de discriminaryjerarquizar las posibi-
lidades, pero no ha establecido una relación de compromiso con alguna de ellas y duda
entre alternativas posibles. Podemos incluir aquí Jos casos en que la elección surge al re-
ii ,.--Ti
las diversas alternativas y no puede realizar una selección adecuada para jerarquizarlas, ..
Q
•
~
Estas situaciones iniciales requieren una evaluación de las potencialidades del sujeto a los l1
fines de proponerle un plan de trabajo adecuado a su desarrollo, Entrarían aquí los casos J¡¡
en. que la: elección está. condicionada por los conflictos y que tienen diferentes posibilida- ~ __ . ., ..
des según el caso. ·~
Casos que requieren creación de posibilidades de elección y decisión autónomas. En ellos :J
la indecisión representa una inseguridad básica. El sujeto debe superar una dificultad psi- Í
y
1
cológica que le impide avanzar en su desarrollo. Si no se atiende a esta traba inicial y se
prosigue el proceso de orientación, el .individuo sólo aplaza él enfrentamiento del proble-
~ 1
Se incluye aquí la situación de aquellos individuos que.no tienen intención de elegir. No ,.~
~~·
se dan las posibilidades de elección autónoma y hay que crearlas. E
~·
Como explica L. Ty1er, ~·
~
g
"la dificultad estriba, en estos casos, en que la indecisión ante un plan de acción ocupa- ~
cional, representa una inseguridad generalizada que se desprende de conflictos profun- ·~
44
Incluimos en esta categoría los casos de elecciones impedidas por los conflictos. Se encontra-
rán aquí los casos derivables frente a los cuales el orientador deberá actuar esclareciendo el
motivo de tal derivación.
El orientador ofrecerá una síntesis de datos coherente y comprensible al orientado, permitién-
n ,'.
e las dole su integración.
A partir de esa evaluación diagnóstica inicial, la devolución de datos al consultante no será la
',
,- actividad u ocupación de mejor pronóstico para el él, sino un planteo del trabajo en común
que conduzca a la mejor calidad de decisión y no al contenido de la misma'.
El pronóstico, que a partir de esa apreciación inicial se realice, estará referido a las posibilida-
des de trabajo en común, dentro del área de actividades de orientación. Se referirá al planteo
de trabajo en común y lo que se "pronostica" en definitiva será: Si el individuo expresa posi-
bilidades de acceder a una construcción identitaria; si instrumenta sus capacidades de prever y
'.)-
tolerar ambigüedades del futuro; si el orientador podrá acompañarlo en ese proceso.
1
),Jeti-
re
Bibliografía
:"·
""U- l~
• Bohoslavsky, R., (1971). Orientación Vocacional. La estrategia clínica. Bs.As .Ed. Galerna .
'
u..:;Cl-
i~ Rogers, C. ,(1969). Psicoterapia centrada en el cliente. Bs.As. Ed .. Paidós. 2da.edición.
§
)a ~
% Rogers, C ,(1978).0rientación Psicológica y Psicoterapia. Fundamentos de un enfoque cen-
l~ trado en la persona. Madrid Narcea, S.A. de Ediciones.
tones ;
1 Shertzer.Bi; 'Stones.S. C.,(1972).Manual para el asesoramiento psicológico.Bs.As.Ed. Paidós.
i
~' r
cbl~
0
'·'pa ¡,
r
Tyler, L., (1972). La función del orientador. México. Ed. Trillas.
ai 're- s
rto
:nte a
._los
)OS
Ilida-
Jos
~ '1SÍ-
¡
1 y se
ile-
r.No
..;;t1pa-
0
un-
45
.-··--
=
El problema del diagnóstico en orientación
Josefina Pássera
l 47
. Í.":'-
,,_,..
Al centrar el diagnóstico en el cliente -ni sujeto ni objeto de conocimiento- Rogers sienta las
bases teóricas de su orientación:
e La conducta es causada y la causa psicológica de la conducta es «cierta manera de perci-
bir". .~-La
a El consultor es el único conocedor pleno de la dinámica de sus percepciones y su con- .,m
ducta, el conocimiento reside en él. Para que la conducta cambie, se debe experimentar un ··- -\::;
cambio en la percepción; esa experiencia difiere del mero conocimiento intelectual. ,._au
~a·
• Las fuerzas constructivas que producen modificaciones de la percepción, reorganización .--Tli
de la personalidad y reaprendizajes, residen inicialmente en. el individuo y tal vez no pue-
dan provenir del afuera son propias del individuo y conducentes al autodesarrollo. La
mejoría consiste básicamente en experimentar lainadecuación de una manera de percibir
y en percibir de otra manera, reconociendo relaciones significativas entre las percepcio-
nes; así, el proceso diagnóstico (y terapéutico), se da en la experiencia del cliente más que .-~T<
en el intelecto del investigador. , .Se]
[
• La finalidad terapéutica es proporcionar las condiciones para que el :individuo afectado sea
-10
capaz de hacer, experimentar y aceptar el diagnóstico de los aspectos psicogenéticos de su
inadaptación.
El autor formula dos objeciones básicas al diagnóstico psicológico: era
48
..
El proceso diagnóstico ubica el foco de la evaluación en el experto. Por ello, puede facili-
tar la tendencia a la dependencia del consultor y hacerle suponer que.la responsabilidad de
la comprensión y el manejo de la situación están en manos de otro, lo cual resulta abe-
rrante en términos de salud.
l._
Si además, el experto le da a conocer lo diagnosticado, puede llevar a una pérdida de la
autoconfianza, a un grado de pérdida de la identidad ya que sólo el otro puede evaluarlo y
i el fijar su mérito. Este aspecto, alejaría al individuo del progreso psicológico.
El hecho que el experto evalúe al consultante, tiene implicancias sociales y filosóficas.
Cuando un profesional diagnostica los intereses, aptitudes o desarrollos alcanzados de uri
cliente como insuficientes o inmaduros, por ejemplo, trabajará para modificarlos en la di-
rección de aquello que ese experto considera como madurez o adecuación; en la dirección
que responda a su marco referencial.
Es así que Rogers insiste en que no se debería asumir la responsabilidad de evaluar las capa-
cidades de una persona porque no podríamos evaluar la adaptación que es capaz de lograr, la
reorganización que debe sufrir, los conflictos que necesitará resolver, sin reconocer iJn grado
... ,, Si intentamos hacer un recorrido histórico a través del uso y significado del diagnóstico psi-
nr cológico, podremos advertir diferentes modalidades que se relacionan con la urdimbre creen-
cia! de cada período. Para ello, seguiremos el estudio de Jorge Saurí sobre el tema,
Nos dice Saurí que semánticamente el vocablo "diagnosis" integra términos que significan:
separar y discernir; deliberar y decidir; hacer conocer y divulgar; perspicaz, vigilante y atento.
eá "Diagnóstikos" designó en sus orígenes el hecho y los actos de reconocer y discernir, un mo-
do de separar notas de lo cognoscible y, enjuiciándolo, decidir algo sobre lo conocido.
En el ámbito médico, se refería a reconocer signos de una enfermedad y decidir de cuál se
trataba. Así se sigue usando actualmente aunque se ha extendido a otros campos -económicos,
institucionales, sociales- referido a la tarea de conocimiento y reconocimiento de signos útiles
para fijar la identidad de un fenómeno.
49
,,......- .....
Veamos entonces diferentes modalidadesde su uso, según los momentos de predominio delas
creencias científicas, ' ,,..--""
'~
El diagnóstico como meta cognoscitiva
¡-,
Desde mediados del siglo XVIIJ, el cuerpo de conocimientos psiquiátricos se organiza siste-
mátioamente. De acuerdo con la urdimbre creencia! naturalista, diagnosticar era lograr una ,,,--...,, ]
meta de conocimiento. Imperaba el criterio rector del orden y la moral. De donde diagnosticar l
...--•,.,, l
es:
• Registrar y agrupar signos. ,¡ ~
• Ubicar lo comprobado en un esguema trascendental.
Es necesario inventariar, catalogar los.signos según Un criterio y sistematizar. Enlazando gru- -- ..
....
sólo por la razón instrumental. Ya no existe lapretendida Certeza objetiva; la persona desco-
noce algo de sí que actúa sin su consentimiento. Tampoco· es posible apoyarse en la seguridad
subjetiva acerca del conocimiento, pues el sujeto constituye una dupla con. el objeto y ambos
son referentes complementarios. · ·
En el diagnóstico esto significa tener en cuenta las manifestaciones inconscientes y valorar la
relación eritre sujeto y objeto; atender e interpretar la relación. Es la relación la que unifica .los
signos registrados. Consecuentemente, se unifica la tarea diagnóstica con la terapéutica. Así,
la nosología no se deja de lado pero no es ya universal.
ª· . Diagnosticar es detectar el desarrollo de organizaciones inconscientes,
• Sujeto y objeto son referentes complementarios y correlativos; la relación aúna
• lossignos
• Se unifican el diagnóstico y el proceso terapéutico y éste lo refórmala.
Predominó en este modelo la metáfora guerrera; la aceptación del conflicto
pasa a ser el método de filosofar e inciden de modo profundo en los desarrollos de la psico-
patología, el estructuralismo y 1a lógica formal.
50
• Diagnosticar es seguirle la pista a la cadena de significantes.
• El desarrollo diagnóstico resultará en una posición, no en una categoría, en una peculiar
relación entre el diagnosticador y un particular sistema de significantes .. En última ins-
tancia, diagnosticar es una producción.
Diagnosticar es identificar roles. A partir de los desarrollos de la Teoría General de los Siste-
mas, las alteraciones se valoran como disfunciones de un sistema, detectables en el intercam-
bio de mensajes. Diagnosticar conducirá a reconocer y nombrar los modos de relacionarse y
comunicarse en un proceso en desarrollo. A través de los modos de actuar en situación -roles
desempeñados-, se discriminarán perturbaciones de un sistema. Entonces, el proceder diag-
nóstico no podrá ser ni aséptico ni neutral .porque introduce formaciones en el sistema previo
y lo modifica, en procesos de retro y autoalimentación constantes.
La metáfora predominante en esta modalidad será la red, lo reticular.
Ahora bien, observar y agrupar, ubicar nosológicamente, detectar el desarrollo de las organi-
zaciones inconscientes, seguir la pista de la cadena de significantes e identificar roles, no ne-
cesariamente son tareas excluyentes sino diferentes modos susceptibles de complementarse,
cuando se pretende discernir o decidir conociendo, reconociendo y nombrando para identifi-
car un fenómeno dado.
La· psicopatología recorrió un complejo trayecto desde. el campo médico -donde la ubicó el
naturalismo- hacia el psicológico, donde tanto el psicoanálisis como el estructuralismo o la
teoría de la comunicación, ampliaron sus horizontes. Una etapa posterior, producto de la crisis
de la urdimbre creencial naturalista, la ubica en un contexto más antropológico, proponiendo
una lectura diagnóstica de conjuntos sígnicos situacionales. Así, podrán distinguirse figuras
clínicas, sus vínculos y modos comunicacionales y el ordenamiento del conjunto considerado.
El contexto del proceder diagnóstico será el encuentro entre dos o más personas que partici-
pan de una misma situación. Atendiendo a que la identidad es flexible y versátil, la lectura
diagnóstica de los conjuntos sígnicos en una determinada situación, parece posible y explica-
tiva.
Pasemos ahora a considerar las posibilidades de registro de los datos constitutivos. En el pro-
ceso diagnóstico, se registran datos pasibles de ser captados directa o indirectamente, a través
.~-·¡la
de dos campos sensoriales fundamentales aunque no únicos: la mirada y la escucha. ·
11os
,. ].
.:·.As1~ ~ En lo referente a la mirada, podemos señalar su carácter intencional y su capacidad, de ubicar
• lo mirado y de ubicarse respecto de él. Permite Incluir el aspecto espacial de la situación e
i~ involucra al diagnosticador en el proceso. Este usará un código convencional para traducir los
datos perceptibles -ya sean espontáneos o provocados- y se traducirán las señales en signos.
Facilitará el integrar los signos a través de un encuadre (marco referencial) y de una perspec-
tiva (parámetros y criterios diagnósticos).
Los principales peligros de la utilización de este campo sensorial pueden ser la ilusión y la
deformación.
La escucha va más allá de la mirada, a lo no presente; Incluye el aspecto temporal en la situa-
ción. Es intencional; también interpreta la significación. Permite registrar discursos, integra
voces y silencios. Capta conjuntos fónicos que configuran unidades sistémicas; pero como
·"'gíca esos discursos se hacen con el otro, liga lo presente y lo ausente.
'co-
51
Entonces, la mirada crea ordenamientos perspectivos -espaciales- y la escucha lo hace con los
temporales, Al respecto Saurí observa que Foucault ha señalado como riesgos extremos de ·--re<
estas formas, al dogmatismo y al nihilismo. co
Podríamos permitimos incluir en este resumen, otro campo de registro de datos y, siguiendo a
D. Meltzer, recordar que la atención abierta al impacto emocional del observador, constituye .--.,Es
otra importante fuente de signos interpretables. . ca:
,.....--.,
La lectura diagnóstica puede hacerse con un propósito, según tres direcciones básicas que bil
Jorge Saurí expresa como: lectura.informativa, hermenéutica o mayéutica: on
de
La lectura diagnóstica informativa, está destinada a conocer lo desconocido, lo novedoso, a
observar datos provocados o espontáneos y a describir lo semiológíco. Er;
cu
La lectura hermenéutica se pregunta por la significación de los datos e interpreta. La inter- ___ .fle
pretación surgirá del comprender y para ello usará claves. an
La lectura mayéutica apuntaal sentido de lo leído. Hace participar al contexto, las convencio- -··fic
nes socioculturales y los modos de vida. Se articulan los datos interpretados y se relacionan, .'-·En
generando emergentes que van induciendo la aparición. de otros nuevos emergentes, Permite ,-.ca:
evidenciar lo que el otro poseía sin saberlo. jnt
Integrar esas tres lecturas exige una actitud abierta del experto, quien distingue diagnosticar
de demostrar. El diagnosticador, realiza su tarea para quien está frente a él. Si bien basa el ;-·-'-',de:
proceso en signos registrados, su búsqueda las comunica eón lo encontrado y entre sí. da·
La tarea diagnóstica no considera lo retenido, las huellas, ese paquete de información sobre lo .ne
vivido tomo restitución de lo que pudo haber pasado ni como simple recolección. Desvelar lo . -~hü
retenido,. expresará un pasado ahora influyente en la pretensión y eh el porvenir posible. Lo nó
pasadapodrá expresarse por el encuentro con el diagnosticador que ayudará a vehiculizarlo. '"'~'Jié
52
-~ r:1~.
realización de estudios epidemiológicos y nos ofrece un lenguaje compartible dentro de la
comunidad científica.
:l.1., ..t
Conjuntos sígnicos situacionales:
r Esta modalidad ayuda a develar y deconstruir lo diagnostícable. Supone la posibilidad de
cambios· en Ja situación por la misma intervención del diagnosticador, abriendo nuevas posi-
bilidades. Se interpretan conjuntos de signos, los vínculos y modos comunicacionales y el
qui?
ordenamiento del conjunto. Utiliza formas clínicas resultantes del encuentro entre las partes
del acto diagnóstico. Diferencia un estado de una estructura y capta posibilidades.
En el campo de la orientación vocacional-ocupacional, esta modalidad parece resultar ade-
cuada ya que el conflicto vocacional es básicamente situacional. La identidad en desarrollo es
ttP,r- flexible y supeditada a cambios. La crisis, remite necesariamente al pasado y al futuro ya que
anticipa un cambio. Así, la personalización, flexionándose según las situaciones, sufre modi-
'-
ficaciones sin perder mismidad.
... ___...
En este terreno interesará develar cómo el consultante entiende su propia dinámica psicológi-
.rnte'
,)
ca, sus pautas vinculares cognoscitivas y las afectivas, según su dotación natural y el sistema
interpersonal-socio-cultural que lo ha: acompañado en la historia.
r El mismo Bohoslavsky nos decía que el primer planteo en una entrevista de orientación, con-
;;;i el
J
-l;I densa un autodiagnóstico previo. Allí el orientado define sus fantasías y temores de enferme-
dad y sus fantasías y además esperanzas de curación. Depositará esas fantasías en los instru-
- .. o ii mentos de que dispone el profesional; en la persona del experto o en la situación socio-
histórica-cultural de la que forman parte. Esa situación compromete a las partes del. acto diag-
-.i
'o)
.Lo nóstico y éste se desarrolla a lo largo de todo el proceso. Ese primer diagnóstico en orienta-
l ción, se refiere a la comprensión respecto de la persona en situación con la que el orientador
) l
l se encuentra. Ese encuentro -no cosificante sino vinculante- entre las partes, adquiere sentido
~.... __.,.::J
·- I··~
~ en el pronóstico, en lo posible. Para ello se discriminan atentamente los.datos, para poder de-
" se
)
i cidir algo que se comunica y que favorece la aparición de nuevos emergentes; se trabaja en la
orientabilidad. Los signos detectados se unifican en el vínculo orientador-orientado y esa
>· 1 aproximación diagnóstica se irá reformulando continuamente.
_ _,.,,11;..
:n-
i
."!.
No es importante (tal vez, ni posible) el enunciar un rótulo o categoría, sino advertir si juntos
':-· podremos clarificar Ia dinámica intrapsíquica e interpersonal y contextualizadas.
¡
que ·I El problema especial parece ser recortar de esa totalidad que es la persona, un diagnóstico de
.ca 1í la problemática vocacional. De donde, poder discriminar un estado de una estructura resulta
¡
·1
un punto central.
1
~
rta y • Teóricamente, según el marco referencial elegido, podemos distinguir los problemas vocacio-
\ ·!
.. ..:1ar -i nales de otros problemas de personalidad. Pero sabemos que afectan y afectarán a toda la per-
sona, involucrando su historia y su porvenir. Llamamos problemas vocacionales a aquéllos
planteas que implican poner en juego mecanismos de decisión sobre opciones ocupacionales;
elecciones de un modo de vida en relación a roles ocupacionales. ·
Finalmente, el diagnóstico de orientación vocacional se refiere -corno todo diagnóstico- a una
"' de s
decisión para un proyecto. Orientador y orientado tomarán juntos una decisión que los com-
.usca promete a ambos; para ello ambos aportan datos desde sus respectivos saberes a fin de lograr
ido un conocimiento comprensivo que les permita interpretar unarealidad conflictiva (psicosocial
ea la y sociodinámica).
53
El profesional aporta técnicas que son subsidiarias de los marcos teóricos conceptuales que
los científicos sostienen en una determinada época y lugar. A su vez, el consultante aporta
signos y señales que la censura psicológica le permite dar y datos que la censura sociocultural
le ha permitido captar. Sobre ambos opera .Ia urdimbre creencia! de la que hablaba Saurí; en
uno sobre un rol y en el otro posiblemente sobre toda la persona. r+: ...
Las .variables a considerar tales como identidad, representaciones familiares y sociales, ca- lSJ
,.--~"'"'-,.
racterísticas de la crisis evolutiva y vital, autoestima, estructura, estado, defensas, serán con- )l
textualizadas permanentemente. A.sí, el abordaje podría no basarse en un paradigma, ni de- ~--Slg
pender necesariamente del cambio de un dogma por otro. Es posible lograr un entrecruza- 105
miento de perspectivas que posibilite la comprensión de problemáticas diversas, Según M. r~···es
Casulla {1994) y siguiendo a Thompson (1989), habría menos riesgo epistémico en esa postu- _,.--_"b1
ra posparadigmática que en oponer un paradigma a otro. Este planteo mantiene un valor de .rá:
hipótesis, aunque estimula el desafio de crear modelos que tiendan a develar la articulación ¡--~".
. 'o
entre los sistemas interactuantes en los problemas vocacionales. \_.1~s
Bibliografía 1___:ur
. )e
Abadi,M,,(1982).La transferencia Bs.As.Ed.Tekné,
.Ja i
e .
.::)
54
l
)r~-.,
ira,
de.\
.no
\
.·'·
. ~r
·-·~1 .
Josefina Pássera
, s.
cion' Presentamos algunos aportes que pueden considerarse como clásicos de la denominadamo-
dalidad clínica en. Orientación Vocacional tratando de respetar sus formulaciones originales.
En ellas se rescatanilos conceptos de Yo ideal e ideal del Yo, los procesos de duelo, los de
reparación y sublimación y, especialmente, la formulación de la identidad ocupacional como
aspecto constitutivo de la construcción identitaria.
l-
i
Si bien esta modalidad ha sido reformulada y actualizada por sus adherentes, creemos que
de-· · sigue operando en Ias lecturas de los conflictos de elección vocacional, especialmente entre
)
c.c...;d.- los orientadores psicólogos. Igualmente, en el esclarecimiento de los conflictos vocacionales,
"J. resulta necesario y a veces .imprescindible, recurrir a la .:interpretación del significado de esa
,5fú_ "búsqueda de ser", de ese "llamado'; a encontrar W1 lugar entre los otros, corno dice O. Fer-
'"Je nández. Mouján cuando se refiere a la vocación del hombre.
=)n Rodolfo Bohoslavsky y autores como la Lic. Nora Forcinitti, destacaron muy especialmente
los conceptos de proceso de elección en el logro de la identidad vocacional ocupacional corno ·
fundamentales en la teorización de la llamada modalidad clínica de la Orientación Vocacional
Ocupacional. Por lo tanto; quedó incluido en las problemáticas vocacionales el desarrollo de
la identidad personal. Consecuentemente, el análisis de la elaboración déconflictos; revisando
las ansiedades, defensas y fantasíasvinculadas a dichos conflictos, la relación entre el.yo ideal
y elideal del yo, la elaboración de dudas, los aspectos sublimatorios y reparatorios. ·
Como sabemos, laidentidad constituye un proceso efectuado a lo largo de toda la vida y que
supone integración no defensiva de las identificaciones, Estas cobran una gran significación
eh los plantees vocacionales .. En tales planteos operan, de manera más o menos consciente,
esas asimilaciones de aspectos, atributos, maneras de un otro, transformándose en modelo
' total o parcial.
frica
Si bien inicialmente las .identificaciones obran como superadoras de. conflictos, posterior-
mente se van discriminando e incluyendo en la zona libre de conflictos del Yo. Por lo tanto,
cuando accedemos a distintos logros de la identidad, nos referimos a identificaciones autóno-
mas. La riqueza de modelos identificatorios, dependerá de estímulos proporcionados por el ·
entorno personal y de los momentos evolutivos, agudizando Ia percepción de distintos aspee-
55
tos de la realidad. _Pero sin lugar a dudas, las identificaciones familiares resultan muy signifi-
cativas y están vinculadas a diferentes aspectos de las problemáticas vocacionales ocupacio- .~
. T<
te:
nales de sus miembros.' De allí la trascendencia de la novela familiar; como Freud la entendió.
r-~ d&
Estas distinciones tienen importancia en los problemas que nos ocupan porque una elección ce
madura, corresponderá a áreas no conflictivas, integradoras de identificaciones no defensivas. to
Delo contrario, la elección puede resultar ajustada, pero no prospectivani creativa. r=> Si
Igualmente, los orientadores que adhieran a este enfoque, atenderán a instancias como el Yo
ideal y el ideal del Y o, conformando toda elección. Partiendo del primer concepto, el que eli-
ge intentará recuperar la omnipotencia del narcisismo infantil. Implementando el ideal del Yo, ge
se lograra la convergencia de aquel narcisismo y las identificaciones con padres e ideales CO"' .~. Cl•
lectivos. Esta instancia permite verificar las posibilidades del Yo para observarse y reconocer- ne
se, al tiempo que contempla los ideales colectivos. . I ,----, de:
\El duelo es otro de los importantes procesos implicados en toda elección¡ ,- m
{ 1 de
Inexorablemente, elegir exige perder y por lo tanto duelar, se tenga conciencia o no de ello. ,;,;.:-:..---.:. .
Pero por otra parte, y siguiertdo el enfoque kleiniano, conocemos que, según la etapa vital, Fi
_,<--->. er
debernos enfrentar diversos duelos, cuya elaboración puede resultar normal o patológica. En
una de ellos, ópera la culpa depresiva, invade la tristeza y .se facilita la reparación auténtica el
que da lugar al crecimiento yoico, En el duelo patológico, perdura la culpa persecutoria, el la
resentimiento, que suele impedir la reparación.
En el proceso de orientación, tendrá mejor pronósticÓ la posible elaboración de la posición
depresiva,. percibiendo la realidad y soportando la ambivalencia, porque de ello depende una B
elección vinculada a aspectos reparatorios o aspectos maníacos. ·
E:
Se deriva entonces la inclusión de otros mecanismos como son los de reparación y de subli- Ft
mación. En los procesos de elecciones vocacionales, la reparación auténtica, como restaura-
ción del objeto. amado y dañado, va afianzando la confianza en aspectos internos y fortale- G
ciendo al Y o. Por su parte la sublimación también juega un importante papel, ya que significa
abandono y cambio de la finalidad y el objeto de la pulsión primitiva, acercándose a Ja acep- ~.o
tación social. Este concepto se distingue de una formación reactiva que supone represión ins-
tintiva e inversión del instinto. Estos mecanismos son de relativamente fácil observación en .c-~~.G
algunas elecciones vocacionales, aunque no siempre logran ser esclarecidas e integradas du- H
rante el proceso de orientación.
Es factible admitir entonces los aportes de la Psicología del Y o, cuando señala la existencia de .K
un área libre de conflicto del Yo, más alejada de los procesos psicopatológicos. Sería el ám-
bito mejor dispuesto para enfrentar las alternativas de las sucesivas elecciones maduras, autó-
1v:
nomas, más alejadas del conflicto original y que jalonan el desarrollo dela identidad.
Pero además de todos estos importantes psicodinamismos, la modalidad clínica atiende a Ia
incidencia del contexto en sus aspectos socioculturales .
•
N, Forcinitti hace referencia a los conceptos de la corriente culturalista de K. Horney, espe-
cialmente los de competencia versus cooperación. Si bien en la primera situación, se puede
desvirtuar un afán de progreso en una desmesurada e imparable ambición de poder, la coope-
ración tiende al trabajo con otros y al bien común, dando sentido reparador a las tareas.
Naturalmente para servir de guía en los procesos de elección; esos aspectos dependerán de las
características del sujeto, así como de los valores imperantes en sus ámbitos de pertenencia.
56
u.,
~¡- . También se reconocen en esta modalidad de la orientación, la impronta de 1as corrientes exis-
10. tencialistas que definen como fundamento a la libertad del hombre ante sus elecciones de vi-
da, Esa Iibertad, que es comprometida por el conocimiento de sus posibilidades y limitaciones
,, corno así también las de su contexto, permite el proyecto. Es éste un logro considerado en
' todos los enfoques de la orientación vocacional, a cualquier nivel evolutivo que se trate.
Silvia Gelvan de Veinsten (1977), autora muy productiva en este campo de trabajo, intentó
Yo superar la dicotomía, ya superada, entre las modalidades actuaria! y clínica, proponiendo un
é_
enfoque clínico de "matrices reflexivas". Supone una base teórica integradora usando la ima-
{
gen de matrices que incluyen al sujeto, los objetos y los vínculos comprometidos en la elec-
ro- . ción además de las características del medio sociocultural. Incluye aspectos citados en la de-
l
nominada modalidad actuarial, aunque no en su condición mensurable, sino como funciones
del Yo, en las que han incidido los aprendizajes. Atiende especialmente a los aspectos del
mito familiar, reconociendo valores, autonomía del Y o, sus áreas no conflictivas, los procesos
de aprendizaje, la libertad y el compromiso que las elecciones humanas suponen .
.lo..
.~ . , Finalmente, desde esta postura se-recomienda al orientador una constante revisión de su tarea,
en relación con las alternativas de su identidad profesional. En esta modalidad se impone que
el orientador realice una permanente discriminación entre sus dispositivos teórico-técnicos y
las posibles actualizaciones de sus conflictos vocacionales y ocupacionales.
Bibliografía
Bohoslavsky, R, (1971). Orientación Vocacional. La estrategia clínica Bs.As .Ed, Galerna.
Eríkson, E., (1966). Infancia y Sociedad. Bs.As .Ed, Hormé.
Fenichel, O., (1966). Teoría psicoanalítica de las neurosis. Bs.As. Ed. Paidós,
Gelvan de Veinsten, S., (1977). Orientación Vocacional Ocupacional. Bs. As. Ed. Centro
Editor Argentino.
Grinberg, L,,(1976). Identidad y cambio. Bs.As. Ed. Paidós.
Grinberg, L. ,(1976). Teoría de la identificación. Bs.As. Ed. Paidós.
Hartman, H., (1966). Ensayos sobre la Psicología del Yo. México. Ed, Fondo de Cultura Eco-
nómica.
Klein, M. (1974). Obras Completas. Tomo II. BsAs. Ed. Paidós.
May, R.; Allport, G., (1963). Psicología Existencial. Bs.As. Ed. Paidós.
57