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GaryFa mn1a:ta y JoraSdlla Gary Fenstermacher y Jonas Soltis


Enfoques de la enseñanza
lte lihro 1e propone ayudar a loe cloc:eldea, a b que Mo-
ra 1e inicia y a loe que tienen ya una VUla expedencia,
a reflexionar IOln Ju pddk:u de la enteftanze Gmy
FemterDulcher y joma Soltia 1e inspiran en penpectivu
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cada uno de elb.

¿CuQ es el objetivo fundamental de Ja ......n.m.? lQ,16 apectalivu


tenemos acerca de Ja evoluci6n de loe eetnctientel? lLa forma en que
eetructmo mil c:lues iDfluye en Ja vili6n que tengo de mi rol y mil
mecas? Una re8exi6n IObre puecidaa meltioael permitiri a loe do-
oentee ballar tDgmficacb D1leWI para 111 pr6dica.

Cada c:apftulo del libro ofrece estudios de casos, dWogos y preguntas


abiertas que le bao dhe6ado para que loe docentes puedan obtener
una valoración aftica. de Ja filoaóflca ellos miamoe uu-
men en sus prácticas de la enseñanza.

GARY FENSTERMACHER es profesor de Fundamentos de la Educación


en la Universidad de Michigan. Ha publicado muchos trabajos sobre
filosofia de la enseñanza e investigación educativa.

J ONAS Sor.ns es titular de la cátedra William Heard Kilpa.trick Pro-


fessor Emeritus de Filosofia de la Educación, en el Teachers College
de la Universidad de Columbia. Es autor, coaut.or y editor de nume-
rosas publicaciones en el campo de la filosofia d e la educación.

ISBN 950-518-805-6 -~
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9 789505 1 88055
Colección Agenda educativa
Directora: Edith Litwin
Indice general
Approaches to Teaching (3" edición), Gary D. Fenstermacher y Jonas F.
Soltis
© Teachers College Press, Columbia University, 1998
Traducción: Alcira Bixio
Primera edición en castellano, 1999; primera reimpresión, 2007
© Tcx:l.os los derechos de la edición en castellano reservados por
Arnorrortu editores S.A., Paraguay 1225, 7º piso- C1057AAS Buenos Aires
Amorrortu editores España S.L., C/San Andrés, 28 - 28004 Madrid
www.amorrortueditores.com 11 Agradecimientos
La reproducción total o parcial de este libro en forma idéntica o modificada
por cualquier medio mecánico, electrónico o informático, incluyendo foto- 13 Nota para el alumno y el profesor
copia, grabación, digitalización o cualquier sistema de almacenamiento y
recuperación de información, no autorizada por los editores, viola dere-
chos reservados.
15 l. Enfoques de la enseñanza
Queda hecho el depósito que previene la ley nº 11. 723
15 Tres docentes
Industria argentina. Made in Argentina
20 Tres maneras de concebir la enseñanza
ISBN 978-950-518-805-5 23 Educar personas
ISBN 0-8077-3809-3, Nueva York, edición original
26 Una fórmula útil

31 2. El enfoque del ejecutivo

31 Conducir una clase


Fenstermacher, Gary D. 36 Tiempo para las tareas
Enfoques de la enseñanza/ Gary D. Fenstermacher y Jonas F.
Soltis. - 1ª ed., 1ª reimp. - Buenos Aires: Arnorrortu, 2007. 38 Características de este enfoque
224 p. ; 23x14 cm.- (Agenda educativa dirigida por Edith Litwin) 41 Críticas
Traducción de: Alcira Bixio 43 La eficacia del docente
ISBN 978-950-518-805-5 46 El Informe Coleman
l. Filosofía de la Educación. l. Soltis, Jonas F. II. Bixio, Alcira, trad.
48 Investigación sobre la enseñanza
III. Título 51 Reflexiones adicionales
CDD 370.1
55 3. El enfoque del terapeuta

56 Diferencias individuales
59 Características de este enfoque
65 Raíces en la crítica social
Impreso en los Talleres Gráficos Color Efe, Paso 192, Avellaneda, pro- 68 Psicología humanista
vincia de Buenos Aires, en enero de 2007.
72 El existencialismo
Tirada de esta edición: 1.500 ejemplares.
74 Reflexiones adicionales

7
79 4. El enfoque del liberador 170 Dilema del cuaderno de ejercicios
172 Un nuevo equipo de ciencia
79 Estudio de un caso 174 Necesidades individuales y necesidades sociales
81 Características de este enfoque 175 Curar la timidez
83 Las «maneras» en la enseñanza 177 ¿Qué estándar deberíamos usar?
86 Vrrtudes morales e intelectuales 179 Enseñar literatura «relevante»
87 Rasgos de carácter 181 ¿Maestra y madre?
90 Formas de conocimiento 182 Libertad y adoctrinamiento
96 La liberación como emancipación 184 ¿Demasiado joven para ser crítico?
99 La propuesta de paUleia 185 Educación para la vida
102 Reflexiones adicionales 187 ¿Libertad de expresión?
189 ¿Cultura de masas o cultura de clase?
107 5. Reflexiones sobre los tres enfoques 192 Aprender química mediante la discusión
194 Diferentes estilos de aprendizaje
107 Educación y escolaridad 196 Compatibilidad de enfoques
110 Realidades sociales y políticas 198 Competencia de cometas
112 ¿Cómo debería yo enseñar?
113 ¿Diferencias irreconciliables o integración? 201 Ensayo bibliográfico
115 Reflexiones finales

121 6. Reflexiones para la tercera edición

123 ¿Son compatibles los tres enfoques?


127 Revisemos el enfoque del ejecutivo
133 Revisemos el enfoque del terapeuta
138 Revisemos el enfoque del liberador
147 Los aspectos multiculturales de los distintos
enfoques de la enseñanza
151 ¿Cómo decidir el propio enfoque?

155 7. Casos y discusiones

158 Políticas de calificaciones


161 Una Persona Educada
163 Disparidad entre enfoque y escuela
165 El docente: ¿ingeniero o artista?
167 Aprendizaje individualizado
169 ¿Cuándo el control es excesivo?

8 9
2. El enfoque del ejecutivo

Las aulas son lugares complejos. Con frecuencia, en


un espacio absolutamente estrecho conviven veinticin-
co o treinta y cinco niños con una o dos personas adul-
tas. Y allí ocurren muchas cosas. Los niños están por-
que se considera que ese es su lugar y los docentes están
tratando de introducir a sus alumnos en el estudio del
contenido prescripto. La complejidad de las aulas,
unida a la exigencia de que en ellas ocurran determina-
das cosas, implica que hay que encontrar un modo de
manejarlas.

Conducir una clase

¿Cómo manejaría usted un aula? Piense en ello. Su


tarea es introducir a los alumnos en alguna tarea aca-
démica. Para lograrlo usted debe determinar lo que hay
que enseñarles (las guías curriculares pueden ser úti-
les en este sentido). Luego, usted debe establecer si los
alumnos que asisten a su clase están capacitados (pre-
parados) para aprender lo que está prescripto para
ellos. Después de haber hecho un diagnóstico de los es-
tudiantes a fin de determinar si están aprestados para
aprender el material que usted les quiere presentar, us-
ted puede llegar a la conclusión de que no están comple-
tamente preparados para ello. Quizá deba entonces re-
visar el material y adaptarlo de modo tal que sea accesi-
ble a sus alumnos. Una vez que tenga listo el material,
imaginará cómo desarrollarlo. ¿A qué mecanismos mo-
tivacionales recurrirá para interesar a sus alumnos y

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mantenerlos atentos? ¿Qué estructura de clase contri- tes espontáneos de la enseñanza de esos temas. La ta-
buye mejor al éxito del aprendizaje? ¿Grupos pequeños, rea de enseñar parecía bien sencilla: simplemente po-
grupos amplios, la práctica que abarca al conjunto de la ner a un grupo de jóvenes en un salón, presentarles una
clase, el aprendizaje independiente? clase bien construida, y punto: el profesor podía regre-
Y esta es sólo la etapa de planificación. Tras deter- sar a su casa con la satisfacción del deber cumplido. Es-
minar lo que hay que hacer, es preciso hacerlo. Por bien ta perspectiva prevaleció durante buena parte del siglo
trazado que esté un plan, siempre se dan situaciones pasado y la mayor parte del actual. Luego, los inves-
que imponen alguna modificación. En la tarea docente, tigac;ores comenzaron a estudiar las situaciones reales
uno toma permanentemente decisiones sobre los estu- que se viven en el aula. Y comprobaron que eran mucho
diantes, el material y el éxito o el fracaso general de sus más complejas de lo que la sabiduría popular de la épo-
esfuerzos. Probablemente usted revea su plan muchas ca había hecho que la mayor parte de la gente creyera.
veces mientras se esfuerza por enseñar su lección. Y descubrieron que había profesores comprometidos en
Después de haberla enseñado, usted tal vez haga empeños más complejos y elaborados que aquellos que
una evaluación y compruebe que sólo seis de los veintio- tradicionalmente se les había acredítado.
cho alumnos comprendieron más de la mitad de lo que A medida que comprendíamos la complejidad de la
usted explicó. Ahora usted debe volver a enseñar la uni- situación que se vive en las clases, tal como la mostraba
dad, pero se ve ante un nuevo obstáculo: ¿cómo recons- la investigación sobre la enseñanza, quedó claro que los
truirla de modo que la mayor parte de los estudiantes la docentes eran algo más que expertos en determinadas
entiendan? materias que contaban con interesantes estrategias pa-
Toda esta complejidad exige una cuidadosa planifi- ra inculcar las materias a sus alumnos. Lo que los in-
cación, una acción basada en el plan (aunque en el vestigadores hallaron fueron docentes que manejaban
transcurso de la enseñanza haya que hacer muchas re- ayudantes de clase, tenían que vérselas con padres eno-
visiones), una evaluación de seguimiento, revisión de jados y con administradores escolares que a veces inter-
los planes y un nuevo esfuerzo educativo. Estas son las venían en las clases de manera perjudicial, se veían
cosas que hacen los ejecutivos. Planifican, ejecutan el obligados a lidiar con libros de texto y materiales com-
plan, evalúan sus esfuerzos, luego hacen una revisión y plementarios irrelevantes o inapropiados y dedicaban
vuelven a actuar. Los ejecutivos, por lo general, ma- grandes cantidades de su tiempo a cumplir con las dis-
nejan personas y recursos. Toman decisiones sobre lo posiciones políticas provenientes de las regulaciones lo-
que harán las personas, sobre el momento en que ello cales, estatales y federales; todo esto además de ense-
ocurrirá, sobre el tiempo que pueda requerirles hacerlo ñar sus clases.
y sobre los niveles de rendimiento que determinan si es No es sorprendente que los investigadores se sin-
posible seguir avanzando hacia las nuevas tareas o si es tieran impresionados por el hecho de que los docentes
necesario repetir la que se ha estado realizando. afrontaran todas esas tareas y presiones y lograran
Hasta no hace mucho tiempo, se había reflexionado manejarlas con diversos grados de éxito.Algunos inves-
muy poco sobre el papel de docente como ejecutivo. Por tigadores (particularmente David Berliner1) pensaron
el contrario, se concebía a los docentes simplemente co-
mo expertos en las disciplinas que enseñaban, en tanto 1 David C. Berliner, «The Executive Functions ofThaching>,, In-
que se consideraba a los estudiantes como participan- structor, septiembre de 1983, págs. 29-39.

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res <,obre la importancia de la variable tiempo en el
que la metáfora del ejecutivo era exacta y útil para lle- aprendizaje de los alumnos. 3 Y así redescubrieron una
gar a comprender el trabajo de un docente. Con todo, no idea muy sencilla: en general, los estudiantes aprenden
era sólo la presión y la complejidad del aula lo que daba lo que estudian y la cantidad de lo que aprenden está
su particular atractivo a esta metáfora. De los primeros determinada en gran medida por la cantidad de tiempo
estudios sobre la docencia surgió algo más. Pareció que que dedican a ese estudio.
la enseñanza efectiva podía analizarse en un conjunto No parece sorprendente, ¿verdad? Lo que sí sorpren-
acotado de habilidades genéricas o comunes. Es decir, de es el modo en que los docentes manejan el tiempo.
independientemente del nivel del curso, de la naturale- Consideremos una distinción procedente de uno de los
za de los estudiantes, de la disciplina en cuestión o de la estudios más famosos sobre el empleo del tiempo de
cultura de la escuela, ciertas prácticas de enseñanza enseñanza, el Beginning Teacher Evaluation Study
parecían estar regularmente asociadas con logros en el (BTES). 4 Los investigadores del BTES hicieron la dis-
rendimiento estudiantil, en tanto que otras prácticas tinción entre el tiempo asignado y el tiempo empleado.
de enseñanza aparentemente no tenían relación con el El tiempo asignado es la cantidad de tiempo que el
dominio de los contenidos que alcanzaban los alumnos. maestro o la escuela estipula que debe dedicarse al es-
Así pudieron identificarse ciertas aptitudes ejecutivas tudio de determinado tema. El tiempo empleado es
específicas para la enseñanza. aquel durante el cual un estudiante dado realmente
Por ejemplo, la práctica de comportarse de manera trabaja en ese tema. Lo que los investigadores compro-
amistosa con los alumnos -hablar de los partidos de baron es que las escuelas y maestros primarios varían
algún deporte, las noticias nacionales o los chismes ampliamente en cuanto al tiempo asignado para tratar
referidos a la escuela- no está asociada a los logros en los diferentes temas. Algunos maestros podían asignar,
el aprendizaje. En realidad, la suspensión del traba- por ejemplo, cuarenta y cinco minutos por día a lama-
jo académico en clase ha sido tema de interesantes temática, mientras otros le dedicaban sólo treinta; al-
estudios en los que los investigadores observaron que gunos asignaban treinta y cinco minutos al estudio de
los profesores y los alumnos elaboran «pactos,, o «nego- las ciencias, en tanto que otros apenas si tocaban tan-
ciaciones» para dejar de lado el trabajo académico rigu- gencialmente el tema; algunos maestros dedicaban
roso y favorecer relaciones más relajadas y placenteras siempre cuarenta o cincuenta minutos a las ciencias so-
en el aula.2 Aunque cuando comenzaron los estudios ciales, mientras otros podían asignarles entre cero y
sobre el empleo del tiempo educativo todavía no se ha- quince minutos algunos días, y entre sesenta y noventa
bía elaborado el concepto de pactos profesor-alumnos, otros días.
la ausencia del trabajo académico era lo suficientemen-
te notable para alertar a Berliner y a otros investigado- 3 David C. Berliner, «What's All the Fuss about Instructional
Time?n, en Miriam Ben-Peretz y Rainer Bromme, comps., The
2 Michael W. Sedlak, Christopher W. Wheeler, Diana C. Pullin Y Nature of Time in Schools, Nueva York: Teachers College Press,
Phillip A. Cusick, Selling Students Short: Classroom Bargains 1990, págs. 3-35.
ami Academic Reform in the American High School, Nueva York: 4 La mejor descripción de este estudio para el educador prac-
Teachers College Press, 1986. Véase también Arthur G. Powell, ticante es el compilado por Carolyn Denham y Ann Liebennan,
Eleanor Farrar y David K. Cohen, The Shopping Mali High comps., Time to Le.arn, Washington, DC: National lnstitute of
School: Winners and Losers in the Educational MarkEtplace, Bos- Education, 1980.
ton: Houghton Mifflin, 1985.

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Tiempo para las tareas usted espera a que estén todos sentados en sus lugares.
Ya son las 10:39. Usted quiere hacer algunos anuncios y
Evidentemente, la cantidad de tiempo que se le asig- comunicarles a sus alumnps algunas cosas sobre las ac-
ne a una materia marca una tremenda diferencia en la tividades de la tarde y del resto de la semana. Son las
oportunidad de aprender de los alumnos. Si el maestro 10:41. Hay un revuelo en el fondo del aula. Usted pone
no dedica mucho tiempo a la matemática, no es sor- orden. Hora: 10:42. Usted comienza la clase de mate-
prendente que sus alumnos tengan un rendimiento po- mática dando algunas indicaciones sobre una tarea que
bre en los exámenes de esa materia. Sin embargo, esta quiere que todos hagan en sus carpetas de actividades
variación en el tiempo asignado no fue lo que en verdad y les dice que deberian poder hacerla en diez minutos
sorprendió de la investigación sobre el tiempo de ense- para que toda la clase la discuta luego. Pasa algunos
ñanza. La gran sorpresa estuvo en el tiempo empleado. minutos explicando cómo quiere que realicen la tarea.
Concentrándose en un grupo seleccionado de estudian- Estas instrucciones no les enseñan nada sobre mate-
tes de una clase, los investigadores midieron la can- mática; sólo sobre el modo en que hay que completar las
tidad de tiempo que esos alumnos empleaban realmen- páginas de actividades. Ya son las 10:46. Pasaron once
te en la actividad asignada, es decir, «trabajaban». Y lo minutos y aún no se ha desarrollado ninguna actividad
que comprobaron fue que, aun cuando un maestro asig- matemática.
nara cincuenta minutos a la matemática, un alumno Finalmente los estudiantes trabajan en sus carpe-
podía estar realmente trabajando sólo siete y ocho mi- tas de actividades. Pero ocurre que Harry no ha com-
nutos de ese tiempo. ¡El tiempo empleado por el estu- prendido bien las instrucciones. Como es bastante tími-
diante era menos del 20% del tiempo asignado! do, no se anima a levantar la mano para pedir ayuda.
Tomemos el peso de este descubrimiento. Si, en ge- Cuando usted advierte que Harry garabatea el margen
neral, los estudiantes aprenden el contenido de una de la carpeta, ya son las 10:49. Usted se acerca a su es-
materia sólo si lo estudian (uno no aprende lo que no es- critorio y le aclara la confusión; el niño comienza a tra-
tudia) y la cantidad de ese aprendizaje está directa- bajar quince minutos después de la hora calculada para
mente relacionada con la cantidad de tiempo dedicada iniciar el periodo dedicado a la matemática. Durante
al estudio (en general, cuanto más estudia uno, más dos minutos, Harry está confundido. Trata de vencer la
aprende), luego, a fin de aprender bien algo es necesa- dificultad por un momento y luego se detiene. Son las
rio dedicarle una cantidad considerable de tiempo. Sin 10:53 y Harry se distrae nuevamente. Usted está ocu-
embargo, observando a esos alumnos seleccionados, se pado con los demás estudiantes y no advierte el pro-
comprobó que algunos estudiantes sólo aprovechan sie- blema de Harry. El se siente demasiado avergonzado
te de los cincuenta minutos asignados haciendo real- para pedir ayuda, especialmente porque usted se mos-
mente el trabajo académico. ¿Cómo puede ser? En este tró levemente exasperado la vez anterior. De modo que
sentido, equivocarse es más fácil de lo que parece. Con- espera a que comience la discusión general para cono-
sideremos este ejemplo. cer la solución del problema con el que no había sabido
Usted asigna cincuenta minutos a la unidad de ma- qué hacer. Usted se atrasó un poco para dar comienzo a
temática. La clase comienza exactamente después del la discusión grupal. Esta comienza a las 10:58.
recreo que termina a las 10:35 de la mañana. Los alum- Harry vuelve a concentrarse en su tarea cuando co-
nos no regresan todos al mismo tiempo, de modo que mienza el análisis grupal y permanece atento durante

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toda la discusión que concluye a las 11:11. De modo que los estudiantes tales como características raciales o me-
ha trabajado los trece minutos de la discusión más los dio familiar, ni con la materia que se enseña, ni con la
dos minutos que dedicó a hacer los ejercicios de la car- naturaleza de la situación escolar. En esta perspectiva,
peta de actividades. Pasaron treinta y seis minutos del se ve al docente como el gerente de los tiempos de la cla-
tiempo asignado y Harry acumuló sólo quince de tiem- se, como una persona que toma decisiones sobre el mo-
po empleado. Usted tiene una oportunidad de aumen- do en que distribuirá el tiempo de los estudiantes den-
tar el porcentaje de tiempo empleado de.Harry si _iuane- tro del aula. Sin embargo, el tiempo empleado en el tra-
ja los catorce minutos que quedan del tiempo asignado bajo académico no es el único aspecto en el que insiste el
de modo tal que Harry participe activamente del con~e­ enfoque ejecutivo de la enseñanza. También se identifi-
nido de la lección. Pero eso no ocurre porque usted mira caron otros tres elementos que ejercen una influencia
su reloj, ve que son las 11: 11 y que la clase termina a las primordial sobre la eficacia que puedan tener los es-
11 :25 y llega a la conclusión de que no vale la pena co- fuerzos del profesor. 5 Esos elementos son las indicacio-
menzar otra unidad si queda tan poco tiempo. De modo nes, la retroalimentación evaluativa y el refuerzo. Las
que hace que sus alumnos completen una tarea n;iás de indicaciones son como mapas y carteles de señales; el
la carpeta de actividades a fin de «llenar» los mmuto.s docente las utiliza para alertar a sus alumnos sobre lo
que quedan. Harry parece ir bien durante los. tres pn- que hay que aprender y el modo de alcanzar ese apren-
meros minutos, luego se queda otra vez perpleJO. Usted dizaje. Los docentes que hacen un amplio uso de las in-
no controla el trabajo que cada alunmo hace en su es- dicaciones, en particular en los segmentos primarios de
critorio, por lo tanto no advierte que Harry mira por .la la secuencia de enseñanza, a menudo· logran un ünpac-
ventana. Usted tiene que entregar un informe de asis- to mayor en el aprendizaje que aquellos que no las utili-
tencia a las 11:30, de modo que aprovecha esos pocos zan. Lo mismo puede decirse en el caso de la retroali-
minutos para completarlo. A las 11:25 usted da por mentación evaluativa, mediante la cual los docentes
terminado el período de matemática. Harry ha traba- corrigen rápidamente los errores tanto de las tareas
jado durante sólo dieciocho de los cincuenta mümtos escritas como de las orales. El refuerzo, que va desde
asignados a la materia, aproximadamente un tremta Y una sonrisa fugaz, pasa por alguna observación en el
cinco por ciento del tiempo disponible. No parece un boletín de calificaciones y llega hasta recompensas más
buen promedio, pero, ¿cuánto tiempo empleado en la tangibles como dulces, juguetes o dinero, es un elemen-
materia cree que tuvieron los demás estudiantes? to tan vigoroso como una técnica de enseñanza, aunque
su buen empleo requiere experiencia e intuición.
Otro aspecto del enfoque del ejecutivo se conoce co-
Características de este enfoque mo oportunidad de aprender: dar a los estudiantes la
posibilidad de aprender lo que se les enseña.A veces los
Los investigadores descubrieron que los docentes
tienen muchas maneras de aumentar el tiempo que sus 5 La eficacia relativa de estos elementos y sus manifestaciones
alunmos emplean realmente en la tarea. Estas apti- en las prácticas de enseñanza se estudian en Herbert J. Walberg,
tudes para manejar el tiempo de aprendizaje se consi- «Productive Teaching and Instruction: Assessing the Knowledge
deran habilidades genéricas de enseñanza porque pa- Base», en Hersholt C. Waxman y Herbert J. Walberg, comps.,
Effective Teaching: Current Research, Berkeley, California: Mc-
recen no tener ninguna relación con los antecedentes de Cutchan, 1991, págs. 33-62.

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docentes se embarcan en temas o ideas complejos pero manejo (cp) para impartir a los estudiantes (E) datos es-
ofrecen muy pocas oportunidades a sus alumnos para pecíficos, conceptos, habilidades e ideas (x) a fin de que
introducirse en esos asuntos con la profundidad que el tengan más posibilidades de adquirir y retener ese co-
tema requiere. El material se cubre con excesiva veloci- nocimiento específico (y). Esta concepción de la ense-
dad y sin una preparación previa adecuada o se lo pre- ñanza pone el acento en las conexiones directas entre lo
senta mal a fin de darlo en el tiempo exigido. Cual- que el docente hace y lo que el estudiante aprende. En
quiera de estos factores niega al alumno la apropiada realidad, la forma de investigación empleada para es-
oportunidad de aprender ese material. tudiar muchas de las prácticas que conforman el enfo-
Todos estos rasgos del enfoque ejecutivo de la ense- que ejecutivo de la enseñanza se conoce con el nombre
ñanza tienen una faceta interesante. Todos ellos atri- de «investigación de proceso-producto». El proceso es la
buyen un elevado valor al aprendizaje. ¿Y qué tiene eso actividad del docente (cp) mientras que el producto es el
de extraño? ¿Si no buscan el aprendizaje, para qué es- dominio que alcanza el estudiante de lo que se le ha en-
tán las escuelas y los docentes? Bueno, sí ... en cierto señado (y). La bibliografia sobre esta forma de enseñan-
sentido. La dificultad surge cuando preguntamos qué za suele llamarse bibliografia de la «eficacia del docen-
estudian los alumnos y cómo se evalúa ese aprendizaje. te» porque en ella se insiste en particular en la eficacia
Por el momento examinaremos la cuestión de la eva- del docente de aula.
luación. La fórmula (DcpExy) que mencionamos en el
capítulo anterior nos será de utilidad.
Recordemos que la x representa el contenido que se Criticas
debe aprender. El docente muy partidario del enfoque
ejecutivo entiende que x son datos específicos, ideas, te- Si investigamos los supuestos y las connotaciones
mas o perspectivas que se deben inculcar en la mente del enfoque del ejecutivo, aparecerán facetas inquietan-
de los alumnos. Las aptitudes ejecutivas que enumera- tes. El educador se parece a un gerente de una línea de
mos antes son los medios utilizados para trasladar ese producción: los estudiantes entran a la fábrica como
conocimiento específico desde la fuente del aula (texto, materia prima y de algún modo se los «ensambla» en
material complementario, lecturas, etc.) a su destino (la forma de personas (se ganan su tarjeta de Persona
mente del estudiante). Recordemos que cp en DcpExy es Educada adquiriendo con éxito el conocimiento espe-
la actividad de enseñar. En este caso, cp es la enseñanza cífico impartido en el colegio). El docente no es tanto
caracterizada por el uso extensivo de las aptitudes eje- una parte real del proceso como un gerente. Al pare-
cutivas que incluyen las técnicas de manejo del tiempo, cer, el profesor no está «dentro» del proceso de enseñan-
la adecuaeión del contenido enseñado a lo que miden za y aprendizaje, sino que se sitúa «fuera», desde donde
las pruebas y el ofrecimiento de suficientes oportuni- regula el contenido y las actividades del alumno. Más
dades de aprender. todavía, algunos críticos han considerado los aspectos
El propósito (y) de esta actividad es que los estudian- de manejo del tiempo en el enfoque del ejecutivo como
tes adquieran el conocimiento específico comunicado afines a la tarea que cumplía el jefe que marcaba el rit-
por el profesor. De modo que en el enfoque ejecutivo de mo en los antiguos barcos de esclavos: aquel que se
la enseñanza, DcpExy puede interpretarse así: El do- mantenía de pie, golpeando un gran tambor para hacer
cente (D) utiliza ciertas aptitudes organizacionales y de que los remeros no descuidaran su tarea.

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Esta caracterización del enfoque del ejecutivo -del para lograr este resultado. En realidad, parecería una
gerente de una fábrica, supervisor de una línea de pro- tontería no abordar esta tarea de enseñanza de acuerdo
ducción o contramaestre del barco de esclavos- ofende con el enfoque del ejecutivo. Mantener la clase unida en
nuestros sentimientos respecto de la educación. A la un solo grupo, discutir el objetivo de esta clase, enseñar
mayor parte de nosotros no nos gusta concebir a los la lección claramente y sin exceder la capacidad de com-
niños, el aprendizaje, la escuela y la enseñanza como prensión de los alumnos, asignar tareas para que cada
entidades semejantes a las fábricas o los barcos de es- uno las realice en su asiento a fin de que puedan practi-
clavos. No obstante, el enfoque del ejecutivo invita a car lo que se les enseña, controlar esas tareas cuida-
hacer este tipo de comparaciones. Pone particular aten- dosamente, continuar con una explicación que aclare
ción en la tarea, el cumplimiento del deber, la obtención los puntos oscuros, comprobar que todos han entendi-
de resultados y la responsabilidad por no lograr una do, luego tomar una prueba para determinar si los
buena producción. El enfoque del ejecutivo parece no alumnos dominan el contenido. ¿Puede haber una for-
preocuparse por aspectos de la educación que muchos ma mejor de hacerlo?
consideran de primerísima importancia, como la na- Quizá. Piense en algunas cosas que se pasaron por
turaleza y los intereses de cada alumno individual, las alto en este pequeño guión. ¿Los alumnos tienen algún
características especiales de las diferentes materias interés en calcular la superficie de las figuras? ¿Son ca-
que se estudian y las demandas variables que estable- paces de percibir algún valor o alguna utilidad en ese
cen las diferencias geográficas, económicas y culturales conocimiento? ¿Hay una manera mejor de presentar el
en lo que ocun-e en la escuela. material? ¿Lo que aprendan de Jim mejorará su com-
¿Qué piensa usted? ¿Ya considera la posibilidad de prensión de la matemática? ¿Alguno de ellos se pre-
abandonar este enfoque porque traiciona sus ideales de guntó alguna vez cómo se calculan las superficies re-
educación? ¿Se siente desilusionado porque una pers- cortadas por líneas curvas? ¿A Jim le importa mucho
pectiva que parecía una manera útil de abordar la ense- esta lección (¿y a usted?) o la enseña porque ese es el
ñanza tiene rasgos desagradables? ¿O prefiere defen- punto siguiente del libro de texto que el distrito escolar
der este enfoque en la creencia de que sus ventajas pe- ha adoptado? Si usted quiere obtener respuestas a es-
san más que sus defectos? ¿Cuáles son los argumentos tos interrogantes, no los busque en el enfoque del ejecu-
con que lo defendería? Echemos una mirada a todo esto. tivo. Esta forma de abordar la enseñanza se maneja an-
En el capítulo introductorio usted conoció a Jim Bar- te todo con las aptitudes genéricas de la enseñanza, que
nes, el maestro de escuela primaria que se enorgullecía son independientes del contenido enseñado, del contex-
de su aptitud para enseñar temas específicos. Imagine to en que se imparte esa enseñanza y de los antece-
que usted es Jim y quiere que sus alumnos de quinto dentes tanto de los estudiantes como de los docentes.
grado dominen la manera de calcular la superficie de
las formas planas limitadas por líneas rectas --€Sto es,
que aprendan la fórmula (A= bh) y que puedan aplicar- La eficacia del docente
la correctamente---. Usted tiene una idea clara de la x
que desea alcanzar. ¿Qué ocurre con ee? ¿Cómo va usted Si el enfoque del ejecutivo no tiene en cuenta ni el
a enseñarles a todos esos E este x? ¿Por qué no utilizar contenido, ni el contexto, ni la cultura, ¿qué valor tiene?
el enfoque del ejecutivo? Parece idealmente adecuado Ya hemos analizado una respuesta a esta pregunta. Su

42 43
valor se basa en que suministra medios muy claros y di- cada paso>>. 7 Diez años después, Skinner sostenía esa
rectos para trasladar algún conocimiento específico de posición aún más enérgicamente: «La aplicación a la
una fuente (por ejemplo, un libro, el profesor o una pelí- educación del condicionamiento operante es simple y
cula) a la mente del alumno. En realidad, si se lo sigue directa. La enseñanza es el buen ordenamiento de ca-
cuidadosamente, el enfoque del ejecutivo aumenta la sos de refuerzo con los cuales los alumnos aprenden». 8
probabilidad de que más estudiantes aprendan más del Para decirlo con términos simples: los docentes pueden
contenido que si se aplicara otra manera de enseñar. producir en los estudiantes el aprendizaje que procuran
Como lo expresó un destacado investigador, «la eficacia conociendo con precisión cuándo y cómo recompensar-
del profesor se refiere a la capacidad que tiene un do- los por las conductas que los aproximan gradualmente
cente en el aula de producir resultados que se sitúen a los objetivos que se les han fijado.
por encima de los previstos en los tests estandarizados Las tesis de Skinner sobre la enseñanza y el apren-
de rendimiento». 6 ¿Por qué es importante que x se tras- dizaje disponen el escenario para dos cosas: en primer
lade de una fuente al estudiante de la manera más efi- lugar, alientan a muchos educadores a dejar de lado
ciente y eficaz posible? Precisamente una parte de la gran parte de la mística que entiende la enseñanza
historia reciente responde a esa pregunta y arroja mu- como una actividad humana inefable. En segundo lu-
cha luz sobre el enfoque del ejecutivo en la enseñanza. gar, lleva a los investigadores de la educación a delimi-
La analogía de la escuela-como-fábrica ha rondado tar más estrechamente la interacción entre docente y
durante mucho tiempo la educación norteamericana, lo alumno. La noción de la enseñanza como estímulo y del
mismo que la doctrina que sostiene que las escuelas de- aprendizaje como respuesta o efecto permite a los in-
ben ser eficaces. Ambas ideas florecieron a fines del si- vestigadores concentrarse exclusivamente en esas dos
glo pasado. Pero la noción de que un profesor eficaz es conductas sin tener que desviar la atención a los ante-
aquel que produce resultados que se sitúen por encima cedentes familiares de los estudiantes, sus historias
de los previstos en el rendimiento estudiantil (medidos personales o la materia específica que es preciso
con tests estandarizados) es una idea que apenas alcan- aprender. La obra de Skinner tuvo un efecto poderoso
za la mayoría de edad. El concepto comenzó a gestarse en las concepciones que muchos de nosotros sustenta-
con la psicología de estímulo-respuesta-recompensa de mos sobre la enseñanza y el aprendizaje y sobre cómo la
Edward L. Thomdike a principios del siglo XX y ganó primera afecta al segundo.
legitimidad a mediados de siglo en la obra sobre condi- Estas concepciones podrían no haber ejercido una
cionamiento operante del famoso psicólogo conductista influencia muy extendida en la práctica real de la edu-
B. F. Skinner. En 1954, en un artículo sugestivamente cación, salvo por ciertos acontecimientos que tuvieron
titulado «La ciencia de aprender y el arte de enseñar», lugar en los sectores políticos y económicos de nuestra
Skinner sostenía que «todo el proceso de llegar a ser sociedad en aquel momento. Siguiendo el fallo Brown
competente en cualquier terreno debe dividirse en una versus Consejo de Educación de 1954, el gobierno fede-
amplia cantidad de pequeños pasos y el refuerzo (esto ral se comprometió cada vez más a que la asistencia a la
es, la recompensa) debe depender de la consecución de
7 B. F. Skinner, The Techrwlogy ofTeaching, Nueva York: Apple-
6 Thomas L. Good, «Teacher Effectiveness in the Elementary ton-Century-Crofts, 1968, pág. 21 [Tecnología de la enseñanza,
Schooh, Journal ofTeacher Education, marzo-abril de 1979, pág. Barcelona: Labor, 1970].
53. 8 !bid.' pág. 64.

44 45
escuela se convirtiera en un instrumento para erradi- que los estudiantes correspondientes a otros grupos
car la pobreza y la ignorancia entre las minorías racia- raciales y étnicos aprendían en las propias.
les y étnicas. Estos compromisos alcanzaron una eleva- Esta afirmación dice mucho. Uno querría leerla nue-
da intensidad a mediados de la década de 1960 con los vamente. Según Coleman, la igualdad del rendimiento
programas de la Gran Sociedad del presidente Lyndon educativo no se obtenía igualando las partidas presu-
Johnson, como Head Start, Follow Through y Parent- puestarias dedicadas a la educación. Lo que generaba
Child Centers. Mientras se canalizaban cada vez más diferencias eran los antecedentes de los estudiantes (en
dólares hacia la educación, los encargados de elaborar particular, los ingresos de los padres y su nivel educa-
la política educativa comenzaron a dudar cada vez más tivo). Los datos de Coleman indicaban que el medio del
sobre la manera en que se invertía el dinero y sobre si estudiante influía mucho más en los logros educativos
realmente ayudaba a los estudiantes para quienes se lo (o en la falta de ellos) que la igualdad en los elemen-
destinaba. tos físicos de la escuela, la riqueza de sus curricula o la
preparación de sus profesores. Estos descubrimientos
fueron devastadores para los educadores, que creían
El Informe Coleman que ellos y sus escuelas ejercían un impacto decisivo en
el aprendizaje de sus alumnos.
Como parte del Acta de los Derechos Civiles de 1964 Para comprender exactamente lo que ocurría, debe-
el Congreso encargó un estudio sobre equidad en la~ mos observar la idea de variación en el logro estudian-
oportunidades educativas entre varios grupos raciales til. Sabemos, por ejemplo, que en 1964 los blancos y los
Y étnicos. El estudio estuvo dirigido por James Cole- negros, como grupos, manifestaban variaciones muy
man y en general se lo conoció como Informe Cole man. 9 notables en lo que aprendían. Una vez que se acepta ese
Su propósito fue examinar la relación entre los diversos dato, la cuestión se centra en saber qué razones hay
factores y los logros educa tivos. Utilizando una mues- para que exista esa amplia variación en el rendimiento
tra masiva de seiscientos mil estudiantes, sesenta mil estudiantil. Coleman sostuvo que los antecedentes fa-
docentes y cuatro mil escuelas, Coleman comprobó que miliares y la influencia del medio explicaban en gran
la cantidad de dinero gastada en las escuelas no parecía medida la variación, y que las escuelas y los docentes
marcar una gran diferencia en los logros de los alumnos ejercían un efecto menor en esa variación. Era la con-
que asistían a ellas. Comprobó que diferentes grupos clusión que molestaba a los educadores, que ponía en
raciales asisten a diferentes escuelas, que las diferen- duda el valor de los programas de la Gran Sociedad, y
cias físicas entre esas escuelas no eran en absoluto de que llevó a quienes controlaban el presupuesto educa-
gran magnitud y que esas diferencias en elementos y tivo a hacer un seguimiento más severo del gasto de las
personal profesional, por lo que pudo establecer, no de- partidas presupuestarias.
terminaban una gran diferencia sobre lo que los es- Tras el impacto inicial que produjo el Informe Cole-
tudiantes lograban, y que con frecuencia los estudian- man, los investigadores comenzaron a descubrirle una
tes blancos aprendían mucho más en sus escuelas de lo serie de defectos. Las primeras objeciones se relacio-
9 naron con las estadísticas empleadas para analizar los
James S. Coleman, E. Campbell, C. Hobson, J. McPartland, A
Mood y T. York, Equality of Educational Opportunity, Washington:
datos; luego se cuestionó el diseño del estudio e, inevita-
DC, U.S. Government Printing Office, 1966. blemente, la validez de sus conclusiones. Se iniciaron

46 47
nuevos programas de investigación para establecer, en de Educación (conocido hoy como Oficina de Investiga-
particular, si Coleman estaba o no en lo cierto. ción y Mejora Educacional) estaba ansioso por finan-
ciar esta investigación. Si los investigadores mostraban
que lo ocurrido en las escuelas explicaba en parte la va-
Investigación sobre la enseñanza riación en el rendimiento estudiantil, las inversiones
pasadas hechas por el gobierno en educación quedarían
La concepción causa-efecto de la enseñanza y el reivindicadas y convenía seguir invirtiendo.
aprendizaje de los conductistas influyó en la mayor par- Al comienzo, los programas de investigación no
te de los programas de investigación sobre educación aportaron mucho, pero poco a poco surgieron descubri-
durante las dos décadas posteriores al estudio de Cole- mientos según los cuales los docentes determinaban
man. Los investigadores entendían la enseñanza como una diferencia (uno de los libros clave de aquella época
un conjunto discreto de conductas y trataron de esta- se llamó Teachers Make a Difference 10 ) y lo que ocurría
blecer si los diferentes conjuntos de conductas se rela- en las escuelas explicaba algunas de las variaciones en
cionaban con los diferentes niveles de aprendizaje que el rendimiento de los estudiantes. Esta forma de inves-
alcanzaban los estudiantes. Estos investigadores su- tigación experimentó un progreso continuo, pero ningu-
pusieron que había una estrecha conexión entre la en- na investigación en concreto, por lo que sabemos, logró
señanza como causa y el aprendizaje como efecto que se demostrar que el quehacer de los docentes y las escue-
sigue de esa causa. Aquí no intervenían ideas fantasio- las influya en más del quince por ciento o, como máxi-
sas sobre la nobleza de la docencia ni se prestaba gran mo, el veinte por ciento sobre la variación en el rendi-
atención a los llamados aportes educativos (como las miento. Pero esto no significa una derrota. El tiempo
dimensiones de la biblioteca del colegio, el gasto por que un estudiante pasa en la escuela no consume más
alumno o el número de promotores de los institutos su- del veinte por ciento de sus horas de vigilia, y entonces
periores que visitaban la escuela por año para reclutar quizá no sea razonable esperar que lo sucedido en ese
alumnos). Por el contrario, apuntaron directamente al tiempo explique un porcentaje mayor de la variación.
corazón del problema; se hacían una sola pregunta can- Las conductas docentes que, según la investigación,
dente: ¿las conductas educativas de algunos docentes se asocian a los logros óptimos en el aprendizaje estu-
llevaban a obtener logros sistemáticos en el rendimien- diantil son las que ya analizamos como el enfoque del
to del estudiante, mientras que conductas educativas ejecutivo en el aprendizaje. Ahora bien, debería acla-
diferentes de otros docentes no traían logros sistemá- rarse por qué este enfoque es independiente del conte-
ticos en el aprendizaje de los estudiantes? nido, del contexto y de la cultura. Los investigadores se
Los investigadores tenían confianza en esta manera propusieron descubrir los nexos genéricos entre ense-
de formular las preguntas clave a causa del trabajo rea- ñanza y aprendizaje utilizando conceptos de enseñanza
lizado por los psicólogos conductistas y otros psicólogos y aprendizaje tomados de la obra de psicólogos conduc-
experimentales. Además, los avances recientes logra- tistas y experimentales. Enmarcaron sus estudios de
dos en el diseño de la investigación y en el análisis de modo tal de indagar los sorprendentes problemas reve-
los datos permitieron a los investigadores buscar una 10 Thomas L. Good, Bruce J. Biddle y Jere E. Brophy, Teachers
respuesta directamente en las aulas. Es más, el gobier- Make a Difference, Nueva York: Holt, Rinehart and Winston,
no federal a través del recién creado Instituto Nacional 1975.

48 49
lados por el Informe Coleman y que debía afrontar un do en el aula como un «paquete de tareas,, que los pro-
gobierno comprometido en alcanzar la equidad de las fesores estructuran y ponen en práctica. Al obrar así, el
oportunidades educativas. Lo que descubrieron fue que docente transforma el curriculum oficial en una serie
existen conductas instruccionales que se asocian más de hechos concretos. El desafío que afronta es convertir
frecuentemente que otras a logros elevados en el ren- o traducir el curriculum en formas que generen tareas
dimiento de los estudiantes. educativas para los alumnos. Dado que hay tantas ta-
La investigación sobre la enseñanza, comenzada a reas diseñadas con el único fin de ocupar el tiempo de
fines de la década de 1970 y que continuó durante toda los estudiantes o de organizar su conducta en grupos de
la década pasada, se apartó de los modelos de proceso- trabajo, el diseño y la realización de las tareas educati-
producto para inclinarse a estudios que inc_ol"l'.,°ran una vas no es una empresa simple para el profesor.
gama mucho más amplia de métodos y disenos de m- Aunque es diferente de los estudios del tiempo de
vestigación, así como concepciones más complejas de la instrucción y se halla definitivamente fuera de la cate-
enseñanza, el aprendizaje y las aulas. Incluso algunas goría de la investigación de proceso-producto, la obra de
de las investigaciones más recientes examinan los tres Doyle puede sin embargo concebirse como una contri-
elementos simultáneamente, y ponen el acento en las bución al enfoque del ejecutivo en la enseñanza. Como
interacciones entre los docentes, los estudiantes y la en el caso de los estudios sobre el tiempo de instrucción,
disciplina estudiada en la situación específica del aula. el estudio de las estructuras de la tarea académica a u-
El trabajo realizado por Walter Doyle se cuenta entre menta nuestra comprensión del modo en que docentes
108 más famosos dentro de este género de investigación.
y alumnos se involucran en los eventos y actividades
A Doyle le interesa la manera en que interactúan del aula, tanto educativos como no educativos. Doyle,
profesores y estudiantes para definir la naturaleza del como Berliner, se interesa en ayudar a los docentes a al-
trabajo que hacen estos. Sostiene que si «los docentes canzar un mayor grado de eficacia y productividad.
influyen en lo que los estudiantes aprenden con la espe- Pero el trabajo de Doyle se basa en la opinión de que lo
cificación que hacen de las tareas, las explicaciones que que ocurre en las aulas es más una cuestión de diná-
dan sobre los procesos que se pueden emplear para rea- mica interactiva entre estudiantes, profesores y disci-
lizar el trabajo, el hecho de ofrecerse como recurso plina estudiada que el resultado de que el docente sim-
cuando los estudiantes trabajan y de hacerse responsa- plemente asuma la autoridad para dirigir y controlar
bles por los productos terminados,,, el elemento esen- los eventos que se dan en ellas.
cial de la enseñanza es «la manera en que los docentes
definen y estructuran la tarea que los estudiantes tie-
nen que hacer,, .11 Doyle considera el curriculum aplica- Reflexiones adicionales
11 Walter Doyle, «Classroom Tasks: The Core ofLearning from Este enfoque de la enseñanza puede considerarse
Teaching>>, en Michael S. Knapp y Patrick M. Shields, comps., Bet·
ter Schooling for the Children of Poverty: Alternatwes to Conven-
particularmente eficaz. Ningún otro conjunto de mé-
tional Wisdom, Berkeley, California: McCutchan, 1991, pág. 237. todos de enseñanza puede atribuirse la capacidad de
Véase también Walter Doyle, «Classroom Organization and Man- explicar tan bien (relativamente hablando) la variación
agement», en Merlin C. Wittrock, comp., Handbook of Research on que se da en el rendimiento estudiantil. Pero considere-
Teaching, 3"edición, Nueva York: Macmillan, 1986, págs. 392-431. mos una situación diferente: supongamos que sacamos

50 51
la enseñanza de la típica aula escolar y la llevamos a La fuerza de este estilo procede de su conexión con la es-
una situación tutorial. Supongamos que un docente es- tructura de la escuela diurna moderna: con aulas po-
tá a cargo de sólo dos o tres estudiantes. Y supongamos bladas por una cantidad importante de alumnos, con la
además que esos pocos estudiantes saben por qué es- obligación de dar cuenta, con los exámenes y los boleti-
tudian con ese profesor y deciden voluntariamente ser nes de calificaciones, con los niveles por grados y los di-
parte de una relación educativa. ¿Piensa usted que en plomas, con los docentes que tienen licencia para traba-
esta situación el enfoque del ejecutivo en la enseñanza jar con algunos niños pero no con otros, con algunos
sería muy valioso? En semejante situación parecería temas pero no con otros.
que saberes y habilidades sobre el tiempo empleado, el Sin embargo, esas son las realidades de las escuelas
cotejo entre curriculum y evaluación, la oportunidad en las cuales trabajamos y aprendemos. ¿Estamos obli-
para aprender, y todos los demás aspectos del enfoque gados a adoptar una forma de enseñanza que capitalice
del ejecutivo son superfluos. exhaustivamente los rasgos estructurales y educacio-
¿Por qué? Porque apenas hay algo que necesite ser nales de la escuela pasando por alto muchos de los valo-
organizado o manejado. El docente tiene la libertad de res básicos auténticos que constituyen nuestro sentido
concentrarse específicamente en los estudiantes y en lo de lo que significa ser una persona educada? ¿O acaso
que estos aprenden. ¿Qué le sugiere esta perspectiva en Fenstermacher y Soltis están planteando aquí mera-
relación con el enfoque del ejecutivo? Tómese un mo- mente un sofisma, puesto que no existe un conflicto in-
mento para pensarlo y veamos si nuestras respuestas herente en tratar de manejar un aula como cualquier
coinciden. buen ejecutivo manejaría una compleja organización y,
Si el enfoque del ejecutivo es innecesario en una si- al mismo tiempo, perseguir y alcanzar los ideales de un
tuación tutorial y sin embargo parece necesario en una ser humano plenamente educado? Esperamos que este
típica aula de una escuela, luego este enfoque de la en- problema se le presente a usted como un serio obs-
señanza puede tener mucho más que ver con la manera táculo; incluso para nosotros fue un hueso duro de roer.
en que organizamos la educación en las escuelas y en La resolución podría estar en considerar otro enfoque
que involucramos a los alumnos en esta forma de edu- de la enseñanza. Sin embargo, antes de que comience el
cación que con una noción radical sobre qué es en defi- próximo capítulo, lo instamos a examinar los casos y
nitiva la educación. Para decirlo de otro modo, el enfo- discusiones pertinentes presentados en el capítulo 7. Si
que del ejecutivo en la enseñanza explica la variación usted dedica unos pocos minutos a inspeccionar aque-
en los logros, no porque haya demostrado ser una forma llos que se refieren al enfoque del ejecutivo, como se
particularmente buena de educar a los seres humanos, indica en el cuadro 1, no sólo tendrá una idea más aca-
sino porque funciona bien en aulas de cincuenta y cinco bada de esta forma de enseñanza, sino que además
metros cuadrados, pobladas por veinticinco jóvenes, estará mejor preparado para introducirse en el estudio
más de los dos tercios de los cuales, si se les permite ele- del próximo enfoque.
gir, probablemente prefieran estar en otra parte.
El enfoque del ejecutivo parece funcionar porque se
ajusta muy bien a las circunstancias modernas de ense-
ñanza. Si cambiamos las circunstancias, esta forma de
abordar la enseñanza podría ser mucho menos eficaz.

52 53
3. El enfoque del terapeuta

¿Recuerda a Nancy Kwong, la profesora de inglés?


Nancy dejaba que sus alumnos eligieran los libros que
querian leer. Además les hacía llevar un periódico para
que pudieran reflejar en él sus pareceres sobre sus lec-
turas y su subjetividad. ¿Qué relación tiene el parecer
de usted sobre algo con la enseñanza y el aprendizaje?
Mucha, especialmente en el enfoque de enseñanza del
terapeuta. Pero aquí debemos ser cuidadosos. Es fácil
trivializar este enfoque y reducirlo a cierta amalgama
informe de emociones, creencias, actitudes y opiniones.
También hay que cuidarse de no extraer conclusiones
apresuradas y suponer que esta manera de enseñar tie-
ne alguna relación con personas que no están mental-
mente sanas. Aunque este método pueda beneficiar a
aquellos cuya comprensión de la realidad es deficiente,
el enfoque del terapeuta está destinado a que se lo apli-
que a las actividades de enseñanza cotidiana en la mis-
ma medida en que se aplican el enfoque del ejecutivo y
el del liberador. La razón de que se lo llame el enfoque
del terapeuta se irá comprendiendo a lo largo del capí-
tulo. Como hicimos en el caso del enfoque de la ense-
ñanza del ejecutivo, comencemos por considerar la que
podria ser una situación real.
Usted ha sido contratado para enseñar inglés a ni-
ños de una escuela intermedia (digamos, en el octavo
grado). Algunas semanas antes de que comiencen las
clases, usted comienza a preparar seriamente las pri-
meras clases. ¿Qué pensamientos le vienen a la mente
cuando se sienta con papel, libros de texto y otros ma-
teriales educativos ante usted? ¿Piensa en cómo abor-

55
dará las clases de gramática? El libro de texto asignado nes de los alumnos y se señala la cantidad de estu-
parece explicar bien las ideas gramaticales clave, aun- diantes que comparten cada una de esas condiciones.
que usted querría ampliar algunas secciones y acortar
Características Cantidad de
otras. estudianles
¿Qué opina de la literatura? ¿Cómo equilibrará las
consideraciones lingüísticas y literarias durante el El inglés no es su lengua nativa; sólo habla su len-
gua nativa 4
curso del año? Mientras pondera estas cuestiones, pro- El inglés no es su lengua nativa; habla inglés ade-
bablemente piense en los estudiantes, preguntándose cuadamente 4
cuál será la mejor manera de despertarles interés por lo Discapacidad física: ausencia del pulgar y de otros
que planea enseñar. Pero ¿quiénes son esos alumnos dos dedos de la mano derecha 1
que usted imagina? ¿Tienen nombres? ¿Sabe usted algo Disparidad auditiva moderada 2
Padres separados hace un año o menos 1
acerca de ellos? ¿Cuáles son las cosas que les importan? Padres divorciados 6
¿Y qué interés tienen, si es que tienen alguno, por el es- Primer año en este distrito escolar; se mudó a más
tudio del inglés? de ciento sesenta kilómetros 5
Tiene una dificultad extremada con la representa-
ción espacial; posible daño neuronal 1
Detesta la gramática inglesa 5
Diferencias individuales Le encanta la gramática inglesa 2
No manifiesta ningún sentimiento en relación con
Con frecuencia, cuando planifica sus clases, el do- la gramática inglesa 13
cente nuevo tiene en mente un prototipo de estudiante: Lee bien por encima del nivel de grado 7
alguien semejante a sí mismo, quizás, o un arquetipo Lee según el nivel del grado 6
Lee por debajo del nivel del grado 11
que recuerda de sus propios días de estudiante. Esta Cinco insignias al mérito de los boy-scouts 1
concepción del estudiante prototipo usualmente mode- Físicamente maltratado por uno o ambos padres 2
la los planes del nuevo profesor para la enseñanza de su Viajó a más de cinco países extranjeros 2
materia. Supongamos que a usted le ocurre eso. Usted Viajó a más de cinco estados de los EE.UU. 15
hace toda su planificación preliminar teniendo pre- Nunca viajó a más de cuarenta kilómetros de su
casa 7
sentes a esos estudiantes prototipo. Para usted, hacer Tiene pesadillas recurrentes; duerme poco 1
esto no sólo es conveniente: puede ser necesario; ¿cómo Le encantan casi todos los deportes y las estrellas
alguien planificaría realmente un programa para es- del rock 5
tudiantes que ni siquiera ha visto? En este mismo sen- Es muy selectivo en cuanto a estrellas del rock y los
deportes 15
tido, ¿cómo puede alguien tomar realmente en cuenta la
Disfruta de construir cosas 6
vida de los estudiantes? Estos difieren entre sí en as- Responde bien a la lib€rtad y la responsabilidad 8
pectos esenciales. Responde bien a la estructura y la autoridad 8
Sólo con la intención de mostrar hasta qué punto son La familia sobrevive principalmente gracias a la
pertinentes estas dudas, le presentamos aquí un anti- asistencia social 3
La familia está constituida por dos adultos y dos
cipo no autorizado de su clase de inglés de octavo grado: niños; no tiene menos de dos automóviles y la
esa clase a la que usted no verá hasta dentro de cuatro casa tiene más de diez ambientes 3
semanas. Allí se indican las características o condicio-

56 57
Características de este enfoque
A medida que usted lee esta lista de las características
de sus futuros alumnos, ¿piensa cómo tratarlas en el Hasta ahora hemos considerado dos alternativas pa-
plano pedagógico? ¿O se sorprende a sí mismo desean- ra tratar las características de los estudiantes. Pode-
do que simplemente se esfumen? mos pasar estas por alto, lo cual, teniendo en cuenta las
Aquí, usted, en su condición de docente, tiene que to- circunstancias típicas del aula de hoy, no siempre es
mar algunas decisiones. Puede pasar por alto estas con- una decisión tan terrible como puede parecer a simple
diciones, tratar de enseñar desconociéndolas y esperar vista. O reconocerlas, buscando las maneras de dismi-
que todo salga lo mejor posible. Esta opción suena terri- nuir aquellas que con más probabilidad obstaculizarán
ble, pero muchos docentes sienten que deben obrar así, el aprendizaje y aumentar las que con más probabili-
por lo menos en ocasiones. Teniendo a su cargo entre dad lo facilitarán. Pero hay una tercera opción. Uno
veinte y treinta y cinco estudiantes en un aula, obliga- podría entender estas características como rasgos esen-
dos a enseñar una cantidad establecida de contenidos, ciales del proceso mismo de aprendizaje, como elemen-
a tomar pruebas, a poner notas, algunos educadores tos vitales de todo lo que el alumno piensa, siente y ha-
sostienen que simplemente no pueden tomar además ce. En esta perspectiva, lo que el alumno es no puede se-
en consideración las múltiples características de sus pararse de lo que aprende y de cómo lo aprende.
alumnos. Aunque estos docentes tienen algo de razón, Aquella pequeña fórmula práctica que menciona-
hay alternativas a esa posición. . . . . . mos antes, Thj>Exy, nos ayudará a ampliar este punto.
Otra manera de considerar las diferencias mdivi- En el enfoque del ejecutivo, x simboliza el contenido de
duales entre estudiantes es reconocerlas, pero más co- la materia en cuestión: geología, quizás, o fisica, histo-
mo impedimentos o como facilitadores del aprendizaje ria o mecánica del automóvil. La <p representa las apti-
que como partes vitales del proceso de aprendizaje mis- tudes técnicas empleadas para trasladar x desde su
mo. Este punto puede parecer una distinción sin una fuente al alumno, para permitir a este adquirir x con un
verdadera diferencia, pero es esencial para comprender grado aceptable de competencia. Lo esencial de la acti-
el enfoque de la enseñanza del terapeuta. El docente vidad y es que el alumno adquiera un conocimiento es-
que trata las características del estudiarüe como im~ pecializado. En el enfoque del terapeuta, se altera el
pedimentos o facilitadores del aprendizaje asigna as1 carácter de <p. La enseñanza es la actividad de guiar y
gran valor a la adquisición del contenido de la enseñan- asistir al estudiante (E) para que este seleccione y trate
za por parte del estudiante. Hay un contenido ahí afue- de alcanzar x. El acto de enseñar (<p) está mucho menos
ra, por así decirlo, una x , que el docente trata de trans- volcado a preparar el contenido (x) para que E lo ad-
mitir al alumno. Las características particulares del quiera y mucho más interesado en preparar a E para
alumno frenan o aceleran ese proceso de impartir x a E, las tareas de elegir, elaborar y evaluar lo que aprende.
y el docente trata de tomar en consideración esas. carac- En la perspectiva del terapeuta, el propósito de en-
terísticas para que sirvan de apoyo y no de obstaculo a señar es el de capacitar al estudiante para que se con-
la adquisición de x. Las diferencias individuales del es- vierta en un ser humano auténtico, una persona capaz
tudiante sólo cuentan en la medida en que el docente de asumir la responsabilidad por lo que es y por lo que
pueda usarlas o superarlas para lograr el aprendizaje tiende a ser, una persona capaz de tomar decisiones que
de algún tema específico. definan su carácter como desea que sea definido. Para

59
58
el docente que adopta la perspectiva del terapeuta, la seriamente la libertad, comprender que uno tiene que
autenticidad del estudiante no se cultiva adquiriendo tomar decisiones sobre quién y qué es y aceptar la res-
un conocimiento remoto que no se relacione con la bús- ponsabilidad de tomar esas decisiones y afrontar sus
queda de la significación y la identidad personales. Lle- consecuencias.
nar la cabeza del alumno con un conocimiento específi- En la versión del.terapeuta, la y en DqiExy repre-
co seleccionado, empaquetado y transmitido por otros senta la autenticidad. Ese es el propósito de establecer
sólo lo induce a que se abstenga de comprenderse como una relación entre profesor y alumno. Cuando se logra
ser humano. Todo esto lo separa de sí al obligarlo a y, se obtiene la tarjeta de P. E. En el enfoque del eje-
prestar atención, no a sus propios sentimientos, sus cutivo, la y es un conocimiento especializado. Docente y
propios pensamientos y sus propias ideas, sino a es- alumno se unen con el fin de que el estudiante adquiera
tériles pensamientos, imágenes y actitudes de otros. un conocimiento y unas habilidades específicos. Cuan-
El docente que elige la posición terapéutica, al afron- do el alumno logra dominar con cierto grado de compe-
tar las características estudiantiles descriptas en la lar- tencia (determinada a menudo por el puntaje obtenido
ga lista que presentamos antes, ni las ignorará ni tra- en los exámenes) el conocimiento y las habilidades es-
tará de usarlas como mecanismos que lo ayuden a fo- pecíficos, se lo premia con su tarjeta de P. E. En la pers-
mentar el aprendizaje de algún contenido libresco. Este pectiva del ejecutivo, la x es el contenido seleccionado
docente abordaría estas características directamente, y por el docente o el especialista que elabora el curricu-
a menudo de una manera abierta, y averiguaría cómo lum. En contraste, el docente que adopta la perspectiva
proyecta el estudiante desarrollarse y experimentar su terapéutica se compromete a asistir a E para que apren-
mundo teniendo en cuenta esas características particu- da la x de su elección. Hay una diferencia categórica. En
lares. El docente que adopta este enfoque no acepta res- la manera ejecutiva de abordar la enseñanza, la fórmu-
ponsabilidad por trasladar ciertos conocimientos y ha- la DqiExy se lee: «el docente enseña (qi) x a E de modo tal
bilidades desde cierta fuente exterior hasta la mente que y (E adquiera el conocimiento especializado)». En el
del estudiante; en cambio, acepta la responsabilidad de enfoque del terapeuta, en cambio, DqiExy se lee: «el D
ayudarlo a hacer la elección de adquirir conocimientos guía y asiste (qi) a E en la selección y el aprendizaje de x
de cierto tipo y apoyarlo para adquirir ese saber y utili- de modo tal que y (E llegue a ser una persona auténtica
zarlo para afirmar su personalidad. y autorrealizada)». Obsérvese que el objeto del verbo
¿Cómo se obtiene una tarjeta de Persona Educada cambia de un enfoque a otro; en el primer caso es el con-
de acuerdo con el enfoque terapéutico de la enseñanza? tenido, y en el segundo, un atributo del estudiante.
Responder a esta pregunta exige quebrar un poco las Consideremos la descripción que hace de sus clases
reglas. La idea de semejante tarjeta sería anatema una profesora de escritura desde la perspectiva del te-
para el docente que adopta la perspectiva del terapeu- rapeuta. Nos ayudará a ver más claramente el contras-
ta, por razones que quedarán claramente expuestas te entre los dos enfoques considerados hasta ahora.
cuando examinemos el fundamento existencial de este
enfoque. Por ahora, torceremos un poco las reglas. La Enseño escritura a dos grupos muy diferentes de
tarjeta se obtiene cuando la persona es un ser humano estudiantes, pero lo hago esencialmente del mismo
auténtico. Ser auténtico significa ser genuino (no falso modo en ambos casos. El primer grupo podría des-
ni engañoso, especialmente con uno mismo), tomar cribirse como una muestra heterogéneamente re-

60 61
presentativa de alumnos de sexto grado de nuestro
suburbio acomodado. Los estudiantes del programa yeron poder obtener. Cuando Mark pasó de escribir
Alternative High School, por su parte, son bastante un máximo de dos oraciones por día a escribir un
más difíciles de caracterizar. En realidad estos estu- relato de cuatro páginas sobre una cacería de vena-
diantes han «abandonado» los estudios. Dejaron de dos de la que participó y a contar las piezas que ha-
asistir a clases de manera regular y probablemente bía cobrado, ambos alcanzamos el éxito. Para él fue
durante muchos años tampoco prestaron atención un avance hacia el convencimiento de que algo que
en clase. Sus vidas son ricas en confusión y proble- sabía y sentía podía ser una lectura valiosa para
mas. Casi en todos los casos, los padres podrían defi- otra persona; su autoestima se elevó. Ese sentimien-
nirse como disfuncionales, con lo cual quiero decir to de ser una persona interesante, capaz y valiosa se
que algo fracasó terriblemente en su rol parental. tradujo directamente en la actitud con que encaró el
Estos estudiantes se maltratan físicamente entre sí, resto del trabajo escolar y comenzó a destacarse en el
golpean a sus pares y sufren atropellos a n_ianos .de plano académico como no lo había hecho desde que
otros como cosa de rutina. Muchos de ellos tienen m- estaba en segundo grado (ahora tiene dieciocho
convenientes con la ley o los tuvieron en algún mo- años). La paciencia y el aliento con que respondí a
mento. Sufren de una intensa falta de autoestima. sus primeros esfuerzos por escribir algo que le
Cuando comencé a enseñarles, advertí claramente importaba a él me reconfortaron como docente.
que aquellos jóvenes no podían lograr nad~ en un Mark no sólo lograba éxito de un modo mucho más
contexto académico si no se abordaba de algun modo tradicional como estudiante; además comenzaba a
esa carencia de autoestima. Yo ataqué principal- sentir lo que valía como ser humano.
mente este problema mediante la escritura. Esta conexión entre la tarea de escribir y la auto-
Les dije a todos mis alumnos que escribir es im- estima es muy vigorosa. Al brindar a los estudiantes
portante porque es una actividad que procede del una retroalimentación positiva constante, puedo
interior de ellos mismos. Creo que la escritura surge ayudarlos a aumentar su autoestima. Y cuando la
de una unión de mente y alma, y es la tarea más per- confianza en sí mismos es elevada, pueden alcanzar
sonal que se pide a los estudiantes en la escuela. En muchos más logros que si se sienten ignorantes, ton-
consecuencia, cuando les pido que escriban, siento la tos o incapaces. Precisamente porque escribir sobre
profunda obligación de apoyarlos, alentarlos Y apre- lo que conocemos y nos importa es un acto personal
ciarlos por los esfuerzos que cada uno hace como tan íntimo, sólo puede realizarse con éxito en una at-
individuo único. Les pedí a ambos grupos de estu- mósfera que respete al individuo y alimente aquello
diantes que escribieran sobre lo que les importaba, que es único en cada persona. Un resultado lógico de
sobre aquello que conocían; sobre aquello en lo que un contexto acogedor en el que se considera primor-
eran expertos. dial el respeto por la personalidad es que tanto la
A medida que comenzaron a abandonar sus no- buena escritura como la autoestima florezcan. 1
ciones de escritura «académica» y a internarse en
sus propias experiencias y sentimientos en .busca. de
1
material, los estudiantes de la Alternative H1gh Esta descripción fue suministrada por Susan Shaw en una
School empezaron a alcanzar logros que nunca ere- carta personal a uno de los coautores y se utilizó aquí con su
autorización.

62
63
Esta manera de pensar con relación a cómo enseñar mas escolares, y al mismo tiempo algo del enfoque del
a escribir obtuvo su inspiración contemporánea del tra- terapeuta, alentándolos a que afronten lo que son como
bajo realizado por Lucy Calkins en el Teachers College seres humanos? ¿Puede uno adoptar ambas perspec-
de la Universidad de Columbia. Generalmente se loco- tivas? Desafortunadamente, no parece posible combi-
noce como la teoría y práctica del «proceso de escri- nar estos dos enfoques, porque son maneras de enseñar
tura». Las siguientes son algunas citas tomadas de su que se basan en concepciones muy diferentes de lo que
libro, The Art of Teaching Writing. significa ser una persona. U na breve mirada a los fun-
damentos sociales y psicológicos de la perspectiva del
«Los seres humanos tienen una profunda necesidad de terapeuta explicará la imposibilidad lógica de la idea de
representar su experiencia a través de la escritura ... utilizar ambos estilos de enseñanza simultáneamente.
No existe una línea argumental en la desconcertante
complejidad de nuestra vida que no sea la que nosotros
mismos hacemos y encontramos. Al expresar la expe- Raíces en la crítica social
riencia, la hacemos nuestra ... Escribimos porque
queremos comprender nuestra vida.» En el capítulo anterior mencionamos los programas
«Sé que la tarea de enseñar a escribir comienza por re- Gran Sociedad de Lyndon Johnson y el Informe Cole-
conocer que cada individuo llega al taller de redacción man. Justamente antes de ese período, la educación en
con intereses, ideas, recuerdos y sentimientos. Nuestra los Estados Unidos hacía su ajuste de clausura del gran
tarea como docentes es escucharlos y ayudarlos a es- debate educativo de las décadas de 1930 y 1940, la edu-
cuchar. "¿Cuáles son las cosas que sabes y que te im- cación tradicional versus la educación progresista.
portan?", pregunto a los escritores, tengan estos cinco Mientras las instituciones educativas procuraban aco-
años o cincuenta.» modarse a los ideales pedagógicos progresistas sin
abandonar la estructura y los objetivos esencialmente
«Cuando escribir se convierte en un proyecto personal tradicionales, la Unión Soviética lanzaba el Sputnik, el
para los niños, los profesores ya no tienen que hala- presidente Kennedy era asesinado, el presidente John-
garlos, impulsarlos, apoyarlos ni motivarlos. El acto de son defendía simultáneamente las armas y la mante-
enseñar cambia. Con un leve toque podemos guiar y quilla (es decir que la nación podía hacer la guerra en
ampliar el crecimiento de esos niños en la escritura. Vietnam y al mismo tiempo llevar adelante programas
Además nuestra enseñanza se vuelve más personal y masivos de justicia social), mientras ocurría todo eso,
esto marca la gran diferencia.,,2 crecía dramáticamente la conciencia nacional de las es-
trechas conexiones que había entre la enseñanza y la
Teniendo en cuenta lo que usted ya sabe del enfoque igualdad de oportunidades para los miembros de los
terapéutico, ¿cómo reacciona ante él? ¿Se opone o tiene
diferentes grupos raciales y culturales. En medio de
una actitud favorable? ¿Se está preguntando si podría este malestar social y político, se propusieron una can-
adoptar algo de la perspectiva ejecutiva, haciendo un tidad de teorías pedagógicas.
trabajo efectivo para que los alumnos aprendan los te- La perspectiva del terapeuta fue una de esas teorías.
2 Lucy McCormick Calkins, The Art ofTeaching Writing, Ports- Surgió de una fascinante conjunción de crítica social
mouth, New Hampshire: Heinemann, 1986, págs. 3, 5, 6. contemporánea y una nueva versión de la psicología

64 65
desarrollada en oposición al conductismo y los métodos «Si los jóvenes al madurar pueden seguir su inclinación
experimentales. En Inglaterra, A. S. Neill fundó y di- y elegir sus materias, sus horarios y sus profesores, y si
rigió con éxito Summerhill, una escuela en la que los los docentes enseñan lo que ellos mismos consideran
estudiantes eran libres de decidir si asistían o no a clase importante -que bien mirado es todo lo que pueden
y hasta si preferían aprender a leer o a hacer cuentas. 3 enseñar con habilidad-, se satisfarán adecuadamente
En los Estados Unidos, Paul Goodman fue uno de los las necesidades de la sociedad; habrá personas más
críticos sociales más severos y más leídos. Su libro animosas, independientes y creativas; y en el muy corto
Growing UpAbsurd tuvo la fuerza de un texto sagrado plazo, habrá una sociedad más sensible y eficiente». 8
para la contracultura de la década de 1960. 4 Pero las
críticas más ácidas de la educación no están en Grow- En su época, semejante proposición fue considerada ra-
ing Up Absurd, sino en Compulsory Mis-Education5 y dical; y aún lo es. Observemos que Goodman asigna un
en los diversos artículos que escribió para diarios y re- rol central a la elección que hace el alumno. El estu-
vistas. En un texto que publicó en Saturday Revi.ew en diante elige el contenido que ha de aprender, cuándo y
1968, Goodman respaldaba enérgicamente la opinión cómo lo ha de aprender y quién se lo enseñará. En esta
de que «podemos educar a los jóvenes atendiendo en- situación, la obligación del docente es aumentar la ca-
teramente a sus elecciones libres, sin ningún proce- pacidad de elegir del alumno y ayudarlo a utilizar lo
samiento, sea el que fuere. Nada puede aprenderse efi- que aprende como una oportunidad para su crecimien-
cientemente o, más aun, nada en absoluto puede apren- to personal. Herbert Kohl, otro destacado defensor de
derse ... salvo aquello que satisface una necesidad, un formas alternativas de educación de la década de 1960
deseo, una curiosidad o una fantasía». 6 escribe sobre el rol del docente como ejemplo de vida pa'.
En lo que parece un golpe directamente asestado al ra el alumno:
enfoque del ejecutivo, Goodman sostiene: «Parece es-
«Por supuesto que el profesor es un ejemplo moral: un
túpido decidir a priori lo que los jóvenes deben saber
ejemplo de toda la confusión, la hipocresía y la inde-
y luego tratar de motivarlos, en lugar de dejar que la
cisión, de todos los errores así como de los triunfos de un
iniciativa provenga de ellos y poner la información y el
hombre moral. Los niños ven todo esto, por más que si-
equipamiento correspondientes a su servicio». 7 La ré-
mulen ver otra cosa. Por consiguiente, para ser más que
plica típica a este argumento era señalar que en el largo
un ejemplo, para ser un educador -alguien capaz de
plazo esta forma de educar podía no servir a los mejores
ayudar a guiar al niño a través del laberinto de la vi-
intereses de la sociedad. A lo cual Goodman respondió:
da-, el docente debe ser honesto con los niños sobre
3 A. S. Neill, Summerhill, Nueva York: Hart Publishing, 1960 sus errores y debilidades; debe ser capaz de decir que se
[Summerhill, un punto de vista radical sobre la educación de los equivocó o de pedir disculpas ... Es la lucha del maestro
niños, México: Fondo de Cultura Económica, 1963].
4 Paul Goodman, Growing Up Absurd, Nueva York: Random
por ser una persona moral lo que entusiasma a sus
House, 1956. alumnos; es su honestidad y no su exactitud lo que con-
5 Paul Goodman, Compulsory Mis-Education, Nueva York: Ho- mueve a los niños».9
rizon Press, 1964.
6 Paul Goodman, «Freedom and Leaming: The Need for Choi- 8 Ibid.
9 Herbert Kohl, 36 Children, Nueva York: Signet, N ew American
ce•., Saturday Review, 18 de mayo de 1968, pág. 73.
7 Ibid. Library, 1967, págs. 25-6.

66 67
Psicología humanista formación de estudiantes con personalidades saluda-
bles, capaces de planificar, elegir y actuar de modos que
Muchas de las ideas educativas surgidas de estos contribuyan a su crecimiento educativo y a su desarro-
críticos sociales tuvieron sus raíces en una psicología llo personal. Aunque muchos educadores adhirieron al
distinta conocida como psicología humanista o de «ter- concepto de autorrealización de Maslow, este no de-
cera fuerza». Gordon Allport, Abraham Maslow y Car! sarrolló las implicaciones de esa idea en la educación.
Rogers estuvieron entre las figuras señeras de esta Quien lo hizo fue Car! Rogers, y debemos remitimos a
escuela de psicología. Cada uno de estos psicólogos des- su obra para conocer las implicaciones pedagógicas de
taca el carácter singular de los individuos y las dificul- la psicología humanista.
tades que había tenido la psicología, en sus intentos de «Enseñar», afirma Rogers, «es una función vasta-
llegar a ser una ciencia de la mente o la conducta, para mente sobrevaluada.» 11 «Es algo sumamente desafor-
tratar al individuo prestando la debida atención a sus tunado que los educadores y el público en general pien-
propiedades singulares. sen en enseñar y se concentren en ello. Esta idea los
Maslow no niega el argumento conductista según el conduce a una serie de cuestiones que son, o bien irrele-
cual los individuos actúan en respuesta a estímulos, pe- vantes, o bien absurdas, en relación con lo que es la edu-
ro sostiene que esta acción debe entenderse como el re- cación real.» 12 Rogers basa su opinión de la enseñanza
sultado de una interacción entre las necesidades de la en la importancia de lo que llama el «aprendizaje viven-
persona y el «espacio de vida» singular de cada indivi- cia!». Este es un aprendizaje cargado de compromiso
duo. Cada uno de nosotros tiene una jerarquía de im- personal; la persona en su conjunto participa del apren-
pulsos que van desde las necesidades básicas para la dizaje en lugar de absorber pasivamente lo que el do-
supervivencia, necesidad de alimento y agua, hasta las cente ofrece. El aprendizaje se inicia a sí mismo. Es glo-
necesidades de un nivel tan elevado como son dar y re- bal; influye en cada aspecto del ser del alumno. El pro-
cibir amor, desarrollar la autoestima y apreciar la belle- pio alumno lo evalúa y no el profesor o el examen. El
za. Una persona que interpreta efectivamente su situa- aprendizaje tiene sus raíces en el sentido, lo cual equi-
ción y por consiguiente satisface sus necesidades hasta vale a decir que posee un sentido personal para el alum-
el nivel más elevado posible para su espacio de vida es, no; aumenta la capacidad del estudiante para com-
de acuerdo con Maslow, una persona autorrealizada. prender los hechos que son importantes para su vida e
Una persona plenamente realizada es la que posee una influir en ellos.
personalidad equilibrada e integrada y rasgos positivos Un aprendizaje de este tipo no puede ser controlado
como autonomía, creatividad, independencia, altruis- por el docente. El alumno debe involucrarse libremente
mo y un saludable impulso para alcanzar objetivos. 10 en él. El docente sólo puede guiar, sugerir, alentar y,
Los objetivos de la autorrealización y la autenticidad quizás hasta -cuando la ocasión es propicia- preve-
son completamente compatibles entre sí. El docente nir. Rogers cree que «cualquier cosa que pueda ense-
que adopta el enfoque del terapeuta procura alcanzar ñársele a otro tiene una consecuencia relativa y ejerce
los dos, en la medida en que se esfuerza por promover la 11
Carl Rogers, Freedom to Learn, Columbus, Ohio: Charles E.
lO Abraham Maslow, Toward a Psyclwlogy of Being, Nueva York: Merrill, 1969, pág. 103 [Liberíad y creatividad en la educación,
Van Nostrand, 1962 [El hombre autorrealizado: hacia una psico- Barcelona: Paidós, 1978].
12 Ibid., pág. 125.
logía del ser, Barcelona: Kairós, 1985].

68 69
muy poca influencia o una influencia no significativa en contenido que ha de adquirir y las acciones que puede
la conducta».13 Lo importante es, no lo que puede ser realizar una vez que domine ese contenido. Esta rela-
enseñado, sino más bien lo que se aprende. «El único ción entre el profesor y el alumno fue descripta por Nod-
aprendizaje que influye significativamente en la con- dings y Shore como una relación de cuidado intuitivo y
ducta es el aprendizaje que cada uno descubre por sí cariño. Y llaman a este proceso caritas educativa, «el
mismo, del que cada uno se apropia por sí mismo." Este aspecto de una comunidad de cuidado e intuitiva entre
aprendizaje autodescubierto constituye la verdad que docente y estudiante, el amor y "tacto" intuitivo por un
es «apropiada y asimilada personalmente en la ex- área temática que puede ser experimentado tanto por
periencia».14 Precisamente porque en el aprendizaje de el profesor como por el alumno, y amor por el acto de
este tipo el alumno se apropia personalmente del conte- aprender y enseñar,, .17
nido, «este no puede ser directamente comunicado a ¿Qué opina usted sobre ser ejecutivo y terapeuta?
otro».15 De ahí que el docente no sea alguien que im- ¿Puede ser ambas cosas a la vez? No, si acepta los argu-
parte conocimiento y aptitudes a otro, sino que es un~ mentos de Rogers. Este autor sostiene que uno no pue-
persona que ayuda a otro a alcanzar su prop10 conoc1- de poner conocimientos en la cabeza de alguien (no en
miento y sus propias habilidades. En el rol de guía o de un sentido significativo), como lo haría usted siguiendo
facilitador, el docente debe ser «una verdadera persona el estilo del ejecutivo. Cualquier intento de enseñar se-
en su relación con sus estudiantes. Puede ser entusias- gún la perspectiva ejecutiva disminuirá al alumno,
ta, puede estar aburrido, puede interesarse en los estu- limitará sus posibilidades de apropiarse de ese cono-
diantes, puede estar enojado, ser sensible y simpático. cimiento y de asimilarlo en su propia experiencia, y por
Porque acepta esos sentimientos como propios, no tiene lo tanto le impedirá tomar conciencia de la significación
necesidad de imponérselos a sus alumnos» .16 y de la libertad que conducen a vivir una vida auténtica
La psicología humanista, como lo demuestran de y autorrealizada. Para el docente terapeuta, el enfoque
manera evidente Maslow y Rogers, es una psicología del ejecutivo conduce a la alienación porque separa al
basada en la libertad, la elección, el crecimiento perso- que conoce de lo conocido. Cuando el profesor se vuelve
nal y el desarrollo de la salud emocional y mental. En un ejecutivo, los alumnos siempre adquieren el conoci-
opinión de estos autores, la educación contribuye de miento de otra persona, el punto de vista de otra perso-
manera significativa a alcanzar esos objetivos, pero no na, con los propósitos de otra persona. Aquí parece no
mediante los mecanismos tradicionales de empaquetar haber contemporización posible, no hay manera de te-
el contenido de una disciplina en particular para entre- ner el pastel del terapeuta y comerlo como un ejecutivo.
gárselo a los alumnos. En cambio, es necesario ayudar ¿Realmente no hay modo de salvar la brecha? Pa-
al estudiante a lograr su propia realización. La tarea rece que no. Recordemos que el enfoque del ejecutivo se
del docente es conducir al alumno hacia adentro, hacia basa en la psicología conductista, experimental, que a
su propio yo, de modo tal que el educando pueda, en su vez se basa en la filosofia del empirismo lógico o el
virtud de ese proceso, volcarse hacia afuera, eligiendo el positivismo. El positivismo es una posición filosófica so-
bre el conocimiento que aprecia sobre todo la observa-
13 Ibid., pág. 152.
14 Ibid., pág. 153. 11 Nel Noddings y Paul J. Shore, Awakening the Inna Eye: In-
15 Ibid. tuition in Education, Nueva York: Tuachers College Press, 1984,
16 Jbid., pág. 108. pág. 165.

70 71
ción del mundo natural, la prueba pública de las hipóte- tes que nada, existe, se encuentra a sí mismo, se ve en el
sis, la objetividad y la verificabilidad de los postulados. mundo y luego se define a sí mismo. Si el hombre, según
En lo esencial, esta posición tuvo su pleno desarrollo a lo ve el existencialista, no es definible, se debe a que al
fines del siglo XIX. En una versión contemporánea, al- comienzo no es nada. Y no lo será hasta después, y lue-
go modificada, el positivismo ofrece los conceptos que go será lo que él haga de sí mismo ... El hombre no es
sustentan nuestra visión moderna de la ciencia y una sino lo que hace de sí mismo. Este es el primer principio
variante en gran medida cuantitativa de investigación del existencialismo» .1s
en pedagogía. Los enunciados sobre sentido y libertad,
sentimientos y emociones, intuición y cuidado, y expe- Llegamos a ser algo cuando enfrentamos el mundo y
riencia subjetiva y espiritual, que son importantes para nos abrimos paso por él. Si eludimos estas elecciones y
los psicólogos humanistas, están generalmente prohi- sus consecuencias, en realidad eludimos la esencia del
bidos en el mundo positivista-conductista. No obstante, ser humano: nuestra libertad. Fue Sartre quien escri-
algunas formas más nuevas de investigación en peda- bió sobre personas que tenían miedo de la libertad. Y lo
gogía, a menudo conocidas como «investigación cualita- tenían porque la libertad absoluta, total, es aterradora.
tiva», se opusieron al positivismo y trataron de incluir Es difícil afrontar la perspectiva de que podemos hacer
algo más de la dimensión humana de la educación en el de una manera diferente todo lo que ahora hacemos;
interés de los investigadores. Con todo, la oposición e que siempre podemos elegir actuar de otra manera,
incompatibilidad fundamentales de esas perspectivas pensar diferente, sentir una nueva emoción. Sin em-
parecen insalvables. bargo, para ser auténticos debemos afrontar nuestra li-
bertad, crear nuestro propio sentido y elegir nuestro ca-
mino hacia el futuro y a través de nuestro futuro.
El existencialismo ¿Recuerda usted nuestro ejemplo de Jim Barnes,
que enseña una unidad de matemática a sus alumnos
En contraste con el positivismo, la filosofía que al- de quinto grado? Jim quiere que sus alumnos aprendan
berga a la psicología humanista es el existencialismo. la fórmula que permite calcular la superficie de figuras
Para muchos, el positivismo y el existencialismo son ar- planas limitadas por líneas rectas. Observemos que tie-
chienemigos. Explorar el existencialismo con alguna ne en mente cierta x, una fórmula para calcular super-
profundidad nos llevaría muy lejos, pero podemos refe- ficies, que desea transmitir a sus E. Bames es un do-
rirnos a él brevemente, lo suficiente para completar la cente del tipo ejecutivo que sigue la guía del curriculum
descripción del enfoque del terapeuta de la enseñanza. y de ahí que matemática sea la materia que da en esa
Una de las pocas tesis que los existencialistas defien- clase. La mayor parte de sus alumnos está en su aula
den en común es que la existencia precede a la esencia; porque le fueron asignados. Desde luego, a Jim le en-
que simplemente somos, antes de ser algo en particu- cantaría que sus estudiantes se interesaran mucho por
lar. Uno de los existencialistas más conocidos, Jean- la matemática, y apelará a toda clase de ardides y tác-
Paul Sartre, explica:
18 Jean-Paul Sartre, «Existentialism Is a Humanisn1», en \Val-

"¿Qué queremos significar cuando decimos que la exis- ter Kaufmann, comp., Existentialism from Dostoieusky to Sartre,
tencia precede a la esencia? Decimos que el hombre, an- Cleveland, Ohio: Meridian /World Publishing, 1956, págs. 290-1.

72 73
ticas para ganar ese interés. Pero, en fin de cuentas, existencialista-humanista es uno de los antagonismos
dicen los psicólogos humanistas y los existencialistas, clásicos de la filosofia y la psicología modernas. Walter
eso no conduce a nada. Los estudiantes no eligieron es- Kaufinann establece bien la disyunción:
tudiar cómo se calculan superficies. En su vida es poco
lo que los impulsaría a apropiarse personalmente de «Uno de los rasgos más tristes de nuestra época es que
ese conocimiento y asimilarlo. Jim Bames no carga con debamos afrontar una dicotomía enteramente innece-
la responsabilidad de aumentar la capacidad de sus saria: por un lado, están aquellos cuya devoción por la
estudiantes -ni está realmente interesado en ha- limpieza y el rigor intelectuales es ejemplar, pero que se
cerlo- de elegir, ganar en identidad personal y ampliar niegan a abordar otras cuestiones que no sean las pe-
su perspectiva de poder y sentido. queñas y con frecuencia francamente triviales; en el
¿Qué piensa usted sobre Jim Bames? ¿Daña lamen- otro bando están los hombres como Toynbee y algunos
te y detiene el desarrollo de la psique de sus estudian- de los existencialistas que abordan las cuestiones gran-
tes? ¿O sigue legítimamente una perspectiva eficaz de des e interesantes, pero lo hacen de manera tal que los
la enseñanza? Piense lo que piense usted en este mo- positivistas los señalan como pruebas vivientes de que
mento, ¿le queda claro por qué razón es problemático cualquier esfuerzo de este tipo está destinado al fraca-
tratar de ser un profesor ejecutivo y un profesor tera- so. Conscientes de los errores de sus oponentes, ambos
peuta, por lo menos al mismo tiempo? Quizás usted bandos van llegando cada vez a extremos mayores; la
considere la posibilidad de ser un docente ejecutivo en brecha se ensancha; y el lego inteligente que queda en
ciertas ocasiones y un docente terapeuta en otras. Ante el medio pronto los pierde de viola a ambos».19
esto los existencialistas bramarían: "º usted cree.que
En la esfera de la educación parecemos atrapados en
hay que presentar a los estudiantes el contenido para
aprender, o cree que pueden y deben determinar su pro- la misma dificultad. Ha habido muchos intentos de des-
pio aprendizaje. O cree que un docente puede enseñar cribir la enseñanza mediante la temünología de causa-
cierto contenido específico a un alumno, o cree que el efecto, de proceso-producto, pero los críticos afirman
docente lo único que puede hacer es guiar al alumno en que esto deja de lado la dimensión genuinamente hu-
la prosecución de un contenido específico. Usted cree o mana que da sentido a la enseñanza. También hemos
que el propósito de la educación es instruir al estudian- tenido descripciones fenomenológicas y existenciales de
te en el conocimiento y las habilidades, o que el propósi- la enseñanza como experiencia personal singular, pero
to es engendrar autenticidad y autorrealización. ¡ELI- los críticos dicen que no podemos hacer generalizacio-
JA! Usted no puede sentarse en el borde de la cerca. No nes provechosas partiendo de semejantes considera-
puede hacer ambas cosas». ciones narrativas personales. ¿Puede usted llegar a una
resolución por sí mismo, a algo que le permita utilizar
tanto el enfoque del ejecutivo como el del terapeuta en
Reflexiones adicionales el aula? No le hemos dejado grandes esperanzas, ¿no es
cierto?
Si usted se siente aturdido por este problema, tiro- 19
neado en dos direcciones, no está solo. La brecha entre \Valter Kaufmann, «Chapter 1: Existentialism from DosM
toievsky to Sartre», en Kaufn1ann, comp., Existentialism frorn
la perspectiva positivista-conductista y la perspectiva Dostoicvsky to Sartre, pág. 51.

74 75
Mientras usted medita sobre estas preguntas, hay mientos centrales, los estudiantes pueden normalmen-
un pequeño detalle que nos gustaría despejar. Cuando te seleccionar programas y cursos de una amplia gama
discutíamos el enfoque del terapeuta respecto de la tar- propuesta; o, si han alcanzado la edad correspondiente,
jeta de Persona Educada, dijimos que los defensores de abandonar la escuela. Pero primero debe considerarse
esta perspectiva de la enseñanza se opondrían enérgi- el bien común. ¿Cómo entonces toleraremos que los es-
camente a cualquier tarjeta semejante. ¿Por qué? Por- tudiantes elijan el momento, el lugar y el contenido de
que cada persona es singular. Mientras cada persona su educación, según propone el enfoque del terapeuta?
elija su propio camino hacia un futuro proyectado por Una vez más su deseo, como el nuestro, sería en-
ella misma, ese carácter singular se conserva. De ahí contrar un acuerdo. El enfoque del terapeuta es tan
que no existan normas compartidas ni resultados co- atractivo, tan pleno de dignidad y de esperanza puesta
munes que puedan utilizarse para determinar cuándo en cada ser humano, que nos resistimos a apartamos
una persona está calificada para recibir su tarjeta de de él. Pero, reiteramos nuestra pregunta: ¿cómo puede
P. E. En este caso no hay ningún conocimiento especia- uno adoptar los dos enfoques y ser coherente con los
lizado que pueda certificarse mediante un examen de la principios e imperativos de ambos? Cada elemento de
junta escolar o del registro de graduados. Usted podría, estas dos perspectivas nos está diciendo «¡Elige!». ¿Qué
tal vez, asignarse una tarjeta de P. E. a sí mismo, pero, hará usted?
¿para qué querría hacer semejante cosa? Esa tarjeta no Antes de tratar de decidir esta cuestión, nos gustaría
significaría nada para ninguna otra persona, puesto que considere los casos y discusiones que el cuadro 1
que usted se premió a sí mismo sobre la base de su asocia al enfoque del terapeuta. Los encontrará en el
propia condición singular. capítulo 7. Ahora pasaremos a examinar otro enfoque.
Y aquí nace un problema difícil para el enfoque del Y no es una perspectiva de contemporización entre las
terapeuta. Cada persona es singular. Esa condición se otras dos perspectivas, ni tampoco una especie de reso-
mantiene en virtud de las elecciones personales. U no lución de la paradoja que plantean el conductismo y el
debe tomar decisiones sobre la base del futuro que cons- humanismo. Este tercer estilo de enseñanza pone prin-
truye para sí mismo. Pero, ¿qué ocurre con el futuro de cipalmente el acento en la x de la fórmula DcpExy y
los demás? ¿Qué ocurre con el futuro de la comunidad? resulta por completo diferente de cualquiera de los dos
¿Del Estado? ¿De la nación? Esas entidades, ¿no pue- enfoques considerados hasta aquí tanto en lo referente
den ejercer jurisdicción sobre la enseñanza a fin de ase- a <p como ay.
gurar cierto sentido común y servir a ciertos propósitos
comunes? ¿El gobierno del pueblo no debería imponer
un programa compartido de estudios a cada niño a fin
de preservar la cultura y la nación?
En los Estados Unidos, hace tiempo que se acepta
que el mantenimiento de la democracia y la identidad
nacional exigen una educación común. Esta idea se ma-
nifiesta generalmente como un conjunto de elementos
centrales comunes a los estudios de todos los estudian-
tes. Una vez que se adquiere ese conjunto de conoci-

76 77
4. El enfoque del liberador

Las dos perspectivas examinadas hasta ahora po-


nen el acento en diferentes variables de la fórmula
D<¡>Exy. El enfoque del ejecutivo destaca lo que el do-
cente hace(<¡>). El enfoque del terapeuta pone énfasis en
lo que el estudiante (E) es y decide llegar a ser. Cada
estilo de enseñanza tiene diferentes propósitos (quepa-
recen excluirse recíprocamente si tenemos en cuenta
los argumentos que acabamos de esbozar). El docente
ejecutivo busca que el alumno adquiera un conocimien-
to y una habilidad específicos. El docente terapeuta
apoya y guía al alumno para que llegue a ser una per-
sona auténtica. Hemos analizado todas las variables de
la fórmula salvo una. Aunque hemos mencionado con
frecuencia el contenido (x), hasta ahora no lo hemos
caracterizado. El enfoque del liberador de la enseñanza
pone en primer plano el contenido, x.

Estudio de un caso

Para ilustrar la perspectiva liberadora quisiéramos


que usted imagine nuevamente que es un profesor. Es-
ta vez se trata de un profesor que acaba de egresar de la
facultad con calificaciones sobresalientes en matemáti-
ca y física. Usted se siente muy orgulloso por esos lo-
gros, pero lo que más lo enorgullece es haber rechazado
varios ofrecimientos de trabajo en la industria privada
porque desea ser profesor. Durante mucho tiempo us-
ted ha lamentado lo que considera la insuficiente pre-
paración de los estudiantes secundarios tanto en mate-

79
mática como en ciencias naturales. A usted le encantan conducción, la resonancia, la filtración y los efectos
estas materias y vislumbra el futuro en el que podrá magnéticos, así como los térmicos y bioquímicos.
compartir su conocimiento con sus estudiantes. Usted ¿Cómo planea enseñar todo este contenido? Esta
puede elegir entre varias escuelas; una preparación co- consideración lo perturba un poco, pero no excesiva-
mo la suya no se ve todos los días en los profesores que mente. Usted sabe bien todos estos temas. Se siente se-
recién se inician. Usted se decide por una buena escuela guro de poder presentarlos de manera viva a sus estu-
secundaria situada en una comunidad suburbana de diantes mediante el uso cuidadoso de ayudas instruc-
clase media, heterogénea desde el punto de vista racial. cionales, esbozos históricos y biográficos, y alentando a
Usted está a cargo de cinco clases, dos de fisica y tres los alumnos a realizar ejercicios y experimentos que los
de matemática. Una clase de fisica es de nivel avanza- pongan frente a los problemas que deben resolver. A us-
do, la otra es de fisica general para estudiantes que se ted le preocupa el modo en que debe comunicar este
preparan para ingresar a la facultad. Un curso de ma- complejo material a clases compuestas por una varie-
temática es de introducción al álgebra, los otros dos son dad de diferentes estudiantes ---<:on capacidades, expe-
de Algebra I. Usted se prepara profundamente para dar riencias e intereses diferentes-, aunque tampoco en
esos cursos, complementando los libros de clase con li- este caso siente una profunda inquietud. Confia en el
bros de ejercicios, prepara su propio material de apoyo valor que tiene su material para los estudiantes y está
hecho a medida de los alumnos, y una cantidad muy preparado para hacer los ajustes necesarios a medida
completa de ayudas visuales que incluyen coloridos es- que vaya conociendo sus diferencias.
quemas y gráficos, pósters, diapositivas, filminas y has-
ta unas pocas películas que muestran a famosos cientí-
ficos y matemáticos luchando con los grandes proble- Características de este enfoque
mas intelectuales de su época.
En cada curso, su principal interés es que la mayor Este estilo de poner gran énfasis en el contenido y
cantidad posible de alumnos aborden el material del prestar menos atención a las habilidades docentes es-
modo en que lo haría un fisico o un matemático. Por pecíficas o a los estados psíquicos y emocionales de los
ejemplo, usted decide comenzar la unidad sobre electri- alumnos lo convierte en un candidato para el enfoque
cidad de manera simple, utilizando una linterna o una del liberador. Pero sólo en candidato. Ser un miembro
lámpara hogareña corriente como punto de partida. Pe- pleno exige considerar el objetivo de la enseñanza, más
ro antes de que termine el primer período de esa lec- allá del énfasis en el contenido, del mismo modo que la
ción, usted proyecta considerar temas como los circui- consideración del objetivo es esencial para los enfoques
tos, la polaridad, la resistencia y la corriente eléctrica. A del ejecutivo y del terapeuta. El mero énfasis en el estu-
partir de entonces usted presentará la matemática bá- diante no lo hace a uno un docente terapeuta: uno debe
sica que es usual emplear en los cálculos eléctricos y concentrarse en el alumno con el propósito de ayudarlo
luego el carácter atómico de los circuitos eléctricos y a que llegue a ser una persona auténtica. El mero énfa-
electrónicos. Durante el desarrollo de estos temas les sis en las aptitudes técnicas de la enseñanza no lo hace
hablará a sus alumnos de Gilbert, de Faraday, de Max- a uno un docente ejecutivo; uno debe además procurar
well y de N eumann. Para cuando termine de dar la uni- que el estudiante adquiera efectivamente conocimiento
dad, usted espera haber tratado convenientemente la y pericia específicos. El mero énfasis en el contenido no

80 81
lo hace a uno un liberador; además hay que procurar espera que sus alumnos lleguen a ser investigadores
liberar la mente del estudiante de los límites de la ex- escépticos, críticos, porque es una actitud previa nece-
periencia cotidiana, de la inercia y la trivialidad de la saria para llegar a ser un buen científico. A fin de que
convención y el estereotipo. De ahí que el contenido de los estudiantes aprendan a pensar de ese modo, es ne-
sus clases de fisica y de matemática deba ser seleccio- cesario que vean que otro lo hace así (difícilmente pue-
nado y organizado con el propósito particular de liberar dan aprenderlo de la lectura del texto). Usted es el pro-
la mente del estudiante. fesor que debe servir como modelo para los estudiantes.
Llegado a este punto, usted podría objetar que hasta Si usted desea que ellos se conviertan en investigadores
ahora no puede precisar la diferencia entre el contenido críticos, como lo exige la naturaleza de su disciplina,
x en el enfoque ejecutivo y el contenido x en el enfo- deben observarlo a usted haciendo una indagación crí-
que liberador. Ambas perspectivas tratan con el conoci- tica. Para actuar como modelo, usted frecuentemente
miento, y ambas parecen tratar con el conocimiento es- debe hacer ciencia en su salón de clases, de modo tal
pecífico, aunque el enfoque liberador parece describir que sus alumnos puedan ver qué significa que ellos ha-
ese conocimiento en un elevado nivel de complejidad. gan ciencia como investigadores críticos. Sería dispara-
Pero, sin duda, las meras diferencias en profundidad y tado que usted esperara que sus alumnos tuvieran una
alcance del conocimiento no pueden ser lo único que conducta crítica y cuestionadora sobre los fenómenos
separa el contenido x ejecutivo y el contenido x libera- del mundo si la persona que les enseña la materia no
dor. Si esa es su réplica, felicitaciones. Usted apunta en actúa de ese modo.
la dirección correcta.
La naturaleza del conocimiento y la manera en que
se lo explora son diferentes en las perspectivas ejecuti- Las «maneras» en la enseñanza
va y libertaria. La x en el enfoque ejecutivo está, como
ya señalamos, altamente especificada. La constituyen Este modo de actuar como profesor se llama «ma-
datos discretos, ideas, temas y dominios a menudo ex- nera". No en el sentido en que se dice «las buenas ma-
presados en la forma de resultados en la conducta o en neras en la mesa» (aunque hay alguna semejanza), sino
competencias mensurables. Este tipo de especificación la «manera,, en el sentido que se usa cuando alguien
precisa es necesaria si se pretenden utilizar exámenes dice «me gusta su manera de ser». Una manera de ser
objetivos y estandarizados para determinar qué obtie- es una disposición relativamente estable para actuar
nen, si es que obtienen algo, los alumnos de sus docen- de un modo determinado en circunstancias que requie-
tes. Recordemos que la tarea del docente es pasar x ren una acción semejante. Hablamos de personas que
desde su fuente hasta la mente del alumno. La manera son corteses, que tienen buen humor, que son afectuo-
en que se haga esta enseñanza parece estar por com- sas, o reservadas o ambiciosas. Esas palabras descri-
pleto determinada por aquellas habilidades técnicas ben su «manera,, de ser. En las circunstancias apropia-
para enseñar que han demostrado ser eficaces para que das, una persona afectuosa sonreirá, acariciará, abra-
los estudiantes obtengan conocimientos específicos. zará, ofrecerá apoyo y hará preguntas simpáticas,
En el enfoque liberador, la manera de dar clase está mientras que las mismas circunstancias harían que la
en gran medida influida por el contenido mismo. Por persona que tiene una «manera de ser,, tímida reaccio-
ejemplo, en su condición de profesor de ciencias, usted ne quedándose inmóvil, con el ceño fruncido y retraída.

82 83
La manera de ser del docente es esencial en el en- nes diferentes. Estas son maneras (modos coherentes
foque liberador porque determina en gran medida que de conducta) que el docente debe mostrar a fin de
el conocimiento y la aptitud que el alumno debe apren- enseñar bien la ciencia. El profesor debe no solamente
der liberen su mente o simplemente la paralicen con mostrar esas maneras, sino también llamar la atención
datos y habilidades insípidos e irrelevantes. Uno de los hacia ellas y alentar a sus alumnos para que las imiten,
más destacados defensores contemporáneos del enfo- además de elogiarlos cuando ellos mismos se compor-
que liberador, R. S. Peters, aclara la idea de la manera tan de ese modo. Para el enfoque liberador no basta con
de ser al analizar lo que él llama los «principios de pro- que el alumno simplemente adquiera el conocimiento y
cedimiento» para enseñar materias tales como ciencia o la aptitud, en mayor o menor medida. Ese conocimiento
historia: y esa aptitud deben adquirirse de una manera apropia-
«Debe haber respeto por las pruebas y una prohibición da al tipo de conocimiento que se imparte.
de "cocinarlas" o deformarlas; debe haber una disposi- En la enseñanza de literatura, por ejemplo, la mane-
ción a admitir que uno se ha equivocado; no debe poner- ra de la instrucción tiene que ser algo diferente de la
se ninguna traba a la persona que desea plantear ob- manera de la ciencia. En el primer caso, el profesor pro-
jeciones; debe manifestarse respeto por las personas bablemente desee mostrar pasión y compromiso y alen-
como una fuente de argumentos y nunca se dirigirán tar a sus alumnos a hacer lo mismo, mientras que la en-
injurias personales ni se manifestará desprecio por lo señanza de la ciencia requiere desapasionamiento y de-
que dice alguien a causa de quién es el que lo dice. sapego. En arte y en música, el docente quizá quiera
Aprender ciencia no es sencillamente aprender datos y mostrar despreocupación por las reglas convencionales
comprender teorías; también es aprender a participar de am1onía, equilibrio, ritmo y color, con el objeto de
en una fomrn pública de una vida gobernada por tales promover la expresión crea tiva en su clase, en tanto
principios de procedimiento. Por consiguiente, en la que sólo en condiciones muy especiales el científico que-
medida en que una persona quiera educarse científi- rria mostrar indiferencia por las reglas metodológicas
camente, deberá absorber estos principios de procedi- de la indagación científica convencional. Cada campo
miento, en virtud de los cuales se ha acumulado, se disciplinario normalmente tiene una serie de maneras,
critica y se desarrolla el contenido del pensamiento de principios de procedimiento, como los llama Peters,
científico,, .1 que son los que convienen a ese campo.
Si bien hemos descripto con suficiente claridad la
Estos principios de procedimiento son parte de lo idea de «manera,,, aun podemos agregar un poco de
que significa la manera de enseñar. Observemos que complejidad a esta discusión sin abrumar al lector. La
Peters habla de mostrar respeto por las pruebas y por manera de enseñar no sólo está bajo la influencia de la
las personas como fuente de argumento; de no estorbar naturaleza del contenido (por ejemplo, fisica, literatura
cuando se presentan perspectivas divergentes; de no o arte), también recibe la influencia de la complejidad
utilizar la injuria ni mostrar desprecio por las opinio- del contenido. Si se trata de un contenido poco desarro-
1 R. S. Peters, «Aims ofEducation: A Conceptual Inquiry•\ en R.
llado y de nivel bajo, ¿qué valor y qué fascinación acom-
S. Peters, comp., T/w Philosophy of Education, Londres: Oxford pañarían a semejante contenido? Un contenido poco
Univcrsity Press, 1973, pág. 25 [La filosofía ck la educación, Mé- elaborado le deja al docente muy poco campo y poca pro-
xico: Fondo de Cultura Económica, 1977]. fundidad para desarrollar sus maneras. La situación

84 85
podría compararse con la de una actriz que debe vérse- el trato justo. Entre las virtudes intelectuales están la
las con un guión pobre. No desea actuarlo porque no re- racionalidad, la amplitud de espíritu, la valoración de
presenta un desafío para su talento dramático; le niega las pruebas, la curiosidad, un hábito mental reflexivo y
alcance y profundidad. el escepticismo prudente.
El conocimiento específico, tan valorado en el enfo- Cada una de estas virtudes denota una manera de
que ejecutivo, está especialmente sujeto a este tipo de actuar que según los liberadores debería ser caracterís-
deficiencias. El conocimiento y las habilidades se espe- tica de toda la enseñanza. En realidad, en la perspec-
cifican con toda precisión a fin de que se pueda diagnos- tiva libertaria, estas virtudes morales e intelectuales se
ticar con exactitud el fondo acumulado de conocimiento consideran una parte del contenido. El alumno debe
y habilidades del alumno, se pueda preparar una pres- adquirirlas del mismo modo en que debe adquirir el
cripción instruccional, brindar esa instrucción y, final- conocimiento y la aptitud en cada disciplina. ¡Diablos!
mente, se administre una evaluación que no dé lugar a ¿Comprendió usted bien lo que acaba de leer? Hasta
ambigüedad. La dificultad está en que el conocimiento ahora hemos estado hablando de la manera y el conte-
y las habilidades se especifican en un nivel tan básico y nido como si fueran dos entidades separadas y ahora
detallado que al docente le resulta imposible impartir- acabamos de decir que la manera es parte del conte-
los de una manera que refleje algo más que un enfoque nido. Tómese un momento. Vea si puede explicarse esto
rudimentario, y hasta a veces primitivo, del contenido. por sí mismo. Y luego regrese al texto.
En el enfoque liberador hay muchas menos probabili- La manera es una parte del contenido de la enseñan-
dades de llegar a este resultado porque en él se pone za porque mientras usted comunica el contenido de al-
particularmente el acento en la calidad del contenido. gún tema a sus alumnos, también les enseña la manera
en que usted enfoca y trata ese contenido. Los estudian-
tes aprenden no sólo de lo que usted dice y lo que les
Virtudes morales e intelectuales asigna hacer; aprenden del modo en que usted lo hace.
Es normal que usted no piense demasiado en esta face-
En un momento observaremos más detenidamente ta de la docencia (es parte de una noción que se conoce
esta noción de la complejidad del contenido. Ahora es como «curriculum oculto»), pero para el liberador, es
necesario agregar un detalle sobre la manera de ense- una parte vital de la enseñanza. El liberador desea que
ñar. Hemos dicho que la manera es específica del campo el estudiante adquiera la manera (general y especial)
disciplinario y también señalamos hasta qué punto esa tanto como el contenido, porque el contenido sin lama-
manera está afectada por el grado de complejidad con nera no será liberador.
que se desarrolla el contenido para que el docente lo im-
parta en su clase. También existe lo que podríamos lla-
mar la manera general. Su forma y su carácter no de- Rasgos de carácter
penden de los diferentes terrenos o materias; resulta
aplicable en todos los campos. Esta manera general ha- Puede resultar dificil entender cómo la manera llega
bitualmente se agrupa con el título de «virtudes mo- a formar parte del contenido, porque no puede ser en-
rales e intelectuales». Entre las virtudes morales están señada a los estudiantes directamente, a diferencia del
la honestidad, la integridad, la disposición imparcial y conocimiento, las habilidades y la comprensión. Estos

86 87
últimos se obtienen por una especie de ataque frontal. Ryle sostiene que aprendemos rasgos de carácter
Pero hay otro tipo de resultado del aprendizaje, llama- cuando otro nos los muestra y nos entrena en ellos,
do «rasgos de carácter». Difiere de los otros tres en que alentándonos o recriminándonos, según corresponda.
se hace difícil impartirlo directamente. Suena un poco Finalmente llegamos a dominar cada rasgo entrenán-
tonto que un profesor diga «Hoy voy a enseñarles ama- donos para vivirlo bien. Este es el modo en que el alum-
bilidad», aunque no suena tonto que diga «Hoy les en- no adquiere la «manera» de ser del profesor. El conocido
señaré el teorema de Pitágoras" u «Hoy voy a enseñar- psicólogo de niños Urie Bronfenbrenner hace una ob-
les cómo se inicia y se mantiene una reacción atómica». servación semejante:
Los rasgos de carácter se enseñan con el ejemplo y el
modelo, no por medio de la enseñanza directa. Para que «Por importantes que sean los factores genéticos en
los alumnos puedan adquirirlos, tales rasgos deben ser cuanto a determinar la conducta humana, no hay du-
parte de la manera de ser del docente. Ahora bien, aun- das de que cualidades tales como la confianza mutua, la
que se los enseñe indirectamente, siguen siendo en amabilidad, la cooperación y la responsabilidad social
gran medida una parte de lo que el docente liberador no pueden asegurarse mediante la reproducción selec-
quiere que sus alumnos aprendan. Esta característica tiva; se aprenden de otros seres humanos que en algu-
es la que hace que la manera sea parte del contenido. El na medida exhiben esas cualidades, las valoran y se
filósofo británico Gilbert Ryle, al observar rasgos tales esfuerzan por desarrollarlas en sus hijos. Es más una
como el esfuerzo sostenido y la disposición imparcial, cuestión de herencia social que de herencia biológica. O,
ofrece un descripción interesante: como solía decir uno de los profesores del autor, Walter
Fenno Dearborn, "[El] es astilla del mismo palo, no
«Lo que nos ayudará a ejercer el control de nosotros porque haya sido hachada de él sino porque conviven
mismos, a ser imparciales o laboriosos, son los buenos en el mismo bosque",,. 3
ejemplos dados por otros, luego la propia práctica que
hagamos, los errores que cometamos, los nuevos inten- Para quienes adoptan la perspectiva libertaria, po-
tos y los nuevos fracasos, pero nada ocurre de manera cas cosas son más destructivas que pedir a los estu-
inmediata. En cuestiones de moral, como de las habili- diantes una «manera» que el profesor ni posee ni exhi-
dades y las artes, primero aprendemos de lo que nos be. Todos hemos tenido docentes de este tipo: el profesor
muestran los demás, luego del entrenamiento al que de ciencia que les pide a sus estudiantes que tengan un
nos someten otros, naturalmente, acompañado por al- pensamiento crítico, pero nunca se aparta del problema
guna homilía bien expresada, algún elogio, alguna re- planteado en el texto o de las respuestas que dan los
primenda y, en fin, del entrenamiento al que nos some-
temos nosotros mismos•>. 2 3 Urie Bronfenbrenner, Two Worlds of Chilhood: U.S. and
U.S.S.R., Nueva York: Simon &Schuster, 1970, Clarion edición de
bolsillo, 1972, cita tomada de Ja página 117 de Ja edición de bolsillo
[Educación de los niños en dos culturas: comparaciones entre los
2 Gilbert Ryle, ,,can Virtue Be Taught?,,, en R. F. Dearden, P. H.
Estados Unidos y la ex Unión Soviética, Madrid: Visor, 1993]. [En
Hirst y R. S. Peters, cornps., Education and Reason: Part 3 of Edu- la frase de Walter Fenno Dearborn hay un juego de palabras irre-
cation and the Development of Reason, Londres: Routledge & producible en español: He's a chip offthe old bloch, not because he
Kegan Paul, 1975, pág. 47. was kJWched offit, but because he knocked around with it.]

88 89
manuales para docentes; el profesor de arte que habla tipo de contenido que tiene más probabilidades de ser
incesantemente de ser creativo y expresivo, pero en el dominado por los niños, y la necesidad de que ese
aula siempre estructura del mismo modo las tareas que contenido se desan-olle de modo tal que después se lo
encarga y le da rigurosa importancia a la pulcritud de pueda evaluar con exactitud. Las demandas del enfo-
los trabajos; el maestro de la escuela elemental que les que liberador son por completo diferentes. Un docente
aconseja a sus alumnos compartir sus cosas, pero se inclinado hacia el estilo liberador cree que el alumno
enoja si alguien olvida un lápiz o toma alguno de los sólo puede desan-ollar y liberar su espíritu si adquiere
materiales que él tiene en su escritorio. saberes y comprensiones esenciales, combinados con
El docente liberador se preocupa por ser un modelo los rasgos morales e intelectuales del carácter que más
de la manera de ser especial y general necesaria para se ajusten a esos conocimientos. Lo que se incluya en la
liberar la mente del alumno de los dogmas, las con- categoría de "saberes y comprensiones esenciales» no
venciones y los estereotipos. Si quiere inculcar creati- debe estar determinado por el simple hecho de que los
vidad, ese docente no enseña una unidad sobre la crea- niños lo aprendan con mayor facilidad ni por la posibi-
tividad; la creatividad no es tanto una habilidad que lidad de evaluarlo con el mayor nivel de confiabilidad y
pueda enseñarse directamente como un modo de enca- validez.
rar las tareas y actividades. De modo que ese profesor El liberador establece algunos controles estrictos
actúa creativamente, impulsando a sus alumnos a se- sobre lo que cuenta como saber y comprensión y, por lo
guir su ejemplo y ofreciéndoles la oportunidad y la se- tanto, sobre lo que es adecuado para el curriculum. Una
guridad necesarias para que intenten ser creativos. Lo de las explicaciones contemporáneas más completas de
mismo ocun-e en el caso del pensamiento crítico, la pie- esos controles fue presentada por P. H. Hirst. 4 Este
dad y la honestidad. Estos y muchos otros rasgos clave autor sostiene que el conocimiento puede dividirse en
se adquieren indirectamente de una enseñanza que siete formas. Estas son: matemática, ciencias físicas,
además busca impartir conocimiento, aptitud y com- ciencias humanas, historia, religión, literatura y bellas
prensión. artes, y filosofía. Hirst afirma que estas siete formas o
dominios cubren todos los tipos de cosas que, como se-
res humanos, podemos llegar a saber sobre el mundo.
Formas de conocimiento La mejor educación es aquella que inicia a los estudian-
tes en estas formas de conocimiento.
Hace un momento distinguíamos la naturaleza del Además de interesarse por establecer cuáles son las
contenido estudiando el nivel de complejidad con que se formas apropiadas de conocimiento, el liberador tam-
desan-olla y se presenta a los alumnos. Prometimos vol- bién estipula cómo deberían enseñarse esas formas. Es
ver sobre este punto después de analizar el concepto de decir, uno no puede ni elegir un tema de enseñanza
"manera». Ha llegado el momento de hacerlo. Recorde- cualquiera (si su objetivo es liberar la mente, debe se-
mos que, en el enfoque del ejecutivo, el contenido está 4 P. H. Hirst, «Liberal Education and the Nature ofKnowledge••,
altamente especificado, como debe ser para que el do- en R. Peters, comp., The Philosophy of Education, págs 87-111 [La
cente que adopta esta perspectiva cumpla bien su fun- filosofía de la educación, México: Fondo de Cultura Económica,
ción. Estas exigencias con respecto al contenido surgen 1977]; también en Dearden, Hirst y Peters, comps., Education
primariamente de la experiencia pasada: esta indica el and Reason: Part 3, págs. 1-24.

90 91
leccionar entre las formas) ni enfocarlo de la manera idea releer el material de las últimas páginas antes de
que más le plazca. Para Hirst, una forma de conoci- abordar los nuevos párrafos que siguen.
miento tiene ciertas características especiales que pue- A medida que crecemos y nos desarrollamos, expe-
den ayudar al docente liberador a ver qué es esencial y rimentamos el mundo que nos rodea. La información y
qué contribuye a formar la idea para cierto tema. Una los datos entran en nuestra cabeza por nuestros sen-
forma de conocimiento es un sistema conceptual cohe- tidos. Oímos, vemos, sentimos, olemos y saboreamos
rente que la humanidad ha desarrollado colectivamen- las cosas que hay en el mundo. Y podemos hacer una
te a través del tiempo a fin de dar sentido a áreas par- diversidad de cosas con lo que entra en nuestra cabeza.
ticulares de la experiencia humana. Cada forma tiene Podemos, por así decirlo, directamente descartarlo (ol-
sus conceptos especiales que captan aspectos clave de vidarlo o ignorarlo). Podemos almacenarlo por un lapso
la experiencia humana. breve y no prestarle mucha atención. Podemos eva-
Por ejemplo, para dar sentido a las experiencias ar- luarlo, reflexionar sobre ello y aun hacer algo con ello.
tísticas, necesitamos un concepto de belleza; para dar Podemos elaborarlo, conectarlo con algunas otras cosas
sentido a experiencias en el mundo físico, natural, ne- y quizá crear nueva información o nuevas ideas. Evi-
cesitamos conceptos tales como verdad, hecho y prueba dentemente, todo lo que ocurre en el interior de nuestro
evidente; y para comprender los fenómenos matemá- cerebro tiene una influencia en la información que se-
ticos, necesitamos el concepto de número. Además de guimos incorporando a través de los sentidos. Lo que
estos conceptos clave, cada forma de conocimiento, en la sabemos y sentimos en relación con nuestro mundo
opinión de Hirst, tiene una estructura lógica distintiva puede tener un impacto profundo en lo que queramos
propia (piénsese en la diferencia entre las reglas para ver u oír, en lo que veremos y en el modo en que inter-
resolver ecuaciones matemáticas y las reglas gramati- pretaremos lo que veamos, sintamos u oigamos.
cales de un idioma), un conjunto de habilidades y méto- Por el momento llamaremos «ingreso» a toda esta
dos especiales para elaborar enunciados significativos información y estos datos que entran. Cómo filtramos,
en esa forma (piénsese en el método científico) y una se- procesamos y estructuramos ese ingreso es un asunto
rie de normas únicas para comprobar y juzgar pública- crítico para el liberador. En esta perspectiva, se consi-
mente esos enunciados (piénsese en la crítica artística o dera que las formas de conocimiento que mencionamos
literaria). anteriormente están entre los medios más elaborados
Estos conceptos pueden parecer excesivamente com- para dar una estructura a la experiencia: para darle a
plejos. Una razón de que algunos tengamos dificultad la experiencia una significación profunda y útil, y para
para captarlos es que nosotros mismos no hemos tenido capacitarnos en el control y la mediación de nuestra
muchos profesores que comprendieran plenamente el experiencia. Estas formas de conocimiento no están
enfoque liberador y que se sintieran comprometidos con compuestas simplemente de datos, cifras y fórmulas;
él. De ahí que encontremos difícil asimilar las nociones son ideas clave o centrales, estructuras lógicas distin-
liberadoras a nuestras propias experiencias con la edu- tivas, métodos de indagación, y normas de juicios pú-
cación. Por esta razón, podría ser útil simplificar algu- blicamente sustentadas. Si aprendemos estas últimas
nas de las ideas que acabamos de describir. Trataremos características de las formas al tiempo que aprendemos
de no forzar estos conceptos transformándolos en ideas los datos, las cifras y las fórmulas, realmente hacemos
y metáforas más corrientes, pero podría ser una buena del conocimiento la base para liberar la mente de lími-

92 93
tes, engaños y convencionalismos de la experiencia pensamiento liberador. El movimiento de desarrollo de
corriente, no estructurada. los curricula en la década de 1960 le prestó gran aten-
Un docente podría considerarse un liberador si pone ción y el ahora clásico libro de Jerome S. Bruner, The
el acento en el contenido, en la x de la fórmula D<¡>Exy. Process of Education, le dio mayor impulso. Bruner
Sin embargo, si el contenido se entiende meramente escribió que «Captar la estructura de un asunto es com-
como un conjunto de datos, cifras y fórmulas, ese do- prenderlo de un modo que permite vincularlo con senti-
cente no es un liberador, aun cuando x parezca ser la do a muchas otras cosas. En suma, aprender la estruc-
variable principal en la instrucción que brinda esa per- tura es aprender cómo se relacionan las cosas entre
sona. Recordemos que además de impartir el contenido sí». 5 Luego pasaba a analizar la importancia de las
de su materia, el docente que adopta la perspectiva li- ideas clave:
beradora debe también ser ejemplo de la manera de ser
de una persona educada liberalmente; debe poseer y «Las ideas básicas que están en el corazón mismo de
exhibir las virtudes morales e intelectuales que anali- toda ciencia y de la matemática así como los temas bá-
zamos antes. Ahora bien, hay otro pequeño inconve- sicos que dan forma a la vida y la literatura son no me-
niente: el contenido mismo debe desarrollarse con pro- nos simples que vigorosas. Dominar esas ideas básicas,
cedimientos particulares. Debe planearse y presentar- utilizarlas con eficacia, exige una profundización con-
se de modo tal que el alumno pueda captar la estruc- tinua de la comprensión que tenemos de ellas y que na-
tura radical de las diversas formas de conocimiento, y ce de aprender a utilizarlas en formas cada vez más
de este modo el estudiante se capacita para estructurar cmnplejas». 6
su propia experiencia.
La estructura del contenido, de acuerdo con Hirst y No es sorprendente que nos remitamos a Bruner
muchos otros teóricos de la educación, se revela aten- para hacer una descripción de la naturaleza del conte-
diendo a los conceptos clave de una forma dada, a sus nido en el enfoque liberador. Bruner es un psicólogo
estructuras lógicas distintivas (las reglas y heurísticas cognitivo y, como tal, representa una escuela de pensa-
que gobiernan el modo en que se conectan los conceptos miento diferente del conductismo del enfoque del ejecu-
y las afirmaciones de conocimiento), a sus métodos para tivo y de la psicología humanista del enfoque del tera-
emprender investigaciones formales (tales como el mé- peuta. Como el psicólogo cognitivo está especialmente
todo científico, la historiografía, la etnografía y la feno- interesado en la manera en que adquirimos, interpre-
menología) y sus normas para comprobar y juzgar tamos, aplicamos y ampliamos nuestro conocimiento,
hipótesis o declaraciones. De ahí que, en esta perspecti- existe una estrecha filiación entre el liberador y el psi-
va, adquirir una disciplina (física, química, historia, cólogo cognitivo. Pero sería un error llevar esta filiación
psicología, etc.) es aprender sus ideas principales, com- demasiado lejos, porque la perspectiva liberadora no
prender su estructura lógica, estar capacitado para em- está tan enraizada en la psicología (en ningún tipo de
prender indagaciones controladas dentro de su esfera
5 Jerome S. Bruner, The Process of Education, Cambridge, Mas-
de experiencia, y saber qué determina el mérito y el va-
sachusetts: Harvard University Press, 1960; Nueva York: Ran-
lor de nuestros descubrimientos y producciones. dom House Vintage Edition, 1963, cita tomada de la página 71 de
La noción de que el conocimiento tiene una forma o la edición Vintage.
estructura ha sido durante mucho tiempo parte del 6 !bid. (edición Vintage), págs. 12-3.

94 95
psicología) como los enfoques ejecutivo y terapéutico. enseñar a los campesinos adultos analfabetos de la
Los fundamentos de los liberadores son más filosóficos. atrasada región nordeste del Brasil. En 1964 Freire de-
Sin embargo, en la medida en que quienes adoptan este bió exiliarse a causa de su obra. Su libro Pedagogía del
punto de vista quieran buscar algún apoyo en la psico- oprimido 7 presenta sus ideas políticas y filosóficas así
logía, la de tipo cognitivo sería su escuela de pensa- como las prácticas pedagógicas que Freire elaboró para
miento preferida. estimular y sostener la «conciencia crítica" en la gente.
La preocupación fundamental de Freire es la libe-
ración de las personas pobres, débiles e ignorantes que
La liberación como emancipación han estado sujetas a una dominación semejante a la
esclavitud por parte de los ricos y poderosos. Freire cree
El pensamiento liberador ha experimentado recien- que los grupos dominantes imponen a los oprimidos
temente otro impulso procedente de la filosofía neo- una visión opresiva de la realidad social, con lo cual les
marxista que tiene más una orientación política y social impiden percibir y evaluar su situación, y siquiera pen-
que una preocupación por las disciplinas y las maneras. sar que pueda ser de otra manera. Esta versión de la
Aquí la trataremos como una variante del enfoque libe- realidad social se va inculcando mediante palabras,
rador porque la filosofía neo-marxista busca liberar la imágenes, costumbres, mitos, cultura popular y una
mente en un aspecto especial; algunos educadores po- multiplicidad de formas obvias y sutiles que penetran
drían argüir que este es ya por propio derecho otro en- y recorren la vida pública. Los oprimidos aceptan esta
foque diferente de la enseñanza. Y lo llamarían pedago- versión como la realidad y se sienten psicológicamen-
gía crítica o enseñanza emancipadora. El emancipador te devastados por ella. Al aceptar el punto de vista del
ve el mundo social como un lugar de lucha continua y dominante, los oprimidos llegan a creer que carecen de
opresión en el que aquellos que tienen poder, privilegio valor, que son desvalidos e inferiores. Adquieren los
y status se afirman cada vez más y aquellos que se per- rasgos de personalidad característicos de la gente opri-
ciben como personas inferiores aceptan su destino y su mida: fatalismo, autodesaprobación y dependencia
debilidad. Los emancipadores sostienen que las escue- emocional.
las son instrumentos de reproducción social en las cua- Para Freire, la tarea primaria del educador es su-
les las clases inferiores aprenden a ser obreros dóciles perar estas actitudes y reemplazarlas con rasgos de
que cumplen órdenes y donde se entrena a las clases libertad activa y responsabilidad humana. Esto es im-
superiores para el liderazgo y el ejercicio del poder. El posible de lograr tratando a los oprimidos como objetos
punto esencial (y) de la enseñanza emancipadora es, cuyas conductas deben ser transformadas por el docen-
pues, liberar los espíritus de los estudiantes de la in- te. Antes bien, deben ser tratados como agentes hu-
fluencia inconsciente de ideas opresivas sobre su clase, manos activos que merecen nuestra ayuda a fin de po-
su género, su raza o su condición étnica porque esas der alcanzar su propia liberación. Necesitan que se les
ideas los paralizan, los debilitan y los separan de las despierte la conciencia, para que «lleguen a verse a sí
oportunidades de lograr una vida mejor. mismos como hombres comprometidos en la vocación
Quizás el autor más conocido que enunció tempra-
namente el rol del docente emancipador sea Paulo Frei- 7 Paulo Freire, Pedagogy ofthe Oppressed, Nueva York: Herder
re, el educador brasileño que desarrolló un método para and Herder. 1970 [México: Siglo XXI].

96 97
ontológica e histórica de llegar a ser más plenamente nada por otros. Ellos creen que este es el propósito ade-
humanos». 8 Esto debe lograrse mediante el diálogo. La cuado de la educación no sólo para los campesinos de
tarea del docente como emancipador es plantear pro- Brasil sino para todos los pobres y oprimidos que ha-
blemas: «plantear los problemas de los hombres en sus bitan en las grandes ciudades, los trabajadores mi-
relaciones con el mundo». 9 Los estudiantes y su docente grantes Y los obreros fabriles de todas partes del mun-
deben llegar a ser colaboradores, coinvestigadores que do, y para todos aquellos que, en cualquier parte, hayan
desarrollen juntos su conciencia de la realidad y sus aprendido a no cuestionar lo que les ha tocado en suerte
imágenes de una realidad mejor, posible. A esta aptitud en la vida. Algunos de los esfuerzos actuales en educa-
de apartarse de una aceptación inconsciente del estado ción multicultural, en los estudios sobre grupos negros
de cosas y percibir el mundo de manera crítica, incluso y mujeres y en programas bilingües son ejemplos de
en medio de fuerzas generales, sutiles y poderosas que programas emancipadores. Si bien tanto los liberado-
tienden a deformar y oprimir, se refiere Freire cuando res como los emancipadores procuran liberar la mente
habla de lograr una conciencia crítica. de los estudiantes, los objetivos de los segundos son
En los Estados U nidos y en tiempos más recientes, abiertamente políticos. No obstante, ambos se esfuer-
la obra de Michael Apple, Henry Giroux, Peter Mc- zan por que la educación tenga un fin moral: la libertad
Laren, Stanley Aronowitz, Thomas Popkewitz, Ira Shor del espíritu. En un esfuerzo por distinguir ambos enfo-
y otros10 dio nuevo impulso a la posición emancipadora ques, utilizaremos el término «emancipadores» para re-
contra los males de la reproducción social. ferirnos a los programas educativos sostenidos por los
Para estos teóricos emancipadores, el objetivo de la que defienden las ideas de Freire y otros autores que
educación es elevar la conciencia crítica de los opri- siguen su pensamiento. Reservaremos el término «libe-
midos de modo que puedan liberarse de una vida domi- radores» para designar a los que representan las no-
ciones principales de la educación liberal, como lama-
8 Ibid., pág. 52. nera de ser, la virtud, las formas de conocimiento y la
9 Ibid., pág. 66. pai.deia.
10 Véanse, por ejemplo, Michael Apple, Teachers and Texts: A

Political Economy of Class and Gender Relations, l\rueva York:


Routledge, Chapman and Hall, 1988 [Maestros y textos. Una La propuesta de paideia
economía política de las relaciones de clase y de sexo en educación,
Barcelona: Paidós, 1989]; Stanley Aronowitz y Henry A. Giroux,
Education under Siege: The Conservative, Liberal and Radical Ya mencionamos que el enfoque liberador tiene sus
Debate over Schooling, South Hadley, Massachusetts: Bergin and raíces más profundamente arraigadas en la filosofia
Garvey, 1985; Peter McLaren, Life in Schools: An Introduction to que en la psicología. Estas raíces pueden remontarse a
Critica! Pedagogy in the Foundations of Education, Nueva York:
Platón y Aristóteles. En cierto sentido, la noción de edu-
Longman, 1989; Thomas S. Popkewitz, A Política! Sociology of
Educational Reform: Power I Knowledge in Teaching, Teacher cación liberal es decididamente griega. Los filósofos
Education and Research, Nueva York: Teachers College Prcss, aún vuelven a la obra de los antiguos griegos (yde algu-
1991 [Sociología política de la reforma educativa: el poder I saber nos romanos como Horacio, Virgilio y Cicerón) en busca
en la enseñanza, la formación del profesorado y la investigación, de las premisas básicas de la educación liberal. La idea
Madrid: Morata, 1994] e Ira Shor, Critica/ Teaching and Everyday
griega de paideia está en el centro conceptual del en-
Life, Chicago: University of Chicago Press, 1987, originalmente
publicado en 1980. foque liberador de la enseñanza.

98 99
Paideia es el nombre de un sistema de educación anatómico y modos instintivos de conducta. En con-
utilizado en la Grecia y la Roma clásicas. Su curriculum secuencia, son más flexibles que las demás criaturas en
incluía gimnasia, retórica, gramática, matemática y su capacidad para ajustarse a la más amplia variedad
geografía (nótese el paralelo con las formas de conoci- de ambientes y a circunstancias externas rápidamente
miento de Hirst). Estas son las disciplinas en las que cambiantes. Se adaptan a todos los climas y condicio-
pensamos hoy cuando hablamos de educación liberal. nes de la Tierra y pueden amoldarse perpetuamente al
El estudio de tales disciplinas hace una «persona aca- impacto que produce el cambio.
bada», prepara al individuo de manera general para la »Por eso la enseñanza no especializada tiene la cua-
vida. Durante los primeros tiempos de la era cristiana, lidad que más se ajusta a la naturaleza humana. Por
el concepto griego de paideia se entendía como huma- esa razón, desde el punto de vista práctico y de utilidad,
nitas: la cultura de la humanidad. En ambas nociones, es mejor que cualquier otro tipo de enseñanza,,.12
tanto en paideia como en humanitas, se ponía el acento
en la capacidad de los seres humanos de alcanzar los El conocimiento especificado, el objetivo del enfoque
fines más nobles, los logros más elevados en el cono- del ejecutivo, es anatema para Adler. Destinar el tiem-
cimiento, la comprensión y la virtud. Estas nociones de po escolar a preparar personas para tareas, aptitudes o
excelencia en los logros humanos se conservaron en el trabajos específicos es malgastarlo. El aprendizaje más
pensamiento occidental. Fueron nociones fundamenta- práctico es el general, aquel que nos ofrece los instru-
les durante el Renacimiento y la Ilustración y conti- mentos necesarios para realizar nuestra adaptabilidad
núan siéndolo en el presente. De un modo u otro, a lo y nos capacita para efectuar las tareas a medida que se
largo de la historia, los filósofos argumentaron en favor nos presentan en un mundo rápidamente cambiante.
del enfoque liberador: no sólo Platón y Aristóteles, sino El aprendizaje general o liberal es mejor, no sólo porque
también Erasmo y Tomas Moro, Pascal y Descartes, capitaliza mejor la capacidad de adaptación y la inteli-
Hume y Voltaire, Mili y Kant, Wnitehead y Dewey. gencia humanas, sino también «porque prepara a nues-
En la década de 1980 se publicaron una cantidad de tros niños para ser buenos ciudadanos y para vivir bue-
libros e informes sobre el estado de la educación en los nas vidas humanas,,.13
Estados Unidos. Quizás el más famoso seaANation at ¿Cómo haríaAdler para alcanzar esos fines en entor-
Risk, realizado por una comisión nacional. 11 Otro infor- nos escolares? Su respuesta moderna no es notable-
me que llamó ampliamente la atención fue el titulado mente diferente de la respuesta antigua. El curso de
The Paideia Proposal, de Mortimer J. Adler. Censuran- estudios que presenta en The Paideia Proposal es un
do la práctica de dividir los programas de los estudian- caso puntual. Adler argumenta en favor de tres objeti-
tes secundarios según diferentes curricula preparato- vos principales: 1) adquirir un conocimiento organiza-
rios, Adler dice: do; 2) desarrollar aptitudes intelectuales, que incluyan
las habilidades de aprendizaje; 3) comprender más am-
«De todas las criaturas de la Tierra, los seres humanos pliamente las ideas y valores. En el primer propósito,
son los menos especializados en cuanto a equipamiento
11 Comisión Nacional sobre Excelencia en Educación, A Nation 12
Mortimer J. Adler, The Paideia Proposal: An Educational
at Risk: The lmperative for Educational Reform, Washington, DC: Manifesto, Nueva York: Macmillan, 1982, págs. 19-20.
13 !bid., pág. 20.
U.S. Government Printing Office, 1983.

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Adler incluye tres esferas primarias de estudio: lengua, uniforme. Y afirman que Ja mayor parte de los estu-
literatura y bellas artes; matemática y ciencias natura- diosos no pueden ponerse de acuerdo sobre la estruc-
les; e historia, geografía y estudios sociales. ¿Le suena tura del conocimiento en sus respectivos campos Y se
familiar? Esperamos que sí pues estas son las formas preguntan si realmente existe algo que pueda denomi-
de conocimiento que, según Hirst, resultan fundamen- narse la estructura o siquiera urw estructura de cono-
tales para el enfoque liberador. Tanto el segundo como cimiento. Aun en el caso de que fuera posible llegar a un
el tercer objetivo de Adler también deberian resultar- acuerdo sobre la estructura, los conceptos clave Y las
le familiares, ya que se los presentamos previamente formas lógicas cambian con el tiempo; de ahí que resul-
como parte de la discusión sobre la «manera» en el en- te insensato tratar de enseñar esas nociones como si
foque liberador. fueran rasgos inherentes a la disciplina. La réplica libe-
radora sostiene, por supuesto, que la critica es esencial-
mente derrotista y deja al docente desprovisto de una
Reflexiones adicionales guía.
El teórico crítico, neo-marxista o emancipador tam-
El enérgico énfasis puesto en el conocimiento de las bién tiene dificultades con la tradición de la educación
disciplinas ha inquietado a muchos que estudiaron de- liberal por cuanto esta fue utilizada con mucha frecuen-
tenidamente el enfoque liberador. Esos investigado- cia como una forma de diferenciación de clases Y de
res se preguntan si es realmente posible o aun deseable opresión económica. A aquellos que poseen la riqueza Y
que todos Jos alumnos estudien Jos temas básicos del Ja influencia se les brinda, por derecho de nacumento,
modo que sugieren los liberadores, sobre todo teniendo una educación liberal que luego los capacita y autoriza
en cuenta la amplia gama de diferencias individuales a manejar la industria, controlar el comercio y ocupar
que se dan en la mayor parte de las aulas. ¿Pueden to- posiciones de poder en el gobierno. Mientras tanto: a los
dos los estudiantes desarrollar la mente académica y pobres y diferentes culturalmente se les propor~10n~n
erudita que defienden los liberadores o en realidad este sólo habilidades mínimas o quizás una educac10n tec-
enfoque de Ja enseñanza representa una visión elitista nica y, como resultado de ello, sólo pueden aspirar a las
de la educación ya que unos pocos estudiantes selectos ocupaciones menos prestigiosas y de menos poder.
pueden alcanzar sus objetivos? ¿Qué tendría de malo El emancipador probablemente coincidiría en afir-
un enfoque más práctico, que buscara desarrollar las mar que ese resultado de una educación liberal no se
habilidades y la comprensión necesarias para la vida vincula en modo alguno al verdadero sentido de la edu-
cotidiana y el trabajo? En realidad, algunos criticos di- cación liberal, y que en cambio se debe al modo en que
jeron que la verdadera cuestión no está en la gama de se ta utiliza social y económicamente. Incluso sin una
diferencias que se dan entre los estudiantes sino en la intención deliberada, la educación liberal puede consti-
gama de diferencias que existen entre los docentes, es tuir, y a menudo lo hace, un instrumento de las cla~e.s
decir que algunos profesores sencillamente no son ca- privilegiadas para mantener sus posi~iones de pn;1-
paces de manejar y enseñar bien el enfoque liberador. Jegio y negar al mismo tiempo pnv1legios a los de~as.
¿Está usted de acuerdo con ellos? Semejante negación no se realiza sobre la base obvia de
Otros sostienen que los liberadores presentan un las diferencias de lengua, raza, etnia o sexo, sino más
panorama del conocimiento demasiado coherente y bien sobre la base de las diferencias en el nivel Yla ín-

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dole de los logros educativos (como ocurre cuando un ralmente de esta teoría se le suministrará conocimiento
anuncio de empleo estipula que es necesario tener cier- sobre los demás, pero no se le enseñará a preocuparse
to nivel de estudios como requisito previo para ocupar por el bienestar de esos otros, ni mucho menos a tratar-
una posición, y el anuncio mismo aparece en una publi- los amablemente. Se le brindará cierta comprensión de
cación con una circulación en general limitada a las la sociedad, pero no se le enseñará a sentir sus injus-
personas que tienen más probabilidades de tener esa ticias y ni siquiera a inquietarse por el destino de esa
formación). Aunque este tipo de dominación de clase, o sociedad».
reproducción cultural, como la llaman los neo-marxis-
tas, no es un resultado necesario de la educación libe- A medida que leía este capítulo, ¿tuvo usted la sen-
ral, es ciertamente un aspecto que requiere gran aten- sación de que el enfoque liberador era tan desalmado
ción e intuición a fin de evitarlo. En el próximo capítulo como lo sugiere Martin? Si ella está en lo cierto, ¿podría
diremos algo más sobre esta cuestión. haber una forma de unir los enfoques del terapeuta y
Otra importante crítica que se le hace a la perspecti- del liberador, de modo tal que en la fórmula D<pExy se
va liberadora es la que expresó Jane &>land Martin. pueda poner el énfasis tanto en x como en E? ¿O existe
Experta norteamericana en filosofía de la educación, un abismo conceptual y lógico entre ambas perspec-
&>land Martin afirma que la concepción sostenida por tivas tan profundo como el que separa el enfoque del te-
Hirst y Peters de la persona educada como la que tiene rapeuta del enfoque del ejecutivo? Ha llegado el mo-
su mente plenamente desarrollada y ha alcanzado una mento de tratar de resolver estos espinosos interro-
amplia pernpectiva cognitiva es una visión de torre de gantes y lo haremos en el próximo capítulo. Pero, antes
marfil, excesivamente estrecha, de lo que realmente de pasar a él, usted puede tener una apreciación más
significa ser una persona educada. Y lo dice así: 14 aguda del enfoque liberador examinando la discusión
del capítulo 7 «Libertad y adoctrinamiento». Quizá
«La gran paradoja de la teoría de Hirst sobre la educa- también quiera echar una mirada a los otros casos y
ción liberal consiste en que no es ni tolerante ni ge- discusiones recomendados para este capítulo en el
nerosa; concibe la educación liberal como el desarrollo cuadro l.
de la mente, limita ese desarrollo a la adquisición de
conocimiento y comprensión y restringe el conocimien-
to a proposiciones verdaderas ... A la persona educada
liberalmente de la teoría admitida se le enseñará a ver
el mundo a través de la lente de las siete formas de co-
nocimiento, si es que son siete, pero no a actuar en el
mundo. Tampoco se alentará a esa persona a adquirir
sentimientos y emociones. A la persona educada libe-

14 Jane Roland Martin, «Needed: A New Paradigrn for Liberal


Education", en J onas F. Soltis, comp., Philosophy and Education:
EightiRth Yearbook ofthe National Society far the Study of Educa-
tion, Chicago: UniversityofChicago Press, 1981, pág. 44.

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5. Reflexiones sobre los tres enfoques

¿Está usted listo para decidir, o ya tomó una deci-


sión? ¿Se siente confundido? Puesto que los tres enfo-
ques parecen tan diferentes, incluso tan poco cohe-
rentes entre sí, tratamos de presentarlos de un modo
que le exigiera a usted hacer una elección. Supongamos
que usted está dispuesto a considerar cuál de las tres
posiciones ha de adoptar. ¿Sobre qué base realizaría esa
elección? Hay dos preguntas simples que usted debe
formularse antes de decidir: ¿cuáles son las normas
adecuadas para asignar la tarjeta de Persona Educa-
da? y ¿cómo deberían calificar las escuelas a las perso-
nas para que estas puedan obtener esa tarjeta? ¿Dos
preguntas simples? Tal vez no sean tan simples, pero
tratar de responderlas lo ayudará considerablemente a
clarificar su elección.

Educación y escolaridad

Por ejemplo, supongamos que usted cree que esas


normas apropiadas para otorgar la tarjeta de P. E. son
la competencia en habilidades básicas como la lectura,
la escritura y el cálculo, y una buena educación liberal
(esto es, y= conocimiento especificado+ una mente libe-
rada). Para usted, ambos objetivos son importantes.
Pero además cree que la escuela sólo debería hacerse
responsable de la parte de ese objetivo correspondiente
al conocimiento especificado, es decir, de todo aquello
que puede medirse y comprobarse de algún modo. Por

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lo tanto, aun cuando usted cree que una persona no está las reflexiones sobre la contaminación, la inflación, los
plenamente educada hasta que no logra liberar su espí- problemas de la salud y de la paz?».1
ritu, también cree que la escuela sólo puede ser respon-
sable por la parte de ese logro que implica preparación ¿Reconoce usted el enfoque liberador en estas pa-
en las habilidades básicas. La liberación de la mente, labras? Probablemente Broudyno pretendería que todo
sostiene usted, es un proceso que dura toda la vida y lo que se necesita para obtener una tarjeta de P. E. de
que se va cumpliendo en el mundo que está más allá de primera clase se encuentre en las escuelas, pero sí sos-
la escuela. tendría que lo que se encuentra en las escuelas debe ser
Si esta fuera su posición, usted podría inclinarse por absolutamente especial: no sólo un conjunto más de ex-
el enfoque del ejecutivo, una manera de encarar la en- periencias corrientes, sino el desarrollo de un conoci-
señanza que promete preparar a los estudiantes en las miento y una comprensión disciplinados que permitan
cuestiones básicas de la manera más eficiente y eficaz. a los estudiantes ampliar continuamente sus horizon-
La selección parece justificada si tenemos en cuenta la tes, afrontar los problemas y posibilidades de la vida en
distinción que usted establece entre educación e escola- este planeta y adquirir un sentido de lugar en el pasa-
ridad. Quizá no deberíamos suponer automáticamente do, el presente y el futuro del género humano. Ya diji-
que las escuelas son responsables por todo lo que repre- mos (en el capítulo anterior) que alcanzar esos objetivos
senta una buena educación. Otras instituciones como tan recomendables requiere que el docente indague las
los museos, las bibliotecas, las iglesias y los centros de concepciones más elaboradas del conocimiento en las
artes teatrales, así como los padres, los pares, los me- materias tradicionales y que tenga muy en cuenta el
dios y la comunidad también contribuyen a la educa- desarrollo de las maneras.
ción de un individuo. La enseñanza que brinda la es- Ya le advertimos que esta perspectiva presenta pro-
cuela es sólo uno de los factores que contribuyen a que blemas. Cuando estos nobles ideales se aplican en un
una persona logre su tarjeta de P. E. sistema de masas, de escolaridad obligatoria, pueden
Algunos desaprueban esta opinión y sostienen que tener efectos exactamente contrarios a los buscados. En
la educación debe ser una actividad muy especial. No es lugar de promover una sociedad justa y solidaria, el
algo que se adquiera aquí y allá, construida con un poco enfoque liberador puede terminar -y frecuentemente
de esta experiencia y otro poco de aquella. Estas perso- lo hace- dando una gran ventaja a los muy inteligen-
nas afirman que la educación debería encararse con el tes y más acomodados y ofreciendo un callejón sin sa-
fin de estructurar las experiencias que vivimos y no lida a los pobres, a las minorías raciales o étnicas o a los
como una experiencia más. El filósofo Harry Broudy lo menos capaces en el plano intelectual de cualquier po-
dice de manera bastante terminante: blación de estudiantes. Al parecer, el docente puede
centrarse en los contenidos bajo la forma de nociones
«Cuando las situaciones difíciles de la vida pueden re- muy elaboradas en el plano cognoscitivo, pero a costa
solverse con generalizaciones de sentido común, uno de dejar en el camino a esos mismos estudiantes que
aprende viviendo; cuando el sentido común no basta, para muchos deberían ser precisamente los que reciban
uno debe aprender asimilando el conocimiento descu-
bierto y formulado por otros. ¿Hasta dónde pueden lle- 1
Harry S. Broudy, The Real World of Public Schools, Nueva
gar hoy el sentido común y la experiencia personal en York: Harcourt Brace Javanovich, 1972, pág. 82.

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más ayuda de la escuela (porque los ricos e intelectual- El obvio atractivo personal de las posiciones huma-
mente capacitados cuidarían de sí mismos, o al menos nista y existencialista no niega la influencia de las de-
así lo suponen quienes critican esta perspectiva). mandas sociales y políticas que se ejercen sobre las
Hasta ahora ninguna de las opciones parece terri- escuelas. El existencialista puede tener razón al afir-
blemente atractiva. Por un lado, podemos enseñar mar que somos libres y que la única vida auténtica que
como ejecutivos, limitando el contenido a las habilida- podemos llevar es aquella cuyo camino elegimos cons-
des y conocimientos básicos, ignorando el espacio vital tantemente. En realidad puede ser cierto que somos
del alumno en nuestro esfuerzo por trasladar eficiente singulares y que no hay modelos a los cuales debamos
y eficazmente x de la fuente al receptor. O podemos pro- adaptamos ni moldes en los cuales se nos pueda hacer
curar liberar el espíritu del alumno explorando el cono- entrar a presión, y también puede ser que todo lo que
cimiento y desarrollando una manera a gran profundi- vale la pena sólo lo podemos aprender por nosotros
dad, sólo para terminar comprobando que los princi- mismos y nunca a través de la enseñanza de otro. A pe-
pales beneficiarios de este enfoque son aquellos que ya sar de estos elocuentes sentimientos a favor del indivi-
están aventajados económica y académicamente. ¿Qué duo, somos, por una cuestión práctica, incapaces de en-
podemos decir del enfoque del terapeuta? ¿Representa señar de ese modo en las escuelas tales como estas son.
una solución a nuestro dilema? Además, la posición del terapeuta presenta suficientes
problemas teóricos y conceptuales para hacemos dudar
de si realmente sería conveniente enseñar de ese modo
Realidades sociales y políticas en caso de que se nos permitiera hacerlo.
Este último comentario puede no ser justo. Como lo
No parece. En este enfoque debemos depender del muestran las discusiones del capítulo 7, los tres enfo-
estudiante para seleccionar el contenido y aceptar la ques, y no sólo el del terapeuta, presentan problemas de
guía del docente sobre el modo de alcanzar y dominar teoría y de concepto. Estos problemas se agravaron en
ese contenido. Como una cuestión social y política, nin- la discusión precedente, al introducir en nuestras deli-
guna sociedad moderna parece dispuesta a ofrecer a beraciones sobre las tres elecciones la cuestión práctica
todos sus estudiantes elecciones de este tipo. En estas de lo que en realidad son las escuelas. Hasta este capí-
sociedades, las necesidades sociales y políticas normal- tulo sugerimos que la elección correspondía a cada do-
mente tienen prioridad sobre las necesidades del indi- cente y que este podía hacerla basándose en las cues-
viduo. Para muchas personas clave -los padres, los tiones de razón y de ética que podía evaluar. ¡Ah, si la
contribuyentes y los políticos-, el enfoque del terapeu- vida fuera tan sencilla! También hay cuestiones prác-
ta se presenta como una especie de anarquía. Para esas ticas. ¿Qué pretende la sociedad de sus escuelas? ¿Qué
personas, la escuela es un lugar en el que los niños de- requerirán de usted los padres de sus alumnos? ¿No
ben aprender no sólo conocimientos y habilidades bási- tienen acaso derecho a determinar el tipo de educación
cos necesarios para funcionar en la sociedad, sino tam- que han de recibir sus hijos? Y luego hay algunas con-
bién el juego de la vida, es decir que no podemos hacer sideraciones en apariencia tontas, pero vitales: ¿cómo
todo lo que elegimos hacer, que el destino y la impru- lo evaluará a usted su director y cómo lo juzgarán sus
dencia nos dan suaves caricias y duros golpes, y que el colegas? ¿Qué determinará los aumentos de su salario?
mundo no es un lecho de rosas. ¿Cómo sobrevive uno como docente?

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¿Cómo debería yo enseñar? actividad no siempre es una lucha entre sus ideales y
las poderosas fuerzas negativas del mundo, porque en
¿Y ahora qué? ¿La posición que usted prefiere tiene las escuelas ya hay mucho fundamentado en la buena
en cuenta estas exigencias del mundo real y por lo ta;:- teoría y los ideales elevados. Sin embargo, si usted no
to constituye una amalgama de teoría y realidad? ¿O puede reconocer el lugar exacto donde está parado, difi-
usted siente que por ahora debería desconocer estas cilmente reconocerá lo que haya en ellas, bueno o malo.
cuestiones prácticas, formular su posición en el plano De ahí que la primera tarea que debe afrontar todo
intelectual y luego, en todo caso, modificarla al tener docente es llegar a ciertas conclusiones sobre la natu-
más experiencia? ¿O directamente debería tirar la toa- raleza y el objetivo de ser una persona educada y el lu-
lla y dejar que la vida transcurra como lo decida la ma- gar que ocupa la escolaridad en el proceso de alcanzar
rea? Estos son dilemas espinosos porque ponen de relie- esa condición. Estas conclusiones deberían ser puntos
ve interrogantes esenciales que todo ser humano debe de vista sostenidos con firmeza, pero nunca con tanta
afrontar: ¿cómo debería vivir? Sólo que en este caso la fuerza que nuevas experiencias y comprensiones no los
pregunta es una derivación de esta otra: ¿cómo debería puedan modificar o aun eliminar. Las tres maneras de
enseñar? abordar la enseñanza que hemos explorado juntos aquí
Comenzamos este capítulo diciendo que para selec- se ofrecen con ese espíritu: capacitarlo para que usted
cionar un enfoque de la enseñanza sería conveniente comience a formarse su propio concepto de educación y
responder dos preguntas: ¿cuáles son las normas ade- del lugar que ocupa la escuela en esta. Presentamos los
cuadas para asignar la tarjeta de Persona Educada? y tres enfoques como si fueran mutuamente excluyentes,
¿cómo deberían calificar las escuelas a las personas pa- pero lo hicimos únicamente como un modo de clarificar
ra que obtuvieran esa tarjeta? Esto implica que usted sus diferencias e ilustrar el poder y la atracción que tie-
puede responder a esos interrogantes por sí mismo sin ne cada uno de ellos.
hacer consideraciones adicionales sobre las realidades
sociales, económicas y políticas del contexto en el cual
enseñará. Sin embargo, hemos mostrado que esta im- ¿Diferencias irreconciliables o integración?
plicación es incorrecta. Cualquier respuesta, para re-
sultarle realmente útil, debe tomar en consideración Después de todo, estos son sólo enfoques: diferentes
estas realidades. Pero hay una diferencia crítica entre maneras de pensar sobre la misma cosa, la enseñanza.
tomar en consideración las realidades y permitirles Son perspectivas que nos proporcionan modos de orde-
determinar qué enseñar y cómo. nar un gran número de concepciones conflictivas, lo que
Si usted parte de una clara concepción de lo que es la nos permite ver más claramente las similitudes, las di-
educación, tiene oportunidad de controlar muchas de ferencias y los problemas que conviven dentro de la
las fuerzas prácticas que lo afectan, en lugar de ser una desordenada confusión de la teoría y la práctica edu-
víctima más de esas fuerzas. Si usted tiene una idea cativas contemporáneas. Estos enfoques se basan en
sobre el propósito de la escolaridad, idea que ha elabo- ideas teóricas y éticas que parecen oponerse entre sí en
rado reflexionando sobre la teoría y el ideal, puede mo- el plano lógico. No obstante, creemos que las fronteras
delar y dirigir esas realidades de manera tal que apo- lógicas que separan estas posiciones como construccio-
yen lo que usted aspira a brindar a sus alumnos. Esta nes académicas, como formas de pensar sobre la ense-

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ñanza y la educación, no tienen que constituir necesa- corregibles les enseñan terapeutas que les permiten se-
riamente barreras para la acción práctica. leccionar por sí mismos lo que han de aprender (no por-
Usted puede, por ejemplo, ser un docente ejecutivo que creamos que es la forma correcta y conveniente de
en determinados momentos, un docente terapeuta en enseñar, sino porque no conseguimos que hagan ningu-
otros y aun un liberador en otros. En realidad, en la na otra cosa); los alumnos promedio son instruidos por
enseñanza parece haber situaciones que le piden obrar profesores ejecutivos, de modo que adquieran las lla-
de ese modo. Está el alumno de cuarto grado que ape- madas competencias básicas, y a los alumnos avanza-
nas si puede leer o escribir. Usted puede preguntar- dos se los alienta para que indaguen profundamente el
se cómo llegó a este punto, pero ahora es a usted a quien amplio espectro del conocimiento humano. Y así es co-
le corresponde enseñarle lo mejor que pueda. Quizá la mo la brecha que separa a los alumnos incorregibles, a
mejor manera de ayudarlo es ejercitar las aptitudes Jos alumnos promedio y a los alumnos académicamente
técnicas del docente ejecutivo con la mayor habilidad de capaces se amplía cada vez más. Una situación de este
la que sea capaz. ¿Y qué hacer con la niña maltratada, tipo justifica las acusaciones que señala el emancipa-
que se queda mirando un punto fijo y apenas habla? An- dor, ya que esto es precisamente lo que quiere decir
tes de poder transmitir cualquier tipo de x a esa niña, cuando menciona el carácter opresivo de la enseñanza Y
usted debe ayudarla a afrontar un mundo que la ha la capacidad que esta tiene de reproducir la cultura an-
aplastado. Los alumnos más preparados para avanzar tes que de renovarla y recrearla.
pueden beneficiarse con el enfoque liberador, explorar Desde un punto de vista práctico, parte de esta dife-
el conocimiento y las maneras tan profundamente co- renciación es una consecuencia inevitable de la buena
mo sus capacidades se lo permitan. instrucción, independientemente del enfoque que se
¿Esta última oración le molesta a usted? Era falsa y utilice. Es decir, aquellos que están mejor preparados y
para provocar. Si usted utiliza el enfoque liberador sólo son capaces de obtener más de la escuela avanzarán
con los alumnos que ya están «más preparados para más veloz y eficazmente que aquellos que están menos
avanzar», usted puede agravar las condiciones de desi- preparados. La consideración absolutamente crítica es
gualdad de las escuelas. Luego, sólo los alumnos más impedir que se determine de antemano quiénes gana-
capaces recibirian el contenido y la instrucción avan- rán y en qué porcentaje, enseñando a un grupo de niños
zados, y esto colocarla a los alumnos menos capaces en según un enfoque que no les permite crecer en un senti-
una situación de desventaja creciente. Existe un claro do en el que otro grupo sí crece gracias a que con él se
peligro para la educación si estas perspectivas se inte- aplica un enfoque diferente.
gran de cierta manera. Si usted concibe estos enfoques
como opciones que puede seleccionar para los diferen-
tes alumnos o para las diferentes situaciones, corre el Reflexiones finales
riesgo de condenar a los estudiantes a categorias para
la instrucción preestablecidas. Esto ocurre a veces en el Probablemente usted ya ha imaginado hacia dónde
caso de grupos de capacidad y en las divisiones que se estamos yendo. La naturaleza normativa de la ense-
hacen en las escuelas secundarias. Cuando se los agru- ñanza exige un compromiso con los principios educa-
pa de ese modo, los alumnos pueden quedar atrapados tivos de valor, y cada una de las tres perspectivas que
en la categoria que se les ha asignado.A los alumnos in- analizamos contienen elementos de valor. Si usted

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siente que su compromiso es lograr que sus estudiantes que importa para alcanzar la condición de Persona
obtengan los mayores beneficios posibles de sus expe- Educada. Como tal, esta perspectiva sirve como piedra
riencias escolares, creemos que debe tratar de encon- basal para guiar nuestro trabajo docente. 2
trar algún modo de aplicar los tres enfoques simultá- Sin embargo, como ya lo señalamos, la orientación
neamente evitando al mismo tiempo los peligros que liberadora contiene peligros que le son inherentes. En
implica hacer semejante cosa. También creemos que en muchas de las versiones de sus defensores, esta pers-
la práctica este objetivo no es tan imposible como lo su- pectiva es insensible a las diferencias humanas y se la
gieren las diferencias teóricas entre los tres enfoques. prescribe de manera demasiado rígida. Aparte de esta
Tampoco es tarea fácil. debilidad inherente, esta postura tiene una desventaja
La integración requerirá una gran sensibilidad para estructural importante: es fácilmente adaptable como
comprender los factores que, en situaciones concretas, un instrumento para mantener los privilegios de clase
exigen un delicado equilibrio entre sus valores, sus pro- y para engendrar diferenciaciones destructivas basa-
pósitos y sus acciones. No hay recetas infalibles y puede das en la riqueza, el poder, los antecedentes culturales,
ocurrir que no siempre las cosas salgan como uno de- la raza o el sexo. Los emancipadores rindieron un gran
sea. Por supuesto, usted puede decidir, con buenas ra- servicio al señalar el lado oscuro de la educación liberal,
zones, que las ventajas de adoptar una de las perspec- pero no ofrecieron una alternativa educativa ni remota-
tivas exceden con mucho las desventajas de intentar la mente tan profunda y completa como la que proponen
integración de las tres. Su elección de una visión nor- reemplazar. Y en cierto sentido querríamos verlos lu-
mativa de la enseñanza debería basarse en su mejor chando por aplicar bien la educación liberal, sin los
juicio personal. Por eso en este libro le hemos ofrecido efectos nocivos que documentaron tan sesudamente.
una consideración de los rasgos negativos, así como de Si fuera posible educar a todo el mundo en ámbitos
los positivos, de cada postura. La decisión es suya. Fi- formativos definidos, tales como familias nucleares que
nalmente, si nuestra posición es tentadora, será usted brinden sus cuidados agrupadas en comunidades pe-
quien decida si vale la pena probar la integración. No- queñas y cohesivas, el enfoque liberador no sólo servi-
sotros sólo podemos ofrecer algunas observaciones que ría como piedra basal de la enseñanza: también sería
nos ayudaron en nuestra propia práctica y tratar de una guía suficiente para que el docente lograra éxito en
hacer honor a estos tres puntos de vista diferentes. su tarea. Pero no vivimos en una época de ámbitos for-
En nuestra opinión, las tres formas de encarar la en- mativos con adultos comprometidos. Los cambios pro-
señanza son esencialmente importantes para llegar a ducidos en la demografía y la estructura social traje-
ser un buen profesor. Sin embargo, sólo el enfoque libe- ron consigo demandas crecientes para que las escuelas
rador nos suministra un amplio fundamento teórico pa- ofrezcan a la mayor parte de los niños y jóvenes lo que
ra la actividad general de la enseñanza. La postura li- antes solían ofrecer los padres, las iglesias y las comu-
beradora tiene la ventaja de su edad (ha estado «en de- nidades. Para enseñar con éxito en los sistemas de es-
sarrollo» desde la época de Sócrates) así como de su colaridad que existen hoy son necesarios los enfoques
integridad (ningún otro enfoque ha expresado tan ple-
namente una visión de la conducta racional y moral con 2 Para una exposición más deta1lada de la idea de que enfoque
relación a la naturaleza de la educación). Para noso- liberador tiene más fundamento, véase Jorras F. Soltis, «The Vir-
tros, esta perspectiva especifica más que las otras dos lo tue ofTeaching>>, Journal of Tlwught, otoño de 1987, págs. 61-7.

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del ejecutivo y del terapeuta. Ambos ofrecen perspec- gún modo con la vida que llevan fuera del ámbito esco-
tivas y métodos que permiten a los docentes ejercer una lar. En la perspectiva del terapeuta, el objetivo del do-
práctica efectiva y humana en las complejas y alta- cente va mucho más allá de lograr que sus alumnos ad-
mente diferenciadas aulas actuales. quieran conocimientos y habilidades. Este profesor
Volviendo nuestra atención a la fórmula DcpExy, las quiere también capacitarlos y fortalecerlos para que
posturas del ejecutivo y del terapeuta asignan gran im- puedan utilizar, interpretar y ampliar lo que aprenden
portancia a la definición de cp, aunque no tanta a la defi- de manera de aumentar su propio sentir de identidad y
nición de y (salvo que el concepto de autenticidad del te- significación. Para el terapeuta, la sabiduría de la hu-
rapeuta es, creemos, una contribución destacada a los manidad no puede convertirse en sabiduría para los
propósitos de la educación). El modo liberador de abor- alumnos salvo que ellos puedan apropiarse de ella por
dar la enseñanza atribuye, en contraste, gran impor- sí mismos, elaborándola por y para ellos mismos.
tancia a la definición de y y, si bien contribuye a definir De ahí nuestra convicción de que, si bien puede ha-
el modo de cp atendiendo a la «manera», gran parte de ber contradicciones entre estos enfoques en el nivel del
esto debe inferirse de opiniones teóricas sobre la natu- concepto o la teoría, no necesariamente debe haber opo-
raleza de la mente, el conocimiento, la virtud y la acción sición en el nivel de la práctica. Si usted tiene una pro-
humana. funda y bien enunciada opinión de lo que debería ser
La orientación ejecutiva exige del docente una ha- una persona educada, estará preparado para la más
bilidad técnica. Esta no necesariamente debe utilizarse importante de las decisiones que pueda tomar un do-
sólo para trasladar una x altamente especificada de cente. No se debe adoptar un enfoque de la enseñanza
una fuente a un receptor, aunque se lo suele expresar solamente porque se ajuste bien al espíritu de la época o
así porque con frecuencia el material curricular alta- porque funcione bien en su aula o porque la junta esco-
mente estructurado y las exigencias de los exámenes lar o el director de la escuela lo promulguen. Esos son
estandarizados parecen requerir la aplicación del enfo- fundamentos débiles e insuficientes para la elección
que ejecutivo. No obstante, usted puede aprender técni- crucial sobre el modo de enseñar.
cas útiles, desarrollar aptitudes pedagógicas efectivas y De modo que finalmente, si usted tratara de inte-
contarse entre quienes ofrecen una instrucción eficaz grar su propio enfoque de la enseñanza, debería procu-
sin perder el derecho de aprovechar las oportunidades rar liberar no sólo la mente sino también el corazón y el
de explorar las áreas de contenido en profundidad, po- espíritu. Para hacerlo, quizá deba faltar a la pureza
ner énfasis en la estructura y la interrelación de los co- teórica de las tres perspectivas e indagar profunda-
nocimientos y adoptar una «manera" tendiente a forta- mente en lo que la criatura humana piensa que sabe y
lecer las virtudes morales e intelectuales. dentro de usted mismo a fin de averiguar qué signifi-
Algo bastante semejante puede decirse de la pers- ca lo sabido para usted y cómo lo vivirá. Y deberá ha-
pectiva del terapeuta. Llegar a conectarse con la vida cerlo por sus alumnos, ante sus alumnos, para que ellos
personal de los alumnos no significa que uno deba puedan ver las «maneras» de una persona educada y
abandonar un serio compromiso con su desarrollo aca- puedan elegir si quieren formarse según ese modelo.
démico. En realidad, en el caso de muchos de los niños Entonces habrá llegado a ser un auténtico docente.
de escuela actuales uno no puede comprometerse seria-
mente con su desarrollo académico sin conectarse de al-

118 119
6. Reflexiones para la tercera edición

No mucho tiempo después de que se publicó la se-


gunda edición corregida y aumentada de este libro, co-
menzamos a conversar sobre cómo se lo podría mejorar.
Esas conversaciones fueron exploraciones placenteras
pero inconexas entre dos viejos amigos hasta que real-
mente llegó el momento de comenzar a trabajar en una
tercera edición. A medida que pasaban los días, nos
dimos cuenta de que debíamos concentramos más en
nuestra empresa. Debíamos prestar atención a las nue-
vas investigaciones, incorporar teorías nuevas y agre-
gar lo aprendido con el uso de la segunda edición en cur-
sos de formación de docentes (en este sentido agrade-
cemos a nuestros estudiantes y a nuestros colegas pro-
fesores que utilizaron el libro y nos escribieron sobre las
experiencias vividas con él).
Nuestra primera preocupación recayó sobre las tres
categorías: la del ejecutivo, la del terapeuta y la del libe-
rador. Nos preguntábamos si eran aún viables. Y si ya
no lo eran, ¿cómo deberíamos cambiarlas? También nos
preguntábamos si había enfoques más novedosos que
los analizados en la primera y la segunda edición y, en
caso de que así fuera, si habían sido suficientemente de-
sarrollados para que los incluyéramos en este libro.
Tras mucha discusión, decidimos dejar intacta la parte
medular de la obra y agregar únicamente este nuevo
capítulo. La razón fue que los tres enfoques no habían
cambiado de manera tan significativa para justificar
que los reemplazáramos por otros. Con todo, se ha pro-
ducido cierta evolución, por lo menos en dos de estas
perspectivas. Pero decidimos que el mejor modo de re-

121
gistrarla era no modificar la parte principal del libro y en cuanto a cómo resolverlo. Lo que en parte complica
agregar este capítulo. la cuestión es que nos damos cuenta de que hemos des-
No sólo evolucionaron los enfoques. También varió valorizado la posición del ejecutivo y la posición del te-
nuestra concepción de ellos. Una vez más, nos hallába- rapeuta en favor de la postura liberadora. Intentamos
mos ante la decisión de modificar los enfoques existen- ser cuidadosos y no mostrar una visión tendenciosa, por
tes a fin de que reflejaran los cambios de nuestro propio lo menos hasta llegar al capítulo 5, pero aparentemente
pensamiento, o dejar como estaban los enfoques origi- en ese sentido (nuestra perspectiva del asunto) las co-
nales y agregar el material que indicara los cambios sas no nos salieron muy bien. El enfoque del ejecutivo y
producidos en nuestro modo de concebirlos. Ahora ya el del terapeuta, especialmente en la perspectiva que
sabemos que elegimos la segunda opción. Es así como presentaremos en este capítulo, tienen más integridad
este capítulo cumple dos funciones: informa sobre las Y más fuerza de lo que habíamos advertido. Como vere-
nuevas elaboraciones que influyen sobre los tres enfo- mos, el valor de los tres enfoques está más equilibrado
ques y expone los cambios de opinión que produjimos de lo que pensábamos cuando preparamos la primera y
mientras repensábamos cada uno de ellos. la segunda edición.
Si bien nuestro interés principal al decidir la mane- ¿Y con eso qué?, se preguntará usted. ¿Qué relación
ra de preparar la tercera edición era la apreciación mis- tiene ese equilibrio con la pregunta fundamental sobre
ma de las tres perspectivas de la enseñanza, había otro si podemos o no practicar dos y hasta los tres enfoques
aspecto que nos preocupaba mucho. Esta segunda in- por tumos o simultáneamente? Nos encanta que usted
quietud correspondía al modo en que enmarcamos la se lo pregunte (¿se lo preguntó o no?). Cuanto mejor en-
argumentación del libro, particularmente a nuestros marcados aparezcan estos enfoques, esto es, cuanta
esfuerzos por incitar al lector a distinguir con claridad mayor integridad y fuerza tenga cada uno, se manifes-
cada uno de los enfoques. Unos pocos expresaron cier- tarán más incompatibles entre sí. ¿Sorprendido? Bien,
ta molestia porque insistiéramos tanto en que el lector veamos ahora qué opina de nuestro argumento.
eligiera uno solo de los tres enfoques para terminar
afirmando en el capítulo 5 que, aunque las tres perspec-
tivas eran en teoría incompatibles, en la práctica po- ¿Son compatibles los tres enfoques?
dían llegar a combinarse entre sí. A algunos no les gus-
tó sentir que los alentáramos a adoptar una postura No hace mucho tiempo, Kieran Egan, un pensador
que no teníamos intención de mantener en el resto del de primera línea sobre educación de la Universidad
libro. Otros nos criticaron por «escabullimos» adoptan- Simon Fraser de Columbia Británica, escribió un libro
do una postura tan firme contra la compatibilidad, para titulado The Educated Mind: How Cognitive Tools
luego concluir el libro con algunas ideas endebles y no Shape Our Understanding. 1 En la argumentación ini-
muy bien desarrolladas sobre la manera en que un mis- cial del libro, Egan sostiene que gran parte de las difi-
mo docente podía albergar hospitalariamente los tres cultades que nos presenta ia enseñanza en las escuelas
enfoques de la enseñanza. es el resultado de «una concepción de la educación ra-
Hemos tenido aproximadamente quince años para dicalmente inconsistente» (pág. 2). Al leer el siguiente
reflexionar sobre este asunto (la primera edición se pu-
1
blicó en 1986) y aún hoy estamos un poco confundidos Chicago: UniversityofChicago, 1997.

122 123
resumen de su concepción de la educación, tenga pre- da idea: cultivar las capacidades intelectuales de los
sente las características de los tres enfoques. jóvenes. Esta segunda idea, que se atribuye a Platón, es
semejante al enfoque liberador. Es incompatible con la
«La teorización pedagógica es generalmente monótona socialización porque mientras una fomenta la sumisión
porque sólo tenemos tres ideas educativas importantes: y la conformidad, la otra promueve el escepticismo y la
que debemos formar a los jóvenes de acuerdo con las autonomía. Atenas obligó a Sócrates, el maestro de Pla-
normas y convenciones actuales de la sociedad adulta; tón, a beber cicuta porque se creyó que corrompía la
que debemos enseñarles el conocimiento que asegure moral de la juventud al alentarla a cuestionar, a pen-
que su pensamiento se ajuste a lo que es real y verdade- sar por sí misma. En otras palabras, Atenas buscaba la
ro sobre el mundo; y que debemos promover el desarro- socialización, mientras que Sócrates y Platón estaban
llo del potencial individual de cada alumno» (pág. 3). dispuestos a sacrificar el bien social por el bien superior
del conocimiento y la verdad.
Luego Egan nos comunica buenas y malas noticias La tercera idea de Egan, el desarrollo del potencial
(literalmente): «La buena noticia, supongo, es que en de cada estudiante, se atribuyó a Rousseau, cuya obra
verdad hay que entender sólo tres. La mala noticia es clásica, Emilio, narra la crianza de un niño en la más
que las tres ideas son incompatibles entre sí» (pág. 3). prístina y natural de las circunstancias posibles para
Como usted habrá podido notar, la visión de Egan se hacer aflorar sus talentos y capacidades propios sin los
basa dramáticamente en los tres enfoques. Si bien los efectos restrictivos de ningún «sistema» de escolariza-
paralelos no son exactos, son lo suficientemente cerca- ción. La tercera idea es, por supuesto, semejante al en-
nos para que valga la pena prestar cuidadosa atención foque del terapeuta. Egan no necesita esforzarse dema-
a la argumentación de Egan sobre la mutua incompa- siado para mostrar la incompatibilidad de esta perspec-
tibilidad de los tres grandes objetivos de la educación. tiva con las otras dos metas: la socialización y el conoci-
La primera idea principal consiste en que el propó- miento verdadero. Si un profesor se embarca en la so-
sito de la educación es «formar a los jóvenes de acuerdo cialización, impondrá normas, costumbres y modos de
con las normas y convenciones actuales de la sociedad conducta a sus alumnos, todo lo cual es en absoluto in-
adulta». Confiamos en que esta definición traerá a la congruente con el desarrollo libre y sin trabas del niño
memoria el enfoque del ejecutivo, puesto que es la jus- en un ambiente lo más natural posible. Si, por el con-
tificación principal de esa perspectiva (recuerde que en trario, un docente opta por cultivar el conocimiento ver-
este enfoque la tarea del docente es transmitir el conte- dadero, impondrá-aunque esta vez no se trate de una
nido x a E, el estudiante, lo cual busca preparar a los imposición de costumbres ni de conducta- formas ana-
jóvenes para ocupar puestos productivos en la sociedad líticas de pensamiento además de conceptos, métodos y
adulta). Cuando en el capítulo 2 presentamos el enfo- teorías correspondientes a las diversas ramas del cono-
que del ejecutivo, mostramos más el método que sus ob- cimiento humano.
jetivos, aunque probablemente usted recuerde que se- Al hablar del modo en que se manifiestan estas ideas
ñalamos lo bien que se ajustaban los métodos ejecutivos en las aulas, Egan comenta lo que ocurre cuando, por
a las tareas sociales asignadas a las escuelas (luego ejemplo, los profesores que privilegian la perspectiva de
agregaremos más en este sentido). Egan advierte una Platón chocan con otros docentes inclinados hacia la
seria incompatibilidad entre la socialización y la segun- postura de Rousseau:

124 125
«Los primeros defienden un curriculum más estructu- decisión de cuál es primario y cuáles secundarios varía
rado, que siga una secuencia lógica y que incluya el co- según el tipo de comprensión que el educador procure
nocimiento canónico de la cultura occidental "elevada"; alentar en su alumno. ¿Es posible que tantos de nues-
los últimos abogan por la realización de actividades que tros lectores hayan estado en lo cierto desde el princi-
alienten a los alumnos a explorar el mundo que los ro- pio? ¿Pueden practicarse los tres enfoques sin que haya
dea y, en la medida en que aceptan fijar de antemano el conflicto ni incompatibilidad, y son los tres juntos im-
contenido del curriculum, proponen la enseñanza del portantes para la buena educación del alumno? To-
conocimiento que resulte relevante para el presente y davía preferimos decir... depende.
probablemente para las experiencias futuras de los es- ¿Pero será posible?, dice usted. ¿Estos muchachos
tudiantes» (pág. 23). nunca se rinden? ¿Qué hace falta para enderezarlos?
Tras describir varias de estas tensiones, Egan hace Antes de avanzar demasiado en nuestra explicación de
una observación que suena a innumerables conversa- por qué somos tan testarudos, creemos que sería una
ciones que hemos tenido con nuestros estudiantes: buena idea reexaminar cada uno de los tres enfoques de
la enseñanza. Tratamos de actualizarlos observando
«Está claro que son pocos los docentes que adhieren a qué ocurrió con cada uno de ellos desde que se publicó
una postura con exclusión de las demás; la mayor parte la última edición de este libro y evaluando qué significa
de ellos trata de alcanzar un equilibrio práctico con to- esta nueva información para el carácter general de esa
dos ellos. Por ejemplo, aun los partidarios de Rousseau perspectiva particular. Consideramos que la empresa
se inclinan a reconocer la importancia del contenido es sumamente atractiva: revertir las ideas más viejas
canónico del curriculum de influencia platónica; su a la luz del nuevo pensamiento. Esperamos haber reali-
contemporización entre posturas incompatibles signi- zado esta actividad de una manera que permita al lec-
fica que consideran importante "exponer" a sus estu- tor observar hasta qué punto evolucionaron algunas
diantes al contenido curricular de la "cultura elevada" ideas educativas francamente importantes en menos
pero no les parece imperativo insistir con él en el caso de una década.
de estudiantes que no simpatizan con tal contenido. Es
decir, se brinda a cada idea el espacio suficiente para
que compita con las otras» (pág. 23). Revisemos el enfoque del ejecutivo

¿Qué propone Egan en relación con estos proble- El enfoque del ejecutivo está aún muy vigente entre
mas? Sugiere una nueva teoría que renuncie a los tres nosotros. Aunque el énfasis en el estudio de los aspectos
grandes, pero conflictivos, propósitos de la educación. técnicos de la enseñanza se ha reducido un poco (como
En su lugar, Egan propone una concepción sobre lama- ocurrió en las décadas de 1970 y 1980), en los Estados
nera de cultivar el desarrollo de los niños que integre Unidos las iniciativas de la política educativa privile-
sus intereses con los intereses de la sociedad más am- gian intensamente el enfoque ejecutivo de la enseñan-
plia. Esta nueva teoría no es de utilidad inmediata para za. Recordemos que en esta perspectiva se insiste mu-
nuestro análisis (le recomendamos que léa el libro de cho en los resultados del aprendizaje estudiantil, resul-
Egan) aunque introduce connotaciones fascinantes pa- tados basados en concepciones fijas de lo que deberían
ra los tres enfoques. Los tres son esenciales, aunque la saber y poder hacer los estudiantes. Esos resultados

126 127
son precisamente lo que promueve la política educativa como el de líder, guía, entrenador e intérprete de disci-
estatal y federal en las postrimerías del siglo XX. plinas difíciles. Por supuesto, el docente puede además
Un estado tras otro comenzaron a aplicar exámenes conservar el estilo de director de tareas, y adoptar las
estandarizados de rendimiento, y muchos de los encar- técnicas de un «sargento de instrucción» u otras menos
gados de delinear la política educativa han defendido la dramáticas, pero que impliquen la idea de •<nada de dis-
idea de que estos exámenes constituyen un aspecto cla- tracciones, vayamos directo a nuestro asunto».
ve de la agenda de la reforma educativa del siglo XXI. Al reflexionar sobre el enfoque ejecutivo, advertimos
Ya es costumbre que todos los años se publiquen los re- que la competencia aparece como su objetivo primario
sultados de estos exámenes, escuela por escuela, en los visible. Además, ese objetivo se alcanza especialmente
periódicos locales de todo el territorio de los Estados a través de un proceso de transporte o transmisión. En
Unidos. Entre quienes se interesan mucho por los re- esta versión, el profesor tiene claro cuáles son los cono-
sultados de esos exámenes están las juntas escolares, cimientos y las habilidades que es necesario adquirir
los líderes de los negocios, los agentes inmobiliarios y para ser competente en una multiplicidad de roles, di-
los padres. Esto hace que los docentes estén sumamen- gamos, como ciudadano, como trabajador y como padre,
te presionados para obtener niveles más elevados de y emprende las tareas de transportar esos conocimien-
rendimiento por parte de sus estudiantes. Esa presión tos y esas habilidades de una manera profesional, se-
contribuye en gran medida a inducirlos a tomar seria- mejante a la del mundo de los negocios. Teniendo en
mente el enfoque del ejecutivo, ya que esa manera de cuenta esta concepción de la enseñanza, parece por
abordar la enseñanza es la que más se ocupa de la ad- completo razonable evaluar los resultados mediante
quisición del conocimiento, las habilidades y las dispo- exámenes finales que respondan a un currículum es-
siciones que la sociedad en general valora. tándar en el que se especifica qué debería saber y poder
Y es cierto que el enfoque del ejecutivo suministra hacer todo niño en cada curso. Como señalamos antes,
herramientas poderosas para alcanzar estos objetivos. esta visión de la enseñanza es la que defienden muchas
El problema está en el modo en que el docente conciba de las personas encargadas de promulgar la política
ese enfoque de la enseñanza. Si, como dijimos en el ca- educativa en los niveles estatal y federal. Estos diseña-
pítulo 2, el resultado buscado es simplemente la adqui- dores de la política y reformadores educativos parten
sición de un conocimiento específico, probablemente los del supuesto de que nuestra juventud necesita apren-
logros de los estudiantes alcancen un nivel bastante ba- der ciertas cosas para llegar a ser ciudadanos y tra-
jo. Pero si, por el contrario, el resultado que se busca bajadores capaces y competentes en una sociedad glo-
responde a un concepto más vigoroso, digamos, la com- balmente competitiva. También creen que hemos iden-
petencia (es decir, si en la fórmula D<¡lExy se cambia el tificado las habilidades esenciales y el conocimiento ne-
valor de y de «adquirir conocimiento específico» a «lle- cesario para cumplir efectivamente con las múltiples
gar a ser un ciudadano, un padre y un trabajador com- funciones y tareas adultas; podemos especificar un cu-
petente»), el enfoque del ejecutivo pasa a constituir una rriculum que detalle ese conocimiento y esas pericias y
orientación de la enseñanza más elaborada de lo que luego pedirles a los docentes que lo transmitan efectiva-
sugeríamos en las ediciones anteriores. En esta versión mente a sus alumnos.
revisada de la perspectiva ejecutiva, el docente es más Aunque hay vínculos estrechos entre las iniciativas
que un gerente, pues toma a su cargo roles adicionales, de la política educativa contemporánea y el enfoque del

128 129
ejecutivo de la enseñanza, es muy importante mante- El constructivismo representa un desafío para el en-
ner una distinción entre aquellas y ese. El enfoque del foque del ejecutivo en la enseñanza, pues niega la posi-
ejecutivo no debería juzgarse mejor o peor porque pa- bilidad de transmitir intactos conocimientos y habilida-
rezca contar hoy con el favor de las iniciativas políticas. des. Se cree, por el contrario, que el alumno «se hace
Puede sostenerse perfectamente por sí mismo y ser cargo» de conocimientos y habilidades y enmarca el
juzgado por sus propios méritos como una de las formas sentido de estos sobre la base de sus propios conoci-
primarias de enseñar. Como podemos verlo desde el mientos y habilidades anteriores, así como sobre la ba-
ventajoso punto de vista de fines de 1998, es una de las se de su biografía personal (es decir que, por ejemplo,
perspectivas que merece la consideración del docente, hay muchas probabilidades de que un alumno criado
sobre todo en aquellos casos en los que el principal re- en la pobreza interprete una cantidad de ideas y expe-
sultado que se busca es la competencia y en los que la riencias de un modo diferente que un alumno criado en
opinión dominante sobre el conocimiento y las habilida- la abundancia). Los docentes constructivistas asignan
des es que puedan especificarse antes de abordar la ins- particularmente un gran valor a la discusión y el diá-
trucción real y puedan transportarse desde sus reposi- logo en las aulas, pues consideran que precisamente
torios hasta el espíritu y el cuerpo de los alumnos. mediante tales interacciones conversacionales los estu-
Esta última enunciación pone de manifiesto una po- diantes tienen la oportunidad de expresar de manera
sible dificultad. La analogía de conocimiento y habili- explícita el sentido que dan a las nuevas experiencias,
dad transportados o transmitidos como si fueran mer- así como la posibilidad de observar y ponderar el senti-
cancías que se trasladan desde los textos y las guías de do que les atribuyen sus compañeros de clase a esas
estudio hasta la cabeza de los estudiantes es fuerte- mismas experiencias. Además, los docentes constructi-
mente cuestionada por los defensores de una escuela de vistas desconfian de las «respuestas correctas»; insistir
pensamiento conocida como constructiuismo. Los cons- demasiado en una respuesta en particular negaría, en
tructivistas sostienen que la significación que tienen muchos casos, a los alumnos la oportunidad de explorar
para los estudiantes las ideas o experiencias no viene la significación que una idea tiene para ellos. Teniendo
preembaladajunto con la idea o la experiencia mismas, en cuenta estas características de la enseñanza cons-
sino que es el alumno quien la construye en el momen- tructivista, resulta obvio inferir que ese enfoque está en
to de captar la idea o vivir la experiencia. Esta teoría general muy centrado en el estudiante.
sobre el modo en que aprendemos tiene una cantidad Una perspectiva del conocimiento centrada en el es-
de antecedentes que van desde el psicólogo y filósofo tudiante, que permite el diálogo fluido durante la clase
suizo Jean Piaget y el psicólogo ruso Lev Vygotsky has- y evita la idea de una sola respuesta correcta, ¿significa
ta numerosos psicólogos cognitivos contemporáneos, que una persona que adhiere a una teoría constructi-
particularmente aquellos especializados en un subcam- vista de la enseñanza no puede adoptar un enfoque eje-
po conocido como cognición situada. 2
«Teacher Education and the Construction ofMeaning>), en Gary A.
2 Para informarse sobre los antecedentes constructivistas, véan- Griffin, comp., Teacher Education fara New Century, Yearbook of
se Denis C. Phillips, «The Good, The Bad, and the Ugly: The Many the N ational Society far Education, Chicago: University of Chica-
Faces of Constructivism», Education Researche.r, 24 (7), octubre de go Press, 1998; véase también un número especial de Educational
1995, págs. 5-12; Virginia Richardson, Constructivist Teacher Researclu!r, 23 (7), octubre de 1994, dedicado al tema del construc-
Education, Londres: Falmer Press, 1997; Virginia Richardson, tivismo.

130 131
cutivo? Para muchos de los estudiosos que hoy debaten cida, con resultados francamente uniformes. Quizás el
el tema del constructivismo, esta es una pregunta por lector recuerde que, según el enfoque del terapeuta, es-
demás interesante. Algunos rasgos del enfoque del eje- ta concepción del conocimiento desconoce los intereses
cutivo, tales como no permitir las digresiones, orientar y necesidades de los diferentes alumnos, mientras que
la enseñanza a la competencia y a los aspectos de un el enfoque del liberador sostiene que aquella concepción
curriculum, parecen colocar esta perspectiva en la ace- inhibe los esfuerzos por cultivar las virtudes morales e
ra opuesta de la concepciones constructivistas sobre có- intelectuales de vital importancia para el florecimiento
mo se debe enseñar. Pero nosotros, por nuestra parte, humano. A estas inquietudes podemos agregar ahora la
no estamos tan seguros de que sea así. Si bien es cier- preocupación de los constructivistas, quienes conside-
to que existe un fuerte parentesco entre el constructi- ran que las opiniones sobre el conocimiento implícitas
vismo y los enfoques del terapeuta y del emancipador en el enfoque del ejecutivo están en contra de la concep-
en la enseñanza, creemos que una persona podría ser al ción constructivista sobre el modo en que aprenden los
mismo tiempo un ejecutivo y un constructivista, aun- niños. ¿Puede el docente ejecutivo revisar su concepción
que debemos confesar que forzamos un poco las cosas. 3 del conocimiento a fin de avenirse a esas críticas, o ha-
Antes de explorar las razones por las cuales el cons- cerlo implicaría alterar la naturaleza misma del enfo-
tructivismo tiene una estrecha conexión con los enfo- que del ejecutivo hasta el punto de convertirlo en un
ques del terapeuta y del emancipador, puede resultar movimiento destinado al fracaso? Dejaremos de lado
útil resumir este análisis del enfoque ejecutivo. Las téc- esta pregunta por un momento y volveremos a ella al
nicas de enseñanza descriptas en el capítulo 2 cam- final del capitulo.
biaron muy poco desde que se publicó la segunda edi-
ción. Lo que se ha modificado es más bien nuestro modo
de concebir el propósito de estas técnicas y, como re- Revisemos el enfoque del terapeuta
sultado de ello, este enfoque adquiere un valor y una
importancia más grandes que no le habíamos asignado De los tres enfoques presentados en este libro, en las
en las ediciones anteriores. La competencia, en el mejor dos primeras ediciones nos resultó más difícil describir
sentido del término, es ciertamente una meta valiosa de manera adecuada el del terapeuta. Quizá la dificul-
de la educación, una noble y en la expresión DqiExy. El tad de representar la posición del terapeuta no debería
rasgo que hoy se cuestiona de este enfoque es su visión sorprendernos demasiado, ya que una de las caracterís-
del conocimiento y, por eso, del curriculum y del conte- ticas que definen ese enfoque es precisamente rechazar
nido de las materias (la x de la fórmula DqiExy ). La dis- la especificidad y la categorización (por todas las razo-
cusión pretende establecer si el conocimiento y las habi- nes mencionadas en el capítulo 3). Sin embargo, hasta
lidades pueden especificarse de antemano para todos la palabra terapeuta nos molestaba. Tratamos de acla-
los alumnos, de modo que estos adquieran ese conoci- rar muy bien que este enfoque de la enseñanza se apli-
miento y esas habilidades en cierta secuencia estable- caba a todos los alumnos y no meramente a los que te-
3
nían necesidades especiales. Con todo, el título mismo
En cuanto a nuestra lectura de Richardson (ya citada), la au-
«El enfoque del terapeuta» da a entender que está desti-
tora coincide en que un docente puede tener una visión cons-
tructivista del aprendizaje y adoptar al mismo tiempo un enfoque nado a alumnos con problemas, así como normalmente
ejecutivo de la enseñanza. pensamos en tomar contacto con un terapeuta cuando

132 133
las cosas marchan mal y necesitamos ayuda. Sencilla- tivos descriptos en el capítulo 3: el desarrollo personal
mente no se nos ocurrió una denominación mejor para del niño en su conjunto, el fomento de la confianza en sí
bautizar la enseñanza que procura primariamente cul- mismo y la autoestima, el cultivo del auténtico yo, la
tivar el desarrollo individual del niño en su conjunto promoción de la autorrealización. No obstante, los es-
con el propósito de asistirlo para que llegue a ser no tan- tudios especializados más recientes indican que esos
to un ciudadano informado o un trabajador competen- propósitos pueden no ser lo que verdaderamente define
te, como en el caso del enfoque del ejecutivo, sino más el «enfoque cultivador» de la enseñanza.
bien un ser humano pleno, autorrealizado. La obra de Lawrence Blum, Caro! Gilligan y Ne!
Ahora, gracias en gran medida a estudios recientes N oddings sobre una ética del cuidado y la de Donna
realizados en esta esfera, nos parece que tenemos una Kerr sobre los nutrientes que necesitan todas las perso-
idea más clara para describir esta manera de encarar nas, particularmente en situaciones democráticas, es
la enseñanza. En realidad, si tuviéramos que reescribir decisiva para nuestra concepción de un «enfoque culti-
todo el libro, este enfoque es el único al que le cambia- vador>• de la enseñanza. 4 Además de estos estudiosos,
ríamos el nombre. Lo llamaríamos «El enfoque del cul- Jane Roland Martin, con su libro sobre el concepto de
tivador» (The Fastering Approach). Probablemente esta «escuela hogar>>, Annette Baier con sus ensayos sobre la
expresión le suene algo extraña a los lectores, como ini- confianza y J ohn Goodlad con sus reflexiones sobre la
cialmente nos sonó a nosotros, ya que este uso del tér- nutrición pedagógica, contribuyen a enmarcar el con-
mino cultivar (/aster) no es el más común. Pero conside- cepto de un enfoque cultivador. 5 Estos trabajos se ca-
remos las definiciones que da The American Heritage racterizan por dos creencias esenciales: 1) que el modo
Dictionary (tercera edición): "l. Criar, cuidar. 2. Promo- en que los seres humanos se conectan entre sí en las re-
ver el crecimiento y el desarrollo; cultivar. 3. Cuidar, laciones es factor fundamental de cómo les va en la vida
apoyar». En su forma adjetiva, en inglés (aster designa y 2) que es necesario hacer una profunda defensa moral
al que brinda cuidados parentales y alimentos a niños de las relaciones humanas caracterizadas por el cuida-
con los que no está relacionado por lazos legales o de do, la nutrición, la confianza y el amor (cada uno de es-
sangre. Por ejemplo, (aster parents son los «padres de tos términos define formas diferentes de las relaciones
crianza». Estas definiciones brindan una descripción
mucho mejor que la ensayada en nuestras dos primeras 4
Lawrence Blum, Moral Perception and Particularity, Nueva
ediciones. Además describen con más exactitud a los York: Cambridge University Press, 1994; Caro! Gilligan, In a Dif-
docentes que, según vimos, presentan las caracterís- ferent Voice, Cambridge, Massachusetts: Harvard University
ticas de la perspectiva de la enseñanza que antes lla- Press, 1982, 1993; Donna H. Kerr, Beyond Education: In Search of
mamos «del terapeuta». Nurture, Work in Progress Series nº 2, Seattle, \Vashington: lnsti-
De todos modos hay que poner un poco de cuidado. tute for Educational lnquiry, 1993; Ne! Noddings, Caring, Berke-
ley, California: University ofCalifornia Press, 1984, y The Chal-
La expresión correcta en este caso es «el docente cul- lenge to Care in Schools, Nueva York: Teachers College Press,
tivador» (fastering teacher) y no «el docente de crianza» 1992.
(/aster teacher), pues esta última expresión sugeriría al- 5 Annette C. Baier, Moral Prejudices, Can1bridge, Massachu-
go así como un maestro sustituto; es decir, alguien que setts: Harvard U niversity Press, 1994; John l. Goodlad, Educa-
ocupa el lugar de maestro real o legalmente legítimo. tional Renewal, San Francisco: Jossey-Bass, 1994; Jane Roland
Martin, The Schoolhome, Cambridge, Massachusetts: Harvard
Un docente cultivador está comprometido con los obje- University Press, 1992.

134 135
humanas y varía según el teórico que analiza el tema, aunque sabemos que ningún defensor del «enfoque cul-
pero todos ellos señalan un conjunto claramente uni- tivador» negaría la importancia de formar ciudadanos y
forme de ideas en el contexto de una indagación sobre lo trabajadores competentes.
que implica un «enfoque cultivador>> de la enseñanza). En el enfoque cultivador el objetivo de mayor valor
El docente cultivador se interesa por la naturaleza y tampoco es promover pensadores racionales, críticos y
la calidad de su relación con sus estudiantes. Por ello, reflexivos, ni profundos conocedores de la sabiduría
en la expresión DqiExy podríamos marcar el foco de la acumulada de la civilización, como ocurre en el caso del
perspectiva cultivadora como D +E: no sólo E, como en enfoque liberador, aunque también aquí sabemos que
el caso del enfoque del terapeuta. El enfoque cultivador nadie que favorezca esta postura impugnaría los obje-
se caracteriza menos por el resultado de la relación tivos liberadores. Lo que los seguidores del cultivo in-
(como la autorrealización), según vimos que ocurría en dividual sostienen es que los valiosos fines de los ejecu-
la posición del terapeuta, que por la naturaleza de la tivos y de los liberadores dificilmente puedan alcanzar-
relación. Al decir esto no queremos decir que en esta se de un modo moralmente satisfactorio si no se dan re-
perspectiva el resultado no sea importante, sino sola- laciones de cierto tipo entre el profesor y el alumno. Es-
mente que esos resultados están definidos atendiendo a tas relaciones se basan en el cuidado, la confianza, el
la naturaleza y la calidad de la relación antes que po- interés y el humanismo.
niendo el acento en algún beneficio no relacional. Por En contraste con algunos rasgos repetidos del enfo-
ejemplo, Donna Kerr da gran valor al carácter demo- que del terapeuta descripto en el capítulo 3, es impor-
crático como un resultado de la educación, pero sostiene tante aclarar aquí que el enfoque del cultivo no incluye
que tal carácter no puede formarse bien si no se dan re- necesariamente «clases abiertas", ni altos niveles de li-
laciones humanistas, en las que las personas muestren bertad y elección estudiantiles, y también que el docen-
preocupación e interés mutuo sobre la única base de su te cultivador no necesariamente atiende menos al con-
condición humana.6 tenido de la materia que el profesor ejecutivo o libera-
Redefinir el enfoque del terapeuta como del cultiva- dor. Si bien es posible que el hecho de insistir en las re-
dor produjo en nosotros dos un impacto bastante seme- laciones lleve a tener clases más abiertas, a un grado
jante al que sentimos al cambiar el objetivo del enfoque mayor de elección, los docentes cultivadores también
ejecutivo y poner el acento en la competencia: ahora, pueden cuidar a sus alumnos limitando sus elecciones y
aquel se transforma en una perspectiva más sólida, en acotando las opciones disponibles. Además, los docen-
una vigorosa alternativa a los enfoques ejecutivo y libe- tes cultivadores pueden iniciar a sus alumnos en viajes
rador. Lo que distingue a esta manera de enseñar de la extensos y profundos por la disciplina que enseñan. Lo
ejecutiva y la liberadora es aquello a lo que el docente le que los distingue de los ejecutivos y los liberadores en
asigna m·ayor valor en la tarea de enseñar. En este caso, esta actividad es que los fines que han de alcanzarse
no es la formación de ciudadanos y trabajadores compe- con esos viajes rara vez -si alguna- justifican que se
tentes, como ocurre en el caso del enfoque del ejecutivo, olvide la primacía del vínculo relacional entre profesor
y estudiante.
6 Donna H. Kerr, «Voicing Democracy in an Imperfect \Vorld,,, en
Nos encontramos mucho más a gusto con el concepto
Wilma Smith y Gary D. Fenstermacher, comps., Fostering Leader-
ship for Educational Renewal, San Francisco, California: Jossey- de cultivo que con el anterior de terapia. Recientes estu-
Bass, 1998. dios éticos realizados en el campo de la filosofia y las no-

136 137
tables contribuciones de algunas feministas especiali- si nos referimos a un único enfoque, el liberador, y espe-
zadas en las ciencias sociales y en humanidades ofrecen cificamos que hay opiniones diferentes sobre el modo de
bases más sólidas para este enfoque de las que pro- lograr esos objetivos. El liberador clásico es exactamen-
porcionaron los existencialistas y los psicólogos huma- te como definimos al liberador en el capítulo 4. El libe-
nistas de mediados de siglo (no obstante, en este caso rador crítico es el que antes llamamos emancipador.
hay una progresión histórica). Afortunadamente, la ci- Para facilitar la referencia, y un poco por divertimos, a
rugía exigida en el caso de los liberadores no es tan am- veces aludimos a los liberadores clásicos llamándolos
plia, pero sin duda es necesaria alguna modificación. claslibs, y a los liberadores críticos, critlibs.
La descripción que hicimos de los claslibs en el capí-
tulo 4 aparenta quizá demasiado basarse en las formas
Revisemos el enfoque del liberador tradicionales de conocimiento (las disciplinas académi-
cas, a las que también se designa como «el canon occi-
Como nos ocurrió con el enfoque del ejecutivo, proba- dental"). En retrospectiva, creemos que la liberación
blemente fuimos nosotros quienes cambiamos más que clásica se relaciona más con la iniciación del alumno en
el enfoque mismo. Con esto no queremos decir que no las sendas del conocimiento dentro de un campo, que
haya habido modificaciones en la perspectiva liberado- con la adquisición y la comprensión de las disciplinas
ra de la enseñanza, ya que de hecho las hubo. Más bien tradicionales. 7 No es sólo el conocimiento elaborado lo
lo que sucede es que presentamos este enfoque de un que el docente liberador clásico tiene que «transportar"
modo que lo inclinaba demasiado a la visión clásica de y desea transmitir al alumno. El liberador clásico es un
la liberación y no a la visión crítica (visión esta última insider, una persona que realmente conoce su campo; es
que en el capítulo 4 llamamos la tendencia emancipa- decir, sabe qué hace falta para participar en la genera-
dora y que consideramos como una variante del enfo- ción y el uso de cierto tipo de conocimiento. Es un miem-
que principal, el liberador). ffitimamente han surgido bro de una comunidad de conocedores. Habiendo ingre-
una serie de estudios en apoyo de la perspectiva eman- sado en esa comunidad a través de años de estudio y
cipadora, los suficientes para que consideremos que quizá de aprendizaje, el profesor es por lo menos un
merece un reconocimiento autónomo. En realidad, es- «oficia),,, si no ya un maestro de ese campo (en la pala-
ta podría haber sido la posición más adecuada en la bra «campo" incluimos esferas de estudio como la salud,
segunda edición de este libro, en la cual desafortuna- la educación física y la educación profesional así como
damente dimos a esa perspectiva un tratamiento que los campos más tradicionales tales como la matemáti-
puede llevar al lector a interpretarla como una especie ca, la historia y la física). El propósito del docente como
de prima segunda de la liberación. iniciador es introducir al estudiante en un campo como
Lo interesante en este caso es que los liberadores y un participante, como un miembro de una comunidad
los emancipadores comparten muchos de sus fines (ely intelectual y moral. Formar una comunidad exige la
de la fórmula DqiExy ), pero creen que alcanzarlos im- existencia de valores y virtudes que gobiernen la con-
plica concebir el conocimiento (x) de manera diferente y 7 1-0s primeros que propusieron esta visión del objetivo de la
aplicar un método diferente para enseñarlo(<¡>). Como el educación fueron R. S. Peters, Education as Initiation, Londres:
liberador y el emancipador comparten objetivos simila- Evans Eros., Ltd., 1964, y Paul Hirst, Knowledgeand the Curricu·
res, creemos que ganaríamos en claridad y coherencia lum, Londres: Routledge and Kegan Paul, 1974.

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ducta apropiada de sus miembros, así como un lenguaje algún rasgo inherente de la música, por el cual pode-
común y modos compartidos de obrar y de pensar. Cada mos determinar objetivamente que, por ejemplo, El
campo tiene una historia, un conjunto de tradiciones, holandés errante de Wagner es musicalmente superior
ejemplos de buen trabajo, un grupo de héroes y quizá a No Way Out de PuffDaddy? Ciertamente habrá quie-
también uno de villanos. La iniciación es una introduc- nes respondan afirmativamente a esta pregunta, inclu-
ción, un comienzo de comprensión de lo que trata un de- so un amplio espectro de claslibs. Sin embargo, obser-
terminado campo. Es una experiencia en dicho campo, vemos cuidadosamente a aquellos que adoptan esta po-
no sólo información sobre él. sición; observemos sus antecedentes culturales y su cla-
La liberación clásica es probablemente el logro más se social. Lo que con frecuencia se observa es que las
acabado de esta forma de iniciación, pero, como vimos personas privilegiadas, aquellas que son miembros de
en el capítulo 4, puede llegar a convertirse en otra for- la cultura dominante o mayoritaria, son las que defien-
ma de transmisión o transporte pedagógicos. Para elu- den la superioridad de Wagner sobre PuffDaddy.
dir esta consecuencia, es vital para los docentes de to- Según los liberadores críticos, cuando las personas
das las materias captar la naturaleza de su disciplina privilegiadas de elevada condición social que son miem-
como un campo de indagación, como un cuerpo de cono- bros de la cultura dominante defienden esa postura,
cimiento y un conjunto de métodos, como un modo de hacen dos cosas: primero, fijan normas sobre lo que es
llegar a comprender algunas cosas un poco mejor des- verdadero, bueno y correcto no sólo para ellas mismas,
de el ventajoso punto de vista de la propia comunidad sino para todos aquellos cuya vida esté afectada por el
de conocimiento. En esta perspectiva, los docentes que grupo dominante o mayoritario. En segundo lugar, a
procedan de muy diversos campos, no sólo de las disci- menudo directamente o por implicación, degradan o
plinas académicas estándar, pueden ser liberadores impugnan las formas diferentes, esas formas normal-
clásicos. No obstante, si pretende ser miembro, un do- mente desarrolladas por las personas que carecen de
cente debe poseer en verdad una profunda compren- poder y de privilegio o que son miembros de culturas
sión de su campo, ser un maestro de ese campo en el subordinadas o minoritarias. Los liberadores críticos
mejor sentido del término. pretenden que son esos mecanismos sociales y eco-
Esta expansión de nuestra comprensión de la libe- nómicos los que nos llevan a valorar más el drama mu-
ración clásica contrasta con la necesidad de reformular sical de Wagner que el rap de Puff Daddy. Desde este
casi completamente el análisis de la emancipación pre- punto de vista, la pretendida superioridad no es el re-
sentado en el capítulo 4. Los emancipadores (a quienes sultado de algún rasgo inherente a la música misma ni
ahora llamamos liberadores críticos o critlibs) sostie- de normas universales y objetivas sobre la bondad esté-
nen que la razón humana, el conocimiento y los valores tica. En cambio creen que este es el modo en que fun-
no vienen preembalados tan netamente como pudieron ciona el grupo dominante en su relación con los grupos
hacemos creer los liberadores clásicos. Esos productos subordinados, el modo en que el grupo dominante trata
de la mente humana, sostienen los critlibs, están pro- de preservarse como grupo y de conservar su poder y su
fundamente influidos por la riqueza, el poder y el pres- privilegio.
tigio. Para comprender este punto, consideremos nues- Independientemente de nuestra propia reacción an-
tras opiniones sobre lo que constituye buena literatura, te este ejemplo en particular, supongamos que los argu-
arte o música. ¿La ópera es superior al rap a causa de mentos propuestos por los liberadores críticos tengan

140 141
los méritos suficientes para tomarlos seriamente en que consideran que lo que un alumno desea llegar a ser
cuenta como defensores de un enfoque diferente de la muy probablemente sea el resultado de la influencia
enseñanza. En ese caso, ¿cómo seria tal enfoque? Hasta ejercida por las tradiciones y valores dominantes en la
no hace mucho resultaba dificil responder a la pregunta vida del estudiante, una tarea central de los docentes
sobre el tipo de enseñanza que se adapta a la posición criticos es ayudar a cada uno de sus alumnos a descu-
de los liberadores criticas, pues estos dedicaron dema- brir hasta qué punto su vida está construida por in-
siada energía a denunciar las consecuencias de la ins- fluencias tales como las normas, las tradiciones, las re-
trucción escolar tradicional, en lugar de formular prác- glas y los valores del grupo dominante de su sociedad.
ticas de enseñanza coherentes con sus propias teorias. 8 Llamado a veces «concientización,, (siguiendo la ter-
No obstante, en los últimos años han aparecido algunos minología de Paulo Freire, quien fue el primero en ex-
trabajos que nos muestran qué caracteristicas tiene la plicar esa denominación), 11 este proceso de asistir a los
enseñanza basada en las perspectivas críticas. Entre estudiantes para que comprendan cómo el mm1do so-
los esfuerzos más provechosos en este sentido, se cuen- cial los modela es una parte vital de la liberación cri-
ta la obra de Ira Shor Empowering Education. 9 tica, porque llegar a entender en qué tratan de conver-
Para Shor, la enseñanza critica abarca una cantidad timos o qué pretenden que hagamos otras personas es
de factores. Encontramos a muchos de ellos también en un paso importante hacia nuestra propia liberación. La
la obra de otros autores, como Patricia Hinchey y Joan concientización requiere que el docente evite aceptar
Wink, 10 y vale la pena examinarlos aquí. Como espera- las cuestiones tal cual se presentan y que, en cam-
ríamos, el primer rasgo, y quizás el esencial, de la libe- bio, enmarque los temas de estudio como problemas con
ración critica es: prestar atención a los estudiantes, a los cuales tienen que vérselas Jos estudiantes a fin de
todos y cada uno de ellos. Al hacerlo, el docente no enfa- desenmascarar las categorias sociales. Por ejemplo, la
tiza lo que la sociedad o él mismo desean que llegue a inocente pregunta «¿Qué te gusta ria ser cuando seas
ser el estudiante, como lo haria el docente ejecutivo, y grande?,, no puede tomarse simplemente como se pre-
tampoco pone el acento en alimentar el potencial único senta, para que el educador ayude al estudiante a
de cada individuo, como lo haria el docente cultivador. transformarse en lo que desea llegar a ser. El liberador
En cambio, el docente critlib presta atención a cómo se critico imprime un sello problemático a esa sencilla pre-
ve a sí mismo y se sitúa en el mundo cada estudiante y gunta interrogándose sobre qué lleva a ese estudiante a
al modo en que su visión de la realidad social condiciona pretender esa ocupación; a preguntarse si existe una
lo que ese alumno desea llegar a ser. Precisamente por- conexión entre tal ocupación y el modo en que él perci-
be sus propias capacidades y oportunidades; si otros
estudiantes de caracteristicas raciales, sexuales o fisi-
8 Este punto aparece minuciosamente desarrollado en Jennifer
cas semejantes seleccionan esa misma ocupación; si
M. Gore, The Struggle far Pedagogies, Nueva York: Routledge, hay otras ocupaciones que los estudiantes podrian con-
1993 [Controversias entre las pedagogías, Madrid: Morata, 1996]. siderar inalcanzables o fuera del rangG de sus posibili-
9 Chicago: UniversityofChicago Press, 1992. dades de elección.
10 Patricia H. Hinchey, Finding Freedoni in the Classroom: A
11Paulo Freire, Pedagogy of the Oppressed, nueva edición re-
Practica[ Introduction to Critical Theory, Nueva York: Peter Lang
Publishing, 1998; Joan Wink, Critica! Pedagogy, Nueva York: visada, 20º aniversario, Nueva York: Continuum Press, 1993
Longman, 1997. [Pedagogía del oprimido, México: Siglo XXI].

142 143
Como posiblemente haya inferido el lector de esta úl- tanciales. Los liberadores clásicos valoran la sabiduría
tima y larga enunciación, el liberador crítico no se sen- y la comprensión acumuladas del género humano y per-
tiría satisfecho con ofrecer a sus alumnos algún progra- ciben la educación formal como el sitio adecuado para
ma corriente de preparación o de entrenamiento para adquirir y apreciar ese tesoro de la civilización. Uno de
una carrera, como la forma de ayudarlo a elegir su futu- los voceros más lúcidos del aprendizaje liberal, Michael
ra ocupación. Por el contrario, querría que los estudian- Oakeshott, llamaba a este caudal de conocimiento y
tes se interrogaran sobre las razones por las cuales cier- comprensión una gran conversación humana, «Una
tas ocupaciones son las que se consideran en ciertos ve- aventura intelectual siempre nueva en la cual, imagi-
cindarios, o en ciertos estratos sociales, o entre estu- nariamente, penetramos en una variedad de modos de
diantes cuyas familias tienen cierto nivel de ingresos. comprensión del mundo y de nosotros mismos y no nos
Querría alentar a sus alumnos a que ponderaran tales sentimos desconcertados por las diferencias, ni conster-
consideraciones y los impulsaría a estudiar cuidado- nados por lo poco convincente que resulta todo». 12 Los
samente por qué los asuntos se presentan como se pre- liberadores clásicos quieren que sus alumnos adquie-
sentan y qué pueden hacer ellos mismos en ese terreno. ran ese conocimiento y esa comprensión acumula-
Querría que sus estudiantes se liberaran de ciertas res- dos, para que puedan participar de la gran conversa-
tricciones a su libertad de elegir, inconscientemente ción humana. Los liberadores críticos, por su parte, res-
sostenidas. Sin embargo, no basta con que los alumnos ponden que la conversación está controlada por aque-
comprendan la naturaleza problemática de una situa- llos que poseen la riqueza y el poder, y que no debería
ción o una experiencia; además deben procurar en- tratarse <le u11a sola conversación, sino de varias. Los
contrar una solución al problema. La búsqueda de una liberadores clásicos creen que es preciso respetar los
solución implica no sólo estudiar y reflexionar, sino argumentos fundados, las reglas de la lógica y las prue-
también actuar. bas del conocimiento, mientras que los liberadores crí-
La acción o praxis, como la llaman con frecuencia los ticos cuestionan de quién son esas reglas, de quién son
liberadores críticos, es otra parte importante de la ense- esos fundamentos, de quién son esas pruebas. Con todo,
ñanza crítica. Se insta a los alumnos no sólo a pensar y sería errado suponer que los critlibs creen que el cono-
aprender, sino también a hacer. Este hacer no siempre cimiento de los claslibs es incorrecto o irrelevante. Por
incluye un acto formal (como oponerse a los aspectos el contrario, pueden valorarlo enormemente, pero sólo
centrales de los consejos «oficiales», unirse a una ma- si todos pueden tener acceso libre y consciente a él, si
nifestación de protesta, promover una iniciativa de voto no se lo utiliza como un instrumento de dominación o
o escribir cartas al director de alguna publicación), sino de opresión y se entiende que nuestras diferentes si-
que puede limitarse simplemente a asumir la respon- tuaciones en la vida pueden obligarnos a interpretar el
sabilidad de no volver a actuar de determinadas mane- conocimiento diversamente de como parece exigirlo la
ras que, inconscientemente, nieguen la propia libertad ortodoxia.
o la libertad de otro para hablar o para elegir, o que nie- Esperamos haber ofrecido ahora una perspectiva
guen su derecho a ser reconocido y comprendido. mejor de la liberación crítica que la expuesta en nuestro
Si el lector vuelve al capítulo 4 y relee la descripción 12 Michael Oakeshott, «APiace ofLearning", en T. Fuller, comp.,
hecha allí de los liberadores y los emancipadores, cree- TheVoice of Liberal úarning, Ne\V Ha ven, Connecticut: Yale Uni-
mos que encontrará algunas diferencias bastante sus- versity Press, 1989, pág. 38.

144 145
análisis de la posición emancipadora del capítulo 4. y la erudición multiculturales. Por consiguiente, decidi-
Aun así, no podemos abandonar el tema sin hacer algu- mos tratar el tema en sección separada, que desarrolla-
nas otras aclaraciones. El ejemplo que dimos al com- remos seguidamente.
parar a Richard Wagner con PuffDaddy nos ha dejado
pensando. ¿Requeriría la teoría de la liberación crítica
que valoráramos a PuffDaddy o a cualquier otro talen- Los aspectos multiculturales de los distintos
to artístico del mismo modo en que valoramos a Wag- enfoques de la enseñanza
ner? La respuesta no es tan clara, puesto que depende
de lo radical o posmodemo que resulte ser el teórico crí- «Multiculturalismo» es un término complejo y al
tico. La mayor parte de los liberadores críticos acepta- mismo tiempo una idea cuestionada en la sociedad nor-
rían un juicio general en el sentido de que algunas co- teamericana contemporánea. Sin embargo, pocas ideas
sas, algunos logros, algunos acontecimientos merecen adquieren tanta importancia para la educación. Si tu-
que se les asigne un valor más elevado en relación con viéramos que reunir en un lugar las palabras clave so-
otras cosas. Pero los critlibs nos exhortarían a poner bre la educación, la lista seguramente incluiría pala-
mucho cuidado en no asignar ese valor basándonos so- bras tales como democracia, conocimiento, conciencia
lamente en una posición de privilegio o poder. Si deci- crítica, competencia, autenticidad y virtuosismo. En
mos que Wagner puede perdurar de un siglo a otro y estos tiempos, probablemente incluiríamos también la
quizá PuffDaddy no, podemos suponer que la supervi- comprensión multicultural. Sin embargo, el hecho de
vencia de uno y la incapacidad de perpetuarse del otro que el mulliculluralismo haya llegado a ser un término
sea el resultado de un logro musical superior del pri- tan prominente en la esfera educativa no significa que
mero; pero también podemos suponer que sea la con- tengamos clara su definición o su aplicación. Este con-
secuencia de que una clase de personas haya insistido cepto está sujeto hoy a un intenso debate, se han inicia-
en valorar a Wagner como un medio para excluir a las do demandas contra las políticas de acción afirmativa y
otras clases. Los liberadores críticos querrían que ana- se ha propuesto y realizado más de un referéndum con
lizáramos cuidadosamente las razones de que ocurra el objetivo de poner fin a muchas formas de educación
esto y si no ocurre de un modo que silencia ciertas voces bilingüe. Estas disputas contemporáneas indican bien
al tiempo que privilegia otras. lo controvertidas que son las bases sobre las que des-
Estas reflexiones sobre la manera en que responde- cansa el multiculturalismo.
rían los liberadores clásicos y los liberadores críticos a Caben pocas dudas de que algunas de las disputas
las cuestiones sobre el valor de los artefactos culturales sobre la naturaleza y el propósito del multiculturalismo
nos proporcionan una oportunidad de plantear otra nacen de la ignorancia o el prejuicio (o de ambos). De
importante consideración: la del multiculturalismo. cualquier manera, nos puede dejar perplejos o frustra-
Nuestro primer impulso nos llevaba a incluir esta dis- dos la forma en que expresan el multiculturalismo al-
cusión en la sección dedicada al liberalismo, puesto que gunas personas que parecen racionalmente exentas de
es en gran medida parte del discurso de los liberadores una visión tendenciosa racial o étnica. Entre las pre-
críticos. Pero sería cometer una injusticia con el enfo- ocupaciones que más llaman a reflexión que se oyen so-
que del ejecutivo y el del cultivador dar a entender que bre el multiculturalismo está la de equilibrar el interés
los liberadores son los únicos dueños de la sensibilidad por preservar la diferencia (con frecuencia llamada plu-

146 147
ralismo o diversidad) con un sentimiento de lo que es ¿Advirtió el lector la dirección de este último movi-
común a una nación, a su pueblo y a su gobierno. En miento? Pasamos del terreno de la condición común y la
teoria política, muchos creen que, en las democracias diferencia al de la discriminación. Hay una conexión
como la que se practica en los Estados Unidos, man- entre ambas y es esencial para comprender el concepto
tener cosas en común entre la totalidad de la población general del multiculturalismo. En el contexto multicul-
es esencial para sostener una democracia saludable y tural, la discriminación se da cuando se trata a algunas
que funcione plenamente. Entre los rasgos comunes personas de manera diferente a causa de rasgos tales
que generalmente se consideran necesarios están el como la raza, la etnia o el género, y esta diferencia en el
idioma, los relatos heroicos, las tradiciones, los valores trato pone en desventaja a estas personas de raza, etnia
fundamentales y la memoria histórica; todos esos ras- o género diferente. Lo que ocurre principalmente es que
gos se asocian con una serie de deberes y obligaciones un grupo, al que llamaremos aquí el de los círculos, le
hacia los conciudadanos y el gobierno. Algunas perso- dice a otro grupo, el de los triángulos: «Deberiamos te-
nas entienden que el multiculturalismo amenaza esta ner ciertas cosas en común, como el idioma y las tradi-
condición común, al reemplazarla por una variedad de ciones. Si no las sostenemos en común, ¿cómo podemos
diferencias tal que hace imposible sostener el gobierno mantener unida nuestra nación?,,. Y los triángulos res-
democrático. ponden: «Lo que ustedes dicen tiene su razón, pero ¿por
Dentro de esta perspectiva, la cuestión central ter- qué elegir el idioma y las tradiciones de ustedes? ¿acaso
mina siendo encontrar un equilibrio entre la necesidad nuestro idioma y tradiciones tienen algún defecto?». La
de las características comunes compartidas -indis- continuación de este diálogo a menudo depende, como
pensable para sostener los beneficios de la libertad y el nos lo explican los liberadores criticas, del grupo que se
autogobierno-- y la necesidad de la diferencia -indis- halle en el poder y el que esté fuera del poder. Los libe-
pensable para permitir que sobrevivan, y tal vez que radores críticos con frecuencia hablan de hegemonía e
florezcan y se influyan mutuamente entre sí, las diver- imperialismo, situaciones en las que el grupo que tiene
sas culturas, lenguas y orientaciones de valor-. Por el poder «coloniza» a los grupos que carecen de poder.
ejemplo, ¿cómo apoyamos el interés de los latinos por Un punto clave de este razonamiento es que discri-
la lengua española y por una cultura diferente de la cul- minar significa reconocer diferencias de manera de po-
tura anglosajona dominante, y aseguramos al mismo ner en desventaja a un grupo con relación a otro. Prac-
tiempo que haya la suficiente unidad común para soste- ticar la diversidad significa reconocer también la dife-
ner el gobierno democrático? Esta misma pregunta po- rencia, pero sin que esto implique poner en desventaja
dria formularse en el caso de los norteamericanos nati- a un grupo con relación a otro. En algunas ocasiones, la
vos, o de los afroamericanos o de los norteamericanos diversidad --0 el pluralismo, como se lo menciona a ve-
de origen asiático y de muchos otros grupos que coexis- ces- puede incluir no sólo la ausencia de desventaja,
ten en los Estados Unidos. También podría enmarcarse sino también la presencia de una ventaja para el grupo
en el contexto del género, de la condición mental o fí- que antes se consideraba en desventaja como conse-
sica, de la creencia religiosa, de la orientación sexual o cuencia de la discriminación. De ahí que haya dos cues-
de la edad: todas estas esferas, además de las de la raza tiones separadas que forman parte de la mezcla multi-
y la etnia, en las que se han conocido prácticas discrimi- cultural. La primera es establecer si la diferencia debe
natorias. alentarse y, en caso de que se haga así, qué impacto pro-

148 149
duce esa actitud en la unidad común considerada nece- tarse a las ricas concepciones del multiculturalismo en
saria para la condición de nación democrática. La se- sus modos de encarar la enseñanza. También los eje-
gunda cuestión es determinar si la diferencia debe dar cutivos y los liberadores clásicos pueden acomodarse al
como resultado la ventaja de un grupo sobre otro, con el multiculturalismo, aunque esta tarea les exija más cui-
propósito de corregir la pasada desventaja. Estas dos dados y adaptación de lo que normalmente necesitan
cuestiones tienen un peso prominente en las discusio- los cultivadores y los liberadores críticos.
nes del multiculturalismo, pero a menudo se las con- Estas variaciones en el modo en que manejan los di-
funde. El debate sobre el bilingüismo y las escuelas versos enfoques de la enseñanza los rasgos clave del
electivas orientadas hacia una raza (como las escuelas multiculturalismo deberían hacernos pensar cuidado-
públicas con un curriculum centrado en los alumnos de samente a todos sobre la perspectiva que adoptamos
origen africano) es en general un ejemplo de la primera como docentes. Los diferentes enfoques no sólo tie-
cuestión, en tanto que el debate sobre las políticas de nen diferentes fuerzas y debilidades; como hemos visto,
acción afirmativa lo es, en general, de la segunda. también traen diferentes consecuencias para los docen-
En un párrafo anterior mostramos que a menudo los tes y los estudiantes. Por ello debemos ser cautelosos y
liberadores críticos entienden estas disputas sobre el resistirnos a afirmar que hay una sola manera correcta
multiculturalismo como ejercicios de poder y domina- de abordar la enseñanza. Los encargados gubernamen-
ción. Que esta escuela de pensamiento ocupe un lugar tales de diseñar la política educativa harían bien en evi-
central en el debate no significa que los liberadores clá- tar privilegiar un enfoque a expensas de los demás. Si
sicos, los ejecutivos o los cultivadores queden fuera del hay algo que muestra claramente nuestra excursion
circuito multicultural. Por cierto, los ejecutivos y los por las diversas perspectivas de la enseñanza, es preci-
liberadores clásicos no se han comprometido en la dis- samente que la decisión sobre cuál adoptar debe que-
cusión multicultural ni tan extensa ni tan profunda- dar en manos de los propios docentes, quienes a su vez
mente como lo hicieron quienes defienden el cultivo del deben actuar en concordancia y consulta con los admi-
individuo o los liberadores críticos, pero no debería in- nistradores y directivos de las escuelas y con los padres.
ferirse de ello que se oponen al multiculturalismo. Sin Ordenar o legislar que se adopte un enfoque determina-
embargo, si usted recuerda hasta qué punto es impor- do es favorecer ciertas concepciones de D, <p, E, x e y en
tante para los enfoques del ejecutivo y del liberador clá- detrimento de otras, ninguna de las cuales puede ser
sico tener una base común de conocimiento y entendi- la que mejor defienda los intereses de un determinado
miento (esto es, una x clara y coherente en la expresión docente, de determinados alumnos, en un determina-
DcpExy), pronto advertirá en qué medida el multicultu- do contexto y en un determinado momento. De modo
ralismo constituye un desafio para los ejecutivos y los que, si la decisión debe quedar en manos del docente,
liberadores clásicos. La diferencia es un aspecto central ¿cómo debe tomar este esa decisión?
en los enfoques del cultivador y del liberador crítico,
mientras que lo común desempeña ese papel en los del
ejecutivo y el liberador clásico. Ni los cultivadores ni los ¿Cómo decidir el propio enfoque?
liberadores críticos dependen tanto de un cuerpo cuida-
dosamente circunscripto de conocimiento y entendi- La respuesta a esta pregunta no es ni de lejos tan
miento, y por eso hallan menos dificultades para adap- importante como la pregunta misma. La razón por la

150 151
cual valoramos tanto la pregunta es que enuncia lo ver- vo: el docente y la sociedad. También ellos tienen inte-
daderamente crucial: ¡Usted puede elegir! Lo que que- reses y necesidades que no siempre pueden mezclarse
remos enfatizar es que en la enseñanza hay diferentes de manera inconsútil con las necesidades e intereses
formas de concebir las relaciones que se forman con los del alumno (los cuales, como vimos una y otra vez en
alumnos, hay diferentes concepciones sobre qué es el este libro, varían según el marco de referencia que uno
conocimiento y sobre qué se pone en juego cuando usted adopte). Consideremos otro libro reciente: The Courage
y sus alumnos indagan un conocimiento, y hay diferen- to Teach de Parker J. Palmer. 13 Lleva el atrayente sub-
tes opiniones sobre el sentido y el propósito de la ense- título «Explorando el paisaje interior de la vida de un
ñanza. Si usted es consciente de estas concepciones di- docente». El argumento de Palmer es que la enseñan-
ferentes y las comprende, puede «construir» un enfoque za verdaderamente excelente exige una integración de
de la enseñanza que, según su meditado juicio, sea el quiénes y qué somos con nuestros métodos y nuestro
que más sirva a sus propios intereses, a los de sus estu- estilo de enseñar (recuérdese la discusión del modo de
diantes, a los de su escuela y a los de los padres de sus ser expuesta en el capítulo 4). De ahí que lo que somos
alumnos. como docentes marque una diferencia en nuestra ense-
Con demasiada frecuencia, en nuestra opinión, los ñanza, así como lo que nuestros alumnos son marca
docentes construyen un enfoque de la enseñanza en vir- una diferencia. En realidad, si desarrollamos un poco
tud de las circunstancias que encuentran cuando se más la idea, terminaremos pensando que lo que hace-
preparan para enseñar. Cuando ocurre esto, la pers- mos como docentes es el resultado de la influencia com-
pectiva «Se le impone» a ese docente. El no la elige tras binada de cuatro factores: nosotros mismos, los estu-
estudiar y reflexionar. Nuestra intención al desarrollar diantes, el contenido y el contexto.
estas diferentes maneras de abordar la enseñanza es Cada uno de nosotros, en su condición de docente,
brindarle a usted la posibilidad de seleccionar un en- afronta el desafío en verdad importante de construir su
foque de la enseñanza basado en las mejores ideas que propia pedagogía (una palabra preferida hoy a «enfo-
tenemos sobre lo que significa participar en la educa- que») tomando elementos de sí mismo, de los estudian-
ción de los jóvenes. Lo que usted decida y cómo lo decida tes, del contenido y del contexto. En nuestra experien-
no es para nosotros tan importante como el hecho de cia, lo que ocurre con excesiva frecuencia es que una pe-
que decida, después de informarse sobre las opiniones y dagogía se construye prestando demasiada atención a
alternativas de que dispone y de formular el mejor con- sólo uno o dos de estos elementos. El contexto es par-
junto de razones posible para elegir la forma de ense- ticularmente poderoso para muchos docentes de escue-
ñanza por la que opta. las públicas, cuyas concepciones de lo que es la ense-
Si volvemos a reflexionar sobre las provocativas ñanza y cuya conducta real como docentes a menudo
ideas de Kieran Egan, con las que comenzamos este ca- están fuertemente determinadas por las estructuras y
pítulo, resulta evidente que esas ideas están concentra- programas de las escuelas y las expectativas de los pa-
das en el alumno; nacen de una visión sobre cómo se de- dres, sus pares y sus superiores; en general esos docen-
sarrollan los seres humanos en el seno de la sociedad de tes se ocupan poco de sí mismos o de los estudiantes y
la que forman parte. Nada tenemos que reprochar a es-
to, excepto el hecho de que hay por lo menos otros dos
poderosos agentes que participan del proceso educati- l3 San Francisco: Jossey-Bass, 1998.

152 153
quizá también del contenido. Lo que hemos llegado a
creer, tras estos quince años de lidiar con estas ideas y
con ustedes, nuestros alumnos, sobre esas ideas, es que
lo importante no es tanto si los enfoques son compati-
bles o si uno tiende más hacia un enfoque u otro, sino
que usted, el futuro docente, tome decisiones conscien-
tes, cuidadosamente pensadas, sobre el tipo de docente
que desea ser, y que nunca deje de reflexionar sobre el
tipo de docente que está siempre en proceso de llegar a
ser. Usted nunca tendrá, ni debería tener, el control to-
tal de todos los aspectos de su pedagogía. Los padres,
los supervisores y el Estado (así como sus propios es-
tudiantes, por supuesto) tienen intereses legítimos en
la conducta que usted adopte como docente. No obstan-
te, es a usted a quien corresponde la tarea de no permi-
tir que esos intereses determinen su pedagogía, no per-
mitir que le den forma, como si fuera una especie de
masilla de modelar. La pedagogía que usted adopte no
debería ser algo que le imponen las circunstancias, sino
algo que usted mismo construye.
Los enfoques descriptos en este libro son herramien-
tas, no esquemas. Son recursos que lo ayudarán a re-
flexionar sobre la clase de docente que usted desea lle-
gar a ser y sobre la clase de docente que es durante ese
proceso; no existen corta pastas diseñados para darle al
estudiante del profesorado la forma de un determinado
tipo de docente. Si este libro lo ayuda a usted a trans-
formarse en ese tipo especial de docente reflexivo, ha-
brá satisfecho nuestras más fervientes esperanzas. Pa-
ra el libro y para usted.

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